Elías viene antes del Día grande y terrible de Jehová

Muy buenas tardes, ministros y colaboradores en el Cuerpo Místico de Cristo nuestro Salvador. Es para mí una bendición grande estar nuevamente con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Estamos conscientes de que estamos en el tiempo final; un tiempo paralelo al tiempo de Noé y también al tiempo de Lot, un tiempo difícil; difícil en todos los aspectos de la vida del ser humano.

Y en la parte económica la humanidad está sufriendo en todas sus naciones una crisis económica; pero tenemos que sobrevivir y encontrar la forma de tener bien a nuestra familia, y poder desenvolvernos en lo económico lo mejor posible. Para lo cual es importante usar los mecanismos legales que hay en nuestro país, nuestras naciones. O sea que hay que trabajar.

Siempre desde el Génesis encontramos que Dios estableció que el hombre trabajara. Luego de la caída encontramos que con el sudor de su frente se sostendría[1]; por lo tanto, hay que trabajar (y en los lugares calientes se suda más); pero el esfuerzo tiene su recompensa.

Leemos en Malaquías, capítulo 4, versos 1 al 6, donde dice:

“Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.

Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.

Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel.

He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.

Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”.

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Nuestro tema para esta ocasión es muy sencillo: “ELÍAS VIENE ANTES DEL DÍA GRANDE Y TERRIBLE DEL SEÑOR, DE JEHOVÁ”, y entre paréntesis tenemos: (que nos dará a conocer —entre los misterios divinos— el misterio de La Gran Carpa Catedral). Elías vendrá primero para restaurar a Su pueblo a la Palabra original.

Por cuanto: de todos los profetas que Dios enviaría, encontramos que los últimos ministerios proféticos serán el ministerio del Mesías, los ministerios de Moisés y Elías. Estos son los ministerios correspondientes al tiempo final, que están prometidos para el pueblo de Dios.

Para la Iglesia del Señor Jesucristo ya hemos visto que el ministerio de Elías vino en Norteamérica, así como vino el ministerio de Elías en medio del pueblo hebreo en Juan el Bautista precursando la Primera Venida de Cristo; así vino el ministerio de Elías por cuarta ocasión precursando la Segunda Venida de Cristo.

Es que el ministerio de Elías, siendo el ministerio que el Espíritu Santo ha estado operando desde los días de Elías Tisbita…: En Elías Tisbita: el ministerio de Elías por primera ocasión. En Eliseo: el ministerio de Elías por segunda ocasión en una doble porción. En Juan el Bautista: operado por tercera ocasión para precursar la Primera Venida de Cristo… De esto fue que le habló el Ángel Gabriel al sacerdote Zacarías en San Lucas, capítulo 1, y le dijo que vendría (ese hijo que tendría Zacarías) con el espíritu y virtud de Elías.

Luego por cuarta ocasión lo encontramos viniendo —ese ministerio de Elías operado por el Espíritu Santo— en el reverendo William Branham, para el cristianismo; para restaurar a los creyentes en Cristo (a la Iglesia del Señor Jesucristo) a la fe de los padres (los hijos son los creyentes en Cristo, y la fe de los padres es la fe de los padres apostólicos), a como se creía en el tiempo de los apóstoles, a la doctrina apostólica, que está plasmada en el libro de los Hechos y también en las cartas apostólicas de San Pablo, San Pedro y demás apóstoles que escribieron, y también en el libro del Apocalipsis.

Y está prometido que vendrá el espíritu de Elías, el ministerio de Elías, que vendrá para los judíos, acompañado del ministerio de Moisés. El ministerio de Elías por quinta ocasión vendrá a los judíos en el tiempo final; y el ministerio de Moisés por tercera ocasión, si contamos la manifestación del Espíritu Santo enviando un profeta como Moisés, el cual fue Jesucristo; pero si no contamos esa ocasión, sería por segunda vez viniendo a los judíos para una restauración, un avivamiento de parte de Dios, para ser restaurados al Programa Divino, a la Palabra de Dios, a las Escrituras.

Y así Israel tendrá un avivamiento espiritual grande en el tiempo final, antes que venga la gran tribulación o apretura de Jacob, como está mencionado en la Escritura: “Antes que venga el día de Jehová, grande y terrible, he aquí yo os envío al profeta Elías”. Malaquías, capítulo 4.

Ese será el ministerio de Elías por quinta ocasión, siendo enviado al pueblo hebreo; así como por cuarta ocasión lo envió a la Iglesia del Señor Jesucristo para restaurarla a la fe de los padres apostólicos.

Por eso el reverendo William Branham estuvo hablando acerca de este ministerio de Elías por cuarta y quinta ocasión; es un ministerio para restauración. Así como el ministerio de Elías por primera ocasión restauró a las tribus perdidas al Reino de Dios, pues en aquellos tiempos o en aquel tiempo, se habían inclinado hacia la idolatría y tenían 450 profetas de Baal y 400 de Asera[2], los cuales desviaban al pueblo hebreo; y a la cabeza tenían a Jezabel y a Acab. Pero Dios envió al profeta Elías y le mostró todo lo que tenía él que hacer; y todo lo hizo como Dios se lo mostró (aunque…), al final fue que él dijo que estaba haciendo conforme a como Dios le mostró.

Cualquiera podía ver a Elías haciendo un reto, retando a los sacerdotes de Baal y a los sacerdotes de Asera, y diciéndoles: “Cada uno tome… ustedes tomen un becerro, un buey, lo cortan en pedazos para ofrecerlo a Baal; y yo tomaré uno, lo cortaré en pedazos y lo pondré sobre las piedras, colocaré leña debajo de él; y el Dios que responda por fuego, Ese sea Dios para Israel”.

Aceptaron el reto. Ellos no tenían visión. Y comenzó el reto. Elías les dice: “Como ustedes son los más, hagan ustedes primero”.

Cortaron el buey de ellos y lo colocaron en el lugar para el sacrificio que ellos realizaban a Baal; y comenzaron a pedir que Baal les respondiera por fuego y consumiera el holocausto o sacrificio que ellos habían preparado; y nada ocurría. Y se sajaban el cuerpo, comenzaban a sangrar; y nada ocurría.

Y Elías, dice la Escritura que se burlaba de ellos; les decía: “Clamen más fuerte. Quizás está tomando una siesta, descansando; por lo tanto, clamen para que se despierte”. Pero nada sucedía.

Luego, cuando llegó la hora del sacrificio, la hora de ofrecer a Dios y Dios responder, Elías tomó el lugar correspondiente, y le dice al pueblo: “Si Baal es Dios, sirvan a Baal. El Dios que responda por fuego, Ese sea Dios. Y si Jehová es Dios, entonces sirvan a Dios, sirvan a Jehová”. El reto fue que el que respondiera por fuego, Ese sería Dios, el Dios verdadero.

Cortó – colocó Elías el becerro, el buey, sobre el altar que había – estaba arruinado y ahora lo había restaurado, colocando las doce piedras (que representan las doce tribus de Israel); y mandó a echar agua en la zanja que estaba alrededor del altar. Cuando echaron, luego dice: “Echen de nuevo”. Así echaron de nuevo, y echaron unas tres veces. Y luego Elías clama a Dios, y le pide que responda por fuego recibiendo el sacrificio y consumiendo el sacrificio.

Y descendió fuego del cielo, y el sacrificio fue consumido por el fuego divino; y todo el pueblo clamó: “¡Jehová es Dios!”.

Así fueron restaurados a Dios, a la fe de Dios. Lo cual es tipo y figura de lo que Elías hará en este tiempo final.

Así como lo hizo el cuarto Elías también, restaurando a la Iglesia del Señor Jesucristo a la fe apostólica; así Dios restaurará a Su pueblo Israel a la verdadera fe en el Dios de Israel. Para lo cual enviará a Elías “antes de que venga ese día terrible de Jehová”: la gran tribulación.

Por lo tanto, el Espíritu Santo estará operando el ministerio de Elías por quinta ocasión, y el ministerio de Moisés por segunda ocasión (si omitimos la ocasión en que se manifestó en Jesús) o por tercera ocasión (si tomamos en cuenta esa manifestación del Espíritu Santo en Jesús; un profeta como Moisés, y aun mayor que Moisés).

Estamos en el tiempo para que esas profecías sean cumplidas, tanto para el cristianismo como para los judíos. También tenemos la promesa de la Venida del Señor Jesucristo, en donde el ministerio de Jesús será repetido en medio de los creyentes en Jesucristo.

Vimos también el ministerio de Jesús operado en los diferentes apóstoles y mensajeros de la Iglesia del Señor Jesucristo en sus diferentes etapas. Lo vimos en forma maravillosa en San Pablo, y en San Pedro también, y lo vimos en diferentes mensajeros. Y lo vimos en una forma grande en el reverendo William Branham: Era Cristo obrando por medio de él, el ministerio de Cristo operado por el Espíritu Santo en el reverendo William Branham. Y será visto de nuevo: operado por el Espíritu Santo en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Es la Iglesia del Señor Jesucristo la que tiene la promesa de la Segunda Venida de Cristo. Cristo visitará a Su Iglesia en este tiempo final, para resucitar a los muertos en Cristo que vendrán con Él en Su Venida, cuando Él termine Su Obra de Intercesión en el Cielo y se convierta – salga del Trono de Intercesión y se convierta en el León de la tribu de Judá, en Rey de reyes y Señor de señores, clamando como cuando un león ruge y siete truenos emitiendo sus voces, y reclamando todo lo que Él ha redimido con Su Sangre preciosa allá en la Cruz del Calvario.

Él tomará el Título de Propiedad, el Libro sellado con siete Sellos, que es el Libro de la Vida del Cordero; y lo abrirá y lo traerá a la Tierra a Su Iglesia. Y así, con ese Libro abierto, será conocido todo lo relacionado a Cristo y Su Iglesia.

El Espíritu Santo abrió seis Sellos, o sea que dio a conocer el contenido de seis Sellos, pero del Séptimo Sello no dijo su contenido, no reveló, sino que se mantuvo cerrado; no dio a conocer el Espíritu Santo el misterio del Séptimo Sello; porque eso será abierto a la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo final, para darle a conocer el misterio de ese Séptimo Sello, el misterio de la Segunda Venida de Cristo; y darle la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Y eso será cumplido bajo la Tercera Etapa que dice el reverendo William Branham, en donde le dará la fe para ser transformados y raptados con Cristo.

Y la Tercera Etapa, le dijo el Ángel al reverendo William Branham que será en un cuartito pequeño, en una Gran Carpa Catedral que habrá en medio del cristianismo; pues allí se estaba predicando, en la visión que le fue mostrada al reverendo William Branham, allí se estaba predicando el Evangelio de Cristo; y las personas venían a Cristo arrepentidos, recibiéndole como Salvador[3].

Y también le fue mostrado que en el cuartito pequeño estaba… voló hacia ese cuartito pequeño la Columna de Fuego; y que también allí, también fue luego el Ángel que acompañaba al reverendo William Branham, y también el reverendo William Branham fue hacia ese lugar. Recuerden que estaban en cuerpos espirituales, cuerpo angelical.

Y él vio enfermos; además de los que recibían a Cristo luego vio la parte de la oración por los enfermos, en donde hicieron una fila grande, larga; y enfermos siendo llevados, tanto paralíticos como personas de diferentes – con diferentes problemas de salud, entrando a ese lugar, a ese cuartito pequeño, por la puerta del frente; y saliendo por la puerta del lado, sanados.

El reverendo William Branham estuvo allí viendo todo lo que estaba sucediendo en ese cuartito pequeño, y lo que también estaba sucediendo afuera. Y el Ángel le dice: “¿Recuerdas el Nombre que buscabas cuando estuviste allí, en el cuartito pequeño?”[4].

¿Qué nombre más importante puede estar allí, que el Nombre del Señor Jesucristo? ¿Y qué si fue el Nombre Nuevo? Porque esa es una etapa que él llamó la Tercera Etapa, el Ángel le llamó la Tercera Etapa, en donde la bendición de Dios vendrá en toda su plenitud en esa manifestación plena del Señor Jesucristo en medio de Su Iglesia, en la etapa correspondiente a Su Iglesia en este tiempo final.

No para la primera etapa, que fue allá en Asia Menor con San Pablo; ni en la segunda, tercera, cuarta, quinta o sexta etapa, que fue en Europa con diferentes mensajeros que Él envió; y tampoco fue para la séptima edad de la Iglesia o séptima etapa, que corresponde a Norteamérica; sino para la etapa que vendría o vendrá después de la séptima etapa (que correspondió a Norteamérica). Y como se usó el idioma correspondiente a cada etapa de la Iglesia, también se usará el idioma que corresponde a la etapa luego de la séptima edad.

El reverendo William Branham vio y oyó; y dijo que los Truenos hablaron en un idioma desconocido para él[5]. Será el idioma de la manifestación final de Cristo, que Él usará en medio del pueblo en donde estará cumpliéndose esa etapa, y en donde se verá el cumplimiento de la Visión de la Carpa, una carpa gigante, en donde estará la manifestación de Cristo en medio de Su pueblo, Su Iglesia.

Para el cumplimiento de esa etapa, la Iglesia del Señor Jesucristo estará trabajando brazo a brazo con el Espíritu Santo y Su manifestación final, para que se cumpla esa visión.

Por eso el reverendo William Branham estuvo hablando acerca de la forma en que Dios obra por medio de Cristo en medio de Su Iglesia; y nos dice que así como Dios obró por medio de Cristo, Cristo obra por medio de Su Iglesia. Será Cristo obrando por medio de Su Iglesia en este tiempo final. Y si será Cristo obrando por medio de Su Iglesia en este tiempo final, entonces tenemos que saber que será Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia.

Él ha estado todo el tiempo en medio de Su Iglesia, pues Él dijo: “Yo estaré con vosotros todos los días (¿hasta cuándo?) hasta el fin del mundo”[6]. Y será por medio de Su Iglesia que Él obrará.

Y por consiguiente, a quien veremos actuando será a Su Iglesia: los miembros del Cuerpo Místico de Cristo; como lo hemos visto obrando, Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia, por medio de Sus diferentes mensajeros, a los cuales Dios ha juntado el grupo de cada etapa, de cada edad; y el mensajero con ese grupo ha estado trabajando en la Obra de Cristo. Eso ha sido Cristo obrando en esta Tierra a través de los miembros de Su Cuerpo Místico de creyentes.

Esa es la forma de Dios siempre obrar: Es Cristo por medio de Su Iglesia obrando conforme a lo que Él prometió.

Por lo tanto, no veremos a Cristo literalmente construyendo una Gran Carpa Catedral, sino que veremos a Cristo manifestado en y a través de Su Iglesia, usándolos para la construcción de esa Gran Carpa Catedral, en el territorio que corresponda para este tiempo final.

Pero en ese lugar va a estar el Espíritu Santo, Cristo en Espíritu Santo, obrando: llevando a cabo toda esa labor que fue vista por el reverendo William Branham, la cual el Ángel le mostró y le dijo: “Eso será – Eso es la Tercera Etapa, y no le dirás nada a nadie”. O sea que habló demasiado, mucho, acerca de esa etapa, comparado con lo que le dijo el Ángel.

Porque cuando las primeras dos etapas le fueron mostradas, él las dio a conocer, y surgieron muchos imitadores; y en vez de la vista del pueblo estar fija en el Espíritu Santo obrando a través del reverendo William Branham, la pusieron en otros predicadores, que no los guiaron a todo el Programa Divino, a toda la verdad.

En aquellas ocasiones fueron mostradas esas etapas en un lago, y muchos peces hermosos, y así por el estilo; pero ahora esta etapa, Tercera Etapa, que él no pudo llevar a cabo porque haló la línea antes de tiempo, de una forma recia, y lo que pescó fue un pececito tan pequeño que parecía la carnada que tenía en el anzuelo.

Luego le es colocado en otra dimensión, vean, es pasado a otra dimensión más alta, donde le es mostrado una Gran Carpa Catedral; la cual, en términos simbólicos o espirituales también representa la Iglesia del Señor Jesucristo; y en la parte física, pues la construcción de un edificio gigante, que dice el reverendo William Branham que era una carpa o un edificio (tenía las dos cualidades); en donde se predicaba el Evangelio de Cristo, se hacía llamamiento para que vengan a los Pies de Cristo, y se oraba por los enfermos.

No le fue mostrado los detalles de cómo y dónde fue construida o sería construida esa Gran Carpa Catedral, ni le fueron dados muchos detalles, para que los imitadores no pudieran hacer una imitación perfecta; aunque aun con todo y eso, habría – habrá imitadores.

Lo más grande de esa Visión es que la presencia de la Columna de Fuego estará en ese lugar, Cristo en Espíritu Santo estará en ese lugar llevando a cabo lo que le fue mostrado al reverendo William Branham.

Será bienaventurado el territorio, el pueblo que estará trabajando en ese proyecto divino, en donde la bendición que fue vista allí estará sobre ese pueblo; y de ahí se extenderá para muchas otras naciones y pueblos, y personas, por medio de las comunicaciones: de radio, prensa y televisión; proyectado… Cuando esté en pleno cumplimiento saldrá por la prensa, saldrá por la radio y por la televisión.

Esa será la manifestación más grande de Cristo en medio de Su Iglesia para el Día Postrero, en donde traerá como resultado la fe para ser transformados y raptados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero; porque la fe para transformación y rapto está en el Séptimo Sello, el cual los Truenos dan a conocer; o sea, la Voz de Cristo hablando consecutivamente en medio de Su Iglesia-Novia dará a conocer ese misterio.

Por lo tanto, la Iglesia del Señor Jesucristo tendrá otra Visitación. Tuvo una en el tiempo de los apóstoles, tuvo una en el tiempo de San Pablo, en Asia Menor tuvo una, tuvo cinco en Europa (en donde envió Sus cinco mensajeros), tuvo otra (la séptima) en Norteamérica, donde envió al séptimo mensajero, el reverendo William Branham; y tendrá una en toda Su plenitud en este tiempo final, en el territorio donde se estará cumpliendo la etapa final de la Iglesia, la etapa que nos llevará a la transformación y al rapto. Y estará hablando en el idioma de ese territorio; y de ahí se traducirá a otros idiomas.

Por eso el reverendo William Branham dijo que la Tercera Etapa estaba en un idioma desconocido. La Voz de los Siete Truenos estarán hablando en un idioma que no sería conocido para el reverendo William Branham, o sea que no sería inglés; sería otro idioma. Será el idioma donde se esté cumpliendo la Visión de la Carpa.

Por cuanto la Venida del Hijo del Hombre, del Señor, será con Sus Ángeles, que son los ministerios de Moisés y Elías, ahí vamos a tener a Elías también, y a Moisés, y a Jesús. Será una manifestación gloriosa de Dios por medio de Cristo en el Día Postrero, en el cual nos ha tocado vivir.

Por lo tanto, como ministros del Evangelio de Cristo: estemos firmes y trabajando en la Obra del Señor siempre, “porque nuestro trabajo en el Señor no es en vano”[7]. Cristo recompensará a cada uno según sea su obra. Dice: “He aquí vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”[8].

Esto estará ocurriendo antes que comience la gran tribulación, estará ocurriendo con la Iglesia y en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo; y luego le tocará al pueblo hebreo ver. Y exclamarán: “¡Esto es lo que nosotros estamos esperando!, ¡y este es al que nosotros estamos esperando!”. Pero Él no viene por ellos sino que viene por Su Iglesia. Y después les toca a ellos reconocer lo que Dios habrá hecho en medio de Su Iglesia y lo que estará haciendo con los judíos.

Ellos están esperando a Elías también, a Elías precursando, Elías proclamando la paz imperecedera que traerá el Príncipe de Paz, el Mesías-Príncipe (de Isaías, capítulo 9). Por lo tanto, ellos están atentos a lo que estará pasando en este tiempo final.

Que Dios bendiga a la Iglesia del Señor Jesucristo; y ayude y bendiga a los judíos también; y les abra los ojos en el momento correspondiente, para ver la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles en el Día Postrero, como está prometido; y puedan ver a Elías, que será enviado antes del día terrible del Señor, el día ardiente como un horno.

Recuerden que eso es lo que está profetizado para la humanidad: día ardiente como un horno, la gran tribulación. “Pero a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de Justicia (que es Cristo, pues Él dijo: ‘Yo soy la Luz del mundo’[9])… nacerá el Sol de Justicia, y en Sus Alas traerá salvación”. Y para los judíos también nacerá el Sol de Justicia, conforme a Oseas, capítulo 6, versos 1 al 6. Eso es lo que está esperando Israel.

Por lo tanto, oremos también por Israel. Ahora, en estos días, están viviendo allá en el Medio Oriente una etapa muy pero que muy difícil.

Queremos la paz para todas las naciones, queremos que cesen las muertes por las guerras; y por eso luchamos y trabajamos, para que venga la paz a la familia humana.

Mañana estaremos hablando sobre el tema: “Tiempo de clamar a Dios”.

Recuerden que la Escritura dice: “Clama a mí, y yo te responderé, y te mostraré cosas grandes”[10]. Cosas grandes y maravillosas son las que Dios ha prometido mostrarle a Sus hijos.

“ELÍAS VIENE ANTES DEL DÍA GRANDE Y TERRIBLE DE JEHOVÁ”, o sea, antes de la gran tribulación. Y dice todo lo que va a hacer: hará una labor de restauración. De eso es que nos habla el mismo Jesucristo en San Mateo, capítulo 17, versos 10 en adelante; dice de la siguiente manera:

“Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?

Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas.

Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos”.

O sea que está hablando de un Elías que va a venir para restaurar; y luego dice del Elías que ya vino (Juan el Bautista), el cual fue el precursor de la Primera Venida de Cristo; y encontramos que hicieron con Juan todo lo que quisieron hacer: lo decapitaron[11].

Ahora, para el tiempo final es el tiempo para restauración. Por lo cual dice el libro de los Hechos, capítulo 3, versos 17 en adelante; dice:

“Mas ahora, hermanos, sé que por ignorancia lo habéis hecho, como también vuestros gobernantes (o sea, la crucifixión de Cristo).

Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, que su Cristo había de padecer.

Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,

y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado;

a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo”.

Y ahora, el Cielo retiene a Cristo hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas; tiempo en que estará Elías llevando a cabo la restauración de Su Iglesia, de la Iglesia del Señor, y luego del pueblo hebreo. Para lo cual vimos el ministerio de Elías por cuarta ocasión trabajando en esa restauración; y lo veremos nuevamente para la restauración de todas las cosas para – con el pueblo hebreo también, para una restauración tanto espiritual como física, que está prometida para este tiempo final.

Por lo tanto, estemos apercibidos y atentos escuchando la Palabra del Señor, y con nuestra fe puesta en Cristo firmemente.

Todo lo que Dios ha prometido lo estará cumpliendo. No queremos que se nos pase por encima lo que Dios ha prometido y estará cumpliendo en este tiempo final.

El Hijo del Hombre vendrá con Sus Ángeles, y en el Monte de la Transfiguración aparecieron Moisés y Elías, que son Sus Ángeles, Sus mensajeros correspondientes para el tiempo final. O sea que la Venida del Señor tiene a Jesús, a Moisés y a Elías. Tan sencillo como eso. Pero no vamos a dar detalles, porque no queremos que el enemigo imite las cosas que Dios ha prometido hacer en este tiempo final.

Adelante ministros, compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo; y que Dios por medio del Espíritu Santo, por medio de Cristo en Espíritu Santo, les use grandemente en Su Obra en este tiempo final; y les ayude para tenerles el alimento espiritual a las ovejas del Señor en este tiempo final. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.

“ELÍAS VIENE ANTES DEL DÍA GRANDE Y TERRIBLE DE JEHOVÁ”.

[Revisión mayo 2024]

[1] Génesis 3:17-19

[2] 1 Reyes 18:20-40

[3] Citas, pág. 10, párr. 87

[4] Citas, pág. 40, párr. 321

[5] Los Sellos, pág. 471, párr. 162

[6] San Mateo 28:20

[7] 1 Corintios 15:58

[8] Apocalipsis 22:12

[9] San Juan 8:12

[10] Jeremías 33:3

[11] San Mateo 14:1-12, San Marcos 6.14-29

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