Dios despertando el espíritu de Su pueblo para hacer la obra del Día Postrero

Muy buenas tardes, amables amigos, hermanos, y todas las demás personas que están a través del satélite Amazonas o de internet en diferentes naciones.

Hemos tenido importantes actividades en estos días, las cuales hemos disfrutado, las cuales han sido programadas por AMISRAEL; y AMISRAEL trabaja con el ser humano integral; o sea, siendo que el ser humano es cuerpo, espíritu y alma, trabaja cosas para la parte física del ser humano, trabaja también para la parte interior del ser humano, el espíritu del ser humano, que tiene que ver con todas las cosas que captan los cinco sentidos del espíritu, y está ligado a la parte educacional; y también trabaja en y con el alma del ser humano.

Para alimentar el alma del ser humano, solamente hay una cosa y es la Palabra de Dios, dice Moisés en Deuteronomio, capítulo 18, versos 15 al 18, y también Jesús en San Mateo, capítulo 4, verso 4, y San Lucas, capítulo 4, también: “Porque no solamente de pan vivirá el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios.” Ese es el alimento para el alma del ser humano. Y AMISRAEL, por cuanto trabaja con el ser humano integral, trabaja en ese campo también, en el campo espiritual del alma del ser humano, para que así el ser humano tenga, y crezca, y se fortalezca el amor, la fe y la esperanza del ser humano; porque una persona sin esperanza no tiene porqué vivir en la Tierra, ya murió, está muerto, por cuanto al morir la esperanza, viene la muerte; por eso los jóvenes estudian, porque tienen esperanza, y los padres los mandan a la escuela porque tienen esperanza.

Y ahora, en el campo espiritual para el alma del ser humano tenemos la Palabra de Dios, y está contenida en el libro más importante de la raza humana que es La Biblia, y es el libro más vendido de todos, ese es el más importante; nos habla desde antes de la creación del ser humano, nos cuenta de cómo era todo.

“En el principio era Dios,” o sea, y antes del principio Dios también. Y algunas veces se preguntan algunas personas. ¿Pero antes de la creación qué Dios estaba haciendo? ¿Qué hace un arquitecto y un ingeniero antes de construir? Pensando y diseñando lo que van a hacer.

Por lo tanto, la creación es tan importante para Dios que vean todo el tiempo que transcurrió antes de comenzar la creación, y la creación comienza en la mente de Dios, como comienza en la mente del arquitecto y del ingeniero; y también en la mente del que quiere la construcción; y luego tiene que concretarse (ahora, es que hay unos pasos ahí).

Y ahora, vemos un pasaje muy importante de Hageo, capítulo 1, versos *12 al *15, que nos dice:

“Y oyó Zorobabel hijo de Salatiel, y Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, la voz de Jehová su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como le había enviado Jehová su Dios; y temió el pueblo delante de Jehová.

Entonces Hageo, enviado de Jehová, habló por mandato de Jehová al pueblo, diciendo: Yo estoy con vosotros, dice Jehová.

Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, Su Dios,

en el día veinticuatro del mes sexto, en el segundo año del rey Darío.”

Que Dios nos bendiga con Su Palabra, nos abra el entendimiento, y nos llene del conocimiento de Su Programa correspondiente a este tiempo final.

“DIOS DESPERTANDO EL ESPÍRITU DE SU PUEBLO PARA HACER LA OBRA DEL DÍA POSTRERO.”

A través de la Escritura podemos ver que Dios en el tiempo de Moisés despertó el espíritu de Moisés, se le reveló a Moisés y le habló, le mostró cuál era el Programa que Él tenía para ese tiempo que era la liberación del pueblo hebreo, lo cual Dios había prometido en Génesis, capítulo 15, versos 12 al 19. Y cuando llegó el tiempo para la liberación del pueblo, Dios le apareció a Moisés, se le reveló, le habló, le mostró cuál era Su Programa que tenía que ser llevado a cabo en aquel tiempo; y por cuanto el socio de Dios es el ser humano, vean, Dios siempre ha usado al ser humano para trabajar en Su Programa.

Por lo tanto, tenía un hombre llamado Moisés, el cual es reconocido como el profeta que le dio al pueblo hebreo la Ley, luego de libertarlos de la esclavitud en Egipto.

Ahora, todos sabemos que fue Dios en y a través de Moisés el que llevó a cabo esa labor; porque ningún hombre puede hacer las cosas que fueron hechas en aquel tiempo, pero fue Dios usando un hombre, hablando, obrando a través de un hombre; y así es como Dios siempre ha obrado.

Estos hombres de Dios como Moisés, y como también Abraham, Isaac, Jacob, y José (el hijo de Jacob), y también Josué, también Samuel, también el profeta Elías, y otros profetas como Juan el Bautista y Jesús, son personas que vienen con las dos conciencias juntas y por eso pueden ver en esta dimensión y en otras dimensiones también; pueden estar dormidos o despiertos, y pueden ver en otras dimensiones por causa de que tienen las dos conciencias juntas; eso es una cosa muy importante en un mensajero de Dios, por eso pueden oír la Voz de Dios en el lugar que Dios les quiera hablar, y otras personas estar presentes y no escuchar nada; y algunos pueden decir: “Está loco, porque yo no escucho nada,” puede decir otra persona, porque la otra persona no tiene las dos conciencias juntas.

Recuerden la ocasión en que Jesús orando al Padre dijo: “Glorifica tu nombre.” Y una Voz del Cielo dijo: “Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.” Eso está por ahí, por el capítulo 12, por ahí, ¿verso 28 será, Miguel? 28 [San Juan]. Y muchos decían, muchas personas decían: “Ha sido un trueno,” o sea, que no escucharon nada, solamente un ruido, un trueno; otros decían: “Un ángel le ha hablado.” ¿Ven? Pero no sabían qué era lo que había sido hablado; pero el Señor Jesucristo sí lo sabía.

Por eso estos hombres de Dios, mensajeros de Dios, son enviados de tiempo en tiempo a la Tierra, en medio de los seres humanos para comunicarle al pueblo la Palabra de Dios, darle a conocer el Programa de Dios para el tiempo en que Dios envía esas personas; y ese enviado trabajar en la Obra de Dios para ese tiempo; y a él se juntan, se unen aquellos que escuchan su mensaje de parte de Dios, y comienzan a trabajar en esa labor.

Algunas personas pueden decir: “Ese es un hombre al cual le sigue un grupo de personas.” Pero los entendidos, entenderán, dice Daniel, capítulo 12. Por lo tanto, cuando Dios envió a Moisés, y está Moisés con el pueblo, podían decir: “Ese es un hombre que vino a estar en la casa del faraón; pero luego se fue con los hebreos, porque era también descendiente hebreo, y dejó todas las riquezas y gloria, por estar allá con estas personas, estos esclavos; es un grupo de fanáticos comenzando por él,” podían decir. Y luego, cuando son libertados, las demás naciones podían decir: “Es un grupo de fanáticos que viene con un líder llamado Moisés.” Pero era la Obra de Dios prometida para ese tiempo. Eso es lo importante. Y que Dios estaba con ese pueblo. El mismo Dios le dijo a Moisés: “Tú dirás a faraón: Israel es mi hijo, mi primogénito.”

Así que, como nación, Israel es la nación primogénita de Dios; y por eso el que bendiga a Israel, será bendito, y el que lo maldiga, será maldito. Tan simple como eso.

Cuando alguien bendice a un hijo suyo y usted lo escucha, ¿no se siente usted feliz? Y le dice: “Muchas gracias por bendecir a mi hijo.” Pero si usted escucha que maldice a su hijo, usted se molesta, y no se sabe qué pueda suceder; y así es con Dios. Aún Dios dice que Israel es la niña de Sus ojos; que le metan un dedo en un ojo a usted a ver si no se molesta. Así que, ¿cómo será con Dios? O sea, que eso es falta de respeto a Dios cualquier persona que trate mal a Israel, o que maldiga a Israel, o que haga algo que perjudique a Israel.

Así que, hay una bendición para el que lo bendiga, haga cosas a favor de Israel, y hay una maldición para el que obre en contra de Israel. Tan sencillo como eso, porque Dios lo dijo.

Y ahora, podemos ver que la Obra de Dios para el tiempo de Moisés era la liberación del pueblo hebreo, sacarlos de la esclavitud en Egipto y llevarlos a la tierra prometida; la Obra de Dios también en el desierto, era Dios darle la Ley al pueblo hebreo, para lo cual Dios le dijo a Moisés que subiera al monte, y allí le dio las piedras con las leyes escritas por la mano de Dios. Y también le dijo que construyera un templo, un tabernáculo (vean), y Dios estaría obrando: despertó el espíritu del pueblo, de cada persona que había salido en ese éxodo (éxodo es salida), y comenzaron a ofrendar de todo corazón para la construcción de ese tabernáculo, de acuerdo a como Dios le había mostrado.

Cualquiera podía decir: “Eso sale muy caro, meterle oro a esa parte del tabernáculo, el Lugar Santísimo.” Es que el oro representa a Dios, representa la divinidad; y ese sería el lugar donde Dios moraría, el Lugar Santísimo que estaría cubierto de oro por dentro; y el arca del Pacto también cubierta de oro y la tapa del propiciatorio de oro puro, con los dos querubines.

Así que, no importa lo que cueste, lo importante es que se haga como Dios quiere, más caro sale no hacerlo como Dios dice; más caro le salió a Caín no hacer las cosas como tenían que ser hechas en aquel tiempo. Moisés construyó el tabernáculo, lo dedicó a Dios, y Dios moró allí, e iba el arca del Pacto con ellos, y cuando se detenía, instalaban el tabernáculo y colocaban el arca del Pacto dentro del Lugar Santísimo y allí Dios estaba morando sobre el Propiciatorio.

Vean, un pueblo al cual Dios le acompañaba en toda su trayectoria rumbo a la tierra prometida, para luego en la tierra prometida, también estar habitando sobre el propiciatorio del arca del Pacto, mientras estaba en el tabernáculo, y luego cuando fue construido el templo por el rey Salomón.

Para el tiempo de Salomón el programa era la construcción del templo, para lo cual también se le dio oportunidad al pueblo que ofrendaran voluntariamente, de todo corazón para ese trabajo, porque el socio de Dios es el ser humano; y toda persona quiere trabajar en la Obra de Dios, toda persona quiere participar, y Dios dice que no perderá su recompensa la persona. El mismo Jesús dice:

“He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.” (Apocalipsis, capítulo 22, verso 12, ¿por ahí, Miguel?).

Así que pueden ver que la persona cuando está trabajando en el Programa de Dios, aparentemente está invirtiendo para una labor que se está llevando a cabo; pero cuando Dios recompense se dará cuenta que estaba trabajando para él mismo, porque la recompensa es mayor que lo que invirtió; y ahí se cumplen las Palabras de Jesús que dice: “Haced tesoros, ¿dónde? En el Cielo.”

Y ahora, para cada tiempo Dios tiene una labor para ser llevada a cabo en Su Programa con el pueblo que está dentro del Pacto que Él ha establecido.

A través de la historia encontramos la obra que Dios llevó a cabo con el pueblo hebreo a través de los diferentes instrumentos que Él envió a Su pueblo; luego en medio del Cristianismo, encontramos que también Dios está en Espíritu Santo y ha estado llevando a cabo una labor todo el tiempo en cada etapa de Su Iglesia, para lo cual ha enviado diferentes mensajeros, a los cuales le ha dado y a los cuales ha venido el Programa de Dios para ese tiempo, ha venido ya sellado. En palabras más claras: ese hombre ha venido a la Tierra programado para esa labor, no puede llevar a cabo otra labor, sino la que corresponde a ese tiempo en el Programa Divino; y por cuanto la Iglesia está bajo un Nuevo Pacto, que fue prometido que Dios establecería, entonces es dentro de ese Nuevo Pacto que el Señor en Espíritu estaría obrando por medio de diferentes mensajeros que Él enviaría.

Y en el Programa de Dios ha estado que se predique el Evangelio a toda criatura; “y el que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Tan simple como eso, así es dentro del Nuevo Pacto en medio del Cristianismo. No hay otra forma.

Y para el Día Postrero se va a completar el Programa con la Iglesia del Señor Jesucristo, y los muertos en Cristo van a resucitar en cuerpos glorificados como el de Jesucristo; y los que vivimos vamos a ser transformados; y entonces tendremos cuerpos inmortales, cuerpos glorificados y jóvenes para toda la eternidad; y si en estos cuerpos podemos trabajar mucho, ¿cómo será en el nuevo cuerpo? Por lo tanto, vamos a tener como treinta a cuarenta días para estrenar ese nuevo cuerpo. Y quizás lo que no se ha hecho en dos mil años, en treinta o cuarenta días podremos hacerlo muy fácilmente, quizás sin necesidad de dinero, ni de trabajos que tengamos que usar, o herramientas, porque ya con cuerpo perfecto no habrá limitaciones.

Ahora, el Cristianismo o la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo final va a llegar a la parte culminante en el Programa Divino, al momento o a la etapa en donde por medio de la Palabra que le estará siendo dada, revelada, va a obtener la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Tan sencillo como eso.

Y todo ese misterio de la fe para ser transformados, la fe para el Rapto estará girando alrededor de la Venida del Señor para el Día Postrero; y la fe para el Rapto va a darla esa revelación del misterio de la Venida del Señor para el Día Postrero, va a girar alrededor de la Venida del Señor, sobre lo cual se va a estar hablando en el cumplimiento de una visión de una Gran Carpa-Catedral que fue vista por el precusor de la Venida del Señor. Tan sencillo como eso.

Y en algún lugar o en algún país va a aparecer esa Gran Carpa-Catedral, en donde estarán brazo a brazo trabajando para que se haga una realidad; porque Dios promete algo, pero luego el hombre entra en ese Programa para ser el instrumento a través del cual Dios obre y se haga realidad lo que Él ha prometido.

El hombre hace su parte y Dios hace la Suya; porque así son los socios: cada cual tiene que hacer su parte, no va a ser de beneficio para ambos si ambos no trabajan; porque un socio que no hace nada, ¿para qué usted lo quiere? Es un cero a la izquierda, fuera de donde no hay números. Y un cero a la izquierda lo que hace es devaluar los otros números; y si está, donde quiera que lo coloque, lo coloque antes del punto o después de un punto… ahora, si lo coloca frente a un número, ya… así que, eso se llama el cero a la derecha: sirve, es un socio con los otros números.

Y ahora, nosotros como socios de Dios entonces también tenemos una parte para llevar a cabo, y usted puede ver que la parte física le toca al ser humano que está en cuerpo físico para trabajar en el Programa de Dios correspondiente al tiempo que le toca vivir; y para cada tiempo Dios despierta el espíritu del hombre que va a usar, y el espíritu del pueblo que va a trabajar con ese hombre; tienen un despertamiento espiritual, y entonces comienzan a ver, el mensajero comienza a ver y comienza a comunicarlo y el pueblo comienza a ver; porque Dios despierta el espíritu del mensajero y del pueblo, y comienza a ver cuál es el Programa de Dios, comienzan a trabajar y comienzan a ver los resultados; por supuesto que algunas veces habrá algunos que dirán: “Yo no entiendo,” pero no quiere decir que ese no sea el Programa de Dios.

Entonces, que se ponga a orar para que Dios le ayude, y también oremos por esa persona para que Dios lo ayude. Pero la persona no puede confundirse y decir: “Eso no va a funcionar,” es que quizás él piensa que es un programa humano, para él no funcionaría, pero para Dios sí; y para los que trabajan creyendo, trabajan llevando a cabo una obra de fe, porque la obra, las obras que se hacen, cuando se hacen basadas en el Programa correspondiente al tiempo en que la persona vive, eso es una obra de fe.

Hay personas que quieren mostrar su fe, pero no tienen con qué, es una fe imaginaria, un día están creyendo una cosa, pensando una cosa y otro día están pensado otra; pero el hombre de fe y la mujer de fe tienen su fe basada en la Palabra, en lo que Dios ha dicho y todos sus trabajos están basados en lo que corresponde al tiempo que están viviendo.

¿Quieren ver a los hombres de fe del tiempo de Noé? Eran poquitos, eran los que estaban trabajando con Noé, pero que no estaban trabajando por dinero, los que estaban trabajando con Noé, porque creían lo que Noé dijo que Dios le había revelado. ¿Ven? Esa labor que estaban haciendo era una obra de fe; y los que estaban trabajando porque creían en esa Obra, y creían lo que iba pasar, y que esa era la única forma de ser salvos del diluvio; vean, trabajaron, entraron al arca y se salvaron, para luego ser los que comenzarían una nueva generación; y los otros, los incrédulos, murieron, se los llevó el diluvio; después tuvieron una visita de un profeta muy grande, pero no para salvación: cuando Jesús fue y bajó adonde ellos estaban, adonde estaban en espíritu.

Y ahora, tenemos que comprender que así como hubo para otros tiempos un Programa Divino para ser llevado a cabo con Su pueblo, con Su Iglesia bajo un Nuevo Pacto, así también lo habrá para este tiempo. Siempre a través de la historia del ser humano, el Programa de Dios se ha estado llevando a cabo, la parte del Programa Divino correspondiente al tiempo en que la persona está viviendo.

Y ahora, en el Programa Divino para el tiempo final, la esperanza para los creyentes en Cristo, la esperanza para los Cristianos, la esperanza para los de la fe en Cristo, los cuales son hijos de Abraham por la fe en Cristo, y para el pueblo hebreo, va a estar en la Venida del Señor para el Día Postrero, y el Día Postrero es el séptimo milenio de Adán hacia acá; y por cuanto la fe para ser transformados y raptados está en los Truenos, y en el cumplimiento de la Visión de la Carpa van a estar siendo hablados los Truenos, miren… y también cuando los judíos vean a Cristo, al Mesías, al Señor viniendo por Su Iglesia, ellos dirán: “Este es el que estamos esperando nosotros.” Y lo van a ver ¿dónde? En el cumplimiento de la Visión de la Carpa. Tan sencillo como eso.

Por eso para el Día Postrero, para el tiempo final, va a estar la Iglesia del Señor Jesucristo trabajando en ese proyecto divino, para que se haga realidad la Visión de la Carpa, juntamente con el mensajero del Día Postrero. ¿Más claro? Hay un dicho en Puerto Rico, y es: “Más claro no canta un gallo.”

Y ahora, el porqué habrá un grupo de personas trabajando en un proyecto de la construcción de una Gran Carpa-Catedral, y animándonos unos a otros, no como en el tiempo que fue reconstruido el templo en Jerusalén, ¿ese fue el tiempo de quién? Vamos a ver si tenemos aquí… Bueno, en ese tiempo también Dios decía que muchos decían que no era el tiempo. Los vagos siempre que hay trabajo piensan así: “No es el tiempo, no es el tiempo para yo trabajar, o yo espero otro tipo de trabajo.” Vamos a ver lo que dice Hageo (1, ¿qué?) Hageo 1:2. Vamos a comenzarlo del verso1, dice:

“En el año segundo del rey Darío, en el mes sexto, en el primer día del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, diciendo:

Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada.

Entonces vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo:

¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta?

Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos.”

Dice:

“Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto.

Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos.

Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová.”

Y ahora, los que no quieren trabajar en la Obra de Dios para el tiempo en que viven, dice: “No, no, es verdad que está dicho así que va a suceder eso, pero no es el tiempo todavía.” Y si alguien quiere hacer algo, le dicen: “No, pero todavía no es el tiempo, vas a gastar esfuerzo y dinero, y todavía no es el tiempo.” Y si escucha la voz de esa otra persona, vienen a ser dos vagos, buscando más vagos, o buscando hacer más vagos; seguidores de esas personas son vagos en la Obra de Dios, que aparentan estar trabajando y no están haciendo nada, y van a tener problemas con Dios en algún momento, eso le va siendo apuntado en el Libro de las Memorias.

Recuerden que en el tiempo de Moisés muchos también se levantaron en contra de Moisés, y unos decían… Moisés dijo: “Los que están conmigo, o los que estén con el Señor y conmigo, vengan conmigo;” y a los otros los dejó y la tierra se los tragó. Tan sencillo como eso. Y van a haber muchos terremotos y maremotos, así que tenemos que cuidarnos, porque estamos en un tiempo muy pero que muy importante. Tenemos que conocer cuál es el Programa Divino para el tiempo que nos toca vivir, para entonces estar trabajando en ese programa y no prestarle atención a los que desaniman al pueblo. En el tiempo de Zorobabel hubo…¿en qué lugar es que está, Miguel? Los que trataban de desanimar al pueblo… no iba a prosperar. Nehemías, capítulo 6. (No está aquí, Miguel).

Es importante saber estas cosas, porque siempre la fe de las personas tiene que ser probada, a ver si está trabajando porque cree o porque está siguiendo la corriente de los demás; y entonces tienen que suceder cosas en donde el que no tiene una revelación clara del Programa de Dios para su tiempo, puede pensar y decir: “Eso no va a funcionar.” Pero si está en la Palabra y está prometido para ese tiempo, sí, porque Dios vela por Su Palabra, ¿para qué? Para ponerla por obra, para hacerla realidad.

Miguel, esta tiene aquí las páginas pegadas, si me traes la… (Nehemías 6:2):

“Sanbalat y Gesem enviaron a decirme: Ven y reunámonos en alguna de las aldeas en el campo de Ono. Mas ellos habían pensado hacerme mal.

Y les envié mensajeros, diciendo: Yo hago una gran obra, y no puedo ir; porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros.

Y enviaron a mí con el mismo asunto hasta cuatro veces, y yo les respondí de la misma manera.

Entonces Sanbalat envió a mí su criado para decir lo mismo por quinta vez, con una carta abierta en su mano,

en la cual estaba escrito: Se ha oído entre las naciones, y Gasmu lo dice, que tú y los judíos pensáis rebelaros; y que por eso edificas tú el muro, con la mira, según estas palabras, de ser tú su rey;

y que has puesto profetas que proclamen acerca de ti en Jerusalén, diciendo: ¡Hay rey en Judá! Y Ahora serán oídas del rey las tales palabras; ven, por tanto, y consultemos juntos (…donde habían profetizado).

Entonces envié yo a decirle: No hay tal cosa como dices, sino que de tu corazón tú lo inventas.”

¿Ven? Hay personas que inventan cosas para tratar de detener la obra de Dios.

“Porque todos ellos nos amedrentaban, diciendo: Se debilitarán las manos de ellos en la obra, y no será terminada. Ahora, pues, oh Dios, fortalece tú mis manos.”

¿Ven? Muchos decían: “No se va a terminar la obra.”

“Vine luego a casa de Semaías hijo de Delaía, hijo de Mehetabel, porque él estaba encerrado; el cual me dijo: Reunámonos en la casa de Dios, dentro del templo, y cerremos las puertas del templo, porque vienen para matarte; sí, esta noche vendrán a matarte.

Entonces dije: ¿Un hombre como yo ha de huir? ¿Y quién, que fuera como yo, entraría al templo para salvarse la vida? No entraré.

Y entendí que Dios no lo había enviado, sino que hablaba aquella profecía contra mí porque Tobías y Sanbalat lo habían sobornado.

Porque fue sobornado para hacerme temer así, y que pecase, y les sirviera de mal nombre con que fuera yo infamado.”

Ahora, miren cómo ora a Dios.

“Acuérdate, Dios mío, de Tobías y de Sanbalat, conforme a estas cosas que hicieron; también acuérdate de Noadías profetisa, y de los otros profetas que procuraban infundirme miedo.”

Ahora, pide que Dios se encargue de ellos y los pone en las manos de Dios, y es cosa terrible caer en las manos de un Dios vivo, Dios es fuego consumidor.

Así que, los que desalienten al pueblo para una obra que se tiene que llevar a cabo en un tiempo, tendrán graves problemas delante de Dios; y los que trabajen en favor de esa labor, trabajan en acuerdo con el Programa de Dios, serán bendecidos grandemente. Los que escucharán voces que dirán: “No tendrán éxito, no se terminará esa labor,” tendrán sus problemas; los que escucharán la Voz de Dios de lo que está prometido que Dios va a hacer y de lo que Dios quiere que se haga, y de lo que está señalado, profetizado ya, serán bendecidos.

Que Dios nos bendiga a todos con la bendición de estar trabajando en la Obra de Dios para el Día Postrero, será una bendición para la Iglesia del Señor y para el pueblo hebreo también. Cuando ellos vean al Señor en Su Venida con Su Iglesia, dirán: “Este es el que estamos esperando nosotros,” así como vieron a José en Egipto con su esposa allá, y no sabían que era su hermano José el que era profeta entre ellos, el que tenía visiones, el que vino a ser el segundo en el reino del faraón, tipo de la primera y segunda Venida del Señor; ya como rey representa la Segunda Venida.

Así que, Dios así como ha despertado en diferentes tiempos el espíritu del instrumento que Él va a usar y del pueblo que va a trabajar con él, así también es para este tiempo; y todos serán bendecidos por Dios en este tiempo final, y veremos la gloria de Dios en medio de Su Iglesia; y el pueblo hebreo también lo verá en medio de la Iglesia del Señor, van a ver Apocalipsis, capítulo 10, la Venida del Ángel Fuerte que desciende del Cielo, el mismo Ángel que los libertó de la esclavitud en Egipto.

Así que, no dejen que el espíritu se duerma, sino trabajando y recibiendo la Palabra de Dios para que esté despierto nuestro espíritu todo el tiempo, trabajando en la Obra de Dios del Día Postrero.

Toda la Obra de Dios del Día Postrero, recuerden, está ligado al Ángel Fuerte que desciende del Cielo, el pueblo de Dios del Día Postrero; y en el medio de los creyentes en Cristo, el Cristianismo, de la Iglesia del Señor Jesucristo, va a aparecer una Gran Carpa-Catedral; y Dios va a hacer grandes cosas, la gloria de Dios va a ser vista en el cumplimiento de esa Gran Carpa-Catedral, la cual ya fue vista en visión y tiene que aparecer en algún lugar; y todos queremos estar trabajando en ese proyecto o Programa Divino.

Ha sido para mí un privilegio y bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, en esta plática, en donde hemos visto a DIOS DESPERTANDO EL ESPÍRITU DE SU PUEBLO PARA HACER LA OBRA DE DIOS DEL DÍA POSTRERO, así como fue en tiempos pasados en donde la Iglesia del Señor Jesucristo va a ser grandemente bendecida y también el pueblo hebreo. El pueblo hebreo depende del cumplimiento de la Visión de la Carpa, es el proyecto más grande de Dios (físico); los ministerios de Moisés y Elías, de los dos Olivos, van a estar en el cumplimiento de la Visión de la Carpa.

Así que, hay una bendición grande para el pueblo hebreo y para los creyentes en Cristo en el cumplimiento de la Visión de la Carpa, en donde vamos a ver la gloria de Dios siendo manifestada en el Día Postrero.

Que las bendiciones del Señor, sean sobre cada uno de ustedes y sobre mí también, y ya nos veremos, nos continuaremos viendo estos días. Y a los que están en otras naciones a través del satélite Amazonas y de internet: que Dios les bendiga grandemente a todos también.

Con nosotros nuevamente el doctor Miguel Bermúdez Marín, para terminar nuestra parte en esta ocasión, luego él tiene alguna reunión con los ministros que quedarán aquí mismo para terminar temprano, Miguel. Él quiere estar unos minutos con ustedes, y no sé si yo tenga que estar o no, Miguel; pues estaré aquí con Miguel también.

Así que continúen pasando una tarde feliz o una noche feliz. Aquí oscurece a las 8:00. En muchos países después que cae, que ya no se ve el sol, ya es de noche. Y en muchos países a las 6:00 de la tarde, ya se dice: “Buenas noches.” Pero acá todavía, ¿qué hora es? Son las 7:00 ya. Ah, pues ya debe oscurecer, si no está oscureciendo. Así que continúen pasando una noche feliz, llena de las bendiciones del creador de los Cielos y de la Tierra, y continúen disfrutando tierra santa y Jerusalén, la ciudad del Rey.

Estamos pisando el territorio que vamos a estar pisando cuando tengamos el cuerpo nuevo y glorificado en el Reino del Mesías. Ya lo estamos visitando de antemano y es un privilegio ver la ciudad donde vamos a estar como Reyes, como Sacerdotes, como Jueces, con el Mesías Príncipe en ese Reino Mesiánico. Y eso es conforme a las escrituras, conforme a las promesas divinas.

Bueno, ya tenemos a Miguel por aquí. Bueno, con ustedes el doctor Miguel Bermúdez Marín.

“DIOS DESPERTANDO EL ESPÍRITU DE SU PUEBLO PARA HACER LA OBRA DEL DÍA POSTRERO.”

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