El misterio del Séptimo Sello y la Séptima Trompeta

Muy buenos días, compañeros, ministros en el Reino de nuestro amado Señor Jesucristo, en la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo final, ustedes que están presentes y los que están a través del satélite Amazonas en diferentes naciones; es un privilegio y bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo ministerial alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Para lo cual leemos en Apocalipsis, capítulo 8, verso 1 en adelante, donde dice… verso 1 al 5, donde dice:

“Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.

Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas.

Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.

Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.

Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto”.

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

“EL MISTERIO DEL SÉPTIMO SELLO Y LA SÉPTIMA TROMPETA”.

El Séptimo Sello, ha dicho el reverendo William Branham que es la Venida del Señor. De lo cual Cristo, hablando en San Marcos, capítulo 13, versos 26 en adelante, dice:

“Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria.

Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde (un) extremo de la tierra hasta el (otro) extremo del cielo.

De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.

Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.

De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.

Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo”.

Esto de lo cual nos habla, que nadie sabe el día ni la hora, ni aun los ángeles, ni aun el Hijo (o sea, Jesucristo estando todavía en la Tierra), es el misterio de la Venida del Señor, el misterio que en Apocalipsis, capítulo 8, verso 1, causó silencio en el Cielo. Por cuanto los ángeles no sabían, cuando fue abierto en el Cielo el Séptimo Sello entonces supieron y guardaron silencio, para que el enemigo de Dios, el diablo, no supiera, no conociera ese misterio y no pudiera hacer una imitación perfecta de lo que sería la Venida del Señor.

Por eso el reverendo William Branham dice: “Si yo pudiera recibir la revelación (hablando de la revelación del Séptimo Sello) y quedarme callado, eso sería otra cosa”[1]. Pero si la recibía y hablaba abiertamente de lo que sería la Venida del Señor, entonces saldrían muchos imitadores, porque el diablo enviaría espíritus malignos de nivel alto del reino de las tinieblas, para imitar la Venida del Señor y tratar de engañar a los mismos escogidos de Dios con esas imitaciones.

Una imitación es algo que se parece a lo verdadero. El reverendo William Branham dice que siempre que el diablo ve que Dios va a hacer algo, que viene algo de parte de Dios, el diablo trata de hacer imitaciones, para así hacer un ambiente malo, de modo que cuando llegue lo verdadero las personas digan: “Eso es lo mismo que hizo Fulano de tal e hizo Fulano de tal”. Como sucedió con la Venida de Cristo, Su Primera Venida: antes vinieron Teudas y Judas, y muchos pensaron que ese era el Mesías y muchas personas le siguieron; y murieron y todo se deshizo.

Por eso Gamaliel, cuando estaban persiguiendo a los discípulos del Señor Jesucristo, los cuales estaban predicando el Evangelio de Cristo y proclamando que Jesucristo era el Mesías, el Rey de Israel, el Salvador, y los tomaron presos a ellos, Gamaliel dijo: “Dejen a esos hombres quietos, dejen esas personas tranquilas; porque si esto no es de Dios, recuerden que vino Teudas y Judas diciendo que eran alguien, y murieron, y todo se deshizo; y así va a suceder con estas personas y todo lo que ellos enseñan, si esto no es de Dios; pero si esto es de Dios, no vaya a ser que esto sea de Dios y entonces nos encontremos resistiendo a Dios. Dejen que las cosas sigan caminando, que ellos sigan predicando; y si no es de Dios, se va a deshacer todo, se va a volver nada; pero si es de Dios, nadie lo puede deshacer; y los que se pongan en contra se van a hallar luchando, peleando, en contra de Dios”[2].

Así ha sucedido siempre, y así sucederá en este tiempo final. Muchos imitadores vinieron en los días de Juan el Bautista y de Jesús, y antes de ellos también (antes de ellos); y vean ustedes, al final vino lo verdadero, apareció lo verdadero: el precursor y luego el precursado, los cuales estaban directamente relacionados: el precursado creía el Mensaje del precursor, creía en el bautismo del precursor, y fue bautizado; y encontramos que creía en la forma en que Juan bautizaba.

Y ahora, el precursor para el Día Postrero estaría en la Tierra y predicaría y bautizaría en el Nombre del Señor Jesucristo. El precursado tendrá que creer en el bautismo en el Nombre del Señor Jesucristo, porque ese es el bautismo que practicaban los apóstoles en cumplimiento y obediencia a lo que Jesús ordenó que hicieran: Ir por todo el mundo predicando el Evangelio a toda criatura. Y el que creyere y fuere bautizado, sería salvo[3].

Y serían bautizados en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, que es: Señor Jesucristo; porque ese es el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, porque Dios ha hecho a Jesús Señor y Cristo. Por lo tanto, el Nombre Señor Jesucristo es el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo para el bautismo en agua y para la Dispensación de la Gracia, para redención, para salvación. “Porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”[4].

Por eso se predica el Evangelio en el Nombre del Señor Jesucristo, y por eso se ora por los enfermos en el Nombre del Señor Jesucristo, y por eso se pide al Padre todas las cosas en el Nombre del Señor Jesucristo. “Y todo lo que pidieres al Padre en mi Nombre, yo lo haré”, dice Cristo[5]; y en otros lugares dice: “El Padre lo dará”[6].

Por lo tanto, no hay otro nombre en el cual podamos pedir a Dios, no hay otro nombre en el cual podamos bautizar a las personas en agua, porque no hay otro nombre bajo el Cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. No hay otro nombre para salvación, no hay otro nombre, por consiguiente, para la Dispensación de la Gracia; ese es el Nombre de Dios, el Nombre de Dios para los seres humanos, el Nombre humano de Dios.

Y ahora, el misterio de la Venida del Señor para el tiempo final por Su Iglesia…, lo cual es un misterio que será – que fue señalado (Su Venida) como ladrón en la noche[7]; o sea que vendrá y las personas no sabrán que habrá venido. Y estará con Su Iglesia, se revelará a Su Iglesia, y en medio de Su Iglesia hará todo aquello que está prometido que Él estará haciendo en medio de Su Iglesia conforme a las Escrituras y conforme a lo que el Espíritu Santo dijo a través del reverendo William Branham; y cumplirá todo lo que está prometido para ser manifestado en medio de Su Iglesia, y le dará la fe de rapto, la fe para ser transformados y raptados, que es el contenido de las Siete Voces de los Siete Truenos de Apocalipsis, capítulo 10, lo cual revela el misterio de la Venida del Señor.

O sea que la Voz de Cristo hablando en el Día Postrero en medio de Su Iglesia y a Su Iglesia, en la etapa final, la Edad de la Piedra Angular, la Edad de la Adopción, estará hablando, revelando el misterio de Su Venida a Su Iglesia.

Recuerden que Cristo vino dos mil años atrás y luego prometió estar en medio de Su Iglesia todos los días hasta el fin del mundo[8]. Esto fue la promesa de Cristo.

Él ha estado en Su Iglesia en Espíritu Santo desde el Día de Pentecostés; y ha prometido estar manifestado en Su Iglesia, venir a Su Iglesia, revelarse en Su Iglesia y darle la fe de rapto a Su Iglesia, por medio de Su Palabra hablada, que está representada en los Siete Truenos de Apocalipsis, capítulo 10.

Estará revelándole el misterio que no fue revelado en el Cielo a los ángeles, hasta que llegó el momento señalado por Dios. Estará revelándole a Su Iglesia el misterio que no pudo revelar el séptimo ángel mensajero de la séptima edad de la Iglesia de Laodicea, porque él no era la persona asignada para revelar ese misterio. Él dijo: “El Séptimo Sello no está abierto todavía”[9], cuando terminó la serie de Los Siete Sellos del Libro sellado de Apocalipsis, capítulo 5, verso 1 en adelante.

Él dijo que ese misterio del Séptimo Sello es la Venida del Señor; y él dijo en el mensaje “Cristo es el misterio de Dios revelado” que ese misterio será revelado a la Iglesia, pero que no fue revelado en aquel tiempo; y dice: “Y estuvo bien que no fuera revelado cuándo vendría y cómo vendría”[10]. Eso está por ahí por la página 14 de ese mensaje, o la página 7 (creo que es la página 14).

Y ahora, él dice que el Espíritu Santo va a encarnarse en un hombre; él dice que el Ángel Fuerte que desciende del Cielo en Apocalipsis, capítulo 10, es Cristo, el Ángel del Pacto, el Espíritu Santo. Eso está por ahí por la página 57 y 59 (la 57, también la 59), y la 120 y 121, del libro de Los Sellos; y también la página 185 y 186, y la página 146, y la página 352.

Y también él dice que “cuando nuestro Señor aparezca sobre la Tierra, Él vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será completamente Emanuel, la Palabra de Dios encarnada en un hombre”[11]; la Palabra, el Verbo, el Ángel del Pacto, el Espíritu Santo. Y en la página 131 él dice que por esa razón es que gritan y hacen tanto ruido y no reciben nada; dice: “Será revelado en los Truenos”. Él dice: “Él viene sobre un caballo blanco como la nieve”. Y él dice: “Allí está el Mesías”[12].

Y así por el estilo encontraremos un sinnúmero de lugares en el libro de Los Sellos, en donde él nos habla de la Venida del Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19 y nos habla de la Venida del Espíritu Santo encarnado, o sea, dentro de un cuerpo de carne humana; para lo cual tiene que estar en la Iglesia un mensajero dispensacional en el cual el Espíritu Santo se manifieste a través de carne humana, y vengan nuevamente los días como los de San Pedro y San Pablo, y venga esa etapa del juicio de Dios, que comienza por la Casa de Dios, y vengan nuevamente los días como de… los días de Pedro, en donde Ananías y Safira recibieron el juicio; y dice el reverendo William Branham que eso se va a repetir[13].

Y también encontraremos la manifestación del Espíritu Santo en San Pablo, en donde en algunas ocasiones el Espíritu Santo a través de San Pablo trajo juicio sobre algunas personas.

Y también veremos grandes maravillas y milagros, porque lo que sucedió bajo el ministerio del Espíritu Santo en San Pedro y San Pablo es tipo y figura de lo que estará sucediendo bajo el ministerio de los Dos Olivos, bajo el ministerio de los Dos Ungidos que están delante de la presencia del Señor, bajo los ministerios de Moisés y Elías, que estará operando el Espíritu Santo en el Día Postrero cuando esté manifestado a través de un velo de carne del Día Postrero, de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y por cuanto Cristo, el Ángel del Pacto, el Espíritu Santo, es el Mensajero a Israel, es también el Mensajero a la Iglesia del Señor Jesucristo. Todo eso que está prometido para la Tercera Etapa, en el cumplimiento de la Visión de la Carpa se cumplirá bajo la manifestación del Espíritu Santo operando esos ministerios en el Día Postrero, en donde la Séptima Trompeta, que es el ministerio de Moisés y Elías para los judíos, y el ministerio del Séptimo Sello para la Iglesia, que será el ministerio de Jesucristo en medio de Su Iglesia…

Vean, la Séptima Trompeta y el Séptimo Sello será lo mismo: para los judíos la Séptima Trompeta y para la Iglesia el Séptimo Sello. Dice el reverendo William Branham en el libro de Citas, página 129, párrafo 1150:

1150 – “Ahora, tan pronto como esta Iglesia… (…); el misterio del Séptimo Sello es conocido. Y los judíos son llamados por el misterio de la Séptima Trompeta, que son dos profetas, Elías y Moisés”.

¿Ven? El misterio de la Séptima Trompeta son ¿qué? Moisés y Elías, o Elías y Moisés.

Luego el párrafo 1152 de esa misma página 129 dice [Citas]:

1152 – “Él dijo que ‘La Gran Trompeta tocará, sonará’. ¡La Gran Trompeta! No trompetas ahora, fiesta de las trompetas; hay dos de ellos, Moisés y Elías, para llamar las Trompetas. Sino que debajo de ‘la Gran Trompeta’, la Venida del Señor, para anunciar a José volviendo, ¿ven?, todas las naciones se reunirían en Jerusalén. ¡Amén! Eso se encuentra en el libro de Isaías. Solo les di hace poco uno de esos capítulos que leímos. (…) Isaías 27:12 al 13 es donde Él toca esa ‘Trompeta’; y todas las naciones reconocerán que Israel está en su patria, Dios con ella. Entonces la Novia vendrá para estar con el Novio, el Novio con la Novia; y entonces el gran Milenio, después que el mundo entero sea destruido por poder atómico. Y habrá ‘nuevos cielos y un nuevo mundo’, y vivirán para siempre (o sea, el poder atómico que tienen almacenado va a ser usado)”.

Y ahora, en la página 130, párrafo 1164, dice [Citas]:

1164 – “Recuerden que ‘los que están vivos y queden, no impedirán a los que están durmiendo; porque la Trompeta de Dios, esa última Trompeta…’. La sexta acaba de tocar. Y esa última Trompeta, como el último Sello, será la Venida del Señor. ‘Tocará, y los muertos en Cristo se levantarán primero’”.

(Este libro, pues, parece, no está de acuerdo a los otros libros). Vamos a ver la página 128, el párrafo 1143, dice [Citas]:

1143 – “Debajo de la Séptima Trompeta es para Israel lo mismo que el Séptimo Sello fue para la Iglesia. Hallamos debajo del Séptimo Sello que cuando estas almas que estaban debajo del altar allí, las cuales recibieron túnicas; fueron dadas, no porque las merecieran, porque estaban en la dispensación cuando Dios todavía estaba trabajando en merced con los gentiles”.

O sea que antes de la gran tribulación ellos reciben las túnicas, porque todavía no habrá terminado la Dispensación de la Gracia. Y ahora:

1143 – “Debajo de la Séptima Trompeta es para Israel lo mismo que el Séptimo Sello fue para la Iglesia”.

O sea que primero el Séptimo Sello es para la Iglesia, y eso mismo es después para Israel, es la Séptima Trompeta. O sea que la Iglesia verá la Séptima Trompeta y el Séptimo Sello a la misma vez; lo mismo que será el Séptimo Sello, porque el Hijo del Hombre vendrá con Sus Ángeles.

Y ahora, el Hijo del Hombre viniendo con Sus Ángeles, vamos a ver lo que dice el reverendo William Branham aquí, para que tengamos el cuadro claro. Eso debe estar por ahí por la página 165, más o menos, del libro de Los Sellos. Vamos a ver si lo encontramos, ese… Dice en el libro de Citas, párrafo 1471 [pág. 165]:

1471 – “Ese no fue Elías, eso fue el Espíritu de Dios sobre Elías; Elías fue solo un hombre. Ahora, hemos tenido los Elías, y abrigos de Elías, y mantos de Elías, y todo de los Elías. Pero el Elías de este día es el Señor Jesucristo. Él ha de venir según Mateo… o según Lucas 17:30, donde dice que el Hijo del Hombre ha de revelarse entre Su gente. No un hombre, ¡Dios! Pero vendrá por un profeta. Él nunca tuvo dos profetas mayores en el mundo al mismo tiempo”.

Y ahora, aquí nos habla de la Venida del Hijo del Hombre y nos muestra que esa revelación del Hijo del Hombre será por medio de un profeta; y por consiguiente, el Hijo del Hombre viene con Sus Ángeles: viene con los ministerios de los Dos Ungidos, los ministerios de Moisés y Elías. Y eso tiene que ver con el ministerio de Rey y de Sacerdote.

Si ustedes leen en las anotaciones del reverendo Scofield, ustedes encontrarán que él habla y opina que esos dos olivos de Zacarías, capítulo 4, eran en aquel tiempo Zorobabel y Josué. Esos eran los dos olivos de aquel tiempo: el príncipe o gobernador (la parte política) y el sumo sacerdote (la parte religiosa). Y por consiguiente, pueden a su vez señalar a Cristo como Sacerdote y Rey en la Edad del Reino; porque si allá estaban representando esos dos olivos a Zorobabel (que era el líder político) y Josué (que era el líder máximo religioso), pues tiene que señalar en la Edad del Reino la parte política y la parte religiosa del Mesías.

Y por consiguiente, ahí el Séptimo Sello y la Séptima Trompeta: el Séptimo Sello: la Venida del Señor, la Venida de la Piedra no cortada de manos; y la Séptima Trompeta: Moisés y Elías; siendo lo mismo, entonces es Cristo en Su manifestación final, el Espíritu Santo, Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia operando el ministerio de Moisés y el ministerio de Elías, operando el ministerio de los Dos Olivos, representados en Zorobabel y en Josué; y por consiguiente, operando los ministerios de Sumo Sacerdote y de Rey, operando los ministerios que tienen que ver con la parte política del Reino y con la parte religiosa del Reino. O sea que entonces veremos esa manifestación de Cristo en Espíritu Santo… en la manifestación del Séptimo Sello lo veremos operando la parte política y la parte religiosa a la vez.

Por eso, vigilen eso. Vigilen eso, para que cuando eso esté sucediendo veamos cómo se moverá el Séptimo Sello y la Séptima Trompeta en la parte religiosa y en la parte política. Será Cristo moviéndose en esas dos esferas para la restauración del Reino de Dios en la Tierra, que será la restauración del Reino de David, que tiene la parte política y la parte religiosa; tiene esos dos poderes: poder político y poder religioso.

El ministerio o misterio del Séptimo Sello y la Séptima Trompeta operando en el ministerio del Día Postrero, en el ministerio del Hijo del Hombre, en el ministerio de Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia y luego en medio del pueblo hebreo.

Así que estará operando, por ejemplo, con la Iglesia, el aspecto religioso; y con el pueblo hebreo lo veremos operando el aspecto político, pero también habrá el aspecto religioso; porque no se puede hablar del aspecto político relacionado al pueblo hebreo sin tocar la parte religiosa, porque de la parte religiosa depende la parte política para el pueblo hebreo.

Por lo tanto, se estará hablando de la parte religiosa y de la parte política del Reino de Dios, y por consiguiente se estará hablando de la venida del Reino de Dios, de esa promesa; y se estará hablando lo que debe ser hablado a medida que van pasando los días, las semanas y los meses y los años.

Nada antes de tiempo; todo en su tiempo correspondiente para que no haya imitaciones, sino para que produzca el efecto que debe tener cada cosa que debe ser hablada con relación al Reino de Dios y su establecimiento en la Tierra; porque el Hijo del Hombre viene en la gloria de Su Padre, y viene en Su Reino.

Y por consiguiente, siendo que el Reino de Dios está en la esfera espiritual, pues viene a la esfera espiritual primero, para establecer luego la esfera física que está prometida. Viene para la parte física juntarla con la parte espiritual.

Así que el misterio del Séptimo Sello y la Séptima Trompeta, hemos visto que es la Venida del Señor. Pero ¿cuándo vendrá y cómo vendrá? Dice el reverendo William Branham que estuvo bien que Él no lo diera a conocer, ¿para qué? Para que no hubiera imitación de eso. Por eso Dios estará dirigiendo todas las cosas de tal forma que no será abierto plenamente; pero los entendidos entenderán[14], porque será abierto ese misterio a la Iglesia, que va a ser transformada y llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Vean, aquí en la página… el párrafo 1150, dice [Citas]:

1150 – “Ahora, tan pronto como esta Iglesia…”.

Debe ser: “Tan pronto como esta Iglesia, el misterio del Séptimo Sello…”, o “Tan pronto como esta Iglesia (debe ser) ‘conozca’ el misterio del Séptimo Sello”, pero la traducción pues está hecha en esta forma.

1150 – “Ahora, tan pronto como esta Iglesia… (…); el misterio del Séptimo Sello es conocido…”.

¿Ve? Tiene que ser conocido por la Iglesia, por los que van a ser transformados y llevados con Cristo; porque eso es lo que le da la fe para ser transformados; esa revelación (la revelación es fe), esa es la fe, la revelación, que le es dada para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Esto quiere decir que los que van a ser transformados (la Iglesia-Novia de Jesucristo), a Ella le será revelado ese misterio, lo creerá de todo corazón; todos los miembros de la Iglesia lo creerán y esperarán su transformación. Nadie va a recibir la transformación si no la está esperando. Y la estarán esperando basados en la Venida del Señor, basados en el Séptimo Sello y su apertura, su revelación.

1150 – “Tan pronto como esta Iglesia… (…); el misterio del Séptimo Sello es conocido. Y los judíos son llamados por la Séptima Trompeta, que son dos profetas, Elías y Moisés, y ellos regresan. Y allí es donde los pentecostales están todos enredados; ellos esperan que algo acontezca, y la Iglesia se fue. Y eso es a los judíos. Ahora, yo percibo…”.

Y ahí comienza a decir que percibe que hay personas que piensan que será Enoc; pero vamos a dejar esto quietecito aquí.

Hemos visto que a la Iglesia-Novia de Jesucristo, compuesta por los que han de ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, les será revelado el misterio del Séptimo Sello; el misterio del Séptimo Sello, que también es el misterio de la Séptima Trompeta para los judíos.

Y cuando la Iglesia conozca el misterio del Séptimo Sello, dirá: “Este es el mismo misterio que van a conocer los judíos como el misterio de la Séptima Trompeta, como el misterio de los Dos Olivos, el misterio de los Dos Ungidos, de los ministerios de Moisés y Elías”.

Todo es sencillo; y todo está aquí en el libro del Apocalipsis y en el libro de Zacarías y otros libros, en símbolos; pero estos símbolos tienen un significado, que es revelado a la Iglesia del Señor Jesucristo en el tiempo final, en el tiempo en el cual nosotros estamos viviendo. Parte ya fue revelado por el séptimo ángel mensajero de la séptima edad, pero lo más importante, que es la revelación del Séptimo Sello, fue dejada para nuestro tiempo.

Por lo tanto, estemos apercibidos, conscientes del misterio del Séptimo Sello y la Séptima Trompeta, que es lo mismo: la Venida del Señor. De lo cual dice el reverendo William Branham en el libro de Los Sellos, página 472, dice:

[163]. Es mucho más tarde de lo que pensamos. Esto muestra que viene de Dios, porque vemos que cuadra perfectamente con las promesas de Dios para el Mensaje del tiempo del fin.

164. Noten bien el Mensaje del tiempo del fin (este Sello)…”.

¿Cuál es el Mensaje del tiempo del fin? El Séptimo Sello.

[164]. … (este Sello)… Él nos ha revelado los seis Sellos, pero no dice nada del séptimo. El Sello del tiempo del fin, cuando empiece (o sea, cuando comience) será algo completamente secreto…”.

Su comienzo será un secreto, como fue un secreto la Primera Venida del Señor; fue un secreto desde que fue concebido Su cuerpo físico en el vientre de María y nació en Belén de Judea, luego fue llevado a Egipto, de Egipto luego fue llevado a Nazaret, donde creció, fue un jovencito – adolescente, luego jovencito y luego un adulto; y comenzó luego Su ministerio allá en la tierra de Israel; fue bautizado por Juan el Bautista también.

Vean, entró primero al Mensaje del precursor, fue un discípulo del precursor. Y habló del precursor, lo puso en alto, dijo que no había ninguno mayor que Juan el Bautista de los nacidos de mujer, pero también dijo: “Pero el más pequeño del Reino de los Cielos es mayor que él”[15]. ¿Por qué? Porque Juan pertenece al grupo de los siervos de Dios, porque Israel es el pueblo de los siervos de Dios; y bajo la Dispensación de la Ley encontramos que los siervos eran… los siervos de Dios era el pueblo hebreo, era la Iglesia del Antiguo Testamento compuesta por los siervos de Dios, “los sacados de Egipto”.

Y ahora, los del Reino de los Cielos, el más pequeño del Reino de los Cielos, esto es: el más pequeño de los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo, que está compuesta por los hijos e hijas de Dios, por cuanto un hijo o una hija de Dios es más grande que un siervo. Por lo tanto, un siervo es menor; como lo era Eliezer menor que Isaac.

Y ahora, Dios ha estado tratando con…, no con los siervos sino con los hijos e hijas de Dios, que vienen del Cielo para pasar por esta Tierra y ser rociados con la Sangre de Cristo y obtener su redención. Estos son los que pertenecen a la Nueva Jerusalén, a la Ciudad de nuestro Dios. Estas son las personas que con un mejor Sacrificio serían purificadas por la Sangre de Jesucristo, la Sangre del Nuevo Pacto, que quita el pecado y que nos mantiene limpios de todo pecado; porque cuando un hijo de Dios o una hija de Dios falta ante Dios: confiesa ante Dios sus faltas, sus pecados, y Cristo con Su Sangre lo limpia de todo pecado, porque Él todavía está como Sumo Sacerdote en el Cielo haciendo intercesión por cada hijo e hija de Dios en el Cielo, en el Trono de Intercesión, allá en el Propiciatorio.

Continuamos leyendo; leímos hasta donde dice [Los Sellos]:

[164]. El Sello del tiempo del fin, cuando empiece será algo completamente secreto, según la Biblia”.

Vean, la Primera Venida del Señor no fue anunciada como un secreto, y sin embargo casi nadie conoció, casi nadie estuvo consciente de la Primera Venida de Cristo. Los grandes líderes religiosos, los sabios de aquel tiempo, no lo entendieron; “porque Dios prende al sabio en su propia sabiduría, y enloquece la sabiduría de los sabios”[16].

Y ahora, no fue un secreto – no fue anunciado como un secreto, y sin embargo se mantuvo en secreto, y muy pocas gentes sabían que el Mesías estaba en la Tierra. Por 29 años y medio se mantuvo en secreto, y Él se mantuvo en medio del pueblo hebreo allá en Nazaret como un carpintero en la carpintería de José; y piensan algunos que también tenían una herrería; así que se piensa que era un negocio bueno el que tenían.

Y vean, no había sido ungido; Dios escondiendo de los ojos de los sabios y entendidos ese secreto, ese misterio, y por consiguiente escondiéndolo del diablo, de Satanás, para que no destruyera a Jesús, para que no matara a Jesús antes de tiempo. Trató de matarlo cuando nació en Belén de Judea, pero no lo logró[17].

Dios oculta Sus instrumentos para que el diablo no les pueda hacer daño; y cuando luego los unge, comienzan en el ministerio y comienza el Espíritu Santo a obrar a través de ellos; y no pueden irse de la Tierra hasta que terminan su labor.

Cuando fue ungido por el Espíritu Santo, luego de ser bautizado en agua, allí ya estaba ungido, ya Israel tenía Rey, tenía al Ungido, el Mesías, allí. Por eso Jesús podía decir: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido”; estaba ya ungido. Y ahí comenzó la Era Mesiánica, comenzó esa semana mesiánica de siete años; y a la mitad de la semana, con la muerte del Mesías se detuvo esa semana; y le quedan tres años y medio de Edad o Etapa Mesiánica a Israel.

Y ahora, por eso Israel está esperando al Mesías; y está esperando a Elías. Por lo tanto, todo le va a ser cumplido a la vez, porque el Séptimo Sello y la Séptima Trompeta es lo mismo: la Venida del Señor, que es la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles. “Porque el Hijo del Hombre vendrá con Sus Ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras”[18].

La Venida antes de la gran tribulación será un secreto, y será en secreto porque será para la Iglesia-Novia del Señor Jesucristo, que va a ser transformada y llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Y luego, en la Venida del Señor para establecer literalmente Su Reino, será después de la gran tribulación, donde Él viene con Su Iglesia, luego de la Gran Cena de las Bodas del Cordero.

Así que el Séptimo Sello cuando comience será un secreto por completo. Pero aunque en la Primera Venida de Cristo, que no fue anunciada como un secreto, fue un secreto, pero dos o tres supieron que ya estaba en la Tierra; por 29 años y medio unas personas supieron que ya estaba en la Tierra (muy pocos).

En esta etapa del Séptimo Sello, desde que comience, hasta que más adelante sea abierto completamente, muy pocas personas sabrán el misterio del Séptimo Sello desde su comienzo; pero al final todos lo van a saber, cuando sea abierto en el Cielo el Libro, el Séptimo Sello, sea entregado a Cristo el Libro completo de los siete Sellos; y esto es como un – es un pergamino.

No sé si ustedes recuerdan la Torá (la Biblia en el Antiguo Testamento y del Antiguo Testamento): es un rollo, en donde usted tiene que saber pasar de una página a otra; porque no es así como pasamos de una página a otra; en el rollo se va dando vuelta y se pasa de una parte a otra. Y así cada Sello: cada una de esas partes tenía un Sello colgando, para ver cada parte de ese Libro sellado con siete Sellos.

Y ahora, Dios en el Cielo conoce el contenido, y Cristo conoce el contenido porque le fue revelado después que murió, resucitó y fue glorificado; y Él tenía que trabajar en la Tierra de acuerdo al contenido de ese Libro que está sellado en el Cielo. Ese es el Libro de la Vida del Cordero, en donde están los nombres de los escogidos escritos, los cuales formarían la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y ahora, continuamos leyendo aquí [Los Sellos]:

[164]. El Sello del tiempo del fin cuando empiece será algo completamente secreto, según la Biblia. Pero antes de conocer eso… Recuerden Apocalipsis 10:1-7: que al fin del Mensaje del séptimo ángel, TODOS los misterios de Dios serían conocidos. Estamos en el tiempo del fin —la apertura del Séptimo Sello.

165. El domingo pasado, hace una semana hoy, cuando estaba predicando sobre: ‘Sed humildes, sed humildes, recuerden que Dios obra en cosas pequeñas’, en verdad no me daba cuenta de lo que estaba hablando, pero ahora lo veo bien. Será de una manera tan humilde (será de una manera tan humilde). Uno pensaría que una cosa tan tremenda sería revelada allá en el Vaticano, pero más bien viene como vino Juan el Bautista, viene como el nacimiento de nuestro Señor, ¡allá en un establo! ¡GLORIA A DIOS! ¡La hora está a la mano! ¡Aquí estamos! ¡Oh hermano!”.

Viene como Juan el Bautista y viene como el nacimiento de Jesús allá en Belén, en un pesebre. Viene como Juan el Bautista; Juan el Bautista era el Elías de aquel tiempo, el tercer Elías. Viene como Juan el Bautista, o sea, viene como Juan: viene como Elías, como el quinto Elías. Y viene como el nacimiento de Cristo, allá en un pesebre en Belén (Belén: ‘la Casa del Pan de Dios’); y ahora, la Belén del Nuevo Testamento, la Belén en el cristianismo, es la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y ahora, esa es la Casa del Pan de Dios y del Agua de vida eterna; o sea que tiene que surgir de ahí, de la Casa del Pan de Dios, de la Belén espiritual, que es la Iglesia del Señor Jesucristo; tiene que nacer ahí. ¿Y cómo va a nacer ahí? El nuevo nacimiento ¿dónde se efectúa? En la Iglesia del Señor Jesucristo, en la unión de Cristo con Su Iglesia, para reproducirse en hijos e hijas de Dios. Tan simple como eso.

Ahora, vean todo el misterio del Séptimo Sello y lo sencillo que es todo. Será en una forma siempre sencilla. Y aún más, miren lo que dice en la página 469 [Los Sellos]:

153. ¿Y notaron que dije que uno de esos ángeles era muy raro? Me pareció muy distinto a los demás. Estaban en una constelación con tres a cada lado y uno arriba; y el que estaba a mi lado, contando desde la izquierda hacia la derecha, ese sería el séptimo Ángel. Él era más brillante y significaba más para mí que los demás. Les dije que tenía el pecho así robusto y estaba volando hacia el Oriente. Les dije también que: ‘Me levantó, me alzó’. ¿Se acuerdan?

154. Ahora, ¡aquí está! Era el que tenía el Séptimo Sello, lo cual he mantenido como una pregunta en mi mente toda mi vida. Los otros Sellos significaron mucho para mí, desde luego; pero ustedes no se imaginan lo que ha significado este (Sello)”.

Y ahora, el que tenía el Séptimo Sello es el Ángel que lo levantó. Él ve siete ángeles sin contarse él; y allí estaban los siete ángeles mensajeros de las siete edades, de los cuales el reverendo William Branham era uno de ellos; por lo tanto, él ve siete sin contarse él. En total hay ocho ángeles allí, en el momento en que estaba el reverendo William Branham allí.

Y el que era el séptimo Ángel, si contamos todos los ángeles que estaban allí (que son ocho), entonces ese séptimo Ángel era el octavo Ángel. Contando al hermano Branham como el séptimo ángel de la séptima edad, luego había otro Ángel que era diferente a los siete ángeles, a los siete ángeles de las siete edades de la Iglesia; porque es el Ángel que tiene el Séptimo Sello, y por consiguiente tiene la Séptima Trompeta; tiene la Séptima Trompeta, que son los ministerios de los Dos Ungidos, los ministerios de Moisés y Elías; y tiene el Séptimo Sello, que es el ministerio de Cristo operado por el Espíritu Santo en ese Ángel del Señor que está ahí presente.

Y por consiguiente, la apertura del Séptimo Sello está ligada al Ángel que era diferente a los demás; porque en el cumplimiento del Séptimo Sello y la Séptima Trompeta estará presente un Ángel Mensajero diferente a los demás: un Ángel Mensajero dispensacional, con los ministerios de Jesús, de Moisés y de Elías, operados por el Espíritu Santo, operados por Cristo, el cual estará en Espíritu Santo en ese Ángel manifestándose en el Día Postrero.

El mismo Espíritu Santo que se manifestó en los profetas del Antiguo Testamento…: se manifestó en Elías, en Eliseo, en Juan el Bautista, en el reverendo William Branham; y se manifestará de nuevo por quinta ocasión; y operará el ministerio de Elías por quinta ocasión, el ministerio de Moisés por segunda ocasión y el ministerio de Jesús por segunda ocasión.

Pero ese mensajero ni será el profeta Elías literalmente hablando, ni será el profeta Moisés literalmente hablando, ni será Jesús literalmente hablando; será un hombre del Día Postrero, que pertenecerá al Cuerpo Místico de Cristo.

Los escogidos lo conocerán; el mundo no comprenderá, pero los escogidos sí entenderán, porque los entendidos entenderán.

Será un misterio que será revelado a la Iglesia del Señor Jesucristo; porque a los demás no les será concedido conocer este misterio, porque este es el misterio que les da la fe, la revelación, para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero; y los que tendrán necesidad de conocer ese misterio serán aquellos que van a ser transformados.

Los demás tratarán de criticar todo el cumplimiento de ese misterio; pero los escogidos comprenderán, creerán y serán transformados en el Día Postrero.

Ese es el misterio que yo necesito conocer: el misterio de la Séptima Trompeta y del Séptimo Sello —que es la Venida del Señor— para obtener la fe de rapto, la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Porque para eso será la Venida del Señor a Su Iglesia: para llevar Su Iglesia con Él a la Cena de las Bodas del Cordero, transformada ya, con cuerpos glorificados, inmortales, eternos, igual al cuerpo glorificado de nuestro amado Señor Jesucristo; porque “Dios glorificará la Casa de Su Gloria”[19], la cual en el Nuevo Testamento es la Iglesia del Señor Jesucristo.

“EL MISTERIO DEL SÉPTIMO SELLO Y LA SÉPTIMA TROMPETA”.

¿Vieron qué sencillo es todo? Todo es tan sencillo que le pasará por encima a muchas personas.

Miren, aquí lo dice: en la página 17 del libro de Los Sellos; dice… Pasarán por alto al precursor, al precursado y todo lo que Dios estará haciendo. Dice:

[60]. Como he dicho muchas veces, el hombre es igual a como siempre ha sido; él siempre está alabando a Dios por lo que hizo, mirando a lo que Dios hará en el futuro, pero ignorando lo que está haciendo en el presente. Así es. Miran para atrás y ven la cosa tan grande que Dios hizo, pero no pueden ver la cosa tan sencilla que Dios usó para efectuarla. Miran adelante y ven lo grande que viene, y en nueve de diez casos, las cosas ya están sucediendo todo a su alrededor, sin embargo es tan sencillo que no lo saben”.

Así fue con el precursor: Juan el Bautista, y con el precursado: Jesús. Así fue con el precursor de la Segunda Venida de Cristo: el reverendo William Branham, y con el precursor de la Séptima Trompeta y el Séptimo Sello: la Venida del Señor; así será también.

Por lo tanto, estemos preparados para ver en simplicidad a Dios cumpliendo lo que Él ha prometido bajo el misterio del Séptimo Sello y la Séptima Trompeta.

Ha sido para mí un privilegio grande y bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de: “EL MISTERIO DEL SÉPTIMO SELLO Y LA SÉPTIMA TROMPETA”.

Todos queremos estar con nuestros ojos espirituales bien abiertos para ver la gloria de Dios manifestada en el cumplimiento del Séptimo Sello y de la Séptima Trompeta; lo cual se cumplirá bajo lo que ha sido prometido para ser cumplido en la Tercera Etapa, en donde está prometido que Dios hará grandes maravillas; y en donde el reverendo William Branham estuvo, fue transportado, y vio una carpa o catedral gigante, en donde la Columna de Fuego estaba obrando grandes maravillas.

Por lo tanto, estemos siempre brazo a brazo con el Programa que Dios tiene para el tiempo que nos toca vivir.

Ya hemos visto cuál será la parte culminante del Programa de Dios para el tiempo final: será la Tercera Etapa (llamada la Tercera Etapa por el reverendo William Branham), donde habrá una carpa gigante, y miles de personas asistiendo y miles de personas recibiendo a Cristo; habrá predicación y también habrá oración por los enfermos, y gran multitud, miles de personas en fila, en línea, para recibir la oración por sanidad.

Y en donde habrá un cuarto pequeño; lo cual también tiene su raíz en las palabras de Cristo: “Cuando tú ores, no seas como los fariseos (o sea, que oran en público, y oraciones largas, para que todos lo escuchen y digan: ‘Este es hombre un hombre espiritual, este es un hombre santo, a este hombre Dios lo está oyendo’); tú enciérrate en tu cámara secreta, y ora a Dios en secreto; y tu Padre, que está en los Cielos y te oye, te recompensará en público”[20].

Las personas no van a escuchar tu oración, sino Dios; no te van a oír orando, pero sí Dios, porque vas a orar para Dios; y luego Dios te va a recompensar en público, y el público va a ver la recompensa que Dios te va a dar; va a ver la respuesta a tu oración, el público verá la respuesta a tu oración. Dios verá, escuchará tu oración y dará respuesta, la cual el público luego la verá.

Así que eso es lo que está prometido y en ese rumbo es que tenemos que trabajar. No vamos a trabajar para que Dios cumpla otra cosa, porque no hay otra cosa que ha sido prometida; tenemos que trabajar en el rumbo correcto.

Si Dios dice que la Tercera Etapa va a ser manifestada en una carpa grande o catedral grande, pues hay tener – hay que trabajar para que surja esa catedral o carpa grande que está prometida; y trabajando en ese rumbo, sin desmayar, llegará el momento en que se cumplirá.

Miren, en la primera edad estaban esperando la Venida del Señor, pero la Venida del Señor, la Segunda Venida, no fue cumplida en la primera… en el tiempo de los apóstoles ni en la primera edad de la Iglesia; pero la estaban esperando, porque está prometido que vendrá por Su Iglesia.

Cualquiera podía decir: “Miren, lo estaban esperando y no vino; y ya se terminó ese tiempo y no vino; así que ya no viene”. No, es que todavía faltaban otras etapas, otras edades. No era un grupito pequeño, era un grupo grande que sería compuesto por todas las etapas de la Iglesia; era algo más grande; y por consiguiente, eso era – eso es el Templo espiritual de Cristo, o sea, el Templo o Tabernáculo de Dios en el Nuevo Testamento: la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y para el tiempo final cualquier persona podrá decir: “Tuvieron una carpa pequeña y no se cumplió”. Entonces tenía que hacerla un poco más grande. “Tuvieron otra más grande y no se cumplió”, pues entonces tiene que hacer otra más grande; y en algún sitio, pues llegaremos a esa grande que vio el reverendo William Branham. O sea que tiene que ser con personas que hayan estado trabajando en ese rumbo, en esa meta.

Y, miren, ¿por qué no había venido el diluvio cuando Noé comenzó el arca? Porque si llega el diluvio en ese momento, no tenían el arca terminada; Noé y su familia también tenían que perecer si no tenían el arca.

¿Y por qué no ha llegado esa Tercera Etapa en su manifestación de grandes maravillas y milagros? Porque fue dicho que sería en una carpa o catedral grande, una carpa catedral; o sea, parecía carpa y también catedral; o sea, parecía una carpa pero no era una carpa; de seguro él vio cosas…; la vio como carpa cuando la vio, y cuando entró, vio que tenía otras cosas que no eran de carpa, no eran de las carpas comunes que ellos usaban en aquel tiempo.

Así que, en algún sitio tiene que surgir; y por cuanto Dios es el que obra por medio de Su Espíritu Santo, Cristo en Espíritu Santo usando seres humanos: tiene que usar seres humanos para que se haga, que se lleve a cabo esa labor, con la bendición de Dios y dirección de Dios, para que Él cumpla lo que Él prometió.

¿Y por qué otros que tienen el dinero no lo han hecho? Porque no pueden hacer una obra de fe. Una obra de fe es una labor que se hace porque se cree.

Por lo tanto, la obra es la fe expresada. La Obra que se hace en el Reino de Cristo es la expresión de lo que el pueblo o de lo que las personas creen; en la labor que están trabajando es en lo que creen.

Si creen en lo que corresponde a la quinta edad, pues estarían trabajando con Lutero; si se cree que se está en la sexta edad, pues se está trabajando con Wesley; si se cree que se está en la séptima edad, se está trabajando con la edad pentecostal junto al reverendo William Branham, que fue el mensajero de la edad pentecostal; y así por el estilo.

Pero en la edad séptima bajo el ministerio del reverendo William Branham, él dice: “Todavía hay algo que no se ha cumplido. Todas las visiones se han cumplido, no ha fallado ninguna”[21]; y todavía él mostraba que quedaban unas dos o tres: la visión de la mujer que toma el mando en Norteamérica, que él dice que puede ser una mujer que por el voto femenino obtenga la presidencia, o la Iglesia Católica, que se levante en Norteamérica y tome el mando, la dirección, allá; o – y la otra visión es la explosión grande que él escuchó[22].

Y otra visión: la Carpa, la Visión de la Carpa, donde él vio la manifestación de Dios bajo la Tercera Etapa, donde no habrá limitaciones en cuanto a lo que Dios hará en esa etapa; de lo cual él dice que lo que fue visto en parte, operado a través de él por el Espíritu Santo…, de lo cual mostró cinco cosas:

  • Cuando le habló a la tormenta y la tormenta se detuvo, o sea, desapareció, se fue; eso fue por la Palabra hablada.
  • Luego también otra ocasión en donde habló fuera de existencia un tumor que estaba en el ovario de su esposa Meda, y estaba a distancia (él estaba en Jeffersonville, Indiana, y ella estaba en Tucson, Arizona): habló la Palabra, dijo que antes del médico colocar su mano sobre el tumor, desaparezca; y antes de que el médico fuera, colocara su mano, desapareció; ella sintió algo y ahí desapareció. Eso es sanidad divina a distancia, por la Palabra creadora: poder sobre toda enfermedad.
  • También la salvación de los hijos de Hattie Wright, por y a petición de la madre ellos: eso es salvación para los familiares de los escogidos.
  • Y la Palabra hablada para la creación de las ardillas: cosas que no estaban, siendo traídas a creación.
  • Y la resurrección de un pececito que llevaba como media hora de muerto y estaba sobre las aguas. Por cuanto Cristo dijo: “Venid en pos de mí y yo os haré pescadores de hombres”[23], vean, Él representa a los hombres en peces, y a Sus discípulos en pescadores. El cristianismo representado en peces; el mar o las aguas representan pueblos, naciones y lenguas; y un pececito como por media hora ya muerto y sobre las aguas, representa, sobre todo, a los escogidos del Día Postrero, pero también incluye a los escogidos de todas las edades, que serán resucitados en cuerpos eternos y glorificados.

Y todo eso, todas esas muestras que él dio, están apuntando a la Tercera Etapa. Dice que “esto que ustedes han visto en parte… (esto está en la página 118 y 119 del libro de Citas), esto que ustedes han visto en parte manifestado, será manifestado en todo Su poder cuando venga la apretura”.

Y aun en la página 119 de ese libro de Citas, en el párrafo que le sigue o los dos párrafos que le siguen, nos habla y dice: “Yo no moriré de viejo sin que Él esté aquí”. ¿Cuántos años tendría en la actualidad? 97 años. Nació en el 1909, estamos en el 2006: ya van 97 años. En el 2009 serían 100 años. Y él no esperaba llegar a 90 años.

Pero vamos a dejar eso quietecito ahí y vamos a decir: “Así él creía”.

Estamos viviendo en el tiempo más glorioso de todos los tiempos. El misterio del Séptimo Sello es el misterio por el cual hubo silencio en el Cielo como por media hora.

“EL MISTERIO DEL SÉPTIMO SELLO Y LA SÉPTIMA TROMPETA”.

Lo que es la Séptima Trompeta para Israel, o sea, para los judíos, es el Séptimo Sello para la Iglesia; o sea, el que tenga el Séptimo Sello, tendrá la Séptima Trompeta; y el que tenga la Séptima Trompeta, tendrá el Séptimo Sello. Lo único es que la Iglesia tendrá el Séptimo Sello y dirá: “Pero si esta es la Séptima Trompeta”. Las dos cosas son la misma cosa.

Y los judíos dirán: “Tenemos la Séptima Trompeta”, y después dirán: “Pero si esto es el Séptimo Sello”. Eso lo van a descubrir a medida que la revelación de Dios les sea dada.

Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, les guarde y les use grandemente junto a vuestras congregaciones en este tiempo final en el Programa del Séptimo Sello y de la Séptima Trompeta. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.

Ya con nosotros el misionero y reverendo Miguel Bermúdez Marín para continuar…

Y ayer le estaba hablando a Miguel de 120 (¿qué era…?): 120 años desde que Dios le habló a Noé hasta que vino el diluvio; y vean, 120 años también (más adelante) Moisés vivió; luego 120 días – o 120 personas el Día de Pentecostés; y con Noé los 120 años fue con el número 10.

Y ahora, ¿cómo se va a cumplir el 120, Miguel? Con el número 10 de Cristo, los apóstoles – Cristo, San Pedro, San Pablo, Ireneo, Martín, Colombo, Lutero, Wesley, el reverendo William Branham y después el décimo: en la manifestación del Hijo del Hombre.

¿Cómo se va a cumplir el 120? En 6000 años hay 120 jubileos. En el jubileo 120, si se divide – si se multiplica 120 por 50:

5 x 0 = 0 / 5 x 2 = 10 / 5 x 1 = 5 (y +1) = 6: 6000 años; ahí tiene el 120 de nuevo. O sea, cada día va cumpliéndose esos ciclos; y eso corresponde a la Edad de la Piedra Angular.

Vea, el Día de Pentecostés fue el día 50; 49 días después; ahí tenemos un jubileo: Pentecostés. Y ahora, siete edades, que corresponden a esos 49 años (están dentro de esos 49 años, están ahí las siete edades), representadas en cada día sabático – o cada año sabático, que son 7 años sabáticos (en 7 años sabáticos hay en total 49 años): en 49 años hay 7 años sabáticos; y después de eso viene el año 50, que es el año del jubileo.

¿Ven? En el Año del Jubileo, Año Cincuenta, de la Edad de la Piedra Angular, ahí viene el Año de Jubileo o ciclo de jubileo del último ciclo de jubileo: el 120 ciclo de jubileo de los 6000 años de Adán hacia acá. O sea que en todo – todo tiene que cuadrar, viene en un hilo profético desde Adán hacia acá.

Bueno, por eso habrá otro tiempo de jubileo, otro tiempo de Pentecostés; y eso corresponde a la Edad de la Piedra Angular. Allá un Pentecostés para recibir las primicias, y acá un Pentecostés para recibir la plenitud, o sea, para recibir la transformación.

Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, y les guarde y les use grandemente en Su Obra en este tiempo final junto a la congregación a la cual usted atiende o a la cual usted pertenece y trabaja junto a ella; y en todo lo que deseen colaborar, pueden colaborar ustedes que están presentes, ministros, y los que están en otras naciones escuchando en esta ocasión.

Y que Cristo les recompense grandemente a ustedes y a vuestras congregaciones, y a todos los hermanos que en este tiempo trabajan en pro de todo el Programa Divino que está bajo el Séptimo Sello y la Séptima Trompeta. Y que tengan un tesoro grande en los Cielos, en el Reino de nuestro amado Señor Jesucristo.

Que Dios les continúe bendiciendo a todos.

Ya, Miguel, tuvimos el postre también, como nos decía un rabino; ya eso Miguel se los explicará: lo que era el postre para ellos.

Bueno, que Dios les bendiga y les guarde; y ya dejo a Miguel por aquí para continuar. Y nos veremos mañana, Dios mediante.

“EL MISTERIO DEL SÉPTIMO SELLO Y LA SÉPTIMA TROMPETA”.

[Revisión octubre 2024]

[1] Los Sellos, pág. 467, párr. 146

[2] Hechos 5:17-39

[3] San Marcos 16:15-16

[4] Hechos 4:12

[5] San Juan 14:13-14

[6] San Juan 15:16, 16:23

[7] 1 Ts. 5:4, 2 P. 3:10, Ap. 16:15

[8] San Mateo 28:20

[9] Los Sellos, pág. 482, párrs. 199-200

[10] 63-0728 “Cristo es el misterio de Dios revelado”, párr. 106

[11] Los Sellos, pág. 256, párr. 121

[12] Los Sellos, pág. 131, párrs. 131-133

[13] Citas, pág. 37, párr. 306; pág. 171, párr. 1539

[14] Daniel 12:10

[15] San Mateo 11:11, San Lucas 7:28

[16] Job 5:13

[17] San Mateo 2:13-18

[18] San Mateo 16:27

[19] Isaías 60:7

[20] San Mateo 6:6

[21] Citas, pág. 120, párr. 1068

[22] Las Edades, pág. 360, párrs. 13-14

[23] San Mateo 4:19, San Marcos 1:17

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