Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes, y los que están en diferentes países. Un saludo muy especial para el misionero, doctor Miguel Bermúdez Marín, allá donde se encuentra en esta ocasión.
Para esta ocasión leemos en Primera de Corintios, capítulo 14, versos 7 al 8, y dice de la siguiente manera:
“Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara?
Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema de introducción a la escuela bíblica y al estudio bíblico del próximo domingo, es: “LA SINFONÍA DE DIOS.” Para simplificarlo, vamos a llamarle: “LA SINFÓNICA DE DIOS.”
Ya con lo que el misionero Miguel Bermúdez Marín nos habló en esta ocasión, yo creo que sería suficiente; por lo tanto, vamos a tocar solamente el tema en pocas palabras, para así tener el cuadro del próximo domingo en la escuela bíblica.
La música es perfecta, como también las matemáticas. En el Cielo y del Cielo es que vino la música para los seres humanos. Primero la tuvieron los ángeles y después vino a la Tierra para los seres humanos. Es del Cielo.
Por eso la música no puede ser adulterada, porque la música produce un efecto muy importante en el ser humano. Pasa sin que la censura pueda hacer nada, pasa directamente al subconsciente sin pasar por el consciente para ser censurada, para ser razonada.
Por eso ustedes encuentran algunas veces que hay personas, o hasta ustedes mismos, cantando o siguiendo el ritmo de una música, y ni saben lo que dice la letra de esa música; pero… algunos hasta cantan sin saber lo que significa la letra de esa música. Es porque pasa directamente al subconsciente, pasa al alma sin tener que pasar por el consciente, sin que el consciente la analice antes de dejarla pasar al alma, o sea, al subconsciente; porque cuando pasa al subconsciente, después sale del subconsciente para materializar el contenido de lo que entró al subconsciente, al alma de la persona.
También las matemáticas, encontramos que vienen del Cielo. Si usted observa la Creación, todo está matemáticamente bien ordenado. Por supuesto que el ser humano ha llegado en las matemáticas hasta cierto nivel, pero todavía le falta llegar a conocer las matemáticas celestiales, que abarcan más que las terrenales. Pero con las terrenales podemos ver el Programa Divino, porque en las matemáticas y en la música se refleja el Programa Divino que Él llevaría a cabo de edad en edad y de dispensación en dispensación.
Si ustedes van a una sinagoga (y aun en algunas iglesias) ustedes encontrarán que en las sinagogas muchas veces se lee la Escritura en forma cantada; y si leemos en Deuteronomio, capítulo 31, nos dice… verso 19, hablando Dios a Moisés:
“Ahora pues, escribíos este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel…”
Ahora vean, Dios le está diciendo que le enseñe este cántico, todo esto que Dios le reveló, para el pueblo, ahora se lo va a enseñar cantado.
“Ahora pues, escribíos este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel; ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel.”
Y ahora, esta Palabra Divina que tenía que darle en ese momento, se la iba a dar en forma de un cántico; y se lo enseñaría a los adultos y a los niños, a hombres y mujeres, para que lo estuvieran cantando y fuera para que lo tuvieran en memoria y como testigo de parte de Dios para el pueblo. O sea, este cántico le sería de testigo a Dios de lo que le sucedería al pueblo hebreo si se apartaba de Dios y se inclinaba a la idolatría.
En la Biblia encontramos en los Salmos también, y aun en el libro del Apocalipsis, que nos habla de un Cántico nuevo.
¿Qué puede tener un Cántico nuevo? La Palabra de Dios para el tiempo en que la persona está viviendo. Un Cántico nuevo de un Mensaje nuevo, un Mensaje dispensacional, o un Cántico nuevo de un Mensaje para una nueva etapa o edad del pueblo de Dios bajo el Pacto vigente de ese tiempo.
Como todos sabemos, en las iglesias se canta de lo que es el Mensaje para la Dispensación de la Gracia, o sea, la Venida del Señor, Su Sacrificio en la Cruz del Calvario y las bendiciones que obtuvo para todos nosotros al morir, ser sepultado y resucitar glorificado.
Siempre el Mensaje correspondiente a una dispensación se coloca también en cántico, para que el pueblo lo aprenda y disfrute las bendiciones de Dios para esa dispensación.
Cuando se nos habla de un Cántico nuevo para una nueva dispensación, el Cántico contiene el Mensaje de esa nueva dispensación.
Por ejemplo, en Apocalipsis, veamos… Apocalipsis, capítulo 15; y Apocalipsis, capítulo 1 y capítulo 5. Verso 9 al 10, dice, del capítulo 5:
“…Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.”
Vean este cántico que están ejecutando, interpretando allá en el Cielo, cuando Cristo, el Cordero, toma el Libro sellado con siete sellos.
También en Apocalipsis, capítulo 15, dice… Verso 3 en adelante, dice:
“Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos.
¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado.”
Ese es otro cántico allá en el Cielo cuando ocurre todo esto que está en este capítulo 15.
El contenido siempre ―del cántico― es el Programa de Dios para el tiempo en que las personas están viviendo. Vean, esos cánticos son del Cielo y son transmitidos a los seres humanos; y por eso es que de edad en edad, en las iglesias se canta a Dios, no cualquier cosa, sino de acuerdo al Programa de Dios para la Dispensación de la Gracia.
De edad en edad el Compositor, que es Dios, el cual desde antes de la fundación del mundo compuso la hoja musical correspondiente a cada edad y a cada dispensación, y ha quedado en la Biblia la letra de lo que Dios va a hacer…; luego el Director, que es el Espíritu Santo, como se ve en las sinfónicas, orquestas sinfónicas, un hombre con una varita dirigiendo a todos los músicos…; la Sinfónica en el Programa de Dios es la Iglesia del Señor Jesucristo; el Compositor es Dios.
Y el Director toma la página musical correspondiente al tiempo en donde Él, con la Orquesta, la Sinfónica, tiene que interpretar esa Obra, esa pieza musical. El Director con la varita, con la Palabra, el Espíritu Santo en el mensajero, con la Iglesia, interpretan esa pieza musical; o sea, llevan a cabo lo que está escrito en la Palabra para ese tiempo, traen el Mensaje correspondiente a ese tiempo, las promesas correspondientes a ese tiempo; las llevan a cabo, se materializan; y entonces se cumple la Obra de Dios de esa pieza musical para ese tiempo.
Esa es la pieza musical de la Sinfónica de Dios, la Iglesia del Señor Jesucristo dirigida por el Director con la varita en la mano, la Palabra en la mano, a través del mensajero de cada edad. Así fue para cada edad y así ha sido para cada dispensación. Tan sencillo como eso.
No estamos en el tiempo de Noé. Por lo tanto, la pieza musical para aquel tiempo fue la de construir el arca para la salvación de los que tenían que ser librados del juicio del diluvio: personas, animales y aves y reptiles también.
Luego, encontramos que todo lo que tenía que oír, siendo interpretado por la Sinfónica de Dios de aquel tiempo (Noé y su familia), fue escuchado lo que vendría y cómo escapar del juicio que vendría sobre la Tierra. Él estaba dando a conocer la hoja musical de aquel tiempo; y el Espíritu Santo por medio de Noé estaba dirigiendo esa pieza musical de aquel entonces.
Ahora, ¿qué tiene que ver eso con nosotros? Dice Cristo: “Como fue en los días de Noé, así será la Venida del Hijo del Hombre.” O sea que será un tiempo paralelo al tiempo de Noé el tiempo final, el tiempo de la Venida del Hijo del Hombre prometido en diferentes Escrituras del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento.
Ahora lo importante para nuestro tiempo es conocer cuál es la página musical que la Sinfónica, la Orquesta de Dios, la Iglesia, con el Director, el Espíritu Santo con la Palabra en la – la Vara en la mano, tiene que interpretar a través de Su manifestación en el tiempo final, usando al mensajero y a la Iglesia para la interpretación de esa pieza musical.
Por lo tanto, es importante y es obligatoriamente que tenemos que conocer la letra de la pieza musical, las promesas correspondientes a nuestro tiempo que están en la Biblia; para saber cuál es la pieza musical que la Iglesia del Señor Jesucristo tiene que estar interpretando bajo la dirección del Maestro, del Espíritu Santo, manifestado en Su instrumento correspondiente al tiempo final. Como fue en las diferentes etapas o edades de la Iglesia, así tiene que ser en nuestro tiempo también.
Son siete notas musicales que corresponden a cada edad de la Iglesia, cada una de ellas. Son siete edades de la Iglesia, y ya la pieza musical de cada edad fue interpretada por la Orquesta, la Iglesia, bajo la dirección del Maestro, de Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia con Su Palabra dirigiendo todo, usando un mensajero de edad en edad; así por siete edades.
¿Y qué hay para este tiempo? La pieza musical de este tiempo final será en una octava; por lo tanto, se sube a una octava y se sube a una edad octava, que es la Edad de Piedra Angular; donde la pieza musical corresponde a una octava, donde se recorrerán las siete notas musicales, pero en una nota más alta. Tan sencillo como eso.
El próximo domingo tendremos la escuela y el estudio bíblico correspondiente al tema: “LA SINFONÍA DE DIOS” o… le colocamos: “LA SINFÓNICA DE DIOS,” que es la Iglesia. Y luego explicaremos lo de la sinfonía, y todas las demás cosas, las explicaremos el próximo domingo, Dios mediante.
Por lo tanto, oremos por la actividad del próximo domingo, el estudio bíblico del próximo domingo, bajo el tema: “LA SINFÓNICA DE DIOS.”
Ha sido para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, en esta corta introducción al estudio bíblico del próximo domingo.
Que Dios les bendiga y les guarde; y continúen pasando una noche feliz, llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.
Dejo con ustedes al reverendo José Benjamín Pérez, con nosotros, y en cada país dejo al ministro correspondiente a continuación.
Dios les bendiga y buenas noches para todos.
Hasta el próximo domingo, Dios mediante.
“LA SINFÓNICA DE DIOS.”