Ministros trabajando bajo la bendición del Séptimo Sello en la Tercera Etapa

Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos, ministros compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo nuestro Salvador; es una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Leemos una Escritura que se encuentra en Apocalipsis, capítulo 7, para comenzar. Apocalipsis, capítulo 7…, y la vamos a unir con Romanos, capítulo 11. Dice, capítulo 7, verso 1 en adelante, dice:

“Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol.

Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar,

diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.

Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.

De la tribu de Judá, doce mil sellados. De la tribu de Rubén, doce mil sellados. De la tribu de Gad, doce mil sellados.

De la tribu de Aser, doce mil sellados. De la tribu de Neftalí, doce mil sellados. De la tribu de Manasés, doce mil sellados.

De la tribu de Simeón, doce mil sellados. De la tribu de Leví, doce mil sellados. De la tribu de Isacar, doce mil sellados.

De la tribu de Zabulón, doce mil sellados. De la tribu de José, doce mil sellados. De la tribu de Benjamín, doce mil sellados”.

En este pasaje encontramos los escogidos de las doce tribus de Israel; están los escogidos de las tribus perdidas, de las diez tribus perdidas, y también los escogidos de las dos tribus: de la tribu de Judá y de la tribu de Benjamín.

“Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos;

y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.

Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios,

diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido?

Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.

Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.

Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno;

porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos”.

Y luego Romanos, capítulo 11, versos 25 en adelante, donde dice:

“Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles;

y luego todo Israel será salvo, como está escrito:

Vendrá de Sion el Libertador,

Que apartará de Jacob la impiedad.

Y este será mi pacto con ellos,

Cuando yo quite sus pecados.

Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son (muy) amados por causa de los padres.

Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.

Pues como vosotros también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos,

así también estos ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia.

Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.

¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!

Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?

¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado?

Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos (de los siglos). Amén”.

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

En estos dos pasajes vemos un cuadro claro de lo que acontecerá en el tiempo final; y de cómo Dios, cuando complete Su Iglesia, se tornará completamente al pueblo hebreo, para tratar con ellos como nación.

Y para que todas estas cosas acontezcan Dios estará llevando a cabo una labor, un trabajo, por medio de personas que estarán siendo usadas por Dios, las cuales estarán TRABAJANDO BAJO LA BENDICIÓN DEL SÉPTIMO SELLO EN LA TERCERA ETAPA.

Y así como los judíos trajeron el Evangelio de la Gracia a los gentiles…: por medio de Pedro en la casa de Cornelio, donde comenzó el Evangelio a tornarse a los gentiles; y luego por medio de San Pablo, en Asia Menor, a donde se tornó a los gentiles el Evangelio de Cristo.

Y ahora, Pedro y Pablo son tipo y figura de los ministerios que estarán siendo usados en el Día Postrero para que el Evangelio vaya a los hebreos; para que, así como el Evangelio de la Gracia comenzó en el este y pasó de los judíos a los gentiles: el Evangelio del Reino surja en el oeste, en la etapa final de la Iglesia (que es la Edad Eterna de la Iglesia, la Edad de la Piedra Angular), y de ahí el Evangelio del Reino pase a los judíos.

Porque es en este tiempo final, en la Edad de la Piedra Angular, donde se continuará predicando el Evangelio del Reino que predicaba Juan el Bautista y Jesús, y que se detuvo; y luego a través de Pedro comenzó a predicarse el Evangelio de la Gracia.

En San Mateo, capítulo 24, verso 14, Cristo dice: “Y será predicado este Evangelio del Reino en todo el mundo (o sea, en todas las naciones, en todo el mundo) por testimonio; y entonces vendrá el fin”.

Así que en este tiempo final, en la etapa de la Edad de la Piedra Angular, en la etapa de oro, la etapa de la adopción…; y por consiguiente, será esa etapa donde será efectuada la adopción física de todos los creyentes en Cristo de edades pasadas y de nuestro tiempo.

Para los de edades pasadas, los cuales murieron físicamente (y algunos de los nuestros también), la adopción o redención será la redención del cuerpo, o sea, la resurrección de ellos en cuerpos eternos y glorificados, cuerpos inmortales y jóvenes para toda la eternidad.

Y para los creyentes en Cristo vivos, que estarán esos días vivos todavía, será la transformación de sus cuerpos, como nos dice en Primera de Tesalonicenses, capítulo 4, verso 13 al 17, y también en Primera de Corintios, capítulo 15, versos 49 al 58.

Y todo eso será a la Final Trompeta, a la Gran Voz de Trompeta; que es la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino siendo proclamado en el Día Postrero en medio de la Iglesia, lo cual será la Lluvia Tardía: la Lluvia de la predicación del Evangelio del Reino, juntamente con la Lluvia Temprana, que es la predicación del Evangelio de la Gracia; la Lluvia de enseñanza para la Iglesia en el Día Postrero.

Con la Lluvia Temprana del Evangelio de la Gracia, que gira alrededor de la Primera Venida de Cristo, se da a conocer el misterio de la Primera Venida de Cristo; y eso le da la fe…, surge, nace la fe de Cristo en el alma, para creer en Cristo y recibirlo como único y suficiente Salvador, dando testimonio de su fe en Cristo y recibiéndolo como Salvador, y obteniendo la salvación y vida eterna; y así obteniendo el Espíritu de Cristo luego de ser bautizados en agua en Su Nombre, y ahí obteniendo el nuevo nacimiento; y por consiguiente, obteniendo la vestidura de Boda: el cuerpo angelical, o sea, la primera porción: la porción del Espíritu Santo, el cuerpo angelical.

Y luego, la doble porción – la otra porción, será la vestidura de Boda del cuerpo físico glorificado.

Y entonces tendremos la doble porción, dos porciones: resurrección espiritual y resurrección física en cuerpos eternos y glorificados para los muertos en Cristo; y para los vivos será como si hubieran muerto y resucitado; porque teniendo el cuerpo físico mortal, luego, con la transformación, ya desaparece, y entonces lo que tendremos será el cuerpo glorificado. ¿Ve? Digamos que ocurre una muerte y resurrección en un abrir de ojos, o abrir y cerrar de ojos; o sea, vemos el cuerpo físico mortal, y de momento vemos el cuerpo glorificado; y eso será cuando veamos a los muertos en Cristo resucitados.

Todo eso está ligado a la Tercera Etapa, todo eso es…

Vean, en la resurrección de Lázaro está representada la resurrección de los muertos en Cristo. Fue al cuarto día, fue al cuarto día que vino la restauración total de Lázaro[1].

¿Y cómo podemos encontrar ese cuarto día en medio de la Iglesia?

  • Quinta edad, edad luterana: primer día.
  • Sexta edad, que es segunda etapa del programa de restauración para la Iglesia: ya es el segundo día de la restauración.
  • Luego, tercer día en el programa de la restauración: la edad pentecostal…

Edad luterana: primer día; segundo día: edad wesleyana; tercer día: edad pentecostal. Y cada edad tuvo su mensajero.

  • Y luego viene el cuarto día de las edades postreras: el cuarto día es la Edad de la Piedra Angular; es ahí donde ocurrirá la resurrección de aquellos representados en Lázaro, y la transformación de los que están vivos.

Ese tiempo final corresponde al Día Postrero o séptimo milenio. En edades pasadas no se vivió en el Día Postrero, aunque sí en los días postreros: quinto y sexto día postrero, quinto y sexto de los días postreros, o sea, quinto milenio y sexto milenio; pero quienes entraron al séptimo milenio son los pertenecientes a la Edad de la Piedra Angular.

Conforme al calendario gregoriano ya hemos entrado al séptimo milenio de Adán hacia acá, o sea, al Día Postrero; y también hemos entrado al cuarto día en que fue resucitado Lázaro, que es tipo y figura de la Edad de la Piedra Angular. O sea que el cuarto día y el séptimo día vienen a ser el mismo tiempo, pero cada uno con lo que tipifica, su significado.

Y ahora, por cuanto la Tercera Etapa, la Etapa de la Palabra creadora siendo hablada, fue mostrada por Dios a través del reverendo William Branham… Él dijo: “Lo que ustedes han visto en parte, lo van a ver manifestado en toda su plenitud cuando venga la apretura”[2]. Y también él dijo que “es la Espada en la mano”[3]; y la Espada del Rey es la Palabra del Rey.

Por eso cuando se muestra la Venida del Señor en Apocalipsis, capítulo 1, y Apocalipsis, capítulo 19, se muestra una espada saliendo de Su boca, que es la Palabra. Será la Palabra de Dios, que es la Palabra creadora siendo hablada en el Día Postrero, y eso será la Tercera Etapa.

Fue vista esa Tercera Etapa manifestada en el reverendo William Branham, en las cinco… cinco eventos en donde él habló la Palabra, los cuales fueron mostrados como las cinco veces en que él vio la poderosa mano de Dios siendo manifestada:

  • La detención de una tormenta de nieve que estaba viniendo, y él estaba de cacería con sus amigos; y si venía, iban a perecer. Y él recibió de parte de Dios, a través del Ángel que lo acompañaba, la orden de hablarle a esa tormenta; y le obedecería. Fue colocada esa Palabra creadora en su boca: él habló inspirado por el Espíritu Santo, y aconteció: se detuvo, se fue esa tormenta[4].
  • La otra ocasión también…, otra ocasión fue en la creación de ardillas[5]. Ningún hombre puede crear, la palabra de un hombre no puede crear. Era la Palabra de Dios en la boca de un hombre, y esa sí puede crear; es la Palabra de Dios creadora.
  • Luego también encontramos la detención de un tumor y desaparición de un tumor que estaba en la esposa del reverendo William Branham; y a distancia de una ciudad: Tucson, a la ciudad de Jeffersonville (una distancia bastante grande), fue hablada la Palabra, y desapareció el tumor[6].

Fue la Palabra creadora puesta en la boca de un hombre, de ese profeta tan grande que Dios envió, el cual nosotros reconocemos como el profeta mensajero de la séptima edad de la Iglesia y precursor de la Segunda Venida de Cristo, el cual precursó la Venida del Señor con el Mensaje que le fue dado.

Por lo tanto, el Mensaje que él trajo y habló acerca de la Venida del Señor con Sus Ángeles: precursa la Venida del Señor, prepara al pueblo para recibir al Señor en Su Venida. Como fue dicho en el Mensaje que precursó Su Venida, será cumplido.

Así que tenemos su Mensaje. Por lo tanto, de acuerdo a lo que fue hablado en el Mensaje de Dios a través del reverendo William Branham, y a través de toda la Escritura, será la Venida del Señor a Su Iglesia y será la Venida del Señor al pueblo hebreo.

  • Luego, en otra ocasión que la Tercera Etapa fue manifestada, fue en la salvación para los hijos de una creyente en Cristo: la señora Hattie Wright[7].

O sea que la Tercera Etapa tendrá que ver con salvación para familiares de creyentes en Cristo, tendrá que ver también con sanidad (no importa la distancia) y tendrá que ver con la creación… – con creación.

Vean, ahí tenemos alimento físico y alimento espiritual; porque para los días de la apretura, dice el reverendo William Branham que el pueblo va a estar a merced de los elementos[8].

En el tiempo de Moisés fue así, y Dios les dio maná y carne de aves[9].

En el tiempo de Jesús, en Su ministerio, hubo una multitud que estuvo escuchándolo; y después, ya en la tarde, era la hora de cenar y no tenían alimento, y solamente hubo un joven que tenía cinco panes y unos pececitos (un niño); fueron puestos en las manos del Señor y Él multiplicó esos panes y peces, y comió una multitud muy grande. Fue hecho eso en dos ocasiones diferentes[10].

Por lo tanto, es tipo y figura, la creación de esas ardillas…, las cuales se las llevó luego el reverendo William Branham; ¿y qué hizo? Se las comió; porque él estaba cazando para comer. O sea, no era para guardarlas; era para usarlas.

Quizás cualquier persona las hubiera dejado vivas: las tomaba, no las mataba. Pero le fueron dadas para que las cazara, y luego para que las comiera; no para después guardarlas como unos trofeos.

Luego…, la detención de la tormenta: eso nos habla de poder sobre la naturaleza.

Por lo tanto, esa Tercera Etapa y en esa Tercera Etapa, bajo el ministerio que está operando – esté siendo operado por el Espíritu Santo en quien Él tenga para esa etapa…; que tiene que ser un mensajero dispensacional para la Edad de la Piedra Angular, con la Lluvia Tardía y con la Lluvia Temprana, o sea, con el Evangelio del Reino y con el Evangelio de la Gracia; lo cual él conocerá muy bien; y podrá hablar de ambos, y podrá hacer bien la separación de lo que es el Evangelio de la Gracia y lo que es el Evangelio del Reino.

Y será recibido por los líderes del pueblo hebreo. Habrá un importante acercamiento desde los líderes del pueblo hebreo, tanto religiosos como políticos; y todo eso se va a mover conforme a como ya está establecido en el Programa de Dios.

  • Y hay una… uno de los milagros por la Palabra creadora que no les he dicho. ¿Cuál es? La resurrección del pececito[11]. Recuerden que ya llevaba como media hora de muerto.

Y en una ocasión Cristo dijo a Sus discípulos: “Venid en pos de mí, y yo os haré (¿qué?) pescadores de hombres”[12]. Por lo tanto, los creyentes en Cristo están tipificados en peces; y los apóstoles y los ministros y los mensajeros en pescadores.

Por lo tanto, nos habla ahí de la resurrección de los muertos en Cristo; y —sobre todo— de los muertos en Cristo del tiempo final, de los muertos en Cristo de la edad correspondiente a nuestro tiempo; pues ya llevaba el pececito como media hora, y esto nos habla también de la media hora de silencio en el Cielo[13] (para tener el cuadro más claro).

Cuando se habla de media hora se está hablando de un lapso de tiempo. Hay un lapso de tiempo desde que se abre el Séptimo Sello hasta que se da a conocer públicamente.

Por eso el reverendo William Branham, hablando acerca de la apertura del Séptimo Sello, que causó silencio en el Cielo como por media hora, dice… (vamos a ver si les puedo leer aquí). En la página 472 del libro de Los Sellos en español… (el libro que tiene 484 páginas, para que puedan encontrarlo; porque si van a otro que tenga… eh, no tenga ese número de páginas, tienen que moverse a otra página; y este pues no tiene los versos o párrafos enumerados). Dice: “Noten bien…”. Página 472 del libro de Los Sellos en español:

164. Noten bien el Mensaje del tiempo del fin (este Sello)… Él nos ha revelado los seis Sellos, pero no dice nada del séptimo. El Sello del tiempo del fin, cuando empiece (o sea, cuando comience) será algo completamente secreto, según la Biblia (o sea que el comienzo del Séptimo Sello será un secreto). Pero antes de conocer eso… Recuerden Apocalipsis 10:1-7: que al fin del Mensaje del séptimo ángel TODOS los misterios de Dios serían conocidos. Estamos en el tiempo del fin —la apertura del Séptimo Sello.

165. El domingo pasado, hace una semana hoy, cuando estaba predicando sobre: ‘Sed humildes, sed humildes, recuerden que Dios obra en cosas pequeñas’, en verdad no me daba cuenta de lo que estaba hablando, pero ahora lo veo bien. Será de una manera tan humilde. Uno pensaría que una cosa tan tremenda sería revelada allá en el Vaticano, pero más bien viene como vino Juan el Bautista (¿Cómo vino Juan el Bautista? Como el Elías de su tiempo; vino también precursando), viene como el nacimiento de nuestro Señor, ¡allá en un establo! ¡GLORIA A DIOS! ¡La hora está a la mano! ¡Aquí estamos! ¡Oh hermano!”.

Y ahora viene como el nacimiento de Jesús, allá en un establo. Ahora viene como Juan y viene como Jesús. Juan vino como Elías.

Y ahora, vean, viene con el ministerio de Juan – o con el ministerio de Elías, viene también con el ministerio de Jesús y viene también con el ministerio de Moisés; porque el Hijo del Hombre viene con Sus Ángeles.

Y ahora, recuerden cómo nació Jesús: allá en Belén de Judea, en un establo. O sea que habrá un nacimiento. Todos los creyentes en Cristo han nacido de nuevo.

Y ahora, vamos a ver aquí, porque esto es muy importante: página 464 y 465… La que leímos ya, dice que será un secreto completamente cuando comience; y si tiene un comienzo, va a tener una trayectoria y un final. Página 464 dice [Los Sellos]:

[138]. Debemos recordar que este Séptimo Sello es el fin del tiempo para todas las cosas. Correcto. Las cosas escritas en el Libro de la Redención, sellado desde antes de la fundación del mundo con siete sellos, todo termina. Es el fin de este mundo agitado, es el fin de la naturaleza agitada y es el fin de todo. En eso también encontramos el fin de las Trompetas, de las Copas, de la Tierra; y aun es el fin del tiempo. El tiempo termina, así como nos dice la Biblia en Apocalipsis 10:1-7, donde el Ángel dijo: ‘El tiempo no será más’. Y eso será en el día cuando este gran evento suceda. Allí todo termina”.

O sea que bajo el Séptimo Sello es que termina el tiempo: el tiempo de redención, termina el tiempo para el reino de los gentiles, termina el tiempo para todas las cosas; y es el fin de las Trompetas, de las Copas…, y el fin del mundo también.

“Y será predicado este Evangelio del Reino, por testimonio a todos los gentiles (o a todas las naciones); y entonces vendrá (¿qué?) el fin”. Por lo tanto, bajo la predicación del Evangelio del Reino se estará viviendo una etapa muy importante; y luego el fin.

139. Al final de este Séptimo Sello…”.

Y ahora, vean: “Al final de este Séptimo Sello”; por lo tanto, tiene una trayectoria. Y cuando llega al final este Séptimo Sello, el ministerio de este Séptimo Sello:

139. Al final de este Séptimo Sello es el fin de la edad de la Iglesia; es el fin del Séptimo Sello (¿ve?, es el fin del Séptimo Sello), es el fin de las Trompetas, es el fin de las Copas y aun es el fin de la entrada al Milenio (o sea, ‘el fin de la entrada al Milenio’: el fin de la introducción al Milenio). Todo eso es contenido en el Séptimo Sello”.

Y ahora, vean todas estas cosas que están dentro del Séptimo Sello, que no pueden ser cumplidas a menos que sea dentro del Séptimo Sello, dentro del cumplimiento y ministerio del Séptimo Sello. Dice:

140. Es como disparar un cohete al aire. Este cohete hace una explosión por aquí cerca; y luego mucho más alto hace otra explosión, y de allí salen cinco estrellas. Una de esas cinco (estrellas) hace una explosión, y de allí salen otras cinco estrellas; y una de esas estrellas explota, y de allí salen otras cinco estrellas; y después desaparece gradualmente. Así es el Séptimo Sello. Allí termina el tiempo para el mundo. Es el fin del tiempo para esto y aquello y todas las cosas. Todo termina con el Séptimo Sello. Ahora, ¿cómo lo va a hacer Dios? Eso es lo que no sabemos, no lo sabemos. En esto será el tiempo para todas estas cosas y la entrada al Milenio.

141. Ahora, noten que la apertura de este Sello fue tan tremenda que hasta los Cielos mismos fueron silenciados por este evento, por el tiempo de media hora. Ahora, ¿es (tan) tremendo? ¿Qué es? No hubo nada que se moviera por ese tiempo. (Y sigue diciendo): Una media hora puede que no sea mucho tiempo si usted se está divirtiendo, pero estando en suspenso entre la vida y la muerte, puede ser como un milenio”.

Y ahora, para tener un cuadro más claro leamos aquí en la página 469. Ya leímos la 464 y 465.

La introducción al Milenio, al Reino Milenial, vean, la introducción al Milenio está en el Séptimo Sello también; el Séptimo Sello hace la introducción al Milenio y hace todas las cosas correspondientes a este tiempo final.

Y ahora, en la página 469 dice (el segundo y tercer párrafo) [Los Sellos]:

153. ¿Y notaron (ustedes) que dije que uno de esos ángeles era muy raro? Me pareció muy distinto a los demás. Estaban en una constelación con tres a cada lado y uno arriba; y el que estaba a mi lado, contando desde la izquierda hacia la derecha, ese sería el séptimo Ángel. Él era más brillante y significaba más para mí que los demás. Les dije que tenía el pecho así robusto y estaba volando hacia el oriente (o sea, hacia el este). Les dije también que: ‘Me levantó, me alzó’. ¿Se acuerdan?

154. Ahora, ¡aquí está! Era el que tenía el Séptimo Sello…”.

¿Quién era el que tenía el Séptimo Sello? El Ángel que era diferente a los demás. Los demás ángeles eran los mensajeros de las siete edades de la Iglesia. Por eso allí son vistos, incluyendo al reverendo William Branham, son vistos ocho ángeles: los siete de las siete edades estaban allí, y un Ángel que era diferente a los demás. Pero él, contando los ángeles, pues tiene que contar siete, porque él no se está contando; pero si se cuenta él, entonces son ocho.

Ahora, sigue diciendo:

154. Ahora, ¡aquí está! Era el que tenía el Séptimo Sello, lo cual he mantenido como una pregunta en mi mente toda mi vida. ¡Amén! Los otros Sellos significaron mucho para mí, desde luego; pero ustedes no se imaginan lo que ha significado este séptimo”.

Y ahí ya tenemos un cuadro de lo que es el Séptimo Sello. Vean, lo tiene un Ángel: el Ángel que era diferente a los demás.

Pero vamos a leer un poquito aquí. Dice: “Ahora…”, página 481 dice [Los Sellos]:

193. Ahora, noten que la apertura del Séptimo Sello también es en un misterio triple. Les he dicho que es el misterio de los Siete Truenos”.

¿Ve? El misterio de los Siete Truenos; los Siete Truenos contienen ese misterio. Sin escuchar lo que los Siete Truenos han dicho, es imposible conocer ese misterio. Y los Truenos son los que dan la fe para el rapto, es dicho en la página 128. Vamos a leerlo aquí. Por eso es tan importante escuchar la Voz de los Siete Truenos, que es la Voz del Ángel Fuerte que desciende del Cielo, que es la Voz de Cristo, que es la Voz del Espíritu Santo a Su Iglesia.

Página 128 dice, de Los Sellos:

121. Ahora, los Siete Truenos de Apocalipsis permitirán que Él muestre a la Novia cómo prepararse para obtener esa gran fe de traslación”.

Los Siete Truenos mostrarán, ¿por qué? Porque los Siete Truenos le van a hablar a la Novia.

El Mensaje de los Siete Truenos es el Mensaje del Ángel Fuerte, de Cristo, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo, el que tomó de la diestra del que está sentado en el Cielo, tomó ese Librito que estaba sellado con siete Sellos y lo abrió allá en Apocalipsis, capítulo 5; y luego en Apocalipsis, capítulo 10, lo trae a la Tierra, y clama como cuando un león ruge (al poner su pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra, clama como cuando un león ruge), porque ya es el León de la tribu de Judá, Rey de reyes y Señor de señores; y viene con el Librito abierto en Su mano para entregarlo a un hombre.

Por lo tanto, habrá un hombre en el Día Postrero (que está representado en Juan el apóstol) que recibirá ese Librito abierto; y tiene que ser un profeta mensajero dispensacional en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, para recibir esa Palabra; porque la Palabra viene a los profetas y se hace carne en los profetas, y ellos la transmiten al pueblo.

Ahora vean, dice [Los Sellos, pág. 481]:

[193]. Los Siete Truenos en el Cielo abrirán este misterio. Será en la mera Venida del Señor Jesucristo, porque Él mismo dijo que ninguno sabría cuándo Él iba a volver. ¿Notaron cómo fue cuando los judíos le hicieron esa pregunta? Comparamos las Escrituras de Mateo 24 con los siete Sellos. Entonces vimos que el Séptimo Sello no aparece, porque el mismo Cristo dijo que solamente Dios lo sabe, ni siquiera los ángeles lo saben; y con razón, porque no fue ni escrito. Todo fue silencio, nada aconteció en ese tiempo. Ni los ángeles ni nadie sabe cuándo Él viene. Pero habrá las siete voces de estos Siete Truenos que darán a conocer esa gran revelación en ese tiempo”.

Solamente por medio de la Voz de Cristo clamando como cuando un león ruge y siete truenos hablando; o sea, la Voz de Cristo hablando consecutivamente en medio de Su Iglesia y mostrándonos todo este misterio de Su Venida, la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles.

Cristo en medio de Su Iglesia ha estado en Espíritu Santo durante estos dos mil años de la Dispensación de la Gracia, y ha estado hablando por medio de cada mensajero. Ha hablado por uno, hubo una pausa de algunos años, y luego habló por otro; o sea, no habló consecutivamente. Si habla consecutivamente, tiene que ser por uno solo. Pero habló por uno, hubo una pausa o espacio de tiempo; después levantó a otro mensajero, habló por otro mensajero; y así por el estilo, hasta que habló por medio de siete mensajeros en medio de Su Iglesia entre los gentiles.

Pero para el Día Postrero hablará por medio de uno solo; para lo cual tiene que ser un mensajero dispensacional, porque es por medio de los únicos que habla en forma consecutiva para una dispensación completa.

Y ahora, ¿quién fue el que escuchó los Truenos, escuchó la Voz de Dios, y la transmitió al pueblo en el monte Sinaí? Moisés, un mensajero dispensacional; y ahí Dios estaba tronando.

Para este tiempo final hablará consecutivamente en la Edad de la Piedra Angular; y por consiguiente habrá diferentes etapas en la Edad de la Piedra Angular, pero en forma consecutiva, todas pertenecientes a esa Edad de la Piedra Angular. Le hablará a la Iglesia Novia, le hablará también a los judíos, le hablará al cristianismo completo y le hablará también al mundo entero; es un Mensaje para toda la humanidad.

En Su Mensaje para Su Iglesia-Novia, Cristo le revelaría el misterio del Séptimo Sello, con el cual la Iglesia tendrá la fe para ser transformada y raptada; y por consiguiente cada individuo tendrá la fe para su transformación y rapto o arrebatamiento al Cielo, para ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Ahí la Iglesia, que obtendría el conocimiento de la posición correspondiente a este tiempo, estará en la posición correspondiente como Cuerpo Místico de creyentes, que será la etapa de la Edad de la Piedra Angular.

Porque la Iglesia ha ido subiendo de una edad a otra por medio del Mensaje correspondiente a cada edad, en donde Dios ha enviado un mensajero para cada edad. Y cuando Dios habla por medio de ese mensajero —a través de Su Espíritu Santo—: llama al pueblo a esa edad, el llamado de Dios es en esa edad; y el pueblo correspondiente a esa edad comienza a subir y comienza a colocarse en esa edad, bajo el Mensaje de ese mensajero y bajo el ministerio de ese mensajero; y ese es el pueblo de ese mensajero, y esa es la familia celestial de ese mensajero, que es más importante que la familia terrenal.

Eso Cristo lo mostró cuando fueron a Él María y los demás hermanos de Jesús, y procuran a Jesús, querían hablar con Jesús; y uno de las personas le dice: “Mira, tu madre y tus hermanos están aquí y te procuran, están procurándote”. Y Él dice: “¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos, sino aquellos que hacen la voluntad de Dios? Esos son mi madre y mis hermanos”[14]. O sea, los celestiales son los realmente hermanos y hermanas. La parte familiar humana es temporera; la parte familiar celestial es eterna.

Por lo tanto, esos son aquellos de los cuales Cristo dice: “Estos, mis hermanos más pequeños”[15]; porque Él vino para buscar y salvar lo que se había perdido[16], o sea, Sus hermanos menores, las ovejas del Padre.

Él les llama “hermanos”, son Sus hermanos menores; Él es nuestro hermano mayor, Él es el Primogénito y también el Unigénito. Para ser el Unigénito y nosotros ser hermanos de Él, entonces tuvimos que venir a través de Él (que es el segundo Adán) por medio del nuevo nacimiento.

Y ahora, saber que Cristo es nuestro hermano mayor nos da confianza con Él y con Dios, y seguridad.

Ahora, sigue diciendo este pasaje aquí; dice [Los Sellos, pág. 481]:

[193]. Pero habrá las siete voces de estos Siete Truenos que darán a conocer esa gran revelación en ese tiempo”.

O sea que la promesa para la Iglesia-Novia ¿es qué? Los Siete Truenos, que es la Voz de Cristo, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo. Va a darle a conocer el misterio del Séptimo Sello, el misterio de la Venida del Señor a Su Iglesia; misterio que será revelado a la Iglesia del Señor Jesucristo para darle la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

La promesa de la Venida del Señor es como ladrón en la noche[17], y viene por Su Iglesia.

Y ahora, vamos a pasar aquí un momentito a otro lugar: página 57 y 59 de este libro de Los Sellos. Dice [pág. 59]:

[24]. Cuando los Sellos sean abiertos y el misterio sea revelado, luego allí baja el Ángel, el Mensajero, Cristo, colocando un pie sobre la tierra y el otro sobre el mar, con un arco iris sobre Su cabeza.

25. Ahora recuerde, el séptimo ángel estará sobre la Tierra en el tiempo de Su Venida, así como Juan estaba predicando su Mensaje cuando vino el Mesías. Juan sabía que le vería porque le tocaba a él introducirlo”.

Y ahora, dice que el séptimo mensajero va a estar sobre la Tierra en el tiempo de Su Venida. Ahora, la pregunta es: ¿Será en el tiempo del séptimo mensajero de las edades o el del séptimo mensajero dispensacional? Pueden ser las dos.

Y por consiguiente, para los creyentes de la séptima edad, creyentes en el Mensaje del séptimo ángel mensajero de la séptima edad, y que permanecen en esa séptima edad o han pasado a la brecha entre la séptima edad y la Edad de la Piedra Angular, aquí hay algo importante.

Si creen que esto es así: “Ahora recuerde, el séptimo ángel estará sobre la Tierra en el tiempo de Su Venida”, entonces tienen que identificar Su Venida.

Ahora, vamos a continuar… vamos a continuar aquí; dice:

[25]. Y sabemos por las Escrituras, allá en Malaquías capítulo 4, que debe haber uno (un mensajero) semejante a Juan…”.

Uno semejante a Juan es uno con el ministerio de Elías; eso es uno semejante a Juan.

[25]. … un Elías (¿ve?) al cual puede llegar la Palabra de Dios; y él debe revelar por medio del Espíritu Santo todos los misterios de Dios, y restaurar la fe de los hijos otra vez a la fe de los padres apostólicos; restaurará todos los misterios sobre los cuales han conjeturado por todos estos años”.

Ahora, esta fue la página 59. Continuamos en el penúltimo párrafo, dice [Los Sellos]:

26. Ahora, vemos que este Libro sellado con siete sellos es el misterio de la redención, es un Libro de Redención de Dios. Ahora, en este tiempo todos los misterios deben ser consumados cuando este mensajero comience a proclamar. Ahora, aquí tenemos al ángel sobre la Tierra y luego otro Ángel, un Mensajero poderoso que viene bajando. Este ángel es un ángel terrestre (o sea, el séptimo mensajero), un mensajero, pero aquí viene uno del Cielo con un pacto, el arco iris (o sea, el Pacto es el arco iris); este solamente puede ser Jesucristo, igual como estaba en Apocalipsis capítulo 1: ‘Y en medio de los siete candeleros, uno semejante al Hijo del hombre’; y también en el capítulo 4: ‘Y el que estaba sentado, era al parecer semejante a una piedra de jaspe y de sardio: y un arco celeste había alrededor del trono, semejante en el aspecto a la esmeralda’”.

Ahora, el que baja del Cielo es Cristo.

Pero vamos a ver aquí algo muy importante. En la página 57 dice, en los tres últimos párrafos:

16. Este Libro sellado con siete sellos es revelado en el tiempo de los siete truenos de Apocalipsis 10. Demos lectura allí también para tener un mejor entendimiento antes de entrar más profundamente. Ahora, esto ya es (en) el tiempo del fin porque dice así:

‘Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza…’.

17. Ahora, si usted se fija bien, notará que esta persona es Cristo, porque aun en el Antiguo Testamento Él fue llamado el Ángel del Pacto; y Él ahora viene directamente a los judíos porque la Iglesia ha llegado a su fin”.

Y ahora, Cristo, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo, viene… dice aquí…, dice que Él es el Mensajero…, dice que es el mismo que estaba allá en el Antiguo Testamento, el Ángel del Pacto: “Él es llamado Ángel del Pacto”. Y ahora viene directamente, ¿a quiénes? A los judíos:

[17]. … porque la Iglesia ha llegado a su fin. Bien, ahora continuando:

‘… y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego’.

18. ¿Recuerdan el Ángel de Apocalipsis capítulo 1? Este es el mismo. Un ángel es un mensajero, y él es un mensajero a Israel. ¿Ve usted? La iglesia está a punto de ser raptada, Él viene por Su Iglesia”.

Y ahora, el Mensajero a Israel (que viene por Israel, viene por los judíos), ahora, por cuanto la Iglesia está a punto de ser raptada, viene ¿por quién? Por la Iglesia. Lo vamos a ver con la Iglesia y también con los judíos; es el único que podrá hacer ese trabajo.

Ahora, vamos a ver en la página 120, último párrafo (que pasa hasta la 121); dice [Los Sellos]:

94. Ahora, nosotros vimos la misma cosa, la cual es Cristo (está citando Apocalipsis 10); y sabemos que Cristo siempre es el Mensajero a la Iglesia. Él es llamado ‘Columna de Fuego’, ‘El Ángel del Pacto’, y así por el estilo”.

Y ahora, Cristo, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo, dice que es llamado…: Él es “el Mensajero a la Iglesia” siempre. Y es llamado “Columna de Fuego”, es llamado “el Ángel del Pacto”, “y así por el estilo”.

Y ahora, sabemos que este Ángel, que es Cristo, el Ángel del Pacto, el Mensajero a la Iglesia…, el cual ha estado en Su Iglesia en Espíritu Santo todo el tiempo; y estuvo con el pueblo hebreo y lo libertó de la esclavitud en Egipto; estaba velado y revelado en los profetas del Antiguo Testamento; estuvo en toda Su plenitud velado y revelado en Jesús, estuvo velado y revelado en los apóstoles, en…, desde el Día de Pentecostés en adelante; y luego en los mensajeros de cada edad, y por medio de ellos hablando. Y para el Día Postrero continuará en la Iglesia, y después con el pueblo hebreo.

El secreto es en quién estará velado y revelado el Ángel Fuerte que desciende del Cielo en Apocalipsis, capítulo 10, el cual es el Mensajero a Israel; pero viene por Su Iglesia, porque también Él es el Mensajero a Su Iglesia.

Y todo eso estará ocurriendo en la Edad de la Piedra Angular, la edad para la adopción, o sea, para la redención del cuerpo, que será la resurrección en cuerpos eternos de los muertos en Cristo, y la transformación de nosotros los que vivimos.

Ahora, hemos visto, así a la ligera, todas estas promesas que corresponden a la edad en la cual nosotros estamos viviendo; y en donde estamos trabajando y continuaremos trabajando bajo la bendición del Séptimo Sello en la Tercera Etapa.

Y al final quedará abierto plenamente el misterio del Séptimo Sello; y todo eso está ligado al Séptimo Sello y la Tercera Etapa en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, donde se estará cumpliendo esa Tercera Etapa y donde se estará cumpliendo el Séptimo Sello.

Y esa Tercera Etapa será para la Iglesia-Novia, será para el cristianismo completo y será también para el mundo entero (y ahí están incluidos los judíos); será para todas las naciones y todos los individuos. Tan sencillo como eso es todo lo relacionado a la Tercera Etapa, que será bajo el Séptimo Sello.

Por lo tanto, habrá personas trabajando en esa Tercera Etapa, y habrá personas —por consiguiente— trabajando con el Séptimo Sello: con Cristo en Su manifestación final. Así como hubo personas trabajando con Cristo en Su manifestación a través de cada mensajero en cada edad, en este tiempo también será en esa forma.

Y por consiguiente, estarán trabajando bajo la bendición del Séptimo Sello en la Tercera Etapa, estarán trabajando bajo la bendición que está en el Séptimo Sello; estarán trabajando con Cristo, el Séptimo Sello, con el Espíritu Santo en el Día Postrero en Su manifestación final; en donde todo culminará en una Gran Carpa Catedral, en donde ahí la manifestación plena de la Tercera Etapa será vista cumpliendo las cosas que han sido prometidas; y Dios estremecerá al mundo entero, a todas las naciones.

Todo lo que fue visto por el reverendo William Branham será materializado. A él le tocó tener la visión; a nosotros nos toca tener la materialización de esa visión. Para lo cual estaremos…, ya comenzamos, y estaremos trabajando para que se materialice eso que fue prometido a la Iglesia del Señor Jesucristo.

“MINISTROS TRABAJANDO BAJO LA BENDICIÓN DEL SÉPTIMO SELLO EN LA TERCERA ETAPA”; lo cual, todo culminará en una Gran Carpa Catedral.

Y hubo que separar un poco los dos pueblos para que no se peleen, para que no se pongan celosos; porque siempre hay celos. Y algunas veces algunos dicen: “No-no, yo… yo estoy… respaldo esta parte”. Otros dicen: “No, yo respaldo acá, lo que tiene que ver con los judíos”. Otros dicen: “No, yo respaldo lo que tiene que ver con la Iglesia-Novia”. Y se unirán algunos que dirán: “No, yo respaldo con lo que tenga que ver con el mundo”, pues la Tercera Etapa también será para el mundo entero. Y otros podrán decir: “No, yo voy a respaldar lo que tendrá que ver con el cristianismo en general”.

Así que no se sabe si tengamos que hacer cuatro separaciones. No se sabe si tengamos que hacer como hizo Jacob: separó todo lo que llevaba, e hizo como cuatro o cinco grupos[18].

De todos los grupos, lo más importante es y será la Iglesia-Novia del Señor Jesucristo. Ella es la que tiene la promesa de una Gran Carpa Catedral; por la cual y para la cual estará trabajando, con todos los ministros y todas las congregaciones que se unirán en esa gran labor.

Pero nunca debe haber celos de ministros con otros ministros, porque afectarían todas las etapas que tendrá el Séptimo Sello. Más bien estar en armonía todos, porque hay una importante Obra de parte de Dios bajo el Séptimo Sello en la Tercera Etapa, que está prometida.

El reverendo William Branham dice en el libro de Los Sellos, que se han cumplido, de la Tercera Etapa, dos partes en su tiempo. Vamos a ver si lo encuentro aquí; si no, lo busco acá en… Vamos a ver dónde se encuentra. Ya había cerrado aquí, pero vamos a ver. Él dice que una…, dice: “Una se cumplió ayer, otra hoy, y falta una… una que todavía no se ha cumplido”.

¿Cómo dice él que será esa otra que no se ha cumplido? Recuerden que, siempre, en todas las etapas, por cuanto es la Etapa de la Palabra hablada creadora, hay un idioma. Tiene que ser hablada. Y entonces esa parte que dice: “Una se cumplió ayer, otra hoy, y queda otra que está en un idioma (¿qué?) desconocido”. Y le fue dicho que no tratara de darla a conocer, que no hiciera nada para dar a conocer esa etapa que falta – que faltaba por ser dada a conocer.

Por lo tanto, esa que está en un idioma desconocido, pues entonces no es inglés; porque si hubiera escuchado – al escuchar, si es – y si era en inglés, pues entendía; pero él dice que estaba en un idioma desconocido.

Vamos a buscarla aquí; vamos a ver dónde la encontramos, para leerla, y ya concluiríamos con esto. Página 471, penúltimo párrafo dice…, y un poquito antes también; dice: “Entonces…”. Dice:

[161]. En eso la Voz me dijo: ‘No puedes enseñarles las cosas sobrenaturales a los bebés pentecostales. ¡Déjalos!’. Entonces me alzó y me colocó en un lugar muy elevado, donde había una reunión, y parecía una carpa o una especie de catedral. Yo miré, y así a un lado parecía que había una cajita, un lugar pequeño”.

Recuerden, en una Carpa Catedral gigante, un cuartito de 12 pies (digamos, 3 metros) de ancho por 20 pies de largo (20 pies serían como unos 7 metros, más o menos; 6 metros y algo; digamos 7 metros; 3 metros por 7 metros), eso es – se ve pequeñito en un lugar gigante. Ahora, dice:

[161]. Y esa Luz que ustedes ven sobre la fotografía estaba hablando con alguien más arriba de donde yo estaba. Se fue volando de donde yo estaba, y se fue a posar sobre la carpa, y dijo: ‘Te encontraré allí’”.

Ahora vean, cuando él estuvo en cierto lugar pescando, y después fue levantado, y estaba… pasó a otra dimensión; y estaba con un zapatito de bebé colocando el hilo, y no, no entraba, porque estaba usando la parte contraria (porque por el lado correcto tenía algo de metal que lo hacía más fino para poder entrar); y entonces ese zapatito representaba la edad o pueblo de la edad pentecostal: bebés; por eso le presenta un zapatito de bebé. Y luego le dice: “¡Déjalos! No puedes enseñarle cosas sobrenaturales a bebés pentecostales. ¡Déjalos!”. Y entonces subió más arriba.

Vean, la Iglesia ha ido subiendo de una edad a otra edad: estar en una… en una etapa: bebé pentecostal, en la séptima edad; y subir más arriba: tiene que subir a la Edad de la Piedra Angular. Tan sencillo como eso.

Ya en la edad pentecostal, pues ya vean cómo fue mostrado todo.

Y ahora vean, dice:

[161]. Y esa Luz que ustedes ven sobre la fotografía estaba hablando con alguien más arriba de donde yo estaba”.

Si estaba más arriba de donde él estaba, vean: pertenecía a una edad más alta. Pero ahora ya él pasó a ese lugar, vio todo.

Y ahora, así como Dios le hablaba en cada edad a cada mensajero, ahora está hablando a uno que está más arriba; y —por supuesto— tiene que ser el que construyó esa Carpa (con el pueblo y los ministros), el que la construyó; a donde él fue, y ve una Gran Carpa Catedral.

Ahora, dice:

[161]. Se fue volando de donde yo estaba, y se fue a posar sobre la carpa, y dijo: ‘Te encontraré allí. Esto será la Tercera Etapa, y no se lo dirás a nadie’.

162. Y allá en el Cañón Sabino, Él me dijo: ‘Esta es la Tercera Etapa’. Hay tres cosas muy grandes que acompañan la Tercera Etapa. Una de ellas se abrió ayer, otra hoy, y queda una cosa que no puedo interpretar, porque está en un idioma desconocido”.

La Tercera Etapa no será en inglés; será en un idioma que era desconocido para el reverendo William Branham. Y por cuanto es una etapa que va a ser cumplida en medio de la gente, pues el idioma tendrá que ser el idioma que corresponde a esa edad, y corresponde al mensajero de esa edad y al pueblo que está con ese mensajero. Aunque en medio del pueblo haya algunos países que hablen algún otro idioma parecido, o que hablen otro idioma, pero lo importante es que estén en el continente o en el territorio donde se estará cumpliendo esa Tercera Etapa, y en donde surgirá esa Gran Carpa Catedral; para la cual estarán trabajando todos los pertenecientes a esa gran Edad de la Piedra Angular.

Si hubiera sido para la séptima edad (los pentecostales): con el reverendo William Branham les tocaba trabajar, y con todos los que creían su Mensaje. Así que en la edad pentecostal se hubiera cumplido. Él trató, pero no fue para ese tiempo.

Y ahora estamos en el tiempo donde todas estas promesas tienen que hacerse una realidad; para lo cual estarán trabajando los ministros, trabajando bajo la bendición del Séptimo Sello en la Tercera Etapa.

Ha sido para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes, dándoles testimonio de nuestro tema: “TRABAJANDO BAJO LA BENDICIÓN DEL SÉPTIMO SELLO EN LA TERCERA ETAPA”.

Por lo tanto, estamos trabajando en el Programa Divino correspondiente a nuestro tiempo, estamos trabajando en la perfecta voluntad de Dios: trabajando en lo que corresponde a nuestra edad.

Así que, adelante trabajando en la Obra del Señor siempre. Y que Dios les bendiga grandemente a ustedes y a vuestras congregaciones, y les use grandemente en Su Obra en este tiempo final; a ustedes que están presentes, y a los que están en diferentes naciones y están escuchando esta plática que tenemos aquí con los ministros.

Y Benjie, de Puerto Rico, no sé dónde se encuentra. Ya… a ese no… no le afectó el frío. Dios te bendiga, Benjie, también.

Y hasta mañana, Dios mediante.

(Ya con una sopita se arregla eso, ¿verdad?).

Que Dios les bendiga, y buen provecho para todos; buen provecho espiritual y buen provecho físico también.

“MINISTROS TRABAJANDO BAJO LA BENDICIÓN DEL SÉPTIMO SELLO EN LA TERCERA ETAPA”.

[Revisión agosto 2025]

[1] San Juan 11:39-44

[2] Citas, pág. 119, párr. 1057: 63-1229E “Apartando la mirada hacia Jesús”, párrs. 38-39

[3] Citas, pág. 155, párr. 1384: 65-0725E “¿Cuál es la atracción en el Monte?”, párrs. 132-133

[4] Compilación de extractos “La introducción de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia”, págs. 281-284, párrs. 86-122 ([63-1110E] “El que está en vosotros”)

[5] Compilación, págs. 238-245, párrs. 33-52 ([59-1123] “Habla a esta montaña”)

[6] Compilación, págs. 290-295, párrs. 71-136 ([64-0120] “Sus palabras infalibles de promesa”)

[7] Compilación, págs. 250-252, párrs. 170-188 ([60-0417M] “Id, decid”)

[8] Las Edades, pág. 426, párr. 43

[9] Éxodo 16:12-16

[10] Alimentación de los cinco mil: Mt. 14:13-21, Mr. 6:30-44, Lc. 9:10-17, Jn. 6:1-13 / Alimentación de los cuatro mil: Mt. 15:32-38, Mr. 8:1-9

[11] Compilación, págs. 235-238, párrs. 130-157 ([57-0623] “Cree desde el corazón”)

[12] San Mateo 4:19

[13] Apocalipsis 8:1

[14] San Mateo 12:46-50

[15] San Mateo 25:40

[16] San Lucas 19:10

[17] 1 Tes. 5:2, 2 P. 3:10, Ap. 16:15

[18] Génesis 32:7-8

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