La Luz en las tinieblas resplandece – Introducción

Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes, y también ministros y congregaciones en diferentes países; y también un saludo muy especial para el misionero, doctor Miguel Bermúdez Marín: Que Dios te bendiga, Miguel, y te use grandemente en Su Reino en este tiempo final.

Para esta noche leemos el pasaje de San Juan, capítulo 1, versos 1 al 14, donde dice:

“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

Este era en el principio con Dios.

Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.

En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.

La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.

Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.

Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él.

No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.

Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.

En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.

A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.

Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”

“LA LUZ EN LAS TINIEBLAS RESPLANDECE.” Ese es el tema de estudio bíblico en la escuela bíblica del próximo domingo, Dios mediante.

Y para hoy (viernes, 21 de octubre de 2016) solamente tendremos una introducción corta a ese tema de escuela bíblica del próximo domingo 23 de octubre de 2016.

“LA LUZ EN LAS TINIEBLAS RESPLANDECE.”

Cuando llega la luz, huyen las tinieblas, huye la oscuridad. Por lo tanto, es importante saber lo que es la Luz y cómo se manifiesta para resplandecer en medio del pueblo de Dios.

Cuando vino el Verbo… El Verbo es el Ángel del Pacto, el Ángel de Dios, el cual es el cuerpo angelical de Dios, el cuerpo teofánico de Dios, llamado el Ángel del Pacto o Ángel de Jehová. Ese es el Espíritu Santo, el Ángel del Pacto, el cual puede aparecer en forma de luz o en la forma de un hombre de otra dimensión.

Por medio de Su cuerpo angelical llamado el Verbo que era con Dios y era Dios, Dios creó el universo. Dios creó todas las cosas, todas las dimensiones, por medio del Verbo que era con Dios y era Dios. Aquí mismo lo dice. Dice… Este mismo capítulo 1 de San Juan, versos 1 en adelante, dice:

“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

Este era en el principio con Dios.

Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.”

Toda la Creación fue hecha por el Verbo que era con Dios y era Dios.

“La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.”

Ahora, pasamos a Colosenses, capítulo 1, verso 15 en adelante… verso 13 en adelante, mejor [verso 12]:

“…Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;

el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,

en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.

El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.”

Cristo es la imagen del Dios invisible.

Cuando las personas dijeron que vieron al Ángel de Dios, al Ángel de Jehová, decían que habían visto a Dios; era Dios en Su cuerpo angelical. Por eso es que Manoa, en el capítulo 13 del libro de los Jueces, dice a su esposa: “Hemos de morir porque hemos visto a Dios.” Habían visto a Dios pero en Su cuerpo angelical, Su cuerpo teofánico, que es llamado también el Ángel del Pacto o el Espíritu Santo.

También Moisés vio las espaldas del Ángel del Pacto, de Dios pasando en Su cuerpo angelical frente a Moisés. También encontramos a Josué viendo al Ángel del Pacto con una espada en Su mano, en el capítulo 5 del libro de los Jueces; o corrijo: del libro de Josué, capítulo 5, verso 13 al 15.

También tenemos a Jacob o Israel, en el capítulo 32 del Génesis, verso 30, que dice: “Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.” Y a quien había visto era al Ángel de Dios; había visto el cuerpo angelical de Dios, el cuerpo teofánico de Dios, y había luchado con ese Ángel de Dios en el cual estaba Dios. Era Dios en Su cuerpo angelical, Su cuerpo teofánico, apareciéndole a Jacob.

Le había aparecido en sueños también, pero ahora tiene un encuentro en el territorio donde se encontraba Jacob, el cual tenía que encontrarse con su hermano Esaú, el cual venía con alrededor de cuatrocientos guerreros para encontrarse con Jacob. Así que Jacob estaba asustado, temblando, porque su hermano Esaú había dicho que cuando muriera su padre Isaac, él mataría a Jacob.

Esa historia o cuadro se va a repetir en este tiempo final, en donde el anticristo va a tratar de matar, de destruir a los judíos; pero Israel va a tener un encuentro con el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob; lo van a ver manifestado físicamente en este tiempo final. De lo cual hablaremos en otras ocasiones, y sobre todo, cuando esté en pleno cumplimiento la Visión de la Carpa.

Ahora, hemos visto que en el Antiguo Testamento, desde el Génesis hasta Malaquías, se daba testimonio (por las mismas personas) de que habían visto a Dios cara a cara. La Biblia no se contradice. Habían visto al Ángel del Pacto. Pero vean, el verso 18 de este mismo capítulo 1 de San Juan, dice:

“A Dios nadie le vio jamás…”

Parece una contradicción de lo que dijeron personas desde el Génesis hasta Malaquías.

“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.”

Fue conocido en el Antiguo Testamento, desde el Génesis hasta Malaquías, manifestado a través de Su Ángel, el Ángel del Pacto, para crear todas las cosas, para hablarle a Adán, para aparecerle a Adán todos los días y hablar con él, tener compañerismo con Adán Su hijo.

También más adelante apareció a diferentes personajes del Antiguo Testamento, y todos daban testimonio de que habían visto a Dios: unos en sueños y otros estando despiertos hablaron con Dios. Pero era Dios velado en la Columna de Fuego, y en otras ocasiones aparecía en forma de hombre. Era Dios velado en la Columna de Fuego y Dios velado en el cuerpo angelical, cuerpo teofánico, llamado el Ángel del Pacto o Ángel de Jehová.

Por eso era que querían saber el Nombre de Él, preguntándole al Ángel de Jehová; porque en el Ángel está el Nombre de Dios. Éxodo, capítulo 23, verso 20 en adelante, dice:

“He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.

Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.”

Si alguien quiere conocer el Nombre de Dios, tiene que saber que será conocido en el Ángel de Dios, el Ángel del Pacto.

Encontramos el Nombre de Dios para Redención; y cuando se hizo carne, fue revelado al pueblo el Nombre de Dios para Redención. Cristo decía: “Yo he venido en nombre de mi Padre.” [San Juan 5:43]

Para ser revelado el Nombre de Dios para Redención, se hizo carne, para que pudiera recibir en ese Nombre el Evangelio de nuestra salvación, llevando a cabo también el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados.

Ahora, ya que hablamos del Nombre de Dios, Apocalipsis, capítulo 3, versos 12, dice:

“Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.”

Si Dios nos ayuda, el próximo domingo en la escuela bíblica hablaremos en el estudio bíblico sobre el Nombre Nuevo de Dios, el Nombre Nuevo del Mesías, el Nombre Nuevo de Cristo o del Cristo.

El Nombre Nuevo de Dios será revelado; y veremos, hasta donde Dios nos permita hablar para que no se interrumpa el Programa de Dios, hablaremos; o si no nos conviene hablar, entonces esto sería lo único que habrán escuchado del estudio bíblico de “LA LUZ EN LAS TINIEBLAS RESPLANDECE.”

Cristo dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la luz de la vida.” [San Juan 8:12]

En la Luz estaba el Nombre. Ya les adelanté algo. Y Él siendo la Luz, siendo el Verbo hecho carne, ahí estaba el Nombre de Dios para Redención. En la Luz, porque “la luz en las tinieblas resplandece.” Ese ha sido el adelanto, la introducción, al tema de escuela bíblica, de estudio bíblico del próximo domingo 23 de octubre de 2016.

Que Dios les bendiga a todos y les guarde; y oren mucho por el tema del próximo domingo, en el cual esperamos grandes bendiciones de parte de Dios.

Estudiaremos hasta donde Dios nos permita estudiar. El tema, diríamos que es tema para el cumplimiento de la Gran Carpa Catedral. Sería un adelanto, probablemente, si Dios nos permite hablar algo sobre el Nombre Nuevo del Señor. Si no, nos quedamos con lo que ya escuchamos, y oramos que Dios nos ayude a entender cuando sea abierto ese misterio del Nombre Nuevo del Señor.

Que Dios les bendiga y les guarde; y hasta el próximo domingo, Dios mediante, que estaré nuevamente con ustedes; con ustedes aquí en Puerto Rico y con ustedes que están en otras naciones a través del satélite y de internet.

Y que Dios te bendiga, Miguel, y te use grandemente allá donde te encuentras en Valencia (si no me equivoco, Valencia). Valencia no de España, sino de Venezuela, hasta donde entiendo; si no, lo corregiremos.

Bueno, es donde está el reverendo Barrolleta y la congregación allá. Que Dios te bendiga, Barrolleta, y te guarde y te use grandemente en Su Obra en este tiempo final junto a tu familia y a todos los hermanos allá donde estás con la congregación. Barcelona. Barcelona pero de Venezuela.

Bueno, que Dios les bendiga y les guarde; y continúen pasando una noche feliz, llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.

Dejo con ustedes al reverendo José Benjamín Pérez, y en cada nación dejo al ministro correspondiente para que continúe; y ya si tienen para bautizar personas, que también las bauticen. Los que están reunidos allá y no han recibido a Cristo como Salvador, lo pueden hacer, y serán bautizados allá en donde se encuentran.

Que Dios les bendiga y les guarde; y continúen pasando una noche feliz, llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.

“LA LUZ EN LAS TINIEBLAS RESPLANDECE.”

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