La Escalera de Jacob

Muy buenas tardes, amables amigos y hermanos, radioyentes y también los aquí presentes en San Antonio, Tejas o Texas. Es para mí una bendición grande estar con ustedes para compartir unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Para lo cual quiero leer en Génesis, capítulo 28, versos 10 en adelante, donde dice:

“Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán.

Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar.

Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella.

Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.

Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente.

He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.

Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía.

Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo.

Y se levantó Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por señal, y derramó aceite encima de ella.

Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el, aunque Luz era el nombre de la ciudad primero.

E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir,

y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios.

Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti”.

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Para esta ocasión nuestro tema es: “LA ESCALERA DE JACOB”.

En ese pasaje encontramos un sueño profético, un sueño en el cual Dios está mostrándole a Jacob en tipo y figura Su Iglesia; porque la Casa de Dios, conforme a Hebreos, capítulo 3, verso 5 en adelante, dice:

“Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir;

pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza”.

Aquí podemos ver que esa escalera que vio Jacob, en donde subían y bajaban ángeles de Dios (y en la cima o cúspide de esa escalera estaba Dios), está representando la Iglesia de Jesucristo pasando por sus diferentes etapas, donde suben y bajan los ángeles mensajeros de cada edad. Y para cada edad Dios envía un mensajero, y llama y junta Sus escogidos en cada edad o etapa de la Iglesia gentil.

Y esa Iglesia de Jesucristo no es otra cosa sino Casa de Dios y Puerta del Cielo.

Por eso es que todo ser humano que vive en este planeta Tierra, al creer en Cristo como su Salvador y lavar sus pecados en la Sangre de Cristo y recibir Su Espíritu Santo, ha entrado a la Casa de Dios, que es Puerta del Cielo; y por consiguiente, está como un miembro del Cuerpo Místico de Cristo.

Cristo dijo a Nicodemo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no nazca de nuevo, no puede ver el Reino de Dios”; o sea, el que no nazca del Agua y del Espíritu, no puede entrar al Reino de Dios o Reino de los Cielos, no puede entrar para formar parte del Cuerpo Místico de Jesucristo, de esa Casa de Dios y Puerta del Cielo.

Ahora tenemos el diagrama de la Iglesia del Señor Jesucristo en forma de pirámide o de escalera.

Aquí tenemos todos los escalones o etapas de la Iglesia gentil, donde ángeles de Dios han estado subiendo y bajando por ella, y donde Cristo ha estado manifestado hablándole a Su Israel espiritual, que es Su Iglesia. Y para el Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular, encontramos que llegamos a la cúspide de la Escalera de Jacob, acá en la parte alta.

Esa es la parte que toca con el Cielo, o sea, la parte de la Edad de la Piedra Angular, en donde Dios estará manifestado en el Día Postrero y en donde el pueblo hebreo, representado en Jacob, en Israel, vio a Dios sentado en la parte alta de esa escalera; ahí es donde lo verá en el Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular, que es la cúspide de esa Escalera, que es la parte alta de esa Escalera.

En la parte alta de esa Escalera, vean ustedes, está la manifestación de Dios correspondiente a este Día Postrero. Esa Escalera se ha estado materializando.

También en medio del pueblo hebreo hubo siete etapas o siete edades de la Iglesia hebrea bajo la Ley, con el pueblo hebreo; y al final de esas siete edades, encontramos la Primera Venida de Cristo, en la parte alta de esa Escalera; pero ellos no lo reconocieron en aquel tiempo.

Y ahora tenemos la escalera de Jacob representando la Iglesia del Señor Jesucristo. Dice San Pablo a los Efesios, capítulo 2, verso 19 al 22:

“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,

edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,

en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;

en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu”.

Ahora vean, Dios está construyendo una Casa, un Templo, un Edificio, para morada de Dios en Espíritu Santo en toda Su plenitud. Y comienza con las primicias del Espíritu, en donde recibimos el cuerpo teofánico al creer en Cristo como nuestro Salvador y lavar nuestros pecados en la Sangre de Cristo; y luego, en el Día Postrero, en adición al cuerpo teofánico de la sexta dimensión, recibiremos también el cuerpo físico y glorificado, igual al de nuestro amado Señor Jesucristo.

Para eso es que los muertos en Cristo resucitarán en cuerpos eternos y nosotros los que vivimos seremos transformados, conforme a la promesa divina.

Para este tiempo final en el cual nosotros vivimos, la Trompeta Final está prometida para llamar y juntar a todos los escogidos de Dios.

Ahora, ¿dónde los llama y dónde los junta? En Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, nos dice: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de suceder después de estas”.

Ahora, ¿dónde tenemos que subir para escuchar la Voz de Cristo? Tenemos que subir a la Edad de la Piedra Angular; porque ya Él no está ni en la primera edad, ni en la segunda, ni en la tercera, ni en la cuarta, ni en la quinta, ni en la sexta, ni en la séptima, porque ya terminaron sus ministerios los siete ángeles mensajeros de la Iglesia de Jesucristo; y ahora solamente queda la Edad de la Piedra Angular, donde Él coloca Su Ángel Mensajero, para por medio de Su Ángel Mensajero hablarle a Su Iglesia y darle a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, en este tiempo final.

La Edad de la Piedra Angular es la etapa más gloriosa de la Iglesia de Jesucristo, pues la Edad de la Piedra Angular es donde Cristo por medio de Su Ángel Mensajero le da a conocer a Su Iglesia todas estas cosas que deben suceder pronto, en este tiempo final.

La Edad de la Piedra Angular, que es la etapa de la Iglesia correspondiente a este tiempo final, o sea, al Día Postrero, es también el lugar de la Casa de Dios señalado en el libro de Cantares, capítulo 1, verso 4, como la cámara del rey. Dice:

“Atráeme; en pos de ti correremos.

El rey me ha metido en sus cámaras;

Nos gozaremos y alegraremos en ti;

Nos acordaremos de tus amores más que del vino;

Con razón te aman.

Morena soy, oh hijas de Jerusalén, pero codiciable…”.

Aquí está representando al pueblo latinoamericano y caribeño, que principalmente es moreno; y si mezclamos todos los colores que tienen los latinoamericanos y caribeños, nos sale el color moreno o café con leche.

Así que la Iglesia del Señor Jesucristo en el Día Postrero, cuando es metida a la Cámara del Rey, se encuentra en la etapa en donde sus miembros son en su mayoría de piel morena, o sea, piel canela; y si juntamos todos los colores, sacamos el color piel canela, o sea, café con leche.

Ahora podemos ver cuándo es que Cristo mete en Su Cámara, la Cámara del Rey, a Su Iglesia: es en este Día Postrero, donde Cristo llama y junta a Su Iglesia ya no en ninguna de las siete etapas o edades de la Iglesia gentil, sino en la Edad de la Piedra Angular, que es la edad de Su Venida. La edad de la Venida del Hijo del Hombre, la edad de la Segunda Venida de Cristo: la Edad de la Piedra Angular. Esa es la Cámara del Rey, la Habitación del Rey.

Y todo esto vean ustedes cómo ocurre en esa escalera de Jacob, la cual representa la Iglesia del Señor Jesucristo.

Vean cómo ha estado viniendo Cristo en Espíritu Santo de edad en edad, ¿dónde? En Su Iglesia, o sea, en la Escalera de Jacob, que representa la Iglesia del Señor Jesucristo. Por eso Jacob dijo: “Esto es Casa de Dios y Puerta del Cielo”.

Ahora podemos ver la bendición tan grande que Cristo tiene para nosotros en la América Latina y el Caribe: tiene la bendición más grande de todos los tiempos, de todas las edades y de todas las dispensaciones.

Por eso la Obra de Cristo correspondiente al Día Postrero se lleva a cabo en la América Latina y el Caribe, donde la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino, revelando el misterio de la Segunda Venida de Cristo, llama y junta a todos Sus escogidos del Día Postrero ¿dónde? En la Cámara del Rey, que es la Edad de la Piedra Angular.

En el templo que construyó Moisés y que construyó también Salomón, el templo que construyó Salomón también, está representada la Iglesia del Señor Jesucristo. Encontramos que el templo tiene atrio, tiene lugar santo y tiene lugar santísimo.

De Adán a Cristo tenemos el Atrio; de Cristo a este tiempo final tenemos el Lugar Santo (hasta la séptima edad de la Iglesia gentil); y de ahí hacia acá tenemos el Lugar Santísimo, que es la Edad de la Piedra Angular, y esa edad es la Cámara del Rey en la parábola aquí de Cantares, y en el sueño de Jacob es la parte que toca en el Cielo, donde fue visto Dios sentado.

Y ahora, para el Día Postrero, Cristo viniendo en Espíritu Santo ahí manifestado por medio de Su Ángel Mensajero, ¿dónde será visto? En la Edad de la Piedra Angular, la Edad de la Cámara del Rey, o edad que es la Cámara del Rey.

Ahora, podemos ver que por medio de Su Ángel Mensajero Él revela a Su Iglesia todas estas cosas que deben suceder pronto, y nos prepara para ser transformados y raptados en este tiempo final.

Es en la Cámara del Rey, la Edad de la Piedra Angular, el cual también es el Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo, que nos da del Maná escondido, que es la revelación de la Segunda Venida de Cristo siendo dada a todos los hijos e hijas de Dios en este tiempo final.

¿Dónde estaba el maná escondido en el templo? En el lugar santísimo. Las siete edades de la Iglesia gentil corresponden al Lugar Santo y la Edad de la Piedra Angular corresponde al Lugar Santísimo.

Es en la Edad de la Piedra Angular, la Edad del Lugar Santísimo, donde nos da del Maná escondido: de la revelación de la Segunda Venida de Cristo, nos da la revelación del Séptimo Sello, que es la Segunda Venida de Cristo. Y el Séptimo Sello es identificado con la Segunda Venida de Cristo, y la Segunda Venida de Cristo es identificada con el Séptimo Sello.

Ahora podemos ver que este misterio nunca antes había sido revelado a la Iglesia del Señor Jesucristo, porque se requería llegar a la Cámara del Rey, que es la Edad de la Piedra Angular, y que es la cúspide de la escalera que vio el profeta y patriarca Jacob.

Ahora podemos ver cómo Él, Cristo, ha estado viniendo de edad en edad, ¿dónde? En y por la Escalera de Jacob. Ha estado subiendo por la Escalera de Jacob hasta llegar a la Edad de la Piedra Angular.

Por eso ángeles suben por esa Escalera, de edad en edad, tanto los ángeles mensajeros de cada edad como todos los hijos e hijas de Dios de cada edad, que también son como los ángeles de Dios1.

Ahora hemos visto este gran misterio de la escalera de Jacob y hemos visto lo que representa para nosotros en los tipos y figuras: representa la Iglesia del Señor Jesucristo. Y es en ella y por ella por donde subimos nosotros, porque en ella está Cristo llevando a cabo el nuevo nacimiento de millones de personas que tienen sus nombres escritos en el Libro de la Vida del Cordero desde antes de la fundación del mundo.

Son llamados también “los primogénitos de Dios escritos en el Cielo”, en el Libro de la Vida del Cordero. En Hebreos, capítulo 12, verso 22 al 23, San Pablo nos habla de esos primogénitos de Dios escritos en el Cielo, en ese Libro de la Vida del Cordero, y dice que son los primogénitos de Dios, “es la congregación de los primogénitos de Dios”, es la Iglesia de los primogénitos de Dios.

Ahora, ¿cómo vendrá por y en Su Iglesia, en esa escalera que vio Jacob, cómo vendrá en el Día Postrero Cristo?

Vean, Él es, de estos ángeles que aparecieron en febrero 28 de 1963… Ahí están los siete ángeles mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil y un Ángel que era diferente a los demás, el cual es el que forma el cabello blanco del Señor aquí; pues este grupo de ángeles en sus cuerpos teofánicos forman el rostro del Señor, y el Ángel que era diferente a los demás forma el cabello blanco del Señor.

Febrero 28 de 1963 apareció sobre los cielos de Arizona esta nube misteriosa; pero el misterio de esta nube es que fue formada por ángeles: los siete ángeles mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil y un Ángel que era diferente a los demás, el cual tiene el Séptimo Sello; y el Séptimo Sello es la Segunda Venida de Cristo. Él es el que tiene el misterio de la Segunda Venida de Cristo, Él es el que tiene la Segunda Venida de Cristo.

Y con Su manifestación en el Día Postrero… Así como se manifestó cada ángel mensajero de cada edad, y para manifestarse tuvo que (cada uno de estos ángeles que están en sus cuerpos teofánicos) venir en carne humana en la edad que le tocó vivir (y ese fue el ángel mensajero de cada edad); y ahora para, este Ángel que es diferente a los demás, tener Su ministerio en la Tierra, tiene que manifestarse en carne humana, como lo hicieron los otros ángeles de las siete edades de la Iglesia gentil.

Veamos lo que nos dice el precursor de la Segunda Venida de Cristo, el reverendo William Branham, en la página 469 [Los Sellos]:

“153. ¿Y notaron que dije que uno de esos ángeles era muy raro? Me pareció muy distinto a los demás. Estaban en una constelación con tres a cada lado y uno arriba; y el que estaba a mi lado, contando desde la izquierda hacia la derecha, ese sería el séptimo Ángel. Él era más brillante y significaba más para mí que los demás. Les dije que tenía el pecho así robusto y estaba volando hacia el Oriente. Les dije también que: ‘Me levantó, me alzó’. ¿Se acuerdan?

154. Ahora, ¡aquí está! Era el que tenía el Séptimo Sello, lo cual he mantenido como una pregunta en mi mente toda mi vida. Los otros Sellos significaron mucho para mí, desde luego; pero ustedes no se imaginan lo que ha significado este séptimo”.

Ahora, ese Séptimo Sello, vean ustedes, es la manifestación de ese Ángel que era diferente a los demás.

Sin la manifestación de ese Ángel que era diferente a los demás, no puede cumplirse el Séptimo Sello y por consiguiente no puede cumplirse la Segunda Venida de Cristo.

Ahora, vamos a ver cómo es que está prometida la Venida del Señor para este Día Postrero. En el mensaje de Los Sellos, página 57, dice:

“‘Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza…’.

17. Ahora, si usted se fija bien, notará que esta persona es Cristo, porque aun en el Antiguo Testamento Él fue llamado el Ángel del Pacto; y Él ahora viene directamente a los judíos porque la Iglesia ha llegado a su fin. Bien, ahora continuando:

‘… y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego’.

18. ¿Recuerdan el Ángel de Apocalipsis capítulo 1? Este es el mismo. Un ángel es un mensajero, y él es un mensajero a Israel. ¿Ve usted? La Iglesia está a punto de ser raptada, Él viene por Su Iglesia. Ahora fíjese bien:

‘Y tenía en su mano un librito abierto…’”.

En Apocalipsis, capítulo 10, lo encontramos —a este Ángel Fuerte— descendiendo envuelto en una nube, como apareció en febrero 28 de 1963.

Y en la página 256 nos dice el precursor de la Segunda Venida de Cristo, hablándonos de la Segunda Venida de Cristo como el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis, capítulo 19, dice:

“121. Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la Tierra, Él vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será completamente Emmanuel —la Palabra de Dios encarnada en un hombre”.

Esa es la forma en que Él viene por la Escalera de Jacob en este Día Postrero, así como vino por la Escalera de Jacob, de edad en edad, manifestado en el ángel mensajero de cada edad. Y para el Día Postrero Él vendrá manifestado en Su Ángel Mensajero; y eso será el Ángel Fuerte que desciende del Cielo, manifestado en la Tierra en la Escalera de Jacob, en la cúspide de la Escalera de Jacob, para bendición de la Iglesia gentil y luego del pueblo hebreo.

Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con ustedes en esta ocasión dándoles testimonio de LA ESCALERA DE JACOB y de todas estas bendiciones contenidas en LA ESCALERA DE JACOB, que representa la Iglesia del Señor Jesucristo, donde cada hijo e hija de Dios de cada edad ha sido colocado en una parte de esa escalera que vio el patriarca y profeta Jacob.

¿Y ahora nosotros dónde estamos en la Escalera de Jacob? En la Edad de la Piedra Angular, en la cúspide de la Escalera de Jacob, para estar viendo en el Día Postrero ¿qué? La Venida del Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19 y la Venida del Ángel Fuerte que desciende del Cielo en Apocalipsis, capítulo 10, verso 1 en adelante, que es la Venida de Jesucristo en Espíritu Santo manifestado en Su Ángel Mensajero en este tiempo final como el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19; y eso es la Palabra de Dios encarnada en un hombre, o sea, en el Ángel del Señor Jesucristo.

El Ángel de Jesucristo no es el Señor Jesucristo. Por eso, cuando Juan el apóstol quiso adorarlo, él le dijo que no lo hiciera. En Apocalipsis, capítulo 19, verso 6 al 10, y en Apocalipsis 22, verso 6 al 9, encontramos esas dos ocasiones en que Juan el apóstol quiso adorar al Ángel y el Ángel le dijo que no lo hiciera. ¿Por qué? Porque él es un consiervo de los profetas, o sea, un colega de los profetas; un profeta, el cual viene dando a conocer, o sea, profetizando, revelando todas las cosas que han de suceder en este tiempo final; viene abriendo las Escrituras, las promesas proféticas correspondientes a este Día Postrero.

Y todo eso ocurre, vean ustedes, en la Escalera de Jacob. Y todo lo que ha ocurrido desde Cristo hacia acá, ¿ha ocurrido dónde? En la Escalera de Jacob, o sea, la escalera de Jacob representando la Iglesia del Señor Jesucristo.

Todo ha estado sucediendo en la Iglesia del Señor Jesucristo de edad en edad; y lo que Dios hace en este tiempo final también ocurre en la Iglesia de Jesucristo, en la Edad de la Piedra Angular, que es la cúspide de la Escalera de Jacob, donde Jesucristo, el Ángel del Pacto, el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, será visto en este Día Postrero manifestado en Su Ángel Mensajero, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, en este tiempo final.

Ha sido para mí una bendición grande estar con ustedes dándoles testimonio de “LA ESCALERA DE JACOB”.

Y ahora, los hijos e hijas de Dios, ¿dónde estamos en este tiempo final en la Escalera de Jacob? En la cúspide, o sea, en la Edad de la Piedra Angular.

Y ahora, ¿dónde están esos escogidos de Dios que estarían en la Edad de la Piedra Angular, en la cúspide de la Escalera de Jacob, en este Día Postrero? Aquí estamos, una parte aquí en San Antonio, Texas o Tejas, y en diferentes lugares en Norteamérica y también en toda la América Latina y el Caribe.

Que Dios les bendiga, que Dios les guarde, y que pronto se complete el número de los escogidos de Dios, y pronto los muertos en Cristo resuciten y nosotros los que vivimos seamos transformados. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo, y seamos llevados a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. Amén y amén.

Bueno, nuevamente dejo al reverendo Miguel Bermúdez Marín para continuar y finalizar nuestra parte en esta tarde aquí en San Antonio, Texas o Tejas, dándole gracias a Cristo por esa Escalera de Jacob, que es la Iglesia del Señor Jesucristo, que contiene los hijos e hijas de Dios, que son como los ángeles del Cielo.

Por eso son vistos por Jacob como ángeles que suben y bajan, tanto los siete ángeles mensajeros y el Ángel de la Edad de la Piedra Angular como también los escogidos de Dios.

Nuevamente con nosotros el reverendo Miguel Bermúdez Marín.

Dios les bendiga y muchas gracias.

“LA ESCALERA DE JACOB”.

[Revisión diciembre 2019]

1 San Mateo 22:30, San Marcos 12:25

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