Muy buenas tardes, amables amigos y hermanos presentes, ministros presentes y sus congregaciones y también ministros y sus congregaciones en otras naciones. Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes.
Para esta ocasión tenemos un mensaje muy importante, pero primero quiero decirles que el respaldo que le están dando al proyecto de La Gran Carpa-Catedral es muy importante, y sabemos que es de todo corazón. Hay muchos que desean aportar con el bono navideño que van a recibir en estos días del… parece que del mes próximo algunos, y otros en el mes de diciembre, y han preguntado si pueden aportar con ese bono, una parte o el bono completo; ya es un asunto de la persona, y si lo hace de todo corazón, está bien. Si no lo hace de corazón, no debe aportar nada.
Cuando se hace de todo corazón queda como un tesoro en el Reino de Dios, en el cumplimiento de las palabras de Jesús que dice: “Haceos tesoros en el cielo,” por lo tanto, apreciamos mucho ese buen deseo, y lo que van hacer los que así lo desean.
Para esta ocasión leemos una Escritura en Daniel, capítulo 7, versos 9 en adelante, donde dice:
“Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente.
Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos.
Yo entonces miraba a causa del sonido de las grandes palabras que hablaba el cuerno; miraba hasta que mataron a la bestia, y su cuerpo fue destrozado y entregado para ser quemado en el fuego.
Habían también quitado a las otras bestias su dominio, pero les había sido prolongada la vida hasta cierto tiempo.
Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él.
Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.
Se me turbó el espíritu a mí, Daniel, en medio de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me asombraron.
Me acerqué a uno de los que asistían, y le pregunté la verdad acerca de todo esto. Y me habló, y me hizo conocer la interpretación de las cosas.
Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que se levantarán en la tierra.
Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre.
Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era tan diferente de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro y uñas de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies;
asimismo acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro que le había salido, delante del cual habían caído tres; y este mismo cuerno tenía ojos, y boca que hablaba grandes cosas, y parecía más grande que sus compañeros.
Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía,
hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino.”
Y luego verso 25 en adelante dice:
“Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.
Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio para que sea destruido y arruinado hasta el fin,
y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán.”
“EL MESÍAS REINARÁ SOBRE ISRAEL Y EL MUNDO ENTERO.”
A través de la historia de la raza humana encontramos una lucha por el poder mundial, porque el que tenga el dominio del mundo, pues tendrá el reino de este mundo.
Encontramos en la Escritura que Abraham y su descendencia tienen una promesa muy importante en Romanos, capítulo 4, verso 13 que dice:
“Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe.”
La herencia del mundo entero es dada a Abraham a y su simiente, y la simiente de Abraham que heredará es el Mesías Príncipe.
Ahora encontramos que la lucha por el poder mundial la han tenido descendientes de Abraham, tenemos desde el tiempo de Jacob y Esaú, aun estando en el vientre de su madre Rebeca, estaban luchando allá por tener la primogenitura, y cuando nacieron, Esaú nació primero, era el primogénito según la carne, pero vino Jacob agarrado por la Bendición de la Primogenitura, buscándola, y aun cuando nació continuó luchando por esa bendición.
Y un día en que regresa Esaú del campo cansado y con hambre, Jacob hizo el negocio más grande que una persona ha hecho sobre la tierra, exceptuando el que hizo Cristo en la Cruz del Calvario.
Jacob es el símbolo del comerciante en su plenitud, compró algo que parecía no tener importancia, no era tangible, y lo cambió, lo cambió por algo tangible: por un plato de lentejas.
Cuando las personas tienen hambre, por irse a comer algunas veces hacen cualquier negocio, y un momento difícil, porque puede perder mucho de lo cual después se va arrepentir.
La Bendición de la Primogenitura como bendición es lo más grande, tiene una doble porción de herencia, y ahí está incluida la herencia de ser la cabeza de la familia, de su tribu. El que tenía la Bendición de la Primogenitura heredó a Abraham, heredó la posición de Abraham, el cual fue Isaac, y por eso el heredero de la primogenitura viene a ser el sacerdote de todo el pueblo descendiente de su antecesor, y viene a ser la cabeza también de la descendencia que él tenga.
En esa Bendición de la Primogenitura por cuanto tiene una doble porción, tiene bendición del Cielo y bendición de la Tierra también. En la bendición de la tierra está incluido el Reino, la realeza, lo máximo, así como en la familia la persona recibía doble a lo que recibían sus demás hermanos, y casi siempre después le compraba la parte a sus hermanos, y sus hermanos muchas veces venían a trabajar con él como obreros.
En la Bendición de la Primogenitura está toda promesa grande de parte de Dios, en esta Bendición de la Primogenitura proféticamente está la herencia del planeta Tierra para Abraham y su descendencia, el cual es el Mesías, el Cristo, el ungido.
Y ahora, Esaú perdió la bendición, después la buscó con lágrimas y no la pudo recuperar, él no sabía todo lo que había en esa bendición, él creyó que era solamente heredar a su padre Isaac, heredar la posición de Isaac, continuarla en él, ser el sucesor de Isaac y también tener una doble porción del terreno y animales que tenia Isaac, pero él no sabía que esa Bendición de la Primogenitura tenía una parte para el presente que ellos vivían, y una parte para el futuro cercano y futuro lejano.
Recuerden que en el futuro cercano se refleja el futuro lejano, eso si uno no lo entiende, no podrá comprender lo que será el futuro; por ejemplo en un joven, hombre o mujer, se refleja lo que va a ser en el futuro, ¿y cómo se refleja? Si va a ser un abogado o un médico, pues se está reflejando en sus estudios, usted lo ve estudiando medicina, usted dice: “Ese en el futuro va a ser un médico,” si lo ve estudiando derecho, usted dice: “Ese en el futuro va a ser un abogado, porque en el presente está estudiando lo que tiene que estudiar, y para él, él es abogado, lo que le falta son los estudios y el título.” Pero tiene que tomar el camino correcto, pero si desiste perdió esa herencia tan hermosa que comenzó, porque viene él con el equipo.
Por eso hay que seguir adelante siempre, y cuando la persona se desanima, no se le acerque a un desanimado, acérquese a uno que tenga mucho ánimo, que cuando hable con usted se le carguen las baterías, las pilas a usted. O sea, que le dé de esa energía positiva que lo levante y lo anime a seguir estudiando.
Recuerden, siempre toda persona tiene que tener una meta en la vida, porque si no tiene metas, va como un barco sin timón, que no sabe para dónde va, que no sabe cuál será su futuro, no tiene metas. Por lo tanto, en lo que aparezca, él va a estar ahí, y luego se afecta eso donde está, y brinca para otra cosa, está brincando en la vida, no llega a ningún sitio porque no tenía una meta, como el barco sin timón no llega a un puerto.
Hay que llegar al puerto seguro teniendo la meta del puerto al que ha de llegar y teniendo la guía, el plano, como los aviones, la ruta que tienen que tomar. La persona no puede llegar a ser médico estudiando para administración de empresas o estudiando contabilidad, es estudiando medicina.
Así es en lo espiritual también, en el campo espiritual hay grandes bendiciones, las cosas físicas vienen primero por el campo espiritual, porque lo que se ve, fue hecho de lo que no se veía, por eso algunas personas pueden preguntarse: “Bueno, ¿y de dónde salió todo ese Universo que podemos ver? Antes de aparecer ¿de dónde salió?” ¿ven? Salió de donde no se veía, de otro mundo, de otra dimensión, porque primero existen en otra dimensión y después vienen a esta dimensión.
Como Adán y Eva, ¿de dónde aparecieron? De otra dimensión, de la sexta dimensión, y luego aparecieron en la Tierra en cuerpos físicos del polvo de la tierra, cada uno de ustedes y yo también vino de otra dimensión, de otro mundo.
Las personas cuando escuchan hablar de extraterrestres se asustan y no saben que son extraterrestres también, pero somos terrestres en cuanto al cuerpo de carne, pero nuestro espíritu es de otra dimensión, por eso cuando la persona muere va a otra dimensión y sigue viviendo, pero en otra dimensión.
Es importante saber estas cosas para comprender que la vida no termina cuando la persona… cuando muere el cuerpo físico de la persona, lo que ha ocurrido es un cambio de lugar: para estar en la Tierra, pues tiene que tener el cuerpo de carne, pierde el cuerpo de carne y entonces pasa a vivir a otra dimensión, a la dimensión a la cual pertenece el cuerpo espiritual, el espíritu de la persona. Recuerden que un espíritu es un cuerpo parecido a nuestro cuerpo, pero de otra dimensión, tan sencillo como eso.
Y ahora, estamos con un propósito en la Tierra, y pertenecemos a un Reino: al Reino de Dios, al ser creyentes en Cristo, hemos sido trasladados del reino de las tinieblas al Reino de Dios, y hay una lucha entre el reino de las tinieblas y el Reino de Dios.
También así encontramos que en este planeta Tierra hay una lucha por heredar el Reino del mundo entero, y encontramos esa lucha bien marcada en la descendencia de Abraham, la descendencia de Abraham por Ismael, de la cual vino Mahoma y por consiguiente encontramos al mundo musulmán luchando por el gobierno mundial.
También encontramos por la descendencia de Abraham a través de Isaac al pueblo hebreo, y también encontramos al Cristianismo que viene también por la línea de Isaac, y sigue hacia adelante pasando a la tribu de Judá, y a través de Isaí vino David, y por consiguiente por la línea de David el pueblo hebreo espera algún día recibir el Reino de Dios que no será un reino local, sino que será un Reino mundial.
Y por eso encontramos en Daniel, capítulo 7, verso 27, este verso 27 que leímos al principio, que dice (26 y 27):
“Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio para que sea destruido y arruinado hasta el fin.”
Esa bestia que será destruida, está representada en el capítulo 2 de Daniel, versos 30 al 45 en los pies de hierro y de barro cocido, en esa estatura que vio el rey Nabucodonosor y luego Dios se la mostró a Daniel y le dio la interpretación, esa estatua con la cabeza de oro representa el reino de Babilonia con Nabucodonosor. Los pechos y los brazos de plata representa el imperio medo-persa. El vientre y los muslos de bronce representa el imperio griego. Las piernas de hierro y los pies de hierro y de barro cocido… las piernas de hierro representa el imperio romano de los césares, y luego los pies de hierro y de barro cocido, representa a quienes obtuvieron el poder romano luego del imperio de los césares. Y por consiguiente esa es la última etapa del reino de los gentiles.
Luego de eso la promesa es que viene la piedra no cortada de manos que es la Venida del Señor para este tiempo final, ahí los pies de hierro y de barro cocido en la estatua que representa el reino de los gentiles, recibe la herida en el tiempo de las piernas de hierro del imperio romano; el imperio romano hirió la piedra no cortada de manos, la Venida del Señor, cuando fue crucificado por el imperio romano.
Pero ahora para el Día Postrero la segunda venida, segunda venida para el Cristianismo, para el Judaísmo pues será la primera, porque en aquella ocasión no recibieron a Jesucristo como el Mesías.
Y ahora, es para este tiempo final que el Reino del mundo entero lo heredará el Mesías, la capital será Jerusalén, todo el territorio de Israel será el distrito federal, y todas las naciones y el mundo entero será el Reino completo del Mesías, lo cual va a ser una bendición no solamente para el pueblo hebreo sino para todo el Medio Oriente y para toda la humanidad, es el Reino donde está la promesa de la paz para el Medio Oriente y para toda la humanidad, la paz permanente.
Por lo tanto la paz permanente hay que trabajarla de acuerdo al diseño bíblico dado por Dios, pero la paz temporera se trabaja en otra forma, pero es un por un tiempo, y es buena también, porque se puede trabajar por la paz permanente dentro de un tiempo de paz temporera, y se trabaja más fácil.
Ahora, tres líneas, tres familias están luchando por el gobierno mundial, porque el Cristianismo también, por eso han venido en el pasado grandes guerras, grandes batallas, pero pueden ponerse de acuerdo los tres, y hablarse: “No tenemos que destruirnos el uno al otro, hay bastante territorio y bastante gente;” si se ponen de acuerdo pueden llegar mejor, a un mejor consenso.
Recuerden que la paz está ligada a la parte espiritual, por consiguiente se requieren los líderes religiosos y los líderes políticos también. Aun encontramos en la Biblia que el Mesías Príncipe es Rey y Sacerdote también y Juez también, o sea, que como Sacerdote ahí tiene una parte religiosa, y como Rey tiene la parte política, y como Juez, como Juez tiene la parte judicial, porque la parte judicial tiene que existir en todo reino para mantener un orden. Y la parte espiritual, religiosa, tiene que permanecer también en medio de un reino, y la parte política también para la administración del reino.
Por lo tanto, el Mesías será representante del poder judicial, del poder político y del poder religioso, a Él se van a unir muchos líderes de estas diferentes esferas de la sociedad, y se van a unir muchas naciones.
Recuerden que la Escritura dice que Él es el deseado de todas las naciones, por consiguiente si la humanidad lo que quiere es la paz, las naciones, los gobernantes, lo que quieren es que sus pueblos tengan la paz, entonces tienen que tener un buen diálogo para que se canalicen todos estos deseos del pueblo.
Y también es el deseo de los políticos y de los religiosos: que haya paz, y del poder judicial también. Por cuanto no hay paz están llenos los escritorios de los jueces y de los abogados de casos llenos de problemas, y bien atrasados los casos que están, algunas veces necesitan años para poder ver un caso un juez, un magistrado.
Ahora, ¿qué pasaría si se resuelve todo? Pues los escritorios de los jueces estarían llenos de tarjetas de felicitaciones, la corte estaría feliz, cárceles vacías y abogados contentos. ¿Por qué? No es que se les acabaría el trabajo, es que entonces el trabajo estaría en una esfera superior atendiendo cosas positivas en favor de la humanidad, o sea, estarían trabajando para los proyectos que van a favorecer a todas las naciones.
O sea, que pasarían a una forma más elevada de trabajo y por consiguiente estarían más felices, y sus hogares más contentos, ya no los estarían llamando a cualquier hora, atenderían mejor su familia y ya no tendrían mal humor por casos que le darían mucho problema, porque el trabajo sería en una forma positiva en favor del pueblo. Pero eso lo vamos a ver pronto. Recuerden que Isaías, capítulo 11, versos 1 en adelante habla de eso.
Ahora vean, hablando de Jerusalén, del territorio de Israel, dice:
“Y que el reino, y el dominio y la majestad (verso 27) de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán.” (Daniel, capítulo 7, verso 27).
En Isaías, capítulo 60, verso 12 dice:
“Porque la nación o el reino que no te sirviere perecerá, y del todo será asolado.”
Así que no habrá rebeliones de ninguna nación en contra del Reino del Mesías ni en contra de la Ciudad donde estará el Trono, que será Jerusalén; por lo tanto, habrá un orden que dará lugar a que todo esto sea posible, y una cosa bien importante, que Apocalipsis, capítulo 20, verso 1 en adelante dice que un Ángel con una cadena ató al diablo y lo colocó en el abismo, y entonces no engañará más a las naciones, se acabaron los problemas, porque solamente hay uno solo problemático, y es el diablo. Si es atado, pues ya no puede hacer nada.
Ahora podemos ver que viene un tiempo en el Reinado del Mesías sobre Israel y sobre el mundo entero, de eso es que hablaba Jesús cuando dijo que orando pidamos la venida del Reino: “Venga Tu Reino, hágase Tu voluntad como en el cielo también en la tierra.” (San Mateo, capítulo 6, verso 10).
Ahora podemos ver que hay una promesa de la venida del Reino de Dios, lo cual será la restauración del Reino de David porque el Reino de Dios en la Tierra es el Reino de David, y el Trono de Dios en la Tierra es el Trono de David. Por eso antes de Cristo Jesús subir al Cielo le preguntan en el libro de los Hechos, capítulo 1, verso 1 al 9: “¿Restaurarás Tú el Reino a Israel en este tiempo?” Porque ellos esperaban la restauración del Reino de David que es la restauración del Reino de Dios en la Tierra, y eso es lo que está prometido, eso será el Reino del Mesías. Por esa restauración es que Cristo pide que el pueblo ore al Padre, y ya esa restauración del Reino está muy cerca, en donde el Mesías reinará sobre Israel y sobre el mundo entero.
Ese lapso de tiempo de mil años es la era mesiánica, porque el Mesías Príncipe estará gobernando sobre toda la humanidad y será de bendición para Israel, todo el Medio Oriente y todas las naciones; para la descendencia de Abraham será de una bendición muy grande, y para todos los seres humanos que han de vivir en ese Reino.
Por eso podemos decir también nosotros orando al Padre: “Padre, venga Tu Reino y hágase Tu voluntad como en el cielo, aquí en la tierra.” El Mesías reinando sobre Israel y el mundo entero. En ese Reino yo voy a estar, ¿y quién más? Cada uno de ustedes también.
Si hay alguno que todavía no ha recibido a Cristo como Salvador, lo puede hacer en estos momentos y estaremos orando por usted para que así tenga la esperanza de estar en el Reino del Mesías disfrutando de esas bendiciones que el Mesías estará otorgándole a todos los habitantes de Su Reino, para lo cual pueden pasar acá al frente y estaremos orando por usted.
Los que están en otras naciones también pueden venir a los Pies de Cristo los que todavía no lo han hecho, para que queden incluidos en la oración que estaremos haciendo, por todos los que estarán recibiendo a como único y suficiente Salvador.
Lo más importante es la vida, y si esta vida terrenal es tan importante, cuánto más la Vida eterna. Si vivir en esta Tierra es tan importante y es tan buena aún con todos los problemas que hay, cómo será vivir en el Reino del Mesías cuando sea establecido en la Tierra. Todos queremos estar en ese Reino, esa es la meta: estar en ese Reino del Mesías para lo cual recibimos a Cristo como nuestro único y suficiente Salvador.
Los niños de diez años en adelante también pueden venir a los Pies de Cristo para que queden incluidos en la oración que estaremos haciendo. Dios tiene mucho pueblo en esta ciudad, en todas las ciudades de la República del Brasil, en todas las comunidades y también en toda la América Latina y en todas las naciones, y los está llamando en este tiempo final. “Si oyes hoy Su Voz, no endurezcas tu corazón,” tú eres una oveja del Señor, por eso estás escuchando la predicación del Evangelio de Cristo.
“Mis ovejas oyen mi Voz y me siguen, y yo las conozco, y yo les doy Vida eterna,” dice Cristo, “y nadie las arrebatará de mi mano, mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre,” dice Jesucristo en San Juan, capítulo 10, versos 27 en adelante; y también en el capítulo 8, verso 47 de San Juan, dice: “El que es de Dios, la Voz de Dios oye.” escucha el Evangelio de Cristo que es la Voz de Dios, la Palabra de Dios para todos los seres humanos.
Mientras estamos en este planeta Tierra tenemos que confirmar nuestro lugar en el Reino de Cristo, recibiéndolo como nuestro único y suficiente Salvador. Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo en esta ocasión. Si falta alguno por venir, puede venir, y los que están en otras naciones pueden continuar viniendo también.
Vamos a pedirle a los que están en las cámaras y computadoras que nos indiquen cuando en las demás naciones ya estén listos. ¿Ya están todos listos? Vamos a tener nuestras manos en alto, y nuestros ojos cerrados y los que han venido a los Pies de Cristo en esta ocasión, repitan conmigo esta oración:
Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelio y nació Tu fe en mi corazón, creo en Ti con toda mi alma, creo en Tu primera Venida y creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados; creo en Tu Nombre como el único Nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podemos ser salvos.
Reconozco que soy pecador y necesito un Salvador, doy testimonio público de mi fe en Ti y te recibo como mi único y suficiente Salvador. Te ruego perdones mis pecados y con Tu Sangre me limpies de todo pecado y me bautices con Espíritu Santo y Fuego luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre, y produzcas en mí el nuevo nacimiento.
Quiero nacer en Tu Reino, quiero vivir eternamente, sálvame Señor, ya Tú hiciste la Obra de Redención y deseo que se haga una realidad en mi vida, sálvame Señor, te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén.
Con nuestras manos levantadas en alto a Cristo, todos decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén.
Ahora, me preguntarán: “¿Cuándo me pueden bautizar? Porque Cristo dijo:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado.”
“Quiero ser bautizado en el Nombre del Señor lo más pronto posible,” me dirán ustedes. Tenemos que entender que el bautismo en agua es tipológico, simbólico. Cuando la persona recibe a Cristo como Salvador, muere al mundo. Y cuando el ministro lo sumerge en las aguas bautismales, tipológicamente está siendo sepultado. Y cuando lo levanta de las aguas bautismales, está resucitando a una nueva vida: a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno. Por eso el bautismo en agua en el Nombre del Señor, es a la semejanza de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo, aunque es tipológico, simbólico, es un mandamiento del Señor.
El mismo Cristo cuando Juan estaba predicando en Judea y bautizando en el Jordán, Jesucristo fue desde Nazaret, desde el territorio de Galilea fue hasta Judea, llegó donde Juan estaba predicando y bautizando en el Jordán y entró a las aguas del Jordán; Juan estaba bautizando a las personas que lo escuchaban y creían su mensaje, y Juan decía: “Yo les bautizo con bautismo de arrepentimiento, pero el que viene después de mí, les bautizará con Espíritu Santo y Fuego.”
Pero ahora cuando ve que Jesús llega para ser bautizado por Juan, Juan le dice, Juan el Bautista le dice: “Yo tengo necesidad de ser bautizado por Ti, ¿y Tú vienes a mi para que yo te bautice?” Y no lo quería bautizar, y Jesús le dice: “Nos conviene cumplir toda justicia,” y entonces lo bautizó.
Si Jesucristo para cumplir toda justicia dijo que era necesario, que era conveniente ser bautizado por Juan para cumplir toda justicia, cuánto más nosotros; tenemos la orden de Cristo, la orden también de los apóstoles. Pedro predicó el Día de Pentecostés en el capítulo 2 del libro de los Hechos, y fueron compungidos de corazón las personas y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles:
“Varones hermanos, ¿qué haremos?
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
Y con otras muchas palabras les testificaban, y los que creyeron fueron bautizados aquel día, y fueron añadidos a la Iglesia como tres mil personas, como tres mil personas escucharon y creyeron y fueron bautizadas.
Y así se llevaba a cabo en cada actividad: los que creían eran bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo, así comenzó la Iglesia del Señor Jesucristo, y todavía así se lleva a cabo. Por lo tanto, bien pueden ser bautizados, y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento, y nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el glorioso Reino del Mesías. Y allí nos conoceremos, aunque estaremos en cuerpos jóvenes y glorificados, nos vamos a conocer y vamos a decir: “Estoy aquí en el Reino del Mesías porque hice mi decisión más grande de mi vida.”
¿Y cuál fue esa decisión? Recibir a Cristo como Salvador, recibimos a Cristo como Salvador para que Él nos dé Vida eterna, eso es lo que Cristo dice: “Mis ovejas oyen mi Voz y me siguen, y yo las conozco y yo les doy Vida eterna.”
No hay otra persona que nos pueda dar Vida eterna, solamente hay uno, y Su Nombre es Señor Jesucristo, y todo esto es bajo un nuevo Pacto, el nuevo Pacto que Dios prometió en Jeremías 31, versos 31 al 36.
Bien pueden ser bautizados lo que están presentes y recibieron a Cristo como Salvador, y los que están en otras naciones y han recibido a Cristo como Salvador en estos momentos.
Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto sean sobre todos ustedes y sobre mí también.
Y ahora dejo al ministro correspondiente, Josué Cunha para que les indique cómo hacer para ser bautizados en agua en el Nombre del Señor.
Reverendo Josué Cunha con ustedes, y en cada país el ministro correspondiente para que haga en la misma con todos los que han recibido a Cristo como Salvador en las demás naciones.
Dios les bendiga y les guarde, y continúen pasando una tarde feliz, llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.
“EL MESÍAS REINARÁ SOBRE ISRAEL Y EL MUNDO ENTERO.”