Muy buenas noches, ministros compañeros en la Edad de la Piedra Angular, en el Cuerpo Místico de Cristo. Es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.
Para lo cual queremos leer en Jueces, capítulo 6, versos 11 en adelante, donde dice:
“Y vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas.
Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente.
Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas.
Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?
Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre.
Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.
Y él respondió: Yo te ruego que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado conmigo.
Te ruego que no te vayas de aquí hasta que vuelva a ti, y saque mi ofrenda y la ponga delante de ti. Y él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas.
Y entrando Gedeón, preparó un cabrito, y panes sin levadura de un efa de harina; y puso la carne en un canastillo, y el caldo en una olla, y sacándolo se lo presentó debajo de aquella encina.
Entonces el ángel de Dios le dijo: Toma la carne y los panes sin levadura, y ponlos sobre esta peña, y vierte el caldo. Y él lo hizo así.
Y extendiendo el ángel de Jehová el báculo que tenía en su mano, tocó con la punta la carne y los panes sin levadura; y subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin levadura. Y el ángel de Jehová desapareció de su vista.
Viendo entonces Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto al ángel de Jehová cara a cara.
Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás.
Y edificó allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-salom; el cual permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas”.
Jehová-salom, este fue el nombre que le dio a ese lugar y a ese altar.
En esta ocasión nuestro tema es: “EL VARÓN ESFORZADO Y VALIENTE”.
Miguel, ¿qué significa Jehová-salom?
[Hno. Miguel: Creo que es ‘Jehová-paz’, me parece, me parece que es].
Pues aquí le dijo:
“Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás”.
Y ahora, eso trajo paz a Gedeón; porque Gedeón había leído en las Escrituras lo que ya Dios había dicho en Números, capítulo 33, al profeta Moisés. Números 33… Corrijo, Éxodo 33, verso 18 al 23, dice:
“Él entonces dijo (Moisés le dijo a Dios): Te ruego que me muestres tu gloria.
Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.
Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá”.
¿Ven? Ya Dios había dicho: “No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá”. Y Gedeón estaba viendo el rostro del Ángel de Jehová.
“Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña;
y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado.
Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro”.
Si dice: “No se verá Mi rostro”, es porque tiene rostro; y si dice: “Verás Mis espaldas”, es porque tiene espaldas.
Y cuando pasó, entonces Dios quitó Su mano de sobre Moisés y entonces pudo ver a Dios pasando; vio las espaldas de Dios, vio a Dios en Su cuerpo teofánico, cuerpo angelical.
Bueno, el tema es: “EL VARÓN ESFORZADO Y VALIENTE”.
Siempre, en el Programa de Dios para cada edad y cada dispensación, y cada etapa del Programa Divino, Dios tiene un varón esforzado, que es el hombre enviado de Dios para cada tiempo.
Y aquí Gedeón es el varón esforzado de Dios; él es el sexto juez de los jueces que Dios estableció en medio del pueblo hebreo, cada uno en su tiempo.
Este misterio de los jueces que tuvo el pueblo hebreo es el misterio del reino teocrático; y allí estaba la teocracia en medio del pueblo hebreo, y Dios estaba gobernando por medio de esos jueces que Él enviaba de etapa en etapa, Dios estaba reinando a través de ellos y estaba protegiendo el pueblo a través de esos jueces; de los cuales encontramos también que Sansón fue uno de ellos, y Samuel fue el último de ellos.
Cuando el pueblo hebreo rechazó a Samuel pidiendo un rey, Samuel se puso muy triste y enojado también; con el pueblo hebreo se enojó, y se puso triste; y le contó a Dios que lo habían rechazado. Y Dios le dice: “No te han rechazado a ti, me han rechazado a Mí, para que Yo no reine sobre ellos”[1]; porque Dios estaba reinando sobre el pueblo hebreo a través de los jueces. En esos días de Samuel estaba Dios reinando a través de Samuel, que fue el último de los jueces.
Y ahora, encontramos que allí está la teocracia, lo cual muestra cómo será el Reino Milenial. Por eso ustedes pueden ver que Dios tiene 24 tronos, y en los 24 tronos tiene 24 ancianos: 12 de esos ancianos son los 12 patriarcas, y los otros 12 son los 12 apóstoles, a los cuales Cristo dijo, en San Mateo, capítulo 19, versos 28 al 30, y San Lucas, capítulo 22, versos 28 al 30, lo siguiente… Capítulo 19 de San Mateo, dice…, verso 28:
“Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración (eso es en el Reino Milenial), cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria (ese es el Trono de David), vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel”.
Aquí, vean ustedes, Cristo les dice: “Para juzgar a las doce tribus de Israel”; porque en el Reino Milenial estará Dios gobernando sobre el pueblo hebreo, conforme al orden de la teocracia, que es: Dios reinando, gobernando, sobre el pueblo.
Y ahora, tendrá jueces —estos jueces, que son los apóstoles— para juzgar a las 12 tribus de Israel… ¿Dónde se sentaban los jueces? En la puerta de la entrada de la ciudad.
Y ahora, por eso también en el Cielo los encontramos sobre 12 tronos a los apóstoles y 12 tronos a los patriarcas; y allá, vean ustedes, en el Cielo, todo lo que sucede están allí presentes ellos.
Por lo tanto, Cristo ha dado testimonio en el Cielo (como lo hizo Booz) para llevar a cabo esa intercesión; como lo hizo Booz por Rut, por lo cual tenía que redimir a Noemí[2].
Y ahora, Cristo ha estado dando testimonio en el Cielo, y allá están los 24 ancianos.
Y ahora, leamos en el capítulo 22 de San Lucas, donde dice…, verso 28 al 30:
“Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas (¿Ven? Si sufrimos con Él, reinaremos con Él)[3].
Yo, pues, os asigno un reino (o sea, ‘les doy un reino’), como mi Padre me lo asignó a mí (‘como Mi Padre me lo dio a Mí’)…”.
Y ahora, Cristo hace coheredero de ese Reino a los apóstoles, y tienen ellos que ver con el pueblo hebreo; con los gentiles, pues tienen que ver los siete ángeles mensajeros; y con gentiles y hebreos, pues el Ángel de la Edad de la Piedra Angular, el Ángel del Señor Jesucristo. Por eso los ministerios de Moisés y Elías y del Hijo del Hombre tienen que ver con gentiles y con hebreos.
Dice:
“… para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en (doce) tronos juzgando a las doce tribus de Israel”.
Así que los apóstoles allá no tienen nada que ver con los gentiles, sino con el pueblo hebreo.
Ahora, podemos ver que hay siempre un varón valiente y esforzado que Dios envía para llevar a cabo —Dios por medio de él— una Obra; y así Dios combate al enemigo, combate a las tinieblas, y trae la bendición para Su pueblo.
Ahora, encontramos que en la Iglesia del Señor Jesucristo en sus etapas entre los gentiles, Cristo ha enviado siervos fieles y prudentes, varones valientes y esforzados, que son los ángeles mensajeros de cada edad, los cuales tienen una bendición muy grande en el Reino de Cristo.
Así como hemos visto en la Escritura que Cristo ha prometido 12 tronos para los 12 apóstoles, para gobernar, reinar y juzgar a las 12 tribus de Israel; encontramos que los siete ángeles mensajeros son colocados como los príncipes del grupo de escogidos de cada edad. Y así como tiene 12 tribus en medio del pueblo hebreo, Él tiene siete edades de Su Iglesia entre los gentiles, y luego la Edad de la Piedra Angular.
Y ahora, cuando nuestro hermano Branham, el reverendo William Branham, estuvo en el Paraíso antes de su partida final, él fue reunido con su pueblo, o sea, los convertidos a Cristo bajo su ministerio; y eran todos jovencitos, vestidos de blanco, sus cabellos eran de diferentes colores (los de las jóvenes y los de los jóvenes), y todos le decían: “Mi precioso hermano Branham”.
Y lo colocaron en un lugar alto; y él dice: “¿Por qué ustedes hacen esto conmigo?”. Entonces le fue dicho: “Es que tú en la Tierra fuiste un líder”. Y entonces él dice: “Yo quiero ver a Jesús”. Quería ver a Jesús en la sexta dimensión, pero le fue dicho: “Ahora no puedes verlo porque Él está más arriba”, o sea, en la séptima dimensión, porque está haciendo intercesión allá en la séptima dimensión; por eso está más arriba, en la séptima dimensión, haciendo intercesión por cada persona que tiene su nombre escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, desde antes de la fundación del mundo.
Pero le fue dicho: “Pero Él vendrá a ti”, o sea: “Estate tranquilo aquí (o sea, en la sexta dimensión); estate tranquilo, porque Él vendrá primero a ti (y se pone muy contento), y te juzgará”. Y ahí la cosa, pues como que… como que fue un golpe esa revelación que le fue dada, porque fue una revelación.
“Él vendrá a ti primero, y te juzgará; y si tú entras, si tú sales bien, entonces nosotros entraremos también; y regresaremos contigo a la Tierra, y obtendremos, recibiremos, tomaremos cuerpos nuevos, y entonces comeremos. Porque aquí ni comemos, ni dormimos, ni bebemos, pero cuando regresemos a la Tierra, entonces tomaremos cuerpos (o sea, el cuerpo glorificado; eso es la resurrección), y entonces comeremos”[4].
Y dijeron: “Y seremos tus súbditos”. Si ellos van a ser los súbditos de él, entonces ¿qué es él? En un reino, el pueblo es o son los súbditos; y aquel de quien son súbditos esas personas ¿es quién? El rey, el príncipe.
Y ahora, vean ustedes cómo Cristo tiene esos siete príncipes; por lo tanto, son los siete ángeles mensajeros los que tendrán esas posiciones importantes; y [del] grupo de su edad estará a cargo [el] mensajero de su edad; por lo tanto, durante el Reino Milenial, pues cada mensajero estará en su territorio con su grupo.
Miren, cuando el hermano Branham estuvo en el Paraíso, él no dijo que vio los de Lutero, ni los de Wesley, ni los de San Pablo, sino que le fue dicho: “Estos son tu pueblo, tu gente, tus convertidos”.
Ahora, ya de seguro ha visto a San Pablo y a los demás apóstoles, y a los de – y a los apóstoles también; y ha visto, de seguro, a los – a otros mensajeros, y también al pueblo de los otros mensajeros; de seguro pues le han permitido dar un recorrido por el Paraíso, que es la sexta dimensión.
Y como hemos visto en los relatos del reverendo William Branham cuando estuvo allá, es como en esta dimensión: que hay árboles, hay animales y hay lagos, y así por el estilo; hay pajaritos también, y hay gente allí también; pero es en otra dimensión, y por consiguiente, en otro cuerpo, o sea, el cuerpo teofánico, el cuerpo angelical, el cuerpo de la Palabra.
Y ahora, estos mensajeros han sido los varones esforzados de su tiempo.
Pero Cristo pregunta en una ocasión, en San Mateo, capítulo 24… Recuerden que fueron los siervos fieles y prudentes de cada edad esos mensajeros, fueron los mayordomos fieles y prudentes, los cuales Cristo colocó en Su Casa, en Su Iglesia, en cada etapa de Su Iglesia. Capítulo 24, versos 42 en adelante, dice:
“Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.
¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?
Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.
De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá”.
Y ahora, habrá un siervo fiel y prudente en la Casa de Dios, en la Iglesia del Señor Jesucristo, en el Día Postrero, en el tiempo del cumplimiento de la Segunda Venida de Cristo, de la Venida del Hijo del Hombre; y estará haciendo ¿qué? Dándoles el alimento espiritual de la Palabra revelada para ese tiempo. Y ese tendrá una bienaventuranza mayor que la bienaventuranza que tienen los ángeles mensajeros de las siete edades; será una bienaventuranza paralela a la bienaventuranza de Cristo, de Jesucristo.
Y ahora, en el mensaje “El paralelismo entre Jesucristo y Su Ángel”, ahí veremos con más detalles ese misterio del Ángel Mensajero de Jesucristo.
Y ahora, este siervo fiel y prudente que estará en el Día Postrero, en el tiempo de la Segunda Venida de Cristo, cuando Cristo se levante del Trono del Padre cuando haya terminado Su Obra de Intercesión, ese siervo fiel y prudente que estará en la Tierra no será el primer ángel mensajero, ni el segundo, ni el tercero, ni el cuarto, ni el quinto, ni el sexto, ni el séptimo, porque ya ellos se fueron, y todavía Cristo está en el Trono del Padre haciendo intercesión por los que faltan de entrar al Cuerpo Místico de Cristo.
Y luego que se han ido ya los siete ángeles mensajeros, ¿qué nos queda? Pues nos queda la parte más importante del Programa de Cristo en Su Iglesia: la parte de la Edad de la Piedra Angular, donde tiene que colocar un ángel mensajero con un Mensaje dispensacional, con el cual será alimentado el pueblo de Cristo, la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo final; y ese Mensaje es el Maná escondido, es la revelación divina del Séptimo Sello, es la revelación divina de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.
Todo ese misterio estará contenido y revelado en ese Mensaje del Evangelio del Reino, que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo; y por consiguiente, ese es el alimento espiritual que los escogidos del Día Postrero estarán comiendo; y por consiguiente estarán bien alimentados.
“¿Quién es el siervo fiel y prudente, al cual puso su Señor sobre Su Casa para que les dé el Alimento a tiempo?”. Y ahora, ¿para el Día Postrero quién será? Pues será el Ángel del Señor Jesucristo en la Edad de la Piedra Angular, en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo; y él tiene que ser un varón esforzado y valiente. O sea que no será fácil su labor en el Cuerpo Místico de Cristo, sino que tendrá que ser – o será una labor de esfuerzo; con esfuerzo trabajará en la Obra de Cristo.
Y tiene que ser valiente, porque tendrá ataques del enemigo, usando el enemigo muchas personas y muchos grupos; pero él tendrá que permanecer ahí como el Valiente del Día Postrero, mensajero de Jesucristo, para obtener de parte de Cristo la Gran Victoria en el Amor Divino. Será Cristo el que le dará la victoria. Será entonces la victoria de Cristo manifestada en y a través de ese varón esforzado y valiente.
Por lo tanto, así como el Ángel de Jehová, que es Cristo en Su cuerpo angelical o teofánico, le dijo: “Con esta fuerza liberta al pueblo, ve y libértalo. Yo estaré contigo”.
¿Y recuerdan ustedes (página 163 y 164) en el sueño que tuvo el reverendo William Branham, cuando vio a un hombre joven con grilletes?, o sea, lo tenían encadenados o colocados esos grilletes en los pies, ¿y en las manos también son los grilletes, Miguel?, ¿o es en los pies?
[Hno. Miguel: En los pies].
En los pies; por lo tanto, lo tenían encarcelado. Y el hermano Branham dice que vio ese joven con grilletes, y lo vio que estaba luchando por soltarse; ¡y logró soltarse!, logró quitarse los grilletes.
Y cuando lo vio el hermano Branham pues se puso contento, dijo: “Voy a ver ahora qué hace”; porque cuando una persona es libertada tiene que hacer algo; porque no quiere – no va a desear ser libre para quedarse plantado sin hacer nada, tiene que hacer algo.
Y dice: “Y vi que era una persona agradable”, y así por el estilo. Pero dice que también vio una señora de una iglesia que él conocía, la conocía a ella, y conocía la iglesia a la cual pertenecía. Y le habían dicho al hermano Branham, conforme al sueño: “No tengas que ver nada con esa gente, son gente horrible, horrenda”. Vamos a leerlo aquí, para que… Página 163 a la 164 del libro de Citas; párrafo 1458 dice:
1458 – “Yo tuve un sueño la otra mañana. No sueño muy a menudo, no soy un soñador. Pero yo soñé que vi a un hombre, un hombre joven de grilletes, él estaba tratando de salir, y yo dije… Alguien me dijo: ‘Esa es gente horrible (por lo tanto, está hablando de ese joven y de esas personas que podían estar allí con grilletes), no tenga nada que ver con ellos’. Y yo vi a este hombre joven saliendo de sus grilletes, así que solo lo dejé. Pensé: ‘Solo veré lo que él hace’. Así que él salió, y era un hombre simpático. Vi a otro tratando de salir”.
¿Ve? Hubo más personas allí. Y todos estaban tratando de salir, pero salió uno primero; y si sale uno, entonces es posible que salgan los demás. Y si él les ayuda, salen mucho más rápido. Y aparece la señora:
1458 – “Y ella dijo: ‘Hermano Branham, líbrenos de esto’. Dijo: ‘Esto es una casa de infierno’. Y dijo: ‘Usted ha sido entendido mal’. Y dijo: ‘Y usted entendió mal a esta gente’. También dijo: ‘Esta es gente buena…’. Y miré allá al otro lado, y como un sótano muy grande, paredes grandes abajo, debajo de una cueva muy grande; y grandes barras de hierro, ocho o diez pulgadas de grueso. Y gente fuera de su mente, torcidos brazos y piernas, golpeándose la cabeza así. Y ella estaba llorando, diciendo: ‘Libre la gente, hermano Branham’. Dijo: ‘Ayúdenos, estamos en aflicción’. Ella misma, la conozco, ella pertenece… creo que la iglesia de Cristo, o la iglesia cristiana llamada Iglesia de los Hermanos. Así ella… Miré alrededor, y dije: ‘Yo quisiera poder’. Y seguí mirando alrededor, y yo miré mi cuerpo muy pequeño, y esas barras muy grandes de hierro, y esa pobre gente allí adentro. Y usted no podía llegar a ellos, esas barras de hierro estaban cercas, juntas. Y miré, y ellos estaban golpeándose la cabeza como si estuvieran fuera de su mente. Y vi algunas luces vacilando alrededor allí adentro. Y miré hacia arriba, y allí estuvo parado el Señor Jesús con unas luces de arco iris alrededor de Él. Él estando mirando bien directamente a mí, dijo: ‘Libra esa gente’. Y Él se fue”.
Ahora vean, con luces de arco iris (¿cómo?) alrededor. En el Trono en el Cielo estaban las luces ¿cómo?, de arco iris alrededor también. Él está viendo de antemano lo que va a pasar más adelante.
En Apocalipsis, capítulo 10, y Apocalipsis, capítulo 1, y Apocalipsis, capítulo 19, vemos a Cristo, el Hijo del Hombre, con un arco iris alrededor de Su cabeza, luz o luces de arco iris alrededor de Su cabeza.
Y ahora, él dice:
1458 – “Y pensé: ‘Pues, ¿cómo podría yo librarlos? Yo no tengo fuerza suficiente en mis brazos para romper esas barras’. Así que dije: ‘Casa del infierno, ríndete en el Nombre de Jesucristo’. Y todo el rugir, y toda la detonación, y las rocas rodando, y barras cayendo; y gente corriendo, gritando: ‘¡Libertados!’, y gritando a lo alto de su voz, y todo fue libertado. Y yo estaba gritando entonces: ‘Hermano Roy Borders, ¿dónde está usted? ¿dónde está usted? ¡Dios está librando (libertando, o sea, liberando) a Su gente! ¿Dónde está, hermano Borders?’”.
Borders pues es en inglés, y leyéndolo en español pues diría “Bordes”.
Y ahora, esto muestra lo que estará sucediendo ¿dónde? Más arriba, en la etapa de la Edad de la Piedra Angular.
Y ahora, por cuanto Dios se reflejó en el Antiguo Testamento a través de los profetas del Antiguo Testamento, reflejó lo que sería el Mesías en Su Primera y Segunda Venida; y cuando vino en Su Primera Venida, lo que había sido reflejado en los profetas del Antiguo Testamento luego lo vimos en Jesucristo.
Luego, Dios ha reflejado en los apóstoles y en los siete ángeles mensajeros lo que Él estará haciendo en este tiempo final.
Por lo tanto, así como Isaías en el capítulo 53 estuvo hablando una Palabra profética allí; y cuando la leyó luego el eunuco, cuando iba en su carro de regreso de Jerusalén hacia su tierra, él iba leyendo Isaías 53 y se preguntaba: “Aquí, ¿de quién estará hablando el profeta Isaías?, ¿estará hablando de sí mismo o estará hablando de otra persona?”. Esa era la interrogante, la pregunta que tenía en su corazón el eunuco (¿etíope, era?), el eunuco de Etiopía, que era una persona muy importante en el reino de Etiopía. Y ¿Candace era la Reina? Candace.
Y el Espíritu Santo le dice a Felipe: “Ve, acércate al carro del eunuco, a ese carro que va allí”. Por supuesto, no era un carro como los que tenemos ahora, sino que era un carro ¿de qué?, ¿de caballos sería, Miguel?
[Hno. Miguel: Un carro de caballos, o de camellos… de caballos… de camellos pudo haber sido porque era el tiempo, porque los camellos también…] (cargaban, arrastraban carro).
Y como era un hombre de una posición alta podía venir en un Cadillac, que sería un camello; tirado por… tirando su carro por camellos, o elefantes también, o caballos. Como no dice, pues hay que dejarlo así, y ya cuando nos encontremos con él, averiguamos con él.
Ahora, se le acerca (¿Felipe fue, Miguel?) Felipe, que había estado dando una campaña grande en… (¿dónde fue?) Samaria; y ahora se le acerca al eunuco, que tenía que tomar esa ruta, y le dice…; porque va leyendo, y probablemente leían en voz alta, algunos; otros pues leen en voz…, ¿cómo le llaman a eso? Sin… no audible, en la mente, leen para sí mismos.
Bueno, por lo que vemos, el eunuco lo que estaba leyendo…, o Felipe vio lo que estaba leyendo; y ya fuera que escuchó o que al ver qué está leyendo, pues tiene que estar preguntándose: “¿Qué significa esto que estoy leyendo?”.
Probablemente pues sí oyó, oyó lo que iba leyendo; porque le pregunta: “¿Entiendes lo que lees?”. Y entonces el eunuco le dice: “¿De quién habla aquí el profeta?, ¿habla de sí mismo o habla de otra persona?”.
Así que ya había leído el pasaje y ya Felipe lo había escuchado; porque no dice: “Te voy a leer este pasaje para que me expliques de quién está hablando”, sino que ya lo había leído en voz alta, y lo había escuchado Felipe, que se acercó; y quizás iba caminando, o se había detenido el carro, y… iba viajando el carro ya, ¿verdad?
Se le acercó; y entonces le dice: “¿Entiendes lo que lees?”. El eunuco le dice: “¿Y cómo voy a entender si no hay quién me explique?”. O sea, le dice: “¿De quién habla aquí el profeta?, ¿habla de sí mismo o habla de otra persona?”.
Entonces Felipe comienza a explicarle el significado de ese pasaje, y le muestra que el profeta Isaías no está hablando de sí mismo, sino que está hablando de otra persona, pero se estaba reflejando en el profeta Isaías, y sin embargo, el cumplimiento era para otra persona; era una profecía que sería cumplida en el Mesías, que vendría al pueblo hebreo.
También encontramos que en diferentes profetas, como David —rey y profeta—, Cristo se reflejó; y lloró sobre Jerusalén[5]; pero eso luego se cumplió plenamente en Jesucristo cuando lloró sobre Jerusalén[6].
También fue dicho: “Horadaron mis manos y mis pies, contar puedo todos mis huesos”[7]. ¿Quién dijo eso, Miguel? David. Y ahora, está reflejándose en David lo que va a suceder en Jesucristo; porque en los profetas mensajeros de Dios se refleja lo que se va a cumplir más adelante en una forma plena en el Ungido, el Mesías, que ha de venir.
Por eso cosas de la Primera Venida y de la Segunda Venida fueron reflejadas en los profetas del Antiguo Testamento; y las que no se cumplieron en Jesús, en Su Primera Venida, se cumplirán en Su Segunda Venida.
Y en los apóstoles y los ángeles mensajeros también se ha reflejado lo que será cumplido en la Segunda Venida de Cristo. Por lo tanto, encontramos entre los mensajeros cosas que aparentemente eran para ser cumplidas en ellos, o se estaban cumpliendo en ellos, pero estaban reflejando lo que más adelante sería cumplido en la Venida del que vendrá después del precursor.
Y este sueño nos habla de lo que sucederá después del precursor de la Segunda Venida de Cristo; por lo tanto, eso corresponde —para su cumplimiento— para la Edad de la Piedra Angular. Y Dios vindicará —o sea, cumplirá— esa promesa que fue mostrada en sueños para la liberación del pueblo que está allá en esa cueva con esas barras de hierro, y ellos están allá encerrados. Y esa cueva con esas barras representa ¿qué? La denominación o denominacionalismo.
Y ahora, encontramos que habrá una liberación. Por eso en Apocalipsis, capítulo 15, es mostrada la liberación de las vírgenes insensatas, que no tenían aceite, y salen bajo el ministerio de Moisés, dice el reverendo William Branham en la página 51 del libro de Citas. Vamos a ver si está aquí.
Y aparecen también en Apocalipsis, capítulo 7, donde el Ángel que viene con el Sello del Dios vivo para llamar y juntar a los escogidos del pueblo hebreo, que son 144.000, 12.000 de cada tribu, también bajo ese ministerio aparece la multitud que nadie puede contar, y que vienen con palmas en sus manos, los cuales son las vírgenes insensatas, que no tenían aceite en sus lámparas.
Y por consiguiente, el mismo ministerio que usa Cristo en medio de Su Iglesia para las vírgenes prudentes, luego lo estará usando para la liberación de las vírgenes insensatas, y también para la liberación de los 144.000 hebreos.
Y eso será en la adopción, en la manifestación de todo el poder divino en toda su plenitud, en el cumplimiento de la Tercera Etapa, en la manifestación del poder divino, donde estaremos adoptados, y donde la Tercera Etapa será para el mundo, las vírgenes insensatas o fatuas (o sea, para la iglesia) y para la Novia.
Ahora, tenemos que la Tercera Etapa, en cuanto a Palabra revelada, es la Tercera Etapa revelando Su Palabra.
Dios nos dio una muestra por medio del reverendo William Branham revelando la Palabra. También nos dio una muestra del poder de Dios llevando a cabo milagros, cuando por cinco ocasiones… hubo más, pero él menciona cinco ocasiones donde la mano poderosa de Dios fue manifestada; y fue una muestra de lo que Dios hará más adelante.
En la página 119 también… Vamos a ver, la [página] 51, vamos a ver aquí primero, párrafo 439 dice [Citas]:
439 – “Ahora, en Revelación 15, el remanente de la simiente de la mujer, el cual eran los santos de la tribulación, que pasaron por la tribulación, fueron hallados (¡mire!)…”.
Ahora, el remanente ¿de quién? De la mujer. Y ahora, la mujer aquí, encontramos que la mujer es la Iglesia del Señor Jesucristo en el Nuevo Testamento, así como la mujer que estaba parada con la luna bajo sus pies y ella estaba con el sol o en el sol, de Apocalipsis, capítulo 12, vean ustedes… Ahora [Citas]:
439 – “… el remanente de la simiente de la mujer, el cual eran los santos de la tribulación, que pasaron por la tribulación, fueron hallados (¡mire!) parados en el mar. Y estaba lleno con fuego, sangre, llamas rojas lamiendo hacia adelante, el fuego de Dios. Ellos habían obtenido la victoria sobre la bestia (Roma), y su número, sobre la letra de su nombre, y sobre su imagen (la Confederación de Iglesias), y habían salido”.
¿Ven? Eso es lo mismo de la liberación que fue mostrada en sueños al reverendo William Branham, en donde Dios estará libertando a Su pueblo.
439 – “… y habían salido. Y por la predicación de Moisés y Elías, esos dos profetas que aparecerán a Israel para sacar fuera este grupo de gente, los santos del período de la tribulación, en este tiempo que serán traídos dentro. ¿Ven? La Iglesia es raptada ya (o sea, la Iglesia-Novia)… ¿Lo ven ustedes?, ellos ya están en gloria. Y aquí están los santos de la tribulación, los santificados que han sido… siendo la falta mía y suya: ellos nunca han oído la Palabra. Si ellos la hubieran oído y rechazado, ellos fueran adelante para el infierno, ellos hubieran sido echados dentro de la oscuridad exterior, porque ellos rechazaron la Palabra. Pero si ellos nunca la han oído, Dios es justo, el período de tribulación viene a ellos”.
Más abajo dice:
439 – “Ahora, ¿ustedes ven?, ellos nunca habían entrado, pero ellos habían oído la Palabra. Ahora, escuchen, vean qué clase de doctrina oyeron ellos, vean si ello compara con la Iglesia ahora. ‘Y ellos cantaban el cántico de Moisés el siervo de Dios (eso es después que Moisés había cruzado al otro lado), y el canto del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus Obras, Señor Dios Todopoderoso (¿Quién es ese Cordero? ¡Señor Dios Todopoderoso!); justos y verdaderos son tus caminos, Tú, Rey de los santos’. ¿Ven lo que ellos le reconocieron ser? No ninguna tercera persona de la trinidad, pero el Señor Dios Todopoderoso, el Rey de los Santos. ¡Escuche! ¿Está usted listo? Verso 4: ‘¿Quién no te temerá, oh S-E-Ñ-O-R, Elohim, y glorificará…? (¿Quién es ese?)… no sea que ellos no te teman y glorifiquen tu nombre…’. Ellos fueron lavados por las mismas aguas por las cuales ustedes han sido lavados, oyendo la Palabra en la fe y poder de Jesucristo viendo el Todopoderoso. Es la revelación entera, en el principio. La cosa entera está envuelta en la revelación de quién es Jesucristo: Dios hecho carne entre nosotros”.
Esa es la revelación que ellos van a recibir en el tiempo asignado por Dios; pero esa revelación primero la reciben los escogidos; porque la Tercera Etapa es para el mundo, pero es también para las fatuas, pero es también para la Novia.
Y así que la bendición más grande le toca ¿a quién? A la Iglesia-Novia del Señor Jesucristo, las vírgenes prudentes.
Página 119, párrafo 1057, dice [Citas]:
1057 – “La cosa que hemos estado mirando hacia adelante…”.
¿Ven? Es mirando algo ¿hacia dónde? Hacia adelante.
[Hno. Miguel: Este es el libro que el hermano William andaba buscando: “Shalom”].
1057 – “La cosa que nosotros hemos estado mirando hacia adelante por unos cuantos años, 4 o 5 años…”.
Muchas gracias, Dios te bendiga. Este es el mismo… Sí, hay otro “Shalom”, predicado en Jeffersonville, Indiana, que es el que faltaría… Este, este mismo ya lo tenemos aquí, nos falta el otro, que es “Shalom” también, pero es otro. Vamos a seguir aquí, dice:
1057 – “La cosa que hemos estado mirando hacia adelante por unos cuantos años, 4 o 5 años, puede ser que más… es la Tercera Etapa que ha sido vindicada, y yo estoy seguro que ustedes saben lo que es. Nunca habrá una personificación de esto…”.
¿Por qué “no habrá una personificación de esto”? Cuando hubo una personificación de la Primera y Segunda Etapa, fue porque nuestro hermano Branham mostró públicamente esas etapas, y entonces vinieron los imitadores.
Si una persona tiene un cuadro, una pintura, y no quiere que hagan una imitación, una copia de ella, pues no la puede dejar ver; porque si la llega a ver otro pintor, dice: “Voy a sacar una copia de esto, y la voy a hacer hasta mejor, que va a parecer más real que esa que él tiene”.
Y por cuanto el hermano Branham mostró la Primera Etapa, que fue la señal en la mano…, que se le hinchaba cuando él tomaba de la mano a la persona y entonces detectaba ahí la clase de enfermedad que tenía.
Luego la Segunda Etapa él la mostró también en público, e hicieron imitaciones también; y salieron personas, predicadores, haciendo lo mismo que hacía nuestro hermano Branham. Pero nuestro hermano Branham lo hacía por el Espíritu de Cristo; no era una imitación, sino que era una cosa real. Pero después vinieron los copiadores.
Pero ahora el Ángel le dice después, le muestra lo que es la Tercera Etapa y le dice: “De esto no le dirás nada a nadie”. ¿Para qué? Para que los imitadores no puedan imitar lo que será la Tercera Etapa.
Vamos a continuar aquí, dice [Citas]:
1057 – “Nunca habrá una personificación de esto, no puede haberla. Ahora está en existencia. Y yo he sido amonestado de esto… Que esto aquí ya ha acontecido, para que pueda identificar su presencia entre nosotros; pero esto no será usado en grande manera, hasta que el Concilio empiece con su apretura”.
O sea que lo que nos está dando Dios por medio del reverendo William Branham es la muestra de lo que será la Tercera Etapa en todo su poder; por lo tanto, está reflejando en el reverendo William Branham, con algo real, está reflejando lo que será la Tercera Etapa en toda su plenitud, cuando Él adopte al primer hombre en Su Iglesia. Ya eso será bajo la adopción del varón esforzado y valiente.
1057 – “Y cuando lo haga… Los pentecostales y etc., casi personificarán cualquier cosa que se pueda hacer. Pero cuando venga ese tiempo (la apretura), entonces ustedes verán lo que han visto temporalmente, manifestado en su poder absoluto”.
Y fue mostrado cinco ejemplos. Cuando, por ejemplo… Fue por la Palabra hablada todo. Por ejemplo, cuando le habló al pececito, que llevaba media hora de muerto, y fue resucitado; estaba tendido en el agua, allí muerto, pero fue resucitado; tipo y figura de la resurrección que Cristo realizará de los santos que han partido. Porque si puede hablar a un pececito vida para que resucite, podrá resucitar a los santos que han partido; porque Cristo es la Resurrección y la Vida[8].
Miren, en la página 166, párrafo 1476, dice [Citas]:
1476 – “Eso – eso nos ha de saber (o sea, o nos hace saber), si Él está interesado en hablar la Palabra de Vida a un pequeño pez insignificante, recostado allí muerto en el agua por media hora, Él ciertamente puede hablar Vida a Sus hijos algún día. No importa si su cuerpo no sea más que una cucharada de polvo, Él hablará, y le contestaremos, algún día”.
¿Ven? Aquel milagro del pececito siendo resucitado representa a los santos que van a ser resucitados; porque “los muertos escucharán la Voz del Hijo de Dios, y resucitarán”. San Juan capítulo (¿qué?) 5, versos 21 al 29.
Ahora, vean ustedes, Dios está colocando el simbolismo de lo que Dios va a hacer. Así como, vean ustedes, cuando Cristo maldijo la higuera[9]: la higuera representa al pueblo hebreo. Y ahora aquí, el pececito que es resucitado representa a los creyentes que han partido.
Cualquier persona puede pensar: “Pero ¿por qué Dios va a usar Su poder para resucitar un pececito?”. ¿Pues no usó Su poder para maldecir la higuera?, ¿no usó Su poder para convertir el agua en vino?[10], ¿y no usó Su poder para multiplicar los panes y los peces?[11] Por lo tanto, Él puso el tipo y figura de lo que Él haría cuando hizo esas cosas.
Y ahora, hemos visto todas estas cosas que están prometidas para suceder. Y ahora, dice [Citas]:
1057 – “… cuando venga ese tiempo (la apretura), entonces ustedes verán lo que han visto temporalmente, manifestado en su poder absoluto”.
O sea que cuando venga la apretura ya alguien estará adoptado, para poder Dios manifestar todo Su poder; y lo que fue visto en parte manifestado, verlo manifestado en todo su poder, bajo la manifestación de la Tercera Etapa en cuanto a manifestación de todo su poder.
1057 – “Ahora, yo continuaré evangelizando, así como fui comisionado al principio…”.
En lo que llega la apretura, hay que continuar evangelizando, para que puedan ser llamados y juntados todos los escogidos que están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, y se pueda completar el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo.
1057 – “Pero ustedes tienen la Palabra y ustedes sabrán a dónde mirar y en qué están parados”.
Luego, más abajo, dice:
1057 – “El tercero es propiamente identificado. Y nosotros sabemos dónde está, así que la Tercera Etapa está aquí. Es tan sagrado que no debo hablar mucho de ello…”.
Porque en él estaba la Tercera Etapa, dándonos una muestra de lo que Dios hará o haría más adelante, en una nueva edad y en un entrelace dispensacional, y a través de un mensajero que Él enviará. Dice:
1057 – “… que no debo hablar mucho de ello, como Él me dijo en el principio. Él me dijo: ‘De esto no hables nada’. ¿Ustedes recuerdan años atrás? Ella habla por sí misma. Pero traté de explicar los otros (o sea, las otras etapas), e hice un error en mi opinión. Yo no digo que el Señor me dijo esto. Esto será lo que empezará la fe para el rapto para irse. Yo tendré que quedarme callado por un tiempecito. Ahora recuerden (y tú que estás oyendo esta cinta): tú vas a ver un cambio en mi ministerio, luego decayendo, no levantándose; decayendo. Ya estamos en la edad, y no puede ir más allá”.
El ministerio de nuestro hermano Branham no podía ir más allá de su edad, no podía ir más allá del tiempo que le tocaba a él. Él fue movido de la séptima edad a esa parte entre la séptima edad y la Edad de la Piedra Angular, pero no podía ir más arriba; porque el ministerio de más arriba corresponde al siervo fiel y prudente que Jesucristo envía a Su Iglesia en el Día Postrero, que es el Ángel del Señor Jesucristo; y Cristo no tiene dos profetas mayores al mismo tiempo ministrando, o sea, en una misma edad no los puede tener.
Y el hermano Branham dice: “Y si así fuera, él crecerá y yo menguaré”. Página 474 y 475 del libro de Los Sellos. Y esto es cuando está hablando de uno que vendrá después de él, del cual él dice que será el Séptimo Sello.
Ahora, vean ustedes, con esta Tercera Etapa, “cuando venga la apretura, es lo que (dice) dará comienzo o empezará la fe para el rapto para irse”.
Recuerden que la Tercera Etapa es la etapa que le da la fe para ser transformados y raptados a todos los escogidos de Dios; por lo tanto, en ese tiempo vendrá la resurrección de los muertos y la transformación de los escogidos que están viviendo.
1057 – “Yo tendré que quedarme callado por un tiempecito”.
Dice:
1057 – “Tenemos que esperarnos aquí un minuto hasta que esto acontezca acá para alcanzarlo. / Y entonces viene el tiempo, y la presión está en un lugar donde tú estás oprimido, entonces mira lo que estoy preparándome para decirte en estos momentos. Mire la Tercera Etapa entonces, será absoluta y totalmente para los perdidos, pero será para la Iglesia y la Novia”.
O sea que esa Tercera Etapa impactará al mundo, a la iglesia (al cristianismo, a las vírgenes fatuas), e impactará a la Iglesia-Novia, porque con esa Tercera Etapa viene la transformación de los escogidos, cuando el poder de Dios esté manifestado en toda Su plenitud; ahí es donde surgirán los grandes milagros y maravillas.
Mientras tanto, Él estará dándonos a conocer los misterios de las cosas que deben suceder pronto; o sea que estará el Espíritu Santo revelándonos Su Palabra. Y la Palabra siendo revelada es la Tercera Etapa, pero no haciendo grandes milagros, sino revelando la Palabra.
Ahora, hemos visto que hay una promesa que no fue cumplida pero fue reflejada en el reverendo William Branham; por lo tanto, tiene que cumplirse conforme a como está prometida, y eso será el cumplimiento de la Visión de la Carpa.
Ahora, nosotros estamos viviendo en un tiempo donde estamos recibiendo la revelación de la Palabra, recibiendo la revelación del Séptimo Sello, para recibir la fe para ser transformados y raptados, la cual gira alrededor del Séptimo Sello, alrededor de la Segunda Venida de Cristo. Por lo tanto, para nuestro tiempo Él tendrá un varón, un varón esforzado, trabajando en la Obra de Cristo en este tiempo final.
Ahora, Dios no puede adoptar a una persona si primero no ha trabajado, no ha sido – no se ha esforzado y no ha sido valiente; porque a los miedosos Dios no los puede adoptar, y a los que no se han esforzado Dios no les puede dar premios.
Por lo tanto, tiene que ser un varón esforzado, un mensajero esforzado, el cual en este tiempo final estará cumpliendo el Programa correspondiente a nuestro tiempo. Será el instrumento de Cristo, y estará hablando esa Palabra, revelando esos misterios de las cosas que deben suceder; y Cristo estará vindicando en él y a través de él Sus promesas correspondientes a este tiempo final, como vindicó, o sea, hizo realidad, la promesa de la liberación del pueblo hebreo por medio del profeta Moisés, porque en Moisés estaba hecha carne la Palabra prometida para aquel tiempo.
La Palabra prometida tiene que hacerse carne para producir lo que fue dicho que Dios haría.
Y ahora, en el varón esforzado y valiente Cristo estará vindicando, confirmando, cumpliendo, lo que Él ha prometido. Por eso es que ese varón esforzado será el siervo fiel y prudente (o mayordomo fiel y prudente que nos habla San Lucas[12], o siervo fiel y prudente que nos habla San Mateo), al cual, cuando Su Señor venga, le halle haciendo así. ¿Cómo le hallará haciendo? Dándole el Alimento a tiempo a los hijos de Dios. ¿Dónde? En la Casa de Dios, en la Edad de la Piedra Angular. Y dice:
[San Mateo 24:46] “Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.
De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá”.
En un gobierno como los que existen en la actualidad, vendría a ser el primer ministro. En un reino, pues viene a ser el virrey, ¿sería, Miguel? El virrey; pero el Rey es Cristo. Y ese sería entonces aquel del cual Cristo dice: “Al que venciere, Yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro”[13]. ¿Por qué? Porque lo está poniendo, colocando, sobre todos Sus bienes en Su Reino.
Y también dice: “Al que venciere, Yo le daré a comer del Árbol de la Vida”[14]; por lo tanto, él estará comiendo del Árbol de la Vida, de Cristo.
Y él en el Día Postrero, luego de comer de la Primera Venida de Cristo, el Árbol de la Vida, y comerse toda esa revelación, para obtener el nuevo nacimiento, para recibir el Espíritu Santo y obtener el nuevo nacimiento, y obtener el cuerpo teofánico; luego también comerá de la Segunda Venida de Cristo, el Árbol de la Vida en Su Segunda Venida, para tener, recibir, el cuerpo físico eterno y glorificado.
Pues si come del Árbol de la Vida, pues el que come del Árbol de la Vida no morirá; vivirá eternamente. Por lo tanto, se come de la Primera Venida de Cristo y se come de la Segunda Venida de Cristo.
Y ahora, en Apocalipsis, capítulo 3 – 2:17, dice:
“Al que venciere, daré a comer del maná escondido…”.
¿Ven? El Maná escondido es la revelación de la Segunda Venida de Cristo. Luego, dice, ahí mismo: “… y le daré una Piedrecita blanca, y en la Piedrecita un Nombre Nuevo escrito, que ninguno conoce sino aquel que lo recibe”.
Va a recibir la Piedrecita blanca, la Segunda Venida de Cristo, él va a recibir a Cristo en Su Segunda Venida; y por cuanto viene con un Nombre Nuevo, va a recibir también ese Nombre Nuevo.
Cristo dijo en Apocalipsis, capítulo 3, verso 12:
“Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios…”.
O sea que va a ser una persona importante en ese Templo, que es la Iglesia de Jesucristo, y por consiguiente en el glorioso Reino de Cristo.
“… y escribiré sobre él el nombre de mi Dios…”.
O sea, eso es YHWH, en la forma en que es correctamente hablado y leído; porque allá no tenían las vocales, solamente eran consonantes.
“… y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios…”.
O sea que la Nueva Jerusalén tiene un nombre, y ese es el Nombre Eterno de Dios. No hay otro nombre mejor para la Ciudad de nuestro Dios que el Nombre de Dios.
“… la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo”.
Y con todas esas bendiciones que Dios le va a dar, miren ustedes, así como hizo el Padre con Jesús… Jesús es el Ángel del Pacto, el cual estuvo en todo el Antiguo Testamento siendo el instrumento de Dios, y estuvo en medio de todas esas generaciones que servían a Dios, y estuvo en medio del pueblo hebreo, la Iglesia del Antiguo Testamento; y luego fue hecho carne, y habitó en medio del pueblo hebreo, y vino en Nombre del que lo envió, en Nombre del Padre, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.
Y ahora, Cristo dice: “Glorifica Tu Nombre”. Y Dios dice: “Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez”[15]. Lo glorificó en Su Primera Venida y lo glorificará en Su Segunda Venida.
Y ahora, por cuanto agradó al Padre —Cristo y todo lo que Él hizo en obediencia al Padre—, luego cuando murió: resucitó, ascendió al Cielo, y se sentó en el Trono de Dios.
Y ahora, Cristo en Apocalipsis, capítulo 2, verso 26 al 27, dice:
“Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones,
y las regirá (las gobernará) con vara de hierro, y serán quebrantadas como vaso de alfarero; (así) como yo también la he recibido de mi Padre”.
Y ahora, en la misma forma que Cristo recibió toda esa autoridad en el Cielo y en la Tierra…, pues Él dijo a Sus discípulos, luego de haber resucitado: “Todo poder me es dado en el Cielo y en la Tierra”[16], pues se sentó en el Trono de Dios. Y en un reino, ¿quién es el que tiene la autoridad sobre todo el reino? El que está sentado en el trono.
Y ahora, en esa misma forma Cristo otorga al Vencedor autoridad sobre las naciones, autoridad en este planeta Tierra, para gobernarlas, regirlas con vara de hierro.
Y ahora, Cristo, así como venció y ascendió al Cielo victorioso, y se sentó en el Trono de Dios, ahora Cristo dice: “Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. Apocalipsis, capítulo 3, verso 21.
En la misma forma en que Cristo venció y se sentó en el Trono del Padre, ahora Cristo va a hacer con el varón valiente y esforzado del Día Postrero. Ese es el que recibirá esa bendición, porque ese es el siervo fiel y prudente, el mayordomo fiel y prudente, que estará en el Día Postrero, y que verá y recibirá a Cristo en Su Segunda Venida.
[San Mateo 24:46] “Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.
De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá”.
Será colocado como primer ministro, el administrador de todos los bienes del Señor.
Y por cuanto los 12 tronos ya fueron dados a los apóstoles, Cristo dice: “Pues Yo le daré que se siente conmigo en Mi Trono”. Y está bueno que ya haya repartido los tronos, porque el único que queda es el Trono de David, al cual Cristo es heredero, conforme a como está hablado por el Arcángel, profetizado por el Arcángel Gabriel en San Lucas, capítulo 1, donde dice… Capítulo 1, verso 30 en adelante, dice:
“Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.
Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús.
Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;
y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin”.
Y ahora, ese será el Trono que gobernará sobre la Casa de Israel, y por consiguiente ese mismo Trono será el que gobernará sobre el mundo entero. Y por consiguiente, el que se siente con Cristo en ese Trono tendrá su posición sobre gentiles y sobre hebreos.
Ahí hay un misterio muy grande, pero ya sabemos que esa bendición que estaban buscando Jacobo y Juan, cuando pidieron sentarse uno a la derecha y el otro a la izquierda en el Reino de Cristo[17], es la posición que Cristo tiene para el varón esforzado y valiente; sobre todos Sus bienes le pondrá.
Y ahora, esa bendición es la más grande de todas las bendiciones que Cristo tiene para Sus siervos fieles y valientes: los apóstoles y los siete ángeles mensajeros. Pero por cuanto el fin del negocio es mejor que el principio[18], pues la bendición mayor está para el fin del negocio de Cristo en Su Reino.
Así que habrá una administración en ese Reino Milenial. Y vean ustedes, el Trono de Cristo gobernará sobre el pueblo hebreo, y tendrá allí representantes, que son los apóstoles, los 12 apóstoles; y gobernará sobre los gentiles, y tendrá representantes, que son los siete ángeles mensajeros; y con Cristo en Su Trono estará el varón esforzado y valiente.
Por lo tanto, la bendición más grande está para este tiempo final, en donde el mensajero del Día Postrero tiene que ser esforzado, tiene que esforzarse, y tiene que ser valiente; no le puede tener miedo a nada. Cristo estará con él todos los días de su vida, y Cristo vindicará toda promesa que Él ha hecho para el varón esforzado y valiente.
Él sabrá que se va a sentar con Cristo en Su Trono, él sabrá que tendrá autoridad sobre todas las naciones, él sabrá que recibirá esa Piedrecita con el Nombre Nuevo; él sabrá que el Nombre de Dios, de la Ciudad de nuestro Dios y Nombre Nuevo de Jesucristo, Cristo lo escribirá sobre él. Él sabrá todas estas cosas y podrá compartir (hasta donde pueda) esos misterios; aunque en muchas cosas tendrá que permanecer callado, para que no salgan imitadores, porque todo esto está ligado a la Tercera Etapa.
¿Recuerdan cuando el hermano Branham estuvo en la Visión de la Carpa? El Ángel le dijo: “¿Recuerdas aquel nombre que buscabas cuando soñaste o cuando tuviste la Visión de la Carpa, o cuando soñaste acerca de la Tercera Etapa y la Visión de la Carpa? ¿Recuerdas aquel nombre que buscabas?”[19].
Luego, en otra ocasión, dice el hermano Branham: “Quizás sea…”, o sea, cuando habla de la Visión de la Carpa: “Quizás sea ese el tiempo y la forma en que Dios comenzará a dar a conocer Su Nombre en una forma nueva”[20]. El Nombre en una forma nueva es el Nombre Nuevo. Y ahora… Eso está página 26 y página 40 del libro de Citas, ahí lo buscan y lo encontrarán.
Ahora miren a todo lo que está ligado la Visión de la Carpa.
Y luego también en el libro de Citas, página 136 y 138, él dice: “Los grandes milagros (los milagros, o sea, a nivel internacional), eso es para Moisés y Elías”[21]. Así que vean a qué ministerio está ligado todo lo que va a suceder en el cumplimiento pleno de la Visión de la Carpa.
Ahora, por cuanto ya todos los demás ángeles mensajeros se fueron, ya a través de ninguno de ellos puede ser cumplida la Visión de la Carpa; pero Dios tendrá en medio de Su Iglesia a un varón esforzado y valiente trabajando en la Obra de Cristo y alimentando los hijos de Dios con el Alimento correspondiente a este tiempo, a la Edad de la Piedra Angular: dándoles el Maná escondido, la revelación del Séptimo Sello, la revelación de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo. Y Cristo lo va a adoptar; Cristo lo va a adoptar y va a cumplir plenamente todo lo que fue mostrado en la Visión de la Carpa.
Pero mientras llega ese momento de adopción, tiene que haber – tiene que estar trabajando en la Obra de Cristo; porque para ser adoptado, tiene que estar trabajando y haber aprendido las labores de la Obra de su Señor, para que luego el Espíritu Santo diga: “Ya está listo”, y sea adoptado.
Y ahora, todo hijo viene ¿en quién?, ¿en el nombre de quién? De su padre. Pues ¿no va a escribir Cristo el Nombre de Su Padre en él? (Por lo tanto…), ¿y no va a escribir el Nombre de la Ciudad de nuestro Dios y el Nombre Nuevo Suyo? Los tres nombres mencionados ahí es el mismo Nombre.
Y ahora, todo cheque firmado por uno que es adoptado es tan bueno – es tan buena la firma como la de su Padre; porque está colocado y adoptado para estar administrando plenamente los negocios de su Señor, para administrarlos en esa nueva etapa que va a venir. Por lo tanto, todo cheque que él emita tendrá fondo; toda Palabra creadora que él hable no rebotará, sino que hará aquello que él hablará.
Serán los pensamientos de Dios siendo colocados en el corazón de él, y él hablando esos pensamientos divinos; y eso es la Palabra creadora de Dios siendo hablada; por lo tanto, hará aquello para lo cual será hablada esa Palabra. Y no tornará vacía, sino que hará aquello para lo que es enviada[22].
Y va a ser estremecido el mundo entero, porque esa Tercera Etapa es para los perdidos (para el mundo), es para la iglesia (las vírgenes fatuas) y es para la Novia; por lo tanto, hará lo que debe hacer con el mundo; hará lo que debe hacer con las vírgenes fatuas; y hará lo que debe hacer con las vírgenes prudentes. Y cumplirá Cristo lo que Él ha dicho que hará con el mundo, con las vírgenes fatuas y con Su Iglesia-Novia.
Y vamos a dejar eso quietecito ahí, porque ahí hay un misterio muy grande que solamente debe conocerlo aquel varón esforzado y valiente.
Quizás en el mensaje “El paralelismo entre Cristo y Su Ángel”, ahí quizás salgan algunas cosas, que las podrán juntar con lo que hemos hablado en esta ocasión.
Pero por hoy, hasta donde hemos llegado yo creo que es suficiente, para saber quién es el varón esforzado y valiente del Día Postrero, y estar brazo a brazo con él en la Obra que Cristo, el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, estará llevando a cabo a través de él en este tiempo final.
Vean que Gedeón (¿Gedeón era, Miguel?) estaba guardando alimento, trigo, alimento para la familia; y eso es lo que hace el varón esforzado y prudente: colocando el Alimento en la Casa de Dios en este Día Postrero, colocando el Maná escondido, el Alimento para todos los escogidos de Dios de este tiempo final.
“EL VARÓN ESFORZADO Y VALIENTE”.
Allá fue Gedeón. En este tiempo final… o en las edades fue cada ángel mensajero; y en este tiempo final será el Enviado del Señor Jesucristo, del cual dijo:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias”. (Apocalipsis 22, verso 16).
Y Apocalipsis 22, verso 6, donde dice:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para (manifestar) a sus siervos las cosas que deben suceder pronto”.
Y esas son las cosas que Cristo dijo que revelaría a Su Iglesia, revelaría a los que subieran donde Él estaba, cuando dijo en Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, con esa Voz de Trompeta: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas”.
Subimos a la Edad de la Piedra Angular, y ahí Cristo, el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová (que le apareció a Gedeón), estará hablándonos a través del varón esforzado y valiente, que es el Ángel del Señor Jesucristo; así como Cristo, el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, estaría en Gedeón y estaría usando a Gedeón, para darle la victoria en contra de los enemigos del pueblo hebreo.
Y así estará Cristo en Su Ángel Mensajero para la liberación de todos los hijos e hijas de Dios, y para darnos la Gran Victoria en el Amor Divino, prometida esa victoria para este tiempo final. Por lo tanto, la victoria está ya profetizada.
Por lo tanto, tenemos que esforzarnos y ser valientes, juntamente con el varón valiente, el Ángel del Señor Jesucristo, que Él prometió tener en Su Iglesia dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Cristo a través de Su Ángel estará revelándonos todas estas cosas, y estará —Cristo a través de Su Ángel— obrando en favor de Su Iglesia.
Este Ángel viene desde muchos siglos atrás. Lo encontramos con Juan el apóstol, revelándole el libro del Apocalipsis; pero ahí lo vamos a detener, para no tocar otras ocasiones, sino dejarlo ahí quietecito.
Ya sabemos que el reverendo William Branham dijo que ese Ángel es un espíritu de profeta[23]; por lo tanto, los espíritus de profetas tienen que venir a la Tierra en carne humana para tener sus ministerios en medio de la raza humana.
Ahora, vamos a dejar quietecito todo esto ahí, porque si no, tendríamos que trazar la trayectoria del Ángel de Jehová, Su trayectoria en el Antiguo Testamento, desde el Génesis hasta la Primera Venida de Cristo, en donde se hizo hombre, se hizo carne, para tener Su ministerio terrenal; y luego tendríamos que trazar la trayectoria del Ángel del Señor Jesucristo, y ver el paralelo o paralelismo del Ángel de Jehová y el Ángel de Jesús. Y ese paralelismo puede salir en “El paralelismo entre Cristo y Su Ángel”.
Así que vamos a dejar eso para la ocasión en que tenemos – tendremos ese tema, el cual será muy pronto, en… vamos a ver en qué sitio será ese tema; y enseguida que haya sido predicado, estará disponible para todos ustedes. (Yo no sé…). Eso es para el 22 de julio, en Veracruz.
Yo no sé hasta dónde me permitirá Jesucristo hablar acerca del paralelismo entre el Ángel y Jesucristo (el que lo envía). Si me llega a permitir hablar todo lo que ya Él me ha mostrado, tendremos un mensaje lleno de grandes revelaciones; pero no sé hasta dónde me va a permitir Él hablar, porque hay muchas cosas ahí muy sobresalientes, las cuales están en la Escritura, están prometidas, y que su cumplimiento será en el Enviado del Señor Jesucristo. Y es mejor que me calle, porque si no, ya les estaría hablando más de lo que debo hablarles en esta ocasión.
Así que oren mucho por ese mensaje, que será en Veracruz, para que Dios me dé todo lo que debo hablar para esa fecha.
Así que Dios les continúe bendiciendo a todos, Dios les guarde.
Y adelante sirviendo a Cristo, y trabajando junto al varón esforzado y valiente que Cristo prometió que tendría en medio de Su Iglesia, en el cual estaría Cristo en Espíritu Santo manifestado, revelándonos todas estas cosas y preparándonos para ser transformados en este tiempo final.
Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también; y pronto se complete el número de los escogidos de Dios en Su Cuerpo Místico de creyentes; y pronto nos revele todo lo que debemos nosotros conocer; y pronto resucite a los muertos en Cristo, y nos transforme a nosotros los que vivimos; y nos – y se manifieste en toda Su plenitud, y cumpla plenamente la Visión de la Carpa; y luego nos lleve con Él a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
En cuanto a la Visión de la Carpa, dice el hermano Branham que…, y en cuanto a la Tercera Etapa manifestada, dice que cuando la Tercera Etapa esté manifestada, ya las puertas estarán cerradas, y…; y porque el llamamiento y todas estas cosas que son vistas en la Visión de la Carpa… vamos a ver eso en alguna ocasión con más detalles, y vamos a ver lo sencillo que es todo.
Por cuanto es para el mundo, para las vírgenes insensatas y para la Iglesia, quizás más adelante podremos ver los detalles que tienen que ver con el mundo (o sea, con los perdidos), los detalles que tienen que ver con las vírgenes insensatas y los detalles que tienen que ver con la Iglesia-Novia del Señor Jesucristo.
Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde. Y con nosotros nuevamente nuestro amigo y hermano, el reverendo Miguel Bermúdez Marín, para continuar. No sé si es hasta las 12:00 o 1:00 de la mañana. Ya mañana tendremos actividad.
Oren mucho por la actividad de mañana, Dios mediante. Y oren por mi garganta, para que Dios me tenga esa garganta bien fortalecida para mañana, Dios mediante.
Para mañana es con relación a la Lluvia Temprana y Tardía…: “EL MISTERIO DE LA LLUVIA TEMPRANA Y DE LA LLUVIA TARDÍA”.
(Vamos a ver, Miguel, si aquí, de las cosas… Aquí está uno, Miguel. Si no tiene, puede sacar copia de este, Miguel. Está comenzado a marcarse, pero no, no…, todavía no lo he leído). (Ah, pues pásamelo acá antes que… antes que se confunda allá con el tuyo).
Bueno… Es que Miguel y yo siempre nos llevamos así. Dios nos ha permitido tener un buen compañerismo, y nunca tener peleas entre él y yo, sino un buen compañerismo; y así pues nos tratamos, con aprecio y cariño; y es la mejor forma, para que así pues Dios pueda obrar a través de él y a través de mí también.
Y lo ha colocado también entre ustedes, para así ayudarlos a todos ustedes, y tener las reuniones de ministros, y que los ministros se mantengan bien unidos; y entonces él me invita a las reuniones de ustedes, que ustedes tienen con él; y entonces yo pues, con mucho aprecio y con mucho cariño, pues estoy con Miguel en las reuniones que él tiene con ustedes, para así compartir con ustedes lo que Dios me da a mí para ustedes y para todo el Cuerpo Místico de Cristo.
Así que Miguel es el que prepara tanto las actividades para todos los países, y también con relación a las reuniones de ministros; y él pues ha establecido también que los sábados (pues así como hoy) no tengan actividades con toda la congregación en la noche, para así no tener límites.
¿Qué hora es ya, Miguel?
[Hno. Miguel: Ya son las… 10 para las 11:00].
Si hubieran tenido actividad hoy, ni hubiera estado con ustedes, porque me hubiera ido abajo, a la actividad con todos, y entonces no podíamos hablar quizás tan claramente como hemos hablado entre ustedes.
Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde.
Oren mucho por Miguel, y oren mucho también por mí, para que Dios pues nos use grandemente en Su Obra en este tiempo final.
Que Dios les bendiga, y pasen todos muy buenas noches.
Con ustedes nuestro amigo y hermano Miguel Bermúdez Marín.
“EL VARÓN ESFORZADO Y VALIENTE”.
[Revisión enero 2024 – RM-JC-GS-JR-PP]
[1] 1 Samuel 8:4-7
[2] Rut 3:1-18, 4:1-12
[3] 2 Timoteo 2:12
[4] Los Sellos, pág. 319, párrs. 194-219
[5] 2 Samuel 15:30
[6] San Lucas 19:41-44
[7] Salmos 22:16-17
[8] San Juan 11:25
[9] San Mateo 21:18-19, San Marcos 11:12-14
[10] San Juan 2:1-12
[11] Mt. 14:13-21, Mr. 6:30-44, Lc. 9:10-17, Jn. 6:1-14
[12] San Lucas 12:42-44
[13] Apocalipsis 2:26-28
[14] Apocalipsis 2:7
[15] San Juan 12:28
[16] San Mateo 28:18
[17] San Mateo 20:20-23, San Marcos 10:35-40
[18] Eclesiastés 7:8
[19] Citas, pág. 40, párr. 321
[20] Citas, pág. 26, párr. 216
[21] Citas, pág. 136, párr. 1208; pág. 138, párr. 1236
[22] Isaías 55:10-11
[23] Los Sellos, pág. 301, párr. 106