Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Reciban también saludos de mi esposa Erica quien les ama grandemente y espera pronto estar con ustedes también en la República acá de Nicaragua. Y los cachorritos del León de la tribu de Judá reciban también saludos de América quien les ama también a ustedes y espera estar con ustedes en alguna ocasión.
Y ahora, vayamos a la Escritura de Segunda de Reyes, capítulo 2, verso 6 en adelante, dice:
“Y Elías le dijo: Te ruego que te quedes aquí (Elías le dijo a Eliseo)… Te ruego que te quedes aquí, porque Jehová me ha enviado al Jordán. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Fueron, pues, ambos.
Y vinieron cincuenta varones de los hijos de los profetas, y se pararon delante a lo lejos; y ellos dos se pararon junto al Jordán.
Tomando entonces Elías su manto, lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado, y pasaron ambos por lo seco.
Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí.
El le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; mas si no, no.
Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.
Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carros de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes.
Alzó luego el manto de Elías que se le había caído, y volvió, y se paró a la orilla del Jordán.
Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo golpeado del mismo modo las aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo.
Y viéndole los hijos de los profetas que estaban en Jericó al otro lado, dijeron: El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo. Y vinieron a recibirle, y se postraron delante de él.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema es: “¿DONDE ESTA EL DIOS DE ELIAS?”
Es una pregunta muy buena que todo ser humano tiene que hacerse, pues si cree que existe un Dios creador de los Cielos y de la Tierra, el cual es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios del pueblo hebreo y el Dios de todos los profetas del pueblo hebreo enviados por Dios, entonces necesitamos saber dónde está el Dios de Elías en este tiempo final.
Para que podamos comprender nuestro tema: “¿DONDE ESTA EL DIOS DE ELIAS?” Y tengamos esa pregunta contestada en nuestras almas, en nuestros corazones y en nuestra mente, necesitamos comprender que el Dios de Elías es el Dios creador de los Cielos y de la Tierra, del cual en el Génesis, capítulo 1, verso 1, dice:
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.”
El es el Dios que le apareció a Abraham en diferentes ocasiones, en diferentes ocasiones le apareció en forma de ángel, es conocido como el Angel de Jehová, y le apareció como Melquisedec, o sea, el mismo Dios en un cuerpo teofánico, un cuerpo parecido a nuestro cuerpo pero de otra dimensión, de la sexta dimensión; y en otra ocasión le apareció en el capítulo 18 del Génesis.
Como Melquisedec le apareció en el capítulo 14 del Génesis, pero como Elohím el día antes de la destrucción de Sodoma y de Gomorra le apareció Dios a Abraham en forma visible con dos arcángeles que eran Gabriel y Miguel (Génesis, capítulo 18 y capítulo 19), comieron con Abraham, Abraham los invitó a una comida, comieron con Abraham y luego se fueron de la casa de Abraham (que era una carpa) y se dirigieron hacia Sodoma, porque Sodoma iba a ser destruida, y Dios había descendido con Sus arcángeles para hacer una investigación de juicio para una confirmación de que si lo que había llegado hasta el Cielo era verdad, iba a ser confirmado allí con Dios en forma de hombre y Sus arcángeles también en cuerpos que Dios creó del polvo de la Tierra, le creó uno para el arcángel Miguel, otro para el arcángel Gabriel y otro para Si mismo; por eso comió con Abraham, Gabriel, Miguel y Dios, Elohím. Tipo y figura de lo que estará sucediendo en el tiempo final. Por eso fue que Cristo dijo que como fue en los días de Lot así será la Venida del Hijo del Hombre. Y el Hijo del Hombre… eso está en San Mateo, capítulo 24, versos 34 al 39.
Y también encontramos a través de la Escritura que el Hijo del Hombre viene con Sus ángeles. San Mateo, capítulo 16, versos 26 al 28, y también San Mateo, capítulo 24, versos 30 al 31, donde dice que la señal del Hijo del Hombre será vista en el Cielo:
“… y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.”
El Hijo del Hombre vendrá en las nubes del Cielo con poder y gran gloria, y entonces se lamentarán todas las naciones, o sea, que será un tiempo de lamento para todas las naciones. Y enviará Sus ángeles con Gran Voz de Trompeta ¿para qué? Para llamar y juntar a todos los escogidos de Dios. Primeramente llama y junta a los escogidos de Dios de entre los gentiles para completar así el Cuerpo Místico de Cristo, la Iglesia de Jesucristo y después llamará y juntará a los escogidos del pueblo hebreo que son 144 mil hebreos, 12 mil de cada tribu, con la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino; porque la Gran Voz de Trompeta es la Voz de Cristo hablándole a Su pueblo, y llamando y juntando a Sus escogidos con el Mensaje del Evangelio del Reino, el Mensaje para la Dispensación del Reino.
Y ahora, ¿dónde está el Dios de Elías? El Dios de Elías tenemos que encontrarlo manifestado en este tiempo final, porque de otra forma estaríamos creyendo en Dios como un Dios histórico, pero no un Dios del presente. Y el Dios Creador de los Cielos y de la Tierra, el Dios de Elías, es un Dios del presente, siempre ha estado presente en medio de la raza humana; pero hay que saber dónde está. Y aunque El está en todos sitios porque El es Omnipresente, pero siempre ha estado en un profeta, en un hombre, al cual El ha enviado.
Por eso a través de la Escritura encontramos que Dios ha enviado profetas, porque en esos profetas Dios viene manifestado, velado y revelado, porque esos profetas son nada menos que los instrumentos de Dios para la manifestación de Dios de edad en edad y de dispensación en dispensación; esos profetas son espíritus ministradores enviados de Dios para ministrar la Palabra de Dios a los herederos de salvación, espíritus ministradores que son llamados también ángeles ministradores, espíritus de profetas enviados a la Tierra.
Y un espíritu de profeta es un cuerpo, un hombre, de otra dimensión, de la sexta dimensión. Por eso también el Angel de Jehová, el Angel del Pacto, encontramos que es el mismo Dios pero en Su cuerpo teofánico de la sexta dimensión, y por eso El dijo: “Yo Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.” Dios vestido de un cuerpo teofánico parecido a nuestro cuerpo pero de la sexta dimensión; estando Dios en ese cuerpo fue que Dios creó los Cielos y la Tierra, es llamado el Verbo que era con Dios y era Dios, por El fueron creadas todas las cosas, hechas todas las cosas; y sin El nada de lo que ha sido hecho fue hecho, dice San Juan, capítulo 1, verso 1 en adelante. Y ya en el capítulo 1, verso 9, dice:
“Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.”
¿Cómo venía a este mundo? Venía en carne humana, se haría carne, se haría hombre, en esta dimensión terrenal; lo cual se cumplió cuando Dios creó en el vientre de María un cuerpo, el cual al ser creado allí fue una célula de sangre, la cual fue creada, la cual se multiplicó célula sobre célula, y así se formó el cuerpo de Jesús que nació en Belén de Judea a través de la virgen María; y en ese cuerpo moró Dios en toda Su plenitud, ése fue el cuerpo humano de Dios para llevar a cabo la Obra de Redención en la Cruz del Calvario.
San Pablo dice: “Sin contradicción grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en carne.”
Y ahora, en San Juan, capítulo 1, verso 14, dice:
“Y aquel Verbo fue hecho carne (se hizo carne), y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”
El Verbo que era con Dios y era Dios se hizo carne, se hizo hombre, y lo conocimos por el nombre de Jesús.
Y ahora, Dios tiene cuerpo teofánico de la sexta dimensión, en el cual aparecía en el Antiguo Testamento como un Angel, como un hombre, y decía – y le dijo a Moisés: “Yo Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.” Vean cómo aparecía el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob en el Antiguo Testamento, en ese cuerpo teofánico parecido a nuestro cuerpo pero de otra dimensión, esa es la imagen de Dios, la imagen visible de Dios de la sexta dimensión.
Pero ahora El se hace una semejanza humana cuando se crea un cuerpo al crear en el vientre de María una célula de Sangre la cual se multiplicó célula sobre célula y luego nació el cuerpo de Jesús en Belén de Judea. Y ahora Dios se hace hombre en medio de los hombres, en medio de la raza humana, allá en medio del pueblo hebreo, y allí estaba el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de Elías.
Y ahora vean ustedes, Jesús decía: “Yo no hago nada de mi mismo, sino lo que Yo veo al Padre hacer; y Yo no habló nada de mi mismo, sino lo que Yo oigo al Padre hablar.” El mostró que las obras que El hacía era el Padre que moraba en El, el cual hacía esas obras.
Encontramos en el capítulo 14 de San Juan, versos 6 en adelante que Jesús dice:
“Yo soy el camino, la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”
El único Camino para llegar al Padre Celestial, a Dios, es Jesucristo.
Y ahora, El es la Vida, El es la Verdad, no hay otra verdad y no hay otra vida, El es la vida eterna.
Y ahora, le preguntan a El (a Jesús): “¿Cómo podemos nosotros conocer el camino?” Vean, capítulo 14 (vamos a leer un poquito antes), verso 1 en adelante, dice:
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
En la casa de mi Padre muchas moradas hay (o sea, muchos cuerpos); si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez (Su Segunda Venida), y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.
Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; y nadie viene al Padre, sino por mí.
Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto (¿que le han visto? ¿cómo? Vestido de un cuerpo de carne llamado Jesús).
Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.
Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?”
El que veía a Jesús estaba viendo al Padre hecho hombre, hecho carne, en medio del pueblo hebreo, estaba viendo al Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, estaba viendo al Dios creador de los Cielos y de la Tierra, estaba viendo al Dios de Elías. Miren dónde estaba el Dios de Elías en ese tiempo del ministerio de Jesús.
“¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? (¿dónde estaba el Padre? En El, en Jesús). Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.”
Y ahora vean cómo el Padre Celestial, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de Elías, cómo estaba en Jesús, dentro de Jesús, porque era nada menos que el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, de Isaac y de Jacob, hecho hombre en medio del pueblo hebreo; era el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, como había sido prometido que vendría, y ése era el Mesías, el hombre ungido con el Espíritu de Dios, el hombre ungido con Dios dentro de El y con el cuerpo teofánico de Dios dentro de ese cuerpo de carne.
Y ahora, la promesa en Malaquías, capítulo 3, verso 1, que habla acerca de la Venida del precursor de la Primera Venida del Mesías, de la Primera Venida de Cristo, y también habla de la Venida del Mesías, la Primera Venida. Dice:
“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor.”
Ahora ese mensajero que vino preparándole el camino al Señor fue Juan el Bautista, él fue el tercer Elías.
“Y vendrá súbitamente a Su Templo (¿quién? El Señor, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, Elohím) a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien vosotros deseáis. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.”
¿Quién vendría? El Señor, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, el que libertó al pueblo hebreo. Ahora vendría en carne humana, vendría como un hombre nacido en este planeta Tierra a través de una virgen allá en Belén de Judea. Pero era el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, el mismo Dios, el mismo Señor Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob haciéndose hombre y morando en medio de los seres humanos para poder llevar a cabo la Obra de Redención en la Cruz del Calvario.
Y allí en ese cuerpo de carne llamado Jesús estaba el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de Elías.
Y ahora, en cuanto al ministerio de Elías encontramos que luego que Elías terminó Su ministerio ya Dios le había dicho allá en el monte Sinaí, cuando Elías estuvo allá en la cueva y Dios le habló, le dijo: “Vé y unge a Elíseo por profeta en lugar tuyo.” Por lo tanto el próximo profeta después del profeta Elías sería Elíseo que vendría en lugar de Elías.
Y ahora, cuando Elías le dice: “Ahora, Dios me va a llevar; pero antes de yo irme, antes de que Dios me quite de aquí de la Tierra, antes de que Dios me lleve, pide, pídeme lo que tu quieras que yo haga por ti.” Eliseo le dice: “Pues yo lo que quiero es una doble porción del espíritu que está en ti.” Esto sucedió cuando ya habían cruzado el Jordán, pues Elías había abierto el Jordán con su manto, como Moisés había abierto el mar rojo extendiendo su vara y hablando; y como también Josué pasando con el arca del pacto con los sacerdotes y colocando sus pies sobre el agua en la orilla del Jordán, se abrió el Jordán.
Y ahora Elías abre el Jordán y el Jordán representa la muerte.
Y ahora vean ustedes, abrió el Jordán, pasó en seco y después se fue, porque pasó en seco el Jordán, pasó a través de la muerte sin ver muerte; por lo tanto fue arrebatado al Cielo sin ver muerte.
Y ahora, cuando ya Eliseo le dice a Elías: “Yo lo que quiero es una doble porción del espíritu que está en ti, que venga sobre mi.” Elías le dice: “Cosa difícil tu has pedido.” Porque es una cosa difícil e imposible que una persona le diga a Dios, o le diga a algún profeta: “Yo quiero ser un profeta.” Eso no viene porque una persona le diga a Dios que quiere ser un profeta, los profetas que Dios tendrá ya han sido predestinados desde antes de la fundación del mundo. Y si Dios en Su Programa no ha predestinado, no ha elegido, a una persona para ser un profeta de una edad o de una dispensación, por más que la persona ore y llore y clame a Dios, Dios no se lo puede conceder, estaría Dios rompiendo Su Programa.
Ahora, cuando Dios envía a un profeta a la Tierra para una edad o para una dispensación ese es el profeta de Dios lo quiera él o no lo quiera, lo quiera la persona o no lo quiera. Y algunos profetas han tratado de huir de ese ministerio de profeta en algunas ocasiones.
Por ejemplo Ezequiel o Jeremías y también Jonás y otros profetas han tratado de huir de ese ministerio. Uno de ellos —me parece que fue Ezequiel o Jeremías— decía: “No hablaré más la Palabra —pero decía—, pero es como un fuego que me quema por dentro.” Y entonces tenía que hablar {Jeremías 20:9 – Editor}. Es que los profetas vienen con las dos conciencias juntas, por lo tanto escuchan de Dios. La Palabra viene a los profetas.
“Porque no hará nada el Señor Jehová sin que antes revele Sus secretos (¿a quiénes?) a Sus siervos Sus profetas.” Dice Amos, capítulo 3, verso 7.
Por lo tanto cuando Dios envía un profeta a la Tierra es porque ya lo predestinó desde antes de la fundación del mundo, ya eso está en el Programa de Dios. El Programa de Dios, Dios no lo está haciendo; mas bien lo que Dios está haciendo es cumpliendo Su Programa de etapa en etapa, de edad en edad, pero el Programa de Dios ya Dios lo concibió desde antes de la creación, desde antes de la fundación del mundo.
Por lo tanto, cuando Dios ha determinado que para una edad o para una dispensación El tiene un mensajero, un profeta, Dios envía un espíritu de profeta a la Tierra en carne humana, y por eso vienen con las dos conciencias juntas los profetas de Dios. Y por eso pueden traer la Palabra de Dios revelada para el tiempo en que ellos aparecen, y por eso pueden hacer las cosas que ellos hacen en el Programa de Dios, cosas que otros no pueden realizar ellos las realizan porque es Dios en ellos manifestado, y tienen un espíritu teofánico de la sexta dimensión.
Y ahora, podemos ver este misterio en el caso de Samuel, ya muerto él vino en espíritu y le habló a Saúl, y todavía era profeta, le dijo las cosas que le iban a suceder, que ya para el otro día Saúl estaría muerto y estaría con Samuel. También en el caso de Jesús en el monte de la transfiguración aparecieron allí Moisés y Elías en sus cuerpos teofánicos de la sexta dimensión.
Y cuando un cristiano muere, por cuanto ha recibido a Cristo como su Salvador, ha lavado sus pecados en la Sangre de Cristo y ha recibido Su Espíritu Santo y ha recibido el nuevo nacimiento, ha recibido un cuerpo teofánico, un cuerpo angelical de la sexta dimensión; y si muere pues sigue viviendo en ese cuerpo angelical, es como los ángeles, y sigue viviendo en el Paraíso que es la sexta dimensión, hasta que Cristo resucite a los muertos en Cristo y ahí vendrán todos los muertos creyentes en El que han partido en las edades pasadas y nosotros cuando los veamos seremos transformados y entonces tendremos el cuerpo glorificado. Pero antes de poder tener una persona el cuerpo glorificado tiene que primero tener el cuerpo teofánico, y ese se recibe cuando la persona nace de nuevo, ahí la persona lo recibe.
¿Y quiénes nacen de nuevo? Pues todos aquellos que escuchan la predicación del Evangelio, se arrepienten de sus pecados, reciben a Cristo como Su único y exclusivo Salvador y lavan sus pecados en la Sangre de Cristo y son bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo, y luego Dios le dará el don del Espíritu Santo.
Dice San Pedro en el libro de los Hechos, capítulo 2, verso 38:
“Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; y para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.”
Así que la persona para recibir el espíritu teofánico, el cuerpo teofánico de la sexta dimensión tiene que arrepentido de sus pecados creer en Jesucristo como nuestro Salvador, lavar sus pecados en la Sangre de Cristo, ser bautizado en Su Nombre para recibir el don del Espíritu Santo y así recibir el nuevo nacimiento y recibir el cuerpo teofánico, cuerpo angelical de la sexta dimensión; para luego en el Día Postrero en adición recibir el cuerpo físico, eterno, inmortal e incorruptible igual al cuerpo de nuestro amado Señor Jesucristo. Y así todos ser a imagen (cuerpo teofánico) y a semejanza (cuerpo físico glorificado) de nuestro amado Señor Jesucristo.
Ahora, hemos visto que todo esto lo ha prometido el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, o sea, el Dios de Elías. Y El así como estuvo en Elías Tisbita operando ese ministerio (porque el que opera los ministerios es el Espíritu Santo, es Jesucristo), luego estuvo en Elíseo en una doble porción operando el ministerio de Elías en una doble porción. Por lo tanto la segunda manifestación del ministerio de Elías fue en Eliseo. Por lo tanto Eliseo fue el segundo Elías.
Luego la tercera ocasión en donde el ministerio de Elías fue manifestado fue transcurridos muchos años después. Pero vean ustedes, a través del profeta Eliseo Dios obró grandemente, porque allí estaba el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de Moisés, el Dios de Elías; es el mismo Dios.
Y ahora, hemos visto dónde estaba el Dios de Elías. El mismo Eliseo preguntó: “¿Dónde está el Dios de Elías?” Y al golpear el Jordán con el manto de Elías, se abrió, y eso fue un testimonio que allí estaba el Dios de Elías en Eliseo en una doble porción.
Y ahora, podemos ver cómo el Dios de Elías obró a través de Eliseo; por lo tanto Eliseo fue el segundo Elías, el segundo hombre que tuvo el ministerio de Elías. Luego en la tercera ocasión fue en Juan el Bautista del cual dio testimonio el arcángel Gabriel en el capítulo 1 del evangelio según San Lucas, cuando le dijo al sacerdote Zacarías que tendría un hijo y sería profeta de Dios, y sería grande delante de Dios, y le pondría por nombre Juan y vendría en el espíritu y virtud de Elías para convertir el corazón de los padres a los hijos y de los rebeldes a la prudencia de los justos. Eso está en el capítulo 1 de San Lucas, verso (les voy a dar los versos de una vez)… desde el verso 8 en adelante hasta el verso 21.
Y ahora vean ustedes cómo el arcángel Gabriel le dice que vendrá, en el verso 15, dice:
“… porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre.
Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos.
E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.”
Vino para prepararle un pueblo bien apercibido, por eso fue el precursor de la Primera Venida de Cristo. El mismo Jesús hablando acerca de Juan el Bautista dice en el capítulo 11 de San Mateo, verso 13 al 14:
“Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan.
Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir.”
Jesús lo identifica como el Elías que había de venir en aquel tiempo preparándole el camino al Señor. Fue el tercer Elías, porque estuvo el ministerio de Elías manifestado por tercera ocasión en un hombre, en un profeta, en la Tierra.
Luego también en el capítulo 17 de San Mateo, versos 10 al 13, dice:
“Entonces sus discípulos le preguntaron (a Jesús le preguntaron), diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?
Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas (está hablando de un Elías que vendrá más adelante).
Mas os digo que Elías ya vino (y ahora está hablando de uno que ya vino y está con ellos allí, o que ya habían decapitado)…”
“Mas yo os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos.
Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista.”
En dos lugares Jesús identifica a Juan el Bautista como el Elías que tenía que venir en ese tiempo, y lo identifica también como una luz, una antorcha, un candelero, una lámpara que ardía, y el pueblo quiso caminar a la luz de Juan el Bautista. Pero Jesús dice: “Mas Yo tengo mayor testimonio que Juan.” Porque el precursor es una luz que alumbra, un candelero, una lámpara que alumbra; pero el que viene después del precursor es mayor, es un mensajero dispensacional, por lo tanto tiene una luz mayor para alumbrar, alumbrar el mundo entero. Un mensajero con un mensaje dispensacional tiene esas cualidades.
Y ahora, hemos visto el ministerio de Elías manifestado por tercera ocasión. Jesús dice: “He aquí él es el Elías que había de venir.” Y Dios estaba en Elías en su tercera manifestación en Juan el Bautista, y luego estuvo en Jesús en toda Su plenitud.
Y ahora, continuamos la trayectoria del ministerio de Elías y la trayectoria del Dios de Elías. Porque donde esté el ministerio de Elías ahí está el Dios de Elías llevando a cabo lo que El ha prometido para el tiempo correspondiente.
Y ahora, para precursar la Segunda Venida de Cristo antes de la Venida del Día del Señor, Dios dice que enviará a Elías. Capítulo 4 de Malaquías, verso 5 en adelante, dice:
“He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.
El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.”
Juan el Bautista convirtió el corazón de los padres que estaban bajo la Ley a la fe de los hijos, a la fe de los apóstoles, a la fe cristiana.
Y ahora, Elías para el tiempo final viene convirtiendo el corazón de los hijos, de los creyentes en Cristo, viene convirtiendo el corazón de los hijos en el cristianismo a la… “y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.”
Por lo tanto viene trayéndoles el Mensaje que los restaura a como era en el tiempo de los apóstoles, los restaura, restaura los hijos a la fe apostólica, a la fe de los padres apostólicos. Y por eso estarán bautizando en el Nombre del Señor Jesucristo como bautizaban los apóstoles allá, para que así puedan recibir el don del Espíritu Santo.
Y ahora, el Elías que había de venir para el tiempo final precursando la Segunda Venida de Cristo ya vino y el 95 por ciento (%) de los seres humanos que vivieron en ese tiempo en la Tierra no lo conocieron, solamente un grupo pequeño lo reconoció. Y fue el Rvdo. William Branham en el cual estuvo el espíritu y virtud de Elías manifestado por cuarta ocasión; y todo esto ocurrió ¿dónde? En el Cuerpo Místico de Cristo. El fue el mensajero para la séptima edad de la Iglesia gentil, y vino precursando la Segunda Venida de Cristo y preparando un pueblo para que esté apercibido para la Segunda Venida de Cristo. Allí estuvo el Dios de Elías manifestado en ese hombre sencillo llamado el Rvdo. William Branham.
Y ahora, después que hemos visto la manifestación de ese ministerio… los que no vivieron en esos días y los que no vieron en esos días ese ministerio manifestado, pues están los mensajes grabados en cintas magnetofónicas y también están impresos en folletos, y ahí leyendo podemos ver cómo Dios se manifestó en el Rvdo. William Branham, cómo lo usó grandemente. lo encontramos ministrando y lo encontramos siendo un instrumento de Dios para usarlo en campañas, para llamar al pueblo al arrepentimiento y también orando por los enfermos.
Pero en la parte más grande en que vemos a Dios obrando en el Rvdo. William Branham es en la apertura de los Sellos, del libro de los Sellos del libro del Apocalipsis en el capítulo 10, el libro sellado con siete sellos. En esos Siete Sellos está todo lo que sucedería a través de la historia de la Iglesia de Jesucristo, ahí están los misterios en símbolos de las cosas que sucederían en la Iglesia de Jesucristo que es la Iglesia de la Vid Verdadera y también lo de la vid falsa donde el anticristo estaría.
Y ahora, encontramos que el Rvdo. William Branham usado por el Espíritu Santo, por el Dios de Elías, abrió seis sellos, porque seis sellos le fueron revelados, le fue dado a conocer el contenido de esos sellos. Pero luego cuando llegó al séptimo dijo que este sello séptimo sería abierto más adelante. La Palabra viene a los profetas, por eso vino la Palabra al Rvdo. William Branham para darla luego a conocer.
Y ahora, si el séptimo sello va a ser abierto más adelante, pues tiene que estar en la Tierra un hombre donde esté el Dios de Elías.
Y ahora, el Dios de Elías en la cuarta manifestación del ministerio de Elías en el Rvdo. William Branham abrió seis sellos a la Iglesia de Jesucristo, y le dio a conocer las cosas que están contenidas ahí.
Y ahora, está prometido que vendrá el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios, y abrirá el Séptimo Sello. O sea, que lo que hizo por medio del Rvdo. William Branham abriendo los Sellos (y abrió los seis), luego lo continuará más adelante en una quinta manifestación abriendo el Séptimo Sello.
Y ahora, la quinta manifestación de Elías es con Moisés para el Día Postrero y con el Hijo del Hombre, porque el Hijo del Hombre viene con Sus ángeles. Así que habrá una manifestación triple, un triple ministerio estará manifestado en el Elías que estará presente en este tiempo final, con la quinta manifestación de Elías, la segunda manifestación del ministerio de Moisés y la segunda manifestación del ministerio de Jesús.
Y ahora, para este tiempo final todo eso fue lo que precursó el Rvdo. William Branham.
Y ahora, así cómo vimos dónde estaba el Espíritu Santo cuando ya Elías se fue: pues pasó a Eliseo. Hemos visto dónde estaba el Dios de Elías: estaba luego en Eliseo.
Y ahora, hemos visto al Dios de Elías manifestando el ministerio de Elías en Elías Tisbita, en Eliseo, luego en Juan el Bautista y luego en el Rvdo. William Branham.
¿Y ahora para este tiempo final dónde estará el Dios de Elías? Así como vimos que lo mismo que estuvo haciendo con Elías abriendo el Jordán y luego lo vimos con Eliseo abriendo de nuevo el Jordán; y ahora lo vimos en el cuarto Elías abriendo los Sellos, seis sellos, y ahora en el tiempo final lo veremos abriendo el Séptimo Sello.
En la quinta manifestación de Elías estará el Dios de Elías y estará manifestando, operando, los ministerios de Moisés, de Elías y de Jesús. Y ahí es donde el Evangelio luego de ser predicado a los escogidos de la Iglesia de Jesucristo del Día Postrero y ser completado el número de los escogidos en la Iglesia de Jesucristo, luego el Evangelio pasará al pueblo hebreo, ahí es donde se hace ese entrelace, esa conexión.
Bajo el ministerio del quinto Elías será que el Dios de Elías pasará el Evangelio a través de la manifestación del quinto Elías al pueblo hebreo y llamará y juntará 144 mil hebreos, porque ahí estará el Dios de Elías. Es el Dios de Elías el que va llamar y juntar a los escogidos del pueblo hebreo, 144 mil hebreos; pero tiene que estar presente en la Tierra en un hombre en el cual esté operando el ministerio de Elías por quinta ocasión, tiene que haber nacido profeta. Porque los profetas no se hacen, sino que nacen ya profetas destinados o predestinados o elegidos desde antes de la fundación del mundo por Dios.
Y ahora, con el ministerio de Elías en su quinta manifestación viene la Voz del Dios de Elías dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, abriéndonos el misterio de la Segunda Venida de Cristo, el misterio del Séptimo Sello, viene Cristo, el Angel del Pacto, el Dios de Elías, clamando como cuando ruge un león y siete truenos emitiendo Sus voces, es la Voz de Cristo hablándonos con esa Voz de León de la tribu de Judá y los siete truenos que es la Voz de Cristo hablándonos y revelándonos el misterio del Séptimo Sello; así es como nos estará revelando el misterio del Séptimo Sello en este tiempo final.
Así es como nos abre el misterio del Séptimo Sello en este tiempo final y ahí es donde veremos dónde está el Dios de Elías en este tiempo final, porque lo veremos manifestado abriéndonos el Séptimo Sello por medio de Su Voz, esa Voz de los siete truenos clamando como cuando ruge un león y siete truenos emitiendo Sus voces.
Y con esta revelación divina nos da la fe, la revelación, para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Nos da la fe, la revelación, del Séptimo Sello, la revelación de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.
Así como hemos tenido la fe, la revelación, de la Primera Venida de Cristo para poder recibir el perdón de nuestros pecados y ser bautizados en Su Nombre y recibir el Espíritu Santo y recibir el cuerpo teofánico de la sexta dimensión, necesitamos la fe, la revelación, de la Segunda Venida de Cristo para recibir el cuerpo físico, eterno, inmortal y glorificado en este tiempo final. Sin esa revelación nadie podrá ser transformado en el Día Postrero.
Y ahora, para poder recibir esa revelación tiene que estar el Dios de Elías presente en este tiempo final en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo operando el ministerio de Elías por quinta ocasión. Y el único que califica para ser el Instrumento en el cual esté el Dios de Elías manifestado operando el ministerio de Elías por quinta ocasión es el hombre a través del cual Dios dice que nos dará a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.
En Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, dice Cristo con esa Voz de Trompeta:
“Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.” (Apocalipsis, capítulo 4, verso 1).
¿Y a dónde vamos a subir? Así como de edad en edad han tenido que subir a la edad correspondiente donde está el Dios de Elías en el mensajero de cada edad hablando para poder escuchar la Voz de Cristo, la Voz del Buen Pastor, y ser llamadas y juntadas las ovejas de Cristo, y ser colocadas en el Redil del Señor; ahora tenemos que subir a la Edad de la Piedra Angular, la Edad perfecta de la Iglesia de Jesucristo donde el Dios de Elías estará manifestado hablándole a Su Iglesia por medio de un Instrumento.
“Porque no hará nada el Señor Jehová sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos Sus profetas.”
Y ahora, ¿cómo nos dará a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto? La contestación está en Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, donde dice:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas…”
Siendo el Dios de los espíritus de los profetas, es el Dios del espíritu de Elías y del espíritu de Eliseo y del espíritu de Juan el Bautista y del espíritu del Rvdo. William Branham, y ahora el Dios de los espíritus de los profetas y de todos los profetas; es el Dios de los espíritus de todos los profetas, el Dios de los cuerpos teofánicos de todos los profetas.
Y ahora, dice:
“…el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel (otro espíritu de profeta)… ha enviado su ángel, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”
¿Ven la promesa aquí? ¿Cómo es que conoceremos todas estas cosas que deben suceder pronto? Recibiendo al Angel del Señor Jesucristo enviado para dar a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. No hay otra forma para conocer las cosas que deben suceder pronto en este tiempo final, porque no habrá otro ministerio profético en esta Tierra en el cual esté el Dios de Elías velado y revelado dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto y abriéndonos el Séptimo Sello, y así teniendo la continuación de la apertura de los Sellos.
DIOS ES UN DIOS QUE NO DEJA LAS COSAS A MEDIAS, EL TIENE CONTINUIDAD EN SU PROGRAMA, Y LO QUE NO CUMPLE EN UNA EDAD O EN UNA DISPENSACION O A TRAVES DE UN MENSAJERO, PERO QUE EL LO HA PROMETIDO, ENTONCES LO CUMPLE A TRAVES DE OTRO QUE VENGA DESPUES.
Y ahora, hemos visto por medio de quién es que serían dadas a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final a la Iglesia del Señor Jesucristo, y esto es en la Edad de la Piedra Angular. Y por cuanto las edades ya han transcurrido y los siete mensajeros de las edades ya fueron enviados y terminaron su tiempo aquí en la Tierra, solamente nos queda la Edad de la Piedra Angular y el Mensajero llamado el Angel del Señor Jesucristo.
Y ahora, por cuanto los territorios donde se cumplieron las edades ya fueron esos los lugares escogidos para cada edad de las siete edades. Ahora el territorio para la Edad de la Piedra Angular, para ser abierto el misterio del Séptimo Sello enviando Cristo a Su Angel Mensajero, es y tiene que ser un territorio del occidente. y en el occidente, en Norteamérica, la parte norte del occidente del continente americano, ya Dios envió a Elías en su cuarta manifestación abriendo seis sellos.
Y ahora, para la apertura del Séptimo Sello y para El darnos a conocer todas las cosas que deben suceder pronto en este tiempo final, tiene que ser también en el occidente, en el continente americano; y del continente americano lo único que queda es la América Latina y el Caribe. Es en la América Latina y el Caribe donde viene Cristo en Espíritu Santo, el Angel del Pacto, el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, velado y revelado en Su Angel Mensajero, clamando como cuando ruge un león y los siete truenos emitiendo sus voces y abriéndonos el misterio del Séptimo Sello, el misterio de la Segunda Venida de Cristo.
Y ahora, hemos visto dónde es que estaría el Dios de Elías velado y revelado en el Día Postrero: en el Angel del Señor Jesucristo, y a través de Su Angel dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Por eso es que la América Latina y el Caribe tiene la bendición más grande de todos los tiempos, es en la América Latina y el Caribe donde surgiría la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino llamando y juntando a todos los escogidos de Dios del Cuerpo Místico de Cristo en la Edad de la Piedra Angular, en este entrelace dispensacional.
Y luego serán llamados y juntados 144 mil hebreos, 12 mil de cada tribu, por medio de la manifestación del Dios de Elías en el ministerio de Elías en su quinta manifestación y ministerio de Moisés en su segunda manifestación y ministerio de Jesús en Su Segunda manifestación. Estos tres grandes ministerios son los que están prometidos para ser manifestados en este tiempo final, porque el Hijo del Hombre vendrá con Sus ángeles. Ahí tenemos los tres ministerios prometidos para este tiempo final: el ministerio del Hijo del Hombre, de Jesucristo, el ministerio de Moisés y el ministerio de Elías.
Y ahora, podemos decir nosotros: “Las cuerdas nos han caído en lugares deleitosos y grande es la heredad que nos ha tocado a nosotros en este tiempo final.”
Y ahora, con una triple manifestación ministerial es enviado el Angel del Señor Jesucristo: con el ministerio de Elías, con el ministerio de Moisés y el ministerio de Jesús en este tiempo final. Y ahí es donde estará el Dios de Elías manifestado en este tiempo final haciendo el llamado del Día Postrero y abriéndonos estos misterios correspondientes a este tiempo final.
Y para terminar dice Jesús en Apocalipsis 22, verso 16:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”
Y ahí es donde viene manifestado, velado y revelado, el Dios de Elías en el tiempo final: en Su Angel Mensajero que El envía para este tiempo final.
¿Dónde está el Dios de Elías hoy? ¿Dónde ha sido prometido que estará el Dios de Elías hoy? En el Angel del Señor Jesucristo.
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”
Y esa es la forma en que la Iglesia de Jesucristo y luego el pueblo hebreo verá al Dios de Elías manifestado en este tiempo final, y dirán: “¡Este es el que nosotros estábamos esperando!” Pues estarían esperando al Dios de Elías manifestado en el Angel del Señor Jesucristo.
Hemos visto dónde estaría el Dios de Elías en este tiempo final: hemos visto que sería en el Angel del Señor Jesucristo.
Y así como los hijos de los profetas conocieron dónde estaba el Dios de Elías, conocieron que el espíritu de Elías había venido sobre Elíseo cuando abrió el Jordán (como lo había abierto Elías). Y ahora, como abrió Elías en su cuarta manifestación los seis sellos primeros veremos a Elías en su quinta manifestación abriendo el Séptimo Sello; y todos entenderemos que el espíritu ministerial de Elías ha descendido sobre el Angel del Señor Jesucristo.
Como los hijos de los profetas dijeron: “El espíritu de Elías ha descendido sobre Eliseo.” Y así también dirán los escogidos de Dios del Día Postrero: “El espíritu de Elías, el espíritu ministerial de Elías, ha descendido sobre el Angel del Señor Jesucristo.”
Y ahora, el misterio de dónde está Elías ha sido abierto para todos nosotros. El Dios de Elías estaría ¿dónde? En Su Iglesia en la Edad de la Piedra Angular, en este entrelace dispensacional velado y revelado en el Angel Mensajero del Señor Jesucristo. Estaría en medio de Su Iglesia velado y revelado en el Angel del Señor Jesucristo dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.
Ha sido para mi un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión dándoles testimonio de: “¿DONDE ESTA EL DIOS DE ELIAS?”
La pregunta ha sido contestada. Como fue contestada la pregunta de Eliseo cuando preguntó: “¿Dónde está el Dios de Elías?” Estaba en El. Los hijos de los profetas lo reconocieron y dijeron: “El espíritu de Elías está en Eliseo.” El Espíritu Santo, el Dios de Elías, estaba en Eliseo operando el ministerio de Elías por segunda ocasión, luego en Juan el Bautista por tercera ocasión, luego en el Rvdo. William Branham por cuarta ocasión, y para el Día Postrero en el Angel del Señor Jesucristo por quinta ocasión. Todo eso lo hace el Dios ¿de quién? De Elías. Porque el Dios de Elías es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob y es el Dios de Moisés y es el Dios de todos los profetas, es el Dios de todos los espíritus de los profetas, el Dios de los espíritus de los justos hechos perfectos.
Y ahora, hemos visto dónde está el Dios de Elías: el Dios de Elías para este tiempo final estaría en el Angel del Señor Jesucristo en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo y después pasaría al pueblo hebreo.
Que las bendiciones del Dios de Elías, Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob y de Moisés y Dios de los apóstoles, Dios de Jesucristo y Dios de los siete ángeles mensajeros y Dios del Angel del Señor Jesucristo, sean Sus bendiciones sobre todos ustedes y sobre mi también, y siga abriéndonos estos misterios de este tiempo final y todos los misterios que giran alrededor del Séptimo Sello, alrededor de la Segunda Venida de Cristo; y pronto complete el número de los escogidos de Dios y pronto termine Su Obra de Intercesión en el Cielo y resucite a los muertos en Cristo y nos transforme a nosotros, y se manifieste en toda Su plenitud en Su Iglesia y use el ministerio de Elías por quinta ocasión en toda Su plenitud y use a Su Angel Mensajero en toda Su plenitud y use a Su Iglesia en toda Su plenitud, y luego el Mensaje pase al pueblo hebreo, y Cristo nos lleve a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Muchas gracias por vuestra amable atención y pasen todos muy buenas noches. Dejo nuevamente con nosotros al Rvdo. Miguel Bermúdez Marín para continuar y finalizar nuestra parte en esta ocasión.
En lo que llega Miguel… Bueno, la pregunta era: “¿DONDE ESTA EL DIOS DE ELIAS?” Lo hemos visto en medio del pueblo hebreo visitando a los hebreos, después lo vimos entre los gentiles en el séptimo ángel mensajero visitando a los norteamericanos y dando un recorrido por el mundo entero, y luego en el Día Postrero el Dios de Elías estará ¿dónde? En la América Latina y el Caribe visitando a los latinoamericanos y caribeños.
Bueno, que Dios les bendiga y les guarde a todos.
“¿DONDE ESTA EL DIOS DE ELIAS?”