El misterio de Dios

Muy buenas noches, amados amigos y hermanos, ministros compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo, la Iglesia del Señor Jesucristo en este Día Postrero, en la etapa final, la etapa de la Edad de la Piedra Angular.

Es una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios, bajo el tema: “EL MISTERIO DE DIOS”.

Para lo cual, leemos en Primera de Timoteo, capítulo 3, verso 16 en adelante… vamos a ver… 14 en adelante, para tener el cuadro más claro; 14 al 16, de Primera de Timoteo; capítulo 3, verso 14 al 16, dice:

“Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte,

para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.

E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:

Dios fue manifestado en carne,

Justificado en el Espíritu,

Visto de los ángeles,

Predicado a los gentiles,

Creído en el mundo,

Recibido arriba en gloria”.

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Nuestro tema es: “EL MISTERIO DE DIOS”.

Encontramos que el misterio de Dios fue manifestado, revelado, en Cristo Jesús.

Porque el misterio de Dios es como el misterio del ser humano; o sea, es algo paralelo. El misterio del ser humano es que el ser humano es alma, espíritu y cuerpo.

Y ahora, encontramos el misterio de Dios como el Alma viviente eterna; y luego, encontramos ese misterio de Dios en Su cuerpo angelical, llamado el Ángel de Jehová, en donde está colocado el Nombre Eterno de Dios.

Y luego, bajo ese misterio…; porque vean ustedes, en el Antiguo Testamento encontramos a Dios como un misterio, el cual creó los Cielos y la Tierra.

El misterio de la Creación es el misterio de Dios creando el universo, la… – todo: los Cielos y la Tierra. Pero ese misterio divino, vean, fue manifestado a través del Verbo, que era con Dios y era Dios; y por medio de Él creó Dios todas las cosas: “Por Él fueron hechas todas las cosas, y sin Él, nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”[1].

Y todas las cosas fueron hechas ¿por quién? Por Él, el Verbo, Cristo, el Ángel del Pacto. ¿Y para quién? Para Él; porque Dios está creando todo para Sí mismo[2].

Y ahora, en el Programa de Creación de Dios, vean ustedes, ahora encontramos a Dios en la forma de una Columna de Fuego; y luego, en esa Columna de Fuego y de esa Columna de Fuego surge un hombre, un cuerpo angelical.

Por medio del Verbo, que era con Dios y era Dios, el cual aparece en diferentes ocasiones (en algunas ocasiones en forma de una luz y en otras ocasiones en la forma de un hombre, pero de otra dimensión), por medio de ese Ángel, el Ángel de Jehová, fue que Dios creó los Cielos y la Tierra.

Y ahora, el misterio de la Creación estaba ¿dónde? En Dios manifestado en Su cuerpo angelical.

Ese misterio se ha venido comprendiendo… (¿desde cuándo, Miguel?). Aunque está ahí en la Biblia, pero las personas no comprendían que el Verbo, que era con Dios, es Jesucristo en Su cuerpo angelical; no sabían que el cuerpo – que el Verbo es el cuerpo angelical de Dios; no saben – o no sabían que el Ángel de Jehová es Cristo en Su cuerpo angelical; y por eso es que, por medio de Cristo, Dios creó todas las cosas.

Vean, Dios por medio del apóstol San Pablo nos habla de la siguiente manera… Ya nos dijo que Dios fue manifestado en carne. Ahora vamos a ver algo más aquí del misterio de Dios en Cristo; dice:

[Hebreos 1:1] “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por (medio de) los profetas,

en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo…”.

Fue por medio de Su Hijo Jesucristo, que es Cristo en Su cuerpo angelical.

Cristo decía: “Salí de Dios, y vuelvo a Dios; salí del Padre, y vuelvo al Padre”[3]. ¿Ven? Por medio de Cristo, Él hizo el universo; y el heredero es Su Hijo Jesucristo.

Vean…, y tenemos un universo invisible y un universo [visible], un mundo invisible y un mundo visible.

“… el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia…”.

¿Ven? ¿La imagen de Dios es quién? Cristo en Su cuerpo angelical; porque es el cuerpo angelical la imagen, como el cuerpo angelical de cada uno de nosotros es nuestra imagen.

Y la semejanza física es el cuerpo de carne de Jesús, donde habitó Dios en toda Su plenitud. Y la semejanza física nuestra es el cuerpo que tenemos en la actualidad; y vamos a tener una semejanza física igual a la de Jesucristo. Y esa semejanza física de Jesucristo, que es Su cuerpo pero glorificado (en la actualidad), es la semejanza física de Dios.

O sea que en el Reino Milenial y en la eternidad vamos a estar con Dios, Dios en Su cuerpo glorificado: el cuerpo glorificado de Jesucristo; pero también lo podremos ver en Su cuerpo angelical, porque nosotros también tenemos un cuerpo angelical; y como vamos a tener un cuerpo físico glorificado, entonces lo podremos ver en ese cuerpo físico glorificado también.

A todo lo que Él es heredero, nosotros también somos coherederos con Él[4].

Toda la Familia de Dios, los hijos e hijas de Dios, tendrán cuerpos angelicales teofánicos y cuerpos físicos glorificados; y así todos seremos a imagen y semejanza de Dios, de nuestro Padre celestial.

“… el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”.

Y ahora, podemos ver que fue por medio de Cristo que Dios creó todas las cosas.

Y ahora, en Colosenses también nos dice San Pablo… versos 12 en adelante [capítulo 1]:

“… con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;

el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,

en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.

Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.

Porque (por) en él fueron creadas todas las cosas…”.

¿Por quién fueron creadas todas las cosas? Por Jesucristo; porque Jesucristo en Su cuerpo angelical es el que tiene toda la plenitud de Dios, y a través del cual Dios en toda Su plenitud estuvo manifestado creando todas las cosas.

Y Él es el Primogénito de toda la Creación. Antes de existir los Cielos y la Tierra; antes de existir ángeles, querubines, serafines; antes de existir planetas, galaxias; estaba el Verbo que era con Dios y era Dios.

[San Juan 1:1] “En el principio era el Verbo…”.

Cuando Dios se hizo visible: se hizo visible a través del Verbo. El Dios invisible se hace visible, y se ve una forma ahí de Dios.

De la Columna de Fuego surge el cuerpo teofánico angelical en la forma de un hombre, de un Ángel; y por medio de ese Hombre, Dios estando en ese Hombre de la sexta dimensión (llamado el Ángel de Jehová, el Verbo), habló a existencia todas las cosas.

Los pensamientos de Dios van pasando al Ángel de Jehová, al Verbo. Todos los pensamientos divinos fueron colocados en el Verbo.

Y ahora, encontramos que el Verbo y por medio del Verbo, Dios va creando todas las cosas; porque a través del Ángel de Jehová —el Verbo que era con Dios y era Dios— vienen a existencia todas las cosas, a medida que van siendo habladas.

Por eso el Verbo, la Palabra, que era con Dios, es la que va creando todas las cosas; y se van materializando, primeramente en el mundo invisible, y después las materializa y las hace visibles y tangibles en esta dimensión de luz, tiempo y materia.

Pero las galaxias, antes de existir en forma física y sólida, existieron en el mundo espiritual; “porque lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”[5]. Por eso, vean, dice:

[Colosenses 1:16] “Porque (por) en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él”.

Y ahora, aquí nos muestra que hay tronos, nos muestra que hay potestades, nos muestra que hay principados, dominios, y así por el estilo.

O sea que hay esas potestades y dominios en el mundo invisible; y, por consiguiente, luego se van a materializar en el mundo visible, y se van a manifestar por medio del mundo visible en esta Tierra.

Por eso podemos ver, a través de la historia del ser humano, la influencia que ha tenido del mundo invisible la raza humana; y podemos ver los dos poderes: el poder de Dios y el poder pervertido del diablo, que es el poder de Dios que el diablo pervirtió.

Y ahora, esos dos poderes los encontramos manifestados en medio de la raza humana desde que Dios colocó al ser humano en la Tierra; y la raza humana ha estado siendo influenciada por esos dos poderes, y ha estado siendo influenciada por esos dos mundos invisibles.

Y ahora, en esos mundos invisibles encontramos que hay potestades, principados. Si hay principados, hay seres del mundo invisible que tienen una posición de príncipes; hay otros que tienen una posición de… potestades, tienen ciertas potestades; hay quienes tienen dominios, ciertos dominios.

Como en un país: hay quienes tienen cierta potestad, ya sea en… Digamos, en el Gobierno, por ejemplo, los secretarios de las ciertas ramas del país…, de la Agricultura: pues el que está frente, como secretario de Agricultura…; en algunos países se le llama secretario de Agricultura o secretario de Hacienda; en otros países se le llama ministro de…, ministros. Pues esos tienen potestades sobre eso, sobre lo cual ha sido colocado.

Y si ustedes buscan en el libro del Apocalipsis, vean… (un momentito aquí, así rapidito, para que ustedes vean. Ya dentro de un momentito les doy el…) Apocalipsis, capítulo 16, dice… vamos a comenzar verso 4 de Apocalipsis 16; dice:

“El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre.

Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas.

Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen”.

¿Quién dijo así? El Ángel de las aguas. ¿Ven?

Ahora, encontramos también… Eso es ahí en este pasaje nada más. Veamos otro Ángel: en Apocalipsis, capítulo 19, verso 17, dice:

“Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios”.

Aquí tenemos a otro Ángel.

Y ahora, encontramos que en el reino de las tinieblas… Vean, nos dice San Pablo que el príncipe del aire ¿es quién?, el diablo[6]; también él es príncipe de las tinieblas; y también él es el príncipe de este mundo[7], de este mundo: sobre los reinos del mundo.

Pero pronto Cristo va a ser el Príncipe literal de los reinos de este mundo; y esto está bajo la Séptima Trompeta, cuando haya sonado la Séptima Trompeta. Eso está en Apocalipsis, capítulo 11, verso 15 en adelante; dice:

“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”.

Ahora vean, cuando haya sido tocada la Séptima Trompeta, entonces los reinos de este mundo pasarán a ser de nuestro Señor y de Su Cristo, de Su Ungido.

El reverendo William Branham, hablándonos aquí de esta Séptima Trompeta, nos dice que… ¿es quién?, ¿el que toca esa Trompeta? En el libro de Citas, página 128, vamos a ver lo que nos dice aquí; página 128, párrafo 1143, dice[8]:

1143 – “[155] Debajo de la Séptima Trompeta es para Israel lo mismo que el Séptimo Sello fue para la Iglesia”.

Luego – vamos a ver otro lugar, donde dice… La página 129, párrafo 1150, dice [Citas][9]:

1150 – “[270] Ahora, tan pronto como la Iglesia … (…); el misterio del Séptimo Sello es conocido. Y los judíos son llamados por el misterio de la Séptima Trompeta, que son dos profetas, Moisés y Elías”.

¿Quién suena la Séptima Trompeta? Moisés y Elías, los Dos Olivos.

Y ahora, encontramos que los reinos del mundo pasarán a ser de nuestro Señor Jesucristo cuando haya sonado la Séptima Trompeta, cuando los Dos Olivos hayan dado Su Mensaje. Ese es el Mensaje de la Gran Voz de Trompeta.

Cuando hayan dado Su Mensaje al pueblo hebreo, entonces ya es el tiempo en donde son llamados y juntados los 144.000, y viene el juicio de la gran tribulación; y luego los reinos de este mundo pasarán a ser de nuestro amado Señor Jesucristo.

Ahora podemos ver quién es el que toca esa Séptima Trompeta, de esas siete Trompetas que aparecen ahí en el libro del Apocalipsis.

Y ahora, encontramos que el Espíritu de Dios es el que obra a través de los ministerios que Él ha repartido en el Antiguo Testamento y los que ha repartido en el Nuevo Testamento.

Dios, cuando habló por medio de los profetas, vean, fue Dios por medio de Su Espíritu. Eso está en Zacarías, capítulo 7, verso 11 al 12; dice:

“Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír;

y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos”.

Y ahora, por medio de Su Espíritu, Dios hablaba al pueblo hebreo, a través de los profetas; Dios por medio del Ángel de Jehová, por medio de Su cuerpo angelical.

Ese es el Espíritu teofánico de Dios, el cuerpo teofánico de Dios, llamado el Ángel de Jehová o Ángel del Pacto.

Recuerden que el espíritu de la persona es un cuerpo espiritual, parecido al cuerpo del ser humano pero de otra dimensión.

Y el Espíritu de Dios es el cuerpo angelical teofánico de Dios, llamado el Ángel de Jehová. Por eso, vean ustedes, Dios por medio de Su cuerpo angelical, llamado el Ángel de Jehová, hablaba a través de los profetas; era el Ángel de Jehová, en donde estaba Dios manifestándose y hablándole a los profetas.

Por eso en Ezequiel, capítulo 9, aparece un Varón vestido de lino con un tintero de escribano en Su cintura, para sellar en la frente a los que clamaban a Dios.

Ahora podemos ver quién es el Espíritu Santo, y, por lo tanto, quién es Dios en Su cuerpo angelical, llamado el Ángel de Jehová.

Ahora, vean el misterio de Dios cómo se va desenvolviendo.

Antes Dios existía solo y no había nadie más. Pero luego de Dios…

¿Qué hacía Dios antes? Cualquier persona podía pensar o decir: “Bueno, no estaba haciendo nada”. ¿Saben lo que estaba haciendo? Haciendo Su Programa.

Y ahora, encontramos que de Dios surge una Luz, dice nuestro hermano Branham: “Una Luz pequeñita y blanca”[10]. Y eso fue lo primero que se vio de Dios, que fue visible. Ese es el Logos, que salió de Dios.

Y vean, de ahí comenzó a formarse en la forma de un cuerpo; y ese es el Ángel de Jehová, el Verbo que era con Dios. Y Dios ahí habitó en toda Su plenitud, y desde ese cuerpo es que Él ha creado todas las cosas.

Y luego, vean ustedes, por medio de Su cuerpo angelical se manifestó y libertó al pueblo hebreo. El Ángel de Jehová (en quien estaba Dios en toda Su plenitud y en donde estaba el Nombre de Dios) ungió a Moisés; estaba ungido Moisés con la Columna de Fuego; y por medio de Moisés, Cristo, el Ángel del Pacto, se manifestó y libertó al pueblo hebreo.

Vean, Dios usando cuerpos humanos, porque todavía Él no tenía un cuerpo físico, de carne.

Pero cuando llegó el cumplimiento del tiempo, Dios, con Su cuerpo angelical, creó una célula de vida en el cuerpo – en el vientre de María, la cual se multiplicó célula sobre célula, y así se formó el cuerpo de Jesús (que nació en Belén de Judea a través de la virgen María); y en ese cuerpo de carne habitó Dios con Su cuerpo angelical. Y ahí estaba Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo; porque en Jesucristo moró la plenitud de la Divinidad.

Y ahora, tenemos ahí ya el misterio de Dios revelado en carne humana en la persona de Jesucristo; y ahí tenemos, en Jesucristo, una trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¿Vieron el misterio de la trinidad? Sencillo.

Y ahora, así también es el misterio de la trinidad del ser humano; porque el ser humano es un ser trino: alma, espíritu y cuerpo. Un cuerpo espiritual, que es el espíritu de la persona, parecido al cuerpo físico pero de otra dimensión; y un cuerpo físico, que es el cuerpo de carne. Pero el ser humano es alma viviente; eso es lo más grande que hay en el ser humano.

Y en Jesucristo lo más grande que había ¿qué era? – ¿quién era? El Padre, Dios. Por eso Cristo decía: “El Padre, que es (¿qué?) mayor que Yo”[11].

Y ahora podemos ver el misterio de Dios revelado en nuestro amado Señor Jesucristo.

En la Primera Venida de Cristo fue revelado el misterio de Dios en carne humana, pero sin pecado. Cuando digo “carne humana”, es que tiene… es carne, como la nuestra, tangible; pero fue por creación divina.

Por lo tanto, encontramos que es el segundo Adán, sin – un hombre sin pecado; por lo tanto, ese cuerpo de carne estaba sin muerte, podía seguir viviendo por toda la eternidad.

Cristo decía: “Nadie me quita la vida, Yo la pongo por mí mismo para volverla a tomar”[12]. Y también dijo: “Si el Grano de Trigo no cae en tierra y muere, Él solo queda; pero si cae en tierra y muere, mucho fruto lleva”. Eso está por ahí por San Juan, capítulo 12, verso 24 (¿verdad, Miguel?).

Ahora, encontramos que Dios se hace hombre: Dios viene en medio de la raza humana, en medio de la creación visible, y se hace visible también.

El Ángel de Jehová, el mismo que le apareció a Moisés, el mismo que libertó al pueblo hebreo por medio de Moisés, y el mismo que usó al caudillo Josué también. Y le apareció a Josué también: en la forma de un Príncipe con una Espada en la mano, el cual es el Príncipe de los Ejércitos de Jehová[13], el cual es Jesucristo en Su cuerpo angelical en el Antiguo Testamento.

Y el Príncipe de los Ejércitos de Jehová se hizo hombre en esta dimensión terrenal, y lo conocimos por el nombre de Jesucristo. Por eso Él es Padre Eterno, Príncipe de Paz; Él es el Príncipe de los Ejércitos de Dios.

Y ahora, encontramos que el Príncipe de los Ejércitos de Dios es el Espíritu Santo; y el Señor es el Espíritu.

El Señor Jesucristo luego se hace hombre, se hace carne, en esta dimensión terrenal; y en Él está el Espíritu Santo y está también el Padre (Dios, el Dios eterno, el Alma eterna), y está el Verbo, el cuerpo angelical de Dios.

Y ahora, podemos ver: “EL MISTERIO DE DIOS”. ¿Y vieron lo sencillo que es?

Ahora, en el Nuevo Testamento ha estado manifestándose el misterio de Jesucristo.

Y ya como que se nos acabó el tiempo. Para otra ocasión, Miguel, yo creo que hablaremos sobre el misterio de Jesucristo.

En la Primera Venida de Cristo, el misterio de Dios estaba velado y revelado a través de carne humana: en la persona de Jesucristo nuestro Salvador.

Pero Dios temporalmente, y no en toda Su plenitud, se había manifestado a través de hombres como Adán, Set, también Abel, y otros hombres, otros profetas de Dios, hasta que llegó a Juan el Bautista; y después se hizo carne: se creó un cuerpo para Sí mismo, y habitó en ese cuerpo en toda Su plenitud.

Por lo tanto, era la manifestación de Dios en toda Su plenitud; por lo tanto, era la revelación plena de Dios en carne humana; porque el misterio de Dios es Jesucristo nuestro Salvador, en el cual Dios moró en toda Su plenitud.

Y ahora, el misterio de Dios en Cristo, luego pasa en el Nuevo Testamento; para —Cristo siendo el misterio de Dios— ahora Él revelar a Dios en Su Iglesia, de etapa en etapa, en forma temporal, y para el Día Postrero revelar el misterio de Dios plenamente.

Ha usado… Cristo en Espíritu Santo, el Ángel del Pacto, ha usado diferentes mensajeros: los apóstoles y los ángeles mensajeros de las siete edades; y para el Día Postrero tendrá un instrumento también: y ahí estará el misterio de Cristo velado y revelado en Su Iglesia, en medio del pueblo de Dios.

Y así es como Cristo, vean ustedes, ha venido velándose y revelándose en medio de Su Iglesia: por medio de Sus mensajeros.

El Espíritu de Cristo ha estado en medio de Su Iglesia; y ha sido un misterio la presencia de Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia, y la forma en que ha estado velado y revelado.

Ya fue dado a conocer cómo estuvo velado y revelado en las edades pasadas; y la parte del misterio que queda es cómo estaría velado y revelado en este tiempo final; en donde lo hará a tal grado que llegará a ser la plenitud de Cristo en medio de Su Iglesia, velada y revelada en carne humana.

Y eso será lo que dijo el reverendo William Branham en la página 134 del libro de Los Sellos:

142. Y noten ustedes: Cuando este Espíritu Santo que tenemos llegue a encarnarse, el que está en nuestro medio ahora mismo en la forma del Espíritu Santo, cuando Él llegue a encarnarse en la Persona de Jesucristo, entonces nosotros le coronaremos como ‘Rey de Reyes y Señor de Señores’”.

Tenemos la promesa: que el Espíritu Santo se va a encarnar.

Ahora, ¿cómo será el cumplimiento de esta promesa? Página 146 del libro de Los Sellos también dice… el último párrafo, y la últ-… la parte final del último párrafo, dice:

[192]. Y al mismo tiempo que el diablo cae del Cielo y se encarna en un hombre, el Espíritu Santo sube y viene encarnado en un hombre”.

No dice que viene en el cuerpo glorificado de Jesucristo, sino que viene encarnado en un hombre.

Página 352 del libro de Los Sellos dice:

106. Luego llegan (o sea, hablando de… está hablando aquí del enemigo, y también de Dios)…”.

Ahora, dice:

[105]. … se abre un Sello, viene la revelación, y suena una trompeta, e inmediatamente la guerra es declarada; luego Dios toma al mensajero: el mensajero muere. Él sella el grupo que ha aceptado y entrado, y después una plaga cae sobre los que rechazan. Así continúa; y luego se organizan y comienza una denominación. Acabamos de estudiar todo esto.

  1. Luego llegan con otro poder, surge otra edad de la Iglesia y otro ministerio. Y cuando viene el anticristo con lo suyo, entonces viene Dios con Su ministerio. Anti significa ‘en contra’. Siempre corren paralelos.
  2. Quiero que se fijen en esto: En el mismo tiempo cuando llegó Caín a la Tierra, también llegó Abel. Cuando apareció Jesús, Judas también apareció. Cuando Cristo salió de la Tierra, Judas también salió. En el tiempo cuando fue derramado el Espíritu Santo, también se derramó el espíritu del anticristo. Y en este tiempo cuando el Espíritu Santo se está revelando en estos últimos días, el anticristo también se está manifestando a través del sistema político y demás cosas. Y sucederá que al tiempo cuando el anticristo venga en su plenitud, Dios también vendrá en Su plenitud para redimirnos. Siempre corren paralelos. Caín y Abel, el cuervo y la paloma en el arca, Judas y Jesús, etc.”.

Y ahora, esa manifestación de Cristo en toda Su plenitud ¿es para qué? Dice:

[107]. … sucederá que al tiempo cuando el anticristo venga en su plenitud, Dios también vendrá en Su plenitud para redimirnos (es la redención del cuerpo, que es nuestra transformación)”.

Y todo eso está escondido ¿dónde? Dentro del Séptimo Sello.

Y ahora, en la página 256, dice [Los Sellos]:

121. Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la Tierra, Él vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será completamente Emanuel —la Palabra de Dios encarnada en un hombre”.

Si conseguimos a ese hombre, pues habremos conseguido el instrumento donde estará el Espíritu Santo encarnado y manifestado para hacer lo que está prometido que va a hacer —Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia en este tiempo final— a través de un velo de carne.

Y ahora, por cuanto esto es una promesa, entonces tiene que ser de acuerdo a la Escritura: “Dios no hará nada, sin que antes revele Sus secretos a Sus Siervos Sus profetas”[14]; por lo tanto, tiene que ser por medio de un profeta.

Y por cuanto Dios fue manifestado en carne en toda Su plenitud en un profeta, y fue un profeta dispensacional Jesús: Cristo tiene que ser manifestado en carne en el Día Postrero, en toda Su plenitud, en un profeta dispensacional.

Porque ya todos los demás profetas tuvieron su tiempo: los demás profetas dispensacionales ya tuvieron su tiempo, y los demás profetas del Antiguo Testamento también, y los ángeles mensajeros de las edades también; por lo tanto, solamente queda un espíritu de profeta para ser manifestado en la Tierra en carne humana, y tener el ministerio del Día Postrero, y Cristo en Espíritu Santo velarse y revelarse a través de ese profeta, en carne humana, y llevar a cabo Su Programa correspondiente a este tiempo final. Y eso será la Palabra, el Verbo, hecho carne en medio de Su Iglesia.

Y cuando los hebreos vean eso en la manifestación plena, que será cuando venga la apretura…; en donde lo que fue visto en parte, manifestado por el Espíritu Santo en el reverendo William Branham, llevando a cabo cinco…. cinco cosas importantes que fueron colocadas por el reverendo William Branham como ejemplo, como muestra, de lo que Cristo va a hacer cuando venga la apretura.

Aunque Dios hizo muchas otras cosas a través de nuestro hermano Branham, con cinco como muestra es suficiente; donde él dice: “He visto la poderosa mano de Dios manifestada cinco veces”.

Y señala esas cinco veces:

  • Por ejemplo, que fue (una de ellas) cuando paró la tempestad[15] con la Palabra hablada.

Vean, todas así…, todas fueron hablando la Palabra.

  • Cuando habló a existencia ardillas[16] en diferentes ocasiones, eso fue la Palabra siendo hablada.
  • Cuando habló salvación para los hijos de una hermana[17] que había hablado la palabra correcta cuando nuestro hermano estaba hablando con sus amigos en la casa de esta hermana, y estaba hablando acerca de la creación de las ardillas, y ella dijo: “Eso es solamente la verdad”.

Y el Espíritu Santo le dijo a nuestro hermano Branham: “Dile a ella que pida lo que ella quiera, y le será concedido”.

Y ella, luego de no saber qué pedir, luego pidió lo más que ella deseaba en su alma: la salvación de sus hijos; pidió, no por los sentidos, sino por lo que deseaba en su alma. Y ahora, le fue concedida también su petición.

  • Luego, otra de las ocasiones, fue cuando la esposa[18] de nuestro hermano Branham tenía un tumor en uno de los ovarios, el cual iba creciendo mucho, e iba a ser operada.

Y nuestro hermano Branham estuvo… Ella estaba para ser operada en Tucson, Arizona, y nuestro hermano Branham en esa ocasión estaba en Jeffersonville, Indiana (que esos son muchísimas horas, muchísimas horas de camino; aun en avión son muchas horas).

Luego, nuestro hermano Branham oró durante la noche para que al otro día todo saliera bien. Él, pues pensaba que iba a ser operada (porque todo ya estaba preparado), y ella también.

Pero orando por ella, y pidiéndole (nuestro hermano Branham) que tuviera misericordia de ella, el Ángel le dijo que él dijera la Palabra; lo que él dijera sucedería, lo que él dijera por ella, a favor de ella: “Pide lo que quieras, dí lo que tú quieras, y así va a suceder”.

Y él dijo: “Que antes que el doctor coloque su mano sobre el lugar donde está el tumor, desaparezca”.

Y cuando en la mañana fue llevada a la sala de cirugía, y cuando llega el doctor… o cuando va a llegar el doctor, ella siente como un calentón en el área, algo raro, y eso fue todo; pero cuando el doctor va y coloca la mano, no encuentra nada en el lugar.

Hay que ver bien cómo él lo narra; porque, lo más seguro, ya el doctor estaba allí para quitar la sábana y tocar el lugar.

Ahora, antes del doctor colocar su mano sobre el lugar donde estaba el tumor, desapareció; sintió ella como un calentón que entró y desapareció; y ya lo había hablado durante la noche.

Se materializó esa Palabra hablada en ese momento; porque era la Palabra creadora de Dios colocada en la boca de un profeta, donde Dios coloca siempre Su Palabra: en la boca de Sus profetas. Por lo tanto, estaba hablando ungido con el Espíritu Santo; era la Palabra creadora hablando fuera de existencia ese tumor.

¿Cuántas nos faltan, Miguel? ¿Una? [Hno. Miguel: Creo que… la del pececito].

  • La del pececito[19].

¿Saben que esa es la más grande de todas?, ¡y es la más pequeña! Se ve lo más pequeño, y es lo más grande de todo.

Cristo dijo: “Venid en pos de mí, y (Yo) os haré pescadores de hombres”[20].

Y cuando, en San Mateo, capítulo 13, verso 47 al 50, Cristo muestra cómo va a ser en el tiempo final, dice que… Vamos a leerlo aquí, para que lo tengan tal y como fue dicho por Jesús. Capítulo 13, verso 47 al 50, de San Mateo, dice:

“Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces;

y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera.

Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos,

y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes”.

Y ahora vean cómo muestra a la humanidad (incluyendo los buenos y los malos) representados en peces, peces buenos y peces malos; y muestra a los Ángeles del Hijo del Hombre para llevar a cabo esa labor en el tiempo final.

“Así será (en el) fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos”.

Ahora, siendo que los seres humanos están representados en peces…; y las naciones, pueblos y lenguas son las muchas aguas, donde están la gente, los peces.

Y ahora, en ese pececito que fue pescado…

Dios le había dicho a nuestro hermano Branham: “Hoy va a ser manifestada la gloria de Dios, ¡vas a ver la gloria de Dios manifestada!”. Quizás muchas personas a las cuales, si él les dijo…, porque él les dijo: “Hoy va a ser manifestada la gloria de Dios”, todas las personas estaban esperando ver algo grande, todos estaban preparados; y a lo mejor nuestro hermano Branham…, pues él no sabía cómo iba a ser manifestada la gloria de Dios.

E iba a ser manifestada la gloria de Dios para poner el tipo y figura de lo que Dios va a hacer en este tiempo final.

Y todos aquellos cinco eventos mayores que hemos mencionado (incluyendo al del pececito) son el tipo y figura, el simbolismo, de lo que Dios va a hacer en este tiempo final:

  • Parando la tormenta: eso es poder sobre la naturaleza.
  • Parando o desapareciendo o colocando fuera de existencia un tumor: eso es poder sobre todo el poder del diablo, sobre enfermedades y sobre todo lo que el diablo haya colocado en los seres humanos.
  • Hablando a creación las ardillas: es el poder creador de Dios para traer a existencia cosas que van a ser traídas a existencia. Si puede crear ardillas, podrá crear un brazo que le falte a una persona, o crear ojos, y así por el estilo, vista.

Ahora, podrá crear también otras cosas que tienen que ser creadas en esos días.

También, por cuanto habló fuera de existencia un tumor, va a hablar fuera de existencia el reino del anticristo. “Si dijeres a este monte: Pásate de aquí allá, se pasará; y nada será imposible”[21].

“Si dijeres”; no es “si oras y pides”, sino “si dijeres”. Eso nos habla de la Palabra creadora siendo colocada en la boca de un hombre.

  • Ahora, el pececito.

Siendo que el cristianismo está representado en los peces, y la era cristiana está representada en la Era de Piscis…; por eso Cristo decía: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres”.

En las catacumbas dibujaban pececitos también, peces, que representan a los cristianos.

Y ahora, cuando nuestro hermano Branham le dice a los que iban a ir… iban con – para estar con él pescando…; porque nuestro hermano Branham tenía botes, y era pescador y tenía su bote, y también era cazador.

Ahora vean, grandes cosas sucedieron mientras él cazaba: la creación de las ardillas; la tormenta siendo hablada fuera de existencia, sacándola fuera de existencia. Y hablando también, luego, en la casa de la hermana donde fueron salvos sus hijos, estaba hablando de lo que había sucedido mientras nuestro hermano Branham cazaba.

Y ahora, en la parte de su deporte de pesca, ahora encontramos que va a ser manifestado el milagro más grande, en la forma más pequeña; porque mientras más grande las cosas que Dios va a hacer, en forma más sencilla Él las lleva a cabo. Eso es Dios en simplicidad.

Ahora, encontramos que todos estaban esperando, estaban a la expectativa esperando ver la gloria de Dios manifestada.

Y estuvieron pescando; y uno de los hermanos que iba en el bote de nuestro hermano Branham pescó… sacó el anzuelo, y salió con un pescadito tan pequeño que cuando le sacó el anzuelo le salió también (diríamos) el buche o…; o sea, que no pudo desencajar el anzuelo, y salió todo.

Y luego, pues (como diríamos normalmente nosotros): “Hasta aquí llegaste”, o “hasta aquí te llegó el tiempo”; porque con todo eso por fuera, ya no podía vivir.

Y el que lo pescó no se lo iba a llevar a la casa para echarlo en el sartén, y que la esposa lo viera y le dijera: “¡Tremendo pescado tú has traído! Con ese vamos a comer toda la familia y va a sobrar (!)”.

Bueno, lo echa al agua de nuevo, ahí muerto, y nuestro hermano Branham lo ve que está muerto ahí (escuchó también el comentario del hermano), y siguen pescando —pero esperando ver la gloria de Dios manifestada—; y de momento ven de nuevo el pececito; y se recuerda nuestro hermano Branham que fue el pececito que habían sacado, pero que lo habían echado al agua porque ya estaba muerto y era muy pequeño también.

Y ahora, le dice el Espíritu Santo… Ya llevaba como media hora ahí muerto sobre el… en el agua flotando; y el Espíritu Santo le dice que hablara la Palabra a vida para ese pececito.

Y nuestro hermano Branham se pone en pie, habla la Palabra: “¡Yo te doy la vida, pececito!”, y el pececito resucitó; y lo vieron resucitado nadando, y se fue. Y eso fue la gloria de Dios manifestada.

Y ahora vamos a ver lo que está señalando que va a suceder bajo la Tercera Etapa, cuando venga el tiempo de la apretura.

La apretura es mala por un lado, pero por otro lado es buena. Por el lado de Dios es buena, porque va Dios a manifestarse en toda Su plenitud; pero es mala porque el diablo estará tratando de destruir a la Iglesia-Novia del Señor Jesucristo.

El diablo vendrá en su plenitud, pero Cristo vendrá en toda Su plenitud también; ahí será donde estará la plenitud de Cristo obrando grandes maravillas y señales en este tiempo final.

Y vamos a ver la materialización del pececito siendo resucitado, vamos a ver cómo será el cumplimiento de esta promesa: 166 del libro de Citas, párrafo 1476, dice[22]:

1476 – “[26] … si Él está interesado en hablar la Palabra de vida a un pequeño pez insignificante, recostado allí muerto en el agua por media hora, Él ciertamente puede hablar a Vida a Sus hijos algún día. No importará si su cuerpo no sea más que una cucharada de polvo, Él hablará, y le contestaremos algún día”.

Ahí tenemos el orden para la resurrección de los muertos en Cristo. Y ahí no puedo explicar mucho, porque ya me metería en un campo que no debe ser abierto para que no sea imitado.

Así que eso lo vamos a dejar quietecito ahí, para que Dios obre en el momento que Él quiera obrar cuando se haya completado el número de los escogidos de Dios en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo.

Será en el tiempo en donde el misterio de Cristo en Su Iglesia esté manifestado en toda Su plenitud: el Espíritu Santo viniendo en carne humana en el Día Postrero.

El Espíritu Santo, que ha estado en medio de la Iglesia de Jesucristo, estará en carne humana: “Este Espíritu Santo que tenemos, cuando Él llegue a ser encarnado…”. ¿Ve?, cuando llegue a tener un cuerpo de carne.

Ahora, ha tenido cuerpos de carne temporalmente: cada ángel mensajero de cada edad; como el Ángel de Jehová en el Antiguo Testamento tuvo cuerpos temporales de carne, que fueron los profetas, en los cuales Él se manifestó y por medio de los cuales Él habló y obró.

Y ahora, luego de esa trayectoria del Antiguo Testamento, luego se hizo carne en Jesús de Nazaret; fue Dios hecho carne en medio de Su pueblo.

Para el Día Postrero, Cristo en Espíritu Santo estará manifestado en carne humana en medio de Su Iglesia; y entonces la Visión de la Carpa, y los milagros y señales, y también los llamamientos al altar que fueron vistos allí, todo eso se convertirá en una realidad en ese tiempo. Pero ese será un tiempo de apretura también.

Ahora, dice nuestro hermano Branham que cuando llegue ese tiempo, ya la Puerta estará cerrada; cuando llegue ese tiempo de grandes milagros y maravillas, ya la Puerta estará cerrada; pero tiene que haber un ministerio manifestándose en ese tiempo.

Página 114 del libro de Citas, nos dice en el párrafo 1002[23]:

1002 – “[205] Y tiene que haber un ministerio que les predique. Pero recuerden, para ese tiempo ya todo habrá cesado. ¡Es una cosa horrenda!

206 Habrá un ministerio que mostrará grandes maravillas, Joel así lo dijo. Pero no habrá tiempo para la redención. Todo entonces es terminado, porque el Cordero ya habrá tomado Su Libro y la redención habrá cesado. Jesús predicó y fue rechazado; luego prosiguió hacia los que estaban encarcelados y no podían arrepentirse; ya no había tiempo para la salvación. ¡Ese mismo ministerio tendrá que repetirse! ¿Qué tal si eso pudiese ser la Tercera Etapa, a los que están perdidos eternamente?”.

Y ahora, la página 119, párrafo 1057, dice… al final, para no leer mucho, dice…; aun hay que leer un poquito aquí; dice [Citas][24]:

1057 – “[39] … que… Esto aquí ya ha acontecido…”.

Vamos a leer ya desde el comienzo:

1057 – “[38] La cosa que hemos estado mirando hacia adelante por tantos años (4 o 5 años, puede ser que más)… es la Tercera Etapa que ha sido vindicada, y yo estoy seguro que ustedes saben lo que es.

39 Nunca habrá una personificación de esto, no puede haberla, ahora está en existencia. Y yo he sido amonestado de esto, que… Esto aquí ya ha acontecido, para que pueda identificar su presencia entre nosotros. Pero esto no será usado en gran manera, hasta que el Concilio empiece con su apretura. Y cuando lo haga… Los pentecostales y etc., casi personificarán cualquier cosa que se pueda hacer. Pero cuando venga ese tiempo (la apretura), entonces ustedes verán lo que han visto temporalmente, manifestado en su poder absoluto.

40 Ahora, yo continuaré evangelizando…”.

Y ahora, más abajo dice… hablando de la Tercera Etapa, dice:

1057 – “[42] … el tercero es propiamente identificado. Nosotros sabemos dónde está. Así que la Tercera Etapa está aquí.

43 Es tan sagrado que no debo hablar mucho de ello. Como Él me dijo en el principio, Él me dijo: ‘De esto no hables nada’”.

Y ahora, ¿dónde estaba la Tercera Etapa? Estaba en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo en la edad correspondiente, en la etapa correspondiente y en el mensajero correspondiente. Pero ya esa etapa terminó y el mensajero se fue.

Hay que ver dónde estará en el Día Postrero esa etapa, en donde sucederán los grandes milagros, maravillas y señales.

En la página 136… Luego continuamos con este de la 119, continuaremos luego. Vamos a ver: página 136, párrafo 1208, dice (cuando le hacen la pregunta) [Citas][25]:

1208 – “[Pregunta 253]: ‘¿La Novia, antes de que venga Jesús, Ella tendrá todo poder del Espíritu Santo para hacer milagros, levantar muertos, y así sucesivamente, como en la lluvia tardía, y es esta lluvia tardía para los 144.000 judíos? ¿Tendrán todos los ministros esto, y estamos solo esperando la Venida?’”.

Esa fue la pregunta, y ahora él contesta:

1208 – “[Respuesta] Ahora, lluvia tardía, 144.000 judíos, no; eso es cuando Elías y Moisés… Allí es donde los milagros tienen lugar (porque allí es, con esos ministerios de Moisés y Elías, que el Espíritu Santo estará hecho carne, y estará manifestando el poder absoluto de Dios). Las cosas que la gente ha estado buscando, los pentecostales, por milagros, pero donde eso tendrá lugar será bajo Elías y Moisés. (…)

198 Solo debemos esperar la Venida del Señor”.

Y ahora, vamos a ver otro lugar. Hemos visto… Vamos a continuar aquí, con lo de la Tercera Etapa, en la página 119.

Vimos que en la página 114 dice que habrá un ministerio que mostrará grandes maravillas, señales y milagros; y ahora, en la página 136 dice que eso está bajo Moisés y Elías; los milagros, maravillas y señales que son vistos en la Visión de la Carpa, todo eso está bajo el ministerio de Moisés y Elías; esos son los ministerios que estarán siendo manifestados en el Ángel del Señor Jesucristo en el Día Postrero, el Ángel que viene con el Sello del Dios vivo, que viene con el Espíritu Santo; porque el Espíritu Santo, dice nuestro hermano Branham: “El Espíritu Santo que tenemos, se manifestará en carne”, o sea, vendrá en carne humana.

Eso es la página 134 del libro de Los Sellos, que les leí hace unos momentos atrás.

142. Y noten ustedes: Cuando este Espíritu Santo que tenemos llegue a encarnarse, el que está en nuestro medio ahora mismo en la forma del Espíritu Santo, cuando Él llegue a ser encarnado en la Persona de Jesucristo, entonces nosotros le coronaremos como ‘Rey de reyes y Señor de señores’”.

Por lo tanto, vendrá la plenitud del Espíritu Santo en carne humana en el Día Postrero, y cumplirá la Tercera Etapa, y cumplirá todos esos milagros que están prometidos. Y las cinco veces que fue vista la mano poderosa de Dios siendo manifestada, la cual señaló el reverendo William Branham, se convertirá, aquello que fue el tipo y figura, aquello que fue la muestra de lo que Dios hará, lo veremos en toda Su plenitud y en Su poder absoluto, y sin limitaciones. Dice [Citas, pág. 119]:

1057 – “[43] Ella habla por sí mismo. Pero traté de explicar los otros, e hice un error. En mi opinión (yo no digo que el Señor me dijo eso), esto será lo que empezará la fe para el rapto, para irse”.

Ahora, vean ustedes con qué está ligado el rapto: con esta manifestación del Espíritu Santo, con esta manifestación de la Tercera Etapa, que corresponde a los Dos Olivos y a la etapa de la Edad de la Piedra Angular, en este entrelace dispensacional, donde se entrelaza la Dispensación del Reino con la Dispensación de la Gracia.

1057 – “44 Yo tendré que quedarme callado por un tiempecito. Ahora recuerden (y tú que estás oyendo esta cinta): tú vas a ver un cambio en mi ministerio luego, decayendo, no levantándose; decayendo. Ya estamos en la edad, y no puede ir más allá. Tenemos que esperarnos aquí un minuto hasta que esto acontezca acá para alcanzarlo… (…)

[49] Y entonces viene el tiempo, y la presión está en un lugar donde tú estás oprimido, entonces mira lo que estoy preparando para decirte en estos momentos… Mire la Tercera Etapa entonces, será absoluta y totalmente para los perdidos, pero será para la iglesia y la Novia (como fue Cristo manifestando la Tercera Etapa)”.

Y ahora, el párrafo 1058 dice, de esta misma página 119…; página 119, párrafo 1058, dice[26]:

1058 – “[50] Tal vez sea que estoy construyendo una plataforma para que alguien más suba a ella”.

Así como Juan el Bautista construyó una plataforma; o sea, le preparó el camino al que vendría después de él.

1058 – “[50] Tal vez yo sea llevado antes de este tiempo. (…)

51 Pero yo creo que estamos tan cerca que yo no me moriré de edad avanzada. Y siendo de cincuenta y cuatro años, no me moriré de viejo hasta que Él esté aquí. Solo que sea disparado, asesinado o alguna otra cosa, de algún modo muerto, pero no por la edad avanzada hasta que Él venga. (…)

[52] Tal vez yo no lo haré, pero este Mensaje introducirá a Jesucristo al mundo”.

Si este Mensaje lo va a introducir al mundo, estará usando ese Mensaje para presentarse; y estará usando toda la Biblia para presentarse.

1058 – “[52] … pero este Mensaje introducirá a Jesucristo al mundo. ‘Así como Juan el Bautista fue enviado como precursor de la Primera Venida de Cristo, así este Mensaje será precursor de la Segunda Venida’. Y Juan dijo: ‘He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo’. Así es que será paralelo en todo. Y yo sé que será…”.

Así que el Mensaje estará señalando quién es el que vendrá después de él; y por medio del Mensaje él se identificará.

Ahora, vamos a ver otro lugar. Voy a ver aquí un lugar muy importante… voy a buscarlo a ver si es la página 128. Página 128, párrafo 1140, dice [Citas][27]:

1140 – “112 Entren en la cámara del profeta y miren esas siete gradas. ¿Dónde el guardián hizo frente al desafío de llevar al que venía a la presencia del rey? A la cima de las gradas (es una pregunta aquí). Estaba en la séptima grada. Allí muestra que tenemos que venir otra vez con ese mismo Espíritu que estaba sobre Juan”.

Vean, “en la séptima grada”: Juan el Bautista allá (y…), precursor de la Primera Venida de Cristo; y el precursor de la Segunda Venida de Cristo en la séptima grada.

1140 – “[112] Él introdujo al Mesías; él era el más grande de todos los profetas, él lo introdujo. Y tenemos que llegar a un lugar otra vez, a algo que va a introducir un Mesías.

113 ¿Y cómo el Mesías…? ¿Cómo sabrá la gente que cree, a menos que esté constantemente en la Palabra para saber lo que es Él?”.

O sea que tiene que estar todo el tiempo ahí en la Palabra; no puede estar hablando algo por su propia cuenta.

Así fue Jesús. Él, todo lo que hablaba, lo hablaba de acuerdo a la Palabra, y decía: “Escrito está”. Y decía: “De Mí escribió Moisés. Si ustedes creyeran a Moisés, ustedes creerían en Mí, porque de Mí habló Moisés”[28].

Así que para este tiempo Dios tiene que cumplir lo que fue prometido.

Vean, Juan el Bautista, cuando estuvo preso, estuvo muy preocupado, y mandó a preguntar a Jesús si Él era el que había de venir o si esperaban a otra persona.

Jesús le mandó a decir con sus apóstoles lo que estaba sucediendo; o sea, le mostró lo que Dios estaba haciendo. ¿Cómo se lo mostró? Haciendo las cosas, haciendo lo que estaba prometido que el Mesías haría en ese tiempo.

Y les dijo: “Vayan a Juan y digan lo que ustedes han visto. Digan a Juan que los ciegos ven, los cojos andan, los muertos son resucitados, y a los pobres es predicado el Evangelio”[29]. Esas eran las cosas que Jesús estaba haciendo, y eran las cosas que estaban prometidas que el Mesías haría en Su Primera Venida.

Pero Juan – por lo tanto, Juan, siendo el precursor de la Primera Venida de Cristo, tenía que saber las cosas que el Mesías tenía que hacer.

Y el precursor de la Segunda Venida de Cristo, siendo Su precursor, tiene que saber – tenía que saber las cosas que estaría haciendo el que vendría después de él; por lo tanto, él las habló, mostró las cosas que estará haciendo el que viene después de él.

Ahora, si Jesús no era el Mesías, entonces Juan el Bautista había cometido un grave error: había presentado a Jesús como el Mesías, y Jesús no era el Mesías; por lo tanto, Juan tampoco era el precursor, porque no había presentado al que vendría después de él, porque no lo había identificado con Su Mensaje.

El Mensaje de Juan – cuando dijo: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”, Juan con su Mensaje identificó al que vendría después de él: “Este es del cual yo dije que vendría después de mí”[30].

Y ahora el reverendo William Branham con su Mensaje identifica quién es el que vendrá después de él, y cómo es que la fe para el rapto será recibida, y dónde está la fe para el rapto.

Muchas personas pueden decir: “Yo creo los mensajes del hermano Branham y yo tengo la fe para ser raptado”. La fe para el rapto la dan los Truenos, y los Truenos lo que revelan es el Séptimo Sello; y el Séptimo Sello es la Segunda Venida de Cristo.

Así como en la Primera Venida de Cristo está el misterio de Dios revelado, en la Segunda Venida de Cristo está el misterio de Dios revelado, para ser velado y revelado en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo; y así completarse el misterio de Dios, y así consumarse el misterio de Dios.

En la Primera y Segunda Venida de Cristo es que se cumple todo el misterio de Dios. Y se completa el misterio de Dios en la Segunda Venida de Cristo, se consuma el misterio de Dios.

En la página 365 y 366 del libro de Las Edades, dice el reverendo William Branham, hablando del precursor de la Segunda Venida de Cristo, dice:

30. Aunque él no será popular, sí será vindicado por Dios. Así como Jesús vindicó a Juan, y el Espíritu Santo vindicó a Jesús, nosotros podemos tener la confianza que este hombre será primeramente vindicado por el Espíritu obrando en su vida con hechos de poder que serán indiscutibles y no hallados en ningún otro lugar; y Jesús mismo, al volver, le vindicará, así como lo hizo con Juan. Juan testificó que Jesús venía. Este hombre también, como Juan, testificará que Jesús viene. Y el mismo regreso de Cristo comprobará que este hombre en verdad era el precursor de Su Segunda Venida. Esta es la evidencia final que este hombre es en verdad el profeta de Malaquías 4, porque Jesús mismo aparecerá al final de la edad gentil. Entonces será demasiado tarde para aquellos que le han rechazado”.

La vindicación final será la Segunda Venida de Cristo, y así será vindicado el precursor de la Segunda Venida de Cristo.

Y así como Cristo vindicó a Juan: la Segunda Venida de Cristo, Cristo en Su Segunda Venida, vindicará que el reverendo William Branham era Su precursor.

Ahora, vean lo que será la vindicación final de que el reverendo William Branham es el precursor de la Segunda Venida de Cristo; en donde Cristo cumplirá todo Su Programa; y en donde, cuando llegue la apretura, resucitará a los muertos creyentes en Él y a nosotros nos transformará.

Y ahora, hemos visto: “EL MISTERIO DE DIOS”, el cual estaba escondido en Cristo nuestro Salvador.

Y el misterio de Dios tiene dos partes muy importantes: primera parte en Su Primera Venida y segunda parte en Su Segunda Venida.

Y ahora, el misterio de Dios en Cristo, y luego el misterio de Cristo en Su Iglesia, porque Dios en Cristo en medio de Su Iglesia.

Ese es el misterio que gira alrededor del Séptimo Sello; misterio que causó silencio en el Cielo como por media hora[31], porque nadie conocía ese misterio. Pero cuando fue abierto, ahí estaba abierto ese misterio delante de todos en el Cielo; y guardaron silencio para que no se interrumpiera el Programa de Dios, para que el diablo no supiera, no conociera, ese misterio.

Por lo tanto, ese misterio es para ser conocido por los escogidos de Dios; a los cuales, para el tiempo final está prometido que les será revelado el Séptimo Sello por medio de los Siete Truenos de Apocalipsis.

Y eso le dará la fe a los escogidos de Dios, a los miembros de la Iglesia de Jesucristo, le dará la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

El reverendo William Branham le llama a eso “la fe para el rapto”; que es la fe, la revelación, para ser transformados y raptados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Y todo eso está dentro del misterio de Dios para ser revelado en este tiempo final.

Bajo el misterio de Dios en la Primera Venida de Cristo hubo una resurrección de los muertos en Cristo, y hubo también un rapto, un arrebatamiento, de los santos del Antiguo Testamento y de Jesucristo nuestro Salvador; por lo tanto, habrá una resurrección de los muertos en Cristo, una transformación de nosotros los que vivimos, y un rapto o arrebatamiento para ir a la Cena de las Bodas del Cordero. Todo esto está dentro del misterio de Dios.

Y ahora, hemos visto El MISTERIO DE DIOS en Cristo nuestro Salvador; porque Dios obra por medio del Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto, que es Cristo en Su cuerpo angelical. Y cuando obró: usó velos de carne, que fueron los profetas del Antiguo Testamento; y luego se hizo carne en toda Su plenitud.

Para el Día Postrero, encontramos que ya ha obrado por medio de los apóstoles y de los siete ángeles mensajeros; y estará obrando en el Día Postrero por el profeta mensajero final, que tendrá que ver con la Iglesia del Señor Jesucristo y después con el pueblo hebreo, porque es un profeta dispensacional, el cual es el Ángel del Señor Jesucristo.

Por eso el reverendo William Branham, en la página 301 y 302 del libro de Los Sellos, dice:

106. Noten bien: En el tiempo cuando Dios iba a librar al mundo antes del diluvio, Él mandó un águila. Cuando decidió librar a Israel, también mandó un águila. ¿No cree usted que cuando Juan estaba en la Isla de Patmos, este Mensaje era tan perfecto que aun no podía ser confiado a un ángel? Ahora, un ángel es un mensajero, pero ¿sabía usted que aquel mensajero era un profeta? ¿Lo creen? Vamos a probarlo. Veamos Apocalipsis 22:9 para ver si no fue un águila. Él era un ángel, un mensajero, pero era un profeta, el cual reveló a Juan completamente este libro de Apocalipsis (…):

‘Yo Juan soy el que ha oído y visto estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar delante de los pies del ángel que me mostraba estas cosas.

Y él (el ángel) me dijo: Mira, no lo hagas (ningún verdadero profeta recibiría adoración, o mensajero alguno): porque yo soy siervo contigo, y con tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios’.

Apocalipsis 22:8-9

  1. Ahora, el Libro era tan importante, y es la Palabra de Dios. ¡Cuidado! Cuando la Palabra de Dios es revelada, tiene que ser traída por el profeta, porque solamente a él llega la Palabra de Dios”.

Y si se sabe que la Palabra revelada para la Iglesia, dándole a conocer el misterio del Séptimo Sello, está prometida para venir por medio de los Siete Truenos, entonces tiene que haber un profeta al cual venga esa Palabra para que la dé a conocer al pueblo.

En el libro de Las Edades sin editar, en la página 15, el reverendo William Branham, hablando del Ángel de Jesucristo, dice todo esto que ya leímos; pero dice algo aquí, dice… dice[32]:

[113] … Juan empezó a adorar al ángel, el ángel dijo: ‘Mira, no lo hagas’, Apocalipsis 22. Y él dijo: ‘Porque yo soy consiervo tuyo, y de los profetas’. Pudo haber sido Elías. Pudo haber sido uno de los profetas… Juan era un apóstol, pero este profeta fue enviado. Y Juan siendo un apóstol… Fíjense en la naturaleza de sus otras epístolas: eso prueba que no era Juan quien lo escribió, porque no tiene la naturaleza de Juan. Fíjense en Primera de Juan y Segunda de Juan, y lo demás, y léanlo. Y miren la naturaleza de eso (o sea, el estilo literario, es a lo que se refiere: la forma de escribir), después miren la naturaleza de esto. Juan era un escritor y era un apóstol, pero este es el espíritu de un profeta (o sea, un cuerpo angelical de un profeta, el cual le dio a Juan la revelación del Apocalipsis)”.

Si es un espíritu de un profeta, tiene que hacerse carne en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo; pero ha estado en la Iglesia del Señor Jesucristo todo el tiempo.

Estuvo en los días de Juan el apóstol dándole la revelación del Apocalipsis, la revelación de Cristo, y cómo Cristo estaría velado y revelado en Su Iglesia de edad en edad, y cómo obraría en medio de Su Iglesia. Todo eso está contenido en el libro del Apocalipsis, en esos símbolos apocalípticos.

Ahora, hemos visto que este Ángel de Jesucristo es un profeta. Y ese es el único que no vino en carne humana en las edades pasadas; pero tiene que venir en carne humana, así como vinieron en carne humana los siete espíritus de Dios que están delante del Trono de Dios en Apocalipsis, capítulo 4 y capítulo 5.

Capítulo 4 del Apocalipsis dice, verso 5… verso 4 al 5, dice:

“Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.

Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios”.

Dios hace a Sus ángeles espíritus, y a Sus ministros llama de fuego[33].

Aquí están como siete lámparas de fuego; y esos son nada menos que los siete ángeles mensajeros de las siete edades, en donde Cristo se manifiesta de edad en edad; el Espíritu de Cristo en esos mensajeros de las diferentes edades.

En Proverbios, capítulo 20, verso 27, nos habla algo también; dice:

“Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre”.

Y ahora, los siete espíritus, vean, aparecen como siete lámparas. Y el espíritu del hombre es el cuerpo espiritual.

Si no es un creyente, pues es un espíritu – cuerpo espiritual de la quinta dimensión; la misma clase de cuerpo donde – en la cual estaban los que fueron desobedientes en el tiempo de Noé, a los cuales Cristo les predicó cuando estuvo allá en el infierno[34]. Pero si es un creyente nacido de nuevo, pues tiene un cuerpo angelical, un espíritu de la sexta dimensión.

“Y es lámpara de Jehová el espíritu del hombre”. Por eso podrá aparecer en la forma de una llama de fuego o en la forma de un cuerpo físico; como aparecía el Ángel de Jehová: aparecía en una Llama de Fuego, en una Columna de Fuego, en el Antiguo Testamento, pero también aparecía en la forma de un hombre, de un Ángel, de la sexta dimensión.

Y ahora, los ángeles son espíritus ministradores: “Hace a Sus ángeles espíritus, y a Sus ministros llama de fuego”.

Y ahora, encontramos que en Apocalipsis, capítulo 11, los Dos Olivos son también los Dos Candeleros que están delante de la presencia de Dios.

Y ahora, siendo que el Ángel del Señor Jesucristo que le dio la revelación a Juan es un espíritu de profeta, ese espíritu de profeta tiene que manifestarse en carne humana, como se manifestaron los otros espíritus de los siete ángeles mensajeros. Por eso aparecen en la nube[35] que fue formada por los ángeles; aparecen los siete ángeles mensajeros y aparece un Ángel que era diferente a los demás; aparecen en cuerpos angelicales.

Ahora, el más importante fue el que era diferente a los demás, porque ese es el que tiene el Séptimo Sello, ese es el que tiene el misterio del Séptimo Sello, ese es el que tiene el misterio de Cristo para ser revelado en el Día Postrero.

Así como en Cristo estaba el misterio de Dios velado y revelado, el misterio de Cristo para el Día Postrero estará velado y revelado en Su Ángel Mensajero.

Ahora, ese misterio es el misterio por cuya razón hubo silencio en el Cielo, ese misterio es el que no fue conocido por nadie y que causó silencio en el Cielo.

Ahora, ese misterio no está abierto totalmente, con todos los detalles, para que no sea imitado y haya imitaciones en cuanto a lo que Cristo bajo ese misterio del Séptimo Sello estará realizando.

Tenemos que recordar que el Ángel de Jesucristo no es Jesucristo; él solamente es un instrumento de Cristo, como lo fueron los siete ángeles mensajeros de las siete edades y como lo fueron los apóstoles del Señor Jesucristo.

Aunque es un mensajero mayor, porque es un mensajero dispensacional, pero no es el Señor Jesucristo; por eso no aceptó la adoración que Juan le quiso ofrecer[36].

Pero en ese profeta mensajero estará Cristo en Espíritu Santo velado y revelado en el Día Postrero; como estuvo velado y revelado en cada ángel mensajero de cada edad, a través de los cuales llamó y juntó los escogidos de cada edad en el Cuerpo Místico de Cristo.

Y para el Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular, en el Cuerpo Místico de Cristo, Cristo en Espíritu Santo por medio de Su Ángel Mensajero estará llamando y juntando a Sus escogidos del Día Postrero con la Gran Voz de Trompeta o Trompeta Final.

Con esa Trompeta Final llamará y juntará a los escogidos de la Iglesia; y con esa Trompeta Séptima de Apocalipsis, capítulo 11, llamará y juntará los escogidos del pueblo hebreo.

Lo que es la Séptima Trompeta para el pueblo hebreo (que son Moisés y Elías), es el Séptimo Sello para la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y todo eso viene velado y revelado en carne humana. Y eso será el Espíritu Santo viniendo en carne humana en el Día Postrero, bajo el misterio de Dios en Cristo y a través de Cristo en medio de la Iglesia, manifestándose como Él lo ha prometido.

Ahora, será Cristo en Su Iglesia bajo el misterio de Dios para el Día Postrero. Porque el misterio de Dios es Cristo; por lo tanto, tiene que ser Cristo manifestado en el Día Postrero. No puede ser de otra manera.

Por lo tanto, el misterio de Dios dos mil años atrás, vino velado y revelado en Cristo, nuestro Salvador, en carne humana; y el misterio de Dios para el Día Postrero vendrá manifestado en Cristo a través de carne humana.

Ahora, cuando ya todos seamos transformados y los muertos en Cristo ya resucitados, entonces veremos a Jesucristo en Su cuerpo glorificado; y entonces veremos que hay una diferencia: que uno es el Ángel y el otro es Jesucristo.

En el sueño que tuvo nuestro hermano Branham, vio a Jesucristo cuando estaba en ese llamado para entrar a la herencia, y vio al lado de Jesucristo a un Ángel: el Ángel que estaba al lado de Cristo, que tenía el Libro donde están escritos los nombres[37].

¿Y cómo recibirá ese Ángel – o recibió ese Ángel ese Libro? Apocalipsis, capítulo 10: ahí lo recibe de mano de Cristo, el Ángel Fuerte; de mano del Espíritu Santo, de mano del Ángel de Jehová, que es Jesucristo.

Apocalipsis, capítulo 10, es la Venida del Ángel de Jehová; de Cristo, el Ángel de Jehová, en Su cuerpo angelical; para darle el Título de Propiedad a un hombre, para que se haga carne en él ese Título de Propiedad.

Y así es como vendrá la restauración de los hijos de Dios a todas las cosas que perdió Adán y Eva; porque el Título de Propiedad regresará a la raza humana cuando se haya completado el número de los escogidos de Dios en el Cuerpo Místico de Cristo.

Y así, el contenido de ese Libro y de esos Sellos…

Vean ustedes, en los diferentes Sellos tenemos misterios que ya se han cumplido. Pero lo que corresponde al Cuarto Sello, y parte del Quinto Sello, y Sexto Sello y Séptimo Sello, no pertenece a las siete edades; es para nuestro tiempo.

Por lo tanto, todo lo que Dios estará cumpliendo en nuestro tiempo está dentro del Séptimo Sello; y dentro del Séptimo Sello giran: la última parte del Quinto Sello, el Cuarto Sello y también el Sexto Sello. Porque lo que es el Séptimo Sello para la Iglesia, es la Séptima Trompeta para el pueblo hebreo.

Y dice el reverendo William Branham: “La Séptima Trompeta y el Séptimo Sello son la Venida del Señor”[38]. La Venida del Señor, la Venida del Ángel del Pacto, la Venida del Espíritu Santo viniendo a Su pueblo en el Día Postrero.

Ahora, el misterio es más grande de lo que nosotros nos imaginamos; porque es el misterio de Dios en Cristo y a través de Cristo, en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, velándose y revelándose a través de carne humana en el Día Postrero. “Y no hará nada el Señor Jehová, sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos Sus profetas”.

Bueno, ha sido para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de: “EL MISTERIO DE DIOS”.

Cuando tengamos el nuevo cuerpo, entonces entenderemos plenamente todo el misterio de Dios y las bendiciones que hay bajo ese misterio.

Bueno, nuevamente dejamos a nuestro hermano Bermúdez con nosotros, para continuar y finalizar nuestra parte; y ya nos veremos mañana, Dios mediante, en la actividad de mañana en el Coliseo o el Palacio de los Deportes, donde ya hemos estado (estuvimos la otra ocasión, la otra actividad); allí estaremos de nuevo.

Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde; y hasta mañana, Dios mediante.

Con nosotros por aquí ya nuestro hermano Miguel, para continuar y finalizar nuestra parte.

Que Dios les bendiga y les guarde a todos.

“EL MISTERIO DE DIOS”.

[Revisión diciembre 2025]

[1] San Juan 1:1-3

[2] Romanos 11:36

[3] San Juan 16:28

[4] Romanos 8:17

[5] Hebreos 11:3

[6] Efesios 2:2

[7] San Juan 12:31, 14:30

[8] Citas, pág. 128, párr. 1143: 64-0719M “La Fiesta de las Trompetas”, párr. 155

[9] Citas, pág. 129, párr. 1150: 64-0719M “La Fiesta de las Trompetas”, párr. 270

[10] 53-0403 “La crueldad del pecado, y el precio que costó para quitar el pecado de nuestras vidas”, párrs. 39-40 / 53-0729 “Preguntas y respuestas sobre Génesis”, párrs. 30-31

[11] San Juan 14:28

[12] San Juan 10:18

[13] Josué 5:13-15

[14] Amós 3:7

[15] [Compilación de extractos “La introducción de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia”: Detiene la tormenta: págs. 281-284, párrs. 86-122 ([63-1110E] “El que está en vosotros”)]

[16] [Compilación de extractos “La introducción…”: Creación de ardillas: págs. 238-245, párrs. 33-52 ([59-1123] “Habla a esta montaña”)]

[17] [Compilación de extractos “La introducción…”: Salvación hijos de Hattie Wright: págs. 250-252, párrs. 170-188 ([60-0417M] “Id, decid”)]

[18] [Compilación de extractos “La introducción…”: Sanidad hermana Meda Branham: págs. 290-295, párrs. 71-136 ([64-0120] “Sus palabras infalibles de promesa”)]

[19] [Compilación de extractos “La introducción…”: Resurrección del pececito: págs. 235-238, párrs. 130-157 ([57-0623] “Cree desde el corazón”)]

[20] San Mateo 4:19

[21] San Mateo 17:20

[22] Citas, pág. 166, párr. 1476: 65-1127E “Yo había escuchado mas ahora veo”, párr. 26

[23] Citas, pág. 114, párr. 1002: 63-1110M “Almas encarceladas hoy”, párrs. 205-206

[24] Citas, pág. 119, párr. 1057: 63-1229E “Apartando la mirada hacia Jesús”, párrs. 38-44, 49

[25] Citas, pág. 136, párr. 1208: 64-0823M “Preguntas y Respuestas #1”, pregunta 253, párrs. 197-198

[26] Citas, pág. 119, párr. 1058: 63-1229E “Apartando la mirada hacia Jesús”, párrs. 50-52

[27] Citas, pág. 128, párr. 1140: 64-0719M “La Fiesta de las Trompetas”, párrs. 112-113

[28] San Juan 5:46

[29] San Mateo 11:2-6 , San Lucas 7:18-23

[30] San Juan 1:27-30

[31] Apocalipsis 8:1

[32] La Revelación de Jesucristo, pág. 15 (Branham.org: 60-1204M “La Revelación de Jesucrtisto”, párrs. 109-110)

[33] Salmos 104:4, Hebreos 1:7

[34] 1 Pedro 3:18-20

[35] [La aparición de esa nube fue fotografiada y publicada en dos revistas:

Revista CIENCIA (SCIENCE): Publicación del 19 de abril de 1963, volumen 140, número 3564. Autor: James E. McDonald / https://www.science.org/toc/science/140/3564.

Revista LIFE: Publicación del 17 de mayo de 1963. Título del artículo: “… And a High Cloud – Ring of Mystery”. / https://bit.ly/3ureXyD]

[36] Apocalipsis 19:10, 22:8-9

[37] Los Sellos, pág. 380, párr. 269

[38] Citas, pág. 130, párr. 1164: 64-0726E “Cisternas rotas”, párr. 158

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