El misterio del Monte de la Transfiguración

Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes, y televidentes. Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto, sean sobre cada uno de ustedes y sobre mí también.

En esta noche quiero leer en San Mateo, capítulo 17, verso 1 en adelante, donde nos habla Dios y nos muestra aquí en Su Palabra esta visión del Monte de la Transfiguración. Seis días antes, Jesucristo había estado hablando acerca de la Venida del Hijo del Hombre; y ahora, vean ustedes aquí, en el capítulo 17 de San Mateo, verso 1 en adelante, dice:

“Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto;

y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.

Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.

Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.

Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.

Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor.

Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis.

Y alzando ellos los ojos, a nadie vieron sino a Jesús solo.

Cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos”.

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra, y nos permita entender la visión del Monte de la Transfiguración en esta noche.

Nuestro tema es: “EL MISTERIO DEL MONTE DE LA TRANSFIGURACIÓN”.

Encontramos, en este pasaje bíblico, encontramos aquí una visión muy importante con relación al Programa Divino correspondiente a la Venida del Reino de Dios.

Encontramos que en este pasaje Cristo está mostrando a Sus discípulos la Venida del Reino de Dios. Y vean ustedes cómo en este pasaje, esta gran visión contiene todo lo que estará manifestado en el Día Postrero en la Venida del Reino de Dios, en donde será visto el Hijo del Hombre viniendo en Su Reino, en el Reino del Padre, con poder y gloria.

• Encontramos que aquí en el Monte de la Transfiguración, el rostro del Señor resplandece como el sol.

Este misterio del rostro del Señor resplandeciendo como el sol, lo encontramos en diferentes lugares de la Escritura. En los Evangelios nos dice: “Y Su rostro resplandeció como el sol” [San Mateo]. En San Lucas nos dice: “Y Su rostro se hizo otro”; San Lucas, capítulo 9, verso 29, hablándonos de todo lo que ocurrió allí en la visión del Monte de la Transfiguración. Y en Apocalipsis, capítulo 1, también nos muestra el rostro del Señor como el sol.

Vean aquí, capítulo 1 del libro del Apocalipsis, verso 16, donde aparece el Hijo del Hombre, una de las cosas, de los atributos, mostrado aquí, es el rostro del Señor como el sol. Dice:

“Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza”.

Y en Apocalipsis, capítulo 10, encontramos nuevamente a Cristo aquí, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo, con Su rostro también como el sol, dice:

“Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.

Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra;

y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces”.

Ahora, vean aquí a Cristo, el Ángel Fuerte, descendiendo del Cielo con Su rostro como el sol.

Y ahora, ¿cuál es el misterio del rostro del Señor como el sol?

Vean ustedes, también en Malaquías, capítulo 4, verso 2, nos dice:

“Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada”.

Aquí encontramos la Venida de Cristo como el sol naciente, resplandeciendo. Dice: “… y en sus alas traerá salvación (o salud)1”.

Y ahora, en el Monte de la Transfiguración encontramos, en la visión de la Venida del Reino de Dios con poder y gloria, en donde aparece el Hijo del Hombre viniendo en Su Reino con Moisés y Elías, encontramos que Su rostro es como el sol.

Esos simbolismos que se encuentran allí —Su rostro como el sol—, encontramos que representa la Venida de Cristo como Rey de reyes y Señor de señores, y Juez de toda la Tierra.

Y vean ustedes cómo, para el Día Postrero, Cristo estará con Su rostro como el sol, con Sus ojos como llama de fuego, con Su cabello blanco como blanca lana, como aparece en el libro del Apocalipsis, capítulo 1; y todos estos atributos que son vistos en el Hijo del Hombre estarán siendo cumplidos. Y así es como Cristo será visto en la manifestación de estos atributos en Su manifestación del Día Postrero.

Y ahora, miren cómo la promesa de la Segunda Venida de Cristo es como el sol, con Su rostro como el sol o como el sol naciente: porque el sol es el astro rey, y la Segunda Venida de Cristo es como Rey de reyes y Señor de señores, y Juez de toda la Tierra.

Nos dice en el libro de Números, capítulo 6, versos 22 al 27, diciendo:

“Jehová habló a Moisés, diciendo:

Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles:

Jehová te bendiga, y te guarde;

Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;

Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.

Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré”.

Vean:

“Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré”.

Esto es cuando Jehová haga resplandecer Su rostro sobre el pueblo hebreo, y tenga del pueblo hebreo misericordia.

Y ahora, vean ustedes cómo en la manifestación de Cristo, del Ángel de Jehová con Su rostro como el sol, es que luego de manifestarse en medio de Su Iglesia, luego se manifestará al pueblo hebreo con Su rostro como el sol, o sea, como el Sol de Justicia resplandeciendo.

En el capítulo 31 y verso 16 de los Salmos, dice aquí… vamos a ver… Un poquito antes vamos a leer: verso 14 en adelante, dice, del Salmo 31:

Mas yo en ti confío, oh Jehová;

Digo: Tú eres mi Dios.

En tu mano están mis tiempos;

Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores.

Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo;

Sálvame por tu misericordia”.

Ahora, vean cómo en los Salmos nos habla del rostro del Señor resplandeciendo, es resplandeciendo como el sol.

Y ahora, para el pueblo hebreo, el Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto, viene en el Día Postrero con Su rostro resplandeciendo como el sol; o sea, viene como Rey de reyes y Señor de señores; pues el sol es el astro rey, y Cristo es el Rey de reyes y Señor de señores.

Y viene como Rey de reyes y Señor de señores en el Día Postrero, para resplandecer en Su Venida sobre el pueblo hebreo; y el pueblo hebreo conocer la Segunda Venida de Cristo resplandeciendo como el sol, en la manifestación de Jesucristo en el Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino.

Pues es en la Dispensación del Reino en donde Cristo resplandece como el sol, para así alumbrar el entendimiento de los escogidos de Dios de entre los gentiles primeramente, y después de en medio del pueblo hebreo; para así el pueblo hebreo obtener el conocimiento de la Segunda Venida de Cristo, y obtener las bendiciones que Cristo tiene para el pueblo hebreo en Su Segunda Venida. Así también es para la Iglesia del Señor Jesucristo.

En el Salmo 80, verso 1 al 3, dice:

Oh Pastor de Israel, escucha;

Tú que pastoreas como a ovejas a José,

Que estás entre querubines, resplandece.

Despierta tu poder delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés”.

Esos son, vean ustedes, Benjamín, el hermano por parte de sangre de José; y Efraín y Manasés, los hijos de José; dice:

Y ven a salvarnos.

Oh Dios, restáuranos”.

Aquí está la oración para la restauración del pueblo hebreo, y para la salvación del pueblo hebreo.

Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos”.

Y “vendrá de Sion el Libertador, que quitará de Jacob la impiedad”2.

Ahora vean cómo es que Dios obrará con el pueblo hebreo en el Día Postrero: esto es haciendo resplandecer Su rostro sobre el pueblo hebreo.

En el verso 7 nos dice el salmista [Salmo 80]:

Oh Dios de los ejércitos, restáuranos;

Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos”.

Y en el verso 19 del mismo capítulo 80, nos dice:

¡Oh Jehová, Dios de los ejércitos, restáuranos!

Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos”.

Vean cómo en tres lugares de este mismo Salmo nos dice la forma en que Israel será salvo: resplandeciendo el rostro del Señor sobre el pueblo hebreo.

Esto es en la Venida del Hijo del Hombre, como Hijo del Hombre e Hijo de David, en donde el tipo y figura del rostro del Señor como el sol será cumplido bajo el ministerio de Cristo por medio de Su Ángel Mensajero en el Día Postrero.

Y ahí estarán los Ángeles del Señor, en la Venida del Hijo del Hombre, como Cristo dice en San Mateo, capítulo 16, verso 27 al 28:

“Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.

De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino”.

Ahora, vean cómo aquí la promesa de la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles viniendo en Su Reino está profetizada por Cristo; y luego, en el próximo capítulo, les muestra la Venida del Hijo del Hombre en Su Reino con Su rostro resplandeciendo como el sol.

Y luego en Apocalipsis lo encontramos, en el capítulo 1 y capítulo 10, con Su rostro como el sol; o sea, viniendo como Rey de reyes y Señor de señores, y Juez de toda la Tierra, en Su manifestación final, en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino; en donde se manifiesta por medio de Su Ángel Mensajero, y todos esos tipos y figuras se convierten en una realidad.

• Y de Su boca sale una Espada aguda de dos filos. Esa Espada aguda es la Palabra de Dios, es el Mensaje del Evangelio del Reino viniendo de parte de Cristo, saliendo de Su boca.

• La boca de Dios siempre han sido los profetas de Dios, donde Él ha colocado Su Palabra, la Espada de dos filos.

Y ahora, así como la boca de Dios fueron los profetas de Dios en el Antiguo Testamento, y luego Jesús, y luego los siete ángeles mensajeros; para el Día Postrero la boca de Dios, la boca de Jesucristo será Su Ángel Mensajero, el instrumento que Él tendrá en la Tierra.

Por lo tanto, de boca del mensajero estará saliendo la Espada de dos filos, que es la Palabra de Cristo para el Día Postrero, o sea, el Mensaje del Evangelio del Reino, que es el Mensaje para el séptimo milenio, que estará bajo la Dispensación del Reino; dispensación que se abre en el séptimo milenio por medio de la manifestación de Cristo a través de Su Ángel Mensajero en este tiempo final.

Y así es como el pueblo de Dios estará viendo la manifestación de Jesucristo con Su rostro como el sol; y para el Día Postrero es que Jesucristo está con Su rostro – estará con Su rostro resplandeciendo sobre Su Iglesia gentil, y después resplandecerá sobre el pueblo hebreo.

Resplandeciendo con Su rostro como el sol, iluminándonos con toda la revelación divina correspondiente a un nuevo día dispensacional, la Dispensación del Reino, y a un nuevo día milenial, que es el séptimo milenio; porque siempre que el sol sale o nace, sale o nace en un nuevo día y sale en la mañana: “Y a los que temen Mi Nombre, nacerá el Sol de Justicia, y en Sus Alas traerá salvación”.

El Sol de Justicia, hemos visto que es Cristo, Él dijo: “Yo soy la luz del mundo”3. El mismo Jehová que en el Antiguo Testamento es el Sol de Justicia, es el mismo Jesucristo en el Nuevo Testamento.

Y ahora, la petición de: “Haz resplandecer Tu rostro sobre mí”, como decía el salmista, y también decía que haga resplandecer Su rostro sobre el pueblo; ahora, para el Día Postrero, eso es la Segunda Venida de Cristo con Sus Ángeles, resplandeciendo en Su Venida por medio de Su manifestación final a través de Su Ángel Mensajero.

Y ahí es donde estaremos viendo Su rostro como el sol, resplandeciendo y alumbrándonos el entendimiento, el alma y todo nuestro ser, para poder comprender todas estas cosas que deben suceder pronto, en este Día Postrero.

Y ahí es donde estaremos viendo, en esa manifestación de Cristo como el Sol resplandeciendo, estaremos viendo los ministerios de Moisés y de Elías, que son los ministerios de los Ángeles del Hijo del Hombre para el Día Postrero, y para en el Día Postrero ser manifestados aquí en la Tierra; así como hubo la manifestación de los ministerios de los siete ángeles del Señor Jesucristo en las siete etapas o edades de la Iglesia gentil.

Y así para el Día Postrero estará la manifestación de los ministerios de Moisés y Elías, que son los Dos Olivos de Apocalipsis, capítulo 10, verso 3 en adelante, y Zacarías, capítulo 4, en donde aparecen los Dos Olivos, que son los Dos Ungidos que están delante de la presencia de Dios.

Y ahora, los hemos visto en el Monte de la Transfiguración, porque allí Cristo está mostrándoles a Sus discípulos, y a toda Su Iglesia que vivirá en esta Tierra, el orden de la Segunda Venida de Cristo: con Sus Ángeles, como Él prometió; y Sus Ángeles son los ministerios de Moisés y Elías para el Día Postrero.

Y ahora, esos ministerios estarán manifestados en la Tierra en el Día Postrero a través de carne humana. Ya el ministerio de Elías ha sido manifestado anteriormente en cuatro ocasiones:

· Primero en Elías Tisbita,

· después en Eliseo, segunda vez;

· por tercera vez en Juan el Bautista,

· por cuarta vez en el reverendo William Marrion Branham,

· y por quinta vez como uno de los Dos Olivos.

Y el ministerio de Moisés está prometido para ser manifestado en el Día Postrero como el otro de los Dos Olivos.

Y el ministerio de Jesús está prometido para ser manifestado en la Tierra en el Día Postrero.

Esos tres grandes ministerios estarán manifestados en la Tierra en el Día Postrero, en la Venida del Hijo del Hombre como el Sol de Justicia resplandeciendo y alumbrándonos el entendimiento.

Esos tres ministerios estarán manifestados en el instrumento de Cristo, a través del cual Cristo estará cumpliendo esas promesas. Y Dios no tiene nunca dos ministerios mayores al mismo tiempo en una edad o en una dispensación; o sea que no tiene dos mensajeros para una misma edad, y tampoco tiene dos profetas dispensacionales para una misma dispensación.

Y ahora, Él no puede tener dos profetas para una misma edad, como mensajeros para esa edad, y ser el mensajero de esa edad – ser los mensajeros de esa edad esos dos profetas; pero sí puede tener dos ministerios de profetas, al mismo tiempo manifestados en un mismo cuerpo humano.

El caso lo encontramos en Eliseo, el cual vino con una doble porción del espíritu y virtud que estuvo en Elías. Encontramos también que en Jesucristo no solamente estaba el ministerio de Moisés y de Elías, sino todos los ministerios de todos los profetas de Dios. “Porque de Su plenitud (dice San Juan, capítulo 1 [verso 16]) tomamos todos, y gracia por gracia”.

Y vean ustedes, San Pedro nos dice en una de sus cartas: Primera de Pedro, capítulo 1, verso 10 en adelante, dice:

“Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación,

escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos (¿qué Espíritu estaba en ellos? El Espíritu de Cristo), el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.

A estos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles”.

Ahora, vean ustedes que el Espíritu de Cristo estuvo en los profetas del Antiguo Testamento, y luego estuvo en Jesús en toda Su plenitud. Y en Jesús estaba el que había dado los ministerios y operado los ministerios de los profetas del Antiguo Testamento; por eso en Jesús estaban todos los ministerios, era la plenitud de la Divinidad manifestada corporalmente.

Y ahora, vean ustedes, para el tiempo de Jesús, cuando Él preguntó: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?”, unos decían:

“Bueno, unos dicen que tú eres Juan el Bautista que ha resucitado, y por eso obran en ti y por medio de ti esos milagros. Otros dicen que tú eres alguno de los profetas, o sea, alguno de los profetas que ha resucitado”.

Y pregunta Jesús: “Y ustedes, ¿quién dicen ustedes que es el Hijo del Hombre?”. Pedro le dice: “Tú, tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”4.

Ahora, vean ustedes que en Jesús estaban todos los ministerios, porque Él es la plenitud de la Divinidad manifestada, la Divinidad en carne humana.

Y ahora, vean ustedes que para el Día Postrero tenemos la promesa de la Venida de Elías por quinta ocasión, de Moisés por segunda ocasión y de Jesús por segunda ocasión.

Estos ministerios estarán manifestados por Jesucristo en Espíritu Santo a través de Su Ángel Mensajero; y estará Jesucristo como Juez de toda la Tierra, y como León de la tribu de Judá, y como Sol de Justicia manifestado, resplandeciendo, y así alumbrando nuestro entendimiento allá en el alma y en todo nuestro ser, para poder entender todas estas cosas que deben suceder pronto, las cuales son dadas a conocer por medio de Jesucristo a través de Su Ángel Mensajero.

Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, Cristo ahí dice:

“Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas”.

Y en Apocalipsis 22, verso 6, nos dice:

“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto”.

Ahora, por medio de Su Ángel Mensajero es que Cristo da a conocer a Su Iglesia todas estas cosas que deben suceder pronto.

Y ahora, vean cómo Cristo con Su rostro como el Sol, y saliendo de Su boca una Espada, para el Día Postrero estará manifestado como el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis, capítulo 19.

¿Y qué es Apocalipsis, capítulo 19, verso 11 al 21?

En la página 277 del libro de Los Sellos, dice el precursor de la Segunda Venida de Cristo, orando dice:

“[240]. … pedimos que el Espíritu Santo venga ahora mismo, el Jinete del verdadero caballo blanco, mientras Su Espíritu, el Espíritu de Cristo, entre en confrontación con el anticristo, y Él llame los Suyos”.

O sea, para el llamado se requiere el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis, que es Jesucristo en Espíritu Santo.

Y ahora, para el cumplimiento de Su Venida en el Día Postrero a la Tierra en medio de Su Iglesia, miren lo que estará sucediendo. En la página 256 del libro de Los Sellos en español, nos dice el reverendo William Marrion Branham, precursor de la Segunda Venida de Cristo:

“121. Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la Tierra, Él vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será completamente Emmanuel —la Palabra de Dios encarnada en un hombre”.

Para poder recibir el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis, capítulo 19…, que es el que viene con esa Espada aguda de dos filos, es el que tiene el rostro como el sol, y es el que tiene Sus ojos como llama de fuego, y es el que tiene Sus pies como bronce bruñido, y es el mismo de Apocalipsis, capítulo 10; el cual viene en una nube y luego es manifestado en la Tierra; y cuando hubo clamado… clamó como cuando un león ruge, y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces.

Y la fe para el rapto, para ser llamados y juntados y transformados, ¿dónde está? En los Truenos de Apocalipsis, capítulo 10. Por lo tanto, se requiere la Venida del Jinete del caballo blanco de Apocalipsis, que es el mismo Ángel Fuerte que desciende del Cielo en Apocalipsis, capítulo 10, envuelto en una nube.

Y se requiere Su Venida para poder escuchar Su Voz dándonos a conocer las cosas que deben suceder pronto; y así dándonos la revelación o fe de rapto, que es la revelación de la Segunda Venida de Cristo como Rey de reyes y Señor de señores, como el León de la tribu de Judá, y también como el Sol de Justicia.

Ambos símbolos: el león y el sol, son (ambos) símbolos de rey. El sol es el astro rey y el león es el rey de los animales; y Jesucristo es el Rey de reyes y es también el León de la tribu de Judá, Rey de reyes y Señor de señores.

Y ahora, Su Venida en el Día Postrero en y a Su Iglesia, estará cumpliendo todos estos símbolos que son vistos en el Hijo del Hombre: en Apocalipsis, capítulo 1; y Apocalipsis, capítulo 10; y Apocalipsis, capítulo 19; y Apocalipsis, capítulo 14, verso 16 al 20. Y otros lugares, tanto en el libro del Apocalipsis como de los Evangelios, y de las profecías del Antiguo Testamento.

Y ahora, para poder ver la Venida de Cristo como el Sol de Justicia, ver Su rostro como el sol, vean ustedes, se requiere que Cristo venga en el Día Postrero en y a la Edad de la Piedra Angular, y abra una nueva dispensación, y se revele por medio de Su Ángel Mensajero en una nueva edad: la Edad de la Piedra Angular, y en una nueva dispensación: la Dispensación del Reino; y así nos alumbre el entendimiento y nos llene del conocimiento de Su Venida como Rey de reyes y Señor de señores, como el Sol de Justicia resplandeciendo, y alumbrándonos el alma y todo nuestro ser.

Y ahora, vean ustedes cómo este misterio de Su rostro como el sol es la Venida de Cristo como Rey de reyes y Señor de señores, manifestado por medio de Su Ángel Mensajero.

Y ahora, vean cómo el misterio del Monte de la Transfiguración contiene la Segunda Venida de Cristo como Rey de reyes y Señor de señores con Sus Ángeles. Y Sus Ángeles fueron allí presentados, y fueron Moisés y Elías; porque para el Día Postrero estarán los ministerios de Moisés y Elías manifestados aquí en la Tierra en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Ahora, para cualquier persona que piense que los ministerios de Moisés y Elías no estarán manifestados en la Iglesia del Señor Jesucristo, mi pregunta es: ¿El tabernáculo que construyó Moisés y el templo que construyó Salomón, es o no es tipo y figura de la Iglesia de Jesucristo? ¡Claro que sí!

Y el lugar santo del tabernáculo que construyó Moisés y del templo que construyó Salomón, ¿no es el lugar que representa las siete etapas o edades de la Iglesia gentil? ¡Claro que sí!

Y en esas siete etapas, los ministerios que estuvieron allí manifestados fueron los ministerios de los siete ángeles mensajeros, en donde estuvo el Espíritu de Cristo manifestado. Y en el séptimo ángel mensajero de la séptima edad de la Iglesia gentil estuvo el ministerio de Elías manifestado por cuarta ocasión, pero no como uno de los Dos Olivos.

Ahora vean cómo el ministerio de Elías se encuentra en la Casa de Dios:

· Se encontró en el Atrio, en Elías Tisbita manifestado, en Eliseo y en Juan el Bautista.

· Pero ahora, en el Lugar Santo del Templo espiritual de Cristo, encontramos el ministerio de Elías manifestado por cuarta ocasión en el reverendo William Marrion Branham, que es el séptimo ángel mensajero de la séptima edad de la Iglesia gentil.

· Y para el Día Postrero, para el Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo, allí estará el ministerio de Elías nuevamente.

Miren cómo viene pasando, viene manifestado en el Templo de Dios:

· Primero en el Atrio tuvo tres manifestaciones: en Elías Tisbita, en Eliseo y en Juan el Bautista;

· luego en el Lugar Santo: pasó al Lugar Santo y tuvo una manifestación en el reverendo William Marrion Branham;

· y luego pasa al Lugar Santísimo, que es la Edad de la Piedra Angular, donde tiene su quinta manifestación.

Y vean cómo el ministerio de Moisés estuvo en el Lugar Santo, y luego pasa al Lugar Santísimo del Templo espiritual de Jesucristo.

Y el ministerio de Jesús, el ministerio del Ángel del Pacto:

· Estuvo manifestado en el Atrio de la Casa de Dios, que corresponde desde el tiempo de Adán hasta el tiempo de Jesús;

· y luego, el Lugar Santo corresponde: del tiempo de Jesús hasta el séptimo ángel mensajero;

· y luego el Lugar Santísimo: corresponde a este tiempo final en el cual nosotros estamos viviendo.

Y ahora, vean cómo el ministerio del Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, estuvo manifestado:

· En el lugar del Atrio durante el Antiguo Testamento (y luego pasó al Lugar Santo…). Durante el tiempo también, del ministerio de Jesús, todavía estaba en el Atrio.

· Luego, en las siete etapas o edades de la Iglesia gentil, encontramos el ministerio de Jesús ¿dónde? En el Lugar Santo, manifestado por medio de los siete ángeles mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil.

Porque el ministerio de Cristo opera o ministra, tanto en el Atrio como en el Lugar Santo, como en el Lugar Santísimo, porque el Sumo Sacerdote no tiene limitaciones para ministrar.

· Y ahora, el ministerio de Cristo pasa al Lugar Santísimo, el lugar más importante de Su Templo espiritual; y pasa con los ministerios también de Moisés por segunda vez y de Elías por quinta ocasión.

Por eso aparecen allí, en el lugar santísimo, sobre el propiciatorio, dos querubines de oro, hechos, construidos de la misma pieza de oro con la cual fue construido el propiciatorio, que estaba sobre el arca del pacto; donde estaba la gloria de Dios manifestada allí sobre el propiciatorio, en medio de los dos querubines de oro.

Luego, encontramos que el rey Salomón construyó también dos querubines de madera de olivo y los cubrió de oro, y los colocó también en el lugar santísimo.

¿Por qué? Porque los ministerios de Moisés y Elías estarían en el Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo en el Día Postrero. Esos son los Ángeles con los cuales el Hijo del Hombre viene en gloria en el Día Postrero, para morar en Su Iglesia, en el Lugar Santísimo de ese Templo espiritual.

Y ahora vemos el misterio que fue mostrado en la visión del Monte de la Transfiguración.

“EL MISTERIO DEL MONTE DE LA TRANSFIGURACIÓN”.

Allí, vean ustedes cómo Cristo está mostrando todo lo que será manifestado en la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles en el Día Postrero.

Y ese monte representa el Cuerpo Místico de Cristo. Ese es el Monte de Dios, el Templo de Dios, la Casa de Dios, que tiene, vean ustedes:

· Lugar Santo, que fue construido durante las siete edades de la Iglesia gentil;

· y también tiene Lugar Santísimo, que es la Edad de la Piedra Angular, la cual está siendo construida en la América Latina y el Caribe, con latinoamericanos y caribeños.

Y ahora, nos encontramos nosotros en el tiempo en donde lo que fue visto en el Monte de la Transfiguración sería cumplido en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo en este Día Postrero, en el séptimo milenio, conforme a la promesa bíblica.

Y estarían en la Tierra un grupo de personas, viviendo en el territorio donde el Monte de la Transfiguración se convertirá en una realidad; o sea, será cumplido lo que fue visto en el Monte de la Transfiguración.

Y las personas estarán viendo la venida de Moisés por segunda vez, la venida de Elías por quinta vez, y la venida de Jesús por segunda vez.

Estarán viendo estos tres grandes ministerios manifestados en el Ángel del Señor Jesucristo, y así estarán viendo el rostro del Señor resplandeciendo como el sol.

Lo estarán viendo resplandeciendo como el sol, como Rey de reyes y Señor de señores; y dándonos Luz, luz espiritual, a nuestra alma; y dándonos así conocimiento de todas estas cosas que deben suceder pronto; alumbrándonos nuestro entendimiento, y abriéndonos así todas estas Escrituras; porque la Luz de Cristo manifestada en el Día Postrero estará alumbrando todas esas Escrituras que corresponden a este Día Postrero; y al ser alumbradas las veremos cara a cara, y las veremos en tal forma que diremos: “Ahora sí que puedo comprender lo que esto significa”.

Estar viendo el rostro del Hijo del Hombre resplandeciendo como el sol, es estar viendo la Venida de Cristo en el Día Postrero en Su Ángel Mensajero, en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, manifestado como Rey de reyes y Señor de señores, como el León de la tribu de Judá, como el Sol de Justicia resplandeciendo en este tiempo final.

¿Ven lo sencillo que es todo el Programa Divino cuando Cristo cumple Sus promesas?

Bien dijo el precursor de la Segunda Venida de Cristo que sería en simplicidad, sería todo tan sencillo que si no vigilamos nos pasaría por encima5.

Ahora hemos visto: “EL MISTERIO DEL MONTE DE LA TRANSFIGURACIÓN”.

Es la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, siendo manifestada Su Venida con Sus Ángeles a través de Su Ángel Mensajero.

“[121]. … cuando nuestro Señor aparezca sobre la Tierra, Él vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será completamente Emmanuel —la Palabra de Dios encarnada en un hombre”.

Encontrando el velo de carne encontraremos la manifestación de Cristo, la manifestación del Jinete del caballo blanco de Apocalipsis; y lo encontraremos resplandeciendo como el sol, y lo encontraremos con esa Espada saliendo de Su boca; y encontraremos el cumplimiento de todos esos símbolos que fueron vistos en el Hijo del Hombre.

En esta ocasión hemos visto: “EL MISTERIO DEL MONTE DE LA TRANSFIGURACIÓN”.

Es la Venida del Hijo del Hombre en Su Reino, para así cumplir Sus promesas y hacer Su Obra de Reclamo, para así reclamar Su Trono, el Trono de David, y sentarse sobre el Trono de David, y reinar por mil años y luego por toda la eternidad.

Y para los escogidos: Su Venida es para llamar a Sus escogidos con el Mensaje de la Gran Voz de Trompeta, juntarnos y prepararnos para ser transformados y raptados e ir a la Cena de las Bodas del Cordero.

Ninguna persona podrá ser transformada y raptada sin primero ver el cumplimiento de lo que fue visto en el Monte de la Transfiguración: la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, o sea, la Segunda Venida de Cristo, manifestando Jesucristo en Espíritu Santo por medio de Su Ángel Mensajero, los ministerios de Moisés por segunda vez, de Elías por quinta vez y de Jesús por segunda vez. Y eso es la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, eso es la Venida de Jesucristo en Espíritu Santo, velado y revelado en carne humana en Su Ángel Mensajero en el Día Postrero.

Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con ustedes dándoles testimonio de: “EL MISTERIO DEL MONTE DE LA TRANSFIGURACIÓN”.

Que Jesucristo, el Ángel del Pacto, resplandezca, Su rostro resplandezca sobre todos nosotros, y nos bendiga Jesucristo, y pronto todos seamos transformados y llevados a la Cena de las Bodas del Cordero.

Muchas gracias por vuestra amable atención y pasen todos muy buenas noches.

Con nosotros nuevamente el reverendo Miguel Bermúdez Marín para continuar y finalizar en esta noche.

Que Dios les continúe bendiciendo a todos.

“EL MISTERIO DEL MONTE DE LA TRANSFIGURACIÓN”.

[Revisión mayo 2022]

1 RVR-1909

2 Romanos 11:26

3 San Juan 8:12

4 San Mateo 16:13-16

5 Los Sellos: “Dios en simplicidad”, pág. 52, párr. 204. “El Primer Sello”, pág. 122, párr. 99. “El Segundo Sello”, pág. 152, párr. 13. “El Tercer Sello”, pág. 197, párrs. 30-31; pág. 209, párr. 90. “El Cuarto Sello”, pág. 264, párr. 157. “Preguntas y respuestas”, pág. 412, párr. 161. “El Séptimo Sello”, pág. 449, párr. 54; pág. 472, párr. 165

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