El misterio de los siete ángeles tocando las siete trompetas

Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos presentes. Es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

El tema para esta ocasión es: “EL MISTERIO DE LOS SIETE ÁNGELES TOCANDO LAS SIETE TROMPETAS”.

En el capítulo 8 del Apocalipsis, verso 1 al 5, leemos:

“Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.

Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas.

Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.

Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.

Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto”.

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. Nuestro tema es: “EL MISTERIO DE LOS SIETE ÁNGELES TOCANDO LAS TROMPETAS”.

Para comenzar, en este capítulo 8 tenemos la apertura del Séptimo Sello; y el Séptimo Sello es la Segunda Venida de Cristo. Y con la apertura del Séptimo Sello en el Cielo, es que aparecen estos siete ángeles; o sea que no es antes de la apertura del Séptimo Sello, sino cuando el Séptimo Sello es abierto en el Cielo, es que aparecen luego estos siete ángeles que están en pie ante Dios y se les dieron siete trompetas.

Encontramos también que otro Ángel vino y se paró ante el altar con un incensario de oro, y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de los santos, sobre el Altar de oro que estaba delante del Trono.

El incensario de oro era el que se usaba el día de la expiación, y era el incensario con el cual también el sumo sacerdote entraba al lugar santísimo; por lo tanto, en el Cielo estará ocurriendo algo grande bajo este tiempo en donde los siete ángeles reciben las trompetas, para así llevar a cabo la labor que les corresponde. Y vean, este Ángel con el incensario de oro estará haciendo lo mismo que hacía el sumo sacerdote en la Tierra.

Y ahora, aquí en la Tierra, cuando el sumo sacerdote con el incensario de oro en el templo terrenal presentaba ante Dios el incienso, cubría todo el propiciatorio, todo el lugar santísimo, o sea, que se llenaba del humo del incienso; y por cuanto en Apocalipsis, capítulo 5, nos habla también del incienso…; y dice en el capítulo 5, verso 8 en adelante:

“Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos…”.

Y ahora, vean ustedes quiénes tienen el incienso en estas copas de oro (y son las oraciones de los santos).

“… y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;

y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”.

Ahora, podemos ver que este es un gran evento en el Cielo, en el cual las oraciones de los santos… pues los santos de todas las edades, que han partido, han estado orando por su regreso a la Tierra, han estado orando por la resurrección, para estar de regreso en la Tierra pero en un cuerpo eterno y glorificado; en palabras más claras, han estado orando por la redención, la redención del cuerpo; y esto es para el Día de Redención, que es el día en que Cristo resucitará a los muertos creyentes en Él, y a nosotros los que vivimos nos transformará.

Ahora, vean ustedes cómo es para el tiempo en que el Séptimo Sello es abierto en el Cielo, que aparecen estos siete ángeles con siete trompetas que reciben para sonarlas.

Y ahora, ya que aquí hay cosas que por el momento no deben ser habladas, solamente les hablaré algunas nada más. Vamos a ver la Sexta y Séptima Trompeta, y vamos a ver la Sexta y Séptima… la Séptima Trompeta y la Sexta Copa. En Apocalipsis, capítulo 9, verso 13, dice:

“El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios,

diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Eufrates.

Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres.

Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número.

Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre.

Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca.

Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban.

Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar;

y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos”.

Y ahora leemos en el capítulo 15. Vamos a ver… 16, porque aquí también aparecen los ángeles. Vean, en el capítulo 15, para que tengan el cuadro claro, dice:

“Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios”.

Y luego, verso 5 en adelante, dice:

“Después de estas cosas miré, y he aquí fue abierto en el cielo el templo del tabernáculo del testimonio (eso es el Lugar Santísimo);

y del templo salieron los siete ángeles que tenían las siete plagas, vestidos de lino limpio y resplandeciente, y ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro (al estar con cintos de oro, nos muestra que están como jueces).

Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios, que vive por los siglos de los siglos (y recuerden que estas son las plagas postreras).

Y el templo se llenó de humo por la gloria de Dios, y por su poder; y nadie podía entrar en el templo hasta que se hubiesen cumplido las siete plagas de los siete ángeles”.

Y ahora, vamos a ver la sexta copa, dice [Apocalipsis 16:12]:

“El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y el agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente.

Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas;

pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.

He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.

Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón”.

Ahora vemos cómo la Sexta Trompeta y la sexta plaga de la Sexta Copa van paralelas. Y ahora veamos la Séptima Trompeta con la Séptima Copa: en el capítulo 11 del Apocalipsis, verso 15 en adelante, dice:

“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.

Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios,

diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado.

Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.

Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo”.

Y ahora, veamos en el capítulo 16, verso 17 al 21, del Apocalipsis, la Séptima Copa:

“El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está (es la Voz de Dios desde el Trono de Dios).

Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra.

Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira.

Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.

Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande”.

Ahora vean cómo la Séptima Trompeta y la Séptima Copa nos hablan de lo que estará pasando en este tiempo final.

Y ahora, veamos lo que dijo el reverendo William Branham en el mensaje “¿Cuál es la atracción en el Monte?”. Dice1:

96 ¡Ahora vemos los acontecimientos del último día! Tornemos algunas páginas allí mismo en Zacarías y veamos lo que él dijo al respecto. Tornémoslo a los últimos días. Esa fue la edad media; ahora veamos los últimos días. Y abran en Zacarías, el capítulo 14, y comenzando con el versículo 4. ¡Y escuchen! Y vamos a leer una porción de la Escritura, unos nueve versículos, del 4 al 9. Escuchen bien. Y esto profetiza de Su Venida, los últimos días, así que escuchen muy bien. Esto es ASÍ DICE EL SEÑOR, son las Escrituras. Zacarías 14. Recuerden Zacarías 9, ¿qué dijo? Y no lo reconocieron. Ahora, ¿qué es hoy? Zacarías 14 hablando de Su Venida:

‘Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.

Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá;…’.

97 ¡Otro terremoto abriendo la tierra! Si desean seguir una Escritura aquí, noten este versículo 5, indica que la separación del Monte de los Olivos se debe a un terremoto, y esto es confirmado por Isaías 29:6 y Apocalipsis 16:9”.

Apocalipsis 16, verso 9, es que dijo aquí. Vamos a ver qué dice acá. Más bien tiene que ser Apocalipsis, capítulo 16, versos del 17 al 20, que es donde está ese terremoto.

“¡Exactamente! ¿Qué es? ¡El mismo profeta habló de Su primera Venida, también vio Su segunda Venida! Noten: ‘Como en los días del terremoto’. ¿Ven ustedes lo que están haciendo los terremotos, ven las predicciones de ellos?.

‘… y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos.

Y acontecerá que en ese día, en ese día no habrá luz clara, ni oscura’”.

Y sigue ahí hablándonos de las cosas que estarán sucediendo.

Ahora vean cómo este capítulo 16 de Apocalipsis nos habla de ese terremoto que vendrá en este tiempo final. Y ahora, también nos habla de una bendición para la Iglesia de Jesucristo, después para el pueblo hebreo. Dice, página 19 del mensaje “¿Cuál es la atracción en el Monte?”:

119 Oh, habrá una verdadera lluvia temprana y tardía en los últimos días, sobre el pequeño grupito que lo acompañaba (debe ser aquí: ‘que lo acompaña’) cuando venía sobre este pequeño asno, insignificante y humilde, sin duda, sin denominación, clamando ‘¡Hosanna al Rey que viene en el Nombre del Señor!’ ¿Qué pasa hoy? ¿Cuál es la atracción en el monte?”.

Y ahora, ¿cuál es la atracción en el Monte de Dios, en el Monte de Sion, la Iglesia del Señor Jesucristo para el Día Postrero?, ¿cuál será esa atracción? Pues la Segunda Venida de Cristo.

Y ahora, vean ustedes el misterio para el Monte de los Olivos allá, y para el Monte de Sion, la Iglesia del Señor Jesucristo, en el Día Postrero.

Ahora, para este tiempo final estará el Ángel que tendrá la Séptima Trompeta, por eso aparece en el libro del Apocalipsis, capítulo 11, en donde está el ministerio de los Dos Olivos. Y el Monte de Sion, la Iglesia del Señor Jesucristo, espiritualmente también es el Monte de los Olivos, pues ahí estarán los Dos Olivos; y es también el Monte de los Olivos por la siguiente razón (hablando en términos espirituales): porque un monte representa un reino.

Romanos, capítulo 11, verso 25 en adelante, dice:

“Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles;

y luego todo Israel será salvo, como está escrito:

Vendrá de Sion el Libertador,

Que apartará de Jacob la impiedad.

Y este será mi pacto con ellos,

Cuando yo quite sus pecados.

Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son (muy) amados por causa de los padres.

Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios”.

Ahora, en este pasaje, si leemos un poquito antes… aquí nos habla de la Iglesia de Jesucristo; y cuando haya entrado la plenitud de la Iglesia de Jesucristo, la plenitud de los gentiles, cuando haya entrado hasta el último de los escogidos de Dios, entonces Cristo terminará Su Obra de Intercesión en el Cielo y reclamará todo lo que Él ha redimido con Su Sangre preciosa, resucitará a los muertos en Cristo y a nosotros nos transformará, y ya estará toda la Iglesia de Jesucristo completa, desde los escogidos de las edades pasadas hasta los escogidos de este tiempo final; y estará la Iglesia de Jesucristo en pie, con cuerpos eternos, y ese es el Ejército del Jinete de Apocalipsis, capítulo 19. Ese es el grupo de millares de ángeles con los cuales viene el Señor en Su Venida.

Ahora, vean ustedes, para tornarse al pueblo hebreo Él estará con esos millares de ángeles, que son la Iglesia del Señor Jesucristo. Él dijo que en la resurrección ni se casan, ni se dan en casamiento, sino que son ¿cómo? Como los ángeles de Dios.

Ahora veamos un poquito más, vamos a leer: verso 15 en adelante, del capítulo 11 de Romanos, dice:

“Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos?”.

O sea, si la exclusión de los hebreos fue la reconciliación para los gentiles, para los seres humanos de entre los gentiles y toda persona que tiene su nombre escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, ¿qué será su admisión, la admisión de los hebreos, al Pacto de Dios, al Nuevo Pacto? Será vida de entre los muertos.

“Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas.

Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo…”.

Ahora vean que las ramas hebreas fueron cortadas, y fueron colocadas ahí ramas gentiles: las diferentes etapas de la Iglesia del Señor Jesucristo. ¿Y dónde fueron colocadas? En el Olivo. Y si la Iglesia del Señor Jesucristo es el Monte de Sion, es el Monte de los Olivos; es la Iglesia del Señor Jesucristo representada en el monte de los Olivos y representada en el monte de Sion; porque la Iglesia del Señor Jesucristo, vean ustedes, todas las ramas han sido colocadas en el buen Olivo, porque del buen Olivo es que recibe el aceite, recibe la Vida. Dice:

“… no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.

Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas (o sea, las ramas hebreas) para que yo fuese injertado.

Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme.

Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará.

Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.

Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar”.

Y eso lo hará por medio del ministerio de los Dos Olivos, para colocar en el Olivo original a las ramas originales: el pueblo hebreo.

Y ahora, para poder ser colocado el pueblo hebreo en el Olivo original —pues ellos son ramas originales de olivo—, ahora se requiere que hayan transcurrido, hayan pasado ya las siete etapas de la Iglesia, y que ya lo que haya sean ramas denominacionales; y Cristo cortará las ramas del tiempo final, las ramas que pertenecen a edades pasadas pero que ya terminaron esas edades, por lo tanto tienen que ser cortadas, y serán colocadas las ramas hebreas.

Ahora, en el Día Postrero llegamos a una etapa, a una edad, donde Cristo tendrá gentiles y hebreos; y eso es la Edad de la Piedra Angular. Y ahí, en esa rama que sale del tronco del Olivo original… si una rama, si un retoño sale del tronco del Olivo, ¿qué clase de retoño es? Es un retoño del Olivo original, es nada menos que la bendición prometida de los Dos Olivos, para colocar en el Olivo original las ramas hebreas. Pero llamará primeramente a los escogidos de entre los gentiles, los juntará en el Cuerpo Místico de Cristo, y después llamará 144.000 hebreos.

Ahora podemos ver dónde nos encontramos en el Programa Divino. Bajo el ministerio de los Dos Olivos es que la Trompeta Séptima suena; porque la Trompeta Séptima es Moisés y Elías, y también es la Venida del Señor. ¿Y cómo pueden ser esas dos cosas? Sencillo, porque Jesús dijo en San Mateo, capítulo 16, verso 27, que el Hijo del Hombre vendrá con… vendrá en la gloria de Su Padre con Sus Ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.

El Hijo del Hombre viene con Sus Ángeles: donde esté la manifestación del Hijo del Hombre estarán los Ángeles del Hijo del Hombre, que son los Dos Olivos: Moisés y Elías.

Y ahora, veamos lo que dijo el reverendo William Branham con relación a la Séptima Trompeta y al Séptimo Sello. En la página 128 del libro de Citas, verso 1143, dice:

1143 -“Debajo de la Séptima Trompeta es para Israel lo mismo que el Séptimo Sello fue para la Iglesia”.

¿Y qué es el Séptimo Sello para la Iglesia? La Venida del Señor. ¿Y qué será para Israel la Séptima Trompeta? La Venida del Señor.

Ahora, vamos a ver esto con más claridad. En la página 129 también nos habla, verso 1150, y nos dice:

1150 – “Ahora, tan pronto como esta Iglesia, el misterio del Séptimo Sello es conocido (o sea, el misterio de la Segunda Venida es conocido por la Iglesia), y los judíos son llamados por el misterio de la Séptima Trompeta, que son dos profetas, Elías y Moisés”.

¿Ve que el misterio de la Séptima Trompeta son Moisés y Elías? Son los ministerios de Moisés y Elías manifestados, y ahora, dando el Mensaje al pueblo hebreo.

Y ahora, vamos a ver otro lugar: en la página 130, verso 1164, dice:

1164 -“Recuerden que los que están vivos y queden, no impedirán a los que están durmiendo, porque la Trompeta de Dios, esa última Trompeta…’. La sexta acaba de tocar. Y esa última Trompeta, como el último Sello, será la Venida del Señor. ‘Tocará, y los muertos en Cristo se levantarán primero”.

¿Qué será la Séptima Trompeta? Lo mismo que el Séptimo Sello para la Iglesia del Señor Jesucristo. Entonces ¿qué es la Séptima Trompeta y qué es el Séptimo Sello? Pues dice que es la Venida del Señor: la Venida del Señor para la Iglesia y la Venida del Señor para el pueblo hebreo.

En la página 149, verso 1333, dice:

1333 – “Recuerden que los que viven y queden, no impedirán a los que duermen; porque la Trompeta de Dios, esa última Trompeta…’. La sexta acaba de sonar. Y esa última Trompeta, como el último Sello, será la Venida del Señor. Tocará, y los muertos en Cristo se levantarán primeramente…’. Solo descansando hasta ese tiempo”.

Y ahora, en cuanto a las plagas, vamos a ver lo que nos dice. Ya hemos visto que la Séptima Trompeta y el Séptimo Sello es lo mismo: es la Venida del Señor. Y ahora, en la página 246 del libro de Los Sellos dice (por la mitad de la página dice)… vamos a ver, dice:

“[72]. Mañana veremos las almas bajo el altar, luego el juicio, luego la salida al fin de la edad; y será el fin del tiempo y de todas las cosas. En ese Séptimo Sello son derramadas las copas y todo lo demás”.

En el Séptimo Sello son derramadas las copas y todo lo demás. Y el Séptimo Sello y la Séptima Trompeta, ambas cosas son una cosa: la Venida del Señor; en la Venida del Señor es que son derramadas las copas y todo lo demás.

Y ahora, veamos lo que nos dice la página 149 del libro de Citas, verso 1332, dice:

1332 – “Ustedes saben, en los postreros días han de ser repetidas esas plagas otra vez”.

En los postreros días han de ser repetidas esas plagas.

Ahora podemos ver que bajo el Séptimo Sello son derramadas estas plagas y estas copas. Por eso es que bajo el Séptimo Sello, que es también para los hebreos la Séptima Trompeta, vienen los juicios divinos para la raza humana, en cierta parte del Séptimo Sello, al final del Séptimo Sello.

Ahora, podemos ver que es un misterio grande lo que hay ahí, y todo está envuelto en la Séptima Trompeta y Séptimo Sello. Todo está envuelto en la Séptima Trompeta, que es el Sexto Sello, el cual, vean ustedes, son los ministerios de Moisés y Elías; y por cuanto el Hijo del Hombre viene con Sus Ángeles, donde esté el cumplimiento de la Venida del Hijo del Hombre, ahí estarán los ministerios de los Dos Olivos.

Y ahora, vean ustedes el por qué este Sexto Sello y Séptimo Sello son tan misteriosos, y esta Séptima Trompeta. Esa Séptima Trompeta es la Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta, que suena y son llamados y juntados todos los escogidos de Dios; porque la Trompeta de Dios sonará (¿para qué?) para llamar y juntar a todos los escogidos de Dios.

En la página 46 del libro de Citas, verso 402, dice:

402 – “Y nosotros que vivimos y hayamos quedado hasta la venida del Señor…”.

Vean para quiénes será la bendición de la transformación: para los que hayan quedado hasta la Venida del Señor y vean a los muertos en Cristo resucitados, entonces serán transformadas esas personas, que ya, por consiguiente, serán creyentes en Cristo nacidos de nuevo, los cuales estarán en la edad correspondiente a este tiempo final, que es la Edad de la Piedra Angular, madurando como creyentes. Sigue diciendo:

“… no evitaremos o impediremos a los que duermen. Esos preciosos que sellaron con su sangre… sellaron su testimonio con su sangre. ‘No impediremos o estorbaremos a los que duermen, porque sonará la trompeta’. Algo acontecerá, ese algo evangélico sonará, el anuncio de Su venida”.

Ese algo evangélico: el Evangelio del Reino, revelando, sonando, revelando el misterio de la Segunda Venida de Cristo con Sus Ángeles. Ese es el misterio del cual Cristo dijo2:

“Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras”.

Para unos: las bendiciones del Cielo; para otros: los juicios divinos. Por eso bajo el Séptimo Sello y Séptima Trompeta están los juicios divinos, son derramados los juicios divinos, las copas son derramadas.

Ahora, podemos ver que ese algo evangélico sonando es la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino revelando el misterio de la Segunda Venida de Cristo con Sus Ángeles en este tiempo final. Y vean ustedes que es bajo el sonar de la Séptima Trompeta que vendrá la bendición para la Iglesia del Señor Jesucristo y el juicio divino para el mundo.

Ahora, hemos visto, hasta donde hemos podido ver, el misterio de los ángeles, de los siete ángeles tocando las siete trompetas.

Recordemos que esa Séptima Trompeta es sonada por los Dos Olivos; por los Dos Olivos, que son Moisés y Elías, los ministerios de Moisés y Elías manifestados por el Ángel de Jehová en el Ángel del Señor Jesucristo.

¿Vieron lo sencillo que es todo? Todo es tan sencillo que si no vigilamos se nos pasará por encima todo el Programa de Dios correspondiente a este tiempo final.

Ahora, nosotros no estamos esperando los juicios divinos, sino las bendiciones divinas, la preparación nuestra, la revelación de Dios para nosotros, que es la fe para ser raptados, la revelación para ser raptados, que es la revelación de la Segunda Venida de Cristo con Sus Ángeles en este tiempo final; para así ser preparados – llamados, juntados y preparados, para cuando los muertos en Cristo resuciten y nosotros los veamos, nosotros ser transformados.

Todo es sencillo; y para nosotros lo que Cristo tiene son bendiciones, bendiciones para cada uno de ustedes y para mí también.

Agárrese bien de Cristo, el Ángel de Jehová, como se agarró Jacob3; pues Él para este tiempo ha prometido estar manifestado en medio de Su Iglesia. Agárrese bien de esa manifestación de Cristo en el Día Postrero, para obtener toda la revelación divina de Él, y obtener Sus bendiciones, y ser transformados en este tiempo final, pues lo que Él tiene para nosotros son bendiciones. Agárrese bien de Él, y obtendrá las bendiciones de Cristo.

Yo estoy bien agarrado de Él, del Ángel de Jehová, del Ángel del Pacto, del Ángel Fuerte que desciende del Cielo en Apocalipsis 10, para obtener Sus bendiciones en este tiempo final. Agárrese también usted bien de Él, y obtendremos todos Sus bendiciones en este tiempo final.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de: “EL MISTERIO DE LOS SIETE ÁNGELES TOCANDO LAS SIETE TROMPETAS”.

Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también, y pronto todos seamos transformados, juntamente con los muertos en Cristo cuando resuciten, y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Muchas gracias por vuestra amable atención, amados amigos y hermanos presentes, y los que estarán viendo esta conferencia, y que Dios les llene del conocimiento de todo Su Programa.

Dejo nuevamente con nosotros al reverendo Miguel Bermúdez Marín, para finalizar nuestra parte. Le estuve diciendo a Miguel que en este tema no podía hablar muchas cosas, porque no conviene hablar ciertas cosas o muchas de las cosas que están aquí, para esperar que se cumplan, para no interrumpir el cumplimiento de estas cosas.

Así que quedaron cosas ahí que no fueron habladas, pero que están ahí; quizás en alguna ocasión Dios me permita hablarlas; pero hasta ahora, con lo que sabemos… Sabemos que la Séptima Trompeta y el Séptimo Sello es la Venida del Señor; sabemos que el Ángel que era diferente a los demás, de los siete ángeles que aparecieron al reverendo William Branham…, siete ángeles le aparecieron, y el reverendo William Branham, siendo un ángel mensajero de las edades, entonces serían ocho ángeles mensajeros aquí en esa gran reunión de ángeles mensajeros de Dios.

El Ángel que era diferente a los demás, el cual está acá arriba, Ese era el que tenía el Séptimo Sello, y Ese es el que tiene el misterio del Séptimo Sello y de la Séptima Trompeta. ¿Ven lo sencillo que es? Es el misterio del Ángel que era diferente a los demás, ese es el misterio de la Séptima Trompeta y es el misterio del Séptimo Sello, porque ese es el misterio de la Venida del Señor, de la Venida del Ángel que era diferente a los demás.

Bueno, por aquí tenemos al reverendo Miguel Bermúdez Marín ya, para concluir nuestra parte en esta noche dándole gracias a Cristo por Sus bendiciones, y por permitirnos escuchar y entender estas cosas relacionadas a estos ángeles, y sobre todo a este séptimo Ángel y esta Séptima Trompeta.

Bueno, vamos a dejar al reverendo Miguel Bermúdez Marín por aquí con nosotros.

Que Dios les bendiga y les guarde, y con nosotros el reverendo Miguel Bermúdez Marín.

“EL MISTERIO DE LOS SIETE ÁNGELES TOCANDO LAS SIETE TROMPETAS”.

[Revisión febrero 2021]

1 SPN65-0725E “¿Cuál es la atracción en el Monte?”, págs. 15-16, párrs. 96-97

2 San Mateo 16:27

3 Génesis 32:24-29

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