Muy buenos días, amados amigos y hermanos presentes aquí en Villahermosa, Tabasco, República Mexicana; es para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Para lo cual quiero leer en el libro del profeta Daniel, en el capítulo 8, verso 5 en adelante, donde dice (dice el profeta Daniel):
“Mientras yo consideraba esto, he aquí un macho cabrío venía del lado del poniente sobre la faz de toda la tierra, sin tocar tierra; y aquel macho cabrío tenía un cuerno notable entre sus ojos.
Y vino hasta el carnero de dos cuernos, que yo había visto en la ribera del río, y corrió contra él con la furia de su fuerza.
Y lo vi que llegó junto al carnero, y se levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos cuernos, y el carnero no tenía fuerzas para pararse delante de él; lo derribó, por tanto, en tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su poder.
Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo.
Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa.
Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó.
Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra.
Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó.
Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados?
Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.
Y aconteció que mientras yo Daniel consideraba la visión y procuraba comprenderla, he aquí se puso delante de mí uno con apariencia de hombre (este es el arcángel Gabriel).
Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a éste la visión (¿Ven que es el arcángel Gabriel?).
Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin.
Mientras él hablaba conmigo, caí dormido en tierra sobre mi rostro; y él me tocó, y me hizo estar en pie.
Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema es: “GABRIEL APARECIENDO EN LA ENCRUCIJADA DEL TIEMPO.”
Este arcángel Gabriel es uno de los principales arcángeles de Dios juntamente con el arcángel Miguel; estos son los arcángeles que descendieron con Elohím, con Dios, para visitar a Abraham; y Dios creó para Sí mismo y para Gabriel y Miguel, cuerpos en los cuales se materializaron y aparecieron como tres hombres a Abraham, lo visitaron, Abraham les preparó un becerro tierno, y pan y también queso o mantequilla —mantequilla— y también leche, le dio a tomar, todo lo que va con un becerro tierno que es preparado.
Y así le preparó una buena comida a eso de las 12:00, a las 3:00 de la tarde o a las 4:00 de la tarde; y allí estuvo Elohím (que es Dios) con Sus arcángeles Gabriel y Miguel, los arcángeles de la diestra y de la siniestra, y materializados allí en cuerpos como los cuerpos de los seres humanos, comieron con Abraham, y luego que terminaron se levantaron y se dirigieron hacia Sodoma; Abraham los acompañó, pues Abraham es llamado “Amigo de Dios.”
Y Abraham había recibido la promesa de que sería padre de multitud de naciones, pero todavía no había tenido un hijo por medio de su esposa Sara, la cual era estéril y ya estaba con 89 años de edad cuando Dios visitó a Abraham con Sus arcángeles Gabriel y Miguel; y Abraham tenía 99 años de edad.
Y ahora, Dios le dice a Abraham que va visitar a Sara y por ese tiempo, el próximo año, iba a tener un hijo.
Y ahora la promesa que Dios le había dado a Abraham de que tendría un hijo y le pondría por nombre Isaac, en Génesis, capítulo 15, Dios la iba a cumplir cuando ya Abraham tenía 99 años e iba ya para los 100 años.
Y ahora, estos arcángeles están allí con Dios, con Elohím, escuchando todo lo que le está Dios diciendo a Abraham. Tenemos diferentes lugares donde Dios hace la promesa a Abraham de que tendrá un hijo. Por ejemplo en el capítulo 15 del Génesis, Abraham estaba muy preocupado por que no tenía hijos, y si Abraham moría lo iba a heredar su siervo Eliezer el cual había nacido en su casa; y si no había un hijo heredero, entonces el siervo principal de la casa que era el administrador, vendría a ser el heredero, vean, y Abraham tenía esa preocupación. Capítulo 15, verso 1 en adelante, dice:
“Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram (todavía no le había sido cambiado el nombre); yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.
Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es este damasceno Eliezer?
Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole (o sea, no le ha dado hijo), y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa.
Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará (porque el heredero debe ser un hijo y no un esclavo).”
Por eso Moisés siendo un siervo no podía ser heredero, el heredero de la Casa de Dios, aunque fue un siervo fiel en toda la Casa de Dios; pero ahora Jesucristo como Hijo fue colocado sobre la Casa de Dios, dice San Pablo en Hebreos, capítulo 3, verso 1 al 6, y Jesucristo es el Heredero, el Heredero de Dios, y nosotros con El como hijos e hijas de Dios, somos coherederos, herederos de Dios y coherederos con Cristo.
Por lo tanto es Cristo el que heredará toda la herencia divina, y en este planeta Tierra El hereda el Trono de David para ser Rey sobre el pueblo hebreo, y El como Hijo de David es que hereda el Trono de David, y como Hijo de Abraham hereda toda la tierra de Israel y como Hijo de Abraham hereda toda promesa que le fue hecha a Abraham, y como Hijo del Hombre hereda todo el planeta Tierra con todo lo que tiene, y como Hijo de Dios El es el heredero de los Cielos también; por lo tanto El es el heredero de los Cielos y de la Tierra también, y nosotros coherederos con El, porque somos hijos e hijas de Dios.
Los siervos no son los herederos, sino los hijos e hijas de Dios; por eso los hijos e hijas de Dios son los Reyes, porque el Hijo de Dios (Jesucristo) es el Rey de reyes y Señor de señores; y Jesucristo es el Sumo Sacerdote del Templo Celestial, y por eso Sus hijos son Sacerdotes de Dios, El nos lavó con Su Sangre Preciosa y nos ha hecho para nuestro Dios Reyes y Sacerdotes; y por cuanto el Padre a nadie juzga sino que todo el juicio dio al Hijo, Jesucristo es el Juez de toda la Tierra y de los Cielos también.
Por lo tanto, Sus hijos (los hijos del Juez de toda la Tierra) son también Jueces, y Cristo establecerá Su Reino Milenial; y por cuanto en el Antiguo Testamento los jueces que comenzaron con Josué y terminaron con Samuel, por medio de ellos Dios juzgaba al pueblo hebreo y también Dios reinaba en medio del pueblo hebreo a través de esos hombres de Dios, los cuales eran los jueces que Dios levantó en medio del pueblo hebreo, a través de un lapso de tiempo en la historia del pueblo hebreo cuando entró a la tierra prometida, ahí estaba en ese lapso de tiempo Dios reinando en medio del pueblo hebreo a través de hombres que fueron colocados por Dios como jueces, levantados por Dios como jueces para juzgar a Israel y para reinar Cristo, Dios, a través de esos jueces y para proteger al pueblo hebreo; eso es nada menos que la Teocracia, esa es la forma Teocrática de Dios reinar en medio de Su pueblo Israel.
Por eso es que en San Mateo, capítulo 19, versos 28 en adelante Dios promete a Sus apóstoles 12 tronos en los cuales se sentarán y juzgarán a las 12 tribus de Israel. Eso es en el Glorioso Reino Milenial y eso es la Teocracia siendo restaurada en medio del pueblo hebreo, y Cristo sentado sobre el Trono de David y con El el Vencedor se sentará en Su Trono. Así Cristo dice: “Al que venciere yo le daré que se siente conmigo en mi Trono (ese es el Trono de David), así como Yo he vencido y me he sentado con mi Padre en Su Trono (ese es el Trono del Cielo, el Trono del Padre; pero el Trono de Jesucristo es el Trono de David).”
Por eso el arcángel Gabriel en San Lucas, capítulo 1, verso 30 en adelante cuando le apareció a la virgen María, le dice… vamos a leer solamente verso 30 en adelante. Dice:
“Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.
Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús.
Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;
y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.”
Ahora vean quién es el heredero al Trono de David: nuestro amado Señor Jesucristo, el Hijo de la virgen; y para que alguna persona se siente con Cristo en Su Trono (como El ha prometido en Apocalipsis, capítulo 3, verso 21: “Al que venciere, Yo le daré que se siente conmigo en mi trono, así como Yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en Su Trono.”) tiene que ser un Hijo de la virgen.
Y ahora, ¿cómo puede aparecer o nacer un hijo de la virgen, cuando ya la virgen María vivió hace aproximadamente dos mil años atrás y murió? Es que ahora San Pablo nos dice que él ha desposado a la Iglesia como una Virgen Pura para Cristo; y ahora María allá estaba desposada con José.
Y ahora, ser desposada con José… miren en el capítulo 1, verso 26 en adelante, dice:
“Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.”
Luego continuamos leyendo en el pasaje que teníamos aquí primero, donde dice:
“…y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.”
Porque el estar desposada con José no significaba que se habían casado y que estaba viviendo con José, significaba que había sido pedida en matrimonio y estaba comprometida para casamiento con José, era la prometida de José.
Y ahora, cuando San Pablo nos dice que él ha desposado a la Iglesia como una Novia, como una Virgen Pura para Su Marido, ese desposamiento no significa que está casada sino que es la Novia comprometida de Jesucristo, esa es Su Iglesia Virgen.
Y ahora veamos cómo vendría el Hijo de la virgen aquí:
“Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.”
¿Cómo va una virgen a tener un hijo sin conocer varón? Dios había hablado por medio del profeta Isaías en el capítulo 7, verso 14, diciendo:
“He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel —que traducido es Dios con nosotros.—”
Esa era una señal grande de que en el cumplimiento de esa profecía se estaría viviendo en la encrucijada, en el empalme, de una nueva Dispensación con la Dispensación que estaba llegando a su final, que era la Dispensación de la Ley que estaba llegando a su final, y la Dispensación de la Gracia se iba empalmar; empalmar, o sea, se iba a entrelazar con la Dispensación de la Ley.
Y ahora, la señal grande de ese entrelace, de ese empalme, era la virgen concibiendo y dando a luz un hijo. Dice capítulo 7, verso 14 de Isaías:
“Por tanto, el Señor mismo os dará señal (esa era la señal): He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel —que traducido, pues es Dios con nosotros.—”
Y ahora Dios con nosotros estaría en medio de la raza humana, y cuando esta promesa se cumplió la virgen María fue visitada por el arcángel Gabriel para darle estas buenas noticias, y ahora la virgen María está muy preocupada porque ella no conoce varón, ¿y cómo va a ser que va a tener un hijo? Vean, ya el profeta Isaías dijo que la virgen iba a concebir, iba a tener un niño:
“Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.
Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril;
porque nada hay imposible para Dios (Vean cómo habla el arcángel Gabriel, trae siempre un Mensaje positivo para los hijos e hijas de Dios).
Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.”
¿Y por qué conforme a la palabra del arcángel Gabriel? Porque el arcángel Gabriel es el arcángel de la revelación divina, el que trae la Palabra, y trajo la Palabra aquí a la virgen María como también la trajo al sacerdote Zacarías, él es el arcángel que trajo también la revelación divina al profeta Daniel, el cual escribió este libro llamado el libro del profeta Daniel, el cual es el Apocalipsis del Antiguo Testamento, porque encontramos los mismos símbolos y encontramos los mismos eventos profetizados luego en el libro del Apocalipsis.
Y ahora, la virgen de la cual hablaba el profeta Isaías apareció en la escena. La presencia de la virgen María en la Tierra era el cumplimiento de la profecía de que una virgen concebiría, y era el cumplimiento de la profecía del Génesis, capítulo 3, verso 15 de que la simiente de la mujer heriría en la cabeza al diablo, a la serpiente.
Y ahora, ‘la simiente de una mujer’; por lo tanto una mujer tenía que aparecer en la escena y tener un niño, y ahora el profeta Isaías dice que tenía que ser una mujer virgen. Y ahora aparece el cumplimiento de la profecía de la mujer virgen que tendría un hijo, sin ser por medio de la unión con un hombre; porque el Espíritu Santo sería el que crearía en el vientre de esa mujer virgen una célula de vida, una célula de sangre, la cual se multiplicaría célula sobre célula y así sería que vendría a existencia por creación divina el cuerpo del Mesías, el cuerpo de ese niño, de Emanuel, y le pondrían por nombre Jesús como dijo el arcángel Gabriel, y al precursor le pondrían por nombre Juan como dijo también el arcángel Gabriel.
Y ahora podemos ver que la virgen concibió y dio a luz un Hijo. Y ahora podemos ver que este Hijo, el dragón Roma a petición del pueblo hebreo lo crucificó, lo mató, pero fue resucitado y 40 días después ascendió al Cielo y se sentó en el Trono de Dios.
Y ahora vamos a ver algo muy importante… para sentarse en el Trono de Dios tenía que ser el hijo de una virgen.
Y ahora vamos a ver algo muy importante, vamos a buscar aquí y si tengo el libro aquí a la mano les estaré mostrando algo muy importante. Para sentarse en el Trono de Dios que era la promesa dada por Dios, porque “¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Siéntate a mi Diestra (o sea, en Su Trono).” {Hebreos 1:13 – Editor}. Pero Jesucristo, el Hijo, se sentó en el Trono.
Ahora, esto es un misterio muy grande, porque ahora Cristo dice:
“Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.” {Apocalipsis 3:21 – Editor}.
Así que así como Cristo vino por medio de una virgen para poderse sentar en el Trono del Padre, el que se sentará en el Trono con Cristo tiene que venir por medio de una virgen. Y vamos a ver quién es esa virgen. En el Mensaje “Shalom,” predicado por el Rvdo. William Branham en el año 1964 (enero 12 de 1964), vamos a ver lo que él dice en la página 15 de este libro aquí, vamos a ver, dice… está hablándonos de la ocasión de la aparición de los ángeles, los siete ángeles que le aparecieron al Rvdo. William Branham y que luego fueron tomados por fotógrafos, fueron tomados en fotos y luego fue publicado en revistas como la revista “CIENCIA,” y la revista “LIFE” —Life es vida, la revista vida—, fue publicada la foto de esta nube misteriosa de la cual el Rvdo. William Branham dice que fue formada por los siete ángeles que le aparecieron a él, y de esto es que nos habla aquí cuando nos dice… vamos a ver:
“El séptimo mensajero terrenal. Vea, este ángel del cual El hablaba estaba en la Tierra. Un ángel quiere decir mensajero; y luego después de eso El vio otro ángel bajar, no el ángel terrenal que le había sido dado el mensaje aquí, sino el otro. El Angel Fuerte bajó del Cielo con un arco iris sobre su cabeza (eso es Apocalipsis, capítulo 10, verso 1 al 11) y puso su pie en la tierra y el mar (o sea, el derecho en el mar y el izquierdo en la tierra), y juró por aquel que vive para siempre jamás que el tiempo no serán más. ¿Ven?
Pero antes que El rompiera hacia adelante con esos siete sellos para revelarlos, que El mostró milagrosamente. El lo mostró primero en los Cielos, ese día tomaron fotografías a través del sur de los Estados Unidos y México; allí está puesto en la revista LIFE. Todavía un misterio para ellos, pero El lo declarará en los Cielos antes que lo haga en la Tierra. El siempre hace eso, El muestra sus señales en los cielos primero; y aún en el zodiaco. Yo no voy a regresar a enseñar el zodiaco sino solo les voy a mostrar que los Cielos lo declaran.
En el zodiaco encontramos que las constelaciones de las estrellas que El declara la Biblia entera en las constelaciones del zodiaco. Encontramos allí que El comienza con la misma primerísima figura en el zodiaco es la virgen, y la última figura en el zodiaco es leo —el león, mostrando que Jesús vendría primero a la tierra por una virgen, El vendrá la segunda vez como el León de la tribu de Judá ¿Ven? El pasa a través de los peces cruzados antes de eso. La edad de cáncer, la que estamos viviendo ahora y todos los Cielos le declaran, la Biblia lo dice.”
La edad de los peces, pues es la edad de piscis que es la era que cubre los dos mil años de cristianismo de Cristo hasta este tiempo final donde se entrelaza la edad de acuario con la edad de piscis.
“Ahora, unos cuantos meses atrás yo prediqué para una serie de reuniones en el tabernáculo acerca de las Siete Edades de la Iglesia. Quizás todos las han leído y cuando terminé de dibujarla en la pizarra las Siete Edades de la Iglesia, cómo entró la luz y cómo salió, y creo que ustedes tienen eso quizás, aquí en algún lugar. Pero está entre nosotros. De todas maneras lo sabemos.
Y la cosa extraña en el último día cuando la última edad de la Iglesia fue dibujada, este pilar de fuego el cual está entre nosotros bajó sobre cientos de personas y se movió hacia la pared de atrás del tabernáculo y allí ante estos cientos de personas dibujó esas siete edades de la Iglesia oscureciendo y aclarando, de igual manera como lo había dibujado en la pizarra, misteriosamente.
Ahora, el otro día teníamos acontecimientos de la historia de la Iglesia. En la biblia la luna representa la Iglesia y el sol representa a Cristo; por lo cual encontramos en revelación (o sea, Apocalipsis), capítulo 12, la mujer lo cual fue la Iglesia. Ella fue encontrada con la luna bajo sus pies y el sol en su cabeza, dos estrellas en su corona, lo cual la antigua ley ortodoxa de los judíos estaba bajo sus pies, ella había cruzado sobre eso hacia la luz del sol, 12 estrellas son los 12 apóstoles que nos trajeron los mensajes ahora bajo el Espíritu Santo.
Ahora encontramos que la luna en los Cielos es para reflejar la luz del sol en la ausencia del sol, nos da la luz para movernos. Pero aun no importa cuanto refleje, todavía no es la luz perfecta; y la luna refleja su luz en la ausencia del sol; pero cuando sale el sol luego la luna no se necesita más.
Y hoy la Iglesia está reflejando la luz del ausente Hijo de Dios. La Iglesia es un reflejo de la luz porque El dijo: ‘Aun un poquito y el mundo no me verá más, pero ustedes me verán porque yo estaré con ustedes, aún en ustedes hasta el final de la edad (o sea, hasta el fin del mundo).’
Las obras que yo hago, luces que El hizo manifiestas; y no hay luz excepto a través de la Palabra de Dios. Aquel sol es la Palabra de Dios, en el principio dijo Dios: ‘Sea la luz’, y cuando la manifestada Palabra de Dios, cuando la Palabra de Dios fue manifestada había luz; primero Dios le habló. ¿Qué si no se manifestaba? Entonces aun no era luz todavía. Pero cuando El la habló y luego era manifestada, vindicada, Su Palabra es vindicada, la luz vino a existencia (cuando la Palabra es vindicada es cuando la Palabra es cumplida) y entonces se materializó esa Palabra produciendo la luz.
Y por lo tanto es una creación de Dios por la Palabra creadora hablada. Y esa es la única forma de poder ser hecho ahora, es cuando la Palabra es vindicada (cuando la Palabra es cumplida), la escrita Palabra de Dios vindicada luego muestra la luz, es una porción, es encendida o apagada por cada edad.”
Cuando la Palabra prometida para cada edad es cumplida, es cuando el mensajero llega y proclama el Mensaje, porque el mensajero es la estrella en cada edad para la Iglesia y es la mecha encendida con el Espíritu Santo de cada candelero, o sea, de cada edad. El candelero es la edad y la mecha encendida en el candelero, es el mensajero encendido con el Fuego del Espíritu Santo.
Y cuando aparece el mensajero encendido con el Fuego del Espíritu Santo trayendo el mensaje, ahí hay luz, hay luz para esa edad en la Iglesia; esa porción de la luz, esa porción prometida para ese tiempo ha sido encendida y ahí está el hombre que puede encender la luz. El Espíritu Santo en un hombre, en un mensajero, encendiendo la luz, la Palabra prometida para esa edad, y entonces el pueblo tiene luz espiritual.
“Lo encontramos en las edades de la Iglesia (las edades de la Iglesia del Antiguo Testamento), cada vez que llegaba un tiempo para una cierta manifestación de la jornada, había un profeta que vino a la Tierra y la Palabra vino al profeta y El hizo esa Palabra traer vida.”
Vean, la Palabra prometida para cada tiempo cuando Dios envía al profeta, el profeta recibe la revelación de esa Palabra prometida para ese tiempo, la predica y entonces hay luz porque la Palabra prometida para ese tiempo está siendo cumplida. Dice: “Ahí está el hombre que puede encender la luz.” El Espíritu Santo a través de un hombre manifestándose en la Tierra.
“Y cuando esa Palabra fue identificada reflejó a Dios, y había la edad, había la luz; y de esa manera es que viene la luz hoy.”
Y ahora la luz para cada edad vino por medio de la manifestación del Espíritu Santo en el mensajero de cada edad, y así es para nuestra edad.
Ahora vamos a ver lo que a continuación dice… vamos a continuar buscando por aquí. Recuerden que la luna representaba la iglesia hebrea bajo la ley, y ahora en el Nuevo Testamento representa la Iglesia del Señor Jesucristo.
Ahora vamos a ver si hay otros lugares donde podamos…
“La Biblia dice que El es la Palabra y la manifestada o la vindicada Escritura es la luz.” —esa es la página 21.—
Ahora podemos ver que hay un misterio muy grande correspondiente a este tiempo final. Y ahora tenemos que encontrar una virgen que tenga un hijo siendo virgen. Y ahora, no es una mujer literal sino que es la Iglesia Virgen del Señor Jesucristo, porque Pablo dice: “Yo os he desposado a vosotros como una virgen pura a Cristo.” {Segunda de Corintios 11:2 – Editor}.
Y ahora esa Virgen pura para Cristo, por medio de la Palabra Creadora siendo hablada tiene que producir ese Hijo que se sentará con Cristo en Su Trono. En el Antiguo Testamento encontramos que hubo muchos profetas, pero nació Uno por medio de una virgen pura, por medio de la virgen María. Y vean ustedes, ese fue el Hijo prometido que se sentó en el Trono del Padre.
La iglesia hebrea bajo la Ley es la luna en el Antiguo Testamento y también es (como nación) esa mujer que estaba con dolores de parto. Pero ahora en el Nuevo Testamento es la Iglesia del Señor Jesucristo, porque el Israel terrenal que está compuesto por los siervos de Dios representa y refleja al Israel Celestial que está compuesto por los hijos e hijas de Dios; el Israel Celestial es la Simiente Celestial de Abraham, como el Israel terrenal es la simiente terrenal de Abraham.
Y ahora el Israel Celestial está compuesto por los creyentes en Cristo los cuales son de la fe de Abraham, los que son de la fe en Cristo; y por eso son hijos de Abraham: por la fe en Cristo, porque tienen la misma clase de fe que tenía Abraham.
Y ahora, siendo que esta Virgen es la Iglesia del Señor Jesucristo, tiene que tener un Hijo, un Mensajero, el cual será adoptado y el cual recibirá la bendición de sentarse con Cristo en Su Trono.
Y vamos a ver este misterio de esta Virgen en el libro de “Las Edades,” vamos a ver lo que dice el Rvdo. William Branham (y también en el libro de “Los Sellos.”). En el libro de “Las Edades,” vamos a ver —ya les voy a decir…— Página 186 del libro de “Las Edades,” dice:
“Cualquiera que fuera la vida que estaba en la simiente, vino en la planta y luego en el fruto. La misma ley se aplica a la Iglesia hoy día. Cualquier simiente que empezó en la Iglesia, vendrá y será igual a la simiente original, porque es la misma simiente. En estos últimos días la verdadera Novia-Iglesia (la Simiente de Cristo) llegará a la piedra fundamental (o sea, a la Piedra Angular), y ella será la super Iglesia, una super raza, a medida que se acerca a El. Ellos, los que están en la Novia, serán tan igual a El que reflejarán Su misma imagen (Su imagen es la teofanía). Esta es la manera para ser unidos con El. Ellos serán uno. Ellos serán la mera manifestación de la Palabra del Dios viviente. Denominaciones (simiente falsa) no pueden producir esto. Ellos producirán sus credos y dogmas mezclados con la Palabra. Este cruzamiento produce un producto híbrido.
El primer hijo (Adán) era la Palabra-simiente hablada de Dios. Le fue dada una esposa para reproducirse. Para eso le fue dada la esposa, para reproducirse; para producir otro hijo de Dios. Pero ella cayó. Ella cayó por mezclarse. Ella hizo que él muriera (que Adán muriera).
Al segundo hijo (Jesús), también una Palabra-Simiente hablada de Dios, le fue dada una novia así como fue con Adán. Pero antes de que El se pudiera casar con ella (¿Ven que la Iglesia es una mujer Novia?), ella también había caído. Ella como la esposa de Adán, fue puesta a prueba para ver si creería la Palabra de Dios y tendría vida, o dudar la Palabra y morir. Ella dudó, dejó la Palabra y por eso murió.
De un grupo pequeño de la verdadera simiente de la Palabra, Dios presentará a Cristo una Novia amada. Ella es una virgen de Su Palabra. Ella es una virgen porque no conoce ningún credo ni dogma hecho por el hombre. Por y a través de los miembros de la Novia será cumplido todo lo prometido por Dios que habría de ser manifestado en la virgen.
La Palabra de promesa vino a la virgen María, y esa Palabra prometida era El mismo, Quien habría de ser manifestado. Dios fue manifestado. El mismo actuó en ese tiempo y cumplió Su propia Palabra de promesa en la virgen. Fue un ángel quien le había traído el mensaje, y el mensaje de ese ángel fue la Palabra de Dios (Isaías 9:6) —o sea, está citando que fue la Palabra de Dios porque fue lo que estaba prometido en Isaías, capítulo 9, verso 6, que una virgen concebiría y daría a luz un hijo.— El cumplió en ese tiempo todo lo que estaba escrito acerca de El, porque ella aceptó Su Palabra.”
Por cuanto el ser humano tiene el libre albedrío, entonces la virgen María tenía que decir: “Amén, así sea. Sea hecho conforme a Tu Palabra”; le tenía que decir al Angel; porque siendo que ella tenía libre albedrío, ella tenía que aceptar o rechazar; como sucedió con Eva; y Eva tenía libre albedrío (como también Adán); pero Eva aceptó la palabra del diablo a través de la serpiente, en vez de rechazar esa palabra mala y quedarse con la Palabra de Dios.
Ahora veamos lo que a continuación nos dice:
“El cumplió en ese tiempo todo lo que estaba escrito acerca de El, porque ella aceptó Su Palabra.
Los miembros de la Novia virgen Le amarán y ellos tendrán Sus virtudes, porque El es su cabeza y todo poder le pertenece. Ellos están sujetos a El, así como los miembros de nuestros cuerpos están sujetos a nuestra cabeza.
Note la armonía entre el Padre y el Hijo. Jesús nunca hizo nada sin que primeramente le fuese mostrado del Padre (Juan 5:19). Esta armonía ahora habría de existir entre el Novio y la Novia. El le enseñará a ella Su Palabra de Vida, ella la recibe y nunca la duda. Así que nada la puede dañar, ni aun la muerte. Porque si la simiente fuere sembrada, el agua la hará brotar de nuevo. Aquí está el secreto de esta cosa (o de esto): la Palabra está en la Novia (así como estuvo en María). La Novia tiene la mente de Cristo porque ella sabe lo que el quiere que se haga con la Palabra. Ella lleva a cabo el mandamiento de la Palabra en Su Nombre porque ella tiene un ASI DICE EL SEÑOR. Entonces la Palabra es vivificada por el Espíritu, y llega a suceder. Así como una simiente que es sembrada y regada, llega a la cosecha madura, cumpliendo su propósito.”
Hemos visto… miren, lo que nos está hablando el Rvdo. William Branham, sigue diciendo:
“Aquellos que están en la Novia hacen solamente Su Voluntad; nadie puede hacer que procedan de otra manera. Si no tienen un ASI DICE EL SEÑOR, se quedan callados. Ellos saben que tiene que ser Dios en ellos haciendo las obras, cumpliendo Su propia Palabra. El no completó toda Su obra cuando estuvo aquí en Su ministerio terrenal, así que ahora obra en y por medio de la Novia. Ella sabe eso, porque no era el tiempo para hacer ciertas cosas que ahora tiene que hacer; pero El ahora a través de la Novia dará cumplimiento a esa obra que dejó para este tiempo en particular.”
Y ahora, es por medio de la Novia que Cristo estará obrando y cumpliendo en Su Novia y a través de Su Novia lo que El ha prometido para este tiempo final.
Y ahora pasemos al libro de “Los Sellos,” para ver lo que nos dice en la página 368. Dice:
“Y eso no es solamente en este país, sino que por todo el mundo. Todo está contaminado, el mundo, toda la naturaleza. ¡Dios tenga misericordia! El mundo entero está con dolores de parto. El mundo está haciendo el esfuerzo, está en angustias, como dijo Isaías. Pero ¿por qué? Es que está tratando de dar a luz un mundo nuevo para el Milenio (por eso las guerras, los terremotos, los maremotos y los volcanes y muchas cosas más)… Es que está tratando de dar a luz un mundo nuevo para el Milenio, donde no existirá el pecado; está tratando de dar a luz un mundo nuevo para un pueblo nuevo que no pecará ni lo corromperá. Correcto. Todo está en angustias.
Por eso también nosotros estamos en angustias. La Novia está en angustia para dar a luz a Cristo Jesús. Todo está en angustia gimiendo, porque algo está a punto de acontecer. Y este sexto Sello da lugar a todo eso. ¡Oh, hermano! Será un tiempo cuando acontecerán todos los terremotos, las estrellas caerán del cielo, habrán erupciones volcánicas, y en eso la tierra se renovará. La lava volcánica brotará del centro de la tierra y entonces se regará por todos lados mientras la tierra gira.”
Vean el porqué los terremotos y todas estas cosas. Y la Iglesia Novia está con dolores de parto, está en angustias gimiendo, ¿por qué? La Novia está en angustia para dar a luz a Cristo.
Y ahora, tenemos la Iglesia Novia para dar a luz a Cristo.
Y ahora en la página 373, dice:
“Reconocemos que queda poco tiempo, y la Novia puede subir en cualquier momento. En cualquier momento es posible que el Cordero salga del Trono de Dios donde se encuentra el Sacrificio. Luego allí será el fin. Ya no habrá esperanzas para el mundo; allí será su final. En ese tiempo la tierra comenzará con sus contracciones violentas que serán los terremotos y las tremendas sacudidas, como sucedió en el día de la resurrección de nuestro Señor. La misma cosa sucederá ahora cuando los santos aparezcan. Señor, sabemos que puede ser en cualquier momento. Estamos esperando que llegue ese gran día de alegría.”
Para nosotros será de alegría porque los muertos en Cristo resucitarán en cuerpos eternos y nosotros seremos transformados; pero para el mundo será un tiempo muy terrible.
Y ahora, así como hubo un terremoto grande cuando Cristo resucitó con los santos del Antiguo Testamento, habrá un terremoto grande para el tiempo de la resurrección de los muertos en Cristo.
Y ahora, la Virgen que es la Iglesia de Jesucristo, vean ustedes, tiene que dar a luz un Hijo, el cual se sentará con Cristo en Su Trono. O sea, que así como en lo espiritual hemos obtenido el nuevo nacimiento, porque en lo espiritual encontramos que ha habido una unión de las personas con Cristo, recibiéndolo como su Salvador, lavando sus pecados en la Sangre de Cristo, siendo bautizados en Su Nombre y recibiendo el Espíritu Santo y así obteniendo el nuevo nacimiento.
Encontramos que a través de la historia de la Iglesia de Jesucristo ninguno de los mensajeros, ni de los apóstoles, ni de los siete ángeles mensajeros, ni ninguno del Cuerpo Místico de Cristo ha obtenido en adición el cuerpo nuevo, eterno y glorificado, o sea, que ninguno ha sido adoptado físicamente.
Espiritualmente cuando recibimos el Espíritu Santo, recibimos las primicias que es el Espíritu de Adopción. Pero cuando recibamos el cuerpo eterno, pues estaremos recibiendo la otra porción que nos falta y entonces tendremos las dos porciones; tendremos resurrección espiritual teniendo un cuerpo teofánico y tendremos resurrección o transformación física teniendo un cuerpo físico, eterno, inmortal y glorificado. Y entonces tendremos ambas resurrecciones: la espiritual en donde obtenemos el cuerpo teofánico porque hemos resucitado con Cristo y cuando recibimos el cuerpo teofánico se materializa en nosotros esa resurrección, pero espiritual en un cuerpo teofánico (todo eso ocurre en la sexta dimensión); y luego cuando obtengamos el cuerpo físico, eterno y glorificado, los que han partido habrán resucitado en cuerpos glorificados y nosotros seremos transformados y se cumplirá en nosotros esa promesa; y es como una resurrección, porque desaparecerá el cuerpo físico y entonces tendremos el cuerpo glorificado.
Y ahora, cuando tengamos el cuerpo físico, eterno y glorificado, tendremos entonces las dos porciones y entonces ya estaremos adoptados como hijos e hijas de Dios; y por consiguiente el Mensajero de ese tiempo será —como Mensajero— el Hijo de la Virgen que habrá nacido de esa Virgen Pura, de Cristo, de la Iglesia de Jesucristo, y habrá obtenido en adición al nuevo nacimiento en donde obtiene su cuerpo teofánico, habrá obtenido también el nuevo nacimiento en el cuerpo físico, eterno y glorificado, o sea, que habrá obtenido la transformación de su cuerpo y habrá sido Adoptado. Y los escogidos del Día Postrero también serán adoptados.
Y esa Virgen Pura en adición de tener a ese Hijo, tendrá más hijos también, más hijos e hijas de Dios adoptados con cuerpos glorificados y eternos, y luego los que partieron en las edades pasadas se levantarán, porque ellos son Simiente de Dios; pero se levantarán en la etapa o edad de esa Virgen Pura, que es la etapa o Edad de la Piedra Angular. Y ahí es donde regresarán los que partieron en el pasado para obtener el nacimiento nuevo en un cuerpo eterno, inmortal e incorruptible; y eso es la resurrección para ellos y para nosotros la transformación.
Ahora podemos ver que Dios está creando una Nueva Raza y lo primero que hace es que nos da el cuerpo teofánico de la sexta dimensión, que es el espíritu teofánico de la sexta dimensión, y así nos da ese cuerpo angelical.
En ese cuerpo teofánico todos los que están en el Paraíso están como los ángeles. Por eso cuando el Rvdo. William Branham estuvo en el Paraíso antes de su partida final, vio a sus convertidos allá en cuerpos teofánicos (los que ya habían partido) y ellos se pusieron muy contentos en ver a su Mensajero en el Paraíso. Y el ángel que siempre lo acompañaba aquí en la Tierra también estaba allí, porque ese ángel siendo que tiene un cuerpo teofánico de la sexta dimensión, pues fue el que lo llevó a la sexta dimensión.
Y encontramos que nuestro Hno. Branham está en su cuerpo teofánico en la sexta dimensión y de la sexta dimensión, y está viendo a todos los que están allí, y todos son jóvenes, no hay niños allí, ni hay ancianos también, todos son personas que representan de 18 a 21 años y todos tienen su cabello de diferentes colores de acuerdo al color que les corresponde; y las hermanas están con túnicas y también los hombres, túnicas allá, vestiduras blancas allá; y las hermanas tienen su cabello largo y no tienen pinturas ni nada en su rostro, están en sus cuerpos teofánicos, pues así es en el Paraíso.
Y cuando una hija de Dios se cuida aquí en la Tierra y mantiene su cabello largo y no está usando las pinturas y cosas así que se usan acá en la Tierra, pues está reflejando lo que hay en la sexta dimensión, está reflejando lo que el cuerpo teofánico de la sexta dimensión tiene en la sexta dimensión.
Ahora, allí él vio a su esposa que había partido, que se llama Hope —o Esperanza en español—, y la vio muy jovencita, y cuando ella vino y lo saludó no le dijo “Mi esposo.” Sino le dijo: “Mi amado Hno. Branham o mi precioso Hno. Branham.” Porque allí ni se casan ni se dan en casamiento, sino que están como los ángeles; y por cuanto son personas que vivieron aquí en la Tierra, allí en el Paraíso por cuanto eran hermanos en la fe acá, son hermanos allá también, son hermanos en Cristo allí también.
El quiso ver a Jesús y le dijo: “Yo quiero ver a Jesús porque El es mi Salvador.” Le fue dicho: “El está más arriba,” o sea, en la séptima dimensión, porque El está en el Trono del Padre haciendo Intercesión con Su Propia Sangre como Sumo Sacerdote, el Sumo Sacerdote Melquisedec.
Pero le fue dicho: “El vendrá primero a ti y entonces te juzgará.” Y cuando le dicen a uno “Entonces te juzgará”; entonces la persona pues se asusta. El dijo: “¿Y por qué tengo que ser juzgado? ¿será juzgado también San Pablo?” Le fue dicho: “Sí, todos ellos van a ser juzgados; y ahora si tu entras – El vendrá primero a ti y si tu entras; o sea, si tu sales bien y entras; porque El te va a juzgar por lo que tu has predicado; si tu entras entonces nosotros entramos también y regresaremos a la Tierra y entonces tomaremos cuerpos, y entonces comeremos.”
Eso quiere decir que los escogidos que estarán aquí en la Tierra y los recibirán y que serán transformados también, tendrán unos visitantes que comerán aunque estarán en cuerpos glorificados; pero en el cuerpo glorificado se puede comer, porque vean ustedes, Cristo cuando resucitó, resucitó en Su cuerpo glorificado, resucitó Su cuerpo en condición glorificada y todos los discípulos cuando Lo veían no Lo conocían; pero miren ustedes, ellos pensaban que era un espíritu o que era en espíritu, y El les decía: “No, el espíritu no tiene carne ni hueso como ustedes ven que yo tengo.” El cuerpo teofánico no tiene carne ni huesos. Y entonces les mostró que El había resucitado, pero estaba Su cuerpo glorificado.
Recuerden que El en una ocasión hablándonos, vean ustedes, en San Juan, capítulo 7 (dice), versos 37 al 39:
“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.”
El dice en algunos lugares: “Padre glorifica a Tu Hijo.” O en otros lugares dice que el Hijo del Hombre será glorificado, y también dice: “Padre glorifica Tu Nombre.” Y Dios dice: “Lo he glorificado y lo glorificaré otra vez.” Lo ha glorificado en la Primera Venida del Hijo del Hombre y lo glorificará en Su Segunda Venida; y también glorificó Su cuerpo en Su Primera Venida y glorificará en Su Segunda Venida Su cuerpo; y eso será la Adopción; fue adoptado para sentarse en el Trono del Padre.
Y ahora, en el Día Postrero será glorificado el Hijo de la Iglesia Novia, el Mensajero de la Iglesia Novia del Día Postrero, y así tendrá el cuerpo eterno, inmortal e incorruptible; y eso es ser glorificado. Y todos los escogidos del Día Postrero que permanecerán vivos hasta que los muertos en Cristo resuciten, serán glorificados estando vivos y tendrán el cuerpo eterno, inmortal e incorruptible, y los que partieron serán resucitados en cuerpos glorificados, cuerpos eternos.
Hay tres clases de cuerpos: cuerpo teofánico que es el cuerpo de los ángeles, y es el cuerpo espiritual o teofánico que recibimos cuando nacemos de nuevo al recibir el Espíritu Santo; y hay cuerpo físico terrenal de carne que es el que tenemos en la actualidad y el que tienen todos los seres humanos; y hay cuerpo glorificado que es la clase de cuerpo más importante que hay; y esta clase de cuerpo es la clase de cuerpo que Jesús tiene, es la clase de cuerpo en la cual Jesús fue resucitado, porque el Hijo del Hombre, Jesucristo, fue glorificado.
Y ahora, todos los hijos e hijas de Dios de la Iglesia del Señor Jesucristo serán glorificados y tendremos un cuerpo glorificado como el cuerpo de nuestro amado Señor Jesucristo; con Su cuerpo glorificado Jesús ascendió a la séptima dimensión, al Cielo, a la dimensión donde mora Dios.
La séptima dimensión es la dimensión de Dios, es la dimensión donde Dios mora, es la dimensión del Trono de Dios en el Cielo; y en ese cuerpo glorificado Jesús ascendió a la séptima dimensión y fue y es la primera ocasión en que una Persona, un Hombre, se sienta en el Trono de Dios con un cuerpo; pero ese cuerpo es un cuerpo glorificado.
Nunca en la historia del Programa de Dios se había sentado en el Trono de Dios un hombre; y cuando Jesús se sentó en el Trono del Padre fue la primera ocasión.
Y ahora, han transcurrido miles de años desde que se estableció en la Tierra el Trono de David, y ha estado vacío el Trono de David sin ocuparlo un descendiente del rey David desde hace algunos miles de años; y nunca en la historia del Trono de David, nunca se ha sentado en ese Trono un hombre con un cuerpo glorificado.
Pero la promesa es: “Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono.” {Apocalipsis 3:21 – Editor}. Esa es una promesa para ser cumplida en un Hijo de la Iglesia del Señor Jesucristo, y ese será el Vencedor del Día Postrero que obtendrá por medio de Cristo la gran victoria en el Amor Divino con el grupo de escogidos del Día Postrero en la Edad de la Piedra Angular, en el entrelace de la Dispensación del Reino con la Dispensación de la Gracia en el Día Postrero que es el séptimo milenio, para el cual Cristo dijo acerca de los creyentes en El:
“Y yo le resucitaré en el Día Postrero” San Juan, capítulo 6, versos 39 al 58.
Ahí encontramos cuatro versos bíblicos o versículos bíblicos que dicen: “Y yo le resucitaré en el Día Postrero.” En algunos dice: “Para el que cree.” Y en otros dice: “Para el que come de este pan.” — “El que comiere de este pan vivirá eternamente, y yo le resucitaré en el Día Postrero.”
Y ahora, para el Día Postrero, que es el séptimo milenio, el Trono de David al cual Jesucristo es heredero, será ocupado por Cristo; y Cristo ha prometido que el Vencedor, el cual será el Vencedor del Día Postrero, se sentará con Cristo en Su Trono, y ese obtendrá el cumplimiento de todas esas bendiciones, esas promesas; no una de ellas, sino todas esas promesas que están al final de cada una de las Iglesias, en Apocalipsis, capítulo 2 y Apocalipsis, capítulo 3.
¿Y cómo será posible que estarán cumplidas o serán cumplidas en ese Vencedor del Día Postrero todas esas promesas? Porque en Apocalipsis 21, verso 6 al 7, dice:
“Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.
El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.”
Y aquí tenemos a un Hijo del Señor Jesucristo que nacerá por medio de Su Iglesia Virgen, Novia del Señor Jesucristo, obtendrá el nuevo nacimiento, nacerá en la Iglesia del Señor Jesucristo y obtendrá su cuerpo teofánico y luego obtendrá el otro nacimiento que es la transformación de su cuerpo, lo cual es la Adopción (la Adopción, o sea, la Redención del cuerpo); y ahí tendrá Cristo el primer hijo Suyo adoptado, porque tendrá un cuerpo glorificado como el cuerpo de nuestro amado Señor Jesucristo, y ahí comienza lo bueno para cada miembro de la Iglesia de Jesucristo, ahí comienza una etapa grande y maravillosa donde Dios estará llevando a cabo grandes maravillas y derramando grandes bendiciones sobre Su Iglesia, y ahí es donde el pueblo hebreo verá esa manifestación de Cristo y dirá: “¡Esto es lo que nosotros estamos esperando!”
Y ahora, podemos ver que todo lo que Cristo hará, lo hará por medio de Su Iglesia, porque en Su Iglesia El tendrá los hijos que ha de adoptar y tendrá el Mensajero que ha de adoptar en el Día Postrero.
Y cuando sea adoptado el Mensajero del Día Postrero, el cual es el Angel del Señor Jesucristo, tendremos por primera ocasión la historia de la Iglesia de Jesucristo la primera Adopción, y con esa viene la Adopción del resto de los hijos de Dios, de los que partieron y de los que están vivos en este tiempo final, y de los que permanezcan vivos hasta que ocurra la Adopción de ese Hijo de Dios y ocurra la Adopción de los muertos en Cristo.
Ahora, podemos ver el misterio de la virgen en el Antiguo Testamento y de la virgen María, y podemos ver el misterio de la Virgen, la Iglesia Virgen del Señor Jesucristo, la cual en el Día Postrero tendrá los hijos que han de ser adoptados y que han de ser los instrumentos de Cristo del Día Postrero.
Será en medio de ese grupo de hijos e hijas de Dios que Dios se manifestará en toda Su Plenitud y será una manifestación tan grande que solamente podemos decir que fue vista en nuestro amado Señor Jesucristo; pero que fue reflejada también en nuestro amado Señor Jesucristo y fue reflejada también en los profetas del Antiguo Testamento, como el Profeta Moisés y el profeta Elías, y también como el profeta Enoc y el Profeta Noé y el Profeta Abraham y otros profetas de Dios, y también en los apóstoles y en los siete ángeles mensajeros, como San Pablo y el Rvdo. William Branham, pues ambos eran profetas de Dios.
Y Dios por medio del Rvdo. William Branham nos dio una muestra de lo que será la Adopción de los hijos e hijas de Dios, nos dio una muestra de lo que será la Tercera Etapa en donde Dios estará en la escena y en donde el primer Hijo de Dios del Cuerpo Místico de Cristo será adoptado.
Ahora, antes de Dios realizar ese Gran Evento, primero lo ha reflejado a través de profetas del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento también. Dice el Rvdo. William Branham: “¿Usted quiere saber lo que viene, lo que Dios hará? Mire lo que ya Dios hizo, porque eso da testimonio de lo que Dios hará en el futuro.”
Así que, lo que es en el presente ya fue en el pasado, y lo que será en el futuro ya es (así que…) y Dios restaura lo que pasó {Eclesiastés 3:15 – Editor}.
Ahora podemos ver este gran misterio del Día Postrero.
Y ahora para la Iglesia del Señor Jesucristo dice el Rvdo. William Branham que Dios va a vindicarle a Su Iglesia Su Palabra. Dice en la página 50 del libro o del Mensaje “Shalom,” verso o párrafo 253, dice:
“El vino y dijo que El era Paz en la Tierra y buena voluntad hacia los hombres…”
Así dijeron los ángeles que cantaron el día del nacimiento de Jesús, y luego también Cristo dijo: “Mi paz os dejo, mi paz os doy, no como el mundo la da yo os la doy”; porque El es el Príncipe de Paz dice Isaías en el capítulo 9, aunque lo confundieron y dijeron que era belcebú; pero no era belcebú, no era el príncipe de los demonios, sino el Príncipe de Paz.
“Pero el mundo no lo recibió. ¿Ven? El era paz para todo aquel que venía a El. Paz ¿Ven? Paz en la tierra, buena voluntad para el hombre, El fue la paz en aquel nuevo año comenzado, nuevo día de Dios (era un nuevo día de Dios, una nueva dispensación, la Dispensación de la Gracia. Así que un nuevo año tipifica una nueva dispensación). ¿Por qué? El era la luz vindicada de aquel día. La luz vindicada de aquel día.”
O sea, la Palabra prometida siendo cumplida es la Luz de Dios encendida y alumbrando a los seres humanos. Por eso el podía decir: “Yo soy la luz del mundo y el que me sigue no andará en tinieblas más tendrá la luz de la vida.”
El evangelio según San Juan en el capítulo 1, verso 9, dice:
“Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.”
Por eso El podía decir: “Yo Soy la luz del mundo.” Y la luz era nada menos que el Verbo que era con Dios y era Dios, el cual creó todas las cosas, y El es la Luz que alumbra a todo hombre que viene a este mundo. “Y aquel Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.” Y cuando se hizo carne y habitó en medio de los seres humanos fue conocido por el nombre de Jesús de Nazaret. El nombre de Jesús fue el nombre que el ángel dijo que le colocaran, porque ése es el nombre humano de Dios para llevar a cabo la Redención del ser humano.
“El era la luz vindicada de aquel día ¿Ven? Pero hay más Palabra para ser vindicada, El tiene que vindicar más Palabra. Y cuando la última Palabra es vindicada, sea vindicada —mejor dicho— entonces la muerte será sorbida en victoria y los muertos en Cristo se levantarán, el milenio será establecido y será una gran paz ‘Shalom.’ Vamos a colocarnos para ese día.”
Y ahora, ese día es el séptimo Día milenial, el Día Postrero; y ese es el día en que Dios vindicará toda Palabra, la última palabra; y la última Palabra que será vindicada, la Palabra del Día Postrero es la Venida de Cristo, el Angel del Pacto, el Espíritu Santo viniendo en el Día Postrero y cumpliendo lo que El ha prometido para este tiempo final; y esto será cumplido bajo el Ministerio de Cristo en Su Angel Mensajero del Día Postrero, ahí es donde Cristo vindicará la última Palabra.
Y cuando El haga esto, entonces será que por medio de la vindicación o cumplimiento de esa Palabra final que es el cumplimiento de la Venida de Cristo, el Angel del Pacto, en el Día Postrero, el cual en el Día Postrero estará en Su Angel Mensajero manifestándose y dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, entonces con el recogimiento de todos los escogidos a través de la Gran Voz de Trompeta que Cristo a través de Su Angel Mensajero estará sonando, se completará el número de la Iglesia de Jesucristo en el Cuerpo Místico de Cristo en la Edad de la Piedra Angular.
Y luego Cristo terminará Su labor en el Trono de Intercesión y saldrá y se manifestará en toda Su Plenitud en medio de Su Iglesia, resucitará los muertos en Cristo y a los que estamos vivos nos transformará, y entonces tendrá Su poderoso Ejército, porque ese es el Ejército de Jesucristo, Su poderoso Ejército con cuerpos eternos, glorificados, con vida eterna, un Ejército inmortal con nuestro Capitán Jesucristo, inmortal.
Y ahora, vean ustedes, con la vindicación o cumplimiento de la última Palabra, la última promesa divina que es la promesa de la Venida del Señor, en donde El envía Su Angel para dar testimonio de estas cosas, y cuando termine esa labor a través de Su Angel, luego Cristo terminará Su Obra de Intercesión en el Cielo, se habrá completado la Iglesia de Jesucristo y entonces Cristo reclamará a todos los que El ha redimido con Su Sangre, los cuales están escritos en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero, que es el Libro de los Sellos; y entonces resucitará los muertos en Cristo y a nosotros nos transformará.
Ahora podemos ver cómo para nuestra Edad, la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino en el Día Postrero, en el séptimo milenio, tenemos grandes promesas de parte de Cristo para ser vindicadas, para ser cumplidas, y los escogidos de Dios estarán viendo el cumplimiento de esas promesas, porque Jesús dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas en las iglesias.”
O sea, que ese Angel Mensajero de Jesucristo estará dándonos a conocer todas estas promesas divinas, y a medida que van siendo cumplidas estará dándonos a conocer el cumplimiento de estas promesas.
Los hijos de Dios de este tiempo final serán los que tendrán el privilegio de estar viendo el cumplimiento de las promesas divinas en el Día Postrero a medida que van siendo cumplidas, porque tendrán al Angel del Señor Jesucristo dándoles testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final, conforme a Apocalipsis, capítulo 22 y verso 6:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas…”
¿De quién son los espíritus de los profetas? ¿De quién son esos cuerpos teofánicos de los profetas? De Dios.
“… y el Dios de los espíritus de los profetas ha enviado su ángel para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”
¿Cómo vamos a saber las cosas que deben suceder pronto en este tiempo final? Por medio del Angel del Señor Jesucristo dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. No hay otra forma establecida en la biblia para las personas obtener el conocimiento de todas estas cosas que deben suceder pronto.
Las personas podrán leer la Biblia y tener las profecías ahí y decir: “Esto es lo que Dios ha prometido.” Pero los escogidos de Dios podrán decir: “Esto es lo que Dios ha prometido y este es el cumplimiento de lo que Dios prometió.” ¿Por qué? Porque tendrán al Angel del Señor Jesucristo dándoles testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto y dándoles a conocer el cumplimiento de todas estas cosas que estarán sucediendo en este tiempo final.
Cada mensajero, cada profeta de Dios, es llamado un ángel mensajero de Dios. Dios envía ángeles a la Tierra para traer la Palabra revelada al Pueblo de Dios. En Hebreos, capítulo 1, verso 7, dice:
“Ciertamente de los ángeles dice:
El que hace a sus ángeles espíritus,
Y a sus ministros llama de fuego.”
Luego, en el verso 14 del capítulo 1 de Hebreos, dice:
“¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de salvación? (Estos ángeles son espíritus de profetas enviados de edad en edad y de dispensación en dispensación).”
Y ahora durante la Dispensación de la Gracia Dios ha enviado siete espíritus ministeriales llamados los siete espíritus de Dios y también los siete ojos del Cordero, y también llamados las siete lámparas que están delante de la Presencia de Dios.
Veamos Apocalipsis, capítulo 1, verso 4, dice:
“Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono.”
Esos siete espíritus son los siete espíritus teofánicos de los siete ángeles mensajeros; y son esos espíritus teofánicos los que ministran la Palabra a través de carne humana, a través del cuerpo de carne de ese mensajero. En Apocalipsis, capítulo 4, verso 5, dice:
“Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.”
Y en Apocalipsis, capítulo 5, verso 6, dice:
“Y miré, y vi en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.”
Y estos siete espíritus de Dios han estado manifestados en los siete ángeles mensajeros, uno en cada ángel mensajero; son siete espíritus de Dios teofánicos que vienen de Dios a la Tierra manifestados en carne humana, cada uno en el ángel mensajero de cada edad.
Por consiguiente en cada edad la Iglesia del Señor Jesucristo ha recibido la Palabra revelada para su edad, porque estos espíritus teofánicos por medio de carne humana ministran la Palabra a los herederos de salvación, que son los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y ahora para el Día Postrero, nos dice el Rvdo. William Branham en el libro de “Las Siete Edades de la Iglesia” —sin editar—, dice párrafo 112 y 113. Dice:
“Y eso fue enviado al . . . ‘Y la declaró enviándola por medio de Su ángel a su siervo Juan.’ No sabemos quién era el ángel. La Biblia no declara quién era el ángel. Pero sabemos que era un profeta…”
O sea, que es un espíritu de profeta. En palabras más claras es un cuerpo teofánico de la sexta dimensión, es un hombre de la sexta dimensión, un hombre de Dios, un varón de Dios de la sexta dimensión. Dice:
“No sabemos quién era el ángel (pero dice). Pero sí sabemos que era un profeta, porque la biblia después dice: ‘Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas, las cuales pronto acontecerán.’
Después encontramos que cuando Juan empezó a adorar al ángel, el ángel dijo: ‘Mira, no lo hagas.’ Apocalipsis 22. Y él dijo: ‘Porque soy consiervo tuyo, y de los profetas.’ Pudo haber sido Elías (vean cómo nos dice el Rvdo. William Branham: ‘pudo haber sido Elías.’ ¿Pero cuál de los Elías?). Pudo haber sido uno de los profetas. . . Juan era un apóstol, pero este profeta fue enviado. Y Juan siendo un apóstol. . . Fíjense en la naturaleza de sus otras epístolas: eso prueba que no era Juan quién lo escribió, porque no tiene la naturaleza de Juan. Fíjense en Primera de Juan y Segunda de Juan, y lo demás, y leánlo. Y miren la naturaleza de eso, después miren la naturaleza de esto. Juan era un escritor y era un apóstol, pero este es el espíritu de un profeta. Es una persona completamente diferente. ¿Ven? No eran los escritos de Juan, no era la revelación de Juan, era la revelación de Dios, de Jesucristo a las iglesias.”
Ahora podemos ver que este Angel del Señor Jesucristo dándole esta revelación a Juan es un espíritu de Profeta, o sea, un cuerpo teofánico de la sexta dimensión, un hombre de la sexta dimensión; y es el segundo hombre de la sexta dimensión que ministra la Palabra. El primero fue el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, que es nuestro amado Señor Jesucristo y el segundo es el Angel del Señor Jesucristo.
Miren ustedes, dos ángeles: el primero es el Angel de Jehová y el segundo el Angel del Señor Jesucristo.
Y ahora, el Angel de Jehová se hizo carne y habitó en medio del pueblo hebreo. Y así como cada ángel mensajero de cada edad, cada espíritu de los siete espíritus de Dios que están delante de la Presencia de Dios y que son los siete ojos de Dios que recorren toda la Tierra y que son las siete lámparas de fuego que están delante de la Presencia de Dios, cuando se hicieron carne, pues fue en el mensajero de cada edad ministrando la Palabra, espíritus ministradores a través de carne humana manifestados en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo.
¿No vio Jacob en el capítulo 28 del Génesis una escalera que llegaba hasta el Cielo, pero estaba apoyada en la Tierra y ángeles de Dios que subían y bajaban por esa escalera? Y en la cima o cúspide o parte alta de la escalera estaba Dios, Jehová sentado allí.
El mismo Señor Jesucristo en San Juan, capítulo 1, verso 51 le dice a uno de Sus apóstoles cuando vino a él algo que es exactamente lo que vio Jacob, vamos a ver… esto fue cuando le habló a Natanael. Verso 46 o verso 45 en adelante, dice:
“Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret (Dice ‘hijo de José’ porque ellos no conocían el misterio del nacimiento de Cristo, estaban comenzando como discípulos de Jesucristo).
Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve.
Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño.
Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi (¿Qué hacía debajo de la higuera? Pues orando).
Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.
Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás.
Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí en adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.”
Y estos ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre son los ángeles mensajeros de la Iglesia del Señor Jesucristo y también toda la Iglesia del Señor Jesucristo; pero sobre todo los ángeles mensajeros del Señor Jesucristo los cuales son enviados a la Iglesia del Señor Jesucristo, son enviados desde el Cielo, pero nacen en la Tierra sus cuerpos físicos, por eso suben por esa escalera que es la Iglesia del Señor Jesucristo.
¿Ven? Suben por esa escalera, entran por esa escalera que es la Iglesia y ahí tienen Su ministerio y después se van al Cielo, y luego vendrán por esa misma escalera, por la misma Iglesia de Jesucristo, en la resurrección de los muertos en Cristo.
Y ahora, vean ustedes cómo Cristo habla de lo que vio el profeta y patriarca Jacob en el capítulo 28 del Génesis.
Y ahora es en la parte alta de la escalera en donde estará Dios en toda Su Plenitud manifestado en el Día Postrero y donde cumplirá Su Venida.
Cuando salga del Trono de Intercesión en el Cielo, El no va ir a la primera, o segunda, o tercera, o cuarta, o quinta, o sexta, o séptima edad, porque ya esas edades pasaron y están en el Paraíso ellos descansando. El para ir a los que pertenecen a estas edades, pues va a al Paraíso donde están descansando para juzgar a cada ángel mensajero y luego resucitar a los muertos en Cristo y a nosotros transformarnos en este tiempo final.
El vendrá a Su Iglesia en la Edad de la Piedra Angular porque es la Edad que está vigente en este tiempo final; las otras ya no están vigentes porque ya terminó el tiempo de cada una de esas siete edades y también de los territorios a los cuales y en los cuales se cumplieron esas edades. Por eso ya no hay tiempo de Redención en esas edades, porque ya terminaron y no hay Redención para esas naciones o territorios donde se cumplieron esas edades.
Pero ahora por cuanto estamos en la Edad de la Piedra Angular y se está cumpliendo en la América Latina y el Caribe, hay tiempo de Redención para la América Latina y el Caribe y sus habitantes.
¿Ven la bendición tan grande que Dios nos ha dado en la América Latina y el Caribe? Y para todos los latinoamericanos y caribeños, aunque hayan salido a otras naciones para vivir o trabajar y buscar mejores condiciones de trabajo o de vida material.
Ahora podemos ver dónde nos encontramos en el Programa de Dios: nos encontramos en la Edad de la Piedra Angular, la Edad del Trono de Cristo.
Y por cuanto es en la Edad del Trono de Cristo, esa Edad y ese Trono de Cristo en Su Iglesia estará reflejando el Trono de David. Por lo tanto, Cristo vendrá del Trono del Padre al Trono en Su Iglesia y del Trono de Su Iglesia al Trono de David. Eso será de Trono a Trono.
Y ahora, para este tiempo final veamos las grandes bendiciones que hay, y veamos el panorama desde el Cielo y lo que Dios estará haciendo desde el Cielo. Dice el Rvdo. William Branham en el año 1960, el Mensaje “Sediento por Vida” (o sea, por vida eterna). Dice:
“Si tomamos un viaje en esta noche hacia el Cielo y me encontrara con el padre Abraham, y le dijera: ‘Abraham, ¿cuál es la cosa más gloriosa que jamás has conocido? ¿Cuál es la cosa más esencial que jamás has conocido?’ Abraham me diría: ‘La vida eterna.”
Y nosotros diríamos lo mismo que Abraham: “La Vida Eterna.”
“Entonces tomaríamos otro viaje, y nuevamente iríamos y llegaríamos con el arcángel Gabriel, el cual es el mensajero del pacto para la gente judía y está parado a la Diestra de Dios, una de las ordenes más altas de ángeles en el Cielo. Y yo le diría: ‘Gabriel, eres un ángel poderoso, eres amado de Dios, y has estado aquí por tiempo incalculable, y quizás conozcas todo con respecto al Cielo, dónde cada cosa está ubicada. Por cuanto eres uno de los ángeles a la Diestra de Dios, y conoces todos lo secretos del Cielo.”
No le dijo el arcángel Gabriel a Daniel: ‘¿Yo te mostraré lo que está escrito en el Libro de la verdad?’ ¿No le mostró al profeta Daniel las cosas que iban a suceder en el tiempo y las cosas que sucederían hasta el fin del tiempo? ¿Por qué? Porque él conoce todos esos secretos.
“Y conoces todos los secretos del Cielo. Tocaste la trompeta en la Primera Venida del Señor Jesús, anunciaste Su Primera Venida y anunciarás Su Segunda Venida.”
Miren cómo viene toda esa revelación y el ángel del Cielo enviado de Dios que trae esa revelación. De estas cosas les habló al profeta Daniel, porque ese es el ángel que tiene acceso al Libro de la Verdad, éste es el ángel que tiene acceso a toda la revelación divina en el Cielo. Dice:
“… y anunciarás Su Segunda Venida. Por lo tanto debes ser un hombre o un ángel poderoso (Gabriel, ¿qué significa Gabriel? Hombre de Dios o varón de Dios; es el hombre de Dios de la sexta dimensión que tiene la revelación divina de todas las cosas allá en el Cielo y se las mostró al profeta Daniel con esos símbolos)…
Por tanto debes ser un hombre o un ángel poderoso. Te quiero hacer esta pregunta: ‘En todos los tesoros de Dios, ¿cuál es la cosa más tremenda que has hallado en todos Sus tesoros?’ Puedo ver a Gabriel enderezándose en forma muy atenta y diciendo: ‘Lo más grande que he hallado entre los tesoros de Dios desde que me creó a mí, es la Vida (La Vida Eterna). Dios me hizo para que pudiese vivir eternamente por la eternidad, y la Vida es lo más grande que hay.”
Y no hay cosa más grande para el ser humano que la vida eterna. Y por eso nos da la oportunidad de ser redimido y que se materialice en nosotros esa Redención que Cristo llevó a cabo en la Cruz del Calvario, la cual se materializa en nosotros al recibir a Cristo como nuestro Salvador, lavar nuestros pecados en Su Sangre, ser bautizados en Su Nombre y recibir el Espíritu Santo y así obtenemos el nuevo nacimiento y somos restaurados a la vida eterna, que es lo más importante para nosotros y aún para los ángeles y los arcángeles también, eso es lo más importante para el Cielo y la Tierra.
Por lo tanto, toda persona debe aprovechar la oportunidad que Dios le da de vivir en este planeta Tierra para que reciba a Cristo como su Salvador, lave sus pecados en Su Sangre, sea bautizado en Su Nombre y reciba el Espíritu Santo. Pedro dijo:
“Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.” {Hechos 2:38 – Editor}.
Es para todo el que es llamado por Dios, es para todo aquel que recibe a Cristo como su Salvador, lava sus pecados en la Sangre de Cristo y es bautizado en Su Nombre, para esas personas es la promesa del Espíritu Santo, para obtener así el nuevo nacimiento y obtener el cuerpo teofánico de la sexta dimensión; y luego en el Día Postrero si la persona físicamente muere, pues es resucitado en un cuerpo glorificado y eterno, y para los que permanezcamos vivos hasta que los muertos en Cristo resuciten, seremos transformados y tendremos entonces un cuerpo glorificado.
O sea, para nosotros si permanecemos vivos será la transformación, sin necesidad de que nuestros familiares sufran y lloren por nuestra partida.
Pero tenemos un consuelo cuando parte algún familiar nuestro y es un creyente, él ha pasado a la sexta dimensión donde no se sufre y donde no tiene que trabajar más; cuando termina sus días aquí en la Tierra quedó jubilada la persona, ya no tiene más trabajo aquí, por lo tanto va a descansar al Paraíso, y allá, pues estará en cosas espirituales de Dios; pero no trabajando como se trabaja aquí en donde hay que sudar y muchos tienen que sudar porque no tienen aire acondicionado en su trabajo, y tienen que sudar para ganar su dinero, trabajar y ganar su dinero para traer la compra para alimentar a su familia y para también proveer ropa para su familia y demás gastos en que se incurre en el hogar.
Pero en el Paraíso, allí ni siquiera hay que levantarse en la mañana, ¿por qué? Porque allí no se duerme. Le dijeron a nuestro Hno. Branham: “Aquí ni dormimos ni trabajamos ni comemos, pero cuando regresemos a la Tierra entonces comeremos.” No dijeron: “Entonces trabajaremos allá en la fábrica o en construcción.” No. “Entonces comeremos.” Porque allá en el nuevo cuerpo no hay que estar trabajando como se trabaja aquí, porque tendremos un cuerpo glorificado y ya estaremos libres de las labores terrenales, ya estaremos solamente en las espirituales, en las cosas de Dios como Reyes y como Sacerdotes y como Jueces también.
O sea, que nuestra posición, miren ustedes, de ser aquí en la Tierra, algunos carpinteros, otros albañiles, otros ser personas que trabajan en tiendas o en fábricas o en oficinas, y así por el estilo, de ser un obrero de construcción. Pero miren, para usted obtener la posición de Reyes y Sacerdotes y Jueces no hizo nada, Cristo lo hizo todo y usted lo que hizo fue aceptar a Cristo y Su Programa de salvación; porque tiene libre albedrío y tiene usted que hacer algo, y eso es aceptar o rechazar. Solamente eso. Aceptar creyendo y rechazar siendo un incrédulo.
Y nosotros pues aceptamos con toda nuestra alma a Cristo y Su Programa de salvación. Por lo tanto El nos ha limpiado con Su Sangre de todo pecado y nos ha hecho para nuestro Dios Reyes y Sacerdotes y reinaremos con El por el milenio y por toda la eternidad.
Y ahora, los ángeles de Dios, el arcángel Gabriel y el arcángel Miguel están de nuestra parte. En los cambios dispensacionales ellos siempre aparecen en esta Tierra. En esas encrucijadas o empalmes dispensacionales ellos aparecen, porque es un tiempo muy importante en donde Dios envía ángeles mayores que son arcángeles de Dios, y por consiguiente envía mensajeros mayores, Profetas mayores, un Profeta mayor, en cada empalme o encrucijada dispensacional.
Son entrelaces dispensacionales donde solamente arcángeles son enviados por Dios para estar a cargo de esos cambios dispensacionales, y con ellos están los ángeles que forman Su Ejército, el Ejército del arcángel Miguel y el Ejército del arcángel Gabriel.
Así que como dijo el profeta Eliseo a su siervo Giezi: “Son más los que están con nosotros que los que están en contra”; los montes estaban llenos de carros de fuego; y así es para nosotros en este tiempo final.
Y ahora, ángeles son enviados con la Palabra para ministrar la Palabra – ministrar la Palabra, y la Palabra viene al Profeta que Dios tiene para ese tiempo; así ha sido de edad en edad y de dispensación en dispensación. Cuando es un mensajero dispensacional, pues es un entrelace dispensacional, y el Mensaje, la Palabra revelada para ser ministrada, para ser predicada es un Mensaje dispensacional. Cuando es un entrelace de una edad con otra, pues es un Mensaje para una nueva edad; y por consiguiente el mensajero no tiene que ser un mensajero grande, sino un mensajero menor a un mensajero dispensacional.
La clase de mensajero más grande es el mensajero dispensacional correspondiente a cada dispensación. De esa clase de mensajeros solamente Dios tiene siete profetas mensajeros, y por eso están representados en arcángeles.
Cuando se trata de un Mensaje a través de un mensajero dispensacional, se trata de un Mensaje, de una Gran Voz de Trompeta, un Mensaje representado en Gran Voz de Trompeta revelando la Palabra prometida para esa nueva dispensación.
Y ahora, los arcángeles Gabriel y Miguel, podemos ver que siempre han estado en esos entrelaces dispensacionales.
Cuando Abraham estaba ya con 99 años y Sara con 89, aparecieron Elohím, Gabriel y Miguel. El profeta y patriarca Abraham es un mensajero dispensacional, el mensajero de la Dispensación de la Promesa. Y siempre que hay un mensajero dispensacional los arcángeles Gabriel y Miguel aparecen en la escena, y siempre que hay ese entrelace dispensacional también un juicio divino está señalado para caer sobre la raza humana.
Así fue en el tiempo de Noé, así fue en el tiempo de Abraham sobre Sodoma y Gomorra, y así fue en el tiempo de Jesús: cuando El salió de la escena vino el juicio sobre Jerusalén y sobre diferentes lugares de la tierra de Israel; a tal grado que fueron llevados cautivos a diferentes lugares, el templo fue destruido y la ciudad también.
Y ahora, los grandes edificios fueron destruidos como dijo Jesús: “No quedará piedra sobre piedra que no sea derribada.” Esto fue cuando le mostraron los edificios del templo.
Y AHORA, PODEMOS VER QUE PARA NUESTRO TIEMPO TAMBIEN ESTARAN EN LA ESCENA LOS ARCANGELES GABRIEL Y MIGUEL.
Vean, cuando Cristo, estaban en la escena Gabriel y Miguel también, fue Gabriel el que le apareció a Zacarías el sacerdote y también a la virgen María.
Y ahora, veamos algo más aquí, dice el Rvdo. William Branham en la página 2 de este librito “El Compendio,” el cual habla de ángeles, este compendio lo titulan “Angeles,” dice:
“Ahora, ángeles menores pueden llegar. Por ejemplo el que viene y me visita es un ángel menor. Pero cuando vemos bajar a Gabriel algo grande está en camino. Gabriel anunció la Primera Venida de Jesús y él anunciará la Segunda Venida de Jesús, él tocará la Trompeta, los muertos en Cristo resucitarán. Gabriel el gran arcángel de Dios.”
¿Ven por qué este ángel es tan importante? Tiene que ver con todos nosotros, tiene que ver con el Programa de Dios correspondiente a este tiempo final. Ese es el arcángel que aparece siempre en estos entrelaces o encrucijadas o empalmes dispensacionales, y también aparece en estos empalmes o entrelaces del reino de los gentiles.
Vean, apareció allá en Babilonia y también en Persia y también apareció allá en Grecia, le apareció al profeta Daniel, y miren cómo le habla al profeta Daniel y cómo dice el profeta Daniel que era este ángel. Vamos a ver… capítulo 9, del libro de Daniel (dice), verso 20 en adelante, dice:
“Aún estaba hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y derramaba mi ruego delante de Jehová mi Dios por el monte santo de mi Dios;
aún estaba hablando en oración, cuando el varón Gabriel, a quien había visto en la visión al principio, volando con presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la tarde.
Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo: Daniel, ahora he salido para darte sabiduría y entendimiento (vean, es un ángel que da sabiduría y entendimiento).
Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres muy amado. Entiende, pues, la orden, y entiende la visión.”
Y comienza a hablarle ahí de las 70 semanas que están determinadas para el pueblo de Daniel que es el pueblo hebreo.
Luego en el capítulo 10 nos dice… versos… aquí tenemos que leer del verso 4 en adelante, dice:
“Y el día veinticuatro del mes primero estaba yo a la orilla del gran río Hidekel (eso fue en Babilonia).
Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz.
Su cuerpo era como de berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido, y el sonido de sus palabras era como el estruendo de una multitud.
Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo, sino que se apoderó de ellos un gran temor, y huyeron y se escondieron.
Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí, antes mi fuerza se cambió en desfallecimiento, y no tuve vigor alguno.
Pero oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido de sus palabras, caí sobre mi rostro en un profundo sueño, con mi rostro en tierra.
Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos.
Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando.
Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.
Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.
He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días.
Mientras me decía estas palabras, estaba yo con los ojos puestos en tierra, y enmudecido.
Pero he aquí, uno con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión me han sobrevenido dolores, y no me queda fuerza alguna.
¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me quedó aliento.
Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, y me fortaleció,
y me dijo: Muy amado, no temas (¿ese que tiene semejanza de hombre es quién? El arcángel (¿quién?) Gabriel. Su nombre Gabriel significa hombre de Dios o varón de Dios)…
y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras él me hablaba, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.
El me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para pelear contra el príncipe de Persia; y al terminar con él, el príncipe de Grecia vendrá.
Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe (Miguel el príncipe de los hebreos).”
Así como tenemos aquí en la Tierra naciones y tenemos príncipes, o sea, reyes o gobernante o presidente en las diferentes naciones, tenemos arcángeles que son príncipes de huestes celestiales; tenemos al príncipe, el arcángel Miguel y tenemos al príncipe, el arcángel Gabriel.
Pero también hay principados y potestades contrarios a Dios y a estos arcángeles, o sea, lucero, luzbel o satanás, es el príncipe de las tinieblas, es el príncipe de este mundo y es el príncipe de esas huestes que estaban en el Cielo y que escucharon la voz de ese arcángel que se rebeló en contra de Dios y se fueron con ese arcángel; pues todo el ejército que tenía ese arcángel siguió a ese arcángel que se rebeló en contra de Dios, y ese es un pueblo grande de millones de ángeles y el príncipe de ellos, el rey de ellos, es ese arcángel que se rebeló en contra de Dios, son esas huestes enemigas de Dios.
Ahora, en los gobiernos terrenales tienen control esos principados, y ese príncipe de las tinieblas tiene control sobre los reinos de este mundo y por eso se los ofreció a Cristo cuando le dijo que si postrado lo adoraba le daría todos los reinos de esta Tierra porque eran de él; porque cuando el diablo engañó a Eva e hizo caer a la raza humana se apoderó de esta Tierra, y ha estado esclavizando a la Tierra y a los seres humanos, porque el diablo es el faraón que ha esclavizado a la humanidad, como esclavizó el faraón de Egipto al pueblo hebreo.
Y ahora, podemos ver que así como hay naciones aquí en la Tierra y hay reyes, príncipes, y hay gobernantes y presidentes, en el mundo espiritual también los hay; hay principados, hay potestades y así por el estilo, unas del enemigo y otras de Dios. Por eso hay una guerra espiritual la cual se refleja entre los seres humanos, porque los seres humanos son impactados o influenciados por estas huestes de otra dimensión.
Y cuando el mal se manifiesta en la Tierra, el bien también se manifiesta en la Tierra. Cuando el enemigo de Dios se manifiesta en la Tierra, Dios se manifiesta en la Tierra en favor de todos los que tienen sus nombres escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida y en la sección del Libro de la Vida del Cordero.
Si Dios llega a dejar este planeta Tierra sin protección ya el diablo hubiese destruido la raza humana. Pero vean ustedes, aún en el libro del Apocalipsis, capítulo 7, el Angel que sube con el Sello del Dios vivo del nacimiento del sol, ordena a estos cuatro ángeles que no hagan nada, que se detengan, y que no soplen viento, guerra, sobre la Tierra hasta que hayan sido sellados los 144 mil hebreos.
Ese Angel que viene con el Sello del Dios vivo es el Angel del Señor Jesucristo que viene con el Espíritu Santo, viene con el Espíritu Santo, la Columna de Fuego, viene con la Estrella resplandeciente de la mañana que es la Columna de Fuego, el Espíritu Santo, Cristo en Espíritu Santo, la Columna de Fuego, la Estrella de la mañana, viene manifestado en ese Angel, para llamar, juntar y sellar 144 mil hebreos (12 mil de cada tribu).
Estamos viendo la parte terrenal que es visible a nuestra vista, pero también estamos viendo a través de la Escritura la parte invisible, la parte espiritual, y podemos ver cómo los ángeles de Dios y los arcángeles Gabriel y Miguel entran a la escena en cada entrelace dispensacional; y cómo Cristo, el Angel del Pacto, el Espíritu Santo entra a la escena en favor, tanto de Sus escogidos de entre los gentiles, de Su Iglesia, y también de los escogidos del pueblo hebreo que son 144 mil hebreos.
Y ahora, el ángel o arcángel Gabriel tiene una labor muy importante en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo para bendición de la Iglesia del Señor Jesucristo, y si fuese necesario la actuación del arcángel Miguel, está a la disposición del arcángel Gabriel, que solamente le diga: “Ven y ayudame.”
Esos son los arcángeles que están en el Cielo delante de la Presencia de Dios, los cuales en la Tierra estarán representados en los Dos Olivos; los Dos Olivos del Cielo, en la Tierra, en la Iglesia de Jesucristo, son los Ministerios de Moisés y Elías, los cuales estarán manifestados en el Día Postrero en el Angel del Señor Jesucristo.
O sea, que por consiguiente los arcángeles Gabriel y Miguel estarán en la Tierra, en el mundo espiritual en favor de la Iglesia de Jesucristo y en favor del Angel del Señor Jesucristo. De todos los ángeles mensajeros del Señor Jesucristo en y para Su Iglesia, el más protegido será el Angel del Señor Jesucristo {La congregación dice: !Amén! – Editor}. Al cual le enviará a Su arcángel Gabriel y también Miguel estará disponible para ayudar a Gabriel, y después el pueblo hebreo.
Ahora vean ustedes cómo el mundo espiritual es manifestado en la Iglesia del Señor Jesucristo en el Día Postrero, así como fue manifestado de edad en edad en donde Dios envió el Angel Mensajero de cada edad, respaldado por huestes Celestiales.
Vimos como Dios le envió al Rvdo. William Branham, el mensajero de la séptima edad de la Iglesia gentil y precursor de la Segunda Venida de Cristo, le envió un ángel, del cual el Rvdo. William Branham dice que era un hombre. ¿Ven? Un ángel, un hombre, pero de otra dimensión, el cual su tamaño era de unos seis pies de estatura, que sería… ¿Miguel en términos de metros y centímetros, serían cuántos…? ¿Cómo uno qué Miguel? ¿Cómo 1:80, 1:90? Como 1:80 y algo, casi 1.90; con manos grandes, fuerte, brazos fuertes, un hombre atlético, con cabello oscuro y piel – color piel canela.
O sea, que era un hombre de la sexta dimensión que parecía más latinoamericano o mexicano que americano. Un hombre de la sexta dimensión de 1.83; 1 metro con 83 centímetros es bastante alto y fuerte, con unas 200 libras más o menos; dice el Rvdo. William Branham que son… ¿Cuántos kilos Miguel? ¿De 80 a 90 kilos? Son como 90 kilos más o menos, 200 libras —más o menos lo que tu pesas— 85 kilos… ¿Cuánto pesas tu Miguel? ¿90? ¿Y el peso tuyo? El peso de Miguel. Pero el peso de Miguel en una persona de 1 metro con ochenta ¿y cuánto Miguel? El mide un metro con 61. Y el ángel dice el Hno Branham que media un metro con 83, o sea, un hombre alto; y si pesa 200 libras que son… ¿Son cuántos kilos? ¿90 kilos? 90 kilos, pues es un hombre alto, no gordo, sino alto, delgado pero atlético, con manos grandes, brazos fuertes y así por el estilo.
¿Le gustaría saber en su apariencia como cuántos años tenía, o cuántos años demostraba? Vamos a ver lo que dice el Rvdo. William Branham en el Mensaje “El Angel y las tres etapas,” en este librito o compendio “El compendio,” y el tema en este compendio es “Angeles,” dice en la página 3:
«Ahora, simplemente estoy tratando de hablar de este ángel del Señor. Yo no adoro a ese ángel. Y Dios que nos está escuchando ahora mismo. ¿Creen ustedes que El nos está escuchando ahora mismo? El es mi Juez que yo nunca (o sea, quiere decir: ‘que yo nunca he adorado a ese ángel, o no adoro ese ángel’). Para comenzar quiero decir esto: ‘Yo creo que si yo aun hiciere intento el ángel mismo me corregiría,’ porque verdaderamente creo que ha sido enviado de Dios.
Ahora, puede ser que usted no esté tan bien convencido para creer eso como yo, por razón de que yo he hablado con él y lo conozco, y si hubiera 50 de ellos parados aquí mismo yo lo podría distinguir de entre los demás. Para comenzar conocería su voz, y también conocería su parecer, él es un hombre igual que yo, y tiene apariencia humana igual como usted o yo, parece ser un hombre como de 30 años, diría yo, un hombre fuerte con las manos cruzadas.”
Ahora vean, la apariencia de ese ángel es como de 30 años, es un hombre que está en su cuerpo teofánico de la sexta dimensión. Ese es el ángel que dice nuestro Hno. Branham, dice: “Ahora…” En la página 2 (les había leído), dice:
“Ahora, ángeles menores llegan. Por ejemplo el ángel que viene y me visita es un ángel menor (y si ese es un ángel menor, ¿cómo será el arcángel Gabriel y el arcángel Miguel? Estos arcángeles mayores). Pero cuando vemos bajar a Miguel, algo grande está en camino. Gabriel anunció la Primera Venida de Jesús y él anunciará la Segunda Venida de Jesús, él tocará la Trompeta, los muertos en Cristo resucitarán. El gran arcángel de Dios.”
Y ahora, siendo que ese es el arcángel que se para en el Día Postrero en la encrucijada, miren, en el Mensaje “La Encrucijada del tiempo,” en la página 11, dice el Rvdo. William Branham:
“Gabriel era el ángel que estaba allí, él apareció en la encrucijada del tiempo.”
Eso fue en el tiempo de Juan el Bautista y de Jesús; y ese ángel en este tiempo final aparece en la encrucijada del tiempo de nuevo, de ese tiempo en donde hay un entrelace dispensacional; en ese entrelace, en esa encrucijada, de tiempo aparece Gabriel en este tiempo final; y también tenemos la promesa dada por el mismo Gabriel el cual sacó del libro de la verdad toda esta revelación.
Dice en el libro de Daniel, capítulo 12, de la siguiente manera:
“En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.”
144 mil serán libertados en ese tiempo, 12 mil de cada tribu.
Y ahora podemos ver que para este tiempo final del cual habló el arcángel Gabriel ahí, se levantará el arcángel Miguel, el príncipe que está por lo hijos de Israel. El arcángel Miguel es el que en Apocalipsis, capítulo 12, con su Ejército de ángeles lucha en contra del diablo y en contra de los ángeles caídos del diablo y lo vence y lo echa por Tierra.
¿Y qué hará el diablo en el Día Postrero al ser echado por Tierra? Siendo que esto habla para este tiempo final, veamos lo que nos dice ahí. Dice:
“Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles;
pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.
Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, y el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.”
En cada ocasión en que un hijo o hija de Dios hace algo malo, el diablo lo acusa allá delante de Dios. Por eso cada hijo de Dios se tiene que cuidar, y si ha cometido algún error, falta o pecado, confesarlo a Cristo arrepentido, colocarlo sobre el Sacrificio de Cristo y en la Sangre de Cristo, porque la Sangre de Cristo nos limpia de todo pecado; para que el diablo no tenga éxito en sus acusaciones en contra de ninguno de ustedes.
¿Y qué podrá el diablo obtener si usted no se arrepiente y la acusación que él allí presenta es válida porque usted no se ha arrepentido? Pues lo mismo que le hizo a Job, y Job no tenía pecado, había cubierto su pecado, y Dios le permitió herir a Job.
Si con Job que no tenía pecado el diablo quiso que Dios le permitiera enfermarlo y quitarle sus bienes y sus hijos, ¿qué no hará con una persona que no ha confesado sus pecados a Cristo y ha lavado sus pecados en la Sangre de Cristo arrepentido de sus pecados? El diablo podrá tener éxito y pedir que le sea permitido enfermar y hasta destruir el cuerpo de una persona.
Y ahora veamos cómo podemos vencer al diablo para que no tenga éxito en contra de nosotros. Aquí mismo lo dice:
“Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos (porque la Sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado), y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.”
Cuando esto ocurra le quedará al diablo muy poco tiempo, solamente le quedarán unos días, mas los 3 años y medio de la gran tribulación, él va a saber que le queda poco tiempo, porque al final de la gran tribulación el reino del anticristo en el cual el diablo estará encarnado habrá sido destruido, el diablo habrá sido derrotado y será atado con una cadena por el Angel que viene con esa cadena para atar el diablo y lo va a encerrar y así no podrá hacer daño durante el Reino Milenial.
Ahora, podemos ver lo que dice el Rvdo. William Branham en el libro de “Los Sellos” página 146.
Y ahora, ¿qué hará Dios aquí en la Tierra si el diablo es echado en la Tierra y se va a encarnar en el anticristo, el hombre de pecado? Pues Dios va a manifestarse en la Tierra para contrarrestar al diablo, al anticristo, en el cual estará el diablo encarnado.
Dice en la página 146 del libro de “Los Sellos:”
“Y al mismo tiempo que el diablo cae del Cielo y se encarna en un hombre (¿porque se encarnará en quién? En el anticristo, el hombre de pecado), el Espíritu Santo sube y viene encarnado en un hombre.”
Y entonces ahí será el enfrentamiento de la Vida y la muerte, y la Vida obtendrá la victoria.
En la página 270 de libro “Los Sellos,” dice:
“Aquí vemos la Vida y la muerte llegando a su último encuentro. El caballo blanco de Vida verdadera y el caballo amarillo de credos mezclados. La cosa está llegando a un verdadero reto.”
Así que podemos ver lo que estará sucediendo en ese tiempo, de lo cual tenemos que dejar quietecito todo por el momento, porque no queremos que sea interrumpido el Programa de Cristo en el cual Cristo obtendrá la Gran victoria en el Amor Divino a favor de todos nosotros.
Creo que con lo que hemos hablado tienen un cuadro claro del Programa conforme a las profecías que se estarán llevando a cabo en este tiempo final en la Tierra, y cómo el mundo espiritual estará obrando; tanto el mundo espiritual de parte del maligno, como el mundo espiritual de parte de Dios. Y aunque son millones los que el enemigo de Dios (el diablo) tiene, de ángeles caídos. ¡Son más los que están con nosotros de parte de Dios que los que están en contra!
Por lo tanto tenemos a Dios y Sus huestes Celestiales de parte de todos nosotros, por consiguiente la victoria será de Cristo y para toda Su Iglesia de este tiempo final y para los que partieron en el pasado que han de resucitar en cuerpos eternos.
Hemos visto este MISTERIO DE GABRIEL APARECIENDO EN LA ENCRUCIJADA DEL TIEMPO. El está de nuestra parte juntamente con el arcángel Miguel, ellos son los arcángeles principales de Dios.
En alguna otra ocasión veremos con más detalles el misterio de estos dos arcángeles de Dios, los cuales estuvieron en el tiempo de Abraham, visitando al Profeta y patriarca Abraham.
Pero si quieren que les lea algo aquí, se los voy a leer para que ustedes sepan un poquito más acerca de estos ángeles de Dios. Dice en el Mensaje “Las diez vírgenes y los 144 mil,” predicado en el año 1960, aquí lo encontramos en la página 21 de este folleto titulado “El compendio,” y bajo el sub-tema “Angeles.” Dice:
“Vean, El Angel del Señor está ahora mismo en la tierra. Está moviendo por todos lados preparando todo para la Venida del Señor. Y son los mismos ángeles que escucharon el pecado allá en Sodoma y descubrieron, y dijeron: ‘Tuvimos que bajar y ver si todo esto era tal como lo habíamos escuchado.”
“Los mismos ángeles que estuvieron allá (dice el Rvdo. William Branham) son los que estarán acá.”
Y ahora, podemos ver dónde nos encontramos en el Programa Divino, tanto en las cosas que tienen que suceder pronto aquí en la Tierra, como las cosas que desde otra dimensión suceden en favor de nosotros, y también vemos las que suceden en contra nuestra, y cómo defendernos por medio de la Sangre de nuestro amado Señor Jesucristo que nos limpia de todo pecado y Su Palabra.
Ahora, conscientes de que Gabriel estaría apareciendo en la encrucijada, en el entrelace, en el empalme, dispensacional correspondiente a este tiempo final, donde se entrelaza la Dispensación del Reino con la Dispensación de la Gracia, le damos gracias a Dios por el privilegio de vivir en este tiempo y estar sirviéndole a El todos los días de nuestra vida.
“GABRIEL APARECIENDO EN LA ENCRUCIJADA DEL TIEMPO.”
El está en esta encrucijada enviado por Dios. Y cómo les dije, cuando necesita al arcángel Miguel, no necesita buscar un teléfono para llamarlo; dondequiera que se encuentre puede escuchar a Gabriel llamándolo sin necesidad de un teléfono. “Y Miguel…” Dice Gabriel: “Miguel se va a levantar.” Por lo tanto estarán actuando estos dos arcángeles mayores de Dios en la encrucijada del tiempo.
“GABRIEL APARECIENDO EN LA ENCRUCIJADA DEL TIEMPO.”
Aparece en favor de todos nosotros y aparecerá luego en favor del pueblo hebreo. Esos son los Dos Olivos en el Cielo, y en la Tierra los Dos Olivos son los Ministerios de Moisés y Elías en el Angel del Señor Jesucristo en medio de la Iglesia de Jesucristo y después en medio del pueblo hebreo; por lo tanto tendrán el respaldo de los Dos Olivos del Cielo, de Gabriel y Miguel.
Los Dos Olivos en el Antiguo Testamento antes del diluvio fueron representados en Enoc y en Noé.
Y ahora, en la Dispensación de la Ley fueron representados en Moisés y en Elías; y luego también en Zacarías, fueron representados en Sorobabel el príncipe descendiente del rey David y en Josué el sumo sacerdote.
Ahora vean cómo estos Ministerios de los Dos Olivos han sido representados en tiempos pasados. Para ser cumplidos estos Ministerios de los Dos Olivos en el Día Postrero tendrán el respaldo de Gabriel y Miguel; o sea, que tendremos una bendición muy grande del Cielo.
Por eso es que el Rvdo. William Branham dice que sonará una Trompeta, del Cielo sonará una Trompeta (ese es Gabriel sonando la Trompeta).
¿Y cómo escucharemos esa Trompeta? Por medio de la revelación Divina que recibirá el Angel del Señor Jesucristo y nos dará a todos nosotros. Así es como escucharemos esa Gran Voz de Trompeta o Trompeta Final, en la encrucijada del tiempo, en donde Gabriel estaría apareciendo en este tiempo final.
“GABRIEL APARECIENDO EN LA ENCRUCIJADA DEL TIEMPO.”
Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión dándoles testimonio de: EL ARCANGEL GABRIEL APARECIENDO EN LA ENCRUCIJADA DEL TIEMPO.
Este es un tiempo muy importante, por eso ha sido mencionado por Cristo como un tiempo como el de Noé, como en los días de Noé y como en lo días de Lot; es un tiempo donde aparecieron allá estos arcángeles, y es un tiempo donde aparecerían en este tiempo final estos arcángeles también. Es el tiempo más glorioso para los hijos e hijas de Dios, pero es el tiempo más triste y más difícil para la humanidad.
Este es para nosotros el tiempo más glorioso de todos los tiempos, porque es el tiempo en donde estaría Gabriel apareciendo en la encrucijada del tiempo.
Muchas gracias por vuestra amable atención amados amigos y hermanos, y adelante los que no han sido bautizados y que están en la lista para ser bautizados, sean bautizados, arrepentidos de sus pecados, confesando sus pecados a Cristo sobre el Sacrificio de Cristo y colocando sus pecados en la Sangre de Cristo y siendo bautizados en Su Nombre para recibir el Don del Espíritu Santo, y así será hasta que se complete el Cuerpo Místico de Cristo hasta con el último de los escogidos de Dios.
En Puerto Rico cuando estoy allá o esté allá, todos los domingos, la segunda actividad será de bautismos si hay personas para ser bautizados; y así le he recomendado a Miguel y a todos los Ministros que mientras haya personas para ser bautizadas aprovechen el segundo culto, la segunda actividad, de los domingos para bautizar a todas las personas que faltan por ser bautizadas.
Queremos que este mismo año estén bautizados los que faltan de ser bautizados, pues queremos estar preparados porque no sabemos si en este año, o el otro o en el que viene arriba o en algún año cercano, los muertos en Cristo resuciten y nosotros somos transformados. No sabemos.
Pero sabemos que cuando se complete el número de los escogidos en el Cuerpo Místico de Cristo, entonces Cristo saldrá del Trono de Intercesión, resucitará a los muertos en Cristo y a nosotros nos transformará. Por lo tanto nos conviene estar preparados y todos bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo y llenos del Espíritu Santo para así estar nacidos de nuevo en el Reino de Dios.
Ha sido una bendición grande para mí estar hablándole a ustedes de este tema de:
“GABRIEL APARECIENDO EN LA ENCRUCIJADA DEL TIEMPO.”
Dejo nuevamente al Rvdo. Miguel Bermúdez Marín, nuestro amigo y compañero en el Ministerio y amigo de cada uno de ustedes también.
Con nosotros vamos a tener a nuestro amado amigo Miguel Bermúdez Marín mientras el cántico de Erica y América que nos habla del Hombre que nos transformó (lo escuchamos).
Que Dios les bendiga y les guarde a todos.
“GABRIEL APARECIENDO EN LA ENCRUCIJADA DEL TIEMPO.”