Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes. Es para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.
Para esta noche leemos en el libro del Apocalipsis, en el capítulo 14, verso 6 al 8, donde dice:
“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,
diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”.
Podemos continuar leyendo aquí:
“Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación.
Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano,
él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero;
y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.
Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”.
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema es: “EL ÁNGEL CON EL EVANGELIO ETERNO”.
El Ángel con el Evangelio Eterno aquí, tiene un Mensaje para predicarlo a toda nación, a toda tribu, lengua y pueblo; y ese es un Mensaje para ser predicado en este tiempo final, donde aparecerá este Ángel Mensajero con el Evangelio Eterno. Y este Ángel con el Evangelio Eterno, vean ustedes, tiene la revelación divina de la hora del juicio divino, porque dice: “Porque la hora de su juicio ha llegado”.
Por lo tanto, este no es ninguno de los siete ángeles mensajeros de las siete edades de la Iglesia entre los gentiles. Este Ángel Mensajero es el que, en Apocalipsis, capítulo 10, está representado en el apóstol Juan, el cual recibe a Cristo en Su Venida, en una isla donde Juan se encontraba y donde Cristo se le apareció; y Cristo vino con el Librito de los Siete Sellos abierto en Su mano; y ese Libro es el Título de Propiedad de los Cielos y de la Tierra.
Y ese Título de Propiedad lo toma Cristo, el Ángel Fuerte. Cristo lo toma en el Cielo, en el capítulo 5, de la diestra de Dios, de la diestra del que está sentado en el Trono, y lo abre en el capítulo 6 y capítulo 8 del Apocalipsis, y luego lo trae a la Tierra en Apocalipsis, capítulo 10.
Este Ángel Fuerte que desciende del Cielo es Cristo; pone Su pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra. El mar tipifica, representa, pueblos, naciones y lenguas.
Y ahora, Cristo colocando Su pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra, vean, el izquierdo lo coloca sobre una isla: la Isla de Patmos, donde Juan estaba allí viviendo, porque había sido echado a esa Isla de Patmos[1].
Ahora, todo eso es tipo y figura de lo que Cristo estará haciendo en Su Segunda Venida, luego que haya completado Su Iglesia y haya tomado el Título de Propiedad y lo haya abierto en el Cielo; y luego, en Su Obra de Reclamo como el León de la tribu de Judá, desciende y clama como cuando un león ruge, vean, porque viene como el León de la tribu de Judá; por consiguiente, ya han transcurrido las siete etapas o edades de la Iglesia, donde Cristo estaba como el Cordero de Dios.
Y ahora, Cristo viene con el Título de Propiedad abierto en Su mano en Su Obra de Reclamo, en donde Él reclamará a todos los que Él ha redimido con Su Sangre preciosa: resucitará a los muertos creyentes en Él en cuerpos glorificados y a nosotros los que vivimos nos transformará. Y así llevará a cabo Su Obra de Reclamo: reclamando a todos Sus escogidos y colocándolos en cuerpos glorificados, y realizando —por consiguiente— así la redención del cuerpo, que es nuestra transformación. Eso es la adopción física de los hijos e hijas de Dios.
La adopción espiritual viene a ser la adopción que Cristo produce en los escogidos que reciben a Cristo como su único y suficiente Salvador, son bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, arrepentido de sus pecados, Cristo los perdona y con Su Sangre los limpia de todo pecado, y son bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo; y Cristo los bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y produce el nuevo nacimiento en esas personas; y por consiguiente, produce la adopción espiritual de cada persona como un hijo o una hija de Dios. Esa es la adopción espiritual.
Y ahora, encontramos que Cristo, en Apocalipsis, capítulo 10, viene con el Librito abierto en Su mano, viene también con el arco iris alrededor de Su cabeza (el arco iris es el Pacto Divino). Por lo tanto, Cristo viene también con Sus ojos como llama de fuego, Cristo también viene con el Título de Propiedad, y viene para entregar ese Título de Propiedad a un hombre que estará en la Tierra en este tiempo final, y que será el profeta mensajero de la Dispensación del Reino, el cual Cristo colocará en medio de Su Iglesia y después en medio del pueblo hebreo.
Será un mensajero dispensacional, la clase de mensajero mayor que Dios tiene; pues Dios tiene solamente siete profetas dispensacionales para siete dispensaciones, los cuales son:
- Para la primera dispensación, la Dispensación de la Inocencia: Adán.
- Para la Dispensación de la Conciencia: Set (para la segunda dispensación).
- Para la tercera dispensación: Noé, la Dispensación del Gobierno Humano.
- Y para la cuarta dispensación, la Dispensación de la Promesa: a Abraham, el patriarca y profeta dispensacional, el padre de la fe.
- Luego, para la Dispensación de la Ley, la quinta dispensación, Dios tiene a Moisés; él fue el profeta de la Dispensación de la Ley, que es la quinta dispensación.
- Y para la sexta dispensación tenemos a Jesús, el Profeta mayor de todos los profetas; Él es el profeta de la Dispensación de la Gracia.
- Y luego, para la séptima dispensación, la Dispensación del Reino, Dios tiene al último profeta dispensacional, que es el Ángel que viene con el Evangelio Eterno.
Él fue tipificado en profetas y mensajeros del pasado, fue tipificado en todos estos profetas dispensacionales: fue tipificado en Noé, fue tipificado también —allá en el tiempo de Abraham— en Abraham; y también es tipificado en diferentes mensajeros que Dios ha enviado en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento; está tipificado en el profeta Moisés y está tipificado en el profeta Elías también.
Así como Moisés anunció el juicio divino sobre Egipto[2] y Elías anunció el juicio divino también que vendría a Israel[3], y también Noé anunció el juicio divino que vendría sobre la raza humana[4], así este Ángel Mensajero de Jesucristo anunciará el juicio divino que vendrá sobre la raza humana: anunciará el día de la ira, la hora de la ira divina que vendrá sobre la raza humana. Por eso es que dice este Ángel Mensajero en su Mensaje: “Porque la hora de su juicio ha llegado”.
Y ahora, este Ángel Mensajero será el que anunciará el juicio divino a la raza humana, a los gentiles y a los hebreos también. Ese Mensaje, con el cual estará dando testimonio a todas las naciones y con el cual anunciará el juicio divino que vendrá sobre la raza humana, es Buenas Nuevas para la Iglesia de Jesucristo y para el pueblo hebreo también, aunque es un Mensaje donde se anunciará del juicio divino.
Ahora, veamos en el libro del Apocalipsis quién es el que estará profetizando sobre muchos pueblos, naciones y lenguas, pues ese es el que viene con el Evangelio Eterno anunciando que la hora del juicio divino ha llegado. Ese será el que conocerá el tiempo del juicio divino, la hora del juicio divino.
En Apocalipsis, capítulo 10, verso 8 en adelante, leemos aquí lo que a continuación dice… En este capítulo desciende el Ángel Fuerte con el Librito abierto en Su mano; eso es Cristo, el cual clama como cuando un león ruge, porque viene como el León de la tribu de Judá, y viene con el Título de Propiedad.
Y ahora, en el mismo capítulo 10, verso 8 en adelante, dice:
“La voz que oí…”.
Este es Juan, el cual tipifica al Ángel que estará predicando el Evangelio Eterno en este tiempo final. También él fue tipificado en el quinto mensajero de la quinta edad de la Iglesia del Señor Jesucristo.
Ahora, veamos, dice Juan el apóstol:
“La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra.
Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel.
Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre.
Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”.
Y aquí el que recibe la comisión divina de profetizar sobre muchos pueblos, naciones y lenguas, es el que se come el Librito, el Título de Propiedad, el Libro de los Siete Sellos, que es el Libro de la Vida del Cordero, donde están escritos los nombres de todos aquellos redimidos por Cristo; están escritos ahí desde antes de la fundación del mundo.
Y ahora, veamos aquí en el capítulo 11… Recuerden que Juan el apóstol aquí está representando, tipificando, al Ángel Mensajero dispensacional de la Dispensación del Reino, que se comerá ese Título de Propiedad, para luego profetizar sobre muchos pueblos, naciones y lenguas. En el capítulo 11 del Apocalipsis dice:
“Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él.
Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.
Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.
Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra.
Si alguno quiere…”.
Ahora vean, ¿quiénes son los que tienen el ministerio profético para profetizar? Son los Dos Olivos, los Dos Candeleros de Oro que están en pie delante del Dios de toda la Tierra; son los Dos Ungidos, los cuales en Zacarías, capítulo 4, aparecen también. En el capítulo 4 de Zacarías están aquí señalados para tener el ministerio en el tiempo final.
Recuerden que lo que vio el sacerdote Zacarías en aquella visión: el candelabro con dos árboles de olivo a cada lado, y dos ramas de olivo que vertían aceite por dos tubos de oro sobre el vaso principal, recuerden que ese candelabro o candelero con esos brazos y esas siete lámparas tipifican a la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y ahora, veamos lo que dice en el capítulo 4, verso 11 al 14, de Zacarías; dice:
“Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos dos olivos a la derecha del candelabro y a su izquierda?
Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué significan las dos ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro vierten de sí aceite como oro?
Y me respondió diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no.
Y él dijo: Estos son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra”.
Aquí encontramos que estos Dos Ungidos están uno a cada lado del candelabro; por lo tanto, tienen que aparecer en la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo final. Y luego tendrán un ministerio, no solamente con la Iglesia del Señor Jesucristo, sino con el pueblo hebreo. Por eso es que ninguna otra persona podía ser usado por Dios para convertir el pueblo hebreo a Cristo. Solamente este mensajero que viene con el Evangelio Eterno es el único escogido por Dios para esa misión.
Por eso los demás mensajeros, cuando trataron de convertir el pueblo hebreo a Cristo, no pudieron; es porque esta es una comisión divina para ese Ángel que viene con el Evangelio Eterno, en el cual el Espíritu Santo…, el cual estará en él, porque es el Ángel de Apocalipsis, capítulo 7, también, que viene con el Sello del Dios vivo (y el Sello del Dios vivo es el Espíritu Santo); y viene para llamar y juntar 144.000 hebreos, 12.000 de cada tribu.
Este Ángel es el que viene con el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo en él estará operando los ministerios de Moisés y de Elías. Y por medio de estos ministerios que estará operando el Espíritu Santo en este Ángel Mensajero, serán llamados y juntados 144.000 hebreos.
Por eso es que en Apocalipsis, capítulo 7, aparece un solo Ángel con el Sello del Dios vivo, para llamar y juntar 144.000 hebreos; porque en Él estarán los ministerios de los Dos Olivos, los ministerios de Moisés y Elías, siendo operados por el Espíritu Santo.
Por lo tanto, este es el Ángel Mensajero que viene con el Evangelio Eterno, para profetizar sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes, y dar a conocer los juicios divinos que han de caer sobre la raza humana; porque en el Mensaje que trae están todos esos juicios divinos, para ser revelados, dados a conocer a la raza humana.
Y aunque un mensaje de juicio divino para la raza humana, quizás para algunos no tenga nada de atractivo, es atractivo. Porque así como el mensaje del negociado del tiempo cuando anuncia que viene una tormenta no es un mensaje atractivo, con todo y eso, es un mensaje de advertencia para que las personas se preparen para evitar ser afectados por la tormenta que viene; y el que no escucha la voz del negociado del tiempo se encontrará en problemas cuando surja la tormenta y lo encuentre sin haber hecho los preparativos.
Por lo tanto, este mensajero que vendrá con el Mensaje del Evangelio Eterno estará dando la advertencia de los juicios divinos que vendrán sobre la raza humana; y… [CORTE DE ORIGEN] … lugares donde estarán cayendo esos juicios divinos, y eso pues da la oportunidad a las personas para que: o se salgan de esos lugares o se preparen para el juicio divino que ha de venir.
O sea que tendremos las noticias del Cielo de los juicios divinos que caerán sobre la Tierra siendo transmitidas a través del Ángel que viene con el Evangelio Eterno. Así que será una bendición grande la venida y presencia de ese Ángel Mensajero, dando a conocer la hora del juicio divino que ha de venir sobre la raza humana.
Ahora veamos, esto estará dando cumplimiento a Apocalipsis, capítulo 10, donde este que se come el Librito abierto estará profetizando sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes. Y por consiguiente, ese será el que tendrá el ministerio de los Dos Olivos en medio de la Iglesia y después en medio del pueblo hebreo.
Será en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo que los hebreos verán el ministerio del Ángel que viene con el Evangelio Eterno predicándolo, y dirán: “Esto es lo que nosotros estamos esperando”. Y ellos van a creer.
Por eso es que en edades pasadas no era posible que el pueblo hebreo como nación fuera convertido a Cristo. Y era imposible que 144.000 hebreos creyeran, porque eso corresponde al ministerio de los Dos Olivos, el ministerio del Ángel que viene con el Sello del Dios vivo, el ministerio del Ángel que viene con el Evangelio Eterno, que viene con las buenas noticias para la Iglesia y para el pueblo hebreo; las buenas noticias de que el juicio divino caerá sobre todos aquellos que han perseguido al pueblo hebreo y han perseguido a la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y Dios vengará la sangre de los hebreos y la sangre de los miembros de Su Iglesia que han sido martirizados en edades pasadas. Y Dios juzgará a todas las naciones, conforme a San Mateo, capítulo 25, versos 31 al 46.
Por lo tanto, este Ángel con el Evangelio Eterno estará predicando todo lo que vendrá en la gran tribulación: estará revelando los misterios de Dios correspondientes a la gran tribulación, los juicios divinos que han de venir sobre la raza humana, y estará también dando a conocer tanto la Obra de Dios como también lo que el enemigo de Dios, el diablo, estará haciendo en contra del pueblo hebreo y en contra de la Iglesia del Señor Jesucristo y en contra de las vírgenes insensatas también.
Todo eso estará contenido en el Evangelio Eterno, que estará predicando el Ángel que viene con el Sello del Dios vivo. Ese Ángel estará tocando la Séptima Trompeta de Apocalipsis, capítulo 11, verso 15 en adelante.
Es el Séptimo Ángel de la Séptima Trompeta, que viene proclamando el Evangelio Eterno y dando a conocer todos estos misterios de las cosas que han de suceder en este tiempo final.
Y él estará en la Iglesia del Señor Jesucristo y después con el pueblo hebreo; y así como los hebreos trajeron el Evangelio a los gentiles, los gentiles lo llevarán a los hebreos, por medio del ministerio de Moisés y Elías, los ministerios de los Dos Olivos; porque son Moisés y Elías, los Dos Olivos, los que llevarán el Evangelio a los judíos[5]. Y todo eso se estará cumpliendo en el Ángel que viene con el Evangelio Eterno, y ese Ángel es el Ángel del Señor Jesucristo.
Así como los siete ángeles de las siete edades son ángeles del Señor Jesucristo enviados a Su Iglesia de edad en edad, para por medio de ellos Cristo en Espíritu Santo llamar y juntar los escogidos correspondientes a cada edad. Y por medio de este Ángel que viene con el Evangelio Eterno Cristo estará llamando y juntando a los escogidos de este tiempo final en medio de Su Iglesia, y después juntará 144.000 hebreos, 12.000 de cada tribu.
Pero ellos no pertenecen a la Iglesia del Señor Jesucristo; ellos son otro grupo, el cual pasará por la gran tribulación. Morirán durante la gran tribulación, pero serán resucitados al final de la gran tribulación, para entrar al Reino Milenial de Cristo como eunucos que servirán a la Reina, la Iglesia del Señor Jesucristo, en el Reino Milenial.
Pero los escogidos de entre los gentiles, los escogidos de la Iglesia de Jesucristo, en donde habrá gentiles y hebreos, no pasarán por la gran tribulación; serán transformados los que viven en ese tiempo final, los que queden vivos —porque algunos morirán por causa de la edad avanzada o por algún problema de salud o por algún accidente; pero la mayoría permanecerán vivos para recibir la adopción física, que será la transformación de nuestros cuerpos—, y los muertos en Cristo recibirán la resurrección en cuerpos glorificados.
Por lo tanto, estamos esperando nuestra adopción física, que es nuestra transformación.
El Mensaje que estará trayendo el Ángel con el Sello del Dios vivo, el Ángel con los ministerios de Moisés y Elías, el Ángel con el Evangelio Eterno…, lo cual será el Ángel del Señor Jesucristo tocando la Séptima Trompeta, tocando la Trompeta de la Fiesta de las Trompetas; porque este Mensaje es nada menos que el Mensaje de la Fiesta de las Trompetas, donde se tocaba – donde se tocaban las trompetas el día primero del mes séptimo de cada año[6].
Por lo tanto, al que le toca sonar las Trompetas en esta Fiesta de las Trompetas es al Ángel que viene con el Sello del Dios vivo, el Ángel que viene con el Evangelio Eterno; el Ángel que viene con el Sello del Dios vivo, con el Espíritu Santo, en el Día Postrero; el Ángel que viene con la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino. Ese Ángel es el que viene con la Séptima Trompeta de Apocalipsis, capítulo 11, verso 15 en adelante; y sonando esa Trompeta él estará proclamando para los hebreos el Evangelio Eterno, y estará llamando y juntando 144.000 hebreos.
Pero todo eso saldrá de la Iglesia del Señor Jesucristo bajo el ministerio de los Dos Olivos llevándole el Evangelio a los hebreos. En la Iglesia de Jesucristo es que ellos verán a este Ángel con el Evangelio Eterno. Pero luego ese Ángel tendrá su ministerio con los hebreos también.
Pero primero le toca a los escogidos de la Iglesia del Señor Jesucristo, escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero. Y hasta que haya sido llamado y juntado hasta el último escogido de Dios escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, hasta que haya sido llamado y redimido, puede este Ángel convertir el pueblo hebreo, 144.000 hebreos, a Cristo.
Por lo tanto, ese Ángel tiene una misión muy importante en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo. Es el único ángel mensajero de Jesucristo, el único profeta mensajero de Jesucristo, que estará o que estaría predicando el Evangelio Eterno y estaría dando testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto, de todas estas cosas que sucederán en este tiempo final.
Es el último ángel mensajero, el último profeta mensajero de Dios, y es un profeta dispensacional; y por consiguiente, será el profeta mayor que Jesucristo enviaría a Su Iglesia, el Ángel mayor que Jesucristo enviaría a Su Iglesia. Por eso su Mensaje es un Mensaje de Gran Voz de Trompeta, es un Mensaje de Voz de Arcángel.
Los profetas dispensacionales están tipificados en los arcángeles. Por lo tanto, este Ángel Mensajero estará en la Iglesia del Señor Jesucristo en el Día Postrero en carne humana, en la etapa correspondiente a la Edad de la Piedra Angular; y en el territorio donde se estará cumpliendo esa edad, ahí estará el Ángel con el Evangelio Eterno, proclamando su Mensaje a la Iglesia del Señor Jesucristo y al pueblo hebreo, y a todo pueblo, nación, lengua y reyes también.
Por lo tanto, el Ángel con el Evangelio Eterno, ya hemos visto que es el Ángel Mensajero de Jesucristo, el Ángel de Jesucristo, que es enviado para dar testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto.
Vean ustedes, en Apocalipsis, capítulo 4, Cristo con esa Voz de Trompeta, dice… Capítulo 4, verso 1, dice:
“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas”.
Y ahora, la promesa es que Cristo nos mostrará las cosas que sucederán después de estas que ya han sucedido durante todo este lapso de tiempo de Cristo hacia acá, o sea, durante la Dispensación de la Gracia.
Y ahora, si Cristo está en el Cielo como Sumo Sacerdote haciendo intercesión por cada creyente en Cristo escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, ¿cómo nos va a hablar Cristo todas estas cosas que deben suceder pronto? Pues Cristo está en medio de Su Iglesia en Espíritu Santo desde el Día de Pentecostés. Y Él dijo: “Yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo. Estaré todos los días hasta el fin del mundo”. Eso está en San Mateo, capítulo 28, verso 20.
Por lo tanto, Cristo en Espíritu Santo ha estado en los apóstoles y en los diferentes ángeles mensajeros que Él ha enviado, y por medio de ellos ha estado hablando y ha estado llamando y juntando a Sus escogidos. Ellos hablaron —ungidos por el Espíritu Santo— el Evangelio de Cristo.
Y ahora, para el Día Postrero, vean ustedes cómo es que Cristo estará dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Apocalipsis 22, verso 6, dice:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto”.
Y ahora, ¿quién es el Enviado de Cristo, del Señor, de Dios, para dar a conocer las cosas que deben suceder pronto? Aquí dice que es el Ángel del Señor Jesucristo.
Y en Apocalipsis, capítulo 22, verso 16, también Cristo habla de este Ángel, y dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias”.
Y ahora, ¿quién dice Jesucristo que es el Enviado para dar testimonio de estas cosas? Cristo dice que es Su Ángel, el cual Él ha enviado para dar testimonio de estas cosas. Ese Ángel es el Ángel que viene con el Evangelio Eterno, para dar a conocer que el día, que la hora del juicio divino, ha llegado.
“EL ÁNGEL CON EL EVANGELIO ETERNO”.
Hemos visto quién es el Ángel: es el Ángel del Señor Jesucristo, el cual aparece en todo el Apocalipsis. Es el mismo Ángel que viene con el Sello del Dios vivo, viene con el Espíritu Santo; el cual estuvo dándole a Juan el apóstol la revelación del Apocalipsis. Para ese tiempo este Ángel estaba en Su cuerpo espiritual, angelical; era un espíritu de profeta el cuerpo que Juan vio, y fue llamado el Ángel del Señor Jesucristo.
Así como en el Antiguo Testamento el Ángel de Jehová, que veían los profetas del Antiguo Testamento y que vio Manoa y su esposa[7], era nada menos que Cristo en Su cuerpo angelical; pero luego se hizo carne y vivió en medio del pueblo hebreo por 33 años, y tuvo Su ministerio terrenal.
Y ahora, este Ángel del Señor Jesucristo, así como Dios el Padre tuvo Su Ángel, el Ángel de Jehová, por el cual Él habló a los profetas y a través de los profetas, y luego se hizo carne este Ángel; ahora Cristo en el Nuevo Testamento dice que también Él tiene un Ángel: Su Ángel, el Ángel de Jesucristo, el cual ha estado en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo todo el tiempo. También en el Antiguo Testamento estaba, pero de eso no vamos a hablar en esta ocasión.
Ahora, este Ángel, para el tiempo final, estará manifestado en carne humana, y será el Ángel que vendrá con el Evangelio Eterno, dando testimonio de estas cosas que han de suceder; dando testimonio de la hora del juicio divino y de los juicios o plagas que caerán sobre la raza humana. Y por consiguiente, será una bendición grande escuchar el Mensaje del Evangelio Eterno, que traerá este Ángel del Señor Jesucristo, para así obtener el conocimiento de todas estas cosas que sucederán.
Este es el ángel mensajero, el profeta mensajero más grande que Jesucristo enviaría a Su Iglesia; y, después de Cristo, este es el que le sigue en posición en el Reino de Dios. Es el Ángel que vio el reverendo William Branham en sueños: cuando Cristo estaba dando los galardones, y él vio a un Ángel al lado de Cristo que tenía el Libro donde estaban escritos los nombres de las personas que entrarían al Reino, que entrarían al Milenio y también a la eternidad[8].
Ese Ángel con el Libro que contenía los nombres, pues es el Ángel que se come el Libro de la Vida del Cordero, que se come el Libro de los Siete Sellos, que es el Libro donde están escritos los nombres de todos los creyentes en Cristo, desde antes de la fundación del mundo. Y ese era el Ángel que llamaba a las personas, porque es el Ángel que tiene el Título de Propiedad, que le otorga Cristo en Su Segunda Venida.
Por lo tanto, ese Ángel viniendo a la Iglesia de Jesucristo será una bendición grande, o una bendición mayor que la bendición que hubo en cada edad, cuando Cristo le envió un ángel mensajero a Su Iglesia en cada edad.
“EL ÁNGEL CON EL EVANGELIO ETERNO”.
Este Ángel Mensajero tendrá el conocimiento del misterio del Evangelio de la Gracia y tendrá el conocimiento del misterio del Evangelio del Reino; por consiguiente, Él tendrá la revelación divina de la Dispensación de la Gracia y la revelación divina de la Dispensación del Reino. Y por medio del Mensaje de enseñanza que él traerá estará trayendo la Lluvia Temprana del Evangelio de la Gracia y la Lluvia Tardía del Evangelio del Reino; y por consiguiente, estará siendo preparada la Iglesia del Señor Jesucristo para ser transformada y llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Con el Mensaje del Ángel que viene con el Evangelio Eterno, la Iglesia-Novia del Señor Jesucristo recibe la fe para ser transformada y llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero; y por consiguiente, cada miembro de la Iglesia del Señor Jesucristo recibe la fe para ser transformado y llevado con Cristo en el rapto a la Cena de las Bodas del Cordero.
“EL ÁNGEL CON EL EVANGELIO ETERNO”.
Toda persona que está escrita en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, ha estado siendo llamada de etapa en etapa y ha estado siendo colocada en el Redil del Señor, que es la Iglesia del Señor Jesucristo; y los últimos escogidos que serán llamados, son llamados en este tiempo final por el Ángel que viene con el Evangelio Eterno.
Viene con la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino, viene con la Gran Voz de Trompeta del Evangelio, para así llamar y juntar 144.000 hebreos, de los judíos. Pero antes llama y junta a los escogidos de la Iglesia del Señor Jesucristo, que no pertenecen al grupo de 144.000 hebreos, porque son del Reino celestial.
El pueblo hebreo son del Reino terrenal, por lo tanto los hebreos son los siervos de Dios; pero los miembros de la Iglesia de Jesucristo son los hijos e hijas de Dios, son de una categoría superior. Y este Ángel con el Evangelio Eterno conocerá quiénes son los escogidos de la Iglesia de Jesucristo y quiénes son los escogidos del pueblo hebreo; y con su Mensaje tratará con los escogidos de la Iglesia de Jesucristo, y después con los escogidos del pueblo hebreo.
Y este es el Ángel del Señor Jesucristo, mencionado en el libro del Apocalipsis, el Ángel que viene con la revelación de Jesucristo. Apocalipsis, capítulo 1, dice:
“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan”.
Y ahora, la revelación de Jesucristo, vean ustedes por medio de quién vino a Juan: por medio del Ángel del Señor Jesucristo.
Por lo tanto, la revelación de Jesucristo viene exclusivamente por medio del Ángel del Señor Jesucristo, y es transmitida a los diferentes mensajeros, así como fue transmitida a Juan el apóstol. Y para el Día Postrero será transmitida a la Iglesia del Señor Jesucristo por el mismo Ángel del Señor Jesucristo, por el mismo Ángel que viene con el Evangelio Eterno.
Todo lo que Juan vio y experimentó allá en una isla, la Isla de Patmos, estará siendo visto y experimentado en el Día Postrero en medio de la Iglesia de Jesucristo. Por lo tanto, habrá un lugar donde Cristo, el Ángel Fuerte, se manifestará y le entregará a Su Ángel Mensajero el Título de Propiedad; así como fue tipificado cuando se lo entregó a Juan en visión; y Juan estaba en una isla, y esa isla pertenecía a los gentiles.
Y en esa isla, vean ustedes, se hablaba idioma gentil, pero también podían hablar cualquier idioma, pues los que estaban allí no tenían limitaciones, porque estaban… eran personas que habían sido condenadas y fueron echadas en esa isla.
Ahora, podemos ver que estamos en un tiempo muy glorioso, porque vean, Juan, fue en una isla también que él subió al Cielo.
Así que hay algo muy importante con esa Isla de Patmos, porque todo lo que sucedió allá es tipo y figura de lo que estará sucediendo en este tiempo final.
Así que esperamos que cuando Cristo se levante del Trono del Padre, tome el Título de Propiedad y lo abra en el Cielo, lo traiga a la Tierra…; y todas las naciones esperan que Cristo pues llegue a su nación con el Título de Propiedad. Pues, ¿saben dónde va a llegar? A donde esté el Ángel con el Evangelio Eterno. Llegará al lugar donde esté ese Ángel, y le va a dar el Título de Propiedad, el Libro de los Siete Sellos, el Libro de la Redención; y será la primera ocasión en que un hombre, un profeta, se come ese Libro.
Adán lo tuvo y no se lo comió; y luego pasó al dueño original, que es Dios, y ha estado en la diestra de Dios; y está todavía en la diestra de Dios, porque todavía Cristo no ha terminado de completar Su Iglesia, faltan algunos; y ojalá y se complete con africanos.
No importa el color que tengan, lo importante es que sean escogidos de Dios; eso es lo que tiene valor. El color de la piel no tiene ningún valor. Es mejor un negro escogido que un blanco que no sea escogido, que no sea un elegido de Dios. ¿Ven? Porque un blanco que no es elegido no vivirá eternamente. Pero un negro que es un elegido de Dios, vivirá eternamente con Cristo en Su Reino eterno.
Por lo tanto, no hacemos diferencia de razas, de colores, y de cosas así. Más bien el Mensaje de Cristo es para ser predicado a todo pueblo, nación, lengua y reyes, y seres humanos; y el que es de Dios escuchará la Voz de Dios[9].
Por lo tanto, el que es de Dios escuchará la Voz de Dios, la Voz de Cristo, la Voz del Espíritu Santo, por medio del Ángel que viene con el Evangelio Eterno, primero a la Iglesia del Señor Jesucristo y después al pueblo hebreo.
Y en la fase de la Tercera Etapa, en esa fase, cuando esté en pleno cumplimiento, vamos a ver más claramente lo que es este Ángel y su Mensaje; porque ese será el Ángel Mensajero que estando vivo será adoptado, y su grupo también.
Por lo tanto, queremos que Cristo, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo, nos dé toda la revelación divina por medio del Ángel con el Evangelio Eterno, y que nos revele todos los misterios de Dios correspondientes a este tiempo final, y también todos los demás misterios: que nos los haga claros, que los abra para todos nosotros.
Estamos viviendo en el tiempo en que podemos decir que somos bienaventurados, porque esta promesa todos la desearon ver y recibir, pero ahora toca al grupo de los escogidos de este tiempo final esta bendición del Ángel con el Evangelio Eterno; el cual estará primero en medio de la Iglesia de Jesucristo y después con el pueblo hebreo; y el cual viene con un Mensaje para todos los seres humanos, para todos los moradores de la Tierra, para todos los pueblos, naciones y lenguas.
Viene profetizando todas las cosas que han de suceder, incluyendo la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos, y el arrebatamiento de la Iglesia del Señor Jesucristo.
“EL ÁNGEL CON EL EVANGELIO ETERNO”.
Hemos visto que este Ángel es el mismo Ángel que viene con el Sello del Dios vivo, es el Ángel que viene con la Gran Voz de Trompeta o Trompeta Final. Hemos visto que es el Ángel que viene dando a conocer todas las cosas que deben suceder pronto. Hemos visto que es el Ángel que viene con los ministerios de los Dos Olivos, los ministerios de Moisés y Elías. Hemos visto que es el Ángel del Señor Jesucristo, enviado para dar testimonio de estas cosas en las iglesias.
“EL ÁNGEL CON EL EVANGELIO ETERNO”.
Ha sido para mí una bendición grande estar con ustedes, dándoles testimonio de: “EL ÁNGEL CON EL EVANGELIO ETERNO”.
Muchas gracias por vuestra amable atención, y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador.
Y oren mucho por mí, para que Cristo me dé todo lo que debo hablar en estos días que estaré con ustedes en estas actividades.
Bueno, vamos a tener ya al reverendo José Benjamín Pérez para finalizar ya nuestra parte.
Y que Dios bendiga también a nuestro hermano, el misionero, reverendo Miguel Bermúdez Marín, y le use grandemente en estos viajes misioneros, apostólicos, al África, como lo ha usado en toda la América Latina y el Caribe; y les use a ustedes también, y a mí también, respaldándolo con nuestras oraciones y económicamente también. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.
Y use también grandemente a los que irán con él en este recorrido; porque él va, pero van también otros ministros y misioneros, porque África es muy grande, es un continente muy grande que tiene muchos millones de habitantes en las diferentes naciones que pertenecen al continente africano; y están como el varón macedónico, o varón macedonio, diciendo: “Pasa a Macedonia y ayúdanos”[10]. Así decía el varón macedónico o de Macedonia a San Pablo en visión. Y así están los africanos, pidiendo que pasemos al África y los ayudemos.
Pablo cuando vio la visión, entendió que Dios lo llamaba para llevar el Evangelio a Macedonia. Y con este pedido de los habitantes del África, de que pasemos al África a ayudarlos, entendemos que quieren que pasemos al África con el Evangelio de Cristo, para escuchar todas estas cosas que Cristo nos está dando en este tiempo final.
Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador.
Buenas noches.
“EL ÁNGEL CON EL EVANGELIO ETERNO”.
[Revisión noviembre 2024]
[1] Apocalipsis 1:9
[2] Éxodo 7:14-25, 8, 9, 10, 11
[3] 1 de Reyes 17:1-7
[4] Génesis 6
[5] Las Edades, pág. 30, párr. 109
[6] Levítico 23:24, Números 29:1
[7] Jueces 13:1-23
[8] Citas, pág. 96, párr. 837
[9] San Juan 8:47
[10] Hechos 16:9-10