El Misterio de los Ángeles con Gran Voz de Trompeta

Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta noche, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

En esta noche leemos en San Mateo, capítulo 24, versos 30 al 31, donde dice:

“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”.

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Nuestro tema para esta noche es: “EL MISTERIO DE LOS ÁNGELES CON GRAN VOZ DE TROMPETA”.

Este es un misterio bíblico del cual habló Jesucristo en este capítulo 24 de San Mateo; un capítulo profético de las cosas que sucederían en diferentes tiempos, cosas que están contenidas en este capítulo, hasta llegar en este capítulo al pueblo hebreo, al cual Cristo comparó con la higuera.

Y encontramos que también en este capítulo en que nos habla de la Venida del Señor con Sus Ángeles, y nos habla del pueblo hebreo y el recogimiento de los escogidos de Dios, también en este capítulo nos habla que será en un tiempo como en los días de Noé. Y en San Lucas dice que será como en los días de Noé y como en los días de Lot; y aquellos días fueron los días finales.

Por ejemplo, en los días de Noé fueron los días finales del mundo antediluviano, en donde hubo un profeta dispensacional en la Tierra, con la revelación divina de las cosas que iban a suceder. En aquellos días encontramos que Dios le había hablado al profeta Noé y le había dicho que había llegado el fin para toda carne.

Ahora, vean ustedes, había llegado el fin. Ante Dios aquella generación había sido juzgada y condenada; y lo que le faltaba era el juicio divino, que cayera sobre la humanidad y los destruyera. La humanidad había llegado a su final.

Pero transcurrieron, después que Dios le habló a Noé, unos 100 años más; porque Noé tenía 500 años cuando Dios le habló, y cuando vino el diluvio tenía 600 años. Pero Dios cuando dijo que no contendería más Su Espíritu con el hombre, fue 20 años antes de hablarle a Noé; y ahí tenemos los 120 años desde que Dios juzgó y condenó al mundo antediluviano; y luego hubo, desde ese momento hasta la destrucción, 120 años. Dios tuvo paciencia con la humanidad… (vean, ahora…) en sí principalmente con Noé y su familia.

Vean, aquí en Primera de Pedro, capítulo 3, verso 18 en adelante, dice:

“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios (o sea, para reconciliarnos con Dios), siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu (o sea que Cristo murió en la carne, pero en Su Espíritu Él no murió);

en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados…”.

O sea que fue Cristo en Su cuerpo espiritual, Su cuerpo angelical, fue al infierno y predicó allí a los espíritus encarcelados. Ese es el lugar donde todos tenían que ir. Pero Cristo tomó nuestros pecados, se hizo mortal, y entonces pudo ir al infierno para pelear contra el diablo y quitarle las llaves del infierno y de la muerte, y dejar allí nuestros pecados.

Y cuando resucitó, resucitó justificado, como si nunca hubiese tenido pecados. Porque Cristo fue tipificado en el macho cabrío de la expiación, que moría por los pecados del pueblo; y también en el macho cabrío sobre el cual el sumo sacerdote colocaba sus manos sobre la cabeza del macho cabrío, y confesaba los pecados del pueblo, y lo soltaban e iba lejos ese macho cabrío, por el desierto, por un lugar solitario, desierto, con los pecados del pueblo para llevarlos lejos. Y eso fue lo que Cristo hizo en Su cuerpo angelical: llevó lejos nuestros pecados, los llevó al infierno, y allí los regresó al diablo, que es el originador del pecado.

Ahora, Cristo fue en cuerpo angelical, en el cual fue y predicó a los espíritus encarcelados; porque el infierno es la quinta dimensión, de la cual no pueden salir las personas; es una cárcel, una dimensión que viene a ser una cárcel, de la cual no pueden salir hasta que llegue el tiempo para el Juicio Final; como cuando meten preso a una persona, en lo que le llevan a cabo el juicio para ser condenado.

Ahora, encontramos que luego del Milenio serán sacados del infierno, de esa dimensión, serán resucitados en el cuerpo físico que tuvieron, y serán llevados ante el Trono Blanco de Cristo, ante el Tribunal de Cristo, para ser juzgados y condenados.

Ahora, continuemos leyendo, dice:

“… los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua”.

Ahora vean, cuando le toca a Dios enviar el juicio divino, no importa que vaya a caer el juicio divino sobre millones de seres humanos, y que solamente ocho personas se salven. ¿Ven? Fueron ocho personas las que se salvaron; porque Noé siendo el patriarca, el líder, era rey y era sumo sacerdote de su familia; así era en esos tiempos, como en el tiempo de Abraham también. Y Noé ofrecía a Dios el sacrificio por el pecado de él y de su familia. Por eso cuando Dios miró, vio a Noé justo delante de Dios, porque sus pecados estaban perdonados y estaban cubiertos con la sangre de los sacrificios que él ofrecía a Dios por el pecado.

Ahora vean, solamente los perdonados y limpiados con la Sangre de Cristo y nacidos de nuevo, serán los que escaparán del juicio divino de la gran tribulación, y escaparán también de la segunda muerte, que es el lago de fuego; no tendrán que ir al Juicio Final para ser juzgados, porque Cristo los ha perdonado y los ha limpiado con Su Sangre preciosa de todo pecado. Estarán, sí, en el Juicio Final, pero como los miembros de la Corte celestial de Cristo.

Así como en una corte usted llega y ve al juez, pero también ve otras personas que trabajan ahí en esa corte (ve el que está a cargo de mostrar todo el récord de las personas que van a ser juzgadas); así también será en el Cielo: dice que los libros fueron abiertos y fueron juzgados todos los que allí estaban, de acuerdo a lo que estaba escrito en los libros.

Toda persona que viene a vivir a este planeta Tierra tiene un récord en el Cielo, los Ángeles de Dios se encargan de llevar el récord de todas las personas; y aun los pensamientos del corazón de las personas son escritos en el Cielo. Cuando se saben estas cosas, entonces hasta para pensar hay que saber pensar.

Por lo tanto, hay que entender estas cosas, conscientes de que Dios juzga el corazón y conforme al corazón de las personas; por lo tanto, Dios juzga conforme al pensamiento del alma de las personas.

Ahora, estas personas que se encuentran ahí, en este lugar encarcelados, son los que fueron desobedientes en el tiempo de Noé, fueron incrédulos al Mensaje, la Palabra de Dios que fue traída por el profeta Noé.

Siendo Noé un profeta dispensacional tenía el ASÍ DICE EL SEÑOR para aquel tiempo; en él estaba hecha carne la Palabra, y a través de él venía la Palabra al pueblo. “Porque no hará nada el Señor Jehová sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos Sus profetas” (Amós, capítulo 3, verso 7). Por lo tanto, antes de Dios hacer algo en la Tierra, lo revela a Sus profetas; y Sus profetas, cada cual en su edad o dispensación, lo dan a conocer, lo hablan al pueblo.

Vean, en el tiempo también de Moisés, Dios no hizo nada en Egipto sin darlo a conocer a Moisés; y Moisés lo habló, y entonces Dios lo hizo. Así sucedió en Egipto y así sucedió en medio del pueblo hebreo; porque Dios coloca en el corazón, en el alma, la mente y la boca del profeta que Él tiene para ese tiempo, coloca (¿qué?) Su Palabra. Es por medio de los profetas de Dios que viene la Palabra de Dios.

Vean, aquí está claro también en Zacarías, capítulo 7, verso 11 al 12; esta es la forma en que Dios hablaba al pueblo hebreo, y ellos no quisieron escuchar. Dice:

“Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír;

y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos”.

¿Cómo Dios hablaba al pueblo? Por medio de Su Espíritu a través de los profetas.

Y ahora, encontramos que eso es Dios hablando por medio de Su Ángel, el Ángel de Jehová del Antiguo Testamento, el cual es Cristo en Su cuerpo angelical; y se manifestó a través de los profetas.

Y luego se creó un cuerpo de carne en el vientre de María, cuando creó una célula de vida, de sangre, en el vientre de María; la cual se multiplicó célula sobre célula, y así se formó el cuerpo de Jesús; y ahí habitó Dios en toda Su plenitud, en ese cuerpo llamado Jesús.

El mismo Ángel del Pacto, Ángel de Jehová, en quien estaba Dios en el Antiguo Testamento, ahora viene Dios con Su cuerpo angelical y mora en un cuerpo de carne llamado Jesús.

Por eso cuando Jesús hablaba del Padre, decía: “… el Padre que mora en mí, él hace las obras”1.

Y cuando Juan bautizó a Jesús, vio el Espíritu Santo que vino sobre Jesús. Por lo tanto en Él moró Dios en toda Su plenitud: Padre, Hijo y Espíritu Santo, todo estaba en la persona de Jesucristo nuestro Salvador. Y hay algo grande ahí.

¿Y dónde estábamos nosotros cuando eso? En Él. Así como nuestro cuerpo físico estaba en nuestro padre terrenal, ahora nosotros como personas celestiales estábamos en Jesucristo nuestro Salvador. Como en un grano de trigo: está ahí una planta de trigo con todos los granos de trigo que va a tener, todo está ahí potencialmente.

Por lo tanto, todos nosotros estábamos en Dios. Y cuando Dios y de Dios salió Su cuerpo angelical, ahí pasamos nosotros con Dios a Su cuerpo angelical; y cuando Dios con Su cuerpo angelical pasó al cuerpo de carne, ahí estábamos nosotros también con Él; y cuando Cristo estuvo aquí en la Tierra, estábamos nosotros caminando con Él; cuando Cristo predicó, estábamos con Él ahí también; cuando Cristo sanaba los enfermos, ahí estábamos con Él también.

Como cuando Adán estando en Su cuerpo angelical caminaba para un lado y para otro, ahí estaba Eva con él, porque Adán fue creado por Dios varón y hembra; y cuando Dios le dio un cuerpo de carne, ahí estaba Eva también; y por consiguiente todos los descendientes de Adán y Eva, estaban ahí en Adán, caminando de un sitio a otro.

Y luego cuando Dios separó el espíritu femenino y le formó un cuerpo de carne y lo colocó dentro de ese cuerpo de carne, vean, ¿de dónde salió Eva? De Adán; para, en el programa de la reproducción, reproducirse Adán en muchos hijos e hijas de Dios a través de Eva, para traer hijos e hijas de Dios, para traer todos los escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero. Pero cuando pecaron, entonces perdieron el derecho a traer esos hijos e hijas de Dios en cuerpos eternos.

El ser humano, conforme a como Dios dijo: “El día que comas del árbol de ciencia del bien y del mal”…; cuando le habló del árbol de ciencia del bien y del mal, le dijo: “No comerás de él. El día que de él comas, morirás”2. Y se lo dijo cuando en Adán todavía estaba Eva.

Ahora, encontramos que el ser humano, Adán y Eva, comieron del árbol de ciencia del bien y del mal, y aparentemente no murieron, porque Adán vivió ¿cuántos años? Unos 930 años… En Génesis, capítulo 5, ahí da testimonio de los años que Adán vivió: 930 años. Dice:

“Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió”.

Ahora, cuando pecaron: murieron a la vida eterna, perdieron la vida eterna, entró la muerte a la raza humana por medio de Adán.

Por eso dice la Escritura: “Por cuanto todos pecaron, todos están destituidos de la gloria de Dios”. Eso está en Romanos, capítulo 3, verso 23.

Y el capítulo 6, verso 23 de Romanos, dice: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.

Y ahora, así como en Adán todos mueren, en Cristo todos son vivificados, todos son traídos a vida eterna, restaurados a la vida eterna, son vivificados a vida eterna, a una nueva vida, la cual habían perdido en el Huerto del Edén.

Ahora, encontramos que entró la muerte a la raza humana, murieron a la vida eterna; y luego vinieron a ser, por consiguiente, mortales físicamente. Y después de 930 años la vida temporal se le acabó a Adán, porque había muerto a la vida eterna, y solamente le quedó una vida temporal.

Ahora, la raza humana, por cuanto es una raza que ha venido por medio del primer Adán, por medio de Adán y Eva, lo cual es una raza caída, una raza que cayó de la vida eterna; eso significa que la raza humana no tiene vida eterna, y por consiguiente es mortal y es temporal.

Estos juicios divinos que cayeron, por ejemplo en el tiempo de Noé, el diluvio, y el que cayó en Sodoma y Gomorra, son tipo y figura del juicio divino que caerá sobre la raza humana durante la gran tribulación.

Ahora, encontramos que Dios le dijo a Noé que le quedaban 120 años a la raza humana, cuando le dijo: “Serán sus días 120 años”. Capítulo 6, verso 3 del Génesis, dice:

“Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años”.

Y a los 120 años vino el diluvio. Pero hubo un lapso ahí de tiempo, de 120 años. Fue la paciencia de Dios ahí manifestada, esperando que Noé terminara el arca. Porque la paciencia de Dios, vean para qué es: en Segunda de Pedro, capítulo 3, verso 15, dice:

“Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación”.

Y la paciencia de Dios en los días de Noé fue para la salvación de Noé y su familia, en el arca que estaban construyendo.

Y ahora, desde el tiempo en que pecó el ser humano en el Huerto del Edén, Dios le ha dado estos seis mil años que han transcurrido; y ya llevamos un poco más de seis mil años.

Ahora, 120 años allá; y luego de los 120 años, el año 121 vino a ser el año del juicio divino.

Ahora, encontramos esto también en el profeta Moisés: Moisés pecó ante Dios cuando la segunda roca, a la cual y de la cual Dios le dijo: “Háblale a la roca, y dará agua para el pueblo”… A la primera roca Dios le había dicho: “Hiere la roca con tu vara dos veces, y dará agua para el pueblo”. Eso representa la Primera Venida de Cristo siendo crucificado para dar el agua del bautismo del Espíritu Santo para el pueblo.

¿Recuerdan a Cristo en el capítulo 7, verso 37 al 39 de San Juan?, cuando dijo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán por su vientre. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creerían en él; pues aún Jesús no había sido glorificado”.

O sea que tenía que Cristo morir y ser glorificado para poder luego enviar el Agua del Espíritu Santo, para que toda persona tomara del Agua que salta para vida eterna, que es el Espíritu Santo, y recibiera vida eterna; y así fuera colocado en una nueva raza con vida eterna.

Ahora, encontramos que por causa de que aquella primera roca (que estaba en el territorio del Sinaí, por ahí por esos territorios) representaba la Primera Venida de Cristo, entonces Dios le dijo a Moisés: “Hiere la roca con tu vara dos veces y dará agua para el pueblo”. Sin el agua que daría esa roca, sin esa agua el pueblo moriría de sed; o sea que vendría la muerte al pueblo.

Y sin el Agua del bautismo del Espíritu Santo el ser humano muere; porque la vida está en el Espíritu Santo, Él es la Vida para el pueblo. Por eso es que se requiere que todo ser humano nazca de nuevo, nazca del Agua y del Espíritu: para poder tener vida eterna.

Ahora, aquello natural allá, tipifica lo espiritual.

Ahora, encontramos que más adelante, en otro territorio, hubo una roca, el pueblo hebreo tuvo sed; y esa roca representa la Segunda Venida de Cristo. Y Dios le dijo a Moisés: “Háblale a la roca, y ella dará agua para el pueblo”.

Porque la Segunda Venida de Cristo no es para ser crucificado por segunda vez; es para que se le hable, y Él dará el Agua de la transformación de nuestro cuerpo. Eso es el Agua para la Segunda Venida de Cristo: la transformación, la adopción nuestra, que es la redención del cuerpo.

Moisés estaba lleno de ira a causa del pueblo, y cometió el error de herir la roca dos veces, cuando Dios le dijo: “Háblale a la roca”. No podía hacer como hizo en la primera ocasión, tenía que hacer como Dios le dijo que hiciera. Y cuando hirió la roca, la roca dio agua, pero no fue conforme a la forma en que Dios le dijo a Moisés que lo hiciera.

Por lo tanto, Moisés rompió el tipo y figura correspondiente a la Segunda Venida de Cristo, y por consiguiente una crucifixión espiritual tiene que llevarse a cabo en la Segunda Venida de Cristo. Y todos los que sean culpables de esa crucifixión espiritual no entrarán a la tierra prometida, como Moisés no entró a la tierra prometida.

En Apocalipsis, capítulo 17 y capítulo 19, nos habla de que la bestia con los diez reyes, y los ejércitos de esos diez reyes y esas diez naciones, se levantarán en contra del Cordero, en contra de Cristo, en contra del Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, se levantarán en contra de la Segunda Venida de Cristo; y no van a entrar a la tierra prometida del glorioso Reino Milenial, van a ser destruidos, pierden el derecho a entrar a la tierra prometida del Reino Milenial.

Por lo tanto, el reino de los gentiles en la etapa de los pies de hierro y de barro cocido será destruido por la Piedra no cortada de manos, que es el mismo Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, quien hiere con Su Espada que sale de Su boca, hiere a la bestia y a los ejércitos de los diez reyes, y no entrarán a la tierra prometida del glorioso Reino Milenial.

Ahora, ¿cuándo fue que Moisés murió? Tenía 120 años también. Por lo tanto, para el año 121 murió, porque ya había cumplido 120 años. El año 121 fue el año clave de la muerte de Moisés, como también fue el año clave del diluvio.

¿Y qué significa todo esto? 120 años allá en el tiempo de Noé, y después el diluvio; 120 años para Moisés, y después la muerte de Moisés: no pudo entrar a la tierra prometida, al otro lado del Jordán, donde estaban todas las promesas de Dios.

Y vean ustedes, después de 120 jubileos, 120 años de jubileos, la humanidad para el año 121 de jubileo no podrá entrar a la tierra prometida del Reino Milenial, sino que durante ese año 121 de jubileo vendrá el juicio divino.

¿Cómo entendemos eso? 120 años de jubileo… Cada 50 años era el año del jubileo en medio del pueblo hebreo, conforme a Levítico, capítulo 25, verso 8 al 13.

Ahora, lo mismo que es aplicado para el pueblo hebreo en esas fiestas, luego es lo mismo que es aplicado para la Iglesia.

Vean, el año 50 del jubileo viene después del año 49. Las siete edades de la Iglesia corresponden a esos 49 años, en donde hubo 7 años festivos; cada 7 años, el año séptimo era año sabático, año de reposo para la Tierra. Pero después, cuando llegaba el año 50, era el año del jubileo, era el reposo también para toda la Tierra; era el año donde quedaban libres totalmente todos los esclavos que habían o que reconocían el sonido de la trompeta, y cada uno volvía a su familia y a su herencia.

Porque ese año del jubileo tipifica el ciclo divino después del sexto milenio; eso corresponde al séptimo milenio y corresponde después de la séptima edad, a la Edad de la Piedra Angular. El Año del Jubileo, el año 50, corresponde a la Edad de la Piedra Angular.

Vean, después también encontramos que para la humanidad, en la Edad de la Piedra Angular (que es una edad eterna) es que vendrá el juicio divino para la humanidad; porque el juicio divino, las plagas, vienen bajo el Séptimo Sello.

Ahora, multiplicando, siendo que cada 50 años, el año 50 era el año del jubileo, ahora para la raza humana encontramos que la raza humana ha estado pasando por 6000 años, y ahora ha entrado al año 7000.

Ahora, si usted multiplica 120 por 50, le da 6000. La raza humana ya ha cumplido 120 años de jubileos, o sea, ha cumplido esas 120 etapas; y ahora ha entrado en el ciclo en donde la raza humana recibirá el juicio divino, ha entrado en esos 50 años que corresponden al año 121 donde Moisés murió, porque ya había cumplido 120 años; ya había vivido 120 años, por lo tanto, murió ya dentro del año 121, porque ya había vivido 120.

Y la humanidad en el tiempo de Noé, luego que Dios dictó el juicio, vivió 120 años, y vino el diluvio.

Ahora, la humanidad ha tenido 6000 años, y en 6000 años hay 120 jubileos. Si divide 6000 entre 50, le da 120.

Por lo tanto, la raza humana al llegar y cumplir el año 6000, de ahí en adelante le queda poco tiempo a la humanidad.

Por eso es que bajo el ministerio de los Dos Olivos es que se predica el Día de venganza del Dios nuestro y se anuncian los juicios que han de venir sobre la raza humana.

Por eso es que el ministerio de Moisés y Elías, de los Dos Olivos, anuncian todas esas cosas que han de venir sobre la raza humana, y eso es un Mensaje profético para la humanidad. No es algo inventado o algo así de pura imaginación, sino que es algo que corre en línea con toda la Escritura, desde el Génesis hasta el Apocalipsis.

Vean aquí, en la página 22 y 23 del libro de Citas, el reverendo William Branham dice en el párrafo 176:

176 – “Y allí están esos dos testigos. Y cuando ellos atormenten al mundo, con sus predicciones…”.

¿Ven? Con sus predicciones, ¿predicciones de qué? De las cosas que han de suceder, de los juicios divinos que han de venir sobre la raza humana; así como Moisés anunciaba las plagas que iban a venir sobre Egipto. Y Egipto tipifica al mundo gentil, tipifica al reino de las tinieblas, que está bajo el mundo gentil y bajo esa etapa de los pies de hierro y de barro cocido. Dice:

“… y reúnan otra vez a los judíos…”.

Ahora, en el Mensaje que estarán predicando los Dos Ungidos para el pueblo hebreo, estará el anuncio de los juicios divinos que han de venir sobre la raza humana; y el anuncio del Reino de Dios, donde les darán a conocer que el Reino de Dios está cerca de ser establecido en el planeta Tierra.

Recuerden que los judíos preguntaban a Jesús: “¿Restaurarás tú el Reino de Israel en este tiempo?”3. Pues de eso les van a estar hablando Moisés y Elías.

“… trayéndolos a arrepentimiento, trayéndolos otra vez a que crean… Cuando vean a Jesucristo viniendo por la Novia, ellos dirán: ‘Mirad, este es el Dios a quien esperábamos. ¡Éste es Él!’. Pero Él no viene por ellos, viene por Su Novia”.

Y ahora, ellos lo van a ver, ¿dónde? En medio de la Iglesia-Novia del Señor Jesucristo, en esa Tercera Etapa en la cual el reverendo William Branham vio una Gran Carpa o Catedral, en donde Dios por medio de Su Espíritu Santo estaba haciendo grandes maravillas; y todo era en una forma privada, para que no surgieran imitaciones.

Eso fue lo que le dijo el Ángel al reverendo William Branham; porque el hermano Branham siempre había visto las actividades de milagros y maravillas, sanidades y todas estas cosas, siempre eran hechas públicamente desde una plataforma; así todos los predicadores lo hacían, y así lo hacía nuestro hermano Branham.

Y ahora, hubo un cambio, en donde todo era en forma privada, pues el Ángel le había dicho al hermano Branham que por causa de él hacer públicamente todas esas maravillas, cuando el Ángel le dijo que guardara silencio y él lo anunció públicamente todo, surgieron muchas imitaciones; y toda la gente que tenían que tener su vista puesta en un solo hombre, en el mensajero de ese tiempo…; porque así es el Programa de Dios: que todo el pueblo ponga la mirada en el mensajero de su edad, porque en ese mensajero está el Espíritu de Cristo obrando, y llamando y juntando Sus escogidos de ese tiempo.

Y por cuanto él no tomó cuidado en eso, se levantaron muchos imitadores; y entonces la gente puso su mirada más en los imitadores que en el verdadero Enviado de Dios. Eso le causó problemas en su ministerio, lo cual él reconoce, y el Ángel se lo dijo.

Pero vendría una etapa, la cual le fue mostrada al reverendo William Branham y en la cual no sería el reverendo William Branham el que estaría como instrumento del Espíritu de Dios para esa Tercera Etapa. Pero Dios dio una muestra de lo que será esa Tercera Etapa, lo reflejó a través del reverendo William Branham, y él dijo que “lo que ustedes han visto en forma parcial, temporal, será manifestado plenamente cuando venga la apretura (porque vendrá una apretura)”.

Y él mostró cinco grandes milagros que fueron hechos sin poner las manos encima y sin hacer nada más que hablar la Palabra; mostrando que será por la Palabra creadora siendo hablada. Y esa Palabra creadora siendo hablada allá, salió de la boca del profeta mensajero correspondiente a ese tiempo.

Ahora, para Dios obrar siempre ha usado un instrumento de carne, un velo de carne, un hombre.

Y ahora, encontramos que el reverendo William Branham vio lo que ha de suceder, y le fue dicho: “No le dirás nada a nadie, de lo que tú viste allá en el cuartito”. El Ángel le dijo: “¿Recuerdas aquel nombre que buscabas cuando tuviste el sueño o la visión?”. Hay un nombre envuelto ahí.

Por lo tanto, ese tiene que ser el Nombre con el cual Dios llevará a cabo toda la labor de este tiempo; pero será cuando venga la apretura.

Por lo tanto, el tiempo anterior a la apretura será el tiempo para llamar y juntar todos los escogidos de Dios, porque cuando venga el tiempo de la apretura entonces el poder de Dios va a ser manifestado en toda Su plenitud.

Y el reverendo William Branham dice que para ese tiempo ya Cristo habrá salido del Trono de Intercesión y que ya no habrá tiempo para arrepentimiento, o sea, para arrepentimiento y venir a pertenecer a la Iglesia-Novia del Señor Jesucristo; ya Cristo habrá terminado de llamar y juntar Sus escogidos del Día Postrero, que formarían parte de la Iglesia de Jesucristo, los últimos escogidos para completar Su Iglesia; ya todo estará completado.

Y los grandes milagros y maravillas que sucederán será en esa Carpa o Catedral; y será ministrado desde un lugar pequeño, del cual el reverendo William Branham dijo que sería un cuartito de madera, como de 12 x 20 o 20 x 12. O sea, que eso es, vamos a decir: 5 paneles a lo largo con 3 a lo ancho; eso es 20 x 12, para los que saben de construcción, para que tengan ya una idea clara.

Ahora, vean aquí lo que está prometido para suceder. Todo esto corresponde a este tiempo final y todo esto estará bajo el Séptimo Sello; porque el Séptimo Sello y la Séptima Trompeta son una cosa: la Venida del Señor.

Ahora, vamos a ver algo aquí muy importante, para que tengamos el cuadro claro de lo que estamos hablando. También, miren aquí, dice… pero… hablando, cuando le habló a Abraham en el capítulo 15 del Génesis, verso 2 en adelante, cuando le dijo que su descendencia, su simiente, sería esclava en tierra ajena, habitaría en tierra ajena y sería esclava allí por 400 años, pero a los 400 años Él los libertaría; dice: “Y en la cuarta generación volverán acá…”. En la cuarta generación volverían a la tierra prometida.

Y ahora, para la Iglesia, la Iglesia ha tenido la generación luterana, la generación wesleyana y la generación pentecostal; y luego la cuarta generación (esto es en la etapa de restauración), tiene la cuarta generación que es la generación de la Edad de la Piedra Angular.

Es en la Edad de la Piedra Angular donde los hijos e hijas de Dios regresan a la tierra prometida, regresaremos al cuerpo nuevo y eterno; y luego de la Cena de las Bodas del Cordero regresaremos a la Tierra para el glorioso Reino Milenial de Cristo. Eso es la tierra prometida también como Reino y como territorio aquí en la Tierra.

Ahora, veamos algo acerca de lo que estará sucediendo en la Tierra cuando… y esto corresponde a la Tercera Etapa…

Recuerde que en el Libro de la Vida del Cordero, que es el Libro de los Siete Sellos, ahí es donde están nuestros nombres, los cuales fueron escritos por Dios desde antes de la fundación del mundo.

Y ahora, usted no está aquí por mera casualidad, usted está aquí porque su nombre está escrito en el Libro de la Vida del Cordero, que es el Libro de los Siete Sellos. Y los escogidos no pueden ser transformados físicamente ni los muertos en Cristo pueden ser resucitados, hasta que entre al Cuerpo Místico de Cristo hasta el último escrito en el Libro de la Vida del Cordero, hasta que entre hasta el último escogido de Dios.

No importa que algunos lleguen más tarde, pero tienen que llegar. O sea que no nos podemos ir de aquí hasta que entre hasta el último escogido de Dios. Cristo dijo que ninguna de esas ovejas que el Padre le dio, ninguna puede perderse. “Nadie las arrebatará de mi mano”.

Ahora, también Cristo dijo: “No es la voluntad del Padre que se pierda una de estas ovejas, una de estas pequeñitas, de estas ovejas”. Eso está por ahí en San Mateo, capítulo 18, verso 11 y 14: “Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido”. Y el verso 14 dice, del capítulo 18, verso 14 dice: “Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños”.

Y si no es la voluntad de Dios, y Cristo dijo: “Ninguno, nadie los puede arrebatar de mi mano. Mi Padre que me los dio es mayor que todos y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre”. O sea, no se pueden perder. Las personas escritas en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, no se pueden perder; y no nos podemos ir de la Tierra hasta que haya entrado hasta el último escogido de Dios.

Vean aquí, en este libro o mensaje, “Almas encarceladas”, dice Dios por medio del reverendo William Branham4:

“Luego cuando sea redimido el último nombre escrito en el Libro, entonces es cuando el Cordero viene y toma el Libro: ¡Yo soy el que lo he hecho! (O sea, Cristo dirá)”.

Más abajo dice:

“El grito subió (eso es cuando Cristo toma el Título en el capítulo 5, el Libro). ¿Por qué? Es que sus nombres estaban en aquel Libro para ser revelados, y el Cordero había revelado el Libro.

El Cordero los había redimido, pero no podía aparecer hasta que todo nombre fuese revelado, y eso sucedió bajo el Sexto Sello, antes de que se abriera el Séptimo. Entonces es cuando el Cordero viene con aquellos que había redimido. Él vino para reclamar lo que había redimido. Él ya tiene todo aquí en el Libro, lo cual tomó de Su mano; pero ahora viene para recibir lo que había redimido; esa es Su Obra que había hecho y ahora viene para recibirla. ¡Qué tiempo! El Séptimo Sello lo probó. Él regresó y tomó el Libro de la redención”.

Ahora vean el por qué todavía estamos aquí en la Tierra. En la página 23 también dice5:

“Él pues vino para la redención de todos aquellos que habían sido escritos en el Libro de la Vida. Todos los que habían de ser redimidos, tenían sus nombres escritos en el Libro, predestinados desde antes de la fundación del mundo, y Él vino a redimirlos. Todos los que Él había redimido, tenían sus nombres escritos allí”.

Pues esos son los únicos redimibles; estaban en la eternidad y son redimidos y colocados en la eternidad.

Ahora, vamos a ver algo aquí, vamos a ver algo aquí en el libro de Citas; esto nos envía a la página 52 y 53 de este mismo mensaje, dice: “Señor Jesús…”. Página 526:

“Señor Jesús, yo he hecho lo mejor posible. He hecho todo lo que sabía hacer. Concede, Señor, que las puertas de la misericordia todavía estén abiertas para estos centenares de almas que te están buscando en esta hora”.

Ahora, ¿por qué están viniendo tantas personas a Cristo en este tiempo? Porque todavía la Puerta de la Misericordia está abierta.

Ahora, vamos a ver otro lugar aquí… Vamos a ver aquí… Voy a leer aquí donde dice: página 114, párrafo 1002:

1002 – “Y tiene que haber un ministerio que les predique. Pero recuerden, para ese tiempo ya todo habrá cesado. ¡Es una cosa horrenda! Habrá un ministerio que mostrará grandes maravillas, Joel así lo dijo. Pero no habrá tiempo para la redención. Todo entonces es terminado, porque el Cordero ya habrá tomado su Libro y la redención habrá cesado. Jesús predicó y fue rechazado; luego prosiguió hacia aquellos que estaban encarcelados y no podían arrepentirse; ya no había tiempo para la salvación. ¡Ese mismo ministerio tendrá que repetirse! ¿Que tal si eso pudiese ser la Tercera Etapa, a los que están perdidos eternamente?”.

Ahora, la Tercera Etapa es para la Novia, para las vírgenes insensatas o fatuas y para el mundo, para los perdidos… vean aquí… y habrá un ministerio que le va a predicar al mundo también, y habrá grandes milagros y maravillas bajo ese ministerio.

¿Y cuál es el ministerio prometido que hará grandes maravillas y milagros? El ministerio de los Dos Olivos, el ministerio de Moisés y Elías; porque después del ministerio del cuarto Elías viene el ministerio del quinto Elías, del segundo Moisés, y el ministerio de Jesús repitiéndose.

Ahora, en la página 119 dice párrafo 1057, dice:

1057 – “… es la Tercera Etapa que ha sido vindicada y yo estoy seguro que ustedes saben lo que es; nunca habrá una personificación de esto, no puede haberla; ahora está en existencia y yo he sido amonestado de esto… Que esto aquí ya ha acontecido, para que pueda identificar su presencia entre nosotros, pero esto no será usado en grande manera, hasta que el concilio empiece con su apretura. Y cuando lo haga, los pentecostales y etc. casi personificarán cualquier cosa que se pueda hacer, pero cuando venga ese tiempo (la apretura), entonces ustedes verán lo que han visto temporalmente, manifestado en su poder absoluto. Ahora yo continuaré evangelizando, así como fui comisionado al principio, así seguiré”.

Y ahora, antes que llegue la apretura y llegue esa manifestación plena, ¿qué estará haciendo Elías? ¿a qué fue comisionado? A estar evangelizando. Por lo tanto, el espíritu ministerial de Elías que estuvo en el reverendo William Branham pasa al quinto Elías.

¿Y qué estará haciendo el quinto Elías antes que venga la apretura? Pues evangelizando. ¿Para qué? Para llamar y juntar los escogidos de Dios de la Iglesia de Jesucristo del Día Postrero, y luego llamar y juntar los 144.000 hebreos. Ahí pueden ver qué estará haciendo Elías y cómo será identificado Elías.

Luego más abajo, dice, hablando de la Tercera Etapa, dice:

“Ella por sí mismo…”. Dice:

1057 – “Pero traté de explicar los otros e hice un error en mi opinión (Cuando trató de explicar la primera etapa y la segunda etapa, dice: ‘Traté de explicar, y en mi opinión, hice, cometí, un error’; el Ángel lo regañó también, porque surgieron muchos imitadores. Dice:). (Yo no digo que el Señor me dijo esto). Esto será lo que empezará la fe para el Rapto para irse”.

Ahora, miren dónde coloca el reverendo William Branham esa última parte para irnos: bajo esa Tercera Etapa, en la manifestación de la Palabra hablada creadora siendo hablada y produciendo todo lo que ha sido prometido.

Ahora, ¿cómo estará evangelizando Elías en el Día Postrero? Por la Palabra creadora, hablando esa Palabra creadora, y las cosas sucederán. Vendrá la gente para recibir a Cristo, porque Él tiene que guardar la parte de los milagros y maravillas para cuando empiece la apretura. Por lo tanto, si se ven algunos milagros serán pocos, hasta que llegue la apretura; cuando llegue la apretura, ahí es que Dios va a hacer grandes maravillas y milagros.

Por lo tanto, Elías tendrá que estar evangelizando, y con esa Palabra creadora predicando el Evangelio; y eso será Tercera Etapa pero en la etapa de llamar y juntar los últimos escogidos de Dios; y estará revelando el misterio del Séptimo Sello y todas estas cosas que han sido prometidas para ser dadas a conocer.

Ahora, el reverendo William Branham dijo que el Séptimo Sello cuando comience será un secreto por completo. Esto es como fue un secreto la Primera Venida de Cristo desde que nació y hasta que comenzó Su ministerio; o sea, casi 30 años de secreto; pero estaba allí el velo de carne donde la Primera Venida de Cristo estaría cumplida.

Y fue enviado el precursor de la Primera Venida de Cristo y él no sabía quién era o quién sería el Mesías; pero cuando vio el Espíritu de Dios sobre Él viniendo cuando lo bautizó, supo quién era el Mesías; y era un primo de él, uno de la familia, y vino a ser un seguidor de Juan, un discípulo de Juan, porque fue bautizado por Juan, era un creyente en el Mensaje de Juan.

Ahora, hemos visto todo eso que sucedió allá y la forma tan sencilla en que sucedió.

Cuando sea identificado el instrumento que Dios tiene para este tiempo final y sea identificado abiertamente el Séptimo Sello, ya será en esa Tercera Etapa. De ahí en adelante, después, de un momento a otro todos los muertos en Cristo y nosotros los que vivimos estaremos transformados; y luego nos iremos; porque habrá una manifestación en un lapso de tiempo de 30 a 40 días, dice el reverendo William Branham.

Para ese tiempo… Le preguntaron en una ocasión: “La Iglesia antes de irse, ¿estará reunida en algún lugar?”. Él dijo: “Sí, pero cuando venga la resurrección”. O sea, cuando los muertos en Cristo resuciten van a ir para un lugar; y cuando los que estamos vivos seamos transformados, vamos a estar en algún lugar. Eso será en el lugar donde estará cumpliéndose la Visión de la Carpa.

Ahora, encontramos que cuando Cristo resucitó, ¿dónde resucitaron los santos? Donde Cristo resucitó: en Jerusalén. ¿Y dónde estaban apareciendo? Estaban apareciendo por todos esos lugares de Jerusalén.

¿Dónde apareció Cristo? Por Jerusalén. Y también fue a Galilea, conforme a como Él prometió; o sea que fue al territorio de Israel, allí fue la resurrección de Cristo y de los santos, y allá fue también el rapto.

Ahora, todo eso aconteció en el este; y ahora en el oeste corresponde el cumplimiento de lo que ha sido prometido para este tiempo final.

Por eso es que “del oeste (dice el reverendo William Branham) vendrá un Jinete en un caballo blanco”. Y dice: “Recorreremos este camino, esta senda, una vez más, otra vez”7.

El Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19 es Cristo, el Espíritu Santo, viniendo en el Día Postrero. ¿Y cómo vendrá? Dice también en el libro de Los Sellos, página 256:

“121. Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la Tierra, Él vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será completamente Emanuel — la Palabra de Dios encarnada en un hombre”.

Por lo tanto, el Espíritu Santo vendrá manifestado en carne humana en el Día Postrero, y eso es lo que va a dar cumplimiento a la profecía de la Visión de la Carpa, y a la Tercera Etapa siendo manifestada en toda su plenitud; y dará cumplimiento pleno a los Ángeles del Hijo del Hombre con la Gran Voz de Trompeta, porque esos Ángeles son Moisés y Elías.

Veamos en la página 458 del libro de Los Sellos. Dice:

“112. Entonces es entre el sexto y séptimo Sello cuando Él llama esta gente, los cuales fueron mencionados por Jesucristo en Mateo 24:31. Cuando la Trompeta suena, será la Trompeta de los dos testigos de la edad de gracia para los judíos”.

Y ahora, eso es Mateo 24, verso 30 al 31. Los Ángeles con la Gran Voz de Trompeta son nada menos que Moisés y Elías, los Dos Olivos.

“Ahora veámoslo más claro acá en Mateo 24:31: ‘Y enviará sus ángeles (no es solamente uno, sino dos) con gran voz de trompeta’. ¿Qué es? Cuando Dios habla, se oye el sonido de trompeta. Siempre ha sido así la Voz de Dios, llamando a la batalla. Dios está hablando. Estos dos ángeles vienen con el sonido de la Trompeta. Y noten bien: Pero en los días de la voz del séptimo ángel, suena la Trompeta. En los días de la voz del primer ángel, sonó la trompeta. En los días de la voz del segundo ángel, sonó una trompeta, y así fue cuando Él mandó a cada uno (o sea, cuando mandó cada ángel mensajero de cada edad).

113. Pero cuando fueron anunciados los Sellos, estaban todos juntos en una gran escena divina para llamar un grupo de gente, y hubo el sonido de una sola Trompeta; y fueron abiertos siete Sellos. Él está reuniendo Sus judíos escogidos de los cuatro ángulos de la Tierra.

114. Como hemos visto, Él habló de los seis Sellos, pero no dijo nada del Séptimo Sello. Vemos en Mateo 24:32 que Jesús entra a hablar en parábolas relacionadas al tiempo del llamamiento de los judíos escogidos (esto es cuando habla de la higuera)”.

Y ahora, hemos visto aquí que esta es la Voz de Dios, la Voz de Cristo, hablando a los hebreos cuando llega el tiempo para llamar a los hebreos; pero antes de eso estará llamando y juntando a los escogidos de la Iglesia de Jesucristo de entre los gentiles. Cuando le toque al pueblo hebreo, el pueblo hebreo va a ver a Cristo en medio de la Iglesia, en esa etapa gloriosa en donde Cristo estará realizando grandes maravillas.

Vean, aquí en el libro de Citas, párrafo 1208, que es un extracto de “Preguntas y Respuestas”, predicado en el año 64; dice, le preguntan:

1208 – “[Pregunta 253] ‘¿La Novia antes de que venga Jesús, ella tendrá todo poder de Espíritu Santo para hacer milagros, levantar muertos, y así sucesivamente, como en la lluvia tardía? ¿Y es esta lluvia tardía para los 144.000 judíos? ¿Tendrán todos los ministros esto? ¿Y estamos solo esperando la Venida?’ / Ahora, lluvia tardía, 144.000 judíos, no; eso es cuando Elías y Moisés… Allí es donde los milagros tienen lugar”.

¿Dónde tienen lugar los milagros? Bajo el ministerio de Moisés y Elías. Son los ministerios de Moisés y Elías en el cumplimiento de la Visión de la Carpa, en donde el pueblo hebreo verá a Cristo manifestado en ese tiempo.

Ahora, dice que será bajo el ministerio de Moisés y Elías.

En la página 130, párrafo 1164, dice del libro de Citas:

1164 – “Recuerden que ‘los que están vivos y queden no impedirán a los que están durmiendo, porque la Trompeta de Dios, esa última Trompeta…’. (O sea, esa es la Trompeta que toca, que suenan los Dos Olivos; esa es la Trompeta Séptima que suena el Ángel séptimo de Apocalipsis, capítulo 11, o sea, el Ángel que viene con el Espíritu Santo operando los ministerios de Moisés, de Elías y de Jesús. Ese es el Ángel de Apocalipsis, capítulo 7, verso 2 en adelante, el Ángel que viene con el Sello del Dios vivo). La sexta acaba de tocar. Y esa última Trompeta, como el último Sello, será la Venida del Señor. ‘Tocará, y los muertos en Cristo se levantarán primero’”.

¿Y cómo puede ser posible que la Séptima Trompeta y el Séptimo Sello sea la Venida del Señor? Si la Séptima Trompeta, vean, son Moisés y Elías, esto está hablando ahora… esto fue hablado en el mensaje “Cisternas rotas” (predicado en el 64) y en el mensaje “Fiesta de las Trompetas” (que fue predicado también en el 64). Él dijo en el párrafo 1143:

1143 – “Debajo de la Séptima Trompeta es para Israel lo mismo que el Séptimo Sello fue para la Iglesia (lo mismo)”.

Ahora, vamos a ver lo que es. La página 129, párrafo 1150, dice:

1150 – “Ahora, tan pronto como esta Iglesia, el misterio del Séptimo Sello es conocido, y los judíos son llamados por el misterio de la Séptima Trompeta, que son dos profetas, Elías y Moisés…”.

¿Qué es la Séptima Trompeta? Elías y Moisés. ¿Ven? Porque es Elías y Moisés, los Dos Olivos, los que suenan esa Séptima Trompeta en Apocalipsis, capítulo 11; y Apocalipsis 11 son los Dos Olivos.

Y ahora, esa es la Gran Trompeta de la cual habla también el profeta Isaías: Trompeta que será sonada conforme a Isaías, capítulo 27, verso 13, donde dice:

“Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta, y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a Jehová en el monte santo, en Jerusalén”.

Y así será el llamamiento para Israel. Y en Apocalipsis, capítulo 14, aparecen 144.000 sellados, con el Sello de Dios en sus frentes; o sea, sellados, y en sus frentes el Nombre de nuestro Padre celestial y el Nombre del Cordero. Todo esto corresponde a los Ángeles con la Gran Voz de Trompeta, que son los ministerios de Moisés y Elías, los cuales estarán manifestados en carne humana en un hombre, en un mensajero: en el Ángel que viene con el Sello del Dios vivo.

Y eso comienza en el oeste, porque será en el oeste donde en medio de la Iglesia de Jesucristo se cumplirán todas estas promesas de la Tercera Etapa, y donde la Lluvia Tardía y Temprana caen sobre la Iglesia. Y habrá un grupo de hijos e hijas de Dios que en el Día Postrero vienen con la Lluvia Temprana y Tardía; y eso es en el oeste, en el continente americano, en la América Latina y el Caribe.

Página 155, párrafo 1383, dice:

1383 – “Oh, habrá una verdadera lluvia temprana y tardía en los postreros días sobre ese grupo pequeño que viene con Él sobre este (burrito) manso y humilde, sin una denominación, clamando: ‘Hosanna al Rey que viene en el nombre del Señor’”.

Ahí tenemos claro el grupito que tendrá la Lluvia Temprana y Tardía. Y la Lluvia Tardía cae ¿dónde? En el oeste. Y ahí estará también la Temprana.

Muchas personas no saben lo que es la Lluvia Temprana y Tardía, no saben lo que es la Lluvia Temprana y tampoco saben lo que es la Lluvia Tardía.

La Lluvia Temprana es la predicación del Evangelio de la Gracia viniendo sobre la raza humana; por lo tanto, la Lluvia Temprana es el Evangelio de Cristo, que gira alrededor de Su Primera Venida como Cordero de Dios en Su Obra de Redención, para que toda persona escuche y entienda y reciba a Cristo como su Salvador personal; viene sobre la humanidad esa Lluvia de enseñanza, para que todos puedan recibir a Cristo como su Salvador personal.

Y la Lluvia Tardía es la Lluvia de la enseñanza del Evangelio del Reino, que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo, para darnos la revelación, la fe, para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, que son los Ángeles del Hijo del Hombre con la Gran Voz de Trompeta, que vienen con la Lluvia Tardía de la predicación del Evangelio del Reino y con la Lluvia Temprana de la predicación del Evangelio de la Gracia.

Y así como Pedro y Pablo trajeron el Evangelio a los gentiles (porque los judíos lo trajeron a los gentiles), también los gentiles lo llevarán a los judíos.

¿Y cómo van a llevar a los judíos los gentiles el Evangelio? Es por medio de los ministerios de los Ángeles del Hijo del Hombre. La página 30, penúltimo párrafo del libro de Las Edades, dice:

“109. Ahora, ¿cuándo volverá el Evangelio a los judíos? Cuando se haya terminado la dispensación de los gentiles. El Evangelio está listo para volver a los judíos. Oh, si tan sólo les pudiera decir algo que está a punto de suceder hoy, en este nuestro día. Esta gran cosa que va a suceder recorrerá hasta Apocalipsis 11 (y Apocalipsis 11 es Moisés y Elías); y aquellos dos testigos, aquellos dos profetas, Moisés y Elías, trayendo el Evangelio de nuevo a los judíos”.

¿Quién llevará el Evangelio a los judíos? Los gentiles. ¿Y por medio de quién? Por medio de Moisés y Elías. La Iglesia gentil por medio de los ministerios de Moisés y Elías, que estarán en medio de la Iglesia de Jesucristo, que son los ministerios de los Ángeles del Hijo del Hombre con la Gran Voz de Trompeta, luego que hayan terminado su labor en medio de los gentiles en la Iglesia de Jesucristo, luego pasarán el Evangelio a los hebreos.

Por lo tanto, estos son los ministerios que estarán siendo operados en medio de la Iglesia de Jesucristo por el Espíritu Santo en un velo de carne, para llamar y juntar los escogidos de la Iglesia de Jesucristo en el Día Postrero y luego llamar y juntar los escogidos del pueblo hebreo.

Nadie más puede llevar el Evangelio a los judíos y tener éxito, ni siquiera San Pedro ni San Pablo, ni Ireneo, ni Martín, ni Colombo, ni Lutero, ni Wesley, ni el reverendo William Branham. ¿Por qué? Porque tiene que ser con la Lluvia Tardía y Temprana. Así está prometido y así tiene que ser. No puede ser de otra forma para el pueblo hebreo ser convertido a Cristo.

Dice Oseas, capítulo 6, verso 1 al 3:

“Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.

Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él (eso es una resurrección como nación).

Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra”.

Esa es la forma en que Dios, Cristo, se torna al pueblo hebreo; y por consiguiente tiene que manifestarse en esa forma: como la Lluvia Tardía y Temprana.

Por eso es que muchos han tratado de convertir el pueblo hebreo a Cristo, y ni siquiera saben lo que es la Lluvia Temprana y mucho menos lo que es Lluvia Tardía; por lo tanto, no han logrado éxito. Y aun, aunque hayan sido ángeles mensajeros de Cristo, por cuanto no tenían la Lluvia Tardía tampoco podían tener éxito, porque eso tiene que ser después que sea completada la Iglesia de Jesucristo nuestro Salvador.

Así que Dios nos ha dado un lapso de tiempo para que sean llamados y recogidos los escogidos finales de la Iglesia de Jesucristo. Dios ha extendido Su gracia a nosotros, Dios ha tenido misericordia de nosotros por amor de Su Nombre; y por amor a Su Nombre ha diferido la ira, la gran tribulación; o sea, la ha colocado para más adelante y nos ha dado una brecha en la cual ya llevamos bastantes años.

Del 74 para acá llevamos casi 30 años; pero si decimos del 63 para acá, han transcurrido ya 40 años; y desde el 65 para acá, desde la partida del hermano Branham, pues han transcurrido unos (¿cuántos?) 38 años.

Así que miren ustedes: eso es la paciencia de Dios para salvación (¿de quiénes?) de todos nosotros, por amor de Su Nombre; porque Su Nombre, dice: “Temerán el nombre de Jehová desde el occidente”8. Por lo tanto, el Nombre de Dios está en el occidente, en la América Latina y el Caribe.

El Nombre de Dios estaba desde el Génesis, allá donde estaba Adán, ¿por qué? Porque el Nombre de Dios está en el Ángel del Pacto, que es Cristo en Su cuerpo angelical, Aquel que le aparecía a Adán todos los días; porque en Él está Dios.

En el Ángel de Jehová está el Nombre de Dios; y en todas las manifestaciones que tuvo el Ángel de Jehová, el Espíritu Santo a través de los profetas, allí estaba el Nombre de Dios.

Por eso ustedes encuentran que los nombres de casi todos los profetas están relacionados con Dios. O sea, usted busca en el nombre de los profetas, en la mayor parte de ellos, y ahí encuentra: por ejemplo Elías: ahí viene ‘El’, que habla de Dios; y también Eliseo, y también Samuel.

En todos ellos, ahí tenemos el Nombre de Dios velado. No revelado. Velado. Y a través de ellos está ¿quién? El Ángel del Pacto, donde está el Nombre de Dios.

Luego se hizo carne y dijo: “Yo he venido en nombre de mi Padre”. Y dijo: “Glorifica Tu Nombre. Padre, glorifica Tu Nombre”. Y Dios dijo: “Lo he glorificado y lo glorificaré otra vez”. En Su Primera Venida lo glorificó, y en Su Segunda Venida lo glorificará otra vez.

Ahora, de etapa en etapa, en los apóstoles y en cada ángel mensajero estaba el Nombre del Señor. ¿Por qué? Porque ahí estaba el Espíritu Santo, el Ángel de Dios; y por consiguiente ha venido caminando el Espíritu Santo con el Nombre de Dios desde el este, Asia Menor, Europa, Norteamérica, y ahora la América Latina y el Caribe; y es en la América Latina y el Caribe donde ese Nombre estará siendo manifestado y revelado.

Ahora, ese Nombre es el que causa que por amor a ese Nombre Dios difiera la ira, o sea, la atrase. Como atrasó la ira en el tiempo de Jonás, pero más adelante vino la ira de Dios; pero para aquellos días Él la detuvo.

Él ha detenido la ira de Dios por muchos años, Dios ha detenido Su ira. El reverendo William Branham vio que ya para el 77 era tiempo. ¿Pero qué sucedió? El Nombre de Dios y la Obra de Dios ha estado moviéndose en la América Latina y el Caribe, y por amor a Su Nombre (bajo el cual se mueve la Obra de Dios en este tiempo final, en la América Latina y el Caribe, en la Edad de la Piedra Angular) Dios ha extendido Su misericordia y Su paciencia; no para con el mundo sino para con nosotros.

Y podemos decir: “¡Qué mucha paciencia ha tenido Dios conmigo!”. Comenzando conmigo, ¡qué mucha paciencia ha tenido Dios conmigo! Y por consiguiente también con todos nosotros y con todo el grupo de nuestra edad; por consiguiente con todos los hijos e hijas de Dios de este tiempo final, en todos los lugares donde se encuentran. Es la paciencia de Dios para salvación. ¿Para salvación de quién? De todos nosotros, porque no nos podemos perder.

Pero si no nos portamos bien, como el padre castiga a sus hijos, Dios nos castiga a nosotros. Eso es lo que dice San Pablo. El que no quiera castigo, pues que se porte bien.

Así que podemos ver por qué, aparentemente, lo que dijo el hermano Branham (aparentemente), algunas personas pueden decir: “Dijo que para el 77 ya todo esto debía de cumplirse; y ese terremoto grande (y todo eso), y Dios debía estremecer los cielos y la Tierra; y no se cumplió”. ¿Fallaría? No. Jonás no falló tampoco. Por lo tanto, no falló el reverendo William Branham, sino que Dios extendió Su misericordia y Su paciencia con nosotros.

Vean aquí, vamos a ver lo que dice… En la página 361, dice, del libro de Las Edades:

“15. Basándome…”.

Un poquito antes dice:

“14. En la séptima y última visión oí una explosión terrible (esa fue la séptima visión de las siete visiones que él tuvo; en el 33 tuvo esas siete visiones, ahí corridas. Dice). Cuando di la media vuelta para ver, lo único que vi fueron ruinas, cráteres y humo sobre la tierra de Norteamérica”.

Estos son grandes explosiones, y eso nos habla de una Tercera Guerra Mundial; o sea, lo mismo que vemos en las guerras: que una nación viene y bombardea a otra, y lo que se ve es cráteres y humo y eso, eso mismo va a suceder en Norteamérica; no porque nosotros lo deseemos sino porque ya está profetizado.

Y eso es lo que está profetizado que sucederá en este tiempo; y no solamente sobre Norteamérica sino sobre el mundo entero. Eso es lo que dice San Pablo en Hebreos, capítulo 12, que “una vez más Dios va a estremecer no solamente la Tierra, sino aun los cielos (dice); y esto indica la remoción de las cosas movibles”, o sea, cosas movibles, hechas por los seres humanos, como edificios, como construcciones y como todos los inventos hechos por el ser humano.

“15. Basándome en estas siete visiones, juntamente con los cambios tan rápidos que han transcurrido en el mundo en los últimos cincuenta años, doy esta PREDICCIÓN (no es profecía): que estas siete visiones habrán llegado a cumplirse todas para el año 1977”.

Lo mismo que dijo Jonás: “De aquí a 40 días…”9. ¿Ve? Y ahora, aquí está diciendo que ya para el 77 todas estas visiones se habrán cumplido; o sea, del 33 al 77. Ahora, sigue diciendo:

“Y aunque muchas personas juzgan que esto es un pronóstico irresponsable, en vista de que Jesús dijo: ‘Empero de aquel día y de la hora, nadie sabe’ (Marcos 13:32); con todo, me mantengo firme en mi creencia después de treinta años, porque Jesús NO dijo que nadie conocería el año, mes o semana en que Su Venida habría de ser completada. Así que, repito, yo sinceramente creo y mantengo como un estudiante particular de la Palabra, juntamente con la inspiración Divina (y aquí cuando coloca ‘inspiración Divina’, ya está más comprometida esta predicción), que el año 1977 debe poner fin a los sistemas mundiales e introducir el Milenio”.

Sigue diciendo más abajo:

“[16]. ¿Qué es lo que queda? NADA, con la excepción de Hebreos 12:26:

‘La voz del cual entonces conmovió la tierra; mas ahora ha (declarado), diciendo: Aun una vez, y yo conmoveré no solamente la tierra, mas aun el cielo’”.

Esto es lo que estará sucediendo cuando se complete la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y habrá un terremoto cuando los muertos en Cristo resuciten, como sucedió cuando Cristo y los santos del Antiguo Testamento resucitaron; y eso marcará el lapso de tiempo que durará de 30 a 40 días, y después nos iremos; y luego comenzará la gran tribulación.

Por eso es que es tan importante continuar (¿qué?) evangelizando, para que Cristo traiga los que faltan en Su Cuerpo Místico de creyentes.

El ministerio de Elías estuvo evangelizando en diferentes etapas de su ministerio. En el cuarto Elías estuvo evangelizando, aunque era un profeta, un profeta evangelizando. En todas las etapas siempre es un profeta.

Y ahora, vean, estuvo evangelizando en el Antiguo Testamento con el Mensaje de la Ley, y estuvo evangelizando en el Nuevo Testamento con el Mensaje de la Gracia. Y continuará evangelizando con el Mensaje de la Gracia y con el Mensaje del Reino, para que así se complete la Iglesia y después sean llamados 144.000 hebreos.

Ahora, hay secretos ahí que solamente Él conocerá; y por eso será que funcionará ese ministerio; y se mantendrá ese ministerio, se mantendrá lo más privado posible, para que nadie pueda imitar lo que Dios hará a través de ese ministerio.

Y los escogidos serán comprensivos en esa parte; y verán ese ministerio, pero verán que bajo ese ministerio, ese ministerio será protegido, tanto por el mensajero en el cual estará (que conforme a la Escritura tiene que ser el Ángel del Señor Jesucristo), y será protegido también por todos los creyentes del Día Postrero. Todos estaremos brazo a brazo para proteger ese ministerio.

Es el ministerio a través del cual Dios llama y junta a los escogidos de la Iglesia del Día Postrero; y llamará y juntará los escogidos del pueblo hebreo. Es el ministerio bajo el cual la Iglesia de Jesucristo estará en la Edad de la Piedra Angular y recibirá su transformación.

Por lo tanto, ese ministerio será protegido por el mensajero en el cual estará ese ministerio y por el pueblo que estará recibiendo el Mensaje; y por el mismo Dios. Dios estará protegiendo ese ministerio y el instrumento donde esté ese ministerio.

Y ese ministerio estará evangelizando hasta que llegue la apretura; y bajo su Mensaje estará abriendo los misterios que tienen que ser dados a conocer en este tiempo final, para que la Iglesia reciba la fe, la revelación, para ser transformados.

Y eso es bajo la Lluvia Tardía de la predicación del Evangelio del Reino, ahí es donde está todo el misterio del Séptimo Sello para la Iglesia de Jesucristo, ahí estará la revelación del Séptimo Sello y del Nombre Nuevo del Señor, ahí estará la revelación del Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, ahí estará la revelación de la Venida del Espíritu Santo en carne humana en el Día Postrero.

Así que podemos ver ahí el ministerio de los Ángeles con la Gran Voz de Trompeta, y así podemos ver el misterio escondido en esos Ángeles; lo cual es el Espíritu Santo operando los ministerios de Moisés, de Elías, y de Jesús, en un hombre, en un velo de carne del Día Postrero, que será el Ángel del Señor Jesucristo, en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo.

“EL MISTERIO DE LOS ÁNGELES CON GRAN VOZ DE TROMPETA”. Ese ha sido nuestro tema.

Y hemos visto en nuestro tema por qué bajo ese ministerio la evangelización (que es el evangelismo del Día Postrero, el séptimo milenio y de la Edad de la Piedra Angular) trae a los Pies de Cristo muchas personas; principalmente ¿en qué territorio? La América Latina y el Caribe. También en el África ha llegado el Mensaje, y ya la cantidad es muy grande en el África.

Y en todos los países donde haya escogidos de Dios, llegará el Mensaje; y llamará y juntará a todos los escogidos de Dios. Y todos los que haya en Norteamérica, que vayan a ser transformados, recibirán el Mensaje de este tiempo final; aunque ellos sean los últimos, pero lo tienen que recibir; si no, no pueden ser transformados. Tan simple como eso.

Porque ese Mensaje es el Mensaje de la Gran Voz de Trompeta; y sin esa Gran Voz de Trompeta no hay resurrección para los muertos en Cristo, ni transformación para nosotros los que vivimos.

Ese es el misterio de los Ángeles con la Gran Voz de Trompeta. Y hemos identificado el territorio para estar sonando la Gran Voz de Trompeta bajo el misterio de los Ángeles del Hijo del Hombre, bajo el ministerio de los Dos Olivos, para luego ir al pueblo hebreo, después que haya llamado y juntado a los escogidos de entre los gentiles.

“EL MISTERIO DE LOS ÁNGELES CON GRAN VOZ DE TROMPETA”.

Muchas personas se han preguntado en muchos países, el por qué cuando se está trabajando en la obra evangelística, jóvenes van con los proyectores y los videos, tienen un devocional, colocan los mensajes en videos, después hacen el llamamiento y la gente vienen a los Pies de Cristo, y después los bautizan. Y ministros de diferentes iglesias han dicho: “Y nosotros llevamos aquí con nuestra iglesia muchos años, y no logramos eso; y ustedes vienen de otros lugares, tienen una actividad, llaman a la gente, y la gente viene y ustedes los bautizan rápido, ahí mismo; tienen los bautisterios ahí listos, ahí al aire libre, en las plazas o en los parques de pelota, o lo que sea, y ahí bautizan a las personas”.

Se está repitiendo lo mismo de los días de Juan el Bautista y de Jesús, ¿por qué? Porque Dios está llamando y juntando Sus escogidos en este tiempo final, bajo el misterio de los Ángeles con Gran Voz de Trompeta. Todo está bajo el misterio del ministerio de los Ángeles con la Gran Voz de Trompeta.

Y algún día Dios nos va a abrir completamente todo lo relacionado a ese misterio y a ese ministerio, cosas que por el momento no conviene abrirlas completamente porque afectaría la Obra.

Pero ya ustedes han estado viendo cómo se ha estado moviendo el Espíritu de Dios por casi 30 años aquí en Puerto Rico y en otras naciones también. Y todos podemos ver que esa no es una obra humana sino que es una Obra Divina, la Obra del Espíritu Santo, la cual está prometida en la Escritura para Cristo realizar. Es la Obra de Cristo por medio de Su Espíritu Santo.

En Zacarías, capítulo 4, dice que “no es con ejércitos ni con fuerzas, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”. Y eso está ahí hablando en el capítulo 4 de la construcción o creación del Templo de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y ahí mismo aparecen los dos árboles de olivo y las dos ramas de olivo, que de sí vierten aceite como oro por dos tubos. Y el profeta Zacarías pregunta: “¿Qué son estos dos árboles de olivo y qué son esas dos ramas de olivo?”. Y el Ángel que habla con él le dice: “¿No sabes que es esto?”. Zacarías dice: “No, Señor. No, Señor mío”. Él le dice: “Estos son los Dos Ungidos que están delante de Dios o delante de la presencia de Dios”. Y luego aparecen en Apocalipsis, capítulo 11, y aparece ahí en Apocalipsis, capítulo 11, el templo también.

Así que nosotros estamos viviendo en el tiempo más grande y glorioso de todos los tiempos.

En otra ocasión veremos en qué parte del templo estamos nosotros viviendo, porque cada grupo con su mensajero vivió en una parte del templo.

“EL MISTERIO DE LOS ÁNGELES CON GRAN VOZ DE TROMPETA”. Ese ha sido nuestro tema para esta ocasión. Y ya el próximo domingo estaremos hablando sobre: “EL RESCATE DE LOS ESCOGIDOS” (o sea, pasado mañana).

Hemos, en esta noche, visto: EL MISTERIO DE LOS ÁNGELES CON GRAN VOZ DE TROMPETA LLAMANDO Y JUNTANDO LOS ESCOGIDOS. Por eso es que estamos aquí: es por el misterio de los Ángeles del Hijo del Hombre con la Gran Voz de Trompeta llamando y juntando los escogidos de Dios. Y ahora usted ha descubierto que es un escogido o una escogida de Dios, un hijo o una hija de Dios.

Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto, nuestro Salvador, sean sobre todos ustedes y sobre mí también; y pronto Cristo complete Su Iglesia y se levante del Trono del Padre, tome el Título de Propiedad, lo abra en el Cielo, y haga Su Obra de Reclamo: resucite a los muertos creyentes en Él y nos transforme a nosotros los que vivimos, y nos lleve con Él a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Muchas gracias por vuestra amable atención, y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.

Dejo nuevamente con nosotros al reverendo José Benjamín Pérez para continuar o finalizar ya en esta noche, y así le damos gracias a Cristo por Sus bendiciones. Estaremos dándole gracias por tantas bendiciones que Él nos ha dado. Tendremos también algún cántico para finalizar.

Y oren mucho por mí para el mensaje de pasado mañana, domingo en la mañana. Y oren también por mí, por este viaje que he de tener, en donde esperamos grandes bendiciones, esperamos grandes bendiciones de parte de Dios.

Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, y ya tenemos a nuestro amigo y hermano José Benjamín con nosotros.

“EL MISTERIO DE LOS ÁNGELES CON GRAN VOZ DE TROMPETA”.

[Revisión febrero 2020]

1 San Juan 14:10

2 Génesis 2:17

3 Hechos 1:6

4 SPN63-1110M “Almas encarceladas hoy”, pág. 25, párr. 152 y 154-155

5 SPN63-1110M “Almas encarceladas hoy”, pág. 25, párr. 159

6 SPN63-1110M “Almas encarceladas hoy”, pág. 55, párr. 378

7 Citas, pág. 166, párr. 1485

8 Isaías 59:19

9 Jonás 3:4

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