Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo cristiano alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.
Para lo cual quiero leer en San Mateo, capítulo 11, versos 28 al 30, donde nos dice el mismo Jesús:
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema para esta ocasión es: “LLEVANDO CON AMOR EL YUGO DE JESUCRISTO.”
Cristo en este pasaje extiende Su llamado, Su invitación, a toda persona que está trabajada y cansada, cargada y cansada, para obtener descanso para el alma que es el descanso más importante que la persona necesita.
Una persona puede estar sin comer muchos días, puede estar sin tomar agua también —cierta cantidad de tiempo—; pero sin dormir tiene un límite corto de tiempo; y luego muere la persona.
Y ahora, así como vemos que se requiere descanso para nuestro cuerpo físico, así como también necesitamos alimento para nuestro cuerpo físico; y el alma nuestra necesita alimento y ese alimento es un Alimento Espiritual que es la Palabra, y también necesita descanso nuestra alma.
Y ahora, ¿cómo vamos a poner a descansar nuestra alma? Cristo dijo… El nos dice: “… y hallaréis descanso para vuestras almas.” En Cristo está el descanso para nuestras almas. Así como Dios le estableció al pueblo hebreo un día de descanso (el sábado), ahora, encontramos que nuestro sábado para descanso de nuestra alma es Jesucristo nuestro Salvador.
Y ahora, viniendo a Cristo como nuestro Salvador, recibiéndolo como nuestro Salvador estamos recibiendo el Sábado que nos dará descanso para nuestra alma. Así como en el día sábado el pueblo hebreo recibía descanso para su cuerpo físico, ahora recibiendo a Cristo como nuestro Salvador, recibimos descanso para nuestra alma.
Y ahora, también El nos dice:
“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descansos.”
Estando con el yugo de Cristo es que obtenemos descanso para nuestra alma.
Y ahora, cuando se le coloca en una hacienda el yugo a los bueyes, es para trabajar; cuando se le quita, pues ya no van a trabajar.
Y ahora, Cristo nos dice: “Llevad mi yugo sobre vosotros.” Siendo que es el yugo de Cristo, y siendo que cuando se le coloca el yugo a los bueyes para trabajar, se coloca un buey en un lado y otro buey en otro. Y usted y yo al estar con el yugo de Cristo, el yugo de Cristo: en un lado está usted, ¿y quién está al otro lado? Jesucristo nuestro Salvador. Y por eso es que es liviano, porque la parte más pesada El es el que la lleva, y El es el que nos da fuerza para llevar hacia adelante nuestra vida cristiana y nuestro trabajo en el Señor, del cual dice San Pablo: “Vuestro trabajo en el Señor no es en vano.”
Y ahora miren, cuando se termina la labor en el campo, la labor de arar el campo, se dice: “Estos bueyes, esta yunta de bueyes fue la que llevó a cabo esta labor; y esta yunta de bueyes es la mejor.”
Y ahora, la mejor en el Reino de Dios es la que está con el yugo de Cristo, Cristo a un lado y la persona al otro lado, viviendo la vida cristiana y trabajando en la Obra del Señor Jesucristo.
Y ahora, vean el porqué Su yugo es fácil: porque El está en ese yugo, en la otra parte del yugo y usted está al otro lado del yugo; por lo tanto la fuerza grande y espiritual es la de Cristo.
Y ahora, es Cristo en cada uno de ustedes y en mí también.
Y vean ustedes, una persona como los bueyes enyugados trabajando ¿cómo van a tener descanso? Pero vean, si uno de los bueyes es bien fuerte y el otro es débil; el más débil a la medida que el más fuerte lleva la carga pesada, el más débil dice: “Es liviana la carga.” Pero es que el más fuerte está llevando la carga y está usando todas sus fuerzas. Pero vamos en pareja con Cristo, porque Cristo y Su Iglesia son nada menos que el Esposo (Cristo) y Su Esposa, Su Novia, Su Iglesia.
Y ahora, podemos ver cómo se lleva el yugo de Cristo: lo llevamos con El, es el yugo de Cristo; y por eso es que en esta Tierra Cristo obra a través de seres humanos, a través de Sus redimidos, porque están enyugados con El. Y enyugados con El, todo lo podemos en Cristo.
Por eso a través de la historia de la Iglesia del Señor Jesucristo hemos visto la Gloria de Cristo, la Gloria de Dios, manifestada en Su Iglesia, y ha sido Cristo el que ha estado llevando a cabo Su Obra. Pero vean, siempre ha sido a través de seres humanos, porque El obra en y a través de seres humanos; pero el que hace la Obra es El. “Y no es con ejércitos, ni con fuerzas, sino con mi Espíritu, ha dicho el Señor.”
Es con Su Espíritu que se lleva a cabo la Obra de Cristo en Su Iglesia de edad en edad. Fue la creación de la Iglesia la que fue representada en el capítulo 4 de Zacarías, en donde Dios le mostró el candelero o candelabro con sus siete lámparas, y le mostró también los dos olivos que vertían aceite por un tubo como oro. Y ahí muestra Dios a Zacarías, muestra la Iglesia del Señor Jesucristo y a Cristo obrando en Su Iglesia por medio de Su Espíritu. “Porque no es con ejércitos ni con fuerzas, sino con mi Espíritu, ha dicho el Señor.”
Y ha sido el Espíritu Santo, el Espíritu de Cristo el que ha estado en Su Iglesia obrando de edad en edad. Y para el Día Postrero estarán las Dos Ramas de Olivo y los Dos Olivos en Su Iglesia, que son los Dos Ungidos que están delante de la Presencia de Dios; así como en medio de la Iglesia de Jesucristo en las siete edades en cada edad, estuvo el ángel mensajero de cada edad representado en la luz o mecha encendida de cada lámpara que estaba en el candelero o candelabro.
Y ahora para el Día Postrero, en la Iglesia de Jesucristo el Espíritu Santo tendrá las Dos Ramas de Olivo y los Dos Olivos, que son los Dos Ungidos que están delante de la Presencia del Dios de toda la Tierra. Y conforme a Apocalipsis, capítulo 11, verso 3 en adelante, tenemos ahí la profecía que esos son los Ministerios de los Dos Ungidos que están delante de la Presencia de Dios, los cuales para el tiempo final estarán en la Tierra y profetizarán en este planeta Tierra. Y Sus profecías se cumplirán, pues Sus profecías serán las mismas profecías que están en la Escritura, pero que están selladas y cerradas. Y bajo esos Ministerios de los Dos Ungidos, todas esas profecías serán abiertas y cosas que están ahí selladas serán abiertas y llamadas por su nombre moderno.
Y ahora, para la Iglesia del Señor Jesucristo hay grandes bendiciones profetizadas para este tiempo final, porque así como los hebreos, los Judíos, trajeron el Evangelio a los gentiles, lo cual ocurrió por medio del Ministerio del Espíritu Santo a través de San Pedro y San Pablo. San Pedro tenía las llaves del Reino de los Cielos y abrió la Puerta del Reino de los Cielos, abrió el misterio de la Primera Venida de Cristo, abrió esa Puerta y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario, para que por esa Puerta entraran judíos, y después fue a la casa de Cornelio enviado por Dios, y abrió la puerta para los gentiles también, dando a conocer el misterio de la Primera Venida de Cristo; el Espíritu de Dios vino sobre aquellas personas y entraron así al Reino de los Cielos.
Luego que ya por medio de Pedro teniendo las llaves del Reino de los Cielos, para abrir la Puerta del Reino de los Cielos en la Dispensación de la Gracia, o sea, abrir a Cristo, la Puerta, abrir el misterio de la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario.
¿Y cómo recibir los beneficios de Su Primera Venida? Creyendo en nuestro amado Señor Jesucristo, arrepentidos de los pecados y lavando nuestros pecados en Su Sangre, y siendo bautizados en Su Nombre para luego recibir el bautismo del Espíritu Santo y obtener el nuevo nacimiento, y así ser enyugados con Cristo, y así llevar el yugo de Cristo todos los días de nuestra vida cristiana.
Y ahora, vean cómo comenzó todo allá cuando se abrió la Dispensación de la Gracia, y cómo un hombre llamado Pedro, el cual ni era un teólogo, ni un sacerdote, ni era un miembro del Sanedrín, tenía las llaves del Reino de los Cielos, tenía la revelación del Reino de los Cielos, tenía la revelación de la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario, y abrió la Puerta a hebreos y a gentiles. Y él teniendo las llaves ordenó a todos los que creyeron que se arrepintieran de sus pecados y fueran bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo.
Y ahora vean ustedes, cualquier persona puede pensar: “¿Pero y Jesús no había dicho: ‘bautizándolos en el Nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo,’ y ahora Pedro porqué ordena bautizar o bautiza en el Nombre del Señor Jesucristo?” Porque el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo es: El Señor Jesucristo. Señor Jesucristo es el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Y por eso cuando le apareció en la Columna de Fuego (Dios), y le habla a Saulo de Tarzo y le dice: “Saulo, Saulo ¿por qué me persigues?, dura cosa te es dar coses contra el aguijón.” (capítulo 9 del libro de los Hechos, y capítulo 22 también).
Y Pablo sabiendo que aquella Columna de Fuego, aquel Pilar de Fuego era la misma Luz, el mismo Angel del Pacto, Angel de Jehová, que le había aparecido al Profeta Moisés allá en el desierto del Sinaí en un árbol, en una zarza ardiente y Moisés le había preguntado quién era, este Angel en esa Luz le dice: “Yo Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.” Moisés quiere saber Su Nombre y el Angel le dice Su Nombre, el cual está escrito en cuatro consonantes: YHWH. Pero que los teólogos no conocen la pronunciación de esas cuatro consonantes y los rabinos hebreos tampoco la conocen, pues la pronunciación la conocía Moisés y quizás se la dio a conocer también a Aarón, cómo pronunciar ese Nombre; porque Moisés fue el que escuchó ese Nombre siendo pronunciado.
Pero luego, por cuanto hubo personas que querían escuchar la pronunciación de ese Nombre para luego usar ese Nombre para cosas malas, fue con el tiempo siendo ocultada la pronunciación del Nombre YHWH, o sea, del Nombre del Angel de Jehová, porque en el Angel de Jehová estaba el Nombre de Dios.
El Angel de Jehová es el mismo Dios en Su cuerpo teofánico. Por eso cuando le apareció al Profeta Moisés en el capítulo 3 del Exodo, le dice: “Yo Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.”
Y ahora, en el capítulo 23 del libro del Exodo también, Dios le dice a Moisés y Moisés lo comunica al pueblo hebreo, le dice de la siguiente manera:
«He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.
Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.”
Y ahora, ¿dónde está el Nombre de Dios? Pues en Su enviado. En Su Angel enviado es que está el Nombre del que lo envió.
Y ahora, en el capítulo 3, verso 12 del Apocalipsis, Jesucristo dice:
“Al que venciere, yo le haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.”
Es al Vencedor. Por lo tanto un Angel Mensajero de Jesucristo obtendrá la gran victoria en el Amor Divino, un Angel Mensajero de Jesucristo obtendrá esta bendición.
Y ahora, será en el Enviado de Jesucristo donde Jesucristo colocará Su Nombre nuevo, así como estaba en el Enviado de Dios, en el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, el Nombre del que lo envió.
Y ahora, Jesucristo dice en Apocalipsis, capítulo 22, verso 16:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”
Este Angel viene en el Nombre del que lo envió, así como Jesucristo decía: “Yo he venido en Nombre de mi Padre.”
Y ahora, vean ustedes cómo este gran misterio para el Día Postrero estará manifestado en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, en medio del Israel Celestial, así como el misterio del Nombre del Angel de Jehová estuvo manifestado en medio del pueblo hebreo en el Angel de Jehová; pero luego cuando el Angel de Jehová, el Angel del Pacto, se hizo carne, allí estaba el misterio del Nombre del Angel de Jehová manifestado. Por eso es que el Arcángel Gabriel le dijo a María que le pusiera por nombre Jesús al niño que iba a tener, y por eso es que Jesús en San Juan, capítulo 12, orando al Padre, dice de la siguiente manera:
“Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.”
Lo glorificó en la Primera Venida de Cristo, fue glorificado en la Primera Venida de Cristo el Nombre de Dios. Y para el Día Postrero en la Segunda Venida de Cristo será glorificado otra vez.
Hay un misterio muy grande ahí, el cual lo conocerá plenamente Aquel que recibirá la Piedrecita Blanca, y la Piedrecita Blanca es la misma Piedra que vio el profeta Daniel en el capítulo 2 de su libro, y la cual había visto el rey Nabucodonosor, esa Piedra no cortada de manos que vino y con Su Venida hirió a la imagen en los pies de hierro y de barro cocido; esa es la Segunda Venida de Cristo como la Piedra no cortada de manos; el que corta esa Piedra es Dios, es la Mano de Dios.
Y ahora, veamos lo que nos dice San Pedro acerca de lo que es una piedra. Habrá un monte donde y de dónde esa Piedra será cortada. En el capítulo 2 de Primera de Pedro, verso 4 en adelante, dice:
“Acercándoos a él, piedra viva, desechado ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,
vosotros pues, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.”
Y ahora, vean ustedes, así como Cristo es una Piedra viva, todos los escogidos de Dios llamados por Cristo, que lo reciben como su Salvador, lavan sus pecados en la Sangre de Cristo arrepentidos de sus pecados y son bautizados en Su Nombre y reciben el Espíritu de Cristo, son Piedras vivas cortadas por la Mano de Dios, y colocadas en la Casa de Dios; y siendo que la Casa de Dios es la Iglesia de Jesucristo y está siendo levantada esa Iglesia, siendo formada, creada, esa Iglesia en la forma de un Monte alto, encontramos que Dios es el que crea ese Monte, ese es el Monte de Dios.
El Rvdo. William Branham cuando predicó “La estatura de un hombre perfecto,” usó este diagrama en donde representa con este diagrama a la Iglesia de Jesucristo pasando por sus diferentes etapas. Aquí tenemos en este espacio pequeño la etapa del tiempo de los apóstoles, luego tenemos la primera edad donde San Pablo fue Su mensajero, la segunda edad donde Ireneo fue Su mensajero, la tercera edad donde Martín fue Su mensajero, la cuarta edad donde Colombo fue Su mensajero, la quinta edad donde Lutero fue Su mensajero, la sexta edad donde Wesley fue Su mensajero y la séptima edad donde el Rvdo. William Branham fue Su mensajero. Y luego solamente nos queda la Edad de la Piedra Angular donde Cristo estaría enviando a Su Angel para dar testimonio de estas cosas que deben suceder pronto.
Y a través de Su Angel; como se manifestó a través de estos mensajeros, se veló y se reveló a través de ellos, y esa fue la revelación de Cristo para cada edad a través de cada ángel mensajero dándoles Su Palabra y con esa Palabra llamando y juntando Sus escogidos de cada edad; también aquí en la Edad de la Piedra Angular, por medio de Su Angel Mensajero correspondiente al tiempo final. Jesucristo estará velado y revelado y estará hablándole a Sus hijos, y llamando y juntando a Sus escogidos con la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino, y así estará completando Su Cuerpo Místico de creyentes.
Y ahora, Cristo así como cortó las Piedras vivas, Cristo en Espíritu Santo en cada edad cortó esas Piedras vivas por medio de la manifestación que tuvo en cada edad Cristo; ahora en la Edad de la Piedra Angular corta las Piedras vivas, es la mano de Dios, es el Espíritu de Dios, el Espíritu de Cristo llamando y juntando a Sus escogidos y colocándolos en Su Cuerpo Místico de creyentes, produciendo en ellos el nuevo nacimiento; por lo tanto esas son Piedras vivas.
Y así como Cristo cortó los mensajeros, las Piedras vivas, mensajeros de cada edad, cortará la Piedra viva del Mensajero de la Edad de la Piedra Angular, será también una Piedra viva a través del cual Cristo se manifestará, se revelará, en el Día Postrero.
Y ahora, vean ustedes que este Monte, la Iglesia de Jesucristo es un Monte creado por Dios con Piedras vivas, con seres humanos.
Vean ustedes lo que dijo Juan el Bautista: “No comencéis a decir en vuestros corazones que son hijos de Abraham, porque Dios puede levantar hijos a Abraham aún de estas piedras.”
Y ahora, vean cómo Dios está levantando hijos de Abraham, hijos por la fe en Cristo, hijos de Abraham, los hijos de Abraham Celestiales, el Israel Celestial, compuesto por los miembros del Cuerpo Místico de Cristo.
Y ahora tenemos el Israel terrenal (el pueblo hebreo) y el Israel Celestial; el Israel terrenal y el Israel Celestial.
Y ahora, de en medio del Israel terrenal Dios levantó la Piedra viva, la Piedra Angular, la Primera Venida de Cristo, pues el Israel terrenal ha estado esperando la Primera Venida de Cristo, y allí fue cortada esa Piedra viva: la Primera Venida de Cristo en un sencillo joven carpintero de Nazaret, por eso aquí San Pablo dice que El es la Piedra viva que los edificadores desecharon, la Piedra del ángulo.
Y aquí tenemos la Iglesia de Jesucristo: el Israel Celestial, como también fue el Israel terrenal. Por ejemplo: en el Israel terrenal el último profeta mensajero correspondiente a la séptima etapa o edad de la Iglesia hebrea bajo la ley, del pueblo hebreo bajo la ley, fue el profeta Juan el Bautista precursor de la Primera Venida de Cristo.
Y luego vino la etapa de la Edad de la Piedra Angular, la etapa de la edad de la Venida del Hijo del Hombre en medio del pueblo hebreo, y eso fue la etapa o edad de la Primera Venida de Cristo al medio del pueblo hebreo como la Piedra viva y la Piedra del ángulo que los edificadores desecharon; El es esa Piedra viva que corona todo el edificio y que corona también la Edad de la Piedra Angular allá. Por eso la etapa de la Primera Venida de Cristo es la Edad de la Piedra Angular, en el tiempo en que se cumplió la Primera Venida de Cristo en medio del Israel terrenal.
Y ahora, la Segunda Venida de Cristo es para el Israel Celestial. Por lo tanto la Edad de la Piedra Angular es la Edad de la Venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles, donde son llamados y juntados todos los escogidos de Dios; y la Piedra aquí que corona esta Edad, es la Venida del Señor, la Venida de la Piedra no cortada de manos.
Y ahora, podemos ver aquí en el libro del Apocalipsis, capítulo 2, verso 17, que nos dice:
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido.”
¿El Maná escondido estaba dónde en el templo? En el arca del pacto allá en el lugar santísimo. El lugar del lugar santísimo es la parte más importante del tabernáculo que construyó el Profeta Moisés y del templo que construyó el rey Salomón, porque representa el Lugar Santísimo del Templo Celestial donde está Dios en la séptima dimensión, y donde está el Trono de Dios.
El Trono de Dios está representado en el propiciatorio que estaba sobre el arca del pacto; por eso sobre el propiciatorio el Profeta Moisés cuando dedicó el templo a Dios, el tabernáculo, él roció sobre el propiciatorio siete veces. Así también Cristo en el Templo Celestial ha estado sobre el Trono de Intercesión, sobre la Silla o Asiento de Intercesión, haciendo Intercesión con Su propia Sangre como Sumo Sacerdote del Dios Altísimo y del Templo Celestial.
El Lugar Santísimo es la parte más importante del Templo, porque ahí está el Arca del Pacto; el Lugar Santísimo representa el Lugar donde está Dios sentado en Su Trono, donde ascendió Cristo para sentarse en el Trono de Dios como El lo había dicho, y allí hacer intercesión por todos los que tienen sus nombres escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.
El ha estado llamando y juntando a todas esas personas de etapa en etapa, de edad en edad. Y la Iglesia del Señor Jesucristo cada creyente nacido de nuevo ha estado llevando el yugo de Cristo, ha estado enyugado con Cristo, trabajando en la Obra de Cristo. Y por eso San Pablo dice: “Vuestro trabajo en el Señor no es en vano”; porque hemos estado enyugados con Cristo, hemos estado llevando el yugo de Cristo y la carga ha sido ligera, liviana, por causa de que Cristo ha estado manifestando Su Poder para que la carga sea liviana.
Y ahora la vida cristiana es fácil de llevar si estamos enyugados con Cristo, si estamos llevando el yugo de Cristo, la vida cristiana aunque tiene etapas en donde la persona sufre, con todo y eso hay gozo en el alma del cristiano y hay descanso para nuestras almas, El es nuestro sábado, nuestro descanso para nuestra alma.
Ahora, hablando aquí del Maná escondido, el Rvdo. William Branham hablándonos del Maná escondido, vamos a ver lo que nos dijo, para que tengan el cuadro claro de este misterio del Maná escondido. En la página 230 del libro de “Las Edades,” en español —editado—, dice:
“Ahora, también hay el pensamiento de la participación futura del maná escondido. Yo pienso que será la participación eterna de la revelación de Jesucristo en las edades venideras.”
¿Qué es el Maná escondido? La revelación de Jesucristo en las edades eternas. Por eso es que en la Edad de la Piedra Angular que es una Edad eterna, viene la revelación de Jesucristo que luego durante el Reino Milenial y en la eternidad se va a tener, viene la revelación de Jesucristo de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.
Esa revelación es el Maná escondido para todos los hijos e hijas de Dios en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo. De ese Maná escondido es que le estará dando también el Siervo fiel y prudente a todos los hijos de Dios en la Casa de Dios. Ese Maná escondido es el que recibe el Mensajero del Día Postrero, el que recibe el Siervo fiel y prudente que es colocado en la Casa de Dios para que les dé el Alimento a tiempo en este tiempo final; y él tendrá ese Maná escondido, él tendrá la revelación de la Segunda Venida de Cristo con un Nombre Nuevo, y él será el que estará alimentando a todos los hijos e hijas de Dios en la Edad de la Piedra Angular, ¿con qué? Con el Alimento Espiritual para el alma, el Alimento del Maná escondido.
Y ahora, podemos ver este misterio del Maná escondido. Por eso es que en Isaías, capítulo 11, verso 9 y también en Habacuc, capítulo 2, verso 14, dice:
“Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.”
Será llena la Tierra, todo ser humano durante el Reino Milenial, del conocimiento de la Gloria de Jehová manifestada en la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo, será llena la Tierra del conocimiento de la Venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles, será llena la Tierra del conocimiento de la Venida del Hijo del Hombre en el Reino de Su Padre. Como dice Jesucristo en San Mateo, capítulo 16 versos 24 en adelante, dice:
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará
Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.”
Del conocimiento de la Gloria de Jehová, de la Gloria del Padre, manifestada en la Venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles, será llena toda la Tierra, por medio de la revelación Divina, del Mensaje Divino del Evangelio del Reino dando a conocer el misterio de la Venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles.
Ahora podemos ver este gran misterio, el cual está profetizado para ser cumplido en este tiempo final. Sigue diciendo Jesús:
“De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.”
Y luego seis días después, dice el capítulo 17 de San Mateo:
“Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto;
y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.
Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.
Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.
Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.”
Aquí Cristo está mostrándole a Sus discípulos, Pedro, Jacobo y Juan, lo que será la Venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles; por eso es que aparecen aquí los Dos Olivos que son Moisés y Elías, y aparece el Hijo del Hombre con Su rostro como el sol y Sus vestiduras resplandecientes como la luz, aquí le está mostrando Cristo a Sus discípulos la Venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles, está mostrándole aquí la Venida del Reino de Dios.
Y ahí está el Orden de la Venida del Reino de Dios: tienen que estar Moisés y Elías, o sea, los Ministerios de Moisés y Elías manifestados en la Tierra en medio de la Iglesia de Jesucristo y el Ministerio de Jesús; todo esto es para el Monte de Sion que es la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y ahora continuamos —ya vimos lo que es el Maná escondido…— y ahora continuamos leyendo:
“… y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.”
Así que una persona recibirá ese Nombre Nuevo, un Nombre Nuevo está señalado para ser recibido por el Vencedor. El Rvdo William Branham hablándonos acerca de este misterio del Nombre nuevo, dice algo muy grande. Vamos a ver en la página 44 del libro de “Citas,” párrafo 377, dice:
“Y cuando (vamos a ver)… Dios mandó a Su líder lleno del Espíritu Santo para un grupo lleno del Espíritu Santo, Su ángel, y puso sobre él un sello de un nombre, pero no lo revelará. Lo tendrá que guardar asimismo, ¿ve? Ningún hombre lo sabe sino el mismo.’ Maná escondido, una piedra, con un nuevo nombre, con un nombre nuevo que ninguno sabe, sino él mismo y fue dirigido al ángel de la Iglesia.”
Y en la página 46 también nos habla… El párrafo 394, dice:
“Y escribiré sobre él mi nombre nuevo.’ Es mejor dejar eso solo (o sea, es mejor dejar eso quietecito), ¿verdad? Muy bien, Fíjese ‘El. (o sea, cuando dice: ‘escribiré sobre él.’).’ Ahora dice: “El’ allí es singular.” O sea que se refiere a una persona, y el Rvdo William Branham dice que es un Angel Mensajero. Este es un misterio muy grande que miles de teólogos lo han visto y no han podido descifrarlo.
Pero vean ustedes, es que el misterio está en Aquel que recibe ese Nombre, porque nadie lo conocerá, sino Aquel que lo recibe; por eso ese misterio estará sellado, excepto para Aquel que lo recibe en el tiempo correspondiente. Este es un misterio muy grande del cual Cristo habló.
El Rvdo. William Branham también dice en el libro de “Las Edades —sin editar—,” que Dios le revelará ese Nombre a ese Vencedor, a ese Angel Mensajero que obtendrá la victoria. ¿Y la victoria final y la más grande victoria se obtendrá dónde? En la Edad de la Piedra Angular en el Día Postrero, y esa será la gran victoria en el Amor Divino.
Y ahora, ¿dónde estaba el Nombre de Dios para Redención dos mil años atrás? Pues estaba en el Mensajero de la Edad de la Piedra Angular: en Jesucristo: “Yo he venido en Nombre de mi Padre.” Ahí estaba el misterio del Nombre de Dios para Redención: Jesús que significa Salvador o Redentor, y en hebreo es Josué.
Y ahora, podemos ver que este misterio del Nombre Nuevo, es un misterio que conocerá el Mensajero y que El no abrirá completamente ese misterio, pero que todos cuando vean ese Mensajero sabrán que él vendrá en el Nombre del que lo envió.
Ese misterio del Nombre Nuevo, vean ustedes, tiene que ver… vamos a ver en la página… página 2-A del libro de “Citas,” dice:
“El se levantó y ascendió, recibió un Nuevo Nombre que nadie conocía; entonces yo lo veo a El viniendo en Su poder.”
El viene en Su Poder con un Nombre Nuevo. De eso es que nos habla también Apocalipsis, capítulo 19, la Venida del Jinete del Caballo Blanco de Apocalipsis 19 que es la Venida de Cristo, y viene con un Nombre que ninguno entendía, sino él mismo, y Su Nombre es llamado el Verbo de Dios; cuando vino el Verbo dos mil años atrás tenía el Nombre para Redención; el Verbo que era con Dios y era Dios se hizo carne y habitó en medio del pueblo hebreo y fue llamado Jesús, ese es el Nombre del Verbo hecho carne dos mil años atrás y Su Nombre significa: Salvador, Redentor, para poder llevar cabo la Obra de Redención.
Ahora, hay un misterio muy grande ahí, está ligado al Israel Celestial y también al Israel terrenal, pues ambos recibirán bendición de Dios. En la página 22 del libro de “Citas,” párrafo 176, dice:
“Y allí están esos dos testigos. Y cuando ellos atormenten al mundo, con sus predicciones, y reúnan otra vez a los judíos, trayéndolos al arrepentimiento, trayéndolos otra vez para que crean… cuando vean a Jesucristo viniendo por la Novia, ellos dirán: ‘Mirad, este es el Dios a quien hemos esperado. !Este es El!’ Pero El no viene por ellos, viene por Su Novia.”
Y más abajo en ese mismo párrafo, dice:
“Cuando el Señor Jesucristo venga por su Novia, y ellos lo vean a El, ellos dirán, ‘¡Este es el que hemos esperado, allí está El!, El se levantará con sanidad en Sus alas.”
[Malaquías 4:2 – Editor] “Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación (sanidad).” Viene para traer una sanidad total y eterna, para darnos un cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y ahí queda el cuerpo sano, tendremos un cuerpo completamente sano para toda la eternidad, ni la enfermedad de la vejez se le puede acercar.
Ahora podemos ver que hay un misterio ahí. Pero vamos a continuar… ya hemos visto que El viene para Su Iglesia y a Su Iglesia. Veamos lo que dijo el Rvdo. William Branham en la página 57 del libro de “Los Sellos,” dice:
“Y vi otro ángel fuerte, descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza (o sea, esto Apocalipsis, capítulo 10, verso 1 en adelante.)…
Ahora, si Ud. se fija bien. notará que esta persona es Cristo, porque aun en el Antiguo Testamento El fue llamado el Angel del Pacto; y El ahora viene directamente a los judíos porque la Iglesia ha llegado a su fin. Ahora continuando:
…y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.
¿Recuerdan el ángel de Apocalipsis capítulo uno? Este es el mismo. Un ángel es un mensajero, y él es un mensajero a Israel. ¿Ve Ud.? La Iglesia está a punto de ser raptada. El viene por Su Iglesia.”
Cristo, el Angel fuerte que desciende del Cielo, el Angel del Pacto, el Mensajero a Israel, el que libertó al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto, el que se manifestó a través del Profeta Moisés y llevó al pueblo por el desierto, y luego continuó Su Obra con Josué y pasó el pueblo a la tierra prometida, y luego estuvo con los profetas y se veló y se reveló por medio de los profetas en la porción correspondiente a cada tiempo, y luego se veló en carne humana en Jesucristo en toda Su plenitud y estuvo en medio del pueblo hebreo con el Nombre de Dios para Salvación, el Nombre Jesús. Luego que murió Su cuerpo físico y luego resucitó Su cuerpo físico, glorificado y ascendió al Cielo, luego descendió en Espíritu Santo el día de pentecostés y ha estado en medio de Su Iglesia llamando y juntando a Sus hijos de edad en edad, y ha estado manifestándose por medio de los apóstoles y luego por medio de los siete ángeles mensajeros de edad en edad.
Y así, han estado siendo unidos a Cristo, tomando el yugo de Cristo millones de seres humanos que lo han recibido como su Salvador reconociendo que son pecadores, han confesado sus pecados a Cristo, han lavado sus pecados en la Sangre de Cristo, echando sus pecados en la Sangre de Cristo, al reconocer el Sacrificio de Cristo por nosotros, y reconocer que la Sangre de Cristo nos limpia de todo pecado y ser bautizados en Su Nombre, en el Nombre del Señor Jesucristo, y luego recibir el Espíritu Santo y así obtener el nuevo nacimiento y obtener el cuerpo teofánico de la sexta dimensión; y así quedar con el yugo de Cristo en nosotros, y estar enyugados con Cristo nuestro Salvador, caminando con Cristo a nuestro lado todos los días de nuestra vida.
Y ahora, El ha estado en cada ángel mensajero hablándole a Su Iglesia, y Cristo, el Angel del Pacto, en esa manifestación que ha tenido en cada edad, al enviar a Su ángel mensajero de cada edad, ese ha sido en ángel guardián de cada edad en la Iglesia, en el cual ha estado Cristo, el Angel del Pacto, manifestándose.
Y ahora vean ustedes cómo cada edad al nacer tiene Su ángel guardián, en el cual está Cristo en Espíritu Santo manifestado de edad en edad. Y por medio de esa manifestación de Cristo en el ángel guardián, en el ángel mensajero, cuida, protege, y guía a Su Iglesia en cada edad.
Así es como la Iglesia de Jesucristo como Cuerpo Místico de creyentes ha sido guiada por Cristo, el Angel del Pacto, de edad en edad; y así es para nuestro tiempo en el cual nosotros vivimos, en el tiempo de la Edad de la Piedra Angular, que es el tiempo del Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Jesucristo.
Ahora, hemos visto el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, el cual es el mismo Cristo en Su cuerpo teofánico —aquí—, el cual ha estado de edad en edad en Su Iglesia. Y para el Día Postrero El siendo el Mensajero a Israel, viene por Su Iglesia y luego se revelará al pueblo hebreo, porque el pueblo hebreo lo verá manifestado en medio de Su Iglesia.
Así como nosotros hemos visto a través de las Escrituras la Primera Venida de Cristo cumplida ¿dónde? En medio del pueblo hebreo. Y ahora, la Segunda Venida de Cristo, el Angel del Pacto será vista por el pueblo hebreo, cumplida en medio de la Iglesia de Jesucristo.
En la página 131 del libro de “Los Sellos,” nos dice el Rvdo. William Branham, en el primer párrafo y segundo, dice:
“Y ahora Jesús: Su Nombre sobre la Tierra fue Jesús el Redentor, porque El fue Redentor cuando estuvo sobre la Tierra; pero cuando conquistó el infierno y la muerte los venció y ascendió entonces recibió un nuevo nombre. Por esa razón es que gritan y hacen tanto ruido y no reciben nada. Será revelado en los truenos.
Fíjense en el misterio. El viene cabalgando. Tiene que haber algo para cambiar esta Iglesia. Uds. saben eso. ¡tiene que venir algo! Ahora noten: nadie entendía ese nombre, sino El mismo.
Y estaba vestido de una ropa teñida en sangre y su nombre es llamado El Verbo De Dios.
Y los ejércitos que están en el Cielo lo seguían en caballos, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio.
De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las gentes y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.
Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey De Reyes Y Señor De Señores.
Allí viene el Mesías, allí es donde está.”
Más abajo en esa misma página 131, dice:
“… pero Cristo es llamado ‘El Verbo De Dios.’ El es la Palabra, por eso es llamado ‘El Verbo De Dios.’ Ahora El tiene un Nombre que nadie sabe, pero es llamado ‘El Verbo De Dios.”
Y en la página 134, dice (del libro de “Los Sellos.”):
“Y noten Uds. Cuando este Espíritu Santo que tenemos llegue a encarnarse, el que está en nuestro medio ahora mismo en la forma del Espíritu Santo, cuando El llegue a ser encarnado en la Persona de Jesucristo, entonces nosotros le coronaremos como “Rey de reyes y Señor de señores.”
Y en la página 146, nos dice, en el último párrafo de “los Sellos…” el último párrafo de la página 146, dice:
“Y al mismo tiempo que el diablo cae del Cielo y se encarna en un hombre, el Espíritu Santo sube y viene encarnado en un hombre.”
Y en la página 256 del libro de “Los Sellos,” dice:
“Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la Tierra, El vendrá sobre un Caballo blanco como la nieve, y será completamente Emmanuel —La Palabra de Dios encarnada en un hombre.—”
Y ahí está el misterio, porque ahí viene en esa manifestación Cristo, el Angel del Pacto, el Espíritu Santo manifestado en un hombre del Día Postrero; ese hombre vendrá en el Nombre Nuevo del Señor Jesucristo, ese hombre será el único que conocerá el misterio de Su Venida y el misterio de Su Nombre, y el misterio de la Obra que El estará haciendo en este tiempo final, ése será el único que conocerá el misterio del Séptimo Sello, y ése es el único que podrá dar a conocer el misterio del Séptimo Sello, porque en ese hombre estará Cristo en Espíritu Santo velado y revelado. Y esa es la revelación final de Jesucristo para Su Iglesia y para el pueblo hebreo, y ése hombre será un Profeta dispensacional, y ese hombre es el Angel del Señor Jesucristo, del cual Cristo dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”
Eso es Apocalipsis 22, verso 16. Y Apocalipsis 22, verso 6, dice:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto (o que han de suceder pronto, vamos a ver cómo lo dice aquí:)… para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”
Este Angel del Señor Jesucristo es un Espíritu de Profeta, que es enviado a la Iglesia de Jesucristo en el Día Postrero, manifestado en carne humana. Dios es el Dios de los espíritus de los profetas; los espíritus de los profetas son los cuerpos teofánicos de los profetas, cuerpos parecidos a nuestros cuerpos, pero de la sexta dimensión.
Y ahora, el Dios de los espíritus de los profetas envía este espíritu de Profeta llamado el Angel del Señor Jesucristo para dar testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto.
¿Y de dónde será que él traerá toda esa revelación divina? Pues de otra dimensión, de la sexta dimensión él trae toda esa revelación divina, porque esa es la dimensión de la Palabra.
Y ahora, podemos ver que hay un misterio muy grande aquí en el Angel del Señor Jesucristo, y en la Obra que él estará haciendo, y en la manifestación que Cristo tendrá a través de Su Angel Mensajero, es tan grande el misterio que estará siendo manifestado por Dios en ese Angel, que hasta Juan quiso adorar al Angel del Señor Jesucristo y Juan sabía que no se podía adorar a un hombre; pero él sabiendo esa revelación y manifestación de Cristo, y está viendo que ese es el Angel Mensajero Vencedor sobre el cual Cristo escribe Su Nombre.
Vamos a ver Apocalipsis, capítulo 3… habíamos leído el capítulo 2, vamos a ver donde lo dejamos, capítulo 2, verso 17, decía:
“Daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.”
Y ahora vamos a ver cómo es que lo recibe. Apocalipsis, capítulo 3, verso 12, dice:
“Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios (no es que lo va a hacer una columna de concreto o de acero; porque el Templo de Dios es la Iglesia del Señor Jesucristo; por lo tanto lo va a hacer una persona importante en ese Templo Espiritual), y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios. (sobre ese Vencedor Cristo escribirá el Nombre de nuestro Dios, el Nombre Eterno de Dios) y el Nombre de la Ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del Cielo de mi Dios (la Jerusalén Celestial tiene un Nombre y ese es el Nombre Eterno de Dios), y mi nombre nuevo (y ese Nombre Nuevo es el Nombre Eterno de Dios).”
Y ahora, podemos ver que será escrito sobre uno de los vencedores del Señor Jesucristo. Sobre uno de los ángeles mensajeros del Señor Jesucristo será escrito el Nombre Eterno de Dios, Nombre de la Ciudad de nuestro Dios y Nombre Nuevo del Señor Jesucristo.
Todo ese misterio estará velado y revelado en y a través del Vencedor sobre el cual Cristo escribirá ese Nombre Nuevo, el cual estará, habrá tomado el yugo de Cristo, y estará enyugado con Cristo y estará trabajando con Cristo en la Obra de este Día Postrero; y estará llevando así el yugo de Cristo, y lo estará llevando con Amor, con Amor Divino.
Y también todos los hijos e hijas de Dios del Día Postrero habrán tomado el yugo de Cristo, y estarán llevando con Amor el yugo de Jesucristo; así es para nuestra edad, la Edad de la Piedra Angular, en este entrelace dispensacional. Cristo dijo: “Mi yugo es fácil y mi carga es ligera..”
Hemos visto cómo las bendiciones de Cristo han sido mayores que los problemas terrenales que hemos tenido nosotros; y hemos visto que aunque en este planeta Tierra suceden cosas que asustan a la gente, hemos visto que nuestra alma ha estado reposando, ha estado descansando en Cristo, porque El es nuestro descanso, El es nuestro Sábado.
Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia y en el alma de cada hijo de Dios es nuestro descanso, en El descansamos y estamos tranquilos, reposados, seguros de que si terminamos nuestros días aquí en la Tierra, pues pasamos al Paraíso y vivimos en el cuerpo teofánico, cuerpo angelical, hasta que Cristo resucite a todos los que han partido, que han sido creyentes en El; y si permanecemos vivos, pues estamos esperando nuestra transformación, y El nos da fuerzas espirituales para seguir adelante llevando con Amor el yugo de Jesucristo.
“LLEVANDO CON AMOR EL YUGO DE JESUCRISTO,” hasta que seamos transformados, hasta que tengamos el cuerpo nuevo, y ya cuando tengamos el cuerpo nuevo, será mucho más fácil toda nuestra vida que tendremos por delante, por el milenio, ¿y por cuánto tiempo más? Por toda la eternidad.
Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta noche, dándoles testimonio de cómo llevar el yugo con Amor en este tiempo final, y así todos estar conscientes que estamos llevando con Amor el yugo de Jesucristo.
Muchas gracias por vuestra amable atención, amados amigos y hermanos presentes, y tenemos a Erica en el cántico (Erica y América), mientras pasa nuestro amigo y Hermano Miguel Bermúdez Marín.
Y todos los que no han tomado el yugo de Cristo y quieren tomarlo, en esta noche levantando su mano en señal de que reciben a Cristo como su Salvador y confiesan a Cristo sus pecados, y colocan sobre el Sacrificio de Cristo todos sus pecados y toda su vida, para que Cristo les perdone y les de vida eterna, levantando su mano lo pueden hacer y Miguel estará orando por todos ustedes.
Recuerden que no hay nada más importante para el ser humano que la vida eterna .¿De qué le vale al hombre si gana todo el mundo y pierde su alma? De nada le sirvió vivir en esta Tierra. A esta Tierra nosotros hemos llegado para confirmar nuestro lugar en la vida eterna, y eso se hace confirmando nuestro lugar en el Programa de Cristo, tomando el yugo de Cristo para llevarlo con Amor.
Bueno, por aquí tenemos a Miguel mientras escuchamos el cántico que nos habla acerca del hombre que nos transformó y sigue transformando seres humanos.
Con nosotros el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín.
Que Dios les bendiga y les guarde a todos.
“LLEVANDO CON AMOR EL YUGO DE JESUCRISTO.”