Muy buenos días, amados amigos y hermanos presentes. Es para mí un privilegio muy grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y ver en qué tiempo estamos en el Programa Divino, y así estar en el Programa Divino conforme a la voluntad divina, recibiendo en él Sus bendiciones, Su revelación correspondiente a este Día Postrero, y así estar en la perfecta voluntad de Dios.
Quiero leer en Gálatas, capítulo 6, verso 15… Capítulo 6 de Gálatas, veamos, leamos desde el verso 14, dice:
“Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.
Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación”.
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema para esta ocasión es: “EL MISTERIO DE LA NUEVA CREACIÓN”.
¿Por qué se requiere una Nueva Creación? El mismo Jesucristo habló de esto a Nicodemo en San Juan, capítulo 3, verso 1 en adelante, y le dijo de la siguiente manera, y quiero leer ese pasaje; dice:
“Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.
Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu”.
Aquí Jesús le habla a Nicodemo del nuevo nacimiento para poder Nicodemo ser una nueva creación.
También nos dice la Escritura en Apocalipsis, capítulo 3, verso 14, nos dice de la siguiente manera:
“Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto…”.
Ahora, aquí tenemos que Jesucristo es el Amén de Dios, es el Testigo fiel y verdadero, y es el principio de la Creación de Dios; es el principio de esta Nueva Creación de la cual le habló Cristo a Nicodemo que se requiere para una persona entrar al Cuerpo Místico de Cristo, entrar al Reino de Dios, y así estar en la Iglesia de Jesucristo, que es ese Cuerpo Místico de creyentes.
Por eso es que se requiere que el ser humano crea en Jesucristo como su Salvador, y lave sus pecados en la Sangre de Jesucristo, y reciba el Espíritu de Jesucristo, el Espíritu Santo, para que así la persona sea una nueva creación.
¿Por qué se requiere una Nueva Creación? Porque la raza descendiente de Adán cayó cuando Adán y Eva pecaron en el Huerto del Edén, y por consiguiente la muerte entró a la raza humana.
Y toda persona que nace por medio de esta primera raza o primera Creación: nace por medio de la unión de un hombre y de una mujer, toma un cuerpo corruptible, mortal y temporal cuando nace en esta Tierra, y también toma un espíritu del mundo, y por consiguiente esa persona viene a ser un mortal; porque la paga del pecado es muerte[1].
Y por cuanto la muerte entró a la raza humana, a la raza humana encabezada en Adán y Eva: todos los descendientes de Adán y Eva nacen, viven una temporada aquí en la Tierra y luego tienen que morir. Pero Cristo nos habla de una vida eterna, y Él nos dice en San Juan, capítulo 6 y versos 39 al 40:
“Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero”.
Y en San Juan, capítulo 5, versos 21 en adelante, dice… o vamos a leer un poquito antes. Verso 19 en adelante dice:
“Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.
Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.
Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.
Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo,
para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”.
Aquí, vean ustedes cómo Cristo nos habla de la vida eterna y nos muestra que es creyendo en Él. Él dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad, y la Vida; y nadie viene al Padre, sino por Mí”[2]. No hay forma de ir al Padre celestial, excepto por nuestro amado Señor Jesucristo; y no hay forma de obtener vida eterna, excepto por nuestro amado Señor Jesucristo.
Sigue diciendo:
“De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.
Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo;
y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.
No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz;
y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida…”.
Aquí tenemos la promesa divina de la resurrección para todos los que escucharían Su Voz.
Y de edad en edad han escuchado la Voz de Cristo por medio del mensajero de cada edad, los escogidos de cada edad.
Y para el Día Postrero estarían escuchando la Voz de Cristo por medio de Su Ángel Mensajero, los escogidos de la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, y también en el Paraíso estarían escuchando la Voz de Cristo en este Día Postrero; porque los que están en el Paraíso se van a levantar en cuerpos eternos, van a resucitar.
Y ahora, vean ustedes cómo la resurrección es, la primera resurrección es para los que han creído en Cristo como su Salvador y han nacido de nuevo. O sea que la resurrección y la transformación de los que estamos vivos es para los nacidos de nuevo, para los que pertenecen a esta Nueva Creación, de la cual Jesucristo es el primero.
Podemos ver que esta Creación no es la Creación de Adán, sino la Nueva Creación, de la cual Jesucristo es el segundo Adán.
Y así como todos en Adán (el primer Adán), todos mueren, en Jesucristo todos seremos vivificados y tendremos vida eterna[3]: los muertos en Cristo resucitarán y nosotros los que vivimos seremos transformados, y estaremos en cuerpos eternos; y así estará sobre la Tierra esta Nueva Creación con un cuerpo nuevo y eterno, y con un espíritu teofánico de la sexta dimensión, eterno también.
Vean, cuando hemos nacido por medio de papá y mamá, no pudimos tomar nuestro cuerpo teofánico que nos corresponde, no pudimos ir a la sexta dimensión para recibir el cuerpo teofánico, el espíritu teofánico de la sexta dimensión, y por eso hemos llegado a esta Tierra con un espíritu del mundo.
Pero por medio de creer en Cristo y recibir el Espíritu de Cristo, recibimos ese espíritu de la sexta dimensión, ese cuerpo teofánico de la sexta dimensión; y luego, en el Día Postrero, recibiremos el cuerpo glorificado, el cuerpo físico y eterno, nosotros los que vivimos; y los que han partido en las edades pasadas también recibirán el nuevo cuerpo, resucitando en un nuevo cuerpo, y nosotros siendo transformados.
Ahora, vean cómo esta Nueva Creación es mencionada en la Escritura como el Cuerpo Místico de Cristo o Iglesia del Señor Jesucristo. Es la Iglesia del Señor Jesucristo esta Nueva Creación, de la cual Jesucristo es la cabeza, es el principio.
Y este Cuerpo Místico lo encontramos en este diagrama en forma de pirámide[4], comenzando acá el Día de Pentecostés, y luego pasando a la primera edad de la Iglesia gentil. Aquí tenemos el tiempo del Día de Pentecostés y tiempo de los apóstoles, allá en medio del pueblo hebreo, pero después tenemos a San Pablo en la primera edad de la Iglesia gentil; y luego tenemos al segundo mensajero, Ireneo; y al tercero, Martín; al cuarto, Colombo; al quinto, Lutero; al sexto, Wesley; y al séptimo, William Marrion Branham; para la Obra correspondiente a estas siete etapas ser llevada a cabo por Jesucristo a través de estos siete ángeles mensajeros, a través de los cuales ha estado llamando y juntando a todos Sus escogidos; y así ha estado construyendo un Templo espiritual, que es Su Iglesia.
Y vean ustedes, durante las siete etapas o edades ha sido construido el Lugar Santo de ese Templo espiritual, con personas de Asia Menor, de Europa y de Norteamérica; pero ahora para la construcción del Lugar Santísimo de ese Templo espiritual, que corresponde a la Edad de la Piedra Angular, viene Jesucristo en Espíritu Santo a la América Latina y el Caribe, y llama y junta a Sus escogidos de latinoamericanos y caribeños, en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, y con ellos construye el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual.
Y estas personas pertenecen a esta Nueva Creación, que es la Iglesia del Señor Jesucristo, la cual en el Día Postrero será completada en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, en el Lugar Santísimo de ese Templo espiritual de Jesucristo, parte del Templo que se está construyendo en este tiempo en la América Latina y el Caribe, donde Cristo está manifestado, hablándonos con Su Gran Voz de Trompeta, o sea, con el Mensaje del Evangelio del Reino; y por medio de Su Ángel Mensajero está dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.
Es un privilegio pertenecer a este Cuerpo Místico de creyentes, que es la Nueva Creación, compuesta por los creyentes en Cristo como nuestro Salvador, nacidos de nuevo del Agua y del Espíritu, nacidos del Espíritu Santo, y así teniendo un cuerpo teofánico de la sexta dimensión, para en el Día Postrero recibir el cuerpo físico y eterno y glorificado que Cristo ha prometido para los que componen esta Nueva Creación.
Y ahora vean dónde está, en el Programa Divino de esta Nueva Creación, dónde está Cristo llevando a cabo Su Obra correspondiente al Día Postrero: está en la Edad de la Piedra Angular, acá arriba, y en la Dispensación del Reino, manifestado por medio de Su Ángel Mensajero, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, y así llamándonos y juntándonos en la Edad de la Piedra Angular; y preparándonos para ser transformados y raptados en este Día Postrero.
Hemos visto este misterio de la Nueva Creación.
La Nueva Creación son los nacidos del Agua y del Espíritu, creyentes en nuestro amado Señor Jesucristo, que han lavado sus pecados en la Sangre del Cordero y han recibido Su Espíritu Santo.
La vieja Creación son los que nacen aquí en la Tierra, pero no han recibido a Cristo como su Salvador y no han recibido Su Espíritu Santo; esas personas pertenecen a la vieja o antigua Creación, por lo tanto, el fin de ellos es muerte.
Pero para los que pertenecen a la Nueva Creación hay grandes bendiciones preparadas por Cristo para este Día Postrero: la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos.
- ¿Cómo nace esa nueva criatura? Pues creyendo en Cristo como nuestro Salvador y recibiendo Su Espíritu Santo; y así nacemos en el Cuerpo Místico de Cristo, o sea, en la Iglesia del Señor Jesucristo. O sea que todos los nacidos de nuevo pertenecientes a esta Nueva Creación son creyentes en nuestro amado Señor Jesucristo, y han lavado sus pecados en la Sangre del Cordero y han recibido Su Espíritu Santo.
- ¿Qué tiene que ver con este orden mundial? O sea, ¿qué tiene que ver esta Nueva Creación con este orden mundial que existe, o sea, el reino de los gentiles? Ninguno, porque pertenecen a un Orden celestial.
- ¿Es Cristo el principio de esa Nueva Creación?, ¿y son como Él es? Cristo es el principio de esa Nueva Creación, y los pertenecientes a esta Nueva Creación somos como Jesucristo, teniendo un cuerpo teofánico; y tendremos el cuerpo físico eterno y glorificado, y seremos en toda su plenitud a imagen y semejanza de nuestro amado Señor Jesucristo.
- ¿Son seres espirituales esas nuevas criaturas? Son seres humanos que vienen a vivir a esta Tierra, los cuales creen en Jesucristo como su Salvador y reciben Su Espíritu Santo, y reciben un cuerpo teofánico espiritual de la sexta dimensión.
En su espíritu son espirituales, pero están viviendo en cuerpos terrenos, materiales; pero pronto recibiremos el cuerpo eterno, que será un cuerpo glorificado, y seremos a imagen y semejanza de nuestro amado Señor Jesucristo.
Hemos tenido la contestación a estas preguntas también. Dejamos una, esa la dejaremos para otra ocasión.
Pero aquí hay algo en esta pregunta, dice:
- ¿Y sus aspiraciones, las aspiraciones de estos hijos de Dios, de esta Nueva Creación? La aspiración es ser a imagen y semejanza de Cristo en toda su plenitud, y vivir con Cristo por mil años y luego por toda la eternidad, y reinar con Cristo por mil años y luego por toda la eternidad.
Ahora hemos visto que es un Programa Divino que ya está destinado desde antes de la fundación del mundo; y es realmente un privilegio grande pertenecer a esa Nueva Creación, a esa nueva raza, que comienza con nuestro amado Señor Jesucristo.
Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con ustedes, dándoles testimonio de la Nueva Creación, a la cual pertenecen ustedes y yo también. Y esa Nueva Creación es la Iglesia del Señor Jesucristo, de la cual Cristo es la cabeza.
Estamos en la etapa más gloriosa de esta Nueva Creación, en donde estamos escuchando la Gran Voz de Trompeta, la Voz de Cristo, el Mensaje del Evangelio del Reino, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, y siendo preparados para ser transformados y raptados en este Día Postrero.
El Evangelio del Reino, que es la Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta, gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, viniendo a Su Iglesia en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino en este Día Postrero; y dándonos a conocer ese misterio, el misterio de Su Venida, así como fue un misterio la Venida de Cristo en Espíritu Santo a cada edad.
El misterio fue que Cristo en Espíritu Santo estaba en el ángel mensajero de cada edad. Al ángel vino el Mensaje, la revelación, y el ángel mensajero la dio al pueblo, y fueron así llamados y juntados los escogidos de cada edad. Fue una manifestación de Cristo en cada ángel mensajero y en cada edad, en la construcción de Su Templo espiritual.
Pero ya han terminado los ministerios de estos siete ángeles mensajeros, ¿y qué nos queda para nosotros en el Día Postrero? Nos queda el ministerio de Jesucristo por medio de Su Ángel Mensajero, en el cual Él estará colocando los ministerios de Moisés por segunda vez, de Elías por quinta vez y de Jesús por segunda vez; y estará hablándonos en este Día Postrero, y estará dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.
¿Y cómo nos estará hablando? Con la Gran Voz de Trompeta que escuchó Juan en el Día del Señor, en Apocalipsis, capítulo 1, verso 10 al 11, y capítulo 4, verso 1, el cual dijo: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de suceder después de estas”.
Y ahora, en Apocalipsis 22, verso 6, nos muestra cómo es que escucharemos esas cosas que deben suceder pronto, por medio de quién las escucharemos. Dice:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para (manifestar, o sea) mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto”.
¿Cómo viene este Ángel Mensajero? Viene mostrando las cosas que deben suceder pronto, porque en él viene Jesucristo en Espíritu Santo manifestado en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, sonando la Gran Voz de Trompeta o Trompeta Final, y así revelando el misterio más grande de todos los misterios que estuvo oculto en la Mente de Dios hasta este Día Postrero; mostrando, revelando, el misterio de la Venida de Cristo a Su Iglesia, en la Edad de la Piedra Angular.
Así como vino a cada edad a Su Iglesia velado y revelado en el ángel mensajero de cada edad, para la Edad de la Piedra Angular viene velado y revelado en Su Ángel Mensajero; y por eso es que por medio de Su Ángel Mensajero nos da a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.
Y también nos dice Apocalipsis 22, verso 16:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias”.
¿A quién envía Jesucristo? A Su Ángel Mensajero. ¿Por medio de quién habla Jesucristo con esa Gran Voz de Trompeta y nos da a conocer todas estas cosas? Por medio de Su Ángel Mensajero. Y así es como nos revela el misterio de Su Venida a través de Su Ángel Mensajero en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino; y así nos prepara para ser transformados y raptados en este Día Postrero.
Que las bendiciones de Jesucristo, el principio de la Creación de Dios, sean sobre cada uno de ustedes y sobre mí también, y pronto todos seamos transformados y llevados a la Cena de las Bodas del Cordero. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Dejo con nosotros nuevamente a Miguel Bermúdez Marín para continuar.
En lo que llega Miguel, ¿dónde están los que escucharían la Voz de Cristo, esa Gran Voz de Trompeta, por medio de Su Ángel Mensajero, dándonos a conocer estas cosas que deben suceder pronto? Aquí estamos, en la América Latina y el Caribe, escuchando la Voz de Cristo por medio de Su Ángel Mensajero en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, y dándonos a conocer el misterio de Su Venida, el misterio de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.
Bueno, ya Miguel debe estar por aquí cerca, vamos a pedirle que pase acá.
Que Dios les bendiga y les guarde a todos; y nos veremos en la próxima actividad en que estaré con ustedes, para continuar viendo el Programa Divino correspondiente a nuestro tiempo, y estar viendo: “EL MISTERIO DE LA FE”.
Que Dios les bendiga y les guarde a todos.
“EL MISTERIO DE LA NUEVA CREACIÓN”.
[Revisión abril 2023 – RM-JR]
[1] Romanos 6:23
[2] San Juan 14:6
[3] 1 Corintios 15:22
[4] SPN62-1014M “La estatura de un Varón perfecto” – En la última página aparece el diagrama. También se puede descargar en: https://imprenta.carpa.com/es/material/la-nube-y-la-piramide-diptico/