El Misterio del Ángel de Jesús

Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos presentes. Es para mí un privilegio muy grande estar con ustedes en esta ocasión, aquí en Torreón, México.

Es para mí realmente una bendición grande poder compartir con ustedes unos momentos de compañerismo espiritual alrededor de la Palabra de Dios, en el tema: “EL MISTERIO DEL ÁNGEL DE JESÚS”.

Para eso quiero leer en Apocalipsis, capítulo 1, verso 1 al 3; y 22:16. Dice:

“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,

que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.

Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca”.

Y Apocalipsis 22, verso 16, dice:

“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana”.

Que Dios bendiga en nuestras almas Su Palabra, y bendiga nuestras almas con Su Palabra, y nos permita entenderla.

“EL MISTERIO DEL ÁNGEL DE JESÚS”.

Este Ángel del Señor Jesucristo que aparece aquí, vean ustedes, no es el Señor Jesucristo; pues cuando Juan el apóstol (en Apocalipsis, capítulo 19, verso 9 al 10) trató de adorarlo, no permitió la adoración, a Juan. Y también en Apocalipsis, capítulo 22, versos 8 al 9, donde dice:

“Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas.

Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios”.

Ahora, vean ustedes que si hubiera sido el Señor Jesucristo: hubiera recibido la adoración de Juan; pero este Ángel no es el Señor Jesucristo; pero es el que viene con la revelación de Jesucristo en Apocalipsis, capítulo 1, verso 1 en adelante, y es el que le da a Juan el apóstol esta revelación de Jesucristo.

Porque en este Ángel Mensajero es que Cristo se manifiesta, y en el Día Postrero es donde Cristo se revela, y por medio del cual le habla a Su Iglesia en el Día Postrero.

Así como por medio de cada ángel mensajero, en cada edad de la Iglesia gentil, estuvo Cristo velado y revelado hablándole a Su Iglesia con el Mensaje correspondiente a cada edad. Y por medio de cada ángel mensajero en cada edad se escuchó la Voz de Cristo, se escuchó esa Trompeta de Dios llamando y juntando a los escogidos de cada edad; como está prometido en San Juan, capítulo 10, versos 14 al 16, donde dice:

“Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,

así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.

También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor”.

Ahora, vean que Cristo promete llamar y juntar a Sus ovejas, las cuales no son del Redil hebreo.

¿Y cómo es que Cristo llama y junta a Sus ovejas en ese Redil? Ese Redil es la Iglesia del Señor Jesucristo, y por medio de cada ángel mensajero Jesucristo llama y junta a Sus ovejas en el Redil de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo, donde son juntados los escogidos de Dios.

Y ahora, vean por medio de quién ha estado la Voz de Dios en Su Iglesia en cada edad. En la primera edad estuvo por medio San Pablo, y San Pablo decía: “No vivo ya yo, vive Cristo en mí”1. Por medio de San Pablo habló Cristo a Sus ovejas. Cristo habló como el Buen Pastor a Sus ovejas, llamándolas y juntándolas en Su Redil en la primera etapa o primera edad de Su Iglesia gentil.

Luego la Voz de Cristo estuvo en el segundo ángel mensajero: Ireneo, llamando y juntando Sus ovejas en la segunda edad; y Sus ovejas escucharon Su Voz por medio de Ireneo.

En la tercera edad estuvo la Voz de Cristo en Martín; y las ovejas, los escogidos, escucharon la Voz del Buen Pastor, y fueron llamadas y juntadas, y colocadas en el Redil del Señor.

Y así fue también en la etapa de Colombo, y luego en la etapa de Lutero, y luego en la etapa de Wesley, y luego en la etapa del reverendo William Marrion Branham. Dios envió cada uno de estos siete ángeles mensajeros en cada una de las siete edades de la Iglesia gentil.

Estos fueron los siete espíritus de Dios manifestados en las siete etapas o edades de la Iglesia gentil recorriendo toda la Tierra. Ellos fueron la Voz de Cristo en la edad en que Cristo los envió, fueron los instrumentos de Cristo, y por medio de ellos vino al pueblo la Voz de Jesucristo.

Y hubo un territorio donde fue manifestado Cristo por medio del mensajero de cada edad; y hubo un pueblo, o sea, una gente, que vivió en ese territorio, que escuchó la Voz de Cristo.

Los primeros estaban en Asia Menor; los segundos estaban en Europa, allá por Francia, por ese territorio donde Dios envió a Ireneo; luego los terceros estaban también por Francia, en cierto territorio; los de la cuarta edad estaban también por Europa, en cierto territorio europeo; y los de la cuarta edad estaban también en Europa; los de la quinta edad estaban en Europa, por Alemania principalmente; los de la sexta edad estaban en Europa, por Inglaterra principalmente; y los de la séptima edad en Norteamérica, donde envió Su séptimo ángel mensajero.

Pero vean, desde esos territorios la Voz de Cristo se extendía hacia otras naciones, y los escogidos que estaban fuera de esas naciones eran también llamados, pero el grueso grande de los escogidos estaba en el territorio donde se cumplió cada edad.

Y ahora, el Espíritu de Cristo ha volado a la América Latina y el Caribe, donde nos habla en este Día Postrero con esa Gran Voz de Trompeta, y nos muestra todas estas cosas que deben suceder pronto, y llama y junta a Sus escogidos, a Sus ovejas; en la Edad de la Piedra Angular y en la América Latina y el Caribe es donde ocurre todo este gran evento del Programa Divino.

Es en la América Latina y el Caribe donde están las ovejas del Señor de la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, escuchando la Gran Voz de Trompeta, que es la Voz de Cristo por medio de Su Ángel Mensajero dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.

Ahora, ¿cuántos de ustedes sabían que el Día Postrero era el séptimo milenio? No lo sabían, pero ya sí lo saben. ¿Cuántos sabían que los días postreros eran quinto, sexto y séptimo milenio? No lo sabían, pero ya sí lo saben.

Y ahora, ¿cuántos sabían que la América Latina y el Caribe era el territorio para el cumplimiento de la etapa de la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino ser abierta en el tiempo final? No lo sabían, pero ya sí lo saben.

Todo esto es así ¿por qué? Porque la Voz de Cristo, la Voz del Buen Pastor, está hablándonos directamente al corazón a cada uno de nosotros en la América Latina y el Caribe; y así está cumpliendo Su promesa que Él nos hablaría con esa Gran Voz de Trompeta en el Día del Señor.

Juan el apóstol nos dice en el libro del Apocalipsis, capítulo 1 y verso 10 al 11:

Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor…”.

¿En qué día estaba Juan? En el Día del Señor, en esta visión apocalíptica. Dice:

“… y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,

que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último”.

Estando en el Día del Señor, o sea, en el Día Postrero, en el séptimo milenio, escuchó la Voz de Cristo (¿cómo?) como una Gran Voz de Trompeta, diciéndole que es el Alfa y Omega, que es el primero y el último.

Vean ustedes cómo Cristo ahí en el Día del Señor está revelándose a Juan, el cual representa la Iglesia del Señor Jesucristo con Sus ángeles mensajeros de las diferentes etapas o edades.

Y ahora, Juan estando en el Día del Señor nos muestra que la Iglesia del Señor Jesucristo ha llegado al Día Postrero, al séptimo milenio, para escuchar la Gran Voz de Trompeta, o sea, la Voz de Cristo con un Mensaje dispensacional, con el Mensaje del Evangelio del Reino, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, y así llamándonos y juntándonos en Su Redil, en Su Iglesia, en la etapa de la Edad de la Piedra Angular, que es el Lugar Santísimo del Templo espiritual del Señor Jesucristo.

Y ahora vean el misterio del Ángel del Señor Jesucristo: es por medio de Su Ángel Mensajero que la Gran Voz de Trompeta es escuchada en el Día Postrero, dándonos a conocer todas estas cosas.

Vean ustedes, aquí en Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, nos dice:

“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo…”.

La puerta pues es Cristo. Cristo dijo2:

“Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo”.

Y ahora, esta Puerta abierta en el Cielo es Cristo, que es el Séptimo Sello abierto en el Cielo; o sea, este misterio del Séptimo Sello, de la Segunda Venida de Cristo, abierto este misterio en el Cielo, en Apocalipsis, capítulo 8 y verso 1.

Y cuando fue abierto en el Cielo este misterio del Séptimo Sello, se hizo silencio en el Cielo como por media hora, que para los seres humanos significa una cantidad de años.

Porque un día delante del Señor es como mil años para los seres humanos, y mil años de los seres humanos es como un día delante del Señor. Segunda de Pedro, capítulo 3, verso 8, nos dice que un día delante del Señor es como mil años, y mil años como un día; y también el profeta Moisés en el Salmo 90 y verso 4.

Y por eso es que cuando se nos habla a través, en las Escrituras, de los días postreros, se nos dice que para los días en que Jesús estuvo predicando, Dios estuvo hablando por medio de Jesucristo; y nos dice San Pablo que fue en los postreros días, nos dice en Hebreos, capítulo 1 y verso 1 en adelante.

Y también encontramos que San Pedro en su primera carta, capítulo 1, verso 18 al 22, nos dice que el Cordero fue inmolado o que fue inmolado, vean ustedes, fue predestinado o destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros días o postreros tiempos por amor de nosotros.

Ahora, vean que el Sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario ya estaba destinado desde antes de la fundación del mundo; o sea que todo es un Programa Divino realizado en la Mente de Dios desde antes de la fundación del mundo para ser materializado en los postreros días o postreros tiempos.

Y por eso es que cuando Cristo estuvo predicando y luego muriendo en la Cruz del Calvario, se estaba viviendo en los postreros tiempos o postreros días; porque los días postreros son quinto milenio, sexto milenio y séptimo milenio. Y Cristo estaba allí teniendo Su ministerio en el quinto milenio; porque los días postreros – o quinto milenio, había comenzado cuando Cristo tenía de 4 a 7 años de edad; por lo tanto, habían comenzado ya los días postreros.

Y ahora, han transcurrido, de los días postreros, ¿cuántos? Dos días delante de Dios han transcurrido: quinto y sexto milenio; y solamente nos queda delante de Dios el Día Postrero, en el cual estaríamos escuchando la Voz de Cristo como una Gran Voz de Trompeta dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.

Y ahora, vean ustedes cómo vemos una Puerta abierta en el Cielo.

“… y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas”.

Esto es para ser mostrado en el tiempo final, en el Día Postrero, o sea, en los días postreros, pero en el último de los días postreros.

Por eso es que en Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, por medio del Ángel del Señor Jesucristo es que son dadas a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Dice así:

“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto”.

¿Por medio de quién son dadas a conocer las cosas que deben suceder pronto? Por medio del Ángel del Señor Jesucristo. Y vean, fue Cristo el que dijo en Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, que nos daría a conocer estas cosas que deben suceder.

Pero así como Él habló por medio de cada ángel mensajero en cada edad de la Iglesia gentil; en el Día Postrero nos habla por medio de Su Ángel Mensajero en el Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, en la América Latina y el Caribe.

Para eso pasa Cristo en Espíritu Santo, de Norteamérica a la América Latina y el Caribe: para hablarnos con esa Gran Voz de Trompeta y darnos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, lo cual lleva a cabo por medio de Su Ángel Mensajero. Por eso también nos dice Apocalipsis 22, verso 16:

“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias”.

Aquí tenemos la revelación del Ángel del Señor Jesucristo: es el profeta de la Dispensación del Reino enviado en el Día Postrero, en el cual viene Jesucristo manifestado en Espíritu Santo hablándonos todas estas cosas que deben suceder pronto, y así llamando y juntando a todos los escogidos de Dios.

Esa Voz de Trompeta, que es la Voz de Cristo en Su Ángel Mensajero, es la Gran Voz de Trompeta, también es la Trompeta Final, también es la Voz de Cristo en Apocalipsis, capítulo 10, verso 1 al 11, clamando como cuando un león ruge y siete truenos emitiendo sus voces; es la Voz de Cristo dándonos Su Mensaje Final.

¿Y cuál es el Mensaje Final de Dios para Su pueblo? Pues es el Mensaje de la dispensación final. ¿Y cuál es la dispensación final? La Dispensación del Reino. Ese mensaje es el Mensaje del Evangelio del Reino, por medio del profeta mensajero de la Dispensación del Reino.

Es la primera ocasión en que Jesucristo en el Nuevo Testamento habla por medio de un profeta dispensacional. Los otros profetas de las edades pasadas de la Iglesia gentil fueron mensajeros pero no dispensacionales, sino de edades; pero el único mensajero dispensacional colocado en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, o sea, en la Casa de Dios, en el Cuerpo Místico de Cristo, es el Ángel del Señor Jesucristo en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino.

Por eso es que nos habla Cristo, con un Mensaje dispensacional, todas estas cosas que deben suceder pronto, y nos revela el misterio de Su Venida en el Día Postrero.

Ahora vean el misterio de Su Venida a cada edad. El misterio de Su Venida a cada edad y Su manifestación en cada edad fue a través del mensajero de cada edad, por medio del cual le habló a Su pueblo, a Su Iglesia, en el idioma del mensajero; y llamó y juntó a Sus escogidos en cada edad, y así los colocó en el Redil del Señor.

Y ahora, el misterio de Su Venida, vean ustedes, en la primera edad fue y estaba en San Pablo; el misterio de Su Venida a la segunda edad, fue en Ireneo; el misterio de Su Venida a la tercera edad fue en Martín; el misterio de Su Venida a la cuarta edad fue en Colombo; el misterio de Su Venida en la quinta edad fue en Lutero; el misterio de Su Venida en la sexta edad fue en Wesley; el misterio de Su Venida en la séptima edad fue en el reverendo William Marrion Branham. El misterio de Su Venida a cada edad de Su Iglesia gentil, en la porción correspondiente a cada edad. Cristo estuvo manifestado en cada edad en el mensajero de cada edad.

Y ahora, ¿en dónde estaba el misterio de la Venida de Cristo a cada edad de la Iglesia gentil? Pues estaba en el ángel mensajero de cada edad.

Y ahora, el misterio de Su Venida en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, en el Día Postrero, en la América Latina y el Caribe, ¿dónde está? En el Ángel Mensajero de la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, donde viene como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, en Su Obra de Reclamo, revelándose por medio de Su Ángel Mensajero.

Y por medio del Mensaje del Evangelio del Reino, este misterio es dado a conocer a la Iglesia del Señor Jesucristo; y con la revelación de este misterio son llamados y juntados todos los escogidos de Dios; pues los escogidos de Dios escuchan la Voz de Cristo dándonos a conocer este misterio, y así somos llamados y juntados por la revelación de este misterio escondido bajo el Séptimo Sello.

Y así es como el misterio del Ángel del Señor Jesucristo es abierto en el Día Postrero para todos los escogidos de Dios, porque era un misterio este Ángel del Señor Jesucristo en el libro del Apocalipsis, al cual quiso adorar Juan el apóstol en dos ocasiones.

¿Y cómo un apóstol como San Juan va a adorar a un Ángel? Es que en ese Ángel estaba Cristo velado y revelado como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, dándole a conocer a Su Iglesia en el Día Postrero estas cosas que deben suceder pronto. Vean lo que Juan dice en Apocalipsis 22, verso 8 en adelante; dice:

“Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas”.

¿Y cómo las oyó y cómo las vio? ¿Por medio de quién las oyó y las vio? Dice:

“Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas”.

¿Quién le mostró estas cosas a Juan? El Ángel del Señor Jesucristo.

“Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios”.

¿Ven? Es un misterio este Ángel del Señor Jesucristo, pues es el único Ángel bien identificado en toda la Escritura apocalíptica, que está en todo el libro del Apocalipsis.

El libro del Apocalipsis, vean ustedes, en el capítulo 1 nos habla de este Ángel, y también en el capítulo 22 (el último capítulo) nos habla de este Ángel. Y en el capítulo 1 dice que es el Ángel del Señor Jesucristo enviado con la revelación de Jesucristo; y en el capítulo 22, Jesucristo mismo dice que es Su Ángel Mensajero, el cual Él envía.

Ahora, el que recibe a un enviado está recibiendo al que lo envió; y el que recibe al Ángel del Señor Jesucristo en el Día Postrero, estará recibiendo al que lo envió: a nuestro amado Señor Jesucristo. Y por cuanto él estará hablando las palabras que Cristo coloca en su boca, por consiguiente, estará escuchando la Voz de Cristo a través de Su Ángel Mensajero, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, en el Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino.

Ahora, encontramos que en el Día Postrero la Iglesia del Señor Jesucristo ve y recibe a este Ángel del Señor Jesucristo en carne humana manifestado, teniendo el ministerio del Día Postrero en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino.

Este es el ministerio más grande en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo a través de todas las etapas de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y es por medio de este Ángel Mensajero que Cristo, el Ángel Fuerte, el Ángel del Pacto, estará manifestado en el Día Postrero dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder.

En febrero 28 de 1963 apareció en el cielo esta señal: una nube misteriosa a 26 millas de altura, con 30 millas de ancho por 50 millas de largo3. A esa altura no hay humedad para formar nubes, ni vuelan aviones tampoco. Es un misterio esta nube, como fue así dicho por la ciencia en la revista Ciencia y la revista Life (o revista Vida) de Norteamérica4.

Ahora, ¿cuál es el misterio de esta nube? El misterio de esta nube lo explica el reverendo William Marrion Branham en el libro de Los Sellos en español, página 469, donde nos dice:

153. ¿Y notaron que dije que uno de esos ángeles era muy raro? Me pareció muy distinto a los demás. Estaban en una constelación con tres a cada lado y uno arriba; y el que estaba a mi lado, contando desde la izquierda hacia la derecha, ese sería el séptimo Ángel. Él era más brillante y significaba más para mí que los demás. Les dije que tenía el pecho así robusto y estaba volando hacia el Oriente. Les dije también que: ‘Me levantó, me alzó’”.

¿Quién fue el que levantó al precursor de la Segunda Venida de Cristo, el reverendo William Marrion Branham, y lo colocó en esa constelación, en esa nube? Fue el Ángel que era muy diferente a los demás. Todos ellos estaban en esa constelación en sus cuerpos teofánicos. Ahora, dice:

154. Ahora, ¡aquí está! Era el que tenía el Séptimo Sello…”.

¿Cuál de esos ángeles es el que tenía el Séptimo Sello? Pues el que era muy diferente a los demás, que es este Ángel que está aquí, con sus alas extendidas puntiagudas volando. Los otros ángeles eran los siete ángeles mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil.

¿Y por qué dice nuestro hermano Branham que hay siete ángeles allí, que él contó siete ángeles? Él dice que contó siete ángeles, que hay siete ángeles, porque él no se contó; pero si usted cuenta todos los ángeles, contando al precursor de la Segunda Venida de Cristo, usted contaría ¿cuántos? Contaría ocho ángeles.

Es que cuando hay ocho personas reunidas en un lugar, si usted le dice a una de las personas que están ahí: “Cuenta las personas que están ahí, ¿qué tú estás viendo?”, él cuenta pues siete personas, porque no se está contando él, porque él no se está viendo, a menos que se vea en un espejo.

Y ahora, en el espejo de la Palabra podemos ver que hay (¿cuántos?) ocho ángeles mensajeros.

Y ahora, si usted torna esta foto hacia la derecha, usted verá el rostro del Señor Jesucristo formado por esta nube de ángeles; y la promesa en Apocalipsis, capítulo 10, es que vendrá envuelto en una nube. Apocalipsis, capítulo 10, dice así (vamos a ver lo que dice):

Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.

Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra;

y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces”.

Ahora, aquí está este Ángel Fuerte que era muy diferente a los demás; es Cristo, el Ángel del Pacto.

En San Mateo, capítulo 24, y versos 30 al 31, dice:

“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria”.

Ahí tenemos al Hijo del Hombre, el Ángel que era muy diferente a los demás, viniendo sobre las nubes del cielo.

En San Lucas dice “viniendo en una nube”; y también en el libro del profeta Daniel, en el capítulo 7, dice que él vio a uno semejante al Hijo del Hombre “viniendo en las nubes del cielo”. Y aquí lo tenemos, es el Ángel que era muy diferente a los demás.

Y ahora, los siete ángeles mensajeros forman la barba del Señor en esta nube que forma el rostro del Señor, y el Ángel que era muy diferente a los demás forma el cabello blanco del Señor.

Y así como los siete ángeles mensajeros que están aquí en sus cuerpos teofánicos, para tener sus ministerios aquí en la Tierra tuvieron que venir en carne humana, este Ángel que era muy diferente a los demás, para tener Su ministerio en el Día Postrero, en el cumplimiento del Séptimo Sello, tiene que venir en carne humana.

Pero ya los siete ángeles mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil han terminado sus ministerios. ¿En quién vendrá? Viene entonces en el Ángel Mensajero de la Dispensación del Reino y de la Edad de la Piedra Angular; por lo tanto, viene (este Ángel que era muy diferente a los demás, el cual es Cristo, el Hijo del Hombre), viene en carne humana: en Su Ángel Mensajero, teniendo Su ministerio del tiempo final del Día Postrero, y hablándonos con esa Voz como de Trompeta, con esa Gran Voz de Trompeta, y dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.

Y así Él tiene Su ministerio, el ministerio del Día Postrero, el cual manifiesta por medio de Su Ángel Mensajero.

Y ese es el misterio del Ángel del Señor Jesucristo: que en él viene el Ángel que era muy diferente a los demás cumpliendo Su Venida, cumpliendo el Séptimo Sello, que es la Venida de Cristo, la Venida del Ángel Fuerte, la Venida del Ángel del Pacto, la Venida del Verbo en carne humana en el Ángel del Señor Jesucristo. Vean EL MISTERIO DEL ÁNGEL DEL SEÑOR JESUCRISTO.

Con razón Juan el apóstol trató de adorarlo en dos ocasiones: porque vio en él la manifestación del Ángel de Jehová, del Ángel del Pacto, que es Jesucristo viniendo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, en y a Su Iglesia en el Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino.

Ahora, vean que el misterio aquí, de este Ángel que era muy diferente a los demás, el misterio de Él es que Él es el que tiene el Séptimo Sello; y cuando se manifiesta en la Tierra en carne humana en Su Ángel Mensajero, cumple el misterio, la apertura del Séptimo Sello en la Tierra; y viene con Sus Ángeles, viene con los ministerios de Moisés y Elías en el Día Postrero.

Y donde esté el Hijo del Hombre velado y revelado, donde esté este Ángel velado y revelado, ahí estarán los ministerios de Moisés por segunda vez, de Jesús por segunda vez y de Elías por quinta vez; y ahí estará el misterio de la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, velado y revelado por medio del Ángel Mensajero del Señor Jesucristo.

Hemos visto EL MISTERIO DEL ÁNGEL DEL SEÑOR JESUCRISTO, el cual en el Día Postrero estaría donde Cristo estaría revelándose a Su Iglesia, y ese territorio es la América Latina y el Caribe; y estaría hablándonos en nuestro idioma, en el idioma principal de los latinoamericanos y caribeños, que es el español; para así los Truenos, que es la Voz de Cristo, emitir sus voces, dar Su Mensaje, en un idioma que es desconocido al primer ángel mensajero de la primera edad de la Iglesia gentil, al segundo, al tercero, al cuarto, al quinto, al sexto y al séptimo ángel mensajero.

Por eso es que cuando el reverendo William Marrion Branham habló acerca de los Truenos y habló también acerca de la Tercera Etapa, él dijo que los Truenos emitieron sus voces en un idioma desconocido5, y hablaron rápidamente6; y cuando él buscó la interpretación, le pasó tan rápidamente que no pudo captar lo que decían los Siete Truenos7.

Así que, vean ustedes que el idioma en el cual Cristo estaría hablando con esa Gran Voz de Trompeta, con esa Voz de Siete Truenos, clamando como cuando un león ruge, no sería ninguno de los idiomas de los ángeles mensajeros de las siete edades, sino el idioma del Ángel Mensajero del Señor Jesucristo en el Día Postrero.

Y por eso, en el territorio de la América Latina y el Caribe, el misterio de la Venida del Ángel que era diferente a los demás, que tiene el Séptimo Sello, sería abierto, sería revelado; porque ese Ángel viene velado en carne humana en el Ángel del Señor Jesucristo, hablándonos en el idioma de los latinoamericanos y caribeños, que es el español; ese es el idioma principal de la América Latina y el Caribe.

Ahora, vean ustedes la bendición tan grande que Dios ha colocado en la América Latina y el Caribe en este Día Postrero, para llamar y juntar a Sus escogidos, y colocarlos (¿dónde?) en la Edad de la Piedra Angular, y en una nueva dispensación: la Dispensación del Reino; y así estar en el Día Postrero, en el séptimo milenio, la América Latina y el Caribe, recibiendo las bendiciones del séptimo milenio, las bendiciones que Cristo tiene en la Edad de la Piedra Angular.

Así que es la América Latina y el Caribe el continente que tiene la oportunidad más grande de todos los continentes. Con razón le han llamado “el Continente del Futuro”, y le llaman también “el Nuevo Continente”, le llaman también “el Nuevo Mundo”; y a Europa y todos esos territorios le llaman (¿cómo?) “el Viejo Mundo”.

San Pablo dice: “Lo que se da por viejo, pronto va a ser terminado”8, o sea, se pone viejo y es eliminado.

Y ahora, vean ustedes, el Viejo Continente dará paso al Nuevo Continente, el Viejo Mundo dará paso al Nuevo Mundo. Así como los padres: cuando se ponen viejos, le dan paso a sus hijos, que son los nuevos, la nueva generación; y cuando se ponen viejos, después se mueren y dan paso a los nuevos, a los hijos, a la nueva generación.

Ahora, vean ustedes cómo la bendición de Dios está en la América Latina y el Caribe. Es la América Latina y el Caribe la que tiene alimento físico en abundancia, porque esto está reflejando el alimento espiritual que tiene en abundancia para todo el séptimo milenio.

Miren cómo el alimento espiritual para el séptimo milenio, para todo el séptimo milenio, está siendo almacenado en el Día Postrero en la América Latina y el Caribe, en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino.

Y con ese Alimento, con ese Mensaje, la Tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar9; o sea que será llena la Tierra, con sus habitantes, del conocimiento de la Venida de Cristo en el Día Postrero a Su Iglesia como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, en Su Obra de Reclamo, velado y revelado en Su Ángel Mensajero.

Esa es la revelación divina con la cual será lleno todo ser humano durante el glorioso Reino Milenial del Señor Jesucristo.

Y los primeros que son llenos del conocimiento de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, son los latinoamericanos y caribeños; y por eso el continente latinoamericano y caribeño tiene la oportunidad para entrar – de entrar al glorioso Reino Milenial de nuestro amado Señor Jesucristo, porque la bendición de Cristo está en la América Latina y el Caribe.

Por lo tanto, así como estuvo en cada edad y en el territorio de cada edad un color del arco iris, y no el círculo completo sino medio círculo, ahora en la América Latina y el Caribe está el arco iris, el círculo completo, con los siete colores del arco iris; o sea que el Pacto Divino está en la América Latina y el Caribe. Y por eso es que la Palabra de Dios para el séptimo milenio está en la América Latina y el Caribe; y tiene la oportunidad, la América Latina y el Caribe, para hacer su entrada al glorioso Reino Milenial de nuestro amado Señor Jesucristo.

Así que el glorioso Reino Milenial de nuestro amado Señor Jesucristo estará lleno (¿de qué?) de latinoamericanos y caribeños:

• Y tendrá los latinoamericanos y caribeños que formarán el Cuerpo Místico de Cristo, de la Edad de la Piedra Angular, que formarán el Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo.

• Y también tendrá, el glorioso Reino Milenial de Cristo, miles o millones de latinoamericanos, que aunque no pertenezcan al Cuerpo Místico de Cristo, a la Edad de la Piedra Angular, no pertenezcan a los primogénitos de Dios: pertenecen al resto de los que tienen sus nombres escritos en la otra sección del Libro de la Vida; y entrarán al glorioso Reino Milenial en sus cuerpos físicos y mortales. Y durante el Reino Milenial también podrán multiplicarse, porque los que estarán en estos cuerpos mortales, pues continuarán viviendo en ellos, y se multiplicarán allí.

Por lo tanto, los latinoamericanos continuarán multiplicándose; y la generación latinoamericana y caribeña no cesará, sino que continuará en el glorioso Reino Milenial de nuestro amado Señor Jesucristo.

Y ahora, vean ustedes cómo la bendición de Cristo está en y con los latinoamericanos y caribeños.

Y todavía no hemos comprendido todo, todo esto del Programa Divino correspondiente a la América Latina y el Caribe; pero ya vemos la bendición tan grande que Él tiene en la América Latina y el Caribe.

Y así como visitó a Su pueblo en Asia Menor por medio de San Pablo, y visitó a Su pueblo en Europa por medio del segundo ángel mensajero, Ireneo, en el territorio donde estaban los escogidos de Dios…

Miren, en la primera edad, por ejemplo, San Pablo quiso ir para Bitinia (eso es para el este), y el Espíritu de Dios se lo impidió, dice San Pablo; y le mostró en visión un varón macedónico que le dijo: “Pasa a Macedonia y ayúdanos”10.

Y San Pablo pasó a Macedonia, y no se fue para Bitinia, porque eso lo llevaría hacia el este, seguiría hacia el este y llegaría hasta la China; pero siguió la dirección del Espíritu Santo, que era Europa… Era primero Asia Menor, después de Asia Menor => Europa, y de Europa => Norteamérica, y de Norteamérica => la América Latina y el Caribe.

Esa era la ruta que tomaría Cristo en Espíritu Santo; por lo tanto, San Pablo, siendo el primer ángel mensajero, tenía que ir al territorio donde estaría la primera edad, porque ahí estarían los escogidos de la primera edad. Y así cada ángel mensajero tenía que estar en el territorio donde estarían los escogidos de su edad.

¿Y dónde estarían los escogidos de la Edad de la Piedra Angular en el Día Postrero? En el territorio donde Cristo enviaría Su Ángel Mensajero. ¿Y dónde enviaría Su Ángel Mensajero en el Día Postrero? Lo enviaría a la América Latina y el Caribe, que es lo que queda del oeste, o sea, del occidente.

Porque Cristo dijo que la Venida del Hijo del Hombre sería como el relámpago que sale del oriente. ¿Dónde fue la Primera Venida de Cristo? En el oriente, o sea, en la tierra de Israel, que está en el Medio Oriente.

Y dice: “Como el relámpago que sale del oriente y se muestra (¿dónde?) en el occidente”11. El Hijo del Hombre se mostraría (¿dónde?) en el occidente en el Día Postrero, con Sus Ángeles, llamando y juntando a Sus escogidos.

Y para este Día Postrero, lo que queda del occidente para la manifestación de Cristo como el León de la tribu de Judá por medio de Su Ángel Mensajero (y clamar como cuando ruge un león y los siete truenos emitir sus voces, y con ese Mensaje llamar y juntar a Sus escogidos), lo que queda es el territorio latinoamericano y caribeño.

Porque ya en el territorio norte del continente americano se cumplió la séptima edad de la Iglesia gentil, donde Dios envió Su séptimo ángel mensajero para la séptima edad de la Iglesia gentil; y ya se fue; y nos habló lo que Dios puso en su boca y en su corazón; pero no nos reveló el misterio del Séptimo Sello.

Porque ese misterio sería revelado en la manifestación de Cristo en Espíritu Santo a través de Su Ángel Mensajero en el Día Postrero; en donde vendría el Ángel que era muy diferente a los demás, velado y revelado por medio de Su Ángel Mensajero, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, en el Día Postrero; y estaría mostrándonos dónde estaría Cristo manifestado, llamando y juntando a Sus escogidos. ¿Dónde? En la América Latina y el Caribe.

Miren dónde sería el llamado de la Gran Voz de Trompeta a los escogidos de Dios. ¿Y dónde estarían? Pues en la América Latina y el Caribe, donde estaría también el llamado, y donde estaría el mensajero del Señor Jesucristo, que es el Ángel del Señor Jesucristo.

Hemos visto EL MISTERIO DEL ÁNGEL DEL SEÑOR JESUCRISTO. Pero ese Ángel no es el Señor Jesucristo; él es el mensajero de la Edad de la Piedra Angular y de la Dispensación del Reino, en el cual, el Ángel que era muy diferente a los demás, viene manifestado, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.

Y viene ahí cumpliendo la Venida y apertura del Séptimo Sello, y viene ahí tronando con esos Siete Truenos de Apocalipsis, capítulo 10. Y viene tronando ¿en qué idioma? Pues es la Voz de Cristo hablándonos, tronando con el Mensaje del Evangelio del Reino, ¿en qué idioma? En el idioma principal de la América Latina y el Caribe, que es el español.

Ahora podemos ver por qué Dios nos colocó en la América Latina y el Caribe.

Si todo este gran evento hubiera sido señalado para la quinta edad de la Iglesia gentil, ¿qué idioma hablaría usted? ¿Hablaríamos español o qué idioma? Hablaríamos alemán; porque en la quinta edad Jesucristo habló en alemán por medio de Su quinto ángel mensajero, Lutero.

Vean, y ahora miren cómo Cristo ha estado hablando en diferentes idiomas por medio de cada ángel mensajero. Y ahora nos habla en el idioma del amor.

¿Sabían ustedes que el idioma del amor es el español? El idioma del amor es el español; por lo tanto, es el idioma para la Edad del Amor Divino.

Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con ustedes en esta tarde, dándoles testimonio del misterio del Ángel del Señor Jesucristo; misterio que sería revelado a la Iglesia del Señor Jesucristo en este Día Postrero.

Hemos visto cómo Cristo estaría revelado en el Día Postrero por medio de Su Ángel Mensajero, como estuvo revelado por medio de los siete ángeles mensajeros en las siete edades de la Iglesia gentil.

Ahora nosotros estamos viviendo en el tiempo más glorioso de todos los tiempos, de todas las etapas de la Iglesia del Señor Jesucristo: estamos viviendo en la Edad de Oro de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y la edad de oro del reino los gentiles, miren, fue en el tiempo de Nabucodonosor. El reino de los gentiles tuvo su edad de oro en el tiempo del rey Nabucodonosor, y ha venido bajando de etapa en etapa. Y en este tiempo es la etapa de los pies de hierro y de barro cocido, los cuales serán desmenuzados; o sea que el reino de los gentiles ha ido bajando, ha ido cayendo; de oro a hierro y barro cocido, va mucho.

¿Quieren el ejemplo? ¿Cuánto valdría una libra de hierro y barro cocido? Algunas veces ni lo queremos cerca de nosotros, lo mandamos para el zafacón12 de la basura, porque son hierros viejos y barro que ya no queremos. Pero una libra de oro, si usted oye hablar a alguien acerca de que hay una libra de oro por ahí, usted pregunta: “¿Y dónde es que está? Dónde es que está, que yo no la he visto, y quiero encontrarla”.

Miren, los que buscan oro, pasan algunas veces un día sacando tierra, y pasando esa tierra y piedra por esos equipos que tienen; y cuando terminan el día, quizás no han conseguido ni una libra de oro; y si consiguen una libra de oro, estarían muy contentos, porque han logrado conseguir mucho en un día de trabajo. ¿Cuánto valdrá una libra de oro? Lo que usted no se gana en todo el mes. Pero una libra de hierro y barro cocido, más bien usted paga para que alguien se lo lleve.

Así que miren por dónde está la etapa, por dónde anda el reino de los gentiles, y por dónde anda el Reino de Dios.

Miren ustedes, el reino de los gentiles tuvo un rey muy importante: en su primera etapa, fue el rey Nabucodonosor, y él fue la cabeza de oro; pero para los pies de hierro y barro cocido, el reino los gentiles tendrá al anticristo, al hombre de pecado, a la bestia; pues los diez reyes le darán su reino y su autoridad en el tiempo final.

Pero el reino de los gentiles, vean ustedes, no tendrá la bendición tan grande que tiene el Reino de Dios; porque el Reino de Dios en el Día Postrero tiene la etapa de la cabeza de oro, en donde Cristo en el Día Postrero estará manifestado por medio de un profeta mensajero dispensacional. Y eso es la primera vez, en la historia bíblica de la Iglesia del Señor Jesucristo, que eso sucede en la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y si fue una etapa gloriosa la etapa en donde Dios envió cada uno de Sus siete ángeles mensajeros, y en donde Cristo en Espíritu Santo estuvo manifestado, ¡cómo será la etapa de la cabeza de oro del Reino de Dios!: la etapa de la Edad de la Piedra Angular, que es la etapa de la cabeza de oro con un profeta mensajero dispensacional, con un Mensaje dispensacional, para pasar al glorioso Reino Milenial de Cristo, y reinar con Cristo por mil años y luego por toda la eternidad. Es la cosa más gloriosa que pasaría en la Iglesia del Señor Jesucristo, y esto era para el Día Postrero.

Por eso es que bajo el ministerio de Cristo a través de Su Ángel Mensajero, los muertos en Cristo resucitarán primero, y luego nosotros los que vivimos seremos transformados; porque nos habla con Su Gran Voz de Trompeta, nos revela todas estas cosas, nos da la fe, la revelación, para ser transformados y raptados.

Y luego que nos da esa revelación, los muertos en Cristo resucitarán, y nosotros los que vivimos seremos transformados; pues todos los escogidos serán llamados y juntados, estará completo el número de los escogidos de Dios en la Edad de la Piedra Angular, y entonces vendrá la resurrección de los muertos y la transformación de nosotros los que vivimos. Y estarán con nosotros de nuevo aquí en la Tierra, estarán de nuevo en la Tierra los santos de la Iglesia del Señor de las edades pasadas, estarán en cuerpos eternos; y nosotros estaremos con cuerpos eternos también, pues recibiremos ese cuerpo eterno; y así la Casa del Señor, la Iglesia del Señor, será glorificada.

En Isaías, capítulo 60, verso 7, dice:

“… y glorificaré la casa de mi gloria”.

Así que vean las bendiciones tan grandes que Cristo tiene para Su Iglesia en este Día Postrero, en la etapa de la cabeza de oro, que es la Edad de la Piedra Angular, la etapa latinoamericana y caribeña.

La primera etapa fue la etapa de Asia Menor; la segunda, tercera, cuarta, quinta y sexta, la etapa europea; y la etapa séptima fue la etapa norteamericana. Y ahora la etapa octava, la etapa de la Edad de la Piedra Angular, es la etapa latinoamericana y caribeña.

¿Ven la bendición tan grande que Él tenía para nosotros para este tiempo final en Su Cuerpo Místico, en Su Iglesia, en la Edad de la Piedra Angular? La Edad de la cabeza de oro. Por eso es la edad en que Cristo, el Ángel que era muy diferente a los demás, viene en el Día Postrero velado y revelado por medio de Su Ángel Mensajero.

El precursor de la Segunda Venida de Cristo dijo: “Y si no vigilamos, nos pasará por encima”; porque todo será tan sencillo, todo será en simplicidad, que si no vigilamos nos pasará por encima (¿qué?) el Séptimo Sello, la apertura del Séptimo Sello, el cumplimiento del Séptimo Sello, la Venida de Cristo como León de la tribu de Judá, velado y revelado en Su Ángel Mensajero.

Ahora vean el misterio del Ángel del Señor Jesucristo viniendo en el Día Postrero.

Bueno, ha sido para mí una bendición grande estar con ustedes en esta tarde, dándoles testimonio del misterio del Ángel del Señor Jesucristo; misterio que no conocíamos; y que aun (como decía Miguel), aun los teólogos, aun los que han escrito acerca del libro del Apocalipsis, no dan explicaciones acerca de ese Ángel, porque no sabían quién era ese Ángel.

Pero nuestro hermano Branham nos dijo que era un profeta, y que ese profeta era… vamos a ver… Página 301, vamos a ver lo que dice (ya para concluir). Dice… 301 del libro de Los Sellos en español, dice:

“106. Noten bien: En el tiempo cuando Dios iba a librar al mundo antes del diluvio, Él mandó un águila…”.

Un águila, pues representa un profeta; y esa águila en aquel tiempo ¿fue quién? El profeta Moisés. (Cuando decidió librar…). Digo, en el tiempo del – para el diluvio, esa águila fue ¿quién? Fue Noé. Corrijo, fue Noé.

“Cuando decidió librar a Israel, también mandó un águila (¿Quién fue esa águila? Moisés, ese fue el profeta Moisés). ¿No cree usted que cuando Juan estaba en la Isla de Patmos, este Mensaje era tan perfecto que aun no podía ser confiado a un ángel? Ahora, un ángel es un mensajero, pero ¿sabía usted que aquel mensajero era un profeta?”.

¿Sabía usted que ese Ángel del Señor Jesucristo era un profeta? No lo sabía; pero ahora ya sí lo sabe. Y de esto dio testimonio el reverendo William Marrion Branham. Ahora, dice:

“¿Lo creen? (Nosotros decimos ¿cómo? ¡Amén!) Vamos a probarlo. Veamos Apocalipsis 22:9 para ver si no fue un águila. Él era un ángel, un mensajero, pero era un profeta, el cual reveló a Juan completamente este libro de Apocalipsis”.

Ahora, vean ustedes, Él venía revelando las cosas que deben suceder; y son los profetas los que vienen revelando las cosas que van a suceder.

Y en el libro de Los Sellos en español, nos dice el reverendo William Marrion Branham, en el último párrafo, dice [pág. 326]:

“243. Moisés será la misma persona. Hallamos lo mismo en Apocalipsis 22:8”.

Moisés será la misma persona. ¿Y dónde lo encontramos? En Apocalipsis 22, verso 8. Y vamos a leer, a ver quién es Apocalipsis 22, verso 8:

“Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas”.

Moisés será Apocalipsis 22, verso 8: el Ángel del Señor Jesucristo. ¿Ven la venida de Moisés, la venida de uno de los Dos Olivos? Y también Él es Elías en su quinta manifestación.

Ahora vean cómo en este Ángel están los ministerios de Moisés por segunda vez, de Elías por quinta vez y de Jesús por segunda vez.

Ahí está el misterio del Ángel del Señor Jesucristo: que es un profeta, el profeta de la Dispensación del Reino, con los ministerios de Moisés, de Elías y de Jesús en el Día Postrero, en la Dispensación del Reino.

Este es el misterio que no había sido revelado antes, en edades pasadas, pero ya está revelado a todos los escogidos de Dios en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino.

Bueno, hasta aquí yo creo que hemos visto claramente el misterio del Ángel del Señor Jesucristo, por medio del cual escucharíamos (¿qué?) la Voz de Cristo, esa Gran Voz de Trompeta, esa Trompeta de Dios que llama y junta a los escogidos, que antecede a la resurrección de los muertos en Cristo y a la transformación de nosotros los que vivimos.

Es por medio de Su Ángel que los hijos e hijas de Dios estarían escuchando la Voz de Cristo en este Día Postrero, para ser llamados y juntados, y luego ser transformados, e ir a la Cena de las Bodas del Cordero.

Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto, sean sobre cada uno de ustedes y sobre mí también; y pronto todos seamos transformados y raptados, y llevados a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo, para estar con Cristo, recibiendo allí los galardones por todas nuestras labores realizadas en la Casa de Dios, en la Iglesia del Señor Jesucristo. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Bueno, vamos a dejar nuevamente a Miguel Bermúdez Marín con nosotros, para continuar y finalizar en esta tarde nuestra parte, dándole gracias a Dios por este misterio del Ángel del Señor Jesucristo revelado a Su Iglesia en este Día Postrero.

Que Dios les bendiga y les guarde a todos.

Y hasta mañana, Dios mediante, en las próximas actividades. Y también nos veremos en la actividad de esta tarde o de esta noche, la cual ya ha sido anunciada.

Que Dios les bendiga y les guarde a todos.

“EL MISTERIO DEL ÁNGEL DE JESÚS”.

[Revisión abril 2022]

1 Gálatas 2:20

2 San Juan 10:9

3 26 millas (de altura) = 41.8 km / 30 millas (de ancho) x 50 millas (de largo) = 48.3 km (de ancho) x 80.46 km (de largo)

4 Revista LIFE: Publicación del 17 de mayo de 1963. Título del artículo “… And a High Cloud – Ring of Mistery”

https://bit.ly/3ureXyD

Revista CIENCIA (SCIENCE): Publicación del 19 de abril de 1963, volumen 140, número 3564. Autor: James E. McDonald – https://www.science.org/toc/science/140/3564

5 Los Sellos, pág. 471, párr. 162

6 Los Sellos, pág. 466, párr. 144

7 Los Sellos, pág. 474, párr. 172

8 Hebreos 8:13

9 Habacuc 2:14, Isaías 11:9

10 Hechos 16:7-9

11 San Mateo 24:27

12 zafacón = caneca o pote de la basura

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