Muy buenos días, maestras y maestros de niños. Es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a nuestro tiempo con relación a los niños y a las maestras.
Nos dice Deuteronomio, capítulo 32, verso 1 al 3:
“Escuchad, cielos, y hablaré;
Y oiga la tierra los dichos de mi boca.
Goteará como la lluvia mi enseñanza;
Destilará como el rocío mi razonamiento;
Como la llovizna sobre la grama,
Y como las gotas sobre la hierba;
Porque el nombre de Jehová proclamaré.
Engrandeced a nuestro Dios”.
Aquí nos habla Dios que Su razonamiento y Su enseñanza, vean, Su enseñanza “goteará como la lluvia”, y “destilará como el rocío mi razonamiento”, dice Dios.
Ahora, vean ustedes el por qué cuando Dios habla de la lluvia tardía y de la lluvia temprana, es la Lluvia de la enseñanza: la Lluvia Temprana, la Lluvia de la enseñanza de la Primera Venida de Cristo, bajo la predicación del Evangelio de la Gracia; y la Lluvia Tardía, la Lluvia de la enseñanza de la Segunda Venida de Cristo.
Vean, en Oseas, capítulo 6, verso 1 al 3, ¿está hablando de qué? De la Venida de Cristo al pueblo hebreo, y eso es la Segunda Venida de Cristo. Dice:
“Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.
Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él.
Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra”.
Vean cómo viene la Segunda Venida de Cristo para el pueblo hebreo: viene como la lluvia tardía (esa es la Lluvia de la enseñanza de la Segunda Venida de Cristo) y la lluvia temprana (la enseñanza de la Primera Venida de Cristo).
Porque ellos primeramente reconocerán la Segunda Venida de Cristo y después conocerán lo que ha sido la Primera Venida de Cristo; por lo tanto conocerán el Evangelio del Reino y también obtendrán el conocimiento de lo que es el Evangelio de la Gracia, que gira alrededor de la Primera Venida de Cristo. O sea que Su Venida es como la lluvia tardía y temprana. Dice:
“… y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra”.
Ustedes podrán ver a través de la historia del cristianismo y del judaísmo (bajo la Ley: el judaísmo: y el cristianismo bajo la Dispensación de la Gracia y bajo el Evangelio de la Gracia), que con el Mensaje de la enseñanza del Evangelio de la Gracia han tratado de convertir el pueblo hebreo y no han podido.
San Pablo dice que será cuando haya entrado la plenitud de los gentiles1, o sea, cuando haya entrado hasta el último de los escogidos del Cuerpo Místico de Cristo; y entonces los muertos en Cristo pues resucitarán primero y nosotros los que vivimos seremos transformados; porque Cristo deja Su Trono de Intercesión en el Cielo y reclama lo que Él ha redimido con Su Sangre preciosa, y resucita a los muertos en Cristo y a nosotros los que vivimos nos transformará, “y luego todo Israel será salvo”.
Antes de irnos estaremos aquí de 30 a 40 días en el nuevo cuerpo; y para ese tiempo el pueblo hebreo verá lo que ellos están esperando, pero lo verá entre los gentiles; como ellos vieron a su hermano José: entre los gentiles, como rey, como príncipe y gobernante de Egipto.
Y eso sucederá antes de comenzar la gran tribulación y antes de irnos nosotros a la Cena de las Bodas del Cordero; y de ahí en adelante continuará todo el Programa que Dios tiene para el pueblo hebreo.
Pero ellos, vean ustedes, no han recibido —el pueblo hebreo como nación— a nadie con la predicación del Evangelio de la Gracia. ¿Por qué? Porque esa es la lluvia temprana, y aquí dice (y es una profecía):
“… y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana…”.
Han ido al pueblo hebreo con la Lluvia Temprana, pero la promesa es que irá con la Lluvia Tardía y Temprana; o sea, con la revelación de la Segunda Venida de Cristo y también dando a conocer la revelación de la Primera Venida de Cristo.
Y ahora, la Lluvia de la enseñanza de la Palabra de Dios para la Dispensación del Reino, hemos visto que es el Mensaje del Evangelio del Reino.
Y ahora miren cómo el profeta Jeremías nos habla también de la lluvia; en el capítulo 3, verso 3, dice:
“Por esta causa las aguas han sido detenidas, y faltó la lluvia tardía; y has tenido frente (y sigue enumerando ahí)…”.
Esto es para Israel, el pueblo hebreo. ¿Le ha faltado qué? La Lluvia Tardía; pero en este tiempo final la va a recibir.
Y ahora, en el capítulo 5, verso 24, vamos a ver lo que dice allí:
“Y no dijeron en su corazón: Temamos ahora a Jehová Dios nuestro, que da lluvia temprana y tardía en su tiempo, y nos guarda los tiempos establecidos de la siega”.
Y en Ezequiel, capítulo 34, verso 26, dice:
“Y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serán”.
Y la Lluvia Tardía es lluvia de bendición para la Iglesia gentil y luego para el pueblo hebreo; así como la Lluvia Temprana de la Primera Venida de Cristo ha sido una lluvia de enseñanza, de bendición, para todos los hijos e hijas de Dios de entre los gentiles, así también es de bendición la Lluvia Tardía de la enseñanza de la Segunda Venida de Cristo.
Ahora, no sé si ustedes han notado que Elías en su tiempo ordenó que no lloviera sobre la Tierra, y él dijo2: “No habrá lluvia ni aun rocío, sobre la Tierra, sino por mi palabra”.
Y ahora podemos ver que sobre la Tierra, la Lluvia de la enseñanza de las diferentes etapas o edades de la Iglesia gentil, de las siete edades, ya cesó; como había cesado también el maná cuando ya Josué está con el pueblo y comienzan a comer del alimento de los árboles, de los frutos de los árboles ya de la tierra prometida3.
Y ahora la Lluvia se ha detenido para las siete edades de la Iglesia gentil, y ahora no habrá Lluvia sino por la Palabra del quinto Elías: lluvias de la enseñanza del Evangelio del Reino, la Lluvia Tardía; y eso es para la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino. Ahí es donde está la lluvia de bendición para todos los hijos e hijas de Dios.
Por eso Él dice4: “Sube acá”. No, la Lluvia no va a ir allá, sino: “Sube acá”. ¿La Lluvia de la enseñanza estará dónde? En la Edad de la Piedra Angular, la edad de la Lluvia de la enseñanza de la Palabra. Y esa es la Lluvia que va también a nuestros niños, esa Lluvia de la enseñanza; lluvia de bendición para los adultos, para los jóvenes y también para los niños, los cuales necesitan también la Lluvia.
Miren, si no hay lluvia sobre la Tierra, ¿quiénes se afectan? Los adultos, los ancianos, los jóvenes, ¿y quiénes más? Los niños también. Pero si hay lluvia, entonces se benefician los ancianos, los adultos, los jóvenes y los niños también.
Y ahora, Cristo dijo5: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”. Y ahora, vean ustedes, de edad en edad Él ha estado dando a tomar, a beber, de Su Espíritu Santo, de edad en edad, al escuchar, al recibir la Lluvia de la enseñanza; y así es para nuestro tiempo también. Y es muy importante saber dónde Él está dando a tomar de la Lluvia de Su Espíritu y de la Lluvia de Su Palabra, la Lluvia Tardía, correspondiente a este tiempo.
También el profeta Joel habló de la lluvia tardía y temprana. Vean por qué, vamos a ver… Hemos visto que habla de la lluvia tardía y temprana en Oseas, capítulo 6, verso 1 al 3; y ahora vamos a ver en Joel, lo que nos dice el profeta Joel acerca de esta Lluvia Tardía prometida en el capítulo 2, verso 23. Dice:
“Vosotros también, hijos de Sion…”.
Y Sion es la Iglesia del Señor Jesucristo. También representa al pueblo hebreo, pero en la representación máxima corresponde a la Iglesia del Señor Jesucristo, que es el Sion espiritual y también la Jerusalén celestial. Dice:
“… hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio.
Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite.
Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros”.
Y vean ustedes, aquí nos habla de la restauración de la Iglesia del Señor Jesucristo, y luego es aplicado también al pueblo hebreo.
Y ahora, vean ustedes cómo los lagares…, cómo los lugares se llenarán de trigo, para…
“Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite”.
El aceite representa el Espíritu Santo; el vino representa el estímulo por la Palabra revelada; la Palabra revelada causando, produciendo ese estímulo en los hijos e hijas de Dios. ¿Y el trigo representa a quiénes? A los hijos de Dios, los hijos del Reino.
Y ahora vean cómo se llenarán las eras de trigo. ¿A causa de qué? De la Lluvia cayendo, la Lluvia de la enseñanza. Primero cae la Lluvia Temprana durante las siete etapas o edades de la Iglesia gentil, y luego cae la Lluvia Tardía en la Dispensación del Reino y Edad de la Piedra Angular.
Y así como se llenan las eras, las edades, cada edad con el trigo, los hijos e hijas de Dios, la Edad de la Piedra Angular se llena del trigo de los hijos e hijas de Dios.
Nuestra edad es una edad que estará completamente llena; y cuando esté completamente llena, será cerrada (¿qué?) la puerta.
Bueno, vean todo lo que viene a causa de la Lluvia.
Por eso ustedes ven vegetación, árboles, ven fruto en el campo, y pueden ustedes comer. Aun los animales se benefician; y por eso pueden comer carne, y beber leche, y comer queso, ¿por qué? Porque aun los animales se benefician, y entonces producen para los seres humanos. Y también todos los árboles; y por eso podemos comer vegetales, comemos frutas, y así por el estilo podemos comer diferentes cosas del campo. ¿Por qué? Porque hay agua. Y para que haya agua hay lluvia.
Vean cómo Dios… Siempre, donde no hay lluvia y donde no hay agua, instalan un sistema de riego; pero miren cómo Dios le instaló un sistema de riego al planeta Tierra, y no les cuesta nada a los seres humanos.
Ahora, Dios es el dueño de ese sistema de riego y le puede cerrar la llave. Elías en su tiempo dijo: “No habrá lluvia, ni siquiera rocío, sino por mi palabra”. Fue cerrada la llave del sistema de riego de Dios y se acabó la lluvia. Y eso es tipo y figura de la Lluvia espiritual; ya para las siete etapas o edades de la Iglesia gentil cesó.
Por lo tanto, maestros y maestras, para una edad o dispensación que ya pasó tendrán que estar usando el sistema de goteo o gotereo, porque no hay Lluvia.
La Lluvia vino de edad en edad por medio de la manifestación del Espíritu de Dios en cada mensajero; y esa Lluvia de la enseñanza fue repartida a todos los miembros de la Iglesia de Jesucristo: fueron enseñados los niños, los adultos y los jóvenes también; pero ya no hay Lluvia sino por la Palabra de Elías, y eso es para la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino.
La Lluvia de la enseñanza de la Palabra de Dios, la Lluvia de la enseñanza Tardía, la Lluvia de la enseñanza de la Segunda Venida de Cristo, solamente puede venir por medio ¿de qué?, ¿de quién?, del quinto Elías. Y luego pasa a todas las maestras y maestros, para llevarla a todos los hijos e hijas de Dios.
Porque cuando hay lluvia, entonces se recoge la lluvia, se recoge el agua…
Miren, aquí vemos a Benjie “recogiendo Agua”. No necesita un balde, sino con una cámara recoge Agua; y después se reparte. Y así reciben esa lluvia de bendición todos los que tienen sus nombres escritos ¿dónde? En el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.
Zacarías también nos habla de esa lluvia: en el capítulo 10, vamos a ver lo que dice por aquí; verso 1 dice:
“Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía”.
¿Qué les parece eso? Y no habrá Lluvia, sino por la Palabra de Elías. Así que se requiere la Palabra de Elías para que esa Lluvia caiga sobre los seres humanos en el Día Postrero. ¿Y es la lluvia qué? Tardía.
“Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía. Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba verde en el campo a cada uno”.
Y sigue hablando todo ese pasaje; aun habla de la Piedra Angular ahí en el verso 4 en adelante.
Y podemos ver cómo el pueblo ha pedido Lluvia Tardía… Luego de las siete edades de la Iglesia gentil todo el mundo pensó que ya todo había terminado y que no había más Mensaje de parte de Dios, no había más Lluvia de parte de Dios; pero miren ustedes, el pueblo ha clamado, y Dios había hecho una promesa de que daría la Lluvia Tardía como al principio; como dio la Lluvia Temprana, daría también la Lluvia Tardía.
Y ahora, tenemos la Lluvia Tardía de la enseñanza del Evangelio del Reino, que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, en la Edad Tardía de la Piedra Angular.
Nadie sabía que vendría esa edad, y vendría un buen aguacero de Lluvia de la enseñanza de parte de Dios, por la Palabra de Elías.
Fue Elías el que dijo: “No habrá lluvia sobre la Tierra, sino por mi Palabra”. ¿Y quién es ese hombre que habla así? Es un profeta de Dios, en el cual está un espíritu de profeta de la sexta dimensión manifestado en carne humana; y, vean ustedes, fue ordenado por Dios para hacer todas esas cosas y por eso él las hizo.
Y ahora, vean ustedes que no ha habido Lluvia sobre los que han estado en las siete etapas o edades de la Iglesia gentil, que son el remanente de esas edades; sobre ellos no ha habido Lluvia; porque la última Lluvia que hubo en las siete edades fue la Lluvia de la enseñanza de la séptima edad por medio del séptimo ángel mensajero, el reverendo William Marrion Branham.
Pero ahora tenemos la promesa de la Lluvia Tardía. Y ahora, ¿en qué edad viene esa lluvia? Pues en nuestra edad, la Edad de la Piedra Angular.
Hay que estar dentro de esa edad para recibir esa Lluvia y ser bendecidos; porque es una lluvia de bendición, para recibir así la fe para ser transformados y raptados en este tiempo final.
Y de esa Lluvia… y esa Lluvia la reciben todos los hijos e hijas de Dios: ancianos, adultos, jóvenes y niños también.
Por eso, maestras de los niños, ustedes son muy privilegiadas, porque ustedes son maestras de niños que tienen la promesa que recibirían la Lluvia Tardía; y ustedes están pasando a ellos esa Lluvia Tardía de la enseñanza del Evangelio del Reino, que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo.
Y cosas que los teólogos no han podido comprender todavía, ahora bajo la Lluvia de la enseñanza del Día Postrero, bajo la Lluvia Tardía, nuestros niños entienden esas cosas que han sido tan difíciles para los teólogos comprender.
Y ahora hasta nuestros niños entienden, pues la Escritura dice en Daniel, capítulo 12, que los entendidos entenderán. Y eso es para los días postreros, que entenderán las cosas que el profeta Daniel quiso entender relacionadas al Día Postrero.
Así como los entendidos de cada edad entendieron el Mensaje de su edad y recibieron a Cristo como su Salvador, los entendidos de nuestro tiempo —jóvenes, niños y adultos— entenderán el Programa de Dios correspondiente a nuestro tiempo y recibirán la bendición de Dios.
Y somos llamados y juntados en este tiempo final bajo la Lluvia Tardía y Temprana (porque también tenemos enseñanza de lo que ha sido la Primera Venida de Cristo), y somos preparados para ser transformados y raptados en este tiempo final. Miren todos los beneficios que hay en la Lluvia Tardía.
Y ahora se junta la Lluvia Tardía con la Lluvia Temprana, y vean cómo se entrelazan, y vean cómo no hay ninguna contradicción entre la Lluvia Tardía y la Lluvia Temprana.
Hemos visto que ustedes son maestras y maestros nada menos que de los niños que recibirían esa Lluvia Tardía, que recibirían esa lluvia de bendición de parte de Dios.
Es un privilegio ser maestro o maestra en esta Tierra, de niños en cualquier escuela, pero aún más —la bendición es mayor— cuando se es maestro o maestra de los niños que recibirían la Lluvia Tardía y Temprana. Esos son los cachorritos del León de la tribu de Judá, los cuales reciben esa Lluvia Tardía y también la Temprana, porque obtienen también el conocimiento de lo que ha sido la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención.
Ahora, hemos visto que ustedes no son cualquier maestras, sino maestras muy especiales a causa de los discípulos que Dios les ha dado: son los cachorritos del León de la tribu de Judá; y por eso ustedes son privilegiadas.
Miren, veamos todas las maestras que hay en la Tierra, y luego que los reyes de tal país escojan (vamos a decir) siete maestras u ocho maestras: una para las matemáticas, otra para los idiomas, otra para la historia, otra para la ciencia, otra para (¿qué otra cosa hay, Miguel?) la geografía (Ahí está… ¿Eso es la historia, por ahí?), estudios sociales, todas esas cosas; y para buenos modales y todas esas cosas; eso de (¿ah?)… reglas de humanidades y desto para que sepan sentarse a la mesa, sepan comer correctamente, lavarse las manos antes de comer (y todas esas cositas que es bueno que los niños sepan)…; y esos reyes escogen para sus hijos esa cantidad de maestras.
Y ahora, ¿cuáles son las maestras más privilegiadas en ese país? Pues esas maestras que les están dando clase a los príncipes y princesas que algún día serán reyes en esa nación; están dándoles clase a los hijos de esos reyes. Esas son las más privilegiadas.
Y ahora, ustedes son las más privilegiadas porque les están dando clase a los hijos e hijas del Rey de reyes y Señor de señores. Vean la bendición tan grande que ustedes tienen, la cual deben comprender y apreciar, y darle gracias a Jesucristo por ese privilegio y bendición.
Así que, maestras de los cachorritos del León de la tribu de Judá, sepan que ustedes tienen un privilegio muy grande en ser maestras de los cachorritos, del León… (no de cualquier león) del León de la tribu de Judá, nuestro amado Señor Jesucristo; para darles el alimento espiritual de la Palabra de nuestro tiempo, que es la Lluvia Tardía; y también se les da y se les habla de lo que ha sido la Lluvia Temprana de la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario.
Maestras y maestros de los cachorritos del León de la tribu de Judá: Que Dios les bendiga, que Dios les guarde; y que les use grandemente siempre en Su Obra. Y siga aumentando el grupo de los cachorritos del León de la tribu de Judá, y sigan abriéndose más grupos de clases, y siga Dios añadiendo más maestras y maestros para darles clases a los cachorritos del León de la tribu de Judá en el nivel de ellos.
Bueno, que Dios les continúe bendiciendo. Era un saludito nada más, pero hay tanto de qué hablar que los saluditos, pues, nuestros, pues algunas veces toman 5 minutos, 15 minutos, media hora, 1 hora…, y algunas veces se nos pasa de 1 hora también.
Así que Dios les bendiga, Dios les guarde; y adelante en la labor que Dios les ha dado para llevar a cabo, lo cual es una bienaventuranza para todas ustedes y todos ustedes, maestros y maestras de los cachorritos del León de la tribu de Judá.
Que Dios les bendiga y les guarde, y dejo con nosotros nuevamente a Miguel Bermúdez Marín.
“LA LLUVIA TARDÍA DE LA ENSEÑANZA QUE DESCIENDE DEL CIELO”.
[Revisión enero 2020]