Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes. Es para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta noche, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.
Leemos en San Mateo, capítulo 24, verso 3, y San Mateo, capítulo 24, versos 27 al 31. Primero San Mateo, capítulo 24, verso 3, dice:
“Y estando él (o sea, Jesús) sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?”.
Luego en San Mateo, capítulo 24, verso 27 al 31, dice:
“Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.
Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.
E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.
Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”.
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema para esta ocasión es: “LOS EFECTOS DE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO”.
Para unos será de grande bendición la Segunda Venida de Cristo; para otros será de juicio divino, para muchas personas.
Para el reino de los gentiles, la Segunda Venida de Cristo estará marcando el fin del reino de los gentiles; y estará llevando a cabo la introducción al glorioso Reino del Mesías.
Para el reino de los gentiles significa —la Segunda Venida de Cristo— que los juicios de la gran tribulación están cerca para caer sobre el reino de los gentiles, y ser llevado a cabo el cambio de reino: ser cambiado el reino de los gentiles, el reino representado en los pies de hierro y de barro cocido en la estatua que vio el rey Nabucodonosor, ser cambiados al glorioso Reino de nuestro amado Señor Jesucristo.
Porque el reino de los gentiles solamente durará hasta que finalice la gran tribulación; y luego los reinos de este mundo pasarán a ser de nuestro amado Señor Jesucristo. De eso es que nos habla Apocalipsis, capítulo 11, verso 15 en adelante, donde nos dice:
“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.
Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios,
diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado.
Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.
Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo”.
Todo esto corresponde a este tiempo final.
En el tiempo del cumplimiento de la Segunda Venida de Cristo, la ofrenda por el pecado, la ofrenda de Cristo colocada allá en el Trono de Intercesión en el Cielo, donde Él se ha sentado y ha colocado Su propia Sangre para hacer intercesión por nosotros allá como Sumo Sacerdote…
Para el tiempo final, cuando se cumpla el Séptimo Sello, y Cristo haya llamado y juntado a todos Sus escogidos de Su Cuerpo Místico de creyentes…; los cuales son llamados en el Día Postrero con el Mensaje de la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino, y colocados en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Etapa de Oro, en la Edad de la Piedra Angular, la cual se cumple en la América Latina y el Caribe; y con latinoamericanos y caribeños Dios completará Su Cuerpo Místico de creyentes, Su Iglesia; lo cual es una bendición para los latinoamericanos y caribeños, porque eso significa que la América Latina y el Caribe tiene una representación en el Cuerpo Místico de Cristo, en la etapa de la Edad de la Piedra Angular, tiene una representación ante Dios.
Y por consiguiente, la bendición de Dios en este tiempo final está en la América Latina y el Caribe siendo manifestada, donde están siendo llamados y juntados los escogidos de Dios en el Cuerpo Místico de Cristo.
El Buen Pastor, Jesucristo nuestro Salvador, así como llamó de edad en edad —por medio del mensajero de cada edad— a Sus escogidos, en este tiempo final llama y junta a Sus escogidos en la Edad de la Piedra Angular por medio de Su Ángel Mensajero, y así coloca a Sus ovejas en Su Redil.
El Redil de Cristo, del Buen Pastor, es la Iglesia del Señor Jesucristo; es ahí donde Cristo coloca Sus ovejas, Sus hijos, que le reciben como su Salvador y lavan sus pecados en Su Sangre y reciben Su Espíritu Santo, y nacen en la Iglesia de Jesucristo.
Y ahora, para este tiempo final donde único hay esperanza y fe para ser transformados y raptados es en el territorio latinoamericano y caribeño, donde Cristo estaría manifestado en el tiempo final por medio de Su Ángel Mensajero dándonos la revelación, la fe, para ser transformados y raptados: la fe, la revelación de la Segunda Venida de Cristo, la cual traerá efectos para la raza humana. Para unos serán de grandes bendiciones; para otros serán de grandes juicios divinos que han de venir sobre personas, pueblos, naciones y continentes.
Ahora, la Segunda Venida de Cristo es como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo, y Juez de toda la Tierra.
Por eso es que en Apocalipsis, capítulo 1, verso 10 al 20, cuando Juan ve al Hijo del Hombre, el cual le habló con esa Gran Voz de Trompeta y le dijo: “Yo soy el Alfa y Omega, el primero y el último”; cuando él miró para ver la Voz que hablaba con él, vio a uno, al Hijo del Hombre, en medio de los siete candeleros de oro; pero estaba vestido con una ropa, una túnica que le llegaba del cuello a los pies, con un cinto de oro sobre Su pecho, lo cual presenta a Cristo como Juez de toda la Tierra; y Su cabello era blanco como blanca lana.
En Inglaterra y otros países como Francia, en tiempos pasados y todavía en la actualidad, usan una peluca blanca los jueces cuando van a juzgar en la Corte, lo cual es algo representativo.
Ahora, vean ustedes, en el cumplimiento de ese tipo y figura, de ese simbolismo, es que Cristo aparece con Su cabello blanco como blanca lana, lo cual representa, tipifica, sabiduría y experiencia para juzgar.
Y ahora, veamos lo que el reverendo William Branham nos dijo de esta peluca blanca con la cual aparece Cristo. En la página 50… aun hay que leer desde antes: página 48 del libro de Las Edades, dice:
“‘Y en medio de los siete candeleros, uno semejante al Hijo del hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies y ceñido por los pechos con una cinta de oro’.
Apocalipsis 1:13
39. Allí está Él, Uno semejante al Hijo del hombre. Como la joya es embellecida por el engaste del anillo, así también Él es glorificado en medio de las Iglesias. Es el Día del Señor; porque Juan lo ve parado, no como un sacerdote, pero como el Juez venidero. La cinta de oro ya no está rodeando la cintura, donde el sacerdote tiene que tenerla mientras ministra a Dios en el Lugar Santísimo, ahora está alrededor de Sus hombros, porque ahora Él no es el Sacerdote, sino el Juez. Ahora, Juan 5:22 ha llegado a cumplirse:
‘Porque el Padre a nadie juzga, mas todo el juicio dio al Hijo’.
Su servicio ha sido prestado. El sacerdocio está consumado. Los días de la profecía han llegado a (su) fin. Él está ceñido como el Juez”.
Y ahora, pasamos a lo del cabello blanco; vean, aquí lo describe también. Toda esta descripción que da del Hijo del Hombre tiene su significativo, o sea que son los símbolos de esos atributos de Cristo que Él estará manifestando. Por ejemplo, aquí vemos la gloria séptuple de Su persona:
LA GLORIA SÉPTUPLE DE SU PERSONA
(Dice): “‘Y su cabeza y sus cabellos eran blancos como la lana blanca, como la nieve; y sus ojos como llama de fuego;
Y sus pies semejantes al latón fino, ardientes como en un horno; y su voz como ruido de muchas aguas.
Y tenía en su diestra siete estrellas: y de su boca salía una espada aguda de dos filos. Y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza’.
Apocalipsis 1:14-16
40. Cuán conmovedora e inspirativa fue la aparición de Jesús a Juan, quien estaba desterrado por causa de la Palabra de Dios. ¡Y he aquí, la Palabra viva ahora estaba en frente de él! ¡Qué visión tan iluminadora! Porque todo atributo descriptivo tiene una significación (o sea, un significado; cada uno de esos atributos que vemos en el Hijo del Hombre ahí, tienen un significado). ¡Qué revelación de Su glorioso Ser!
41. 1. Su cabello tan blanco como la nieve. Juan se fijó en Él, y mencionó primeramente la blancura de Su cabello. Era blanco y brillante como la nieve. Esto no fue por causa de Su edad. Oh, no. El cabello resplandecientemente blanco no significa edad, sino experiencia, madurez y sabiduría. El Ser Eterno no cumple años. ¿Qué es el tiempo para Dios? Tiempo significa muy poco para Dios, pero sabiduría significa mucho. Es como cuando Salomón le rogó a Dios por sabiduría para juzgar al pueblo de Israel. Ahora, Él viene, el Juez de toda la Tierra. Él será coronado con sabiduría. Eso es lo que significa el cabello blanco y resplandeciente”.
Y ahora, pasamos a la página 50… vamos a ver… 49 también. Dice (al final):
“42. Allí está. Daniel lo vio con aquel cabello blanco. Él era el Juez que abría los libros y juzgaba con ellos. Daniel lo vio que venía en las nubes. Eso es exactamente lo que vio Juan. Ambos lo vieron exactamente igual. Ellos vieron al Juez con Su cinta de juicio alrededor de sus hombros, puro y santo, lleno de sabiduría, completamente apto para juzgar al mundo en justicia.
43. Aun el mundo entiende este simbolismo, porque en tiempos pasados el juez llegaba y convocaba la corte, estando vestido con una peluca blanca y un manto largo que significaba completa autoridad (un manto desde el cuello hasta los pies) para impartir justicia”.
Y en la página 51 dice:
“49. Sí, allí está Él de pie como Juez con Sus ojos llameantes para impartir juicio. El día de la misericordia ha llegado a su fin. Oh, que los hombres se (arrepientan y busquen) Su rostro en justicia, mientras todavía hay tiempo. Que pudieran recostarse en Su seno mientras el mundo se deshace en fuego”.
Ahora, vean ustedes ahí cómo este simbolismo que se encuentra en el capítulo 1 del Apocalipsis, este simbolismo que tiene el Hijo del Hombre: Su cabello blanco como blanca lana, Sus ojos como llama de fuego, Su rostro como el sol, una espada saliendo de Su boca, una cinta de oro alrededor de Su pecho, en Su pecho, y los pies como bronce bruñido, y así por el estilo; todo ese simbolismo, vean ustedes, tiene un significado delante de Dios.
Ahora, en este simbolismo encontramos que Cristo como Juez de toda la Tierra, en Su Segunda Venida, cuando salga del Trono de Intercesión en el Cielo, vean ustedes, cuando eso suceda (todavía no ha sucedido, pero cuando suceda), ya no habrá misericordia delante de Dios porque ya no habrá Sangre, no estará la Sangre de Jesucristo en el Trono de Intercesión en el Cielo. Y por esa causa, para la humanidad se habrá cerrado la puerta de misericordia, ya no se obtendrá misericordia para la humanidad; ya el que esté sucio no puede limpiar sus pecados en la Sangre de Cristo, porque ya Cristo no estará allá haciendo intercesión: ya Él será el Juez de toda la Tierra.
Ahora, hemos visto que esto es un cambio de ministerio de Cristo: de Sumo Sacerdote y Cordero de Dios cambia al León de la tribu de Judá y Juez de toda la Tierra. Este misterio, podemos ver que para este tiempo final estará abierto para todos los hijos e hijas de Dios, para así recibir los beneficios de la Segunda Venida de Cristo.
Este es un tiempo muy pero que muy importante en el Programa Divino, y no podemos perder la bendición que Él en este tiempo final estará dándonos a todos nosotros; porque la Segunda Venida de Cristo para unos será de grande bendición, pero para otros será de juicio divino que caerá sobre la raza humana, y por consiguiente sobre millones de seres humanos.
Para los que han aprovechado su tiempo (que Dios les ha dado para vivir en la Tierra) y han recibido a Cristo como su Salvador y han lavado sus pecados en la Sangre de Cristo, Su Venida será de bendición; pero para los que no se interesaron en lavar sus pecados en la Sangre de Cristo, por cuanto la paga del pecado es muerte1, significará que los juicios divinos caerán sobre esas personas, porque ya no habrá misericordia desde el Trono de Dios porque ya no estará la Sangre de Cristo allá en el Cielo.
Ahora, miren ustedes una cosa muy importante. El Séptimo Sello, que es la Segunda Venida de Cristo, que es la Venida del Ángel Fuerte que desciende del Cielo, la Venida del Ángel del Pacto, se cumplirá así como se cumplió la Primera Venida de Cristo.
Ahora, la parte culminante de la Primera Venida de Cristo fue Su Sacrificio en la Cruz del Calvario, el cual realizó luego de haber sido adoptado en el Monte de la Transfiguración; y de allí en adelante solamente ministró unos 6 meses, más o menos; pero primero había trabajado en el ministerio unos 3 años ministrando, predicando, y llevando a cabo todas las labores que le fueron encomendadas; pero antes de eso había tenido casi 30 años: desde que nació hasta que comenzó Su ministerio. O sea que la Primera Venida de Cristo estuvo aquí en la Tierra desde que nació.
El velo de carne donde se cumplió la Primera Venida de Cristo estuvo en la Tierra desde que nació, pero Su ministerio comenzó cuando tenía casi 30 años; y cuando fue adoptado ya tenía unos 33 años aproximadamente (o, digamos, 32 años y medio); y luego tuvo unos 6 meses ya adoptado, unos 6 meses de ministerio ya adoptado, y ahí fue la parte culminante de la Primera Venida de Cristo.
Tuvo Su entrada triunfal a Jerusalén. En ese tiempo lo rechazaron, cuando entró como Rey, en un burrito, en un hijo de asna, un burrito en el cual ninguno se había sentado o se había montado; era un burrito tierno, “un pollino” es llamado. Nadie había montado en él porque era muy tierno; pero Jesús era una persona pequeña, y delgado, por lo tanto el burrito no tenía mucho problema para cargar a Jesús. Si hubiese sido un hombre muy alto y pesado, el burrito no iba a llegar desde el lugar donde se montó Jesús hasta Jerusalén; pero Jesús era pequeño y delgado, por lo tanto no tuvo problema el burrito.
Ahora, el pueblo hebreo lo rechazó, pero los seguidores de Cristo lo proclamaron como el Rey de Israel: “¡Hosanna al Hijo de David que viene! ¡Bendito el Reino de David que viene! ¡Bendito el que viene en el Nombre del Señor! ¡Bendito el Hijo de David! ¡Hosanna al Hijo de David!”2. Todas esas cosas proclamaban los creyentes en Jesús, desde los niños hasta los más viejos; los niños, los jóvenes, los adultos y los ancianos también, que creían en Jesús y seguían a Jesús.
Todas esas personas pensaban que ahora, al llegar a Jerusalén, el sumo sacerdote y todos los sacerdotes y todos los grandes líderes de la nación hebrea lo iban a recibir; pero no fue así. Dios había cegado los ojos espirituales de ellos y no lo recibieron. Ellos decían3: “No reinará este sobre nosotros”, porque ellos sabían que los discípulos de Jesús lo proclamaban como el Rey de Israel. Pero ahora los grandes líderes religiosos del pueblo hebreo decían: “Este no va a reinar sobre nosotros”; y buscaban alguna forma para condenarlo a la muerte, para salir de Él.
Pero miren, Jesús no iba a morir hasta que llegara el día correcto, el día correspondiente al Sacrificio del Cordero Pascual; porque Él es nuestra Pascua4, para la preservación de la vida eterna en nosotros.
Y ahora, Cristo entra a Jerusalén sabiendo que no lo van a recibir; sabiendo que después, dentro de poco tiempo, días, será tomado preso, será juzgado, será condenado y será llevado ante Pilato para que lo crucifique; todo eso Jesús lo sabía.
Pero Jesús decía5: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, él solo queda; pero si cae en tierra y muere, mucho fruto lleva”, o sea, muchos hijos e hijas de Dios a la imagen y semejanza de Jesucristo.
Y ahora, Cristo está consciente de lo que le va a suceder. Por eso dijo: “El Hijo del Hombre sube a Jerusalén; será tomado preso, será juzgado y será condenado y será matado, crucificado”.
Pedro le dice: “Tal cosa no te vaya a acontecer a Ti”, y no quería dejar ir a Jesús para Jerusalén.
Pero Jesús le dice: “¡Apártate de mí, Satanás!”6. ¿Por qué? Porque ponía su mirada en las cosas de los hombres, cosas terrenales, y no en las de Dios. Y las cosas tenían que estar puestas, la mirada tenía que estar puesta en las de Dios, en lo que Dios había prometido para aquel tiempo, en donde una persona: el Mesías, tenía que morir; y Cristo iba para Jerusalén para cumplir esa profecía.
Porque Él decía7: “Lo que está escrito de mí, cumplimiento tiene”. ¿Y cómo se van a cumplir las profecías? Si Jesús no iba para Jerusalén, ¿entonces cómo se iban a cumplir? Por lo tanto, Jesús va consciente de lo que le va a suceder; y es rechazado y juzgado, o sea, es rechazado.
Y luego Jesús, al otro día de la entrada triunfal a Jerusalén, en la mañana… Vean ustedes, vamos a ver: Marcos, capítulo 11; también en San Mateo está, pero vamos a buscar lo que dice San Marcos, capítulo 11 [verso 12]:
“Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre.
Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos.
Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos.
Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;
y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno.
Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Y lo oyeron los escribas y los principales sacerdotes, y buscaban cómo matarle; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba admirado de su doctrina.
Pero al llegar la noche, Jesús salió de la ciudad.
Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces.
Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.
Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.
Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”.
Esta promesa, vean ustedes, la da cuando Él ya está adoptado. Estando ya adoptado fue que maldijo la higuera y la higuera se secó, de las raíces hacia arriba. En otro de los Evangelios dice que comenzó a secarse estando Él allí con Sus discípulos8; pero en el Evangelio según San Marcos, dice que fue al otro día que ellos vieron la higuera que se había secado. Ahora, unos pueden haberla visto al otro día y otros pudieron haberla visto el mismo día; porque no todos ven las cosas el mismo día, a la misma vez.
Ahora, aquí la promesa es que con fe, esa clase de fe, no solamente a lo de la higuera, sino que si se dice a un monte (“a este monte”, dice Jesús): “Pásate de aquí allá”, se pasará; y nada será imposible.
Esa es la clase de fe que estará manifestada, porque esa es la fe de rapto para los hijos e hijas de Dios para el Día Postrero, con la cual Dios se manifestará y hará grandes maravillas en el Día Postrero por medio del ministerio del Ángel del Señor Jesucristo, que será adoptado en el tiempo final.
Y esa es la clase de fe que por medio de la Palabra hablada hará que se materialicen las cosas que serán habladas; y eso es lo que está bajo el misterio de la Visión de la Carpa, que es el misterio bajo la Tercera Etapa y bajo el Séptimo Sello; porque es el Séptimo Sello, la Segunda Venida de Cristo, la que opera: la Segunda Venida de Cristo es quien opera todo ese ministerio en el Día Postrero.
Y ahora, vean ustedes cómo, para cierto momento más adelante, cuando se complete el número de los escogidos de Dios y Cristo termine Su Obra de Intercesión en el Cielo, luego adoptará a Su Ángel Mensajero; y esa clase de fe ahí, y esa promesa: “Si dijeres a este monte: Pásate de aquí allá, y no dudares, se pasará”; o sea que por medio de la Palabra hablada será que estará operando todo ese poder divino en ese Ángel Mensajero de Jesucristo, que será adoptado en el Día Postrero. Y ahí es donde llega a la parte culminante de su ministerio el Ángel del Señor Jesucristo, y Cristo estará manifestado en Él en toda Su plenitud en ese tiempo.
Ahora, podemos ver que esa es una etapa que está por llegar, muy pronto, cuando se complete el número de los escogidos de Dios.
Y esa etapa, nos dice el reverendo William Branham en el libro de Citas, que contiene un extracto aquí muy importante; leamos en la página 114, dice:
1002 – “Tiene que haber un ministerio que predique. Pero recuerden que para ese tiempo ya todo habrá cesado”.
O sea que ya la intercesión en el Cielo, con Su Sangre, Cristo ya no la estará llevando a cabo, porque ya ha salido del Trono de Intercesión; ya no está como Sumo Sacerdote en el Cielo, sino que Él está como el Juez de toda la Tierra viniendo en el Día Postrero.
“¡Es una cosa horrenda! Habrá un ministerio que mostrará grandes maravillas…”.
Ese es el ministerio de los Dos Olivos, de Moisés y Elías, ese es el ministerio de los Dos Ungidos que están delante de la presencia de Dios manifestados en el Ángel del Señor Jesucristo.
“… Joel así lo dijo. Pero no habrá tiempo para la redención. Todo entonces es terminado, porque el Cordero ya habrá tomado su Libro y la redención habrá cesado. Jesús predicó y fue rechazado; luego prosiguió hacia aquellos que estaban encarcelados y no podían arrepentirse; ya no había tiempo para la salvación. ¡Ese mismo ministerio tendrá que repetirse! ¿Qué tal si eso pudiese ser la Tercera Etapa, a los que están perdidos eternamente?”.
Y esa Tercera Etapa viene en un idioma que era desconocido para el reverendo William Branham9. Por eso cuando él escuchó la Voz de los Siete Truenos hablando, dijo que hablaron en forma consecutiva, pero él no entendió lo que dijeron esos Siete Truenos; aunque él sabía de qué se trataba, pero no entendió lo que los Truenos hablaron. Y los Truenos revelan el misterio de la Segunda Venida de Cristo. Él sabía que se trataba de la revelación de la Segunda Venida de Cristo, pero él no comprendió, no entendió, lo que hablaron los Truenos.
Y los Truenos es nada menos que la Voz de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo. Es la Voz del Ángel Fuerte que desciende del Cielo. Es la Voz del Mensajero a Israel, el cual viene para Israel, pero viene primeramente a Su Iglesia, porque Su Iglesia está a punto de ser raptada10; y Él viene para llevar a Su Iglesia a la Cena de las Bodas del Cordero.
Y ahora viene hablando… Cristo, vean ustedes, en medio del pueblo hebreo habló en el hebreo, en el común del pueblo que hablaban en aquel tiempo; quizás el arameo o el idioma que hablaban del hebreo, el común del pueblo; aunque Él sabía también algunas otras palabras en otros idiomas. Recuerden que Él vivió en Egipto un tiempito, y no sabemos si fueron días, semanas, meses o un año o dos años.
Ahora, Cristo luego le habló a San Pablo en hebreo, cuando le apareció en la Columna de Fuego. Y San Pablo dice que le apareció una luz más fuerte que el sol, y le dijo: “Saulo, Saulo ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón”. Y Saulo dijo: “Señor, ¿quién eres?”. Y esa Luz le dijo: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues”11.
Saulo sabía que aquella Luz era Dios; era el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, que los había libertado; era la misma Luz que le había hablado a Moisés. Y ahora le pregunta: “Señor (o sea, Elohim), ¿quién eres?”. Y esa Luz le dice: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues”.
Y ahora, vean ustedes, le habló en hebreo, que es el idioma de los hebreos, el cual San Pablo conocía; aunque San Pablo también conocía el latín, que era el idioma de los romanos, y quizás conocía otros idiomas, griego también. Era un hombre muy bien preparado, muy educado.
Y ahora, Cristo le habla en hebreo, como habló cuando predicaba en la Tierra. Pero luego encontramos que, a través de San Pablo, Cristo en Espíritu Santo habló tanto en hebreo como en griego y como en latín, o sea, italiano. Y luego a través de Ireneo, cuando Cristo en Espíritu Santo pasó a Francia, pues habló en francés.
Vean cómo Cristo va hablando en diferentes idiomas; a medida que va pasando de una edad a otra, pues habla en el idioma del mensajero.
Luego habló por medio del tercer mensajero; habló en húngaro y también en francés, porque conocía esos dos idiomas; y por eso trabajó Martín tanto en Francia como en Hungría.
Y luego, a través del tercer mensajero, habló en el idioma del tercer mensajero… vamos a ver, habló por medio de Martín; habló en Hungría, allá en Hungría, y (¿cuál otro lugar fue? ¿Escocia y Hungría?) Francia y Hungría, porque conocía los dos idiomas; así como Ireneo conocía el francés.
Y luego habló por medio de Colombo en la cuarta etapa, en la cuarta edad, y habló en irlandés y en escocés. Y ahora pasa a Alemania y habla en alemán, por medio de Lutero. Y luego pasa a Inglaterra y habla en inglés de Inglaterra. Y luego pasa a Norteamérica y habla en inglés del de Norteamérica.
Cristo en Espíritu Santo, el Ángel del Pacto, va hablando en diferentes idiomas; va hablando en los diferentes territorios a través del mensajero que Él envía para cada una de esas edades. Y el idioma que habla el Ángel del Pacto al pueblo, a Su Iglesia, es el idioma que habla el mensajero.
Y luego de hablar en el inglés de Norteamérica, el Espíritu Santo viaja a la América Latina y el Caribe y nos habla en el idioma de los latinoamericanos y caribeños, el idioma principal, que es el español. Y en ese idioma es que la Tercera Etapa se habla.
El Mensaje para la Tercera Etapa, el Mensaje del Evangelio del Reino, viene en español. Es en un idioma desconocido para San Pablo (aunque quizás él sabía un poquito de español: él quería ir para España12), y desconocido también para los otros mensajeros; aunque quizás hablaban algunos de ellos un poco, pero no era el idioma principal de ellos.
Y ahora, el reverendo William Branham sabe que la Tercera Etapa, que corresponde al Séptimo Sello (la Tercera Etapa, la cual por medio de los Siete Truenos hablando, hablan y revelan el misterio del Séptimo Sello), es en un idioma desconocido para él. No es en inglés, porque el inglés él lo conocía; es en un idioma desconocido para el reverendo William Branham.
Pero miren, las manifestaciones del Espíritu de Cristo para el Día Postrero, en esa Tercera Etapa, cuando venga, será en el mismo idioma que estará hablando el Ángel Mensajero del Señor Jesucristo; porque por medio de Su Ángel Mensajero Cristo estará hablándole a Su Iglesia, y también le estará hablando al mundo entero, y les estará hablando a las vírgenes insensatas, y le estará hablando al pueblo hebreo también.
¿En qué idioma les hablaba José a sus hermanos, cuando ellos fueron a buscar alimento? Les hablaba en un idioma gentil; y estaba vestido como un gentil; pero era el que ellos habían vendido.
Y ahora, vean ustedes cómo Cristo nos hablará en este tiempo final en el idioma del territorio en donde Él esté manifestándose en el Día Postrero, y esté cumpliendo esa Tercera Etapa, y esté revelando el misterio del Séptimo Sello.
Él revelando el misterio del Séptimo Sello y hablándole a Su Iglesia, esos son los siete truenos de Apocalipsis, capítulo 10, hablándole a Su Iglesia y revelándole el misterio de la Segunda Venida de Cristo, y dándonos la fe para ser transformados y raptados: la fe, la revelación de la Segunda Venida de Cristo.
Porque la fe para el rapto es la revelación de la Segunda Venida de Cristo. La fe; fe es revelación. Y el Mensaje del Evangelio del Reino, que es la Gran Voz de Trompeta, gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo. Y toda esa revelación viene en un idioma que es desconocido para el séptimo ángel mensajero de la séptima edad de la Iglesia gentil.
Y la Venida del Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19 es en el occidente; por lo tanto, es en un idioma del occidente, y ese es el español. Aunque se hablan también otros idiomas, como el portugués, y también se habla inglés en algunas islas que pertenecen a lugares de habla inglesa, y también se habla holandés, y también se habla francés en algunas islas; pero el idioma principal de los latinoamericanos y caribeños es el español, y se les traduce a los demás todo lo que Dios nos hable en este tiempo final.
Ahora, el idioma para la manifestación de la Tercera Etapa y la revelación de los Siete Truenos dándonos a conocer el misterio del Séptimo Sello es el español; y en ese idioma es que le hablará a Su Iglesia, les hablará a las vírgenes fatuas y les hablará a los perdidos, y también le hablará al pueblo hebreo.
Ahora, podemos ver este misterio de la Segunda Venida de Cristo y LOS EFECTOS DE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO.
Para los perdidos, que no aprovecharon la oportunidad de salvación que tuvieron mientras la puerta de la misericordia estaba abierta y Cristo estaba en el Lugar Santísimo del Templo que está en el Cielo haciendo intercesión, para esas personas que despreciaron la oportunidad que tuvieron de salvación, no será de bendición la Segunda Venida de Cristo; ni tampoco para el reino de la bestia.
Pero para el pueblo hebreo, para los 144.000, será de bendición. Para las vírgenes insensatas —aunque pasarán por la gran tribulación— será de bendición, porque se agarrarán más de Cristo. Y para los escogidos de Dios, la Iglesia de Jesucristo, la Iglesia-Novia de Jesucristo, será de bendición. ¿Por qué? Porque resucitará a los muertos en Cristo en cuerpos eternos y nos transformará a nosotros los que vivimos; y nos llevará a la Cena de las Bodas del Cordero, a la Casa de nuestro Padre celestial.
Ahora, hemos visto a la ligera así, los efectos que producirá la Segunda Venida de Cristo.
“LOS EFECTOS DE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO”.
Los hemos visto así, a la ligera, porque nos faltaría tiempo para explicar con detalles estos efectos de la Segunda Venida de Cristo. Pero recuerden que viene como Juez de toda la Tierra, y viene como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo, para bendición de todos Sus escogidos, de toda Su Iglesia. Esta es una promesa dada en las Escrituras para la Iglesia de Jesucristo.
Y ahora, así como la Primera Venida de Cristo fue en medio del pueblo hebreo, el Israel terrenal, la Segunda Venida de Cristo será en medio del Israel celestial, que es la Iglesia.
En medio del cristianismo, la Segunda Venida de Cristo será cumplida; porque es el cristianismo el que espera la Segunda Venida de Cristo.
El pueblo hebreo todavía está esperando la Primera Venida de Cristo; pero porque no sabe que la Venida del Señor tiene dos partes: la Primera Venida como Cordero y Sumo Sacerdote, y Su Segunda Venida como Juez de toda la Tierra y como Rey de reyes y Señor de señores, o sea, como León de la tribu de Judá.
Ahora, hemos visto este misterio.
Por eso es que el pueblo hebreo, vean lo que exclamarán cuando vean el cumplimiento de la Segunda Venida de Cristo en medio de la Iglesia de Jesucristo. Dice, en la página 34 y 35 del libro de Las Edades, dice:
“[125]. Fue el pequeño Benjamín, el hermano de sangre pura (de José), que hizo arder su alma (eso fue allá en Egipto, cuando llegaron a Egipto). Y cuando nuestro José, Jesús, venga al pueblo que ha guardado los mandamientos de Dios, los cuales han regresado a la Palestina, Su alma arderá. El pequeño Benjamín tipifica los 144.000 israelitas (o sea, hebreos) de toda la Tierra, que han vuelto a la Palestina para su redención. Ellos estarán allí listos para recibirle, Quien conociendo acertadamente es Vida Eterna. Ellos dirán: ‘Este es nuestro Dios a Quien hemos esperado’. Entonces verán al que traspasaron”.
Y miren ustedes lo que nos dice el reverendo William Branham en la página 22 del libro de Citas, verso 176; dice:
176 – “Y allí están esos dos testigos. Y cuando ellos…”.
Vamos a ver; van a estar reuniendo a los judíos, trayéndolos al arrepentimiento:
“… trayéndolos otra vez a que crean… Cuando vean a Jesucristo viniendo por la Novia, ellos dirán: ‘Mirad, este es el Dios a quien esperábamos. ¡Este es Él!’. Pero Él no viene por ellos, viene por Su Novia”.
Más abajo dice:
“Cuando el Señor Jesucristo venga por su Novia, y ellos lo vean a Él, ellos dirán: ‘Este es el que hemos esperado, allí está Él’. Él se levantará con sanidad en Sus alas”.
¿Y cómo vendrá? Vean cómo Él vendrá en el Día Postrero. Página 57 del libro de Los Sellos. Aquí el reverendo William Branham está citando lo que dice Apocalipsis, capítulo 10, verso 1 al 11. Dice:
“‘Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza…’.
17. Ahora, si usted se fija bien, notará que esta persona es Cristo, porque aun en el Antiguo Testamento Él fue llamado el Ángel del Pacto; y Él ahora viene directamente a los judíos porque la Iglesia ha llegado a su fin. Bien, ahora continuando:
‘… y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego’.
18. ¿Recuerdan el Ángel de Apocalipsis capítulo 1? Este es el mismo. Un ángel es un mensajero, y él es un mensajero a Israel. ¿Ve usted? La Iglesia está a punto de ser raptada, Él viene por Su Iglesia”.
Ahora, el Mensajero a Israel, el Ángel del Pacto, el cual viene para el pueblo hebreo, primero viene por Su Iglesia.
O sea que la Segunda Venida de Cristo, que es la Venida del Ángel del Pacto, el cual vino dos mil años atrás y se veló en carne humana en el cuerpo de carne llamado Jesús, en el Día Postrero viene de nuevo; el Verbo, la Palabra, el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová que libertó al pueblo hebreo. Y vendrá a Su Iglesia para así darle la fe para ser transformados y raptados en este tiempo final.
Y ellos van a ver esa manifestación plena de Cristo, del Ángel del Pacto, en este tiempo final, en medio de la Iglesia gentil, y ellos dirán: “Este es al que nosotros estamos esperando”, y lo van a recibir.
Ahora podemos ver “LOS EFECTOS DE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO”.
La Segunda Venida de Cristo producirá unos efectos para toda la raza humana: para unos de bendición; y para otros, que han despreciado la oportunidad de salvación que Cristo les ha dado, para esos otros no será de bendición.
Será para ellos como fue para los que estaban encarcelados en el infierno y que habían sido desobedientes en los días de Noé; y cuando vino el diluvio, perecieron; y luego ellos fueron al infierno, porque no se habían arrepentido y no habían creído el Mensaje de Dios a través del profeta Noé.
Cristo, cuando murió, fue y les predicó a ellos; pero no predicó para salvación de ellos, sino que les predicó condenación; les predicó reprendiéndolos, porque no habían creído al Mensaje de Noé. No era para sacarlos de allí, sino era un Mensaje de condenación13.
Así será para los que han despreciado la misericordia de Dios; y verán la manifestación de Dios en toda Su plenitud, pero ya no habrá oportunidad de salvación. Pero será un ministerio que estará aquí en la Tierra en el cumplimiento de la Tercera Etapa, en el cumplimiento del Séptimo Sello, en el cumplimiento de la Venida del Señor para este tiempo final.
Y los que esperen a ver esas grandes maravillas y señales y milagros sin haber recibido a Cristo como su Salvador, para ese tiempo ya será demasiado tarde, lamentablemente.
Ahora, todavía Cristo está en el Trono de Intercesión y la puerta de misericordia está abierta. Por lo tanto, oramos a Dios por nuestros familiares, para que Dios los llame y entren antes que la puerta se cierre. Que Dios les toque el corazón, les abra el corazón, y les abra el entendimiento para poder comprender, y los llame, y así sean colocados en la Casa de Dios.
Y que Dios obre en toda la América Latina y el Caribe, y que tenga misericordia de la América Latina y el Caribe y de sus habitantes en este tiempo final, y que les dé la oportunidad de entrar al glorioso Reino Milenial de nuestro amado Señor Jesucristo.
Para la América Latina y el Caribe hay la oportunidad de que la Segunda Venida de Cristo sea para bendición de la América Latina y el Caribe. Y oramos para que sea de bendición para la América Latina y el Caribe, y para todos nosotros que vivimos en este tiempo final.
“LOS EFECTOS DE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO”.
Y ahora, ¡la Segunda Venida de Cristo para mí es de bendición!, porque hay promesas ahí, en la Biblia, que yo las creo con toda nuestra alma, y Él las cumplirá para mí. ¿Y para quién más será de bendición la Segunda Venida de Cristo? ¡Para ustedes también!, porque creen esas promesas con toda vuestra alma.
Para nosotros LOS EFECTOS DE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO serán positivos, ¡serán de grande bendición para todos nosotros!, a tal grado que recibiremos la transformación de nuestros cuerpos y seremos llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo, a la Casa de nuestro Padre celestial.
Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta noche, dándoles testimonio de LOS EFECTOS DE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO.
Muchas gracias por vuestra amable atención, y pasen todos muy buenas noches.
Que Dios les bendiga y les guarde, y muchas gracias por vuestra atención y vuestra paciencia.
Será hasta otra próxima ocasión en que nos volveremos a ver, ya sea estando nosotros en este cuerpo mortal o en el otro cuerpo.
Siempre será de bendición, de regocijo, y será un privilegio vernos nuevamente; pero si es en el nuevo cuerpo, habrá más gozo y más bendición para todos nosotros.
La meta nuestra es ser como Cristo en Su Segunda Venida. Y la meta de Cristo en Su Segunda Venida es hacernos como Él, hacernos a Su imagen y a Su semejanza.
Así que la meta de Él también es nuestra meta. Ser como Cristo, esa es nuestra meta, y la de Él también. La de Él es que nosotros seamos como Él, y la nuestra es ser como Cristo. Y por cuanto Él lo ha prometido, y nosotros lo creemos, vamos a ser como Cristo nuestro Salvador: a Su imagen y a Su semejanza, con un cuerpo eterno y glorificado.
La vida eterna es lo más importante para nosotros, no hay otra cosa más importante. Y esa vida está ¿en quién? En Jesucristo nuestro Salvador. “La Vida es la base de la vida”. O sea que la base de nuestra vida es la vida eterna.
¿De qué le vale al hombre si gana todo el mundo y pierde su alma? De nada le sirvió, porque esta vida terrenal es temporal, es pasajera, y nadie la puede retener. Nadie tiene vida en sí mismo, para poder continuar viviendo por toda la eternidad; pero Cristo sí tiene Vida en Sí mismo, y Él nos da Vida a nosotros. Y esa Vida está en Cristo, para todos nosotros. Y para este tiempo final, Él en Su Segunda Venida resucitará a los muertos en Cristo y a nosotros nos transformará; y nos llevará con Él a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo.
Por lo tanto, para nosotros la Segunda Venida de Cristo tendrá efectos positivos, de grandes bendiciones para todos nosotros, efectos para toda la eternidad; tendrá efectos de grandes bendiciones de Dios para todos nosotros.
Bueno, que Dios les bendiga y les guarde, les cuide, les prospere espiritualmente y materialmente, y les prepare para pronto ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Buenas noches.
“LOS EFECTOS DE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO”.
[Revisión agosto 2020]
1 Romanos 6:23
2 San Mateo 21:8-9, San Marcos 11:8-10, San Lucas 19:37-38, San Juan 12:12-13
3 San Lucas 19:14
4 1 Corintios 5:7
5 San Juan 12:24
6 San Mateo 16:21-23, San Marcos 8:31-33
7 San Lucas 22:37
8 San Mateo 21:18-22
9 Los Sellos, pág. 471, párr. 162
10 Los Sellos, pág. 57, párr. 18
11 Hechos 9:3-5
12 Romanos 15:22-29
13 1 Pedro 3:18-20