Muy buenos días, amados amigos y hermanos presentes, y también los que están a través de Internet o la línea telefónica. Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también, y nos bendiga en esta ocasión y nos hable directamente a nuestra alma y nos abra las Escrituras y nos enseñe Su Programa correspondiente a este tiempo final. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
En esta ocasión leemos en Colosenses, capítulo 1, verso 9 en adelante (9 al 19), donde dice San Pablo:
“Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;
fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad;
con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;
el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,
en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;
y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,
y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado
en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;
si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema para esta ocasión es: “EL MISTERIO DEL CRISTIANISMO.”
“El MISTERIO DEL CRISTIANISMO.”
Cada religión tiene un misterio. Y ahora hablemos del misterio del cristianismo: el cristianismo fue representado, tipificado, en el judaísmo, el judaísmo. Y cuando decimos: “El judaísmo,” nos referimos al pueblo hebreo y su religión bajo la Ley. En el pueblo hebreo bajo la Ley fue tipificado el cristianismo que vendría más adelante, en una nueva dispensación surgiría el cristianismo, lo cual sucedió en el comienzo de la Dispensación de la Gracia, pues Jesucristo vino para abrir esa nueva dispensación y cumplir en esa nueva dispensación lo que había sido reflejado en el pueblo hebreo bajo la Ley.
Israel bajo la Ley representa a la Iglesia del Señor Jesucristo bajo la Gracia. Por eso encontramos un paralelo bien marcado entre el pueblo hebreo y la Iglesia del Señor Jesucristo. Por ejemplo, el pueblo hebreo bajo la Dispensación de la Ley ha tenido un sumo sacerdote, y ahora la Iglesia del Señor Jesucristo bajo la Gracia ha tenido un Sumo Sacerdote haciendo Intercesión en el Cielo en el Lugar Santísimo del Templo Celestial.
Y así como el pueblo hebreo tuvo un sumo sacerdote el cual fue Aarón y luego a los descendientes de Aarón les correspondía el lugar del sumo sacerdote, pues cuando moría un sumo sacerdote, venía otro sumo sacerdote y conforme a lo establecido por Dios a través del Profeta Moisés tenía que ser un descendiente de Aarón; aunque pueden haber cambiado en algunas ocasiones los gobiernos que tuvieron cautivos al pueblo hebreo en diferentes ocasiones, podían haber cambiado en algunas ocasiones ese Orden divino; pero el Orden divino establecido es que el sumo sacerdote tiene que ser un descendiente de Aarón.
Y ahora, podemos ver que este Orden divino del orden sacerdotal, representa el Orden Sacerdotal Celestial, representa el Orden de Melquisedec, del cual Jesucristo es el Sumo Sacerdote, y El es el Melquisedec que le apareció a Abraham, El es el Sumo Sacerdote del Templo Celestial; y fue representado en Aarón y los descendientes de Aarón que ocuparon el sacerdocio o sumo sacerdocio en diferentes ocasiones.
Y así como Aarón tuvo hijos que también ocupaban otras posiciones en el sacerdocio, Jesucristo, Melquisedec, conforme al Orden Sacerdotal de Melquisedec, hay otros Sacerdotes en adición al Sumo Sacerdote Celestial, y esos son los que han sido redimidos con la Sangre de Cristo. Cristo nos dice en el libro del Apocalipsis, capítulo 1, dice, verso 5 en adelante, dice:
“y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.”
Y ahora Cristo con Su Sangre nos ha limpiado, nos ha lavado de todos nuestros pecados y nos ha hecho para nuestro Dios Reyes y Sacerdotes. Un Orden Sacerdotal Celestial y un Orden de una Monarquía Celestial. Cristo es el Sumo Sacerdote del Templo Celestial y Cristo es el Rey de reyes y Señor de señores. Y El por cuanto tiene hijos que son los que lo han recibido como su Salvador, han lavado sus pecados en Su Sangre, han sido bautizados en Su Nombre y han recibido Su Espíritu Santo y por consiguiente han nacido de nuevo, han nacido como hijos de Dios por medio de Jesucristo nuestro Salvador, han nacido por medio del Segundo Adán que es Jesucristo y por consiguiente pertenecen a la Realeza Celestial y pertenecen al Orden Sacerdotal Celestial de Melquisedec. Es un Orden Celestial que ha sido reflejado en el orden terrenal que Dios estableció con el pueblo hebreo. Y por esa causa es que el pueblo hebreo representa a la Iglesia del Señor Jesucristo: porque el pueblo hebreo bajo la Ley es la Iglesia de Dios del Antiguo Testamento, pero la Iglesia de Dios del Nuevo Testamento es la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y ahora, tenemos un pueblo Celestial que es la Iglesia de Jesucristo, el cual está compuesto por hebreos y gentiles que han recibido a Cristo como su Salvador desde el día en que nació la Iglesia de Jesucristo en el día de pentecostés allá en Jerusalén, esa Iglesia ha estado creciendo de etapa en etapa, ha estado creciendo a medida que ha ido pasando el tiempo.
Vean ustedes en el capítulo 2, verso 47 del libro de los Hechos, dice:
“alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo (o sea, así estaba la Iglesia de Jesucristo en el tiempo de los apóstoles)…y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”
¿Dónde son añadidos los que han de ser salvos? Son añadidos a la Iglesia del Señor Jesucristo; es ahí donde ha estado el llamado de Jesucristo de etapa en etapa, como El lo prometió en San Juan, capítulo 10, versos 14 al 16 cuando dijo:
“Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.”
Y ahora la Voz del Buen Pastor, de Jesucristo, ha estado en Su Iglesia desde el día de pentecostés en adelante, donde nació la Iglesia del Señor Jesucristo; antes de esa ocasión, la Iglesia del Señor Jesucristo no había nacido, aunque Jesucristo tenía seguidores creyentes en El, pero no habían nacido de nuevo; y mientras no se había efectuado en ellos el nuevo nacimiento, no habían nacido en el Reino de Dios, no habían nacido en la Iglesia del Señor Jesucristo, no habían nacido en el Israel Celestial.
Pero Cristo había prometido que sería efectuado el nacimiento, no solamente de los apóstoles y de aquellas personas que Lo seguían, sino de toda persona creyente en Cristo que ha lavado sus pecados en la Sangre de Cristo y ha sido bautizado en Su Nombre. Pues Pedro dice en el capítulo 2, verso 38:
“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo (¿para quiénes es el Don del Espíritu Santo? Para los creyentes en Cristo que arrepentidos de sus pecados lavan sus pecados en la Sangre de Cristo y son bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo).
para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.”
Y ahora, a través de la historia de la Iglesia de Jesucristo ha sido un misterio la Iglesia de Jesucristo y ha sido un misterio el cristianismo, porque así como en medio del judaísmo —hablando acerca del pueblo de Israel y su religión— hubo creyentes, pero hubo también incrédulos, hubo rebeldes que no guardaron la Palabra de Dios y se rebelaron en contra de Dios y Su Programa, y se rebelaron en contra de los profetas que Dios les envió.
Vean ustedes, esto está dicho por el mismo Dios en el capítulo 7, de Zacarías, verso 11 al 12, donde dice:
“Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oir;
y pusieron su corazón como diamante, para no oir la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos.”
Aquí podemos ver que no todo el pueblo hebreo escuchó la Voz de Dios por medio de los profetas de Dios; porque Dios había establecido que por medio de Sus profetas sería que El le hablaría al pueblo. En Deuteronomio, capítulo 18, verso 15 al 19, dice:
“Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis.”
¿A quién dice Dios que el pueblo está llamado a escuchar? Al Profeta que Dios levanta de en medio del pueblo, y Dios tiene un profeta mensajero para cada edad, y un profeta mensajero para cada dispensación; y por medio de Sus profetas es que viene la Palabra de Dios en cada edad y en cada dispensación. “Porque no hará nada el Señor Jehová sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos Sus profetas” Amós, capítulo 3, verso 7.
Y ahora, veamos el porqué Dios ordena que escuchen al Profeta que El envía. Esta promesa se cumple parcialmente en cada profeta mensajero que Dios ha enviado, se ha cumplido en cada uno de ellos, pero en toda Su plenitud se cumplió en Jesús, se cumplió en la Primera Venida de Cristo y se ha cumplido parcialmente en los apóstoles y en los siete ángeles mensajeros que El ha enviado, y se cumplirá plenamente en el Angel Mensajero del Señor Jesucristo, en el Día Postrero. Y así se cumplirá también plenamente en el cumplimiento de la Segunda Venida de Cristo.
Y ahora vean el porqué Dios requiere que el pueblo escuche al profeta que Dios envía, pues el que escucha al que Dios ha enviado, está escuchando al que Lo envió, porque el que Lo envía le da la Palabra que tiene que ser hablada al pueblo; o sea, que un profeta mensajero enviado por Dios viene con el mensaje de Dios para el pueblo; no puede Dios enviar un profeta sin un mensaje. Dice en el verso 18 de este mismo capítulo 18, verso 18 al 19:
“Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.
Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.”
Y ahora vean ustedes dónde es que Dios coloca Su Palabra: los profetas que Dios envía son la Boca de Dios en esta Tierra, a través de los cuales viene la Palabra de Dios; esa Palabra de Dios que es como espada de dos filos sale de la Boca de Dios, o sea, de los profetas que Dios envía, pues ellos son la Boca de Dios en la Tierra.
Y cualquiera que no escuche las palabras que hable ese profeta de Dios, dice Dios: “Yo le pediré cuenta.” Dios le pedirá cuenta porque no ha escuchado a Dios hablando a través de ese profeta, pues Dios ha colocado en la boca de ese profeta Su Palabra; ha sido Cristo, el Angel del Pacto, ungiendo a ese mensajero y manifestándose a través de ese mensajero y hablando a través de ese mensajero.
En el tiempo de Moisés, encontramos a Moisés hablando la Palabra de Dios y libertando al pueblo hebreo, pues Dios le dijo a Moisés: “Vé y saca al pueblo de Egipto.”
Y ahora, Moisés estaba muy preocupado, ¿porque quién era Moisés para poder sacar el pueblo hebreo de la esclavitud en que estaban en Egipto? Pero Dios le dijo: “Yo estaré contigo.”
Vean, en el capítulo 3 del Exodo, verso 5 en adelante dice… ó 4, dice:
“Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí (¿ven? Ahí estaba Jehová).
Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.
Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.
Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias.
y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo.”
¿Para qué había descendido Dios? Dice: “Y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra.” ¿Quién era el que iba a libertar al pueblo hebreo? Dios. ¿Quién era el que los iba a llevar a la tierra prometida? Dios. Pero El estaría usando a un hombre, a un profeta. Sigue diciendo:
“El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.
Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel (y ahora le dice que enviará a Moisés para que saque de Egipto a los hijos de Su pueblo, o sea, a los hijos de Israel. Y ahora, vean ustedes cómo Moisés sería el Instrumento que Dios usaría. Dios no tenía un velo de carne; y ahora El estaría usando velos de carne para llevar a cabo Su Obra de etapa en etapa).
Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?.
Y él respondió: Vé, porque yo estaré contigo (Dios estaría con Su profeta mensajero enviado para la liberación del pueblo hebreo)… Vé, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte (y ahora, Moisés sabiendo que era enviado para cumplir una misión muy importante, quería saber el Nombre del que lo enviaba).
Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?
Y respondió Dios a Moisés: Yo Soy El Que Soy. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: Yo Soy me envió a vosotros.”
Cuando vamos al original, encontramos que Yo Soy aquí son cuatro consonantes, las cuales son YHWH, las cuales Moisés escuchó siendo pronunciadas por Dios.
Y ahora, Moisés va para la liberación del pueblo hebreo. Tenemos también en el capítulo 6, versos 1 al 3, que Dios le dice o le habla acerca de este Nombre, le dice:
“Jehová respondió a Moisés: Ahora verás lo que yo haré a Faraón; porque con mano fuerte los dejará ir, y con mano fuerte los echará de su tierra.
Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy Jehová.
Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi nombre Jehová no me di a conocer a ellos.”
Y ahora vean, en el Nombre que Dios le revela a Moisés no se había dado a conocer ni a Abraham, ni a Isaac, ni a Jacob; o sea, que esta revelación del Nombre de Dios siendo dada a Moisés para la liberación del pueblo hebreo es muy importante. Dios revela Su Nombre a Moisés para llevar a cabo la liberación del pueblo hebreo.
Y ahora, para llevar a cabo la liberación del Israel Celestial, de todas las personas que van a componer el Israel Celestial, encontramos que la Primera Venida de Cristo fue en el Nombre de Dios, Cristo dijo: “Yo he venido en el Nombre de mi Padre.” También El dice: “Yo les he dado a conocer Su Nombre.” Y también Cristo dice: “Padre glorifica Tu Nombre.” Y Dios dice: “Lo he glorificado y lo glorificaré otra vez.” San Juan, capítulo 12 da testimonio de esta verdad divina que fue hablada por Dios. Capítulo 12, verso 28, dice:
“Padre, glorifica tu nombre (esto fue en el huerto de Getsemaní). Entonces vino una voz del cielo…”
Vamos a ver, esto fue mas bien cuando estaba predicando y llegaron unos griegos, fue cuando Jesús dijo: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, él solo queda, pero si cae en tierra y muere, lleva mucho fruto.” Capítulo 12, verso 24 de San Juan. Y en el capítulo 12, verso 27 al 28, dice:
“Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora.
Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.”
Lo ha glorificado en la Primera Venida de Cristo y lo glorificará en Su Segunda Venida. En Su Primera Venida fue glorificado el Nombre de Dios y en Su Segunda Venida será glorificado el Nombre de Dios.
Cristo vino en el Nombre de Dios humano de Redención que fue Jesús. Y para el Día Postrero la Segunda Venida de Cristo será en el Nombre de Dios, Nombre de la Ciudad de nuestro Dios y Nombre Nuevo del Señor Jesucristo.
Cristo mismo dice que El tiene un Nombre Nuevo, y será glorificado ese Nombre en la Segunda Venida de Cristo, y ese Nombre Cristo mismo dice que lo va a escribir sobre el Vencedor. Capítulo 3, verso 12 del Apocalipsis, dice: “Al que venciere yo lo haré columna en el Templo de mi Dios (o sea, en la Iglesia del Señor Jesucristo que es el Templo de Dios).”
No es que va a hacer hecho una columna en un templo de piedras, sino en un Templo Espiritual que está formado por piedras vivas, que son cristianos creyentes en Cristo nacidos de nuevo, nacidos en este Templo Espiritual.
Y ahora, El colocará como columna en Su Templo, o sea, como una persona importante, un Mensajero importante a este Vencedor sobre el cual Dios escribirá Su Nombre, Cristo escribirá el Nombre de nuestro Dios y el Nombre de la Ciudad de nuestro Dios, ¿y qué más? Veamos, dice:
“Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.”
Si era un misterio la Primera Venida de Cristo con el Nombre de Dios para Redención, el Nombre humano de Dios para Redención, más misterio es la Segunda Venida de Cristo, es un misterio más —diríamos— más complicado para entender humanamente, pero que será revelado a la Iglesia del Señor Jesucristo.
Así como es un misterio el cristianismo y es un misterio la Iglesia de Jesucristo, es un misterio también la Primera Venida de Cristo y Su Nombre para Redención; pues Su Nombre para Redención es Jesús o Yoshua, que significa Salvador o Redentor.
Y ese Nombre había sido colocado por Moisés a Oseas, hijo de Núm, que era el servidor de Moisés, le servía a Moisés y nunca se apartaba del tabernáculo, y luego era también el que iba frente a las tropas del pueblo hebreo.
Y ahora vean ustedes, Moisés tenía la revelación del Nombre del Angel de Jehová, del Nombre de Dios, del Nombre del que Lo envió; y ahora le coloca a su servidor (Oseas hijo de Núm), le coloca un Nombre nuevo y con ese Nombre nuevo Josué entra a la Tierra prometida con el pueblo hebreo.
Moisés no tenía un nombre que significara redentor, su nombre Moisés significa: “Sacado de las aguas.” Y con ese nombre Moisés sacó de en medio de los egipcios al pueblo hebreo, y él mismo salió – de en medio de los egipcios salió también Moisés.
Aguas representa naciones, pueblos y lenguas; por lo tanto Moisés sacó de las aguas del pueblo egipcio (representado en aguas), sacó al pueblo hebreo y también Moisés mismo salió; él salió de las aguas literalmente de las aguas del río Nilo y también salió de las aguas del pueblo egipcio como nación representado en aguas, y vean ustedes, lo que sucedió con Moisés sucedería con el pueblo hebreo. Pero ahora se necesita un nombre que hable de redención, y redimir es volver al lugar de origen.
Y ahora Josué con ese nombre nuevo – Oseas hijo de Núm, con ese nombre nuevo que recibió el cual fue Josué, el cual significa: “Redentor, Salvador,” iba Dios a colocar de nuevo en la tierra prometida al pueblo hebreo, el cual hacía 400… vamos a ver… 470 años que había salido de la Tierra de Israel; porque había salido de la tierra de Israel y había ido a Egipto donde había alimento en los días de José y con 70 almas fue Jacob a Egipto.
Y ahora cuando salen de Egipto por medio de Moisés, Dios usando al Profeta Moisés, ya son miles de personas que salen de Egipto, alrededor de 2 millones de personas, porque no contaban ni los niños, ni las mujeres; cuando sumamos los niños y las mujeres, pues son más que los hombres de 20 años hacía arriba.
Y ahora, vean ustedes, Josué es el instrumento de Dios con el Nombre de Redención, para Dios por medio del profeta Josué colocar al pueblo hebreo en la tierra prometida. Josué representa al Espíritu Santo y también representa al Mensajero del Día Postrero.
Y en el Mensajero del Día Postrero estará el Espíritu Santo para llamar y juntar a Sus escogidos y preparárlos para ser colocados en la tierra prometida del nuevo cuerpo y en la Tierra Prometida del Glorioso Reino Milenial después que haya pasado la gran tribulación, y también para llevarnos a la Casa de nuestro Padre Celestial, a la Cena de las Bodas del Cordero.
Y ahora, se requiere que el Nombre de Dios sea manifestado en el Día Postrero para obtener nosotros la Redención del cuerpo que es la Adopción, la transformación de nuestros cuerpos donde obtendremos un cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado, así como se requirió la Primera Venida de Cristo y el Nombre de Salvación, de Redención, el nombre humano de Dios de salvación que fue Jesús, manifestado en un sencillo carpintero de Nazaret, el hijo de la virgen María que nació en Belén de Judea el cual vino por medio de creación divina.
Y ahora la virgen María representa a la Iglesia del Señor Jesucristo. Vean cómo la Iglesia del Señor Jesucristo es un misterio que está tipificado, representado, tanto en el pueblo hebreo como también en diferentes mujeres que han vivido en este planeta Tierra, las cuales han sido bienaventuradas al ser tomadas como tipo y figura de la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y ahora encontramos, por ejemplo, a Rebeca, la esposa de Isaac, tipificando a la Iglesia Novia de Jesucristo; y también a Raquel, la esposa de Jacob, tipificando a la Iglesia Virgen del Señor Jesucristo; y también tenemos a Rut, la moabita, una gentil representando, tipificando, a la Iglesia Virgen del Señor Jesucristo; y también tenemos a Tamar y a otras mujeres; y también a la virgen María representando a la Iglesia del Señor Jesucristo; tenemos también a Sara representando en algunas ocasiones a la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y ahora, la Iglesia del Señor Jesucristo siendo representada en la virgen María en la cual tenemos la representación máxima de la Iglesia de Jesucristo, al ser representada la Iglesia en una mujer virgen.
Y ahora, de todas las mujeres que representaron a la Iglesia del Señor Jesucristo, tenemos que María fue la representación máxima de la Iglesia de Jesucristo.
Y ahora, así como el pueblo hebreo surgió de estas mujeres como Sara y como Rebeca, y de ahí fueron viniendo todos los descendientes de Abraham y luego sigue extendiéndose y multiplicándose la descendencia de Abraham para formar el pueblo hebreo; y de ahí mismo vino la virgen María, de la descendencia de David, y de ahí mismo nació el Mesías: de la virgen María.
Ahora, tenemos que de una virgen vino el cumplimiento de la Primera Venida de Cristo y vino la manifestación del Nombre de Dios para Redención.
Y ahora, dice el Rvdo. William Branham que la virgen María representa a la Iglesia Virgen del Señor Jesucristo, y la mujer en cinta con dolores de parto de Apocalipsis, capítulo 12, verso 1 en adelante, representa al pueblo hebreo como nación y representa a la virgen María en la Primera Venida de Cristo; y para la Segunda Venida de Cristo esta mujer en cinta con dolores de parto representa a la Iglesia del Señor Jesucristo.
Vean que es un misterio el cristianismo, es un misterio la Iglesia del Señor Jesucristo.
Dice el Rvdo. William Branham en la página 368 del mensaje de “Los Sellos,” —en español— dice:
“Por eso nosotros también estamos en angustias. La novia está en angustia para dar a luz a Cristo Jesús. Todo está en angustia gimiendo, porque algo está a punto de acontecer. Y este sexto sello da lugar a todo eso. ¡Oh, hermano! Será un tiempo cuando acontecerán todos los terremotos, las estrellas caerán del Cielo, habrán erupciones volcánicas, y en esto la tierra se renovará. La lava volcánica brotará del centro de la tierra y entonces se regará por todos lados mientras la tierra gira.
Y les aseguro esto: Un amanecer de estos cuando Jesús y Su Novia vengan de nuevo a la tierra, encontrarán un Paraíso de Dios, tan perfecto. Los guerreros de la batalla de la fe caminarán por todo eso juntamente con sus amigos y sus seres queridos; se oirán por todos lados los dulces cánticos de las huestes celestiales. Entonces El dirá: ‘¡Oh, bien buen siervo y fiel! Entrad pues en el gozo de tu Señor que ha sido preparado para ti, desde antes de que Eva, por el pecado, echara a perder este asunto.’ Amén.”
Aquí podemos ver que la Iglesia está con dolores de parto, dice el Rvdo. William Branham en el tiempo en que él estuvo predicando de “Los Sellos.”
Y ahora, es la Iglesia del Señor Jesucristo la que tiene los hijos e hijas de Dios. Y miren ustedes, de etapa en etapa la Iglesia del Señor Jesucristo ha tenido los hijos e hijas de Dios, los cuales han nacido espiritualmente al creer en Cristo como nuestro Salvador, lavar nuestros pecados en Su Sangre, ser bautizados en Su Nombre y recibir el Espíritu Santo y así han nacido en el Reino de Dios los hijos e hijas de Dios, han nacido en la Iglesia de Jesucristo, han nacido en medio del cristianismo.
Y así con el Nombre Jesús se ha efectuado la liberación, la Redención, de los escogidos de Dios en el campo espiritual; y así han entrado a la tierra prometida del nuevo cuerpo espiritual que es el cuerpo teofánico, han recibido un cuerpo teofánico al nacer de nuevo.
Y es Cristo el que nos ha libertado y nos ha colocado en la tierra prometida del nuevo cuerpo espiritual, del cuerpo teofánico de la sexta dimensión, nos ha dado un cuerpo teofánico de esa dimensión de Dios, esa sexta dimensión que es la dimensión de los cuerpos angelicales, y así hemos recibido un cuerpo angelical; y por eso es que Cristo dice que “los ángeles de estos pequeñitos ven el rostro de mi Padre cada día”; esos ángeles son los cuerpos teofánicos, cuerpos angelicales, de todos los hijos e hijas de Dios que han nacido de nuevo. Solamente los nacidos de nuevo son los que tienen un cuerpo teofánico, cuerpo angelical, son los únicos que tienen cuerpos angelicales.
Y ahora vean ustedes, son los miembros de la Iglesia de Jesucristo los que tienen cuerpos angelicales. Por eso es que Jesús dijo en San Juan, capítulo 1, verso 51 a Natanael (vamos a ver) y a Felipe, cuando vinieron delante de Jesús, capítulo 1… cuando Natanael viene a Jesús, vean ustedes, capítulo 1, verso 43 en adelante, dice:
“El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme.
Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro (vea, esa ciudad de Betsaida tuvo los hombres más grandes que fueron los apóstoles del Señor Jesucristo). Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley (del Profeta del cual Dios dijo: ‘Profeta como tu les levantaré de en medio del pueblo, a él oiréis,’ así como los profetas, los demás profetas, también hablaron de la Venida del Mesías, el hijo de José de Nazaret. Felipe todavía no sabía, no conocía el misterio del nacimiento de Jesús y pensaba que Jesús era hijo de José).
Natanael le dijo: ¿de Nazaret puede salir algo de bueno? (pues de Nazaret no había salido ningún Profeta; y ahora, decir que el Mesías venía de Nazaret, para Natanael no tenía sentido). Le dijo Felipe: Ven y ve (‘no vamos a discutir, ven y ve.’).
Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño.
Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.
Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.
Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás.
Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.”
Estos ángeles de Dios que suben y descienden son los ángeles mensajeros de las diferentes edades de la Iglesia y también los miembros de la Iglesia de Jesucristo que son como los ángeles de Dios.
Y ahora, para el Reino Milenial ni se casan ni se dan en casamiento; los hijos e hijas de Dios del Cuerpo Místico del Señor Jesucristo ni se casan ni se dan en casamiento para vivir una vida terrenal como la vivimos en la actualidad, engendrando hijos por medio de la unión con una mujer; los hijos e hijas de Dios se reproducen, pero esa reproducción, vean ustedes, es una reproducción en la permisiva voluntad de Dios.
Y la persona nace en la Tierra, no como un hijo de Dios; pero cuando recibe a Cristo como su Salvador, lava sus pecados en Su Sangre y es bautizado en Su Nombre y recibe el Espíritu Santo ha nacido de nuevo, ha nacido como un hijo de Dios; pero el nacimiento por medio de nuestros padres terrenales ha sido un nacimiento como un hijo de este mundo, y por eso es que El nos liberta y nos liberta del mundo, nos liberta del reino de las tinieblas, nos liberta del reino de diablo y obtenemos el nuevo nacimiento en el Reino de Dios.
Y ahora vean ustedes, cuando la persona nace en este mundo, nace en el reino de las tinieblas que es el reino del diablo; pero Cristo que es nuestro Libertador, así como Dios libertó por medio de Moisés al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto, Cristo nos ha libertado de la esclavitud en el reino de las tinieblas, nos ha libertado de la esclavitud del pecado y nos ha trasladado a Su Reino y nos ha colocado así en el Reino de Dios con Vida Eterna.
¿Y esa Vida Eterna está escondida en quién? En Jesucristo nuestro Salvador. Como la muerte está escondida en el diablo y cuando se encarne, pues será la muerte, el diablo encarnado en el anticristo; pero Cristo, el Angel del Pacto, cuando se hizo carne lo conocimos por el nombre de Jesús y El dijo: “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida.” Ahí tenemos la vida hecha carne en medio del pueblo hebreo, en El estaba la vida, en El está la vida y la vida es la luz de los hombres.
Y ahora podemos ver el porqué Cristo decía: “Yo Soy la Luz del mundo.” Y ahora El nos ha trasladado a Su Reino de Luz y nos ha dado un cuerpo teofánico de luz; y por eso el cuerpo teofánico es un cuerpo de luz, el cual puede ser visto como el cuerpo de luz de Dios llamado el Angel de Jehová, el cual en algunas ocasiones aparecía en forma de luz, la Columna de Fuego, y en otras ocasiones aparecía en la forma de un hombre, de un ángel, en un cuerpo angelical; porque dice la Escritura que hace… vamos a ver Hebreos, capítulo 1, verso 7, dice:
“Ciertamente de los ángeles dice:
El que hace a sus ángeles espíritus,
Y a sus ministros llama de fuego.”
Los ángeles son espíritus ministradores, sus ministros “y sus ministros…” estos ángeles ministradores son llama de fuego.
Y ahora, en el capítulo 1, verso 14 de Hebreos también San Pablo dice:
“¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?”
Estos ángeles ministradores son los profetas de Dios para cada edad y para cada dispensación.
Y ahora, estos ángeles ministradores encontramos que en sus cuerpos teofánicos son ángeles enviados de Dios para ministrar la Palabra y vienen manifestados en carne humana, y así la Palabra, el Verbo, la Palabra, estos cuerpos teofánicos se hacen carne de edad en edad, en el velo de carne correspondiente al ministerio de esa edad o de esa dispensación.
Por eso es que los siete espíritus de Dios que están delante de Dios en el Cielo, son también las siete lámparas de fuego y son los siete ojos del Cordero, los siete ojos de Dios que recorren toda la Tierra, y cuando se manifiestan aquí en la Tierra vienen a ser los siete ángeles mensajeros correspondientes a las siete edades; en ellos están esos espíritus ministradores, esos cuerpos teofánicos enviados de parte de Dios, para ministrar la Palabra de Dios en la edad que les corresponde vivir.
Y ahora, podemos ver este misterio y los demás misterios que en el cristianismo son manifestados.
Y ahora, así como Dios obró en medio del pueblo hebreo bajo la Dispensación de la Ley que es el cristianismo del Antiguo Testamento. ¿Y por qué el cristianismo del Antiguo Testamento? Porque ellos tenían todos los tipos y figuras de Cristo y creían en esos tipos y figuras de Cristo; ellos tenían el cordero pascual que representa a Cristo; ellos tenían la expiación del macho cabrío que representa a Cristo; y ellos tenían el sábado de descanso que representa a Cristo el cual es nuestro descanso: “Venid a mi todos los que estáis trabajados y cansados, y Yo os haré descansar.”
Y ahora vean ustedes, el pueblo hebreo bajo la Dispensación de la Ley creyendo en todos en todos estos tipos y figuras, era la sombra, el tipo y figura, del cristianismo; por eso vemos el paralelo del cristianismo con el judaísmo, el judaísmo bajo la Dispensación de la Ley y el cristianismo bajo la Dispensación de la Gracia.
Y ahora, podemos ver que hay un paralelo claro entre el pueblo hebreo y la Iglesia del Señor Jesucristo; el pueblo hebreo es el Israel terrenal, la Iglesia del Señor Jesucristo es el Israel Celestial, es el Pueblo Celestial.
Vean ustedes, también tenemos el paralelo de la circuncisión en la carne bajo la Dispensación de la Ley en medio del pueblo hebreo, y tenemos en la Iglesia de Jesucristo la circuncisión en el corazón, en el alma, de la persona, para así la persona obtener el nuevo nacimiento y estar bajo el Nuevo Pacto, bajo la Sangre del Nuevo Pacto que es la Sangre de nuestro amado Señor Jesucristo.
Por eso San Pablo nos dice en Gálatas, capítulo 6, verso 15, algo que de seguro molestó a los que estaban en medio de la iglesia, en medio del pueblo hebreo, pudo haber molestado a los demás apóstoles, pero con todo y eso San Pablo lo dijo. Gálatas, capítulo 6, verso 15, dice:
“Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación.”
Lo que vale es una Nueva Creación, esa es la circuncisión que hace el Espíritu Santo en el alma de la persona, y quita la vieja criatura y queda en la persona establecida la nueva criatura, y así queda la persona nacida de nuevo con un cuerpo teofánico de la sexta dimensión.
Hemos visto… también en el capítulo 5, verso 6, dice:
“Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.”
Y ahora, no importa que las personas sean incircuncisas según la carne o circuncisas según la carne, no tiene eso valor según San Pablo nos dice, sino la Nueva Creación, sino que la persona haya creído en Cristo como nuestro Salvador, haya lavado sus pecados en la Sangre de Cristo, haya sido bautizado en Su Nombre y ya haya recibido el Espíritu Santo y así haya nacido de nuevo, y así sea la persona una nueva creación, una nueva criatura en Cristo Jesús.
Y así la persona pertenezca a la Iglesia del Señor Jesucristo, la cual por medio de un espíritu ha entrado al Cuerpo Místico de Cristo, por un espíritu entramos nosotros a ese Cuerpo Místico de creyentes, y así nacemos en el Reino de Dios como una nueva criatura, como un hijo o una hija de Dios, ese es el nacimiento como hijo o hija de Dios en el Reino de Dios. Por eso fue que Cristo dijo a Nicodemo que era necesario nacer de nuevo; con el nacimiento según la carne nacemos como hijos de este mundo y descendientes de Adán, pero por medio del nuevo nacimiento nacemos en el Reino de Dios como hijos e hijas de Dios por medio del Segundo Adán, que es Jesucristo.
Y ahora, este misterio y todos los demás misterios los encontramos en la Iglesia del Señor Jesucristo. El misterio del cristianismo contiene la verdadera Iglesia del Señor Jesucristo representada en las vírgenes prudentes, contiene también a las vírgenes insensatas o fatuas que son los cristianos profesantes que no han recibido el Espíritu Santo, no tienen entonces aceite en sus lámparas, no tienen aceite, el Espíritu Santo, en ellos; por lo tanto no tienen un cuerpo teofánico de la sexta dimensión, no han nacido de nuevo, por lo tanto no podrán ser transformados y raptados en el Día Postrero, tendrán que pasar por la gran tribulación los que estén viviendo en esta Tierra.
Tampoco estarán en el Reino Milenial de Cristo los que ya partieron pertenecientes al grupo de las vírgenes insensatas, y tampoco los que en el tiempo final pertenezcan al grupo de las vírgenes insensatas, porque el anticristo matará a las vírgenes insensatas durante la gran tribulación y también matará a los 144 mil hebreos.
Pero los escogidos de Dios, las vírgenes prudentes, las que ya han partido porque se les acabó el tiempo de vivir en la Tierra y murieron físicamente, serán resucitadas en cuerpos eternos, cuerpos glorificados; y los que vivimos y permanezcamos vivos hasta la resurrección de los muertos en Cristo seremos transformados y tendremos el cuerpo glorificado.
Y al recibir el cuerpo glorificado, estaremos recibiendo la Redención del cuerpo; la Redención del cuerpo será nuestra transformación (para los que vivimos) y la resurrección de los muertos en Cristo, y eso también es la Adopción de cada hijo e hija de Dios físicamente, así como hemos recibido la Adopción espiritual y hemos recibido el espíritu de Adopción; y hemos recibido el cuerpo espiritual que es el cuerpo teofánico de la Adopción espiritual y así recibimos el cuerpo de la Adopción física que es el cuerpo nuevo, el cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado, para lo cual Cristo estará manifestándose en este tiempo final y estará siendo manifestado Su Nombre Nuevo que es el Nombre Eterno de Dios y de la Ciudad de nuestro Dios.
La Iglesia del Señor Jesucristo, que es el Templo Espiritual de Dios, tendrá ese Nombre de Dios y Nombre Nuevo de Jesucristo manifestado en el Día Postrero, en el milenio y por toda la eternidad.
Y ahora, ¿hay algún otro nombre más grande y glorioso para la Iglesia de Jesucristo, para el Templo Espiritual de Cristo, que el Nombre Eterno de Dios? ¿Hay un nombre mejor para la ciudad de nuestro Dios que el Nombre Eterno de Dios? No lo hay. ¿Y hay un nombre mejor, un nombre nuevo mejor para nuestro Señor Jesucristo que el Nombre Eterno de Dios? No lo hay. Ese es el Nombre que El recibió cuando ascendió al Cielo victorioso y se sentó en el Trono de Dios.
Ahora hemos visto que en medio del cristianismo, así como en medio del judaísmo hubo un misterio grande divino siendo manifestado, y en medio del judaísmo se cumplió la Primera Venida de Cristo; ahora para el Día Postrero la Iglesia de Jesucristo está esperando la Segunda Venida de Cristo, o sea, el Israel Celestial está esperando la Segunda Venida de Cristo.
El Rvdo. William Branham dijo que el Angel Fuerte que desciende del Cielo en Apocalipsis, capítulo 10, es Cristo, el Angel del Pacto del Antiguo Testamento, y que Cristo, el Angel del Pacto, viene por los judíos, pero por cuanto la Iglesia del Señor Jesucristo está aquí todavía en este tiempo final, El viene por Su Iglesia; y también dice que los judíos lo van a ver viniendo por Su Iglesia y van a decir: “¡Este es el que nosotros estamos esperando!” Pero El viene por Su Iglesia primeramente en el Día Postrero.
Dice página 57 del libro de “Los Sellos,” en español:
“Vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza…’
Ahora, si ud se fija bien notará que esta persona es Cristo, porque aun en el Antiguo Testamento El fue llamado el Angel del Pacto; y El ahora viene directamente a los Judíos porque la Iglesia ha llegado a su fin. Bien, ahora continuando:
‘Y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.’
¿Recuerdan el ángel de Apocalipsis capítulo uno? Este es el mismo. Un ángel es un mensajero, y El es un mensajero a Israel. ¿Ve usted? La Iglesia está a punto de ser raptada, El viene por Su Iglesia.”
Y ahora el Mensajero a Israel, Cristo, el Angel del Pacto, viene por Su Iglesia y después es que el pueblo hebreo lo verá en medio de Su Iglesia cuando Cristo esté manifestándose en medio de Su Iglesia en toda Su Plenitud y adopte a Su Angel Mensajero y Adopte a Sus escogidos que viven en este tiempo y luego resucitará a los muertos en Cristo; y el pueblo hebreo verá toda esta manifestación y verá a Cristo, el Angel del Pacto, manifestado en toda Su Plenitud en medio de Su Iglesia llevando a cabo grandes milagros y maravillas, y dirá: “¡Este es el que nosotros estamos esperando!”
Y ahora podemos ver que hay grandes bendiciones prometidas para la Iglesia de Jesucristo en y para este tiempo final.
Y ahora, todos los misterios del Reino de los Cielos corresponden a la Iglesia del Señor Jesucristo. Y podemos ver que es un misterio el cristianismo, porque contiene cizaña, que son los hijos del malo; contiene las vírgenes fatuas, que son los cristianos profesantes que no han recibido el Espíritu Santo, y por consiguiente no han nacido de nuevo; y contiene también las vírgenes prudentes que son los miembros de la Iglesia Virgen del Señor Jesucristo.
Y en medio del cristianismo la única Iglesia verdadera es el grupo de las vírgenes prudentes que tienen aceite en sus lámparas.
Y ahora, todas las bendiciones corresponden a la Iglesia Virgen, a las vírgenes prudentes, pero reciben beneficio también las vírgenes insensatas y también la cizaña; porque cuando llueve, la lluvia cae sobre la buena simiente y también sobre la cizaña; y cuando sale el sol, el sol sale sobre los buenos y sobre los malos también; el sol sale sobre el trigo y sobre la cizaña también.
Y ahora, el misterio del cristianismo es que tiene trigo, los hijos del Reino, tiene cizaña que son los hijos del malo y tiene las vírgenes insensatas que son los creyentes profesantes que no han recibido el Espíritu Santo en el tiempo o edad que les tocó vivir, y por consiguiente no obtuvieron el nuevo nacimiento.
Y ahora en el misterio del cristianismo hemos visto tres grupos muy importantes ahí: la cizaña, el trigo y también las vírgenes insensatas que no tenían aceite en sus lámparas. Para el Día Postrero y para el fin del siglo es que Cristo ha prometido la cosecha en donde el trigo y la cizaña serán cosechados; la cizaña será atada en manojos para ser echada en el fuego, en el horno de fuego, para ser quemada durante la gran tribulación y el trigo es recogido y es colocado en el Reino de Dios, es colocado en el Alfolí de Dios, es colocado el trigo del Día Postrero en el Cuerpo Místico de Cristo y cuando seamos transformados continuaremos en el Cuerpo Místico de Cristo y seremos llevados a la Casa de nuestro Padre Celestial.
Y ahora, para el Día Postrero, para llevar a cabo la gran cosecha, Cristo dice a los obreros: “No arranquen la cizaña, porque arrancando la cizaña también pueden arrancar el trigo.” De edad en edad si cada mensajero hubiese arrancado la cizaña en el tiempo que le tocó vivir no habría malos en la Tierra, pero también el trigo hubiese sido afectado, arrancado; porque si el mensajero de alguna edad pide como Juan y Jacobo pidieron hacer descender fuego del Cielo sobre los samaritanos, sobre un grupo de samaritanos de cierta ciudad para destruirlos.
Encontramos que si algún mensajero… pues ellos dijeron, los mensajeros dijeron: “¿Quieres que arranquemos la cizaña?” Pues los hijos del malo son la cizaña y los mensajeros si hubiesen tenido todo el poder divino en su edad, hubieran arrancado la cizaña de la Tierra. Pero Cristo dijo: “No, arrancando la cizaña pueden también arrancar el trigo.” Pues en todos los lugares hay trigo pero también hay cizaña. Y si alguno de los mensajeros, de los apóstoles quemaba la cizaña en su tiempo, quemaba alguna ciudad o algún país (como hizo Elías que quemó a aquellos capitanes con su ejército, con sus soldados), pues por cuanto en todas las naciones hay cizaña y hay trigo también, pues destruirían el trigo, los hijos de Dios, que en esas naciones estarían viviendo.
Pero Cristo dijo: “Dejen todo quieto hasta el fin del siglo.” El dice que en el fin del siglo el Hijo del Hombre enviará los segadores, que son los ángeles, y entonces es que el juicio divino vendrá sobre la cizaña, pero el trigo será llevado a la Casa de nuestro Padre Celestial.
Los ángeles son los Dos Olivos, Moisés y Elías, los ministerios de Moisés y Elías en el Día Postrero conforme a Apocalipsis, capítulo 11, verso 3 en adelante, y Zacarías, capítulo 4, verso 1 al 14 que son los Dos Ungidos que están delante de la Presencia de Dios.
Y ahora, la Señal del fin del siglo del cual habló Cristo será la presencia y manifestación de los ángeles del Hijo del Hombre, la presencia y manifestación de los ministerios de los Dos Olivos, los ministerios de Moisés y Elías siendo manifestados, los cuales llamarán y juntarán a los escogidos con la Gran Voz de Trompeta en el Día Postrero, y los prepararán para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Así que la Señal del fin del siglo para la humanidad será como siempre la presencia de los ministerios de Moisés y Elías. Siempre la Señal para el pueblo en cada edad y en cada dispensación es la presencia de un profeta, del profeta correspondiente a ese tiempo.
Y ahora, “No hará nada el Señor Jehová sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos Sus profetas.” Todo lo que Dios hará en este tiempo final será revelado a los Ministerios de los ángeles del Hijo del Hombre, y todo lo que sucederá en este tiempo final será revelado a la Iglesia Virgen del Señor Jesucristo. ¿Y cómo será revelado? Jesucristo dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.” (Apocalipsis, capítulo 22, verso 16).
Todo lo que Dios revelará en este tiempo final, vendrá por medio de la manifestación de Cristo, el Angel del Pacto, a través de Su Angel Mensajero que es el enviado de nuestro amado Señor Jesucristo.
Y ahora, este misterio estará manifestado en medio del cristianismo, en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo y después en medio del pueblo hebreo. Y en el misterio del cristianismo encontramos todos estos otros misterios prometidos para ser cumplidos, manifestados, en este tiempo final.
Ahora hemos visto que en el Israel terrenal que representó al cristianismo, estaban Moisés y también Elías; Elías en su primera manifestación y Elías en su segunda manifestación que fue Eliseo, y Elías en su tercera manifestación que fue Juan el Bautista.
Y ahora, en medio del cristianismo representado en el judaísmo, representado en el pueblo hebreo bajo la Ley, ha estado Elías en su cuarta manifestación, y para el Día Postrero también estará Elías en su quinta manifestación y Moisés en *su segunda manifestación, esto es los ministerios de Moisés y Elías siendo manifestados en un Hombre, en un miembro del Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, que será el Angel del Señor Jesucristo. Y también estará el Ministerio de Jesús en medio del cristianismo manifestado como estuvo en medio del pueblo hebreo bajo la Dispensación de la Ley en Su Primera Venida.
Y ahora podemos ver que así como el pueblo hebreo ha sido un misterio para la raza humana, porque es el único pueblo terrenal creado por Dios, el cual tipifica a la Iglesia de Jesucristo y tipifica el Templo Celestial de Dios; encontramos que en medio del pueblo hebreo estaba Dios, el Angel de Jehová, el Angel del Pacto, fue El el que los libertó y los creó como una nación, creó la nación hebrea como nación, como pueblo, fue el mismo que le apareció a Josué con una espada en Su mano como nos dice en el libro de Josué en el capítulo 5, dice: “Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos…” (Capítulo 5, verso 13 en adelante):
“…alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?
El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?
Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo.”
¿Y quién es este príncipe del ejército de Jehová, el cual es el príncipe del Ejército Celestial y también el príncipe del ejército del pueblo hebreo, el cual estaba bajo el mando de Josué? Pero ahora este príncipe está con Josué y estaba comandando la tropas del pueblo hebreo por medio de Josué.
Y ahora, ¿quién es este príncipe? Este príncipe es Jesucristo nuestro Salvador, El es el que libertó al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto por medio del Profeta Moisés y El es el Príncipe que llevó al pueblo al otro lado del Jordán a la tierra prometida y El es el Príncipe que peleó las batallas en favor del pueblo hebreo, este es el Príncipe que conocemos en el Nuevo Testamento como Jesús.
El Rvdo. William Branham en el mensaje: “Israel en su patria,” página 16 en español, verso 90, dice, o párrafo 90, dice:
“Josué estaba caminando allí y él miró a alguien, él sacó su espada y dijo… y este otro hombre sacó su espada. El dijo: ‘¿quién eres, eres de los nuestros o de nuestros enemigos?’ él dijo: ‘No. mas príncipe del ejército de Jehová, quita tu calzado de tus pies porque el lugar donde estás es santo.’ El encontró allí a Jesús cara a cara. El capitán de los ejércitos del Señor. El le dijo qué hacer para marchar alrededor de las murallas, sonar una trompeta, dejar salir un grito y las murallas de Jericó caerían. Ellos tomaron la tierra de Palestina que estaba allí asentada como Dios lo prometió, porque la promesa de Dios era para ellos.”
Ahora vean quién ese este Príncipe de los ejércitos de Jehová: es Jesucristo nuestro Salvador, el cual dijo en San Juan, capítulo 8, versos 56 en adelante:
“Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó.
Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?
Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.”
Y antes que Abraham, pues era el Angel de Jehová, el Angel del Pacto, el cual le había aparecido a Adán, a Set, a Enoc, a Noé, a Abraham, a Moisés, a Josué, a los profetas; y luego apareció en medio del pueblo hebreo en carne humana y lo conocimos por el nombre de Jesús, El es el Angel de Jehová, el Angel del Pacto, que vendría; el cual enviaría Su mensajero y el cual le prepararía el camino al Señor, al Angel del Pacto, el cual vendría después de su precursor Juan el Bautista, pues Juan el Bautista fue el que fue enviado y le preparó el camino al Señor, al Angel del Pacto hecho carne, el cual fue Jesucristo nuestro Salvador.
Y ahora vean todos estos misterios del pueblo hebreo, de la nación hebrea como nación; encontramos que luego en la Iglesia de Jesucristo son manifestados. Y Jesucristo en Su Iglesia es el Príncipe de los ejércitos celestiales, El es el Angel de Jehová que le apareció a Moisés y que libertó al pueblo hebreo, y que le apareció a Josué como el Príncipe de los ejércitos celestiales, El es el que ha estado en medio de Su Iglesia de edad en edad.
Y los ejércitos celestiales han estado siendo comandados por Jesucristo nuestro Salvador, porque El es la Cabeza de todo principado, El es la Cabeza también de Su Iglesia.
Y ahora El siendo la cabeza, El es el Príncipe que gobierna, comanda, todos los ejércitos celestiales, y todo este misterio ha estado siendo actualizado y materializado en la Iglesia del Señor Jesucristo. Así como el pueblo hebreo tuvo en la Dispensación de la Ley al Angel del Pacto, al Angel de Jehová, la Iglesia del Señor Jesucristo lo ha tenido en carne humana en su comienzo y eso fue la Primera Venida de Cristo, y después del día de pentecostés en adelante lo ha tenido en Espíritu Santo; porque Cristo, el Angel del Pacto, es el Espíritu Santo, El es el Varón vestido de lino de Ezequiel, capítulo 9, El es ese hombre de la sexta dimensión llamado el Angel del Pacto o Angel de Jehová.
Y ahora vean ustedes cómo el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, que es el Espíritu Santo, ha estado de etapa en etapa, de edad en edad, manifestado en medio de Su Iglesia así como estuvo en medio del pueblo hebreo. El Angel del Pacto, al Angel de Jehová, con Su espada en Su mano es el Espíritu Santo, porque es el mismo Dios en Su cuerpo teofánico.
Y ahora, podemos ver quién es el Espíritu Santo: es el Angel del Pacto, El Verbo que era con Dios y era Dios, y ahora se hizo carne y habitó en medio de los seres humanos.
Hemos visto este misterio en medio del cristianismo del Antiguo Testamento que era el pueblo hebreo bajo la Dispensación de la Ley, y hemos visto este misterio en el cristianismo del Nuevo Testamento en donde tenemos a la Iglesia de Jesucristo, tenemos las vírgenes fatuas y tenemos también la cizaña en medio del mismo cristianismo. O sea, que estos misterios los encontramos en medio del cristianismo. Cristo dijo que el Reino de los Cielos era así. Por lo tanto, en medio del cristianismo es que encontramos todos estos misterios siendo manifestados, por eso el cristianismo de por sí es un misterio.
“EL MISTERIO DEL CRISTIANISMO.” Ha sido nuestro tema para esta ocasión.
Por cuanto en el cristianismo hemos visto el trigo, también la cizaña y también las vírgenes insensatas. Por consiguiente en medio del cristianismo Dios cumplirá la Segunda Venida de Cristo como cumplió en medio del judaísmo la Primera Venida de Cristo. Y así como en medio del judaísmo estuvo Judas Iscariote en el cual el diablo entró (y se le llama a Judas Iscariote “el hijo de perdición,” era un hijo de su padre el diablo), en medio del cristianismo estará el Judas del Día Postrero que será el anticristo, el hombre de pecado, el hijo de perdición, y él será uno de los que componen la cizaña.
Así que podemos ver que aun el misterio del hombre de pecado será manifestado. ¿Sería manifestado dónde? En medio del cristianismo. Porque el hombre de pecado, el anticristo, la bestia será la cabeza de toda la cizaña, de todos los hijos del malo; pero Cristo es la Cabeza del trigo, de todos los hijos e hijas de Dios, Cristo es la Cabeza de Su Iglesia.
Así que en medio del cristianismo habrá una Iglesia verdadera compuesta por el trigo, y habrá una iglesia falsa compuesta por la cizaña y habrá una iglesia compuesta por las vírgenes insensatas. Pero la Iglesia verdadera del Señor Jesucristo son o está compuesta por los nacidos de nuevo que han recibido a Cristo como su Salvador, han lavado sus pecados en Su Sangre y han sido bautizados en Su Nombre y han recibido Su Espíritu Santo; esos son los que componen la Iglesia verdadera del Señor Jesucristo la cual ha estado siempre en medio del cristianismo, de la religión cristiana bajo la Dispensación de la Gracia.
Hemos visto “EL MISTERIO DEL CRISTIANISMO.”
Quizás algunas personas pensaban que el anticristo saldría de Rusia, del comunismo, o de Alemania, del nazismo; pero miren, sale de en medio de la cizaña ¿que estará dónde? En medio del cristianismo.
Ahora podemos ver “EL MISTERIO DEL CRISTIANISMO.”
Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión dándoles testimonio del MISTERIO DEL CRISTIANISMO, en donde la cizaña será coronada con el anticristo, el hombre de pecado donde el diablo se encarnará; y la Iglesia del Señor Jesucristo será coronada, el trigo será coronado con Cristo, el Angel del Pacto, en Su Segunda Venida como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.
Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión dándoles testimonio del MISTERIO DEL CRISTIANISMO.
Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mi también, y pronto se complete el número del trigo, pronto se complete el número de la Iglesia verdadera del Señor Jesucristo, y pronto Cristo termine Su Obra de Intercesión en el Cielo y tome el Título de Propiedad y reclame todo los que El ha redimido con Su Sangre Preciosa, y resucite los muertos en Cristo en cuerpos glorificados, y nos transforme a nosotros y nos dé el cuerpo glorificado eterno, inmortal, incorruptible que El ha prometido para todos nosotros, y nos lleve luego de aquí, luego de una manifestación plena en Su Iglesia, en Sus escogidos en cuerpos eternos, luego nos lleve a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo en este tiempo final. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Estaré nuevamente con ustedes a las 3:00 de la tarde Dios mediante para continuar. Tenemos 1:45. De 3:00 a 3:30 —por ahí— estaremos de nuevo reunidos para continuar; tres y media más o menos, para que tengan tiempo, es un receso, y luego estaremos continuando para ver estos misterios que en la Iglesia de Jesucristo están prometidos para ser manifestados en este tiempo final.
El próximo domingo será el día que adelantaremos el cumpleaños, lo cual les anunciará Oscar Cardona para que así, pues, estén al tanto de lo que se estará haciendo; estará con nosotros nuestro amigo y hermano, el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín, el cual llega el viernes próximo y estará con nosotros aquí el viernes próximo en la noche; y luego el domingo también estará con nosotros, y luego durante toda la semana.
Y tendremos bautismos para los que faltan de ser bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo. Es bueno que le hagan saber a Erica —si todavía no lo han hecho saber— las personas que van a ser bautizadas para así tener la lista y saber si con una sola ocasión de bautismos puede llevarse a cabo el bautismo de todas las personas que faltan por ser bautizadas o si necesitamos algún otro día adicional. Si necesitamos algún otro día adicional, tomaremos el viernes en la noche también de la próxima semana, sino… o de la otra semana arriba, sino, pues, el domingo que es después de la… el domingo que le sigue al día 11, ese sería el domingo 18 por ahí —más o menos—; entonces se tendrían los bautismos; y si hace falta algún otro día, entonces el viernes antes de ese domingo en la noche también tendríamos bautismos en agua, para las personas que así van a ser bautizadas.
Bueno, durante hoy y estos días le hacen saber a Erica para que tengan la lista lista para dársela a nuestro hermano Miguel Bermúdez Marín.
También hay otras cosas que Miguel tiene para esos días (el domingo próximo), lo cual puede anunciar nuestro hermano Oscar Cardona, si no lo ha anunciado le vamos a pasar luego del cántico de Erica y América; luego pasaremos a nuestro hermano Oscar Cardona para que les dé a conocer alguna otra cosa que yo no les he dicho en esta ocasión; también acerca de metas que ustedes tienen para estos días, y así por el estilo, porque tenemos algunas metas y queremos llegar a esas metas.
Así que mientras tenemos el cántico, pasará nuestro hermano y amigo Oscar Cardona, les dará un corto anuncio, y luego nuestro hermano Félix tendrá algún cántico y la despedida para luego regresar para la próxima actividad a las 3:30 de la tarde.
Que Dios les bendiga y les guarde a todos.
“EL MISTERIO DEL CRISTIANISMO.”