El ministerio del Esposo y la Esposa hoy

Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes. Es para mí un privilegio muy grande estar con ustedes en esta ocasión, para así compartir con ustedes todas las bendiciones divinas que Dios tiene para este tiempo en que vivimos.

Quiero leer una Escritura; se encuentra en el libro del Apocalipsis, capítulo 22 y versos 16 y 17; y dice de la siguiente manera:

“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.

Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”.

“EL MINISTERIO DEL ESPOSO Y LA ESPOSA”. “EL MINISTERIO DEL ESPOSO Y LA ESPOSA HOY”.

A través de la Escritura sabemos que el Esposo es el Señor Jesucristo. El Señor Jesucristo se presenta como el Esposo, y presenta a Su Iglesia, a Su Cuerpo Místico, como Su Esposa en el tiempo final.

En el tiempo en que nosotros vivimos hay un ministerio que la Esposa y el Esposo tienen que estar llevando a cabo; y esto lo hacen unidos, porque el Esposo y la Esposa trabajan unidos.

Para entender este ministerio del Esposo y la Esposa en el tiempo final nos tenemos que remontar al tiempo del Señor Jesucristo en Su Primera Venida, en donde allí Él se presentó en medio del pueblo hebreo, y allí estuvo Él llevando a cabo el ministerio correspondiente para Su Primera Venida.

Y en el ministerio correspondiente para Su Primera Venida, allí Dios había enviado, para prepararle el camino, a Juan el Bautista. Y en una ocasión se presentaron a Juan el Bautista algunas personas para hablarle de algo que el Señor estaba haciendo. Ya Juan había presentado anteriormente al Señor Jesucristo como el Cordero de Dios que quitaría el pecado del mundo1.

Ahora aquí vamos a ver cómo presenta Juan el Bautista al Señor Jesucristo delante de aquellas personas, las cuales vinieron a él para hacerle un comentario. En el Evangelio según San Juan, capítulo 3 y verso 22 hasta el verso 30, dice:

“Después de esto, vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y estuvo allí con ellos, y bautizaba.

Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados.

Porque Juan no había sido aún encarcelado.

Entonces hubo discusión entre los discípulos de Juan y los judíos acerca de la purificación.

Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a él.

Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo.

Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él.

El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido.

Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe (o sea: ‘A Él le conviene crecer y a mí menguar’)”.

Ahora, vean ustedes que Juan el Bautista presenta al Señor Jesucristo en Su Primera Venida como el Esposo; y la Esposa era nada menos que aquellas personas que estaban siguiendo el Mensaje del Señor Jesucristo y que estaban trabajando brazo a brazo con el Señor.

Ellos estaban allí en la Primera Venida del Hijo del Hombre, la Primera Venida del Señor en medio del pueblo hebreo, conforme a la promesa para la Primera Venida del Hijo del Hombre, allá en el oriente, en la tierra de Israel.

Ahora, podemos ver que cuando el Hijo del Hombre viene, es la Venida del Esposo. Por eso para el Nuevo Testamento, en la parábola que el Señor dio acerca de las diez vírgenes, dice: “Y a medianoche se oyó un clamor: ¡He aquí el Esposo viene; salid a recibirle!”2.

Ahora, encontramos que todas se levantaron y aderezaron sus lámparas, y las que no tenían aceite pidieron aceite a las que tenían, y las que tenían (las prudentes) dijeron a las fatuas: “No podemos darles de nuestro aceite para que no nos falte a nosotras. Así que vayan ustedes a los que venden, compren para ustedes aceite, y así tendrán ustedes aceite”.

Ellas fueron a buscar aceite, a comprar aceite; y mientras ellas iban, vino el Esposo, y las que estaban preparadas entraron con él a las Bodas, y luego se cerró la puerta.

Y luego vinieron también las otras vírgenes; no dice si encontraron o no aceite, pero vinieron tocando a la puerta para que el Señor les abriera la puerta, para ellas entrar también a esas Bodas, para ellas entrar también con el Esposo; porque ellas querían también estar casadas con el Esposo, y tener la transformación de sus cuerpos y ser raptadas.

Pero Él les dijo: “No os conozco. No sé de dónde seáis”, pues no eran de la Edad de la Piedra Angular. Por lo tanto, estas vírgenes fatuas cuando vinieron, ya era demasiado tarde para entrar a las Bodas con Él y recibir la transformación de sus cuerpos, y luego ser raptadas y así evitar la gran tribulación que habría de venir.

Él les dijo: “No os conozco. No sé de dónde seáis”; y entonces… dice: “Velad, porque no sabéis cuándo será ese día”. Él dijo: “Estad preparados”.

Ahora, veamos, dice en el verso 12 [San Mateo 25]:

“Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.

Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir”.

Así que estas vírgenes fatuas fueron echadas a la gran tribulación, en donde será el lloro y el crujir de dientes; y no fueron mencionadas, reconocidas, como la Esposa del Señor.

Así que vean ustedes que es en este tiempo final, en la Segunda Venida del Hijo del Hombre, así como fue en la Primera Venida, que Él se presenta como el Esposo; y ahí es donde vienen las vírgenes prudentes con sus lámparas aderezadas y entran con Él a las Bodas: entran con Él a la Edad de la Piedra Angular; y ahí tienen estas vírgenes prudentes un ministerio juntamente con el Señor Jesucristo.

Así como los escogidos, la Esposa allá, que estaba con el Señor Jesucristo en Su Primera Venida, y estaba escuchando las palabras del Esposo; y Juan, siendo amigo del Esposo, el cual no pertenecía a ese grupo que estaba con el Señor Jesucristo; y tampoco, las personas que estaban con Juan el Bautista tampoco estaban formando parte de esa Esposa del Señor Jesucristo en Su Primera Venida; pues los discípulos de Juan que continuaron con Juan aunque el Mesías estaba allí presente, no eran discípulos del Señor Jesucristo, sino de Juan el Bautista, por lo tanto, no eran la Esposa del Señor, al cual el Señor le estaba hablando esa Palabra.

Pero Juan decía: “El amigo del Esposo se goza en la Voz del Esposo”3, la Voz del Esposo que estaba hablándole, revelándole los secretos del Reino de los Cielos a la Esposa, que estaba formada por aquel grupo de creyentes en el Señor Jesucristo en Su Primera Venida.

Por eso el Señor Jesucristo les dijo a aquellos que habían creído en Él; no a los que estaban siguiendo a Juan, sino a los que lo estaban siguiendo a Él; les dijo: “Mas a vosotros es concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos”. Y también les dijo: “Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque muchos de los profetas y de los justos desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron”4.

¿Qué estaban viendo ellos y qué estaban oyendo ellos? Ellos estaban viendo al Esposo, a Cristo, al Mesías en Su Primera Venida; ellos habían recibido al Hijo del Hombre, al Esposo.

¿Y qué estaban escuchando ellos? Ellos estaban escuchando la Voz del Esposo revelándoles los misterios del Reino de los Cielos, para así ellos poder recibir las bendiciones de Dios correspondientes para aquel tiempo, en aquella segunda dispensación que estaba comenzando.

Ahora, vean ustedes cómo aconteció dos mil años atrás.

Ahora, vean ustedes que nuevamente el Señor Jesucristo envió un mensajero precursor de la Segunda Venida del Hijo del Hombre, así como lo hizo para la Primera Venida. Y él vio cosas que habrían de acontecer en la Segunda Venida del Hijo del Hombre, las cuales él anunció que acontecerían; él mostró estas cosas en diferentes formas: por sueños, por visiones, en forma parabólica también, y en diferentes formas. Y algunas de estas cosas no le fueron también… algunas de ellas, no le fue permitido dar a conocer lo que él vio:

Cuando se trató del cumplimiento de la Visión de la Carpa, y ese cuartito pequeño de madera, que algún día en el ministerio del Esposo y la Esposa aparecerá en la escena. Era un secreto no concedido a ninguna de las edades de la Iglesia gentil, ni tampoco a la etapa en donde él estuvo precursando la Segunda Venida del Hijo del Hombre, que fue entre la séptima edad y la octava edad, o sea entre la Edad de Laodicea y la Edad de la Piedra Angular.

A las personas que vivieron en ese tiempo y siguieron el Mensaje del precursor de la Segunda Venida del Hijo del Hombre, no les fue permitido conocer ese secreto; porque ese secreto estaba debajo del Séptimo Sello, que es la Segunda Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, es la Segunda Venida del Esposo a la Esposa, para así llevar a cabo el ministerio final, y llevar a cabo la gran Obra de y en la Segunda Venida del Hijo del Hombre en unión a Su Esposa.

Por lo tanto, no fue permitido revelar este gran secreto; porque no correspondió el cumplimiento de ese secreto o misterio a ninguna de las edades del pasado, ni tampoco a la brecha entre la séptima edad y la octava edad, o sea, entre la séptima edad de la Iglesia de Laodicea y la octava edad de la Piedra Angular.

Por lo tanto, ese secreto estaba escondido para todos los hijos de Dios, los escogidos, la Esposa del Cordero en la Edad de la Piedra Angular.

Ese gran misterio de la Segunda Venida del Hijo del Hombre y ese gran ministerio que se estaría llevando a cabo en esa edad, era un secreto, un misterio, que sería revelado a la Esposa, los escogidos, los hijos de Dios en la Edad de la Piedra Angular. Como fue en la Primera Venida del Hijo del Hombre en la Edad de la Piedra Angular en la Primera Venida: solamente en esa Edad de la Piedra Angular en la Primera Venida del Hijo del Hombre fueron revelados los secretos de la Primera Venida del Hijo del Hombre y el propósito de Su Venida, y el ministerio que estaba llevando a cabo en ese tiempo.

Él estaba llevando a cabo el ministerio del Cordero de Dios; Él estaba llevando a cabo esa labor, esa Obra, y estaba predicando el Evangelio a todas las personas, el Evangelio de la Gracia; Él estaba predicándoles a todas las personas el Mensaje del Día o del Año de la Buena Voluntad del Señor.

Pero vean ustedes que ninguna persona fuera de esa Edad de la Piedra Angular, esa edad de la Primera Venida del Hijo del Hombre, ninguna persona podía entender y recibir ese Mensaje, a menos que hiciera lo que el Señor decía: “Si alguno está trabajado y cargado: Venid a mí todos los trabajados y cargados, y yo os haré descansar”5.

Él estaba llamando a la gente. Y las personas, y los doctores de la Ley y los grandes líderes religiosos, no sabían a dónde el Señor estaba llamando a las personas, porque ellos no comprendían esto de las edades y de las dispensaciones en la forma en que tenían que entender estas cosas. Y ellos se encontraban en la séptima edad de la Iglesia hebrea, en una edad ciega, pobre, miserable y desnuda; y por eso el Señor Jesucristo les dijo: “Vosotros: ciegos guías de ciegos; si el ciego guía al ciego, ambos caerán en el hoyo (en el hueco)”6.

Así que, como estaban en una edad ciega, ellos estaban ciegos; estaban en una edad llena de oscuridad, de tinieblas; por lo tanto, ellos no podían ver lo que estaba aconteciendo en el Programa Divino, lo cual se estaba llevando a cabo en una nueva edad y una nueva dispensación, que estaba siendo iluminada, alumbrada, con la Luz del Señor Jesucristo manifestado en la Edad de la Piedra Angular.

Por eso Él decía: “Yo soy la Luz del mundo”7. No una luz literal, sino una luz espiritual; alumbrándoles el entendimiento con el Mensaje que Él estaba predicando en aquellos días.

Por eso dice que cuando Él fue a Neftalí y Zabulón, estos dos lugares, estas dos tribus al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles, dice: “El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; Y los asentados en sombra de muerte, Luz les resplandeció”8; y lo que aconteció allí fue que el Señor Jesucristo apareció en medio de ellos, predicándoles el Reino de Dios.

Ahora, vean cómo la Luz Divina, la Luz de Dios, alumbra a los seres humanos: alumbra a los seres humanos cuando la persona escucha el Mensaje correspondiente para la dispensación y edad en la cual la persona aparece.

Mientras la persona no ha escuchado el Mensaje correspondiente para ese tiempo, la persona está en tinieblas y en sombra de muerte, sin saber de dónde vino, en dónde está y hacia dónde se dirige. Pero cuando recibe el Mensaje que corresponde a su tiempo: sus ojos espirituales son abiertos, y entonces comprende el Programa de Dios correspondiente para el tiempo en que está viviendo.

Ahora, entendiendo que cuando comienza una edad: Dios envía un mensajero con un Mensaje, y son llamados y juntados todos los hijos de Dios en esa edad, con ese Mensaje y con ese mensajero; y eso es grande en el Programa Divino; más grande es cuando surge una nueva dispensación, pues Dios envía un profeta mensajero, un mensajero dispensacional, con un Mensaje dispensacional, y llama al pueblo a una nueva dispensación, y ahí se establece esa nueva dispensación con la gloriosa Edad de la Piedra Angular.

La Edad de la Piedra Angular siempre es la etapa en donde aparece ese mensajero dispensacional, como aconteció con Moisés y como aconteció con Jesús.

Siempre el comienzo de una dispensación es el comienzo del Mensaje dispensacional con ese mensajero dispensacional; y siempre se está viviendo ahí, en esa Edad de la Piedra Angular.

Ahora, cuando eso acontece, todos los hijos de Dios que viven en ese tiempo: escuchan la Voz de Dios, escuchan el Mensaje que surge de esa Edad de la Piedra Angular, ese nuevo Mensaje dispensacional para todos los hijos de Dios.

Es en ese tiempo en el cual el Señor se presenta como el Esposo, hablándole a Su pueblo, hablándole a Sus hijos, los cuales son representados por la Esposa del Cordero, la Esposa del Señor Jesucristo.

Ahora, vean ustedes lo que el Esposo en la Primera Venida del Hijo del Hombre le estaba hablando a la Esposa, todas aquellas palabras que les estaba hablando, todos aquellos misterios que Él les estaba revelando a ellos: era el Mensaje que Él les estaba dando a ellos, era la Voz del Esposo hablándole palabras de amor divino a Su Esposa. Y el Esposo y la Esposa, con ese Mensaje correspondiente para ese tiempo, llevando a cabo una Obra.

Ustedes pueden ver a los discípulos del Señor siendo enviados a predicar y a llevar a cabo una Obra correspondiente para aquel tiempo. Y fueron ellos los que estuvieron a cargo de llevar el Mensaje, aun cuando el Señor Jesucristo ascendió a los Cielos. Fueron ellos los que llevaron el Mensaje por toda la tierra de Israel, comenzando en Jerusalén.

Y luego, fue añadido a ellos (a los apóstoles) Saulo de Tarso, el cual fue nombrado por el Señor como Pablo o San Pablo, para llevar el Evangelio a los gentiles.

Ahora, vean ustedes la Obra del Esposo y de la Esposa en la Primera Venida.

Y vean ustedes, en este tiempo final, en la Segunda Venida del Hijo del Hombre, en la Segunda Venida del Esposo viniendo a Su Esposa, a Sus hijos, a los escogidos en medio de los gentiles, vean ustedes la Voz del Esposo:

La Voz del Esposo es el Mensaje de Gran Voz de Trompeta, es el Mensaje de la Trompeta Final, es el Mensaje de la Trompeta del Año del Jubileo, es el Mensaje de Gran Voz de Trompeta, que llama y junta a todos los escogidos y les revela los misterios del Reino de Dios para este tiempo en que vivimos.

Ese Mensaje, esa Voz del Esposo, es la Voz que ruge como un león y siete truenos emiten sus voces. Es la Voz del Señor Jesucristo, el Esposo, hablándole a Su Esposa a través de Su Ángel Mensajero.

Por eso Él dice9: “Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias”.

Y también dice10: “Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto”.

¿Ve usted? La Voz del Señor Jesucristo, el Esposo, hablándole a la Esposa por medio de Su Ángel Mensajero y manifestándole las cosas que deben acontecer.

Y la Esposa tiene la comisión de dar a conocer ese Mensaje que Ella ha recibido de parte del Esposo. Por eso dice en Apocalipsis 22 y verso 17:

“Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”.

Es la última oportunidad que Dios le da a los seres humanos para obtener vida eterna.

Por eso el Esposo y la Esposa en este tiempo final tienen el Mensaje, la Palabra, el Agua de vida eterna, para todo ser humano que quiera tomar de ella, de ese Mensaje, y vivir eternamente. Será la forma que Dios estará utilizando para darle una oportunidad a los seres humanos en la tercera dispensación.

Vean ustedes que en la primera dispensación era a través del Mensaje de la Ley. En la segunda dispensación: a través del Mensaje o Evangelio de la Gracia. Y en la tercera dispensación: a través del Mensaje o Evangelio del Reino.

Así que en el tiempo de la Ley, para recibir Vida, el pueblo hebreo tenía que hacerlo recibiendo y haciendo de acuerdo al Mensaje de la Ley. Por eso dice, hablando de la Ley: “El que hiciere estas cosas, vivirá”11; y el que no, pues no podrá vivir, no tendrá vida eterna.

Y en el Mensaje de la segunda dispensación: recibiendo el Evangelio de la segunda dispensación y recibiendo al Señor Jesucristo como su Salvador.

Pero cuando ya Él termina Su labor de Intercesor en el Cielo y sale del Trono de Intercesión, ya las personas tendrán una nueva oportunidad en la tercera dispensación para recibir vida eterna; porque ya no estará funcionando para los seres humanos ni la primera dispensación, ni la segunda dispensación.

Por lo tanto, todos los hijos de Dios conocerán la historia de la primera dispensación y también conocerán la historia de la segunda dispensación; pero tendrán el cumplimiento de las cosas correspondientes de la tercera dispensación, en donde único habrá Agua de vida eterna; porque ya las siete edades de la Iglesia gentil terminaron; terminaron esas edades, como terminaron también las edades de la Iglesia hebrea.

Por lo tanto, Dios les da una oportunidad a los seres humanos en el tiempo final, bajo el ministerio del Esposo y la Esposa: bajo el ministerio del Esposo, del Señor Jesucristo obrando, hablando, a través de Su Ángel Mensajero, y a través de la Esposa, que tendrá el mismo Mensaje.

Por eso el Esposo y la Esposa dicen: “Ven”.

La Esposa no dice: “No vengas todavía”. El Esposo dice: “Ven” y la Esposa dice: “Ven”. Y el que oye, diga: “Ven”. Y el que tenga sed: venga. Y el que quiera, tome del Agua de la Vida, del Mensaje de Gran Voz de Trompeta, del Mensaje de la Trompeta Final, del Mensaje de los Siete Truenos de Apocalipsis, capítulo 10: el Mensaje de la Segunda Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, llamando con Gran Voz de Trompeta a todos los escogidos.

Ese es el Mensaje Final del Señor Jesucristo bajo el ministerio del Esposo y la Esposa, para ofrecerle una oportunidad de vida eterna a todo ser humano que vive en este planeta Tierra, como les fue ofrecida una oportunidad de vida eterna en cada edad de la Iglesia gentil durante las siete etapas o edades de la Iglesia gentil.

Así que en cada edad estaba la Vida cuando comenzaba esa edad; pero cuando terminaba: la Vida salía de esa edad y pasaba a una nueva edad, donde aparecía un nuevo mensajero con un nuevo Mensaje, predicando el Mensaje correspondiente para esa nueva edad, y dándole Vida a todos los hijos de Dios que llegaban a esa nueva edad.

Porque donde está la Palabra, ahí esta la Vida; donde no está la Palabra, no está la Vida.

Por eso el Pilar de Fuego, el Señor Jesucristo, ha ido de edad en edad, pasando de una edad a otra edad. La Vida ha ido pasando de una edad a otra edad; y en la actualidad se encuentra en la Edad de la Piedra Angular, en donde madura el trigo: los hijos de Dios, y llegan en el tiempo final a la perfección total, recibiendo un nuevo cuerpo, un cuerpo transformado, un cuerpo eterno, un cuerpo glorificado, conforme al Programa de Dios.

Ahora, vean ustedes dónde se encuentra la Vida.

Por eso el Mensaje de la Edad de la Piedra Angular, siendo el Agua de vida eterna, puede ser ofrecido a todo ser humano; porque ese Mensaje pertenece a la Edad de la Piedra Angular, en donde está la Vida; porque la Vida se movió de edad en edad hasta llegar a la edad eterna de la Edad de la Piedra Angular; la edad en donde todos nosotros hemos sido convocados para recibir vida eterna, para recibir vida eterna aun estando en estos cuerpos terrenales, los cuales serán transformados, y entonces tendremos vida eterna aun en nuestros cuerpos.

¿Ve usted el Programa tan maravilloso que Él esta llevando a cabo en nuestro tiempo? ¿Quién? El Esposo con Su Esposa. Y bajo el ministerio del Esposo y la Esposa, todo ser humano está recibiendo la última oportunidad para recibir vida eterna.

No importa que después que reciban el Mensaje mueran algunas personas: ellos ya, al recibir el Mensaje con todo su corazón y perseverar en él los días que le toque vivir en esta Tierra, con eso ya ellos tienen para, si no son escogidos, para levantarse después del Milenio, y en el Juicio Final salir con vida eterna.

Porque no hay solamente en este planeta Tierra un grupo de seres humanos, no hay solamente en esta Tierra una clase de personas; hay cuatro clases de personas:

• Los que están escritos en el Libro de la Vida del Cordero, que son los escogidos, los predestinados, que nunca se perderán; son parte de Dios, son los hijos de Dios, son los primogénitos, son los que recibirán la transformación de sus cuerpos, los que están vivos; y los que partieron en las edades pasadas recibirán la resurrección de sus cuerpos. Esos, por ninguna circunstancia pueden ser borrados sus nombres del Libro de la Vida del Cordero.

En palabras más claras, ellos nunca se pueden perder, ellos permanecerán; y son aquellos de los cuales dijo el Señor: “Nadie los arrebata de mi mano. Mis ovejas oyen Mi Voz, y me siguen”. Y también dice: “Y yo les doy vida eterna”12.

Son los escogidos, los hijos de Dios, los predestinados, los elegidos; de los cuales también dice: “Y si aquellos días no fueren acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de los escogidos, de los elegidos, aquellos días serán acortados”13.

Porque si no fueran acortados, las bombas atómicas y de hidrógeno, bombas nucleares, destruirían toda vida humana y destruirían también a los escogidos, que están viviendo en cuerpos humanos, mortales, temporeros; y Dios ha dicho que esos días serían acortados por causa de los escogidos, para que así los escogidos, que están predestinados para ser transformados estando vivos, puedan ser transformados antes que caigan los juicios divinos sobre esta Tierra.

Así que los escogidos son el grupo de personas, la clase de personas que no se puede perder, que su nombre no puede ser borrado del Libro de la Vida del Cordero; porque están en esa sección del Libro de la Vida del Cordero. Y los que están en esa sección, por ellos Él murió desde antes de la fundación del mundo en el Programa Divino, en la Mente de Dios, y luego materializó eso en la Cruz del Calvario.

Es como cuando usted hace un plano, ya en el plano tal cosa está así, y tal cosa está así, y luego se materializa aquí en la Tierra cuando se lleva a cabo la construcción de ese edificio. Y así ha estado aconteciendo en el Programa Divino: Dios ya tiene todo en Sus Planos, en Su Programa, y lo está materializando aquí en la Tierra.

Y usted y yo estábamos, y estamos en ese Programa Divino, y por eso en nosotros se está materializando el Programa de Dios correspondiente para este tiempo. Se ha materializado la Edad de la Piedra Angular en cada uno de nosotros, y nosotros estamos en esa Edad de la Piedra Angular, en donde se ha realizado, se ha materializado, esa edad eterna. ¿Ve usted? Pero todo eso estaba en el Programa original de Dios.

Y esos escogidos, ya usted puede ver que esos escogidos son la Esposa del Cordero.

• Luego, encontramos otro grupo de personas que entrará a la vida eterna. Son estas personas que han vivido y vivirán en esta Tierra, y estarán creyendo en Dios y todas estas cosas, y vivirán una vida muy buena delante de Dios, pero sin el conocimiento del Programa Divino correspondiente para el tiempo en que están viviendo.

Así ha pasado en el tiempo final, en el tiempo final de la Primera Venida del Hijo del Hombre, y también ocurre en este tiempo final. Así también ha pasado en cada edad de la Iglesia, han estado los escogidos y también han estado otras personas. Esas personas serán juzgadas y responderán a Dios de acuerdo a sus obras, serán juzgados y saldrán a vida eterna14; pero no serán de los escogidos, de los predestinados, de la Esposa del Cordero. Ahí están incluidos también las vírgenes fatuas.

• Ahora, también están aquellos que les han hecho favores a los escogidos, y la promesa es: “Si diere un vaso de agua fría a uno de estos mis pequeñitos, no perderá su recompensa”15. ¿Ve usted? Ahí están estas personas que le han hecho favores a través de las edades, y aun en nuestro tiempo, a los escogidos, a los predestinados, a la Esposa del Cordero. Ellos no perderán su recompensa, y la recompensa será vida eterna. No hay recompensa mayor que la vida eterna.

• También están ahí los 144.000 hebreos: están escritos en el Libro de la Vida del Cordero, son predestinados, son escogidos, y su número es un número exacto16.

• También están las personas que se opondrán al Programa de Dios, los cuales están escritos en el Libro de la Vida, pero estas personas pueden entrar al Mensaje, pueden creer en Dios, pero llega cierto tiempo en que ellos se apartan de las cosas de Dios y traicionan al Señor; y algunas veces se levantan en contra del Programa de Dios que corresponde para su tiempo, y sus nombres son borrados del Libro de la Vida17.

Es otra sección del Libro de la Vida, no la sección del Libro de la Vida del Cordero, aunque es el mismo Libro; pero en una sección están los nombres de los predestinados, de los primogénitos, y en otra sección están los demás nombres.

Ahora, ya ustedes vieron que esas personas a las cuales sus nombres son quitados, son borrados, son como Judas Iscariote, que estuvo con el Señor Jesucristo, tuvo también un ministerio de parte de Dios con el Señor Jesucristo, hizo milagros (como los demás discípulos), predicó el Evangelio, pero cuando llegó cierto momento: vendió al Señor18, se apartó del Señor y se fue con otro grupo, con el grupo enemigo del Señor Jesucristo. Su nombre fue borrado del Libro de la Vida. Y cuando se dio cuenta de lo que había hecho, y quiso con lágrimas arrepentirse, ya no tenía oportunidad; porque cuando el nombre es borrado del Libro de la Vida, ya no hay oportunidad.

Ahora, el nombre de él estaba escrito en el Libro de la Vida, pero no en la sección del Libro de la Vida del Cordero, en donde estaban los demás nombres de los demás apóstoles.

Ahora, vean ustedes que estas personas que están escritas en el Libro de la Vida y luego son borradas, tienen una oportunidad que Dios les da, porque sus nombres están escritos en el Libro de la Vida, y tienen la oportunidad de vida eterna, tienen la oportunidad para vivir eternamente; pero la pierden cuando niegan al Señor y se apartan de Él.

• Luego están los que nunca han tenido sus nombres escritos en el Libro de la Vida. Estos, pues no tienen esa oportunidad que tienen estas otras personas de vivir eternamente.

Ahora, estas cosas son así, y usted no puede hacer nada en cuanto a esto. La misma Biblia dice que engañó, el diablo, el anticristo, va a engañar… así es que dice hablando ya de lo que ha de acontecer; dice: “Y engañó (o engañará) a aquellos cuyos nombres no están escritos en el Libro de la Vida”19.

¿Ve usted? Hay personas que tienen sus nombres escritos en el Libro de la Vida, pero también hay personas que no tienen sus nombres escritos en el Libro de la Vida; y hay otros que los tienen y son borrados porque se apartan del Señor, lo niegan, y luego ya no tienen más oportunidad.

Pero los escogidos, los predestinados, los primogénitos, que están escritos en el Libro de la Vida del Cordero, en esa sección, nunca pueden ser borrados de ese Libro, por ninguna causa. Ellos siempre tendrán el sentir correcto; y ellos siempre amarán a Dios, aunque tengan problemas, aunque tengan dificultades en esta Tierra, ellos con todo su corazón amarán a Dios; ellos permanecerán en el Programa Divino.

Puede ser que en algunas ocasiones estén en una condición mejor que en otras ocasiones delante de Dios, pero son los escogidos, los predestinados, los primogénitos, inscritos en los Cielos, en el Libro de la Vida del Cordero.

Así que todas estas cosas que ustedes están escuchando son las cosas que el Esposo estará diciéndole a Su Esposa en este tiempo final. Y la Esposa, al conocer todo ese Programa Divino por medio de la Voz del Esposo, entonces tendrá el Mensaje que corresponde a nuestro tiempo para darlo a conocer a todos los seres humanos; y así cada persona que tiene su nombre escrito en el Libro de la Vida, ya sea en una sección o en la otra, tenga la oportunidad de vivir eternamente.

Y los que tienen ese peligro de ser borrados del Libro de la Vida, tengan la oportunidad de impedir que sus nombres sean borrados del Libro de la Vida.

Y todo lo que la Voz del Esposo por medio de Su Ángel Mensajero, y la Esposa, todo lo que puedan hacer para evitar que un nombre sea borrado del Libro de la Vida, lo hará la Esposa y el Esposo, dándole a conocer la Voz del Esposo a todos los seres humanos.

Así que podemos ver el tiempo en que estamos viviendo.

Podemos ver el ministerio del Esposo y la Esposa en este tiempo en que vivimos, para bendición de todos los que están escritos en el Libro de la Vida del Cordero y en el Libro de la Vida en la otra sección. Para eso es el ministerio del Esposo por medio de Su Ángel, y de la Esposa, hoy, en el día, en la Edad de la Piedra Angular en la cual nosotros estamos viviendo.

Así que aun, ese ministerio del Esposo y la Esposa, aun tendrá una parte que será para los que no tienen sus nombres escritos en el Libro de la Vida. Esa es la parte en donde se cumplirá la promesa: que la Tercera Etapa será para la Novia (o sea, la Esposa del Cordero), las fatuas, y los perdidos (que no tienen oportunidad de salvación).

¿Ve usted? Será para los que están escritos en el Libro de la Vida, los escogidos, y los otros que también están escritos en la sección del Libro de la Vida. Unos en el Libro de la Vida del Cordero (esa sección), y los otros en la sección del Libro de la Vida (esa otra sección). Y los perdidos, que no tendrán oportunidad, pero que verán el ministerio del Señor Jesucristo, el ministerio del Esposo y la Esposa en este tiempo final; esos que no tendrán oportunidad, pero verán ese ministerio en este tiempo final.

Así como cuando el Señor Jesucristo murió y descendió al infierno, tuvo allí un ministerio para aquellos que ya no tenían oportunidad de salvación. Él tuvo allí un ministerio para condenar a todos aquellos que no creyeron en el Mensaje de Noé, cuando Noé estaba preparando el arca. Así que fue un mensaje para condenar a todos los incrédulos al Mensaje de Noé. Y después pasó al Paraíso para producir – sacar de allí a todos los escogidos, que estaban esperando la resurrección de los muertos.

Así que habrá este ministerio, este es EL MINISTERIO DEL ESPOSO Y LA ESPOSA en este tiempo final; el cual comienza con los escogidos, el cual es manifestado en la Edad de la Piedra Angular.

Y luego, desde ahí, desde la Edad de la Piedra Angular, cubrirá a todo ser humano que vive en este planeta Tierra; porque todo ser humano escuchará el Mensaje Final de Dios para luego pasar los seres humanos a la etapa de la gran tribulación, los que no están escritos en el Libro de la Vida del Cordero.

Así que, para ser uno de los escogidos escritos en el Libro de la Vida del Cordero, la persona nada puede hacer para lograr ser uno de ellos. Ya si la persona fue escrita en el Libro de la Vida del Cordero desde antes de la fundación del mundo, él lo será siempre, uno de los escogidos escritos en el Libro de la Vida del Cordero allá en el Cielo, y es uno de los primogénitos de Dios.

Siendo uno de los primogénitos de Dios, entonces tiene la bendición del primogénito. Así que vamos a dejar eso ahí porque tendríamos que comenzar a explicar un sinnúmero de cosas para explicar…; tendría que ser un tema así como: “LA FAMILIA DE DIOS”.

Vamos a apuntar ese tema por aquí: “LA FAMILIA DE DIOS”. Vamos a dejarlo pendiente. No sé si ese sea el tema que dejemos para el domingo 5 de noviembre. No he dicho que sea el tema, pero vamos a ver qué Dios nos tiene con ese tema, y vemos que cosas se le pueden colocar a ese tema para explicar sobre ese tema un sinnúmero de cosas, las cuales todo ser humano debe conocer.

Bueno, ya les he dado el tema hasta de otro mensaje. No sé si se predique en Puerto Rico o en México, porque hemos de pasar a México, o en Estados Unidos; por allá San Antonio, Texas, y yo no sé qué otro lugar más de los Estados Unidos hemos de ir. En algún lugar ese tema lo vamos a predicar, ya lo apunte aquí.

Así que lo vamos a predicar; y ustedes lo van a tener por video y por escrito también; para que ustedes sepan, entiendan mucho mejor, quiénes somos nosotros, qué hacemos aquí, de dónde hemos venido, hacia dónde vamos, y todas estas cosas; y cómo hacer, como Familia de Dios, para bendición de otras personas. Y no quiero hablar más porque tendría que entonces predicar ya ese tema, y entonces ya se nos mezclaría con el tema de esta noche, que es: “EL MINISTERIO DEL ESPOSO Y LA ESPOSA”.

Ese ministerio la Esposa lo está llevando a cabo muy bien; porque cuando usted ve los folletos, ve los videos, ve todos los anuncios que salen por los periódicos, y los mensajes que se publican por los periódicos, y también por la radio y las transmisiones de radio, y anuncios en la televisión en algunas ocasiones, y todo ese trabajo que se lleva a cabo: no es otra cosa sino el trabajo que lleva a cabo el Esposo y la Esposa en Su ministerio en la Edad de la Piedra Angular.

Así que es un ministerio lo que se está llevando a cabo. Es el ministerio del Señor Jesucristo, del Esposo, a través de Su Ángel Mensajero, con la Esposa del Cordero, trabajando unidos en la Obra del Señor. Los Negocios del Señor, del Esposo, siendo respaldados por la Esposa, que está aquí en la Tierra, en unión al Esposo, para trabajar en Su Obra en este tiempo, llevando a cabo así EL MINISTERIO DEL ESPOSO Y LA ESPOSA. Él obra y también la Esposa obra20.

Así que hemos visto EL MINISTERIO DEL ESPOSO Y LA ESPOSA en este tiempo final, el cual no se quedará solamente en medio nuestro, sino que se extenderá, conforme a la dirección divina, se extenderá hacia otras naciones, hacia otras lenguas, hacia otros pueblos, hacia otros reyes; y cubrirá a toda persona que vive en la Tierra; y le será de bendición a los que tienen sus nombres escritos en el Libro de la Vida, los que están en ambas secciones: será de bendición para Ella, la Esposa, que tienen su nombre escrito en el Libro de la Vida del Cordero (en esa sección), y será de bendición para los que tienen su nombre en la otra sección del Libro de la Vida.

Así que le damos gracias a Dios por EL MINISTERIO DEL ESPOSO Y LA ESPOSA en este tiempo en que vivimos. Y continuamos escuchando la Voz del Esposo, porque esa Voz del Esposo es la misma Voz que transmite la Esposa a los demás seres humanos; porque no tiene otro mensaje, otra voz, para dar a conocer. Lo que da a conocer la Voz del Esposo, lo que revela la Voz del Esposo es lo que Ella estará dándole a conocer a todos los seres humanos.

Cuando un folleto llega a las manos de una persona: llega a las manos de alguna persona porque la Esposa ha tomado la Voz del Esposo y la ha colocado en un folleto, ha impreso la Voz del Esposo; y entonces le pasa la Voz del Esposo a otras personas: “Aquí está la Voz del Esposo”. Es la Voz, el Mensaje del Señor Jesucristo en este tiempo final para todo ser humano.

Y esa misma Voz, ese mismo Mensaje, es el Mensaje, la Voz que tiene el mensajero, el Ángel del Señor Jesucristo.

Vean ustedes cómo pasa la Voz del Señor Jesucristo a la boca del mensajero, porque Él dijo: “Yo levantaré profeta de en medio de vuestros hermanos, como tú (le dijo a Moisés); y pondré mi Palabra en su boca, y él hablará lo que yo le mandare”21.

Ahí usted tiene a un mensajero de cada edad, los profetas de cada edad, y también los mensajeros de cada dispensación. En cada mensajero de cada dispensación se cumple esa profecía en una escala mayor.

Así que Él pone, el Esposo, el Señor Jesucristo, pone, coloca, Su Palabra en la boca del mensajero; el mensajero la habla, y la coloca en la boca y en la mano de la Esposa; y la Esposa toma esa Palabra y la coloca en las manos de los demás seres humanos que viven en esta Tierra.

Y así los seres humanos pueden tomar del Agua de la Vida, del Mensaje de vida eterna, en este tiempo final, ¿a través de qué? De la Obra y MINISTERIO DEL ESPOSO Y LA ESPOSA, el cual lleva a todo ser humano la Voz del Esposo.

Oyendo la Voz del Esposo es que todo ser humano puede recibir vida eterna. Él dijo: “Mis palabras son Espíritu y son Vida”22, y “el que oye mi Palabra, tiene vida eterna”23.

Por eso el Mensaje de la tercera dispensación, siendo la Voz del Esposo, la Palabra del Señor, es el Mensaje de vida eterna, las palabras de vida eterna, el Agua de vida eterna para todo ser humano. Y todo esto en “EL MINISTERIO DEL ESPOSO Y LA ESPOSA HOY”, en la Edad de la Piedra Angular.

Dios les bendiga, Dios les guarde. Muchas gracias por vuestra amable atención, y pasen todos muy buenas noches.

Será hasta el domingo, 5 de noviembre, Dios mediante, en el lugar que les estarán anunciando. No sé en qué lugar será, pero ya yo creo que están haciendo los trámites y casi ya pronto tendrán el lugar exacto en donde se va a llevar a cabo esa actividad, y podrán hacer llegar el anuncio de esa actividad a todas las personas en las diferentes formas de comunicación, para que todos estén para escuchar la Voz del Esposo bajo EL MINISTERIO DEL ESPOSO Y LA ESPOSA. Así que estaremos trabajando todos, para que todos puedan escuchar la Voz del Esposo.

Bueno, dejo con ustedes nuevamente a Carlos Álvarez para concluir en esta noche esta actividad, y todos regresar tempranito a nuestros hogares, ya que en estos días pues hay un sinnúmero de contratiempos, pero eso no le ha estorbado a los hijos de Dios para continuar escuchando la Voz del Esposo.

Si estando todavía nosotros aquí en la Tierra, las cosas están así, ¿cómo será cuando ya estemos transformados y raptados, y haya comenzado la gran tribulación? Entonces sí que será muy triste para los seres humanos; porque será la apertura del Séptimo Sello, la apertura de la gran tribulación, en donde lo que vendrá sobre la raza humana, y principalmente sobre el pueblo gentil, serán los juicios divinos.

Y dice que los grandes, los pequeños, los reyes, los ricos, los pobres, los siervos, todos se esconderán en las cuevas o en las rocas y todo, diciendo “que Dios nos esconda de la presencia y del rostro del que está sentado en el Trono”24. ¿Por qué? Porque ya no es Cordero, sino un León y Juez.

Por lo tanto, los juicios entonces estarán cayendo sobre la Tierra. Y lo que está pasando en estos días aquí en Bogotá, y lo que ha estado pasando en Puerto Rico con el huracán que pasó por Puerto Rico, eso es tan pequeñito, comparado con lo que será la gran tribulación, que las personas no tendrán paz en la gran tribulación; desearán la muerte; en un cierto tiempo desearán la muerte, y la muerte huirá de ellos. Así que será lo más terrible, porque es para quitar el reino de los gentiles, y establecer el Reino del Señor Jesucristo y reinar por mil años sobre la Tierra.

Así que así será la gran tribulación, pero ya nosotros estaremos en un cuerpo transformado, glorificado, y no estaremos aquí en estos cuerpos humanos; por lo tanto, no importa lo terrible que haya de ser la gran tribulación: nosotros estaremos a salvo en ese nuevo cuerpo que hemos de tener.

Bueno, así que los problemas, contratiempos y cosas que ocurran estando nosotros en estos cuerpos, no nos harán tener miedo para salir a escuchar la Voz del Esposo en donde tengamos que ir para escuchar la Voz del Esposo.

Así que continuamos siempre reuniéndonos, cada uno en su grupo, en su congregación, escuchando la Voz del Esposo, recibiendo los folletos de la Voz del Esposo, y perseverando escuchando la Voz del Esposo hasta que seamos transformados; para continuar con Él en nuevos cuerpos, y vivir eternamente con el Esposo, y continuar escuchando la Voz del Esposo en todos los Negocios que Él tenga para llevar a cabo en el futuro. Así que todo esto es en esa forma para cada hijo de Dios.

Bueno, Dios nos continúe bendiciendo con todas las bendiciones del Esposo para la Esposa. Con ustedes nuevamente Carlos Álvarez, nuestro amigo y consiervo en el ministerio, para él concluir en esta noche esta actividad.

Dios les bendiga y Dios les guarde.

EL MINISTERIO DEL ESPOSO Y LA ESPOSA HOY”.

[Revisión febrero 2022]

1 San Juan 1:29, 1:36

2 San Mateo 25:6 / Parábola completa San Mateo 25:1-13

3 San Juan 3:29

4 San Mateo 13:10-16

5 San Mateo 11:28

6 San Mateo 15:14

7 San Juan 8:12

8 San Mateo 4:16

9 Apocalipsis 22:16

10 Apocalipsis 22:6

11 Levítico 18:4-5 / Gálatas 3:10-12

12 San Juan 10:27-28

13 San Mateo 24:22

14 Apocalipsis 20:12

15 San Mateo 10:42, San Marcos 9:41

16 Apocalipsis 7:4, 14:1-5, 14:3

17 Éxodo 32:33, Salmo 69:28 / Apocalipsis 3:5

18 Mt. 10:4, Mr. 3:19, Lc. 6:16; Jn. 6:70-71, 12:4 / Mt. 26:14-16, 26:20-25, 26:47-50; Mr. 14:10-11, 14:18-21, 14:42-46; Lc. 22:1-6, 22:21-23, 22:47-48; Jn. 13:2, 13:18-30, 18:1-5 / Mt. 27:3-5, Hch. 1:16-20

19 Apocalipsis 17:8, 13:8

20 San Juan 5:17 (Reina-Valera 1909)

21 Deuteronomio 18:18

22 San Juan 6:63

23 San Juan 5:24

24 Apocalipsis 6:12-17

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