Cosas que deben suceder pronto

Muy buenos días, amados hermanos y amigos; en esta mañana es para mí una bendición, un privilegio estar nuevamente con ustedes.

El tiempo vuela y ya estoy nuevamente con ustedes. Así que en ese tiempo que estuve fuera de aquí, tuvimos unas actividades muy importantes en Perú, en Bolivia, Brasil y Venezuela.

Y las grabaciones, pues están todas a la disposición de ustedes, todas son más o menos de una hora; y ya pues, le estaba diciendo al hermano Robert que podía facilitarle esas grabaciones a los que las soliciten; ya yo creo que para hoy también… (¿Para hoy?) Para hoy hay algunos de los mensajes que fueron predicados allá.

Si además de los que usted pidió para hoy domingo, desea, le interesa, alguno de los que se predicó allá en Venezuela o en otros lugares… Yo le había dicho al hermano Robert que los de Venezuela fueran los primeros. (Hay de Venezuela, ¿uno o dos?). Uno de Venezuela, y los otros de otros lugares. Ya pues él les dirá cuáles son. Y los que usted desee recibir hoy, si le da el número que él tiene de casettes; si no, pues entonces se los encargaría para el próximo domingo; y usted pues escuchará cómo Dios nos está dirigiendo y hablándole al pueblo latinoamericano.

Todos los hermanos de estos países les envían saludos a ustedes a través de mí; y se los doy a todos con mucho cariño, como ellos se los han enviado. Es algo maravilloso lo que está aconteciendo en esos lugares. Creo que en todos los lugares…, sí, en todos los lugares utilizamos emisoras de radio, y se cubría (en casi todos los lugares) la nación completa donde estábamos, y de aun salía a otros países.

Bueno, así que ustedes pueden ver que cuando viajamos a otros países hacemos un poco más de lo que estamos haciendo aquí. Aquí solamente cuando tenemos culto el domingo es grabado; no estamos tomando película por el momento, tampoco lo estamos transmitiendo por la radio; sino que lo grabamos y después lo colocamos en los programas de radio y lo enviamos a otros países. Pero cuando vamos a otros países se utiliza la radio, se graba también y se prepara para también enviarlo a los demás países, y preparar también programas de radio.

También, los últimos dos mensajes que se predicaron fueron tomados en películas de videocassette, que servirán para televisión; y cuando Dios nos abra por completo la puerta de la televisión, pues usaremos también la cuarta dimensión; como la estamos usando con la radio, que es la misma cuarta dimensión, pero ya en televisión es con voz e imagen.

Bueno, va a ser un paso más adelantado…; y oremos por eso, para que Dios pues, se encargue de abrirnos el camino, abrirnos las puertas en cuanto a eso. Nosotros sabemos que el final y al final, y lo último de lo que Dios estará haciendo se va a ver por televisión.

Bueno, el hermano Branham pues, hasta donde tengo entendido, cuando le preguntaron: “¿Cómo será posible que se vea tal acontecimiento que va a suceder y que lo van a ver toda la gente y todas las naciones?, ¿cómo va a ser eso?”. Por televisión; a través de esos satélites y todas esas cosas pues va a ser posible; si no, no fuera posible.

Bueno, ya ustedes saben a lo que me refiero, así que si por ahí va a ser la línea al final, pues tiene que haber un comienzo. Y si el comienzo…; por lo menos, el anuncio de las plagas y de todas esas cosas que el mundo va a escuchar, una de las vías va a ser la televisión, la prensa y la radio. Así que películas, grabaciones e imprenta, o folletos y periódicos, son los tres medios principales para que el Mensaje salga fuera de nosotros.

Y quizás, pues, uno en persona no tenga que salir tanto, ya que van a ser días peligrosos, usted sabe a lo que me refiero; y yo creo que yo mismo he sido un poquito, quizás… descuidado, o no me he cuidado; en muchas ocasiones pues, hacer saber que voy de viaje para tal sitio, tales días, cuándo voy y cuándo vengo…, o sea, pues…, en eso pues he sido descuidado y ustedes también pues algunas veces comentan. Y nosotros más bien lo hacemos esto con confianza, sin miedo, sin temor; pero llegará un momento en que quizás yo tenga que viajar y ustedes sepan que viajé cuando yo les diga: “Estuve por tal país, por tal país, y esto fue lo que Dios hizo”.

Bueno, ustedes saben que hubo etapas así en los tiempos del Antiguo Testamento; y allá en el tiempo del Nuevo Testamento, ahí en los Evangelios, dice que los apóstoles, y algunas veces Jesús, decía que no le dijeran a nadie nada hacia donde iba; y dice que iba encubiertamente, o sea, eso es secretamente, sin que nadie supiese que iba para tal o cual lugar, porque eran días difíciles, momentos en que lo estaban persiguiendo.

Cuando murió Juan, dice que se fue, se escurrió y se fue para otro lugar secretamente; y también… en otras ocasiones también; y decía que no hicieran saber que Él estaba por esos lugares.

Bueno, la gente siempre son averiguadas (como decimos nosotros), y tratan de averiguar; pero a Sus discípulos Él los instruía para fuesen personas reservadas; porque cuando Él trataba de irse para otro lugar secretamente era porque ni el gobierno ni las religiones de aquel tiempo debían saber dónde Él estaba, porque lo iban a perseguir, e iban a tratar de estorbar la labor que Él iba a llevar a cabo.

Bueno, esa es una realidad bíblica, y tendremos que pasar por eso nuevamente.

Bueno, vamos a buscar en nuestras Biblias, allá en el capítulo 1 y verso 1 de Apocalipsis. Apocalipsis, capítulo 1, verso 1, ahí leeremos una Escritura; y luego pasaremos a Apocalipsis, capítulo 22, verso 16. Y dice la Palabra de Dios de la siguiente manera:

“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan…”.

Y dice Apocalipsis, capítulo 22, verso 16:

“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias”.

Que Dios bendiga Su Palabra en nuestros corazones.

Repito una porción de la lectura del capítulo 1 de Apocalipsis, donde dice:

“… para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel…”.

“COSAS QUE DEBEN SUCEDER PRONTO”.

Ese será nuestro tema para esta mañana: “COSAS QUE DEBEN SUCEDER PRONTO”.

La revelación apocalíptica es un Mensaje, es una revelación en donde el Señor muestra las cosas que deben suceder pronto; y el Señor dice que Él declara esas cosas que deben suceder pronto, Él las declara enviándolas por medio de Su Ángel, por medio de Su mensajero. Por medio del mensajero del Señor Jesucristo es que todos podrán conocer las cosas que deben suceder pronto.

Allá en el capítulo 22, verso 16, dice Jesucristo: “Yo Jesús envío mi Ángel para dar testimonio de estas cosas en las iglesias”, para dar testimonio de estas cosas apocalípticas que deben suceder pronto.

Ahora, si usted lee el libro del Apocalipsis, usted encontrará un sinnúmero de cosas que deben suceder pronto, y están mostradas bajo la forma que Dios estableció para mostrárselas a Juan: la forma que Dios estableció para mostrarle en aquellos tiempos fue la forma simbólica.

Por eso la revelación apocalíptica que Juan, el discípulo amado, recibió en aquellos días, fue la revelación en forma simbólica; pero todos esos símbolos representan, simbolizan, algo de lo que tiene que acontecer.

Todas las cosas que tienen que acontecer están mostradas en el Apocalipsis; por lo tanto, las cosas que deben suceder pronto, son entonces mostradas por el Ángel del Señor.

Ahora, Juan en aquellos tiempos tipificó, representó, ¿a quién? Representó en ciertos momentos a la Iglesia del Señor pasando por sus diferentes etapas, representó a la Iglesia del Señor pasando por las siete edades de la Iglesia gentil; y al terminar las siete edades, luego dice que miró hacia arriba, hacia el cielo, y cuando miró (miró hacia el cielo), dice que vio una puerta abierta en el cielo.

Así que todo esto nos muestra que al final de las siete etapas o edades de la Iglesia gentil, luego en el Cielo estará una Puerta abierta para Juan, que representa a la Iglesia del Señor. Y dice que cuando miró y vio la Puerta abierta, oyó una Voz de arriba que le dijo…, una Voz como de trompeta que le dijo: “Sube acá…”, ¿para qué? Para algún propósito. “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de ser después de estas”1.

Después de las cosas que debían suceder en las siete edades o etapas de la Iglesia gentil, luego de eso sucederían otras cosas; pero esas otras cosas no le serían dadas a conocer a la Iglesia en las siete edades de la Iglesia gentil, sino en una edad más alta, en una edad superior, en una edad que está más arriba.

¿Y acaso habría otra edad después de las siete edades de la Iglesia gentil? Después de las siete edades de la Iglesia gentil está la Edad de la Piedra Angular, que es una edad celestial, que es una edad que está más arriba, que es una edad que no pertenece a las siete edades de la Iglesia gentil.

Por eso cuando fue dibujada o representada por el séptimo mensajero de la Iglesia gentil, por eso él la dibujó (la Edad de la Piedra Angular), despegada de las siete edades de la Iglesia gentil. Por eso es que para llegar a la Edad de la Piedra Angular hay que mirar hacia arriba.

Y entonces, así como se oía la Voz del Señor en cada una de las edades de la Iglesia gentil, y se oía la Voz del Señor a través de la Trompeta que sonaba en cada uno de los mensajeros de las siete edades; luego en la Edad de la Iglesia, en la Edad de la Piedra Angular, la edad celestial, se oye una Gran Voz como de Trompeta para llamar a los hijos de Dios, para llamar a la Iglesia del Señor, ¿llamarla hacia dónde? Hacia arriba, hacia la Edad de la Piedra Angular. ¿Para qué? Para mostrarle las cosas que deben suceder después de las siete etapas o edades de la Iglesia gentil.

Esa Voz que llama es la Voz del Señor, la Voz del Señor a través del mensajero, del Ángel del Señor, para la Edad de la Piedra Angular. Por eso Él dice: “He aquí, yo he enviado mi Ángel para dar testimonio de estas cosas en las Iglesias”. Es la Voz del Señor a través del Ángel del Señor el que llama a la Iglesia a subir hacia arriba, ¿para qué? Para Él mostrarle las cosas que deben suceder pronto, después que han terminado las siete etapas de la Iglesia gentil.

Después que las siete edades de la Iglesia gentil han terminado, entonces hay cosas que deben suceder pronto. Esas cosas son las que ese mensajero le estará dando a conocer a la Iglesia, pero se las estará dando a conocer en la Edad de la Piedra Angular.

Será el Señor hablando a través de Su Ángel, de Su mensajero. Por eso es que el Señor dice: “Yo envío a mi Ángel, a mi mensajero, para dar testimonio de estas cosas”. Él le revela, le dice el testimonio que ese Ángel debe dar; le dice las cosas que ese mensajero debe dar a conocer en ese tiempo a la Iglesia.

Es un tiempo realmente muy importante, el tiempo del llamado hacia arriba. Es un tiempo en que muchas cosas deben suceder y deben ser dadas a conocer, para que todos puedan saber lo que ha de acontecer y cómo colocarse en la perfecta voluntad de Dios para esa edad y esa dispensación. Es entonces el tiempo para conocer las cosas que sucederán pronto, es el tiempo apocalíptico más importante para todo el pueblo de Dios.

Como Dios siempre obra de la misma manera que había obrado anteriormente, así como hubo siete edades de la Iglesia gentil en un lapso de tiempo de aproximadamente dos mil años, y en cada una de esas edades una Trompeta fue sonada por el mensajero de esa edad; encontramos también que un Trueno (que es la Voz de Dios) fue hablado, fue tronado; así también encontraremos que en la Edad de la Piedra Angular, en la edad de arriba, a donde es llamado todo hijo de Dios, encontraremos que será sonada la Trompeta del Señor.

Por eso Juan, cuando miró hacia arriba, oyó a Uno hablando como con voz de trompeta; y eso es nada menos que la Voz del Señor.

¿Y qué Trompeta es la que corresponde para ser oída y ser sonada por el Ángel del Señor? Es la Trompeta tipificada en el año del jubileo, es la Trompeta que proclama libertad en toda la Tierra para todos los hijos de Dios.

Es en ese tiempo el tiempo de oír las cosas que deben suceder pronto; no ya las cosas que acontecieron en el pasado, porque esas ya son historia; ya esas cosas fueron dadas a conocer, ya esas cosas fueron reveladas de que acontecieron en las edades de la Iglesia gentil y ya son historia. Pero las cosas que estarán aconteciendo en el tiempo de la Edad de la Piedra Angular, en el tiempo de la edad perfecta de la Iglesia, todas esas cosas son dadas a conocer por el mensajero que el Señor envía para dar testimonio de estas cosas; y él dará testimonio de todas estas cosas que estarán aconteciendo en ese tiempo.

Él dará testimonio de las cosas que estarán aconteciendo en la Obra de Dios, en el Plan de Dios; él dará testimonio de las cosas que el Señor estará llevando a cabo; él dará testimonio de lo que el Señor estará cumpliendo para ese tiempo: él dará testimonio del Séptimo Sello, él dará testimonio de la Venida del Señor en los días finales, de la Venida del Hijo del Hombre, conforme a como fue prometido, viniendo en las nubes con poder y gloria con Sus Ángeles, ¿para qué? Para llevar a cabo la gran cosecha que Él anunció en la parábola del trigo y de la cizaña.

Él dará testimonio de la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles. Y cuando da testimonio de la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, él revela públicamente todo el misterio de la Venida del Hijo del Hombre, él revela el misterio de esos Ángeles que vienen con el Hijo del Hombre.

Y al revelar ese misterio será dado a conocer que esos Ángeles son el ministerio de Moisés y Elías, que vienen para llevar a cabo la Gran Cosecha. Él dará testimonio, él dará a conocer esas cosas; y entonces todos conocerán que el Hijo del Hombre al venir estará entonces llevando a cabo el cumplimiento de las promesas mesiánicas.

Entonces, cuando él revele esas cosas que deben suceder pronto, en este tiempo final, todos entenderán que en el cumplimiento de la Venida del Señor en los días finales, estará también el ministerio de Moisés y Elías manifestados en carne humana. Estará la Venida del Señor manifestada en carne humana, ¿en quién? En el Ángel Mensajero del Señor.

Muchos están esperando literalmente ver el mismo cuerpo que apareció aquí dos mil años atrás, en donde fue cumplida la Venida del Mesías dos mil años atrás; pero el Señor es el mismo ayer, hoy y siempre, excepto en Su cuerpo físico; porque Él lo único que cambia es el cuerpo físico en cada una de Sus manifestaciones.

Eso es lo único que cambiará: Él cambiará de cuerpo físico, conforme a Sus planes; y eso es una de las cosas que serán reveladas, porque es una de las cosas que deben suceder pronto, en estos días finales.

También muchos están esperando literalmente ver al profeta Elías y ver al profeta Moisés, pero son muchos los que no se han dado cuenta que el ministerio de Elías ha estado manifestándose en esta Tierra por cuatro veces consecutivas, en diferentes hombres y en diferentes tiempos o edades.

Y la última vez que se manifiesta el ministerio del profeta Elías se manifestará en la Venida del Hijo del Hombre; y como Dios no tiene dos profetas al mismo tiempo obrando, dos profetas mayores, tampoco tendrá a tres profetas mayores. Por lo tanto, en el mismo profeta que se cumpla la Venida del Señor, la Venida del Hijo del Hombre, se cumplirá también la venida del ministerio de Elías y la venida del ministerio de Moisés, conforme a Apocalipsis 11, que dice que son los Dos Olivos y los Dos Candeleros.

Por eso es que usted encuentra en muchas ocasiones que lo que está prometido que el Hijo del Hombre hará, es lo mismo que hace Moisés y Elías, los Dos Olivos; es que será a través de la misma persona.

Para los gentiles y los hebreos estará sobre la Tierra ese ministerio. Será un ministerio perfecto, pues el Señor se perfecciona en tres. Y si cuando era un ministerio simple era tan poderoso, ¡cómo será en un ministerio pleno!

Es que muchas personas no han comprendido que, por ejemplo, cuando vino el Señor, el Hijo del Hombre en Su Primera Venida, allí estaban todos los ministerios de los profetas del pasado manifestados, consumados y condensados en un solo hombre.

Cuando estaba Jesús de Nazaret sobre la Tierra, allí estaba el ministerio de cada uno de los profetas en un solo hombre; porque Él era la plenitud de Dios manifestada en carne humana en un solo hombre. En los demás profetas solamente había una porción de Dios; por lo tanto, había una porción ministerial del ministerio de Dios; y a cada una de esas porciones se le conoció por el nombre del profeta donde estaban esas porciones. Pero cuando vino la plenitud de Dios y ministró la plenitud de Dios, allí estaban todos los ministerios de todos los profetas en un solo hombre.

Por eso muchas personas cuando hablaban acerca de Jesús, unos decían: “Ese es Jeremías”, otros decían: “Ese es Isaías”, otros decían: “No, ese es Juan el Bautista”, otros decían: “No, no sabemos cuál de los profetas es, pero es alguno de los profetas que ha resucitado”. Pero podemos decir: ¡Ese era todos los profetas! Ese era Isaías, Jeremías, ese era Elías, Eliseo, ese era todos los profetas; y todos los profetas y todos los ministerios de esos profetas vinieron a llamarse: Jesús de Nazaret. Jesús de Nazaret era la consumación de todos los profetas.

Por eso cuando Jesús dijo: “Horadaron mis manos y mis pies”, ese era David hablando; pero era David hablando en el espíritu, y ese espíritu estaba en Jesús. Así que ahí nuevamente, el mismo espíritu que habló por David, estaba hablando nuevamente.

Cualquier persona podía decir: “¡Jah! Ese parece David, porque está diciendo exactamente lo mismo que dijo David muchos años atrás”, pero era el espíritu que estaba en David.

Bueno, esas son cosas que tenemos nosotros que entender para poder comprender en este tiempo las cosas que deben suceder pronto; y así poderlas ver, poderlas entender, y saber entonces la posición que tenemos que ocupar en el Plan de Dios en estos días finales.

En estos días finales es tiempo para entender las cosas que deben suceder; porque la promesa que le fue hecha a Juan, el cual representa a la Iglesia en aquella etapa y en aquellos momentos, la promesa que le fue hecha fue: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que deben suceder pronto, las cosas que han de ser después de estas: después de las edades de la Iglesia. Después de estas que ya acontecieron, van acontecer otras cosas nuevas, ¡y yo te las voy a mostrar! ¡Sube acá!”.

Esa es la promesa para el pueblo de Dios en estos días finales. Cada cosa que debía suceder después de las siete edades de la Iglesia la conocerá cada hijo de Dios que sube arriba. Por lo tanto, las cosas relacionadas a la Venida del Señor serán conocidas por el pueblo que sube arriba; porque al mensajero el Señor le toca revelárselas, conforme a la promesa del Señor.

También le revelará toda la labor que será hecha por el Señor en estos días finales, cuando el tiempo de las siete edades de la Iglesia ha terminado. Le mostrará también el propósito de la Venida del Hijo del Hombre en estos días finales. Le mostrará que Él no viene como Cordero, sino como el León de la tribu de Judá.

Pero eso todo el mundo sabe: que está prometido que será como León de la tribu de Judá; pero no todo el mundo ha comprendido lo que eso significa. Y lo que eso significa será dado a conocer a todos arriba, en la Edad celestial de la Piedra Angular. Esas son cosas que deben suceder pronto, en este tiempo final, y son cosas que le serán reveladas a todo el pueblo.

También le será revelado al pueblo todos los símbolos apocalípticos, le será revelado el significado de todos esos símbolos. Y al serles revelados el significado de todos esos símbolos, entonces comprenderán lo que estará aconteciendo, las cosas que estarán aconteciendo, tanto en la Obra de Dios como en la obra del diablo.

Porque no solamente hay una Obra, la de Dios; también hay otra obra, que es la obra del enemigo de Dios, la cual será descubierta en público, para que todos sepan lo que es la obra del diablo y sepan lo que es la Obra de Dios. ¿Para qué? Para que así toda persona que vive sobre la Tierra pueda tener la oportunidad de elegir entre la Obra de Dios o la obra del diablo.

Este será el tiempo más importante, porque todas las cosas que deben suceder estarán abiertas al público, las crean o no las crean. No es asunto del mensajero si las creen o no las creen; es asunto del mensajero darlas a conocer.

Habrá alguien que las creerá, habrá alguien que las recibirá; porque Dios dijo a través del profeta Daniel que en los últimos días los entendidos entenderían. Por lo tanto, las cosas que deben suceder pronto, y que serán reveladas al público, serán entendidas por los entendidos.

Así que esas cosas no habrán de ser habladas en vano: habrá personas que las entenderán; pues si las entiende el mensajero es porque las entenderá el resto de la gente que están escritas en el Libro de Dios.

Esa también será la única manera que habrá para escapar de las garras del enemigo; porque conociendo las cosas que han de suceder pronto, y que ya han comenzado a suceder, conociendo esas cosas será la única manera para cada persona poderse colocar en el Camino de Dios y salirse del camino del enemigo.

Por eso ese llamado o esa orden de salir de Babilonia será en este tiempo escuchada; ese mensajero del Señor dará nuevamente esa orden para que salgan de Babilonia todos los que deben de salir.

Eso se repetirá en este tiempo, porque recorrerá el mismo ciclo que fue recorrido en el tiempo en que Dios mandó a salir ,a través de Su mensajero, al pueblo que estaba en Babilonia. Eso se repite en el ciclo divino, en la edad perfecta, que recorre siete etapas consecutivas.

En palabras más claras, las siete etapas que la Iglesia gentil recorrió en la segunda dispensación, nuevamente son recorridas en la tercera dispensación, pero en una forma consecutiva; y un solo mensajero será el que tendrá el Mensaje para esas siete etapas.

Y a través de ese Mensaje será abierto al público, en toda su plenitud, la Obra de Dios y la obra del diablo. Porque estas cosas que deben suceder pronto, serán habladas, serán reveladas, por el Señor a través de Su Ángel Mensajero.

Un ángel es un ‘mensajero’ de alguien; y ese mensajero será el mensajero del Señor Jesucristo.

Él, cuando tiene que llevar un Mensaje a una dimensión donde hay personas esperando por ese Mensaje, escoge a una persona de esa dimensión (que está en esa dimensión en que están las demás personas) para ser Su mensajero, para ser Su ángel, Su profeta.

Esa es la manera del Señor, esa es la manera en que las gentes conocerán estas cosas. La gente conocerá estos símbolos bíblicos en este tiempo final:

• Ellos conocerán por qué el Señor dijo que vendría en una nube en los días finales.

• También entenderán por qué Su cabeza y Su cabello es blanco como la lana o como la nieve: porque eso habla de Deidad, porque eso lo presenta a Él como Juez de toda la Tierra, como era en los tiempos de los jueces, allá cientos o miles de años, en estos países en que los jueces usaban una peluca blanca.

• También la gente comprenderá por qué Apocalipsis 10 lo presenta con el arco iris sobre Su cabeza: la gente comprenderá que es porque Él viene con el Pacto de Dios para confirmarlo a toda la simiente de Abraham… [CORTE DE AUDIO] … representa el Pacto de Dios.

• También la gente comprenderá por qué está representado con los ojos como llama de fuego. No es que vendrá con Sus ojos como llama de fuego o botando fuego por los ojos, sino que ellos comprenderán que Sus ojos como llama de fuego representa que vendrá con el ministerio de las Dos Olivas o Dos Olivos, que es el ministerio de Moisés y Elías; lo cual es un ministerio de juicio, para juzgar con ese ministerio a toda la humanidad.

Todos ustedes saben que el ministerio de Apocalipsis, capítulo 11, es un ministerio de juicio, para traer juicio sobre la Tierra. Por lo tanto, de la manera en que sea visto por esos ministerios la humanidad: de la manera que sea vista por esos ministerios será que Dios lo verá; y de esa manera será que el juicio divino será visto también para la humanidad.

Pero muchos, antes de estas cosas ser dadas a conocer al pueblo, antes no podían entender por qué el Señor tenía ojos como llama de fuego. Quizás muchos pensaban: “Cuando el Señor venga en los días finales y yo le mire a los ojos, le voy a ver dos llamas de fuego”. Pero cuando realmente vea esas dos llamas de fuego, lo que verá será el ministerio de Moisés y Elías nuevamente sobre la Tierra. Y cuando ve eso, estará viendo lo que aquellos símbolos apocalípticos estaban anunciando para la Venida del Señor.

• También dice que Él viene con Su rostro como el sol. Imagínese, si viene con Su rostro como el sol y Sus ojos como llama de fuego, entonces piense usted en el cuadro equivocado en que algunas personas podían tener si pensaban en eso en una manera literal. Pero todos esos son los símbolos de las cosas que estarán aconteciendo pronto, en la Venida del Señor.

Su rostro como el sol representa que Él viene como el Sol de Justicia que se levanta por el este, ¿para qué? Para alumbrar en un nuevo día, en una nueva dispensación, en donde Él con Su Luz admirable iluminará a todas las personas que viven sobre la Tierra, las cuales despertarán para ver al Sol de Justicia levantándose con salud en Sus Alas; como dijo el profeta Malaquías en el capítulo 4, cuando dijo: “A los que temen mi Nombre, nacerá el Sol de Justicia, y en Su Alas traerá salud, salvación”.

Así también fue mostrado en el Monte de la Transfiguración cuando Él se transfiguró delante de Sus discípulos y Su rostro brilló como el sol.

Todos esos son los símbolos de la Venida del Señor. Él viene como el sol ¿para qué? Para alumbrar el entendimiento, para que todos puedan entender las cosas que deben suceder pronto; de otra manera nadie podría entender. Pero Él dijo que los entendidos entenderían. ¿Por qué? Porque Él vendría como el Sol para alumbrar el entendimiento de Su pueblo.

Por eso fue que Él dijo en una ocasión también: “Yo soy la Luz del mundo”: no una luz literal, sino una Luz espiritual, para alumbrar el entendimiento, para alumbrar el alma y el espíritu de los seres humanos.

También dice la Escritura [Efesios 5:14]:

“Despiértate, tú que duermes,

Y levántate de entre los muertos,

Y te alumbrará Cristo”.

El que se quede dormido en este tiempo nunca podrá ver la Venida del Hijo del Hombre como el Sol de Justicia; pues Él en Su Venida es el que alumbra para que la gente que despiertan puedan ver la Luz y saber que el Sol ha salido.

• También Él dice que Él es la Estrella resplandeciente de la Mañana. No es una estrella literal, es una Estrella espiritual. La estrella de la mañana es la que sale bien temprano, la que se ve bien temprano en la madrugada cuando ya las demás estrellas han dejado de brillar; y esa Estrella lo que está anunciando es que ha comenzado un nuevo día, y que el Sol ya está saliendo para alumbrar un nuevo día, para alumbrar una nueva dispensación, un nuevo día dispensacional.

• También el Señor es presentado en la revelación apocalíptica con una Espada que sale de Su boca. Esa Espada es nada menos que el Mensaje, la Palabra del Señor, que Él trae en Su Venida.

Muchos quizás podían pensar que era una espada literal, pero es una Espada espiritual; porque la Palabra del Señor es más aguda y más penetrante que toda espada de dos filos2. Esa es la Espada en Su boca.

Y dice que Él viene con esa Espada para herir con ella a todas las naciones. Él dice que peleará con la Espada que sale de Su boca. No es que va a pelear con una espada literal, sino con Su Palabra, con Su Mensaje.

El Mensaje Final del Señor, que revela las cosas que deben suceder pronto, es la Espada de dos filos, es la Espada del Señor; y con esa Él hiere a todas las naciones, anunciándoles el día de venganza del Dios nuestro, anunciándoles que el tiempo de los gentiles ha terminado. Y con eso es que Él estará hiriendo a todas las naciones, pues es con lo más poderoso: con la Palabra hablada. Y todo lo que Él hable: acontecerá como Él lo ha de hablar.

Por eso en muchas ocasiones usted encontrará que dice que es el Hijo del Hombre que ha de traer juicio; porque dice que “el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio lo dio al Hijo”3, por cuanto es el Hijo del Hombre.

Así que usted puede ver que todo el juicio divino que ha de caer sobre la Tierra, sobre todas las naciones, será hablado por el Hijo del Hombre.

Y cuando se dice: “El Hijo del hombre tiene que hablar”, eso se trata de que el Señor estará en un hombre, manifestado en un profeta, y hablará todas esas cosas. Y también usted verá eso mismo en Apocalipsis 11, cuando dice que será Moisés y Elías quienes tendrán el poder ¿para qué? Para traer plagas sobre la Tierra cuantas veces ellos quieran.

Algunas personas se preguntarán: “Pero ¿y no era el Hijo del Hombre?, ¿no era el Señor? Y ahora parece que va a ser Elías y Moisés”. Es que muchas personas no comprenden que todos los ministerios estarán en el Hijo del Hombre en Su Segunda Venida. Por eso Él, cuando estará haciendo lo que Moisés hizo, eso mostrará que el ministerio de Moisés estará en él; y cuando esté haciendo lo que Elías hizo, eso mostrará que el ministerio de Elías está operando en la Tierra en ese hombre.

Todo eso es lo que está anunciado en forma simbólica para estos días finales; esas son cosas que deben suceder pronto, en estos días finales. Son cosas que para muchas personas serán motivo de confusión; pero para los que suben arriba y oyen estas cosas y las reciben, serán motivo de esclarecimiento de los símbolos apocalípticos; porque en otros tiempos los símbolos apocalípticos no podían ser entendidos plenamente.

Tenemos nosotros que comprender que estos símbolos apocalípticos son entendidos plenamente cuando son revelados por el Ángel del Señor enviado en estos días finales; y cada una de las cosas que estos símbolos bíblicos del Apocalipsis muestran, serán cosas que deben suceder pronto.

Cada símbolo tiene un significado, y cada significado de eso es algo que estará aconteciendo en esta Tierra; y todo eso será revelado a todo el pueblo de Dios conforme a la promesa del Señor.

Ahora, podemos seguir viendo que la Espada representaba Su Palabra, Su Mensaje.

• Y luego sigue también diciendo que Él tiene Sus pies como columnas de fuego, como pies de bronce bruñido. Todo eso nos representa también el ministerio de Moisés y Elías, que es ministerio de juicio para todas las naciones.

• También nos habla que Él tiene en Su mano siete estrellas: eso representa los siete ángeles mensajeros de las siete edades; también nos muestra que Él camina en medio de los siete candeleros, que son las siete edades de la Iglesia gentil.

También nos muestra un sinnúmero de cosas más que van con la Venida del Hijo del Hombre. Eso es la Obra de Dios en los días finales, lo cual le será revelada a los hijos de Dios; y esas son las cosas que estarán aconteciendo en el Plan de Dios, en cuanto a la Obra de Dios.

Pero en cuanto a la obra que el enemigo de Dios estará haciendo, las cosas que estarán aconteciendo en ese camino del enemigo, esas cosas también serán mostradas; y esas cosas serán una imitación de la Obra que Dios estará haciendo.

Por eso es que vemos al Señor viniendo, conforme al Plan de Dios, en un caballo blanco; y el que lo monta se llama Fiel y Verdadero, se llama la Palabra. Y Ese que lo monta es el Señor en Su Venida, y Él viene sobre la Palabra pura. Es la Palabra de Dios encarnada en un hombre. Eso es el Señor viniendo sobre un caballo blanco como la nieve.

Pero por otro lado, en el plan del enemigo viene un caballo amarillo, y sobre él un jinete; y tiene también un nombre: su nombre es Muerte, y el infierno le seguía.

Ahora, ustedes pueden ver que en la obra del diablo él tiene un caballo amarillo y lo monta un jinete; y ese jinete se llama Muerte, y el infierno le sigue. Y eso es nada menos que el anti-Palabra, el diablo encarnado en un hombre. Eso es… eso será la obra del diablo, y esas son COSAS QUE DEBEN SUCEDER PRONTO, en estos días finales.

Ese jinete cabalgando sobre ese caballo amarillo será un resumen de la obra que el diablo hizo en las edades del pasado. Él nuevamente repetirá consecutivamente toda la obra que él hizo en el pasado, y entonces el infierno le seguirá a la obra del diablo, a la obra que el diablo hará a traves de carne humana, a través del anticristo; y será conocido como la bestia; y su número será el 666, que es número de hombre, porque será esa obra hecha a través de un hombre. Y ese hombre será el que dijo el apóstol San Pablo: el hombre de pecado, el hijo de perdición4.

Si es el hombre de pecado, todos tienen que entender que esa obra del diablo estará siendo llevada a cabo a través de un hombre. Y eso será descubierto públicamente en el Mensaje del Ángel del Señor. ¿Para qué? Para declarar las cosas que deben suceder pronto, en este tiempo final.

Ahora, ese hombre en donde estará siendo llevada a cabo la obra del diablo en los días finales, es el hombre de pecado, el hombre de iniquidad. ¿Y eso por qué? El Señor Jesucristo, cuando murió en la Cruz del Calvario, allí pagó el precio para la redención de todos los hijos de Dios; y tomó el pecado de todos, ¿y qué hizo? Lo borró de todos los hijos de Dios, lo desintegró. Y cuando se desintegra algo, ¿qué es lo que sucede? Eso regresa a su lugar y estado original.

¿Sabe lo que eso significa? Que el Señor Jesucristo tomó el pecado de todos los hijos de Dios, lo envolvió en Su Sangre y lo echó hacia atrás, hacia el dueño original del pecado; lo envió de vuelta al diablo. Y entonces, cuando el diablo en los días finales se manifieste en ese hombre que él tendrá, entonces el diablo viene con todo el pecado, porque todo el pecado volvió hacia el diablo; entonces ese será el hombre de pecado; porque será el instrumento del diablo, y el diablo tiene todo el pecado, porque todo el pecado regresó a él; y donde se manifieste el diablo, será entonces el hombre de pecado.

Por lo tanto, a través de ese hombre el diablo tratará de engañar a toda la humanidad, como hizo en el Cielo con los ángeles, y como hizo en la Tierra en el Huerto del Edén, y como hizo en el Concilio de Nicea. Nuevamente el diablo tratará de dar su último ataque, de llevar a cabo su última guerra contra el Plan de Dios.

Pero ya vimos que el diablo viene manifestado en carne humana, en un hombre, que será el 666 (seiscientos sesenta y seis). Y ahí “hay mente que tiene sabiduría… El que tenga sabiduría cuente el número de él, porque es número de hombre”5.

Así que ese hombre tendrá ese número, lo quiera o no lo quiera; pero ese número lo simboliza a él, es el símbolo. Ver el 66 en número es una cosa, y ver el 66 en carne humana es otra cosa; pero está viendo lo mismo. Así que ver el 666 en número y verlo en carne humana es nada menos que ver la profecía bíblica hecha realidad.

Bueno, y eso es revelado, eso es dado a conocer en estos días, porque son cosas que deben suceder. Y cuando sea todo revelado, entonces la gente podrá escapar del peligro que hay para toda la humanidad. Todos saben que a ese jinete del caballo amarillo le sigue la muerte; y todos los que le siguen a él, le seguirán ¿hasta dónde?, hasta el infierno, porque el infierno le sigue a él; y todos los que le sigan a él, él los llevará al mismo infierno, que es la quinta dimensión.

Ahora, va a haber una batalla, una lucha grande; y ese jinete va a tratar de obligar a la humanidad, va a tratar de forzar la situación, porque él tratará de engañar a toda la humanidad, todas las naciones, todos los pueblos, todos los reyes y a todos los seres humanos. Y él tratará de usar toda la astucia con sus tres poderes unidos: el poder religioso, el poder político y el poder demoníaco.

En palabras más claras, el poder político él lo unirá, unirá también el poder religioso, y todas las fuerzas del diablo también se unirán para estar aquí en la Tierra y llevar a cabo esa obra.

Será el poder demoníaco, el poder del diablo, el que estará dirigiendo el poder religioso y el poder político. Eso es lo que está dicho en el Apocalipsis que debe suceder pronto. Y el que no tenga la marca de la bestia, el número de la bestia o el nombre de ella, no podrá ni comprar ni vender, porque él tendrá control del asunto comercial, del asunto político, del asunto religioso y de todos esos poderes que gobiernan a todos los países.

Así que estas cosas que deben suceder pronto, son entonces anunciadas para que todos comprendan el tiempo que estamos viviendo.

Ahora, no hay que tener miedo de que el diablo se vaya a encarnar en un hombre y vaya a hacer esas cosas, y vaya a establecer el último imperio, que será la etapa de los pies de hierro y de barro cocido, porque está dicho que vendrá la Piedra no cortada de manos y herirá a esa imagen en los pies; o sea, que el Señor en Su Venida con Su Espada que sale de Su boca, con Su Mensaje, herirá al reino de los gentiles, herirá al imperio del anticristo; y entonces lo desmenuzará: tendrá que caer por tierra; solamente tendrá poco tiempo, solamente tendrá un corto tiempo, pero caerá por tierra al final.

Ahora, ¿y todo eso por qué ha de acontecer de esa manera? Es que cuando el enemigo viene como un río, el Espíritu del Señor levanta bandera en contra de él. Y cuando el enemigo viene montado sobre un caballo amarillo y el infierno le sigue, por otro lado, del Cielo viene el Señor montado sobre un caballo blanco como la nieve, y la humanidad tendrá la oportunidad de elegir a cuál de los jinetes ha de seguir.

No serán caballos literales en los cuales vendrá. Uno viene cabalgando sobre el caballo blanco, que es la Palabra pura, el Mensaje puro; y el otro viene cabalgando sobre dogmas, credos, tradiciones y denominaciones; y cada persona tendrá la oportunidad de elegir a quién va a seguir.

Ahora, miren, el que viene sobre el caballo blanco dice que el Cielo le sigue, dice que todos los Ejércitos celestiales le siguen en caballos blancos también.

Ahora, vea la gran diferencia. Al del caballo blanco le siguen los del Cielo, al del caballo amarillo le sigue el infierno.

¿Dónde usted ha de estar?, ¿en qué grupo usted ha de estar? Eso es para esta tiempo, porque estas son las cosas que deben suceder pronto, en estos días finales.

COSAS QUE DEBEN SUCEDER PRONTO.

Creo que todos han comprendido las cosas que deben suceder pronto, y en alguna otra ocasión hablaremos más claro acerca de todas estas cosas que deben suceder pronto. Y todas estas cosas serán dadas a conocer no solamente a ustedes, sino al mundo entero; serán dadas a conocer también las plagas, los juicios, que han de caer sobre la Tierra, porque son cosas que deben suceder pronto.

La Biblia nos habla de estas cosas, el Mensaje en estos días finales nos habla estas cosas, el cielo da testimonio también de estas cosas que deben suceder pronto.

Tenemos para el próximo mes anunciado, que 9 planetas, y el sol: 10, estarán en línea recta. Recuerde que las estrellas, los planetas y todo esto, representa simbólicamente cosas espirituales. Siempre que Dios va a hacer algo en la Tierra lo muestra primero en el cielo.

Cuando Jesús nació sobre la Tierra, en el cielo se vio una gran señal; aquellos magos dijeron: “Hemos visto Su Estrella en el oriente”. Dicen los científicos que eso fue que se pusieron en línea unos planetas, y entonces se veía esa gran Estrella; eso estaba anunciando que el Mesías estaba sobre la Tierra. En el cielo Dios estaba dando testimonio de lo que era la Obra de Dios en aquellos días, el cielo estaba dando testimonio de las cosas que estaban sucediendo en la Obra de Dios en aquellos días.

¿Y qué será lo que están diciendo esos planetas puestos en línea para el mes próximo? ¿Qué querrá decir Dios con eso? Lo que está diciendo allá tiene que estar dicho aquí, lo que esté diciendo allá tiene que ser la Obra de Dios en este tiempo, todo tiene que mostrar lo que Dios estará haciendo.

Ahora vea, en el libro del Apocalipsis dice que el Señor tiene siete estrellas en Su mano, en Su mano derecha; y siete estrellas representan siete mensajeros; y Él también dice que Él es la Estrella de la Mañana.

Cada mensajero es una estrella. Y esas estrellas que están poniéndose en línea para este mes próximo, y que caerá en el tiempo de la apertura de los Sellos, y que caerá en el tiempo en que también vinieron los siete mensajeros al mensajero de la Edad de Laodicea, el reverendo William Marrion Branham, nuevamente en marzo se ponen en línea estrellas, ahora estrellas literales. Estrellas literales representan estrellas espirituales.

Ahora, vimos que el Señor tenía en Su mano siete estrellas, y Él dice que es una Estrella también: ya son ocho; pero Él es la Estrella mayor. Él dice también que Él es el Sol de Justicia, así que esa Estrella es el Sol también. ¿No sabían ustedes que hay muchísimos soles más en el sistema planetario, y que cada uno de esos soles es una estrella?

Ahora, vean ustedes, hay siete estrellas, son siete mensajeros; cada mensajero enviado de Dios es una estrella. Jesús también dice que es la Estrella de la Mañana, la Estrella mayor, y dice que es el Sol.

Así que tenemos al Sol, que es Jesucristo, el Hijo del Hombre, tenemos también siete estrellas más: ya son ocho. Necesitamos dos más, necesitamos dos más que se pongan en línea. Ya siete estrellas vinieron en sus ministerios y estuvieron en línea con la Palabra de Dios, vinieron en línea desde el este hasta el oeste; necesitamos dos estrellas más para completar nueve estrellas y el Sol.

Bueno, tenemos que irnos a Apocalipsis 11 para buscar dos estrellas más. Nueve estrellas en línea con el Sol de Justicia. Y eso lo está diciendo Dios arriba, si es que nos hemos cansado de decirlo. Esos ministerios han venido en línea, uno detrás del otro; y cuando allá estaban en línea aquellas estrellas dos mil años atrás, el Mesías estaba sobre la Tierra.

¿No habrá algunos magos por ahí, científicos, tan sabios como aquellos, que digan la misma cosa?, o será que los científicos de hoy no son tan inteligentes como aquellos que sabían que aquello que acontecía en el cielo representaba una cosa que estaba aconteciendo en aquellos días en el Plan de Dios. ¿O es que los científicos de este tiempo han estudiado tanto que se han olvidado que el Plan de Dios siempre es mostrado en el cielo también?

Estamos realmente en un tiempo muy grande. Muchas personas se preguntarán: ¿Y qué acontecerá con esto que va a acontecer? Miren, no va a acontecer otra cosa, sino: Lo que en lo espiritual acontece, ¡tiene que acontecer, tiene que materializarse, después, en este mundo!

Así que todo lo que ha estado aconteciendo en el campo espiritual va a materializarse; y así como cada mensajero en cada edad influyó en cuanto al Plan de Dios para aquel tiempo, todos esos planetas van a influir en cuanto al Plan que Dios tiene programado, para que se materialicen todas las cosas que Él ha dicho que han de acontecer en lo literal.

Y todo…, vean ustedes, cada uno de esos mensajeros que vinieron en línea, cada uno del este hasta el oeste, fue trabajando ¿para qué? Fue trabajando en la Obra de Dios, porque vendría un Reino Milenial; y le fue prometido a todo el pueblo que todos estarán en ese glorioso Reino Milenial. Y así también esos planetas van a influenciar para que se materialice todo, y pueda venir el Reino Milenial.

Vean ustedes, en cada edad tuvo que haber un cambio; y cuando llegamos acá al final, hubo un cambio completo, pero vinieron ellos trabajando en cada tiempo. Así trabajarán todas estas cosas literales, así trabajará la Biblia que está en el cielo, para que se materialice cada promesa que Dios ha hecho.

Ahora, todos los juicios que van a venir sobre la Tierra estarán relacionados también con las estrellas literales; todo eso tendrá que ver con los juicios que han de venir. ¿Y qué dice la Escritura? El Apocalipsis nos muestra que habrá la influencia de unos ministerios que producirán el Sexto Sello; y el Sexto Sello es una interrupción de la naturaleza.

Así que tomemos eso por ahora, en lo que viene el resto, que vendrá más adelante. A lo menos tenemos que ver que dos ministerios jugarán un papel muy importante en los juicios que han de venir. Así que veremos entonces cómo eso se va a reflejar en el cielo; pero dejemos la cosa quieta, porque todo será para beneficio de todos los hijos de Dios.

¿No queremos un Milenio? Pues si queremos un Milenio, todo lo que está en el presente tiene que ser quitado, y Dios tiene una manera. Usted encontrará en el libro ya de Deuteronomio y otros libros, y también en los Salmos, que cuando el pueblo de Israel estaba conquistando su territorio, dice que las estrellas pelearon en favor del pueblo hebreo6. Eso búsquelo usted, búsquelo usted en la corcondancia y después lo busca en la cita bíblica.

Por eso muchos científicos dicen que cuando Moisés hacía aquellos milagros, acontecía algo en el cielo; y le achacaban entonces que los milagros que Moisés hacía, no era que Moisés los hacía, sino que eran producidos por las estrellas, por los planetas y todas estas cosas. También cuando el Señor murió, hubo un eclipse, vinieron tinieblas sobre la Tierra7, y todo eso estaba en el Plan de Dios.

Ahora, tenemos nosotros que estar a la expectativa, tenemos nosotros que estar en el Camino de Dios, en el Programa de Dios para este tiempo, porque el juicio divino ha de venir sobre el mundo, sobre el reino de los gentiles. No es problema nuestro conjeturar, sabemos que va a venir.

Ahora, ya hemos visto esto; quizás nunca hubiéramos pensado que hubiéramos podido conseguir nueve estrellas y un sol, en donde fuese tipificado todo lo que en el cielo va a ser mostrado en estos días. Pero ahí está, ahí está a la vista de todos nosotros.

¿Pasaría ya esto en lo espiritual?, o ha de pasar muy pronto.

Yo sé una cosa, y es que después que los siete mensajeros terminaron su ministerio y ya estaban en línea, luego entonces tenía que venir el ministerio del Hijo del Hombre en Su Segunda Venida con Moisés y Elías; y tenían que ponerse en línea recta todos esos ministerios para producir un gran milagro, para entrar en la preparación para el Reino Milenial.

Bueno, si seguimos hablando de esto no habría dónde parar, pero yo creo que ya con lo que ustedes han escuchado hoy, lo que ustedes escucharon también en el mensaje titulado “El Aguador”, y lo que escucharon en el mensaje…, no recuerdo si fue “La trayectoria de la raza humana” o un mensaje de esos, en donde hablamos un poquito sobre estas cosas que acontecen en el cielo; yo creo que ustedes ya tienen un cuadro claro y completo, o bastante completo, de las cosas que pueden acontecer con esa alineación de planetas.

Y así como nos alegramos cuando en lo espiritual estas cosas acontecen, también nos alegraremos cuando todo esto se mueva en lo literal; porque todo será para beneficio del Reino de Dios. Si es anunciado juicio, nosotros miramos por encima del juicio las bendiciones mileniales, del Reino Milenial, que han de haber.

Así que el juicio no es para nosotros; el juicio es para el reino de los gentiles, que ha terminado; pero todas las bendiciones que Él habla son para nosotros; eso es lo que nosotros vemos, entendemos y recibimos. Estamos conscientes de esas cosas, y estamos tranquilos.

Y entonces decimos: Aunque esa alineación de planetas —ya sea en ese momento o más adelante— produzca a largo plazo efectos de juicio sobre la humanidad; y aunque la Tierra tiemble y los montes se pasen al corazón de la tierra, o se vayan al mar, con todo y eso: no temeré mal alguno8, porque el Señor estará con nosotros. Así que no temeré.

¿Recuerdan el mensaje “No temeré”? No temeré, no hay por qué temer; pues todo se va a preparar para el Reino Milenial; y habrá una interrupción a la naturaleza, que tendrá que ver directamente con el ministerio de Apocalipsis 11; y ese ministerio de Apocalipsis 11 estará también tipificado en alguna de esas estrellas que están allá arriba.

Bueno, vamos a dejar eso quieto. Sabemos que cualquier cosa que se mueva allá arriba, es lo mismo que hemos estado enseñando en el campo espiritual. Así que no va a pasar otra cosa, sino lo que haya pasado y lo que vaya a pasar en el campo espiritual; porque lo del campo espiritual se materializa en lo literal; y entonces, todo eso viene a consecuencia del plan espiritual del Señor.

Así que yo creo que están tranquilitos, no tienen miedo a lo que pueda acontecer en esos días; todo será para bien del Reino del Señor.

No he dicho que va a haber un terremoto en ese día en que se pongan en línea; ni he dicho que va a acontecer ni he dicho que no va a acontecer; tampoco he dicho que antes o después va a acontecer tal cosa; sino que he mostrado que las cosas que en el plano espiritual se mueven, después también tienen que materializarse, y también de antemano el Señor anuncia las cosas que van a acontecer en este planeta Tierra.

Bueno, yo me gocé en grande manera cuando vi nueve estrellas, nueve estrellas en el plan espiritual de Dios. Muchos creerían que eran siete estrellas nada más, ¿verdad? Pero se les había olvidado que cada mensajero es una estrella, y que el Señor Jesucristo dice que Él es la Estrella de la Mañana. Cuando ya se habían ido todas las siete estrellas, aparece también la Estrella de la Mañana; y es la Estrella resplandeciente de la Mañana, la más cerca al sol.

Bueno, vamos a dejar eso quieto ahí; porque, si seguimos así, vamos a pensar que las tres estrellas más cerca al sol son los tres ministerios últimos.

Vamos a dejarlo quieto ahí, y veremos a ver lo que acontece, ya que nos dijo el cuarto Elías en una ocasión, que la Tierra se acercaría al sol para su purificación; y eso concuerda exactamente con lo que dicen los profetas del Antiguo Testamento: que el sol va a calentar siete veces.

Oiga, y si en este tiempo hay una temperatura de 90, multiplíquela por 7 y tendrá… ¿tendrá cuánto? Tendrá como 600 y pico de grados, más o menos. (¿Ah? ¿6000?)… 630. Así que se quema cualquier cosa en esos días.

¿Es que acaso no dice la Biblia que el sol va a quemar a los hombres? ¿No lo dice Apocalipsis? Así que esas son de las plagas que dice la Biblia que van a venir sobre la Tierra.

¿Cómo será eso? Ahí tendrá que ver la radioactividad de las bombas atómicas, de hidrógeno, de cobalto; y también influenciarán esos planetas de una manera que… no se sabe si algunos se darán cuenta la manera que van a influenciar.

Y ahora escuchen: si los científicos dicen que la luna tiene que ver con la mente de los seres humanos e influye con la condición mental de las personas, y la luna es una cosa pequeñita, ¿cómo influenciarán todos esos planetas en cuanto a la menta humana?

¿No dice la Biblia que la gente se van a volver locas en el tiempo final? La gran tribulación va a ser un tiempo de locura, van a ver la quinta dimensión completamente. Así que todo se está preparando ¿para qué? Para la gran tribulación para el reino de los gentiles.

Pero para los hijos de Dios todo se está preparando para la transformación y para el traslado a otra dimensión; porque Él no nos va a dejar sufrir esos juicios, y vamos a estar entonces en otra dimensión, en donde no vamos a ser afectados.

Aunque estemos aquí, estaremos en otra dimensión y trabajaremos en todo lo que haya que trabajar; y así pues veremos lo que va a acontecer. Todo obrará para bien nuestro, para poder obtener el glorioso Reino Milenial.

Bueno, dice que un Ángel también (para tocar un poquito de eso), un Ángel va a echar su copa, a derramarla ¿sobre qué? Sobre el sol9. Así que no crean que para el mundo, para el reino de los gentiles, no crean que las cosas van a estar buenas: van a estar más malas de lo que están actualmente. Por eso se van a consolidar, a reunir todo su poder, para establecer ese reino y tratar de tomar dominio sobre todos los seres humanos. ¿Y eso será por qué? Porque el diablo será echado del Cielo y bajará a la Tierra furioso, con grande ira, sabiendo que le quedarán tres años y medio.

Vamos a decir de la siguiente manera: Se rascará la cabeza y dirá: “Ya lo que quedan son tres años y medio. ¿Qué puedo hacer yo en tres años y medio? Voy a unir todo y voy a tratar de engañar a todos, y de destruir todo lo que hay”. Porque el diablo no vino sino (¿a qué?) a robar, a matar, a destruir, a hacer todas esas cosas. Y cuando desciende a la Tierra, a eso es que desciende.

Bueno, yo creo que estamos en un tiempo bien pero que bien importante. Ya Dios está hablando desde el cielo a través de todos esos planetas; pero en la Tierra sabemos lo que eso significa. Sabemos lo que eso significa porque el Señor dijo que Él daría a conocer las cosas que debían suceder pronto, y las enviaba por medio de Su Ángel, ¿para qué? Para que las diera a conocer.

Hemos hablado mucho en esta mañana, hemos dicho muchas cosas, pero recuerden: No comenten nada de una manera negativa. Siempre positivamente hablando, sin temor, sin miedo de las cosas que han de venir. El mundo tiene miedo, pero nosotros no tenemos motivo por qué tener miedo. Estamos seguros en Dios.

Bueno, yo creo que… está lloviendo; y si no podemos salir, no vamos a dejar que ustedes se mojen. Yo creo que podemos quedarnos hasta que escampe. Ha hecho un buen día, ya a lo último ha caído un poquito de agua, pero ya estábamos aquí, no hay problema en cuanto eso.

Yo me alegro de verles nuevamente a ustedes, y me alegro de darles a conocer estas cosas que van a acontecer, y mostrarles el significado espiritual de todo esto; y también mostrarles que esto va a tener una influencia en lo literal. Si no la tiene instantáneamente, la tendrá más adelante; porque eso estará preparando todo para la gran tribulación.

Así que todo eso tendrá que ver con lo que va a acontecer, porque todo eso ha de obrar para traer el Milenio. Tiene que prepararse este planeta Tierra, tiene que preparar todo. Así que estamos preparados nosotros para saber que van a acontecer muchas cosas: terremotos, volcanes, maremotos, y todas estas cosas; porque Él dijo que estremecería no solamente la Tierra, sino también los cielos.

Con la Palabra que se habla en lo espiritual, con el Mensaje que se habla en lo espiritual, luego tiene que venir lo físico también.

Bueno, esa es la manera de hablar para que las cosas acontezcan. Hablarlas en el campo espiritual, que es otra dimensión, es la dimensión de la Palabra hablada, la Palabra creadora: cuando se habla y se hace eso en ese mundo espiritual, después tiene que hacerse, materializarse, en el mundo físico. Esa es la manera y esa es la Espada con la cual hiere a todas las naciones: hablándolo en el campo espiritual para que se materialice físicamente también.

Bueno, de eso ya ustedes saben muchísimo; y como ustedes saben muchísimo, ustedes entienden todo esto. Y al entenderlo, ustedes no le tienen miedo a nada; no le tienen miedo ni a la vida ni a la muerte.

A la Vida: la reciben, la aceptan; porque dice que viene en un caballo blanco. Y a la Muerte: la rechazan, porque viene en el caballo amarillo.

Bueno, ya escampó, vamos a decirle a nuestro hermano Pedro Márquez pase por aquí para que concluya en esta mañana. Ya puede él pasar por aquí.

En cuanto a nuestro hermano Bermúdez, él tiene planes de estar el domingo próximo aquí, durante la mañana y también durante la noche, para pasarles en la noche alguna película. Él será el predicador para el domingo próximo, Dios mediante. Y no tenemos planes de anunciarlo por la radio; pero si él nos llama y nos dice que no ha cancelado el compromiso, y nos da tiempo a grabarlo, también lo vamos a grabar. Si él nos confirma que no va a cancelar ese compromiso de estar el domingo aquí, sino que va a estar, entonces lo anunciaremos por la radio también; pero si no recibimos llamada de él… ya que es difícil las llamadas de Venezuela a Puerto Rico, y de Puerto Rico a Venezuela; es muy difícil.

Si no llama, no lo anunciaremos; pero lo esperaremos aquí, y estaremos preparados para el culto de la mañana y también de la noche. Y él les contará cómo estuvieron todas esas actividades en ese viaje misionero; en el cual él dice que fue el viaje más importante de todos. Bueno, eso que él lo explique; porque él sabrá por qué dice que fue el viaje más importante. Fueron establecidas también nuevas carpas, nuevos lugares de reunión también en dos lugares, y seguirán siendo establecidos más lugares en la América Latina.

Bueno, para que tengan un poquito más, estaba contando yo… (déjeme ver si lo tengo aquí… si lo tengo aquí se los voy a leer). Estaba yo contando los lugares que están en línea con el Mensaje, y… (déjeme ver, lo apunté en otra libreta, lo tengo apuntado pero está en otra libreta; pero si ustedes quieren contarlo y me ayudan…).

Están en línea con el Mensaje de la tercera dispensación: Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Perú, Chile, Argentina, Brasil, Bolivia, Guatemala, México… (no sé si dije Venezuela también). Así que tenemos como 10 en línea. Así que estaba sacando cuentas, y también hasta países alineados con (¿con qué?), con el Mensaje, con Cristo, que es el Sol. Son… hasta el momento tenemos bien alineados, tenemos como 10.

Así que veremos a ver qué significa todo eso. Ojalá y cada país de esos esté representado en uno de esos planetas, incluyendo al Sol.

Bueno, vamos a dejarlo ahí, porque ya son muchas casualidades aparentes, y no queremos, pues, que la gente vaya a pensar que estamos buscando muchas ideas acá humanas; más bien estamos dando una idea espiritual de los países que están alineados con el Mensaje del Sol en este tiempo final; o sea, los países a los cuales el Sol les ha alumbrado. Porque Él dijo que habría Luz y que la Luz resplandecería como el relámpago en el occidente. Sobre esos países ha resplandecido la Luz del Señor.

Bueno, Dios les bendiga a todos, Dios les guarde; y será hasta la próxima ocasión en que estaré nuevamente con ustedes; y el hermano Bermúdez será el predicador del próximo domingo. Él dice que él no predica, que él no sabe; pero ustedes saben que él sí sabe lo que habla, que él conoce bien el Mensaje; y es la persona más instruida, más conocedora, del Mensaje de esta hora; y es la persona que Dios ha puesto a mi lado para todo el trabajo en la América Latina, y también en otros países cuando haya que trabajar en otros países.

Así que nosotros le apreciamos, sabemos el ministerio que hay en él; le apreciamos mucho, le ayudamos en todo: orando por él; y también le ayudamos materialmente, para que él siga adelante con ese ministerio que Dios puso en sus hombros.

Y sabemos que algún día le van a confundir a él con un profeta. ¿Saben ustedes que a Aarón lo confundieron también con un profeta? Pero el profeta era Moisés. Aarón era el ayudante de Moisés y era profeta de Moisés, porque decía lo que Moisés decía. Bueno, ahí lo dejamos. Por eso lo van a confundir a él con un profeta en muchos países, en muchos sitios. Pero eso está bien, eso no es ningún problema.

Hubo un sitio, no recuerdo si fue en este viaje (me parece que fue en este viaje). Hubo un sitio donde estábamos, y una señora…, y parece que había más también, que fueron a las actividades; y eran de una iglesia (hasta donde entiendo), de una iglesia de estos que guardan el sábado; y que están esperando el cumplimiento de Apocalipsis 11; y estaban diciendo: “Apocalipsis 11 está en Colombia”, y entonces estaban diciendo acerca del hermano Bermúdez; y fueron también a los cultos. Y una señora estaba diciendo eso a muchas personas.

Bueno, eso pues es natural que acontezca; y no sabemos si la gente quiere algún día que Apocalipsis 11, cuando vean los cuerpos sean literalmente dos cuerpos, pues… quién sabe si quieren ver dos cuerpos y se tiene que cumplir con dos cuerpos literales, que haya dos cuerpos literales. Eso es asunto de Dios, y cuando se cumpla se verá. Pero eso no vayan a decírselo a él. No vaya a ser que él coja miedo, y después vaya a pensar… No sabemos acerca de eso.

Lo que sea, va a acontecer; y como sea, donde sea y con quienes sea, se va a ver. Y si eso es literal, o se cumple primero en lo literal, ya eso es asunto de Dios.

¿Y qué si, cuando eso ocurra, esos cuerpos, antes de morir, ya han sido transformados? Así que no sabemos, hay que dejar que llegue el momento. Y cuando llegue el momento entonces veremos cómo sería eso; pero va a ser como está profetizado, y esos símbolos se harán una realidad; entonces será la realidad apocalíptica, que será vista por todas las personas. Y estas cosas las hablamos en este tiempo, las enseñamos, porque son COSAS QUE DEBEN SUCEDER PRONTO.

Lo que les dije que él podía coger miedo, tomar miedo, pero mire, yo no creo que él sea esa persona que le dé miedo; pero se puede asustar de momento. Así que yo creo que con un mensaje (no sé si fue en Colombia o aquí), no sé si con un mensaje que fue hablado sobre estas cosas, no sé si él pueda pensar que pueda haber… (¿cómo podríamos decir?), que pueda haber, que pueda ser que algo así acontezca…; pero sea con quienes sean, con quienes sean y los que sean, van a ser personas valientes. Si es uno o si son dos, van a ser valientes, porque le van a hacer frente al jinete del caballo amarillo, hasta que el jinete del caballo amarillo los mande a matar. Esa va a ser la realidad. Y como esa va a ser la realidad, entonces hay que amarrarse bien la correa para esos momentos.

No solamente es decir: “Eso va a venir”. Es saber que va a venir, y saber que va a ser una realidad inevitable. Y yo creo que… deje… iba a decir algo, pero mejor lo dejamos pendiente. Y yo creo que le daremos los menos problemas posibles a estas personas en donde… o persona o personas donde se cumplan o se vayan a cumplir estas cosas, ya que van a tener muchos problemas. Así que con los que van a tener les basta. No necesitarán los nuestros. Así que evitaremos todos nuestros problemas, y evitaremos comentarios negativos siempre, en contra de estas personas que tendrán, o esta persona que tendrá esa labor, ya que van a tener muchos enemigos más adelante, que van a hablar lo suficiente mal de ellos. Así que nosotros hablaremos todo lo bueno, ya que otros son los que van a hablar todo lo malo que se puedan imaginar o inventar para combatirlos.

Y como nosotros no vamos a combatir, sino a estar a favor de quien Dios envíe para luchar brazo a brazo en favor de la Obra de Dios, entonces hablaremos siempre positivamente, para que la Obra de Dios sea una Obra positiva en nuestros días.

Bueno, ojalá y toda esa labor que va a venir, venga ya todos ya estando transformados: ustedes, yo, el hermano Bermúdez y todos nosotros. Aunque tengamos que ministrar, seguir ministrando nosotros aquí, nos gustaría ministrar ya en unos cuerpos transformados, porque entonces no habrá limitaciones en cuanto a lo que podremos hacer y en lo que ustedes nos ayudarán también para hacer.

Así que vamos a dejar eso pendiente. Deje que comience la gran tribulación y entonces sabremos cómo será que van a ministrar en la gran tribulación el ministerio de Apocalipsis 11. Mientras tanto sabemos cómo estará Dios obrando en estos días, hasta que llegue la transformación.

Esa es nuestra meta: llegar a la transformación. Después de ahí, lo demás será muy fácil. Las luchas, los obstáculos, eso será nada después para nosotros.

Bueno, tenemos un cuadro claro. No nos inclinamos a fanatismos, a legalismos tampoco, sino nos mantenemos en la Palabra, siendo realistas, sabiendo el tiempo en que estamos, y oyendo y conociendo las cosas que deben suceder pronto.

Bueno, ahora sí que dejo a nuestro hermano Pedro Márquez. Dios les bendiga a todos ustedes.

“COSAS QUE DEBEN SUCEDER PRONTO”.

[Revisión marzo 2022]

1 Apocalipsis 4:1

2 Hebreos 4:12

3 San Juan 5:22

4 2 Tesalonicenses 2:3

5 Apocalipsis 13:18

6 Jueces 5:20

7 Mt. 27:45, Mr. 15:33, Lc. 23:44

8 Salmos 46:2

9 Apocalipsis 16:8

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