Muy buenas noches, amados compañeros en el ministerio en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, o sea, la Iglesia del Señor Jesucristo; es una bendición y privilegio grande estar con ustedes aquí presente, y también con los que están a través del satélite Amazonas o de internet en diferentes naciones.
En cuanto a la construcción de La Carpa, eso va bien todo el tiempo; con luchas (porque hay luchas siempre), pero con victoria, porque no se puede tener una victoria si no hay una lucha.
Y yo aprecio mucho que ustedes hayan estado, están y estarán brazo a brazo en ese importante proyecto de La Gran Carpa Catedral, que sabemos que es un proyecto divino; como lo fue la construcción del tabernáculo en el desierto por Moisés, el cual fue el que recibió la revelación; y más nadie tenía nada que opinar, sino trabajar; y él encargaba a las personas que Dios le había mostrado para hacer el trabajo; unos trabajaban y otros aportaban —y los que trabajaban también aportaban—; y los príncipes se encargaban de recoger el dinero.
Recuerden que los príncipes de las tribus de Israel…; y esos vienen a ser los ministros del tiempo de la Dispensación de la Gracia.
Y se llevó a cabo esa labor, a tal grado que hubo un momento en que Dios le dijo: “Ya; que no-no no ofrenden más; que se detengan, porque ya es suficiente”[1]; si no, continuaban ofrendando.
Aunque habían malgastado un dinero antes; pero vean, después, lo que les quedaba y lo que habían obtenido en cualquier otra cosa… ¡los que estaban con Moisés!; porque hubo algunos que no estaban con Moisés.
Siempre, en el pueblo, encontramos que hay algunos que piensan que no…: “No-no, eso no… eso no debe ser así”, o “eso es una locura”. Pero Pablo decía: “Que soporten un poco mi locura”[2]; porque la locura de él era el Programa Divino, el cual algunos no entendían; y lo que la gente no entienden creen que es una locura. Pero los que no estaban cuerdos eran los que estaban en contra de San Pablo, y los que estaban en contra de Moisés también.
Pero yo agradezco a Dios que les es dado entendimiento del Programa Divino para nuestro tiempo, y de cómo trabajar en el Programa de Dios; y hacerlo con alegría; como le dijo Dios a través de David a Salomón, allá por el capítulo 28, verso 9 en adelante…; o un poquito antes: verso 4 en adelante, para tener el cuadro claro; dice [1 Crónicas]:
“Pero Jehová el Dios de Israel me eligió de toda la casa de mi padre, para que perpetuamente fuese rey sobre Israel; porque a Judá escogió por caudillo, y de la casa de Judá a la familia de mi padre; y de entre los hijos de mi padre se agradó de mí para ponerme por rey sobre todo Israel.
Y de entre todos mis hijos (porque Jehová me ha dado muchos hijos), eligió a mi hijo Salomón para que se siente en el trono del reino de Jehová sobre Israel.
Y me ha dicho: Salomón tu hijo, él edificará mi casa y mis atrios; porque a este he escogido por hijo, y yo le seré a él por padre”.
Eso los lleva a Apocalipsis, capítulo 21, verso 5 al 7; pero vamos a seguir leyendo aquí y después lo vemos:
“Asimismo yo confirmaré su reino para siempre, si él se esforzare a poner por obra mis mandamientos y mis decretos, como en este día.
Ahora, pues, ante los ojos de todo Israel, congregación de Jehová, y en oídos de nuestro Dios, guardad e inquirid todos los preceptos de Jehová vuestro Dios, para que poseáis la buena tierra, y la dejéis en herencia a vuestros hijos después de vosotros perpetuamente.
Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo…”.
¿Ven? Hay que tener ánimo para servir a Dios. No es servir a Dios como si uno estuviera todo débil. ¡Con ánimo!
“… y con ánimo (pero ¿cómo?) voluntario (o sea, de buena voluntad; no porque lo estén obligando, sino con buen ánimo); porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre.
Mira, pues, ahora, que Jehová te ha elegido para que edifiques casa para el santuario; esfuérzate, y hazla”.
La revelación la tuvo David, una revelación que le llegó al corazón; pero él no era la persona escogida para hacer esa casa; pero como era el mensajero de ese tiempo, el rey, a él le tenía que llegar la revelación, y luego darla a conocer; y alguien tenía que traer a cumplimiento, a realización, eso que él tenía en su corazón, esa visión.
Recuerden que después (en Primera de Reyes por ahí) él le dice que todo le fue… todo fue diseñado u ordenado por el dedo de Dios; o sea que no era algo…
[Hno. Miguel: Ahí mismo, en el versículo 11 sigue; en el versículo 11, donde iba…]
Vamos a continuar aquí:
“Y David dio a Salomón su hijo el plano del pórtico del templo y sus casas, sus tesorerías, sus aposentos, sus cámaras y la casa del propiciatorio”.
O sea, todo; y tenía que ser de acuerdo al plano que ya David le había dado a Salomón.
¿Recuerdan en el mensaje de Los Sellos…, ahí, parece que es por ahí en “Dios en Simplicidad”, página del 10 al 15? Ahí hace una… la tipología, el reverendo William Branham, del tabernáculo que están dedicando en ese día, y luego explica que el Hijo de David va a construir el verdadero Tabernáculo.
Por supuesto que el Tabernáculo es la Iglesia del Señor Jesucristo; pero cada iglesia, y aquella iglesia, era tipo y figura de la Iglesia también.
Como el templo o tabernáculo que construyó Moisés y el templo que construyó Salomón, es tipo y figura no solamente de Cristo… De Cristo, porque Él dijo: “Destruyan este templo, y en tres días yo lo levantaré”[3]. ¿Ve? Se está… – estaba tipificado Cristo en el templo, y, por consiguiente, la Iglesia también. Por eso tiene atrio, lugar santo y lugar santísimo el ser humano, el tabernáculo, el templo y también la Iglesia.
Y ahora, Salomón estaba construyendo de acuerdo ¿a qué? Al plano que le había sido dado.
¿Por qué los otros hijos de David no construyeron el templo? A ellos no les fue dado el plano. Podían verlo, podían saber de eso, pero no… no eran ellos, y tampoco Dios los iba a respaldar a ellos. A Salomón, porque ese fue el elegido por Dios.
Aquí podríamos hablar mucho de esto. Pero miren, ¿cómo le llamaría Dios a Salomón? “A este he escogido por hijo, y yo le seré a él por padre”, le dice Dios a David, y David le dice eso a Salomón; porque fue Dios el que le dijo:
[1 Crónicas 28:6] “Y me ha dicho: Salomón tu hijo, él edificará mi casa y mis atrios; porque a este he escogido por hijo, y yo le seré a él por padre”.
Todo eso tiene que estar en línea con toda la Escritura.
Hay hijos literales, que vienen por la unión de un hombre y una mujer, pero esos son hijos temporales o temporeros, porque terminan su tiempo aquí en la Tierra y mueren; no vienen con vida eterna. Los hijos que vienen con vida eterna son los hijos de la unión del segundo Adán y la segunda Eva: de Cristo y Su Iglesia.
Y Cristo dice: “Yo soy la raíz y el linaje de David”[4]. Y ahí no les quiero explicar mucho, porque se abre el Séptimo Sello mucho.
Pero vamos a leer lo que les prometí aquí: capítulo 21, verso 5 al 7, que dice…, o el 7, vamos a leer sol-… 6 al 7 [Apocalipsis]:
“Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.
El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo”.
Vean, lo mismo que le había dicho Dios a David con relación a Salomón.
¿Y quién es del que habla aquí? Si buscamos en el capítulo 2 y el capítulo 3… Vamos a leer el capítulo 2, verso 7, para que sepamos quién es el…, o vamos a buscar un pasaje: capítulo 2, verso 26 al 29 [Apocalipsis]:
“Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones”.
Para eso pues tiene… La autoridad ¿dónde está? En el Trono. El que está en el Trono es el que tiene la autoridad; como el que está en la silla presidencial es el que tiene el poder en la nación.
Siempre por el poder hay una lucha, una batalla. Las elecciones y antes de las elecciones hay una batalla, para que salga el candidato que el pueblo decida, el que le gusta al pueblo. Le puede gustar a unos por su apariencia, a otros por la forma en que habla y a otros por el programa que presenta; son las tres cosas por las cuales, quizás, le puede gustar a una persona. Y el que sabe, pues, por el programa que tenga en beneficio del pueblo. Y la capacidad que tenga; porque puede ser que muestre un buen programa y no sepa llevarlo a cabo. Por su capacidad, sería la otra.
Ahora, vean aquí:
“Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones,
y las regirá con vara de hierro, y serán quebrantadas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre…”.
¿Ven? La misma autoridad que recibió del Padre… Jesús recibió autoridad de…- Él dijo, San Mateo, capítulo vein-… (¿veinti… qué?) 28, verso 16 al 20, dijo: “Todo poder…”, o toda autoridad. “Todo poder me es dado en el Cielo y en la Tierra”. Y si le fue dado en el Cielo y en la Tierra, pues Él es el Rey, el Gobernante de los Cielos y de la Tierra; y por eso dice la Escritura que a Él están sujetos autoridades, potestades, principados…; todo está sujeto a Él[5]; a Su gobierno, porque Él heredó el Trono celestial, y por consiguiente el Reino celestial.
Pero ahora Él dice: “… le daré autoridad sobre las naciones”; está hablando de acá, de la Tierra.
Y también cuando dice Apocalipsis, capítulo 3, verso 20 al 21, o al 22, dice:
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”.
Eso es para el tiempo de la tarde. Y eso es para el occidente, porque en el tiempo de…- el occidente es el que tiene… la tarde es por el occidente; o sea, por el oeste es que se pone el sol.
Por lo tanto, en la mañana, donde estaba San Pablo, tendría que decir, si era para él: “Desayunaré con él, y él conmigo”. Así que uno tiene que saber los horarios, cuáles son los de desayuno… Desayuno es lo primero que uno en la mañanita… Ustedes dicen: “almuerzo”, porque “desayuno” es otra cosa acá. [Ministro: En la mañana es desayuno]. Para algunos sitios; otros… [Para] otros[6], “desayuno” no significa lo de 6:00 a 8:00 de la mañana. [Ministro: Sí es desayuno. El almuerzo es al mediodía]. Pues es en otro sitio que entonces… […]. Ah…
Bueno. Así que uno tiene que saber lo de “desayuno”; lo del mediodía: “almuerzo” para algunos, y “comida” para otros; y “cena”, pues ya eso todo el mundo sabe que es ya en la tarde u oscureciendo ya, ya cuando cae el sol.
¿Y qué significa eso? Bueno, para… conforme al calendario gregoriano todavía estamos en el mismo día, pero conforme al calendario judío ya estamos en otro día: es la cena la primera comida que se come en un nuevo día, el nuevo día que está comenzando ya desde la caída del sol.
Igual que la luz que hay: de cierto horario en adelante es la luz que luego en la mañana va a salir, es la luz de ese nuevo día; porque los días comienzan en la tarde conforme al calendario judío.
Bueno, ahí ustedes pueden ver que Cristo cuando habla: “cenaré con él, y él conmigo”, ya está hablando de la Comida de un nuevo día dispensacional; la Comida que, luego que han pasado los diferentes horarios o edades, entonces hay una Comida, una Cena; y la cena es la más fuerte en la mayor parte de los países.
Nosotros miramos la labor que cada uno hace en la Obra del Señor, que eso es lo más valor que tiene, y el sentir con el cual lo hacen, la intención del corazón con la cual hacen las labores en el Reino del Señor; y el Señor, eso es lo que va a juzgar. Eso se lo dice David a su hijo Salomón para la construcción del templo.
Así que, recuerden, ahora estamos nosotros en la construcción de un lugar que es muy importante en el Programa Divino, y por lo tanto estamos trabajando sobre buenas bases. Las bases no son las de concreto y de varilla; las bases son las de la Palabra: fue prometido, y Él lo tiene que cumplir; y tiene que tener un pueblo y ministros que lo crean.
¿Por qué otros no lo hacen? Porque no lo creen; y no tienen la inspiración, la revelación para hacerlo. Pero Salomón la tenía. Y recuerden que un hijo físico es importante y bueno, pero un hijo espiritual es mayor.
Los mensajeros, todos los mensajeros, sus hijos espirituales son los del Cuerpo Místico del Señor de su edad. El mensajero es el patriarca de su edad.
Es como los doce hijos de Jacob o de Israel: de ellos vinieron las tribus, y ellos fueron las cabezas de tribu; por eso tienen un trono cada uno, doce tronos para ellos; y por esa causa van a estar en el Reino de Dios en posiciones muy pero que muy importantes.
Ahora, en el Cuerpo Místico de Cristo encontramos la descendencia celestial, que es mayor y que es de un nivel celestial según el Orden de Melquisedec, de la Jerusalén celestial y del Templo celestial; esos están sobre toda descendencia física de Abraham. Esos son Real Sacerdocio, son también reyes y sacerdotes, o sea, del Real Sacerdocio; no del sacerdocio temporero, sino del Real Sacerdocio, del eterno, del celestial; y del Sion… la Sion celestial (que es la Iglesia del Señor), la Jerusalén celestial (que es la Iglesia del Señor); todos pertenecen a ese pueblo celestial. Dice: “A la compañía de muchos millares de ángeles, a los primogénitos escritos en el Cielo”[7].
¿Ven? Ese pueblo celestial pasa por una etapa terrenal, pero son los que van a ser glorificados; son del nivel de la Realeza celestial.
Y ahora… Yo creo que ya descansaron, ¿verdad?, porque estaban sentados mucho rato. Pueden tomar asiento.
El Señor Jesucristo, en San Lucas, capítulo 19, verso 11 en adelante, dice que un hombre noble fue a un país lejano para recibir un reino y volver.
Cristo subió al Cielo, recibió el Reino celestial; y luego, en la apertura de los Sellos, cuando el Libro de los Sellos sea entregado en Su mano para abrirlo —lo cual será cuando haya completado Su Iglesia y haya terminado Su labor de Sumo Sacerdote—, entonces recibirá el poder, le será dado el poder y la gloria… Apocalipsis, capítulo 5 (vamos a ver), verso 9 en adelante, dice:
“… y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.
Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones…”.
Aunque la población en la Tierra son millones de millones, en el Cielo son más, y son eternos.
“… que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza (vean, de tomar el poder).
Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.
Los cuatro seres vivientes decían: Amén (y nosotros, ¿cómo decimos? ‘Amén, que así sea’); y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos”.
Y ahora, veamos aquí cómo ocurre todo esto y cuándo ocurre todo esto: Apocalipsis 11:15 en adelante, dice:
“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”.
¿Los reinos de este mundo han venido a ser qué? Han venido a ser de nuestro Señor y de Su Cristo; porque como Hijo del Hombre es el heredero al planeta Tierra completo, con todo lo que tiene.
“Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios,
diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado.
Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra”.
Vean el problema de los que han estado destruyendo la Tierra, y han estado causando los problemas climáticos en el planeta Tierra.
“Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo”.
Cuando nos habla de truenos, relámpagos, granizo y todo esto, y terremotos, eso nos habla del juicio divino, de un Dios airado; y de Su Trono sale el juicio divino sobre la raza humana; y eso está muy cerca.
Eso es lo que corresponde al “día de venganza del Dios nuestro”, la parte que Jesús no leyó[8]. Y eso corresponde a Deuteronomio (por ahí) 35, y Números, capítulo 35, por ahí. Porque Dios vengará la Sangre de Sus santos, de Su pueblo; por eso es “día de venganza del Dios nuestro”.
Dios estará como Juez. La Escritura dice, San Pablo y San Pedro hablan de que Jesús, Dios lo ha puesto, a Jesús, como Juez de los vivos y de los muertos. Y en el capítulo 6 del Apocalipsis, verso 12 en adelante, dice:
“Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre;
y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.
Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar”.
Ahora, ¿qué pensarán algunos? “La Visión de la Carpa Catedral en una isla, y dice que toda isla va a huir”. Pero en Job dice que Dios salvará “la isla del inocente”[9]. Tienen que buscarlo en las versiones que lo diga, porque en otras versiones puede estar traducido en otra forma.
¿En qué año yo hablé de eso, Miguel, de la Isla del inocente? [Hno. Miguel: Eso fue por ahí desde el año 74 donde yo lo vi]. En Estados Unidos fue una de las primeras veces, ¿verdad? [Hno. Miguel: Sí, 77], por ahí por Tucson[10].
“… y todo monte y toda isla se removió de su lugar”.
Ahora, ¿recuerdan que Jesús dijo que: “Podréis decir a este monte: Pásate de aquí al mar”?[11]. Y aquí, miren, todo monte y toda isla…; algo va a pasar.
“Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes;
y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero;
porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”.
Ahora vean esto que está aquí dicho; y vean Apocalipsis, capítulo 14, verso 6 al 7, lo que nos dice:
“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,
diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”.
La hora de Su juicio es la hora de Su ira, la hora de la ira del Cordero.
El Mensaje donde se predica el juicio divino en forma formal, basado en lo que está prometido, es en este tiempo final, porque es el tiempo donde se predica el Evangelio del Reino, el Evangelio Eterno; y ese mensajero viene con el Evangelio Eterno para predicarlo a los moradores de la Tierra, por lo tanto tiene que estar en la Tierra. Tiene que venir a la Tierra, ser enviado por Dios con ese Mensaje del Evangelio Eterno, que es la Gran Voz de Trompeta o Trompeta Final.
Es la Trompeta Final de la cual habla Primera de [Corintios], capítulo 15, versos 49 al 58; y Primera de Tesalonicenses, capítulo 4, versos 13 al 17; y Filipenses, capítulo 3, verso 20 al 21.
Su Venida será para bendición de los que le esperan y le sirven: será para su transformación, dice San Pablo; y para los muertos en Cristo: para la resurrección de ellos en cuerpos eternos; y para el mundo: de juicio.
Por lo tanto, el Mensaje del Evangelio Eterno, el Evangelio del Reino, se estará predicando como se predicó a los que estaban encarcelados, como Cristo les predicó al mundo antediluviano, que ya había muerto y estaban en espíritu en esa dimensión quinta; así el Mensaje del Evangelio Eterno, para el mundo, estará dándole testimonio de lo que viene: del juicio divino —ahí dice: “Porque la hora de Su juicio ha venido”—, de lo que le espera a este mundo.
Y si buscan la página 369 del libro de Los Sellos, van a encontrar ahí… No sé si alguno lo tiene, la página 369, y se las leo de una vez (el libro que termina en la 484). Dice:
“194. Ahora fijémonos en los últimos dos versículos de Apocalipsis 6 (del pasaje que estamos leyendo), o sea, lo que sucederá con los que hicieron mofa y se rieron de la predicación de la Palabra vindicada del Dios viviente (porque la Palabra vindicada del Dios viviente se va a estar predicando en este tiempo final, o sea, el Mensaje correspondiente a nuestro tiempo). Esos profetas estarán allí y harán toda clase de milagros, oscurecerán el sol, y todas esas cosas a través de ese tiempo. Luego aquellos clamarán a las piedras y a los montes, que los escondan de la misma Palabra de la cual antes se habían burlado (porque primero es predicado, escuchan, creen o rechazan, y después vienen las consecuencias), porque ahora lo podían ver que venía. Decían: ‘Escondednos de la ira del Cordero’. Él es la Palabra. Ellos se habían burlado de la Palabra y ahora allí estaba la Palabra encarnada. Ellos se habían mofado grandemente de esos profetas, pero ahora había venido la Palabra encarnada. ¿POR QUÉ NO SE ARREPINTIERON? No pudieron; ya era demasiado tarde”.
¿Por qué? Porque ya no había Sangre en el Propiciatorio en el Cielo, ya Cristo no estaba como Sumo Sacerdote.
“[194]. Y ellos conocían muy bien el castigo que les esperaba; habían oído todo eso. Ellos habían estado en cultos como este, y habían escuchado todas esas cosas. Ellos sabían que estaban encarando las mismas cosas que esos profetas habían predicho (primero viene la predicción, la profecía, y luego el cumplimiento). Pero lo habían rechazado; despreciaron la misericordia de Dios por última vez (vean, es bajo el ministerio de Moisés y Elías que la misericordia de Dios estará por última vez). Y cuando uno desprecia la misericordia, lo único que le queda es el juicio. (Dice): ¡Piénselo!”.
Y ahora, ¿los milagros serán para quién, dice el reverendo William Branham? Página 136 del libro de Citas; dice que serán para Moisés y Elías[12]. Ahí lo podemos dejar.
Vamos a ver esto aquí. (Gracias, Pedro). En la pregunta número 11, en “Preguntas y Respuestas” de Los Sellos, página 399, dice, pregunta:
“[Pregunta 11] ‘El Elías que viene a predicar a los judíos, ¿es el verdadero Elías que estuvo en los días de Acab, o será solamente el espíritu de Elías en otro hombre?’”.
O sea que tenía un cuadro, esta persona que hace la pregunta, en donde él no se inclinaba ni a un lado ni a otro, sino que quería saber; porque él sabía que podía ser un hombre del tiempo en que se cumpla esa profecía. Luego, en la contestación, vamos a leer una parte aquí:
“[94]. Yo he pensado que será un hombre de este tiempo ungido con ese espíritu (así lo pensaba él y creía él; porque uno cree como piensa, y piensa como cree); porque allá, cuando Elías ya había subido y Eliseo se encontró con los hijos de los profetas, ellos dijeron: ‘El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo’. Es que Eliseo obró igual a Elías”.
Y él basa su forma de entender que será un hombre de este tiempo (dice él), basado en que, cuando el espíritu de Elías vino de nuevo, fue en Eliseo. Él pidió una doble porción[13]; y esa doble porción de Eliseo tipifica la doble porción ministerial de Moisés y Elías.
Es como… Recuerden que Elías recibió la orden de ir a ungir a Hazael por rey de Siria, a Jehú por rey de Israel y a Eliseo por profeta en su lugar[14]. Eliseo fue el último que mencionó Dios, ¿verdad?, y fue el primero que encontró Elías. Y después no fue a ungir a Hazael, y tampoco fue a ungir a Jehú…
[Hno. Miguel: A Hazael, creo que sí se encontró con Hazael, con Hazael me parece que sí. ¿Buscamos?].
Búscamelo.
[Hno. Miguel: Vamos a buscarlo].
Porque con el único que se encontró fue con Eliseo.
[Hno. Miguel: ¿Quién…? Elías… no dijo “Elías”; Eliseo, Eliseo con Hazael].
Ah, sí, ahora sí está mejor (jeje); sabe defenderse bien (jejeje).
Sí, Eliseo fue el que… y lloró cuando vio, tuvo la visión de lo que iba a hacer Hazael: iba a destruir a los judíos, iba (en guerra) a abrir la matriz de las encintas y todas esas cosas. Y Hazael le dice: “¿Acaso yo soy un perro o una bestia para hacer eso?”. Y Eliseo le dice: “Tú lo vas a hacer”. Y lo… y ahí fue la… le dijo que él iba a ser rey: “Tú lo vas a hacer, porque tú vas a ser rey de Siria”[15].
Y en esa forma fue que hablaron; con la Palabra que habló ya quedó establecido de que sería rey, y luego le dijo lo que iba a hacer. ¿Él no fue el que pondría un paño mojado sobre el rostro del rey?[16].
[Hno. Miguel: Lo puso… fue y puso un paño mojado, y ahí lo… ahí lo mató].
Así que ya él sabía que iba a ser rey, y para eso tenía que quitar al rey que estaba. Si lo llegaba a saber el rey que estaba, lo iba a matar a él; antes que lo supiera, pues…; y como ya era por Decreto Divino, pues ya tenía que ser así.
Y luego a Jehú, Eliseo mandó a uno de los hijos de los profetas con aceite, que lo fuera a ungir[17]. No se sabe si ya Eliseo estaba con algunos años o recibió permiso de Dios para hacerlo en esa forma.
Nadie juzga a un profeta; por eso no podemos decir que lo hizo mal, pues tendríamos que decir: “Elías lo hizo peor, porque no ungió a ninguno de los dos anteriores”. Pero el ministerio de Elías continuó.
Lo que no logró el primer Elías, lo lograría el segundo Elías. Lo que el segundo Elías no logró en el Programa Divino (que Elías, ese ministerio de Elías llevaría a cabo), lo logró el tercer Elías: Juan el Bautista. Lo que no logró el tercer Elías en cumplir, todo lo que Elías haría, lo logró el cuarto Elías. Y lo que no logró el cuarto Elías, que él vio que iba a ser hecho, lo logrará el ministerio del quinto Elías; que él dice que será un hombre, pues del tiempo en que se cumpla esa profecía.
Algunos piensan que es el mismo cuarto Elías, pero vamos a ver qué él piensa: página 408, pregunta 17 [Los Sellos]:
“[Pregunta 17] ‘Hermano Branham, ¿es el séptimo ángel con el espíritu de Elías, el mismo Elías enviado a los 144.000 judíos durante los tres años y medio de la tribulación después del rapto? Algunos estamos enredados con esta enseñanza’”.
Quizás todavía algunos estén enredados: si es el mismo o no es el mismo, si tiene que resucitar para cumplir esa profecía; pero vamos a ver lo que él dice:
“138. No. No es el mismo. Son dos hombres diferentes (el cuarto Elías y el quinto Elías son dos hombres diferentes. Si tuviera que venir, resucitar, para cumplir eso, sería el mismo hombre, no dos hombres diferentes). Eliseo, que vino en la forma o lugar de Elías, no fue Elías. Y cuando el espíritu de Elías vino sobre un hombre llamado Juan el Bautista, tampoco fue Elías. Y el hombre, el séptimo ángel, el mensajero enviado al final de la Edad de Laodicea, no será Elías literal; será más bien un gentil a su pueblo.
139. Entonces, el espíritu de Elías viniendo en esta ocasión a esta gente (o sea, a los judíos), será un judío. Porque siempre uno es enviado a su propio pueblo. Esa es mi revelación”.
Y ahí lo sella bien: “Esa es su revelación”. No será el mismo cuarto Elías. Aunque resucite no podrá ser él.
Y por cuanto la Visión de la Carpa contiene predicación, contiene llamamiento al altar, y contiene sanidades, milagros…; y el reverendo William Branham dice que los milagros: eso es para Moisés y Elías.
El cumplimiento de la Visión de la Carpa será para los ministerios de Moisés y Elías. Más claro no lo podemos explicar. ¿Por qué no lo podrá hacer ningún otro grupo? Porque solamente habrá un grupo que sabrá que esos ministerios van a estar con ellos.
Y cuando los judíos vean a Cristo viniendo por Su Iglesia, dirán: “Este es el que estamos esperando”. Y eso va a ser visto en el cumplimiento de la Visión de la Carpa, que es la Tercera Etapa; ahí es donde va a estar la Tercera Etapa manifestada.
“Y lo que hemos visto…”. Dice: “Y lo que ustedes han visto en parte…”, o sea, en los cinco ejemplos que dio[18], en donde la poderosa mano de Dios fue manifestada. Y eso fue por Palabra creadora siendo hablada. No fue por ir y orar por las personas o por las cosas, sino hablando la Palabra.
Dice: “Lo que ustedes han visto manifestado en parte, cuando venga la apretura…”.
Por eso, recuerden, tenemos que trabajar rápido, antes que venga la apretura fuerte. Para el mundo hay una apretura económica; y dice que va a haber una apretura para la Iglesia-Novia. Pero en el medio de la apretura nos vamos.
Y cuando venga la apretura, entonces lo que hemos visto en parte, será manifestado en toda su plenitud; y dice que eso es la Tercera Etapa[19].
Vean, la promesa de la Tercera Etapa es para ser cumplida ¿en dónde? En el cumplimiento de la Visión de la Carpa. Por lo tanto, le tocará a los ministerios de Moisés y Elías determinar dónde va a ser construida la Carpa que vio el reverendo William Branham.
Muchos pueden opinar: “El mejor sitio es tal sitio”.
Miren, el mejor sitio es el lugar donde lo vio el reverendo William Branham, porque él no lo vio en otro sitio; por lo tanto, ningún otro sitio es el mejor. Sea grande o pequeño cualquier otro sitio, sean ricos o pobres, el mejor es el que vio y donde la vio el reverendo William Branham.
Por lo tanto, ya él la vio cumplida, o sea, ya él la vio en función. Si la vio en función es porque va a estar en función.
¿Que si hay luchas y situaciones? No importa, eso se lo dejamos a los que están trabajando y están a cargo de eso.
Y los ministros, pues, estando brazo a brazo, en la parte… orando y respaldando económicamente. Los problemas se los dejan a ellos allá. Ellos sabrán bregar con todo allá. No nos tienen que contar de problemas, sino de cómo va todo: “Va bien, va bien”, la parte positiva.
Y todos los ministros, con sus congregaciones, orando para que todo marche bien, para que Dios provea y para que haya ánimo en medio del pueblo.
Yo he estado al tanto de todo lo que han estado haciendo; y mi consejo, cuando me lo han pedido, se los he dado; y les digo que están trabajando muy bien, perfectamente bien.
Yo confío en ellos, y todos los ministros han confiado en ellos, en la labor que están haciendo; y las cosas que han hecho, yo he estado al tanto antes de hacerlas, y han tenido el visto bueno mío también.
Después de la Visión de la Carpa el reverendo William Branham no dijo que habrá otra cosa. En el cumplimiento de la Visión de la Carpa será donde la Gloria de Dios será manifestada en toda Su plenitud.
Así que… ¡ahora nos toca trabajar!, después nos toca ver lo que estará Dios haciendo en lo que le tengamos a Él, conforme a lo que fue mostrado.
No puede ser, el cumplimiento de la Visión de la Carpa, para la séptima edad, porque ya su tiempo pasó; tampoco para la brecha entre la séptima edad y la Edad de la Piedra Angular, porque ya el tiempo del ministerio del cuarto Elías terminó.
Siempre que parte el mensajero de una edad, terminó el ministerio de ese mensajero; y si va a haber un ministerio llamado por el mismo nombre del mensajero anterior, será en otro hombre.
Así que ya podemos ver a qué está conectada la Visión de la Carpa: está conectada al ministerio del Día Postrero, que estará como el quinto Elías. Ahí se cumplirá el ministerio también de Moisés y el ministerio de Jesús. Ahí estará —en el cumplimiento de la Visión de la Carpa— la Columna de Fuego que libertó al pueblo hebreo, que le habló a Moisés. Ahí estará el Ángel del Pacto, ahí estará el Ángel que acompañaba al reverendo William Branham; y ahí él va a venir también; porque la Visión de la Carpa está relacionada a todo el Programa Divino correspondiente al Día Postrero.
Es más, ahí, en el cumplimiento de la – en la Visión de la Carpa, él vio…, y después vio algo; y después el Ángel le dice: “¿Recuerdas el nombre que buscabas cuando tuviste la visión?”[20]. Hay un nombre ahí; y no puede ser otro sino el Nombre Eterno de Dios, de la Ciudad de nuestro Dios, y Nombre Nuevo del Señor.
Así que algo grande está por acontecer.
Pero como leyó el reverendo Benjamín, José Benjamín Pérez: en la página 467 por ahí (66 a 69), dice: “Si puedo recibir la revelación y quedarme callado…”. Recuerden la causa por la cual no se explica mucho.
Y algunas veces digo: “Pienso que he explicado más de lo que debía explicar”; y por eso pues pueden surgir algunas dificultades y el enemigo tratar de cerrarnos el paso, de estorbar la labor que tenemos que hacer en este tiempo final; y también imitaciones, para que, al cumplirse plenamente lo que está prometido, digan: “¡Eso es igual a aquello otro! ¡Eso es igual a aquello de aquel loco!”.
Para que lo comparen así, el enemigo pues trata de adelantarse y de pervertir lo que Dios va a hacer; hacer una perversión primero. Y las perversiones pues siempre fallan. Y entonces le dirán: “Mira, es lo mismo que trató de hacer Teudas y Judas”, que vinieron primero que Jesús.
Así que van a surgir… En el mismo tiempo del reverendo William Branham hubo imitaciones de su ministerio. Él mostró la señal en la mano y después muchos aparecían diciendo algo parecido.
Por lo tanto, hay cosas que se dejan tranquilitas, pero que usted se da cuenta (y también las deja tranquilitas), para que toda la labor siga hacia adelante; y cuando se cumpla todo, pues ya entonces todo el mundo verá; y se habrá evitado que el enemigo estorbe el trabajo que se está haciendo.
Por eso ustedes ven que yo trato de no explicar muchas cosas; aunque las sepa, las dejo quietecitas; y algunas veces pues… hasta veo o sé de personas que quizás o no entienden o no concuerdan con las cosas, pero tampoco me pongo a luchar con ellos para que no se forme una discusión o una enemistad. Pero al final ya veremos el cumplimiento de todo; y los que estuvieron respaldando brazo a brazo todo el Programa de Dios, Dios los recompensará; los que fueron estorbo, ya Dios verá qué va a hacer con ellos.
Recuerden que los que fueron de estorbo en el tiempo de Moisés, Dios se encargó de ellos. Siempre, los que son de estorbo, son personas que no quieren que se cumpla el Programa Divino; así Dios los mirará siempre; y como Dios los va a mirar así, uno no puede hacer nada.
Recuerden que lo de Ananías y Safira se va a cumplir también[21].
Así que podemos ver que hay algo grande de parte de Dios que va a suceder en este tiempo final; y la parte grande: la Tercera Etapa, va a tener cumplimiento en la Visión de la Carpa.
¿Cómo comenzarán las actividades en el cumplimiento de la Visión de la Carpa? No sabemos cómo van a ser. Pero cuando comience, ahí vamos a ver cómo va a ser.
Así que…, quizás al comienzo ni se darán milagros. Recuerden que el reverendo William Branham dijo: “Primero la Palabra, después Dios se encarga de los milagros”[22]; porque los milagros es para confirmar, es un testimonio de que esa Palabra está correcta; por lo tanto, lo más importante es la Palabra que se estará hablando en el cumplimiento de la Visión de la Carpa.
Bueno, recuerden que todo esto es el Programa del Hombre Noble, que se fue a un lugar lejano, a un país lejano, para recibir un Reino y volver; y ese es Cristo, el más excelso de los seres humanos, de las personas, de los hombres que han pisado este planeta Tierra; el más grande. Y Su Nombre es el más grande de los seres humanos que han venido a esta Tierra.
Es tan grande que dice San Pablo que toda familia en el Cielo toma de Él nombre[23]; y que Él está sobre todo principado, potestad, dominio, sobre todo; pues es el Rey de reyes, el que está sentado en el Trono celestial; y por consiguiente el Reino Él lo gobierna.
Algunas personas pueden pensar: “¿Y Dios entonces se quedó sin hacer nada?”. No; es Dios en Él, Dios a través de Él el que obra. Recuerden que Cristo dijo: “El Padre mayor es que yo”[24]. Y Él dijo: “Las obras que yo hago en Nombre de mi Padre”[25]; y: “El Padre que mora en mí, Él hace las obras”[26]; y todo eso sigue desde el Trono celestial.
Así que podemos ver que el Hombre Noble, que es Cristo, se fue para recibir un Reino: lo recibió en el Cielo; y luego, cuando recibe el Libro de los Sellos, luego de la Obra de Intercesión, entonces está recibiendo todos los derechos del Reino terrenal para que todos los reinos del mundo vengan a ser de Él; y Él va a decidir cómo Él va a administrar ese Reino.
Van a estar los apóstoles en doce tronos; van a estar los mensajeros también, con los gentiles; y va a estar con Él también…, dice:
[Apocalipsis 3:21] “Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”.
O sea que va a haber una administración importante en ese Reino.
Y en la parábola de los talentos dice que los talentos que les había dado, luego no se los quitó, sino que también, los que habían ganado, los talentos que se habían ganado, se los dejó a las personas[27].
Y en la parábola de las minas (no son minas, ¿verdad, Miguel?, de… minas de oro, de plata… sino son unas monedas), le dice, al que recibió… Cada uno recibió una, los diez siervos; uno la multiplicó, y ganó cinco, ¿verdad? [Hno. Miguel: Uno ganó diez]. Uno ganó diez, uno… [Hno. Miguel: Y otro con una mina ganó cinco. Uno con una mina ganó diez; y lo pusieron sobre diez ciudades]. Sí:
[San Lucas 19:16] “… Señor, tu mina ha ganado diez minas.
Él le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades”.
Miren, en una monedita pequeña, en eso tan sencillo, muestra (en esa parábola) una cosa grande.
O sea que hay que trabajar. Ellos trabajaron; ¿y viene a ser qué? El que tiene diez ciudades, ¿viene a ser qué? Gobernador, ¿verdad? Porque alcalde es el que tiene una nada más. O sea, equivalente – posiciones equivalentes a las que ya conocemos acá.
Así que podemos ver que hay galardones.
Y un alcalde tiene su gente de trabajo: los que estuvieron trabajando para que él saliera victorioso. Y los gobernadores tienen su gente de trabajo, que fueron los que trabajaron con él, y él les prometió una posición: “Tú vas a ser tal cosa”, o antes o después; porque él escoge de los que lucharon con él. Y así el presidente. Por lo tanto, escogen los que les conviene para trabajar en su gobierno.
Y así Cristo va a hacer con los ministros a través de todas sus etapas, y los mensajeros, que son las cabezas de todo el cuerpo ministerial de cada edad y también de todos los grupos creyentes de cada edad. Porque el Mensaje le es dado al mensajero, el mensajero lo predica, y se unen a él personas que vienen a ser líderes; trabajan con ese Mensaje, y Dios llama a los escogidos de esa edad; y por consiguiente, el patriarca de esa edad es el mensajero de esa edad, es su grupo.
Por eso cuando el reverendo William Branham estuvo en el Paraíso, él no vio el grupo de Wesley, ni de Lutero, ni de San Pablo; él vio su grupo.
Vamos a pensar y a decir que ahí en la sexta dimensión está el país de San Pablo, el país de Ireneo, de Martin, de Colombo, de Lutero, de Wesley… Si acá en la Tierra hay tantos países, en la sexta dimensión eso no tiene límites, hay espacio de más.
Así que si damos una visita por el… y nos preguntan: “¿A dónde – a qué territorio quieres ir? ¿Quieres dar un recorrido por todos los países de los diferentes mensajeros?”, podríamos darlo.
Recuerden que al reverendo William Branham, los que estaban allá… Vean, allá no hay limitación de conocimiento; ellos conocían qué iba a hacer en esos días, qué iba a hacer más adelante.
Y él quiere ver a Jesús, y le dicen: “No, ahora no lo puedes ver, Él está más arriba (o sea, en la séptima dimensión); pero Él va a venir acá, y cuando venga te va a juzgar”[28]. Y como que las ganas de ver a Jesús, ahora… ahora como que… como que está asustado. “Y él te va a juzgar; y si tú sales bien, nosotros regresaremos contigo a la Tierra”. Y le dicen… ¡lo animan!, le dicen: “¡Sabemos que va a ser así!”; o sea, porque ya hay un Programa, y ellos conocían el Programa.
Así va a ser para los diferentes mensajeros de cada edad para la resurrección.
Así que… Vamos a dejar quieto lo de nosotros acá, porque va a haber una etapa muy importante; por lo tanto, vamos a continuar trabajando en la Obra del Señor.
Ya sabemos que el Hombre Noble es Jesucristo. Se fue al Cielo para recibir un Reino, como Él dijo en el Concilio del Sanedrín: “Ustedes verán al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios y viniendo en las nubes del cielo”[29].
Y ya se sentó en el Trono celestial y ahora le falta el Trono terrenal. Y adquiere esos derechos…, aunque le pertenecen, pero adquiere los derechos al recibir el Título de Propiedad y abrirlo en el Cielo y hacer Su Obra de Reclamo.
¿Y luego cómo Él va a establecer Su Reino en la Tierra? Ya eso lo vamos a dejar quietecito. Para Él va a ser sencillo, porque Él tiene el poder para hacerlo.
Bueno, vamos a… Recuerden que Él viene con un Ejército en caballos blancos: Apocalipsis 19.
Vamos a darle gracias a Cristo, el Hombre Noble.
¿Por qué es el Hombre Noble? Es el Príncipe del Cielo, del Reino celestial, es el heredero al Reino celestial. Porque el Hijo es el heredero del Reino celestial, Jesucristo, el Hijo de Dios; y como Hijo de David es el heredero al Trono de David, por eso tenía que nacer a través de la descendencia de David.
La virgen María era descendiente del rey David por la línea de Natán, y José era descendiente del rey David por la línea de Salomón. Y como José adoptó a Jesús como hijo suyo, entonces todos los derechos de José —que es un príncipe también; y María, una princesa descendiente del rey David—, vean ustedes, Él obtiene todos esos derechos. Por eso Él dice:
[Apocalipsis 22:16] “Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana”.
“Raíz y linaje de David”. ¿Recuerdan?, que la raíz y linaje de David es quien hereda el Trono.
Vamos a dejar ese Séptimo Sello quietecito ahí, porque cuando se abra al público viene un enfrentamiento, una batalla espiritual o religiosa. Siempre que se abre un Sello sucede eso.
Cuando suena una Trompeta eso es un disturbio político, una guerra. Y ya cuando una plaga es derramada, ya es los juicios cayendo ahí. Y vamos a dejar eso quietecito, porque esas son cosas que corresponden al cumplimiento de la Visión de la Carpa.
¿Recuerdan al reverendo William Branham que decía?: “Quiero tener la Carpa, porque quiero predicar las Copas y – las Trompetas, las Copas y las Plagas”[30], pues las plagas están en las Copas.
Eso es un paralelo de Las Siete Edades y Los Siete Sellos. Lo que Él hizo abriéndolo – hablando de Las Siete Edades y hablando de Los Siete Sellos es un paralelo de lo que va a suceder en el cumplimiento de la Visión de la Carpa.
Y fue Elías ¿el qué? El ministerio de Elías al que le tocó eso; y le va a tocar al Séptimo Sello también. Elías en su cuarta manifestación, y Elías en su quinta manifestación continúa la labor.
Bueno, que Dios les bendiga y les guarde; y adelante trabajando en el Reino de Dios y escuchando la Palabra, y sabiendo que en el Programa Divino, Dios por Su gracia nos ha colocado para trabajar. Y es una bendición, y fue por elección divina que nosotros entendamos el Programa de Dios para nuestro tiempo.
Cristo a Sus discípulos dijo: “Bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque muchos de los profetas y de los justos desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron”[31].
Que Dios les bendiga y les guarde.
Y dejo por aquí nuevamente al reverendo, misionero Miguel Bermúdez Marín, para que concluya nuestra parte en esta ocasión.
Dios les bendiga y les guarde, y les use grandemente en Su Obra en este tiempo final. Y que ya, lo más pronto posible, tengamos ese proyecto de La Gran Carpa Catedral en pie.
Vean, el esfuerzo que cada uno haga va a indicar el deseo que tiene de que esté en pie esa Carpa Catedral; porque la obra es la fe expresada de cada ministro, de cada congregación y de todo el pueblo de Dios para nuestro tiempo, como lo fue en otros tiempos; y fe es revelación.
Todo depende de la revelación que la persona tenga, el ministro tenga, y su grupo tenga. Si el ministro no tiene ninguna revelación, la revelación del Programa de Dios y lo que se debe hacer, pues tampoco su congregación va a ser alimentado – va a ser alimentada su congregación, con la revelación del Programa de Dios, de lo que se debe estar haciendo; porque si el ministro no la tiene: no se la va a transmitir a ellos, no los va a animar para que trabajen en el proyecto que Dios tenga.
Bueno, que Dios les bendiga y les guarde, y les use siempre grandemente en Su Obra en este tiempo final.
Recuerden que el proyecto divino en el cual Dios coronará Su Programa con Su Iglesia se culminará en una Gran Carpa Catedral.
Que Dios bendiga y recompense a todos los que estén trabajando en el proyecto de Dios correspondiente a este tiempo final. Ese es el proyecto que tendrá preeminencia (¿es?) para los ministros y sus congregaciones.
Dios les bendiga y les guarde; y continúen pasando una noche feliz, llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.
“EL HOMBRE NOBLE”.
[Revisión julio 2025]
[1] Éxodo 36:6-7
[2] 2 Corintios 11:1
[3] San Juan 2:19
[4] Apocalipsis 22:16
[5] 1 Pedro 3:22
[6]En algunas regiones de México, especialmente en algunas zonas del norte, se utiliza la palabra “almuerzo” para referirse al desayuno, la primera comida del día –Ed.
[7] Hebreos 12:22-23
[8] San Lucas 4:16-21; Isaías 61:2
[9] Job 22:30 (RVR 1909)
[10] Libro de “Extractos relacionados a Romanos 8:22-23”, págs. 14-15: 1977-09-11 “La Señal de escape”
[11] San Marcos 11:23
[12] Citas, pág. 136, párr. 1208: 64-0823M “Preguntas y Respuestas #1”, pregunta 253, párrs. 197-198
[13] 2 Reyes 2:9
[14] 1 Reyes 19:15-16
[15] 2 Reyes 8:8-13
[16] 2 Reyes 8:15
[17] 2 Reyes 9:1-6
[18] Compilación de extractos “La introducción de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia”: Sanidad hermana Meda Branham: págs. 290-295, párrs. 71-136 ([64-0120] “Sus palabras infalibles de promesa”) / Detiene la tormenta: págs. 281-284, párrs. 86-122 ([63-1110E] “El que está en vosotros”) / Resurrección del pececito: págs. 235-238, párrs. 130-157 ([57-0623] “Cree desde el corazón”) / Creación de ardillas: págs. 238-245, párrs. 33-52 ([59-1123] “Habla a esta montaña”) / Salvación hijos de Hattie Wright: págs. 250-252, párrs. 170-188 ([60-0417M] “Id, decid”)
[19] Citas, pág. 119, párr. 1057: 63-1229E “Apartando la mirada hacia Jesús”, párrs. 38-39
[20] Citas, pág. 40, párr. 321: 56-0219 “Siendo guiados por el Espíritu Santo”, párr. 24
[21] Hechos 5:1-11
[22] 62-0318 “La Palabra hablada es la Simiente original, Parte 2”, párr. 823
[23] Efesios 3:14-15
[24] San Juan 14:28
[25] San Juan 10:25
[26] San Juan 14:10
[27] San Mateo 25:14-30
[28] Los Sellos, pág. 320, párrs. 198-220
[29] Mt. 26:64, Mr. 14:62
[30] Citas, pág. 152, párr. 1353: 65-0725M “Los ungidos en el tiempo del fin”, párr. 7 / Citas, pág. 161, párr. 1432: 65-0822E “El filtro de un hombre que piensa”, párr. 12
[31] San Mateo 13:16-17