El es nuestra Paz, El es nuestra Felicidad, El es nuestra Salvación, El es nuestra Vida Eterna. En esta ocasión quiero leer en el libro del Apocalipsis (el último libro de la Biblia) donde nos dice en el capítulo 22, versos 16 al 17:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.
Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema para esta ocasión es: “EL TESTIMONIO DE JESUCRISTO.”
“EL TESTIMONIO DE JESUCRISTO.”
Un poquito afectado de la garganta, pero Dios me ayudará. El Profeta Moisés en una ocasión teniendo un problema también para hablar dijo que le buscaran un ayudante, le pidió a Dios un ayudante, pero eso no era conforme al Programa de Dios, fue en la permisiva voluntad de Dios y le trajo problemas. San Pablo quizás para cuando iba a leer entonces tenía que buscar en sus ojos, moverlos y algo, porque tenía problemas en los ojos.
Así que el problema ahora no es tan grave como fue en otros hombres de Dios del pasado.
Así que quizás para que uno no se glorié… pues eso fue lo que San Pablo dijo: “Para que yo no me glorié Dios ha permitido que un aguijón del diablo me bofetee en la cara (en los ojos que era el problema que tenía San Pablo).” Bueno…
“EL TESTIMONIO DE JESUCRISTO.”
En este libro del Apocalipsis también encontramos en el capítulo 1, verso 1 al 3, que nos dice:
“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,
que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.
Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.”
Para tener un cuadro claro del Testimonio de Jesucristo, el cual trae el Angel del Señor Jesucristo, porque viene dando testimonio de Jesucristo: “He aquí, Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”
El viene dando testimonio de Jesucristo y de todo el Programa que Jesucristo estará llevando a cabo en este tiempo final, él viene dando testimonio de todo lo que Cristo hizo en Su Primera Venida, en Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario; viene dando testimonio de todo lo que Cristo ha hecho durante las siete etapas o edades de Su Iglesia, y viene dando testimonio de lo que Cristo estará haciendo en este tiempo final, luego que han transcurrido las siete etapas o edades de la Iglesia.
Y así como él hablará acerca también de lo que Dios hizo en el Antiguo Testamento, pues vendrá dando testimonio de lo que Dios hizo en el Antiguo Testamento también, y cómo se manifestó por medio de los profetas del Antiguo Testamento; y esa fue la revelación de Dios para cada etapa, para cada edad, o dispensación. Así también dará testimonio de la manifestación de Dios en toda Su plenitud en Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario, y la manifestación de Cristo en Espíritu Santo en Sus apóstoles en aquellos tiempos, y la manifestación de Cristo en Espíritu Santo en cada una de las edades a través del Mensajero de cada edad.
Y luego dará testimonio también de Cristo y Su manifestación en el Día Postrero a través de Su Angel Mensajero en medio de Su Iglesia en la Edad de la Piedra Angular. Y dará testimonio del misterio del Séptimo Sello, el misterio de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.
O sea, que viene dando testimonio el Angel del Señor Jesucristo de todo el Programa Divino que El —que Dios— ha llevado a cabo a través de toda la historia Biblica, a través de toda la historia divina, y estará dándonos testimonio de todas las cosas que están prometidas para ser cumplidas en este tiempo final, luego de las siete edades de la Iglesia del Señor Jesucristo; nos mostrará un cuadro claro de todo lo que ya pasó y de todo lo que está pasando en este tiempo final.
Y nos mostrará que así como Cristo en Espíritu Santo se manifestó en los profetas del Antiguo Testamento, y luego en Jesús en toda Su plenitud, y luego en los apóstoles, y luego en cada ángel mensajero en la porción correspondiente a cada edad; estará manifestado en Su Angel Mensajero en el Día Postrero. Del cual el Rvdo. William Branham nos dijo que ese Angel es un Profeta de Dios.
Y ahora vemos lo que dijo el Rvdo. William Branham con relación a este Angel del Señor Jesucristo. El habló en el libro de las “Siete Edades,” y también en el libro de “Los Siete Sellos del Apocalipsis.” En el libro de los “Siete Sellos del Apocalipsis,” en la página 301 y 302 en español, nos dice:
“Noten bien: En el tiempo cuando Dios iba a librar al mundo antes del diluvio, El mandó un águila (o sea, un profeta; porque los profetas están representados en águilas, ese es el ave que representa a los profetas de Dios, y también representa a Dios. El Espíritu Santo está representado en la Paloma, vean ustedes).”
Y ahora, Dios cuando libertó al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto se representó en un águila y también al profeta que usó lo tipificó en el águila. Y por eso Dios dice en el Exodo, capítulo 19… capítulo 19 del Exodo, vamos a leerlo para que tengamos el cuadro claro, y veamos porqué el Rvdo. William Branham habla de águilas aquí en el Programa de Dios. Dice, capítulo 19 del Exodo, verso 4 en adelante, dice:
“Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí.
Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.”
Y aquí podemos ver cómo Dios tomó al pueblo hebreo en alas de águilas, enviando a Moisés, y como ayudante de Moisés estaba Aarón; y la Palabra de Dios estaba en Moisés y Moisés la hablaba a Aarón para que Aarón la repitiera al pueblo hebreo. Dios libertando el pueblo hebreo y llevándolos hasta el monte Sinaí, a donde la Presencia de Dios fue manifestada para darle allí los mandamientos divinos; eso fue Dios trayendo a los hebreos en alas de águilas, bajo el ministerio de Moisés, el cual tenía como ayudante a Aarón. Es el ministerio del Angel del Pacto, del Angel de Jehová, de Jesucristo en teofanía, el Logos a través de un hombre, de un Profeta, llamado Moisés.
Ahora, para Dios llevar a cabo una Obra, El tiene que haber dicho que va a llevar a cabo esa Obra. ¿Y a quién El le dice lo que va a hacer? El se lo hace saber a Sus siervos los profetas. “Porque no hará nada el Señor Jehová sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos Sus profetas.” Amos, capítulo 3, verso 7.
Hay muchas personas que dicen que saben que Dios va a hacer tal y tal cosa; pero vean ustedes, para recibir la revelación de lo que Dios va a hacer la persona tiene que ser un profeta y ser el profeta correspondiente a ese tiempo.
Y ahora, por medio de los profetas de Dios El ha estado dando las profecías correspondientes a los diferentes tiempos, edades y dispensaciones. Cuando llega el cumplimiento para las profecías, Dios tiene siempre en la Tierra un Enviado, un Profeta.
¿Y qué es un profeta? Eso es un hombre con las dos conciencias juntas. Hay muchas personas que quieren ser instrumentos de Dios y quieren ser profetas de Dios, pero los profetas no se hacen profetas sino que ya nacen profetas, son enviados por Dios con las dos conciencias juntas y un espíritu ministerial es operado en ese hombre de Dios; un espíritu teofánico de la sexta dimensión viene para ministrar por medio de carne humana. De eso fue de lo que nos habló San Pablo cuando nos habló de ángeles ministradores en Hebreos, capítulo 1. Y nos dice capítulo 1, verso 7, y capítulo 1, verso 14, dice:
“Ciertamente de los ángeles dice:
El que hace a sus ángeles espíritus,
Y a sus ministros llama de fuego.”
Y en el mismo capítulo 1 de Hebreos, verso 14, dice:
¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de salvación?”
Espíritus ministradores enviados para servicio, para ministrar a los herederos de salvación, o sea, a la Iglesia del Señor Jesucristo. Espíritus ministradores, ángeles ministradores, han sido los siete ángeles mensajeros de las siete edades de la Iglesia del Señor Jesucristo entre los gentiles. Y un Angel Ministrador es el Angel del Señor Jesucristo, el cual fue enviado a Juan para darle la revelación del Apocalipsis en esa forma simbólica.
Y ahora, ese Angel es un águila, porque los mensajeros de Dios, los profetas de Dios están representados en águilas que vuelan y suben a alturas que las demás aves no pueden subir, y pueden ver a unas alturas que las demás aves no pueden ver ni pueden volar, y también pueden mirar desde arriba hacia abajo y ver claramente todo lo que está sucediendo abajo en la Tierra; así son las águilas, porque representan a los profetas de Dios, que pueden ver arriba en la sexta dimensión todo el Programa que Dios les muestra, y luego pueden mirar hacia abajo y pueden ver lo que está sucediendo en la Tierra; y pueden ver que lo que está sucediendo en la Tierra es conforme a cómo está profetizado para ese tiempo, y pueden entonces darle a conocer a la gente lo que está sucediendo, las cosas que deben suceder en ese tiempo conforme a las profecías bíblicas, y luego la gente entonces pueden entender – las cosas que están sucediendo las pueden entender de acuerdo a cómo Dios las ve, no a cómo las ven los políticos o los historiadores, sino como Dios las ve.
Y ahora, cuando Dios iba a destruir al mundo en el tiempo de Noé con un diluvio, ¿qué mandó? Mandó un águila, o sea, un profeta llamado Noé.
Dice:
“En el tiempo cuando Dios iba a librar al mundo antes del diluvio, El mandó un águila. Cuando decidió librar a Israel, también mandó un águila. ¿No cree Ud. (ése águila fue ¿quién? El profeta Moisés)… ¿No cree Ud. que cuando Juan estaba en la Isla de Patmos, este mensaje era tan perfecto que aun no podía ser confiado a un ángel? Ahora, un ángel es un mensajero, pero, ¿sabía Ud. que aquel mensajero era un profeta? ¿Lo creen? Vamos a probarlo. Veamos Apocalipsis capítulo 22, verso 9, para ver si no era un profeta (o ver si era un profeta). El era un ángel, un mensajero, pero era profeta, el cual reveló a Juan completamente este libro de Apocalipsis. Veamos lo que Juan vio:
‘Yo Juan soy el que ha oído y visto estas cosas. Y después que hube oído y visto, me postré para adorar delante de los pies del ángel que me mostraba estas cosas.
Y él (el ángel) me dijo: Mira que no lo hagas (ningún verdadero profeta recibirá adoración, o mensajero alguno): porque yo soy consiervo contigo, y con tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.
Apocalipsis 22, verso 8 al 9.
Ahora, el libro era tan importante, y es la Palabra de Dios. ¡Cuidado! Cuando la Palabra de Dios es revelada, tiene que ser traída por el profeta porque solamente a él llega la Palabra de Dios.”
Y para este tiempo final la Palabra de Dios tiene que ser revelada a la Iglesia de Jesucristo después de las siete etapas o edades de la Iglesia, y solamente puede ser revelada a un profeta y luego ese profeta revelarla a la Iglesia de Jesucristo en el Día Postrero. Por lo tanto la revelación de Jesucristo viene a Su Iglesia en el Día Postrero por medio de un profeta que es Su Angel Mensajero, el cual es un Aguila, el Aguila del Día Postrero, el Aguila del Séptimo Milenio y de la Dispensación del Reino, con la revelación divina de Jesucristo; a través del cual Jesucristo, así como se veló y se reveló por medio de los mensajeros de las siete edades de la Iglesia, estará velándose en Su Angel Mensajero y revelándose por medio de Su Angel Mensajero en este tiempo final.
Y por medio de Su Angel Mensajero será que la revelación de Jesucristo llegará a la Iglesia de Jesucristo en este tiempo final, y con la revelación de Jesucristo en Su Iglesia en el Día Postrero, tendremos las profecías, las Escrituras correspondientes a este tiempo final siendo abiertas a la Iglesia de Jesucristo para poder comprender todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final, y así poder ver el cumplimiento de esas profecías a medida que van siendo cumplidas, y poder comprender lo que será el cumplimiento de las profecías que faltan por ser cumplidas.
Ahora, en este tiempo final, conociendo que este Angel Mensajero del Señor Jesucristo es un Profeta y es el que trae el Mensaje de testimonio para todas las Iglesias, dando testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto y revelando el misterio de Cristo del Día Postrero, el misterio del Séptimo Sello, misterio que está prometido para ser revelado a la Iglesia de Jesucristo. Conforme a las palabras del Rvdo. William Branham, el Séptimo Sello es el misterio de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.
Y ese misterio no lo pudo abrir el Rvdo. William Branham, porque ese misterio (dijo el Rvdo. William Branham) será abierto en este tiempo final por el mismo Cristo en Su manifestación final. Y entonces toda la Iglesia de Jesucristo en la etapa de la Edad de la Piedra Angular podrá comprender ese misterio de Cristo viniendo a Su Iglesia en el Día Postrero. Y Cristo se velará y se revelará en carne humana en Su Angel Mensajero en el Día Postrero.
En la página 256 del libro de “Los Sellos,” dijo el Rvdo William Branham:
“Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la Tierra, El vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será completamente Emmanuel —La Palabra de Dios encarnada en un hombre.—”
Si conseguimos ése hombre, pues estaremos consiguiendo el Instrumento donde Cristo, el Verbo, la Palabra, estará velado y revelado en medio de Su Iglesia, y por obligación ése tiene que ser el Angel Mensajero de Jesucristo para Su Iglesia, para el Día Postrero, para la Edad de la Piedra Angular y para la Dispensación del Reino. El mismo Angel que le dio a Juan el apóstol la revelación del Apocalipsis es enviado a la Iglesia de Jesucristo por el mismo Jesucristo, para darle testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final.
Pero el Angel del Señor Jesucristo no es el Señor Jesucristo, él solamente es el Instrumento de nuestro amado Señor Jesucristo, para Cristo a través de él velarse y revelarse a Su Iglesia y darle a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final, luego de las siete etapas o edades de la Iglesia del Señor Jesucristo entre los gentiles.
Ahora, podemos ver que para este tiempo final tendremos un Aguila nuevamente. Así como Dios envió Sus águilas, Sus profetas, en el Antiguo Testamento y envió a Sus apóstoles en el Nuevo Testamento y a los siete ángeles mensajeros de entre los cuales algunos fueron águilas; como San Pablo fue un profeta, un águila, también Ireneo, y también el Rvdo. William Branham fue un águila, un profeta mensajero.
Pero ahora, para el Día Postrero la promesa es que tendremos un Aguila Mayor, un Profeta dispensacional que es un Profeta mayor que un mensajero de las siete Iglesias o siete edades de la Iglesia.
Ese Angel Mensajero del Señor Jesucristo que le dio a Juan el apóstol la revelación del Apocalipsis, dice el Rvdo. William Branham que es un espíritu de profeta, el cual le dio a Juan la revelación del Apocalipsis. Pero ese Espíritu de Profeta es enviado a la Iglesia de Jesucristo, para darle testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final. Por lo tanto estará en medio de la Iglesia de Jesucristo velado y revelado a través de un cuerpo de carne, como fue con los siete ángeles mensajeros de las siete edades de la Iglesia que fueron ángeles ministradores, espíritus ministradores, los cuales son los siete espíritus de Dios que están delante de la Presencia de Dios, conforme a Apocalipsis, capítulo 1, y también capítulo 4 y capítulo 5. Vamos a leer ahí para que tengamos el cuadro claro de esos siete ángeles mensajeros de Jesucristo. En Apocalipsis, capítulo 1, verso 4, dice:
“Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono.”
Esos siete espíritus que están delante del Trono de Dios, en su manifestación son los mensajeros de las siete edades de la Iglesia, en donde Cristo estaría manifestado de edad en edad.
Apocalipsis, capítulo 4, verso 5, dice:
“Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.”
“Las siete lámparas que son los siete espíritus de Dios.”
En Proverbios, capítulo 20, verso 27, dice:
“Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre,
La cual escudriña lo más profundo del corazón.”
Esa lámpara que es el espíritu del hombre escudriña lo más profundo del corazón. San Pablo en su carta a los Corintios y en otras cartas nos dice que nadie conoció la Mente de Dios sino el Espíritu de Dios; así como nadie conoció las cosas del hombre sino el espíritu del hombre que está en el hombre; así pues nadie conoció las cosas de Dios sino el Espíritu de Dios. Y El es el que nos revela esas cosas; y ahora, las revelas a Sus profetas, Sus mensajeros, de etapa en etapa, de edad en edad.
Y ahora, el espíritu del hombre, el espíritu de estos mensajeros, es lámpara de Jehová. “Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre,” espíritus teofánicos de la sexta dimensión, ángeles mensajeros de Dios, espíritus ministradores para ministrar la Palabra de Dios a la Iglesia de Jesucristo.
“…y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.”
Y en Apocalipsis, capítulo 5, verso 6, dice:
“Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.”
Y ahora, esos siete ojos que están en los siete cuernos del Cordero, el Cordero es Cristo; los siete cuernos con los siete ojos son las siete edades de la Iglesia con Sus siete ángeles mensajeros. En Zacarías también nos habla en el capítulo 3, verso 9, nos habla acerca de los siete ojos… vamos a ver lo que nos dice en el capítulo 3, verso 9:
“Porque he aquí aquella piedra que puse delante de Josué; sobre esta única piedra hay siete ojos; he aquí yo grabaré su escultura, dice Jehová de los ejércitos, y quitaré el pecado de la tierra en un día.”
Y ahora, podemos ver que los siete espíritus de Dios que recorren toda la Tierra son los siete ojos del Cordero, son los siete ojos de esa Piedra que es Cristo, son los siete ángeles mensajeros de las siete edades en los cuales un espíritu ministerial celestial fue manifestado, y ministró la Palabra de Cristo en la edad en que fue enviado cada uno de esos espíritus ministradores.
Y ahora, hemos tenido siete abrir y cerrar de ojos, porque hemos tenido siete ángeles Mensajeros que son los siete Ojos de Dios que recorren toda la Tierra, son los siete ojos del Cordero, los siete ángeles mensajeros del Cordero.
Y ahora, si ustedes ven un cordero con siete cuernos y un ojo en cada cuerno, cualquier persona al identificar cada uno de esos cuernos y el ojo que tiene cada uno de esos cuernos, estará identificando cada una de las siete edades y el mensajero de cada una de las siete edades. Pero recuerden que en adición a los siete ojos en los siete cuernos, todo cordero tiene en su frente dos ojos también.
Ahora, los siete ojos del Cordero en sus cuernos son los siete ángeles mensajeros, pero los dos ojos que tiene el Cordero son los Dos Olivos que están en pie delante del Dios de toda la Tierra, son los Dos Ungidos conforme a Apocalipsis, capítulo 11, verso 3 al 4. Al ser profetas son águilas y son también ojos, porque ojos representa videntes, y son ojos de Cristo, del Cordero, Jesucristo nuestro Salvador, son profetas de Jesucristo. Capítulo 11, verso 3 al 4, dice (de Apocalipsis):
“Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.
Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra.”
Y en Zacarías, capítulo 4, verso 11 en adelante, dice… un poquito antes: verso 10 en adelante de Zacarías, capítulo 4, dice:
“Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces…” El día de las pequeñeces es el día que le toca vivir a cada persona en el cuerpo de carne, mortal, corruptible y temporal; este es el día de las pequeñeces: la vida es corta, es algo pequeño; algunos duran 70 años, otros duran 80, otros duran 90, otros duran 100 o 110 años; pero ya de 100 en adelante se pasa mucho trabajo para vivir, antes pues podían durar más, pero ya no, ya fue acortada la vida del ser humano.
Las riquezas aquí en la Tierra, eso es algo pequeño, es una pequeñez, porque por más que trabaje el ser humano después se muere y no se puede llevar todo lo que ganó en la Tierra. Por eso Jesús dice: “Buscad primeramente el Reino de Dios y Su justicia, las demás cosas serán añadidas.” Cuando la persona busca el Reino de Dios y Su justicia, todo lo que hace en el Reino de Dios se lo lleva para toda la eternidad. ¿Haced tesoros dónde? En el Cielo.
Y ahora, trabajando en la Obra de Cristo hacemos tesoros en el Cielo.
¿Porque de qué le vale al hombre si gana todo el mundo y pierde su alma? De nada le sirvió.
Así que hacer tesoros eso es bueno, pero en el Cielo. Y solamente pueden hacer tesoros en el Cielo aquellos que han buscado y han entrado en el Reino de Dios, han recibido a Cristo como su Salvador, han lavado sus pecados en la Sangre de Cristo y han recibido Su Espíritu Santo; luego de ser bautizados todas esas bendiciones están para todos los que creen en nuestro amado Señor Jesucristo; y ya puede la persona hacer tesoros en el Cielo.
Ahora, podemos ver el tiempo tan grande y maravilloso que estamos viviendo.
Veamos Zacarías, capítulo 4, verso 10, dice… leímos hasta…
“Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada en la mano de Zorobabel (recuerden que Zorobabel era el príncipe descendiente del Rey David; representa a Cristo). Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra.”
¿Ven? Los siete ojos que aparecen aquí en esta Piedra con siete ojos, son los siete ojos de Jehová que recorren toda la Tierra; y luego en el libro del Apocalipsis aparecen también, aparecen como las siete lámparas que están delante de la Presencia de Dios encendidas, son los siete espíritus de Dios que recorren toda la Tierra, y son los siete ojos en los siete cuernos del Cordero:
“Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos dos olivos; a la derecha del candelabro y a su izquierda?
Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué significan las dos ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro vierten de sí aceite como oro?
Y me respondió diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no.
Y él dijo: Estos son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra.”
Los Dos Ungidos son – los Dos Olivos son los ministerios de Moisés y Elías conforme a Apocalipsis, capítulo 11, para ser manifestados en la Tierra en este tiempo final en medio de la Iglesia de Jesucristo y después en medio del pueblo hebreo; y en medio de la Iglesia de Jesucristo estos Dos Ministerios estarán manifestados y también en medio del pueblo hebreo. Porque Jesucristo dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”
En ese Angel de Jesucristo estarán los ministerios prometidos para el Día Postrero, de Moisés por segunda vez, de Elías por quinta vez y de Jesús por segunda vez. O sea, que viene este Angel del Señor Jesucristo en el Espíritu y virtud de Elías, Espíritu y virtud de Jesús, y Espíritu y virtud de Moisés. Pero ni será Elías (literalmente), ni será Moisés ni será Jesús; pero el ministerio de Jesús y el ministerio de Elías y ministerio de Moisés estarán manifestados en el Angel del Señor Jesucristo enviado para dar testimonio de estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final.
Al ver Juan el apóstol esta manifestación tan grande de Cristo operando esos ministerios en Su Angel Mensajero, quiso adorar al Angel, pero el Angel le dijo que no lo hiciera.
El Rvdo. William Branham hablando del ministerio de Elías para ser manifestado por quinta vez en la Tierra, dijo en la pregunta que le hicieron, pregunta número 11, cuando estaba predicando acerca de Los Sellos, en el libro de “Los Sellos,” aquí aparece pregunta número 11, en la página 399, donde le preguntaron:
“11. El Elías que viene a predicar a los judíos, ¿es el verdadero Elías que estuvo en los días de Acab, o será solamente el espíritu de Elías en otro hombre? (La contestación fue:) Yo he pensado que será un hombre de este tiempo ungido con ese espíritu.”
Y cuando nos habla del Jinete del Caballo blanco de Apocalipsis 19, en la página 256 que leímos hace unos momentos atrás. Dice:
“Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la Tierra, El vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será completamente Emmanuel —La Palabra de Dios encarnada en un hombre.—”
Y ahí estará el ministerio de Jesús operando en ese velo de carne en donde estará Cristo, el Angel del Pacto, en Espíritu Santo manifestado, operando el ministerio de Jesús en este tiempo final. Ya hemos visto que el ministerio de Jesús y el ministerio de Elías estarán siendo manifestados en la Tierra en carne humana en un hombre de este tiempo final, y también el ministerio de Moisés estará siendo operado por el Espíritu Santo en un hombre de este tiempo final.
Vean lo que continua diciendo el Rvdo. William Branham, en la misma página 399, dice:
“Yo he pensado que será un hombre de este tiempo ungido con ese espíritu; porque allá, cuando Elías ya había subido y Eliseo se encontró con los hijos de los profetas, ellos dijeron: ‘El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo.’ Es que Eliseo obró igual a Elías.”
Y en la página 449 del libro de “Los Sellos,” También dice:
“El único Espíritu que ha estado sobre la Tierra, que yo sepa, tendría que ser Elías, como fue en su tiempo; y así fue predicho que sería, porque Su Espíritu fue nada menos que el Espíritu de Cristo. Cuando Cristo vino, El fue la plenitud, fue el Dios de los profetas.”
Ahora vean ustedes que el que tiene ministerios es el Espíritu Santo, y El cuando se manifiesta en carne humana puede operar el ministerio que El desee: puede operar de nuevo el ministerio de Moisés por segunda vez, puede operar el ministerio de Jesús por segunda vez, y puede operar el ministerio de Elías por quinta vez.
Ahora, esto tiene que ser hecho no en las personas que quieran que Dios los usé y opere ese ministerio en ellos, sino en el hombre elegido por Dios desde antes de la fundación del mundo, y ése es el Angel del Señor Jesucristo.
Y siendo que Elías en su cuarta manifestación dijo: “Yo recorreré esta senda una vez más.” El Ministerio de Elías recorrerá la senda ministerial una vez más, o sea, por quinta vez. Por eso es que el Rvdo. William Branham en el Mensaje titulado: “El único lugar provisto por Dios para adorar,” página 1 y 2 dijo de la siguiente manera… aquí tenemos un extracto de lo que él dijo allí, este extracto lo tenemos en el libro de “Citas,” página 166, párrafo 1485, donde dice:
“Yo estaba poniéndome bastante viejo y pensé: ‘Habrá otro avivamiento, veré otro tiempo?’ Y tan sólo recuerden, del oeste vendrá un jinete en un caballo blanco. Cabalgaremos esta senda otra vez. Eso es correcto. Tan pronto como estemos listos. Ven Uds. es una promesa.”
Si es una promesa tiene que estar en la Biblia, y la promesa de un Jinete en un Caballo blanco, el cual es el Verbo haciéndose carne, está en Apocalipsis, capítulo 19, y esa será la Palabra hecha carne en un hombre. Y en ese Jinete vendrá el misterio de Elías manifestado por quinta ocasión, con el ministerio de Jesús manifestado por segunda ocasión y el ministerio de Moisés manifestado por segunda ocasión. ¿Vieron lo sencillo que es todo?
Por eso ustedes encontrarán al Rvdo. William Branham diciendo: “Yo recorreré esta senda, este camino, una vez más.” Eso es el ministerio de Elías recorriendo el camino ministerial por quinta ocasión, con el ministerio de Moisés por segunda ocasión, son los Dos Olivos y los Dos Candeleros que están en pie delante del Dios de toda la Tierra, son los Dos Ungidos que están en pie delante del Dios de toda la Tierra, como también están en pie delante de Dios las siete lámparas de fuego encendidas delante de Dios.
Ahora, podemos ver claramente ese misterio prometido para ser manifestado en el Día Postrero en carne humana, por Cristo, el Angel del Pacto, el Espíritu Santo, a través de Su Angel Mensajero. Ese es el Angel prometido por Dios para Su Iglesia, para el Día Postrero, para darles testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto y así ser llamados los escogidos de Dios, juntados y preparados para ser transformados en este tiempo final. Así es como los escogidos de Dios reciben la fe para ser transformados y raptados en este tiempo final. Así es como los escogidos de Dios reciben la fe, la revelación, para ser trasformados y raptados, que es la fe, la revelación del Séptimo Sello, la revelación que nos dan los Truenos de Apocalipsis, capítulo 10; y los Truenos de Apocalipsis, capítulo 10, son nada menos que la Voz de Cristo, el Angel del Pacto, clamando como cuando ruge un león y siete Truenos emitiendo Sus voces. Esa es la Voz de Cristo revelándonos el misterio del Séptimo Sello.
¿Y cómo Cristo nos hablará en este tiempo final? Pues el Espíritu Santo, Cristo, el Angel del Pacto, estará velado en carne humana. Cristo, el Verbo, la Palabra, velado en carne humana y revelado a través de carne humana, hablándonos todas estas cosas que deben suceder pronto, y así revelándonos el misterio del Séptimo Sello, el misterio de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.
Y así como con la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario, El ha realizado nuestra liberación espiritual, y al creer en Cristo como nuestro Salvador, lavar nuestros pecados en Su Sangre y recibir Su Espíritu Santo luego de ser bautizados, obtenemos el nuevo nacimiento y obtenemos un cuerpo teofánico de la sexta dimensión; porque tenemos la fe, la fe para obtener el nuevo nacimiento, y para así obtener el cuerpo teofánico de la sexta dimensión; esa es la fe, la revelación, de la Primera Venida de Cristo como Cordero de Dios muriendo en la Cruz del Calvario, es la Venida del Angel del Pacto en carne humana dos mil años atrás y muriendo en la Cruz del Calvario en Su Obra de Redención.
Y ahora, con la revelación de la Segunda Venida de Cristo —revelación es fe— recibimos la fe, la revelación, para ser transformados y recibir el cuerpo eterno, inmortal, e incorruptible que Cristo ha prometido para cada uno de ustedes y para mí también. Los que estén vivos y queden hasta ver la Venida del Señor y permanezcan vivos hasta que Cristo resucite a los muertos creyentes en El, serán las personas que serán transformadas en el tiempo final.
Vean, en el libro de “Citas,” página 47, párrafo 402, dice el Rvdo. William Branham:
“Y nosotros que vivimos y hayamos quedado hasta la Venida del Señor, no evitaremos o impediremos a los que duermen. Esos preciosos hermanos que sellaron su testimonio con Su Sangre. ‘No impediremos o estorbaremos a los que duermen, porque sonará la Trompeta.’ Algo acontecerá, ese algo Evangélico sonará, el anuncio de Su Venida.”
¿Qué estará sonando? Esa Trompeta final o Gran Voz de Trompeta estará sonando, predicando, la Segunda Venida de Cristo. La Segunda Venida de Cristo como Rey de reyes y Señor de señores, como León de la tribu de Judá, como el León de la tribu de Judá. El león representa o es el rey de la selva, es el rey de todos los animales, y Jesucristo es el Rey de reyes y Señor de señores.
Y ahora, en la página 130, dice, párrafo 1164 del libro de “Citas,” dice el Rvdo. William Branham, en este extracto que tenemos aquí… este extracto está tomado del Mensaje: “Cisternas rotas,” página 33. Dice:
“Recuerden que los que están vivos y queden no impedirán a los que están durmiendo, porque la Trompeta de Dios, esa última Trompeta (la sexta acaba de tocar), y esa última Trompeta como el último Sello, será la Venida del Señor; tocará (o sea, sonará), y los muertos en Cristo se levantarán primero.”
Esa Trompeta final o Gran Voz de Trompeta, como el último Sello, es la Venida del Señor; o sea, que la séptima Trompeta de Apocalipsis, capítulo 11, verso 15, y el Séptimo Sello de Apocalipsis, capítulo 8, verso 1, es la Venida del Señor. “Sonará.” Pues está prometido que la Trompeta final sonará, la Trompeta final o Gran Voz de Trompeta con la cual son llamados y juntados todos los escogidos y completado así el Cuerpo Místico de Cristo, para luego Cristo resucitar a los muertos creyentes en El, y luego transformarnos a nosotros en este tiempo final.
¿Porque no pudo ser transformada físicamente la Iglesia de Jesucristo, los miembros de la Iglesia de Jesucristo, y solamente una transformación interior fue la que ocurrió de edad en edad? Porque ellos solamente tenían la revelación divina de la Primera Venida de Cristo. Ellos solamente tenían la revelación divina para esa transformación espiritual interior, en donde obtenían el nuevo nacimiento y obtenían un cuerpo teofánico de la sexta dimensión.
Y nosotros también tenemos esa revelación, para poder obtener el nuevo nacimiento, y obtener un espíritu teofánico de la sexta dimensión, pero en adición tendríamos la revelación de la Segunda Venida de Cristo, para obtener también la transformación exterior, la transformación del cuerpo, y obtener así el cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado para toda la eternidad, que será jovencito para toda la eternidad, así como es jovencito el cuerpo teofánico. Es jovencito para los niños, para los jóvenes y para los adultos también.
Por eso cuando la niñita del Rvdo. William Branham partió siendo una bebe, cuando luego él la vio en el Paraíso, él vio una joven como de 18 años de edad, que le dijo: “Papá.” Y él le dice: “¿Por qué me dices papá? (O sea…) ¿Por qué me dices papá, si tu eres una joven casi como yo?” pues él estaba también en su cuerpo teofánico, en donde él pues estaba cono todo su cabello también. Y esta jovencita le dice: “Papá yo soy tu niña Sharon Rose. Allá en la Tierra yo era tu niña, era una bebe, pero aquí no hay niños, aquí es el Paraíso.” O sea, el Hermano Branham no sabía dónde estaba, y había pasado al Paraíso en ese sueño en donde Dios lo consoló mostrándole a su niñita que había partido y a su esposa también.
Y ella le dijo: “Esto es el Paraíso y aquí no hay niños, todos son jóvenes.” Por eso después cuando fue en otra ocasión y vio a sus convertidos y vio también a su esposa Hope que es “Esperanza,” él la vio jovencita, aunque ella había partido jovencita también, y vio a los demás convertidos a Cristo bajo su ministerio, jovencitos allí (los que habían ya partido). Y vio a una hermana que había sido una ancianita como de 90 años y era una joven hermosa allí en el cuerpo teofánico estando en el Paraíso, y el hermano Branham no la conoció, porque cuando él la conoció en la Tierra era una ancianita.
Pero el Angel le dijo: “¿La conoces?” El dijo: “No.” — “Ella es una de tus convertidas que tenía 90 años cuando fue convertida a Cristo.” O sea, casi en los últimos días de su vida. Y por eso decía ella y todos los demás: “Si no hubieras ido, nosotros no estaríamos aquí.”
Por eso es que tenemos que ir para llevar el Mensaje, para que reciban a Cristo como Su Salvador, laven sus pecados en la Sangre de Cristo, sean bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo en agua y reciban el Espíritu Santo, y así obtengan el nuevo nacimiento; y puedan ir al Paraíso si mueren físicamente, y puedan ahí permanecer esperando la resurrección. Pero si ocurre la resurrección de los muertos en Cristo, nosotros los que vivimos seremos transformados y tendremos también un cuerpo glorificado como el cuerpo de los santos que han de resucitar en cuerpos eternos; y todos tendremos un cuerpo glorificado como el cuerpo de Jesucristo, y también un Espíritu teofánico como el de Jesucristo.
Un cuerpo teofánico o espíritu teofánico es un cuerpo de la sexta dimensión, parecido a nuestro cuerpo pero jovencito, eterno, y es un cuerpo angelical. Por eso es que en el Paraíso todos son como los ángeles, porque están en cuerpos angelicales y no tienen necesidad ni de comer, ni de beber, ni de dormir, ni de trabajar; ya descansaron de todas esas cosas que aquí en la Tierra ellos hacían cuando vivieron aquí en la Tierra. Pero ellos están deseosos por regresar a la Tierra, de regresar a la Tierra. Y le dijeron al Rvdo. William Branham: “Cuando tu seas juzgado…”
El Hermano Branham quería ver a Jesús, y le dijeron: “Ahora no lo puedes ver, El está más arriba (¿Y qué significa eso ‘más arriba’?), está en la séptima dimensión en el Trono del Padre haciendo Intercesión. Pero El vendrá a ti y entonces te juzgará.” Se sorprendió. El quería ver a Jesús, y ahora le dicen: “El va a venir y te va a juzgar.” Y ahí se asustó; se asusta cualquiera aunque esté allá en el Paraíso.
Y entonces pregunta que si los demás mensajeros van a ser juzgados como San Pablo, y le dicen que sí; y le dicen: “Pero tu serás juzgado porque tu fuiste un líder en la Tierra.” O sea, que los líderes religiosos son juzgados, los mensajeros de las siete edades son juzgados, porque fueron líderes, el líder de su edad a través del cual el Espíritu de Dios fue manifestado; y son juzgados por lo que predicaron.
Y ahora, le dicen: “Y si tu eres juzgado y entras (o sea, ‘si sales bien’) entonces nosotros entraremos contigo y seremos tus súbditos.”
Y ahora, vean ustedes todo lo que están esperando allá en el Paraíso. Le dijeron a él que ellos allí estaban esperando la Venida del Señor. ¿Y no estaban esperando la Venida del Señor también en el Paraíso, Abraham, Isaac y Jacob en la Primera Venida de Cristo? Claro que sí.
Ahora, podemos ver que para la resurrección de ellos, Cristo tenía que pasar por el Paraíso, pasó y resucitaron los santos del Antiguo Testamento. Cristo pasará por el Paraíso, la sexta dimensión, juzgará a los siete ángeles mensajeros, y resucitarán, y los santos del Nuevo Testamento resucitarán con Sus mensajeros; y nosotros los que vivimos los veremos y seremos transformados, y entonces estará completo el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, y completo en cuerpos inmortales, cuerpos glorificados iguales al cuerpo de nuestro amado Señor Jesucristo, y ahí estará cumplida plenamente la promesa de Cristo cuando dijo en San Juan, capítulo 12, verso 24: “Si el grano de trigo no cae en Tierra y muere, él solo queda; pero si cae en Tierra y muere mucho fruto lleva.” El Grano de Trigo que tenía que caer en Tierra y morir era Jesucristo, el Hijo del Hombre, el Hijo de Dios, y murió, ¿para qué? Para llevar mucho fruto, para llevar muchos hijos e hijas de Dios perfectos, a imagen y semejanza de Jesucristo, el Grano de Trigo que fue sembrado en Tierra.
Es en el tiempo final donde el Grano de Trigo, Jesucristo, en Su reproducción de hijos e hijas de Dios tendrá el fruto del Grano de Trigo, Jesucristo, el cual luego nació en la forma de una Planta de Trigo que es Su Iglesia. En Su Iglesia que es la Planta del Grano de Trigo, es que han estado los granos de trigo, los hijos e hijas de Dios naciendo, y para el tiempo final llegarán a madurez, y llegarán a ser a imagen y semejanza de nuestro amado Señor Jesucristo, y así se completará la Iglesia de Jesucristo, y estaremos todos iguales a nuestro amado Señor Jesucristo.
Ahora, podemos ver el Programa Divino correspondiente a este tiempo final, y podemos ver EL TESTIMONIO DE JESUCRISTO. Y el Angel del Señor Jesucristo dando testimonio de estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final.
En Apocalipsis, capítulo 15, encontramos a una multitud de personas sobre un mar de vidrio, son las vírgenes insensatas o vírgenes fatuas que pasan por la gran tribulación; esa misma multitud que aparece en Apocalipsis, capítulo 7, versos 8 en adelante, vamos a ver… solamente les estoy dando las citas, después ustedes pueden buscar en sus hogares… verso 9 en adelante, 9 al 17… está una multitud que nadie puede contar, con palmas en sus manos, las cuales vienen, salen, de la gran tribulación, son las vírgenes insensatas que no tenían aceite en sus lámparas, habían creído en Cristo, pero no habían recibido el Espíritu Santo; y para el tiempo final esas vírgenes insensatas van a recibir el Mensaje, el Testimonio, que estará trayendo el Angel del Señor Jesucristo, y entonces tendrán el cántico de Moisés, Siervo de Dios, y del Cordero. Y así esas vírgenes insensatas pasarán por la gran tribulación pero darán sus vidas por Cristo.
También hay 144 mil hebreos en el capítulo 7 del Apocalipsis y el capítulo 14, verso 1 en adelante, que son llamados, juntados y sellados con el Sello del Dios vivo por el Angel del Señor Jesucristo, y pasarán también por la gran tribulación.
Pero están los santos de la Iglesia de Jesucristo, los escogidos de Dios, los cuales en este tiempo final conforme a Apocalipsis, capítulo 1, verso 10 al 11, y Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, y Apocalipsis 22, verso 6, y Apocalipsis 22, verso 16, estarán escuchando la Gran Voz de Trompeta, la Voz de Cristo, dándonos a conocer por medio de Su Angel todas estas cosas que deben suceder pronto, y así son llamados y juntados todos los escogidos de Dios, y preparados para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero antes que comience la gran tribulación.
De los que están vivos en el Día Postrero, esos son los que no pasan por la gran tribulación, esos son los que son transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, porque ellos estarán recibiendo el Mensaje de Jesucristo enviado a través de Su Angel Mensajero, el cual es enviado para dar testimonio de estas cosas que deben suceder pronto, dar testimonio de estas cosas en todas las Iglesias.
Y ahora, hemos visto: “EL TESTIMONIO DE JESUCRISTO”; y viene por medio de Su Angel Mensajero en este tiempo final.
En Apocalipsis, capítulo 1, verso 1 al 2, dice… o 1 al 3, dice:
“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan.”
La revelación de Jesucristo es dada al Angel del Señor Jesucristo para darla a conocer a todos los hijos e hijas de Dios del Cuerpo Místico de Cristo y en el Cuerpo Místico de Cristo que es Su Iglesia, y después al pueblo hebreo. Este libro del Apocalipsis, el cual fue revelado en símbolos por el Angel de Jesucristo a Juan el Apóstol, contiene las profecías en forma simbólica de todas las cosas que sucederían de los tiempos de Cristo y los apóstoles hasta este tiempo final, y también para el milenio y para la eternidad.
Esos símbolos tienen un significado, y todos estos misterios correspondientes a este tiempo final serán abiertos a la Iglesia de Jesucristo, y entonces conoceremos estos símbolos que no fueron abiertos en edades pasadas, que no fueron abiertos por el Rvdo. William Branham cuando predicó acerca de “Las Edades,” y de “Los Sellos,” y en otros Mensajes. Pero serán abiertos los misterios correspondientes a este tiempo final, y entonces los entendidos entenderán, los escogidos de Dios entenderán todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final, entenderán el misterio del Séptimo Sello, el misterio de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, Rey de reyes y Señor de señores; o sea, que entenderán la Venida del Hijo del Hombre como en los días de Noé; porque estos días son paralelos a los días de Noé, y también paralelos a los días de Lot.
Entenderán la Venida del Hijo de Hombre con Sus ángeles, entenderán la Venida de Cristo con Sus ángeles, los Dos Olivos: Moisés y Elías. Entenderán ese misterio y entonces entenderán el ministerio de Moisés por segunda vez, el ministerio de Jesús por segunda vez y el ministerio de Elías por quinta vez, y entonces entenderán que Cristo en Espíritu Santo estará manifestado en Su Angel Mensajero operando estos ministerios en este tiempo final en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, y después los operará en medio del pueblo hebreo.
Y el pueblo hebreo por cuanto lo que está esperando es un hombre, un Profeta, en el cual estará Dios manifestado; cuando lo vean a El manifestado operando los ministerios de Moisés, Elías y Jesús, dirán: “Este es al que nosotros estamos esperando.” Y El viene con un Nombre Nuevo.
Vean lo que dijo el Rvdo. William Branham en la página 2-A del libro de “Citas,” lo cual es un extracto del Mensaje… un extracto del Mensaje: “Proezas de fe,” predicado en el 1953, dice:
“El se levantó y ascendió, recibió un Nuevo Nombre que nadie conocía; entonces yo lo veo a El viniendo en su poder.
Ahora, si esa fe puede venir en ese tiempo, ¿por qué no puede quedarse todo el tiempo?…”
Y ahí nos habla de la fe de Rapto y de la fe para llevar a cabo todas esas maravillas. También nos habla en esta misma página 2-A, leí el verso o párrafo 11, ahora leo en el párrafo 15, donde dice:
“Y el poder del evangelio volverá a los Judíos. Entonces allí habrá un avivamiento entre aquellos judíos que llevarán miles y decenas de miles, 144,000 al Reino de Dios, serán sellados por el Angel. Y allí mismo, tan pronto como el ángel empiece a sellar a esos 144,000 la Puerta de la Iglesia Gentil es cerrada y los judíos llevan el Espíritu Santo a los judíos. ¡Y ellos tendrán un avivamiento que barrerá al mundo entero! Y el Poder de Dios será manifestado entre los judíos.”
Y ahora, leemos en la página 14, del libro de “Las Edades,” donde dice el Rvdo. William Branham, por el Espíritu Santo dice en la página 14:
“El tiempo…” vamos a ver si es… o la 30… vamos a ver la 30, la 14 también nos habla de este tiempo, pero la página 30 dice:
“Ahora, cuándo volverá el Evangelio a los judíos? Cuando se haya terminado la dispensación de los gentiles. El Evangelio está listo para volver a los judíos. Oh, si tan solo les pudiera decir algo que está a punto de suceder hoy, en este nuestro día. Esta gran cosa que va a suceder recorrerá hasta Apocalipsis 11; y aquellos dos testigos, aquellos dos profetas, Moisés y Elías, trayendo de nuevo el Evangelio a los judíos. Estamos listos. Todo está en orden. Igual como los judíos trajeron el Evangelio a los gentiles, así los gentiles se lo llevarán de regreso a los judíos, y el Rapto sucederá.”
Y ahora, ¿cómo regresará el Evangelio a los judíos? Por medio de Apocalipsis 11, o sea, por medio del ministerio de los Dos Olivos, por medio de los ministerios de Moisés y Elías, siendo manifestados en un hombre de este tiempo final, será el Espíritu Santo manifestado en un hombre del Día Postrero operando esos ministerios, y ese hombre tiene que ser un profeta, porque toda revelación tiene que venir a un profeta. “Porque no hará nada el Señor Jehová sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos Sus profetas.”
Y nadie puede recorrer ese camino ministerial profético prometido para el Día Postrero, sino el Angel del Señor Jesucristo. Ninguna otra persona podrá decir: “Esto es sencillo, yo voy a ir al pueblo hebreo y les voy a dar el Mensaje y ellos van a creer.” Si no pudo hacerlo San Pablo, ni San Pedro, tampoco lo podrá hacer ninguna otra persona, porque tiene que ser de acuerdo a la Palabra prometida; eso es lo único que Dios respaldará. El respaldará a Su enviado a través del cual El cumplirá esa profecía, El respaldará a Su Angel Mensajero en el tiempo en que esta promesa debe ser cumplida.
Tiene que ser de acuerdo al hombre escogido de Dios para ese propósito, y tiene que ser en el tiempo correcto y en la temporada correcta, tiene que ser en la Dispensación correcta, y la Edad correcta, y la Edad correcta es la Edad de la Piedra Angular, en este entrelace de la Dispensación del Reino con la Dispensación de la Gracia, y tiene que ser con el Mensaje correcto que es el Evangelio del Reino, y tiene que ser con y en el Mensajero correcto que es el Angel del Señor Jesucristo.
Así que todo tiene que ser de acuerdo a como Dios lo tiene en Su Programa, sino no va a producir el resultado profético que está aquí prometido.
Así que nadie podrá recorrer esa senda, ese camino profético, si Dios no es con él.
¿Y con quién Dios va a hacer para recorrer ese camino? Será con Su Angel Mensajero. Ninguna otra persona podrá recorrer esa senda, tiene que ser el Jinete del Caballo blanco de Apocalipsis 19, y eso es el Verbo, la Palabra, encarnada en un hombre de este tiempo final, y ese es el Angel del Señor Jesucristo enviado para dar testimonio de estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final, ése es el que viene con el testimonio de Jesucristo.
Ha sido para mi un privilegio grande estar con ustedes dándoles testimonio de Jesucristo. El Espíritu de la profecía es el Espíritu Santo, el cual ha dado todas estas profecías y estos ministerios a todos los profetas del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, y todavía en el Nuevo Testamento tiene un ministerio final para operarlo a través de carne humana. Digo “un ministerio,” porque es un ministerio triple, un ministerio en el cual estará siendo operado el ministerio de Elías, el ministerio de Moisés y el ministerio de Jesús; por eso es un ministerio triple; o sea, que viene con una triple porción ese Angel del Señor Jesucristo: viene con la porción de Elías por quinta vez, con la porción de Jesús por segunda vez, y con la porción de Moisés por segunda vez.
En la Primera Venida de Cristo se cumplió: “Profeta como yo os levantará el Señor vuestro Dios, a él oiréis”; o sea, un profeta como Moisés, no sería Moisés literalmente, Jesús cumplió esa profecía en Su Primera Venida, y para el Día Postrero en Su Segunda Venida cuando esté manifestándose en el tiempo final, cumplirá de nuevo esa profecía; y un profeta como Moisés, el ministerio de Moisés por segunda vez siendo operado en la Tierra, y el ministerio de Jesús por segunda vez siendo operado en la Tierra, y el ministerio de Elías operado por quinta vez en esta Tierra en el mismo Angel del Señor Jesucristo, porque Dios no tiene dos profetas mayores al mismo tiempo, para una misma edad o para una misma dispensación.
¿Qué sucedería si en la Tierra Dios tuviese dos profetas mayores al mismo tiempo? Miren lo que sucedió en el tiempo de Juan el Bautista y de Jesús: unos seguían a Juan y otros seguían a Jesús. ¿Y si tiene tres profetas al mismo tiempo? Pues unos seguirán a uno y otros seguirán a otro y otros seguirán al otro.
En el monte de la transfiguración cuando Pedro dio el consejo de que hicieran allí tres enramadas, o sea, tres lugares: uno para Elías, otro para Moisés y otro para Jesús. Allí subirían unos para seguir a Elías, otros para seguir a Moisés y otros para seguir a Jesús. Pero la Voz del Cielo, desde la nube, la Columna de fuego, dijo: “Este es mi Hijo amado en el cual tengo contentamiento, a El oíd.” Y después vieron solamente a Uno: a Jesús.
Y ahora, podemos ver que ese misterio de Moisés, Elías y Jesús, al verlo siendo cumplido estaremos viendo a Uno solo, estaremos viendo a Cristo, el Angel del Pacto, manifestado en Uno solo: en Su Angel Mensajero. Y cuando sea adoptado el Angel del Jesucristo estará en toda Su plenitud el cumplimiento de Moisés, Elías y Jesús; los ministerios de Moisés, Elías y Jesús siendo manifestados en toda Su plenitud, y para esa etapa ya vendrá esa etapa con grandes señales, maravillas y milagros. Mientras tanto, Cristo, el Angel del Pacto, nos da a conocer por medio de los ministerios de Moisés, Elías y Jesús todas estas cosas que deben suceder pronto, y nos abre las Escrituras, nos revela estos misterios, llama y junta a Sus escogidos con la Gran Voz de Trompeta; porque enviará Sus ángeles con Gran Voz de Trompeta y juntarán a Sus escogidos, y los escogidos entre los gentiles son llamados y juntados para recibir la fe, la revelación para ser transformados y raptados.
Y luego serán llamados y juntados los escogidos del pueblo hebreo, y para ese llamado ahí si veremos señales y maravillas grandes, porque para ese tiempo ya Cristo habrá adoptado a Su Angel Mensajero. Por lo tanto será un ministerio ya adoptado que no tendrá limitaciones, y todo lo que fue visto por el Rvdo. William Branham en la Visión de la Carpa será visto materializado en el ministerio del Angel del Señor Jesucristo, donde Cristo estará manifestado en toda Su plenitud, y donde Cristo cuando ya esté llevando a cabo por medio de Su Angel esas señales grandes ya habrá salido del Trono de Intercesión; pero antes nos da a conocer todas estas cosas y nos prepara para ser transformados. Esto es lo que fue prometido para ser llamados, juntados y preparados nosotros para ser transformados en este tiempo final.
No es los que vean señales los que serán transformados, sino los que vean la Venida del Señor, los que vean la Venida del Señor, los que tengan esa revelación para ser preparados y transformados en este tiempo final; esos son los que en este tiempo final tendrán EL TESTIMONIO DE JESUCRISTO, tendrán la revelación divina de la Primera Venida de Cristo y de la Segunda Venida de Cristo.
Hemos visto el misterio del testimonio de Jesucristo, y hemos visto el Angel Mensajero que viene dando testimonio de Jesucristo, y viene dando testimonio de la Primera Venida de Cristo y de la Segunda Venida de Cristo, dando testimonio de la Primera Venida de Cristo como el Cordero de Dios quitando el pecado del mundo en la Cruz del Calvario, y viene dando testimonio de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.
“EL TESTIMONIO DE JESUCRISTO.”
Ha sido para mi un privilegio grande estar con ustedes dándoles testimonio de Jesucristo en este tiempo final. Nuevamente tendremos el cántico, y pasará nuestro amado Hermano Miguel Bermúdez Marín para finalizar nuestra parte en esta ocasión.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde, y con nosotros el cántico y también Miguel Bermúdez Marín.
“EL TESTIMONIO DE JESUCRISTO.”