El misterio del Ángel con el Evangelio Eterno

Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes aquí en Guayaramerín. Es para mí un privilegio muy grande estar con ustedes en esta noche, amigos y hermanos presentes, radioyentes y televidentes. Y que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes; y nos abra el entendimiento a todos en esta noche para poder comprender Su Programa y así recibir las bendiciones de Dios prometidas para este Día Postrero. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Quiero leer en esta noche un pasaje muy importante, que nos habla del Ángel que viene con el Evangelio Eterno. Encontramos ese pasaje en Apocalipsis, capítulo 14 y verso 6 al 7, donde dice:

“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,

diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”.

Que Dios bendiga nuestros corazones con Su Palabra y nos permita entenderla. Y que Dios en esta noche nos abra las Escrituras para poder comprender el misterio de este Ángel.

Encontramos, a través de la Escritura, que Dios ha enviado ángeles a Su pueblo de edad en edad y de dispensación en dispensación.

Por ejemplo, aquí tenemos la Escritura de Hebreos, capítulo 1, verso 14, donde nos habla de los ángeles, y dice:

“¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?”.

¿Para qué Dios envía Sus ángeles a Su pueblo? Para traerle la revelación divina, la revelación del Cielo, para darle a conocer las cosas que el pueblo necesita conocer. Y esos ángeles son profetas mensajeros enviados de edad en edad y de dispensación en dispensación. Y esos ángeles, vean ustedes, son espíritus ministradores enviados de la presencia del Señor.

En Apocalipsis, capítulo 22 y verso 6, nos dice:

“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel…”.

Ahora, ¿de quién son los espíritus de los profetas? Son de Dios; y esos espíritus de los profetas son esos ángeles enviados de Dios a los herederos de salvación. Son enviados esos espíritus de los profetas en carne humana, y aparecen de edad en edad y de dispensación en dispensación; y a ellos viene la Palabra de Dios y la comunican a la humanidad; “porque no hará nada el Señor Jehová, sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos los profetas”. Amós, capítulo 3 y verso 7.

Y ahora, aquí, en este pasaje que estamos leyendo, donde nos dice:

“Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto”.

Encontramos que nos envía un Ángel para darnos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.

Este Ángel Mensajero es un profeta, el profeta final, el profeta de la Dispensación del Reino, que viene con el Mensaje del Evangelio del Reino para toda la raza humana, con el cual le da a conocer a la humanidad todas estas cosas que deben suceder en el tiempo final.

Primeramente las revela a la Iglesia del Señor Jesucristo en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, y luego la humanidad completa escuchará la predicación del Evangelio del Reino; el pueblo hebreo recibirá el Mensaje del Evangelio del Reino también.

Y con ese Mensaje, la Tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová1, la Tierra será llena del conocimiento de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.

Es por medio de ese Mensaje del Evangelio del Reino, del Evangelio Eterno, que la humanidad conocerá el misterio de la Segunda Venida de Cristo. Por eso es tan importante escuchar la predicación del Evangelio Eterno, la predicación del Evangelio del Reino, para así obtener el conocimiento de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.

Y ahora, nosotros nos encontramos viviendo en el tiempo correspondiente a la predicación del Evangelio del Reino, el tiempo correspondiente a la predicación del Evangelio Eterno; y ese Mensaje viene por medio de Jesucristo en Espíritu Santo a través de Su Ángel Mensajero.

Por eso es que en Apocalipsis, capítulo 1 y verso 10 al 11, el apóstol San Juan nos dice:

“Yo estaba en el Espíritu en el Día del Señor…”.

O sea, ¿en qué día estaba? En el Día del Señor, que es el séptimo milenio; porque un día delante del Señor es como mil años y mil años como un día; así nos dice el apóstol San Pedro en Segunda de Pedro, capítulo 3, verso 8, y también nos dice así el profeta Moisés en el Salmo 90 y verso 4.

Y ahora, vean ustedes cómo delante de Dios un día, para los seres humanos es un milenio, o sea, mil años.

Y ahora, aquí el Día del Señor es el séptimo milenio, en el cual la Voz de Cristo será escuchada como una Gran Voz de Trompeta. Cuando se nos habla de una Gran Voz de Trompeta, se nos habla de un Mensaje dispensacional; y el único Mensaje dispensacional prometido para el Día Postrero es el Evangelio del Reino, ese es el Evangelio Eterno para todos los seres humanos.

Sigue diciendo el apóstol San Juan… Vamos a leerlo de nuevo, dice:

“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor (o sea que fue transportado al Día del Señor, o sea, al séptimo milenio), y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta (ahí escuchó esa gran voz como de trompeta) …”.

Y ahora, veamos de quién es esa Voz. Dice:

“… que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último”.

Aquí el Yo soy se identifica como el Alfa y Omega, como el primero y el último. El Yo soy, que es el que habla con esa Gran Voz de Trompeta, aquí se identifica como Alfa y Omega, como el primero y el último; y ese es nuestro amado Señor Jesucristo.

Es la Voz de Jesucristo en el Día Postrero, es la Voz de Jesucristo en el séptimo milenio dándonos a conocer todas estas cosas que Él ha prometido darle a conocer a Su pueblo en el Día Postrero.

Y en Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, nos dice el apóstol San Juan:

“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo…”.

Cristo dijo2: “Yo soy la Puerta; el que por mí entrare, será salvo”.

Y ahora, esta Puerta es abierta en el Cielo: es la apertura del Séptimo Sello en el Cielo, la apertura de la Segunda Venida de Cristo.

“… y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas”.

Aquí, esta Voz como de trompeta, que es la Voz de Jesucristo, ha prometido darnos a conocer las cosas que han de suceder luego de las que ya han sucedido durante las siete etapas o edades de la Iglesia gentil, en estos dos mil años aproximadamente que han transcurrido.

Y ahora, para escuchar la Voz de Cristo como una Gran Voz de Trompeta, como esa Trompeta Final, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, se requiere que Él tenga aquí en la Tierra un instrumento, un profeta, para, por medio de ese profeta, Jesucristo estar manifestado en Espíritu Santo y darnos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto; y para eso Él tiene que enviar un ángel mensajero o un profeta mensajero en el Día Postrero, en el séptimo milenio.

Y veamos aquí este mensajero que Él envía para el séptimo milenio: Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, dice:

“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto”.

Por medio de este Ángel Mensajero, de este profeta mensajero de la Dispensación del Reino, con el Mensaje del Evangelio del Reino, Jesucristo en Espíritu Santo manifestado en él, nos da a conocer todas estas cosas que deben suceder en el Día Postrero, en el séptimo milenio.

Y por esa causa es que cuando Juan el apóstol quiso adorar a este Ángel del Señor Jesucristo en Apocalipsis 19, versos 9 al 10, el Ángel no se lo permitió. Dice así, capítulo 19, verso 9 al 10, dice:

“Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.

Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”.

Encontramos que aquí el Ángel le prohíbe la adoración a él. Juan quiso adorarlo, pero él le dijo que no lo hiciera. Luego en Apocalipsis, capítulo 22, verso 8 en adelante, Juan trató de adorar al Ángel nuevamente, y nuevamente el Ángel se lo prohibió. Dice así:

“Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas.

Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios”.

Dos ocasiones nos menciona, el libro del Apocalipsis, que Juan el apóstol quiso adorar al Ángel y él se lo prohibió. ¿Por qué? Porque este Ángel no es el Señor Jesucristo, aunque el Señor Jesucristo en Espíritu Santo está manifestado en él dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Jesucristo en Su Ángel enviado nos habla todas estas cosas, las revela a él y por medio de él son dadas a conocer al pueblo de Dios.

Y ahora, vean ustedes cómo nuevamente en Apocalipsis, capítulo 22, verso 16, Jesucristo nos habla de Su Ángel Mensajero, diciendo:

“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias”.

Aquí tenemos nuevamente la confirmación de parte de Jesucristo, que Él ha enviado Su Ángel para dar testimonio de estas cosas. ¿De qué cosas? De estas cosas que deben suceder pronto, en el tiempo final.

Estas revelaciones apocalípticas fueron dadas por Jesucristo a Juan el apóstol a través de Su Ángel Mensajero; y esto lo dice el libro del Apocalipsis, el capítulo 1 y verso 1 al 3, donde dice:

“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,

que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.

Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca”.

Aquí podemos ver que por medio del Ángel del Señor Jesucristo es que viene la revelación de Jesucristo. Y Juan el apóstol recibió toda esta revelación apocalíptica en esta forma simbólica, pero esos símbolos tienen un significado; y este significado es dado a conocer a toda la Iglesia del Señor Jesucristo, a todos los hijos e hijas de Dios; y en este Día Postrero es el tiempo para poder comprender todos estos misterios del libro del Apocalipsis: recibiendo la manifestación final de Cristo, recibiendo la manifestación de Jesucristo a través de Su Ángel Mensajero dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.

Dios envió, a través de las diferentes etapas de Su Iglesia gentil, mensajeros; y la Iglesia del Señor Jesucristo, durante estos dos mil años que han transcurrido, tuvo siete etapas muy importantes entre los gentiles, siete edades. Y en esas siete etapas o edades Cristo envió siete mensajeros, que son las siete estrellas que tiene en Su diestra en Apocalipsis, capítulo 1.

Y vean ustedes que tiene siete estrellas en Su diestra, como nos dice el libro del Apocalipsis, en el capítulo 1 y verso 16; dice:

“Tenía en su diestra siete estrellas…”.

Estas siete estrellas son los siete ángeles mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil; pero cuando usted mira al Hijo del Hombre con esas siete estrellas en Su diestra, toda persona puede ver siete estrellas, pero cuando se obtiene la revelación del Cielo, la persona puede ver ocho estrellas. ¿Y esto por qué? Porque Apocalipsis, capítulo 2, verso 28, nos dice:

“… y le daré la estrella de la mañana”.

Esa es una Estrella aparte de las siete estrellas de las siete edades de la Iglesia gentil.

En Apocalipsis, capítulo 22, verso 16, nos dice quién es la Estrella resplandeciente de la Mañana, donde nos dijo:

“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias”.

Nos dice también:

“Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana”.

¿Ven? La Estrella resplandeciente de la Mañana, que es Cristo, tiene en Su diestra siete estrellas; o sea que están las siete estrellas, los siete ángeles mensajeros de las siete edades, y está la Estrella resplandeciente de la Mañana, que es Cristo, el cual tiene esas otras siete estrellas; porque Cristo se reflejó en cada una de esas siete estrellas de las siete edades de la Iglesia gentil.

Y así es que encontramos que el Espíritu de Cristo, el Espíritu Santo, se manifestó en los siete ángeles mensajeros de las siete edades, y por eso son los siete espíritus de Dios que recorren toda la Tierra: porque en esos siete ángeles mensajeros estuvo el Espíritu Santo manifestado en cada edad, llevando a cabo la Obra correspondiente a cada edad, y llamando y juntando a los escogidos de cada edad durante estos dos mil años que han transcurrido.

Y para el Día Postrero, Jesucristo nos dice en Apocalipsis…, y también en San Mateo, capítulo 24, verso 31:

“Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos…”.

¿Quiénes son Sus escogidos? Son las personas que tienen sus nombres escritos en el Libro de la Vida del Cordero, en el Cielo.

¿Y qué es la Gran Voz de Trompeta? Es el Mensaje del Evangelio del Reino siendo predicado en el Día Postrero.

¿Y quiénes son los Ángeles del Hijo del Hombre? Son los ministerios de Moisés y Elías manifestados por Jesucristo en Espíritu Santo a través de Su Ángel Mensajero.

Y con esos ministerios de Moisés y Elías, que son los ministerios de los Dos Olivos de Apocalipsis, capítulo 11, verso 3 en adelante, y Zacarías, capítulo 4, son llamados y juntados todos los escogidos de Dios que estarán viviendo en el Día Postrero, o sea, en el séptimo milenio.

Y así como hubo también un territorio donde Dios envió cada ángel mensajero de cada edad, y se cumplió cada edad, y fueron llamados los escogidos de cada edad…

• Allá la primera edad en Asia Menor, donde envió a San Pablo;

• luego la segunda edad en Francia, allá en Europa;

• luego la tercera edad en Francia y en Hungría;

• luego la cuarta edad en Irlanda y Escocia;

• luego la quinta edad en Alemania;

• luego la sexta edad en Inglaterra;

• luego la séptima edad en Norteamérica.

Y así Cristo ha estado manifestado en cada uno de Sus siete ángeles mensajeros, llamando y juntando a Sus escogidos de cada edad.

Y luego ¿hacia dónde se fue Jesucristo en Espíritu Santo cuando terminó Su Obra en Norteamérica? Se ha ido hacia la América Latina y el Caribe; y por eso es que estamos nosotros aquí en esta noche escuchando la Palabra de Dios y recibiendo la revelación de Jesucristo en este Día Postrero, y escuchando la predicación del Evangelio del Reino, la predicación del Evangelio Eterno.

Este ministerio y este Mensaje del Evangelio del Reino se reflejó en el quinto ángel mensajero de la quinta edad de la Iglesia gentil.

Pero vean ustedes, es en el Día Postrero en que este misterio se hace totalmente una realidad en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, en donde Cristo nos envía Su Ángel Mensajero con el Mensaje del Evangelio del Reino, con el cual será llena la Tierra del conocimiento de la gloria de Jehová, será llena la Tierra del conocimiento de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.

El profeta Habacuc, capítulo 2, verso 14, nos dice que la Tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová como las aguas cubren el mar; y también el profeta Isaías, en el capítulo 11 y verso 9, nos habla lo mismo.

¿Y dónde estaba la gloria de Dios, la gloria de Jehová, en el tabernáculo que construyó Moisés y el templo que construyó el rey Salomón? Estaba en el lugar santísimo de ese templo.

Y ahora, en el Templo espiritual de Jesucristo —que es Su Iglesia—, en el Lugar Santísimo, es que la gloria de Dios, la gloria de Jesucristo, es manifestada.

“Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de Su Padre con Sus Ángeles”3. ¿Y a dónde viene? Viene a Su Iglesia. ¿A qué lugar? Al Lugar Santísimo de Su Templo espiritual, que es la Edad de la Piedra Angular, en el Día Postrero, en donde se abre la Dispensación del Reino y se predica el Mensaje del Evangelio del Reino, el Mensaje Eterno, para todos los seres humanos, para toda lengua, nación, pueblo y tribu, como así nos ha prometido Dios en Su Palabra.

Y vean ustedes cómo el Ángel que viene con el Evangelio del Reino, tiene el ministerio para todo pueblo, nación y lengua en el Día Postrero.

Los siete ángeles mensajeros de las siete edades solamente tenían un ministerio para una edad y cierto territorio; pero este Ángel que viene con el Mensaje del Evangelio del Reino, viene para predicarlo a todo pueblo, nación, lengua y tribu.

Este Ángel Mensajero es el que está representado en Apocalipsis, capítulo 10, verso 8 al 11, está representado aquí en Juan el apóstol. Dice:

“La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra.

Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel.

Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre.

Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”.

Aquí tenemos el mensajero, representado en Juan el apóstol, que se come el Librito de los Siete Sellos para luego profetizar sobre muchos pueblos, naciones y lenguas; y traer así el Mensaje correspondiente al Día Postrero, al séptimo milenio; y predicar así el Evangelio Eterno para todo pueblo, nación y lengua; y darle a conocer a todo ser humano todas estas cosas que deben suceder, conforme a como están profetizadas en el Antiguo Testamento y también en el Nuevo Testamento, en la Biblia.

Y ahora, sabiendo que este Ángel que viene con el Evangelio del Reino, predicándolo, fue representado también en el quinto ángel mensajero de la quinta edad de la Iglesia gentil, encontramos que también este mensajero que viene en el Día Postrero, en el cual viene Jesucristo en Espíritu Santo manifestado, encontramos que Su ministerio fue reflejado también en los siete ángeles mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil.

Pero luego, en el Día Postrero, no quedan más mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil; pero queda, para los hijos e hijas de Dios, el Ángel Mensajero del Señor Jesucristo, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, en el Día Postrero, o sea, en el séptimo milenio; para así llamar y juntar a todos los escogidos de Dios, y colocarlos en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, y ser preparados para ser transformados y raptados, y obtener así el cuerpo eterno que Cristo ha prometido para los creyentes en Él, que tienen sus nombres escritos en el Libro de la Vida del Cordero.

Hemos visto en esta noche, en una forma así a la ligera, el misterio del Ángel con el Sello del Dios vivo, que es EL MISTERIO DEL ÁNGEL CON EL EVANGELIO ETERNO, predicándolo a todos los latinoamericanos y caribeños. Y también es el que predicará el Evangelio Eterno a todo pueblo, nación, lengua, y a todos los reyes de este planeta Tierra; porque este es el Ángel Mensajero que profetiza en el Día Postrero para todo pueblo, nación y lengua, todas estas cosas que deben suceder pronto, en el Día Postrero.

Así que amados amigos y hermanos presentes, radioyentes y televidentes, hemos visto el misterio del Ángel con el Sello del Dios vivo.

Y este misterio es abierto en la América Latina y el Caribe, porque este es el territorio para el cumplimiento de la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, donde se abre la Edad de la Piedra Angular y se cumple la Edad de la Piedra Angular, y son llamados y juntados todos los escogidos latinoamericanos y caribeños para entrar al glorioso Reino de Dios. Y la América Latina y el Caribe tienen la oportunidad de entrar al glorioso Reino Milenial de nuestro amado Señor Jesucristo en el séptimo milenio.

El glorioso Reino Milenial de Cristo pronto comenzará, faltan muy pocos años para comenzar; todavía no ha comenzado, pero estamos en la etapa que coloca el fundamento para la entrada del glorioso Reino Milenial de nuestro amado Señor Jesucristo.

Él en este tiempo hace la Obra de Reclamo, para así, entre las cosas que reclama, reclamará Su Trono, el Trono de David, donde se sentará como Rey de reyes y Señor de señores, como Hijo del Hombre e Hijo de David, y reinará sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones.

Y por eso es que el Ángel con el Evangelio Eterno da a conocer todos estos misterios correspondientes a este tiempo final, para que así todos estemos al tanto del Programa Divino y de la bendición que Dios tiene en y para todos los latinoamericanos y caribeños que viven en la actualidad.

Porque los latinoamericanos y caribeños tienen la oportunidad en este tiempo final de ser preparados: escuchando la predicación del Evangelio del Reino, por el Ángel del Señor Jesucristo, y así ser preparados para entrar al glorioso Reino Milenial de nuestro amado Señor Jesucristo.

Así que amados amigos y hermanos latinoamericanos y caribeños, este es el tiempo más importante de todos los tiempos para la América Latina y el Caribe, porque este es el tiempo del Ángel con el Evangelio Eterno, predicándolo a todos los seres humanos, comenzando en la América Latina y el Caribe, en el cual Jesucristo estaría manifestado en el Día Postrero, ungiéndolo con Su Espíritu Santo y usándolo en este tiempo final.

Este es el mismo Ángel que aparece en Apocalipsis, capítulo 7, que viene con el Sello del Dios vivo, del cual dice la Escritura:

“Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo…”.

¿Cuál es el Sello del Dios vivo? Es el Espíritu Santo. Este Ángel viene con el Espíritu Santo, en este Ángel viene Jesucristo en Espíritu Santo manifestado; y este es el Ángel Mensajero que también llamará y juntará 144.000 hebreos, que tienen sus nombres escritos en el Libro de la Vida del Cordero.

Y vean lo que aquí sucede. Dice que este Ángel clamó… dice:

“… y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar,

diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.

Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.

De la tribu de Judá, doce mil sellados. De la tribu de Rubén, doce mil sellados. De la tribu de Gad, doce mil sellados”.

Y sigue numerando cada una de las tribus de Israel, y 12.000 sellados de cada tribu.

Es bajo el ministerio de este Ángel que viene con el Evangelio Eterno, con el Evangelio del Reino, que son llamados y juntados 144.000 hebreos en el Día Postrero, o sea, en el séptimo milenio; cosa que está muy cerca para cumplirse en medio del pueblo hebreo. Pero primeramente este Ángel aparece en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, en la América Latina y el Caribe; y Jesucristo estará manifestado en ese Ángel Mensajero, Jesucristo en Espíritu Santo.

Recuerden que el Ángel del Señor Jesucristo, aunque tiene esa manifestación de Jesucristo en Espíritu Santo, aun con todo y eso, este Ángel no es el Señor Jesucristo; él es el profeta del Señor Jesucristo enviado para el Día Postrero en la América Latina y el Caribe, para dar testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto, y así ser llamados los escogidos de Dios en la América Latina y el Caribe, y completarse así el número de los escogidos de Dios, completarse así el número de los miembros del Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, completarse así el número de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Ahora, hemos visto este gran misterio: “EL MISTERIO DEL ÁNGEL CON EL EVANGELIO ETERNO”.

Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con ustedes, amados amigos y hermanos presentes, radioyentes y televidentes, dándoles testimonio de: “EL MISTERIO DEL ÁNGEL CON EL EVANGELIO ETERNO”.

Para obtener literatura completamente gratis, y así obtener más conocimiento acerca de estos misterios del Reino de Dios correspondientes a este tiempo final, ustedes pueden escribir o llamar a las direcciones que les estarán dando; y también pueden asistir a los lugares que les estarán informando, en donde podrán también ver conferencias grabadas en video, con mensajes similares a este que ustedes están escuchando en esta noche.

Así que amados amigos y hermanos presentes, radioyentes y televidentes, dentro de unos minutos estará aquí la persona que les estará informando de los lugares, teléfonos y direcciones a los cuales ustedes podrán llamar o escribir para obtener mayor información y literatura completamente gratis, con conferencias similares a esta, para obtener mayor conocimiento de todos estos grandes eventos del Programa Divino, correspondientes a este tiempo final en el cual nosotros estamos viviendo.

Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto, sean sobre cada uno de ustedes y sobre mí también, y nos abra completamente el entendimiento para comprender estos misterios del Reino de Dios. Y que Cristo complete el número de Sus escogidos en este Día Postrero: que se llene el Reino de Dios de latinoamericanos y caribeños en este Día Postrero, y el glorioso Reino Milenial de Cristo sea lleno de latinoamericanos y caribeños. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Ahora dejo con ustedes, amables radioyentes y televidentes, a la persona que les dará los teléfonos y direcciones a los cuales ustedes podrán comunicarse para obtener (como les dije), completamente gratis, literatura; y también poder obtener conferencias en cintas magnetofónicas, y también pueden pedir que les lleven en videos, conferencias similares a estas, y se las pasen en sus hogares, para que sus familiares las puedan ver también.

Que Dios les bendiga, y con ustedes el reverendo aquí, Einar Canido con ustedes, para darles esa información.

Que Dios les bendiga, y pasen todos muy buenas noches.

“EL MISTERIO DEL ÁNGEL CON EL EVANGELIO ETERNO”.

[Revisión septiembre 2022]

1 Habacuc 2:14

2 San Juan 10:9

3 San Mateo 16:27

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