Los verdaderos discípulos permanecen en la Palabra

Muy buenas noches, amados amigos y hermanos aquí en Escárcega, Campeche, República Mexicana. Es para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta dedicación de este auditorio, para así compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Para lo cual quiero leer en San Juan, capítulo 8, versos 31 y 32, donde nos dice:

“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;

y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.

Que Dios bendiga nuestras almas, y nos abra Su Palabra y nos llene del conocimiento de ella, y derrame Sus bendiciones sobre nuestra alma en esta ocasión. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Nuestro tema para esta ocasión es: “LOS VERDADEROS DISCÍPULOS PERMANECEN EN LA PALABRA”.

Siempre un verdadero discípulo permanece en la palabra, en la enseñanza, de su maestro.

Y ahora, ¿los verdaderos discípulos del Señor Jesucristo permanecen dónde? En la Palabra del Señor Jesucristo, la enseñanza de nuestro amado Señor Jesucristo.

Y Cristo estuvo enseñando a Sus discípulos muchas cosas, todas dadas del Padre celestial, para darlas a conocer a Su pueblo. Él dijo: “Yo no hago nada de mí mismo, sino que como yo veo al Padre hacer, así es como yo hago”1.

Y ahora, ¿la enseñanza de Jesucristo de dónde era? Del Cielo, del Padre celestial. Un enviado del Cielo para enseñar al pueblo de Dios trae una enseñanza del Cielo; y todos serán enseñados de Dios por medio de ese hombre, a través del cual Dios viene para enseñar a Su pueblo. Dice la Escritura: “Y todos serán enseñados de Dios”2.

Ahora, vean ustedes cómo esta profecía del Antiguo Testamento, luego en el Nuevo Testamento se cumple en la persona de Jesucristo en toda Su plenitud, y todos estaban siendo enseñados por Dios en aquellos días. Y esto, vean ustedes, era una profecía del Antiguo Testamento, allá del profeta Isaías, el cual nos decía que todos serían enseñados de Dios.

Y ahora vean la forma sencilla en que Dios enseña a Su pueblo: por medio del Enviado, a través del cual le da la revelación de todas las cosas que debe hablar y que debe hacer (o sea, obrar) en ese tiempo. Todo se lleva a cabo en forma tan sencilla que los que no conocen las Escrituras y no vigilan por el cumplimiento de las Escrituras, se cumple lo que Dios prometió y ni se dan cuenta de lo que Dios está realizando.

Ahora, todos estaban siendo enseñados por Dios a través de carne humana, a través de nuestro amado Señor Jesucristo. Así como había enseñado Dios al pueblo por medio del profeta Moisés y por medio de otros mensajeros, ahora estaba Dios en toda Su plenitud en Jesús.

Y los que permanecen en la enseñanza de Jesucristo, Él les dice (vamos a ver): “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos”; porque el que permanece en la enseñanza de su maestro es discípulo de ese maestro.

Y ahora, Cristo dijo en San Juan, capítulo 16, verso 12 al 15:

“Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.

Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.

Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.

Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”.

(Tenemos una lluvia de granizo, parece, piedritas de hielo).

Ahora, vean, también la enseñanza del Cielo viene como la lluvia para el pueblo de Dios3; como la lluvia temprana (la Primera Venida de Cristo y la enseñanza de la Primera Venida de Cristo) y la lluvia tardía (la Segunda Venida de Cristo y la enseñanza de la Segunda Venida de Cristo)4.

Y los discípulos de Jesucristo allí, en la Primera Venida de Cristo, eran verdaderamente Sus discípulos si permanecían en la enseñanza de Jesucristo en Su Primera Venida.

Y para el Día Postrero, los discípulos de Jesucristo estarán escuchando Su Voz a través de Su Ángel Mensajero, en este tiempo final, y permanecerán en esa Palabra revelada que Él les dará en este tiempo final; y serán verdaderamente los discípulos de nuestro amado Señor Jesucristo: los seguidores de Jesucristo y la enseñanza que Él estará trayendo en el Día Postrero; como también conocerán y seguirán la enseñanza que nos ha traído en Su Primera Venida y la Obra que Él llevó a cabo, y recibirán los beneficios también de Su Primera Venida y la Obra de Redención realizada en Su Primera Venida; para en el Día Postrero, luego, en adición recibir los beneficios de Su Segunda Venida, que son el nuevo cuerpo, la transformación de nuestros cuerpos prometida para este tiempo final.

¿Eso es para quiénes? Para los verdaderos discípulos: los verdaderos discípulos de nuestro amado Señor Jesucristo, que son los que permanecen en la enseñanza de Jesucristo nuestro Salvador.

Ahora, Él dijo [San Juan 16:12-13]: “Yo tengo todavía muchas cosas que deciros, pero ahora ustedes no las pueden llevar. Pero cuando venga el Espíritu Santo…”.

“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”.

Vean, el Espíritu Santo vendrá; y eso sería después que Cristo muriera, resucitara y ascendiera al Cielo; y el Día de Pentecostés vino sobre 120 personas, y luego ha estado viniendo sobre todos los convertidos a Cristo de edad en edad; y ha venido sobre el mensajero de cada edad enviado por Cristo, a través del cual el Espíritu Santo ha estado en medio de Su Iglesia enseñando a Su Iglesia, dándole a conocer las cosas que debe conocer de edad en edad.

Y vean ustedes cómo en Primera de Juan, capítulo 2, verso 27, nos dice:

“Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.

Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados”.

Para que en Su Segunda Venida no nos alejemos de Él; para cuando Él se manifieste en Su Segunda Venida no nos alejemos, sino que seamos acercados a Él, recibidos por Él.

Ahora, vean, la unción ha estado en medio de la Iglesia de Jesucristo de edad en edad, en el mensajero de cada edad, el cual ha sido ungido por el Espíritu Santo y ha estado enseñando las cosas correspondientes a cada edad; y los verdaderos discípulos han estado escuchando la Voz de Cristo a través de Su manifestación en Espíritu Santo, a través del mensajero de cada edad.

Por lo tanto, la Iglesia del Señor Jesucristo, todos los miembros de Su Iglesia, que son los nacidos de nuevo, son discípulos de nuestro amado Señor Jesucristo, porque permanecen en Su Palabra de edad en edad; y la cual es revelada de edad en edad, el Mensaje de la edad para la cual a ellos les toca vivir.

Y el Espíritu de Cristo en cada mensajero, vean ustedes, da testimonio de Jesucristo, como dice aquí; dice:

“Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.

Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”.

Ahora, dice que cuando venga:

“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”.

Y eso lo ha estado haciendo el Espíritu Santo por medio de Sus mensajeros que Él ha enviado: por medio de los apóstoles, por medio de San Pablo y por medio de cada uno de los mensajeros; y en el Día Postrero y para el Día Postrero dice:

“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias”. (Apocalipsis 22, verso 16).

Y por medio de Su Ángel Mensajero estará dándonos a conocer todas las cosas que han de suceder, que han de venir en este tiempo final.

Y los verdaderos discípulos del Señor Jesucristo estarán escuchando Su Voz: la Voz de Cristo en Espíritu Santo por medio del mensajero del Día Postrero, y estarán permaneciendo en Su Palabra: la Palabra de Cristo por medio de Su Ángel Mensajero, el cual estará dando testimonio de Jesucristo y de todas las cosas que han de suceder en este tiempo final.

Y él estará hablando todo lo que el Espíritu Santo ponga en su boca. Por lo tanto, él no hablará nada de sí mismo, sino que como él escuche al Espíritu Santo hablarle, así es como él le hablará al pueblo de Dios, a la Iglesia de Jesucristo, en el Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular, donde Cristo en Espíritu Santo estará enseñando a Su pueblo.

Así todos serán enseñados de Dios en este tiempo final, en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, para obtener la fe, la revelación para ser transformados y raptados en este tiempo final: la revelación de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo; porque Él viene para llevarse a Sus escogidos a la Cena de las Bodas del Cordero, pero antes nos transformará a nosotros los que vivimos y resucitará a los muertos en Cristo en cuerpos eternos.

Ahora, podemos ver quiénes son los verdaderos discípulos: son los que permanecen en la Palabra, la Palabra revelada para la edad que les toca vivir, la Palabra revelada por el Espíritu Santo a través del mensajero de cada edad.

Y así esas son las personas que han edificado su casa sobre la roca: sobre la revelación; y sobre la revelación están edificados todos como individuos; y la Iglesia de Jesucristo como Cuerpo Místico está edificada sobre revelación: “… sobre esta roca edificaré mi iglesia”5. Es sobre la roca de la revelación.

Y de edad en edad Cristo ha estado revelado, de edad en edad, en el ángel mensajero de cada edad; y por medio de cada ángel mensajero ha estado trayendo Su Palabra revelada para esa edad. Cristo ha estado velado y revelado en el mensajero llamando y juntando a Sus escogidos, llamando y juntando a Sus ovejas, de edad en edad; pues Él fue el que dijo que Él tenía otras ovejas que no eran de aquel redil hebreo, las cuales también le convenía traer; y dijo6: “… y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor”.

¿Cómo van a escuchar la Voz de Cristo? Por medio de los mensajeros que Él enviaría de edad en edad.

Y ahora, en Asia Menor estaban las ovejas que estaban escuchando la Voz de Cristo por medio de San Pablo; y de ahí se extendió para muchísimas naciones el llamado de Dios. Así ha sido de edad en edad.

Y ahora, ¿dónde está Dios llamando a Sus ovejas? En la América Latina y el Caribe; porque ahí es donde están las ovejas de Cristo del Día Postrero; digamos un 90% (para que no digan que nos queremos quedar con todo); pero si no ocupan ese 10% que hemos dejado, ¡también lo llenaremos de latinoamericanos y caribeños!

Y ahora, la Voz de Cristo por medio del mensajero de cada edad ha llamado y ha juntado las ovejas en cada edad; y esas son las ovejas que han permanecido en la Palabra de Cristo, y por consiguiente son los verdaderos discípulos de nuestro amado Señor Jesucristo de edad en edad, en el Cuerpo Místico de Cristo.

¡Toda la Iglesia del Señor Jesucristo son discípulos de nuestro amado Señor Jesucristo, porque permanecen en Su Palabra!

Y ahora, en este tiempo final son llamados y juntados las últimas ovejas de Jesucristo, los últimos que permanecerán en la Palabra de Dios, la cual estará siendo proclamada por medio del Espíritu Santo a través de Su Ángel Mensajero, y estará dándonos a conocer todas las cosas que han de suceder pronto.

Dice: “… y os hará saber las cosas que habrán de venir”.

Y por eso es que el Ángel del Señor Jesucristo es enviado. ¿Para qué? Para manifestar a Sus siervos las cosas que han de suceder pronto. ¿Por qué? Porque en él viene el Espíritu Santo manifestado, y por medio de él el Espíritu Santo viene hablándole a Su Iglesia todas las cosas que deben suceder pronto.

El Espíritu Santo pone en la boca de Su mensajero la Palabra que él debe hablar; él la escucha de parte de Cristo y él la habla al pueblo; y Cristo le muestra las cosas que él debe hacer, que él debe obrar, en el Cuerpo Místico de Cristo.

Y así, para este tiempo final, el llamado final, la Gran Voz de Trompeta, la Trompeta Final, la Voz de Cristo, la Voz del Ángel del Pacto, la Voz del Espíritu Santo por medio de Su Ángel Mensajero, nos habla: llama y junta a Sus escogidos, y nos enseña todas las cosas que deben suceder pronto, en este tiempo final.

Y los verdaderos discípulos permanecerán en la Palabra, Su Palabra, la Palabra de Cristo, del Ángel del Pacto, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, en este tiempo final.

Y ahora vean ustedes cómo todos los miembros del Señor Jesucristo, del Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, son discípulos de nuestro amado Señor Jesucristo, porque han permanecido en Su Palabra de edad en edad.

Los verdaderos discípulos, que permanecen, son los que permanecen en la Palabra.

“LOS VERDADEROS DISCÍPULOS PERMANECEN EN LA PALABRA”.

Y ahora, por medio de la Lluvia de la enseñanza en este tiempo final, de la enseñanza tardía, de la Lluvia tardía, vean ustedes, Cristo nos enseña todas las cosas que han de suceder en este tiempo final. Y los escogidos, Sus ovejas, todo el que es de Dios, escucharán Su Voz7 y permanecerán en Su Palabra; y son identificados como los verdaderos discípulos, que permanecen en Su Palabra.

“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias”. (Así dice Apocalipsis 22 y verso 16).

Vean cómo por medio de cada ángel mensajero Cristo ha estado velado y revelado de edad en edad. Esa ha sido la revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a Sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la envió por medio de Su Ángel Mensajero a Juan el apóstol8.

Y ahí, en esas revelaciones dadas por el Ángel de Jesucristo a Juan el apóstol, están todas las cosas que sucederían durante las diferentes edades de la Iglesia de Jesucristo, hasta este tiempo final; y cómo Cristo estaría revelado en Su Iglesia en Espíritu Santo en el ángel mensajero de cada edad, hasta llegar a este tiempo final: al Ángel del Señor Jesucristo.

Y así como hizo por medio de cada ángel mensajero en cada edad, estará haciendo por medio de Su Ángel Mensajero en este tiempo final. Y así, en este tiempo final, serán llamados y juntados todos los escogidos de Dios del Día Postrero, que son los verdaderos discípulos, que permanecen en la Palabra; porque LOS VERDADEROS DISCÍPULOS PERMANECEN EN LA PALABRA. ¿En la Palabra de quién? En la Palabra de su Maestro.

Que las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también en toda Su plenitud, bajo el Nuevo Pacto, bajo la Sangre del Nuevo Pacto, la Sangre de Jesucristo; y pronto se complete el número de los escogidos de Dios, y pronto los muertos en Cristo resuciten en cuerpos eternos, y nosotros los que vivimos seamos transformados; y seamos todos llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de los verdaderos discípulos, los cuales permanecen en la verdad; porque LOS VERDADEROS DISCÍPULOS PERMANECEN EN LA PALABRA. Y Su Palabra, la Palabra de Cristo, es la verdad: es la verdad para cada edad y para cada dispensación; y Él es la Verdad (Cristo), y Él es el Verbo, la Palabra.

Él en cada edad, al cumplir la Palabra prometida para cada edad, está manifestado ahí en cada edad; y vean ustedes cómo Él hace de edad en edad: revelándose en cada edad por medio del mensajero de cada edad.

Bueno, ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta noche, dándoles testimonio de los verdaderos discípulos de nuestro amado Señor Jesucristo; porque LOS VERDADEROS DISCÍPULOS PERMANECEN EN LA PALABRA.

Noche donde hay lluvias de bendiciones; y hasta un sitio tan caliente, hasta hielo estaba cayendo, o sea, granizo (y el granizo es frío). Así que ya, dentro de un rato, ya estará más fresco el tiempo; y vean ustedes cómo Dios nos bendice con agua en tiempo en el cual tenemos tanta calor o tanto calor.

Así que Dios les bendiga, Dios les guarde y les cuide; y nos continúe enseñando Su Palabra, porque nosotros somos verdaderos discípulos de nuestro amado Señor Jesucristo, porque permanecemos en Su Palabra.

Bueno, y si permanecemos en Su Palabra, pues permanecemos con la fe puesta en Cristo.

Y hablamos de Cristo porque nuestra fe está en Cristo nuestro Salvador. ¿Por qué? Porque LOS VERDADEROS DISCÍPULOS PERMANECEN EN LA PALABRA, Su Palabra.

Por eso seguimos a Cristo con la fe puesta en Cristo, y seguimos a Cristo hablando de Cristo todos los días de nuestra vida, y dando a conocer la gloriosa Obra de Redención llevada a cabo en la Cruz del Calvario para salvación de todos los hijos e hijas de Dios. “Hablemos de Cristo, el Rey de reyes es, supremo Señor (¿por cuánto?) por la eternidad”. “Hablemos de Cristo”.

Que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde; y adelante siguiendo a Cristo y caminando con Cristo, con la fe puesta en Cristo nuestro Salvador.

Que Dios les bendiga y les guarde a todos.

“LOS VERDADEROS DISCÍPULOS PERMANECEN EN LA PALABRA”.

[Revisión noviembre 2020]

1 San Juan 5:19, 5:30, 8:26-29

2 Isaías 54:13, San Juan 6:45

3 Deuteronomio 32:1-3

4 Joel 2:23

5 San Mateo 16:18

6 San Juan 10:16

7 San Juan 8:47

8 Apocalipsis 1:1

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