Los éxodos y sus propósitos

Felicidades y prospero año nuevo 2010 para todos los presentes y todos los que están a través del satélite Amazonas y de internet en diferentes naciones.

Un saludo muy especial para todos los ministros presentes y también los que están en otras naciones junto a sus congregaciones. Que Dios les bendiga grandemente y les use siempre grandemente en Su obra junto a vuestras congregaciones y también junto a sus esposas y sus hijos también.

Aprecio y agradezco mucho a todos los ministros y sus congregaciones por todo el respaldo que le han estado dando al gran proyecto de La gran Carpa-Catedral en Puerto Rico y también por el respaldo que le han estado dando a la obra misionera y a la obra evangelística y también por el respaldo que le han estado dando a AMISRAEL. Que Dios les bendiga y les use siempre grandemente en Su Obra en este tiempo final.

Para esta ocasión tendremos la lectura de Primera de Corintios, capítulo 10, verso 1 al 12, donde nos dice Dios de la siguiente manera por medio del apóstol San Pablo. Primera de Corintios, capítulo 10, verso 1 al 12:

“Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar;

y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar,

y todos comieron el mismo alimento espiritual,

y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.

Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto.

Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron.

Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar.

Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil.

Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes.

Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor.

Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.

Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.”

Para esta ocasión, jueves 31 de diciembre, despedida del año 2009 y noche de bienvenida al año 2010, tenemos la continuación del tema de la serie de conferencias titulada: “LA TRAYECTORIA DEL PROGRAMA DIVINO DESDE EL GÉNESIS HASTA EL APOCALIPSIS.” Y para esta noche nos toca el tema: “LOS ÉXODOS Y SUS PROPÓSITOS.”

Haremos un recuento leve, lo más corto posible, de diferentes éxodos que nos llaman la atención a través de la historia bíblica de la raza humana.

En cada tiempo, dispensación y cada edad de cada dispensación hubo un llamado divino por medio del Espíritu Santo, el Espíritu de Dios que es por medio del cual Dios siempre ha hablado, y es el que entiende y conoce por consiguiente las cosas de Dios y las da a conocer a los seres humanos por medio de Su Espíritu Santo, que es el Ángel del Pacto, y eso lo hace por medio de los profetas conforme a Zacarías, capítulo 7, versos 11 al 12, donde dice:

“Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír;

y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos.”

Y ahora, encontramos que Dios hablaba al pueblo hebreo por medio de Su Espíritu a través de los profetas. A través de las conferencias que ya hemos tenido hemos visto que el Espíritu Santo es el Ángel del Pacto, el Verbo que era con Dios y era Dios, el cual se hizo carne y habitó en medio del pueblo hebreo y fue conocido por el nombre de Jesucristo.

Y ahora, vean ustedes, ése es el mismo Ángel del Pacto que llevó a cabo el éxodo por medio del profeta Moisés cuando libertó al pueblo hebreo. Tenemos que recordar que todos estos éxodos han sido llevados por el mismo Espíritu Santo que es el Ángel del Pacto que aparece también en Éxodo, capítulo 23, versos 20 al 23, del cual dice:

“He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.

Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.”

Y ahora, encontramos que es en el Ángel del Pacto donde está el Nombre de Dios, y el Ángel del Pacto es el Espíritu Santo, es el mismo varón con el tintero de escribano en su cintura que aparece en Ezequiel, capítulo 9.

Y ahora, recuerden que siempre un espíritu es un cuerpo de otra dimensión, y el Ángel del Pacto es el Espíritu Santo, es el cuerpo angelical de Dios, o sea, la imagen del Dios viviente. Por esa causa encontramos que cuando aparecía el Ángel del Pacto a Abraham, a Isaac, a Jacob, a Manoa también, cuando ellos hablaron con ese Ángel, luego dijeron que habían visto a Dios cara a cara, Jacob dijo: “Vi a Dios cara a cara y fue librada mi alma,” y le puso por nombre al lugar por el cual Él estuvo: Peniel, porque dijo: “Ví a Dios cara a cara y fue librada mi alma.” (Capítulo 32, versos 24 al 32 del Génesis).

Y en el caso de Manoa cuando se encontró él y su esposa con el Ángel de Dios, y no sabían ellos que era el Ángel de Dios, el Ángel del Pacto, pero cuando subió por la llama de fuego del sacrificio que había ofrendado u ofrenda que había ofrecido a Dios Manoa, cuando sube por el fuego que estaba consumiendo el sacrificio, se da cuenta que es el Ángel de Dios, el Ángel del Pacto, y le dice a su esposa en el capítulo 13 del libro de los Jueces: “Hemos de morir porque hemos visto a Dios cara a cara.”

Recuerden que Dios le había dicho a Moisés: “No me verá hombre y vivirá.” Por eso que Manoa cree que va a morir él y su esposa. Pero ella le dice: “Si fuéramos a morir, Dios no nos iba a decir que vamos a tener un hijo.” O sea, por la lógica ella sabía que continuarían viviendo. En donde dice Dios a Moisés que no lo verá hombre y vivirá, es en el capítulo 33 del Éxodo, verso 20 hasta el 23. Pero le dijo: “Pero yo voy a pasar delante de ti, voy a poner mi mano sobre ti mientras yo pase, tú vas a estar sobre la roca y luego que haya pasado entonces quitaré mi mano de sobre ti, apartaré mi mano y verás mis espaldas, mas no se verá mi rostro.” Ahí lo tienen, en el capítulo 33, versos 18 al 23 es que Moisés quería ver la gloria de Dios.

Y ahora, encontramos también en Deuteronomio, que nos dice el mismo Dios hablándonos acerca de Moisés, que no hubo ningún profeta como Moisés, capítulo 34, verso 10, dice:

“Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara.”

Y dice la Escritura… Eso está en el capítulo 34, verso 10, y el capítulo 12 de Números, verso 6 al 8, vamos a ver lo que nos dice aquí, capítulo 12 de Números, necesitamos conocer al Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, dice… esto fue cuando Miriam o María y Aarón los hermanos de Moisés, que ya tenían más de 80 años, eran mayores que Moisés, y ya esto es en un territorio por ahí por cerca de Cades-barnea, y comienzan hablar acerca de Moisés, y lo que hablaban no estaba bien. Aunque tenía una porción de verdad, pero lo estaban hablando con una crítica, y estaban juzgando a Moisés. Dice capítulo 12…

Por eso es que lo que leímos al principio que no murmuremos como murmuraron muchos allá y fueron mordidos por las serpientes, y dice que todas esas cosas que sucedieron allá, en este éxodo, fueron también o vienen a ser como ejemplo, tipo y figura para que nosotros nos cuidemos también de todas esas cosas; y si buscan Deuteronomio, capítulo 8, encontrarán también ahí que dice que todo fue para el pueblo ser probado.

Y ahora, ¿por qué tenemos que tener tanto cuidado nosotros? Porque vamos a ver en qué tiempo estamos viviendo en el Programa Divino. Dice capítulo 12 de Números:

“María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita (o sea, de los descendientes de Cus).

Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová.”

En cada edad Dios habla por el mensajero de cada edad al cual le revela Su Palabra, y ese mensajero habla al pueblo de Dios, Dios habla por medio de ese mensajero; y luego cuando el pueblo lleva el mensaje que Dios habló al mensajero, y por medio de ese mensajero al pueblo; luego cuando ese pueblo que cree ese mensaje y trabaja con ese mensajero, lleva ese mensaje por todos los lugares, Dios está hablando por medio del pueblo también.

Pero recuerden que Dios habló por medio del mensajero y al mensajero, y el mensajero está poniendo en el corazón y en la boca del pueblo esa Palabra, el pueblo viene a ser como fue Aarón, que Dios le dijo a Moisés: “Yo pondré mi Palabra en tu boca, y tú le hablarás a Aarón y pondrás en él tu Palabra, tú serás a él como Dios, y él te será a ti por profeta.”

Aarón no podía añadirle ni quitarle a la Palabra que Moisés le decía a Aarón para que Aarón la dijera al pueblo, porque si le quitaba o le añadía estaba alterando la Palabra, la simiente, e iba a producir algo en contra de Dios.

Como pasó allá en la parte baja del monte Sinaí, que le fue añadida a la Palabra y le añadieron un becerro de oro, contra lo cual Dios estaba en contra, Moisés no le dijo que hiciera un becerro de oro, se lo dijo un grupo de líderes en medio del pueblo que tenían esa tendencia a la idolatría y habían salido en el éxodo también.

En cada éxodo encontramos tres grupos: creyentes, hechos creyentes e incrédulos.

Y ahora, vean cómo le dice Dios a Moisés en el capítulo 4 del Éxodo, verso 14 en adelante, dice:

“Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón.

Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer.

Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios.”

Porque Aarón no podía ir directamente a Dios para escuchar la Voz de Dios, para que Dios le hablara el mensaje para dárselo al pueblo, era Moisés el que tenía que ir, y por eso Moisés podía entrar al templo (al tabernáculo) y entrar al Lugar Santísimo todas las veces que fuera necesario, pero Aarón una sola vez al año podía entrar al Lugar Santísimo. O sea, que el ministerio de Moisés estaba sobre el ministerio de Aarón, vamos a decir: el ministerio de Aarón era parte del ministerio de Moisés, pero él al pedir que otra persona hablara por él, porque Moisés tenía problema para hablar, entonces vino de Moisés a Aarón ese ministerio de sumo sacerdote, pero pertenecía a Moisés, pero Moisés tampoco lo perdió; Moisés podía entrar al Lugar Santísimo porque era el mensajero dispensacional, el mensajero del éxodo con el pueblo hebreo.

Siempre el mensajero es el líder de su edad o de su dispensación. Todo mensajero de cada edad está sujeto al mensajero y mensaje del mensajero dispensacional, no le puede quitar ni añadir a ese mensaje dispensacional.

Ahora, vimos ya cómo Dios le dijo a Moisés: Dios pondría la Palabra en la boca de Moisés, y Moisés la pondría en la boca de Aarón y Aarón hablaría al pueblo, y Dios estaría en la boca de Moisés y en la boca de Aarón. Si Aarón le quitaba o le añadía ya Dios no estaría en la boca de Aarón, no sería Palabra de Dios.

Y ahora, continuamos acá en el capítulo 12 de Números, dice verso 3:

“Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.”

Vean, Moisés vino a ser un hombre muy manso, 40 años bregando con ovejas, pastoreando ovejas, siendo preparado para ser el mensajero de esa Dispensación de la Ley, ser el mensajero para el éxodo del pueblo hebreo, o sea, la salida del pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto. Y ahora, dice:

“Luego dijo Jehová a Moisés, a Aarón y a María: Salid vosotros tres al tabernáculo de reunión. Y salieron ellos tres.

Entonces Jehová descendió en la columna de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María; y salieron ambos.

Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él.

No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa.

Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras (Dios hablaba cara a cara con Moisés); y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?”

Ahora vean, Dios regañando a Aarón y a María o Miriam, pero no se queda en el regaño solamente:

“Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y se fue.

Y la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa.”

Después del regaño vean lo que vino por hablar en contra de Su mensajero dispensacional, hablar en contra del profeta mensajero del éxodo que se estaba o que se llevó a cabo, la salida del pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto:

“Y dijo Aarón a Moisés (ahora está asustado): ¡Ah! señor mío, no pongas ahora sobre nosotros este pecado (se dieron cuenta que había un pecado por hablar contra Su mensajero dispensacional y del éxodo que habían obtenido, aunque eran sus hermanos, vean, ni a sus hermanos Dios considera en esa parte); porque locamente hemos actuado, y hemos pecado.”

Hablar en contra del mensajero de su dispensación, dice aquí Aarón que hablaron locamente y habían pecado. Es hablar locamente sin saber, sin pensar como decimos nosotros, sin pensar lo que están hablando, sin saber cómo Dios va a mirar o a escuchar lo que hablan en contra de ese mensajero dispensacional, de ese mensajero del éxodo correspondiente a la persona está viviendo, es hablar sin saber lo que está hablando, hablar locamente y sin saber las consecuencias que les traerá; y ahí él reconoce que habían pecado. Era y será siempre un pecado hablar contra el mensajero del éxodo en que las personas están viviendo. Y ahora, sigue diciendo:

“No quede ella ahora como el que nace muerto, que al salir del vientre de su madre, tiene ya medio consumida su carne.

Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo…”

Y ahora, necesitaban, vean, el ministerio del sumo sacerdote no funcionaba ahí, era el ministerio del mensajero de esa dispensación y de ese éxodo, el único que podía funcionar para alcanzar misericordia:

“Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora.”

Vean, poquitas palabras, pero era el mensajero de esa dispensación. Aarón se podía arrodillar a orar todo el día, pero no le iba a funcionar:

“Respondió Jehová a Moisés: Pues si su padre hubiera escupido en su rostro, ¿no se avergonzaría por siete días?…”

O sea, si era conforme a la ley, si el padre escupía en la cara de una hija, ella estaría avergonzada por siete días. Ahora dice Dios a Moisés:

“…Sea echada fuera del campamento por siete días, y después volverá a la congregación.

Así María fue echada del campamento siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se reunió María con ellos.

Después el pueblo partió de Hazerot, y acamparon en el desierto de Parán.”

Ahí podemos ver quién era Moisés en medio del pueblo, estaba en una posición más alta que su hermano Aarón. Aarón era el ayudante de Moisés, y Miriam también fue colocada en una buena posición, porque ella tenía el liderazgo entre las mujeres también, y entre ellas tenían panderos y cuando tenían una victoria salían danzando y cantando y glorificando a Dios, como pasó cruzaron el Mar Rojo, y era ya de más de 80 años.

Así que no hay edad para glorificar a Dios y para acompañar a todos los que glorifican a Dios por las victorias que Dios le ha dado al pueblo.

Y ahora, hemos visto aquí que Dios dice… que Dios a los profetas dice: “Le habla en sueños…” Vamos a ver, verso 6 en adelante de este mismo capítulo 12, dice:

“Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él.

No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa.

Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?”

Y ahora, pasamos a Deuteronomio, capítulo 18, verso 15 en adelante, pues estamos hablando de LOS ÉXODOS Y SUS PROPÓSITOS. Los éxodos, vean, se sale de un lugar, Dios es el que está llevando a cabo ese éxodo por medio del Ángel del Pacto, que es el Espíritu Santo, que es el Mesías en otra dimensión y en otro cuerpo, un cuerpo angelical, es el Ángel del Pacto a través del cual Dios hace los pactos. A través de ese Ángel fue que dio el Pacto de la ley en el monte Sinaí al pueblo hebreo. Ahora, vean lo que dice Dios en el capítulo 18 de Deuteronomio, versos 15 en adelante:

“Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis.”

Eso es lo que Dios le dice a Moisés, y eso es lo que Moisés le dice el pueblo hebreo, porque la Voz de Dios siempre es el mensajero de Dios para el tiempo en que Dios lo envía, porque en él y a través de él es que está el Ángel del Pacto hablando, trayendo el mensaje para el pueblo y llevando a cabo el éxodo correspondiente para esa edad o para esa dispensación. Porque recuerden que hay éxodos dispensacionales, pero en cada dispensación hay diferentes etapas de esa dispensación, donde ocurren también éxodos más pequeños. Dice:

“Conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera.

Y Jehová me dijo (dice Moisés): Han hablado bien en lo que han dicho.

Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.

Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.”

Así que, podemos ver dónde Dios coloca Su Palabra: en la boca del mensajero correspondiente a cada edad, a través del cual Dios lleva a cabo el éxodo de cada edad, saca al pueblo de una edad que ya pasó y lo coloca en una nueva edad. Esto es por medio del Espíritu Santo a través del mensajero de cada edad, en el cual coloca Su Palabra.

Y mientras el mensajero no ha hablado esa Palabra que le ha sido revelada, no es la Palabra de Dios para esa edad, pero cuando la habla ya eso es Palabra de Dios para esa edad que se tiene que materializar, se tiene que cumplir, se tiene que hacer una realidad, ya eso es así dice el Señor, así dice el Señor por medio de Su Espíritu Santo a través del mensajero de esa edad, y eso es la Palabra de Dios para esa edad, y por consiguiente ese mensajero es la luz hecha carne, la Palabra hecha carne de su edad.

Y cuando el pueblo recibe ese mensaje y a ese mensajero, el pueblo se convierte también en la Palabra hecha carne para esa edad, a medida que va recibiendo ese mensaje se va haciendo la Palabra para esa edad, se va haciendo carne la Palabra en el pueblo que recibe ese mensajero y ese mensaje que él trae.

Primero se hace carne en el mensajero y luego se va haciendo carne en el pueblo, a medida que el mensajero le va dando esa Palabra, así como Dios a medida que le va dando la Palabra al mensajero y él la va recibiendo, la va creyendo y recibiendo en su alma, se va haciendo carne en el mensajero.

Por eso el mensajero es la Palabra hecha carne para su edad, y por consiguiente es la luz, la luz de esa edad. Por eso es una lámpara de las diferentes lámparas que hay en una dispensación.

Y ahora, un mensajero de una edad es la luz de esa edad, el mismo Jesús dijo de Juan: “Juan era una luz, una antorcha que ardía, o sea, una lámpara, una antorcha que ardía, y ustedes quisieron caminar a su luz, mas yo tengo mayor testimonio que Juan (o sea, más luz que Juan).” Porque un mensajero dispensación es mayor luz que un mensajero de una edad.

Por eso Cristo, vean, Juan era esa luz, esa antorcha encendida, esa lámpara encendida para su tiempo, para su edad, pero Cristo después dijo: “Yo soy la luz del mundo,” pero Juan era la luz para Israel, para aquellos que lo estaban recibiendo, pero Cristo para el mundo entero.

Así es un mensajero dispensacional, en el cual viene y al cual viene Dios por medio de Su Espíritu Santo, el Ángel del Pacto, y se manifiesta en él; vamos a decirlo de una forma más clara: se mete en él y comienza a revelarle Su Palabra y comienza ese mensajero a dar lugar a que Dios hable a través de él, y él comienza a hablar ungido con el Espíritu Santo, porque cuando Dios por medio de Su Espíritu, en Espíritu o Dios en Su cuerpo angelical se mete en el profeta mensajero, comienza a traer a conciencia, al alma, al espíritu y a la mente de ese mensajero, comienza a traerle esa revelación, la revelación de Su Palabra, él comienza a ver, a entender todo, y comienza ungido con el Espíritu a hablar esa Palabra.

Y eso es la Palabra de Dios para esa edad siendo revelada, siendo hablada, y a medida que él la habla, el pueblo comienza a recibirla también y se hace carne en el pueblo también, se hace carne la Palabra de su edad o la Palabra de su dispensación; y comienza Dios a cumplir todo lo que ha prometido para ese tiempo, y las personas comienzan a ver que algo está pasando, y cuando buscan en la Biblia, es lo que Dios prometió lo que está aconteciendo: Dios obrando por medio de Su Espíritu Santo a través del mensajero de esa edad o de esa dispensación, y ese mensajero hablando la Palabra y el pueblo recibiéndola, y Dios cumpliendo Su promesa para ese tiempo.

No hay edad sin un mensajero con un mensaje, y un pueblo que lo recibe; y no hay dispensación sin un mensajero y sin un mensaje y un pueblo que lo reciba para que se haga realidad el éxodo correspondiente a ese tiempo, puede ser un éxodo físico o espiritual.

Y ahora, encontramos que es Dios el que lleva a cabo los éxodos, y el éxodo es la salida. Por ejemplo tenemos diferentes casos en la Escritura desde Adán, por ahí sigue bajando, pasa también a Noé, Noé tuvo un éxodo, vean, él haciendo el arca y los que con él trabajaban y querían su mensaje, su familia, estaban para un éxodo e iban a salir del mundo en el sentido de que iban a salir de aquella generación para más adelante, comenzar una nueva generación con Noé y su familia, para lo cual se requería un arca en donde entraran Noé y su familia y los animales y aves y reptiles que Dios había determinado que pasarían para una nueva generación, pero tenían que salir en ese éxodo, como el éxodo del pueblo hebreo saliendo de Egipto, llevaron animales, aves y así por el estilo.

Todas esas aves y animales iban a comenzar una nueva vida en la tierra prometida las que llegaran, o sea, muchas morirían en el camino, pero tendrían sus hijos y entrarían a la tierra prometida, y llevaban también semillas para sembrarlas en la tierra prometida.

Tenemos también otros éxodos como el de Abraham, que Dios le dijo: “Sal de tu tierra y de tu parentela a una tierra que yo te mostraré,” ese es un éxodo, Abraham salió de Padan-aram donde estaba viviendo, por allí había llegado Abraham con su padre: Taré, el cual había huido de Babilonia con su familia, pues corría peligro la vida de Abraham.

Ahora vean, Abraham salió, habían llegado a Padan-aram con su padre, vivieron un tiempo allá, pero después Dios le dice a Abraham: “Sal de tu tierra y de tu parentela a una tierra que yo te mostraré,” salió y llegó a la tierra que Dios le mostró.

¿Ven? Llegó ala tierra prometida, la vida de Abraham está reflejando lo que será la trayectoria también de su descendencia. En Abraham está siendo retratado toda la trayectoria que va a tener su descendencia.

Luego en Jacob también, encontramos que Jacob luego que había llegado también a ese mismo territorio del cual había salido Abraham: a Padan-aram donde estaba la familia de Abraham, sus sobrinos, allí fue pastor de ovejas, obtuvo esposa, tuvo hijos, pero luego Dios le dice que salga de Padan-aram y se vaya a la tierra donde vivía Isaac, la misma tierra donde había vivido Abraham, ese es un éxodo también.

Y vean, Abraham era profeta y también Jacob era profeta, siempre van a estar profetas mensajeros frente a esos éxodos divinos que Dios llevará a cabo por medio de Su Espíritu, por medio del Ángel del Pacto a través de esas personas. Por eso se encontró Jacob con el Ángel del Pacto en el capítulo 32 del Génesis, y quiso saber Su Nombre.

Ahora, Jacob no es profeta dispensacional, pero si lo es Abraham. Luego encontramos que Dios le había dicho a Abraham que su descendencia sería esclava en tierra ajena, en el capítulo 15, y todavía no había tenido al hijo prometido a través del cual vendría esa descendencia.

Le dice también que van a ser esclavos allí por 400 años y que Él los va a libertar y que en la cuarta generación van a regresar a la tierra donde está Abraham: a la tierra prometida, capítulo 15 del Génesis, verso 12 al 19.

Vean, la cuarta generación es muy importante porque es la generación del éxodo de cada dispensación, y la cuarta generación va a ser siempre la cuarta etapa de las últimas cuatro etapas del Programa Divino que vendría a ser la octava etapa porque después de siete etapas viene la octava que siempre va a corresponder a la edad de oro, la Edad de la Piedra Angular. Esa es la edad del éxodo siempre.

Y ahora, encontramos el éxodo del pueblo hebreo el cual fue un éxodo dispensacional para entrar a una nueva dispensación con un pacto divino en el cual estaban todas las ordenanzas divinas, los requerimientos de esa ley divina correspondiente a esa dispensación, y no puede haber cambio de la ley correspondiente al Pacto divino, excepto que venga una nueva dispensación con un nuevo Pacto divino, el cual Dios haya prometido.

Luego del éxodo del Ángel del Pacto con Moisés libertando al pueblo hebreo y llevándolos a la tierra prometida (cosa que ocurrió), luego que Moisés termina su tiempo, luego continúa Josué; y Josué tipifica el Espíritu Santo, y Dios le había revelado a Moisés en el capítulo 3 del Éxodo Su Nombre… Éxodo capítulo 3, versos 14 al 16; y también el capítulo 6, versos 1 al 3, Dios le dice a Moisés que nunca se había revelado con ese Nombre ni Abraham, ni a Isaac ni a Jacob, a sus padres, sino que ahora se había revelado en esos tiempos pasados con el Nombre del Todopoderoso, pero con el Nombre Jehová, o sea, el nombre que está en las cuatro consonantes: Y H W H, con ese Nombre nunca se había revelado a nadie, y ahora se revela a Moisés con ese Nombre. Esas cuatro consonantes tienen una pronunciación, es que en hebreo no hay vocales.

Y ahora, Moisés es una persona bienaventurada, llega a conocer el Nombre de Dios y llega a conocer la forma de pronunciación, la pronunciación de ese Nombre, y luego le pone por nombre a su ayudante, a su servidor, le pone por nombre Josué que significa Salvador, Redentor, le está poniendo el Nombre que le había sido revelado.

Josué representa, tipifica al Edad de la Piedra Angular, tipifica al que nos introducirá a la Tierra prometida del Reino Milenial en el Día Postrero, el que nos va a introducir al Reino de Dios en la forma física, el mismo Espíritu Santo, Ángel del Pacto que se hizo carne en Jesús para llevar a cabo el segundo éxodo de los tres éxodos finales dispensacionales; porque son siete éxodos y para cada dispensación hay un éxodo dispensacional con un mensajero dispensacional y un mensaje dispensacional.

Y ahora, el segundo éxodo de los tres éxodos finales dispensacionales, el segundo éxodo lo lleva a cabo también el mismo Ángel del Pacto, porque Él es el único que puede llevar a cabo los éxodos, porque es Dios el que lleva a cabo los éxodos a través del Ángel del Pacto, a través de Su cuerpo angelical, que es el Ángel del Pacto, es el Espíritu Santo.

En palabras más claras, el cuerpo angelical de Cristo, ese es el Ángel del Pacto. Por eso Él podía decir: “Antes que Abraham fuese, yo soy.” (Capítulo 8, verso 56 al 58 de San Juan). ¿Cómo era Cristo antes de Abraham? Era el Ángel del Pacto, Él era en cuerpo angelical, y luego se creó en el vientre de María un cuerpo de carne y el velo de carne tuvo por nombre Jesús, que significa Salvador, Redentor.

Por eso Cristo podía decir: “Yo he venido en nombre de mi Padre.” Ahí tiene el Nombre del Padre en Él, por eso Él para hacer milagros sanidades y así por el estilo, Él no tenía que mencionar ningún Nombre, porque Él lo tenía en Él, estaba en Él.

Y ahora, Él hablaba la Palabra y las cosas sucedían, es que a través de Él en Su cuerpo angelical fue que Dios creó todas las cosas, por eso Hebreos, capítulo 1, verso 1 al 3, dice:

“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,

en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.”

Y ahora, ¿para quién Dios creó, por medio de quién Dios creó el universo? Por medio de Cristo, el Ángel del Pacto, Cristo en Su cuerpo angelical que es el Espíritu Santo también llamado el Espíritu Santo o llamado el Ángel del Pacto. Recuerden que en Malaquías, capítulo 3, dice:

“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.” (Capítulo 3, verso 1 de Malaquías).

¿Quién vendría en el cumplimiento de la venida del precursor, de la Venida del Señor y en el cumplimiento de la Venida del Mesías? Pues vendría el Ángel del Pacto que es el cuerpo angelical de Dios y vendría el Señor, el mismo Dios, el Padre. ¿Cómo vendría? Vendría en carne humana, y vino en la persona o velo de carne llamado Jesús. Por eso en Jesús habitó la plenitud de la divinidad, o sea, Padre, Hijo y Espíritu Santo, la primera ocasión en que habita la plenitud de Dios en una persona, habita en el cumplimiento de la Venida del Mesías.

Y ahora, Él es un Profeta como Moisés, Profeta dispensacional y Profeta en el cual estaba el Espíritu de Dios, y luego para el Día Postrero tenemos la promesa que el Señor vendrá, el Ángel del Pacto, el Señor, Dios el Padre y el Ángel del Pacto, por eso en Apocalipsis, capítulo 10 vemos al Ángel del Pacto con Su rostro como el sol y con un librito abierto en su mano descendiendo y poniendo un pie, pie derecho, sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra y clamando a gran voz como ruge un león, y cuando hubo clamado, siete Truenos emitieron sus voces, y cuando los siete Truenos emitieron sus voces, Juan dice: “Yo iba a escribir, pero oí una Voz del Cielo que me dijo: no escribas lo que los truenos han hablado.” Y entonces ahí Juan el apóstol escucha otra vez la misma Voz que le había hablado al comienzo, escucha que le habla nuevamente y vamos a ver lo que le dice, verso 5 sigue diciendo:

“Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo,

y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más.”

El tiempo de redención termina cuando ese Ángel desciende con el librito abierto en su mano porque ya lo tomó en el Cielo en el capítulo 5, y al tomarlo Él lo toma siendo Su ministerio como el León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores y Juez de toda la Tierra.

Y vamos a ver lo que le es dicho a Juan, recuerden que ese Libro es el Título de Propiedad de los Cielos y de la Tierra, es el Título de Propiedad de la Vida eterna, y solamente Él, el Ángel Fuerte que es el Espíritu Santo podía tomar ese Libro. Sigue diciendo… y recuerden que el Ángel Fuerte, el Espíritu Santo se veló en carne humana para llevar a cabo el Sacrificio de Expiación con ese cuerpo de carne en la Cruz del Calvario, pero luego lo resucitó glorificado. Y ahora, dice:

“Sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas.

La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Vé y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra.

Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel.

Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre.

Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.”

Para el Día Postrero aparecerá una persona que está aquí tipificada en el apóstol San Juan, y recuerden que el apóstol San Juan tipifica a la Iglesia con todos los mensajeros que tendría la Iglesia.

Y ahora, ninguno de los mensajeros pasados tuvo acceso a ese Libro y a tomarlo y comerse ese Libro, el cual es el Libro de la Vida del Cordero, el cual es el Libro de la Vida eterna, el cual es el Título de Propiedad de toda la creación. Lo tuvo Adán, pero perdió el derecho a tenerlo y Dios lo tomó de nuevo, porque el dueño original es Dios.

Y ahora, es en el Día Postrero en que el segundo Adán que es Cristo, lo toma en el Cielo, lo abre y comienza el programa de reclamo, para lo cual trae ese librito a la Tierra abierto y lo entrega a un hombre y le dice que se lo coma. No es un Libro común como los que tenemos acá en la Tierra, sino que es la Palabra de Dios.

Por eso es que para el Día Postrero va a cumplirse lo que está prometido porque alguien va a ser enviado a la Tierra para el Éxodo del Día Postrero, para salir de esta dimensión terrenal para los muertos en Cristo resucitar y los vivos ser transformados, y salir de esta Tierra e ir a la Cena de las Bodas del Cordero, a la casa de nuestro Padre celestial y por consiguiente salir de este reino terrenal y entrar al Reino eterno de Dios y luego regresar para entrar al Reino milenial del Mesías. Todo eso está contenido en el Programa Divino para este tiempo final.

Hemos visto que los éxodos tienen un propósito, todo lo que Dios ha prometido para Su Iglesia está en el propósito del tercer Éxodo, y se lleva a cabo la parte espiritual de ese tercer Éxodo, así como se ha llevado a cabo la parte física en el éxodo de Dios a través de Moisés con el pueblo hebreo, y de Dios a través de Jesucristo con cada persona que lo recibe como su Salvador, entra a un éxodo espiritual, el segundo éxodo de los tres éxodos postreros, sale del reino de las tinieblas porque cuando la persona nace en la Tierra, nace en el reino de las tinieblas, del cual dice Cristo que Satanás o el diablo es el príncipe de las tinieblas; y por consiguiente el príncipe de los reinos de este mundo el cual le apareció a Jesús, cuando Jesús estaba ayunando y terminó su ayuno, le apareció y vino con diferentes tentaciones, hasta le ofreció los reinos de este mundo.

Porque le dijo, le mostró todos los reinos de este mundo y le dijo que eran suyos y a quien él quería, los daba, o sea, que le ofreció el trono romano el cual estaba en vigencia en aquellos días y el reino de los gentiles estaba en la etapa de las piernas de hierro, y como no lo aceptó porque el Reino del Mesías, el Reino de Cristo es el Reino de Dios, no el reino de los gentiles, vean, más adelante fue el reino de los gentiles el que lo crucificó en la Cruz del Calvario en la etapa de las piernas de hierro.

Pero en la etapa de los pies de hierro y de barro cocido, el Señor en Su Venida será el que va a herir al reino de los gentiles, el que va a herir el reino de los gentiles en los pies de hierro y de barro cocido y se van a desmenuzar los pies de hierro y de barro cocido, las piernas de hierro, el vientre y los muslos de bronce, el pecho y los brazos de plata y la cabeza de oro, o sea, lo que ha quedado de esos imperios de Babilonia, de Media y de Persia, o sea, de Irán.

Irán corresponde a Persia, y también de Grecia y de Roma, porque a Roma le tocan dos partes: las piernas de hierro y los pies de hierro y de barro cocido, todo eso y esos territorios y todos esos reinos, lo que queda de esos reinos va a ser destruido porque la piedra no cortada de manos en Su Venida va a llevar a cabo una labor en donde serán quitados los reinos de este mundo de manos del enemigo, del príncipe de las tinieblas, y los reinos de este mundo van a ser dados, entregados al Mesías, al Cristo, el Ungido.

En Apocalipsis 11, verso 15 en adelante, lo dice, y dice que será cuando el séptimo Ángel haya tocado la Trompeta, entonces será que los reinos de este mundo luego van a pasar a ser los reinos de nuestro Señor, capítulo 11, verso 15 en adelante, dice:

“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.

Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios,

diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado.

Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido (o sea, la ira que se derrama en la gran tribulación), y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.”

Los que destruyen la Tierra con toda la contaminación que producen a través de sus diferentes industrias y a través de las guerras y a través de todas las demás formas que usan en las cuales destruyen la Tierra, destruyen el medio ambiente.

Para el milenio el medio ambiente correcto va a estar recuperado y aun la Tierra va a estar derecha, no tendrá esos grados de inclinación que tiene en la actualidad, por eso el clima durante el Reino milenial va a ser muy agradable.

Con esos grados de inclinación al enderezarse por medio de las bombas atómicas que van a explotar en una tercera guerra mundial, vean, todo eso va a obrar para bien, porque para los que Dios ama y los que aman a Dios, todas las cosas obran para bien, y no se preocupen, no vamos a estar aquí en la Tierra, vamos a estar en la Cena de las Bodas del Cordero con Cristo disfrutando de esa fiesta tan grande que se llevará a cabo en el Cielo. La fiesta más grande que se haya llevado a cabo en el Cielo es la fiesta de la Cena de las Bodas del Cordero, la recepción de la unión de Cristo con Su Iglesia, en donde Cristo y Su Iglesia estarán glorificados, por eso será literalmente en cuerpos glorificados, carne de su carne, carne glorificada como carne glorificada, la de Cristo, cuerpo glorificado como el cuerpo glorificado de Cristo.

Y ahora, podemos ver lo que está prometido para ser llevado a cabo en este tiempo final. Ahora dice:

“Y se airaron las naciones…”

Y las naciones están airadas, y se van a airar en contra de la venida del Jinete del Caballo Blanco de Apocalipsis 19 que viene con un ejército poderoso, y ese ejército poderoso, ¿saben quién es? La Iglesia del Señor Jesucristo con cuerpos glorificados cuando venga para el establecimiento del Reino en la Tierra al final de la gran tribulación, cuando se haya terminado la fiesta de las Bodas del Cordero en el Cielo, pues regresaremos con Cristo a la Tierra pero ya con cuerpos glorificados.

En Apocalipsis, capítulo 19 dice, verso 11 en adelante, dice:

“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea (viene como Juez, eso será una batalla también: juzga y pelea).

Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.”

Y si ese Nombre que tiene, ese jinete que viene y que es el Verbo de Dios, el Verbo que se había hecho carne dos mil años atrás, el Espíritu Santo, el Ángel del Pacto, y ahora viene y dice que tiene: “Y tiene un Nombre que ninguno conocía, sino Él mismo.” Por lo tanto, el Nombre no será Jesús, porque el nombre Jesús ya lo conocemos, ya sabemos que ese es el nombre, y Jesús no en español, en hebreo, o sea, Yeshua.

Y ahora no será así como fue conocido en aquel tiempo, y eso hace que la Venida del Señor sea más misteriosa para el Cristianismo, para el Judaísmo y para el Islam. Sigue diciendo:

“Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.”

Por lo tanto, ese será el Nombre del Verbo de Dios, ahora, ¿cómo será eso? Dice que Él solamente conoció, por lo tanto Él es el que va a conocer ese misterio y todo el mecanismo de ese misterio:

“Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.

De su boca sale una espada aguda (y recuerden que esa es la Palabra, la Palabra hablada, la Palabra creadora), para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.

Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.”

Viene como Rey de reyes y Señor de señores ¿para qué? Para establecer el Reino milenial, o sea, restaurar el Reino de Dios en la Tierra que será la restauración del Reino de David:

“Y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso (o sea, que está ligado a Él los juicios de la gran tribulación).

Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz (recuerden que en el cuerpo angelical el sol no puede quemar a la persona, a esos Ángeles)… y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios,

para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes.

Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército.”

Ahí tienen el enfrentamiento que va haber en el regreso de Cristo con Su Iglesia luego que haya terminado la fiesta de las Bodas del Cordero en el Cielo y se regrese a la Tierra, o sea, va haber ahí un enfrentamiento grande.

¿Y qué será la Venida de ese jinete? Será la Palabra, el Verbo, la Palabra encarnada en un hombre, será la Palabra encarnada en el Rey que se va a sentar en el Trono. Así que eso lo vamos a dejar quietecito ahí.

Hemos visto que para este tiempo final así como hubo diferentes éxodos dispensacionales con sus profetas dispensacionales, el mensaje dispensacional de cada éxodo y el mensajero y el pueblo que recibió esa Palabra y obtuvo el éxodo, tuvo la salida de un lugar donde estaba con una situación de esclavos, y luego fueron llevados a una tierra prometida.

Pero recuerden que entre el lugar del éxodo hasta el lugar de entrada a la tierra prometida hay un lapso de tiempo que al pueblo hebreo le tomó 40 años, un viaje que podía ser hecho de uno a tres meses, les tomó 40 años, pero todo tiene un propósito.

En el propósito, vean, del éxodo allá encontramos que en el éxodo salieron miles de personas, y de los que salieron entraron a la tierra prometida Josué y Caleb, y los que entraron también con ellos habían nacido en el desierto y también los que habían nacido allá en Egipto pero que tenían menos de 20 años hacia abajo; o sea, un pueblo joven entró a la tierra prometida.

Y ahora, los que se revelaban contra Dios, los problemáticos quedaron en ese viaje rumbo a la tierra prometida. Tres clases de creyente en cada éxodo: creyentes genuinos, agarrados bien de la Palabra de Dios que viene por el mensajero de esa dispensación; hechos creyentes, o sea, creyentes intelectuales que intelectualmente captan el mensaje, y otros incrédulos que son muy problemáticos en el camino, pero no llegan a la Tierra prometida.

En nuestro tiempo tenemos una visión clara del Programa Divino y cómo va a culminar (culminar el Programa Divino), pues sabemos que habrá una gran Carpa-Catedral en algún lugar donde va a estar el Ángel del Pacto, el mismo que libertó al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto; y luego en la trayectoria del pueblo hebreo lo encontramos en una carpa, una tienda o carpa llamado el tabernáculo, tipo y figura de la Iglesia del Señor Jesucristo ese tabernáculo, porque tiene atrio, lugar santo y lugar santísimo como la Iglesia también tiene Atrio, Lugar Santo y Lugar Santísimo, y como todo ser humano tiene atrio, lugar santo y lugar santísimo, o sea, cuerpo, espíritu y alma.

Y ahora, para el Día Postrero en el tercer Éxodo encontramos que hay un éxodo que cubre la parte espiritual y la parte física, un pueblo saliendo de etapas o edades pasadas, un pueblo llamado de entre el mundo religioso para entrar a una nueva dispensación, un pueblo llamado para recibir la fe de rapto, la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, y por consiguiente salir del reino de las tinieblas en la parte física y ser colocados físicamente en el Reino de Cristo con un cuerpo eterno y glorificado.

Estamos en una etapa muy importante en donde hemos estado viajando por mucho tiempo en el segundo éxodo que es espiritual y en donde cada persona cuando recibe el Espíritu de Dios entra en términos espirituales a la Tierra prometida que es el bautismo del Espíritu Santo, y obtiene así el nuevo nacimiento.

La Iglesia del Señor Jesucristo ha estado viajando como el pueblo hebreo por el desierto de etapa en etapa, y ahora en el tiempo final va a entrar físicamente a la tierra del nuevo cuerpo, del cuerpo eterno, va a entrar al Reino de Dios y dimensión divina en y con cuerpos eternos para ir a la Cena de las Bodas del Cordero con Cristo, y disfrutar la fiesta más grande, más importante que se haya llevado a cabo en el Cielo, y luego de tres años y medio de fiesta en el Cielo, regresaremos a la Tierra con Cristo para el Reino del Mesías en donde el Trono estará en Jerusalén, será el Trono de David llamado el Trono de David, y desde Jerusalén el Mesías gobernará sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones.

Hasta ahí nos llevará el tercer Éxodo de los tres éxodos finales, hasta ahí nos llevará el éxodo correspondiente a nuestro tiempo, cubre la parte espiritual y cubre también el cuerpo físico.

Por lo tanto, queremos caminar hacia adelante siempre, escuchando la Voz de Dios por medio de Su Espíritu en nuestro tiempo, y preparándonos para ese gran evento de la entrada física al Reino de Cristo, recibiendo el cuerpo eterno y glorificado, y por consiguiente pasando físicamente de esta dimensión terrenal a la dimensión divina, pasando de lo mortal a lo inmortal físicamente.

Eso es lo que está encerrado en la gran Voz de Trompeta o final trompeta, la resurrección de los muertos y la transformación de nosotros los que vivimos conforme a las palabras de San Pablo en Primera de Corintios, capítulo 15, versos 49 al 58; y Primera de Tesalonicenses, capítulo 4, verso 12 al 17; y Filipenses, capítulo 3, versos 20 al 21.

Por lo tanto, estemos apercibidos en nuestro tiempo, pues ya las señales que Cristo dio para Su Venida y para nuestra redención física que será nuestra transformación, y para los muertos en Cristo la resurrección de ellos en cuerpos glorificados, viendo que todas las señales han estado siendo cumplidas, las palabras de Jesús son que cuando veamos que suceden estas cosas, sepamos, levantemos nuestras cabezas al Cielo porque nuestra redención está cerca, o sea, nuestra redención del cuerpo que es nuestra transformación para tener cuerpos eternos y glorificados. Romanos, capítulo 8, versos 14 al 29, nos habla de la redención del cuerpo.

En la trayectoria del Programa Divino desde el Génesis hasta el Apocalipsis, hemos estado viendo cosas del Génesis y cosas del Apocalipsis, y todas las cosas o muchas de las cosas que están entre el Génesis y el Apocalipsis, es que viene en forma directa pasando por diferentes etapas de la raza humana; y diferentes éxodos que han estado siendo llevados a cabo, éxodos dispensacionales y éxodos de edades, en donde podemos localizar a cada mensajero correspondiente a cada edad o a cada dispensación, y el mensaje de ellos para su tiempo, y el pueblo que entró, que salió en ese éxodo y llegó a la tierra que le fue prometida, o sea, a la meta que le había sido prometida.

“LOS ÉXODOS Y SUS PROPÓSITOS.”

En la Tierra prometida, o sea, la meta a la cual llegaremos, ahí están todas las bendiciones de Dios en toda su plenitud, por lo tanto, vale la pena servir a Dios y seguirlo en Su guianza conforme a como Él ya lo programó, y toda la historia que nos muestra los éxodos anteriores, ahora vienen a ser tipo y figura, ejemplos para nosotros, para que nosotros hagamos como hicieron los verdaderos creyentes de cada éxodo, y obtuvieron las bendiciones de Dios para el éxodo del tiempo en que cada uno de los de tiempos pasados vivieron.

Hoy ya es el último día del año 2009 conforme al calendario gregoriano, aunque no así conforme al calendario judío, porque la despedida de año del calendario judío y el comienzo del año o año nuevo en el calendario judío, no cae en esta fecha.

Los dos calendarios si les cuadran las fechas bien, pueden coincidir, porque hay unas fechas y años que tienen que ser incluidos para que cuadren, y tienen que buscarlo en la historia, y los años que no fueron incluidos, sumárselos para que cuadren.

“LOS ÉXODOS Y SUS PROPÓSITOS.”

El próximo domingo con todos ustedes, tendremos el tema correspondiente al domingo próximo, y con los ministros, pues el tema correspondiente a la reunión de ministros el sábado, y todos estos temas estarán enmarcados en: “LA TRAYECTORIA DEL PROGRAMA DIVINO DESDE EL GÉNESIS HASTA EL APOCALIPSIS.” Y vean, quedan enmarcados en los diferentes éxodos que se llevan a cabo.

Es importante que las personas sepan que cuando se predica el Evangelio de Cristo, se está dando la oportunidad de Vida eterna a toda persona que escucha y nace la fe de Cristo en su alma para que obtenga el perdón de sus pecados por medio del Sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario y sea bautizado en agua en Su Nombre y Cristo lo limpie con Su Sangre de todo pecado y lo bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en la persona el nuevo nacimiento, y así entre al Reino de Cristo, así quede sellado en el Reino de Cristo, así la persona obtenga la bendición de haber tenido parte en el segundo éxodo de los tres éxodos finales, y luego tenga la oportunidad de entrar al tercer Éxodo en la parte física, porque a la espiritual se entra en forma espiritual al recibir la Palabra. Pero luego en la física, parte física será cuando seamos transformados.

Y ahora, eso será entrar a la Tierra prometida, esa es la meta de todos los creyentes en Cristo: la Vida eterna entrando al Reino eterno de Dios.

Si hay alguna persona que todavía no ha recibido a Cristo como Salvador, lo puede hacer en estos momentos y estaremos orando por usted para que Cristo le reciba en Su Reino, de los que están presentes y de los que están en otras naciones también pueden venir a los Pies de Cristo.

Y los niños de diez años en adelante también pueden venir a los Pies de Cristo en estos momentos, los que todavía no han venido a los Pies de Cristo. Vamos a dar unos minutos mientras vienen a los Pies de Cristo de los que están aquí presentes y de los que están en otras naciones para que oremos por usted.

Lo más importante es la Vida eterna, no hay nada más importante que la Vida eterna y solamente a través de Jesucristo la podemos obtener. Cristo dijo: “Yo soy el camino, la verdad, y la vida; y nadie viene al Padre, sino por mí.” (San Juan, capítulo 14, verso 6).

Aquí tenemos una Iglesia, la Iglesia allá en Atlanta, Georgia en Norteamérica, la tenemos aquí en la pantalla, que Dios les bendiga a todos ustedes allá, pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo los que están allá en Atlanta, Georgia, y en las demás naciones, allá en Venezuela, en la República Mexicana, en Colombia, en Ecuador, en Perú, en Chile, en Bolivia, en Paraguay, en Argentina, en Uruguay, en Brasil, en Panamá, en Guatemala, en Costa Rica, en Nicaragua, en Honduras, en El Salvador, en todas las islas del Caribe, en Norteamérica también y en todas las demás naciones pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo para que queden incluidos en la oración que estaremos haciendo.

Recuerden que lo más importante es la Vida eterna, no hay otra cosa más importante, por lo cual Cristo dijo:

“Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”

Aquí tenemos la Iglesia, la congregación allá en Cali, Colombia. Que Dios les bendiga a ustedes allá en Cali, Colombia, les bendiga grandemente. Y ahora, en las demás naciones pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo.

Vamos a pedirle a los que están en las cámaras, nos avisen. Hoy, sabemos que es un día en donde asisten a la Iglesia los creyentes; y algunas veces pocas personas que no son creyentes asisten a las Iglesias, porque están preparándose para la despedida del año en sus hogares, y por esa causa casi siempre los que asisten a las Iglesias son los creyentes que comúnmente asisten a las Iglesias.

Allá en Maracaibo, Venezuela, ahí tenemos la congregación, la Iglesia allá, que Dios les bendiga a todos ustedes allá en Maracaibo.

En diferentes países están conectados con esta actividad, que Dios les bendiga a todos, y cada ministro en su lugar ya que no vemos aquí en las pantallas que haya personas viniendo a los Pies de Cristo por lo que les dije, que la mayoría de las personas, pues están en sus hogares preparando sus comidas de despedida de año y sus demás cosas, y en las Iglesias, pues van casi siempre las personas que asisten normalmente a las Iglesias.

Bueno, el domingo próximo traigan algún invitado para que reciba a Cristo como su Salvador luego que haya escuchado la Palabra de Dios, antes que se cierre la Puerta de la misericordia en el Cielo, porque algún día se va a cerrar conforme a las palabras de Cristo en San Lucas, capítulo 13, versos 25 al 27 que dice que cuando el Padre de familia se haya levantado y cerrado la Puerta, entonces comenzaréis a tocar la puerta y a decir: “Señor, Señor, ábrenos, y Él os dirá: no sé de dónde sois.”

Y así también la parábola de las diez vírgenes de San Mateo, capítulo 25, verso 10 al 13 nos habla de que las vírgenes insensatas cuando llegaron a tocar a la Puerta ya el Esposo que es Cristo, el Mesías, había venido y las vírgenes prudentes que eran las que estaban preparadas, entraron con Él a las bodas y se cerró la Puerta.

En algún momento se va a cerrar la Puerta, y los que queden fuera, estarán como en el tiempo de Noé, cuando Noé entró al arca y Dios cerró la Puerta, los que quedaron fuera quedaron para el juicio del diluvio, y los que queden fuera en nuestro tiempo, quedarán para los juicios de la gran tribulación (tan simple como eso), y los que estén dentro, para la Cena de las Bodas del Cordero.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes estos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios. Estemos puestos en pie, vamos a ver, ¿qué hora tenemos? Todavía no son las 12:00, ¿verdad? Ni las 11:00 tampoco, las 10:00, ¿las qué? …Diez, para las 11. Pero vamos a orar dándole gracias a Dios por este año que ha sido tan fructífero, tan lleno de grandes bendiciones para todos nosotros. Con nuestras manos levantadas a Cristo, al Cielo.

Dios eterno, Padre celestial, en el Nombre del Señor Jesucristo vengo a Ti juntamente con todo Tu pueblo que está aquí presente o en otros países conectados con esta transmisión, y Señor, Te doy gracias juntamente con todos los ministros y sus congregaciones por todas las bendiciones que nos has dado en este año 2009.

Dios eterno, Te agradecemos todo lo que Tú has hecho por nosotros, Te agradecemos las bendiciones que nos has dado en la obra misionera, en la obra evangelística y también en la obra del proyecto de La gran Carpa-Catedral en Puerto Rico y también en las labores de AMISRAEL y en todas las demás labores que se han estado llevando a cabo en Tu Nombre.

También Te ruego mires al pueblo hebreo, mires a la tierra de Israel y protejas a Tu pueblo Israel y que estos días haya paz para ellos y que pronto Señor, Dios eterno, Tú Te reveles a ellos en el cumplimiento de la venida de Elías, de Moisés y del Mesías, que Tú les abras el entendimiento, los ojos espirituales y Tú cumplas Tu promesa y ellos la vean siendo hecha una realidad.

Dios eterno, gracias por cada congregación, Te pedimos que sigas, Señor, estableciendo más congregaciones y trayendo a Tus hijos, a Tus escogidos a Tu redil, y Te ruego, Te pido las bendiciones para todas las congregaciones, toda Tu Iglesia en todos los países.

Te pido también que lo más pronto posible se complete todo el material del proyecto de La gran Carpa-Catedral; y lo más pronto posible comiencen los trabajos de la fundación del piso y las demás cosas, y los permisos que falten de ser adquiridos, sean concedidos lo más pronto posible. Si falta algún permiso, Señor, obra para que pronto ya esté en nuestras manos, en las manos acá de La gran Carpa-Catedral.

Dios eterno, Te pido bendigas a cada persona que ha contribuido para este gran proyecto de La gran Carpa-Catedral, a cada ministro y a cada congregación, y les recompenses, grandemente en Tu Reino en este tiempo final en la Cena de las Bodas del Cordero, en el milenio y por toda la eternidad, y a los que no han contribuido, no han respaldado este proyecto pero que son Tus hijos, permíteles entender y úngelos Señor para que ellos también sientan el deseo de contribuir para que pronto se completen las labores de la construcción de esta gran Carpa-Catedral. Dios eterno, mira también los que sintieron el llamado Tuyo y no Te habían recibido, Te ruego Tú obres con ellos.

Y ahora Señor, el nuevo año que ha de venir, Te pido que traiga muchas bendiciones para Tu Iglesia, para cada congregación, para cada ministro y para cada creyente en Ti.

Señor, Te pido perdones toda falta, todo error y todo pecado que hayamos cometido durante el año 2009 y con Tu Sangre nos limpies de todo pecado y nos prepares y nos guíes en el nuevo año que comenzará esta noche a las 12:00 en punto en donde terminará el 2009 y comenzará el 2010 conforme al calendario gregoriano.

En Tus manos me encomiendo y encomiendo a todos los ministros y a Tu pueblo, para que nos uses grandemente en Tu obra en este tiempo final, y que Tu Voz sea escuchada en medio de Tu pueblo, y de Tu pueblo salga para rodas las demás personas y naciones.

En el Nombre del Señor Jesucristo, Te lo ruego para que quien sea la gloria y la honra por los siglos de los siglos. Amén.

Y ahora, voy a dejar al ministro, reverendo José Benjamín Pérez para que continúe; y probablemente nos iremos antes de las 12:00, para que así puedan estar tempranito en sus hogares, va a depender de lo que tenga de ahora en adelante, así que, Dios les bendiga y les guarde, y nos veremos el domingo Dios mediante; y con los ministros el sábado Dios mediante.

Dios les bendiga y les guarde, y continúen pasando una noche feliz; y lo que falta del año 2009, lo pasen feliz y comiencen un año feliz 2010, feliz, lleno de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.

Recuerden que los llevo aquí en mi corazón, en mi alma, no importa en el lugar donde yo me encuentre, y no solamente ustedes que están aquí presentes, sino a ustedes que están en otras naciones también. Es que estamos en un tercer Éxodo y vamos caminando todos juntos a la Tierra prometida del cuerpo nuevo, a la Tierra prometida del Reino de Dios físicamente, llegaremos físicamente con cuerpos eternos al Reino eterno de Dios, y vamos rumbo a la Cena de las Bodas del Cordero, a la casa de nuestro Padre celestial. Miren hasta dónde nos llevará este tercer Éxodo dispensacional.

Bueno, que Dios les bendiga y les guarde, y continúen pasando una noche feliz, llena de las bendiciones de Cristo.

¡FELICIDADES Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2010!

“LOS ÉXODOS Y SUS PROPÓSITOS.”

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