Actividad de Santa Cena y Lavatorio de Pies

Hoy estamos conmemorando nuestra Pascua, la Pascua del cristianismo, la Pascua del Nuevo Pacto y del pueblo del Nuevo Pacto, el cristianismo, la Iglesia del Señor Jesucristo; nuestra Pascua, la cual es Cristo, nos dice San Pablo en Primera de Corintios, capítulo 5, verso 7, donde nos dice:

“Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra Pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.

Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.”

Estamos celebrando nuestra Pascua, la cual es Cristo, el cual fue sacrificado por todos nosotros. Y también recordando, conmemorando, que Cristo nos mantiene limpios de todo pecado siempre que confesamos a Cristo nuestras faltas, errores y pecados; porque el Lavatorio de Pies eso es lo que significa: que el que ya es un creyente, ya Cristo lo limpió de todo pecado. Pero cuando comete errores, faltas o algún pecado en su trayectoria cristiana, lo confiesa a Cristo y Cristo lo limpia de todo pecado.

Eso es representado en el Lavatorio de Pies. Él nos mantiene limpios con Su Sangre preciosa todo el tiempo.

Cristo dijo: “Si sabéis estas cosas y las hicieres, bienaventurados sois.” [San Juan 13:17] Somos bienaventurados al conocer estas cosas y hacer estas cosas en memoria de Cristo y Su Obra de Redención, que ha realizado por todos nosotros como el Cordero Pascual; por lo tanto, Él es nuestra Pascua. Estamos conmemorando nuestra Pascua, la cual es Cristo sacrificado en la Cruz del Calvario.

Que Dios les bendiga, les guarde, les fortalezca. Y si hubo alguno enfermo: que sea sanado o recuperado, sabiendo que ya Cristo lo sanó en la Cruz del Calvario; y que solamente lo que necesita es creerlo, aceptarlo y confesarlo ante Dios y ante el pueblo: que Cristo nos limpió de todo pecado y que Él llevó nuestras enfermedades.

Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes, aquí presentes y en diferentes países, y sobre mí también. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.

Y será hasta el próximo viernes y domingo, Dios mediante, en que estaré nuevamente con ustedes. Dios les bendiga y les guarde a todos.

Dejo con ustedes al reverendo José Benjamín Pérez a continuación.

Con nuestros ojos cerrados, para despedirnos:

Padre nuestro que estás en los Cielos, santificado sea Tu Nombre. Venga Tu Reino y hágase Tu voluntad como en el Cielo, también en la Tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy; y perdona nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal; porque Tuyo es el Reino, el poder, y la gloria, por los siglos de los siglos. Amén.

Gracias, Padre, por esta bendición de estar conmemorando nuestra Pascua, la cual es Cristo, que fue sacrificado en la Cruz del Calvario por todos nosotros; y representado en el pan y el vino: en el pan Su cuerpo y en el vino Su Sangre que nos limpia de todo pecado. Y en el Lavatorio de Pies, representando que nos mantienes limpios de todo pecado al confesar nuestras faltas, errores y pecados cuando fallamos ante Tu presencia.

Gracias, Padre celestial, por esta bendición de estar en Tu Reino bajo el Nuevo Pacto, cubiertos con la Sangre del Nuevo Pacto, la Sangre de Cristo derramada en la Cruz del Calvario.

Ayúdanos, Dios eterno, fortalécenos. Y si alguno estaba enfermo, que salga sano completamente al aceptar su sanidad allá en la Cruz del Calvario.

Padre celestial, guía nuestras vidas, úsanos conforme a Tu voluntad, conforme a Tu Programa correspondiente a este tiempo final.

Prospera espiritualmente y materialmente a todos los hermanos y hermanas en nuestra edad; y úsanos conforme a Tu Programa para este tiempo en el cual estamos viviendo.

Que pronto también, esté levantada la Gran Carpa Catedral y Tu estés manifestado en medio nuestro en toda Tu plenitud. Y nos des la revelación del Séptimo Sello, la revelación, la fe para ser transformados y llevados Contigo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Señor, en Tus manos encomiendo a cada creyente, a todos los hermanos, y me encomiendo también yo en Tus manos: úsame conforme a Tu Programa para este tiempo final.

Y Señor, prospera a Tu pueblo, prospera espiritualmente y materialmente a Tu Iglesia; y cuídanos a todos de todos los peligros que hay en esta Tierra. En el Nombre del Señor Jesucristo te lo ruego.

Y acompáñanos, Señor, a nuestros hogares, al salir de esta conmemoración de nuestra Pascua, la cual es Cristo. En el Nombre del Señor Jesucristo te lo ruego, Padre celestial, para quien sea la gloria y la honra por los siglos de los siglos. Amén y amén.

Que Dios les bendiga y les guarde a todos.

“ACTIVIDAD DE SANTA CENA Y LAVATORIO DE PIES.”

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