José con la Túnica de muchos colores

Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Para lo cual quiero leer en Génesis, capítulo 37, versos 1 en adelante, donde dice:

“Habitó Jacob en la tierra donde había morado su padre, en la tierra de Canaán.

Esta es la historia de la familia de Jacob: José, siendo de edad de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José a su padre la mala fama de ellos.

Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores.

Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían hablarle pacíficamente.

Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía.

Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado:

He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban al mío.

Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aun más a causa de sus sueños y sus palabras.

Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí.

Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti?

Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre meditaba en esto.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Nuestro tema es: “JOSE CON LA TUNICA DE MUCHOS COLORES.”

Jacob siendo la persona que heredó la promesa y la Bendición de la Primogenitura y siendo el amado de Dios, vean ustedes, el Angel de Jehová, el Angel del Pacto le acompañó hasta la tierra de Padan-aram a la casa de su tío y su abuelo por parte de madre; donde allí conoció a Raquel, y allá en Padan-aram se casó, tuvo hijos, Dios lo bendijo y vino a ser un hombre muy rico, vivió allá por 20 años. El tuvo a José, cuando llevaba ya unos 14 años allá nació José y eso significa que Jacob tenía 91 años de edad cuando nació José.

Esto es fácil de sacar, porque cuando Jacob luego más adelante fue a Egipto tenía 130 años y José tenía 39 años, y si se le quitan 39 años a 130 años, pues les da 91 años; por lo tanto los a 91 años de edad nació José a Jacob en Padan-aram, o sea, que nació en tierra gentil; once de los hijos de Jacob nacieron en tierra gentil y uno: Benjamín, nació camino – en el camino a Belén.

Y ahora, en el camino a Efrata nació Benjamín y allí murió su madre Raquel.

Ahora, cuando tenía ya, vean ustedes… ya Jacob cuando entra de regreso a la tierra de Israel, ¿tiene entonces cuántos años? Ya tiene entonces unos 97 años o más. Porque no sabemos… ¿cuando salió tenía unos 97 años? Cuando salió de Padan-aram. Porque si tenía 91 años cuando nació José y ese era el tiempo en donde ya él tenía que irse; luego trabajó 6 años más por… no por Raquel o por Lea, sino por las ovejas, por el ganado que él iba a tener; en 6 años vino a ser un hombre rico.

Y ahora, aunque primero tenía algo, pero por cuanto estaba trabajando con su suegro, pues todo le pertenecía al suegro; pero ahora cuando Jacob le dice: “Ya quiero irme a mi tierra.” El suegro le dice: “No te vayas todavía, Dios me ha bendecido mucho desde que tu estás aquí.” Y Jacob le dice: “Pues desde que yo estoy aquí Dios te ha bendecido mucho; ahora para yo quedarme el trato sería este (porque yo no he trabajado por mí nada, o sea, no he trabajado para yo tener ganado, sino que he trabajado para ti): ahora si me quedo, quiero trabajar también para mí; este será mi salario.” Pues ya vean ustedes, había trabajado mucho como yerno, pero ahora… y

había trabajado por Lea primero… o por Raquel trabajó dos veces: siete años primero y siete años después; o sea, que no había trabajado para él, sino había trabajado por Lea y por Raquel, aunque todo el trabajo fue por una, pero se benefició Lea.

Y ahora, el trabajo que va a hacer después de los 14 años, el año numero 15, 16, 17, 18, 19 y 20 va a ser para beneficio de él y su familia; y Jacob y su suegro Labán estuvieron de acuerdo.

Recuerden que cuando un suegro ve que con la presencia de su yerno cerca obtiene bendiciones —en todo está ese yerno presto para ayudar al suegro—, pues el suegro no quiere que se vaya lejos de él ese yerno, y están los nietecitos por ahí también, tenía muchos nietos ya Labán por medio de Jacob y Lea; y ahora le nace José (el primer hijo por medio de Raquel), y ya Jacob se quería ir, y de seguro Labán estaba muy encariñado con lo nietos; y ahora no quiere que se vayan. Por lo tanto, Jacob se queda con esa condición, trabaja 6 años más, no habían acordado cuánto tiempo iba a trabajar, pero trabajó 6 años más. Y cuando se cumplieron esos 6 años el Angel de Dios que le había acompañado le dice a Jacob que regresara a su tierra, la tierra de nacimiento, a la tierra donde estaba Isaac, y se lo dice él a sus esposas y ellas le dicen: “Pues has como te dice el Angel, nos vamos contigo.” Ellas dicen: “¿Ya qué tenemos con nuestro padre? No tenemos nada, ni herencia ni nada, pues nos vendió.” Vamos a ver cómo lo dice por aquí… esto está en el Libro del Génesis, capítulo 34, dice Jacob… vamos a ir un poco antes, capítulo 31 mejor… aquí está, dice… le cuenta él a sus esposas, en el capítulo 31, verso 1 en adelante:

“Y me dijo el ángel de Dios en sueños: Jacob. Y yo dije: Heme aquí.

Y él dijo: Alza ahora tus ojos, y verás que todos los machos que cubren a las hembras son listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que Labán te ha hecho…”

Pues Labán le había cambiado su salario por 10 ocasiones, se estaba aprovechando de Jacob y de la Bendición que tenía Jacob, que era la Bendición de la Primogenitura. Dice el Angel, le dice a Jacob en sueños:

“Yo soy el Dios de Bet-el, donde tú ungiste la piedra, y donde me hiciste un voto.

Levántate ahora y sal de esta tierra, y vuélvete a la tierra de tu nacimiento.

Respondieron Raquel y Lea, y le dijeron: ¿Tenemos acaso parte o heredad en la casa de nuestro padre?

¿No nos tiene ya como por extrañas, pues que nos vendió (Labán había vendido a Lea y a Raquel, ¿se las había vendido a quién? A Jacob, por siete años de trabajo), y aun se ha comido del todo nuestro precio?”

O sea, que los 14 años de trabajo que Jacob le dio a Labán, por las dos hijas de Labán, por Raquel y por Lea, miren ustedes, ya todo ese beneficio que había recibido Labán lo había gastado, lo había malgastado, y ahora el que estaba rico era Jacob; las ovejas y cabras flacos eran de Labán y los gordos eran de Jacob. Y así Dios había bendecido a Jacob y le había permitido saber cómo obtener esas bendiciones. Porque Dios da la sabiduría y la fuerza para obtener las riquezas.

Y ahora, dicen ellas:

“Porque toda la riqueza que Dios ha quitado a nuestro padre, nuestra es y de nuestros hijos; ahora, pues, haz todo lo que Dios te ha dicho.”

O sea, que apoyaron a Jacob —Lea y Raquel apoyaron a Jacob— en lo que Dios le reveló a Jacob. O sea, que ellas no dijeron: “No, nosotras estamos viviendo acá, acá hemos nacido y acá nos quedamos, si te quieres ir te vas solo.” No, ellas dijeron: “Nos vamos contigo.”

Y ahora, eso es una bendición grande para Raquel y Lea, porque se fueron con el que tenía la Bendición de la Primogenitura. ¿Y qué iba a suceder con Raquel y Lea y las siervas de ellas y todos esos hijos que Jacob había tenido? Iban a formar una nación, iban a ser los patriarcas, las cabezas, de esa nación, de esas tribus, que formarían la nación de Israel.

Ahora miren cómo una bendición tan grande de la formación, de la creación, de una nación comienza en una forma sencilla; así es también con el Israel Celestial o Espiritual.

Y ahora, Jacob ya teniendo ¿cuántos años? 97 años de edad, va a salir de Padan-aram para ir a la tierra de la Palestina, la tierra de Israel, a la tierra de sus padres Abraham e Isaac (su padre y su abuelo). Una persona de 97 años ni piensa en dar un viaje y menos a pie y con una familia de once hijos, y unos rebaños de ovejas con camellos, y también mulos y todas estas riquezas que Dios le había dado, o sea, que era un pueblo andante, un pueblo que iba caminando desde Padan-aram hasta la tierra de Israel, un pueblo en su primera fase o en sus primeras fases, vean cómo se movió ese pueblo, así como luego se movería el pueblo de Israel de Egipto hacía la tierra de Israel.

Y ahora, no sabemos cuántos días, meses o años le tomó llegar desde Padan-aram hasta la tierra de Israel. Para que tengan una idea, en la Biblia tenemos el mapa donde nos muestra a Padan-aram acá arriba y a la tierra de Israel acá abajo [El hno. William muestra el mapa de la Biblia – Editor]; o sea, que tenía que caminar todo ese territorio durante el día y descansar durante la noche, y como llevaba ovejas y demás animales, y entre ellas ovejas paridas, tenía que ir poco a poco, o sea, que iba muy poco a poco viajando con toda su familia y toda esa riqueza; pero salió de Padan-aram para llegar a la tierra prometida con toda su familia; no sabemos cuánto tiempo le tomó, le pudo haber tomado meses o años para llegar, sus animales tenían que comer; por lo tanto tenían que ser pastoreados a medida que iban viajando, y por las noches también tenían que tenerle alimento y tenerlos protegidos, no fueran a ser robados por la gente de otras naciones.

Al pueblo hebreo le tomó 40 años de Egipto a la tierra de Israel, en los cuales fue probado el pueblo hebreo viajando, y ahora Jacob de Padan-aram no sabemos cuántos años le tomó… o meses.

Ahora, pensemos que le tomó algunos años llegar, y pensemos que cuando se encontró con el Angel de Jehová tendría de 99 a 100 años de edad, él se encontró allí en Peniel. Peniel fue el nombre que Jacob le colocó a ese lugar, porque dijo: “Vi a Dios cara a cara.” Por eso ese nombre fue colocado por el profeta y patriarca Jacob, porque significa el Rostro de Dios —Peniel significa el Rostro de Dios—, y él allí vio a Dios cara a cara.

Pero la Biblia aún con todo y eso dice que nadie jamás a visto a Dios. Dios le dijo al Profeta Moisés: “No me verá hombre y vivirá.” ¿Y cómo es posible que Jacob haya visto a Dios aún la Biblia diciendo que nadie jamás ha visto a Dios?… Luego también más adelante el padre y madre de Sansón (antes de nacer Sansón) vieron al Angel de Jehová, no sabían que era Angel de Jehová, y luego cuando ascendió en la Llama de Fuego del sacrificio que había sido ofrecido por Manoa a Dios, entonces Manoa y su esposa supieron que ese era el Angel de Jehová, y dijo Manoa: “Hemos de morir porque hemos visto a Dios cara a cara.” La esposa de Manoa le dijo: “No vamos a morir, porque si fuésemos a morir entonces El no estaría prometiéndonos estas cosas de que hemos de tener un hijo.” Y ella se dio cuenta de que si le habían prometido que iba a tener un hijo, pues entonces no iban a morir.

Y ahora, también encontramos a Josué y a otros personajes como Abraham; y como Abraham vio a Melquisedec y después vio a Elohím que son la misma persona, el mismo Dios; y también Moisés vio a Dios, al Angel de Jehová, vio Sus espaladas cuando pasó; y la Biblia dice de Moisés: que Dios hablaba con Moisés cara a cara, como habla cualquier hombre con su compañero, con otra persona.

También encontramos en otros lugares de la Biblia que diferentes mensajeros de Dios han visto a Dios, y con todo y eso en San Juan, capítulo 1 (dice Dios), verso 18. Dice:

“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.”

Y ahora, no podemos ni contradecir lo que estas personas han dicho que han visto a Dios cara a cara, y lo que dice aquí la Escritura: que nadie jamas ha visto a Dios; porque si rechazamos lo que fue dicho allá por estas personas cuando dijeron que vieron a Dios cara a cara para solamente quedarnos con esta Escritura, estaríamos menospreciando esa otra parte de la Escritura, y también estaríamos diciendo que aquellas personas era mentirosas, y no podemos decir eso de ninguno de estos hombres que dijeron que vieron a Dios cara a cara; tenemos que tomar lo que ellos dijeron y lo que aquí dice y luego comprender cómo fue que ellos vieron a Dios cara a cara: ellos vieron a Dios cara a cara en el cuerpo teofánico de Dios, esa fue la forma en que ellos vieron a Dios cara a cara.

Por consiguiente ellos vieron a un Hombre de la sexta dimensión llamado el Angel de Jehová o Angel del Pacto, el cual le apareció al Profeta Abraham en diferentes ocasiones, pero no le había revelado el Nombre que le reveló a Moisés, con ese Nombre no se había revelado a Abraham, se había revelado como Elohím, se había revelado como Melquisedec, se había revelado en diferentes nombres compuestos, pero como YHWH no se había revelado nunca antes a nadie; eso lo dice el mismo Angel de Jehová que es el mismo Dios en Su cuerpo teofánico.

Dice en el capítulo, 6 del Exodo, verso 1 en adelante:

“Jehová respondió a Moisés: Ahora verás lo que yo haré a Faraón; porque con mano fuerte los dejará ir, y con mano fuerte los echará de su tierra.

Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy JEHOVA

Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi nombre JEHOVA no me di a conocer a ellos.”

Este Nombre es YHWH, Nombre que le había revelado a Moisés en el capítulo 3 versos… vamos a ver, versos 13 al 14, cuando Moisés le pregunta a Dios:

“Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?

Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.”

Ese Yo Soy es la traducción al español de YHWH que le han hecho a estas cuatro consonantes que el Angel de Jehová le dio a Moisés como Nombre, pero Moisés escuchó la pronunciación de esas cuatro consonantes unidas, o sea, que Moisés escuchó como se pronuncian esas cuatro consonantes, y que así suenan como el Nombre de Dios.

Y ahora, con ese Nombre nunca se había revelado a ninguna persona, antes de hacerlo así con Moisés.

Y ahora en una ocasión Moisés quiso ver la Gloria de Dios, le dijo: “Muéstrame Tu Gloria.” Eso fue en el capítulo 32 y 33, vamos a ver, capítulo 33; luego que el pueblo hebreo había hecho contrario al Programa Divino mientras Moisés estaba en el Monte Sinaí, donde estuvo por 40 días y 40 noches sin comer ni beber, estuvo allí recibiendo las tablas de la Ley y recibiendo la revelación divina del tabernáculo o templo que Dios le dijo que construyera.

Y ahora, Moisés cuando desciende encuentra que el pueblo hebreo se había corrompido, habían pedido la construcción de un ídolo egipcio, un becerro de oro que era un dios, el dios de los egipcios en la forma de un becerro de oro, y Aarón siendo el sumo sacerdote, en vez de levantarse en contra de esa rebelión más bien le construyó ese becerro de oro, tomando oro de los hebreos; oro que habían obtenido allá en Egipto, y ahora vean ustedes, es usado para la formación de ese becerro de oro.

Y ahora, no sabemos… es probable que todo el oro que ellos tenían no lo perdieron, pero para hacer un becerro de oro grande, se necesita bastante oro.

Y ahora, miren ustedes, en 40 días de ausencia del Profeta en medio del pueblo, el pueblo se había tornado del Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob al dios de los egipcios.

Por eso es tan importante la presencia en cada edad y en cada dispensación del profeta mensajero señalado para ese tiempo, siempre que ha terminado su ministerio el mensajero de cada tiempo y se ha ido, el pueblo se ha desviado del Programa Divino y Dios ha tenido que enviar otro mensajero para una nueva etapa, una nueva edad.

Y ahora, ya cuando Moisés ha descendido del Monte y ha roto las tablas de la Ley, las quebró y molió el becerro de oro y se lo dio a beber al pueblo, pues lo echó en el arroyo, en el río, y el pueblo hebreo tomaba del agua del río y ahí se estaban tomando el becerro de oro.

Y ahora en el capítulo 33, verso 18 en adelante, dice:

“El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.

Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti (o sea, YHWH en la forma en que Dios lo pronuncia); y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.

Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.

Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña;

y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado.

Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro.”

Y ahora Moisés iba a ver las espaldas de Dios, las espaldas del Angel de Jehová, iba a ver a un hombre de espalda pasando.

Y ahora, Moisés no vería el Rostro de Dios, pero vería Su espalda, y sin embargo luego la Escritura dice que Dios hablaba con Moisés cara a cara.

Y ahora el misterio está en que cuando Moisés, o Abraham, o Jacob, o Isaac o alguno de los profetas, o Manoa, o alguna otra persona vio a Dios cara a cara, lo que vio fue al Angel de Jehová, que es el cuerpo teofánico de Dios en el cual Dios se manifieste, donde está la plenitud de Dios manifestada en la forma visible de una persona, de un hombre de la sexta dimensión.

Estando en ese cuerpo teofánico fue que Dios creó los cielos y la Tierra, o sea, que fue un Hombre el que habló a existencia los cielos y la Tierra, pero ese Hombre era Dios en Su cuerpo teofánico, y en ese cuerpo teofánico es que las personas han visto a Dios a través de las diferentes edades y dispensaciones.

Y ahora, el Verbo que era con Dios, el cual es el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, el cual es ese cuerpo teofánico de la sexta dimensión, se hizo carne y habitó en medio de la raza humana, en medio del pueblo hebreo y fue conocido por el nombre de Jesús; el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros nos dice San Juan, capítulo 1, verso 14.

El Verbo que era con Dios y era Dios y creó todas las cosas se hizo carne y se hizo hombre en medio de la raza humana. Y ahí estábamos viendo a Dios también, pues Cristo dijo a Felipe, cuando Felipe dice: “Muéstranos al Padre y nos basta.” Jesús dice: “¿Tanto tiempo que estoy con vosotros Felipe y todavía no me has conocido? El que me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Y el que me ha visto a mí, ha visto al Padre (dice Cristo a Felipe).”

¿Y cómo estaban viendo al Padre, a Dios? Pues lo estaban viendo velado en un cuerpo de carne humana, estaban viendo al velo de carne donde estaba Dios habitando. Así como cuando usted me ve a mí, usted dice que me vio a mí, y cuando yo lo veo a usted yo digo que lo vi a usted, pero si vamos a hablar en términos más profundos: usted ni me vio a mí, ni yo lo veo a usted, porque usted es alma viviente y usted no puede ver mi alma ni yo puedo ver su alma, pero usted puede ver mi cuerpo físico y yo puedo ver su cuerpo físico; o sea, que nos vemos y no nos vemos; solamente nos vemos el cuerpo físico de carne, pero el alma no la podemos ver.

Y así ha sido con Dios: pudieron ver el cuerpo teofánico de Dios estos hombres de Dios del Antiguo Testamento y algunos también en otras etapas que no eran profetas de Dios, como Manoa y otras personas. Y en el Nuevo Testamento la gente pudo ver a Dios también. Pero miren ustedes, también podían ver a Dios en el Antiguo Testamento, ¿pero cómo? Velado en carne humana en cada profeta mensajero de cada etapa en la porción correspondiente a cada edad, o sea, no en toda Su plenitud. Pero cuando se hizo carne y habitó en medio del pueblo hebreo en Jesús de Nazaret, la gente podía ver a Dios manifestado en carne humana en toda Su plenitud, o sea que podían ver a Dios como hombre en medio del pueblo hebreo. Por eso Jesús dice en el capítulo 8, verso 56 al 58 de San Juan:

“Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó.

Entonces le dijeron: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?

Jesús les dijo: Antes que Abraham fuese, yo soy.”

Porque El es el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, que le apareció a Abraham y que comió con Abraham. El mismo Elohím que comió con Abraham el día antes de la destrucción de Sodoma y Gomorra, es Jesucristo en Su cuerpo teofánico llamado el Angel de Jehová, el cual se materializó allí y pudo comer con Abraham. También le había aparecido como Melquisedec en el capítulo 14 del Génesis antes de tener a su hijo Isaac, y aún en la segunda ocasión en el capítulo 18, el día antes de la destrucción de Sodoma y Gomorra, todavía no había tenido a su hijo Isaac, el cual Dios le había prometido y ya llevaba unos 24 a 25 años de esa promesa y todavía no había aparecido el hijo prometido.

Pero vean ustedes, en esta ocasión Abraham tenía 99 años de edad, y a los 100 años de edad luego nace el hijo prometido, porque con esa visita de Elohím con Sus arcángeles Gabriel y Miguel materializados en carne, pues Dios creó del polvo de la tierra cuerpos para El, para Gabriel y para Miguel; con esa visita vino el rejuvenecimiento de Abraham y de Sara para poder tener el hijo prometido.

Ahora vean que fue en el segundo año de jubileo de Abraham; el primer año de jubileo de Abraham fue el año 50 y el segundo año de jubileo de Abraham fue el año 100. Y ahora en el año 100 Abraham recibe al hijo prometido.

Y ahora, hemos tenido el Año del Jubileo de la Primera Venida de Cristo, y para este tiempo final el Año del Jubileo de la Segunda Venida de Cristo es el ciclo divino correspondiente a la Edad de la Piedra Angular en este tiempo final; así como el ciclo divino de la Edad de la Piedra Angular del tiempo de la Primera Venida de Cristo fue el Año del Jubileo de aquel tiempo, y por eso Jesús leyó la Escritura de Isaías, capítulo 61, donde dice:

“El Espíritu del Señor está sobre mí…” Eso lo leyó en San Lucas, capítulo 4, verso 17 en adelante, donde dice:

“Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:

El Espíritu del Señor está sobre mí,

Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;

Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;

A pregonar libertad a los cautivos,

Y vista a los ciegos;

A poner en libertad a los oprimidos;

A predicar el año agradable del Señor.

Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.

Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.”

Esa Escritura mesiánica de la Venida del Ungido con el Espíritu de Dios estaba cumplida en Jesús, en donde estaba el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo, manifestado en toda Su plenitud. ¿Por qué El no continuó leyendo esa Escritura? Porque si continuaba leyendo, lo que a continuación decía era: “Y el día de venganza del Dios nuestro.” Y El en Su Primera Venida no vino a predicar el día de venganza del Dios nuestro, sino el año de la buena voluntad de Jehová. El vino a predicar esa oportunidad de buena voluntad, el día de la buena voluntad, el año de la buena voluntad, el año agradable del Señor, en donde toda persona que vive en la Tierra tiene la oportunidad de salvación, y El estuvo proclamando el año de la buena voluntad de Jehová donde Dios le da la oportunidad al ser humano de salvación.

La segunda parte, la predicación del día de venganza del Dios nuestro corresponde a la Segunda Venida de Cristo, donde se anuncia, se revela, el juicio divino que ha de venir sobre la raza humana, donde se dan a conocer las plagas que vendrán sobre la raza humana y se dará a conocer el porqué vendrán estos juicios divinos sobre la raza humana. El Espíritu Santo, el Angel del Pacto en el Día Postrero estará dando a conocer este misterio del día de venganza del Dios nuestro, y todas las cosas que estarán sucediendo. Por eso en Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, dice:

“Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”

En las cosas que sucederán después de las siete edades de la Iglesia, está el llamado y recogimiento de los escogidos de Dios del Día Postrero siendo llamados y juntados más arriba de la séptima edad, o sea, en la Edad de la Piedra Angular por el Mensaje de la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino, con el cual son revelados los misterios de las cosas que sucederán después de las siete etapas o edades de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y para este tiempo final en que vivimos, es que esa segunda parte del capítulo 61 de Isaías tiene que ser revelado, cumplido, dado a conocer a la Iglesia de Jesucristo y al pueblo hebreo y a todos los seres humanos; pero primero es revelado todo este misterio a la Iglesia del Señor Jesucristo en la Edad de la Piedra Angular.

Y ahora, a través de las diferentes etapas del Programa Divino, hemos visto esta manifestación de Dios a través del Angel de Jehová, y hemos visto que la Gloria de Dios ha sido manifestada; vimos la Gloria de Dios manifestada cuando pasó frente a Moisés proclamando Dios el Nombre de Jehová, o sea YHWH. También encontramos en el Libro del profeta Ezequiel en el capítulo 1, y también el capítulo 6 de Isaías que la Gloria de Jehová ellos la vieron manifestada, ellos la vieron en visión siendo profetas, ellos vieron en otra dimensión.

Y ahora todo eso que ellos vieron estará manifestado en la Casa de Dios, la Iglesia del Señor Jesucristo.

En la Primera Venida de Cristo la Gloria de Dios, la Gloria de Jehová, estaba manifestada en medio del pueblo hebreo; pero el pueblo hebreo no vio la Gloria de Dios, porque estaba dentro de un velo de carne llamado Jesús el cual es nuestro Salvador; y ellos no podían comprender que Jesús era el Mesías ungido con el Espíritu Santo, en donde la Gloria de Dios estaba manifestada y estaba cumpliendo todas las promesas de la Venida del Mesías.

La Venida del Señor, la Venida del Mesías, tiene dos partes: La primera parte es la Primera Venida de Cristo como Cordero de Dios para quitar el pecado del mundo en medio del pueblo hebreo allá en la Cruz del Calvario, y la segunda parte de la Venida del Señor es la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.

Y ahora, en ambas partes la Gloria de Dios estaría manifestada y el Angel del Pacto, el Angel de Jehová estaría manifestándose en ambas ocasiones, y la Columna de Fuego estaría manifestándose en ambas ocasiones y estaría siendo ungido así el Mesías por la Columna de Fuego, en el Mesías estaría la Columna de Fuego. Vean ustedes, cuando Jesús fue bautizado por Juan el Bautista, nos dice el Evangelio según San Mateo en el capítulo 3, versos 13 al 17:

“Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.

Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?

Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.

Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.

Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.”

Y vino el Espíritu Santo a Jesús y allí fue ungido con el Espíritu Santo, con el Espíritu de Jehová.

Y ahora el Espíritu Santo estaba dentro de Jesús obrando todas aquellas maravillas que El llevaba a cabo. El mismo que creó en el vientre de María aquella célula de vida, ahora vean ustedes: estaba dentro de aquel cuerpo que había creado, cumpliendo las profecías de la Venida del Mesías y cumpliendo el Ministerio del Mesías prometido para ese tiempo; había sido vestido allí con el vestido, la vestidura del Espíritu Santo para tener Su Ministerio.

Luego también en el Monte de la Transfiguración encontramos a Jesús con Pedro, Jacobo y Juan, y nos dice San Mateo, capítulo 17, verso 1 en adelante:

“Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto;

y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.

Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.”

Aquí lo tenemos vestido de Luz, Sus vestiduras se hicieron blancos, se hicieron resplandecientes y blancos como la Luz, y allí lo tenemos vestido con la vestidura del Espíritu de Dios manifestado allí.

Y ahora, así como José fue vestido con la vestidura de diversos colores —digamos—, de siete colores, los siete colores del Arco Iris, aquella vestidura representa al Espíritu Santo, y el bautismo del Espíritu Santo es la vestidura de siete colores para la persona, es la vestidura del Pacto de Dios para cada individuo. Por eso es que Cristo es el Pacto de Dios para todo ser humano, y Su Sangre es la Sangre del Nuevo Pacto para el ser humano.

En Apocalipsis, capítulo 1 también encontramos a Cristo con Su rostro como el sol —es lo mismo del monte de la transfiguración—, y lo encontramos con Sus ojos como llama de fuego, con una espada que sale de Su boca, lo encontramos también con el cabello blanco como blanca lana, lo encontramos con una vestidura desde el cuello hasta los pies y con un cinto de oro sobre Sus hombros, Su pecho, y lo encontramos con pies como de bronce bruñido y con una Voz como estruendo de muchas aguas.

Luego en Apocalipsis, capítulo 4 encontramos un Trono establecido en el Cielo. Dice capítulo 4 del Apocalipsis:

“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.

Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.

Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.”

Y aquí tenemos el Arco Iris, tenemos aquí a la Columna de Fuego con los siete colores del Arco Iris, y tenemos aquí la Presencia, la Gloria de Dios manifestada sobre el Trono que está en el Cielo; ahí tenemos la Vestidura de siete colores, tipificado todo en la vestidura de colores de José. Luego en el capítulo 10, encontramos al Angel Fuerte que desciende del Cielo envuelto en una nube, y lo encontramos con Su rostro como el sol. Dice, capítulo 10 del Apocalipsis:

“Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.

Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra;

y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces.”

Y ahora, tenemos ahí el Angel Fuerte que desciende del Cielo, el Hijo del Hombre, también lo tenemos en San Mateo, capítulo 16, donde Cristo dice:

“¿De que le vale al hombre si granare todo el mundo y pierde su alma?…

Porque el hijo del Hombre vendrá en la gloria de su padre con sus ángeles y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.”

Y luego mostró lo que sería la Venida del Hijo del Hombre en el Monte de la Transfiguración en Mateo 17. Lo que El dijo en Mateo 16, verso 26 al 28 de la Venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles, ahora lo muestra en San Mateo, capítulo 17 en el monte de la transfiguración. Y luego también en San Mateo, capítulo 24, verso 30 al 31, profetiza de la Venida del Hijo del Hombre en Gloria, diciendo:

“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.”

El recogimiento de los escogidos para el tiempo final corresponde al Ministerio que envía el Hijo del Hombre, enviando Sus ángeles con Gran Voz de Trompeta para llamar y juntar a Sus escogidos, El llamará y juntará 144 mil hebreos de las 12 tribus del pueblo hebreo, y también llamará y juntará a los escogidos de la Iglesia del Señor Jesucristo del Día Postrero.

Y ahora, veamos lo que dice el Rvdo. William Branham en el Mensaje: “Revelación,” capítulo 4 parte 2, donde habla de los 24 ancianos; esto fue predicado en enero 1 de 1961, en Jeffersonvill Indiana, en el tabernáculo Branham. Dice en la página 38:

“La misma cosa que Juan vio (Jesús): el Pacto aceptado de Dios alrededor de los Cielos. Y alrededor de El había un arco iris alrededor del Trono, a la semejanza de una esmeralda, de ambar luz verde alrededor del Trono.”

Luego más abajo nos dice… él muestra ahí cuáles son esos colores y luego aquí a mitad de la página, dice:

“Ahora, si Ud. nota, siete. Observe. Siete (dice)… Siete colores, quiero decir, el arco iris de siete colores. ¡Eso significa siete arcos! Siete arcos, siete iglesias reflejando siete luces, cada luz envuelta dentro de la otra.”

O sea, se van entrelazando, la luz de una edad se va entrelazando con la luz de la otra edad que había terminado, y así se van entrelazando los colores del Arco Iris.

Y ahora en las siete edades de la Iglesia, los colores del Arco Iris de Dios del Pacto Divino se van entrelazando de edad en edad. O sea, que para cada edad un color del Arco Iris fue manifestado, y la mitad de un círculo fue manifestado, la mitad de un círculo es un arco; por lo tanto el Arco Iris, vean ustedes, con sus siete colores solamente es la mitad de un círculo con siete colores; sobre el Trono en Apocalipsis, capítulo 4 lo encontramos alrededor del Trono, o sea, que lo que encontramos es, no un arco sino el círculo completo alrededor del Trono. Y en Apocalipsis, capítulo 10, verso 1 encontramos un círculo completo alrededor de la cabeza del Angel Fuerte que desciende del Cielo.

Ahora, durante las siete etapas o edades de la Iglesia encontramos un color del Arco Iris de Dios manifestado en cada edad, y solamente la mitad del círculo del Arco Iris; o sea, la mitad es un arco, si se junta con la otra mitad ya es un círculo completo.

Y ahora, ¿qué significa esto? De edad en edad el Pacto Divino ha estado siendo manifestado y un color del Pacto Divino ha sido manifestado en cada edad. Por eso es que de edad en edad hemos tenido una porción del Espíritu de Dios manifestado en el Mensajero de cada edad; y por eso es que ninguno de los siete ángeles mensajeros fue adoptado en el tiempo en que vivió.

Para una Adopción se necesita una edad donde esté el Arco Iris completo con los siete colores manifestado y el círculo completo.

Ahora continuamos leyendo, dice:

“Dios, en su arco iris de siete colores, Su Pacto que El hizo, un Pacto que probó las Siete Edades de la Iglesia, los siete colores, con que El libraría a la Tierra.

¿Qué haría El? Recuerden, El lo hizo con la Tierra, Su color. Pero ahora vigile. Este arco iris solamente, horizontalmente, solo cubre (en arco), la mitad de la Tierra. Esos son todos los colores del arco iris de Noé, solo cubrió la mitad de la Tierra. Eso era un arco, eso es todo lo que usted puede ver. (Pero cuando Juan lo vio en su color de esmeralda, El rodeó el Trono entero de Dios [o sea, un círculo completo alrededor del Trono con los siete colores]… El rodeó el Trono entero de Dios). Ni la mitad ha sido contado…”

O sea, que durante las siete edades de la Iglesia ni la mitad ha sido contado ¿por qué? Porque solamente cada edad tuvo un color del Arco Iris y no tuvo el círculo completo, o sea, que la otra mitad – no fue revelada esa otra mitad correspondiente a cada edad del Pacto Divino en el Arco Iris.

“Ni la mitad ha sido contada. Su color en la Tierra solo hizo un arco, eso es solo la mitad de ello; esas son las Edades de la Iglesia (las siete edades de la Iglesia).”

Y ahora tenemos a Cristo, el Angel Fuerte que desciende del Cielo, el mismo Angel de Apocalipsis, capítulo 1, en Apocalipsis capítulo 10. ¿Y qué dice el Rvdo. William Branham de ese Angel que es el que viene con el Arco Iris completo, ya no en forma de arco sino en forma de círculo con los siete colores manifestado? Vamos a ver qué dice de este Angel… en la página 57 del “Libro de Los Sellos,” nos dice el Rvdo. William Branham citando al Angel Fuerte de Apocalipsis, capítulo 10, o citando ese pasaje dice:

“Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza…

Ahora, si Ud. se fija bien, notará que esta persona es Cristo, porque aún en el Antiguo Testamento El fue llamado el Angel del Pacto; y El ahora viene directamente a los judíos porque la Iglesia ha llegado a su fin. Bien, ahora continuando:

…y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.

¿Recuerdan el ángel de Apocalipsis capítulo uno? Este es el mismo. Un ángel es un mensajero, y él es un mensajero a Israel. ¿ve usted? La Iglesia está a punto de ser raptada, El viene por su Iglesia.

Y ahora fíjese bien:

y tenía en su mano un librito abierto…”

Y ahora, para el Día Postrero la Venida de Cristo, el Angel Fuerte que desciende del Cielo con el Arco Iris, o sea, con el Arco Iris alrededor de Su cabeza, el Arco Iris, el Pacto Divino, el Espíritu Santo viniendo ahí manifestado con Sus siete colores, estará confirmándole el Pacto a Su Iglesia primeramente y después al pueblo hebreo; porque viene por el pueblo hebreo, es el Mensajero al pueblo hebreo, ese Angel del Pacto, Cristo descendiendo del Cielo. Pero vean ustedes, por cuanto Su Iglesia está aquí todavía en la Tierra El viene por Su Iglesia. Le confirmará el Pacto Divino a Su Iglesia y luego al pueblo hebreo; porque al pueblo le faltan tres años y medio de la semana número 70 de la profecía del Libro de Daniel, del capítulo 9 del Libro de Daniel.

Por lo tanto, Cristo el Angel Fuerte que desciende del Cielo con el Arco Iris alrededor de Su cabeza, en Su Venida viene para confirmarle el Pacto Divino a Su Iglesia primeramente y después al pueblo hebreo, y ahí lo tenemos, a Cristo nuestro José con la vestidura de siete colores, porque la vestidura de siete colores de José representa al Espíritu Santo; y el bautismo del Espíritu Santo es esa vestidura, y es la vestidura de boda para estar en las Bodas del Cordero.

Así que tenemos que entender todos estos simbolismos para poder comprender que la vestidura de siete colores que José tenía es el Espíritu Santo para todos nosotros, y Cristo el Angel Fuerte que desciende del Cielo viene con el Arco Iris alrededor de Su cabeza, viene con el Pacto Divino; y El nos dará, así como nos ha dado un cuerpo teofánico de la sexta dimensión por medio de creer en Cristo como nuestro Salvador, lavar nuestros pecados en Su Sangre y recibir Su Espíritu Santo nos ha dado un cuerpo teofánico que está bajo el Pacto Divino y nos dará un cuerpo físico, eterno, inmortal y glorificado que estará y tendrá ese Pacto Divino del Arco Iris con Sus siete colores; por eso será un cuerpo glorificado, un cuerpo que estará en el Pacto del Arco Iris con sus siete colores. Por lo tanto, la Gloria de Dios estará manifestada en ese cuerpo en cada uno de los escogidos de Dios y en la Iglesia del Señor Jesucristo como Cuerpo Místico de creyentes.

Y ahora, para la Iglesia de Jesucristo como Cuerpo Místico de creyentes la Edad con el Arco Iris alrededor de esa Edad con Sus siete colores, es la Edad de la Piedra Angular, es la Edad del Arco Iris alrededor de la Edad de la Piedra Angular, que es la Edad de la Piedra Angular el Trono de Jesucristo como Edad, donde El tendrá el Mensajero a través del cual El se manifestará en la Edad de la Piedra Angular y donde El también manifestará Su Palabra y los siete colores del Arco Iris.

Vean, todo lo que estaba representado en aquella túnica de diversos colores que le hizo Jacob a su hijo José, su hijo primogénito por Raquel; por eso es que fue José el que recibió la Bendición  de la Primogenitura, el derecho de la Primogenitura lo tuvo José. Y por eso los hijos de José recibieron la bendición tan grande que Jacob les habló: Primero para el menor que era Efraín, Jacob trajo la Bendición mayor y para Manasés que era el mayor trajo la segunda bendición. Manasés representa al pueblo hebreo y Efraín representa a la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y ahora vean ustedes cómo la Bendición de la Primogenitura cómo pasó de Jacob a José a través de la Bendición que le echó Jacob a Efraín y a Manases.

Y para este tiempo final encontramos que esa Bendición tan grande estará manifestada en toda Su plenitud con la Venida del Angel del Pacto, del Angel Fuerte que desciende del Cielo, visitando primeramente a Su Iglesia para confirmarle Su Pacto Divino en donde le estará dando a conocer las cosas que deben suceder en este tiempo final, cosas que no pudieron ser reveladas en las edades pasadas porque ellas tuvieron solamente un color del Arco Iris.

Y luego que le confirme el Pacto a Su Iglesia y adopte a Su Iglesia, adopte a cada miembro de Su Iglesia resucitando los muertos en Cristo en cuerpos eternos y transformándonos a nosotros, luego le confirmará el Pacto al pueblo hebreo, revelándose al pueblo hebreo, y así el pueblo hebreo verá a Cristo con el Arco Iris de los siete colores.

Cristo estará (el Angel Fuerte) manifestado con el Arco Iris de los siete colores, el Pacto Divino, confirmándole Su Pacto al pueblo hebreo, para así el pueblo hebreo entrar al Nuevo Pacto; pues Dios dijo que establecería con Israel un Nuevo Pacto y escribiría Sus leyes en sus corazones y en sus mentes y así también perdonaría sus pecados, y en esa forma el pueblo hebreo representado en los 144 mil escogidos del pueblo hebreo, 12 mil de cada tribu entrará al Nuevo Pacto el cual les será confirmado.

Y así es como Cristo, el Angel Fuerte que desciende del Cielo, el cual es nuestro José, aparece a Su Iglesia y después al pueblo hebreo con la Túnica de siete colores. Y así es como la túnica de José de diversos colores se materializa y se convierte en una realidad en el Programa Divino; porque José representa a Cristo, es el tipo más perfecto de Cristo: representa a Cristo en Su Primera Venida y a Cristo en Su Segunda Venida; hasta tuvo un cambio de territorio: de la tierra de Israel pasó a los gentiles, a la tierra de Egipto, lo encontramos también vistiendo como gentil y lo encontramos con un nombre nuevo; y encontramos que Cristo ascendió al Cielo y recibió un Nombre Nuevo. Vean todas las cosas que fueron reveladas o reflejadas pero no abiertas, no reveladas sino reflejadas en José el hijo de Jacob.

Y ahora podemos ver lo qué es – lo que significaba y lo que significa en el Programa Divino la túnica de José con diferentes colores —digamos—, con siete colores, los colores del Arco Iris: era nada menos que un profeta el cual podía llevar esa túnica de siete colores, y era el amado de Jacob, y era el hijo que había tenido en su vejez, pues tenía 91 años cuando nació José.

En la actualidad personas de 90 años no pueden pensar en tener hijos, pero miren, Jacob con 91 años tuvo a su hijo José y después más adelante tuvo a su hijo Benjamín por medio de Raquel también. José y Benjamín tenían una diferencia de edad de unos 6 años; pues cuando nació José, encontramos que Jacob se quería ir, pero su suegro no quiso que se fuera, y entonces trabajó 6 años más para obtener toda esa riqueza que obtuvo, y luego salió sin permiso y sin hacer saber a su suegro que se iba; pero el Angel le había dado permiso y le había dicho que se fuera.

Y ahora cuando está llegando o cuando llega a la tierra de Israel y está en el camino hacia Belén, encontramos que nació Benjamín; y Jacob salió 6 años después que había nacido José; y ahora, si se tardó en llegar a ese lugar algunos años, pues entonces le llevaba más años José a Benjamín.

Ahora podemos ver esta vida de Jacob y de José como tipo y figura de todo el Programa Divino que Dios llevaría a cabo con el pueblo hebreo y con Su Iglesia. Y podemos ver en José una vestidura de diferentes colores, la cual representaba al Espíritu Santo; el Espíritu de Dios estaba en y estaba con José, pues siendo profeta el Espíritu de Dios estaba con él. Por lo tanto, la vestidura de siete colores le venía muy bien a José como tipo y figura del Espíritu Santo.

Hemos visto este misterio de José con la vestidura de siete colores.

“JOSE CON LA TUNICA DE MUCHOS COLORES.”

Miren todo lo que está ahí reflejado, y todavía podemos continuar, pero ya con lo que hemos escuchado es suficiente por hoy, luego en otras ocasiones, pues veremos más cosas, más detalles, sobre la vida de José, el cual representa a Cristo en Su Primera Venida y en Su Segunda Venida.

Por eso es que el Espíritu Santo que estaba en Jesús, al ser recibido por la persona ha recibido el Sello del Dios vivo, y ha recibido el Pacto de Dios y ha entrado al Pacto Divino, ha recibido esa Luz Divina, ha recibido la Presencia de Dios y se encuentra bajo el Pacto de Dios. Y para el Día Postrero entramos a los siete colores del Arco Iris del Pacto Divino rodeando a la Iglesia de Jesucristo en la Edad de la Piedra Angular, alrededor de la Edad de la Piedra Angular y dentro de la Edad de la Piedra Angular cubriéndolo todo para que nosotros podamos ser adoptados, ser transformados y estar físicamente y plenamente bajo el Pacto Divino con vida eterna física también.

Ahora vean todo lo que estaba reflejado en José con la túnica de muchos colores. “JOSE CON LA TUNICA DE SIETE COLORES.”

Ha sido para mí una bendición grande estar con ustedes dándoles testimonio de:

“JOSE CON LA TUNICA DE MUCHOS COLORES.”

La Venida de Cristo para este tiempo final es con el Arco Iris con los siete colores para así cubrir a Su Iglesia con los siete colores del arco iris, y así ser adoptados en este tiempo final en la Edad de la Piedra Angular.

“JOSE CON LA TUNICA DE MUCHOS COLORES.”

Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también y pronto se complete el Cuerpo Místico de Cristo y todos entren al Pacto de Cristo con Sus siete colores del Arco Iris, y todos seamos transformados juntamente con los muertos en Cristo cuando resuciten, y seamos luego llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Este año 2000 recuerden es un año muy importante, estemos preparados porque no sabemos si este año pueda ocurrir lo que nosotros estamos esperando. Yo no tengo fechas sino que les digo: estemos preparados, porque luego que seamos transformados nadie va a esperar por ninguno que no estuvo preparado para ser transformado. Pero como todos queremos ser transformados e irnos a la Cena de las Bodas del Cordero vamos cada uno hacer nuestra parte para estar listos para nuestra transformación.

Y si se completa el número de los escogidos de Dios este año y estamos listos nosotros para ser transformados, pues seremos transformados, si no, pues será más adelante. Pero nuestro deseo es que sea este año, pues ya estamos deseosos de ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Ahora con esto no les he dicho que va a ser este año o que no va a ser este año, solamente les he dicho que estemos preparados. Yo voy hacer mi parte para estar preparado y cada uno haga su parte para estar preparado porque tenemos que estar viviendo en cada año como si ese fuese el año en que los muertos van a resucitar y nosotros vamos ser transformados.

Así que cada uno haga la parte que le corresponde para estar preparado, sellados con el Sello del Dios vivo, con la vestidura de siete colores que es el bautismo del Espíritu Santo, ese es el Pacto de Dios para cada uno de nosotros como individuos y para la Iglesia del Señor Jesucristo como Cuerpo Místico de creyentes.

Bueno, que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí, y que pronto todos estemos listos para nuestra transformación y que pronto todos seamos transformados. Amén y amén.

Dejo nuevamente con nosotros a nuestro hermano y amigo Félix Caro para continuar y finalizar esta actividad; luego si hay alguna otra actividad también la dará a conocer para que así los que han de estar sepan de la actividad.

Bueno, que Dios les bendiga y les guarde a todos.

[El Hno. William pasa de nuevo al púlpito y habla las siguientes palabras]:

…El martes comienza el próximo mes, y todavía continuaré con ustedes algunos domingos más para continuar compartiendo – todo lo que Dios me dé a mí, lo estaré compartiendo con ustedes, y les estaré mostrando el tiempo tan importante que vivimos y la Bendición tan grande que Dios tiene para cada uno de ustedes y también para mí; les estaré mostrando las Bendiciones que El tiene para ustedes y también les estaré mostrando las Bendiciones que El tiene para mí; y así pues estaremos trabajando unidos en la Obra de Cristo, sabiendo las Bendiciones tan grandes que El tiene para todos nosotros.

“JOSE CON LA TUNICA DE MUCHOS COLORES.”

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