Muy buenos días, jóvenes aquí en Villahermosa y los que han venido de otros lugares; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final, y la parte que los jóvenes tienen en el Programa de Dios correspondiente a este tiempo.
Nos hablaba nuestro Hno. Miguel acerca de este pasaje de San Juan, capitulo 15, verso 1 en adelante, donde Jesús se identifica como la Vid Verdadera, la Planta de uva, y también identifica a Su Padre como el Labrador y nos identifica a nosotros como las ramas, que en la parte esta de la siembra y cosecha de uvas, pues se le llama – a las ramas se le llaman pámpanos en algunos lugares y en… también pimpollos, algo así, en Argentina, por allá también le llaman algo así; y en Brasil le llaman gallos; y para nosotros gallos pues son los de comer, los de gallinas y gallos, para nosotros gallos pues es el gallo de la gallina… y o sea, gallos, gallos.
Y ahora, Cristo nos llama a nosotros pámpanos o ramas o gallos, y eso es muy importante porque el fruto viene de la planta, o sea, del tronco de la planta de uva; pero el fruto es llevado en las ramas. Por lo tanto la posición de cada cristiano es la de producir el fruto de Cristo, Cristo es el que obra a través de la persona, para Cristo producir esa vida que está en El, producirla, reproducirla, en frutos a través de la vida del creyente en Jesucristo.
O sea, que el cristiano está colocado en Cristo (que es la Vid) como una rama, para Cristo a través del creyente en El producir el fruto que El ha prometido para cada edad y cada dispensación. Por lo tanto la Obra de Cristo en Espíritu Santo la lleva a cabo a través ¿de qué? De las ramas que somos nosotros.
Pueden tomar asiento porque este tema aquí que tocó Miguel nos lleva hasta Isaías y luego nos lleva hasta el Apocalipsis, porque miren ustedes, en Isaías nos dice, en el capitulo 11:
“Saldrá una vara (o sea, un retoño, un vástago)… saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.
Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.
Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos;
sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca (o sea, la vara de su boca es la Espada de dos filos, es la Palabra de Dios. Por eso viene en Apocalipsis, capitulo 19 con una espada que sale de su boca. ¿Ven que nos lleva a Isaías y después nos lleva a Apocalipsis?) y con el espíritu de sus labios matará al impío.”
Y el principal de esos es el anticristo conforme a Segunda de Tesalonicenses. Segunda de Tesalonicenses, capitulo 2, es donde nos habla de esto, y nos dice… dice:
“Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición (o sea, el Judas del tiempo final, o el Caín del tiempo final; porque ese será un descendiente de Caín, y por consiguiente un descendiente de la serpiente y por consiguiente un descendiente del que se metió dentro de la serpiente, el diablo),
el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto?
Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. Porque ya está en acción el misterio de iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.
Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida (miren hasta donde nos lleva esa profecía de Isaías, capitulo 11: nos lleva hasta Segunda de Tesalonicenses, capitulo 2, versos 3 al 11);
inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás (¿Ven? Si es por obra de satanás es a través de un hijo de satanás, que será el anticristo, el hombre de pecado), con gran poder y señales y prodigios mentirosos,
y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira,
a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.”
Ahora, vean ustedes, esta promesa de esta vara o retoño o vástago que saldrá del tronco de Isaí, el cual es Cristo; porque El es según la carne un descendiente de Isaí y vino por medio de la descendencia de David, por medio de la línea de David, uno de los hijos de Isaí, el octavo hijo de Isaí, el cual fue elegido por Dios como rey, pues era un joven conforme al corazón de Dios.
Y vean ustedes, así como Dios tuvo un joven conforme a Su corazón allá, tiene jóvenes conforme a Su corazón en este tiempo final. ¿Y dónde están? Pues aquí están en esta mañana reunidos. Y en diferentes lugares hay jóvenes conforme al corazón de Dios.
Y ahora, vean ustedes la bendición tan grande que hay para este vástago que retoña de la raíz o del tronco de Isaí. “Y un vástago retoñará de sus raíces.” Dice el verso 9 en este mismo capitulo 11, porque todo esto aquí nos habla también del Reino Milenial, o sea, del Séptimo Milenio donde será establecido el Reino Milenial. Dice:
“Morará…” Verso 6 es la continuación —no, un poquito antes habíamos leído—:
“…y con el espíritu de sus labios matará al impío.
Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.
Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.
La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja.
Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora.
No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.”
En Habacuc, capitulo 2, verso 14, dice que la Tierra será llena del conocimiento de la Gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar; o sea, que allí da más luz, cuando nos dice: “La Tierra será llena con el conocimiento de la Gloria de Jehová”; o sea, que la Tierra será llena con el conocimiento de la Gloria de Jehová manifestada en Su Segunda Venida, así como la Tierra ha estado siendo llena de la Gloria de Dios con el conocimiento (a través de la predicación del Evangelio) – con el conocimiento de la Gloria de Jehová manifestada en la Primera Venida de Cristo, manifestada en y a través de un Hombre llamado Jesús que es nuestro amado Salvador.
“Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.
Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y las costas del mar.
Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.
Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín;
sino que volarán sobre los hombros de los filisteos al occidente, saquearán también a los de oriente; Edom y Moab les servirán, y los hijos de Amón los obedecerán.
Y secará Jehová la lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con el poder de su espíritu sobre el río, y lo herirá en sus siete brazos, y hará que pasen por él con sandalias.
Y habrá camino para el remanente de su pueblo, el que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto.”
O sea, como sucedió cuando Dios abrió el mar rojo por medio del Profeta Moisés, usando al profeta Moisés, así hará en este Día final para el pueblo hebreo.
Y ahora, vean ustedes cómo este capitulo 11 de Isaías que es un capitulo mesiánico, que habla de lo que Dios hará en este tiempo final y de cómo el Mesías obrará en este tiempo final; y es la raíz de David, y de ahí, de la raíz de David será que un vástago será levantado.
Pero ahora veamos Apocalipsis (les dije que esto nos llevaría a Apocalipsis también), Apocalipsis, capitulo 22, verso 16, dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.”
Y ahora, Cristo es la raíz y el linaje de David.
Y ahora, de la Raíz y del Linaje de David vean, El allá en el capitulo 15 de San Juan es la Vid y nosotros los pámpanos; y ahora aquí El es la Raíz y el Linaje de David. Siendo que El es ese vástago que de la raíz del tronco de Isaí se levantó; ahora, El tiene raíces, El es la Raíz y el Linaje de David.
Y ahora, de la Raíz y del Linaje de David surgen todos esos hijos e hijas de Dios; por eso es que somos Reyes y Sacerdotes, porque hemos venido de la raíz y del linaje de David. Y por eso es que El hace la promesa en Apocalipsis, capitulo 3, verso 21:
“Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.”
Ahora miren, Dios ha prometido que restaurará la Casa de David, o sea, la Familia de David. ¿Y cómo la va a restaurar? Por medio de Jesucristo que es la Raíz y el Linaje de David.
Y ahora esa casa de David, esa familia de David, que son Reyes y son Sacerdotes y Jueces, son nada menos que los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo, esa es la Casa de David siendo restaurada con hijos e hijas de Dios, con Reyes y Sacerdotes conforme al corazón ¿de quién? De Dios como lo fue David, conforme al corazón de Dios.
Ahora por medio de Jesucristo El tiene muchos descendientes, muchos hijos. Cristo, El que es la Raíz y el Linaje de David, ahora tiene muchos hijos y así El está restaurando la Casa de David, la Familia de David, con Reyes para ese glorioso Reino Milenial, en donde Cristo se sentará en el Trono de David y con El reinaremos en ese Reino Milenial, para así que la Casa de David y el Tabernáculo de David que estaba caído ser restaurado y tener el glorioso Reino Milenial de paz sobre el planeta Tierra.
Y ahora, de la Raíz y el Linaje de David es que surgen todos estos Reyes y Sacerdotes, y de la Raíz y el Linaje de David es que surgen estos mensajeros de cada Edad. Surge un mensajero de la Raíz y el Linaje de David, se levanta, y ese mensajero que surge, a él Dios coloca o con él Dios coloca los escogidos de Su edad. Y para el Día Postrero de la Raíz y del Linaje de David vendrá un Mensajero y con él todos los hijos e hijas de Dios del Día Postrero, todos los Reyes y Sacerdotes, los Reyes descendientes de David por medio del Hijo de David, Jesucristo.
Y ahora, de la Raíz y el Linaje de David subirá un renuevo en el Día Postrero.
¿Recuerdan ustedes que el Rvdo. William Branham preguntaba cuando vio una planta de naranjas (a la cual nosotros les llamamos chinas)y la vio, y vio que en una rama tenía limones, en otra rama tenía otra clase de cítricos: toronjas que son grandísimas; y una plantita de naranjas que su fruto es más pequeño con unas toronjas grandísimas y luego en otra rama con unos limones pequeñitos y así por el estilo? Y le pregunta al dueño de toda esa finca, le pregunta:
—“Bueno, y esta planta, ¿de qué es esta planta? Porque por acá tiene limones, por acá tiene toronjas que son… (¿cómo le llamarían acá? Toronjas), y por acá tiene otra clase de cítricos, esta planta es muy rara. ¿Qué planta es esta? ¿Qué árbol es este?”
—“Ese es un árbol de naranjas.” Pero no se le veían naranjas.
—Y entonces pregunta: “Bueno, ¿y entonces el año que viene va a producir naranjas verdad?”
—Le dicen: “No, va a producir lo que está produciendo, porque estas son ramas que fueron injertadas, y va a producir de acuerdo a la rama; pero la vida la saca (¿de dónde?) Del tronco, o sea, del árbol; pero el fruto es de acuerdo a la rama. Y de la vida del tronco, de la vida de ese árbol que está ahí en la Tierra es que se nutre cada una de esas ramas.”
—Y entonces dice: “¿Pues entonces el año que viene el árbol completo va a producir naranjas verdad?”
—Le dicen: “No, va a seguir produciendo de acuerdo a la rama que tiene; esta rama de limones pues va a producir limones, esta rama de toronjas pues va a producir toronjas.”
—“Bueno, ¿y cuándo entonces el árbol de naranjas va a producir naranjas?”
—“Bueno, cuando salga una rama de su tronco; cuando salga una rama de su tronco esa será una rama de naranja (o sea, un renuevo de naranja), y ese renuevo, esa rama, va a producir (¿que?) naranjas.”
— El dice: “¡Gloria a Dios!”
Y compara ese árbol de naranjas con el cristianismo, el cual produce por la rama bautista, pues produce bautistas; por la rama metodista produce metodistas; por la rama presbiteriana produce presbiterianos; y así por cada rama produce de acuerdo al género de esa rama, de acuerdo al género de ese grupo religioso denominacional, pues va a producir gente convertida a ese grupo denominacional.
¿Pero cuándo va a producir una… cuándo va a producir naranjas, cuándo va a producir esa planta que está siendo usada como representación del cristianismo, cuándo va a producir verdaderos cristianos hijos e hijas de Dios? Cuando salga una Rama, cuando salga un Renuevo del Tronco, de la raíz.
Y ahora, miren ustedes, de etapa en etapa pues salió una rama y produjo los escogidos de cada tiempo; pero después han sido injertadas denominaciones, ramas injertadas, y han producido de acuerdo a lo que son cada una de esas ramas.
Y ahora, no queremos nosotros ser una rama injertada, queremos ser de esas raíces, de esas ramas o de ese renuevo que sale de las raíces. ¿Y cómo podemos ser? Pues una rama está prometida que saldrá, y esa única rama que podrá salir es la rama que sale en la Edad de la Piedra Angular, esa es una rama que viene directamente de las raíces, de la raíz y el linaje de David; y a través de esa rama el fruto para esta etapa final o Edad de la Piedra Angular vendrá, y el fruto como individuos son los hijos e hijas de Dios de este tiempo final, que son Reyes; pues vienen de la raíz y el linaje de David, por lo tanto son descendientes del rey David.
¿Y cómo podemos ser descendientes del rey David? Pues por medio del Hijo de David que es Jesucristo. Por ejemplo: usted es descendiente de su papá y su mamá según la carne, y por consiguiente es descendiente de los padres de ellos, y por consiguiente es descendiente de los abuelos; y sigue así hasta que llega al final, o al comienzo, donde comenzó esa simiente según la carne.
Y ahora, por medio de Jesucristo, vean ustedes, es que nosotros hemos venido como Reyes; por eso es que somos Reyes, porque somos descendientes ¿de quién? De un Rey, nuestro amado Señor Jesucristo, y El es la Raíz y el Linaje de David, El vino por medio de la descendencia del rey David, pues María, la virgen María, es una descendiente directa del rey David; y aún José, el padre de crianza es un descendiente también del rey David. Y por cuanto él lo crió y él lo adoptó como hijo, entonces vean ustedes, por José y por María la descendencia de David y por consiguiente de Isaí.
Y nosotros al venir por medio de Cristo, al creer en El como nuestro Salvador, lavar nuestros pecados en Su Sangre, ser bautizados en Su Nombre y recibir Su Espíritu, obtenemos el nuevo nacimiento y hemos nacido como hijos de Jesucristo nuestro Salvador, y por consiguiente hijos de David y por consiguiente hijos de Dios.
Ahora, podemos ver cómo la raíz y el linaje de David es nuestro origen como Reyes para el glorioso Reino Milenial.
Y ahora vean ustedes cómo todo esto ha venido a nosotros, sin nosotros darnos cuenta, ¿por qué? Porque ya Dios lo tenía en Su Mente, en Su Corazón, desde antes de la fundación del mundo; lo que ha estado pasando es que Dios ha estado cumpliendo Su propósito que El tenía desde antes de la fundación del mundo.
Ahora, no se requiere que la persona venga literalmente como un descendiente de David según la carne para ser de la descendencia de David. Lo que se requiere es que la persona crea en Cristo como su Salvador, lave sus pecados en Su Sangre, sea bautizado en Su Nombre, reciba Su Espíritu Santo y así obtenga el nuevo nacimiento, y así viene a ser un hijo de Dios a través de Jesucristo; y por consiguiente viene a ser un hijo de David por medio de Jesucristo que es el Hijo de David.
Y ahora, David tiene muchos hijos por medio de Jesucristo, muchos descendientes de David y por consiguiente de Isaí; así como Abraham tiene muchos hijos que son los que han nacido de nuevo, ese es el Israel Celestial. Por eso miren ustedes, es que San Pablo en su carta a los Gálatas, nos dice algo aquí muy importante; dice en el capitulo 3, verso 6 en adelante. Dice:
“Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia.
Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.”
Y ahora los que son de fe son hijos de Abraham y los que son de fe también son hijos de David. Pues si son hijos de Abraham, vean ustedes, David también es un hijo de Abraham.
Y ahora vean ustedes, así como somos hijos de Abraham por la fe en Cristo, somos también hijos de David por la fe en Cristo. Este es el Israel Celestial, este es el Israel que tiene la fe en Cristo y por consiguiente son hijos de Abraham, los hijos de Abraham celestiales que es la Iglesia del Señor Jesucristo y los hijos de David celestiales que son los hijos de Dios por medio de Jesucristo. Son los Reyes Celestiales que vienen por medio de Cristo, que reinarán con Cristo en este planeta Tierra y en el universo completo; o sea, que es una descendencia de Reyes, de Sacerdotes y de Jueces que vienen por medio de Jesucristo nuestro Salvador al efectuarse en ellos el nuevo nacimiento.
Cuando nace de nuevo una persona, esa persona tenía su nombre escrito en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero y ha nacido en el Reino de Dios un Rey o una Reina, y ha nacido en el Reino de Dios un Sacerdote, y ha nacido en el Reino de Dios un Juez; porque somos Reyes, somos Sacerdotes y somos Jueces también. Y Cristo es Rey, es Sacerdote y Juez también, del Orden celestial; porque en el orden terrenal se reflejó el Orden celestial que está sobre cualquier orden terrenal; porque El que viene de arriba es sobre todos y los que vienen de arriba son sobre todos.
Así que podemos ver que lo que Cristo es, lo somos nosotros; y por medio de nosotros Cristo, la Raíz y el Linaje de David, la Vid verdadera se manifiesta y produce aquello que El ha prometido para cada edad y para cada dispensación; porque el fruto es manifestado a través de las ramas que somos nosotros como Cuerpo Místico de creyentes y como individuos.
Y la rama del Día Postrero en el Cuerpo Místico de Cristo, como Cuerpo Místico de Cristo, vean ustedes, es la Edad de la Piedra Angular; para otras edades estuvo las diferentes ramas. Por ejemplo, para la primera Edad, la rama donde San Pablo era el Mensajero; cada una de esas edades fue una rama que vino del tronco, y así hubo siete ramas en las siete edades.
Pero ahora en el Día Postrero está la Rama final, la Rama de la Edad de la Piedra Angular, y ahí es donde Dios nos ha colocado a nosotros como hijos e hijas de Dios, como escogidos de Dios para este tiempo final; esa Rama está formada por todos nosotros en este tiempo final; y ahí es donde el fruto correspondiente al Día Postrero de Cristo, la Vid Verdadera, será visto manifestado conforme a todo lo que está prometido para Cristo hacer en Su Iglesia en este tiempo final. Y las demás ramas que han sido injertadas serán cortadas, como nos dice el apóstol San Pablo en Romanos, capitulo 11, versos 25 al 27, y serán traídos luego los 144 mil hebreos.
Ahora, podemos ver que las ramas injertadas van a ser quitadas, pero la rama que sale del tronco, esa permanecerá por el Milenio y por toda la Eternidad. Como edad cada rama que ha venido del tronco, de la raíz, que ha venido de la Vid Verdadera, ha sido la edad correspondiente a cada tiempo con el mensajero de esa edad y ha producido el fruto de los hijos e hijas de Dios de ese tiempo. Y así ha sido de edad en edad.
Y ahora para el tiempo final es el tiempo de la Rama que sale del Tronco que es Cristo, el Tronco, la Raíz y el Linaje de David, de ahí sale la rama final, la rama de la Edad de la Piedra Angular que viene a ser la número ocho. Y recuerden que de los hijos de Isaí el número ocho fue el que reinó, el número ocho fue el que recibió la bendición, que recibió la unción para ser rey, fue el que se sentó en el trono de David.
Y ahora, hemos tenido siete edades y luego pasamos a la Edad de la Piedra Angular que vendría a ser la octava, pero como no hay ocho días de la semana sino siete, el ocho viene a ser el primer día de una nueva semana; por lo tanto el ocho representa Eternidad.
Y ahora, podemos ver que hemos sido colocados en una Edad Eterna, esa es la Edad que llamará a los santos que han partido, a esta Edad de la Piedra Angular es que vendrán los santos que han partido. Vean, en las edades pasadas no ocurrió la resurrección, si hubiese ocurrido en alguna de las edades pasadas, entonces habrían sido llamados a esa edad. Pero ahora serán llamados a la Edad de la Piedra Angular los santos que han partido y los que vivimos seremos transformados; y entonces estará completa la Vid Verdadera con cada rama y con cada fruto de esa rama. El fruto son los hijos e hijas de Dios, esto es en ese árbol como Cuerpo Místico de creyentes, como individuos, pues como individuos en nosotros está el fruto que debemos dar o que Cristo debe dar a través de cada uno de nosotros, a través de su vida, Su Espíritu Santo, en cada uno de nosotros produciendo los frutos del Espíritu en nuestra vida.
Y ahora, podemos ver la bendición tan grande que nos ha tocado a todos nosotros en este tiempo final.
Miren, ¿en el templo cuál era la parte que estaba en la Presencia de Dios? Tenemos el atrio donde se efectuaban los sacrificios, tenemos luego el lugar santo por donde pasaba el sumo sacerdote con la sangre (pero no se detenía ahí sino que pasaba al lugar santísimo), el lugar santísimo era el lugar donde estaba el arca del pacto, donde estaban dentro del arca del pacto las tablas de la ley, estaba también en una vasija de oro el maná el cual no se corrompía porque estaba dentro del arca del pacto y porque estando allí y estando el arca del pacto en el lugar santísimo donde la Presencia de Dios estaba, no podía corromperse ese mana, estaba también la vara de Aarón que reverdeció y sobre el arca del pacto estaba el propiciatorio que vendría a ser la tapa del arca del pacto, y el propiciatorio era de oro puro, y tenía dos querubines de oro y esos dos querubines de oro habían sido hechos en una sola pieza con el propiciatorio; o sea, que no fue que hicieron la tapa del arca del pacto y se la pusieron al arca del pacto y luego vinieron e hicieron unos dos querubines y luego los colocaron allí; sino que cuando hicieron la fundición en oro del arca del pacto, también estaba en ese molde, estaba todo – los querubines ahí. Digamos que colocaron… digamos que se coloca al revés ese molde donde están los querubines y donde está todo preparado para el arca del pacto, y echan el oro, lo echan ahí (si lo hicieron de esa forma o si lo hicieron ya en otra forma), a la misma vez hicieron la pieza. Pero si lo echan, si lo calientan y queda derretido el oro y lo llenan todo (como llenamos un molde de concreto o de yeso o de alguna otra cosa), luego cuando lo echaron todo y se secó el oro y le sacaron el molde quedó la tapa del arca del pacto y quedaron los dos querubines de oro también ahí; o sea, es una obra monolítica: es echa toda a la misma fundida al mismo tiempo.
Y ahora, esa es la parte más importante de todo el templo. Vean, esa pieza que es el propiciatorio, que le llaman el propiciatorio, que es la tapa del arca del pacto, ese es el Trono de Dios ahí en el templo, y está en el lugar santísimo y está sobre el arca del pacto y están los dos querubines de oro, porque todo eso que está ahí está en el Cielo. El propiciatorio ahí es el Trono de Dios en el Cielo donde están los arcángeles Gabriel y Miguel uno a cada lado y Dios está en medio de ellos.
Dios estaba allí sobre el arca del pacto, sobre el propiciatorio, en medio de los dos querubines de oro, estaba Dios en la columna de fuego. Por ejemplo miren aquí en Levítico, capitulo 16, dice:
“Habló Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de Jehová, y murieron.”
En el capitulo 10 explica qué fue lo que pasó con estos dos hijos de Aarón. Ellos eran sacerdotes también, pero ellos entraron con fuego extraño. Nos dice levítico, capitulo 10, verso 1 en adelante dice:
“Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó.
Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová.”
Luego ustedes pueden leer el resto en sus hogares. Pues dice que Dios le prohibió a Aarón que llorara y que tuviera luto por sus hijos; o sea, que fue grave lo que estos hijos de Aarón hicieron.
Y continuamos en el capitulo 16, continuamos en el verso 2:
Y Jehová dijo a Moisés: Dí a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo (o sea, que no en todo tiempo entre al lugar santísimo), delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio.”
¿Ven dónde aparecía Dios? Aparecía sobre el propiciatorio, en la nube que es la Columna de Fuego. En el capitulo 25 del Éxodo también Dios le habla al profeta Moisés y en el verso… vamos a ver el verso 21, para no leer mucho. De ahí en adelante, dice:
“Y pondrás el propiciatorio (o sea, el propiciatorio, o sea, la tapa del arca del pacto)…”
“Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré.
Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.”
Y ahora vamos a leer el 7 ¿del Éxodo es?… Números 7:89, dice:
“Y cuando entraba Moisés en el tabernáculo de reunión, para hablar con Dios, oía la voz que le hablaba de encima del propiciatorio que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines; y hablaba con él.”
Ahí tenemos… esto fue el 7:89, vamos a ver si lo tenemos marcado aquí, Miguel (vean ustedes, de ahí fue que Dios le dijo que le iba a hablar y de ahí era que oía la Voz de Dios)… Si, estaba marcado, ahora marqué en otro sitio aquí, es que la paginita ya está salida y tengo que (cada vez que la voy a leer) cuadrarla con la línea de arriba y… porque sino leo una parte de un verso y una parte del otro. Pero esta está tan marcada, y bien marcada que no la he cambiado por una nueva; porque una nueva viene sin marca, sin estar marcada y para mí esta pues tiene mucho valor, y se me hace más fácil conseguir en ella los pasajes bíblicos. Cuando uno pues tiene una Biblia que no está marcada es que esa Biblia pues no la ha leído y por eso pues no la ha pasado por ahí, porque cuando ha leído y ha marcado es porque encontró algo bien importante y ahí le coloca otra cita de otro lugar y ahí pues hace el cuadro completo de ese pasaje.
Bueno, hemos visto de dónde le hablaba Dios ha Moisés. Y tenemos la promesa en Apocalipsis, capitulo 11, verso 13 en adelante, y también Zacarías, capitulo 4. Tenemos la promesa de la Venida de los Dos Olivos, y la Venida de los Dos Olivos son la Venida de los ministerios de Elías y Moisés o de Moisés y Elías.
¿Y de dónde le va a hablar Dios en cada edad? Le habló Dios a cada mensajero desde el Cielo. Pero le habló en la edad correspondiente, o sea, le habló en el Lugar Santo donde estaba cada ángel mensajero de cada edad. Aunque la Voz vino del Cielo, del Lugar Santísimo, pero habló en el Lugar Santo a cada mensajero de cada edad y ahí fueron colocados los escogidos de cada edad con el mensajero de cada edad.
Y ahora, así como Dios ha estado hablando en cada edad al mensajero en el Lugar Santo, a los siete mensajeros, y la Voz de Dios ha estado siendo escuchada en el Lugar Santo a través de los mensajeros, ahora ha pasado al Lugar Santísimo que es la Edad de la Piedra Angular. Y así como le habló a Elías en Su cuarta manifestación en el Lugar Santo, en la Séptima edad, le hablará a Elías y le hablará a Moisés en el Lugar Santísimo en la Edad de la Piedra Angular.
¿Y desde ahí era que le hablaba a quién? A Moisés, en el lugar santísimo y desde el Lugar Santísimo de sobre el propiciatorio de en medio de los dos querubines de oro. Y esos Dos Querubines de oro en el Cielo son nada menos que los arcángeles Gabriel y Miguel. Por lo tanto esos arcángeles estarán presentes en la Edad de la Piedra Angular. Por eso es que en Daniel, capitulo 12, dice que se va a levantar ¿quién? Miguel; y para el Día Postrero tendremos también a Gabriel; esos son los mayores arcángeles de Dios, los de la diestra y los de la siniestra, y estarán en nuestra edad y ellos obrarán en favor de todos nosotros.
Los ministerios de Moisés y Elías en el Día Postrero están representados en el Cielo en Gabriel y Miguel.
Y ahora, podemos ver la bendición tan grande que hay para nosotros en este tiempo final.
Y miren ustedes, esto es tan grande que nos lleva a Génesis, capitulo 18 y capitulo 19; donde Elohím con Gabriel y Miguel aparecieron a Abraham. También nos lleva a Génesis, capitulo 14, donde le apareció Melquisedec a Abraham y lo bendijo dándole pan y vino; lo cual habla de lo que Dios hará en este tiempo final para darnos de Sí mismo, para darnos un cuerpo nuevo eterno, inmortal y glorificado.
Ahora, podemos ver que para este tiempo final Dios tiene la bendición más grande de todos los tiempos, y Dios estará hablando ya no desde el Lugar Santo en las siete edades a través del mensajero de cada una de las edades, sino que estará hablando en y desde el Lugar Santísimo, desde sobre el Arca del Pacto, sobre el Propiciatorio, de en medio de los Dos Querubines de Oro que en la Iglesia de Jesucristo son los Dos Olivos, Moisés y Elías.
Por eso fue que el rey Salomón colocó dos olivos de madera gigantes cubiertos de oro en el lugar santísimo, a cada lado del arca del pacto colocó un querubín y sus alas se encontraban la una con la otra ya la otra ala de cada querubín llegaba hasta la pared; y bajo las alas de los querubines estaba el arca del pacto.
Ahora, vean ustedes cómo para el tiempo final en la Iglesia de Jesucristo estarán los Dos Querubines en la Edad de la Piedra Angular, el Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo y estará el Arca del Pacto, estará el Propiciatorio, estará la Palabra que son las dos tablas de piedra con la Ley de Dios que fue colocada dentro del arca del pacto.
Y ahora, estarán en la Iglesia de Jesucristo: el Arca del Pacto, estarán las Tablas de la Ley que representan el Libro de los Siete Sellos, estará ahí dentro todo en el Arca del Pacto. Por eso es que Dios habla tantas bendiciones para este tiempo, para cada uno de ustedes jóvenes, para Miguel también y para mí también. Y cada cual tome de parte de Dios la bendición que Dios le tiene.
Hemos visto que bajo este misterio de la Vid Verdadera que es Cristo, el Labrador que es Dios y los pámpanos o ramas que somos nosotros, hay grandes bendiciones para este tiempo final. Y el misterio del Día Postrero, vean ustedes, cómo cubre todo esto de lo cual hemos hablado y mucho más.
Así que miren, ¿qué parte del templo era la que estaba más cerca de la Presencia de Dios? Pues el Lugar Santísimo. Y ahí es donde nosotros hemos sido colocados en este tiempo final.
¿Quiénes son los que estarán más cerca de Dios y de Su manifestación del Día Postrero? ¿De los hijos y mensajeros de Dios quiénes son los más cerca de Dios y de Su manifestación del Día Postrero? Pues los que estarán en el Lugar Santísimo de Su Templo Espiritual, que son los que estarán en la Edad de la Piedra Angular, y esos son los que verán la manifestación de Dios del Día Postrero y esos son los que verán a los Dos Olivos, esos son los que verán los Dos Querubines del y que están sobre el Propiciatorio que en el Templo del Señor Jesucristo serán Moisés y Elías, los ministerios de Moisés y Elías siendo manifestados. Esos son los que verán, los que estarán ahí serán los que verán todo lo que está en el Cielo en el Lugar Santísimo materializado en la Iglesia de Jesucristo, en el Lugar Santísimo de ese Templo Espiritual.
O sea, que tenemos el privilegio más grande que hayan tenido los hijos e hijas de Dios en la Iglesia de Jesucristo. Y estarán escuchando la Voz de Cristo de sobre el Propiciatorio de en medio de los Dos Querubines, o sea, de en medio de los Dos Ministerios, los Ministerios de Moisés y el Ministerio de Elías; y en medio estará Cristo, El Ángel del Pacto y ahí tenemos entonces el Ministerio de Moisés, el Ministerio de Elías y el Ministerio de Jesús en la escena. ¿Vieron lo sencillo que es todo?
Así que para este tiempo final nosotros somos los más bienaventurados de todos los escogidos de Dios, de todos los hijos de Dios de y en la Iglesia del Señor Jesucristo. Y de todos los jóvenes de la Iglesia de Jesucristo de todas las edades ustedes son los más privilegiados. En otras edades y tiempos los jóvenes sirvieron a Cristo, los escogidos jóvenes de Dios, pero no conocieron algunos a Su Mensajero, ni conocieron cuál era el Mensaje de su tiempo, aunque estaban viviendo el Mensaje de su tiempo y estaban con el mensajero de su tiempo; pero no conocían el misterio que estaba siendo cumplido conforme al Programa de Cristo.
Pero para el Día Postrero los jóvenes colocados en el Cuerpo Místico de Cristo, en el Lugar Santísimo, conocerán todas estas cosas, conocerán cuál es el Mensaje para su tiempo y porqué están en ese Mensaje, y conocerán cuál es Su Mensajero para su tiempo y conocerán lo que Dios estará hablando por medio de ese Mensajero que será el Ángel del Señor Jesucristo.
Y ese Misterio de quién es el Ángel del Señor Jesucristo nadie lo conocía en las edades pasadas, en la Séptima edad sólo llegaron a saber que ese Ángel era un Profeta, porque lo dijo el Rvdo. William Branham el precursor de la Segunda Venida de Cristo. Pero fuera de eso no supieron nada más, solamente supieron que era un Profeta, pero no supieron cuál de los profetas, no supieron en qué tiempo se manifestaría ese Profeta; porque era un Espíritu de profeta el que le dio a Juan la revelación del Apocalipsis. Pero ninguno supo, fuera de saber que era un profeta, lo cual vinieron a saber en el tiempo del Rvdo. William Branham, fuera de eso él no dio a conocer quién era ese profeta, él dijo: “Puede ser Elías, pudo haber sido Elías, pudo haber sido Elías o alguno de los profetas.” Pero no explicó más, no dijo: “El es Elías.” O tampoco dijo: “El es Moisés (abiertamente).” Está ahí pero abiertamente no lo dijo. El en una ocasión dijo que era Apocalipsis, capitulo 22 y cuando vamos a Apocalipsis, capitulo 22 es el Angel del Señor Jesucristo, y eso fue cuando habló de Moisés, y dijo: “Es la misma persona.”
Y ahora, eso está en el Libro de “Los Sellos,” página 326, el Libro de “Los Sellos.” También está en otra página 301 y 302 del Libro de “Los Sellos.” Si alguno tiene el Libro de “Los sellos…” era un saludito lo que veníamos a darles a ustedes, pero el saludo pues se ha convertido en un Mensaje, y solamente nos falta el tema del Mensaje. Por cuanto es la Vid Verdadera, y el Padre labrador y nosotros como los pámpanos pues: “EL PADRE CON LA VID VERDADERA Y LOS PÁMPANOS,” más o menos…
Ahora, vean ustedes la bendición tan grande que hay para nosotros, lo cual estaba ahí escondida en la Escritura, en esas parábolas, en esas profecías y en esos símbolos del Apocalipsis. Aquí Miguel y los muchachos pues no quieren que nos vayamos sin leer esto, así que vamos a leerlo… ¿Ven? El dueño de este libro pues lo lee y lo marca también… Miguel como tú conoces, aquí este no es el mismo… vamos a ver… página 301 del Libro de “Los Sellos,” dice:
“¡ESTA REVELACIÓN VIENE DE DIOS. Y ES LA VERDAD!
¿Han captado algo? Entonces puede ser que no se los tenga que decir el domingo. ¡Qué maravilloso!
Noten bien: en el tiempo cuando Dios iba a librar al mundo antes del diluvio, El mandó un águila. Cuando decidió librar a Israel, también mandó un águila…”
O sea, un águila es un profeta y Dios también se tipifica en el águila, en el águila Dios también se tipifica. Por ahí en el Éxodo, capitulo 19, encontrarán que Dios ahí nos habla del águila y que en alas de águila trajo al pueblo hebreo de Egipto hasta el Monte Sinaí y luego los llevó a la tierra de Israel, dice.
“…¿No cree Ud, que cuando Juan estaba en la Isla de Patmos, este mensaje era tan perfecto que aún no podía ser confiado a un Ángel? Ahora, un ángel es un mensajero, pero ¿sabía Ud, que aquél mensajero era un profeta? ¿Lo creen? Vamos a probarlo. Veamos, Apocalipsis 22:9 para ver sino fue un águila. El era un ángel, un mensajero, pero era un profeta. El cual reveló a Juan completamente este libro de Apocalipsis. Ahora veamos lo que vio Juan:
Yo Juan soy el que ha oído y visto estas cosas. Y después que hube oído y visto, me postré para adorar delante de los pies del ángel que me mostraba estas cosas.
Y él (el ángel) me dijo: Mira que no lo hagas (ningún verdadero profeta recibirá adoración, o mensajero cualquiera): porque yo soy siervo contigo, y con tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.
Apocalipsis, capitulo 22:8
Ahora, el libro era tan importante y es la Palabra de Dios. ¡Cuidado! Cuando la Palabra de Dios es revelada, tiene que ser traída por el profeta porque solamente a él llega la Palabra de Dios.”
Cualquier persona diciendo que tiene una la revelación de Dios para el pueblo de Dios, si no es un profeta, esa revelación se la inventó, esa revelación no viene de Dios, esa es una revelación personal de él, porque toda revelación tiene que venir al pueblo de Dios por medio de un profeta, porque solamente a los profetas de Dios es que viene la revelación de Dios para que ellos la den al pueblo de Dios.
De edad en edad Dios envió Sus siete ángeles mensajeros, uno en cada edad al cual vino la revelación de Dios para su edad. Y para el Día Postrero, para la Edad de la Piedra Angular Jesucristo envía Su Ángel, al cual le da toda la revelación de Dios para la Edad de la Piedra Angular, para que él la de a Su Iglesia en el Día Postrero. Y ese Ángel del Señor Jesucristo es un Profeta, dice aquí el Rvdo. William Branham.
Y ahora vamos a la página 326, al final el último verso, dice:
“Moisés será la misma persona. Hallamos la misma persona en Apocalipsis 22: 8.”
¿Ve? Lo que les había leído: “Hallamos lo mismo en Apocalipsis 22: 8” Y si hallamos lo mismo, pues hallamos a Moisés en Apocalipsis 22:8 y Moisés ahí es el Ángel del Señor Jesucristo. Y en el libro de “Las Edades,” ahí dice él, cuando habla de ese ángel, dice que es un profeta. Y dice: “Tal vez sea Elías o alguno de los profetas.” Dice: “Ese es un espíritu de profeta.”
Ese espíritu de profeta dándole la revelación a Juan en la década del noventa, casi dos mil años atrás, o sea, que fueron hace 1990 años que le dio esa revelación a Juan. Fue en el año ¿qué? 96 al 98; o sea casi, dos mil años atrás dándole esa revelación apocalíptica a Juan un espíritu de profeta, cuando decimos un espíritu de profeta, o decimos un espíritu, un espíritu es un cuerpo, si es de Dios es un cuerpo teofánico de la sexta dimensión, un hombre de la sexta dimensión dándole esa revelación apocalíptica al apóstol San Juan.
Yo les dije una vez en algún lugar que tenemos solamente registro de dos personas que ministraron antes de venir a la Tierra en cuerpos de carne: uno fue el Ángel de Jehová, el Ángel de Dios que es nuestro amado Señor Jesucristo en Su cuerpo teofánico, y el otro es el Ángel de Jesucristo. Y les dije que en algún momento podíamos hasta buscar a través de la historia bíblica, porque si ese Ángel ministro a Juan el apóstol esa revelación apocalíptica, de seguro estuvo ministrando en otras ocasiones y estaría ministrando también más a delante, aún antes de estar en su cuerpo de carne. Pero para el Día Postrero estará en un cuerpo de carne en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, dándonos a conocer estos misterios del libro del Apocalipsis y sobre todo los que corresponden a este tiempo final que están bajo el Séptimo Sello y bajo los Siete Truenos del Apocalipsis.
El Séptimo Sello el cual es el misterio más grande de todos los misterios, el misterio de la Segunda Venida de Cristo. Si Cristo dijo: “He aquí he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.” Apocalipsis 22, versos 16.
Y en Apocalipsis, capitulo 4 dice (Cristo con esa Voz de Trompeta hablando desde el Cielo), dice:
“Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”
Y luego para dar a conocer estas cosas dice en Apocalipsis 22, verso 6:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”
Y ahí vemos que por medio de Su Ángel Mensajero es que estas cosas que deben suceder pronto estarán siendo dadas a conocer. Cristo estará en Espíritu Santo manifestado en ese Ángel Mensajero y estará dándole la revelación divina de estas cosas para que las de a conocer a la Iglesia del Señor Jesucristo.
Ese es el Enviado de Cristo para el Día Postrero en Su Iglesia y a Su Iglesia para la Edad de la Piedra Angular, como los siete ángeles mensajeros fueron los enviados de Cristo para cada edad. Pero por medio de ellos hubo cosas que no fueron dadas a conocer, las cuales serían dadas a conocer en este tiempo final, porque corresponden a este tiempo final.
Cristo dijo: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.” (o sea, después de las siete edades de la Iglesia).
Y ahora, esas cosas son reveladas en este tiempo final.
¿Dónde llevaría a cabo Cristo la Obra del Día Postrero para la Edad de la Piedra Angular? Ese era un misterio que nadie conocía. Ya por medio del Rvdo. William Branham cuando dio a conocer las “Siete edades,” y predicó el Mensaje de “Los Sellos,” se conoció donde se cumplió cada edad y quién fue el mensajero de cada una de las Siete edades de la Iglesia que corresponde al Lugar Santo. Pero el misterio del Lugar Santísimo no fue revelado; dónde se cumpliría la edad que corresponde al Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo, porque Cristo está construyendo Su Templo Espiritual. Y ha venido desde la tierra de Israel pasando por Asia Menor, Europa, y Norteamérica, pero al llegar a Norteamérica y construir esa parte del Templo construye la parte final del Lugar Santo; pero queda el Lugar Santísimo.
¿Se va a quedar el Templo Espiritual de Cristo sin Lugar Santísimo? Si se queda sin Lugar Santísimo Dios no lo puede recibir, no puede ser dedicado a Dios para que Dios more en un Templo que no tiene Lugar Santísimo, porque el lugar de morada de Dios es el Lugar Santísimo sobre el Arca del Pacto. Por lo tanto tiene que ser construido el Lugar Santísimo, tiene que estar el Arca del Pacto, tiene que estar todo, tiene que estar el Propiciatorio, tienen que estar los Dos Querubines de oro, tiene que estar todo materializado en la Iglesia del Señor Jesucristo, para poder Dios aceptar ese Templo que en este tiempo final será dedicado a Dios, y Dios morará en Toda Su plenitud: Resucitará a los muertos en Cristo y nos transformará a nosotros y entonces Dios estará en toda Su Plenitud en Su Templo espiritual, y todos seremos jóvenes en el cuerpo nuevo que hemos de recibir, jóvenes para toda la Eternidad.
Jóvenes en este cuerpo mortal es ser joven, pero el proverbista dijo que la juventud es vanidad, porque se tiene por un tiempito —digamos que se tiene por diez o veinte años—, pero después se le va de las manos sin poder usted evitar que se le vaya de las manos la juventud. Pero en el cuerpo nuevo la juventud no se le va a ir de las manos, porque será un cuerpo joven representando de 18 a 21 años para toda la Eternidad. Por lo tanto en ese cuerpo la juventud no será vanidad sino que la juventud será vida eterna y será algo real por el Milenio y por toda la Eternidad.
Bueno, hemos visto jóvenes al Labrador que es el Padre Celestial, a la Vid Verdadera que es Jesucristo y a los pámpanos que son las ramas, que somos nosotros.
“EL LABRADOR, LA VID Y LOS PÁMPANOS.”
EL PADRE, JESUCRISTO Y SUS HIJOS, LA FAMILIA COMPLETA.
Hemos visto a Dios y Sus hijos; Dios y Su Familia en estos momentitos que hemos tenido esta platica entre ustedes jóvenes en esta mañana aquí en Villahermosa.
Que Dios me les bendiga a todos, que Dios me los guarde y me los use grandemente en Su Obra y Cristo produzca a través de ustedes el fruto que debe ser manifestado por Cristo en este tiempo final a través de Sus hijos, y también produzca el fruto en la Edad de la Piedra Angular, produzca los hijos e hijas de Dios correspondientes a este tiempo final. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Bueno dejo con nosotros nuevamente al Rvdo. Miguel Bermúdez Marín, nuestro amigo y hermano, para finalizar nuestra parte de saludo con ustedes esta mañana. Por aquí tenemos el libro de “Los Sellos,” para…
Que Dios les bendiga y les guarde a todos.
“EL LABRADOR, LA VID Y LOS PÁMPANOS.”