Buenas tardes, es para mí un privilegio y bendición estar en mi cumpleaños con ustedes aquí en Puerto Rico, disfrutando esta tarde el almuerzo y las presentaciones que han tenido, en donde hemos visto y yo he visto el amor que me han expresado, el cual es correspondido de mi parte para cada uno de ustedes y también para mis hijas y mi hijo Isaac.
Cuando Abraham tenía 75 años, Dios le apareció y le dijo: “El que te bendiga, será bendito; y el que te maldiga, será maldito”; y ahí comenzó una serie de experiencias de Abraham con Dios, lo cual desembocó en la venida del hijo prometido a los 100 años de edad de Abraham.
Yo estoy siempre recibiendo bendiciones de Dios desde muy joven, y cada día deseo estar más cerca del Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el único Dios verdadero. De Él es que les he hablado por muchos años. Y Él se hizo carne y fue conocido por el nombre de Jesucristo en medio del pueblo hebreo.
Ese es el Dios que yo he seguido, y el cual me ha guiado todos los días de mi vida; y también a cada uno de ustedes. Y tenemos grandes promesas para este tiempo final, no solamente para mí sino para ustedes también.
Aprecio y agradezco mucho todo lo que ustedes han hecho: el reverendo José Benjamín Pérez, su familia, y todos ustedes, para mi cumpleaños aquí entre ustedes.
No sé si están conectados también… Y también para compartir a través de internet y del satélite Amazonas estos momentos de alegría, de felicidad, que ustedes me están haciendo pasar junto a ustedes aquí en Puerto Rico, y ustedes que están conectados vía internet y vía el satélite Amazonas.
Les amo con toda mi alma y deseo lo mejor para cada uno de ustedes, lo cual es: las bendiciones que Dios ha prometido para mí y para cada uno de ustedes.
Que Dios me los bendiga y los guarde, y aprecio mucho toda esta actividad que ustedes han preparado en conmemoración de mi cumpleaños número 75, que son 75 años más cerca de mi transformación.
Muchas gracias, y dejo con ustedes por aquí… Ya ellas hablaron en… así que voy a dejar por aquí a la mayor… a Ruty.. a Rutita, como le digo, para un saludito corto de cada una de ellas en esta ocasión.
Ruth: Buenas tardes a todos, gracias por estar aquí compartiendo con papi y con nosotras en su cumpleaños. Gracias a Benjie y su familia por esta actividad, gracias a todos los hermanos que pusieron su granito de arena para que esta actividad fuera posible, y gracias a todos los que participaron de los videos, y a todos los hermanos que nos están viendo por internet y satélite. Muchas gracias.
Raquel: Bueno, pues yo soy la segunda (me toca a mí). Bueno, para mí también es una alegría que muchas de las personas que han estado a lo largo de nuestra vida y de la trayectoria de papi, hoy día estén aquí, y otros estén comunicados a través del internet; y es bien grato estar entre amigos, estar entre gente de confianza.
Y yo le decía a papi: “Llevas días anunciando que cumples 75 años.” Yo sé que este cumpleaños es especial para él; y está está súper contento, y nosotras también, de estar con ustedes, y que pues muchos de los amigos de toda la vida sigan con nosotros. Gracias.
Loida: Bien. Pues quiero agradecerle a todos ustedes por estar aquí con nosotros, por compartir este día tan especial para nosotros. Para nosotros es un privilegio poderlo compartir también con ustedes. Y más que todo yo sé que es el deseo de él – fue su deseo, de compartir este día con su pueblo, con sus amigos, con sus hermanos. Así que nosotros… les agradecemos por esta actividad, por la preparación de la misma, y más que todo nos sentimos felices. Papi: Te deseamos un feliz cumpleaños, te amamos mucho, y tu pueblo te ama.
Les reitero mi aprecio y agradecimiento por vuestra presencia en esta tarde, en mis 75 años de aniversario; 75 años más joven, 75 años más cerca de mi juventud eterna.
Que Dios me los bendiga y les guarde, y dejo con ustedes al reverendo José Benjamín Pérez.