Siguiendo el Consejo sabio de Dios

Muy buenos días, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Para lo cual quiero leer en Deuteronomio, capítulo 30, verso 14 en adelante, 14 al 20 donde dice Dios:

Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.

Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal;

porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.

Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres,

yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella.

A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;

amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Nuestro tema para esta ocasión es: “SIGUIENDO EL CONSEJO SABIO DE DIOS.”

Encontramos aquí a Moisés hablando la Palabra de Dios al pueblo: al pueblo hebreo, el cual estaba por pasar al otro lado del Jordán; el pueblo que tenía la promesa de entrar a la tierra prometida, ahora está recibiendo de su Mensajero dispensacional (Moisés), unas palabras de consejo sabio en donde les expresa que guardando la Palabra de Dios les serán alargados sus días.

Y así como Dios colocó delante de Adán y de Eva el Arbol de la Vida y el árbol de ciencia del bien y del mal, colocó delante del pueblo hebreo el bien y el mal, la vida y la muerte, la bendición y la maldición.

Ahora, toda bendición y toda vida estaba delante del pueblo, al Dios colocar delante del pueblo Su Palabra para que el pueblo hebreo guardara la Palabra de Dios; por lo tanto allí estaba la vida, la bendición, vida y bendición para el pueblo hebreo; pero también estaba la maldición, la muerte, si ellos desobedecían a Dios, si no seguían el consejo sabio que Dios les había dado por medio del Profeta Moisés, el Profeta de la Dispensación de la Ley.

Ahora, el pueblo hebreo estaba llamado a estar siguiendo el consejo sabio de Dios dado por el Profeta Moisés, de escoger la vida, la bendición, al escoger la Palabra de Dios para guardar la Palabra de Dios, porque ahí está la vida: en la Palabra.

Y cuando la Palabra, el Verbo, se hizo carne, dijo: “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida; y nadie viene al Padre sino por mí.” Porque en el Verbo, la Palabra, está la vida y El es la Vida. Cristo dijo en San Juan, capítulo 5, verso 24:

El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.”

Y ahora, Cristo en el Nuevo Testamento nos está dando un consejo sabio de parte de Dios: escuchar Su Palabra para así pasar de muerte a vida el ser humano.

En la Palabra, Cristo, el Verbo, está la Vida eterna; por lo tanto escuchando Su Voz y siendo obedientes a lo que El nos enseña, obtenemos la bendición de Dios y así estamos siguiendo el consejo sabio de Dios.

Ahora, encontramos que a través de las diferentes edades y dispensaciones Dios ha estado hablándole a Su pueblo. En Zacarías, capítulo 7, verso 11 al 12, dice:

Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír;

y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos.”

Vino gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos, porque no escucharon la Voz de Dios por medio de Su Espíritu Santo a través de Sus santos Profetas.

En Hebreos, capítulo 1 nos dice San Pablo, verso 1 al 3:

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas.”

¿Cómo habló Dios al pueblo hebreo en el Antiguo Testamento? Por medio de Sus Profetas, por medio de los Profetas vino el consejo sabio de Dios para el pueblo de dispensación en dispensación y de edad en edad. Y ahora, dice San Pablo:

En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo (o sea, por Jesucristo), a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.”

Y ahora, en estos Días Postreros, los cuales comenzaron en los días de Jesús, porque en los días de Jesús comenzó el Quinto Milenio, que es el primero de los Milenios Postreros, pues un día delante del Señor para los seres humanos es como mil años.

Por lo tanto cuando Dios habla de los Días Postreros, son los Días Postreros delante de Dios los cuales para los seres humanos son los Milenios Postreros, los cuales son el Quinto Milenio, Sexto Milenio y Séptimo Milenio de Adán hacia acá; y de Cristo hacia acá, pues son el Primer Milenio de Cristo hacia acá, Segundo Milenio de Cristo hacia acá y Tercer Milenio de Cristo hacia acá; esos son los tres Días Postreros delante de Dios, los cuales son los Milenios Postreros para los seres humanos. Segunda de Pedro, capítulo 3, verso 8 nos habla de que un día delante del Señor es como mil años y mil años como un día. Y de esto habló el Profeta Moisés en el Salmo 90, verso 4.

Ahora, estamos viendo lo que son los Días Postreros; por eso también el Apóstol San Pedro el Día de Pentecostés citó la profecía de Joel. Vean, capítulo 2, verso 14 en adelante, dice (esto fue el Día de Pentecostés), dice:

Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.

Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día (o sea, eso de las 9:00 de la mañana).

Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:

Y en los postreros días, dice Dios,

Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,

y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán.”

¿Para cuándo Dios prometió derramar de Su Espíritu sobre toda carne? Para los Días Postreros.

Y en los postreros días, dice Dios,

Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne.”

Y los Días Postreros delante de Dios para los seres humanos son Quinto Milenio, Sexto Milenio y Séptimo Milenio, por eso es que Dios ha estado derramando de Su Espíritu Santo sobre toda persona que ha recibido a Cristo como su Salvador, ha lavado sus pecados en la Sangre de Cristo, ha sido bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo y Dios ha derramado de Su Espíritu Santo sobre esas personas, y han obtenido el nuevo nacimiento y han obtenido el cuerpo angelical teofánico. Así es como Dios ha estado cumpliendo la promesa de derramar de Su Espíritu sobre toda carne en los Días Postreros.

Por lo tanto en el Quinto Milenio Dios derramaría de Su Espíritu, en el Sexto Milenio Dios derramaría de Su Espíritu y en el Séptimo Milenio también Dios derramará de Su Espíritu Santo; y esos son los tres Días Postreros delante de Dios, que son los tres Milenios Postreros para los seres humanos, los cuales comenzaron en los días de Jesús.

Por eso Dios derramó de Su Espíritu Santo en los días de Jesús y los Apóstoles; el mismo Espíritu Santo que estaba en Jesús luego vino sobre 120 y luego sobre todas las demás personas que iban recibiendo a Cristo como su Salvador, lavando sus pecados en la Sangre de Cristo y siendo bautizados en agua en Su Nombre.

Dios iba dándole el Espíritu Santo a esas personas; y esta promesa es para los Días Postreros que son Quinto Milenio, Sexto Milenio y Séptimo Milenio; para los que están cerca, los que estaban aquellos días allá en Jerusalén y en los demás territorios, los que estaban lejos literalmente y los que estaban lejos proféticamente, lejos en cuanto a tiempo también.

Ahora, encontramos que todavía estamos en los Postreros Días, porque estamos en el tercer día de los Días Postreros delante de Dios, que es el Séptimo Milenio de Adán hacia acá y tercer Milenio de Cristo hacia acá.

Por lo tanto, Cristo ha estado llamando y juntando Sus hijos de etapa en etapa, de edad en edad, durante los Días Postreros: Quinto, Sexto y Séptimo Milenio.

En este tiempo final El está llamando y juntando Sus últimos hijos, Sus últimos escogidos y les da de Su Espíritu Santo porque ellos lo reciben como su Salvador, lavan sus pecados en la Sangre de Jesucristo, son bautizados en agua en Su Nombre y Cristo les da Su Espíritu Santo, y obtienen el nuevo nacimiento, y obtienen el cuerpo angelical teofánico; y así seguimos el consejo sabio de Dios para nuestro tiempo.

Cada Angel Mensajero del Antiguo Testamento dio el consejo sabio de parte de Dios, y cada Angel Mensajero juntamente con los Apóstoles han dado el consejo sabio de parte de Dios cada uno en el tiempo que le tocó vivir.

Y ahora, para este tiempo final Cristo en Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, dice:

Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”

¿Qué estará dándonos a conocer? Nos estará dando a conocer todas las cosas que deben suceder pronto en este tiempo final.

Y ahí así como en cada edad y en cada dispensación la Voz de Dios en el Mensajero de cada edad y de cada dispensación dio el consejo sabio al pueblo de Dios, y dio a conocer el tiempo en que estaban viviendo, dio a conocer la Obra de Dios para ese tiempo, abrió el misterio de Dios para ese tiempo y dio a conocer la edad que estaban viviendo, y así se llevó a cabo la Obra de Dios para ese tiempo; dio a conocer cómo caminar con Dios en ese tiempo, dio a conocer cómo trabajar con Dios en ese tiempo en la Obra de Dios y dio a conocer cómo escuchar la Voz de Dios en ese tiempo.

¿Cómo viene la Voz de Dios para el pueblo? A través del Mensajero que Dios tiene para ese tiempo, a través de ese Mensajero la Voz de Dios viene por medio del Espíritu Santo, por medio del Angel del Pacto, el Angel de Jehová al Mensajero; y Dios coloca en la mente del Mensajero los pensamientos divinos, y ese Mensajero capta esos pensamientos divinos y esa es la revelación de Dios al Mensajero, y el Mensajero viene y proclama esos pensamientos divinos, esa revelación divina que él captó, y cuando proclama esa revelación, ese Mensaje es la Palabra hablada de Dios para esa edad.

Esa es la forma en que viene la Palabra de Dios para el pueblo de Dios en cada edad: como vino en el Antiguo Testamento para el pueblo hebreo. Y cuando es hablada esa Palabra por el Mensajero, viene a ser la Palabra de Dios, y el que es de Dios la Voz de Dios oye, El dijo: “Mis ovejas oyen mi Voz y me siguen.”

Así que las ovejas del Señor escuchan el consejo sabio de Dios para el tiempo en que están viviendo; y ese consejo sabio de parte de Dios viene por medio del Espíritu Santo a través del Mensajero de cada edad al pueblo de Dios; así como vino al pueblo hebreo por medio del Espíritu Santo a través del Profeta que Dios envió de etapa en etapa.

Ahora, cada Profeta del Antiguo Testamento bajo la Dispensación de la Ley tenía que hablar de acuerdo al Mensaje que Moisés había traído; por cuanto el pueblo hebreo tenía a Moisés y a los Profetas.

Y ahora, cada Mensaje dispensacional corresponde a la dispensación completa.

Y ahora, el consejo sabio de Dios viene dentro del Mensaje de esa dispensación por medio del Mensajero de esa dispensación; y luego los Profetas que han venido luego, han estado haciendo hincapié en el Mensaje que ya Dios dio por medio del Profeta dispensacional. Así también ha sido durante la Dispensación de la Gracia.

Y ahora, para este tiempo final viene el consejo sabio de Dios dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final, y recordándonos las cosas que ya sucedieron, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento durante los días de Jesús, los días de los Apóstoles y los días de los siete Angeles Mensajeros, y viene dándonos a conocer también las cosas que están sucediendo en este tiempo y las que faltan por suceder.

Así viene el Espíritu Santo en este tiempo final dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder, y dándonos así el consejo sabio de Dios para nuestro día, para nuestra edad: la Edad de la Piedra Angular, y para este entrelace dispensacional donde se está entrelazando la Dispensación del Reino con la Dispensación de la Gracia.

Y así como vino el consejo sabio de Dios en el Antiguo Testamento por medio de Moisés y después por medio de los diferentes Profetas, y luego en el Nuevo Testamento vino por medio de Jesús y luego por los Apóstoles y luego por los Angeles Mensajeros; para este tiempo final Cristo dice en Apocalipsis, capítulo 4, verso 1:

Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”

Y ahora, estas cosas que El estará dándonos a conocer en este tiempo final contendrán el consejo sabio de parte de Dios para Su pueblo: el Israel Celestial, que es la Iglesia del Señor Jesucristo.

Ahora, ¿desde dónde Dios habló a Moisés y al pueblo hebreo cuando le dio la Ley a Moisés para que la entregara al pueblo hebreo? Desde el Monte Sinaí, desde la parte alta del Monte Sinaí, desde allí le habló Dios a Moisés y al pueblo hebreo, y luego continuó en la trayectoria hacia la tierra prometida, continuó hablándole a Moisés y Moisés al pueblo hebreo.

Ahora, era el Angel de Jehová, el Angel del Pacto el que traía la Palabra revelada de Dios a Moisés y Moisés la daba al pueblo; cuando Moisés daba esa Palabra revelada al pueblo, el pueblo estaba recibiendo la Palabra creadora hablada de Dios por medio de Moisés, y esto es el Espíritu Santo hablando por medio del Profeta Moisés.

Ahora vean, Exodo, capítulo 23, verso 20 al 23, dice:

He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.

Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.”

Y ahora, ¿a quién dice Dios que el pueblo está llamado a escuchar? Al Angel de Jehová.

Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren.

Porque mi Angel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir.”

El pueblo hebreo estaba siendo guiado por el Angel de Jehová, porque Dios estaba en Su Angel guiando a Su pueblo; era Dios en Su cuerpo angelical guiando al pueblo hebreo.

Por eso encontramos la Columna de Fuego apareciéndole a Moisés, hablándole a Moisés, y libertando por medio de Moisés al pueblo hebreo, y acompañando al pueblo hebreo por todo el desierto hasta llevarlos a la tierra prometida; y en el pueblo hebreo fue reflejado el Israel Celestial, que es la Iglesia del Señor Jesucristo.

Cristo, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová el cual se hizo carne y habitó en medio del pueblo hebreo, es el que ha libertado al Israel Celestial, por eso fue reflejado en el Israel terrenal lo que Dios haría con el Israel Celestial, y el Israel Celestial es la Iglesia del Señor Jesucristo. El Israel terrenal está compuesto por los siervos de Dios, el Israel Celestial está compuesto por los hijos e hijas de Dios.

El Israel Celestial es el Israel espiritual. Y el Israel que no es el espiritual es señalado como Jacob; por eso dice la Escritura en Isaías, vamos a leer Isaías, capítulo 11 algo aquí muy importante… capítulo 9, verso 8:

El Señor envió palabra a Jacob, y cayó en Israel.”

Ahora vean ustedes: Jacob e Israel, aunque Jacob e Israel es la misma persona, encontramos que Dios le cambió el nombre a Jacob por Israel, y la palabra de bendición que Dios le estaba hablando a Jacob cayó en Israel, pues le cambio el nombre a Jacob por Israel; y toda esa bendición que Dios habló a Jacob cayó en Israel, cayó en Jacob con el nombre nuevo, Jacob con el nombre nuevo es Israel. Veamos aquí en el capítulo 32, verso 24 en adelante, dice (del Génesis):

Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba (este Varón es el Angel de Jehová).

Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.

Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.

Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.

Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.

Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí.”

¿Ven? Lo bendice teniendo ya el nombre nuevo; por lo tanto habló Palabra a Jacob y cayó en Israel, porque ya tenía el nombre el cual recibió del Angel de Jehová.

Esta experiencia de Jacob el cual lo cambia por Israel, es una experiencia muy importante la cual experimentará el pueblo hebreo cuando se encuentre con su Mesías en este tiempo final.

Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.”

Vio a Dios cara a cara. Ahora, la Escritura dice que nadie jamás ha visto a Dios, pero vio a Dios cara a cara manifestado en Su Angel, en el Angel de Jehová.

Y el Angel de Jehová es la imagen del Dios Viviente, el Angel de Jehová es Cristo en Su cuerpo angelical, el cual es la imagen del Dios Viviente. En Hebreos, capítulo 1 dice San Pablo, en el verso 3, verso 2 en adelante, dice:

En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.”

¿Por medio de quién Dios hizo el Universo? Por medio de Su Hijo, por medio del Angel de Jehová, el Angel del Pacto.

El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.”

¿Y cómo llevó a cabo la purificación de nuestros pecados? Por medio de Sí mismo, por medio de Su Sacrificio en la Cruz del Calvario donde Su cuerpo de carne fue sacrificado; pero el cuerpo angelical no podía ser crucificado, solamente el cuerpo de carne, el cuerpo físico llamado Jesús.

El cuerpo físico llamado Jesús fue crucificado y murió; por lo tanto allí murió Dios físicamente, pero luego resucitó físicamente en forma glorificada.

Y ahí tenemos en la resurrección de Cristo glorificado, tenemos a Dios con un cuerpo glorificado, Dios en Cristo manifestado en un cuerpo glorificado; por eso luego ascendió al Cielo 40 días después y se sentó a la diestra de Dios en los Cielos, se sentó en el Trono de Dios. La primera ocasión en que se sienta un cuerpo físico en el Trono de Dios, pero un cuerpo físico pero glorificado.

Ahora, eso fue un gran evento en el Cielo que causó mucho gozo, mucho regocijo en las huestes celestiales, para desde el Trono de Dios Cristo estar sobre todo principado, sobre toda potestad, sobre todo dominio, sobre todo reino, sobre todas las huestes celestiales y ser Cristo la Cabeza de todo principado. O sea, la figura máxima de todas las huestes celestiales es nuestro amado Señor Jesucristo. Y en El está Dios en toda Su plenitud, en El habitó y habita la plenitud de la Divinidad corporalmente.

Ahora, podemos ver que nuestro amado Señor Jesucristo es la persona más importante no solamente de la Tierra, sino de todos los Cielos, no solamente de esta dimensión terrenal, sino también de la sexta dimensión que es el Paraíso y de la séptima dimensión que es la dimensión de Dios; y El está sobre todo principado, sobre todos los príncipes del mundo espiritual, y aun está sobre el príncipe de las tinieblas, porque Cristo es la Cabeza de todo principado.

El príncipe de las tinieblas con su reino es un rebelde con un reino rebelde que se levantó en contra de Dios, y quiso apoderarse de toda la Creación, y quiso destruir el Programa de Dios y él quedarse con la posición que le corresponde solamente a Jesucristo nuestro Salvador.

El quiso apoderarse de este planeta Tierra con sus habitantes, y cuando engañó a la raza humana en el Huerto del Edén logró robarle la bendición divina a la raza humana, y quedó esclavizada la raza humana en el reino de las tinieblas, el reino del maligno, el reino del diablo, como quedó esclavizado el pueblo hebreo allá en Egipto.

Ahora, vean el paralelo que hay entre el pueblo hebreo y la Iglesia del Señor Jesucristo, pues ahí en el reino de las tinieblas, vean ustedes, han estado los que vendrían a ser parte del Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, pues han tenido que venir a la Tierra esas almas de Dios para pasar por esta dimensión terrenal y ser redimidos, porque Cristo vino para salvar, redimir lo que se había perdido.

Nosotros tuvimos que pasar por esta dimensión terrenal porque eso estaba en el Programa Divino; y cuando los hijos e hijas de Dios han llegado a esta dimensión terrenal luego de la caída del ser humano, se han encontrado dentro de un reino maligno, el reino de las tinieblas. Pero Cristo nos ha libertado del reino de las tinieblas. De esto es que habló San Pablo en Colosenses, capítulo 1, verso 12 al 14, al 15, donde dice:

Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;

el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo.”

Vean, nos ha librado de la potestad del poder de las tinieblas, del poder del diablo y su reino, y nos ha colocado en el Reino de Su Hijo Jesucristo, nos ha colocado en el Reino del Hijo de Dios: Jesucristo.

Y ahora, todos los redimidos por la Sangre de Cristo han sido libertados del reino del maligno, del reino de las tinieblas, como fue libertado el pueblo hebreo del reino del faraón.

En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.”

Y ahora, por medio de Cristo y Su Sacrificio derramando Su Sangre allá en la Cruz del Calvario, nosotros tenemos redención por medio de Su Sangre derramada en la Cruz del Calvario. Por medio de Cristo y Su Sangre derramada en la Cruz del Calvario somos restaurados a la Vida eterna, y somos restaurados al Reino de Dios; esto es lo que hace Jesucristo nuestro Salvador al llevar a cabo Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario.

Y el buen consejo, el consejo sabio que todo ser humano está llamado a seguir es: recibir a Cristo como su Salvador, lavar sus pecados en la Sangre de Cristo, ser bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo para recibir el Espíritu Santo, y así obtener el cuerpo angelical y así obtener el nuevo nacimiento, nacer en el Reino de Jesucristo nuestro Salvador como un hijo o una hija de Dios, y nace ahí como un bebé en el Reino de Cristo.

En San Juan, capítulo 3, verso 12 en adelante, dice:

Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?” Esto fue cuando estaba Cristo hablando con Nicodemo, y le dijo:

De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.”

San Juan, capítulo 3, verso 3 en adelante:

Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?

Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.”

Y ahora, se requiere nacer de nuevo del Agua y del Espíritu para entrar en el Reino de Dios, que es el Reino de nuestro amado Señor Jesucristo: “Nadie subió al cielo…” verso 3 ahora, en adelante, dice:

Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.

Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado.”

Ahí está hablando de Su crucifixión; así como Moisés levantó la serpiente de bronce en el desierto, para que toda persona mordida por las serpientes venenosas, mirara esa serpiente de bronce levantada y no muriera por el veneno de las serpientes que había sido colocado en la persona o en las personas.

El veneno y el efecto del veneno quedaba cancelado cuando la persona miraba a la serpiente de bronce levantada, porque la serpiente de bronce representa el pecado ya juzgado.

Y estaba juzgado ya el pecado del pueblo allí en la serpiente, porque aquella serpiente de bronce representa a Cristo que sería crucificado, levantado en la Cruz del Calvario, El llevaría nuestros pecados y El sería juzgado por nuestros pecados, y sería condenado y moriría por todos nosotros, para que nosotros al mirarlo a El crucificado, el pecado y la sentencia del pecado que es la muerte quedara cancelada, y quedáramos libres del pecado y de la muerte que es la paga del pecado, y podamos vivir eternamente.

Pero el que no mira, el que no miraba a la serpiente de bronce habiendo sido mordido por una serpiente venenosa, ¿qué le sucedía? Moría, pero los que miraban no morían, sino que vivían.

Era un milagro el que ocurría allí; como es un milagro el que ocurre cuando la persona mira a Cristo como el Cordero de Dios crucificado y lo recibe como su Salvador, lava sus pecados en la Sangre de Cristo, es bautizado en Su Nombre y recibe el Espíritu Santo, se opera el nuevo nacimiento en la persona y recibe Vida eterna.

Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,

para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.”

Aquí podemos ver la única oportunidad de Vida eterna que tiene el ser humano, y esa única oportunidad está en Jesucristo.

Mirando a Cristo es que el ser humano puede obtener la salvación, la Vida eterna, puede obtener el perdón de sus pecados y puede ser cancelado el veneno de la serpiente antigua que engañó a Eva en el Huerto del Edén, y puede así ser cancelado el pecado y entonces ser cancelada la sentencia del pecado que es la muerte, y la persona entonces vivir eternamente.

En Isaías, capítulo 45, versos 21 en adelante, dice:

Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí.

Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más.

Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.”

Aquí podemos ver que hay solamente una persona a la cual podemos mirar para ser salvos, y es a Jesucristo nuestro Salvador, fue Dios que se hizo carne y habitó en medio del ser humano y cumplió Su Programa de salvación para que toda persona pueda mirar a Jesucristo y ser salvo y vivir eternamente.

Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra.”

Ese es el consejo sabio de parte de Dios para todo ser humano.

Y ahora, el Jehová del Antiguo Testamento es el Jesucristo del Nuevo Testamento, por eso el que cree en Jesucristo no es condenado sino que ha pasado de muerte a vida, a Vida eterna.

Y ahora, de etapa en etapa ha venido siendo dado el buen consejo, el consejo sabio a todo ser humano; todo ser humano que ha venido a esta Tierra ha escuchado el consejo sabio siendo proclamado en las diferentes formas en que ha estado siendo proclamado de edad en edad; y cada persona ha elegido su futuro.

Los que no han seguido el consejo sabio de parte de Dios su futuro será el lago de fuego; los que han escuchado la Voz de Dios, la Voz de Cristo y han seguido el consejo sabio: han recibido a Cristo como su Salvador, han lavado sus pecados en la Sangre de Cristo, han sido bautizados en Su Nombre y han recibido el Espíritu Santo, su futuro es la Vida eterna, han confirmado su lugar en la Vida eterna y han sido sellados en el Reino de Cristo por el Espíritu Santo con Vida eterna.

El único Reino con Vida eterna es el Reino de Cristo; el reino de las tinieblas no tiene Vida eterna, por lo tanto todos los que permanezcan en el reino de las tinieblas, permanecen sin Vida eterna, porque no siguen el consejo sabio de parte de Dios para obtener Vida eterna.

Dios ha colocado delante del ser humano la vida y la muerte, la bendición y la maldición, y le aconseja al ser humano que escoja la vida para que viva la persona y su familia también viva eternamente.

Y ahora, encontramos a Dios dando el consejo sabio por medio del Profeta Moisés: “Escoge la vida para que vivas tú y tus hijos, para que vivas eternamente en el Reino de Dios.”

Y ahora, siguiendo el consejo sabio de Dios de edad en edad, hay millones de seres humanos que han elegido el consejo sabio de Dios: recibir a Cristo como nuestro Salvador, lavar nuestros pecados en Su Sangre habiéndonos arrepentido de nuestros pecados, y siendo bautizados en Su Nombre y recibiendo Su Espíritu Santo, y así obteniendo el nuevo nacimiento y obteniendo el cuerpo angelical de la sexta dimensión.

Y así ya habiendo seguido el consejo sabio, perseveramos escuchando la Voz de Cristo y siguiendo todo consejo sabio de parte de Cristo para cada miembro de Su Iglesia.

La Iglesia del Señor Jesucristo como Cuerpo Místico de creyentes recibe el consejo de parte de Jesucristo, a través de la manifestación del Espíritu Santo en el Angel Mensajero correspondiente a cada edad.

Para el Día Postrero encontramos que el mismo Angel que le reveló a Juan el libro del Apocalipsis, el cual ha estado siempre en la Iglesia del Señor Jesucristo, en el Día Postrero estará manifestado en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, dándonos el consejo sabio de parte de Jesucristo, dándonos testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto; y ahí en ese Mensaje que nos estará dando, está dándonos el consejo sabio de parte de Jesucristo.

Por lo tanto todo el Mensaje que Jesucristo le da a Su Angel para darlo a Su Iglesia, es el consejo sabio de Jesucristo para Su Iglesia en este tiempo final en el cual nosotros estamos viviendo.

Así como Dios en el Antiguo Testamento tuvo Su Angel: el Angel de Jehová, a través del cual dio a Su Iglesia y a través… Su Iglesia del Antiguo Testamento: el pueblo hebreo, y a través de Su Angel le habló a los Profetas y se manifestó a través de los Profetas; Dios con Su Angel se manifestó a través de Sus Profetas.

Y ahora, en el Nuevo Testamento Cristo tiene Su Angel, el cual envía a Su Iglesia, y es el mismo Angel que le dio a Juan la revelación del Apocalipsis, porque es el Angel que viene con la revelación de Jesucristo, la revelación de todas estas cosas que deben suceder pronto.

Vean, es el Angel que tiene la revelación de todas las cosas que estaban sucediendo en el tiempo de los Apóstoles, y luego en el tiempo de los siete Angeles Mensajeros, y luego en este tiempo final en el cual vivimos, y luego en el Reino Milenial y también en la eternidad. Ese es el Angel que tiene la revelación de Jesucristo de todas estas cosas que deben suceder.

Por eso a través de este Angel es que Juan recibe todo, toda esta revelación de todas estas cosas que deben suceder, y la recibe en forma simbólica.

La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,

que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.

Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.” [Nota – Apocalipsis 1:1-3]

Son bienaventurados los que leen, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas.

Y ahora, estas son las palabras de Jesucristo a través de Su Angel Mensajero. El es el que trae esa revelación divina de todas esas cosas que iban a suceder, porque este es el Angel de Jesucristo con la comisión de parte de Cristo para darle a conocer a Su Iglesia todas estas cosas. Apocalipsis 22, verso 16, dice:

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”

¿Cuál o quién es el enviado de Jesucristo para dar testimonio de estas cosas en las iglesias? El Angel del Señor Jesucristo.

¿Quién es el enviado por Cristo para dar a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto? El Angel del Señor Jesucristo.

Apocalipsis 22, verso 6, dice:

Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel (¿a quién ha enviado el Dios de los espíritus de los Profetas? A Su Angel, ¿para qué?), para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto (para mostrar a Sus siervos las cosas que deben suceder pronto).”

Dios en el Antiguo Testamento tenía Su Angel y Jesucristo en el Nuevo Testamento tiene Su Angel; por lo tanto así como estaba la Voz de Dios en Su Angel, así la Voz de Cristo ha estado en Su Angel y por eso le habló a Juan; el Angel de Jesucristo hablando era la Voz de Cristo en Su Angel, por eso Juan el Apóstol quiso adorar al Angel de Jesucristo en dos ocasiones.

Este Angel ha estado siempre en la Iglesia del Señor Jesucristo; estuvo con Juan el Apóstol dándole esta revelación apocalíptica, ha estado en la Iglesia de Jesucristo, así como el Angel de Jehová estuvo en medio del pueblo hebreo y luego se hizo carne y habitó en medio del pueblo hebreo; para el final de la Dispensación de la Ley se hizo carne, al final de la Dispensación de la Ley para luego abrir una nueva dispensación, fue en un entrelace dispensacional.

Así también para el tiempo final el Angel de Jesucristo vendrá manifestado en carne al final de la Dispensación de la Gracia, o sea, en los años finales de la Dispensación de la Gracia en donde se llevará a cabo un entrelace dispensacional; y él estará proclamando el misterio de Dios para este tiempo final, estará dando a conocer el misterio de Jesucristo a la Iglesia del Señor Jesucristo, estará dando a conocer el misterio del Séptimo Sello, el misterio más grande que fue escondido de los sabios y de los entendidos y aun de los Angeles.

Ahora, este es un misterio muy grande que estaba reservado para este tiempo final, por lo cual alrededor del misterio del Séptimo Sello girará todo el Programa de Cristo, y por consiguiente girará el ministerio de Cristo a través de Su Angel Mensajero en este tiempo final a través del cual estará dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Y por medio de ese Angel será que Cristo se manifestará en medio de Su Iglesia en toda Su plenitud.

Ahora, hay un ministerio muy grande en el Angel del Señor Jesucristo, el cual va siendo abierto gradualmente, porque es tan grande ese misterio, que es paralelo al misterio que estuvo manifestado en Jesucristo nuestro Salvador, fue Dios en Cristo; y en el tiempo final será Cristo en Su Angel en medio de Su Iglesia, y eso será Cristo en Su Iglesia manifestado a través de Su Angel.

De edad en edad fue Cristo en Su Iglesia en el Angel Mensajero de cada edad en la porción correspondiente a cada edad; y en el Día Postrero será Cristo en Su Angel, el mismo Angel que le dio a Juan el Apóstol la revelación del Apocalipsis.

Para este tiempo final está prometido que vendrá la revelación del Séptimo Sello, y que los Siete Truenos del Apocalipsis serán los que darán a conocer el misterio del Séptimo Sello: el misterio de la Segunda Venida de Cristo.

Y por cuanto toda revelación ha venido en el pasado en el Antiguo Testamento y también en el Nuevo Testamento a través de Profetas, en este tiempo final también tiene que venir por medio de un Profeta la revelación del Séptimo Sello, la revelación de Jesucristo para el Día Postrero.

Por lo tanto, tiene que venir a través del Angel del Señor Jesucristo, que es el último Profeta para la Iglesia del Señor Jesucristo y también el último Profeta dispensacional, porque ese es el séptimo Profeta dispensacional para la Dispensación del Reino, y es también el Mensajero de la Edad de la Piedra Angular, por lo tanto viene a ser el octavo Mensajero para la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y ahora, vean lo que dice el Rvdo. William Branham hablándonos acerca del Angel del Señor Jesucristo, dice en la página 301 del libro de “Los Sellos:”

Noten bien: En el tiempo cuando Dios iba a librar al mundo antes del diluvio, El mandó un águila (un águila es un Profeta, o sea, el águila representa a los Profetas de Dios). Cuando decidió librar a Israel, también mandó un águila.”

¿Quién fue? Moisés, así como antes del diluvio mandó a Noé, ahora para la liberación del pueblo hebreo mandó a Moisés, ese fue el águila Profeta dispensacional para la Dispensación de la Ley:

¿No cree Ud. que cuando Juan estaba en la Isla de Patmos, este mensaje era tan perfecto que aun no podía ser confiado a un Angel? Ahora, un ángel es un mensajero, pero ¿sabía Ud. que aquel mensajero era un profeta?”

Y ahora, este Angel del Señor Jesucristo es un Profeta, y si es un Profeta tiene que aparecer en la Tierra en carne humana; en el tiempo de Juan el Apóstol está en cuerpo angelical.

¿Lo creen? Vamos a probarlo. Veamos Apocalipsis 22:9 para ver si no fue un águila. El era un ángel, un mensajero, pero era un profeta, el cual reveló a Juan completamente este libro de Apocalipsis. Ahora veamos lo que Juan vio:

Yo Juan soy el que ha oído y visto estas cosas. Y después que hube oído y visto, me postré para adorar delante de los pies del ángel que me mostraba estas cosas.

Y él (el ángel) me dijo: Mira que no lo hagas (ningún verdadero profeta recibiría adoración, o mensajero cualquiera): porque yo soy siervo contigo, y con tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios. (Apocalipsis 22:8-9).

Ahora, el Libro era tan importante, y es la Palabra de Dios. ¡Cuidado! Cuando la Palabra de Dios es revelada, tiene que ser traída por el profeta porque solamente a él llega la Palabra de Dios.”

Ninguna persona puede salir diciendo que ha recibido revelación o la revelación del misterio del Séptimo Sello si no es ese Profeta; y a través de ese Profeta las personas podrán recibir la revelación del misterio del Séptimo Sello. No hay otra forma para recibir la revelación del Séptimo Sello.

Y ahora, la revelación del Séptimo Sello la trae Cristo clamando como cuando ruge un león y Siete Truenos emitiendo sus voces; y los Siete Truenos de Apocalipsis, capítulo 10, son los que revelan el misterio del Séptimo Sello; o sea, Cristo, el Angel Fuerte es el que revela el misterio del Séptimo Sello.

¿Y cómo lo van a escuchar los escogidos de Dios, la Iglesia de Jesucristo? Por medio de Su Angel Mensajero, a través del cual Cristo se velará en carne humana, y se revelará a través de carne humana y le hablará a Su Iglesia todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final.

Y ese Mensaje que estará Cristo trayendo a Su Iglesia por medio de Su Angel, será la Gran Voz de Trompeta, la Trompeta de Dios, el Mensaje del Evangelio del Reino, el Mensaje que nos da la fe de Rapto, la fe para ser transformados y raptados en este tiempo final, nos da la revelación, la fe para ser transformados, que es la fe, la revelación del Séptimo Sello, la revelación del misterio de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.

Ahora, estamos viendo que hay un misterio muy grande en la Escritura prometido para ser revelado en este tiempo final, y no puede ser revelado, a menos que sea por medio de un Profeta.

Por lo tanto, la Iglesia del Señor Jesucristo tiene que tener un Profeta en este tiempo final después de los siete Angeles Mensajeros, después del séptimo Angel Mensajero que fue un Profeta con el espíritu y virtud de Elías en su cuarta manifestación precursando la Segunda Venida de Cristo.

Después de ese Profeta tiene que aparecer otro Profeta y tiene que ser el Angel del Señor Jesucristo, a través del cual Cristo estará manifestado dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, y estará dándonos el consejo sabio correspondiente a este tiempo final, para así ser preparados para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Y ahora, así como hemos seguido y continuamos siguiendo el consejo sabio de parte de Cristo, el Angel del Pacto, correspondiente a la Dispensación de la Gracia, también estaremos siguiendo el consejo sabio de Cristo para la Dispensación del Reino; y estaremos obteniendo la revelación del misterio del Séptimo Sello, porque la Voz de Cristo, la Voz de los Siete Truenos estará hablándonos en este tiempo final por medio de Su Angel Mensajero.

¿Desde dónde le habló Dios a Moisés y al pueblo hebreo cuando le dio la Ley, las tablas de la Ley? Le habló desde la cúspide del Monte Sinaí.

Y ahora, en este tiempo final no tenemos el Monte Sinaí desde donde Dios habló en el pasado, sino que San Pablo dice que no nos hemos acercado al Monte Sinaí… eso está en Hebreos, capítulo 12, verso 18 en adelante de Hebreos, dice:

Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar (o sea, no os habéis acercado al Monte Sinaí, el cual se podía tocar), y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad,

al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más.”

Vean cómo estaba el Monte Sinaí: estaba ardiendo en fuego, fuego de Dios, estaba también en oscuridad y con tinieblas y con una tempestad.

…y al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba (o sea, la Voz de Dios), la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más,

porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo;

y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando;

sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles,

a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos…”

¿Dónde están escritos los nombres de los Primogénitos de Dios? En el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, y ellos son los que componen la congregación de los Primogénitos con toda la congregación de la Iglesia del Señor Jesucristo.

…a los espíritus de los justos hechos perfectos…”

Porque es en la Iglesia del Señor Jesucristo donde los espíritus de los justos son hechos perfectos, son hechos cuerpos teofánicos angelicales, espíritus angelicales, espíritus teofánicos.

…a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.

Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.

La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.

Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.

Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;

porque nuestro Dios es fuego consumidor.”

Y ahora, el que habló desde la cima del Monte Sinaí, habla desde el Cielo, desde el Trono de Dios, y en medio de Su Iglesia habla desde cada edad a través del Mensajero de cada edad.

Y en este tiempo final el que habló sobre la cúspide del Monte Sinaí, estaría hablando desde la cúspide del Monte de Sion, desde la cúspide de la Iglesia del Señor Jesucristo; desde la Edad de la Piedra Angular estaría hablando la misma Voz que habló en el Monte Sinaí, la Voz de Cristo, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová.

Y ahora, estará hablando a Su Angel, y luego Su Angel ungido por el Espíritu Santo estará hablándole a Su Iglesia; lo que Cristo, el Angel del Pacto, estará hablándole a Su Angel, Su Angel lo estará hablando a Su Iglesia, y todo esto en un monte, que es la Iglesia del Señor Jesucristo la cual se encuentra en este tiempo en la Edad de la Piedra Angular.

Desde la Edad de la Piedra Angular Cristo, el Angel del Pacto, le habla a Su Angel, y luego por medio de Su Angel le habla a Su Iglesia todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final; y ese Mensaje que le habla a Su Iglesia es la Voz de Cristo, la Voz de Dios, para Su Iglesia en este tiempo final.

Y ese Mensaje es el consejo sabio de parte de Jesucristo para Su Iglesia como Cuerpo Místico de creyentes, y de Grey, como Cuerpo Místico de creyentes y para cada miembro de Su Iglesia: “Si oyes hoy Su Voz, no endurezcas tu corazón,” como hicieron los hebreos allá en el desierto.

ABRE TU CORAZÓN PARA QUE ESA PALABRA, LA VOZ DE JESUCRISTO HOY, EL CONSEJO SABIO DE JESUCRISTO HOY ENTRE A TU CORAZÓN Y SE HAGA CARNE ALLÁ EN TU CORAZÓN, Y SE MATERIALICEN EN TI LAS PALABRAS DE JESUCRISTO CORRESPONDIENTES A ESTE TIEMPO FINAL, Y ASÍ TE HAGAS LA PALABRA DE ESTE DÍA POSTRERO Y LA PALABRA SE HAGA CARNE EN TI; Y SEA ASÍ EN CADA UNO DE USTEDES Y EN MÍ TAMBIÉN.

Dice el Rvdo. William Branham en el Mensaje: “Tratando de hacer servicio a Dios fuera de Su voluntad,” página 65, dice:

Noten, Dios le dijo al Profeta, dijo: ‘Come el rollo,’ en el viejo testamento. Al Profeta del Nuevo Testamento él le dijo: ‘Come el librito.’ ¿Por qué? Para que el Profeta y la Palabra fueran uno. ¿Ve? Esa es el Arca, la Palabra de Dios.”

Y ahora, cada Palabra se hace carne primeramente en el Profeta, el Angel del Señor Jesucristo aquí representado en Juan el Apóstol, y luego él habla esa Palabra que se hizo carne en él, y los que oyen esa Palabra y la reciben en su alma, en su corazón, se hace carne en ellos también, y viene a ser la Palabra hecha carne en hijos e hijas de Dios, viene a ser las personas donde la Palabra se ha hecho carne como Cuerpo Místico de creyentes (o sea, en el Cuerpo Místico de creyentes), porque esas personas forman el Cuerpo Místico de creyentes del Día Postrero, así como se hizo carne la Palabra correspondiente a cada edad en el Mensajero de cada edad y luego en las personas de su edad.

Para eso es que viene la Palabra al Mensajero, él la recibe, se hace carne en él, él proclama ese Mensaje y luego los que son de Dios oyen la Voz de Dios a través de ese Mensajero, reciben esa Palabra, ese Mensaje y se hace carne en ellos esa Palabra también, y vienen a ser todos ellos la Palabra de Dios hecha carne en los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y teniendo la Iglesia del Señor Jesucristo al Mensajero con la Palabra de esa edad hecha carne en él, y teniendo la Palabra de esa edad hablada por el Mensajero hecha carne en el alma, en el corazón de los hijos de Dios de ese tiempo, la Iglesia entonces tiene la Palabra hecha carne en medio de ella.

Así viene la Palabra para hacerse carne en Su Iglesia, así viene Cristo, la Palabra para hacerse carne en Su Iglesia en este tiempo final.

Ahora, veamos página 35 del mensaje: “Dios ocultándose en simplicidad,” predicado por el Rvdo. William Branham en el día 12 de abril de 1963 en Albuquerque, Nuevo México, Norteamérica, dice en la página 35 y párrafo 260 y 261:

Y Jesús mismo dijo: ‘Si vuestra misma ley ha dicho que vosotros sois dioses –dioses amateur con el control de la tierra.–’ El dijo: ‘si llamaron dioses a aquellos a quienes vino la Palabra de Dios –los cuales fueron Profetas, la Palabra de Dios viene a los Profetas,– ‘y si llamasteis dioses a aquellos ¿cómo es que me condenáis a mí cuando digo que soy el Hijo de Dios?’

Ahora, si el poder de los toros y machos cabrios podía infundir un poder en Moisés para salir por la comisión de Dios y levantar la vara y decir: ‘Que vengan moscas.’ – él tenía la Palabra de Dios, y la habló. Y al hacerlo cambió de ser pensamiento de Dios. Una Palabra es un pensamiento expresado. Entonces cuando Dios lo pensó y lo colocó en la mente de Moisés, y él lo habló, allí se convirtió en Palabra. Y Moisés se dio la vuelta y se fue, y quizás no había ni una mosca en todo el país. Y quizás una hora después había allí una sola mosca verde, volando. Pero dentro de media hora había moscas a cinco kilogramos por cada metro cuadrado. ¿Qué fue? La Palabra creadora de Dios que fue hablada por los labios de un hombre mortal.”

¿Dónde Dios coloca Su Palabra? En la mente y el corazón de cada Profeta que El envía esa Palabra. Ese pensamiento de Dios lo coloca en la mente y el corazón del Profeta que El escoge, luego ese Profeta habla ese pensamiento que le fue dado y revelado, y viene a ser la Palabra creadora de Dios hablada; por lo tanto tiene que materializarse lo que es hablado por Cristo a través de ese Profeta, se tiene que materializar si era el pensamiento de Dios que fue colocado en ese Profeta, tarde o temprano se tiene que cumplir.

Ahora, si él habla su propio pensamiento, eso no tiene que cumplirse; los Profetas hablan el pensamiento divino. O sea, que el pensamiento de Dios es transferido al Profeta que Dios envía para una edad o para una dispensación; y así es como lo que ese Profeta trae como Mensaje de Dios, es la Palabra creadora de Dios siendo hablada al pueblo, y tiene que ser cumplida.

Es como la lluvia que desciende del Cielo y produce hierba, produce los frutos, produce árboles, produce diferentes simientes, las cuales producen fruto para los seres humanos y para los animales.

Así también es la Palabra de Dios que desciende del Cielo como la lluvia: hará aquello para lo cual Dios la envió.

Ahora, así como el agua que desciende del Cielo está en las nubes, vean ustedes, hay nubes sin agua que son personas que no tienen ningún Mensaje de parte de Dios; aunque digan que tienen un Mensaje de parte de Dios, son nubes sin agua; pero hay nubes con agua que son los Mensajeros de Dios del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, esas son nubes pero con agua.

Nubes con agua como la que vio Elías y el siervo de Elías: pequeñas como la palma de una mano, pero traía la gran lluvia que Elías había profetizado; y la lluvia tardía, vean ustedes, era la lluvia tardía allá, y la lluvia tardía prometida la trae una nube pero con agua, la trae el Mensajero del Día Postrero.

Para traer la lluvia tardía, y en esa lluvia ¿qué trae? Cae la lluvia tardía y la lluvia temprana también, tiene la revelación de la Segunda Venida de Cristo, la revelación también de la Primera Venida de Cristo.

Y con esa lluvia es que recibe la fe de Rapto, la fe para ser transformado y raptado cada hijo e hija de Dios, cada miembro de la Iglesia del Señor Jesucristo.

La primera lluvia cayó ¿dónde? En el Este, pues la lluvia de la enseñanza de la Primera Venida de Cristo cayó en el Este, comenzó a ser predicado el Mensaje del Evangelio de la Gracia revelando el misterio de la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario.

Y la lluvia tardía: la lluvia de la enseñanza de la Segunda Venida de Cristo como el León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo cae ¿dónde? En el Oeste, en el Oeste que es el Occidente, la Tierra de América, en donde estamos viviendo nosotros, pues estamos viviendo en la parte de la América Latina y el Caribe.

El continente americano tiene la parte Norte que pertenece a Norteamérica, donde se cumplió la séptima edad de la Iglesia, y tiene la América Latina y el Caribe donde se está cumpliendo la Edad de la Piedra Angular y donde está cayendo la lluvia de la enseñanza del Séptimo Sello, la lluvia tardía, la lluvia de la enseñanza del misterio de la Segunda Venida de Cristo como León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.

Y así como con la lluvia temprana recibimos la bendición de un cuerpo angelical teofánico, con la lluvia de la enseñanza tardía de la Segunda Venida de Cristo, recibiremos un cuerpo físico, glorificado, eterno, inmortal, incorruptible, igual al cuerpo glorificado de nuestro amado Señor Jesucristo, porque con esa lluvia tardía de la enseñanza de la Segunda Venida de Cristo recibimos la fe, la revelación para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Por lo tanto en la lluvia temprana y la lluvia tardía está el consejo de Dios, el consejo sabio de Dios para cada uno de ustedes y para mí también, para estar siguiendo a Dios, a Jesucristo en el consejo sabio de Dios para todos nosotros.

No hay esperanzas fuera de Jesucristo nuestro Salvador. Seguir a Jesucristo es seguir el consejo sabio de Dios para todo ser humano.

Y ahora, ¿dónde están los que están siguiendo el consejo sabio de Dios en este tiempo? Pues aquí estamos siguiendo el consejo sabio de Dios, siguiendo a Jesucristo nuestro Salvador y escuchando Su Voz en este tiempo final; y continuaremos siguiendo el consejo sabio de Dios para todos nosotros y continuaremos escuchando Su Voz, la Voz de Cristo, el Angel del Pacto, hablándonos todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio del consejo sabio de Dios, el cual todos los seres humanos están llamados a seguir. Estaba dándoles testimonio también de los que siguieron el consejo sabio de Dios en edades pasadas, y de los que están siguiendo el consejo sabio de Dios en este tiempo final.

En la próxima actividad continuaremos en esta línea de pensamiento divino, en este hilo de pensamiento divino, para ver las cosas que El ya nos ha hablado en este tiempo final, y las que nos habló en edades pasadas, y las que faltan por ser habladas a nosotros en este tiempo final, pues todo está en el consejo sabio de Dios.

Oren mucho por mí para que El me dé lo que debo hablar en la próxima actividad, lo cual espero sea en la misma línea de pensamiento del tema que hemos tenido: “SIGUIENDO EL CONSEJO SABIO DE DIOS.”

Que Dios le continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde; y adelante siguiendo el consejo sabio de Dios, lo cual es el consejo sabio de nuestro amado Señor Jesucristo, porque El es la sabiduría de Dios hecha hombre, la sabiduría de Dios personificada en Jesucristo nuestro Salvador; El sabe qué es lo mejor para cada uno de ustedes y para mí también.

Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde; y les prospere espiritualmente y materialmente en este Día Postrero, pues es una promesa para los que siguen el consejo sabio de Dios. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Bueno, nos veremos Dios mediante en la próxima actividad, ¿qué hora tenemos? 12:00. Hoy terminamos tempranito, así que a las 3:00 de la tarde estaremos nuevamente para seguir escuchando el consejo sabio de Dios para nosotros en este tiempo final.

Dentro de… ¿son las 2:00 ó la 1:00? Bueno, ya a las 3:00 de la tarde más o menos estaremos nuevamente para seguir escuchando el consejo sabio de Cristo.

Que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde; y dejo nuevamente a nuestro hermano Félix Caro para finalizar en esta ocasión con algún cántico y también siendo despedidos en oración.

También los que están colaborando para nuestro hermano Cardona, pueden continuar colaborando, hasta que lo tengamos con nosotros nuevamente.

Bueno, que Dios les continúe bendiciendo, y ya tenemos a nuestro hermano Félix con nosotros.

SIGUIENDO EL CONSEJO SABIO DE DIOS.”

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