Si creyeres, verás la Gloria de Dios

Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Para lo cual quiero leer en San Juan, capitulo 11, versos 16 en adelante… aún podemos leer, comenzar, en el verso 14 del capitulo 11 de San Juan, donde dice:

Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto;

y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él.

Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él.

Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro.

Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios;

y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano.

Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa.

Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.

Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.

Jesús le dijo: Tu hermano resucitará.

Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.

Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?

Le dijo (Marta): Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.”

Luego leemos en este mismo capitulo 11, verso 38 al 44, donde dice:

Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima.

Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.

Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?

Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído.

Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.

Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!

Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Nuestro tema para esta ocasión es: “SI CREYERES VERAS LA GLORIA DE DIOS.”

Para comprender este tema: “SI CREYERES VERAS LA GLORIA DE DIOS,” examinemos este evento, la resurrección de Lázaro por nuestro amado Señor Jesucristo; pues Lázaro representa a todos los muertos en Cristo que serán resucitados en este tiempo final conforme a la profecía de Cristo, la promesa de Cristo en San Juan, capitulo 6, versos 39 al 40, donde dice:

Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. (¿Cuándo promete Cristo aquí resucitar a los creyentes en El que morirían? En el Día Postrero.)

Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.”

La resurrección de los creyentes en Cristo que han partido, los cuales han recibido a Cristo como Su Salvador, han lavado sus pecados en Su Sangre, han sido bautizados en Su Nombre, y han recibido el Espíritu Santo y por consiguiente han nacido de nuevo, ¿esas personas resucitarán cuándo? En el Día Postrero. Y el Día Postrero delante de Dios para los seres humanos es el Milenio Postrero. Así como Cristo resucitó, resucitarán también los creyentes en él.

Y ahora, siendo que la resurrección es para el Día Postrero y Cristo resucitó en la mañana que es la cuarta vigilia, la mañana que es la cuarta vigilia representa la Cuarta Vigilia del Día Postrero; y siendo que el Día Postrero es el Séptimo Milenio para los seres humanos y siendo que las primeras horas de un día, las primeras tres horas del día es la cuarta vigilia, en el Día Postrero que es el Séptimo Milenio, siendo que un día delante de Dios es mil años para los seres humanos, una hora delante de Dios son 41 años con 8 meses. Y si multiplicamos 3 horas de la Cuarta Vigilia, 3 horas delante de Dios, siendo que para los seres humanos una hora son 41 años con 8 meses, 3 horas son 125 años, multiplicando 41 años con 8 meses por tres da 125 años.

En los primeros 125 años del Día Postrero, en los primeros 125 años del Séptimo Milenio, tiene que ocurrir la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos.

Y ahora, veamos lo que dice el Rvdo. William Branham acerca del Milenio, en la página 146 del libro de “Citas,” dice en el párrafo 1303 (este libro de “Citas,” contiene extractos de diferentes mensajes del Rvdo. William Branham), y en este extracto, dice:

Exactamente como en el principio, no fue la voluntad perfecta de Dios que los hijos nacieran en la tierra por sexo. ¡No, señor! Dios creó al hombre desde el polvo de la tierra, respiró el aliento de vida en él, y él se hizo una alma viviente. El sacó de ese hombre una compañera y le hizo una esposa a él. Eso fue la primera y original voluntad de Dios. Pero cuando el pecado entró he hizo la cosa que hizo, entonces El permitió que el hombre se casara con su esposa legalmente y tuviera hijos por ella. ‘Multiplicad y henchid la tierra entonces, así es la manera en que será hecho.’ Pero, Uds. ven, nunca fue Su voluntad perfecta. Por eso, todas estas cosas que tuvieron un principio tienen que tener un fin. Todo pecado tiene que venir a aniquilación. Todo pecado tiene que ser destruido. Por eso, en el gran Milenio cuando la resurrección venga, no tendremos que renacer otra vez por nuestros padres, sino que Dios, como El hizo en el principio, llamará al hombre del polvo de la tierra y a su compañera con él. Eso es correcto. Eso es la manera en que El lo hizo en el principio.”

Y ahora, por cuanto la raza humana cayó allá en el Huerto del Edén, Dios había creado al ser humano del polvo de la Tierra (su cuerpo físico), pero antes le había dado su espíritu en la sexta dimensión; y un espíritu es un cuerpo de otra dimensión, siendo que es un cuerpo de otra dimensión el ser humano tiene dos cuerpos: uno de esta dimensión terrenal (el cuerpo físico) y otro de otra dimensión. Por eso cuando el ser humano cuando sueña se encuentra en otro cuerpo y viaja a otros lugares, y cuando muere el ser humano pues va en ese otro cuerpo a vivir a otro lugar. El ser humano luego de la caída ha estado obteniendo un cuerpo físico, mortal, corruptible y temporal, porque nace en una raza caída y viene a ser descendiente de Adán y Eva, y obtiene un espíritu del mundo, un espíritu de la quinta dimensión; y el ser humano cuando muere va a vivir a otra dimensión, va a vivir a la quinta dimensión.

¿Y cómo puede hacer el ser humano para no ir a vivir a la quinta dimensión que es el infierno? Pues recibiendo a Cristo como Su Salvador, lavando sus pecados en la Sangre de Cristo, la persona luego es bautizado y obtiene el Espíritu Santo y obtiene un cuerpo teofánico de la sexta dimensión, y la sexta dimensión es el Paraíso; y cuando esa persona muere físicamente va a vivir al Paraíso de Dios en el cuerpo teofánico de la sexta dimensión, un cuerpo parecido a nuestro cuerpo pero de otra dimensión.

Y para el Día Postrero que es el Séptimo Milenio, Dios resucitará a todas esas personas que creyeron en El. Las demás personas que no creyeron en Cristo no resucitarán, porque esas resucitarán cuando termine el Séptimo Milenio, cuando termine el Reino Milenial entonces resucitarán.

Y ahora, tenemos la promesa de una resurrección para el Día Postrero. Así como Cristo resucitó a Lázaro, Cristo resucitará a todas las personas creyentes en El. Lázaro era un creyente en Cristo, y ahora todos los creyentes en Cristo están representados en Lázaro. Todo creyente en Cristo que parte de esta Tierra está representado en Lázaro el amigo de Jesús y hermano de Marta y María.

Y ahora, la promesa es que la persona creyente en Cristo aunque esté muerto vivirá.

Y vean, esto lo dijo Cristo mismo en el pasaje que hemos leído cuando le dice a Marta – cuando Marta le dice: “Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.” Porque Marta había escuchado y sabía la enseñanza de Jesús, de que los creyentes en Jesús, Jesucristo los resucitaría en el Día Postrero (los que morirían). Y todos los creyentes de aquél tiempo físicamente morirían, pero serán resucitados en el Día Postrero que es el Séptimo Milenio.

Y ahora, Lázaro será resucitado en el Día Postrero conforme a lo que enseñó Jesús. Pero por cuanto Cristo está representando a todos los creyentes en El en Lázaro, pues Cristo va a resucitar a Lázaro, como ejemplo de la resurrección que El va a llevar a cabo con todos los creyentes en El. O sea, que allí Cristo va a probar que la promesa que El ha hecho de que El resucitará a todos los creyentes en El en el Día Postrero, El tiene Poder para cumplirla. Solamente para los creyentes que estarán vivos la necesidad será creer, el requisito será creer. “¿No te he dicho que si creyeres, verás la Gloria de Dios?”

Y ahora, lo que Cristo dijo a Lázaro allá, lo dice a todos los creyentes en Cristo en este tiempo final: “¿No te he dicho que si creyeres, verás la gloria de Dios?” Porque la Gloria de Dios será manifestada en Su Iglesia en este tiempo final y Cristo resucitará a los muertos creyentes en El y a nosotros nos transformará. “¿No te he dicho que si creyeres, verás la gloria de Dios?” Por lo tanto, ¿qué nos toca a nosotros? ¡Creer!

Todas las cosas que Cristo nos ha hablado en este tiempo, vean ustedes, nos muestra, nos enseña, que El va a resucitar a los muertos en Cristo y nos va a transformar a nosotros los que vivimos. Hubo creyentes vivos allí cuando Cristo resucitó a Lázaro, y habrá creyentes vivos en este tiempo cuando Cristo resucite a los muertos creyentes en El.

Y ahora, vean ustedes lo que representa aquel caso de la resurrección de Lázaro por nuestro amado Señor Jesucristo.

Y ahora, Marta y María… o Marta le dice a Jesús: “Si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.” ¿Porqué? Porque Jesús lo sanaría.

Y ahora si Jesús, vean ustedes, no hubiera partido el tiempo aquel de Sus apóstoles y los creyentes en Jesús, continuaba con ellos vivos. Pero ahora ellos han partido.

Encontramos que hemos tenido un día Luterano, hemos tenido un día Wesleyano, una Edad Wesleyana, hemos tenido una Edad Pentecostal y ahora tenemos la Edad de la Piedra Angular, la cuarta, la que le toca el número cuarto en la etapa de restauración.

Y ahora, es en la Edad de la Piedra Angular, el día cuarto, en donde aparece Jesús allá en el día cuarto para la resurrección de Lázaro. Y es acá en la Edad de la Piedra Angular que corresponde al cuatro en donde Cristo aparecería para llevar a cabo la Obra del Día Postrero.

Hemos tenido cuatro vigilias o tres vigilias que ya han transcurrido. Recuerden que las vigilias están compuestas por tres horas: la primera vigilia es de 9:00 a 12:00 de la noche, la segunda vigilia es de 12:00 a 3:00 de la mañana, la tercera vigilia es de 3:00 a 6:00 de la mañana, o sea, que esas tres vigilias son en la noche. Y siempre pensamos que cuando hablamos de vigilias, todas las vigilias son de noche; pero la cuarta vigilia es de 6:00 a 9:00 de la mañana, es la única que es de día.

Y esa cuarta vigilia corresponde al cuarto día en que Jesús apareció, porque siendo Cristo la Luz del mundo, cuando apareció Cristo allí, apareció un nuevo día para aquellas hermanas de Lázaro: Marta y María, estaba allí la Luz del mundo; por lo tanto un nuevo día comenzó para ellas, un nuevo día en el cual tendrían de regreso a su hermano Lázaro, resucitado, y contento y gozoso por esta resurrección que Cristo llevaría a cabo en él.

Lázaro, teniendo cuatro días de muerto (físicamente), ya había entrado su cuerpo en corrupción. Pero no importa cuantos días tenga la persona de haber muerto físicamente, si es un creyente en Cristo nacido de nuevo, será resucitado; no importa que haya muerto físicamente hace 10 años, 100 años, 500 años, 1000 años o cerca de 2000 años, no importa.

No importa que el precursor de la Segunda Venida de Cristo haya partido en el 1965, él resucitará en un cuerpo glorificado y eterno. No importa que los ángeles mensajeros de la siete edades con sus grupos hayan partido y ya sus cuerpos estén hechos polvo de la Tierra, ellos resucitarán en cuerpos eternos y sus grupos también. No importa que los apóstoles y las personas creyentes de aquel tiempo bajo el ministerio de los apóstoles hayan partido cerca de dos mil años atrás, ellos serán resucitados en cuerpos eternos y glorificados juntamente con todos los creyentes de aquel tiempo; porque Cristo le dará a ellos un cuerpo inmortal, incorruptible y glorificado.

Y nosotros, no importa que estemos viviendo en una era atómica, si permanecemos vivos hasta que los muertos en Cristo resuciten y permanecemos escuchando la Voz de Cristo, la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo, seremos transformados.

Todos los creyentes en Cristo de nuestro tiempo que lo han recibido como Su Salvador, han lavado sus pecados en la Sangre de Cristo, han sido bautizados en Su Nombre y han recibido el Espíritu Santo, serán transformados si permanecemos vivos hasta que los muertos en Cristo resuciten.

Ahora, permanezcamos creyendo con toda nuestra alma que estamos viviendo en el tiempo prometido para la resurrección de los muertos en Cristo y transformación de nosotros los que vivimos. Estamos viviendo en la Edad de la Piedra Angular que corresponde al Cuarto Día. El día de resurrección de Lázaro allá, tipifica nuestro día y representa también la Vigilia que nos ha tocado a nosotros que es la Cuarta Vigilia.

Y ahora, nuestra Edad, la Edad de la Piedra Angular corresponde a la Cuarta Vigilia en el Programa Divino, que es el tiempo para la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos.

Y ahora, solamente mantengamos nuestra alma, nuestro corazón creyendo lo que Dios ha prometido para llevar a cabo en el Día Postrero. Por eso es que viene el llamado primero de la Gran Voz de Trompeta ó Trompeta Final, para darnos la fe, la revelación, para nuestra transformación y para la resurrección de los muertos en Cristo. Por lo tanto permanecemos creyendo lo que Cristo ha prometido para este tiempo final.

Y ahora, ¿cómo las personas van a recibir la fe para ser transformados y raptados, siendo que sin fe es imposible agradar a Dios? Sin fe es imposible que nosotros seamos transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero; por lo tanto necesitamos esa fe de Rapto y transformación. ¿Y dónde encontraremos y cómo recibiremos esa fe? El Rvdo. William Branham en el mensaje de los “Siete Sellos,” dice en la página 128 (en español):

Ahora, los Siete Truenos de Apocalipsis permitirán que El muestre a la novia cómo prepararse para obtener esa gran fe de Traslación.”

¿Qué nos dará la fe para ser transformados y raptados, trasladados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, a la Casa de nuestro Padre Celestial? Los Siete Truenos nos dan esa fe, esa revelación para ser raptados, ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

¿Y qué revelan los Truenos? ¿Qué hablan esos Siete Truenos de Apocalipsis, capitulo 10, siendo que esos Truenos es la Voz de Cristo clamando como cuando ruge un León? Lo que nos revela es el misterio de Su Venida, lo que nos revela es el misterio del Séptimo Sello y el Séptimo Sello es Su Venida.

Por eso es que el Rvdo. William Branham, hablando en el mensaje de los Siete Truenos acerca de ese misterio, nos dice que los Siete Truenos van a revelar, a dar a conocer, ese misterio. Vamos a ver dónde conseguimos lo que dijo el Rvdo. William Branham acerca de ese misterio de los Siete Truenos y de cómo van a ser dados a conocer… en la Página 481 del libro de “Los Sellos,” dice:

Ahora noten, que la apertura del Séptimo Sello, también es en un misterio triple. Les he dicho que es el misterio de los Siete Truenos (El misterio o la apertura del Séptimo Sello es el misterio ¿de qué? De los Siete Truenos). Los Siete Truenos en el Cielo abrirán ese misterio. Será en la mera venida del Señor Jesucristo porque El mismo dijo que ninguno sabría cuando El iba a volver.”

Y más abajo dice:

Todo fue en silencio, nada aconteció en ese tiempo. Ni los Angeles ni nadie sabe cuando El viene. Pero habrá las siete voces de los Siete Truenos que darán a conocer esa gran revelación en ese tiempo.”

Y esa es la gran revelación que le dará a los escogidos la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Por lo tanto la fe para ser transformados en el tiempo final es la fe, la revelación, del Séptimo Sello, la revelación de la Segunda Venida de Cristo. Ninguna persona podrá creer que será transformada estando viva y que los muertos en Cristo van a ser resucitados en este tiempo, si no tiene la revelación del Séptimo Sello, la revelación de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.

Se requiere tener esa revelación; y solamente las Siete voces de los Siete Truenos que es la Voz de Cristo clamando como cuando ruge un León y Siete Truenos emiten Sus voces, así es como único podemos nosotros obtener esa revelación. Siendo que es la Voz de Cristo como el León de la tribu de Judá, El tiene que tener a alguien aquí a través del cual clamar, hablar, y así hablar con la Voz de esos Siete Truenos y revelarnos el misterio de la Segunda Venida de Cristo. No hay otra forma.

Porque no hará nada el Señor Jehová sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos los profetas.” Dice Amós, capitulo 3, verso 7.

Y ahora, se requiere una edad y un mensajero. Y por eso es que dice Apocalipsis capitulo 4 verso 1, con esa Voz de Trompeta, Cristo dice: “Sube acá.” ¿A dónde vamos a subir? vamos a subir a la Edad de la Piedra Angular, porque ya las demás edades terminaron. “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de suceder después de estas.” O sea, después de las Siete Edades de la Iglesia, después de estas cosas que han sucedido en las Siete Edades hay cosas que tienen que suceder en este tiempo final y son las cosas que corresponden al Día Postrero, o sea, al Séptimo Milenio, y corresponden a la Edad de la Piedra Angular. Por lo tanto hay que subir a una edad en donde Cristo estará hablándole por medio de un mensajero a Su pueblo; pues ya El habló por medio de Sus mensajeros en cada edad a Su pueblo, pero ya ellos se fueron; por lo tanto no puede hablarle más porque ya habló lo que iba hablar por medio de ellos; y si queremos saber lo que Dios habló por medio de ellos, pues leemos los mensajes que Dios habló a través de ellos.

Pero ahora las cosas que han de suceder después de esas siete edades las dará a conocer por medio de un Angel Mensajero que El tendrá más arriba, en la Edad de la Piedra Angular, y ese solamente puede ser el Angel Mensajero de Apocalipsis, capitulo 22, verso 16, del cual Cristo dice:

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”

Vamos a ver si este es el Angel por medio del cual El revela estas cosas que deben suceder pronto. Vamos a Apocalipsis, capitulo 22, verso 6, donde nos dice:

Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”

¿Ven que es por medio de Su Angel Mensajero que serán manifestadas, dadas a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto? Porque en ese Angel Mensajero, Cristo estará velado y revelado, manifestado, en el Día Postrero, así como estuvo velado y revelado en cada ángel mensajero de cada una de las edades de la Iglesia.

Y ahora, por medio de ese Angel Mensajero es que Cristo clamará como cuando ruge un León y hablará con esa Voz como de León (clamando como cuando el león ruge) y Siete Truenos estarán emitiendo sus Voces, es la Voz de Cristo. Y cuando se habla de siete, siete es el número con el cual Dios completa todo, Dios completa todo en Siete.

Y ahora, podemos ver que con ese Mensaje de los Siete Truenos estará dándonos un Mensaje completo, un Mensaje perfecto para una nueva dispensación. Y nos estará así revelando el misterio del Séptimo Sello, el misterio de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo. Y así como hemos necesitado tener la fe, la revelación, de la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario para obtener nuestra salvación, la salvación del alma, recibiendo a Cristo como nuestro Salvador, lavando nuestros pecados en Su Sangre, siendo bautizados en Su Nombre para recibir el Espíritu Santo y así recibir la Vida Eterna, y así recibir un cuerpo teofánico de la sexta dimensión.

Y ahora, para recibir el cuerpo físico, eterno, inmortal e incorruptible y glorificado que El nos dará a nosotros los que vivimos y a los muertos en Cristo cuando los resuciten, se requiere la fe, la revelación de la Segunda Venida de Cristo. Sin esa revelación ninguna persona tendrá fe, revelación, para ser transformada en este tiempo final. Pero habrá un grupo de personas que tendrán esa fe y esos son los escogidos del Día Postrero que estarán escuchando la Voz de Cristo en la Edad de la Piedra Angular y estarán recibiendo la revelación del Séptimo Sello, estarán escuchando la Voz de Cristo clamando como cuando ruge un león y revelándonos el misterio del Séptimo Sello; y así es como obtenemos la fe, la revelación, para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Por lo tanto no dude usted en su corazón en ningún momento; si algunos ya han partido y son creyentes, ellos regresarán en cuerpos eternos; pues alguien tiene que ser testigo de la resurrección, y si Dios quiere llevar a alguno más de los nuestros para que sean testigos de la resurrección (porque regresarán en cuerpos eternos), El ya tendrá escogidas a esas personas; pero nosotros continuaremos creyendo con toda nuestra alma que seremos transformados en este tiempo final.

Y ahora, la promesa de Cristo fue: “¿No te he dicho que si creyeres, verás la Gloria de Dios?” Si crees verás la Gloria de Dios.

Y ahora, ¿dónde va a ser vista la Gloria de Dios en el Día Postrero? Lo primero es que así como fue vista la Gloria de Dios en el templo o tabernáculo que construyó Moisés cuando fue dedicado y también en el templo que construyó el rey Salomón, cuando lo dedicó entró la Gloria de Dios, la Columna de Fuego, y pasó por el templo, pasó al lugar santísimo y se colocó sobre el propiciatorio que es el Trono de Dios en el tabernáculo que construyó Moisés y el templo que construyó el rey Salomón; entró a ese lugar santísimo donde estaba el arca del pacto y sobre el arca del pacto el propiciatorio.

Y ahora, tiene que haber un Templo aquí en la Tierra donde Cristo, el Angel del Pacto, venga y la Gloria de Dios sea manifestada en este tiempo.

Y ahora, vamos a ver ese Templo porque aunque no está el tabernáculo que construyó Moisés, ni el arca que fue colocada dentro del lugar santísimo, ni está el tabernáculo o templo que construyó el rey Salomón, pues en ese lugar donde fue construido el templo por Salomón está la mezquita de Omar.

Pero ahora, ¿cuál será el Templo y dónde estará el Templo en donde Cristo vendrá y manifestará Su Gloria? Veamos cuál es ese Templo. Pues Cristo ha estado construyendo un Nuevo Templo, hay un Nuevo Templo que Cristo está construyendo, no con piedras físicas literales, sino con seres humanos, de lo cual nos habla San Pedro en su Primera carta verso 4 al 8, dónde dice:

Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,

vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.”

Y ahora vean ustedes, así como Cristo es una Piedra Viva, nosotros somos piedras vivas para ser edificado un Templo Espiritual, una Casa Espiritual, con esas piedras vivas; y ese es el Templo Espiritual de nuestro amado Señor Jesucristo que está siendo construido con piedras vivas, seres humanos que son los creyentes en Cristo como nuestro Salvador, que han lavado sus pecados en la Sangre de Cristo y han sido bautizados en Su Nombre y han recibido el Espíritu Santo, y por consiguiente han nacido de nuevo; y así es como El ha estado construyendo esa Nueva Casa, ese Nuevo Templo Espiritual.

Pero ese Templo todavía no ha sido dedicado a Dios, porque no se puede dedicar a Dios un Templo sin estar terminado. Moisés no podía dedicar a Dios el templo sin estar terminado, ni Salomón tampoco, porque esos templos eran tipo y figura del Templo que está en el Cielo y también eran tipo y figura de la Iglesia del Señor Jesucristo; por lo tanto la bendición de Dios estaba en ese templo mientras estaba siendo construido, pero no la Plenitud de Dios, no la Gloria de Dios.

Y ahora, continuamos leyendo, dice:

Por lo cual también contiene la Escritura:

He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa;

Y el que creyere en él, no será avergonzado.

Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen,

La piedra que los edificadores desecharon,

Ha venido a ser la cabeza del ángulo;

y:

Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados.

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.”

Y ahora vean ustedes, no solamente somos un Templo, sino que también somos linaje escogido y somos Sacerdotes de Dios y somos Nación Santa, la Nación Celestial, la Jerusalén Celestial. Y somos un pueblo adquirido por Dios por medio del Sacrificio de Cristo, para que anunciemos las virtudes de Jesucristo, de Aquél que nos llamó de las tinieblas a Su Luz admirable.

Y ahora, vean ustedes todas las cosas que Dios dice que somos nosotros. San Pedro (este gran apóstol) hablando acerca de los creyentes en Cristo dice todas estas cosas.

Y ahora, San Pablo también nos habla cosas maravillosas acerca de los creyentes en Cristo. Y dice en Efesios, capitulo 2, versos 19 al 22:

Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,

edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,

en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;

en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.”

Y ahora, San Pablo también nos dice que somos nosotros personas que estamos siendo edificadas y estamos siendo edificados en un Templo, un Templo Espiritual, para morada de Dios en espíritu. Ese Templo, ese Edificio es la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y ahora, la Iglesia del Señor Jesucristo, San Pablo dice que la ha desposado como una Virgen Pura a Cristo. Está desposada, o sea, comprometida en matrimonio como una Virgen Pura a Cristo; pero algún día esa Virgen Pura desposada con Cristo va a casarse con Cristo y entonces esas son las Bodas del Cordero y también va a haber una Recepción, esa es la Cena de las Bodas del Cordero en la Casa de nuestro Padre Celestial.

Y ahora, podemos ver todas estas cosas y podemos ver cuál es ese Templo en el cual la Gloria de Dios será manifestada en toda su plenitud en este tiempo final. Y aún si quieren más Escrituras tenemos el capitulo 3 de Hebreos donde nos dice San Pablo, verso 5 al 6 (dice):

Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir;

pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.”

Y ahora, esa Casa de Dios somos nosotros, esa Casa de Dios es la Iglesia del Señor Jesucristo a la cual nosotros pertenecemos. Somos miembros de ese Cuerpo Místico de creyentes, de esa Casa de Dios.

Y ahora, veamos lo que está prometido para ser manifestado en esa Casa de Dios. Dice el Rvdo. William Branham en el mensaje: “Haciendo a Dios un servicio sin ser Su voluntad,” predicado en el 1965, aquí en el libro de “Citas,” página 151, párrafo 1345 contiene un extracto que dice:

Y la gloria de Dios estaba allí dentro hasta que ellos no podían ver como ministrar.”

Así fue en el tiempo de Moisés y en el tiempo del rey Salomón cuando fue dedicado el templo.

Cerrará los ojos de cada teólogo cuando El venga por Su Novia. Ella será subida en el medio de la noche, así como fue a ellos. Ellos ni siquiera la verán ir.”

Y ahora, vean lo mismo que sucedió en el tiempo de Moisés cuando dedicó el tabernáculo y como sucedió en el tiempo de Salomón cuando dedicó el templo, que la Gloria de Dios entró y luego llegó hasta el lugar santísimo y se posó sobre el arca del pacto, sobre el propiciatorio que es el trono de Dios en el templo. Aquellos templos representaban el Templo que está en el Cielo y representaban a la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y ahora, en la página 151 también en el párrafo 1348, dice:

La trompeta sonará, los muertos se levantarán primero; entonces nosotros seremos subidos con ellos. Cuando la gloria de Dios esté sobre la tierra, esconderá la Iglesia fuera del mundo. Ni siquiera la verán cuando se valla.”

Ahora, para el Rapto e ir a la Cena de las Bodas del Cordero, la Gloria de Dios tiene que estar manifestada en la Tierra. Esa promesa será cumplida con la manifestación plena de Dios en Su Iglesia, cuando Cristo haya juntado a todos Sus escogidos y termine Su Obra de Intercesión en el Cielo, y entonces Cristo saldrá del Trono de Intercesión y se manifestará plenamente en Su Iglesia. Se manifestará plenamente en Su Iglesia, ungirá, adoptará, a Su Angel Mensajero y también luego adoptará también a los muertos en Cristo y a todos los que vivimos y habrá una manifestación plena de Dios.

Ahora, podemos ver que este gran evento que está prometido para ser manifestado en este tiempo final está muy cerca; pues corresponde a nuestra edad, la Edad de la Piedra Angular y corresponde al Séptimo Milenio y corresponde a la Dispensación del Reino. Por lo tanto este gran evento que está por ocurrir: la resurrección de los muertos en Cristo y transformación de nosotros los que vivimos, requiere que nosotros creamos lo que Cristo ha prometido para nosotros en este tiempo final. ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Y vamos a ver la Gloria de Dios manifestada en toda Su plenitud en Su Iglesia y Su Cuerpo Místico de creyentes en este tiempo final.

Y cosas que no han sido vistas ser hechas en la Iglesia serán vistas manifestadas hechas por Jesucristo en Su manifestación final. Vean en la página 6 del libro de “Citas,” párrafo 49, dice:

¡Oh!, hermano, denme una iglesia llena del Espíritu Santo. Dios hará en un año lo que todos los teólogos fracasaron en hacer en dos mil años. Usted espere hasta que el ungimiento de la iglesia verdaderamente dé en la casa (o sea, dé verdaderamente en Casa, en la Casa de Dios). Ellos tienen fe, el remanente pequeño. Después que la puerta de los gentiles es cerrada, Oh, Dios ungirá una iglesia entonces. ‘El que es sucio, ensuciese más. El que es justo justifíquese más y el que es santo, santifíquese más.’ Y Dios ungirá la iglesia con el poder de Dios, y cosas tomarán lugar, no solamente eso entonces, pero El lo está haciendo hoy.”

Ahora vean ustedes, todo lo que ha sido hecho durante estos dos mil años aproximadamente por Cristo en Su Iglesia de etapa en etapa será o se verá pequeño a lo que Dios hará en este tiempo final cuando la puerta de los gentiles se haya cerrado: “Entonces Dios ungirá Su iglesia con toda Su plenitud.” O sea, que resucitará a los muertos en Cristo y a nosotros nos transformará y eso es la plenitud, y Dios se manifestará en Su Iglesia en toda Su plenitud, porque nosotros tendremos no solamente el cuerpo teofánico sino que tendremos el cuerpo físico, eterno y glorificado, estaremos perfectos en cuerpos perfectos y jovencitos para toda la eternidad. Y Dios tendrá una Iglesia joven físicamente también, así como tiene una Iglesia joven en cuanto a Edad en ete tiempo final.

Ahora, SI CREES VERAS LA GLORIA DE DIOS.

¿No te he dicho que si creyeres, verás la gloria de Dios?” Dijo Cristo a Marta.

Y ahora, si creyeres tú y yo también, todos veremos la Gloria de Dios manifestada en toda Su plenitud, resucitando al Lázaro de nuestro tiempo que serán los muertos en Cristo que serán resucitados como El lo ha prometido. Y los que estamos vivos seremos transformados.

SI CREYERES VERAS LA GLORIA DE DIOS.”

¿Vieron lo sencillo que es todo y vieron lo que significaba todo aquello allá? Es tipo y figura de lo que estará sucediendo acá. Y así como hubo creyentes allá para que la resurrección de Lázaro se llevara a cabo, hay creyentes acá para que la resurrección de los muertos en Cristo sea llevada a cabo, porque creemos lo que Cristo ha prometido para este tiempo final, para los que ya han partido y para nosotros los que vivimos; para los que han partido la resurrección de los muertos en Cristo y para los que vivimos la transformación de nuestros cuerpos.

SI CREYERES VERAS LA GLORIA DE DIOS.”

Para eso El nos ha llamado en este tiempo final, y para eso es la manifestación de Cristo correspondiente a este tiempo final, para eso es que El viene a la Edad de la Piedra Angular, para manifestar la Gloria de Dios como está prometida en Su Palabra. Es el tiempo en que el Templo Espiritual de Cristo será dedicado a Cristo cuando se complete hasta el último de los escogidos en ese Cuerpo Místico de creyentes, porque entonces estará completo el Templo Espiritual de Cristo, se habrá completado la construcción de ese Templo Espiritual y lo otro es la dedicación de ese Templo a Cristo, a Dios para morada de Dios en Espíritu en toda Su plenitud en Su Templo Espiritual.

Y si creyeres verás la Gloria de Dios manifestado en Su Templo Espiritual para resucitar a los muertos en Cristo y para transformarnos a nosotros los que vivimos.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión dándoles testimonio de qué hacer para ver la Gloria de Dios manifestada en este tiempo final, en donde resucitará a los creyentes que han partido y nos transformará a nosotros los que vivimos.

Que las bendiciones de Jesucristo sean sobre todos ustedes y sobre mí también, y que esa fe siga creciendo en nuestras almas, esa fe, esa revelación, siga aumentando en nuestras almas hasta que traiga a los muertos en Cristo y a nosotros la transformación. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Mientras escuchamos el cántico de Erica y América que nos habla del Hombre que nos transformó, o sea, nos habla de Jesucristo, el Hombre que nos transformó, el cual también en adición de transformarnos interiormente nos transformará físicamente también, mientras escuchamos este cántico pasará nuestro hermano y amigo Miguel Bermúdez Marín para finalizar nuestra parte en esta ocasión.

Que Dios les bendiga y les guarde, y hasta mañana Dios mediante.

SI CREYERES VERAS LA GLORIA DE DIOS.”

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