Las siete visiones proféticas del reverendo William Branham antes de la Segunda Venida de Cristo

Muy buenas tardes, ministros reunidos allá en Villahermosa, reverendo Andrés Cruz Gallegos y demás ministros; y también todos los que están reunidos en diferentes naciones, ministros y congregaciones; y también los que están reunidos en esta ocasión aquí en Cali, Colombia, ministros y hermanos colaboradores, y también hermanas colaboradoras que trabajan en la Obra del Señor.

Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también, y nos abra en esta ocasión las Escrituras y el entendimiento para comprenderlas, y nos ayude para ponerlas por práctica en este tiempo final. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.

Para esta ocasión leemos en Malaquías, capítulo 4, que es un pasaje muy importante para este tiempo final. Malaquías, capítulo 4; y Zacarías, capítulo 4, también. Dice así Malaquías, capítulo 4:

“Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.

Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.

Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel.

He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.

Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”.

Y Zacarías, capítulo 4, versos 8 en adelante, dice… 8 al 14 de Zacarías, capítulo 4, dice:

“Vino palabra de Jehová a mí, diciendo:

Las manos de Zorobabel echarán el cimiento de esta casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que Jehová de los ejércitos me envió a vosotros.

Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada en la mano de Zorobabel. Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra.

Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos dos olivos a la derecha del candelabro y a su izquierda?

Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué significan las dos ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro vierten de sí aceite como oro?

Y me respondió diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no.

Y él dijo: Estos son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra”.

Y Apocalipsis, capítulo 11, versos 3 en adelante, dice:

“Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.

Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra.

Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera.

Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran.

Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará.

Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado.

Y los de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean sepultados.

Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra.

Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron.

Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron.

En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo.

El segundo ay pasó; he aquí, el tercer ay viene pronto”.

Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

“LAS SIETE VISIONES PROFÉTICAS DEL REVERENDO WILLIAM BRANHAM ANTES DE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO”.

Como ha sido para todos los tiempos, hay profecías que tienen que ser cumplidas en cada dispensación y en cada edad correspondiente a la dispensación que les toque; y tiene que haber un pueblo para cada dispensación que viva en el planeta Tierra.

Lo que Dios estará haciendo es cumpliendo lo que Él ha prometido, ha profetizado por medio de Sus diferentes mensajeros, Sus diferentes profetas. “Porque la Palabra del Señor es viva y eficaz, y es más penetrante que toda espada de dos filos; y que discierne el alma, los pensamientos del corazón”[1].

Por lo tanto, las cosas que han sucedido a través de las diferentes etapas de la raza humana ha sido el cumplimiento de la Palabra profética dada por Dios a través de Sus diferentes profetas, lo hayan entendido los seres humanos o no lo hayan entendido.

Por ejemplo, tenemos los diferentes imperios correspondientes al reino de los gentiles, los cuales ya han transcurrido, y ahora nos encontramos en la etapa de los pies de hierro y de barro cocido.

Muchos seres humanos no saben lo que ha sucedido conforme a lo que está profetizado. Han visto suceder todo eso de los diferentes imperios del reino de los gentiles, pero no han sabido que eso es profecía que tenía que ser cumplida. Y la que corresponde a nuestro tiempo, los pies de hierro y de barro cocido, también tiene que ser cumplido, porque esa es la última etapa del reino de los gentiles.

Ahora, vamos a ver lo que dice el reverendo William Branham con relación a las visiones que le fueron mostradas por el Señor en 1933, las cuales dio a conocer en el culto de un domingo en la mañana. Dice [Las Edades, pág. 359]:

8. La Edad de Laodicea empezó alrededor del principio del siglo veinte, quizás durante el año 1906. ¿Cuánto tiempo durará? Como un siervo de Dios que he tenido multitudes de visiones, de las cuales no ha habido ni una sola que haya fallado; déjeme predecir (no dije profetizar, sino predecir) que esta edad terminará alrededor de 1977. Por favor perdone esta nota personal. Esta predicción está basada en una serie de siete visiones mayores que me llegaron en un día domingo en junio de 1933. El Señor Jesús me habló y me dijo que Su Venida estaba cerca; pero antes de que Él viniera, siete eventos mayores sucederían. Anotaba estas cosas a medida que las recibía, y esa mañana en el culto di a conocer la revelación del Señor. La primera visión era que Mussolini iba a invadir a Etiopía, y esa nación ‘caería a sus pies’. Esa visión causó mucha repercusión, y muchos se enojaron cuando lo dije, y no lo quisieron creer; pero así sucedió. Él simplemente entró allí y con sus armas modernas se apoderó de la nación. Los etíopes no tuvieron suerte alguna. Pero la visión también mostró que Mussolini tendría un fin horrible, en el cual su propia gente se volvería contra él. Eso sucedió exactamente como fue dicho.

9. La segunda visión predijo que un austriaco con el nombre de Adolfo Hitler se levantaría como dictador de Alemania, y que él conduciría al mundo a una guerra. Mostró la Línea Siegfried (Sigfrido), y además que nuestras tropas tendrían una lucha muy fuerte para vencerla. También mostró que Hitler tendría un fin misterioso.

10. La tercera visión fue en cuanto al dominio de la política, porque me mostró que habría tres grandes ‘ismos’: el fascismo, el nazismo y el comunismo, pero que los dos primeros serían absorbidos por el tercero. La voz me advirtió: ‘Fíjate en la Rusia. Fíjate en el rey del norte’.

11. La cuarta visión mostró los grandes adelantos científicos que se efectuarían después de la Segunda Guerra Mundial. La visión culminó mostrando un carro con techo de plástico en forma de globo, y este carro iba corriendo por carreteras hermosísimas, bajo control remoto, y la gente parecía estar sentada en el carro sin volante, y ellos estaban entreteniéndose con un juego.

12. La quinta visión tuvo que ver con el problema moral de nuestra edad, y principalmente con las mujeres. Dios me mostró que las mujeres comenzaron a salirse de su lugar cuando les fue concedido el voto político. (El privilegio de votar en las elecciones políticas, se lo concedieron a la mujer en los Estados Unidos de América en el año 1919 –Editor). Luego se cortaron el cabello, significando que ya no estaban bajo la autoridad de ningún hombre, e insistiendo en obtener derechos iguales, y en muchos casos hasta se extralimitaron. Ella adoptó las vestiduras del hombre y luego pasó a un estado de desnudez, hasta que lo último que vi fue una mujer completamente desnuda con la excepción de un pequeño delantal en la forma de una hoja de higuera. En esta visión vi la terrible perversión y el estado moral del mundo entero.

13. En la sexta visión se levantó en Norteamérica una mujer muy hermosa, pero a la vez muy cruel. Ella tenía a la gente completamente bajo su poder. Yo creí que esto era el adelanto de la Iglesia Católica Romana, aunque sabía que podía ser la visión de alguna mujer levantándose con gran poder en Norteamérica, elegida por el voto popular femenino.

14. En la séptima y última visión oí una explosión terrible. Cuando di la media vuelta para ver, lo único que vi fueron ruinas, cráteres y humo sobre la tierra de Norteamérica”.

Esas siete visiones han ido, cada una, cumpliéndose en su debido tiempo; y la sexta visión, de una mujer levantándose en Norteamérica, tiene doble cumplimiento: uno es la iglesia católica levantándose en Norteamérica; y la otra interpretación que puede tener es una mujer por el voto político levantándose como presidenta de Norteamérica; por lo tanto, dejemos que siga adelante el Programa de Dios y se cumpla; y en la forma que se cumpla, esa era la forma en que tenía que ser.

Si vemos una mujer levantándose en Norteamérica como presidenta, con las características que fueron dadas, esa es esa parte de la interpretación, además de la otra interpretación; puede tener doble cumplimiento.

Por ejemplo: “De Egipto llamé a mi hijo”[2], eso fue cuando Dios llamó a Israel de la esclavitud en Egipto, y luego cuando llamó a Jesús de Egipto, donde estaba, porque el rey de Israel quería matarlo. Herodes quería matar a Jesús, y por consiguiente Dios le mandó que se fuera a Egipto: a José, con María y el niño; y cuando murió Herodes ya el Ángel le dijo: “Ya murió el que buscaba la muerte del niño, regresa a Israel”. Y regresó, no a Belén, sino que regresó a Nazaret, donde se crio el niño Jesús[3].

No sabemos cuántos años tenía cuando regresó a la tierra de Israel; por lo tanto, si regresó ya, digamos con siete años, había aprendido el idioma de los egipcios, y también sabía el idioma de los hebreos. Pero eso lo dejamos, y si…, el que quiera saber, le pregunta al Señor cuando lo veamos. Él podía conocer todos los idiomas. Recuerden que Él habló en otros idiomas también en algunas ocasiones[4], y no lo entendieron cuando estuvo hablando en otro idioma.

Ahora, recuerden que las Escrituras tienen doble y hasta triple cumplimento. “De Egipto llamé a mi hijo”, para nuestro tiempo es también Cristo llamando del reino de los gentiles, el reino de las tinieblas, a Sus hijos; llamándolos de los sistemas terrenales, y colocándolos en Su Cuerpo Místico de creyentes, que es Su Reino, el cual está en la esfera espiritual.

Ahora, estas siete visiones, dice el reverendo William Branham que le fueron dadas y le fue dicho: “Antes de la Venida del Señor se cumplirán estas visiones”. Por lo tanto, podemos decir: Antes que el Séptimo Sello (que es la Venida del Señor) se cumpla plenamente, estas visiones tienen que ser cumplidas; antes que Cristo venga por Su Iglesia-Novia con los muertos en Cristo resucitados y los vivos los transforme.

Hay cosas que Dios no las revela hasta que llegue el tiempo, para que no surjan imitadores tratando de imitar e interrumpan el Programa Divino.

Recuerden que cuando vino Cristo se habían adelantado Teudas y Judas[5]. De seguro está a donde fue Judas Iscariote, un imitador, o dos imitadores: Teudas y Judas, imitando la Venida del Señor; así que siempre habrá imitadores.

Cuando apareció Moisés hubo también imitadores, tratando de tomar la posición de Moisés y tratando de tomar también la posición de Aarón. Eso es inevitable. Pero lo importante es de qué lado usted está.

Siete visiones que tienen que ser cumplidas.

Ahora, para el tiempo final tenemos la promesa del orden de la Venida del Señor mostrada en el Monte de la Transfiguración, en San Mateo, capítulo 17, versos 1 al 13, la cual le fue prometida en San Mateo, capítulo 16, versos 26 al 28, que “habrá algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que vean al Hijo del Hombre viniendo con poder y gloria en Su Reino”. Y ¿viniendo con quién? Con Sus Ángeles.

Y cuando les fue mostrado en el Monte de la Transfiguración, lo que vieron fue a Jesús glorificado, Jesús con Moisés a un lado y Elías al otro lado.

El reverendo William Branham dice que ese es el orden de la Venida del Señor. Primero verán a Elías y después verán a Moisés[6]. La explicación a eso se las debo, para que cuando estemos en el cumplimiento pleno de la Visión de la Carpa, darla a conocer. Todo eso está ligado a la Venida del Señor.

Por eso, para que guarden información sobre este orden de la Venida del Señor, leemos en el libro de Las Edades, página 30, del reverendo William Branham. Penúltimo párrafo, dice:

109. Ahora, ¿cuándo volverá el Evangelio a los judíos? Cuando se haya terminado la dispensación de los gentiles. El Evangelio está listo para volver a los judíos. Oh, si tan solo les pudiera decir algo que está a punto de suceder hoy, en este nuestro día. Esta gran cosa que va a suceder recorrerá hasta Apocalipsis 11; y aquellos dos testigos, aquellos dos profetas, Moisés y Elías, trayendo el Evangelio de nuevo a los judíos”.

¿Quién llevará el Evangelio a los judíos? Moisés y Elías, los ministerios que aparecieron en el Monte de la Transfiguración; porque esos son los ministerios que fueron mostrados que estarán manifestados para el tiempo de la Venida del Señor. Él viene con los Dos Olivos.

[109]. … y aquellos dos testigos, aquellos dos profetas, Moisés y Elías, trayendo el Evangelio de nuevo a los judíos. Estamos listos. Todo está en orden. Igual como los judíos trajeron el Evangelio a los gentiles, así también los gentiles se lo llevarán de regreso a los judíos, y el Rapto sucederá”.

Coloca a los Dos Olivos ¿dónde? Dentro del Cuerpo Místico de Cristo. ¿Dónde fueron mostrados por Zacarías o a Zacarías? Dentro del templo. Y el Templo del Nuevo Testamento es la Iglesia del Señor Jesucristo.

Hay un lugar donde dice: “Así como Pedro y Pablo, o Pablo y Pedro trajeron el Evangelio a los gentiles, los gentiles lo llevarán a los judíos”.

Ahora vean cómo se reflejó en San Pedro y San Pablo los ministerios de los Dos Olivos, los ministerios de Moisés y Elías. El Evangelio lo trajeron miembros del Cuerpo Místico de Cristo, y lo llevarán Moisés y Elías de regreso a los judíos.

¿Dónde encontramos a Elías en su cuarta manifestación? Dentro del Cuerpo Místico de Cristo, en la etapa del Lugar Santo. ¿Dónde van a ser encontrados los ministerios de Moisés y Elías en el Día Postrero para llevar el Evangelio a los judíos? Dentro del Cuerpo Místico de Cristo; ya no en la séptima edad; en la Edad de Piedra Angular.

Esos son los únicos ministerios que podrán tratar con el pueblo hebreo, o Dios tratar a través de esos ministerios con el pueblo hebreo. Los judíos están esperando a Elías, están esperando a Elías proclamando la paz imperecedera, la paz permanente; y el único que tendrá la revelación de eso será Elías.

Por lo tanto, ellos están bien, están esperando al que tiene que llegar a ellos para hablarles la Palabra y restaurarlos. Recuerden que Elías restauró a las diez tribus de Israel en el reto allá en el monte Carmelo[7]. El ministerio de Elías, vean, restaura, restaura el pueblo a la Palabra de Dios, al Programa de Dios.

Y ahora, en Apocalipsis, capítulo 11, también está prometido que los ministerios de los Dos Ungidos, los Dos Olivos, Moisés y Elías, estarán en la Tierra.

Y ¿qué nos dice el reverendo William Branham acerca de estos dos ministerios que estarán sobre la Tierra para el Día Postrero? En la página 358 y 359 del libro de Los Sellos dice… Corrijo, 458 y 459, dice… comenzando en el último párrafo de la 458, dice:

112. Entonces es entre el Sexto y Séptimo Sello cuando Él llama esta gente, los cuales fueron mencionados por Jesucristo en Mateo 24:31 (o sea, que ‘enviará Sus Ángeles con Gran Voz de Trompeta y juntarán a Sus escogidos’. Vamos a ver quiénes son esos escogidos y quién es el que suena la Trompeta). Cuando la Trompeta suena, será la Trompeta de los dos testigos de la edad de gracia para los judíos (o sea, la Trompeta de Moisés y Elías, el Mensaje de Moisés y Elías sonando el Mensaje Final para los judíos). Suena una Trompeta… Ahora veámoslo más claro acá en Mateo 24:31: ‘Y enviará sus ángeles (no es solamente uno, sino dos) con gran voz de trompeta’. ¿Qué es? Cuando Dios habla, se oye el sonido de trompeta (o sea que es Dios hablando por medio de los Dos Olivos). Siempre ha sido así la Voz de Dios, llamando a la batalla. Dios está hablando. Estos dos ángeles (ahora dice que son ángeles, mensajeros) vienen con el sonido de la Trompeta. Y noten bien: Pero en los días de la voz del séptimo ángel, suena la Trompeta. En los días de la voz del primer ángel, sonó la trompeta. En los días de la voz del segundo ángel, sonó una trompeta, y así fue cuando Él mandó a cada uno.

113. Pero cuando fueron anunciados los Sellos, estaban todos juntos en una gran escena divina para llamar un grupo de gente, y hubo el sonido de una sola Trompeta; y fueron abiertos siete Sellos. Él está reuniendo Sus judíos escogidos de los cuatro ángulos de la Tierra”.

Con esa Trompeta que suena, la Gran Voz de Trompeta, con la cual llamará a los escogidos, dice que se abren siete Sellos; o sea que algo grande va a suceder en este tiempo final.

Los Sellos se abren cuando Cristo completa Su Iglesia y completa, por consiguiente, Su Obra de Intercesión en el Cielo; sale del Trono del Padre, del Trono de Intercesión, y se convierte en el León de la tribu de Judá, y toma el Libro de la diestra del que está sentado en el Trono, y lo abre en el Cielo; y en los capítulos 6 en adelante [Apocalipsis], son abiertos los Sellos, y aparece la historia contenida bajo cada uno de esos Sellos misteriosos.

Luego en Apocalipsis, capítulo 8, cuando abre el Séptimo Sello, hubo silencio en el Cielo como por media hora. El reverendo William Branham dice que esa es Su Venida, el Séptimo Sello es Su Venida.

Por lo tanto, ese es el misterio más grande que hay en el Cielo: la Venida del Señor. Es el misterio más grande que hay en los Sellos: el Séptimo Sello, el cual será abierto para dar la fe para ser transformados y raptados a los escogidos de Dios del Día Postrero, del tiempo final. Porque los Truenos de Apocalipsis, capítulo 10, es la Voz de Cristo viniendo con el Librito abierto en Su mano, viniendo a Su Iglesia, para entregarlo a Su Iglesia.

Él lo entregará a Su Iglesia así como hizo de edad en edad, que entregó a Su Iglesia el Mensaje correspondiente a cada edad cuando lo entregó al mensajero de cada edad y el mensajero lo habló; y así lo entregó al mensajero primero, y después —a través del mensajero— lo entregó a Su Iglesia. Ese es uno de los misterios grandes correspondientes al Séptimo Sello; y así le dará la fe, la revelación, del Séptimo Sello, para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Las siete visiones las vigilamos; y sobre todo vigilamos lo que está prometido para Dios llevar a cabo en medio de Su Iglesia. El Ángel Fuerte que ha descendido del Cielo es Cristo, el Ángel del Pacto, con el Librito abierto en Su mano para traerlo a Su Iglesia, para ser restaurados a la vida eterna con cuerpos eternos y glorificados: los que murieron al ser resucitados en cuerpos glorificados, y a los que vivimos ser transformados; y todos ser iguales a Jesucristo, a Su imagen y semejanza, como Jesucristo nuestro Salvador; y jóvenes para toda la eternidad.

Estaremos en la flor de la juventud. Es que hemos venido de la eternidad y hemos estado pasando por esta etapa temporal, pero volveremos físicamente a eternidad, como hemos regresado a eternidad en nuestra alma, espiritualmente hemos regresado a eternidad; ahora nos falta la adopción física, que es nuestra transformación, la cual está muy cerca. Por eso perseveramos firmes en la Palabra prometida para nuestro tiempo, esperando nuestra transformación; e Israel esperando la Venida de Elías y de Moisés; y la Iglesia esperando la Venida del Señor con Sus Ángeles.

Primero les dará la Venida del Señor con Sus Ángeles en medio de Su Iglesia, y después con el pueblo hebreo. Tan sencillo como eso.

Por lo tanto, adelante perseverando y trabajando en la Obra del Señor. El que espera la Venida del Señor estará siempre como el siervo fiel y prudente: trabajando en la Obra del Señor. Siempre desea haber hecho la labor que le corresponde en la Obra del Señor. Y el siervo negligente e infiel, que escondió el talento: se quedó con los brazos cruzados esperando la Venida del Señor para entregarle el talento.

Son dos tipos de personas diferentes. ¿A cuál de ellos pertenece usted: a los representados en el siervo negligente o a los representados en el siervo fiel y prudente? En el siervo fiel y prudente, por supuesto. No trabajamos para después estar representados en una persona irresponsable, sino en aquellos siervos fieles y prudentes, que reinarán con Cristo por el Milenio y por toda la eternidad; que almacenan tesoros en el Cielo; que aman al Señor, y por lo tanto trabajan en favor de la Obra del Señor en medio del Cuerpo Místico de Cristo.

Por lo tanto, adelante, ministros fieles y prudentes, trabajando en el Programa Divino correspondiente a este tiempo final, que es el más importante de todos los tiempos; vigilando por la Venida del Señor.

Eso es lo que nos dice que tenemos que hacer. Eso está en San Lucas, capítulo 21, verso 34 en adelante, que dice:

“Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.

Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.

Velad (¿Velad por qué? Por la Venida del Señor), pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”.

Velemos por la Venida del Señor. Todos queremos dar buenas cuentas al Señor en Su Venida. Por lo tanto, estemos atentos a las señales que anteceden a la Venida del Señor, sabiendo que nuestro Señor todavía está como Intercesor.

A través del reverendo William Branham nos dio un adelanto de las cosas que estarían sucediendo antes de la Venida del Señor, pero todavía… él decía: “Todavía Él está como Sumo Sacerdote en el Cielo, haciendo Intercesión”[8]. Él decía: “Este es un Sello predicho”[9], o sea que, como él lo explicaba, así iba a ser cuando se cumpliera.

Por lo tanto, adelante trabajando en la Obra del Señor con amor divino, amor a Cristo, amor a Dios y amor a Su Iglesia; y que Dios les use grandemente en Su Obra en este tiempo final, en todo el Programa Divino correspondiente a este tiempo final. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.

Y mañana nos vemos, Dios mediante, en la actividad de la mañana, en que esperamos grandes bendiciones de parte de Dios; recordando que lo que sucede en una edad (en la primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta y séptima edad), luego se repite consecutivamente en una edad perfecta: la Edad de Piedra Angular.

Como fue en los días de Jesús. En los días de Jesús estaba todo en Jesús; lo que había sido reflejado a través de los diferentes mensajeros-profetas de Dios. Así también todo lo que ha sido hecho y reflejado en las edades de la Iglesia, dará otro recorrido pero en forma consecutiva, Dios hablando consecutivamente; y esos son los Siete Truenos de Apocalipsis, que le darán la fe a la Iglesia para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Si Él obró en la primera edad a través de un hombre, al cual le dio la revelación y a través de él le habló al pueblo; y lo hizo en la segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta y séptima edad; lo tiene que hacer en este tiempo final.

Ahí tienen la clave de cómo Dios obrará en este tiempo final. Y de ahí no puedo hablar más; no conviene continuar hablando para que no haya imitación alguna. Pero en el cumplimiento de la Visión de la Carpa, ahí hablaremos más abiertamente.

Que Dios les bendiga y les guarde, y les use grandemente en Su Obra en este tiempo final; y todos den buenas cuentas a Cristo cuando Él pida las cuentas de nuestra labor, nuestro trabajo en Su Obra; la cuenta en todos los sentidos, en el sentido espiritual y en el físico también, de cómo hemos obrado y trabajado con lo que Dios nos ha provisto para trabajar en este tiempo final. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.

“LAS SIETE VISIONES PROFÉTICAS DEL REVERENDO WILLIAM BRANHAM ANTES DE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO”.

[Revisión febrero 2024]

[1] Hebreos 4:12

[2] Oseas 11:1

[3] San Mateo 2:13-23

[4] San Mateo 27:46; San Marcos 5:41, 7:34, 14:36, 15:34

[5] Hechos 5:36-37

[6] Citas, pág. 42, párr. 345

[7] 1 Reyes 18:20-40

[8] Los Sellos, pág. 89, párr. 139

[9] Los Sellos, pág. 256, párr. 120

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