Ministros llevando el Arca del Pacto en alto

Muy buenas tardes, ministros y colaboradores, hermanos u hermanas presentes, es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Para lo cual, leemos en Josué, capítulo 3, verso 3, donde nos dice:

“…y mandaron al pueblo, diciendo: Cuando veáis el arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y los levitas sacerdotes que la llevan, vosotros saldréis de vuestro lugar y marcharéis en pos de ella…”

Nuestro tema para esta ocasión es: “MINISTROS LLEVANDO EL ARCA DEL PACTO EN ALTO.”

El arca del pacto contiene el Pacto que Dios hizo con Israel en el Monte Sinaí; y el arca del pacto fue colocada en el tabernáculo, en el lugar santísimo, donde aparecía Dios sobre el arca del pacto, sobre el propiciatorio, en la nube, la cual veía el sumo sacerdote una vez al año cuando entraba al lugar santísimo para presentar la sangre de la expiación en favor del pueblo hebreo.

El arca del pacto, encontramos que es lo más importante del templo, del tabernáculo, porque es el lugar sobre el cual Dios está en la nube sobre el propiciatorio (que es la tapa del arca del pacto), en medio de los dos querubines de oro. Es de oro el propiciatorio y también los querubines, lo cual nos habla de la Divinidad; y el arca del pacto, que es de madera, está cubierta de oro por dentro y por fuera.

Por lo tanto, lo más importante del tabernáculo y del templo que construyó el rey Salomón es el arca del pacto, porque es donde está la presencia de Dios en la nube; lo cual muestra lo que hay en el Cielo, lo cual Moisés vio en el Cielo y lo construyó, el tabernáculo, de acuerdo al modelo que vio en el Cielo.

Y luego el templo que construyó el rey Salomón es de acuerdo al modelo que Dios le mostró al rey David, en el cual fueron colocados dos querubines de madera de olivo cubiertos de oro, y dos querubines gigantes que cubrían con sus alas el arca del pacto. Siendo el lugar de morada de Dios, el lugar santísimo, tipifica el alma, el corazón del ser humano, porque ese es el lugar de reposo de Dios en el ser humano.

Y ahora, también en la Iglesia del Señor Jesucristo como Cuerpo Místico de creyentes está el Lugar Santísimo, porque las siete edades de la Iglesia corresponden al Lugar Santo, donde estaban el candelabro con las siete lámparas que estaban allí encendidas, las cuales representan las siete edades de la Iglesia con los siete mensajeros, dándoles luz, Cristo reflejándose a través de cada uno de los mensajeros en Su Iglesia.

Luego de las siete edades, donde Dios se reflejaba a través de cada mensajero y hablaba el Mensaje correspondiente para el pueblo de cada edad… Primero le daba el Mensaje al mensajero de cada edad; él lo recibía, lo creía y se hacía carne en él; él lo transmitía al pueblo, el mensajero ungido con el Espíritu de Dios; y eso es Dios hablando por medio de cada mensajero, y llamando y juntando a los escogidos de cada edad en la Obra de creación de la Iglesia del Señor Jesucristo, cuyos miembros están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, desde antes de la fundación del mundo.

Luego que transcurren las siete etapas de la Iglesia, viene la etapa de Edad de Piedra Angular, como fue en los días de Jesús; aquella era etapa de Piedra Angular, la Piedra que los edificadores desecharon; y ahora para el tiempo final surge la Piedra Angular para la Venida del Señor, en la cual la Iglesia recibe a Cristo en Su Venida como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.

Es la edad donde la Iglesia y cada creyente en Cristo como individuo será adoptado en la Casa de Dios, la Familia de Dios, como hijo de Dios, recibiendo la transformación, la glorificación física, así como recibió una transformación espiritual al recibir el Espíritu de Cristo: cuando recibió a Cristo como Salvador, fue bautizado en agua en Su Nombre y Cristo lo bautizó con Espíritu Santo y Fuego, y produjo en la persona el nuevo nacimiento.

Esa primera parte, desde el Día de Pentecostés se ha estado llevando a cabo y han estado naciendo en el Reino de Dios millones de seres humanos, millones de creyentes en Cristo; lo cual es naciendo en el Reino de Dios millones de personas con vida eterna, la cual la reciben al nacer de nuevo; y eso constituye una nueva raza con vida eterna, la cual está siendo formada por Cristo a través de las diferentes etapas de Su Iglesia.

Esa es la Familia de Dios, los hijos e hijas de Dios que debieron de haber venido en los días de Adán, pero por causa del pecado allá en el Huerto del Edén no vinieron en ese tiempo y hubo una brecha. Pero del Día de Pentecostés en adelante han estado viniendo a existencia en el Reino de Dios, los hijos e hijas de Dios escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.

La primera parte es recibir el cuerpo angelical al recibir el Espíritu de Cristo, y así obtener el nuevo nacimiento; y luego en el Día Postrero, al final, recibir la transformación: los que murieron ser resucitados en cuerpos eternos y glorificados, y los que vivimos ser transformados; y entonces estará la Familia de Dios completa y glorificada como Cristo nuestro Salvador.

Cristo es la cabeza, la Piedra del Ángulo, que en el Día Postrero con Gran Voz de Trompeta llevará a cabo esa redención del cuerpo que nos habla San Pablo, en Romanos, capítulo 8, versos 14 al 39. Eso es la redención del cuerpo, eso es la adopción, de la cual habla también San Pablo en Efesios, capítulo 4, versos 30, cuando nos dice: “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.”

El día de la redención física será nuestra transformación, como está prometida en Primera de Tesalonicenses, capítulo 4; y Primera de Corintios, capítulo 15, versos 20 al 58, que nos habla que será a la Final Trompeta, “porque será tocada la Trompeta y los muertos en Cristo resucitarán primero y nosotros los que vivimos seremos transformados; en un momento, en un abrir y cerrar de ojos.”

Todo eso es para este tiempo final, son bendiciones que Dios tiene para mí, ¿y para quién más? Para cada uno de ustedes también.

Por lo tanto, adelante, fieles a Cristo nuestro Salvador; bien agarrados de Cristo, como se agarró Jacob del Ángel del Pacto, que es Cristo en Su cuerpo angelical, y no lo soltó hasta que recibió la bendición del Ángel del Pacto.

Estemos bien agarrados de Cristo porque estamos en el ciclo divino de Edad de Piedra Angular, en el ciclo divino de adopción, para ser adoptados hijos e hijas glorificados, con cuerpos eternos e inmortales, igual al cuerpo glorificado y joven de nuestro amado Señor Jesucristo.

Por lo tanto, MINISTROS LLEVANDO EL ARCA DEL PACTO, la Palabra, el Mensaje de Dios para nuestro tiempo: Estén firmes, y vuestras congregaciones también, porque de un momento a otro seremos transformados como Él lo prometió. Todo va a ocurrir como está prometido por Cristo y Sus apóstoles, o sea, como está prometido por el Espíritu Santo en la Palabra.

Así que estas son las promesas de parte de Cristo para los creyentes en Cristo: una glorificación, una transformación de nuestros cuerpos, para ir con Él a la Cena de las Bodas del Cordero. Y ya sabemos que será en carros de fuego, como se fue el profeta Elías, en un carro de fuego, lo cual en palabras de nuestro tiempo es un platillo volador. Lo que le llaman platillo volador u ovnis, eso será el medio de transporte para ir a la Cena de las Bodas del Cordero.

Por lo tanto, estemos preparados porque algo grande está por acontecer en este tiempo final, en el cual por la gracia de Dios nos ha tocado a nosotros vivir.

Por lo tanto, “MINISTROS LLEVANDO EL ARCA DEL PACTO EN ALTO,” manténganse bien agarrados del Ángel del Pacto, Cristo, nuestro Salvador.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, platicando sobre este tema de EL ARCA DEL PACTO EN ALTO.

Ya sabemos a donde tenía que ser colocada en el arca del pacto; porque de edad en edad cada mensajero con su grupo la trajo a su edad, a su lugar. Y ahora nos ha tocado la Edad de Piedra Angular, la edad correspondiente a este tiempo final, donde está el Arca del Pacto, la Palabra, el Mensaje correspondiente a este tiempo final.

Que Dios les bendiga y les guarde, y dejó nuevamente con ustedes al misionero Miguel Bermúdez Marín.

MINISTROS LLEVANDO EL ARCA DEL PACTO EN ALTO.”

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