Nuestro Patrimonio Espiritual

Muy buenos días, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Leemos en Primera de Corintios, capítulo 3, versos 21 en adelante (21 al 23), y dice:

“Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro:

sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro,

y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios”.

Y en Apocalipsis, capítulo 21, versos 5 al 7, dice:

“Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.

Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.

El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo”.

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Nuestro tema para esta ocasión es: “NUESTRO PATRIMONIO ESPIRITUAL”.

Un patrimonio es una herencia, son bienes o propiedades que una persona hereda de su o sus ascendientes.

Y ahora, un patrimonio que hereda (o esa herencia que obtiene) esa persona tiene una escritura; para poder la persona obtener ese patrimonio tiene que existir una escritura en donde aparece el nombre del dueño original. Y el que recibe ese patrimonio, tiene que aparecer como un descendiente del dueño original de ese patrimonio; porque no puede una persona heredar algo si no pertenece a los herederos o es el heredero de ese que partió.

En la Escritura, el apóstol San Pablo nos dice en el capítulo 8 de Romanos, versos 14 en adelante:

“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.

Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor…”.

¿Por qué? Porque la persona cuando nació aquí en la Tierra recibió el espíritu de esclavitud, y nació como un esclavo aquí en la Tierra; pero por medio del Sacrificio de Cristo Él nos libertó, así como libertó al pueblo hebreo en Egipto, siendo el pueblo hebreo la nación que ha sido constituida, creada por Dios como la nación hijo de Dios, pues dice1: “Israel es mi hijo, mi primogénito”.

Y ahora, cada persona redimida por la Sangre de Cristo ha sido libertada del faraón: el diablo, y del imperio del faraón, que es el reino de las tinieblas.

El apóstol San Pablo nos dice en Colosenses, capítulo 1 (luego continuaremos lo que estamos leyendo de Romanos)… en el capítulo 1, verso 12 al 14, dice:

“… con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz (o sea, que los santos en luz tienen una herencia. Y ahora vean);

el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,

en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.

Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.

(Y ahora…).

Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.

Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;

y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;

por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,

y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz”.

Podemos ver que Él nos ha librado de la potestad de las tinieblas, o sea, del diablo y su reino y su poder, Él nos ha librado; y al ser librados ya no estamos bajo el dominio o potestad del reino de las tinieblas, estamos bajo el dominio y potestad del Reino de Jesucristo, para vivir conforme a lo que Cristo establece en Su Reino, para vivir conforme a las leyes divinas.

Y ahora, podemos ver que, al ser libertados, esa liberación ha sido: libertados del pecado y de la muerte, libertados del reino de las tinieblas, libertados del diablo y reino del diablo; y hemos sido colocados en el Reino de Jesucristo.

Y ahora, todo eso ocurre por medio de Cristo y Su Sacrificio en la Cruz del Calvario, el cual, al recibirlo nosotros como nuestro Salvador, lavar nuestros pecados en Su Sangre y ser bautizados en Su Nombre y recibir Su Espíritu Santo, obtenemos así el nuevo nacimiento; nacemos de nuevo y nacemos en un nuevo Reino; y así nuestra alma no pertenece más al reino de las tinieblas, sino al Reino de Jesucristo, y ha obtenido un cuerpo teofánico angelical, de la sexta dimensión.

Y ahora nos queda todavía el cuerpo mortal, corruptible y temporal, el cual pronto será transformado, cambiado; y el de los que ya han partido, pues por cuanto han partido Cristo les dará un nuevo cuerpo, los resucitará, no en el cuerpo en que murieron sino en el nuevo cuerpo, que es de acuerdo al Reino de Jesucristo, un cuerpo como el cuerpo glorificado de nuestro amado Señor Jesucristo.

Ahora, continuemos leyendo en Romanos, capítulo 8:

“Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! (ese es el Espíritu Santo, el Espíritu de adopción, así es como recibimos ese cuerpo espiritual, teofánico, de la sexta dimensión).

El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados”.

Y ahora tenemos la promesa de que seremos glorificados juntamente con Él, y entonces tendremos un cuerpo glorificado como el cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador.

Y ahora, todo esto que hemos de recibir, que hemos de heredar, está contenido en la escritura: el Título de Propiedad de los Cielos y de la Tierra, el cual recibió Adán de parte de Dios; pues Dios es el dueño original de ese Título de Propiedad de toda la Creación, pues Él es el Creador; por lo tanto, Él es el dueño y Él es el que tiene el Título de Propiedad.

Él es dueño de la Creación y tiene un Título toda la Creación; un Título como le llamamos también al título de propiedad que tenemos de nuestras propiedades terrenales, le llamamos también una escritura de esa propiedad. Y ahora, el dueño original es Dios, por lo tanto, Él es el dueño original de la Creación y, por consiguiente, del Título de Propiedad.

Cuando Adán fue colocado en este planeta Tierra, él vino con el Título de Propiedad de la Tierra, él obtuvo el Título de Propiedad; pero cuando hizo un negocio malo, el cual fue con el diablo (cuando Eva fue engañada por el diablo usando la serpiente y luego Eva vino a Adán y habló con Adán para que Adán también participara), y así Adán pecó y entró la muerte a la raza humana, y Adán perdió toda la herencia; pero el Título de Propiedad Dios lo tomó. No permitió Dios que el diablo tomara el Título de Propiedad y no permitió que Adán continuara con el Título de Propiedad.

Por lo tanto, el Título de Propiedad regresó a Dios y en el libro del Apocalipsis, capítulo 5, lo encontramos en la diestra de Dios. Ese es el Libro sellado con siete sellos, es el Título de Propiedad de los Cielos y de la Tierra, ese es el Libro de la Vida del Cordero, ese es el Libro de la Redención.

Y ahora, la herencia que Dios le dio al ser humano aquí en la Tierra la perdió, y perdió también el derecho a la vida eterna. Y por cuanto todos pecaron, todos han sido destituidos de la gloria de Dios2.

Estando la raza humana representada en Adán y Eva: cuando Adán y Eva pecaron, la raza humana pecó, en su representación que era Adán y Eva; por lo tanto, toda la descendencia de Adán y de Eva vendría a la Tierra en cuerpos mortales, corruptibles y temporales, y con un espíritu del mundo, un espíritu de la quinta dimensión, por cuanto el diablo se apropió ilegalmente de la herencia del ser humano, se apoderó del planeta Tierra con todo lo que contiene; por lo tanto, el planeta Tierra cayó bajo el reino, bajo el imperio de las tinieblas; y por consiguiente, todo lo que nace en la Tierra, nace bajo ese imperio de las tinieblas que ha estado (desde la caída de Adán hacia acá) gobernando la raza humana.

La muerte ha estado imperando desde Adán hasta Moisés; pero cuando comienza a ser introducida la Dispensación de la Gracia comienza todo el Programa de Redención, el cual había sido reflejado en diferentes ocasiones, como en el caso de Booz llevando a cabo la redención, redimiendo a Noemí y por consiguiente a Rut, y obteniendo la propiedad de Elimelec, el cual era esposo de Noemí3.

Y ahora, viendo todo esto que ha estado sucediendo en los tipos y figuras, encontramos ahí, en esos tipos y figuras, lo que Cristo haría en Su Primera Venida y en Su Segunda Venida. O sea que en todo el Programa de Redención reflejado en el Antiguo Testamento, encontramos tanto la Primera Venida como la Segunda Venida de Cristo y las cosas que Él haría tanto en Su Primera Venida como en Su Segunda Venida.

En el caso de Booz como pariente redentor, siendo familiar de Elimelec (marido de Noemí), encontramos ahí un tipo y figura perfecto de Cristo y Su Obra de Redención. Booz representa a Cristo, Noemí representa al pueblo hebreo y Rut representa a la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y ahora, encontramos este tipo y figura de la Obra de Redención de Cristo; así como Booz dio testimonio delante de los ancianos, Cristo ha estado dando testimonio delante de los 24 ancianos (que son los 12 patriarcas y los 12 apóstoles), ha estado dando testimonio en el Cielo.

Y ahora, cuando entre hasta el último de los escogidos de Dios, cuando entre hasta el último de los que están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero (o sea, escritos en el Libro de los Siete Sellos), cuando haya entrado hasta el último, cuando Cristo haya hecho intercesión hasta por el último de los que están escritos ahí, o sea, hasta que haya sido manifestado en la Tierra y haya recibido a Cristo como su Salvador, entonces Cristo habrá terminado Su Obra de Intercesión en el Cielo.

Muchas personas se preguntan, a través de estos dos mil años que han estado transcurriendo de Cristo hacia acá, se preguntan: “¿Por qué se ha predicado tanto de la Segunda Venida de Cristo, y que ha de venir; y lo han estado esperando en los diferentes siglos que han transcurrido y no ha venido?”. Porque Él no puede dejar el Trono del Padre, no puede levantarse del Trono del Padre donde está haciendo intercesión como Sumo Sacerdote, hasta que haya hecho intercesión hasta por el último de los que tienen sus nombres escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero. Esa es la razón.

Ahora, cuando haya hecho la intercesión hasta por el último de los que tienen sus nombres escritos en el Libro de la Vida del Cordero (o sea, en el Libro de los Siete Sellos), entonces Cristo terminará Su Obra de Intercesión en el Cielo, se levantará del Trono del Padre, tomará el Título de Propiedad, lo abrirá en el Cielo y reclamará todo lo que Él ha redimido con Su Sangre preciosa, y entonces Él entregará el Título de Propiedad nuevamente a la raza humana.

Por lo tanto, habrá un hombre, un profeta, porque la Palabra viene siempre a los profetas de Dios. Tendrá que estar en la Tierra un profeta dispensacional, al cual el Ángel del Pacto, Cristo, pueda entregar ese Título de Propiedad, lo cual fue representado, reflejado, en el capítulo 10 del Apocalipsis, donde Cristo, el Ángel Fuerte, el Espíritu Santo, Cristo en Espíritu Santo, Cristo en Su cuerpo teofánico desciende del Cielo con el Librito abierto en Su mano y se lo entrega a Juan el apóstol.

Juan el apóstol representa a la Iglesia de Jesucristo y a cada ángel mensajero de la Iglesia de Jesucristo, a través de todo el libro del Apocalipsis. Para el tiempo de Apocalipsis, capítulo 10, la Iglesia estará en la etapa de la Edad de la Piedra Angular, en donde tendrá un Mensajero dispensacional, el cual recibirá ese Título de Propiedad cuando Cristo se levante del Trono del Padre y tome el Título de Propiedad, lo abra en el Cielo y lo traiga abierto a la Tierra.

En las cosas que profetizó el profeta William Marrion Branham, nuestro amado hermano redimido con la Sangre de Cristo, dijo en el mensaje “Tratando de hacer un servicio a Dios fuera de Su voluntad”, página 854:

[318] Hay tan solo un arca, ese es Jesucristo, y Él es la Palabra.

319 Noten: Dios le dijo al profeta (o sea, al profeta del Antiguo Testamento), dijo: ‘Come el rollo’ (eso fue en el Antiguo Testamento a Ezequiel), en el Viejo Testamento; al profeta del Nuevo Testamento, Él le dijo: ‘Come el Librito’”.

Eso es Apocalipsis, capítulo 10, donde le da el Librito a Juan, porque Juan tipifica ahí al profeta mensajero de la Dispensación del Reino, que estará en este tiempo final en medio de la Iglesia de Jesucristo, en la etapa de la Edad de la Piedra Angular. Ese es el Ángel del Señor Jesucristo enviado por Cristo para dar testimonio de estas cosas en las iglesias. Juan quiso adorarlo porque él vio todo lo que Cristo hizo con y a través de Su Ángel, y vio la posición que tenía en el Reino de Dios.

“… al profeta del Nuevo Testamento, Él le dijo: ‘Come el Librito’. ¿Por qué? Para que el profeta y la Palabra fueran uno. ¿Ve? Ese es el Arca, la Palabra de Dios”.

Y ahora, podemos ver cómo el Título de Propiedad, para el Día Postrero, cuando Cristo lo tome en el Cielo y lo abra (y eso es cuando termine Su Obra de Intercesión, cuando entre hasta el último de los escogidos de Dios y nazca de nuevo, nazca en el Reino de Dios), entonces el Título de Propiedad Cristo lo toma en el Cielo (es el Libro de los Siete Sellos), lo abre, lo trae a la Tierra y lo entrega a un hombre; y así estará restaurado en medio de la Iglesia de Jesucristo el Título de Propiedad.

Por lo tanto, será restaurado cada miembro del Cuerpo Místico de Cristo que vive en la Tierra en este tiempo final, juntamente con el Ángel Mensajero de Jesucristo y los santos que han partido, serán restaurados a la vida eterna, porque esa es parte de la herencia de los hijos de Dios. Somos herederos de Dios y coherederos con Cristo Jesús, Señor nuestro, somos los herederos a y de la vida eterna y de todas las demás cosas de Dios, somos herederos de Dios y coherederos con Cristo Jesús Señor nuestro.

O sea que nuestro patrimonio es de nuestro antecesor, que es Dios. Somos descendientes de Dios y obtenemos un patrimonio, una herencia: la herencia de Dios. Por eso es que Cristo ha prometido reinar con Él durante el Reino Milenial, Él ha prometido que estaremos reinando con Él.

Vean, en Apocalipsis, capítulo 1, verso 5 al 6, dice:

“… y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,

y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén”.

Nos lavó con Su Sangre y nos ha hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes. Y en el capítulo 5 del Apocalipsis, verso 8 en adelante dice:

“Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;

y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;

y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”.

Y en el capítulo 20, verso 4 en adelante, del Apocalipsis también, dice:

“Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.

Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección.

Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años”.

Aquí podemos ver que, con la restauración del Título de Propiedad a la Iglesia de Jesucristo, seremos restaurados a todo lo que perdió Adán y Eva, seremos restaurados a la vida eterna y seremos restaurados a la posición de reyes, sacerdotes y jueces; posición que tuvo Adán antes de la caída.

Adán fue el rey sobre todo el planeta Tierra, sobre todos los animales, sobre todo lo que hubo en la Tierra. Por causa del pecado él perdió esa posición delante de Dios, y entonces el diablo es el que ha estado gobernando en este planeta Tierra por medio de los instrumentos que él ha usado.

El primero, después de la caída y después de usar a la serpiente, el primero que utilizó el diablo para gobernar fue a Caín, y comenzó matando a los que no estaban sujetos a él: mató a Abel.

Vean, Abel no estaba sujeto a Caín. Caín adoraba de una forma y Abel adoraba de otra forma; la de Caín estaba incorrecta, la de Abel estaba correcta. El que adoró incorrectamente persiguió y mató al que estaba adorando correctamente.

O sea que el primer crimen, la primera muerte de un ser humano en el planeta Tierra, fue por celo religioso; y las matanzas, los crímenes más grandes que ha sufrido la raza humana, han sido por celo religioso. Si buscan la historia encontrarán que eso es así.

Y ahora, el celo religioso convierte a la persona en un fanático, un loco y un homicida. Caín es el primer hijo del maligno, el diablo. Por eso la Escritura dice5: “No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano (Abel)”. Abel no era del maligno pero Caín sí; allí está el trigo y la cizaña: Abel el trigo, Caín la cizaña.

Luego Dios le restauró simiente a Adán y Eva, le dio otra simiente, y fue Set; tipo y figura de Cristo muriendo, representado en Abel muriendo.

¿Quién mató a Abel? Caín, el hijo del maligno. ¿Quién mató a Cristo? La descendencia del maligno a petición del pueblo hebreo, entre los cuales también hubo muchos hijos del maligno, como Caifás y también Anás (el suegro de Caifás), y un sinnúmero más de líderes religiosos de aquel tiempo, a los cuales Cristo les dijo6: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo…”.

Y ahora, encontramos que el trigo y la cizaña como seres humanos se han multiplicado en el planeta Tierra, lo cual está contenido en la parábola del trigo y de la cizaña; y luego, en el mundo religioso del cristianismo también encontramos en ese campo religioso trigo y cizaña; y trigo y cizaña son seres humanos.

Y ahora, para el tiempo final es que se va a llevar a cabo la separación del trigo y de la cizaña. Cristo no permitió —como está en la parábola—, no permitió que se arrancara la cizaña en las edades pasadas; por eso el cristianismo tiene hijos de Dios e hijos del diablo.

Y así como Caín el hijo del maligno, persiguió y mató a Abel el hijo de Dios…, porque Abel era hijo de Dios por medio de Adán, como también Set es hijo de Dios por medio de Adán. Por eso en la genealogía de José y de María encontramos que aparece: “Set hijo de Adán, Adán hijo de Dios”7; pero no aparece Caín ahí, porque Caín, la genealogía de Caín, encontramos que termina en lo que dice la Escritura: “No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano Abel”.

Ahora, Caín desciende del maligno, el diablo, y por esa causa obró en esa forma.

Y ahora, vean ustedes, Caín no aceptó la redención porque no ofreció a Dios un sacrificio como el que ofreció Abel, sino que ofreció frutos del campo, pero no un cordero. Por lo tanto, Caín no se arrepintió, no reconoció que era un pecador y por consiguiente vino a ser irredimible.

Los hijos del maligno, la cizaña, es irredimible; no puede convertir la cizaña en trigo, no puede convertir los hijos del diablo en hijos de Dios.

Y ahora, es como el mulo, no lo pueden convertir en burro ni en caballo tampoco, es irredimible; por eso en las leyes de redención el mulo no puede ser redimido, sin embargo, el burro sí y el caballo también.

Y ahora, encontramos que Caín es una perversión, es el fruto del pecado y es una perversión su vida, todo su ser, trajo las características de su padre el diablo. Luego de la manifestación del diablo en la serpiente, que fue el primer cuerpo físico que el diablo tuvo, luego el segundo fue Caín, y así por el estilo encontramos un sinnúmero de instrumentos del diablo, a través de los cuales el diablo se manifestó.

También está Cus y Nimrod y otras personas más, como faraón también, esos son instrumentos del diablo a través de los cuales el diablo se ha manifestado, y por consiguiente son tipo y figura de la última manifestación que el diablo tendrá en el hombre de pecado, el anticristo, la bestia. Todos los demás que han sido instrumentos del diablo son el tipo y figura, por lo tanto, todos desembocarán en el anticristo.

Y ahora, podemos ver que ha habido guerra, ha habido una lucha entre el bien y el mal, entre Dios y el diablo; y por consiguiente esa lucha ha venido a ser también entre los seres humanos.

En el Génesis, capítulo 3, Dios dijo a la serpiente, que había engañado a Eva, capítulo 3, verso 14 al 15:

“Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás (antes no andaba sobre su pecho, pero con la maldición perdió sus piernas o patas, y perdió por consiguiente toda su forma, y vino a convertirse en un reptil), y polvo comerás todos los días de tu vida”.

Y ahora, lo que era la descendencia o la serpiente y la descendencia de la serpiente…, que es el eslabón perdido que la ciencia está buscando, el eslabón perdido entre el animal y el ser humano; pues la serpiente estaba entre el chimpancé y el ser humano, era el animal más perfecto, hablaba, razonaba, tenía espíritu, pero no tenía alma. Por lo tanto, en el lugar para el alma el diablo entró, y ahí podemos ver que el alma de la serpiente vino a ser el diablo.

Y ahora, con la maldición que Dios le echó a la serpiente, la raza de la serpiente fue convertida en reptil; todavía está, pero está en forma de reptil, son reptiles; pero la simiente de la serpiente, por cuanto dejó simiente, vean:

“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”.

En la Primera Venida de Cristo encontramos la simiente de la mujer, que es Cristo, el Mesías, esa es la simiente que vendría por medio de la mujer; y la simiente de la serpiente heriría, habría enemistad y heriría al Mesías en el calcañar (los talones).

Por eso cuando Cristo murió en la Cruz del Calvario, fue crucificado y fueron colocados clavos en Sus manos y en Sus pies. Fue el imperio romano quien crucificó a Cristo a petición del pueblo hebreo, principalmente de los líderes religiosos del pueblo hebreo, encabezados en Caifás y Anás. Anás había sido sumo sacerdote y era el suegro de Caifás, el cual era el sumo sacerdote de aquel año.

Y ahora, fue el imperio romano el que crucificó a Cristo, es el imperio romano el imperio de la simiente de la serpiente; y por eso está ese imperio romano en los días de Jesús allí en el norte, en Europa; y la silla de Satanás es el trono de los Césares, el cual encontramos que para el tiempo final será ocupado por…, estará ocupado por el anticristo, el hombre de pecado; por eso los pies son de hierro y de barro cocido. Hierro es el imperio romano y el barro son las naciones que le darán su poder y su autoridad a la bestia, los diez dedos son los diez reyes que le darán su poder y su autoridad a la bestia.

Ahora podemos ver la simiente de la serpiente y la simiente de Dios. Para este tiempo final habrá un encuentro o enfrentamiento y el anticristo tratará de destruir a todos los hijos e hijas de Dios, traerá una apretura y luego la convertirá en una persecución, una persecución que estará señalada como una persecución religiosa y también política, pero sobre todo religiosa.

Y para esos días Cristo terminará Su Obra de Intercesión en el Cielo, tomará el Título de Propiedad y reclamará todo lo que Él ha redimido con Su Sangre Preciosa, resucitará a los muertos en Cristo y a nosotros nos transformará; y a través de Su Iglesia, ya con cuerpos glorificados, se manifestará en toda Su plenitud.

Y las cosas que han sido vistas en parte, en edades pasadas y a través de la manifestación del Espíritu Santo a través del reverendo William Branham, en donde Cristo mostró lo que será la manifestación plena de Cristo en Su Iglesia en este tiempo final, ese poder para llevar a cabo diferentes cosas importantes en la Obra de Cristo en medio de Su Iglesia, nos dio cinco ejemplos de lo que Cristo hará.

Por medio del reverendo William Branham nos dio esos cinco ejemplos, pero fue una manifestación en parte, o sea, temporal:

• Nos dio la muestra de lo que será el poder de Dios manifestado controlando la naturaleza: Cuando le habló a la tempestad y le ordenó que se fuera; y la tempestad, la tormenta de nieve le obedeció, solamente por la Palabra creadora hablada.

En esas cinco muestras que nos dio Dios por medio del reverendo William Branham, Dios está mostrando lo que será la manifestación de Dios en un mensajero adoptado; en un mensajero que será adoptado, será transformado, tendrá un cuerpo glorificado y eterno; y tendrá Dios, Cristo por medio de él, una manifestación plena, en donde se verá el control sobre la naturaleza, sobre la naturaleza completa.

Por eso Apocalipsis 11 tiene el control sobre toda la naturaleza. El ministerio de los Dos Olivos es un ministerio adoptado.

• Y también nos mostró por medio del reverendo William Branham lo que será el control sobre la vida y la muerte, en la resurrección de un pececito que ya llevaba media hora, como media hora de muerto, y que había sido sacado del anzuelo y había sido tirado al agua de nuevo, pero tenía todas sus entrañas salidas por su boca.

Luego de aproximadamente media hora de estar así y el reverendo William Branham estar pescando en su bote con otras personas, ya Dios le había dicho que sería vista la gloria de Dios manifestada: “Verás la gloria de Dios”, le había dicho ya hacía mucho más de media hora…, mucho más de media hora o mucho más de una hora; y le había dicho a los que iban con él en el bote o que iban a pescar, que iban a ver la gloria de Dios manifestada.

Y cuando el hermano Branham ve el pececito, pasada media hora ya de estar el pececito muerto, y lo ve flotando, le dice el Espíritu Santo: “Háblale a la vida, háblale a vida al pececito”. Le habló al pececito, le dio la vida de nuevo; eso es una resurrección de un pececito que llevaba cerca de media hora de muerto; tipo y figura de los escogidos del Día Postrero que han partido, que serán resucitados, y de los santos de las diferentes edades que serán resucitados.

Es por la Palabra de Cristo que vendrá la resurrección de los muertos creyentes en Él. Esa es la Gran Voz de Trompeta, la Voz de Arcángel, la Trompeta de Dios para la resurrección de los muertos en Cristo. También le habló…

Recuerden que Cristo tiene las llaves del infierno y de la muerte, por lo tanto puede traer a resurrección cualquier persona que haya muerto; y tiene las llaves del infierno también, puede sacar del infierno a quien Él quiera, puede sacar de la quinta dimensión a quien Él quiera.

Por eso cuando llama a Sus hijos, los saca del reino de las tinieblas, que es el reino de la quinta dimensión. Y para el Juicio Final sacará del infierno a todos los perdidos que están en el infierno, para juzgarlos en el Juicio Final; y sacará de las sepulturas, de la muerte, a todos los que han muerto. ¿Ve? No tiene problema, porque Él tiene las llaves del infierno y de la muerte.

Y ahora, hemos visto el poder de Cristo para llevar a cabo la resurrección, representada esa resurrección y ese poder manifestado cuando fue resucitado ese pececito por Palabra creadora que Cristo colocó en la boca del reverendo William Branham.

• También tenemos la Palabra creadora siendo hablada por el reverendo William Branham, por orden divina, para la creación de ardillas. Dios creará un cuerpo nuevo para todos Sus hijos, para los que vivimos y para los que ya han partido. Es una Obra de creación divina.

Y ahora, siendo que esas ardillas fueron cazadas y después se las comió el reverendo William Branham…, porque comía ese tipo de animalitos que se comen, como también otro tipo de animales.

Nosotros acá en Puerto Rico pues lo que comemos normalmente es pollo y carne de res, y algunas veces cerdo comen algunos también, y peces también y cosas así; y no conocen mucho acerca de comer ardillas o comer osos y comer otros tipos de carnes, pero en otras naciones y otros países comen otros tipos de carnes también.

Ahora, siendo que vino a ser para alimento, eso nos muestra la Palabra creadora dándonos carne: alimento espiritual, carne fresca, que es la revelación de la Palabra para la Edad de la Piedra Angular y para la Dispensación del Reino; ese es el alimento espiritual, dándonos la revelación del Séptimo Sello. Es por Palabra creadora que viene ese Alimento, esa revelación del Séptimo Sello; y también representa el Título de Propiedad, que es para comer.

Y ahora, la revelación para la Edad de la Piedra Angular es la revelación de los Sellos, para comer esa revelación tipificada en las ardillas que fueron creadas y cazadas para luego ser comidas, era alimento para el cuerpo.

Y ahora, el Alimento para nuestra alma es la revelación de los Sellos, incluyendo el Séptimo Sello, que es el más importante de todos.

Estos Sellos contienen las cosas que sucederían; por lo tanto, cada uno de estos Sellos tendrá una historia.

En los días de Juan la historia todavía no se había cumplido, todavía no tenía la historia; pero a medida que ha ido pasando el tiempo estos Sellos se han ido cumpliendo, y en esos símbolos del Apocalipsis está contenido lo que sería la historia que se cumpliría bajo cada Sello.

Y ahora, hemos visto ya lo de la tormenta, lo del pececito y lo de las ardillas siendo creadas.

• Nos falta la de la salvación para los hijos de la hermana Hattie Wright, dos hijos que tenía, los cuales no eran convertidos a Cristo, pero por la Palabra creadora… Vean, estaban ellos jugando y bromeando, quizás mofándose, y el hermano Branham estaba hablando acerca de la creación de las ardillas con los hermanos que estaban con él en la casa de la hermana Hattie Wright.

Ella, por lo que vemos, les estaba preparando algo de comer a ellos (lo más seguro), y cuando ella escucha, está escuchando todo eso, sus hijos están jugando y bromeando, y cuando ella escucha que el hermano Branham dice que esas ardillas vinieron a existencia por creación divina, ella dice: “Esa es la pura verdad, solamente la verdad es esa”. El Espíritu Santo le dice al hermano Branham: “Dile a ella (al hermano Branham le dice), dile a ella que pida lo que ella quiera y le será concedido”.

Ahora miren, cuando ella reconoció que la creación de las ardillas o aquellas ardillas vinieron por creación divina… de seguro ella le preparó algunas al hermano Branham, de las que él había cazado, lo más probable las vio; y cuando ella reconoce que eso vino por la Palabra creadora de Dios, le sería concedida la petición del corazón de ella, lo que ella quisiera.

Eso será también para los que en este tiempo final tienen familiares que no sirven a Cristo, pero por cuanto los que hayan visto por la Palabra creadora viniendo a existencia ese Alimento para el alma, los cuales reconocerán que eso no ha venido por la idea o mentalidad humana, sino por la Palabra creadora de Dios, tendrán la bendición de clamar por sus familiares, para que Cristo los salve.

Y ahora, en este tiempo final hay personas quizás que no han podido comprender la revelación de la Palabra correspondiente a este tiempo final, a la Edad de la Piedra Angular; y quizás algunos han estado riéndose, mofándose, mientras está siendo revelada esa Palabra y se está dando testimonio de cómo viene esa Palabra por creación divina.

Por la Palabra creadora de Dios viene ese Alimento para nuestra alma, como vinieron las ardillas a existencia, alimento para el cuerpo; las ardillas siendo creadas: tipo y figura de Alimento para nuestra alma: la Palabra correspondiente a este tiempo final, el Mensaje correspondiente a este tiempo final.

Y ahora, podemos ver que por la Palabra creadora será hablada salvación para nuestros familiares, y personas que quizás se han reído, no han comprendido, nos han criticado quizás en algunas ocasiones; pero por el amor que les tenemos clamaremos a Cristo por salvación para ellos, y para los 144.000 también.

• Y ahora, nos falta la de la sanidad de la esposa del reverendo William Branham, que tenía un tumor maligno en uno de los ovarios, el cual iba creciendo a tal grado que vino a ser como un limón y luego como una naranja, y seguía creciendo hasta ponerse demasiado grande y peligroso, tenía que ser operada.

Y mientras ella iba a ser operada en Tucson, Arizona, nuestro hermano Branham estaba en otro lugar, en Jeffersonville, Indiana, en su casa allí; había llegado de un viaje y ella lo llamó y le dijo que al otro día iba a ser operada en la mañana, y el hermano Branham se puso a orar por ella; y mientras oraba por ella…

Recuerden que ese tumor canceroso tuvo una causa para aparecer, pero aun antes de aparecer, muchos años antes, ya el hermano Branham lo había detectado con la señal que él tenía en la mano. Al colocar la mano sobre la mano de la hermana Branham, en una ocasión que él estaba mostrando cómo operaba esa señal en la mano y cómo recibía unas vibraciones en la mano, y de acuerdo a la enfermedad la mano actuaba y se hinchaba el brazo, y él por medio de las vibraciones sabía qué enfermedad tenía la persona. Y él llegó a mostrar públicamente esa señal en la mano.

Ahora, para los que no están relacionados con la historia bíblica, les puede sonar raro una señal en la mano con la cual puede detectar las enfermedades; pero recuerden, Moisés también recibió una señal en su mano, cuando metió su mano dentro de su seno y luego la sacó y salió leprosa (¿Ven? Una enfermedad ahí), y luego la colocó de nuevo y salió limpia8.

La lepra representa el pecado. Y cuando somos colocados en el Seno de Cristo, en el Seno de Dios, somos limpiados de todo pecado.

Y ahora, encontramos que nuestro hermano Branham les estaba mostrando a unas personas cómo operaba esa señal: colocó la mano sobre cierta persona y su mano se hinchó, y entonces les dijo: “¿Ven cómo opera?”, y le dijo qué enfermedad tenía. Y luego les dijo: “Ahora ustedes van a ver cuando la coloque sobre mi esposa, la cual no tiene ninguna enfermedad, ustedes van a ver que no se hincha”.

Colocó la mano sobre la mano de su esposa y se hinchó la mano, y le dijo: “Tienes un quiste en un ovario, tienes un tumor en un ovario”. Él no sabía que tenía ese problema. La llevaron a examen y no tenía nada. Pero ya de antemano, ya la señal en la mano había certificado lo que vendría más adelante.

Y siempre encontramos que detrás de un problema de salud, en el 99% de las ocasiones hay algo que ha sucedido en la vida de la persona, o de sus padres o de sus abuelos o de sus bisabuelos; y algunas veces vienen arrastrando un problema de sus padres o de sus abuelos o así por el estilo.

Y ahora, pasan los años y la hermana Branham continuaba bien; pero un día José (el hijo de nuestro hermano Branham y nuestra hermana Branham) hizo algo que no estaba bien, lo cual hizo sentir mal a su madre (la hermana Branham), y merecía que le dieran una pela, que le dieran un castigo. Ella estaba pasando por esa etapa de la menopausia, que es la etapa en donde dejarán de ser personas que pueden tener más hijos. Y por cuanto mujeres representa iglesias, el mismo hermano Branham en el mensaje “¿Señores, es este el tiempo?”, representa a la Iglesia del Señor Jesucristo en su esposa: la hermana Branham.

Por lo tanto, este problema de salud es tipo y figura de lo que estaría sucediendo en la Iglesia del Señor Jesucristo; y fue por causa de José, por causa de José, de algo que hizo que estaba mal, encontramos que ella se molestó y lo trajo a donde estaba el hermano Branham; él estaba lavando el automóvil; y le dice lo que hizo y le dice que lo castigue. Y el hermano Branham dice: “No tengo ánimo para castigarlo”, o sea, no estaba en ese ambiente de molestarse para castigarlo, y le dice: “Él no quiso hacer eso”, o sea, “no estaba en su corazón hacer eso que hizo”.

Y ella, al ver que no lo castigaba y que lo trató bien en vez de ponerse bravo con el niño y castigarlo y hablarle fuerte, se molestó, se fue molesta, subió a la casa y cerró la puerta, como decimos nosotros ‘de mala gana’, tiró la puerta, le tiró la puerta en la cara al hermano Branham, molesta.

¿No es eso lo que sucede con la Edad de Laodicea: que le ha cerrado la puerta a Cristo y Cristo está a la puerta llamando? Cuando uno llama a la puerta es porque está a la parte afuera y la puerta está cerrada, y Cristo dice9: “Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”. Ahora miren lo que está ahí representado.

Pero ahora, siendo que la hermana Branham representa la Iglesia y representa sobre todo el grupo que sigue el Mensaje del reverendo William Branham, encontramos que representa el grupo que sigue al precursor pero que luego se aguanta y no estará siguiendo al precursado. El precursado está representado en José.

Por eso es que cuando el reverendo William Branham leyó la historia de José dijo: “Si yo llego a tener un hijo le pongo por nombre José”, porque es el tipo más perfecto de Cristo, representa la Primera y Segunda Venida de Cristo: recibió el trono, subió al trono, vino a ser el segundo en el reino; así como Cristo ascendió al Cielo y se sentó en el Trono de Dios y recibió un Nombre Nuevo.

Y ahora, representa también la Segunda Venida de Cristo como nuestro José. Por eso cuando José se levantaba del trono, sonaba la trompeta y toda rodilla era doblada, se doblaba rodilla a José: “Doblad rodilla a José”10. Toda rodilla se doblará cuando Cristo salga del Trono del Padre.

Y ahora, José aparecía con un nombre nuevo, no con el nombre José, sino con el nombre Zafnat-panea; y ahora, aparecía como un gentil, aparecía con ropa gentil y con una apariencia gentil, arreglado como un gentil y hablando un idioma gentil.

Y ahora, encontramos que los Truenos estarán emitiendo Sus voces en un idioma desconocido al reverendo William Branham, no lo conocía (el idioma); escuchó los Truenos, pero no entendió. Es el idioma en el cual Cristo estará hablando en este tiempo final con la Gran Voz de Trompeta y estará revelando el misterio del Séptimo Sello, el misterio de Su Venida, el misterio más grande de todos los misterios de Dios, el misterio por el cual hubo silencio en el Cielo como por media hora en Apocalipsis, capítulo 8, verso 1; misterio que no fue revelado a los santos ni del Antiguo Testamento ni del Nuevo Testamento, pero ellos profetizaron de este misterio que será cumplido y abierto en este tiempo final.

Este misterio es el que le da la fe, la revelación, a los escogidos de Dios para ser transformados y llevados con Cristo en el rapto, a la Cena de las Bodas del Cordero.

Esta revelación de este Séptimo Sello no la pudo dar a conocer el reverendo William Branham porque es una revelación para el Día Postrero y para la Edad de la Piedra Angular.

Por medio de los Siete Truenos viene la revelación del Séptimo Sello, viene la fe, la revelación para ser transformados y raptados; así como ha venido la revelación para ser salvos, ser perdonados y recibir el Espíritu Santo, ¿cuál es esa revelación? La revelación de la Primera Venida de Cristo como Cordero de Dios, muriendo en la Cruz del Calvario, luego siendo sepultado y resucitando al tercer día y ascendiendo al Cielo.

Ninguna persona puede ser salva y recibir el Espíritu Santo y nacer de nuevo sin esa revelación, sin la revelación de la Primera Venida de Cristo.

Y ahora, para obtener salvación y obtener el nuevo nacimiento y obtener el cuerpo teofánico, se requiere tener esa revelación de la Primera Venida de Cristo. Es la Venida del Ángel Fuerte que desciende del Cielo, la Venida del Ángel de Jehová del Antiguo Testamento, viniendo del Cielo y haciéndose carne y haciéndose hombre en medio de la raza humana, en ese niñito que nació de la virgen María; el cual por creación divina: fue multiplicándose célula sobre célula, pues Dios creó en el vientre de María una célula de vida, una célula de Sangre, la cual se multiplicó célula sobre célula.

Por lo tanto, fue la Sangre de Dios la que estaba en las venas de Jesús; y esa es la Sangre que fue derramada en la Cruz del Calvario y que nos limpió de todo pecado. La sangre de los demás seres humanos ha estado contaminada con el pecado. La única Sangre sin contaminación ha sido la Sangre de Jesucristo nuestro Salvador, y es la Sangre que desintegra el pecado.

Y ahora, teniendo la Sangre de Cristo aplicada en nuestros corazones, en nuestras almas, en todo nuestro ser, por el Espíritu Santo, la Sangre de Jesucristo nos ha limpiado de todo pecado y nos ha sellado Dios con el Sello del Espíritu Santo, que es la evidencia de que Su Sangre nos ha limpiado de todo pecado y de que estamos bajo un Nuevo Pacto, bajo la Sangre del Nuevo Pacto, y de que hemos sido recibidos por Dios y de que hemos nacido de Dios en el Reino de Dios, en la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y ahora, viendo que para obtener el cuerpo teofánico se requiere la revelación de la Primera Venida de Cristo, para obtener el cuerpo físico, eterno, inmortal y glorificado —igual al de Jesucristo— se requiere la revelación de la Segunda Venida de Cristo; esa es la revelación del Séptimo Sello, esa es la revelación, la fe, para ser transformados y raptados, arrebatados con Cristo al Cielo, para ir a la Cena de las Bodas del Cordero en y a la Casa de nuestro Padre celestial.

Esa es la revelación para ser restaurados a todo lo que perdió Adán y Eva en la caída, para ser restaurados a la vida eterna físicamente y venir a ser inmortales en cuerpos inmortales; y así ser restaurado todo lo que está contenido en el Título de Propiedad, ser restaurado a nosotros el Título de Propiedad, la herencia contenida en ese Título de Propiedad, ser restaurado a nosotros nuestro patrimonio espiritual, que cubre todos los aspectos de toda la Creación.

En nuestro patrimonio espiritual está identificado cada uno de los miembros de la Iglesia de Jesucristo con personas que tienen sus nombres escritos ahí en ese Título de Propiedad. Ese Título de Propiedad es un patrimonio que pertenece a la raza humana, pertenece a los hijos e hijas de Dios y contiene toda la herencia de Dios para los hijos e hijas de Dios.

Es el Título de Propiedad de los Cielos y de la Tierra; y ese Título de Propiedad en este tiempo final será restaurado a la Iglesia del Señor Jesucristo, que tiene todos los descendientes de Dios por medio del Segundo Adán.

Así que el Segundo Adán, Cristo, toma el Título de Propiedad en el Cielo y luego lo trae a Su Iglesia, lo entrega al Ángel Mensajero del Día Postrero para que se haga carne en él y por consiguiente en toda Su Iglesia, al darnos el contenido de ese Título de Propiedad y nosotros comerlo, y así convertirnos en la Palabra viviente encarnada para este tiempo final, como Cuerpo Místico del Señor Jesucristo. Y así es como el Título de Propiedad será restaurado a los hijos e hijas de Dios.

Ahora, continuando con el caso de nuestro hermano Branham, su esposa nuestra hermana Branham, Meda Branham y su hijo José. Cuando ella se molestó porque nuestro hermano Branham no castigaba a José, y se fue y subió a la casa, al hogar, y abrió la puerta, pasó y cerró la puerta, tiró la puerta de mala gana, eso es algo que no le gustó al Señor, no le gustó al Espíritu Santo, porque eso es irreverencia al instrumento de Dios, al profeta de Dios donde está Dios manifestado; por lo tanto, le cuenta como irreverencia a Dios, irreverencia, falta de respeto y de consideración a Dios.

El hermano Branham no lo tomó en cuenta eso y siguió lavando su auto, porque él sabía que ella estaba pasando por esa etapa de la menopausia, donde la mujer o las mujeres tienen ciertas situaciones difíciles, en donde algunas se ponen de mal humor y así por el estilo, un sinnúmero de cosas que le sucede a las mujeres en esa etapa, y él la consideraba sabiendo que estaba pasando por esa etapa. Pero el Espíritu Santo le dijo: “Ve donde ella y dile que lea en tal lugar”. Fue el caso donde Miriam y Aarón hablaron en contra de Moisés.

El caso donde Miriam o María habló contra Moisés a causa… dijo, se rebeló y dijo… fue a causa de la esposa de Moisés. Vean, a causa de una persona, porque era de piel oscura la esposa de Moisés, era mujer cusita, de Cus (de esa línea) o etíope; y al no ser de la descendencia de Jacob se molestó María y también Aarón, y lo criticaron, y Dios escuchó; y Dios se llenó de ira en contra de María o Miriam y de Aarón también, el cual era el sumo sacerdote11. Las críticas son malas, no se puede estar criticando a las demás personas.

Y ahora, ellos criticaron al menos que podían criticar: al profeta mensajero de Dios. Y Dios trajo juicio contra Miriam y se volvió leprosa. La lepra tipifica pecado, el pecado, fue herida con lepra; por lo tanto, eso es ser herida una persona con pecado, pecado delante de Dios; es pecado lo que ella hizo al hablar en contra de Moisés.

Y ahora, le toca la puerta, ella se había encerrado, no quería abrir, pero le dice: “Abre, porque tengo algo de parte de Dios para ti, Dios me ha dicho que te lea esta Escritura”. Ella le abrió la puerta, le leyó nuestro hermano Branham esa Escritura y le dijo que a Dios no le gustó eso que había hecho. De ahí en adelante se desarrolló ese tumor maligno en el ovario, que ya había señalado el hermano Branham cuando detectó con la señal en la mano que eso vendría a su esposa.

Ahora, vean ustedes la causa por la cual vino ese tumor maligno en el ovario. Por lo tanto, miren ustedes, el ovario o los ovarios es donde están los óvulos para poder reproducirse la simiente humana; para que el hombre pueda reproducirse, los ovarios de su esposa tienen que estar bien, tienen que estar funcionando correctamente.

Ahora, vean ustedes, esto nos habla de reproducción para el grupo representado en la esposa del hermano Branham, que es el grupo del quinto Elías.

Así que hay problemas ahí en el ovario y requiere más adelante una operación porque el tumor es maligno; por lo tanto, ese ovario no puede producir óvulos para la reproducción. Y todo esto está tipificando al grupo del séptimo ángel mensajero que tendrá ese problema de salud espiritual, y tiene que ver con la parte de la reproducción.

Siguió creciendo el tumor, hasta que ya se veía por encima de la ropa, era un tumor maligno que tenían que sacar, o se podía convertir en un tumor maligno.

Aun un tumor o crecimiento, por más bueno que sea molesta bastante, es malo para la comodidad y para todo es malo; y si se convierte en maligno, en canceroso, es peor, le puede costar la muerte a una mujer que tenga un tumor maligno en su cuerpo.

Y le puede costar la muerte espiritual a un grupo, un tumor espiritual maligno; la muerte espiritual, como sucedió a los diferentes grupos de los mensajeros de cada edad, luego que se fue el mensajero de cada edad; los cuales, al terminar su ministerio terminaron su predicación, pero los que quedaron después tomaron todo lo que él habló y le dieron su propia interpretación y se organizaron y se denominacionalizaron, y les vino así un tumor espiritual que trajo esa edad a la muerte después que partió el mensajero.

Y eso es lo que está señalando esa enfermedad en la esposa de nuestro hermano Branham: el peligro para el grupo del séptimo ángel mensajero de la séptima edad de la Iglesia gentil.

Pero por cuanto Dios estaba vigilando todo, cuando llegó el tiempo en que tenía que ser operada y nuestro hermano Branham estando en otro lugar, ella en Tucson, Arizona, para ser operada y nuestro hermano Branham estando en Jeffersonville orando por ella en su casa, en la casa de ellos pero de Indiana (de Jeffersonville, Indiana); oró, y la Columna de Fuego le apareció y le dice…, cuando ora por ella y le dice: “Ella no quiso hacer eso, no…”, y que la perdonara; entonces fue escuchada la oración de nuestro hermano Branham y el Señor le dijo: “Lo que tú digas sucederá”.

Era de nuevo la Voz del Señor hablándole para que hablara la Palabra creadora; y él dijo: “Que antes que el doctor coloque la mano sobre el tumor, para examinarla, que desaparezca”. La llevaron al otro día por la mañana para operación, y cuando el doctor antes de operarla fue a examinar el tumor, el crecimiento… y antes de colocar la mano, ella sintió como un calor que le entró al cuerpo; y cuando el doctor va a buscar el sitio y toca, no estaba, y dice: “¿No era en este lado que estaba el tumor? Aquí no hay nada, ¿o era en el otro lado?”. Busca… tampoco. Le dice: “No hay nada, no hay que operarla”.

Hay una esperanza aun con todos los problemas que pueda tener el grupo del precursor de la Segunda Venida de Cristo, pero será por la Palabra creadora. Ella no lo escuchó cuando él habló esa Palabra creadora, pero recibió el beneficio.

Ahora vean, fue por haber actuado y hablado en contra de él que le vino todo ese problema, porque le había dicho: “Tú como no eres el que tiene que bregar con ellos…”, y así por el estilo; como que lo regañó y como que lo censuró, le habló fuerte a causa de su hijo, su niño José.

Así que podemos ver que si la hermana de Moisés cuando habló en contra de Moisés no fue pasado por alto por Dios, tampoco lo que ella habló en contra de nuestro hermano Branham y en contra de su hijo, aunque se merecía el castigo.

Y ahora, podemos ver que toda cosa que hablen en contra del Séptimo Sello, en contra de la revelación del Séptimo Sello, será tomada en cuenta; no importa quién o quiénes sean las personas.

Estamos en el tiempo en donde nuestro patrimonio espiritual, nuestra herencia, será totalmente restaurada a nosotros; y el único que sabe cómo hacer las cosas es Jesucristo; y Él estará obrando y estará guiando a Su Mensajero del Día Postrero.

Habrá cosas que él no entenderá hasta que Cristo se las aclare, y sucederán cosas que él no comprenderá hasta que Cristo se las aclare; y habrá cosas que sucederán, que ninguno entenderá, hasta que Cristo se las revele a él y él las revele a nosotros.

Pero recuerden que todo obrará para bien, y seremos restaurados a la vida eterna física también, con un cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado; y así nuestro patrimonio, nuestra herencia espiritual será restaurada a nosotros.

Y al que venciere – y el que venciere heredará todas las cosas, tendrá el patrimonio, la herencia de nuestro antecesor, que es Dios, Jesucristo, el cual se hizo hombre para redimirnos, restaurarnos a Dios, reconciliarnos consigo mismo y restaurarnos a la vida eterna.

“NUESTRO PATRIMONIO ESPIRITUAL”.

Cuando Cristo se levante del Trono de Intercesión y tome el Título y reclame todo lo que Él ha redimido con Su Sangre preciosa, y resucite a los muertos en Cristo y nos transforme a nosotros, tendremos nuestra herencia totalmente con nosotros; y por consiguiente tendremos nuestro patrimonio celestial-espiritual, o sea, nuestra herencia, la herencia de Dios, la herencia de nuestro Padre celestial, nuestro antecesor.

“NUESTRO PATRIMONIO ESPIRITUAL”.

Ahora, podemos ver quiénes somos en el Reino de Dios, podemos ver quiénes somos en este planeta Tierra: somos hijos e hijas de Dios pasando por este lapso de tiempo, pero tenemos un patrimonio espiritual que viene de nuestro Padre celestial, Dios, el cual se hizo hombre y lo conocimos por el nombre de Jesús, Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Él es el que nos transfiere ese patrimonio espiritual y celestial. Somos herederos de Dios, ese patrimonio es nuestra herencia.

Y ahora, estando conscientes de quiénes somos y de que tenemos un patrimonio espiritual, por lo cual somos herederos de Dios y coherederos con Cristo Jesús, Señor nuestro…

Vean ustedes a dónde nos lleva nuestra ascendencia: nosotros de Cristo y Cristo de Dios, por consiguiente somos hijos e hijas de Dios.

“NUESTRO PATRIMONIO ESPIRITUAL”.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de: “NUESTRO PATRIMONIO ESPIRITUAL”.

Estaré nuevamente con ustedes dentro de una hora y media (más o menos), para continuar viendo este misterio de nuestro patrimonio espiritual. Veremos diferentes aspectos de este patrimonio espiritual y ahí veremos las bendiciones que tenemos en ese patrimonio, en ese Título de Propiedad.

Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también; y pronto todos seamos transformados y los muertos en Cristo resucitados en cuerpos eternos, y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo, en la Casa de nuestro Padre celestial. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Que Dios les continúe bendiciendo a todos y les guarde, y dejo nuevamente con nosotros al reverendo Miguel Bermúdez Marín para finalizar nuestra parte en esta ocasión, mientras escuchamos el cántico del Hombre que nos transformó: Jesucristo nuestro Salvador.

Que Dios les bendiga y les guarde a todos.

“NUESTRO PATRIMONIO ESPIRITUAL”.

[Revisión septiembre 2019]

1 Éxodo 4:22

2 Romanos 3:23

3 Rut, capítulos 1 al 4

4 SPN65-1127B “Tratando de hacer un servicio a Dios sin ser la Voluntad de Dios”, pág. 45, párr. 318-319

5 Primera de Juan 3:12

6 San Juan 8:44

7 San Lucas 3:38

8 Éxodo 4:6-8

9 Apocalipsis 3:20

10 Génesis 41:38-45

11 Números 12:1-16

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