Muy buenas tardes, amables amigos y hermanos presentes y los que están a través del satélite Amazonas o de internet en diferentes naciones. Un saludo muy especial para todos los ministros y sus congregaciones en diferentes países.
Para esta ocasión expreso al pueblo chileno mis condolencias por la pérdida de las personas que perecieron en este terremoto pasado que hubo en Chile, y estoy brazo a brazo con el pueblo chileno y orando por el pueblo chileno para que Dios tenga misericordia de este maravilloso pueblo, y que pronto sea restaurado, reconstruido Chile y vuelva todo a la normalidad.
Estamos en un tiempo muy peligroso no solamente para los individuos sino también para las naciones, y se necesita tomar precauciones tanto los individuos como las naciones para lograr escapar de todos los problemas que están azotando y que azotarán el planeta Tierra, y sobre todo bien agarrados de Dios para que Dios tenga misericordia de nosotros y de las naciones donde habitamos.
Aprecio y agradezco mucho el respaldo que le están dando al proyecto de La Gran Carpa-Catedral en Puerto Rico, y también el respaldo que le están dando a la obra misionera y evangelística todas las congregaciones junto a sus ministros y también juntos al misionero Miguel Bermúdez Marín. Y también aprecio y agradezco mucho el respaldo que le están dando a AMISRAEL, que Dios los bendiga y los use siempre grandemente en Su obra en este tiempo final.
Para esta ocasión también el próximo mes de junio (en junio próximo), estaremos en Jerusalén como siempre hacemos todos los años, y los que van a estar allá deben con tiempo tener todo preparado como los boletos y demás cosas, pues mientras más temprano se tienen las cosas, más bajo es el precio del boleto.
Para esta ocasión leemos una Escritura muy conocida, es un pasaje profético hablado por Jesucristo alrededor de dos mil años atrás. Unos dos mil años atrás Él estuvo hablando estas palabras en la respuesta que dio a tres preguntas que le hicieron Sus discípulos, cuando le preguntan en el capítulo 24 [San Mateo], versos 3 en adelante, dice:
“Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?
Respondiendo Jesús…”
Entonces comienza a explicarles, y vamos a tomar una parte de la explicación que Él dio; no vamos a leer todo el pasaje, vamos a tomar el capítulo 24, versos 29 en adelante, donde dice:
“E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.
Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
“EL HIJO DEL HOMBRE CON SUS ÁNGELES JUNTANDO A SUS ESCOGIDOS.” Ese es nuestro tema para esta ocasión.
A través de la Escritura encontramos que tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento se habla de la venida del Hijo del Hombre, y también se habla de los Ángeles, “porque el Hijo del Hombre viene con Sus Ángeles,” dice el mismo Cristo en San Marcos y San Mateo. San Mateo, capítulo 16, por ejemplo, aquí del verso 26 al 28, dice:
“Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.”
Y luego, en el capítulo 17 de San Mateo, que es el pasaje que a continuación sigue, desde el verso 1 en adelante, dice:
“Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto;
y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.
Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.”
Esta experiencia que tuvieron los apóstoles Pedro, Jacobo y Juan en el monte donde Jesucristo se transfiguró delante de ellos, esa visión allí está mostrando lo que será la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, o sea, que allí está Cristo mostrándole el orden de la Venida del Hijo del Hombre para el Día Postrero, Moisés y Elías hablando con Jesucristo con relación a Su partida hacia Jerusalén.
Y a través de la Escritura encontramos que Dios ha prometido en Malaquías, capítulo 4 enviar a Elías, antes que venga el día del Señor grande y terrible, o sea, antes que venga el tiempo terrible de la gran tribulación, y antes que comiencen esos llamados por muchos ‘juicios divinos,’ o plagas que caerán sobre la raza humana, el ministerio de Elías tiene que estar en la Tierra, y le acompañará el ministerio de Moisés, porque esos son los dos Olivos de Zacarías, capítulo 4, versos 1 al 14 y también de Apocalipsis, capítulo 11, versos 1 al 14.
Son los ministerios de los Ángeles del Hijo del Hombre, de los cuales Cristo dijo en San Mateo, capítulo 24, verso 31, lo cual leímos al comienzo:
“Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.”
Esos Ángeles con gran Voz de Trompeta son los dos Olivos, son los ministerios de Moisés y Elías repitiéndose en el tiempo final, para llamar y juntar ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de cada tribu.
Pero antes se habrán recogido los escogidos del Cuerpo Místico de Cristo, o sea, de en medio del Cristianismo, y se habrá completado la Iglesia del Señor Jesucristo. Estos ministerios de Moisés y Elías que son los Ángeles del Hijo del Hombre enviados para el Día Postrero, están también identificados en San Mateo, capítulo 13, versos 37 en adelante, en donde tenemos la parábola del trigo y de la cizaña.
Veamos lo que dice capítulo 13, versos 36 en adelante, luego que Jesús le había presentado la parábola del trigo y de la cizaña, ahora sus discípulos quieren la explicación de esa parábola.
“Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo.
Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre.
El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo.
El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles.
De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo.
Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad,
y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.”
En esta parábola encontramos el tiempo de la cosecha, de la siega; el trigo son los hijos del Reino, los hijos de Dios que formarían la Iglesia del Señor Jesucristo, y también tenemos al pueblo de Dios, el pueblo hebreo; y los Ángeles son los ministerios de los dos Olivos, los ministerios de Moisés y Elías que estarán en el tiempo final en la Tierra manifestados para llevar a cabo esa cosecha, para el trigo ser recogido en el alfolí de Dios, y la cizaña ser atada en manojos y ser quemada en la gran tribulación.
Por eso en Malaquías, capítulo 4, verso 1 en adelante nos habla del tiempo final y nos dice de la siguiente manera, y vamos a leerlo para tener el cuadro claro; dice, profecía… aquí la profecía de Malaquías, capítulo 4, dice:
“Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.”
La cizaña va ser quemada… esa es aquí presentada (la cizaña aquí es presentada), los malos, los cuales serán estopa en ese día ardiente como un horno que vendrá. Encontramos que el planeta Tierra ha tenido aumento en su temperatura, el calentamiento global ha estado afectando el planeta Tierra y por consiguiente a los seres humanos; y con una guerra mundial atómica que está mostrada en las profecías bíblicas, aumentará en muchos territorios esa situación de calor que quemará a millones de seres humanos.
Por eso ustedes encuentran entre las plagas que son derramadas sobre la Tierra, que el sol va a quemar a millones de seres humanos. Estos armamentos nucleares son un peligro para la familia humana. Al ser usados en una tercera guerra mundial, va a ser afectada la familia humana inocente que no estuvo involucrada en una tercera guerra mundial, y cuánto más los que estén involucrados.
Pero por cuanto en el programa de Dios todas las cosas obran para bien, eso va a ocasionar, va ocasionar que la Tierra se enderece; esa inclinación que tiene la Tierra va a desaparecer, se va enderezar y todo va a prepararse para el glorioso Reino del Mesías. Tan sencillo como eso.
Y los volcanes que van a estar en erupción en esos días del tiempo llamado la gran tribulación que consta de tres años y medio, en esos días los volcanes entrarán en erupción los que no lo están, y con la ceniza volcánica y lava, va, el planeta Tierra, a renovarse y prepararse para el Reino del Mesías, y va a ser un planeta fértil para el Reino del Mesías. O sea, que tenemos que ver la parte positiva en todos estos problemas que estarán sucediendo en el planeta Tierra. Si uno mira solamente la parte negativa, se va a desanimar de la vida, de vivir en este planeta Tierra.
Recuerden que hay un Programa Divino y que estas profecías bíblicas de las cuales Cristo habla y todos los profetas del Antiguo Testamento y los apóstoles también, son las cosas que sucederían en el planeta Tierra y que Dios de ante mano las da a conocer.
Por lo tanto, van a suceder de acuerdo a como Dios las ha dado a conocer, no pueden suceder de otra forma, pues Dios es el que conoce, el que sabe todas las cosas que han de suceder.
Y ahora, por esa causa es que Él ha enviado hombres profetas a través de los cuales, a los cuales les ha revelado estas cosas, y ellos han dado a conocer todas estas cosas, estos eventos que sucederían en el planeta Tierra.
Y ahora, encontramos que así como se han cumplido ya muchas profecías en generaciones pasadas, las que corresponden a nuestro tiempo también se van a cumplir, no hay forma de evitar el cumplimiento de ellas, y si no hay forma, entonces lo que necesitamos es conocer el Programa Divino para estar dentro del programa de Dios y así estar en el lado positivo, en el lado de la bendición.
Ahora, el Hijo del Hombre con Sus Ángeles viniendo para juntar a los escogidos, es un tema para este tiempo, porque está dicho que será para el Día Postrero, para el tiempo final, y por consiguiente es para nosotros todo ese grupo de profecías que hablan del Día Postrero, que hablan del tiempo final. El mismo Cristo en San Juan, capítulo 6, versos 39 en adelante, hablando de este tiempo final, vean, habla ciertas bendiciones que van a venir en el tiempo final o Día Postrero. Dice capítulo 6, verso 39 al 40 de San Juan:
“Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.”
Esta es una bendición grande prometida para el Día Postrero, eso será la resurrección de todos los creyentes en Cristo de todos los tiempos que han muerto físicamente; para el Día Postrero Cristo los va a resucitar en cuerpos eternos, cuerpos glorificados.
Y a los creyentes en Cristo nacidos de nuevo que estén vivos en la Tierra, los va a transformar, de eso es que nos habla San Pablo en Primera de Corintios, capítulo 15, versos 49 al 58 y también en Primera de Tesalonicenses, capítulo 4, versos 13 al 17. O sea, que no solamente habrá problemas en este planeta Tierra en este tiempo final, sino que habrá bendición en abundancia para todos los creyentes en Cristo, y por consiguiente necesitamos conocer las promesas divinas, las bendiciones divinas prometidas para los creyentes en Cristo que estarán viviendo en el tiempo final, o sea, en este tiempo en el cual nosotros estamos viviendo.
Y ahora, este es el tiempo más glorioso de todos los tiempos, para los creyentes en Dios, los creyentes en Cristo, pero para los no creyentes es el tiempo más terrible; el mismo Jesucristo hablando de este tiempo en el cual vivimos y para el cual la promesa de la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles será cumplida, Cristo dice en San Mateo y en San Lucas… San Mateo, capítulo 24, versos 33 en adelante, dice:
“Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.
De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.
Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.
Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,
y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.”
Y ahora, Cristo compara el tiempo final, el tiempo en que la Venida del Hijo del Hombre va a ser llevada a cabo, compara ese tiempo con el tiempo de Noé. La humanidad estará en la misma condición en que estaba el mundo antediluviano, y dice la Escritura que la Tierra estaba llena de violencia.
¿No es lo mismo que vemos en la actualidad? Guerra entre naciones y también guerras internas en las naciones, problemas en las naciones; todo eso ya está profetizado que sería en esa forma en este tiempo final.
Estamos viviendo un tiempo como el de Noé, un tiempo paralelo al de Noé, y también Cristo dijo en San Lucas, capítulo 17 hablando de este tiempo, donde mencionó también el tiempo de Noé, capítulo 17 dice, verso 26 en adelante de San Lucas:
“Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre.
Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.
Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban;
mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos.
Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.”
Y ahora, señala Cristo que como fue en los días de Lot, cuando Dios destruyó a Sodoma y Gomorra con fuego y azufre del cielo, y vean, envió dos Ángeles allí, que son los Arcángeles Gabriel y Miguel y que le dicen a Lot: “Hemos venido para destruir la ciudad.”
Recuerden que los Ángeles, Arcángeles Gabriel y Miguel tienen un ejército cada uno gigante, y obedecen las órdenes de Dios. Encontramos que allá estos Ángeles estuvieron a cargo de la destrucción de Sodoma y Gomorra. Vean, fuego y azufre, ¿cómo lo hicieron? Ellos saben.
La ciencia del ser humano se ha aumentado mucho, pero todavía no llega alcanzar ni una cuarta parte de la ciencia de los Ángeles. Esos carros de fuego o platillos voladores, vean, son los Ángeles de Dios, los Ángeles que no están de visita en la Tierra; ellos estaban primero que el ser humano aquí en la Tierra, y ellos están a cargo de la vigilancia del planeta Tierra y de todos los planetas.
Por lo tanto, los reinos de este mundo y todo lo que ocurre en este mundo depende del mundo invisible. Vean cómo el Arcángel o Ángel Gabriel en el libro del profeta Daniel aparece hablándole a Daniel y diciéndole: “Desde que tú dispusiste tu corazón para entender, fue oída tu oración, y yo he venido para hacerte saber lo que ha de acontecer a tu pueblo. Pero estuve luchando con el rey de Persia, y el Príncipe vuestro, Miguel, me ayudó; ningún otro me ayudó, sino él.”
Pero Miguel con su ejército es una buena ayuda, es el Arcángel del pueblo hebreo, cualquier nació le gustaría tener a ese Arcángel como su Ángel guardián, Ángel guardián con un ejército poderoso; por eso es que Israel existe, porque hay un Ángel guardián: el Arcángel Miguel con su ejército que protege al pueblo hebreo; y con un Arcángel como ese y con un ejército como el que tiene lo mejor es hacerse amigo de un pueblo así, y no enemigo.
Va a llegar el tiempo en que muchas naciones se van a unir al pueblo hebreo, se van a unir a Israel para el establecimiento del Reino del Mesías, o sea, muchas naciones van a venir a formar parte del Reino del Mesías, Reino que será mundial.
Esas naciones van a ser bendecidas, y por cuanto el Arcángel Miguel es el Ángel protector del pueblo hebreo, y el Reino del Mesías va a ser mundial, su Capital va a estar en la tierra de Israel allá, Jerusalén será la Capital; y por cuanto será un Reino mundial, el Arcángel Miguel entonces será el Ángel protector de ese Reino mundial, y vendrá a ser entonces protector de todas las naciones que van a pertenecer a ese Reino. Tan sencillo como eso.
Cuando estemos en el Reino del Mesías, ahí se va abrir para los seres humanos la visión profética en donde los seres humanos vana poder ver la dimensión de los Ángeles, va a ser común en ese tiempo.
El mundo invisible es realmente el poderoso, del mundo invisible depende aun los adelantos que ha logrado la ciencia humana. A medida que hay un avance en el mundo espiritual en medio del Cristianismo, hay un avance en el mundo científico y por consiguiente la ciencia progresa. O sea, que depende del mundo espiritual y depende del avance que se lleva a cabo en el mundo espiritual, luego eso se va a reflejar en un avance científico en medio de la raza humana.
¿Por qué piensa usted que la ciencia ha logrado ir hasta la luna y también ha enviado a otros planetas sus cohetes? Porque este es el tiempo en que Cristo va a llevar con Él a todos los creyentes en Él al Cielo, a la Cena de las Bodas del Cordero. Tan sencillo como eso. Y por cuanto eso está en el Programa Divino, entonces se va a reflejar en medio de la raza humana, en un avance científico.
Y ahora, estamos en el tiempo más glorioso de todos los tiempos, es la edad de oro del Cristianismo, es la edad de oro del Reino de Dios. Recuerden que en el sueño que Dios le dio al rey Nabucodonosor (en el capítulo 2 del libro del profeta Daniel aparece), y la interpretación de ese sueño se la dio el profeta Daniel al rey Nabucodonosor, el cual había visto una estatua gigante la cual tenía su cabeza de oro, su pecho y los brazos de plata, el vientre y los muslos de bronce, las piernas de hierro, y los pies de hierro y de barro cocido.
Y la interpretación de eso era de parte de Dios, que la cabeza de oro representaba el Reino de Nabucodonosor, a Nabucodonosor y su reino. Esa estatua representa el reino de los gentiles que comenzó con Nabucodonosor y su reino como la cabeza de oro, y luego el pecho y los brazos de plata representa el reino medo-persa o imperio medo-pera, y luego el vientre y los muslos de bronce representa el reino o imperio griego, el imperio de Grecia; y las piernas de hierro, el imperio romano, y los pies de hierro y de barro cocido, pues lo que ha venido luego del reino o imperio de los césares de ese imperio romano.
Estamos viviendo en la etapa de los pies de hierro y de barro cocido. Cuando el reino de los gentiles estaba en la etapa de las piernas de hierro, o sea, la etapa del imperio romano, se cumplió la primera Venida de Cristo, y el imperio romano crucificó a Cristo, pero eso dio lugar con la muerte de Cristo, al Sacrificio de Expiación por el pecado del ser humano para que todo ser humano tenga un Sacrificio de Expiación por sus pecados y pueda obtener el perdón de sus pecados y ser limpio de todo pecado con la Sangre de ese Sacrificio, la Sangre de Cristo, y ser reconciliado con Dios.
Gracias a Dios porque Cristo murió en la Cruz del Calvario llevando nuestros pecados. Si Jesucristo no moría en aquel tiempo, estaría viviendo en el planeta Tierra todavía, estaría caminando por todo el planeta Tierra, ¿pero saben ustedes una cosa? Estaría solo, todos los demás seres humanos morirían en ese tiempo en que murió Cristo; Él mismo lo dice en San Juan, capítulo 12, verso 24 cuando dice:
“Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.”
Cristo es el grano de trigo, la simiente original, y al morir luego nació el Día de Pentecostés la Iglesia del Señor Jesucristo, o sea, la planta de trigo a través de la cual la vida que estaba en Cristo en aquel cuerpo de carne, la vida de Cristo, el Espíritu Santo, la vida de la Sangre, el Espíritu Santo, vean ustedes, ha estado en la Iglesia del Señor Jesucristo, esa es la vida de la Iglesia.
Y ha estado Cristo reproduciéndose en muchos hijos e hijas de Dios, muchos granos de trigo en la planta de trigo, a Su imagen: cuerpo angelical; y a Su semejanza física la cual vamos a recibir cuando obtengamos el cuerpo nuevo, eterno, inmortal y glorificado, como el de Jesucristo, y entonces todos seremos inmortales físicamente, todos seremos jóvenes para toda la eternidad. Esa es la bendición tan grande que tienen todos los creyentes en Cristo.
Y ahora, Cristo es la persona más importante que ha pisado este planeta Tierra, es el Ángel del Pacto, es la imagen del Dios viviente, es el cuerpo angelical de Dios a través del cual Dios aparecía a los profetas del Antiguo Testamento como el Ángel del Pacto, a través del cual Dios le dio el pacto al pueblo hebreo en el monte Sinaí.
El Ángel del Pacto a través del cual Dios aparecía a los profetas y hablaba a los profetas a través de ese Ángel, y luego los profetas cuando hablaban, era Dios en esos profetas hablando por medio de Su Espíritu, por medio del Ángel del Pacto, y luego se hizo carne en la Tierra y fue conocido por el Nombre de Yeshua o Jesús, como comúnmente se le conoce entre los gentiles.
Ahora, podemos ver quién es el Señor Jesucristo: Es el Ángel del Pacto, por eso vino para establecer un nuevo Pacto que estaba prometido en Jeremías, capítulo 31, versos 31 al 36, y por eso en la última cena que tuvo con Sus discípulos en el capítulo 26, versos 26 al 29 de San Mateo, tomando el pan dio a Sus discípulos y dijo: “Comed, esto es mi cuerpo,” o sea, tipificó Su cuerpo en el pan, y tomando la copa de vino y dando gracias al Padre dio a sus discípulos y dijo: “Tomad de ella todos porque esta es mi Sangre del nuevo Pacto que por muchos es derramada para remisión de los pecados.” En el vino representó, tipificó Su Sangre.
Y ahora, nos habla del nuevo Pacto, porque Él es el Ángel del Pacto que viene a establecer el nuevo Pacto que estaba prometido en Jeremías, capítulo 31, versos 31 al 36, ninguna otra persona podía establecer un nuevo Pacto, solamente Dios por medio del Ángel del Pacto que es Cristo, el cual se hizo carne y habitó en medio del pueblo hebreo.
Por eso en Malaquías, capítulo 3 nos habla que “Él enviará Su mensajero delante de Él, el cual le preparará el camino (y ese fue Juan el Bautista) y vendrá a su templo el Señor, o sea, Dios el Padre, y el Ángel del Pacto a quien deseáis vosotros.” “Vendrá a Su Templo el Señor a quien vosotros buscáis y el Ángel del Pacto a quien deseáis vosotros.” Y cuando vino, vino en un velo de carne llamado Jesús o Yeshua, como es el nombre en hebreo.
Y ahora, estamos viendo quién es el Señor Jesucristo, es el Ángel del Pacto, es la persona más importante que ha pisado este planeta Tierra, y es tan importante y tan grande que una vez dijo: “Antes que Abraham fuese, yo soy,” y pensaban que estaba mintiendo, que estaba loco, pero es que siendo el Ángel del Pacto, era primero que Abraham y era primero que Adán también y está primero que toda la creación; porque Él es el Verbo, el Ángel del Pacto que era con Dios y era Dios. Dios a través de Él habló a existencia todas las cosas, por Él fueron hechas todas las cosas, y si Él nada de lo que fue hecho, ha sido hecho.
Y ahora, Él esta en el Trono del Padre, en el Trono celestial, por eso Él dijo: “Todo poder me es dado en el Cielo y en la Tierra.” (San Mateo, capítulo 28, versos 16 al 20). Y también dijo: “Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” Él ha estado en medio de Su Iglesia todo el tiempo en Espíritu Santo.
Y ahora, estamos en el tiempo final, pero Él está con nosotros porque Él ha estado siempre con nosotros, Él ha estado siempre con Su Iglesia, Él ha estado siempre en medio del Cristianismo obrando y trayendo a Su redil Sus ovejas, pero Su cuerpo glorificado está en el Cielo, en el Trono celestial. Tan sencillo como eso.
Y ahora, la promesa es para el tiempo final que los Ángeles del Hijo del Hombre van a llamar con gran Voz de Trompeta a los escogidos, ahí están los escogidos del pueblo hebreo que son ciento cuarenta y cuatro mil, doce mil de cada tribu, los cuales aparecen en Apocalipsis, capítulo 7, versos 1 al 8, y luego aparecen en el capítulo 14 de Apocalipsis, versos 1 al 5 ya sellados en sus frentes y con el Nombre de Dios y con el Nombre del Cordero.
Y ahora, antes de ser llamado ese grupo de hebreos que son doce mil de cada tribu, ciento cuarenta y cuatro mil en total, antes de eso son llamados los escogidos del Cristianismo, los que formarán en el Día Postrero la Iglesia del Señor Jesucristo; los que falten para completarse la Iglesia Él los estará llamando en este tiempo final.
Para este tiempo final la gran Voz de Trompeta o trompera final es nada menos que el mensaje del Evangelio del Reino, esa es la gran Voz de Trompeta o trompeta final, esa es la Voz de Dios para todos los seres humanos.
Y por consiguiente el que es de Dios, la Voz de Dios oye, San Juan, capítulo 8, verso 47 y San Juan, capítulo 10, verso 27 en adelante, donde dice:
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
y yo les doy vida eterna.”
Por eso cuando se predica el Evangelio de Cristo que es la voz de Cristo llamando sus ovejas, luego nace la fe de Cristo en el alma de las personas y creen en Cristo y se les da la oportunidad para que den testimonio público de su fe en Cristo recibiéndolo como su único y suficiente Salvador, porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Todos queremos ser salvos, Cristo nos dice: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido,” San Lucas, capítulo 19, verso 10, o sea, que vino a buscarme a mí y a salvarme a mí, ¿y a quién más? Pues a cada uno de ustedes también. O sea, que vino por todos nosotros, eso los incluye a ustedes que están en otras naciones y a toda persona que escuchará la Voz de Cristo, el Evangelio de Cristo, por eso se predica el Evangelio de Cristo en todas las naciones, y Él dijo: “Y el que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado,” (San Marcos, capítulo 16, versos 15 al 16).
Y ahora, para este tiempo final los ministerios que corresponden al llamado de la gran Voz de Trompeta, o sea, que corresponden al mensaje del Evangelio del Reino siendo predicados, son los ministerios de Moisés y Elías, tan simple como eso.
Por lo tanto, tenemos que estar vigilando y con nuestro oído atento para oír, porque “el que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias,” así nos dice en el libro del Apocalipsis. Por lo tanto, Dios por medio de Su Espíritu estará hablándonos con gran Voz de Trompeta el Evangelio del Reino llamando y juntando a todos Sus escogidos. Por lo cual en este tiempo se estará llevando a cabo el evento más glorioso del Programa Divino, el evento que tantos seres humanos han deseado ver cumplido.
El Hijo del Hombre enviando a Sus Ángeles con gran Voz de Trompeta y juntando… para juntar ¿qué? A los escogidos. Hemos visto lo que es la gran Voz de Trompeta: el Evangelio del Reino, el mensaje final de Dios, un mensaje dispensacional que se entrelaza con el mensaje de la Dispensación de la Gracia; se entrelaza con el mensaje del Evangelio de Cristo.
Y ahora, Cristo nos dice en San Mateo, capítulo 24, verso 14. Dice Cristo, este Evangelio, el Evangelio del Reino:
“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.”
La señal del fin será la predicación del Evangelio del Reino por un mensajero que tendrá esa gran Voz de Trompeta sonándola, predicando el Evangelio del Reino. Recuerden que la trompeta siempre es la Voz de Dios, el mensaje de Dios para el pueblo.
Para comprender todas estas profecías tenemos que conocer lo que significan estos símbolos, porque si no, las personas estarían esperando una trompeta literal que suene, y hay tantas trompetas que suenan que entonces no sabrían qué trompeta y qué música va a estar escuchando.
Ahora, la trompeta de Dios, pues dice la Escritura que es la trompeta de Dios, Voz de Arcángel y trompeta de Dios , eso está en Primera de Tesalonicenses, capítulo 4, verso 13 al 17, y si la trompeta da sonido incierto, ¿quién se va a preparar? La trompeta tiene que dar el sonido cierto, el mensaje correcto para el tiempo en que suena esa trompeta. No puede la persona escuchar cualquier trompeta, cualquier mensaje, tiene que escuchar la trompeta final, el mensaje final, la gran Voz de Trompeta, la Voz de Dios hablando a Su pueblo, dándonos Su mensaje final, hablándonos por medio del Evangelio del Reino; y por eso se estará hablando en este tiempo final acerca de la restauración del Reino de Dios en la Tierra, del cual Cristo dijo que orando pidamos la venida del Reino. “Venga Tu Reino, hágase Tu voluntad como en el Cielo, también en la Tierra.” (San Mateo, capítulo 6, verso 10).
Y ahora, eso será la restauración del Reino de David, de lo cual Juan el Bautista y Jesucristo hablaban porque ellos predicaban el Evangelio del Reino, y será predicado nuevamente el Evangelio del Reino, luego del Día de Pentecostés en adelante se comenzó a predicar el Evangelio de la Gracia, el Evangelio de Cristo.
Pero en este tiempo final se volverá a predicar el Evangelio de Cristo, el Evangelio del Reino, “y será predicado este Evangelio del Reino por testimonio o para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.” Y la predicación del Evangelio del Reino corresponde a los Ángeles del Hijo del Hombre, a los dos Olivos, a Moisés y a Elías, estos ministerios estarán repitiéndose nuevamente en la Tierra.
Ahora, recuerden que cuando un ministerio se repite, no quiere decir que se va a repetir en la persona físicamente, es el mismo ministerio operado por el Espíritu Santo en otro hombre, tan sencillo como eso.
Recuerdan que le preguntan los discípulos a Jesucristo en San Mateo, capítulo 17, versos 10 al 13 luego que bajan del Monte de la Transfiguración: “Señor, ¿por qué dicen los escribas que Elías tiene que venir primero?” Y Cristo les dice: “A la verdad Elías vendrá primero y restaurará todas las cosas.” Está hablando de Elías viniendo en este tiempo final: “Mas Yo os digo que ya Elías vino y no lo conocieron e hicieron de él todo lo que quisieron,” y entonces comprendieron que les estaba hablando de ese Elías que vino, estaba hablándoles de Juan el Bautista.
Juan el Bautista fue el Elías de aquel tiempo, pero para precursar la segunda Venida de Cristo también enviaría a Elías, y para los judíos enviará a los dos Olivos, y esos son los ministerios de Moisés y de Elías; pero no quiere decir que literalmente estarán Moisés y Elías, son los ministerios de Moisés y Elías siendo repetidos en la Tierra, operados por el único que tiene ministerios que es el Espíritu Santo. Tan sencillo como eso.
Y eso serán los Ángeles del Hijo del Hombre con la Gran Voz de Trompeta llamando y juntando a los escogidos de Dios. Van a llamar y juntar ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de cada tribu, pero antes tienen que ser llamados y juntados los escogidos del Cristianismo, los que van a ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, para recibir la fe para ser transformados y raptados, o sea, llevados con Cristo, arrebatados con Cristo para ir con Él a la Cena de las Bodas del Cordero.
El Hijo del Hombre con sus Ángeles. Ahora recuerden que cuando se ha usado siempre “el Hijo del Hombre…” Dios le dijo a Daniel, le dice a Jeremías, le dice a Ezequiel, y así por el estilo le dice a diferentes profetas: “Hijo del Hombre.” ¿Por qué? Porque el título: Hijo del Hombre, es título de profeta, tan simple como eso. Por eso es que el mismo Cristo usaba ese título de Hijo del Hombre, ¿por qué? Porque era un Profeta.
Y el Mesías tenía que ser un Profeta, por eso se usa el título de Hijo del Hombre para el Mesías, como también lo usaban, o fue usado para Daniel, Jeremías, Ezequiel, y así por el estilo.
“EL HIJO DEL HOMBRE CON SUS ÁNGELES JUNTANDO A SUS ESCOGIDOS.”
Este es el tiempo para Dios cumplir esta profecía, por lo cual tenemos que estar preparados como nos dice Cristo: “Orad que seáis tenidos por dignos de evitar todas estas cosas que vendrán y estar en pie delante del Hijo del Hombre.” (San Lucas, capítulo 21, versos 34 al 36).
Estamos en el tiempo preciso para que se cumpla esta profecía, porque estamos ya en el tiempo final, estamos en el Día Postrero y estamos en el tiempo en que se completará de un momento a otro la Iglesia del Señor Jesucristo, y luego Cristo le llevará con Él a la Cena de las Bodas del Cordero, a la fiesta más importante que se haya llevado a cabo en el Cielo. O sea, esa es la fiesta más grande de todas las fiestas que se haya llevado a cabo en el Cielo, y yo fui invitado para estar ahí y acepté esa invitación, ¿y quién más? Pues cada uno de ustedes también.
Así que, tenemos que estar preparados para ir a esa gran fiesta: la Cena de las Bodas del Cordero, con la vestidura de boda: el bautismo del Espíritu Santo, en donde se recibe el cuerpo angelical y el cuerpo nuevo y glorificado que vamos a recibir, porque lo estamos esperando.
“EL HIJO DEL HOMBRE CON SUS ÁNGELES JUNTANDO A SUS ESCOGIDOS.”
Si hay alguna persona que todavía no ha recibido a Cristo como su Salvador, lo puede hacer en estos momentos y estaremos orando por usted, pues todos queremos vivir eternamente con Cristo en Su Reino, para lo cual todos necesitamos a Cristo; todos necesitamos recibirlo como nuestro único y suficiente Salvador.
Recuerden que Él dijo: “Yo soy el camino, la verdad, y la vida; y nadie viene al Padre, sino por mí.” No hay otro camino a Dios, Cristo es el camino, no hay otra verdad, Cristo es la verdad, no hay otra vida, Cristo es la Vida eterna, y Él tiene la exclusividad de la Vida eterna para impartirla a todos los que lo reciben como su Salvador.
Recuerden que Él dijo: “Mis ovejas oyen mi voz y me siguen, y yo las conozco y yo les doy Vida eterna.” Cristo es el que da la Vida eterna porque tiene la exclusividad de la Vida eterna. Para que reciban la Vida eterna es que se predica el Evangelio de Cristo, para que al recibir a Cristo como Salvador, Cristo les dé la Vida eterna.
Todos necesitamos asegurar nuestro futuro eterno, ¿y cómo lo podemos hacer? Pues con Cristo, Él es el único que nos puede asegurar el futuro eterno en Su Reino. Cristo nuestro Salvador tiene muchos hijos en esta ciudad de Santiago de Chile y en todas las ciudades de la República de Chile, y los está llamando en este tiempo final, y tiene muchos hijos en todos los países de la América Latina y los está llamando en este tiempo final, y tiene muchos hijos en las demás naciones y los está llamando en este tiempo final.
Si oyes hoy Su voz, no endurezcas tu corazón, tu nombre está escrito en el Cielo en el Libro de la Vida, y por eso es que has estado escuchando la predicación del Evangelio de Cristo y por esa causa ha nacido la fe de Cristo en tu alma, estás creyendo en Cristo y tienes la oportunidad de dar testimonio público de tu fe en Cristo recibiéndole como tu único y suficiente Salvador.
Se confiesa con la boca a Cristo como nuestro Salvador, ¿para qué? Para salvación, todos queremos la salvación y Vida eterna, pues todos queremos vivir eternamente; y al saber que viviremos eternamente en un cuerpo eterno, joven y glorificado, pues eso nos llena de alegría y nos llena de fe y esperanza; un futuro mejor y glorioso, un mundo mejor, un Reino mejor: el Reino de Cristo para el milenio y para toda la eternidad.
Todavía vienen más personas que como ustedes quieren asegurar su futuro eterno con Cristo en Su Reino eterno, también las demás naciones pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo para que queden incluidos en la oración que estaremos haciendo dentro de algunos minutos. Los niños de diez años de diez años en adelante también pueden venir a los Pies de Cristo, para que Cristo les reciba en Su Reino.
En la vida hay muchas cosas importantes, pero de todas las cosas importantes hay una sola que es la más importante para nosotros, y es la Vida eterna; sin la Vida eterna la persona no tiene futuro, sin la Vida eterna no puede pensar que vivirá en este planeta o en otro planeta por toda la eternidad, y para tener la Vida eterna, pues necesita recibir a Cristo como único y suficiente Salvador. Por lo tanto, todos los seres humanos necesitan a Cristo, todos dependen de Cristo.
El ser humano en su vida terrenal hace muchas decisiones, pero ninguna de ellas le coloca en la Vida eterna, excepto una sola: recibir a Cristo como único y suficiente Salvador, y esa es la decisión que ustedes que están recibiendo a Cristo como Salvador han hecho en esta ocasión; esa es la decisión más gloriosa que un ser humano hace en su vida, es la decisión que le trae una bendición para toda la eternidad, la trae la Vida eterna.
Ya vamos a orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo, si falta alguno por venir, puede venir, vamos estar puestos en pie para orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo.
En las demás naciones si nos indican cuando estén listos… cuando estén listos allá en Venezuela, en Puerto Rico, en Colombia, en México, Villahermosa y en algún otro lugar que todavía no esté listo, puede avisar, pues en todos los países así como aquí, están teniendo la oportunidad también de recibir a Cristo como único y suficiente Salvador.
Es un llamado final de parte de Dios, es un llamado en todas las naciones, pues Dios tiene muchas ovejas, muchos hijos en todas las naciones, y los está llamando en este tiempo final. El llamado final de Dios es la predicación del Evangelio como está prometido, es la trompeta final sonando, y llamando y juntando a todos los escogidos de Dios.
Todavía vienen más personas que como ustedes, quieren vivir eternamente. Vamos ya a orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo, con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, y nuestros ojos cerrados los que están presentes y los que están también en otras naciones, y los que han venido a los Pies de Cristo en estos momentos, repitan conmigo esta oración.
Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelio y nació Tu fe en mi corazón, creo en Tu primera Venida, creo en Tu Nombre como el único Nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podemos ser salvos, creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados.
Reconozco que soy pecador y necesito un Salvador, doy testimonio público de mi fe en Ti y Te recibo como mi único y suficiente Salvador, Te ruego perdones mis pecados y con Tu Sangre me limpies de todo pecado y me bautices con Espíritu Santo y Fuego luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre y sea producido en mi el nuevo nacimiento.
Señor, sálvame, Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén.
Y con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, todos decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén.
Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado, porque ustedes le han recibido como vuestro único y suficiente Salvador.
Ustedes me dirán, por cuanto Cristo dijo: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo.” Ustedes me dirán: “Quiero ser bautizado en agua en el Nombre del Señor. ¿Cuándo me pueden bautizar?” Por cuanto ustedes han creído en Cristo de todo corazón, bien pueden ser bautizados. Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento.
El agua en el bautismo, no quita los pecados, es la Sangre de Cristo la que nos limpia de todo pecado, pero el bautismo en agua es un mandamiento del Señor Jesucristo, aun el mismo Cristo cuando Juan estaba predicando y bautizando en el Jordán, Cristo fue, entró a las aguas del Jordán, para que Juan lo bautizara.
Juan el decía a Cristo: “Yo tengo necesidad de ser bautizado por Ti, ¿y Tú vienes a mí para que yo te bautice?” Pero Cristo le dice: “Nos conviene cumplir toda justicia,” y entonces lo bautizó. Y si a Cristo le convenía ser bautizado para cumplir toda justicia, cuánto más a nosotros.
Los apóstoles predicaban luego que Cristo murió, resucitó y subió al Cielo, luego los apóstoles predicaban y bautizaban a las personas en agua en el Nombre del Señor, y así ha sido todo el tiempo en medio del Cristianismo.
El bautismo en agua es tipológico, en el bautismo en agua la persona se identifica con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección. Cuando la persona recibe a Cristo como Salvador, tipológicamente muere al mundo; y cuando es sumergido en las aguas bautismales, tipológicamente, simbólicamente está siendo sepultado; y cuando es levantado de las aguas bautismales, está resucitando a una nueva vida, a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno. Tan simple como eso es la tipología, el simbolismo del bautismo en agua en el cual nos identificamos con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección.
Por lo tanto, bien pueden ser bautizados. Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento; y nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el glorioso Reino de Jesucristo nuestro Salvador.
Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también.
Dejo por aquí al doctor Patricio Lara con ustedes para que les indique cómo hacer para ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.
Que Dios les bendiga y les guarde, y en cada nación dejo también al ministro correspondiente para que haga en la misma forma.
Dios les bendiga y les guarde a todos.
“EL HIJO DEL HOMBRE CON SUS ÁNGELES JUNTANDO A SUS ESCOGIDOS.”