Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos presentes y también cada uno de ustedes allá en Puerto Rico; que las bendiciones de Cristo, el Angel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mi también, y nos permita Cristo entender Su Programa, y así todos los hijos e hijas de Dios entren de lleno a Su Programa y todos seamos sellados por Cristo en Su Reino, y se complete el número de los escogidos de Dios en este tiempo final. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
En estos dias estamos viendo en toda la América Latina y el Caribe al Espíritu de Dios moviéndose, para los creyentes en Jesucristo que no han sido bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo sean bautizados. ¿Y por qué se requiere que sean bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo? San Pedro nos dice en el Libro de los Hechos, y también San Marcos nos habla diciéndonos en el capítulo 16, verso 15 al 16, dice Jesús:
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
Y en el Libro de los Hechos, capítulo 2, verso 37 al 41 dice:
“Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel dia como tres mil personas.”
Y en el capítulo 2 también, verso 15 en adelante dice San Pedro:
“Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día.
Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:
Y en los postreros días dice Dios,
Derramaré de mi Espirítu sobre toda carne,
Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizaran;
Vuestros jóvenes verán visiones,
Y vuestros ancianos soñarán sueños;
Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días,
Derramaré de mi Espirítu, y profetizarán.
Y daré prodigios arriba en el cielo,
Y señales abajo en la tierra,
Sangre y fuego y vapor de humo,
El sol se convertirá en tinieblas,
Y la luna en sangre,
Antes que venga el día del Señor,
Grande y manifiesto;
Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.”
Cuando somos bautizados es invocado el Nombre del Señor Jesucristo sobre el creyente para salvación.
“INVOCANDO EL NOMBRE DEL SEÑOR PARA SALVACIÓN.”
En el Libro de los Hechos, capítulo 22, dice el apóstol San Pablo, narra la experiencia que él tuvo cuando se encontró con Jesús en la Columna de Fuego; y luego cuando fue a orar por él el hermano Ananías, el cual era un varón piadoso. Dice capítulo 22, verso 12 en adelante (dice):
“Entonces uno llamado Ananías, varón piadoso según la ley, que tenia buen testimonio de todos los judíos que allí moraban, vino a mí, y acercándose, me dijo:
Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella misma hora recobré la vista y lo miré.
Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas el Justo, y oigas la voz de su boca.
Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído.
Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.
“SIENDO BAUTIZADOS INVOCANDO EL NOMBRE DEL SEÑOR JESUCRISTO PARA SALVACIÓN.”
Todo el que creyere y fuere bautizado será salvo, más el que no creyere será condenado. La Iglesia del Señor Jesucristo nació el Día de Pentecostés con 120 personas, que bajo el ministerio de Jesús y Juan el Bautista ya habían sido bautizados; y luego el Día de Pentecostés cuando Pedro predicó su primer Mensaje, todos los que creyeron fueron bautizados, como nos dice San Pedro cuando le preguntaron qué hacer, Pedro contesto a ellos:
“Pedro les dijo: Arrepentios y bautícese, cada uno de vosotros en el Nombre de Jesucristo (ahí es donde está invocando el Nombre del Señor sobre la persona, es invocado sobre la persona), para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
Y ahora, el Buen Nombre que ha sido invocado sobre los que han sido bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo es para salvación. Siendo bautizados y el Nombre del Señor siendo invocado sobre el creyente para salvación; para eso es invocado el Nombre del Señor Jesucristo sobre la persona en el bautismo: para que así reciba salvación, reciba el Espíritu Santo y tenga vida eterna.
Y ahora, ustedes aquí en Lima, como también ustedes allá en Puerto Rico que serán bautizados; recuerden: es invocado el Nombre del Señor Jesucristo sobre el creyente que es bautizado para salvación.
Estén allá en Puerto Rico preparados como les explicó Miguel: con la ropa correspondiente, y nos estaremos viendo en la fecha que Miguel les ha dicho. Pues serán llevados a cabo los bautismos el Domingo de Ramos después de la primera actividad a las 2:00 o 3:00 de la tarde —digamos—, a las 2:00 de la tarde ya estaremos para los bautismos de las primeras personas que serán bautizadas; y luego el Viernes Santo nos reuniremos nuevamente a las 2:00 de la tarde, tendremos bautismos también; luego el Sábado a las 2:00 de la tarde también; y luego el Domingo de Resurrección, en la segunda actividad, a las 2.00 del la tarde también tendremos bautismos.
Y esperamos que con esas cuatro actividades de bautismos, sean bautizados todos los hermanos en Puerto Rico que no han sido bautizados. Lleven también a sus familiares para que estén en los bautismos y canten también, para que así todos unidos estemos escuchando el Nombre del Señor Jesucristo siendo invocado sobre los que son bautizados para salvación.
Y que Dios siga añadiendo allá en Puerto Rico los que faltan por llegar, y también en cada país y en cada congregación.
“INVOCANDO EL NOMBRE DEL SEÑOR JESUCRISTO PARA SALVACIÓN.”
“¿Por qué te detienes? Levántate y bautízate invocando su nombre.” Dijo Ananías a San Pablo, que antes era Saulo de Tarzo.
Y para los que preguntaron el día de pentecostés qué tenían que hacer, Pedro les dice:
“Arrepentíos, y bautícese, cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo y recibiréis…”
Vamos a ver: “Arrepentíos, y bautícese, cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo, para perdón de los pecados; y recibiréis, el don del Espíritu Santo.”
Hemos visto porqué todos tenemos la necesidad de ser bautizados: para que el Nombre del Señor Jesucristo sea invocado sobre nosotros, sea invocado el Nombre del Señor Jesucristo sobre toda persona que cree en Jesucristo como su Salvador y que se arrepiente de sus pecados y coloca sus pecados en la Sangre de Jesucristo, y es bautizado siendo invocado el Nombre del Señor Jesucristo sobre la persona; y ahí representa —se representa— la muerte y resurrección de la persona; ahí representa que cuando Cristo fue bautizado, también la persona fue bautizada ya, y cuando salió de las aguas también la persona estaba saliendo de las aguas, porque estabamos en Cristo. Y cuando Cristo murió, estaba muriendo con El, y cuando Cristo resucitó estabamos resucitando con El; porque en todos los lugares que Cristo estuvo ahí estábamos nosotros con El.
Y ahora nosotros en el bautismo representamos, o se representa, todo esto, y da testimonio así cada persona de que ha creído en Jesucristo, el Hijo de Dios, de todo corazón, y lo ha reconocido y proclamado como su Salvador personal, su único Salvador. Y el Nombre del Señor Jesucristo es invocado sobre la persona para salvación.
Muchas gracias por vuestra amable atención, amados amigos y hermanos presentes, y también cada uno de ustedes allá en Puerto Rico.
Dejo nuevamente a nuestro amado amigo y hermano Miguel Bermúdez Marín, para continuar y llevar a cabo los bautismos en agua en el Nombre del Señor Jesucristo de las personas que están ya listas para ser bautizados y ser invocado sobre ellos el Nombre del Señor Jesucristo para salvación, y recibirán el don del Espíritu Santo conforme a la promesa de Jesucristo, y así recibirán vida eterna, recibirán así una vida nueva, el nuevo nacimiento. Porque lo más importante para el ser humano es la vida nueva, o sea, lo más importante para el ser humano es la Nueva Creación.
Con nosotros nuevamente el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín.
Que Dios les bendiga, y les guarde a todos.
“INVOCANDO EL NOMBRE DEL SEÑOR PARA SALVACION.”
[El Hno. William pasa de nuevo y agrega unas palabras – Editor].
Quería decirte algo a tí, y a Miguel y a todos: No se si ustedes se dieron cuenta que tanto el ministerio de Juan, de Jesús y de los apóstoles, todo eso comenzó llamando al pueblo al arrepentimiento y siendo bautizados, y así también terminará el Programa de Dios con Su Iglesia, con los últimos escogidos de Dios. Por eso ustedes pueden ver este movimiento de llamamiento al arrepentimiento y bautismo en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Como comenzó Cristo, los apóstoles y Su Iglesia, también finalizará la Iglesia de Jesucristo, finalizará la Obra de Cristo, produciendo una Nueva Raza, una Nueva Creación, de hijos e hijas de Dios.
“INVOCANDO EL NOMBRE DEL SEÑOR PARA SALVACION.”