Muy buenas tardes, amables amigos y hermanos presentes acá en Reynosa, y los que están en otras ciudades de la República Mexicana o en otras naciones; que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes, y un saludo muy especial para el misionero Miguel Bermúdez Marín donde se encuentre en estos momentos, que Dios te bendiga Miguel, te guarde y te use grandemente en Su Obra en este tiempo final, y también un saludo muy especial para el doctor Salomón Cunha y su esposa Kélita Machado de Cunha allá en Brasil, que Dios te bendiga Salomón y Kélita y les use también grandemente en Su Obra en este tiempo final.
Ya falta poco para la conferencia: “Jerusalén 2010″ en junio de este año, en donde estaremos también dedicando, inaugurando, la oficina de AMISRAEL en Jerusalén.
Los que van a estar allá en Jerusalén, con tiempo tengan los boletos listos para que les salga más bajo el precio de los boletos para ir a Jerusalén, y también tengan todo listo, el dinero también del hospedaje, porque es importante tener todo listo para los viajes, para así estar seguros de que podrán ir a Jerusalén en la conferencia: “Jerusalén 2010.”
Aprecio y agradezco mucho el respaldo que le están dando a AMISRAEL en este tiempo final, en este año 2010, como también respaldaron a AMISRAEL el año 2009, y también aprecio el respaldo que le están dando a la obra misionera y evangelística, todos los ministros con sus congregaciones juntos al misionero Miguel Bermúdez Marín.
Es importante la obra misionera y evangelística, porque hasta que no sea llamado hasta el último escogido y colocado en el Cuerpo Místico de Cristo no podremos irnos de aquí, ni siquiera Cristo podrá salir del Trono de Intercesión, porque Él no puede salir del Trono de Intercesión hasta que entre al Cuerpo Místico de Cristo hasta el último escogido, hasta que Él haga Intercesión por el último escogido no puede salir del Trono de Intercesión.
También aprecio y agradezco mucho el respaldo que le están dando al proyecto de La Gran Carpa-Catedral en Puerto Rico, va hacia adelante ese proyecto, las labores van hacia adelante.
Para esta ocasión leemos la Escritura que se encuentra en Apocalipsis, capítulo 1, verso 1 al 3, donde nos dice:
“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,
que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.
Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
“EL MANDAMIENTO DE OÃÂR LA VOZ DE DIOS.”
Esta Escritura, este pasaje bíblico del Nuevo Testamento, es paralelo a Éxodo, capítulo 23, versos 20 al 23, donde nos dice Dios:
“He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.
Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.
Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren.
Porque mi Angel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir.”
Encontramos en este pasaje que hemos leído aquí en Éxodo, capítulo 23, versos 20 al 23, que Dios envió Su Ángel al pueblo hebreo a través del profeta Moisés, envió a Moisés para la liberación del pueblo, y luego estuvo acompañando al pueblo hebreo, lo libertó y lo llevó a través del Mar Muerto, lo pasó al Sinaí, al desierto, lo llevó hasta el Sinaí para darle allí las tablas de la Ley, para darle mandamientos y ordenanzas para todo el pueblo hebreo, las dio a Moisés, y Moisés las transmitió al pueblo hebreo, porque ese es el Orden divino.
Y ahora, así como Dios en el antiguo Pacto tiene Su Ángel al cual envía, y por medio del cual se manifiesta y le habla al pueblo hebreo, le habla a Moisés y al pueblo hebreo, y guía al pueblo; encontramos que en el Nuevo Testamento, el Nuevo Pacto, Jesús dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.” Apocalipsis, capítulo 22, versos 16 al 17.
Y luego en Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, dice de la siguiente manera y lo vamos a leer, dice:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”
Y aquí el Señor acá en el Nuevo Testamento envía Su Ángel para mostrar a Sus siervos las cosas que deben suceder pronto:
“¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.”
Y estas Palabras de la profecía de este libro las dio Cristo a través de Su Ángel a Juan, para Juan transmitirlas al pueblo; porque es por medio de Su Ángel que Cristo ha estado obrando en esta revelación apocalíptica, así como Dios obró por medio de Su Ángel en el antiguo Testamento, por medio de Su Ángel fue que le hablaba a Moisés, como le había hablado a Jacob, le había hablado también a Abraham, le había hablado también a Noé y a todos esos hombres de Dios del pasado.
Y ahora, Cristo en el Nuevo Pacto, en el Nuevo Testamento dice: “Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.” El reverendo William Branham hablando acerca de este Ángel, dice: “Ese es un espíritu de profeta.”
Un espíritu de profeta es un cuerpo angelical de profeta, así como el Ángel del Pacto donde estaba el Nombre de Dios, ahí en Éxodo, capítulo 23, versos 20 al 23, y al cual Dios había enviado para libertar al pueblo y llevar al pueblo hacia la Tierra Prometida, ahí estaba el Nombre de Dios, y vean ustedes, era por medio del Ángel que Dios le hablaba al pueblo.
La Voz de Dios venía por el Ángel al profeta Moisés, la Voz de Dios venía por el Ángel para el pueblo hebreo, el Ángel se manifestaba a través del profeta Moisés; era un cuerpo angelical, era un profeta, pues está profetizando allá en el antiguo Testamento, era nada menos que el Ángel del Pacto, el Cuerpo angelical de Dios, el cual es Cristo en Su Cuerpo angelical. Tan sencillo como eso.
Recuerden que Cristo dijo en una ocasión en San Juan, capitulo 8, versos 56 al 58. “Abraham vuestro padre deseó ver mi día; y lo vio, y se gozó.” y le dicen los judíos: “Aún no tienes cincuenta años, ¿y dices que has visto a Abraham?” Jesús les dice a ellos: “Antes que Abraham fuese, yo soy.” ¿Cómo era? Era el Ángel del Pacto, pues eso fue lo que fue prometido para la Venida del Mesías; en Malaquías, capítulo 3, versos 1 al 2, dice:
“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí.” O sea, que el que va a venir está enviando a Su mensajero, el mensajero del Mesías es Juan el Bautista preparándole el camino.
“…y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.”
Y ahora, ¿quién vendría en el cumplimiento de la Venida del Mesías? Vendría Juan el Bautista preparándole el camino al Señor, el precursor de la primera Venida de Cristo con el Espíritu y virtud de Elías como dijo el profeta de otra dimensión, de la sexta dimensión: el Arcángel Gabriel cuando le habla a Zacarías y le dice que Zacarías y su mujer van a tener un niño, y ella era estéril y ya avanzada en edad, capítulo 1 de San Lucas, y le dice que va a ser grande delante de Dios y que vendrá con el Espíritu y poder de Elías.
Y ahora vean, no sería Elías literalmente, sería otro hombre en el cual el Espíritu Santo operaría el ministerio de Elías, tan sencillo como eso; así es Elías en su primera venida, su segunda venida, la tercera venida de Elías, la cuarta venida de Elías que fue el precursor de la Segunda Venida de Cristo: el reverendo William Branham, y así será la venida de Elías en su quinta manifestación, y vendrá con Moisés.
O sea, que el espíritu ministerial de Moisés estará nuevamente sobre la Tierra en un hombre, un profeta como Moisés Dios ha prometido levantar, y eso será la manifestación del Espíritu Santo operando el ministerio de Moisés en un hombre, operando el ministerio de Elías en un hombre, y operará el ministerio de Jesús en un hombre también, tan sencillo como eso será lo que va a pasar en este tiempo final y tiene que ser en medio del Cristianismo, porque el Cristianismo es el que está esperando la Segunda Venida de Cristo, no puede ser en otro lugar.
Y el Cristianismo es el que está dentro del Nuevo Pacto, el pueblo hebreo no está dentro del Nuevo Pacto, pues el pueblo hebreo como nación no ha entrado al Nuevo Pacto; porque para entrar al Nuevo Pacto hay que recibir a Cristo como su único y suficiente Salvador, y lo otro es que Dios trata con el pueblo hebreo como nación, y con los gentiles trata con individuos.
Así que, podemos ver la promesa de la Venida del Mesías para el Día Postrero, la promesa de la venida del precursor, y la venida del precursor se cumplió ¿dónde? En medio del Cristianismo, por lo tanto en medio del Cristianismo se va a cumplir la Segunda Venida de Cristo, y lo van a ver los creyentes en Cristo y lo van a recibir, esos serán los que van a ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, esos son los que recibirán la fe para ser transformados, la fe de rapto, esos serán los que estarán escuchando la Voz de Cristo, la Voz del Ángel fuerte que desciende del Cielo clamando como cuando un león ruge y siete truenos emitiendo sus voces.
O sea, que van a estar escuchando la Voz de Cristo, que es la Voz de los siete truenos hablándole el mensaje final a la Iglesia del Señor Jesucristo, el mensaje del Evangelio del Reino que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo, gira alrededor del séptimo Sello; y el séptimo Sello es la Segunda Venida de Cristo, y ahí va a estar el Ángel del Señor Jesucristo, y por medio del Ángel del Señor Jesucristo nos va a estar dando a conocer estos misterios que van a estar siendo cumplidos en el Día Postrero. Así como pasaba en el antiguo Testamento, va a estar sucediendo en el Nuevo Testamento.
Por lo tanto, para poder comprender lo que estará sucediendo en el Día Postrero en medio del Cristianismo, hay que ver lo que sucedió dos mil años atrás en el tiempo de Juan el Bautista y de Jesús y los apóstoles; porque va a ser paralelo todo lo que estará sucediendo en este tiempo, con lo que pasó en el tiempo de Juan el Bautista, de Jesús y los apóstoles; y también va a ser paralelo a lo que sucedió en el tiempo de Noé, y también paralelo a lo que sucedió en el tiempo de Lot, en esos tres tiempos hubo un profeta Dispensacional presente con la Palabra de Dios para ese tiempo, para esa dispensación correspondiente. Noé fue el profeta Dispensacional para la dispensación del Gobierno Humano que se entrelazaba con la dispensación de la Inocencia; Abraham fue el profeta Dispensacional con el mensaje de la promesa para la dispensación de la Promesa o cuarta dispensación.
Va a ser un tiempo paralelo también al tiempo de Moisés, allá Dios libertó al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto, y para nuestro tiempo está prometida la liberación, la manifestación gloriosa de los hijos e hijas de Dios, y eso será como la liberación que se llevó a cabo allá en Egipto, Dios libertando a Su pueblo de la esclavitud en Egipto, eso será un tercer éxodo, porque el primero fue con Moisés, el segundo fue con Jesús, Él libertando a Su pueblo a Sus Hijos del imperio de las tinieblas, del imperio del maligno.
Y ahora, encontramos que el tercer éxodo es el Señor por medio de Su Espíritu libertando a Su Iglesia, a Su pueblo en este tiempo final, en donde seremos libertados completamente al ser transformados y los muertos en Cristo ser resucitados en cuerpos glorificados.
Por lo tanto, este es un tiempo paralelo al tiempo de todos los profetas Dispensacionales, vean, paralelo al tiempo de Jesús también, por eso encontramos que un profeta como Jesús, como Elías y como Moisés estará en la Tierra, ese será un profeta con una triple manifestación, una triple porción del Espíritu de Dios, el espíritu ministerial, y eso va a ser una señal muy grande para la humanidad, primero van a ver a Elías, después van a ver a Moisés y después van a ver a Jesús. Tan sencillo como eso.
Hay un orden en la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, por eso es tan importante estar escuchando la Voz de Dios en el Día Postrero, para estar al tanto de las cosas que estarán sucediendo y entenderlas; porque las cosas prometidas, profetizadas que van a suceder en el tiempo final, van a suceder lo crean o no lo crean las personas, porque es una promesa divina y Dios la va a cumplir; pero habrá un mensaje que nos abrirá las Escrituras y el entendimiento para comprender estas cosas que estarán sucediendo.
Vean, antes del Monte de la Transfiguración cuando Cristo dijo: “¿De qué le vale al hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus Ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.” San Mateo, capítulo 16, versos 26 al 28, y dice: “Seis días después tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestiduras se hicieron blancas como la luz. Y aparecieron con Él, al lado de Él, Moisés y Elías, uno a cada lado,” eso está en el capítulo 17 de San Mateo.
Allí está el orden de la Venida del Hijo del Hombre, pues Cristo había dicho: “Hay algunos de los que están aquí que no gustarán la muerte hasta que vean al Hijo del Hombre viniendo en Su Reino.” Y en San Lucas y en San Marcos, allá habla también: “viniendo en la gloria de Su Padre,” y lo que fue visto allí en el Monte de la Transfiguración fue a Jesús glorificado, transformado, y a Moisés y a Elías, allí estaban viendo la gloria de Dios en el monte Santo, el monte era Santo porque estaba allí la presencia de Dios y eso santificó el monte.
Y ahora, los apóstoles dijeron, San Pedro dijo que allí estaba siendo vista la gloria de Dios, fue una experiencia muy importante la que Pedro, Jacobo y Juan tuvieron allá en el Monte de la Transfiguración.
Y ahora, esa fue la Venida del Señor reflejada, mostrada la Venida del Señor para el Día Postrero, mostrada de antemano allá en el tiempo de los apóstoles, y eso es lo que será visto en el Día Postrero; Pedro, Jacobo y Juan vieron a Jesús glorificado, y vieron a Moisés y a Elías; y por esa causa la Iglesia del Señor Jesucristo en el Día Postrero en la Venida del Señor, la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, va a estar viendo a Elías, a Moisés y a Jesús, o sea, los ministerios de Elías, Moisés, y Jesús manifestados en medio de la Iglesia; porque la Iglesia es el monte Santo, ahí están los santos de Dios, ahí está Dios que santifica ese monte, un monte es un reino, y la Iglesia del Señor Jesucristo es un Reino, un Reino de reyes y sacerdotes lavados con la Sangre de Cristo nuestro Salvador.
Y ahora, es importante escuchar el mandamiento de Cristo, el mandamiento de Dios, que escuchemos la Voz de Dios, la Voz de Dios que viene por medio del Espíritu Santo a través del mensajero correspondiente al tiempo en que se está viviendo.
La Voz de Dios por medio del Ángel del Pacto venía a través del profeta Moisés para el pueblo hebreo en el éxodo que se llevó a cabo, la Voz de Dios de edad en edad ha venido por medio del mensajero correspondiente a cada tiempo, así ha venido la Voz de Dios para el pueblo; así fue también en los tiempos de Moisés, de Elías, de Jeremías, de Ezequiel, de Zacarías, de todos estos profetas, y luego así fue también a través de Juan el Bautista y luego a través de Jesús, luego a través de los apóstoles allá en Jerusalén, luego a través de San Pablo para los gentiles, y luego a través de cada uno de los mensajeros enviados a la Iglesia del Señor Jesucristo.
La Palabra era revelada al mensajero de cada edad por medio del Espíritu de Cristo en cada edad, y luego él la proclamaba aunque no la entendiera muy bien, hablaba ese mensaje y comenzaba el pueblo a venir, a escuchar ese mensaje y comenzaba a formarse la edad, la edad correspondiente al tiempo en que el mensajero era enviado, o sea, se formaba el grupo que formaba la parte de la Iglesia correspondiente a ese tiempo y así era de edad en edad, de etapa en etapa hasta el séptimo mensajero.
¿Y después qué? Pues después viene la Edad de la Piedra Angular, la etapa de la Piedra Angular que coronará la Iglesia del Señor Jesucristo, y Cristo ha enviado Su Ángel, un espíritu de profeta, el cual ha estado en medio de Su Iglesia todo el tiempo, y ha estado trayendo la Palabra, por eso dice: “La revelación de Jesucristo que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, el cual ha dado testimonio de la palabra de Dios,” dice: “Bienaventurado el que…” vamos a leerlo aquí para que lo tengamos tal y como fue dado:
“…que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.
Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.” [Apocalipsis 1:2].
Son bienaventurados los que leen y los que oyen las palabras de esta profecía, y esta profecía, pues la trae el Ángel del Señor Jesucristo enviado por Cristo a la Iglesia del Señor Jesucristo, en la misma forma en que Dios obraba en medio del pueblo hebreo, Cristo ha estado obrando en medio de Su Iglesia, ese Ángel del Señor Jesucristo es un espíritu de profeta el cual en el Día Postrero en el tiempo final estará en medio de la Iglesia, también con un velo de carne como los demás creyentes en Cristo; así como Cristo estuvo en medio del Judaísmo, en medio de los judíos, en medio de los hebreos y fue circuncidado al octavo día, los sábados iba a la sinagoga, todos los años una vez al año iba a Jerusalén para la fiesta de la Pascua con José y María, vean, porque Él nació y se crió como un guardador de la Ley.
Y para el Día Postrero… y recuerden que ese era el Ángel del Pacto, Cristo en Su Cuerpo angelical que se vistió de carne humana y vivió en medio del pueblo hebreo 33 años en el velo de carne, pero estaba por miles de años en medio del pueblo pero en cuerpo angelical, ese era el Espíritu Santo en medio del pueblo hebreo. Recuerden que un espíritu es un cuerpo de otra dimensión.
Y ahora, para el Día Postrero tenemos bendiciones paralelas a las que fueron dadas en tiempo pasados, como en el tiempo de Moisés y en el tiempo de los profetas y en el tiempo de Jesús, y en el tiempo de los apóstoles, y en el tiempo de los siete ángeles mensajeros.
En los siete ángeles mensajeros fue reflejado el Ángel del Señor Jesucristo y Su manifestación en el Día Postrero en carne humana, fue reflejado en San Pedro también y en San Pablo; así como los judíos trajeron el Evangelio a los gentiles, por supuesto por medio de San Pedro y San Pablo, los gentiles lo llevarán al pueblo hebreo, esto es por medio de los ministerios de Moisés y Elías, los ministerios que estarán en el Ángel del Señor Jesucristo.
O sea, que cuando nos dice Moisés y Elías, ya entonces uno tiene que entender lo que esto significa; por eso el reverendo William Branham dice que va a suceder algo grande en Israel, y él dice: “Será un profeta,” eso es lo más grande, eso es más grande que un terremoto, eso es más grande que cualquier cosa, esa es la señal más grande de parte de Dios.
Después del ministerio de ese mensajero predicando el Evangelio del Reino, el Evangelio eterno, entonces vendrá el fin, pues Cristo dijo: “Y será predicado este Evangelio del Reino para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.” San Mateo, capítulo 24, verso 14. El Evangelio del Reino gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo, y gira por consiguiente alrededor del Reino de David que será restaurado, y Trono de David, gira alrededor de la Venida del Reino de Dios a la Tierra.
Por lo tanto, así como el Evangelio de la Gracia gira alrededor de la Primera Venida de Cristo como Cordero de Dios para quitar el pecado del mundo, y el Evangelio del Reino gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo como León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo, tan sencillo como eso; por eso es tan importante estar escuchando la Voz de Dios, la Palabra de Dios correspondiente a este tiempo final.
En este tiempo final para recibir la fe para ser transformados y llevados con Cristo, los escogidos estarán escuchando la predicación del Evangelio del Reino, que será la predicación del Evangelio eterno con el cual viene el Ángel de Apocalipsis, capítulo 14, versos 6 al 7, que dice… vamos a leerlo para que lo tengan claro también.
“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,
diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.”
Este mensajero, un ángel es un mensajero, y viene con el Evangelio eterno, el Evangelio del Reino, y viene para predicarlo a los moradores de la Tierra, a toda nación, pueblo, lengua y tribu; y si viene para predicarlo a los moradores de la Tierra, pues tiene que estar en la Tierra para predicarlo a los moradores de la Tierra; y si va a predicar, pues tiene que ser un predicador. Tan sencillo como eso.
Y si dice que viene predicando, hablando con una gran Voz, es un mensaje Dispensacional, y viene diciendo: “Temed a Dios, y dadle gloria,” O sea, que viene hablando de asuntos religiosos, de adoración a Dios, tan sencillo como eso, viene enseñándole a la gente que es tiempo de agarrarse bien de Dios, de adorar a Dios, de buscar a Dios, de servir a Dios y de prepararse para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero; y también viene diciendo en su mensaje:
“…porque la hora de su juicio ha llegado;”
O sea, que viene también anunciando el juicio divino que ha de caer sobre la raza humana, o sea, que viene, que sabe todo el misterio del juicio divino que ha de caer sobre la raza humana, y viene anunciándolo, o sea, que ese es un mensajero que estará hablando del juicio divino que ha de caer sobre la Tierra, y por consiguiente estará predicando el día de venganza del Dios nuestro, tan sencillo como eso, donde Jesús se detuvo…
Recuerden que Jesús leyó Isaías, capítulo 61, verso 1 al 2, dijo: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido,” y comienza a decir para qué había sido ungido y llega a donde dice: “Para predicar el año agradable del Señor o año de la buena voluntad del Señor,” y ahí se detuvo; lo que a continuación decía en ese mismo verso 2, era: “Y el día de venganza del Dios nuestro,” pero como Él no vino para predicar en aquel tiempo el día de venganza del Dios nuestro se detuvo hasta donde Él iba a cumplir; porque la predicación del día de venganza del Dios nuestro es para este tiempo final, y este Ángel que viene con el Evangelio eterno, viene anunciando que el día del juicio divino, la hora del juicio divino, la hora de Su juicio ha llegado, por lo tanto, viene anunciando el juicio divino, viene anunciando el día de venganza del Dios nuestro.
Por lo tanto, es para el Día Postrero una señal muy grande de que el tiempo ha llegado a una etapa en donde de un momento a otro se completará la Iglesia del Señor Jesucristo, y Cristo saldrá del Trono de Intercesión y entonces ya no habrá misericordia en el Cielo para los seres humanos; porque ya no habrá Sangre en el Propiciatorio, la Sangre de Cristo ya no estará en el Propiciatorio, porque Él habrá salido del Propiciatorio para tomar el Libro que está en la diestra de Dios, para abrirlo y traerlo a la Tierra, hacer Su Reclamo, Su Obra de Reclamo como León de la Tribu de Judá, ahí es donde Él cambia, al salir del Trono, cambia de Cordero a León y toma el Título de Propiedad, y por eso es que en Apocalipsis, capítulo 10, ya desciende como el León de la Tribu de Judá, por eso es que cuando clama, cuando habla, dice:
“…y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces.”
Porque clama como cuando un león ruge, viene como León, como León es como Rey, como León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo. Estamos en el tiempo para el complimiento de todas esas promesas; por lo tanto, estemos escuchando la Voz de Dios, el mensaje de Dios para nuestro tiempo para obtener la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, en adición al mensaje del Evangelio de la Gracia.
El día que Jehová hizo para salvación, para la redención del alma de los seres humanos es el día de la Dispensación de la Gracia, y el día para la redención del cuerpo es el Día Postrero, el séptimo milenio de Adán hacia acá o Dispensación del Reino, séptima Dispensación. Tan sencillo como eso.
Por lo tanto, hemos ya entrado al Día Postrero, al día para la redención del cuerpo, o sea, la transformación de los vivos en Cristo y resurrección de los muertos en Cristo en cuerpos glorificados; estamos en el tiempo más glorioso de todos los tiempos, es tiempo de todos estar cerca de Dios, todos estar en el Cuerpo Místico de Cristo sirviendo a Dios, adorando a Dios y dándole gloria como dice el Ángel que viene con el Evangelio eterno predicándolo a los moradores de la tierra, a toda nación, a toda tribu, a toda lengua y pueblo.
“EL MANDAMIENTO DE OÃÂR LA VOZ DE DIOS.”
Tenemos mandamiento de estar escuchando la Voz de Dios, del Ángel de Éxodo, capítulo 23, versos 20 al 23, Dios dijo:
“He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado (o sea, que ha preparado para el pueblo), oye su voz; no le seas rebelde.”
¿Ven? La Voz de Dios se escucha por medio del Ángel, el mensajero que Dios envía, y ese Ángel allí en el antiguo Testamento es el Cuerpo angelical de Dios, que es el Cuerpo angelical de Cristo llamado también el Espíritu Santo, porque el espíritu es un cuerpo de otra dimensión, es el mismo varón vestido de blanco, de lienzo, con el tintero de escribano en su cintura, de Ezequiel, capítulo 9.
Y ahora, para el Día Postrero estaremos viendo al Ángel del Señor Jesucristo, ya no en Su Cuerpo angelical sino en cuerpo físico de carne para estar en medio de la Iglesia dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, y siendo preparados para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Y todos los que estén escuchando la Voz de Dios en el Día Postrero por medio del Espíritu de Dios en medio de la Iglesia, van a estar siendo preparados para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Yo estoy escuchando la Voz del Señor en este Día Postrero, y estoy siendo preparado para ser transformado y llevado con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también.
Si hay alguna persona que todavía no ha recibido a Cristo para estar escuchando la Voz de Cristo, la Voz de Dios y estar siendo preparado para ser transformados físicamente también, puede recibirlo ahora como Salvador y estaremos orando por usted, para que Cristo le reciba en Su Reino, le perdone y con Su Sangre le limpie de todo pecado, sea bautizado en agua en Su Nombre y Cristo le bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en usted el nuevo nacimiento.
Por lo tanto, pueden pasar acá al frente y estaremos orando por usted, también los niños de diez años en adelante pueden venir a los Pies de Cristo. Recuerden que Cristo dijo: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis, porque de los tales es el Reino de los Cielos.”
También en las demás naciones pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo en estos momentos, para que queden incluidos en la oración que estaremos haciendo; los que están también en otras Ciudades de la República Mexicana, pueden también continuar viniendo a los Pies de Cristo, los que están en diferentes lugares, auditorios e iglesias, pueden continuar viniendo también a los Pies de Cristo.
Es tiempo de estar escuchando la Voz de Dios y es tiempo de estar bien agarrados de Dios para esperar nuestra transformación.
Este es un tiempo de mucha inseguridad para la raza humana. Hemos estado viendo terremotos muy terribles, hemos estado viendo también tsunamis, hemos estado viendo volcanes en erupción y un sinnúmero de problemas que tiene la naturaleza a causa del calentamiento global, es un tiempo de mucho temor, mucho miedo en medio de la raza humana como dijo Jesucristo. Vean, aquí Jesucristo nos dice en San Lucas, capítulo 21, que la humanidad va a estar muy asustada, muy temerosa, miren, aquí lo dice San Lucas, capítulo 21, versos 25 en adelante, dice:
“Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas;
desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra.”
Y ya siendo publicado sobre el calentamiento global y los problemas que traerá el calentamiento global, pues las personas están muy preocupadas, y el derretimiento de los polos, de los hielos polares también, que causará que el nivel de los mares suba y eso significa que muchas costas de muchas naciones van a desaparecer y también islas van a desaparecer; y los que viven en las costas y los que viven en las islas, pues se preocupan.
“…desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas.”
Y ahora, también las potencias de los Cielos serán conmovidas y entonces ya el problema será mayor, de esto fue que habló también el apóstol San Pablo en Hebreos, capítulo 12, cuando nos dice, del verso 25 en adelante, dice:
“Mirad que no desechéis al que habla.”
El que habla es el Espíritu Santo, el cual ha venido del Cielo para hablarle a la humanidad, el Espíritu de Cristo.
“Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.
La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.
Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.
Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;
porque nuestro Dios es fuego consumidor.”
Y ahora, vean cómo San Pablo anuncia también que Dios va a conmover no solamente la Tierra sino los Cielos también, por lo tanto todos estos problemas que tiene la Tierra, el planeta Tierra, ya estaban profetizados: terremotos, maremotos, volcanes en erupción, calentamiento global; recuerden que la Escritura dice: “He aquí viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; y aquel día que vendrá los abrasará (o sea, los quemará), ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.” Eso está en Malaquías, capítulo 4, verso 1, y el mismo capítulo 4, verso 2, dice: “Mas a vosotros los que teméis mi Nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación,” eso es la Segunda Venida de Cristo, pues Él es el Sol de justicia, Él dijo: “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas, más tendrá la luz de la vida.” San Juan, capítulo 8, verso 12.
Y ahora, podemos ver la bendición tan grande que hay para los creyentes en Cristo, aunque estamos viviendo en un tiempo de muchos problemas a nivel mundial: problemas económicos, problemas sociales, problemas políticos, todo tipo de problemas, y para colmo problemas el planeta Tierra también.
El planeta Tierra tiene muchos problemas porque no se ha honrado a la madre patria y a la madre Tierra como Dios ordenó también que se honre al padre y a la madre; por lo tanto, así como honramos a nuestros padres: a nuestra madre y nuestro padre, tenemos que honrar también a la madre patria y tenemos que honrar también a la madre Tierra. ¿Qué hacen los padres, y principalmente en tiempos pasados cuando no los honraban, cuando se portaban mal los niños? Pues les daban su castiguito.
Y ahora, la madre Tierra con esos problemas está viniendo un castigo grande para la raza humana, la madre patria, la madre Tierra, vean ustedes lo que está produciendo; es que hay un tiempo de siembra y un tiempo de cosecha, el tiempo de sembrar ya pasó, este es el tiempo de cosechar, de segar lo que hemos sembrado.
Y ahora, por cuanto estamos en el Oeste, estamos en el territorio de cosecha; recuerden que el tiempo de cosecha es el tiempo también del verano, por eso nos habla que cuando nosotros veamos todas esas señales que Cristo dio, sepamos que el verano esta cerca, el verano es el tiempo de cosecha y el verano es el tiempo de la Venida del Reino de Dios a la Tierra. Por lo tanto, estamos en el tiempo, para los creyentes en Cristo, el tiempo más glorioso de todos los tiempos; para la humanidad, el tiempo de más problemas y tenemos que ser realistas.
Y ahora, Cristo va a solucionar el problema de Sus Hijos, ¿cómo lo va a hacer? Pues transformándonos, va a transformar a los creyentes vivos, y a los muertos los va a resucitar en cuerpos glorificados y nos va a llevar con Él a la Cena de las Bodas del Cordero y ya se acabaron ahí los problemas de los hijos de Dios. Esa es la solución de todos los problemas de los hijos de Dios; y no hay solución mejor que esa, y todos estamos muy contentos con la solución que Cristo tiene para la solución a todos los problemas de Sus Hijos, de Su Iglesia, de todos los que escuchan Su Palabra.
Si hay alguna otra persona que todavía no ha venido a los Pies de Cristo puede venir, y los niños también que faltan por venir pueden venir, y los que están en otras naciones pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo
Ya vamos a orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo nuestro Salvador, para lo cual vamos a estar puestos en pie por favor, para la oración por los que han venido a los Pies de Jesucristo. Si falta alguno por venir, puede venir; recuerden que hay que buscar a Dios mientras puede ser hallado. Con nuestras manos levantadas a Cristo, al Cielo y nuestros ojos cerrados, los que han venido a los Pies de Cristo aquí y en otras naciones, repitan conmigo esta oración:
Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelio y nació Tu fe en mi corazón, creo en Ti con toda mi alma, creo en Tu primera Venida y en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados, creo en Tu Nombre como el único Nombre bajo el Cielo, en el cual podemos ser salvos.
Reconozco que soy pecador y necesito un Salvador, me rindo a Ti , me entrego a Ti en alma, espíritu y cuerpo, dando testimonio público de mi fe en Ti, y Te recibo como mi único y suficiente Salvador. Te ruego perdones mis pecados y con Tu Sangre me limpies de todo pecado, y me bautices con Espíritu Santo y Fuego luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre, y sea producido en mí el nuevo nacimiento.
Quiero nacer en Tu Reino, quiero vivir eternamente contigo en Tu Reino. Salvame Señor, te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén.
Y con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, todos decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén.
Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado, porque ustedes le han recibido como vuestro único y suficiente Salvador. Ustedes me dirán: “Quiero ser bautizado en agua en el Nombre del Señor lo más pronto posible. ¿cuándo me pueden bautizar?” es la pregunta desde lo profundo de vuestro corazón. Por cuanto ustedes han creído en Cristo de todo corazón, bien pueden ser bautizados, y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento.
El bautismo en agua es tipológico, el agua no quita los pecados, es la Sangre de Cristo la que nos limpia de todo pecado, pero el bautismo en agua es un mandamiento del Señor Jesucristo. El mismo Cristo fue bautizado por Juan el Bautista, el cual cuando Cristo llegó a las aguas bautismales en el Jordán, Juan le dice: “Yo tengo necesidad de ser bautizado por Ti, ¿y Tú vienes a mi para yo Te bautice?” y Jesucristo le dice: “Nos conviene cumplir toda justicia,” y entonces lo bautizó. Y si a Jesús para cumplir toda justicia convenía que fuese bautizado por Juan, cuánto más a nosotros.
Por lo tanto, en el bautismo en agua cada persona se identifica con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección. Cuando la persona recibe a Cristo como Salvador, muere al mundo. Y cuando el ministro lo sumerge en las aguas bautismales, tipológicamente está siendo sepultado. Y cuando lo levanta de las aguas bautismales, está resucitando a una nueva vida: a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno. Tan sencillo como eso es el simbolismo del bautismo en agua, y es un mandamiento del Señor Jesucristo que dijo: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” San Marcos, capítulo 16, versos 15 al 16.
Por lo tanto, bien pueden ser bautizados, y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento, y nos continuaremos viendo por toda la eternidad, en el glorioso Reino de Jesucristo nuestro Salvador.
Dejo con ustedes al reverendo David, para que les indique cómo hacer para ser bautizados en agua en el Nombre del Señor, y también en cada nación, en cada país y en cada lugar dejo al ministro correspondiente para que haga en la misma forma, y nos continuaremos viendo por toda la eternidad, en el Reino glorioso de Jesucristo nuestro Salvador.
Que Dios les bendiga y les guarde, y continúen pasando una tarde o una noche feliz, llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.
“EL MANDAMIENTO DE OÃÂR LA VOZ DE DIOS.”