La misericordia de Dios expresada una vez más

Muy buenas tardes, a todos los presentes, a todos los ministros, a todas las congregaciones presentes también en diferentes lugares.

Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes.

Un saludo muy especial para el doctor Salomón Cunha y la doctora Kélita Machado de Cunha, allá en Jerusalén. También un saludo para mi amigo Julio Cruz López, que está aquí con nosotros en esta ocasión.

Para esta ocasión vamos a leer una escritura en San Juan, capítulo 3, versos 16 en adelante, donde dice:

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquél que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Nuestro tema para esta ocasión es: “LA MISERICORDIA DE DIOS EXPRESADA UNA VEZ MÁS.”

A través de la historia bíblica, tanto en lo que el Cristianismo llama el Antiguo Testamento como también en el Nuevo Testamento, encontramos la misericordia de Dios expresada en diferentes dispensaciones y diferentes edades correspondientes a cada dispensación pasada.

Sin la misericordia de Dios ya el ser humano no existiría. Gracias a la misericordia de Dios el ser humano todavía vive, existe, en este planeta Tierra.

Podemos ver que Dios de dispensación en dispensación y de edad en edad ha tenido un Programa, el cual Él ha llevado a cabo, para lo cual siempre encontramos que ha tenido un hombre, un mensajero para cada dispensación y para cada edad, a través del cual Dios ha llevado a cabo Su Obra hablándole a ese hombre y ese hombre hablándole al pueblo lo que Dios le ha revelado; y el mensajero y el pueblo han trabajado unidos en la Obra de Dios, el Programa de Dios para ese tiempo, y se ha hecho una realidad lo que Dios había prometido para ese tiempo correspondiente, así ha sido de dispensación en dispensación y de edad en edad.

¿Por qué siempre hay intervención divina y también la intervención humana? Porque el socio de Dios es el ser humano; Dios no obra sino por medio del ser humano; por lo tanto tiene un instrumento siempre al cual Él usará para llevar a cabo Su Programa.

Eso lo encontramos en el tiempo de Noé, vean, para la misericordia de Dios ser expresada y personas obtener esa misericordia divina y no ser destruido con el diluvio, sino vivir, encontramos que Dios tuvo un hombre llamado Noé, al cual le dijo que iba a destruir a los seres humanos por causa de sus pecados y le dijo la forma establecida por Dios para escapar de ese juicio divino, y era construyendo un arca para estar dentro del arca Noé, su familia, y los animales, aves y reptiles, que entrarían al arca, los cuales vendrían a ser los que comenzarían una nueva generación humana y también de animales.

Ese era el plan para la salvación. Tipo y figura (el arca) tipo y figura de Cristo (es el arca de salvación) para todo ser humano. No hay otra forma de salvación ya para la Dispensación de la Gracia, sino a través de Cristo el Redentor.

Encontramos que en el tiempo de Noé los que entraron al arca, se salvaron; los que no entraron, murieron. Siempre que Dios va a llevar a cabo Su Obra, lo dará a conocer a los seres humanos en la misma forma: por medio de un hombre.

Así también encontramos que ocurrió en los días de Moisés: Dios había prometido que libertaría al pueblo hebreo, a la descendencia de Abraham, luego de cuatrocientos años, pues el pueblo hebreo estaría esclavizado en una tierra ajena, la descendencia de Abraham, la simiente de Abraham; y luego Dios lo libertaría con mano fuerte y castigaría a la nación que los tendría como esclavos, la cual fue Egipto. Y Dios castigó a Egipto con juicio, las plagas que vinieron sobre Egipto las cuales Moisés escuchó de parte de Dios hablándoselas a Moisés y Moisés las dio a conocer, y así sucedió.

Encontramos que esa es la forma de Dios avisarle a la humanidad de lo que ha de venir: por medio de un hombre, de un profeta.

Así ha sido en todos los tiempos: “Porque no hará nada el Señor sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos Sus profetas.” (Amós, capítulo 3, verso 7).

Y ahora, encontramos que tan grande ha sido el amor de Dios para el ser humano, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga Vida eterna. De eso nos habló el apóstol Pablo en Romanos, capítulo 5, versos 6 en adelante, cuando dice:

“Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.

Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.

Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.

Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.”

La reconciliación del ser humano con Dios es por medio de Jesucristo. El sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario es el Sacrificio de expiación por nuestros pecados para ser reconciliados con Dios; por eso el sacrificio del día de la expiación, que era el día diez del mes séptimo de cada año, conforme a Levítico, capítulo 23, versos 26 en adelante, el cual encontramos que era para la reconciliación de las personas, es tipo y figura del sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario para la reconciliación del ser humano con Dios.

Podemos ver que Él es nuestra paz también, conforme a Efesios, capítulo 2, versos 11 al 22. Y ahora, el ser humano ya no necesita sacrificios de animalitos, porque todos aquellos sacrificios eran el tipo y figura del sacrificio del Mesías, del sacrificio de Cristo, en la Cruz del Calvario. Ya todos se cumplieron en Cristo muriendo en la Cruz del Calvario.

Y ahora, todos lo que necesitamos es el Sacrificio de Cristo, creerlo de todo corazón, con toda nuestra alma y ser creyentes en Cristo, recibirlo como nuestro Salvador, ser bautizados en agua en Su Nombre y que Él nos bautice con Espíritu santo y Fuego, y produzca en nosotros el nuevo nacimiento; y así nacemos en el Cuerpo Místico de Cristo; nacemos en el Reino de Cristo que está en la esfera espiritual, y así estamos seguros con Vida eterna en el Reino del Señor.

Ahora, de edad en edad la misericordia de Dios, que fue expresada en la Venida del Señor y Su muerte en la Cruz del Calvario, ha sido extendida esa misericordia a través de las diferentes etapas de la Iglesia a todos los que escuchan la predicación del Evangelio de Cristo.

Por eso Cristo dijo: “Id por todo el mundo predicando el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”

Por lo tanto, para todos los seres humanos hay la salvación y Vida eterna o la condenación.

“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Tan sencillo como eso.

Por lo tanto, se continúa predicando el Evangelio de Cristo para que millones de seres humanos escuchen, nazca la fe de Cristo en su alma, crean en Cristo, lo reciban como único y suficiente Salvador, sean bautizados en agua en Su Nombre, y Cristo los bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ellos el nuevo nacimiento y así entren al Reino de Dios con Vida eterna, sean salvos para toda la eternidad. Ese es el Programa Divino llevado a cabo por Cristo en la Cruz del Calvario para Vida eterna de todos los que creerían en Él.

La Venida del Señor dos mil años atrás fue como Cordero de Dios; por eso Juan, cuando lo vio dijo: “He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” Lo encontramos eso en San Juan, capítulo 1, versos 29 al 36.

La segunda Venida de Cristo será como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo. Él va a reclamar todo lo que ha redimido con Su Sangre preciosa, va a reclamar todas las personas que Él ha redimido con Su Sangre, para así darles la inmortalidad física, que será un cuerpo glorificado y eterno: a los que murieron, resucitándolos en cuerpos glorificados, y a los que estarán vivos en el momento de la resurrección de los muertos en Cristo, a los que estén vivos, la transformación de sus cuerpos. Esa es la promesa de parte de Dios para todos los creyentes en Cristo, para todos ser iguales a Jesucristo, ser semejantes físicamente el cuerpo nuevo que Él dará a todos los creyentes en Cristo; es una bendición muy grande que está prometida, es un misterio, pero ese misterio se va a convertir en una realidad al cumplirse, y entonces ya todos los problemas terrenales terminarán.

Mientras estemos en estos cuerpo mortales tendremos diferentes situaciones, problemas en algunas ocasiones, bendiciones también, y así por el estilo; apreciaremos las bendiciones al también tener las experiencias de lo que son los problemas de la vida terrenal.

Y ahora, a través de las diferentes etapas de la Iglesia del Señor hemos visto la misericordia de Dios expresada, manifestada, en cada edad o etapa de la Iglesia del Señor.

No ha ocurrido la resurrección todavía, ni la transformación física nuestra, porque Cristo todavía está en el Trono del Padre haciendo intercesión por todos los que le recibirán en este tiempo final, y por consiguiente Cristo con Su Sangre tiene que estar allá como Sumo Sacerdote haciendo intercesión hasta que entre hasta el último escogido, entre al Cuerpo Místico de Cristo.

Por eso es que la Venida del Señor con los muertos en Cristo resucitados en cuerpos eternos todavía no se ha hecho una realidad; es que no se puede perder ni un escogido, por lo tanto no puede Cristo salir del Trono del Padre hasta que haya redimido hasta el último ser humano escrito en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero.

Siempre que entra al Cuerpo Místico de Cristo recibiendo a Cristo como Salvador una persona, en el Cielo hay gozo, pues Cristo mismo lo dijo que hay gozo en el Cielo cuando un pecador se arrepiente. Hay gozo entre los ángeles, hay gozo en Dios el Padre, hay gozo en Jesucristo, hay gozo en los santos creyentes que ya han partido y están en el Paraíso, porque ellos desde allá pueden mirar hacia acá y ver lo que está sucediendo; y hay gozo también entre los creyentes que están vivos en la Tierra viendo que Cristo todavía está llamando y juntando en Su Reino personas que tienen sus nombres escritos en el Cielo.

Por eso la Iglesia del Señor Jesucristo continúa en este tiempo predicando el Evangelio de Cristo, evangelizando y llevando a cabo la obra misionera, estableciendo así congregaciones para que tengan un lugar dónde reunirse y haya un ministro atendiendo esas ovejas del Señor.

Algún día Cristo completará Su Iglesia, entonces saldrá del Trono del Padre y hará Su Obra de Reclamo, tomará el Título de Propiedad, lo abrirá en el Cielo, lo traerá a la Tierra en Apocalipsis, capítulo 10, lo entregará a un hombre para que se lo coma y profetice sobre muchos pueblos, naciones y lenguas; así como hizo Moisés miles de años atrás allá en Egipto, que profetizó las cosas que sucederían en Egipto, también el que se comerá este Título de Propiedad, el Libro sellado con siete sellos, pero ya abierto, tiene la orden en Apocalipsis, capítulo 10, de profetizar, o sea, de decir las cosas que han de suceder. Capítulo 10, verso 8 al 11, dice:

“La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Vé y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra.

Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel.

Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre.

Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.”

La profecía que estará trayendo este Ángel mensajero, éste que se comerá el Librito que traerá el Ángel del Pacto, Cristo, el Espíritu Santo, en el Día Postrero, es el mismo que tiene la comisión en Apocalipsis, capítulo 14, versos 6 al 7:

“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,

diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquél que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.”

Este Ángel mensajero, recuerden que “ángel,” significa: “mensajero,” y viene con el Evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la Tierra; si viene para predicar es un predicador; y si viene con el Evangelio eterno, viene con el mensaje de la Dispensación del Reino, que es el Evangelio del Reino, y viene diciendo: “Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado.”

Viene aconsejando a la humanidad que adoren a Dios, que le den gloria a Dios, que sirvan a Dios; viene mostrando el camino divino para todos los seres humanos, viene predicando el Evangelio eterno, el Evangelio del Reino, y viene anunciando que la hora del juicio divino ha llegado, o sea, que viene predicando el Evangelio del Reino donde están los juicios divinos que caerán sobre la raza humana, viene dando a conocer las cosas que han de suceder pronto en medio de la raza humana. Es el Ángel mensajero que se come ese Librito que estaba sellado con siete Sellos. Es el mismo que habla Cristo cuando dice en San Mateo, capítulo 24, verso 14:

“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.”

Luego del ministerio de este Mensajero viene el fin. La señal del fin es la aparición de este Mensajero predicando el Evangelio del Reino a todas las naciones, y anunciándoles que busquen a Dios, que sirvan a Dios, y anunciándoles que la hora del juicio divino ha llegado.

Por lo tanto, es importante escuchar lo que Dios le estará revelando a este Mensajero, lo cual él estará dando a conocer a los seres humanos.

Este es el mensajero de la Dispensación del Reino, con el mensaje del Evangelio del Reino, para dar testimonio de todas estas cosas que deben suceder, darlas a conocer a los seres humanos. Como Noé: el último mensajero antes del diluvio fue Noé, él tenía la revelación divina de las cosas que iban a suceder, y las dio a conocer a la humanidad, a las personas que vivieron en aquel tiempo; y luego llegó el mundo antediluviano al fin, vino el juicio divino y se llevó a todos los que no creyeron.

Por eso luego cuando Jesús muere y desciende en Su cuerpo angelical al infierno, allá los encuentra a todos aquellos que no habían creído el mensaje de Noé y les predica, no para salvación, sino dándoles a conocer que Noé estaba correcto, que el mensaje de Noé era correcto y censurando la incredulidad de ellos.

Es importante el tiempo de Noé, y el tiempo de Lot, tiempo de Sodoma y Gomorra; porque el mismo Cristo dijo que como fue en los día de Noé, así será la Venida del Hijo del Hombre, así será el día en que el Hijo del Hombre se manifestará; y como fue en los días de Lot, así será el día en que el Hijo del Hombre se revelará, se manifestará.

Por lo tanto, el día o días de la Venida del Hijo del Hombre para este tiempo final es paralelo al día de Noé y al día de Lot.

Las condiciones de la humanidad serán iguales, y el Hijo del Hombre en el Día Postrero está representado en el que le habló a Noé; y encontramos que estaba en Noé, se manifestó a través de Noé en la predicación. Noé representa al último profeta dispensacional; luego encontramos los días de Lot en donde encontramos a Abraham en la parte alta, allá en la montaña. Y la simiente de Abraham en el Día Postrero estará en la parte alta del Monte de Dios: la Edad de la Piedra Angular, esa es la parte alta del Monte de Dios; y el Monte de Dios espiritual es la Iglesia del Señor Jesucristo.

Allá aparecieron también con Dios los Arcángeles Gabriel y Miguel, los cuales juntamente con Dios comieron con Abraham y luego aparecieron los Arcángeles a Lot allá en Sodoma; o sea, almorzaron con Abraham y cenaron (los Angeles) con Lot. Los Angeles son tipo y figura de los ministerios de Moisés y Elías.

Así que podemos ver lo que estará sucediendo en este tiempo final. Abraham y su familia representan la Iglesia Novia del Señor, estaban en lugar seguro; y Lot y su familia representan las vírgenes insensatas que pasarán por la gran tribulación.

Así como fue en los días de Noé y como fue en los días de Lot, así será la Venida del Hijo del Hombre, así será el día en que el Hijo del Hombre se revelará; estamos en un tiempo como el de Noé y como el de Lot también.

De parte de Dios estarán los Ángeles de Dios con la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo final; los Arcángeles Gabriel y Miguel con Sus ejércitos cuidando la Iglesia del Señor y después con el pueblo hebreo.

Los ministerios de Moisés y Elías estarán primeramente con la Iglesia del Señor y luego con el pueblo hebreo; y así se cumplirá todo lo que ha sido prometido para la Iglesia del Señor y para el pueblo hebreo en la manifestación de la misericordia de Dios una vez más, una vez más.

En la primera edad de la Iglesia entre los gentiles se manifestó la misericordia de Dios, luego se manifestó otra vez en la segunda edad, luego se manifestó otra vez en la tercera, cuarta, quinta, sexta y séptima edad; y se manifestará otra vez, otra vez la misericordia de Dios será manifestada en la Iglesia en la Edad de la Piedra Angular, y luego: el fin. Luego vendrá el juicio de la gran tribulación. Pero los que han recibido la misericordia de Dios por última vez serán transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Por lo tanto, es importante ver y recibir la misericordia de Dios una vez más, por última vez en este tiempo final; así recibiremos la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Oyendo, escuchando la Voz de Cristo, del Ángel del Pacto en el Día Postrero en la manifestación de la misericordia de Dios por última vez, nace la fe de Cristo en nuestra alma, y los que no lo han recibido como Salvador lo reciben, son bautizados en agua en Su Nombre y Cristo los bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y produce en esas personas el nuevo nacimiento; y así va completándose la Iglesia del Señor Jesucristo en el Día Postrero.

Ya miles de personas lo han recibido como Salvador, porque ha nacido la fe de Cristo en su alma y lo han recibido dando testimonio público de su fe en Cristo. ¿Y quiénes son esas personas? Todos ustedes y yo también.

Si hay alguno que todavía no ha recibido a Cristo como Salvador lo puede hacer en estos momentos y estaremos orando por usted, y los que están en otras naciones también lo pueden recibir como su único y suficiente Salvador; para lo cual pueden pasar acá al frente, los que están presentes para recibir a Cristo como Salvador, si no lo han recibido; y los que están en otras naciones también pueden pasar al frente para recibirlo como único y suficiente Salvador para que queden incluidos en la oración que estaremos haciendo por todos los que lo están recibiendo como Salvador en esta tarde.

Dios tiene mucho pueblo, muchos hijos en la República de Chile, y los está llamando, y en el Cielo hay gozo porque ovejas del Señor están viniendo al Señor, el buen Pastor, para que Él les coloque en Su redil, en Su rebaño, en Su Iglesia, Su Cuerpo Místico de Creyentes.

En las demás naciones también Dios tiene mucho pueblo. Allá en Bolivia Dios tiene mucho pueblo, allá en el Ecuador Dios tiene mucho pueblo también, muchos hijos, allá en Uruguay Dios tiene muchos hijos, allá en la Argentina Dios tiene muchos hijos también, muchas ovejas. Allá en Colombia también Dios tiene muchas ovejas y en el Perú también Dios tiene muchas ovejas; y también en el Brasil Dios tiene muchas ovejas. En la república Mexicana también Dios tiene muchas ovejas y las está llamando en este tiempo final.

Los que todavía no han venido, Él los está llamando. También en Guatemala, en El Salvador, en Honduras, en Nicaragua, en Costa Rica, en Panamá y demás naciones, Dios tiene muchos hijos y los está llamando en este tiempo final.

Si oyes hoy Su Voz no endurezcas tu corazón, tú eres una oveja del Señor y Él te está llamando para darte Vida eterna.

Recuerden que la exclusividad de la Vida eterna la tiene Cristo y la otorga a aquellos que lo reciben como único y suficiente Salvador.

Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo nuestro salvador.

Los que está allá en Puerto Rico también, y en diferentes partes del Caribe también pueden estar puestos en pie para la oración que estaremos haciendo por todos los que están recibiendo a Cristo como único y suficiente Salvador.

Estamos en el tiempo de la misericordia de Dios una vez más, por última vez, y luego vendrá el fin.

Si falta alguna persona por venir a los pies de Cristo puede venir; y los niños también, de diez años en adelante, pueden venir a los Pies de Cristo nuestro Salvador.

Con nuestras manos levantadas a Cristo al Cielo, y nuestros ojos cerrados, repitan conmigo esta oración, los que han venido a los Pies de Cristo (repitan conmigo):

Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelio, y nació Tu fe en mi corazón. Creo en Ti con toda mi alma. Creo en Tu primera Venida, y creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados. Creo en Tu Nombre como el único Nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podemos ser salvos.

Doy testimonio público de mi fe en ti reconociendo que soy pecador y necesito un Salvador, y Te recibo como mi único y suficiente Salvador. Te ruego perdones mis pecados, y con Tu Sangre me limpies de todo pecado, y me bautices con Espíritu Santo y Fuego, luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre, y sea producido en mí el nuevo nacimiento.

Quiero nacer en Tu Reino, quiero vivir eternamente. Sálvame, Señor, Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso Señor Jesucristo. Amén.

Con nuestras manos levantadas a Cristo al Cielo, todos decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén.

Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros pecados, y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado, porque ustedes le han recibido como vuestro único y suficiente Salvador. Ustedes me dirán: “Quiero ser bautizado en agua lo más pronto posible, porque Él dijo: El que creyere y fuere bautizado será salvo. ¿Cuándo me pueden bautizar?” Por cuanto ustedes han creído en Cristo, bien pueden ser bautizados. Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento.

El bautismo en agua no quita los pecados, es la Sangre de Cristo la que nos limpia de todo pecado. Pero el bautismo en agua es un mandamiento del señor Jesucristo, el bautismo en agua es a la semejanza de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo.

Cuando la persona recibe a Cristo como Salvador, muere al mundo; y cuando el ministro lo sumerge en las aguas bautismales, tipológicamente está siendo sepultado; y cuando el ministro lo levanta de las aguas bautismales está resucitando a una nueva vida, a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno. Tan sencillo como eso es el simbolismo del bautismo en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.

Luego Cristo les bautizará con Espíritu Santo y Fuego y producirá en ustedes el nuevo nacimiento; por lo cual bien pueden identificarse con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección. Y que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto sean sobre todos ustedes.

Por lo tanto, bien pueden ser bautizados hombres, mujeres y niños que han recibido a Cristo como su único y suficiente Salvador en estos momentos. Y nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el glorioso Reino de Jesucristo nuestro Salvador.

Continúen pasando una tarde feliz, llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.

Dejo con ustedes al reverendo Patricio Lara para que les indique cómo hacer para ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.

Dios les bendiga y les guarde a todos.

“LA MISERICORDIA DE DIOS EXPRESADA UNA VEZ MÁS.”

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