Muy buenas noches, hermanos y amigos, trabajadores en la imprenta aquí en Puerto Rico. Es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión para compartir unos momentos de compañerismo aquí con ustedes, en esta ocasión donde están dedicando… en la dedicación del nuevo lugar, nuevo local de la imprenta aquí en Cayey, Puerto Rico, el 30 de diciembre del 2002; ya mañana pues terminamos el año 2002 y comenzamos el año 2003, en donde esperamos grandes bendiciones de Dios.
Tengo un pasaje aquí muy importante para leer, en Apocalipsis, capítulo 1, verso 1 al 3, donde dice el motivo de las imprentas; porque tienen que tener un motivo para existir, tener lugar en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo:
“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,
que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.
Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca”.
En este pasaje encontramos el motivo por el cual debe haber imprentas; y esto es para escribir, para colocar en forma impresa la Palabra profética de Dios para nuestro tiempo, como también colocar la Palabra impresa de Dios desde el Génesis hasta el Apocalipsis, lo cual han hecho y han formado el libro de Dios, que es la Biblia.
Ahora, LA PALABRA PROFÉTICA DADA POR EL ESPÍRITU SANTO. Esa Palabra profética dada por el Espíritu Santo debe ser escuchada y debe ser escrita también, para que así haya personas bienaventuradas: que oigan y que lean. Vean: “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas…”.
Y ahora vean, el libro del Apocalipsis es un libro profético y contiene palabras proféticas; por lo tanto, los que leen y los que oyen las palabras de la profecía de este libro son bienaventurados.
Y ahora, estas son las palabras proféticas dadas por el Espíritu Santo a la Iglesia a través del Ángel del Señor Jesucristo, el cual le habló a Juan el apóstol y le reveló todas estas cosas; por lo tanto, estas son palabras proféticas dadas por el Espíritu de la Profecía para la Iglesia del Señor Jesucristo, para que así los que leen y los que oyen sean bienaventurados.
Para este tiempo, las palabras proféticas dadas por el Espíritu Santo en el libro del Apocalipsis son abiertas para poder ser comprendidas; y son bienaventurados los que leen y los que oyen las palabras proféticas siendo abiertas en este tiempo final; para así comprender todo lo que ha sucedido en las edades pasadas y todo lo que está sucediendo en nuestro tiempo y lo que sucederá más adelante.
Por lo tanto, así como vino el Espíritu de Dios manifestado en el Arcángel Gabriel para traer la revelación a Daniel, la cual él escribió…; vean, los profetas escribían toda la revelación que Dios les daba; y los que no la escribieron, pues no se sabe qué fue lo que Dios les habló.
Por lo tanto, es necesario que las Palabras que Dios habla a Sus profetas sean escritas para que permanezcan, y permanezcan como la Palabra profética dada por el Espíritu Santo a Su pueblo.
Y ahora, el libro del Apocalipsis contiene lo que sería la historia de la Iglesia del Señor Jesucristo; por eso son PALABRAS PROFÉTICAS DADAS POR EL ESPÍRITU DE LA PROFECÍA.
El Espíritu Santo trajo esa revelación divina por medio del Ángel del Señor Jesucristo a Juan el apóstol, y ahí fue condensado —en estas palabras proféticas— todo lo que sucedería durante la Dispensación de la Gracia y lo que sucedería durante la Dispensación del Reino.
Y luego de la Dispensación del Reino, luego del Reino Milenial, nos pasa a lo que sucederá luego del Reino Milenial: nos muestra el Juicio Final y nos muestra luego la entrada a la eternidad, nos muestra la Nueva Jerusalén en la Tierra; esa gran ciudad que mide aproximadamente 1500 millas1 de ancho, 1500 millas de largo también; ancho y largo y alto también. Es cuadrada, pero hacia arriba es en forma de pirámide, y tiene la misma altura que su ancho y su largo; es cuadrada.
Ahora vean cómo las palabras proféticas del libro del Apocalipsis dadas por el Espíritu Santo nos muestra, nos profetiza, acerca de todas estas cosas que sucederían. Ya para el tiempo de Juan el apóstol, vean ustedes, ya tenemos al Espíritu Santo revelando a Juan estas cosas que iban a suceder.
Con ese Ángel está el Espíritu de Dios revelando esas cosas que van a suceder; así como vino el Arcángel Gabriel al profeta Daniel para darle la revelación de todas aquellas cosas que iban a suceder con el pueblo hebreo y también con el reino de los gentiles2.
En diferentes ocasiones le habló del reino de los gentiles, como en la revelación que le dio de la estatua que vio el rey Nabucodonosor en sueños3; ahí le mostró todas las etapas por las cuales pasaría el reino de los gentiles: la etapa babilónica del reino de Nabucodonosor, comenzando con el reino de Nabucodonosor; luego la etapa segunda, la etapa del reino o imperio medo-persa; luego la etapa tercera, la etapa del reino de Grecia; y luego la etapa cuarta, la etapa del reino o imperio romano, el cual tiene dos partes: piernas de hierro y pies de hierro y de barro cocido.
Y luego de eso, ¿qué muestra Dios ahí, que será del reino de los gentiles? Dice que la Piedra no cortada de manos, que es Cristo en Su Segunda Venida, herirá la estatua en los pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzará, y se los llevará el viento; no quedará nada, será desmenuzado todo y el viento se lo llevará.
Por lo tanto, no quedará rastro del reino de los gentiles; porque tiene que ser establecido el Reino de Cristo, y el reino de los gentiles nada tiene en el Reino de Cristo.
Por lo tanto, todo será dirigido en este planeta Tierra durante el Reino Milenial por el Reino de Cristo, sin intervención del reino de los gentiles y sin intervención de opiniones del reino de los gentiles. Va a desaparecer. Por lo tanto, toda la Ley Divina, la enseñanza divina ¿vendrá de dónde? Del Reino de Cristo.
“De Jerusalén saldrá la Ley, y la Palabra de Dios de Sion”4, así dice en dos Escrituras; y dice que Dios rugirá desde Sion o desde Jerusalén. ¿Cómo…? Rugirá y dará Su Voz5. Tiene ahí Sion y Jerusalén. Jerusalén pues tipifica también al pueblo hebreo, pero Sion representa a la Iglesia del Señor Jesucristo; por eso cuando Cristo se va a revelar al pueblo hebreo dice: “De Sion vendrá el Libertador”6, dice San Pablo.
Pero en Isaías dice que vendrá el Libertador a Sion7; o sea, viene primero a la Iglesia; y de la Iglesia luego se revela hacia el pueblo hebreo, y va de la Iglesia al pueblo hebreo.
Así que Pablo tuvo más Luz y dio más Luz; aunque aparentemente como que cambió algo, pero no cambió nada. Es como cuando la Escritura dice que Dios dará un corazón nuevo y escribirá Sus Leyes en sus corazones8 (eso está por ahí por Jeremías y en Ezequiel), y luego lo hace en el Nuevo Testamento en los creyentes en Cristo: escribiendo Sus Leyes en nuestros corazones.
Y también nos habla Dios en Deuteronomio9: “Circuncidad no vuestros vestidos, sino vuestro corazón”; y luego, en el Nuevo Testamento, la circuncisión Pablo dice que es acá, en el corazón10. ¿Ven? Es para los creyentes en Cristo.
Y ahora, encontramos que en el Nuevo Testamento Dios ha estado cumpliendo las profecías del Antiguo Testamento, de un pueblo con un nuevo espíritu y un nuevo corazón11.
Dios también había prometido que derramaría de Su Espíritu sobre toda carne. ¿Y cuáles son esas personas? Los creyentes en Cristo, esos son toda carne: Toda carne que cree en Cristo como nuestro Salvador tiene la promesa de que Cristo derramará de Su Espíritu sobre ellos, y obtendrán así el nuevo nacimiento.
Ahora, encontramos que todo lo que Dios haría en Su Iglesia, todo está aquí, en el libro del Apocalipsis, profetizado por el Espíritu de la Profecía manifestado en el Ángel del Señor Jesucristo.
Juan el apóstol no profetizó nada, como tampoco Daniel. Daniel no profetizó nada. Daniel lo que hizo fue transmitir la Palabra profética que vino a través del Arcángel Gabriel a Daniel, y Daniel la escribió y la dio a conocer.
La Palabra profética siempre tiene que ser escrita luego que es dada por el Espíritu de Dios al mensajero, al profeta que Dios envía.
Y ahora, el libro del Apocalipsis es la Palabra profética dada por el Espíritu Santo a través del Ángel del Señor Jesucristo a Juan el apóstol. Por eso la bendición está en leer y escuchar: “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca”.
Y si alguien va a leer, pues antes de alguien leer, alguien tiene que haber escrito. ¿Y qué va a escribir? Pues la Palabra profética de su tiempo.
Por lo tanto, lo que se está escribiendo no es otra cosa sino la Palabra profética de Dios revelada para nuestro tiempo, que es el contenido, el significado, la revelación divina del contenido en el libro del Apocalipsis.
Ahora, ya por medio del reverendo William Branham Dios abrió muchos misterios correspondientes a las siete etapas o edades de la Iglesia; y todo eso es Palabra profética abierta, revelada.
Por eso los mensajes del reverendo William Branham, el libro… los mensajes de Los Sellos y de Las Edades, y también de Las Setenta Semanas y otros más, son Palabra profética abierta para el pueblo; y sobre todo, después de Los Siete Sellos, después de la visita de los siete ángeles en el año 1963. ¿Recuerdan cuál fue la fecha? Febrero 28; de ahí en adelante Dios abrió todo lo que sucedió en las edades pasadas.
Por eso cuando fue escrito el libro de Las Siete Edades, lo cual ya había sido predicado en el año 1962, encontramos que fue preparado, editado, conforme a la revelación que fue abierta desde la predicación de Los Siete Sellos en adelante; aunque también tenemos el mensaje de “Las Siete Edades” sin editar.
Ahora, cuando ya está abierto o están abiertos esos misterios que fueron hablados en la predicación de Los Siete Sellos, encontramos que en Las Siete Edades el reverendo William Branham dijo que la multitud que nadie podía contar era la Novia; pero ya luego, en el libro de Los Sellos, cuando le preguntan: “¿Qué grupo es ese?”, él como tenía prisa dijo que es la Novia, pero luego el que hizo la pregunta le dijo que volviera a leer; y el Espíritu de Dios lo aguantó, y él sabía que algo estaba mal, y entonces volvió a leer. Y entonces cuando lee en donde dice que esa multitud que nadie podía contar, dice que el anciano le dijo que son los que han salido de grande tribulación o de la gran tribulación, entonces él dice: “Son las vírgenes insensatas, las vírgenes fatuas”. ¿Ven?
Desde la apertura de los Sellos o desde la predicación de Los Siete Sellos en adelante, Dios ha estado abriendo más y más el libro del Apocalipsis; aunque todavía no ha tomado Cristo el Libro de los Siete Sellos.
Pero Dios ha tipificado lo que Él va a hacer cuando Cristo se levante del Trono del Padre y haya terminado Su Obra de Intercesión y tome el Libro de Propiedad, el Libro de los Siete Sellos, y lo abra en el Cielo; luego lo trae a la Tierra y se lo entregará a un hombre que se lo coma. Todo eso ya lo tipificó Cristo a través del reverendo William Branham.
Por eso es que, vean ustedes, cuando Dios está reflejando, tipificando algo en un profeta, algunas personas piensan que en ese profeta se está cumpliendo ya, pero solamente es un reflejo; más adelante se cumplirá.
Por ejemplo, a través del profeta Isaías Dios habló muchas cosas, y a través del profeta y rey David; y vean, dijo: “Contar puedo todos mis huesos”12, y así por el estilo, pues estaba pasando por una situación así en ese tiempo; y Cristo estaba reflejándose en David, reflejando lo que le sucedería más adelante, cuando fuera crucificado.
Y ahora, David también había sido rechazado por su hijo y su pueblo, parte del pueblo; y Cristo fue rechazado por Su pueblo, los líderes religiosos. Y vean ustedes, ha pasado Cristo por esa misma etapa que pasó David. ¿Por qué? No fue que David pasó y luego entonces por casualidad Cristo pasaría; no. Es que Cristo está reflejando lo que le va a suceder más adelante; y Cristo se refleja por medio de Sus profetas.
Como sucedió con José también: fue rechazado por sus hermanos y vendido, y luego llevado a Egipto y allá preso, y luego ascendió al trono y fue el segundo en el trono. Y Cristo ascendió al Cielo, al Trono de Dios, y vino a ser el segundo en el Trono. Vean, Dios colocó toda la administración de Sus negocios en las manos de Cristo, como hizo faraón con José.
Cristo siempre dijo: “Mi Padre es mayor que yo”13; pero vean, el mayor colocó en el menor —en Cristo— todas las cosas; y a través de Cristo es que Dios gobierna toda la Creación; como hacía el faraón a través del profeta José.
Tenían más o menos la misma edad, ¿verdad? ¿Cuántos años tenía José cuando ascendió? Como 30 años, unos 30 años más o menos; por ahí en el capítulo 40 o 41 del Génesis, por ahí tiene que estar; es que está teniendo un paralelo ahí… [Hno. Miguel: Jesús tenía como 29 y medio] Cuando ascendió al Trono tenía 33.
[Génesis 41:46] “Era José de edad de treinta años cuando fue presentado delante de Faraón rey de Egipto; y salió José de delante de Faraón, y recorrió toda la tierra de Egipto.
En aquellos siete años de abundancia la tierra produjo a montones”.
Cuando comenzó el ministerio Cristo, pues tenía cerca de 30 años, 29 y medio.
Ahora, podemos ver cómo Dios ha ido reflejando…, las cosas que Él va a hacer primero las refleja. Y el reflejo es algo glorioso, pero muchas personas quieren quedarse con el reflejo, que es el tipo y figura. Como el pueblo hebreo quiso quedarse con el reflejo, el tipo y figura del Sacrificio de Cristo: el tipo y figura eran los sacrificios de los animalitos; y también el día sábado es tipo y figura de Cristo, porque Cristo es nuestro Reposo, nuestro Descanso.
Y así por el estilo. Cuando llega la realidad: ha llegado lo que es perfecto. Una cosa es el tipo y figura, lo cual no es la realidad, es la sombra; y la sombra de una persona en el sol, la sombra no es la realidad, sino que da testimonio de una realidad que está produciendo esa sombra.
Por lo tanto, la sombra es el tipo y figura de la persona; la sombra es el tipo y la persona es el antitipo. Cuando llega la realidad, ya la sombra…, pues la persona, las otras personas no quieren ver la sombra, quieren ver a la persona; y siempre que las personas están viendo una sombra quieren ver al que está produciendo esa sombra, quieren ver la realidad.
Y Cristo se ha reflejado en el Antiguo Testamento por medio de los profetas, y luego se hizo carne; y allí teníamos la realidad en Jesucristo. Se reflejó también en los animalitos del sacrificio; se reflejó en el día sábado y así por el estilo; y se reflejó en las diferentes fiestas. Pero luego cuando vino Cristo, en Él todo fue cumplido: lo que era tipo y figura se convirtió en una realidad.
Ahora, el tipo y figura es temporal, la realidad es para siempre; porque la sombra, por ejemplo, cuando usted se para en el sol, la sombra es por un momento; y algunas veces usted tiene la sombra acá cuando el sol está acá, y luego la sombra se vuelve más pequeña cuando el sol está en el mismo centro arriba, en tal forma que usted busca la sombra y no la ve. Y también, cuando ya pasa a la 1, a las 2 y a las 3 de la tarde, ya la sombra en vez de estar acá está acá, porque el sol está por el otro lado.
Ahora, podemos ver todo esto…; vean, la sombra primero estaba en el Antiguo Testamento con el pueblo hebreo; luego cuando aparece Jesús, no hay sombra, allí está la realidad; pero luego en el Nuevo Testamento, después que Cristo se va, Cristo comienza a reflejarse y tenemos la sombra, el tipo y figura, de lo que será la Segunda Venida de Cristo, lo tenemos en los apóstoles y en los ángeles mensajeros de cada edad.
Ahora, cuando el eunuco iba en el carro…, el cual había ido a Jerusalén primero a adorar; era un prosélito, un creyente de la religión hebrea, y por consiguiente, del Dios de los hebreos; pero él era de Etiopía…; o pudo haber sido descendiente de la reina de Saba, y por consiguiente descendiente de Salomón; o la reina era la descendiente y él era (el ¿qué?, ¿el administrador era?) el administrador.
Así que él había llegado a Jerusalén para adorar; y ya cuando va de regreso, muy contento, el Espíritu Santo le dice a Felipe: “Ve a donde el eunuco ese: el que iba en el carro, y acércate a él”; y cuando se acerca y escucha que va leyendo la profecía de Isaías, ¿está leyendo qué? La Palabra profética.
Si nadie hubiera escrito esa Palabra profética pues el eunuco no podía estar leyendo esa Palabra profética.
En aquellos tiempos no había imprentas, o las imprentas que había eran manuales, de mano; era a mano todo y no podían cometer error; por lo tanto, la Palabra no podía ser alterada, porque tiene que ser colocada como ha sido dada para que produzca aquello para lo cual Dios la ha enviado; no se le puede cambiar el sentido.
Ahora, el eunuco va leyendo e iba leyendo en altavoz; y escucha Felipe y le pregunta: “¿Entiendes lo que lees?”14.
Y es muy importante entender lo que uno lee, y más cuando son cosas de Dios; porque en entender lo que uno lee, está la bendición.
Ahora miren, los doctores de la Ley y el sumo sacerdote leían la Biblia, el Antiguo Testamento, leían las profecías mesiánicas, pero no entendieron que se cumplieron en Jesús; y por no entenderlas, despreciaron al Mesías.
Ahora, no entender es estar ciego a lo que dice la Escritura, y la Escritura estar cerrada – sellada y cerrada para la persona, y la persona tener el corazón cerrado y la mente cerrada y el espíritu cerrado a esas Escrituras.
¿Recuerdan cuando Cristo les apareció en San Lucas (en el libro de San Lucas), luego de resucitado les apareció a Sus discípulos, a los caminantes de Emaús, y les hablaba las Escrituras? Y luego, cuando ya entran a la casa y Él come con ellos y parte el pan, luego se desaparece, y ellos entienden que era Jesús15.
Todo el camino, no habían entendido que era Jesús, el Cristo resucitado, pero ya cuando… Vean, ¿qué fue lo que Cristo les dijo por el camino? Las palabras proféticas dadas por el Espíritu Santo a los profetas, y las palabras proféticas que Él les habló a ellos, de que Él tenía que morir (pero eso se los habló luego, más adelante).
Ahora, ¿qué era eso? Pues la Palabra escrita, fue lo que Cristo les citó y les dio a conocer a ellos. Y luego cuando Él se desaparece, cuando están cenando y ellos se dan cuenta que es Jesús y se desaparece, ellos dicen: “Con razón, ¿no ardía nuestro corazón cuando nos abría las Escrituras?”16.
Cuando son abiertas las Escrituras, la Palabra profética a los hijos e hijas de Dios, es como un fuego en el corazón, en el alma de los creyentes, ¿por qué? Porque esa Palabra profética siendo abierta entra a nuestra alma, y es escrita ahí en nuestra alma, es grabada por el Espíritu Santo.
¿No dijo que escribiría Sus leyes en nuestra alma, en nuestro corazón? Pues vean cómo lo hace: abriéndonos las Escrituras y colocándolas, ¿dónde? Acá, en nuestra alma.
Ahora, más adelante, en San Lucas también, dice la Escritura que Él les abrió las Escrituras y les abrió el entendimiento para que entendieran17.
Es abierto el corazón y son abiertas las Escrituras para poder entender; porque aunque las Escrituras sean abiertas, si no es abierto en el corazón, en el alma de la persona, pues no puede entrar la Palabra al corazón, al alma de la persona.
Por lo tanto, es una obra exclusiva ¿de quién? Del Espíritu Santo. Él es el que fue enviado para abrir las Escrituras, para darnos a conocer las cosas que deben suceder y recordarnos las cosas que Cristo dijo bajo Su ministerio terrenal.
Y ahora, el eunuco leyendo (porque ahí nos detuvimos un momentito), va leyendo lo que decía el profeta Isaías, ¿en qué capítulo? 53. Y Felipe le pregunta: “¿Entiendes lo que lees?”, desde el carro donde va… Eso era como ir en una limosina en aquel tiempo, ¿verdad, Miguel?… Era un hombre rico y era el administrador allá de la reina de Candace, de los etíopes allá.
Y el eunuco le dice: “¿Y cómo voy a entender si no hay quién me explique? Sube al carro”. Subió al carro Felipe, le explicó; le explicó todo el Programa de la Redención, le explicó la Primera Venida de Cristo, Su muerte en la Cruz del Calvario, Su Obra de Redención, le explicó hasta del bautismo en agua. De seguro le dijo: “El Cristo dijo: El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”.
Y el eunuco dice: “Y ahora, ahí hay agua, ¿qué impide que yo sea bautizado?”. Si Felipe no le hubiera hablado del bautismo en agua, pues el eunuco ¿cómo iba a saber que tenía que ser bautizado?, ¿ve?
O sea que fue hecho un resumen de lo que Felipe habló, o no fue… sino que le explicó; comenzando desde esa Escritura le explicó todo el Evangelio, el Programa de Dios; eso incluye arrepentimiento y bautismo en agua, eso incluye la muerte de Cristo en la Cruz del Calvario por todos nosotros, la predicación del Evangelio, la enseñanza del arrepentimiento y el perdón de los pecados en el Nombre del Señor Jesucristo, eso incluye el bautismo en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.
Por lo tanto, con toda esa explicación, que no sabemos cuánto tiempo le tomó (si fue minutos o una hora), la cosa es que llegaron luego al sitio donde toda persona tiene que llegar cuando escucha la predicación del Evangelio y cree. ¿A dónde tiene que llegar? Al agua, a ser bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Así que, vean, por la dirección divina estaba ese lugar con agua en ese sitio por donde tenían que pasar.
Y cuando dice: “¿Qué impide que yo sea bautizado?”, Felipe le dice: “Si crees, si crees de todo corazón, bien puedes”. Y el eunuco dijo: “¡Yo creo!”. Y como creyó pues nada impidió para ser bautizado: fue bautizado; y Felipe se fue, fue arrebatado por el Espíritu de Dios, y luego se halló en otro lugar. ¿Cómo fue arrebatado? No explica mucho la Biblia ahí, pero la cosa es que fue arrebatado y apareció en otro lugar.
Elías fue arrebatado y apareció en el Cielo. También el Espíritu de Dios tomó a Elías en una ocasión y salió corriendo delante del carro de Acab y llegó primero que Acab, llegó al lugar18; o sea que era más rápido Elías ungido con el Espíritu de Dios que los carros del rey, que los caballos del rey.
Bueno, si Sansón era más fuerte que una cantidad grande de seres humanos, ungido con el Espíritu Santo; vean, tenía más fuerza; pues mire: Elías era más rápido corriendo que los caballos del faraón.
Elías le dijo a Acab: “Date prisa”, o sea, arranca, empieza a correr en tu carro, y Elías se le fue adelante, e iba a pie.
Bueno, vean ustedes cómo a través de la Escritura podemos ver todos esos pasajes, y cómo todas las cosas que sucedían luego son tipo y figura de cosas que más adelante sucederán.
Vean, Elías había mandado a parar el agua, la lluvia, le cortó el agua al reino de Acab (ese era el reino de Israel, el reino del Norte); le cortó el agua, como se la cortan a algunas personas que no pagan en las casas y entonces se quedan sin agua. Y Elías dijo: “No habrá lluvia ni aun rocío, sino por mi palabra”19. Y la lluvia espiritual Dios la ha cortado en este tiempo para todos los sistemas humanos y sistemas religiosos humanos; y no hay Lluvia, no hay Agua, no hay Lluvia Tardía, sino por la Palabra de Elías.
Y para el tiempo de la gran tribulación va a cortar el agua también literalmente; así que él sabe cómo cortarla porque ya la cortó allá. Bueno, vean cómo todo aquello ahora viene a ser tipo y figura de lo que estará pasando en este tiempo final.
Y ahora, la Lluvia Tardía viene por la Palabra de Elías en su quinta manifestación; no hay Lluvia Tardía, a menos que sea por la Palabra de Elías; no hay ni rocío, a menos que sea por la Palabra de Elías; que es LA PALABRA PROFÉTICA DADA POR EL ESPÍRITU DE LA PROFECÍA.
Porque el único que ha profetizado es Uno: el Espíritu Santo, pero los instrumentos son llamados profetas, los instrumentos que Él usa, a través de los cuales viene la Palabra profética.
Ahora, hemos estado viendo todas estas cosas. Vean, en el caso del eunuco y Felipe, el eunuco mostró… porque el eunuco pregunta: “¿De quién habla aquí el profeta, de sí mismo o de otro?”. Vean ustedes cómo Felipe le mostró que el profeta Isaías estaba hablando de otro: del Mesías, y le mostró todo el cuadro.
Y ahora, encontramos en el Nuevo Testamento, todo lo que Dios ha hecho cómo se ha reflejado y cómo ha reflejado lo que Dios estará haciendo en este tiempo final; por lo tanto, vean ustedes, a través de Pedro y a través de San Pablo, en aquella manifestación que tuvo el Espíritu de Dios, lo cual fue una realidad, pero luego también es un tipo y figura de lo que Dios hará en este tiempo final.
¿Quiénes trajeron el Evangelio a los hebreos? Pedro tenía las llaves del Reino, y luego trajo el Evangelio a los gentiles en la casa de Cornelio, y luego Pablo pasó a Asia Menor con el Evangelio también.
Por lo tanto, así como los hebreos por medio de Pedro y Pablo, como los hebreos trajeron el Evangelio a los gentiles, los gentiles lo llevarán a los hebreos; y eso es el ministerio de Moisés y Elías, que son los que le llevan el Evangelio a los hebreos, ¿de dónde? De entre los gentiles.
Por lo tanto, entre los gentiles primero estará el Evangelio que ellos van a recibir; y por cuanto en Oseas, capítulo 6, dice que vendrá como la Lluvia, la Lluvia Tardía y Temprana, vean, irá Cristo revelado para el pueblo hebreo bajo el Mensaje de la Lluvia Tardía y Temprana.
Por eso bajo los ministerios de Moisés y Elías estará cayendo la Lluvia Tardía y Temprana en medio de la Iglesia, y después en medio del pueblo hebreo. ¿Vieron lo sencillo que es todo?
Ahí tenemos, en Pedro y Pablo, tipificados a Moisés y a Elías; como Cristo estuvo tipificado en José, estuvo tipificado también en… había estado tipificado también en Jacob y en todos los profetas, pues Él se reflejó en todos los profetas.
Y ahora, miren ustedes por ejemplo a Ezequiel y a Jeremías recibiendo un libro, un rollo, para que se lo coma; luego en el Nuevo Testamento (en Apocalipsis, capítulo 10) encontramos que Cristo, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo, el cual toma en Apocalipsis, capítulo 5, el Libro sellado con siete Sellos, lo trae a la Tierra abierto y se lo entrega a un hombre para que se lo coma, ¿ven?
Ahora, encontramos los tipos y figuras de las cosas que sucederán en el Nuevo Testamento, las encontramos ¿dónde? En el Antiguo Testamento. No tenemos que irnos fuera de la Escritura, sino en la misma Escritura; porque la Escritura viene en una forma progresiva trayendo la revelación de Dios, la Palabra profética dada por el Espíritu de la Profecía, que es el Espíritu Santo.
Ahora, encontramos que en los apóstoles está reflejado lo que Dios hará en este tiempo y también en los siete ángeles mensajeros.
En el reverendo William Branham y en San Pablo y San Pedro son las personas en las cuales más Dios ha reflejado lo que Él estará haciendo en este tiempo final. Y ahora, hay muchas cosas que fueron manifestadas en el reverendo William Branham, y fueron habladas también muchas cosas, pero que solamente se cumplieron en él parcialmente, porque Dios estaba reflejando en él cosas que Él hará más adelante.
La Tercera Etapa se manifestó en él temporalmente, pero él dice que la Tercera Etapa va a ser manifestada plenamente cuando venga la apretura. Por lo tanto, Dios está reflejando en él lo que va a hacer más adelante; y eso será la plenitud de Cristo en Su Iglesia, cuando Cristo termine Su Obra de Intercesión en el Cielo y complete Su Iglesia.
Y entonces vendrá una manifestación plena del poder de Cristo en Su Iglesia, y hará cosas que ya fueron reflejadas en San Pedro, San Pablo y el reverendo William Branham acá en el Nuevo Testamento; y también fueron reflejadas en el Antiguo Testamento en Moisés, en Elías y en otros hombres de Dios. Por ejemplo, en José también fueron reflejadas cosas que corresponden a la Primera Venida de Cristo y cosas que corresponden a la Segunda Venida de Cristo.
Y ahora, por ejemplo, cuando el reverendo William Branham está predicando Los Sellos, él está hablando acerca de la apertura de los Sellos, pero él dice: “Así será más adelante, así va a ser cuando Cristo termine Su Obra de Intercesión y tome el Título de Propiedad”; por lo tanto, lo que estaba sucediendo era que Dios estaba reflejando lo que Él va a hacer más adelante. Por lo tanto, ya tenemos el diseño, el plano de lo que Él va a hacer más adelante, después del séptimo ángel mensajero.
Ahora, todo tiene que estar escrito. Cristo, por ejemplo, en Su ministerio decía: “Escrito está (y decía): No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”20.
Por eso es tan importante que LA PALABRA PROFÉTICA DADA POR EL ESPÍRITU DE LA PROFECÍA sea escrita.
Y ya tenemos muy adelantado todo el sistema de impresión, todo el sistema para escribir. Por lo tanto, ya podemos escribir, ya sea con un lápiz, con un bolígrafo o con una maquinilla eléctrica o con una computadora; y luego colocarlo todo en el sistema de imprenta, de impresión, y sacar toda esa Palabra profética traída por el Espíritu de la Profecía, colocarla en folletos y en tomos, en libros, para que todos puedan leer; y también tenerla en cintas magnetofónicas y en videos y en… ¿qué más? DVD, CD, todo eso…, todo lo que pueda contener la Palabra hablada, la Voz, para que puedan las personas leer la Palabra impresa y escuchar la Palabra hablada.
Viene primero siendo hablada y después viene siendo escrita. Así ha venido siempre LA PALABRA PROFÉTICA DADA POR EL ESPÍRITU DE LA PROFECÍA.
Vean ustedes, cuando Dios le hablaba a Moisés, le decía: “Escribe, escribe todo esto para el pueblo”. Y después dijo al pueblo: “Y ahora ustedes las leerán para ustedes, las leerán también a sus hijos y a los hijos de sus hijos, las enseñarán a ellos21; y para el rey le sacan una copia directa, una copia de esta Ley, la sacan del original; y se la dan al rey ¡para que todos los días la lea!, para que no se aparte de Dios, para que tema a Dios22”.
¿Ven? Así que al rey le mandó a leer todos los días. Y si el rey tiene que leer todos los días la Palabra, ¡cuánto más nosotros!
David decía que oraba a Dios, ¿cuántas veces al día?… [Hno Miguel: Siete veces] ¿Cuánto oramos nosotros al día?… Así que un rey como David, tan grande, vean ustedes todas las veces que se presentaba ante la presencia de Dios; era un hombre conforme al corazón ¿de quién? De Dios; por lo tanto, siempre estaba en contacto su corazón con el corazón de Dios, el alma de David con el alma de Dios.
Y ahora, eso es muy importante: estar siempre en contacto con nuestro Dios Creador de los Cielos y de la Tierra, y mantenernos leyendo Su Palabra; porque Su Palabra es LA PALABRA PROFÉTICA DADA POR EL ESPÍRITU DE LA PROFECÍA.
Ha sido para mí una bendición grande estar con ustedes en esta dedicación de este lugar, nuevo lugar, para la imprenta aquí en Cayey.
Que Dios use todas estas máquinas de imprenta y también este lugar; y los use grandemente a todos ustedes que trabajan en la imprenta, para la impresión de LA PALABRA PROFÉTICA DADA POR EL ESPÍRITU DE LA PROFECÍA; el Espíritu de la Profecía, que ha estado en medio de la Iglesia de Cristo, y que en este tiempo final estaría dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.
Y que Dios les prospere grandemente, espiritualmente y materialmente, y les provea en abundancia para trabajar en la impresión de la Palabra profética dada por medio del Espíritu de la Profecía; el cual, en este tiempo final, así como estuvo manifestado en San Pedro y San Pablo y demás mensajeros del Nuevo Testamento, y en el reverendo William Branham, en este tiempo final estaría en el Ángel del Señor Jesucristo trayéndonos la Palabra profética por medio del Espíritu de la Profecía y abriéndonos las Escrituras que no estaban abiertas en edades pasadas.
Que Dios prospere grandemente esta imprenta y a los que trabajan en ella, y cada día vayan creciendo más y más en todos los sentidos. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Bueno, hemos visto que estaban allá, y ya miren dónde están; han ido creciendo también; y ya pues están un poquito más privados también; y ya pues Dios ha ido bendiciéndolos. Comenzaron con algo pequeño también, y ya pues Dios les ha provisto más equipos; y Dios les bendecirá y les proveerá todo lo que ustedes necesiten.
Trabajen con toda vuestra alma, con todo vuestro corazón; porque: “… vuestro trabajo en el Señor no es en vano”23.
Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, y dejo nuevamente a nuestro amigo y hermano, el reverendo Miguel Bermúdez Marín; y adelante en la impresión de la Palabra escrita.
En lo que llega Miguel (él siempre quiere el postre)… Cuando Dios le dio la Palabra profética a Moisés, por el Espíritu de la Profecía, Moisés…
Vean, la primera la escribió Dios en tablas, cuando Moisés las rompió; luego Dios le dijo: “Prepárate unas tablas”, y las llevó. Y luego, hay lugares donde da a entender que fue Moisés, y hay lugares donde da a entender que fue Dios el que escribió24.
Si fue Moisés, no hay contradicción que diga que fue Dios, pues Dios escribió por medio de Moisés. Y si fue Dios el que escribió y Moisés no tuvo que hacer nada, pues tampoco hay problema: pues Dios escribió y Moisés trajo las tablas, y las trajo al pueblo.
Pero luego, los demás libros y ordenanzas que Dios le dio al pueblo hebreo, Moisés los escribía, ya fuera que él mismo con su puño y letra lo escribiera o tuviera sus ayudantes para escribir. Pero si solamente lo escribía Moisés, luego la reproducción de eso lo hacían otras personas más adelante.
Bueno, luego también, vean, en el Nuevo Testamento… También los demás profetas escribieron sus profecías. Luego en el Nuevo Testamento tenemos los escritos de lo que habló Cristo, aunque sea un resumen; pero ese resumen, vean ustedes, es de grande bendición para nosotros, y son los cuatro evangelios25. Y también lo que el Espíritu Santo hizo por los apóstoles está en el libro de los Hechos.
Y luego tenemos en la historia —aunque no la han colocado en la Biblia— todo lo que Dios hizo por medio de los otros mensajeros que vinieron después de San Pablo.
También tenemos los escritos de lo que Dios hizo por medio del reverendo William Branham (lo tenemos grabado y también en libros); y lo que está haciendo en este tiempo final también.
Todo está siendo recopilado (decimos nosotros)… Una compilación se ha estado haciendo, de todo lo que Dios ha estado haciendo en nuestro tiempo; y ha quedado en videos, ha quedado en voz; ha quedado también… está quedando en letra también, lo cual ustedes están haciendo aquí, y en otros países están haciendo lo mismo.
¿Y por qué es que han progresado en todos los lugares las labores de la impresión de la Palabra, del Mensaje? Porque es la Palabra profética dada por el Espíritu de la Profecía para este tiempo final; y fue establecido que lo que Dios haría en nuestro tiempo: crecería; es lo que tiene promesa de crecer, de bendición.
¿Dónde fue que se comenzó, Miguel, haciendo la impresión del Mensaje? ¿En Venezuela fue?, ¿con la… una cosa de manigueta es?, ¿cómo le llaman? Mimeógrafo, como los carros de manigueta.
Pero ya tenemos carro… que ya hasta están preparados que es por computadora, que no van a necesitar volantes para manejarlos; pero todavía no los han puesto porque… al mercado. Pero tenemos los trenes también, y en los aeropuertos hay trenes que usted busca y no ve el que va manejándolo; dice: “Pues este tren se puede chocar por ahí o puede…”, ¿cómo diríamos acá?, descocotarse por ahí, o todos nosotros descocotarnos por ahí. Pero eso lo pre… llevan a cabo por medio de los equipos, porque está todo muy adelantado.
Así que vean ustedes, para nuestro tiempo todo está tan adelantado que, miren, antes tenían que estar escribiendo… Pablo decía: “Timoteo, escríbeme ahí, que le voy a escribir allá a la iglesia tal; o escríbeme tú, Tito, o fulano de tal”. O si no estaban ellos, Pablo entonces decía: “Bueno, con grandes letras escribo a ustedes”26, porque tenía problemas en la vista, y parece que no tenían lentes allá en aquel tiempo, y entonces tenía que escribir con grandes letras. O sea que lo que escribía Timoteo en una página, Pablo necesitaba como cinco páginas para escribirlo; pero la cosa es que escribía la Palabra que él quería darle a esas iglesias.
Y ahora es más fácil: queda grabado todo, luego Miguel lo chequea, lo revisa, y luego queda impreso. Queda escrito por ustedes, luego Miguel le da una revisión y queda listo para ser multiplicado; y que así llegue a las manos de los que tienen que leer para ser bienaventurados leyendo.
Y queda grabado en videos también y en cintas, para que los que van a oír, los que tiene oídos para oír la Voz de Cristo, oigan en este tiempo final la Voz del Espíritu Santo, la Voz profética, la Voz del Espíritu de la Profecía; oigan, crean y sean bienaventurados.
¿Ven por qué Dios nos ha dado tantas facilidades? Porque este es el tiempo más grande y más glorioso, este es el tiempo donde Cristo va a resucitar a los muertos creyentes en Él y nos va a transformar a nosotros los que vivimos.
Y tenemos que tener una Palabra pura, sin ser alterada; sin que se le añada ni que se le quite. Eso impide que se levanten personas dando otras interpretaciones a la Palabra profética dada por el Espíritu de la Profecía.
Y para que nadie se atreva a hacer algo así, dice que: “El que le añada, le serán añadidas las plagas escritas en este libro del Apocalipsis; y el que le quite, su nombre será quitado del Libro de la Vida”27.
¿Y quién se va a atrever a añadirle o quitarle con una sentencia como esa? Tendría que ser una persona tonta el que se arriesgue con una sentencia así. ¿Qué usted cree que le va a pasar a la persona que se atreva a hacer algo así? Pues lo que ahí dice. Y esa es una Palabra que fue hablada, y se cumplirá en aquellos que se atrevan a quitarle o añadirle a la Palabra profética dada por el Espíritu de la Profecía.
Por lo tanto, debe llegar pura la Palabra a cada persona, para que la lea y para que la escuche y para que quede grabada en su alma. Cada persona es responsable por leer y escuchar, y cada pastor es responsable por tenerle ese alimento a la mano de cada miembro de su congregación.
Por eso, vean ustedes, ha sido una bendición grande las imprentas en todos los países, porque cada ministro se ha dado cuenta de la responsabilidad que tiene con su congregación: Tiene que tener el alimento a tiempo, como un siervo fiel y prudente que les da el alimento a tiempo, el alimento de su edad y de su dispensación a su congregación.
Esos ministros serán reconocidos como siervos fieles y prudentes, como también es reconocido el mensajero de cada edad con su grupo de cada edad. Así es para nuestro tiempo también.
Por eso no tomen el Mensaje para tratar de darle una interpretación incorrecta; porque la sentencia es que, si le añaden, le serán añadidas plagas; y si le quitan, sus nombres serán borrados del Libro de la Vida. Por lo tanto, si le quitan o le añaden, no habrá transformación ni rapto para esas personas.
Por lo tanto, que Dios tenga misericordia de los que le hayan añadido o quitado en alguna parte a la Palabra, y le hayan cambiado el sentido de lo que dice la Palabra profética dada por el Espíritu de la Profecía.
Bueno eso ha sido el postre, Miguel. Ya… Que Dios nos continúe bendiciendo a todos y con nosotros nuevamente nuestro amado amigo y hermano Miguel Bermúdez Marín.
Y recuerden, ustedes trabajando en la imprenta y los que trabajan en las grabaciones, impiden que le quiten o le añadan, porque hacen que les llegue el Mensaje tal y como ha sido dado; que el Espíritu de Dios se encargue de obrar con la persona a medida que lo lee o lo escucha.
Bueno, que Dios les bendiga, y con nosotros nuestro amigo y hermano Miguel Bermúdez Marín.
• Muchas gracias, Miguel, por invitarme a estar con ustedes en esta noche. Iba a ser por teléfono, ¿verdad? Pero luego pues ya le dije a Miguel: “Yo voy personalmente”, y a Benjie; y ya pues más bien comparto así con todos ustedes aquí; y ha sido para mí una bendición grande estar con ustedes.
Yo creo que nos pasamos de cinco minutos, ¿verdad? [Hno. Miguel: Una hora con cinco minutos] Los cinco minutos los dejamos para el postre.
Así que fue un privilegio para mí pues estar aquí con ustedes en esta dedicación de este lugar para la imprenta.
• Bueno, cuando se está escuchando y se está leyendo a la misma vez, pues se está tomando doble bendición… [Hno. Miguel: Eso ayuda… mantiene a la persona más concentrada]. Sí, porque tiene dos sentidos a la misma vez trabajando; por lo tanto, el sentido de la vista no se le puede ir para otro lugar, porque lo tiene ahí en la Palabra; y el sentido del oído también lo tiene en la Palabra.
Por lo tanto, no tiene oídos para oír a otra persona, ni tiene vista para mirar para otro lugar o a otra persona; y si podemos tener todos los sentidos concentrados en la Palabra cuando se está hablando, mucho mejor.
¿Cuáles son, Miguel?… [Hno. Miguel: Dos…] Tiene también… No, tiene más sentidos, por lo menos dijimos dos… hay tres: el tacto, ¿y cuál más? [Hno. Miguel: Tiene 3 por lo menos…] Los otros en sentido espiritual: está gustando la Palabra, y el olfato.
[El Hno. Miguel sigue comentando…]
Sí. Miguel, ya se nos acabó hasta el postre… ya para otra ocasión, ya… Eso sería una cena con postre y todo, para otra ocasión (así que ya quiere que también se…).
Ya en lo espiritual, pues, los sentidos del espíritu pues también están… Cuando se está oyendo, leyendo, y con el tacto (con el folleto en la mano), también están los otros sentidos del espíritu funcionando ahí; que era lo que quería Miguel que habláramos. Pero ya si comenzamos ahí, Miguel, ya… Al hermano Branham le tomó más de una hora predicar el mensaje “La más grande batalla”, y después…, luego siguió con otros mensajes. Así que, si comenzamos a explicar, pues, ya nos tomaría más tiempo.
[Hno. Miguel: Estamos muy agradecidos que hayas estado con nosotros, que nos hayas dado…]
• No, para mí ha sido el privilegio de estar aquí contigo y con todos ustedes, en esta dedicación del lugar, del local de la imprenta. No es la nueva imprenta, sino la misma imprenta pero con un nuevo local, en donde esperamos que tengan más facilidades para la labor que ustedes están llevando a cabo.
Vemos que Dios los ha bendecido grandemente, a todos los que están brazo a brazo trabajando en la imprenta aquí en Cayey, la imprenta de la Obra del Señor Jesucristo aquí en Cayey.
[Hermana: Y de América Latina porque de aquí salen todas las portadas…] [Hno. Miguel: De aquí salen los originales también].
• Sí, tiene alcance internacional.
[Hno. Miguel: Alcance internacional, sí. Desde aquí se envía por internet]
Sí, queda en internet y de ahí la toman los demás lugares.
Ahora, hemos visto también cómo en cada lugar, en cada nación, se ha abierto más de una imprenta en cada nación, ¿verdad?
[Hno. Miguel: Sí… hay lugares donde hay hasta 8 y 10 imprentas]
Cada… los ministros cuando dicen: “Oye, pero estoy recibiendo de aquí, de la imprenta de mi país, pero muy poco, o me llega muy tarde; voy a poner una imprenta yo también”, porque como eso está en internet: el mensaje lo sacan, y ya pues tienen sus mensajes; aunque sea sin encuadernarlo pero lo tienen.
Y escuchan el video, y teniendo el mensaje a la misma vez, y les es de mucha bendición.
• Vean, no les hemos puesto límites a los pastores que quieren poner una imprenta con su congregación; porque cada ministro es responsable de tenerle el alimento a tiempo a su congregación.
Es una responsabilidad del ministro, ya sea que lo consiga a través de un grupo que tenga una imprenta… Y no puede esperar que se lo estén regalando, porque el ministro es responsable de tenerle el alimento; debe de cooperar con ese otro ministro, porque gasta papel, tinta, tiempo, luz, agua también, y gasta en comprar una imprenta; entonces, pues, debe de ayudarlo de acuerdo a las facilidades que tenga. Si tuviera él una imprenta, gastaría más en producir la literatura que usa que lo que puede invertir ayudando a otro ministro que tenga una imprenta.
Así que, vean ustedes, nos decía Miguel que… lo de centralizar todo y de un solo lugar salir la literatura, ¿vieron?, sale más caro que todo el equipo de una imprenta que se haya comprado. Y nosotros estamos llamados a ser personas que economicemos en la Obra de Cristo.
Si una cosa para la Obra de Cristo en un sitio cuesta mil dólares y en otro sitio cuesta quinientos dólares, sería un tonto el que va y la compra en mil dólares pudiéndola comprar en quinientos dólares. Estaría usando el dinero incorrectamente el que compre cosas en un precio más caro de lo que debe comprar, y por lo tanto no está haciendo uso correcto totalmente de lo que Dios está proveyendo.
Siempre estará diciendo: “Es que el dinero no me da para nada”, pues si no lo está economizando… Y si en lo poco no es fiel, no puede esperar que Dios lo coloque en lo mucho. Si no cuida lo de su Señor, entonces Dios no lo va a poner en una posición más alta, porque tampoco va a cuidar lo mucho si no cuidó lo poco; si no cuidó lo poco, lo mucho tampoco lo va a cuidar. “En lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré”28. Así que tenemos también que economizar todo lo que podamos en la Obra del Señor.
El Señor Jesucristo era bien económico. Luego que dio alimento a todos, a miles de personas, dijo: “Lo que sobró no lo boten, lo recogen”, luego pues lo usaron más adelante.
Así que en la Obra del Señor tenemos que ser cuidadosos y no malgastar lo que Dios provee, sino darle uso hasta el máximo a lo que Dios provee.
Bueno, adelante, Miguel. Que Dios te bendiga, Miguel.
• Miguel, con el permiso… ¿La portada también la están poniendo en internet? Sí, es bueno para… así con todos los colores y todo, para que también la puedan sacar con la portada… Está bien, Miguel. Bueno, si no me voy, Miguel…
(…) [Hno. Miguel: Estamos muy contentos de haber tenido a nuestro hermano William con nosotros; y de todo corazón pedimos que lo bendiga grandemente, y a nuestro hermano Benjie también. Un privilegio tenerle a los dos. Los amamos de corazón, ¿verdad que sí? Los amamos y pedimos a Dios siempre por ellos, que Dios los bendiga, por nuestro hermano William; y ahora por nuestro hermano Benjie siempre estamos orando.
Que el Señor los bendiga y los use en la Obra de Dios aquí en Puerto Rico, junto con todo ese grupo tan precioso de personas que Dios ha dado aquí en esta Isla para trabajar y ayudar a la América Latina; de aquí ha salido una gran ayuda para toda la América Latina…]
Y al África está llegando ya, y al Caribe también.
[Hno. Miguel: Y estamos muy agradecidos a Dios por ustedes. Y le pedimos a Dios que este año los use mucho más; que este sea un año en que Dios use la Obra de aquí de Puerto Rico de una manera mayor; que use a nuestro hermano William de una manera más grande en este año; que use a nuestro hermano Benjie, y que use a todos los que tienen su corazón puesto en la Obra de Jesucristo, que están trabajando para el engrandecimiento del Reino del Señor Jesucristo.
Que Dios los use, los prospere, los mantenga sanos; y que el Señor les guarde librándolos de todo accidente y librándoles de toda cosa negativa; de tal manera que todo lo que el Señor provea lo podamos utilizar bien, para el engrandecimiento del Reino del Señor Jesucristo.
Que Dios bendiga a todos los que han cooperado para preparar este lugar, que el Señor les retribuya grandemente. Y pedimos a Dios por todo el equipo de la imprenta: que Dios los guarde, los bendiga y los use de aquí en adelante muchísimo más. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén y amén. Tenemos unas palabritas más por aquí… Esta bendición sigue…].
• De mi parte aprecio mucho lo que cada uno de ustedes ha estado haciendo, ha estado trabajando en la imprenta. Ustedes son buenos colaboradores en esta hora en la Iglesia del Señor Jesucristo, en la Edad que nos ha tocado vivir.
Aprecio y agradezco todo lo que ustedes han hecho, y que Dios me los bendiga grandemente.
“LA PALABRA PROFÉTICA DADA POR EL ESPÍRITU DE LA PROFECÍA”.
[Revisión febrero 2019 – marzo 2022]
1 1500 millas = 2414 Km (aproximadamente)
2 Daniel 9:20-23
3 Daniel 2:27-45
4 Isaías 2:3, Miqueas 4:2
5 Amós 1:2, Joel 3:16
6 Romanos 11:26
7 Isaías 59:20
8 Jeremías 31:33, Hebreos 10:16
9 Deuteronomio 10:16
10 Romanos 2:29
11 Ezequiel 18:31
12 Salmos 22:17
13 San Juan 14:28
14 Hechos 8:26-40
15 San Lucas 24:13-32
16 San Lucas 24:32
17 San Lucas 24:45
18 1 Reyes 18:46
19 1 Reyes 17:1
20 San Mateo 4:4
21 Deuteronomio 6:6-9, 11:18-21
22 Deuteronomio 17:18-20
23 1 Corintios 15:58
24 Éxodo 24:12, 31:18, 32:15-16, 34:1, 34:27-28; Deuteronomio 9:9-10, 10:1-4
25 [San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan –Ed.]
26 Gálatas 6:11
27 Apocalipsis 22:18-19
28 San Mateo 25:21, 25:23; San Lucas 16:10