Los héroes de la Fé

Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes aquí en Luna, Ciudad México, Distrito Federal de la República Mexicana; es para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta noche para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Reciban también saludos de Erica y América quienes les aman grandemente.

Para esta ocasión quiero leer en la carta de San Pablo a los Hebreos, capítulo 11. Leemos del 1 al 4 y luego capítulo 11 también, versos 32 al 39. Dice:

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.

Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.

Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella…” Continuamos, dice:

“Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.”

Y  luego en el mismo capítulo 11, versos 32 en adelante, dice:

“¿Y qué más digo?…” Ya mencionó un sinnúmero de personajes que han sido los héroes de la fe del Antiguo Testamento, y luego dice:

“¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas;

que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones,

apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.

Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección.

Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles.

Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados;

de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por todas las cavernas de la tierra.

Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido;

proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.”

Estos son los héroes de la fe de los cuales habla San Pablo, héroes de la fe del Antiguo Testamento, y no los menciona todos porque el tiempo le faltó.

Y ahora, nuestro tema es: “LOS HEROES DE LA FE.”

Veremos rápidamente los héroes de la fe del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, y entonces veremos los héroes de la fe de este tiempo final.

Podemos ver a través de la Escritura que los héroes de la fe mencionados aquí, entraron a la dispensación y edad correspondiente al tiempo en que ellos estaban viviendo.

Ahora, vean ustedes, hubo personas que no eran del pueblo hebreo pero por cuanto creyeron en el Dios del pueblo hebreo como Rahab, y recibieron a los enviados, a los espías; por consiguiente ella entró a esa dispensación y entró a esa edad porque ella creyó; y por la fe, vean ustedes, entró al Programa Divino y fue bendecida por Dios.

Encontramos que para ser un héroe de la fe, la persona tiene que entrar a la edad que le corresponde para ese tiempo y a la dispensación que le corresponde para ese tiempo, y ser un creyente en el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, porque sin fe es imposible agradar a Dios y sin fe es imposible ser un héroe de la fe. Fe es revelación.

Y ahora, no se puede tener fe sin tener – sin que sea revelación.

Y ahora vean ustedes, Dios se revela a cada héroe de la fe en cada tiempo y él obtiene la revelación divina correspondiente a su edad y a su dispensación, y esa persona conforme a esa revelación divina: actúa, obra, trabaja y obtiene la victoria y viene a ser un héroe de la fe.

Vean ustedes por ejemplo al rey David cuando era un muchachito, un joven ya ungido por el profeta Samuel como rey, luego se enfrentó a Goliat, porque él tenía la revelación de Dios de que él era el rey de Israel el cual se sentaría en el trono; y ahora por consiguiente, él se enfrentaría a todos los peligros y no moriría porque él tenía la revelación de que él se sentaría en el trono y reinaría sobre el pueblo hebreo; por lo tanto él con esa revelación podía caminar hacía adelante y vencer cualquier problema que le apareciera a él.

Y ahora vean ustedes, valientemente él se enfrentó a Goliat, sabiendo que él obtendría la victoria sobre aquel incircunciso, hijo de los gigantes y descendientes por consiguiente de Caín.

Goliat pues, es tipo y figura del anticristo, el cual será vencido por Cristo el Hijo de David, en la manifestación final de Cristo, para sentarse Cristo sobre el Trono de David y con El se sentará el Vencedor.

Y ahora, podemos ver que todos los héroes de la fe del Antiguo Testamento tuvieron la revelación divina correspondiente a su tiempo y obraron, actuaron, conforme a esa revelación divina que ellos tenían, sabiendo que Dios era con ellos y que Dios los cuidaba; ellos creyeron en sus almas en Dios y en todo el Programa de Dios que le fue dado a conocer.

Por ejemplo, encontramos a Gedeón y a todas estas personas a los cuales el Señor les apareció y les habló, ellos caminaron hacía adelante conforme a lo que les fue revelado y obtuvieron la victoria.

Y ahora, podemos ver que los héroes de la fe como Adán, Abel, Set, tenemos también a Enoc, a Noé, tenemos también a Abraham, a Moisés y a todos los profetas; y también hay mujeres que fueron héroes también de la fe, porque ellas tenían la revelación de Dios para su tiempo y actuaron conforme a esa revelación que ellas tenían.

Tenemos a los profetas como Elías; Samuel, Elías, también Josué era profeta y era juez también, tenemos a Eliseo, tenemos a los profetas Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, Zacarías, todos estos profetas de Dios los cuales y a los cuales vino la revelación de Dios, y ellos fueron los héroes de la fe en su tiempo.

Y ahora, podemos ver que esos héroes de la fe son los escogidos del Antiguo Testamento, los cuales resultaron con Cristo cuando Cristo resucitó.

Y ahora, los héroes de la fe en el Nuevo Testamento, el Mayor de todos es nuestro amado Señor Jesucristo que coronó el Antiguo Testamento y  es el Principio, la Cabeza, en el Nuevo Testamento y del Nuevo Testamento, y es la Cabeza de Su Iglesia porque El es el principio de la Creación de Dios.

Por la fe Cristo obró todos los días de Su vida, por la fe El decía: “Me conviene estar en los negocios de mi Padre, en los negocios de mi Padre me conviene estar.” Luego… eso fue a los 12 años, y luego cuando ya comenzó Su ministerio, cuando tenía unos 29 años y medio lo encontramos trabajando conforme a lo que le era revelado por el Padre, El decía: “Yo no hago nada de mí mismo, sino que lo yo veo al Padre hacer, eso es lo que hago, y yo no hablo nada de mí mismo sino que lo que yo escucho al Padre hablar eso es lo que yo hablo.”

Por lo tanto, Jesús teniendo la revelación del Padre obró, y es la Persona que ocupa el lugar más alto como el Héroe de la fe, y obtuvo la victoria en el Amor Divino, y obtuvo para nosotros la salvación para nuestras almas. El es el más valiente de todos los héroes de la fe, y El es el que obtuvo la victoria más grande de todos los héroes de la fe.

 Y ahora vean ustedes que los héroes de la fe han tenido que tener que luchar para obtener una victoria, y por consiguiente toda labor que han hecho y toda victoria que han obtenido ha sido una obra o las obras de fe, y una victoria de fe en el Amor Divino.

Y ahora, para el Nuevo Testamento comenzamos con nuestro amado Señor Jesucristo, continuamos con los apóstoles los cuales por la fe, la revelación, que tenían obraron, y sus obras fueron obras de fe, y luego la victoria que obtuvieron fue una victoria de fe en el Amor Divino.

Luego tenemos también al grupo de creyentes que estuvo con los apóstoles luego que Jesucristo partió, y ellos comenzaron en el día de pentecostés, ellos recibieron la promesa del Padre por la fe porque Cristo les había revelado que iban a recibir el Espíritu Santo, y ellos permanecieron allí hasta recibir el Espíritu Santo allí en Jerusalén, estuvieron por diez días hasta recibir el Espíritu Santo.

Luego encontramos los que estaban con ellos, los cuales también eran personas que por la fe, por la revelación divina recibieron a Cristo como su Salvador, lavaron sus pecados en la Sangre de Cristo y recibieron – y fueron bautizados y recibieron el Espíritu Santo. Por la fe obtuvieron la salvación y obtuvieron el Espíritu Santo, pues se recibe por la fe, por la revelación que le ha sido dada que es para vosotros y para vuestros hijos y para cuantos el Señor vuestro Dios llamaré.

Para todas esas personas el llamado es: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre del Señor Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” {Hechos 2: 38 – Editor}.

Y ahora, por la fe todos los creyentes en Cristo en esa etapa de los apóstoles de Jesucristo obtuvieron la victoria, aunque los estaban matando. Pero vean, cuando mataron a Jesucristo, Cristo estaba obteniendo la victoria también allí. O sea, que cuando estaban matando a los cristianos, estaban solamente matando el cuerpo pero ellos estaban obteniendo una victoria, estaban dando sus vidas como mártires y ese es un privilegio muy grande.

No toda persona es mártir de Jesucristo; un mártir de Jesucristo tendrá un lugar muy importante con los demás mártires del Señor Jesucristo, y el máximo mártir de todos es nuestro amado Señor Jesucristo, fue mártir por nosotros.

 Y ahora los creyentes en Cristo que han muerto por causa de Cristo, han sido mártires por nuestro amado Señor Jesucristo y han sido los héroes de la fe de etapa en etapa, de edad en edad, juntamente con los apóstoles y los angeles mensajeros de cada edad; cada ángel mensajero de cada edad obtuvo la revelación divina, porque Jesucristo se identifica con el mensajero de cada edad y a él viene la revelación divina para el pueblo; por lo tanto, él es el que obtiene esa fe, esa revelación y obra de acuerdo a esa revelación divina y Dios obra y cumple Su Programa correspondiente a esa edad, y a ese mensajero Dios le da colaboradores maravillosos que trabajan con él en Su edad, para llegar a todos los que tienen sus nombres escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, y así se lleva a cabo una obra de fe.

Esta labor que se lleva a cabo es producto de la fe, la revelación, que obtuvo el mensajero; y luego la obtuvieron por medio de ese mensajero los ministros colaboradores que Dios le dio a ese mensajero para trabajar en esa edad; y luego las personas que reciben el Mensaje por medio de la labor que llevan a cabo el mensajero y esos ministros, obtienen la revelación divina para esa edad; por lo tanto obtienen la fe de Dios para su tiempo y obran, trabajan, con ese mensajero y con los ministros que Dios le dio a ese mensajero, y todos juntos llevan a cabo una obra de fe, la obra de fe de su edad.

Por lo tanto, el mensajero con el grupo de ministros y el pueblo que Dios le dio son los héroes de la fe de su edad, así ha sido de edad en edad hasta llegar a este tiempo final.

Y ahora podemos señalar los héroes de la fe del Nuevo Testamento: Jesucristo como la Cabeza, los apóstoles y los demás ministros que estuvieron brazo a brazo con los apóstoles y el pueblo que estuvo con los apóstoles, esos fueron los valientes de ese tiempo y los héroes de la fe de ese tiempo que estuvieron dispuestos a dar sus vidas por Jesucristo y ser mártires de Jesucristo; y luego los angeles mensajeros de cada edad con el grupo de ministros de cada edad, y el grupo de creyentes de cada edad en el territorio correspondiente a cada edad.

Podemos señalar a través de la historia de la Iglesia de Jesucristo quiénes fueron los héroes de la fe como mensajeros de cada edad, y los apóstoles en su tiempo, y el grupo de ministros que Dios le dio a cada mensajero, y el grupo de creyentes de cada edad con cada mensajero.

Pero ahora para el Día Postrero, podemos señalar al Mensajero y a los colaboradores maravillosos del Día Postrero, con el Mensajero y el pueblo que recibe el Mensaje del Mensajero del Día Postrero, lo podemos identificar y señalar ese grupo con el Mensajero y los ministros colaboradores que Dios le da a ese Mensajero, y así identificar a los héroes de la fe del Día Postrero.

¿Dónde estarían los héroes de la fe del Día Postrero? Pues en la América Latina y el Caribe, serían latinoamericanos y caribeños, aunque algunos se hayan ido a otras naciones hasta allá les llega el Mensaje también y son héroes de la fe del Día Postrero.

 Y ahora vean ustedes, quiénes son los héroes de la fe del Día Postrero.

Y ahora, ¿dónde están esos héroes de la fe del Día Postrero? Pues aquí estamos presentes en este Día Postrero.

Por eso es que en Apocalipsis, capítulo 21, versos 6 al 7, nos dice:

“Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida (y si toma de la Fuente del Agua de la Vida, entonces vivirá eternamente).

El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.”

Y ahora Cristo aquí dice: “Al que venciere (o el que venciere) heredará todas las cosas…” es un heredero, ysi  es un heredero es un hijo de Dios. Porque los herederos no son los siervos sino los hijos e hijas de Dios, herederos de Dios y coherederos con Cristo Jesús Señor nuestro. “…y yo seré su Dios (Jesucristo será Su Dios) y El será mi hijo (¿Ven que es un Hijo? No es un siervo sino un Hijo).”

Y ahora, eso es aplicable a todos los hijos de Dios en términos generales, pero en términos ya más directo es aplicable a los mensajeros, y más directo todavía al Mensajero del Día Postrero.

Y ahora, este Mensajero del Día Postrero será un Hijo de Dios el cual tomará del Agua de la Vida gratuitamente, ¿y qué sucederá? Primero toma del Agua de la Vida espiritualmente creyendo en Cristo como su Salvador, lavando sus pecados en Su Sangre, siendo bautizado en Su Nombre (en el Nombre de Jesucristo) y recibiendo el Espíritu Santo y ahí obtiene la Adopción Espiritual, o sea, obtiene el cuerpo teofánico de la sexta dimensión, que es la Adopción espiritual para cada uno de ustedes y para mí también.

 Pero falta la Adopción física en donde obtendremos el cuerpo físico eterno, inmortal, incorruptible y glorificado y eso es la Adopción física (o sea, la Redención del cuerpo), de lo cual habla San Pablo en Romanos, capítulo 8, versos 14 al 35.

Y ahora, toda la Tierra y toda la creación gime a una y está con dolores de parto esperando la manifestación de los hijos de Dios, o sea, la Adopción de los hijos e hijas de Dios, la Adopción física, porque ya desde el día de pentecostés en adelante la Adopción Espiritual se ha estado llevando a cabo en todos los que tienen sus nombres escritos en el Cielo, a medida que van recibiendo a Cristo como su Salvador, lavando sus pecados en la Sangre de Cristo y siendo bautizados en Su Nombre y recibiendo el Espíritu Santo.

Pero la Adopción física que es la transformación de nuestro cuerpo para los que vivimos y la resurrección de los muertos en Cristo en cuerpos eternos, eso es para el Día Postrero porque Cristo dijo para los creyentes en El: “Y yo le resucitaré (¿cuando?) en el día postrero.” San Juan, capítulo 6, versos 39 hasta el 58, nos repite en diferentes versos: “Y yo le resucitaré en el Día Postrero.” Para el que cree, y también nos dice: “Para el que coma de este pan” — “El que coma de este pan vivirá eternamente.” Y dice: “Y yo le resucitaré (¿cuando?) en el Día Postrero.”

Y ahora, esa es la Adopción física para cada uno de ustedes y para mí también, y para eso, para el Día Postrero estará tomando de la Fuente del Agua de la Vida este Hijo de Jesucristo que será adoptado.

Y ahora recuerden que Dios tiene muchos hijos, los cuales así como los hijos de Abraham según la carne han venido por medio de Abraham, Isaac, Jacob, los patriarcas y todos los descendientes de ellos. Pero los hijos de Dios, el Israel Celestial, los hijos de Abraham celestial, los hijos de Abraham del Cielo vienen por medio de nuestro Isaac que es nuestro amado Señor Jesucristo. Isaac el hijo de Abraham tipifica, representa, a Jesucristo nuestro Salvador.

Y ahora los hijos de Abraham según la fe vienen por medio del Segundo Isaac, vienen por medio de Jesucristo nuestro Salvador, al creer en Jesucristo como nuestro Salvador, lavar nuestros pecados en Su Sangre, ser bautizados en Su Nombre y recibir Su Espíritu Santo y así nacemos de nuevo, nacemos en el Reino de Dios como hijos e hijas de Dios descendientes del Segundo Isaac, descendientes de Jesucristo nuestro Salvador, y así es como la Familia Celestial de Dios viene a existencia de etapa en etapa, y esa es una Nueva Creación, esa es la Iglesia de Jesucristo, una Nueva Creación de una Nueva Raza que Cristo está creando, y es una Nueva Raza de hijos e hijas de Dios con vida eterna.

Cuando la persona ha recibido a Cristo como su Salvador, ha lavado sus pecados en la Sangre de Cristo, ha sido bautizado en Su Nombre y ha recibido Su Espíritu Santo, ha nacido de nuevo y por consiguiente ha recibido vida eterna. “El que oye mi Palabra y cree al que me ha enviado tiene vida eterna, y no vendrá a condenación más ha pasado de muerte a vida.”

 Y ahora vean ustedes cómo comenzó esta Nueva Creación, comenzó con Jesucristo el cual es el principio de la Creación de Dios, de esta Nueva Creación. Apocalipsis, capítulo 3, verso 14, nos dice que El es la Principio de la Creación de Dios, de esta Nueva Creación de hijos e hijas de Dios con vida eterna. Por eso por medio de Jesucristo obtenemos vida eterna.

Y ahora, esta Nueva Creación de hijos e hijas de Dios la cual es encabezada por Jesucristo nuestro Salvador, el Principio de la Creación de Dios, es la descendencia de los héroes de la fe del Nuevo Testamento. ¿Nueva Creación a la cual pertenecen quiénes? Todos nosotros.

 Y por eso es que para este tiempo final, así como en cada edad hubo un mensajero con los maravillosos colaboradores que Dios le dio y el grupo de cada edad que fueron los valientes de esa edad, y fueron los héroes de la fe de esa edad, tuvieron que luchar, tuvieron luchas; pero obtuvieron la victoria por la fe, la revelación, que ellos tenían, la cual vino al mensajero. Y así es para nuestro tiempo en este tiempo final en el cual nos ha tocado vivir, nos ha tocado vivir a nosotros en la Edad de la Piedra Angular la cual es formada por latinoamericanos y caribeños, y de vez en cuando entra alguno de alguna otra nación o algún otro continente, pero —digamos— el 90 ó podría ser hasta el 95 y hasta el 99% serán latinoamericanos y caribeños.

Ahora, para el Día Postrero así como hemos tomado de la Fuente del Agua de la Vida eterna lo cual es recibir el Espíritu Santo, tomaremos también de la Fuente del Agua de la Vida eterna para recibir el cuerpo físico, eterno y glorificado, así como hemos tomado del Agua de la Fuente de la Vida eterna, o sea, hemos recibido el Espíritu Santo, lo cual es tomar del Agua de la Vida eterna de la cual Cristo le habló a la mujer samaritana, la cual es una Fuente que salta para Vida eterna, y también eso fue en el capítulo 4, verso 10 al 14 de San Juan y en el capítulo 7, verso 37 al 39, el gran día de la fiesta de los tabernáculos, El clamó y dijo – se puso en pie y clamó a gran voz, diciendo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.”

Y dijo: “El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán por su vientre.” ¿Hablando de qué? Del espíritu que habían de recibir los que creyesen en El, pues todavía no había venido el Espíritu Santo para los creyentes en El. Pero ya Cristo está prometiendo bautizar con Su Espíritu Santo a todos los creyentes en El, a los que creerían en El como dice la Escritura. Hay que creer en Cristo como dice la Escritura.

Y ahora, vean ustedes, hay que creer en la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario para recibir el cuerpo teofánico de la sexta dimensión, o sea, para recibir el bautismo del Espíritu Santo hay que creer en la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario.

 Para el Día Postrero, para recibir el cuerpo físico, eterno, inmortal e incorruptible, los héroes de la fe verán la Venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles, verán la Venida del Señor y creerán en ella, ¿para qué? Para recibir el cuerpo físico, eterno, inmortal e incorruptible, o sea, para ser transformados y tener el nuevo cuerpo glorificado.

Y ahora podemos ver que este misterio sería el misterio más grande que sería revelado a la Iglesia de Jesucristo, ese es el misterio que estuvo en la Mente de Dios eternamente y no fue revelado en el Antiguo Testamento, ni tampoco en el Nuevo Testamento durante el tiempo de los apóstoles o tiempo de los siete angeles mensajeros.

Pero para el Día Postrero, la Edad de la Piedra Angular, ese misterio del Séptimo Sello, el misterio de la Segunda Venida de Cristo, el misterio de la Venida del Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, será revelado a la Iglesia de Jesucristo, será revelado a los escogidos de Dios y ellos con esa revelación, esa fe la cual es la fe de Rapto, la fe para ser transformados y raptados, la revelación para ser transformados y raptados y así tener el cuerpo glorificado e ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, obtendrán con esa fe, esa revelación, obtendrán la victoria y serán los héroes de la fe del Día Postrero.

Y ahora, hemos visto la historia de los héroes de la fe a través del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento durante – en el Nuevo Testamento durante el tiempo de Jesús, de los apóstoles y luego de los siete angeles mensajeros, y ahora se está llevando a cabo, se está haciendo la historia de los héroes de la fe de este tiempo final.

O sea, que estamos haciendo historia, pero esa historia está siendo hecha de acuerdo a la Palabra de Dios prometida para este tiempo final, la cual es revelada a los hijos e hijas de Dios para este tiempo final, para así movernos en y dentro de esa Palabra y trabajar conforme a esa Palabra revelada, y llevar a cabo así las obras de fe del Día Postrero.

Llevar el Mensaje de este tiempo final por todos los lugares es una labor, una obra de fe de los escogidos de Dios del Día Postrero, y trabajar conforme al Mensaje revelado para la Iglesia de Jesucristo para este tiempo final es una obra de fe.

Por lo tanto los héroes de la fe estarán obrando obras de fe en el Día Postrero; no serán obras intelectuales, no serán obras prefabricadas, sino que serán obras de fe por la Palabra revelada a los escogidos de Dios de este tiempo final.

Y ahora, ¿dónde están los héroes de la fe de este tiempo final? Pues aquí estamos en este tiempo final, llevando a cabo las obras de fe de este tiempo final, para luego cuando estemos con Cristo en la Cena de la Bodas del Cordero y El llame los héroes de la fe de cada tiempo, cuando llame a los escogidos de este tiempo final y nos presente delante de todos los héroes de la fe de otros tiempos y diga: “Estos son los héroes de la fe del Día Postrero, estos son los últimos héroes de la fe de mi Iglesia que estarían en la Tierra en el Día Postrero.” Y así Cristo nos identificará como los héroes de la fe de este tiempo final, en la Edad de la Piedra Angular y en el Día Postrero.

Por lo tanto, adelante héroes de la fe de este tiempo final, obrando por la fe todas las labores en el Cuerpo Místico de Cristo que debemos llevar a cabo en este tiempo final, evangelizando, llevando el Mensaje, siendo una Obra de fe nuestra en este tiempo final; y abriendo, levantando, más congregaciones en la República Mexicana y en toda la América Latina y el Caribe y también en otras naciones y continentes, y así cumpliendo el Programa Divino correspondiente a este tiempo final.

Héroes de la fe, que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también y sobre Miguel y sobre nuestro hno. Juan Zamorano, y nos use grandemente en Su Obra en estas obras de fe de este tiempo final. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Muchas gracias por vuestra amable atención, amados amigos y hermanos presentes, y dejo nuevamente con nosotros al Rvdo. Miguel Bermúdez Marín para continuar y finalizar nuestra parte en esta ocasión.

Que Dios les bendiga y pasen todos muy buenas noches.

Con nosotros nuestro amigo y hermano Miguel Bermúdez Marín mientras tenemos el cántico que nos habla del Hombre que nos transformó, ese es el mismo que nos da la fe, la revelación, para poder ser los héroes de la fe de este tiempo final, y trabajar y llevar a cabo las obras de fe de este tiempo final que están prometidas para ser hechas por la Iglesia de Jesucristo en este tiempo final en el cual nos ha tocado vivir a nosotros.

“LOS HEROES DE LA FE”

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