Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos, y compañeros en el ministerio, en la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo final. Es una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.
Estamos trabajando de acuerdo a la Palabra de Dios, y Dios ha provisto todo lo que ya nos ha dado porque el Señor lo necesita.
Tenemos grandes promesas de parte de Dios para la Iglesia del Señor Jesucristo; y por cuanto la Iglesia está distribuida en diferentes naciones, la promesa que ha sido hecha por Dios para el Día Postrero, en algún lugar Dios la va a cumplir.
Y así como ustedes desean que sea en los Estados Unidos Mexicanos, también en Puerto Rico deseamos que se cumpla allá. Y yo no solamente deseo que se cumpla allá esa promesa, sino en todas las naciones; y que esa promesa de la Tercera Etapa se cumpla en tal forma que en todas las naciones puedan experimentar lo que Dios estará haciendo en el cumplimiento de esa Tercera Etapa; o sea, de lo que vio el reverendo William Branham cuando fue transportado en visión al tiempo final, a este tiempo final, y vio un lugar con una carpa o catedral gigante, donde hubo miles de personas reunidos, y donde se predicó el Evangelio, y donde una cantidad muy grande recibió al Señor; y después de eso vino la etapa de la oración por los enfermos, en donde los enfermos se dirigían a un cuartito pequeño de madera, y ahí entraban y salían por otra puerta sanos[1]. Esa etapa tiene que venir.
Y por cuanto detrás de toda actividad pública que se hace, o que se hace en una iglesia, tiene que haber un ministro, tiene que haber alguien ministrando la Palabra para Dios obrar bajo ese ministerio…; como sucedió de edad en edad; como sucedió en los días de Jesús, pues hubo un hombre allí: Jesús, a través del cual Dios obró; como sucedió en los días de San Pedro: hubo un hombre: San Pedro, a través del cual Dios obró; y como sucedió también con los demás apóstoles, y con Felipe también, y también con Juan el discípulo amado, y también con San Pablo entre los gentiles; o sea que Dios se manifestaba a través de San Pablo en la predicación del Evangelio y después los milagros venían.
Primero tiene que venir la Palabra, y por lo tanto tiene que haber un ministro trayendo esa Palabra Divina; y antes de la sanidad es el llamamiento para salvación y vida eterna. Todo tiene un orden en el Programa Divino.
Pueden tomar as-… Bueno, vamos a leer esta Escritura y luego tomarán asiento. Dice…, capítulo 2, (eh) verso 12 en adelante, del Apocalipsis, dice:
“Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto:
Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.
Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación.
Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.
Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca.
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe”.
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema es: “EL MANÁ ESCONDIDO”.
Aquí el Vencedor recibirá una Piedrecita blanca, y en ella un nombre nuevo escrito que ninguno conoce sino aquel que lo recibe; y recibirá también el Maná escondido: “Le daré a comer del Maná escondido”.
En el Antiguo Testamento, encontramos que Dios le dijo a Moisés que le daría alimento; pues el pueblo pidió alimento, y Dios le dio maná. De ese maná, encontramos que le fue ordenado a Moisés que tomara el día viernes (o sea, el sexto día), tomara maná para dos días; y también él tomaría maná y lo colocaría en una vasija de oro, y lo llevaría al lugar santísimo y lo colocaría allí. Eso está en Éxodo, capítulo 16, verso 31 al 35; dice:
“Y la casa de Israel lo llamó Maná; y era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel.
Y dijo Moisés: Esto es lo que Jehová ha mandado: Llenad un gomer de él, y guardadlo para vuestros descendientes, a fin de que vean el pan que yo os di a comer en el desierto, cuando yo os saqué de la tierra de Egipto.
Y dijo Moisés a Aarón: Toma una vasija y pon en ella un gomer de maná, y ponlo delante de Jehová, para que sea guardado para vuestros descendientes.
Y Aarón lo puso delante del Testimonio para guardarlo, como Jehová lo mandó a Moisés.
Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán”.
Aquí tenemos a Aarón obedeciendo lo que le dijo Moisés por mandato de Dios: de tomar en una vasija maná y colocarlo en el lugar santísimo, allá en el arca del pacto; y ese fue el maná que permanecería sin corromperse, el maná que permanecería siempre, aun cuando el pueblo hebreo entrara a la tierra prometida.
El maná es tipo y figura de la Palabra de Dios; y por cuanto es tipo y figura de la Palabra: es tipo y figura de Cristo; porque Cristo es el Verbo, la Palabra.
Y por eso Él dijo…, cuando le dijeron: “Nuestros padres comieron el maná en el desierto”…; porque “Moisés les había dado maná” (dijeron ellos); Moisés, ellos decían que les había dado maná. Pero ahora Cristo, vean aquí, en este pasaje de San Juan, capítulo 6, verso 30 en adelante, dice:
“Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces?
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.
Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás”.
Y luego, en el mismo capítulo 6, versos 47 al 48, dice [San Juan]:
“De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
Yo soy el pan de vida”.
Y ahora, aquí encontramos que Jesucristo estaba tipificado en el maná que el pueblo hebreo había comido en el desierto.
“Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron.
Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera.
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede este darnos a comer su carne?
Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente”.
Y ahora, Cristo, Jesucristo, es el Pan de vida eterna.
Y Cristo, lo encontramos a través de la historia bíblica como el Ángel del Pacto o Ángel de Jehová en el Antiguo Testamento; el Verbo, la Palabra, que era con Dios y era Dios, y creó todas las cosas; y se hizo carne y habitó en medio de la raza humana[2]. Era el Verbo hecho carne; era la Palabra, era el Verbo, hecho carne; era el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, hecho carne, a través de quien Dios creó los Cielos y la Tierra.
Y ahora, a través de la historia del cristianismo los creyentes en Cristo han estado recibiendo a Cristo en forma de Palabra, el Pan de vida eterna, alimentándose de Cristo, alimentándose de la Palabra de Dios; porque Cristo (Jesucristo) y la Palabra son el mismo; es Cristo en forma de letra y en forma de Palabra.
Y de etapa en etapa, de edad en edad, Dios ha dado Su Palabra revelada al mensajero correspondiente a cada edad; y eso ha sido Maná, que le ha sido dado al mensajero. Ha llovido del Cielo Maná, Palabra, que es Cristo en forma de Palabra por medio del Espíritu Santo; y el mensajero la ha dado al pueblo. Y por esa Palabra creadora que ha venido en cada edad para el pueblo, la cual el pueblo se ha comido: se ha hecho carne en el pueblo esa Palabra y se ha materializado el Programa de Dios para cada edad.
Esa ha sido la forma en que ha estado realizándose esa formación de la Iglesia de edad en edad: por la Palabra creadora siendo hablada; para así la Iglesia del Señor Jesucristo ir creciendo de etapa en etapa, de edad en edad, y estar siendo bien alimentada.
En la parábola del siervo fiel y prudente o del mayordomo fiel y prudente…; pues en uno de los Evangelios habla (San Mateo) del “siervo fiel y prudente”, y en otro de los Evangelios habla del “mayordomo fiel y prudente”; pero es el mismo personaje, el mismo siervo, porque es colocado sobre la Casa de Dios.
En San Lucas 12:41-44 lo llama “el mayordomo”; o sea, el que está a cargo de todos los negocios de Aquel que lo dejó en la Casa de Dios, lo puso en la Casa de Dios como mayordomo, como siervo fiel y prudente. Y lo colocó ¿para qué? Para darle la ración a todos los miembros de la Casa de Dios, a todos los miembros de la Iglesia de Jesucristo en cada edad; le colocó un mensajero para que le dé el Alimento correspondiente a los hijos e hijas de Dios en la Casa de Dios.
Ese mensajero aparece en medio de la Iglesia, es ungido con el Espíritu Santo; y por medio de ese mensajero el Espíritu Santo obra y trae la Palabra, el alimento espiritual, para el alma de todos los creyentes en la edad en que aparece cada uno de esos mensajeros. Y es por medio de ese mensajero que Dios le habla al pueblo, es por medio de ese mensajero que viene el alimento espiritual del Maná para el pueblo.
Y de edad en edad, así como vino el maná del cielo, cayó del cielo maná para el pueblo por 40 años, también por las siete etapas o edades de la Iglesia ha estado viniendo Maná del Cielo: Cristo en forma de Palabra, en forma de Mensaje, para toda Su Iglesia. Ese Maná, esa Palabra, ha sido dada al mensajero de cada edad, y el mensajero la ha dado al pueblo.
Cuando el pueblo ha escuchado a ese mensajero, ha estado escuchando al mismo Dios por medio de Cristo —por medio del Espíritu Santo— hablándole a Su Iglesia y dándole el alimento espiritual, Su Palabra revelada, para cada tiempo.
La Palabra revelada de Dios para cada edad es el Maná, es el alimento espiritual; pues es Cristo en forma de Mensaje, en forma de Palabra, para hacerse carne en cada creyente. Y así es como de edad en edad se ha cumplido el Programa de Dios correspondiente.
Para nuestro tiempo tenemos la promesa de que tendremos Maná también, tendremos el alimento espiritual para el alma de cada creyente.
En Amós, capítulo 8, verso 11, dice que habrá hambre y sed sobre la Tierra, hambre y sed no de pan y agua, sino de oír la Palabra de Jehová, la Palabra del Señor; y no la hallarán; irán de lugar en lugar, de este…, de norte a sur, buscando la Palabra, y no la hallarán.
“He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová.
E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán.
En aquel tiempo las doncellas hermosas y los jóvenes desmayarán de sed”.
Y ahora, estarán buscando la Palabra de Dios por el norte, y no la hallarán; por el este, y tampoco la hallarán.
Ahora veamos algo aquí, algo que fue visto en visión por el reverendo William Branham. En el libro de Citas, página 1, párrafo 1, dice:
1[3] – “Mirando hacia mi izquierda, yo miré a un pequeño montón de suave pan cocido. Allí había aves blancas en pie cerca de ello, pero ellas no comían mucho de ello. Entonces el Señor me dijo a mí: ‘¿Los conoces tú a ellos?’. Yo dije: ‘No’.
Entonces Él dijo: ‘Este es tu tabernáculo, y ellos no comen el Pan de Vida ya más. Yo te estoy enviando por este camino’. Entonces yo viajé hacia el oeste.
Yo fui entonces traído a un llano donde una plataforma fue erigida. Aparentemente, ella estaba debajo de una grande carpa o auditorio. Allí había cortinas extendidas detrás de la plataforma. El Señor entonces me dijo que tirara hacia atrás las cortinas, y cuando lo hice yo miré una grande montaña del Pan de Vida. Él entonces dijo: ‘Alimenta a estos’. Y volteándome alrededor yo miré gente vestidos de blanco viniendo de dondequiera (o sea, de todos lugares), formando una gran audiencia”.
Y aquí nos muestra dónde va a estar el Pan de vida eterna: bajo el cumplimiento de la Visión de la Carpa. Y ya ustedes saben acerca de la Visión de la Carpa.
También él dice en diferentes lugares…; por ejemplo, en la página 83 del libro de Citas, párrafo 702:
702[4] – “422 Yo ruego por este pequeño rebaño, del cual el Espíritu Santo me ha hecho cuidador, para alimentarlos. He hecho todo lo que sé hacer, Señor, para alimentarlos en el Pan de Vida (o con el Pan de Vida). Como en esa visión, muchos años pasados, donde la grande cortina estaba en el oeste, y una montaña de Pan de Vida; el libro chiquito: ‘Yo no fui desobediente a la visión celestial’ (o sea, en un librito pequeño él colocó la… este tema: ‘No fui rebelde – No fui desobediente a la visión celestial’). Y aquí viene todo a acontecer, revelado en nuestra propia cara”.
Luego, en la página 49, párrafo 420, del libro de Citas, dice:
420[5] – “[191] Ayúdame, Dios, porque busco sinceramente saber Tu voluntad; que yo la pueda hacer para traer (así como me enseñaste muchos años pasados cuando dejé esta iglesia) (o sea): (para traer) el Pan de Vida a las gentes del mundo. Y yo vi esa gran montaña de Pan, y santos en vestiduras blancas viniendo de todo el mundo a comer este Pan de Vida”.
Y aquí nos mostró dónde estaba el Pan de Vida; todo ahí lo mostró, bajo esta misma promesa de una Carpa.
Y también él dice que él se fue hacia el oeste. O sea que en el oeste, que es el continente americano, en alguna parte del continente americano se va a cumplir, se estará cumpliendo en el Día Postrero esta promesa.
Sería no en el este o en el norte, sino en el oeste, donde estará esa montaña de Pan de vida eterna, una montaña grande.
Y ahora, para el Día Postrero será tomado el Título de Propiedad, el Libro de los Siete Sellos (o sellado con siete Sellos), que es la Palabra, el Libro de la Vida del Cordero, donde están escritos los nombres de todos los escogidos de Dios, el Libro de la Redención, el Título de Propiedad de toda la Creación; el cual tuvo Adán, pero lo perdió porque pecó, y regresó a la diestra de Dios.
En Apocalipsis, capítulo 5, verso 1 en adelante, es pedido que una persona se presente y tome ese Título de Propiedad, y lo abra; pero nadie se presentaba.
¿Por qué? Porque todavía no había entrado hasta el último escogido de Dios a formar parte de la Iglesia del Señor Jesucristo; y por consiguiente, no se podía levantar Cristo (el cual está como Sumo Sacerdote haciendo intercesión), Él no se podía levantar del Trono de Intercesión, no podía salir del Trono de Intercesión, hasta redimir hasta la última persona escrita en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.
Por lo tanto, para el tiempo final, aunque el llamado para tomar ese Libro ya esté vigente, Cristo todavía no puede salir del Trono de Intercesión para cambiar de Sumo Sacerdote a Juez y Rey, y tomar el Título de Propiedad, para así abrir luego ese Libro. No puede dejar Su labor de Cordero para convertirse en el León de la tribu de Judá hasta que haya redimido hasta el último escogido de Dios.
Por lo tanto, ese Título de Propiedad, el cual se ha estado cumpliendo de etapa en etapa, de edad en edad, todavía permanecería en la diestra de Dios. Pero algún día ese Título de Propiedad será tomado por Cristo en el Cielo, abierto en el Cielo, y luego traído a la Tierra y dado a un hombre para que se lo coma.
Siendo que es la Palabra de Dios, es el Libro escondido de la vista de los seres humanos. Ese Libro contiene los nombres de todos los escogidos, y en ese Libro está todo lo que pasaría a través de las diferentes etapas, edades de la Iglesia; y por consiguiente, se estaría cumpliendo, materializando, el Título de Propiedad, el Libro de la Vida, de edad en edad.
Por lo tanto, todo lo que sucede en la Iglesia del Señor Jesucristo está contenido en ese Libro de los Siete Sellos.
Para este tiempo final se estará cumpliendo lo que corresponde al Quinto Sello, al Sexto Sello y al Séptimo Sello, y también al Cuarto Sello. O sea que hay muchas cosas para ser cumplidas en este tiempo final.
O sea que en este tiempo final se cumplen quizás más cosas que las que se cumplieron en edades pasadas; pues en edades pasadas se cumplieron tres Sellos, y para nuestro tiempo, para este tiempo final, se cumplirá hasta el Cuarto Sello, Quinto Sello, Sexto Sello y Séptimo Sello. Cuatro Sellos corresponden a este tiempo final.
Aunque bajo el Quinto Sello encontramos a una multitud que no podía ser contada, que clamaban por venganza; y esos son los mártires judíos que murieron bajo las persecuciones del tiempo de Hitler, Mussolini y Stalin; o sea que corresponden a la gente, a los judíos bajo el Holocausto. Luego ellos, siendo almas que están bajo el Altar, piden venganza; pero les fue dicho que descansaran un poco de tiempo en lo que se completaba el número de ellos; y les fueron dadas vestiduras blancas[6].
O sea que al grupo que murió en el Holocausto como mártires, les faltan un grupo de judíos que morirán como mártires en este tiempo final. Bajo esa etapa de martirio morirán 144.000 hebreos, judíos, 12.000 de cada tribu; el anticristo, por medio de los ejércitos de las diferentes naciones que estarán bajo su control, los perseguirá y los matará.
O sea que viene otro holocausto para el pueblo hebreo, y viene otra persecución grande contra una sección grande del cristianismo, como sucedió en los tiempos pasados. Todo eso será bajo el anticristo persiguiendo a los escogidos de Dios del cristianismo, en donde escaparán los escogidos que serán transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, los cuales estarán comiendo el Maná escondido, comiendo la revelación de Cristo para este tiempo final; porque serán transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Pero bajo el momento de la apretura que vendrá, en donde serán transformados los vivos en Cristo y resucitados los muertos en Cristo, habrá una manifestación plena del poder de Dios; porque será el tiempo de la adopción de todos los escogidos de Dios, la adopción física: que será nuestra transformación para los que vivimos —y entonces tendremos un cuerpo eterno glorificado—, y la resurrección de los muertos en Cristo en cuerpos glorificados.
Habrá una etapa de 30 a 40 días, en donde Dios estará estremeciendo este mundo con Su poder, y será a nivel mundial. Aunque lo haga desde un solo sitio, pero estremecerá el mundo entero. Y para eso está la televisión y los satélites, para que lo vea toda la humanidad. Aún más: aun desde un solo sitio también sucederán milagros en otras naciones; pero eso veremos cómo va a ser cuando se esté cumpliendo.
Por lo tanto, Dios por medio de Su Espíritu Santo se estará manifestando en un mensajero que Él enviará en este tiempo final, al cual le dará el Maná escondido, le dará una Piedrecita blanca, y un nombre nuevo que ninguno conoce sino él mismo, o sea, que ninguno entiende sino él mismo.
Por lo tanto, este es el tiempo más glorioso de todos los tiempos.
Ese que recibirá esa Piedrecita blanca con un nombre nuevo es el mismo que recibirá el Maná escondido, y es el mismo que recibirá autoridad sobre las naciones; es el mismo que recibirá la Espada aguda de dos filos, que es la Palabra de Dios, la Palabra creadora.
Es el que estará como el mensajero o siervo o mayordomo fiel y prudente, dándole el alimento espiritual de la Palabra a la Iglesia del Señor Jesucristo, a todos los hijos de Dios, en la Casa de Dios, la Iglesia del Señor Jesucristo.
Es el que estará en la Tierra en el tiempo de la Venida del Señor, en el tiempo de la resurrección de los muertos en Cristo y en el tiempo de la transformación de nosotros los que vivimos.
Es el que nos estará dando de parte de Dios el Maná escondido; y ese es el Alimento prometido para comer cada escogido de Dios en el tiempo final.
Ese es el que estará en la Tierra y recibirá el Librito abierto, el Librito de los Siete Sellos abierto; y recibirá la orden de comérselo; porque es la Palabra de Dios, es el Maná escondido, la Palabra de Dios.
Él se comerá ese Librito, esa Palabra, y le será dulce en la boca; pero cuando la haya comido amargará su vientre; o sea, persecuciones y cosas así le vendrán; pero tendrá la Palabra creadora de Dios, tendrá el Título de Propiedad. Y será la primera ocasión en que un hombre reciba y se coma ese Título de Propiedad.
Adán lo tuvo pero no se lo puedo comer, no lo comió, regresó a la diestra de Dios; y Cristo lo recibe y no se lo come, sino que se lo entrega a un hombre en Su Venida, para que se lo coma, y para que se realice la restauración de todos los escogidos de Dios a la vida eterna física.
Sin ese Título de Propiedad un ser humano no puede ser restaurado a la vida eterna, no puede recibir su herencia.
Por lo tanto, es muy importante ese Título de Propiedad; tan importante que ninguno en el Cielo fue digno de tomarlo, excepto Jesucristo, que es el León de la tribu de Judá y es también el Cordero de Dios.
O sea que no es un animal sino una Persona: Jesucristo, tipificado con un cordero y también tipificado con un león.
Él es el único digno de tomar ese Libro, abrirlo en el Cielo, y traerlo a la Tierra y entregárselo a un hombre, que tiene que ser un profeta; porque solamente viene la Palabra de Dios a los profetas que Él envía de etapa en etapa.
Por lo tanto, habrá un hombre aquí con las dos consciencias juntas, un profeta dispensacional, que recibirá a ese Ángel Fuerte que desciende del Cielo, y recibirá de Él el Título de Propiedad de los Cielos y de la Tierra, el Librito que está sellado en el Cielo con siete Sellos; el cual será tomado y abierto, y traído a la Tierra, y entregado a un hombre.
Habrá un profeta en la Tierra con las dos consciencias juntas, un profeta dispensacional.
Recuerden que fue un profeta dispensacional el que lo tuvo en el principio: Adán; luego regresó a la diestra de Dios. Y es un profeta dispensacional el que lo toma de la diestra de Dios: Jesucristo. Y es a un profeta dispensacional al que se lo entregará en el Día Postrero, para la restauración de todas las cosas.
Y luego que lo toma, lo come, y le es dulce en la boca y amargo en el vientre: recibe la orden de profetizar sobre muchos pueblos, naciones y lenguas[7]; y ese es el que tendrá el Pan de Vida para todos los escogidos de Dios.
Y por cuanto fue visto el Pan de vida eterna en el oeste, pues estará en el oeste, que es el continente americano, que consta de Norteamérica, América Latina y el Caribe.
Y por cuanto ya no comerían ese Alimento las aves de Dios que estaban en la parte norte, ahora para la parte oeste es dada la bendición de una Gran Carpa, en donde estará el Alimento para todos los hijos e hijas de Dios.
El oeste es el territorio más importante para la Iglesia del Señor Jesucristo, y es donde la Iglesia se completará, y en donde la Iglesia tendrá la bendición de recibir el cumplimiento de todas las promesas divinas.
Por lo tanto, la Iglesia de Jesucristo está en la etapa del occidente, o sea, del oeste; y por esa causa, del oeste saldrá el alimento espiritual para toda la humanidad; y de todos los lugares llegarán hasta ese lugar para recibir esa Palabra.
Por lo tanto, tenemos promesa de una gran bendición, de una bendición grande, para la Iglesia de Jesucristo en la etapa que corresponde al oeste; por lo tanto, el Pan de vida eterna, el Maná escondido para la Iglesia de Jesucristo, estará en el oeste; y de ahí, para todos los seres humanos de todas las naciones; de ahí llegará o irá ese Alimento para todas las naciones, y para Israel también.
Por lo tanto, siendo que el Maná escondido es la Palabra de Dios, entonces queremos que Dios siempre nos dé ese alimento espiritual por medio de Su Espíritu Santo a través de Su siervo correspondiente al Día Postrero.
Así como el Espíritu Santo es Siervo de Dios para servir a Dios en todo, encontramos que el instrumento que Él tenga será el siervo a través del cual el Espíritu Santo se manifestará y nos traerá el alimento espiritual para nuestra alma, el Maná escondido.
Primero viene a Su instrumento, al mensajero, y de ahí viene al pueblo; como sucedió de edad en edad: que vino esa Palabra al mensajero, el mensajero se la comió, y luego la dio al pueblo, y el pueblo correspondiente a esa edad se la comió. Así es para nuestro tiempo también.
“EL MANÁ ESCONDIDO”.
Estamos en un tiempo de mucho alimento espiritual para nuestra alma. ¿Dónde estaría? En el oeste, que es el occidente, que es el continente americano, y sobre todo la América Latina y el Caribe; porque ya la séptima edad se cumplió en la parte norte.
Ahora la bendición grande corresponde a la América Latina y el Caribe; y en algún lugar de la América Latina y el Caribe se cumplirá la Visión de la Carpa.
Y cada ministro pues diría: “Que sea en mi país”, y luego diría: “y que sea en mi ciudad”, y luego diría: “y que sea en mi congregación”. Pues si ustedes desean así, yo también lo deseo así; lo deseo así para la iglesia, el grupo, donde Dios me ha colocado.
Por lo tanto, me prepararé para tenerle al Señor un lugar de acuerdo al que está descrito, con todas las cosas que están descritas, para que Él se manifieste y lo use para Su gloria y Su honra. Y todos juntos estaremos brazo a brazo unidos colaborando, para que haya uno, un lugar aunque sea, que cumpla con los requisitos, con las especificaciones que han sido dadas, para la manifestación del poder pleno de Dios.
Puede también cumplirse en algún otro lugar, si está en el Programa de Dios. Pero no hay problema: con que se cumpla en un solo lugar estaremos felices, porque a través de internet o del satélite tendremos a todas nuestras congregaciones viendo lo que estará pasando en el cumplimento de la Visión de la Carpa. Por lo tanto, lo importante es que lo cumpla en algún lugar.
Cuando fue visto, pues estaba en un lugar todo eso aconteciendo; por lo tanto, en ese lugar que fue visto: estará cumpliéndose.
Pero antes de verse en ese lugar, no se sabe si también en otros lugares se cumplió; y no se sabe si después de eso se movía toda la labor para otra nación y estaría obrando Dios en la misma forma. Pero si solamente se hará en un solo lugar, pues eso lo determina Dios.
Lo importante es que se cumpla, y que todos estemos con nuestras congregaciones preparados, esperando el cumplimiento de esa promesa; y no con un televisorcito chiquito o una pantalla chiquita, sino buscando tener lo más grande que podamos tener; porque se van a llenar también los auditorios que estén conectados con todo lo que estará sucediendo en esa manifestación; y van a ser pequeños los auditorios que ustedes tienen; pero tendremos lo más que podamos tener.
Si no están llenos vuestros auditorios, en esos días van a estar súper llenos. Y si, en la actualidad, con una pantalla pequeña ven todas las personas de vuestra congregación, cuando llegue el cumplimiento pleno de esa profecía, una pantalla pequeña no servirá; tendrán que tener por lo menos dos pantallas, una a cada lado, y grandes, para que puedan ver todas las personas que estarán llegando.
Ya tenemos también un canal de satélite; por lo tanto, lo que necesita pues son tener los equipos, el equipo que se requiere, para que estén viendo a través del satélite las actividades, y así estén al tanto de lo que estará sucediendo.
Este es el tiempo más glorioso de todos los tiempos, en donde todos los hermanos podrán estar viendo lo que estará sucediendo en otros lugares, ya sea que lo estén viendo en el momento, o que lo vean una o dos horas o tres horas después, o un día o dos días después.
Cuando sea el tiempo del cumplimiento pleno de la Visión de la Carpa, recuerde, en esos días (vamos a decir) van a tener vacaciones la gente; van a ser días de un estremecimiento grande a nivel mundial, un terremoto, y un sinnúmero de cosas más que estarán sucediendo.
Y en esos días, van a ser pocos, pero el poder de Dios va a estar manifestado plenamente; y para la gente tendrá más valor estar en una actividad en donde está la manifestación de Dios, que estar trabajando; y los que estarán trabajando, pues ya en la tarde o en la noche estarán: o por la televisión, o en persona, en los lugares donde estarán sucediendo las cosas.
Pues aun, en donde estarán a través del satélite con sus pantallas, también podrán estar sucediendo grandes maravillas, grandes milagros; y los llamamientos también se estarán realizando.
Así como hacemos en la actualidad: que se predica y se hace el llamamiento, y la gente viene; y los que están a través de televisión, a través del satélite o de internet, también son invitados a venir a los Pies de Cristo.
Y algunas veces son más los que pasan en una o más congregaciones; y si sumamos todas las congregaciones, todos los grupos, es más el número de los que pasan a recibir a Cristo que el que pasa cuando se está llevando a cabo la actividad con las personas que están presentes. Puede ser que en alguna ocasión pase una sola persona, pero los que están a través de internet o del satélite pueden ser muchísimos: cientos de personas.
Este es un tiempo muy importante, en donde Dios ha permitido que la ciencia se adelante tanto que pueda verse en el mundo entero algo que esté sucediendo en un lugar.
Todo esto Dios lo ha permitido porque en Su Programa Él tiene una promesa para cumplir: Su manifestación plena en medio de Su Iglesia. Será mayor que lo que sucedía a través de los apóstoles, será mayor que lo que fue visto a través del reverendo William Branham.
El reverendo William Branham nos dio la muestra de lo que va a suceder, y nos dio cinco muestras, cinco cosas nos mostró[8], las cuales son tipo y figura de lo que Dios va a hacer; y todas fueron por la Palabra hablada: él habló y las cosas sucedían. Porque así va a ser bajo la Tercera Etapa, bajo el cumplimiento de la Visión de la Carpa.
Por lo tanto, tengamos nuestras congregaciones listas para lo que ha de venir: ¡Bien alimentadas con el Maná escondido!, ¡bien alimentadas con la Palabra de Dios correspondiente a este tiempo final: la Palabra revelada de Dios para la Edad de la Piedra Angular!; porque de acuerdo a esa Palabra que será hablada, será lo que Dios va a hacer.
Por eso se da a conocer todo lo que fue hablado por Dios a través de los profetas del Antiguo Testamento, y por el mismo Jesús, y por los apóstoles, y por el reverendo William Branham; porque de acuerdo a lo que fue prometido en el Antiguo Testamento y Nuevo Testamento es que Dios ha estado obrando y estará obrando en este tiempo final.
Por lo tanto, habrá un hombre en la Tierra que se comerá el Título de Propiedad, y por eso recibirá autoridad sobre todas las naciones. Él hablará y las cosas sucederán.
Y llegará a un momento en que todo lo estará hablando en privado, y orará por los enfermos en privado; pero todo eso será por la Palabra creadora siendo hablada; porque así fue que mostró el reverendo William Branham que será la Tercera Etapa.
La muestra de la Tercera Etapa él la tuvo, la gente vio la muestra de la Tercera Etapa; y así como fue vista esa muestra: será en toda su plenitud lo que estará sucediendo.
Por lo tanto, cada creyente en Cristo necesita en nuestro tiempo el Maná, la Palabra, el alimento espiritual para nuestro tiempo; porque la Palabra es Cristo.
Por lo tanto, tenemos que comernos a Cristo en forma de Palabra: que se haga carne en nosotros, para que pueda venir nuestra transformación.
Esa Palabra creadora hablada, haciéndose carne en nosotros, traerá el cumplimiento de lo que ha sido prometido; alrededor de esa Palabra creadora hablada: se materializará el nuevo cuerpo en nosotros, se hará una realidad.
“EL MANÁ ESCONDIDO”. Eso es lo que necesitamos todos, y necesitan nuestras congregaciones, los hermanos, para estar bien alimentados.
Y los ministros, aparecer también como el mensajero: como siervos fieles y prudentes, sin añadirle ni quitarle a la Palabra de Dios.
No estén inventándose interpretaciones y dando explicaciones de la Biblia a su manera. No le añadan ni le quiten a la Biblia, buscando vuestro provecho propio. Más bien, reciban la Palabra como es, y pasen esa Palabra al pueblo.
No se le puede añadir ni quitar a la Palabra de Dios, ni darle interpretaciones incorrectas, porque la persona la hace infructuosa para la persona; o sea que la hace inefectiva para la persona.
“EL MANÁ ESCONDIDO”: La Palabra creadora de Dios, la Palabra de Dios, Cristo en forma de Palabra, la revelación divina para Su Iglesia para cada edad y para nosotros en nuestro tiempo.
Estamos en el tiempo del Maná escondido, de la Palabra de Dios para nuestro tiempo. Siendo que es la Edad de la Piedra Angular, la Edad del Lugar Santísimo, ahí es que estaría la Palabra, el Maná escondido, ahí es que estaría el Pan o el monte de Pan para todos los escogidos de Dios del Día Postrero.
Así como tuvo cada persona que ir a su edad para comer el Pan, la Palabra revelada para su edad, así también tienen que subir a la Edad de la Piedra Angular para comer el Pan correspondiente a la Edad de la Piedra Angular, que es el Maná escondido.
Así como estuvo escondido en el lugar santísimo, estará escondido ese Maná, esa Palabra, en la Edad de la Piedra Angular, que corresponde al Lugar Santísimo de la Iglesia como Templo espiritual de Cristo.
La Edad de la Piedra Angular es el Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo, de la Iglesia del Señor Jesucristo; y ahí es donde comemos el Maná escondido en este tiempo final.
“EL MANÁ ESCONDIDO”. De ese Maná comerán todos los escogidos de Dios.
La humanidad tiene hambre y sed; no de pan y agua, sino de oír la Palabra de Dios; y no saben dónde encontrar esa Palabra. Pero se encuentra ¿dónde? Se tiene que encontrar en el Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo, que es la Edad de la Piedra Angular.
Así como estuvo el lugar santísimo del tabernáculo que construyó Moisés y el lugar santísimo del templo que construyó el rey Salomón, estuvo en el oeste, corresponde al oeste de ese templo; así también en el oeste de la Iglesia de Jesucristo, en el Templo espiritual de Cristo, estará el Maná escondido.
La Iglesia de Jesucristo ha venido de este a oeste, de edad en edad; y ahora estamos en el oeste, el continente americano, en donde el Lugar Santísimo de la Iglesia ha estado siendo construido.
Es ahí donde estará el Libro de los Siete Sellos abierto; es ahí donde habrá un hombre que se come ese Libro y profetiza sobre muchos pueblos, naciones y lenguas; y es ahí donde vendrán todos a buscar ese alimento espiritual. De ahí es que saldrá para todas las naciones esa Palabra, y de ahí es que saldrá la Palabra creadora profetizando sobre muchos pueblos, naciones y lenguas.
Vean, al que se comió el Libro le fue dicho: “Es necesario que profetices otra vez”[9]. Si tiene que profetizar otra vez, entonces, vean ustedes:
Elías ya profetizó en su primera manifestación. En su segunda manifestación, como Eliseo, profetizó también. En su tercera manifestación, como Juan el Bautista, profetizó también. Y en su cuarta manifestación, como William Marrion Branham, profetizó también. Y por quinta ocasión profetizará nuevamente Elías, el cual se comerá el Título de Propiedad, el Libro de los Siete Sellos, y profetizará sobre muchos pueblos, naciones y lenguas; y su Mensaje profético será la Gran Trompeta de Isaías, capítulo 27, verso 13; y la Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta de Primera de Tesalonicenses, capítulo 4, verso 13 al 17, y de Primera de Corintios, capítulo 15, versos 49 al 58; la Gran Voz de Trompeta.
“Porque a la Final Trompeta…”. “Porque será tocada la Trompeta, y los muertos en Cristo resucitarán primero, y luego nosotros los que vivimos seremos transformados”. A la Final Trompeta será que todo esto sucederá. Y hemos visto quién tendrá la Final Trompeta, quién será la Final Trompeta.
Lo mismo que aparece en Apocalipsis, capítulo 11, verso 15 en adelante: cuando se haya tocado o sonado la Séptima Trompeta, vean todas las cosas que sucederán. Es el ministerio de los Dos Olivos, de Moisés y Elías, bajo el cual suena esa Séptima Trompeta de Apocalipsis 11, verso 15 al 19. Y es bajo esa Trompeta que se dan a conocer todas esas cosas que han de suceder.
Por lo tanto, estemos preparados con nuestras congregaciones, para lo que viene.
En lo que viene para la Iglesia hay grandes bendiciones; porque esa Tercera Etapa es para la Novia (la Iglesia-Novia de Jesucristo), es también para las vírgenes insensatas (que no tenían aceite en sus lámparas) y es también para el mundo.
O sea que la Iglesia-Novia de Jesucristo verá esa Tercera Etapa, las vírgenes fatuas también la verán, y el mundo también verá esa Tercera Etapa; y el pueblo hebreo también verá esa Tercera Etapa. Porque los milagros son para Moisés y Elías: bajo el ministerio de Moisés y Elías es que están establecidos todos esos milagros y maravillas que han de suceder.
Por lo tanto, bajo el ministerio de los Dos Olivos será que la Visión de la Carpa se estará cumpliendo; bajo el ministerio de Moisés y Elías será que la Séptima Trompeta estará sonando; bajo el ministerio de Moisés y Elías será que la Voz que estremeció los Cielos – la Voz que estremeció la Tierra, estremecerá no solo a la Tierra sino los Cielos también[10]; porque será la Voz de Dios por medio de Su Espíritu Santo hablando a través de Su mensajero correspondiente al tiempo final, que se comerá ese Título de Propiedad.
Él no tendrá que estar haciendo exhibiciones públicas para hacer milagros y maravillas, sino que él será reservado; y cuando le toque el momento, él tendrá un cuartito pequeño en donde estará en esa labor, para que no haya imitaciones.
Por lo tanto, eso que está prometido va a ser cumplido.
Estemos orando mucho para que todo eso que fue visto se cumpla; se tenga el sitio, el terreno, y también la Carpa o Catedral o auditorio que fue visto.
Al decir que era una carpa o una catedral, un auditorio, entonces eso también muestra que será una carpa o tipo de carpa o de auditorio que no era en la forma de aquellos tiempos en que él vivía; pero él fue llevado a otro tiempo y vio eso.
Algún día veremos esa Carpa o Catedral, cuando se esté cumpliendo esa profecía. Y todos pues queremos tener una partecita en esa Carpa o Catedral, para que así nosotros y nuestras congregaciones hayamos colaborado para la compra de esa Carpa o Catedral que va a ser establecida; y va a ser en el oeste, que es el continente americano; y tiene que ser en la parte de la América Latina y el Caribe, porque ya en Norteamérica, ya su edad terminó; y ahora la Edad de la Piedra Angular corresponde a la América Latina y al Caribe; y de ahí para cubrir el mundo entero.
Por lo tanto, miren, tenemos que estar esperando y clamando a Dios, orando a Dios, para que pronto se cumpla.
Él, cuando vio y escuchó, dijo que estaba en un idioma desconocido[11]; no será inglés entonces. Él dice que cuando escuchó los Truenos, tronaron, pero estaban en un idioma desconocido.
Así que la Tercera Etapa no será en inglés, pero será traducida al inglés y a otros idiomas, porque será una etapa para el mundo entero; por lo tanto, será traducida a todos los idiomas.
Hay grandes bendiciones para mí y para cada uno de ustedes también; por lo tanto, estemos brazo a brazo trabajando en todo lo que tiene que ver con lo que ha sido prometido para la Iglesia del Señor Jesucristo para este tiempo final.
Esperamos que pronto se materialice lo que ha sido prometido. Las cosas siempre van en forma progresiva.
Cuando se haya completado el grupo de escogidos, esperamos también que ya también tengamos ese lugar; porque enseguida que se complete la Iglesia, viene esa otra etapa; y viene la resurrección de los muertos en Cristo en cuerpos, por consiguiente, en cuerpos glorificados, y nosotros seremos transformados.
Y no queremos estar construyendo nada en esos días, sino tenerlo ya todo construido, para estar disfrutando lo que Dios estará haciendo en esos días. Y yo espero que tengamos ya para esos momentos todo ya listo, para estar disfrutando todo lo que Dios estará haciendo.
Ya tenemos el canal para transmitirle a todos los lugares del continente americano, desde la parte norte, arriba, hasta la parte sur del continente americano, cubriendo también el Caribe; y de ahí pues lo tomarán otros canales de televisión de otras naciones y lo pasarán a otros continentes.
Así que oren mucho por mí, oren mucho por todo el Programa Divino correspondiente a nuestro tiempo, oren por la Iglesia del Señor Jesucristo, oren por cada congregación, por las diferentes congregaciones; y oren mucho por todo lo que estamos haciendo en Puerto Rico, por el lugar que hemos adquirido; y que Dios nos guíe para darle el uso correcto, y que Dios nos provea también para comprar lo que se necesita; y tener ese auditorio… un auditorio grande, que quepan miles de personas; porque lo que está prometido es grande.
Y si algo está prometido que será grande, entonces vamos a estar preparados, teniendo todas las facilidades.
Y también, que pronto podamos saldar el terreno que hemos comprado. Y todos los que de todo corazón junto a vuestras congregaciones quieren trabajar en esa labor, también pueden hacerlo de todo corazón; sabiendo que estamos trabajando para el Señor, en favor de todo el Programa que está realizando y lo que viene más adelante; para tenerle un lugar preparado para esa manifestación; y tenerle también nosotros, todos, un lugar en cada sitio, en donde puedan tener pantallas para recibir la transmisión de todo lo que estará sucediendo.
No sabemos si en más de un lugar se estará cumpliendo esa promesa; pero eso pues lo determina el mismo Dios. Puede cumplirse unos días (digamos) en Puerto Rico, otros días en Colombia, otros días en la Argentina, otros días en los Estados Unidos Mexicanos y otros días en algunas otras naciones. O sea, puede ser en esa forma, como hacemos normalmente: que estamos en un país, y en una ciudad tenemos actividades, y luego en otra ciudad, y así por el estilo. Podría ser de esa forma, o podría ser en un solo sitio. Pero aunque sea en un solo sitio tenemos los equipos para transmitirlo a otros lugares, para que todos puedan ver todo lo que estará Dios realizando.
Vean, también hay otras cosas que van a ser transmitidas a través de la televisión, para el mundo entero poder ver lo que estará sucediendo; pero de eso vamos hablar en otra ocasión.
Les agradezco todo lo que están haciendo ustedes por Puerto Rico y por todo lo que ya se está realizando. Espero que de vez en cuando desde Puerto Rico les transmitan algunas imágenes del terreno y del edificio que hemos adquirido para la gloria de Dios, y así ustedes puedan ver que estamos invirtiendo bien todas las contribuciones voluntarias que ustedes están haciendo llegar a Puerto Rico para esa labor.
Siempre se lucha para que todo sea bien invertido, y para que todo así quede almacenado en el Reino de Dios; y usted luego, en el Reino Milenial y en la eternidad, ustedes con vuestras congregaciones, lo puedan disfrutar; porque Cristo dijo que hiciéramos tesoros ¿dónde? En el Cielo[12]. Así es como se hace tesoros en el Cielo: trabajando en la Obra del Señor e invirtiendo también económicamente en la Obra del Señor.
Que sea como cuando Moisés: cuando Dios le dijo a Moisés: “Dile al pueblo que traigan tales y tales cosas”[13]…; esas son ofrendas voluntarias para la construcción del tabernáculo; y fue tanto lo que estaban trayendo, que Dios le dijo a Moisés: “Diles que ya no traigan más, que ya es suficiente”[14].
Que nunca Dios nos vaya a decir: “Ustedes han traído poco”; sino que diga como dijo allá: “Ustedes han traído ya mucho; no traigan más”. Que sea Dios el que nos diga que no traigamos más, que sea Dios el que nos diga: “Basta ya, ya es suficiente”.
Por lo tanto, tienen libertad de traer para la Obra del Señor, para todas estas cosas que se están haciendo, traer todo lo que esté en vuestro corazón y en el corazón de cada una de las personas de vuestras congregaciones. Y cuando ya estemos transformados, a lo mejor ya Dios nos dice: “Ya; tienen todo lo que necesitaban”.
Va a ser un tiempo muy pero que muy glorioso. Aunque habrá una apretura, pero no hay problema: en tiempo de apretura la bendición de Dios es multiplicada, en tiempo de apretura…, en tiempo de apretura vendrá la resurrección y la transformación de los vivos en Cristo. Para la humanidad será también tiempo de apretura, porque cuando los muertos resuciten habrá un terremoto para la resurrección de los muertos en Cristo.
Así que, adelante trabajando en la Obra del Señor junto a vuestras congregaciones; y que Jesucristo multiplique vuestras congregaciones, y que abran más y más congregaciones, y que más y más ministros Dios levante y añada; porque mucha es la Mies y pocos los obreros[15].
Y Dios les bendiga y prospere espiritualmente y materialmente, y les use grandemente en Su Obra en este tiempo final.
Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos; y ya con nosotros Miguel Bermúdez Marín, nuestro amado hermano y misionero. Dios les bendiga.
“EL MANÁ ESCONDIDO”.
[Revisión febrero 2025]
[1] Citas, pág. 13, párr. 98; pág. 14, párr. 103; pág. 25, párr. 211; pág. 40, párr. 321; pág. 10-B, párr. 87
[2] San Juan 1:1-14
[3] Este texto apareció en un tratado (libro pequeño) que fue escrito y distribuido por el Rev. William Branham durante sus primeros años de campaña, bajo el título “Yo no fui desobediente a la visión celestial”
[4] Cita 702: 62-1230E “Señor, ¿es esta la señal del fin?”, párr. 422
[5] Cita 420: 60-1231 “Apocalipsis, Capítulo Cuatro, Parte 1”, párr. 191
[6] Apocalipsis 6:9-11
[7] Apocalipsis 10:8-11
[8] Compilación de extractos “La introducción de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia”: Sanidad hermana Meda Branham: págs. 290-295, párrs. 71-136 ([64-0120] “Sus palabras infalibles de promesa”) / Detiene la tormenta: págs. 281-284, párrs. 86-122 ([63-1110E] “El que está en vosotros”) / Resurrección del pececito: págs. 235-238, párrs. 130-157 ([57-0623] “Cree desde el corazón”) / Creación de ardillas: págs. 238-245, párrs. 33-52 ([59-1123] “Habla a esta montaña”) / Salvación hijos de Hattie Wright: págs. 250-252, párrs. 170-188 ([60-0417M] “Id, decid”)
[9] Apocalipsis 10:11
[10] Hebreos 12:26
[11] Citas, pág. 99, párr. 860
[12] San Mateo 6:19-21
[13] Éxodo 25:1-9
[14] Éxodo 36:2-7
[15] San Mateo 9:37-38, San Lucas 10:2