Muy buenas noches, amables amigos y hermanos presentes y los que están a través del satélite Amazonas o de Internet en diferentes naciones; es para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Aprecio y agradezco mucho la invitación que me hicieron para la dedicación de este auditorio, para un templo para el servicio a nuestro amado Señor Jesucristo. Siempre cuando se dedica a Dios un templo, es la dedicación más importante que se lleva a cabo en este planeta Tierra, como lo fue cuando Moisés dedicó a Dios el tabernáculo allá en el desierto, y como cuando Salomón dedicó a Dios el templo que construyó; recuerden que cuando Moisés dedicó el tabernáculo a Dios y cuando Salomón dedicó el templo a Dios, la Presencia de Dios vino y moró en ese lugar, en el lugar santísimo de ese tabernáculo que dedicó Moisés y del templo que dedicó el rey Salomón. Ambos lugares representan la Iglesia del Señor Jesucristo, y la Iglesia del Señor Jesucristo, a través de su historia desde que nació el Día de Pentecostés en adelante, ha estado dedicando a Dios templos en donde se reúnen los creyentes en Cristo para escuchar la Voz de Dios, la Escritura, la Palabra de Dios, el Evangelio de Cristo, adorar a Dios y servir a Dios de todo corazón. Por lo tanto, la dedicación de este lugar: un templo para Dios, es muy importante y agradable a nuestro amado Señor Jesucristo; lugar para reunirse y recibir el alimento espiritual para el alma, la Palabra de Dios, el Evangelio de Cristo, y adorar a Dios con cánticos, orar a Dios también y así por el estilo. Es un lugar muy importante, es el lugar más importante que se puede construir, que se puede dedicar a Dios, y por lo tanto, es el proyecto más importante que seres humanos llevan a cabo en la Tierra, proyecto físico de la construcción y dedicación de un lugar. Así algún día habrá una Gran Carpa Catedral, pues está prometida, y por consiguiente se va a hacer una realidad. Y cada uno de los que estarán trabajando en ese proyecto, que sabrán conforme a las promesas divinas que es un proyecto divino, luego dirán: “Yo tengo una partecita ahí, yo colaboré, yo fui parte de los que trabajaron en pro de ese proyecto, no solamente oré, sino que también colaboré en todas las demás formas.” Por lo tanto, que Dios bendiga a todas las personas que estarán trabajando en el proyecto de una Gran Carpa Catedral, que le fue mostrada al reverendo William Branham. Y que Dios bendiga a todos los que han colaborado en y para este proyecto de este lugar y la dedicación de este lugar; que Dios les bendiga grandemente, y los que aquí se reúnen que Dios los alimente con Su Palabra, el alimento espiritual para el alma, y escuche las oraciones que hagan desde este lugar; y añada muchas almas a la Iglesia del Señor Jesucristo y las reúna Cristo en este lugar para alimentarlas con Su Palabra, y también en los demás lugares que Cristo tiene, que Dios tiene aquí en la República de Argentina. Para esta ocasión, un saludo muy especial para el reverendo Miguel Bermúdez Marín, misionero del Señor, que siempre ha estado llevando el Evangelio de Cristo por todos los lugares y confirmando en la fe a todos los creyentes en los diferentes países. Miguel: que Dios te bendiga donde te encuentres en estos momentos y también a tu esposa Ruth y a todos los que contigo trabajan brazo a brazo en la obra misionera, la obra evangelística, toda la Obra del Señor; y los que trabajan también contigo en el proyecto de la Gran Carpa Catedral. Pronto se va a hacer realidad la Visión, el proyecto de la Gran Carpa Catedral. Ya está en proceso, y se va a convertir plenamente en una realidad. ¿Cuántos vieron el documental del domingo pasado? Así que, vieron que todo está en proceso y ya todo ha estado encaminado y está encaminándose para la realización, la materialización, de ese proyecto de la Gran Carpa Catedral; Dios bendiga a todos los que están brazo a brazo trabajando en ese proyecto, y los prospere espiritualmente y materialmente también. Para esta ocasión leemos un pasaje de la Escritura… le dí saludos al misionero Miguel Bermúdez Marín, reciban también saludos todos los ministros y sus congregaciones en todas las naciones; y allí en Puerto Rico también, al reverendo José Benjamín Pérez y también a todos los hermanos allá en Puerto Rico. Capítulo 54 del libro del profeta Isaías, verso 1 en adelante, dice: “Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová. Ensancha el sitio de tu tienda (o sea, cabaña, carpa), y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas. No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado. Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo.” Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. “ENSANCHA EL SITIO DE TU CABAÑA.” En este pasaje nos está hablando en los términos de una carpa o de carpa, por lo tanto cuando nos habla de las cortinas y nos habla de las estacas, usted piensa en una carpa levantada y ve que tiene cortinas alrededor y ve también que tiene unas estacas de donde son amarradas las cuerdas que sostienen esa carpa para que no se mueva hacia los lados. Y ahora, siendo que allá en el tiempo del profeta Moisés fue levantada una carpa, hubo sogas y estacas que fueron colocadas para sujetarla, tuvo cortinas también, entonces pensando en ese tabernáculo que fue construido y también ellos, el pueblo hebreo que salió de Egipto, vivía también en carpas, como también vivía en carpas Abraham, Isaac y Jacob en el tiempo de ellos, vean, encontramos que estos términos son entendidos por los judíos porque ellos vivieron esa experiencia en su tiempo. Ahora, el tabernáculo que construyó Moisés y el templo que construyó el rey Salomón, siendo para Dios, tenía atrio, lugar santo y lugar santísimo, y vean, fue hecho como en el Cielo porque le fue mostrado al profeta Moisés y después al rey David cómo tenía que construir ese lugar para Dios. Teniendo tres partes: atrio, lugar santo y lugar santísimo, es tipo y figura tanto del ser humano, que tiene atrio, lugar santo y lugar santísimo, o sea que tiene cuerpo, espíritu y alma, esas son las tres partes: el cuerpo es el atrio, el espíritu es el lugar santo y el alma es el lugar santísimo, como también Dios lo encontramos como Padre, Hijo y Espíritu Santo; y Dios construyó, creó al ser humano a Su imagen y semejanza, o sea que lo creó al ser humano alma viviente con espíritu y cuerpo, el alma es el lugar santísimo, el espíritu es el lugar santo y el cuerpo es el atrio. Así también la Iglesia del Señor Jesucristo, siendo un templo para Dios, encontramos que tiene el Atrio, Lugar Santo y Lugar Santísimo; de Adán a Cristo: el Atrio, del tiempo de los apóstoles en adelante hasta la séptima etapa o edad de la Iglesia bajo el ministerio del séptimo ángel mensajero: Lugar Santo, correspondiente pues, por supuesto, a las siete edades de la Iglesia, incluyendo el tiempo allá de los apóstoles también, luego del Día de Pentecostés, desde el Día de Pentecostés en adelante. Y vean, el Arca ha estado siendo colocada dentro de ese Templo, de ese Tabernáculo, que es la Iglesia del Señor Jesucristo, ha entrado desde el Atrio, ha venido siendo pasada del Atrio al Lugar Santo, o sea, a la Dispensación de la Gracia, dispensación del Cristianismo, cargada en hombros de ministros, sobre todo del mensajero de cada edad, así como el arca no podía ser cargada por cualquier persona sino por sacerdotes, descendientes del sumo sacerdote Aarón. Y por consiguiente, ahora el Arca, que es Cristo, la Palabra, ha estado siendo llevada de edad en edad dentro del Templo de Dios, la Iglesia del Señor Jesucristo; pasó del Atrio en el tiempo de Adán hasta Jesús, pasó por el Atrio, luego pasa por el Lugar Santo a través de los apóstoles y siete mensajeros de las siete edades, y luego tiene que entrar al Lugar Santísimo, para lo cual tiene que ser formada esa etapa del Lugar Santísimo que corresponde al tiempo presente: la Edad de la Piedra Angular, la edad de oro de la Iglesia, la edad de adopción, donde van a ser adoptados todos los hijos e hijas de Dios; la adopción del cuerpo, que será la transformación de los que están vivos con la resurrección de los creyentes en Cristo de edades pasadas. Por lo tanto el Espíritu Santo, que es el que ha estado llevando el Arca, la Palabra, en Su Templo de una etapa a otra, la pasa del Lugar Santo al Lugar Santísimo, para eso siempre ha tenido instrumentos a través de los cuales ha llevado a cabo esa obra. Y la Iglesia tiene que ser completada en este tiempo final, tiene que ese Templo espiritual que está formado, siendo formado por piedras vivas creyentes en Cristo, completarse; y al completarse y tener el Arca del Pacto dentro, en el Lugar Santísimo, ahí es dedicada a Dios, es dedicado a Dios ese Templo espiritual, la Iglesia del Señor Jesucristo, y así como entró la Presencia de Dios al tabernáculo que construyó Moisés y al templo que construyó el rey Salomón, entrará en este tiempo final a la Iglesia del Señor Jesucristo; entrará en toda Su plenitud, y ahí tendrá la manifestación más grande que haya tenido en esta Tierra Dios por medio de Su Espíritu en el Día Postrero. Es la Iglesia del Señor Jesucristo la que está esperando el cumplimiento de esa promesa, porque es para ella esa promesa. Fue mencionada por el reverendo William Branham conforme el Ángel le dijo que sería, y él la identifica como la Tercera Etapa, en donde la plenitud de Dios será manifestada y llevará a cabo grandes obras que están prometidas en la Escritura. Vean cómo Dios ha estado ensanchando el sitio de Su Cabaña: de edad en edad ha estado añadiendo a Su Iglesia las personas, piedras vivas, y así es como se va construyendo la Iglesia del Señor Jesucristo con seres humanos. Es como cuando usted ve un edificio que está siendo construido, lo primero que ve es un plano, una maqueta que colocan muchas veces en algún lugar, pero no ve edificios, solamente ve un plano con una foto ahí y una maqueta ahí hecha, mostrando lo que va a ser y lo que se va a construir en ese lugar. Pero luego cuando comienza a ver bloques, comienza a ver varillas, acero, piedras, concreto, arena, y comienza a ver también otros materiales de construcción y maquinarias, todo parece como una confusión; pero no hay ninguna confusión; dicen que van a construir, que ahí va a aparecer ese edificio que está en esa maqueta, y lo que estamos viendo es maquinaria y lo que estamos viendo son camiones de arena, de piedra, y de acero; eso no es ningún edificio, pero esos son los componentes para construirse el edificio. Si usted no ve esas cosas, pues mire, no se va a construir nada; pero si usted está viendo todo eso, pues está viendo todo aquello que se necesita para la construcción de ese lugar. Y luego usted verá los obreros de la construcción trabajando en todo eso, y usted de momento no ve el edificio, pero usted va viendo que va haciéndose un fundamento, y después… y algunas veces está cerrada el área; y luego usted ve que va levantándose algo, ya va viendo algo levantado, algunas varillas, acero, va viendo también algunas cosas de concreto y cosas así, ya va apareciendo algo, es que comenzó la construcción; y va creciendo la construcción a medida que le van añadiendo más partes de la construcción. Cuando ya construyen la primera planta, pues ya vio la primera planta pero no ha visto el edificio completo, vio esa primera etapa de ese edificio; y así va viendo que va creciendo a medida que le van colocando más etapas de la construcción hasta que llega a la altura correspondiente; todo va en forma progresiva. Así es en el Programa Divino: en el Programa Divino la Iglesia del Señor Jesucristo ha estado siendo construida por Cristo de etapa en etapa, y ya estamos en la etapa de corona, la etapa de edad de adopción, la Edad de la Piedra Angular. A través de la historia hemos visto las diferentes etapas que ya han transcurrido, en donde, con piedras vivas como dice Primera de Pedro, capítulo 2, verso 4 al 10, Cristo ha estado construyendo Su Iglesia, colocando piedras vivas, seres humanos, para ese Templo espiritual del Señor Jesucristo. Recuerden que la Iglesia del Señor Jesucristo es un Templo espiritual que va creciendo a medida que va pasando el tiempo y van siendo añadidas las personas correspondientes a cada etapa de la Iglesia del Señor Jesucristo; y cada creyente en Cristo debe saber a qué etapa de la Iglesia pertenece. Si yo les digo: “Usted pertenece a la primera etapa de la Iglesia entre los gentiles, el tiempo de San Pablo,” usted me va a decir: “No,” ni a la segunda, ni a la tercera, ni a la cuarta, ni a la quinta, ni a la sexta, ni a la séptima pertenecemos, pertenecemos a la etapa de la Edad de la Piedra Angular. Es importante saber a qué parte del Cuerpo Místico de Cristo la persona pertenece, porque de acuerdo al lugar al cual la persona pertenezca son las promesas que hay para esa persona y para la Iglesia del Señor Jesucristo, y por lo tanto, usted puede estar esperando lo que Dios prometió para esa etapa de la Iglesia del Señor Jesucristo. Es importante siempre ensanchar el sitio de la cabaña, del lugar de reunión, así como Dios lo hace; Dios, a medida que va añadiendo a Su Iglesia las personas, va ensanchando Su Carpa, Su Templo espiritual, Su Iglesia. Y cada congregación, también en lo físico debe ensanchar el sitio de su tienda, de su cabaña, el lugar, el templo, a medida que necesita más espacio y más facilidades para reunirse los hermanos; mientras más cómodos estén y mientras más cerca estén del lugar, mucho mejor, pues más fácil se les hace llegar al lugar. Y es importante llevar personas, porque no sabemos quiénes son los que van a ser añadidos a la Iglesia, y por consiguiente la única forma para saberlo es llevándolos para que escuchen el Evangelio de Cristo, y el que es de Dios oye la Voz de Dios. Por eso se lleva a cabo la obra misionera, la obra evangelística, para que así escuchen la Palabra y Cristo los llame a Su Iglesia, los llame al Redil, los junte en Su Templo espiritual que es Su Iglesia; Su Iglesia como Cuerpo Místico de creyentes, la cual se va ensanchando, agrandando a medida que van siendo añadidos a la Iglesia. Y el local o templo físico donde se reúnen, si se hace pequeño, pues entonces se ensancha también, y si no se puede ensanchar, se busca otro que sea más grande para la comodidad de las personas. Así que, la Iglesia del Señor Jesucristo como Cuerpo Místico de creyentes es la Iglesia, es por consiguiente un Templo espiritual que ha estado siendo ensanchado, que ha estado siendo formado de etapa en etapa; y que tiene que estar bien firme, bien agarrado de Cristo, que cualquier viento de doctrina equivocada no lo pueda mover; por eso las sogas, como en una carpa, tienen que ser bien amarradas en estacas que estén bien firmes, bien colocadas en el terreno, bien fundamentados en la fe en Cristo tiene que estar cada creyente en Cristo. Y cualquier persona que trate de apartarlo de Cristo, no le preste atención. Cristo dice: “El que se avergonzare de mí, Yo me avergonzaré de él; el que se avergonzare de mí delante de los hombres, Yo me avergonzaré de él delante de mi Padre que está en los Cielos.” Pero el que cree y permanece firme en Cristo, dice: “El que me confesare delante de los hombres, Yo le confesaré delante de mi Padre que está en los Cielos.” (Eso está en San Mateo, capítulo 10, versos 32 al 33). Por lo tanto, es importante que estemos firmes en Cristo. El que se aparta de Cristo se aparta de la Vida eterna, y no queda esperanza para la persona; por lo tanto es importante para todo creyente en Cristo que ha puesto su mano en el arado no mirar atrás, porque el que pone su mano en el arado y mira atrás, no es apto para el Reino. Para que tengan una idea de lo que sucede en los que dejan a Cristo, leamos en el libro de Hebreos (de San Pablo a los hebreos) lo que nos dice por el capítulo 10 de Hebreos, es importante saber estas cosas porque dejar a Cristo es dejar la Vida eterna. Capítulo 10 vamos a ver lo que nos dice, capítulo 10, versos 26 en adelante del libro de los Hebreos, dice: “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?” Ahora, la Sangre de Cristo es la Sangre de Dios, la Sangre que redime al ser humano, lo limpia de todo pecado, y lo presenta limpio ante Dios sin mancha y sin arruga. La Sangre de Cristo no es la sangre de un hombre común, es la Sangre divina, la Sangre de Dios; ninguna sangre de un ser humano nacido a través de una mujer, por la unión de un hombre y de una mujer, podía redimir al ser humano, solamente la Sangre de Dios en el velo de carne llamado Jesús. Por eso, vean lo que nos dice Primera de Juan, capítulo 5, verso 10 en adelante, dice: “El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.” ¿Dónde está la Vida eterna? Pues en Cristo, por eso dijo Cristo: “El que oye mi Palabra, y cree al que me envió, tiene Vida eterna; y no vendrá a condenación, mas pasó de muerte a vida.” “El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.” O sea, el que tiene al Hijo, a Cristo, tiene la Vida eterna; el que no tiene a Jesucristo el Hijo de Dios, no tiene la Vida eterna. “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna (esa es la buena noticia para los creyentes en Cristo: que el creyente en Cristo tiene Vida eterna), y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.” Recuerden que la Escritura dice: “Porque no hay otro Nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos.” (Libro de los Hechos, capítulo 4, verso 12). No hay otro Nombre, ese es el Nombre de Redención; el mismo nombre lo dice, significa “Redentor, Salvador,” porque Dios es nuestro Salvador, nuestro Redentor, por eso se hizo carne y habitó en medio del ser humano para salvar al ser humano; fue Emanuel, Dios con nosotros, en el velo de carne llamado Jesús, fue el Verbo que era con Dios y era Dios hecho carne, como dice San Juan, capítulo 1, verso 14: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” Por lo tanto, sabiendo que cuando apareció Jesús en la Tierra, las personas que estaban viendo a Jesús estaban viendo a Dios hecho carne en medio de la raza humana, recuerden las palabras de Cristo que dijo: “El Padre y Yo, una cosa somos.” Y también Él dijo: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre.” En San Juan, capítulo 14, verso 6, dice: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; y nadie viene al Padre sino por mí.” No hay otra forma de llegar a Dios porque no hay otra forma para el ser humano ser reconciliado con Dios, excepto a través de Cristo y Su Sacrificio en la Cruz del Calvario, que es el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados. Por eso cuando está teniendo Su última cena con Sus discípulos, en la víspera de la pascua allá en Jerusalén, en San Mateo, capítulo 26, versos 26 al 29, tomando el pan, y habiendo partido el pan, habiendo dado gracias partió el pan y dio a Sus discípulos, y dice: “Comed de él todos, porque esto es mi cuerpo.” Tipificó Su cuerpo en el pan, lo representó; y representó Su Sangre en el vino, tomando la copa y habiendo dado gracias al Padre, dio a Sus discípulos y dice a Sus discípulos: “Tomad de ella todos, porque esta es mi Sangre del nuevo Pacto que por muchos es derramada para remisión de los pecados.” No hay otra Sangre que pueda redimir al ser humano de sus pecados; la sangre de los animalitos, que en el Antiguo Testamento allá en Israel efectuaban, era solamente el tipo figura, la sombra de lo que iba a venir más adelante. Por eso es que Cristo está representado, tanto en el cordero pascual, como también en el macho cabrío de la expiación, porque como el Cordero pascual Él es nuestra Pascua, el cual fue sacrificado por nosotros en la Cruz del Calvario para la preservación de la vida nuestra, para que podamos vivir eternamente; así como para la preservación de la vida de los primogénitos hebreos que estaban en los hogares hebreos, fue sacrificado el cordero pascual por cada familia hebrea y la sangre aplicada en el dintel y los postes de los hogares hebreos, para la preservación de la vida de esos primogénitos. Y para la preservación de la vida de los primogénitos escritos en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero, que vendrían a formar la Iglesia del Señor Jesucristo, fue sacrificado Cristo como el Cordero pascual en la Cruz del Calvario, Él es nuestra Pascua, y Su Sangre está aplicada tanto en nuestro corazón como también en la puerta del Templo de Dios, de la Casa de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo; en esa Casa la puerta es Cristo y tiene la Sangre que preserva la vida de todos esos primogénitos. Por es son colocados dentro de esa Casa, la Iglesia del Señor Jesucristo, ese Templo espiritual, ahí es donde están colocados de edad en edad todos los primogénitos escritos en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero; ellos son los que forman la Iglesia del Señor Jesucristo, ellos son los que han nacido de nuevo de edad en edad en el Reino de Cristo, y por consiguiente en la Iglesia del Señor Jesucristo. Hablando el apóstol Pablo acerca de la Iglesia del Señor Jesucristo, vean lo que nos dice en Primera de Timoteo, capítulo 3, verso 14 en adelante dice… Primera de Timoteo, capítulo 3, verso 14 al 16, dice : “Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.” ¿Cuál es la Casa de Dios conforme a estas palabras de Pablo? La Iglesia del Señor Jesucristo. Dice que es “columna y valuarte de la verdad,” porque tiene la verdad, tiene a Cristo que es la Verdad. “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.” Y ahora, Dios fue manifestado en carne en la persona de Jesucristo, en ese velo de carne llamado Jesús nacido de la virgen María y a través de la virgen María. La virgen María es la mujer más bendecida, bienaventurada, porque por medio de creación divina, por medio del Espíritu Santo, obtuvo esa bendición de ser la virgen a través de la cual nacería el Hijo de Dios, el Mesías. Esa era la forma que tenía que esperar Eva, que por medio de la Palabra hablada creadora divina obtuviera, por creación divina, su primer hijo, y demás hijos que Dios tenía para traer; pero ese plan o Programa Divino ella lo rechazó y adoptó otro programa que el enemigo de Dios le dio en el Huerto del Edén, y por eso entonces, por medio de la unión de un hombre y de una mujer es que las personas aparecen en la Tierra. Pero en el programa original de Dios era que aparecieran como apareció Jesús: por medio de creación divina. Por lo cual encontramos que ese Programa Divino original, es el que se llevó a cabo para aparecer Cristo y el que se lleva a cabo para aparecer en la Iglesia del Señor Jesucristo todos los hijos e hijas de Dios: por medio de la Palabra creadora de Dios a través de la predicación del Evangelio de Cristo de edad en edad es que surgen en el Reino de Dios los hijos e hijas de Dios, nacen en el Reino de Dios, obtienen esa primera parte de la redención, en donde reciben el Espíritu de Cristo, el Espíritu de Dios, y por consiguiente obtienen el cuerpo angelical que les corresponde, y luego obtendrán el cuerpo eterno, físico, inmortal, incorruptible y joven para toda la eternidad, con la transformación de sus cuerpos para los que estén vivos creyentes en Cristo, y para los que murieron, con la resurrección en cuerpos eternos y jóvenes para toda la eternidad. Ese es el Programa original de Dios, el cual ha estado siendo restaurado. Por lo tanto, hay grandes bendiciones para todas estas personas que están escritas en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero, las cuales vendrían a formar el Cuerpo Místico de Cristo, la Iglesia del Señor Jesucristo, que está representada, esta Iglesia, en una carpa, en el tabernáculo que construyó Moisés y en el templo que construyó Salomón el hijo de David. Y a esa Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo, pertenecen todos los creyentes en Cristo de edad en edad, cada uno en la parte de ese Templo espiritual que les corresponde: los de las siete edades con los del tiempo allá de los apóstoles, del Día de Pentecostés en adelante, pertenecen al Lugar Santo; y los de este tiempo, pues al Lugar Santísimo, que es el lugar más importante de ese Templo espiritual, en donde hay grandes bendiciones para mí ¿y para quién más? Para cada uno de ustedes también. Dios ha estado ensanchando el sitio de Su Tienda, de Su Cabaña, Su Templo, Su Tabernáculo; por lo tanto, el que está firme manténgase firme, y mire, no deje que lo desvíen de Cristo; Cristo es la única esperanza que hay para el ser humano, y sobre todo, para los creyentes en Cristo, no hay otra esperanza para los seres humanos. Estamos viendo la situación de todos los países, la situación económica, la situación también del medio ambiente, la situación mundial en todos los aspectos es difícil; y no hay esperanza, cada día las cosas se ponen peor en los países. Solamente hay una esperanza para el ser humano y es Cristo, es la segunda Venida de Cristo la única esperanza para el ser humano, y sobre todo para los creyentes en Cristo, porque tienen la promesa de que Cristo los va a transformar si están vivos, y si murieron, pues los va a resucitar en cuerpos glorificados. Esperanza hermosa, maravillosa, de la cual han estado agarrados siempre todos los creyentes en Cristo. Y el que no tiene esa esperanza, pues vive sin esperanza y sin fe en lo que Dios ha prometido para este tiempo final; pero los creyentes en Cristo permanecen firmes en Cristo, y su esperanza permanece viva en su alma, en su mente, en todo su ser. Él lo prometió, Él lo va a cumplir; Él está en el Cielo como Sumo Sacerdote haciendo intercesión por cada creyente en Cristo que lo recibe como Salvador, y Él hace intercesión por la persona con Su propia Sangre en el Templo celestial. En la Tierra no hay un templo físico donde se efectúen sacrificios por el pecado, en Jerusalén estaba el templo y ya fue destruido. Y toda persona que no tenga un Sacrificio por el pecado, cuando Dios lo mira, lo ve con pecado y entonces no está la persona reconciliada con Dios; solamente por medio de Cristo y Su Sacrificio en la Cruz del Calvario obtenemos nuestra reconciliación con Dios. Es importante entender estas cosas para saber cómo pensar, cómo creer y cómo hacer en este tiempo que nos ha tocado vivir, y para saber qué esperar de parte de Dios a través de Cristo, saber qué es lo que Dios tiene para este tiempo en el cual nosotros estamos viviendo. Y sabiendo que Dios está añadiendo a Su Iglesia los que han de ser salvos correspondientes a este tiempo como lo hizo en otros tiempos, Dios está ensanchando el sitio de Su Cabaña, está ensanchando Su Iglesia, Su Templo espiritual, a medida que sigue añadiendo a Su Iglesia los que han de ser salvos. Y en cada lugar, cuando se hace pequeño el lugar donde se reúnen los creyentes en Cristo, pues lo ensanchan, o consiguen otro lugar, si no lo pueden ensanchar consiguen otro lugar, para estar más cómodos, para tener todas las facilidades necesarias, porque el propósito también es tener lo más cómodamente posible a los creyentes en Cristo. “ENSANCHA EL SITIO DE TU CABAÑA.” Vean cómo el Cristianismo ha crecido, comenzó con poquitos allá en el territorio de la tierra de Israel, y vean cómo han sido millones de personas que han creído en Cristo. O sea, que ese sitio de la Casa de Dios, la Cabaña o Templo de Dios o Tabernáculo de Dios se ha ensanchado grandemente, se ha extendido tanto que se ha extendido a muchas naciones; así se ha ensanchado el sitio de la Cabaña, del Templo, del Tabernáculo de Dios. Y la promesa de Dios dice: “…te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones…” Vean cómo se ha extendido a la derecha: Medio Oriente, y a la izquierda también (el Occidente) hasta el Continente Americano, en el cual nosotros vivimos. Se ha extendido el Cristianismo, se ha extendido la Iglesia del Señor Jesucristo, el Templo o Tabernáculo de Dios del nuevo Pacto, del Nuevo Testamento, el Tabernáculo o Templo espiritual aquí en la Tierra, el cual representa el Templo que está en el Cielo; la representación del Templo que está en el Cielo es la Iglesia del Señor Jesucristo aquí en la Tierra. Por eso “lo que ates en la Tierra (esto es en la Iglesia del Señor), será atado en el Cielo (en el Templo celestial).” Y ahí no vamos a explicar mucho, el domingo pasado, me parece que fue, tocamos algo, pero lo vamos a dejar quietecito por el momento, porque ahí hay muchas cosas bastante profundas pero bien sencillas para ser entendidas hasta por lo niños; a lo mejor los niños lo entienden primero que los mayores; recuerden que los niños tienen escuela bíblica, y buenas maestras que les enseñan la Palabra del Señor. Así que, nuestro tema: “ENSANCHA EL SITIO DE TU CABAÑA,” lo hemos visto, corresponde al Cristianismo bajo el nuevo Pacto, y tiene la Sangre del nuevo Pacto, la Sangre de Cristo, la Sangre del Pacto eterno. Es el único lugar que tiene la Sangre del Pacto, no hay sangre de otro pacto en la actualidad, solamente la Sangre del nuevo Pacto, y esa Sangre es la Sangre de Cristo derramada en la Cruz del Calvario; ya no hay sacrificio de animalitos por el pecado; desde que se hizo el Sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario ya todos los demás sacrificios terminaron, cesaron, y Dios no acepta sino la Sangre de Cristo como la Sangre de la Expiación de y por nuestros pecados. Sin ella, ninguna persona puede ser limpia de sus pecados, por lo tanto todos necesitamos a Cristo y Su Sacrificio en la Cruz del Calvario, y Su Sangre, que nos limpia de todo pecado. Recuerden que en el antiguo pacto o Antiguo Testamento nadie se podía acercar a Dios sin un sacrificio de un animalito, por eso eran los sacrificios; y ahora ya no valen los sacrificios porque ya fue hecho un Sacrificio perfecto en la Cruz del Calvario por Jesucristo, ése es el único que Dios acepta como nuestro Sacrificio de Expiación por nuestros pecados. Si hay alguna persona que todavía no ha recibido a Cristo como Salvador, puede hacerlo para que Cristo también lo reciba en Su Reino, lo perdone y con Su Sangre lo limpie de todo pecado y sea bautizado en agua en el Nombre del Señor, y Cristo lo bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en usted el nuevo nacimiento; para lo cual pueden pasar acá al frente y estaremos orando por usted. Vamos a dar unos minutos, y en los demás países también pueden venir a los Pies de Cristo, y los niños también pueden venir a los Pies de Cristo, los niños de diez años en adelante; vamos a dar unos minutos mientras tienen la oportunidad de venir a los Pies de Cristo los que todavía no lo han hecho. Lo más importante para el ser humano es la Vida eterna, no hay otra cosa más importante para el ser humano. Sin Vida eterna el ser humano está sin esperanza; sin Vida eterna el ser humano solamente piensa y cree que vivir en esta Tierra es la única vida que existe; pero así como hay vida temporera, hay Vida eterna, la cual se recibe por medio de Cristo nuestro Salvador. Dios tiene mucho pueblo en la República de Argentina y los está llamando en este tiempo final en el cual nosotros estamos viviendo. Cristo dijo: “Mis ovejas oyen mi Voz y me siguen (y Él dice), y Yo las conozco; y Yo les doy Vida eterna.” Es Cristo el que nos da la Vida eterna, para eso es que se predica el Evangelio de Cristo, para eso fue que Él dijo: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Tan sencillo como eso. Es un asunto de Vida eterna recibir a Cristo como único y suficiente Salvador, y la oportunidad de recibir la Vida eterna es mientras vivimos en estos cuerpos mortales; después que la persona muere, ya no tiene oportunidad de recibir a Cristo como Salvador, ya no tiene oportunidad de recibir Vida eterna; nuestra estadía aquí en la Tierra es para ser rociados con la Sangre de Cristo al recibir a Cristo como único y suficiente Salvador. Todo ser humano está llamado a saber el porqué vive en esta Tierra, y solamente lo puede saber a través del Evangelio de Cristo, no hay otra forma. Vamos a estar en pie para orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo en esta ocasión, para lo cual en los demás países también pueden estar en pie para que queden incluidos en la oración que estaremos haciendo. Las personas que en los demás países han venido a los Pies de Cristo en estos momentos, también pueden estar en pie, los niños de diez años en adelante también, que han estado viniendo a los Pies de Cristo, y en todos los países pueden continuar viniendo todavía a los Pies de Cristo, porque Dios tiene lugar en Su Reino y los está llamando; y tiene mucho pueblo en toda la América Latina, en todo el Caribe, en Norteamérica también, y en otras naciones; este es el tiempo en que Dios está llamando y recogiendo a Sus escogidos, y así está completando Su Iglesia. Con nuestras manos levantadas a Cristo, al Cielo, y nuestros ojos cerrados, los que han venido a los Pies de Cristo en estos momentos repitan conmigo esta oración: Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelio, y nació Tu fe en mi alma, en mi corazón. Creo en Ti con toda mi alma, creo en Tu Nombre como el único Nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podemos ser salvos. Creo en Tu primera Venida, y creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados. Reconozco que soy pecador, y necesito un Salvador. Doy testimonio público de mi fe en Ti, y te recibo como mi único y suficiente Salvador. Te ruego perdones mis pecados, y con Tu Sangre me limpies de todo pecado y me bautices con Espíritu Santo y Fuego, luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre, y sea producido en mí el nuevo nacimiento. Señor, he creído en Tu Sacrificio en la Cruz del Calvario, he creído que Tú me salvaste en la Cruz del Calvario, te pido que se haga realidad en mi vida. Oh Dios eterno, en el Nombre del Señor Jesucristo te lo ruego, para quien sea la gloria y la honra por los siglos de los siglos. Amén, amén. Y ahora, con nuestras manos levantadas a Cristo, al Cielo todos decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén. La Sangre de Cristo nos ha limpiado de todo pecado. Ahora el bautismo en agua es un mandamiento del Señor Jesucristo, el cual dijo: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Son palabras de nuestro amado Señor Jesucristo. El mismo Señor Jesucristo también, cuando Juan el Bautista estaba predicando y bautizando en el Jordán en el territorio de Judea, llegó también Jesús, entró a las aguas del Jordán, y cuando le tocó el turno para ser bautizado, Juan, cuando ve que se acerca Él para ser bautizado, le dice a Jesús: “Yo tengo necesidad de ser bautizado por Ti, ¿y Tú vienes a mí para que yo te bautice?” Jesús le dice: “Nos conviene cumplir todo justicia.” Y entonces lo bautizó, y vio al Espíritu Santo que descendía en forma de paloma sobre Jesús. Si Cristo tuvo necesidad de ser bautizado por Juan para cumplir toda justicia, cuánto más nosotros necesitamos ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo conforme al mandamiento del Señor. Millones de seres humanos han recibido a Cristo y han sido bautizados en agua en Su Nombre, y Cristo los ha bautizado con Espíritu Santo y Fuego y ha producido en esas personas el nuevo nacimiento, y así han sido añadidas a la Iglesia del Señor Jesucristo; han obtenido el nuevo nacimiento, han nacido del agua, han nacido de nuevo del agua y del Espíritu. Por lo tanto, es importante que toda persona que escucha la predicación del Evangelio de Cristo y nace la fe de Cristo en su alma y lo recibe como Salvador, luego sea bautizado en agua en el Nombre del Señor. Ustedes me dirán: “Quiero ser bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo lo más pronto posible.” Recuerden: el agua no quita los pecados sino que es la Sangre de Cristo la que nos limpia de todo pecado; el bautismo en agua es tipológico, es a la semejanza de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Cuando la persona recibe a Cristo como Salvador, muere al mundo; cuando es sumergido en las aguas bautismales, tipológicamente está siendo sepultado; y cuando es levantado de las aguas bautismales, está resucitando a una nueva vida: a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno. Por lo tanto, conociendo el significado del bautismo en agua en el Nombre del Señor, que es tipológico, pueden ser bautizados, y así identificarse con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección, y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento; y nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el Reino glorioso de Cristo nuestro Salvador. Continúen pasando una noche feliz llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador, y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego luego que sean bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo. Dejo con ustedes al reverendo Guillermo Rodríguez, para que les indique cómo hacer para ser bautizados, y en cada país dejo al ministro correspondiente para que haga en la misma forma. Pasen todos muy buenas noches. “ENSANCHA EL SITIO DE TU CABAÑA.”