La Hora de segar ha llegado

Muy buenos días, amables amigos y hermanos presentes y todos los que están a través del satélite Amazonas o de internet en diferentes naciones; que las bendiciones de Cristo el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes.

Aprecio y agradezco mucho el respaldo que le están dando al importante proyecto de La Gran Carpa-Catedral en Puerto Rico, y también el respaldo que le están dando a la obra misionera y obra evangelística, a todos los ministros con sus congregaciones junto al misionero Miguel Bermúdez Marín; y también aprecio mucho el respaldo que le están dando a AMISRAEL.

Para esta ocasión leemos en Apocalipsis, capítulo 14, verso 14 en adelante, donde dice:

“Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda.

Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura.

Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada.

Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda.

Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras.

Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios.

Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios.”

Que Dios bendiga nuestra almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

“LA HORA DE SEGAR HA LLEGADO.” (O sea, la hora de cosechar).

Por cuanto el pueblo hebreo en el tiempo en que Cristo estuvo en la tierra en carne humana y tuvo Su ministerio siendo un hombre joven, de 30 hasta los 33 años de edad, y por cuanto el pueblo hebreo en ese tiempo era un pueblo agrícola y ganadero, pues Cristo hablaba en los términos de ellos, que ellos conocían, y por eso habla en términos de ovejas, de pastor, de redil, de manada, habla también en términos de la agricultura, como el trigo y la cizaña que la gente, pues no la quieren en donde tienen sembrados frutos, y habla de árboles también; lo mismo Juan el Bautista, el cual decía: “El hacha está puesta a la raíz de todo árbol, y el árbol que no lleva buen fruto será cortado y echado en el fuego.” Era un mensaje bien tajante, y era la verdad, porque había llegado el tiempo de la Venida del Mesías, y ahí ese precursor era bien recio hablando…

Vean, antes de Jesús hablar ciertas cosas Juan las estaba hablando también, decía: “Generación de víboras,” y los llamaba así; y después viene Cristo y les dice: “Generación de víboras,” también, confirmó lo que Juan estaba diciendo; y Cristo les dice también: “¿Quién les ha enseñado a ustedes a huir del fuego del infierno?” ¿ven? Y en otra ocasión les dice: “Vosotros no podéis escuchar mi Voz, porque vosotros sois de vuestro padre el diablo, y las obras de vuestro padre queréis hacer, queréis cumplir,” eso era porque querían matarlo, y Él dice hablando del diablo, que él ha sido homicida desde el principio; por lo tanto el homicida, el diablo, desde el principio fue homicida. Y ahora, los hijos de él también tratan de hacer lo mismo; porque quieren matar a Jesús.

Ahora, todo estaba en el Programa Divino porque Cristo tenía que morir para llevar a cabo la Obra de Redención, por lo cual en medio del pueblo hebreo tenía que cumplirse esa Escritura; y cuando se tiene que cumplir algo, pues tienen que estar las personas que darán cumplimiento a esas profecías, si van a hacerle daño a alguna persona otras personas, pues tiene que aparecer la gente mala que hagan esa labor, si van a venir muchas cosas buenas por medio de personas, pues tienen que venir personas buenas que hagan esas cosas. Tan simple como eso.

Y ahora, encontramos que tuvo que venir el imperio romano también para matar al Mesías, con la muerte, la pena de muerte mayor que era la crucifixión y le colocaban en la parte de arriba la causa por la cual era crucificada la persona, o sea, de qué fue acusado y porqué fue condenado.

Y la causa por la cual fue acusado y condenado delante de Pilato, fue porque decía que era el Rey de los judíos, y no podía haber otro rey sino el César; así que aparecía entonces su causa como una rebelión en contra del imperio romano, en contra del emperador o gobernante romano, el César de aquel tiempo.

Y con la muerte de Cristo pensaron que iban a aplastar ese grupo con una aparente rebelión en contra del César. Recuerden que también cuando Pilato quería dejarlo libre dijeron: “El que se hace amigo de otro rey (algo así), se hace enemigo del César.” O sea, que fue difícil para Pilato también; y la esposa de Pilato fue donde Pilato y le dice: “No vayas a hacerle daño a ese hombre, anoche tuve un sueño y fui atormentada en ese sueño por causa de este hombre.” O sea, ya era más creyente que el mismo Pilato.

Y ahora, todo eso tenía que cumplirse. Gracias a Dios porque se cumplió en medio del pueblo hebreo, porque ese era el lugar en donde tenía cumplirse: en medio del pueblo de Dios, pueblo que Dios ama, que todos nosotros amamos y que tiene una promesa de la Venida del Mesías para este tiempo final, y lo van a recibir porque vendrá como Rey de reyes y Señor de señores.

En Su primera Venida no lo podían recibir porque Él vino para morir, vino como Cordero para morir por el pueblo hebreo como el Sacrificio de Expiación por lo pecados del pueblo hebreo y por los pecados de todos los seres humanos; por lo tanto tenía Dios que cegar los ojos de ellos para que no vieran; y por eso cuando Cristo está en la cruz ora por Su pueblo Israel y le dice al Padre: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.”

Y por consiguiente el perdón de Dios es una realidad para el pueblo hebreo, por la crucifixión de Cristo que pidió a Pilato que la llevara a cabo; y no el pueblo, sino los líderes del pueblo fueron los que promovieron eso, e incitaron a muchos del pueblo que estaban allí a que pidieran lo mismo: la crucifixión de Cristo.

Pero, tenía que ser en esa forma para que se efectuara el Sacrificio de Expiación por los pecados del ser humano; por lo tanto le agradecemos a Dios y al pueblo hebreo la bendición del Redentor, porque la Salvación, el mismo Cristo dice a la mujer samaritana en el capítulo 4 de San Juan, que la Salvación viene de los judíos; o sea, que el pueblo hebreo, miren, le ha dado la Biblia a la humanidad, le ha dado un Salvador, al Señor Jesucristo.

¿Qué más quiere la humanidad del pueblo hebreo? Si le ha dado lo más grande, la Palabra de Dios escrita y le ha dado un Salvador: el Señor Jesucristo. Lo más grande, el tesoro más grande del pueblo hebreo es la Palabra de Dios escrita y el Mesías, el Salvador en Su primera Venida; y por consiguiente la historia de la Venida del Mesías que está en el Evangelio según San Mateo, según San Marcos, según San Lucas y según San Juan, y en las Cartas de los apóstoles y también en el libro del Apocalipsis que es también escrito por uno de los apóstoles, pero revelado o dictado por el Espíritu Santo a través del Ángel del Señor Jesucristo, por eso ustedes encuentran que dice: “El que tiene oídos para oír oiga, ¿oiga qué? Lo que el Espíritu dice a las iglesias.”

Es nada menos que Cristo en medio de Su Iglesia por medio de Su Ángel hablándole a Su Iglesia a través de cada mensajero, y dándole la revelación de Su Palabra correspondiente a cada edad, a cada etapa de la Iglesia, esa ha sido la forma en que Cristo, la revelación de Cristo ha estado en medio de la Iglesia de edad en edad, esa ha sido la forma en que Cristo se ha revelado en Su Iglesia, en cada edad por medio de Su Ángel a través de los diferentes mensajeros o ángeles de cada edad.

Y ahora, hemos llegado al Día Postrero, que es el séptimo milenio de Adán hacia acá o tercer milenio de Cristo hacia acá. “Porque un día delante del Señor es como mil años, y mil años como un día.” Los días postreros comenzaron en el tiempo de Jesucristo, ya cuando tenía de 3 a 7 años de edad comenzó el primero de los días postreros, que es el quinto milenio de Adán hacia acá; y allí comenzó el primero de los días postreros, y los días postreros son tres delante de Dios, tres días postreros delante de Dios, que para los seres humanos son tres milenios postreros, los tres milenios postreros.

Recuerden que así como la semana tiene siete días, y los tres días postreros de la semana son: jueves que es el quinto día, viernes que es el sexto día, y sábado que es el último día de la semana, último día, día postrero de la semana, representa al Día Postrero delante de Dios, que es el séptimo milenio; el séptimo milenio es el milenio sabático delante de Dios. Cristo dijo que el Hijo del Hombre es Señor del sábado, es Señor del día de reposo, es el Señor del Día Postrero; por eso es que en el Día Postrero, Día Postrero milenial es que el Mesías tomará el Reino, reclamará el Reino, lo tomará, establecerá Su Reino y gobernará sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones.

Ahora, antes de ser establecido el Reino hay una cosecha, en la parábola del trigo y la cizaña de San Mateo, capítulo 13, versos 30 en adelante, los discípulos quieren saber la interpretación o el significado de esa parábola del trigo y de la cizaña, y le preguntan a Cristo, le dicen a Cristo: “Señor, explícanos la parábola de la cizaña,” y Cristo comienza a explicar esa parábola.

Gracias a Dios que los apóstoles eran preguntones, y cuando Cristo habla del Reino y de que el que haya dejado padre, madre, hijos, esposa y así por el estilo, y casa, recibirá cien veces más y la Vida eterna que es lo más importante, que aunque no se reciba cien veces más, la Vida eterna vale más que cien veces más.

Y entonces seguida Pedro y los demás, pero Pedro era el que llevaba la voz cantante entre ellos, no se sabe si alguno de los apóstoles le decía a Pedro: “Pedro, pregunta, pregunta tú,” y Pedro le dice: “Señor, nosotros lo hemos dejado todo,” dejaron las barcas de pescar, dejaron las redes, dejaron a su familia. Santiago (que es Jacobo), y Juan dejaron a su padre que era el jefe, el dueño de la empresa de pesca y que eran socios, estaban asociados con Pedro también, eran compañeros de labor, y lo dejaron allá solito y ya tendría, estaría anciano. ¿Zebedeo era? El padre de Jacobo y Juan, y ahora se van con Jesucristo, con Jesús, y habían dejado a su familia también allá.

Y esos viajes misioneros… Miguel sabe y ustedes saben cómo es, que hay que dejar la familia y uno seguir por todos los países, y así pasaba en los viajes misioneros de Jesucristo con Sus discípulos.

Y ahora, le dicen: “Y ahora Señor, nosotros lo hemos dejado todo, en el Reino ¿qué vamos a tener?” Y Cristo les dice: “Ustedes en el Reino (o sea, en la regeneración que eso es en el Milenio), ustedes van a sentarse sobre doce tronos y van a juzgar a las doce tribus de Israel; o sea, que lo que era Samuel y los otros jueces en el tiempo de los jueces, que eso corresponde al tiempo de la teocracia, ahora en el Milenio ustedes van a estar en esa posición.”

Y Jacobo y Juan, que ellos querían ser profetas, vean, en el Reino Milenial van a tener una posición igual a la que tenía Samuel y los otros jueces, los cuales y a través de los cuales Dios reinaba, gobernaba sobre el pueblo hebreo, porque la teocracia es Dios gobernando por medio de un hombre, que en aquel tiempo eran los jueces, así como gobernó por medio del profeta Moisés y gobernó por medio de Josué que también era profeta, y la monarquía es un hombre, un rey gobernando para Dios, ¿ven?

La teocracia es superior a la monarquía, porque la teocracia es Dios gobernando a través de un hombre, el hombre, pues no es el que opina, no es el que dice, sino es Dios; por eso cuando el pueblo hebreo en el tiempo de Samuel, el cual ya estaba anciano y sus hijos no eran correctos como Samuel, el pueblo temió mucho que Samuel muriera de un momento a otro y quedaran los hijos de Samuel como jueces; porque ellos hacían un trabajo de jueces también en el tiempo de Samuel, ayudaban a Samuel, pero el juez principal era Samuel.

Y piden a un hombre, un rey; le dicen a Samuel: “Queremos que nos coloques un rey, porque tus hijos no andan rectos delante de Dios y tú ya estás viejo, o sea, te vas a morir de un momento, nos vas a dejar.” Él pregunta si ha habido alguna falla en él, que lo digan, y ellos le dicen: “No, todo ha estado bien en ti (en palabras ahí mas o menos), todo ha estado bien, no tenemos ninguna queja contra ti, lo único es que ya estás viejito, estás anciano y vas a morir, y tus hijos no andan bien delante de Dios, o sea, no queremos que tus hijos queden en tu lugar porque van a ser un problema para nosotros, queremos un rey como lo tienen todas las naciones, que nos gobierne.”

Y querer salir de la teocracia a la monarquía era un problema, pero Dios les había dicho que cuando ellos quisieran rey, sí podían tener rey (¿es como 29:29) [Deuteronomio] vamos a ver si es ahí, no, no es el 29:29, ese lo que dice es:

“Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.”

Vamos a ver si les encuentro aquí, 17:15 de… está escrito ahí todos los requisitos para… dice 17:14 de Deuteronomio, capítulo 17, verso 14 en adelante:

“Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, y tomes posesión de ella y la habites, y digas: Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores;

ciertamente pondrás por rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere.”

O sea, que no habrá elecciones como tienen las naciones en la actualidad, no es el pueblo el que va a votar por el rey o por el gobernante que va a tener, es Dios, un sólo voto: el de Dios, y con ese voto es suficiente.

“Ciertamente pondrás por rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre extranjero, que no sea tu hermano.”

“No podrás poner sobre ti a un hombre extranjero, que no sea tu hermano,” o sea, puede estar en otra nación, pero si es tu hermano, puede venir de otra nación pero tiene que ser tu hermano, o que esté ya en la nación; es que todos eran extranjeros, vinieron de Egipto, y después ya, pues heredaron la tierra, luego dice, sigue diciendo:

“Pero él no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto con el fin de aumentar caballos; porque Jehová os ha dicho: No volváis nunca por este camino.

Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe.”

Recuerden que Salomón al tener muchas mujeres, muchas esposas y concubinas, de todas esas naciones vecinas, trajeron ¿qué? Su religión y por eso él le tuvo que construir templos paganos en la tierra de Israel, y vinieron a ser un problema porque Salomón dio lugar a que la idolatría se estableciera en Israel a nivel de gobierno, a nivel de estado, o sea, le dio libertad a sus esposas para la adoración pagana, y el mismo Salomón después también iba a las actividades, y dice la Biblia: “Hasta sirvió a Astoret y a Moloc;” tan sabio y después de viejo como que la sabiduría la tuvo por el tiempo en que estaba bien agarrado de Dios.

Pero esa es una enseñanza: la persona no puede creerse sabia en su propia opinión, debe tener la sabiduría de Dios y saber lo que Dios ha dicho, y Dios lo advirtió y también David se los advirtió, y Dios le había dicho que si se desviaba y se iba hacia la idolatría, entonces Dios lo iba a castigar con vara de hombre, eso quiere decir con gentes, con naciones y ejércitos enemigos para castigarlo.

Y como Dios trata con el pueblo hebreo como nación, lo que el rey hacía afectaba a toda la nación; es como lo que un presidente hace, afecta a toda la nación. Si un presidente habla mal de otra nación y otro presidente, vean, ya esa otra nación va a estar en contra de esa nación; pero fue el presidente el que habló, sí, pero es él la cabeza de esa nación, le buscó un problema a su propia nación.

Y Salomón le buscó un problema a su propia nación y la sentencia de Dios además de los adversarios que fueron levantados, que Dios le levantó en contra a Salomón, también el reino Dios dijo que sería dividido, y solamente le iban a quedar al hijo de Salomón dos tribus, y diez tribus le iban a ser dadas a otra persona; a Roboam hijo de Salomón le iban a quedar dos tribus, y a Jeroboam, los nombres se parecen pero el “Je” es muy importante, el Je-roboam, el “Je” tiene que ver con Dios; porque tiene las letras sagradas, la letra sagrada de la “J” o la “Y;” por eso cuando ustedes leen en los Salmos que dice “Jah,” (J-a-h) es el Nombre de Dios abreviado, falta la WH.

Y encontramos, que le da Dios diez tribus a Roboam más adelante, no quiso romper, dividir el reino en el tiempo de Salomón por amor a David; pero ahora dice: “Lo voy a hacer en el tiempo del hijo de Salomón,” y así sucedió; y por eso hasta el momento, vean, las diez tribus desaparecieron, fueron desarraigadas porque Jeroboam también comete el mismo error: les pone dos becerros de oro, uno en Dan y otro en Be-tel por ahí, y… eso es por Samaria, y entonces le dice: “Aquí están los dioses que te sacaron de Egipto,” le cambió la religión del Dios verdadero por una religión pagana, la religión que tenían allá en Egipto los egipcios, ahora se las trae al pueblo hebreo, vino arrastrando con una religión egipcia que su origen era en Babilonia, y esa religión ha sido la que se ha estado moviendo en el Reino de los gentiles.

Y ahora, esa religión, pues comienza con la cabeza de oro allá, aunque había comenzado con Nimrod y su padre Cus, pero luego, vean ustedes, aparece en el reino de Nabucodonosor, luego pasa… van cambiando los nombres de una etapa del imperio de los gentiles a otra etapa, pasa luego al imperio Medo-Persa, del imperio Medo-Persa pasa al imperio de Grecia, y del imperio de Grecia o griego pasa al imperio romano, a la parte de las piernas de hierro, y luego pasa a la parte de los pies de hierro y de barro cocido.

Esa es la religión del reino de los gentiles: pagana; pero la religión del Reino de Dios es la religión del Dios de Israel, del Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob, el Dios que libertó al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto; y esa es la religión que Cristo ha dado a todos los creyentes en Él: la fe en el Creador de los Cielos y de la Tierra que lo envió para morir en Sacrificio vivo en la Cruz del Calvario para quitar el pecado del mundo, con Su Sangre limpiarnos de todo pecado y reconciliarnos con Dios.

Y no puede ser alterada la fe de Cristo, no puede ser alterada, digamos, la religión de Dios, del Dios verdadero, no puede ser mezclada con paganismo; porque si la mezcla con paganismo, un poco de levadura, ¿qué? Leuda toda la masa, la hace entonces pagana, si le mete paganismo la hace pagana, aunque le llame Cristianismo; es llamado Cristianismo, pero es cristianismo pagano, o sea, dioses paganos a los cuales les cambian los dioses… los nombres a los dioses paganos y le pone uno del Cristianismo, eso es lo que ha sido hecho de una etapa del reino de los gentiles a otra etapa, y algunas veces piensan que son otros dioses los del imperio babilónico, después pasa al imperio Medo-Persa y el imperio griego y al imperio romano, y aparecen otros dioses con otros nombres, pero son los mismos, le cambian el nombre, y entonces siguen adelante; y si le ponen nombres del Cristianismo, siguen siendo los mismos dioses paganos, aunque le pongan nombres del Cristianismo.

Pero el Cristianismo tiene que permanecer puro, y los creyentes en Cristo tienen que permanecer con la fe pura en Cristo nuestro Salvador.

Y ahora, leyendo aquí en Deuteronomio, capítulo 17, dice verso 17, dice:

“Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe.”

Es porque lo desviarán al rey haciéndole que les hagan templos paganos e invitándolo también a esas dedicaciones y a esas fiestas paganas; y entonces se ve en problemas el rey y mete en problemas a todo el pueblo.

“…ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia.”

O sea, que no trate de convertirse en un multi-billonario. David lo era, rico, pero estaba juntando dinero oro, plata, bronce, cobre, hierro, para fabricar un templo para Dios, ese era el propósito, y David mismo lo dice; pero no todos los reyes pensaban como David.

“…cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta ley, del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas;

y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra.”

O sea, que el libro principal que tenía que tener el rey, era la Palabra, la Ley dada por Dios, la Torá, y leerla todos los días para temer a Dios y poner por obra los mandamientos divinos.

“…para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra; a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel.”

O sea, que miren, los días de vida de los hijos del rey dependían de lo que el rey iba a hacer, y el bienestar del pueblo dependía de lo que el rey hiciera; si ofendía a Dios no solamente se perjudicaba el rey, sino su familia también, la familia del rey, y todo el pueblo hebreo.

Y ahora, hemos visto esto relacionado al rey, a la monarquía; cuando el pueblo hebreo le pidió a Samuel que le colocara un rey, tenía que ser elegido por Dios, y Dios quería darle un rey conforme a Su corazón y todavía no había nacido.

Recuerden que Saúl reinó 40 años, y cuando comenzó a reinar David, tenía 30 años, o sea, que 10 años después que comenzó a reinar Saúl fue que nació David; no estaba el hombre conforme al corazón de Dios listo, no había ni nacido todavía, para Dios ponerle un hombre conforme a Su corazón como rey, o sea, que faltaba bastante tiempo; y 10 años después que comenzó a reinar Saúl, nació David, y comenzó David a reinar a los 30 años, o sea, estaban a 40 años de distancia de que Dios colocara un rey conforme a Su corazón, y entonces le dio un rey conforme a la permisiva voluntad, conforme al deseo del pueblo.

Por eso siempre las cosas deben ser conforme a la voluntad de Dios para el tiempo que Dios quiere, no antes de tiempo ni después de tiempo; por ejemplo, la Visión de la Carpa no podía ser antes de tiempo, pero tampoco puede ser después de tiempo, y es para el Día Postrero y es para antes de la Venida del Señor, y es para antes de la resurrección de los muertos en Cristo; porque el cumplimiento de esa Visión está ligada a todo el Programa del séptimo Sello y también del sexto Sello, y por eso es la Tercera Etapa mencionada por el reverendo William Branham la que estará siendo manifestada ahí.

Por lo tanto, las personas que han leído los mensajes del reverendo William Branham, no se les puede escapar una cosa: y es que todos los que han leído los mensajes del reverendo William Branham y los creen, saben que viene esa Tercera Etapa, y que esa Tercera Etapa será en una Gran Carpa-Catedral, y el que desea que llegue esa Tercera Etapa, pues entonces tiene que trabajar para que llegue la Carpa, esa Gran Carpa-Catedral, tan sencillo como eso.

No es solamente decir: “Nosotros creemos el mensaje de Dios por medio del reverendo William Branham, y estamos esperando que se lleve a cabo, que Dios lleve a cabo la Tercera Etapa.” Pero tiene entonces que pensar: “Entonces vamos a trabajar para que llegue el lugar donde Dios dijo que iba a cumplirse la Tercera Etapa.” Tan sencillo como eso.

Es como cuando Dios le dice a Moisés que construya un templo y que Dios va a estar ahí y que va a estar con el pueblo; y también en el tiempo de Salomón cuando construyó el templo, que Dios moraría en ese lugar, Dios pondría Su Nombre en ese lugar, pues había que construir el lugar; tan sencillo como eso. Si Dios prometió la Venida del Mesías, pues tenía que nacer un niño en el cual se cumpliera la Venida del Mesías, y la Venida del Mesías tiene dos partes, la Venida del Señor tiene dos partes.

Por lo tanto, antes de Dios colocar un pez, traer un pez a existencia, ¿qué tiene que tener? Agua donde colocarlo, porque no va a ser un pez con piernas para caminar, así que… y si va a colocar pajaritos que vuelen, pues ¿qué tiene que tener? Un espacio, no va a crear pajaritos para que estén en el agua, serían todos alcatraz, ¿verdad? Que van al agua a pescar, pero van al agua a pescar y después siguen volando, cada cual tiene su lugar.

Y ahora, la monarquía, vean lo diferente que es: es un hombre reinando para Dios, y reinará bien para Dios si es un hombre conforme al corazón de Dios; y para eso tiene que ser profeta, para que la mente de Dios, los pensamientos divinos sean transmitidos al corazón de ese hombre, los pensamientos del corazón de Dios son transferidos, como transferimos de una cuenta de banco a otra, ahora Dios transfiere Sus pensamientos del corazón, al corazón del rey que es conforme a Su corazón, así como hacía con el rey David, pero Saúl no se dejaba colocar los pensamientos de Dios en el corazón, no era profeta; pero fue el primer rey, Dios le dio ese rey en la permisiva voluntad divina, porque el pueblo pidió rey en ese momento.

Y ahora, estamos en un tiempo en que la promesa de una cosecha, para el tiempo final, para el Día Postrero, en donde el trigo será recogido en el alfolí de Dios, y la cizaña atada y quemada en el fuego; estamos viviendo en ese tiempo, el cual es un tiempo profético, en el cual el Hijo del Hombre envía Sus Ángeles con gran Voz de trompeta para llevar a cabo el recogimiento del trigo, la gran Voz de trompeta, la Palabra de Dios, el mensaje de Dios, el mensaje del Evangelio del Reino. Se siembra con el mensaje del Evangelio de la Gracia, y se recoge con el mensaje del Evangelio del Reino.

Y ahora, la hoz aguda de la Palabra, el mensaje de Dios, tiene que ser colocada la hoz aguda de la Palabra para recoger el trigo y ser colocado en el granero, y conforme a la parábola del trigo y la cizaña; y dice el mismo Jesucristo que es el que tiene ese Programa para llevarlo a cabo, Él dice como Él va a llevar a cabo ese Programa, y por lo tanto tiene que ser así, capítulo 13 de San Mateo, versos 36 en adelante, dice:

“Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo.

Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre (o sea, Cristo).

El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo.

El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles.”

Y ahora, aquí presenta que la cosecha va a ser llevada a cabo por los Ángeles; por eso en Apocalipsis, capítulo 14, verso 14 al 20, aparece la cosecha del trigo primero, y después aparece la cosecha de la cizaña, de los hijos del malo representados en las uvas.

“De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo.

Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad,

y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.

Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.”

Miren, la misma forma que Cristo dice: “El que tiene oídos para oír, oiga.” En Apocalipsis también dice: “El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias,” o sea, lo que Cristo en Espíritu Santo dice a las Iglesias, y Él habla por medio de Sus instrumentos.

Y ahora, ya nos dijo que envía a Sus Ángeles para llevar a cabo esa cosecha. Y ahora, en San Mateo, capítulo 24, versos 30 al 31, dice:

“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.”

Aquí tenemos al Hijo del Hombre enviando a Sus Ángeles con gran Voz de trompeta, o sea, con la gran Voz trompeta del Evangelio del Reino, esos son los ministerios que van a juntar, llamar y juntar ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de cada tribu; pero antes la Iglesia del Señor va a estar siendo completada y preparada para ser transformada y llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Por lo tanto, los ministerios de Jesús, de Moisés y de Elías estarán primeramente en la Iglesia, pues lo que es la séptima Trompeta para los judíos, que son los ministerios de Moisés y Elías, es el séptimo Sello para la Iglesia; o sea, que lo mismo que es el séptimo Sello para la Iglesia, es lo mismo para los judíos, eso es la séptima Trompeta para los judíos, tan sencillo como eso.

Vamos hacerlo en otra forma más sencilla: cuando vean el séptimo Sello cumpliéndose, luego el séptimo Sello moviéndose a Israel, entonces allá estarán viendo la séptima Trompeta, ellos ven la séptima Trompeta y lo mismo que ellos están viendo, entonces la Iglesia lo ve como el séptimo Sello, más sencillo, ¿verdad?

Pero, todo está… es una misma cosa, ahí estará el ministerio de Jesús, de Moisés y de Elías, de Elías por quinta vez, de Moisés por segunda vez; si contamos el ministerio de Moisés en Jesús, entonces sería por tercera vez en este tiempo final, y el ministerio de Jesús por segunda vez. Tan sencillo como eso; así será la séptima Trompeta y el séptimo Sello.

Ahora, primero la bendición la tiene la Iglesia del Señor Jesucristo que es la que está bajo el nuevo Pacto, y tiene la promesa de la Venida del Señor para el Día Postrero, y cuando se cumpla la Venida del Señor para la Iglesia, y luego para el pueblo hebreo Cristo habrá dejado el Trono de Intercesión, habrá tomado el Título de Propiedad en el Cielo, el Libro sellado con siete Sellos, y lo traerá abierto en Su Venida en Apocalipsis, capítulo 10.

Ahora, no vayan a perder este detalle que les voy a dar: la primera Venida de Cristo se cumplió dos mil años atrás, cuando Juan bautizó a Jesús, el Ángel del Pacto, el Espíritu Santo vino sobre Jesús en forma de paloma y entró a Él; y por consiguiente el Padre y el Espíritu Santo, el Ángel del Pacto entraron en Él, por eso Cristo decía: “Yo no hago nada de mí mismo, el Padre que mora en mí, Él hace las obras.” (San Juan, capítulo 14, versos 6 en adelante). Y también Él dijo: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido,” y comienza a decir para qué había sido ungido (San Lucas, capítulo 4, versos 11 al 20 más o menos).

Y encontramos que ahí se está cumpliendo la Venida del Ángel del Pacto, la Venida del Señor, pero para que ocurriera eso, pues el velo de carne tenía que estar en la tierra, crecer hasta llegar a la edad correspondiente para que se cumpliera en Él la Venida del Señor, la Venida del Ángel del Pacto que le había dado la Ley al pueblo hebreo a través del profeta Moisés. El pasaje de San Lucas, capítulo 4, lo pueden tener desde el verso 16 en adelante, hasta el 21.

Y ahora, tenemos la promesa de que el Verbo, el Ángel del Pacto volverá, Él es el Ángel fuerte que desciende del Cielo en Apocalipsis, capítulo 10, Él es el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, y por eso lleva escrito en su muslo: “El Verbo de Dios,” y en su vestidura tiene escrito “Rey de reyes y Señor de señores;” porque viene como Rey de reyes y Señor de señores para reclamar el Trono de David, y gobernar sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones.

Y ahora, en medio del Cristianismo habrá una cosecha del trigo, conforme a la parábola del trigo y de la cizaña que estarán llevando a cabo los Ángeles del Hijo del Hombre con el mensaje de la gran Voz de trompeta del Evangelio del Reino, y luego llevarán a cabo una cosecha de ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de cada tribu, tan sencillo como eso.

En Apocalipsis, capítulo 14, versos 6 al 7, dice acerca de un mensajero, recuerden que Ángel significa: “mensajero,” dice:

“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo.”

Un Ángel, un mensajero con el Evangelio eterno, el Evangelio eterno es el Evangelio del Reino; y encontramos que Cristo dice en San Mateo, capítulo 24, verso 14. “Y será predicado este Evangelio del Reino, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” La señal del fin más grande es un hombre, un mensajero con el Evangelio eterno, el Evangelio del Reino predicándolo a todas las naciones, un mensaje para todas las naciones.

Y si es enviado para predicar el Evangelio eterno a toda nación, pueblo y lengua, ¿dónde tiene que estar entonces? Pues, en la tierra, entre todas las naciones y entre todos los pueblos y entre toda la gente, llevando ese mensaje, predicando ese mensaje del Evangelio del Reino; y si es enviado para… dice que tenía el Evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, si tiene que predicarlo a los moradores de la tierra, ¿qué tiene que ser? Un predicador, tan sencillo como eso, por lógica entonces se sabe que es un predicador. Y dice:

“…diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria.”

Y si su mensaje enseña a temerle a Dios y a darle gloria a Dios, pues tiene que venir predicando asuntos religiosos, predicando acerca de Dios, es un predicador de Dios enviado para predicar el Evangelio del Reino a todas las naciones, y a enseñar adorar a Dios, a servir a Dios, decirle a la gente que busquen a Dios, que sirvan a Dios, y decirle que estamos en tiempos muy peligrosos, mostrarles los problemas que hay, los terremotos, los tsunamis, los volcanes, el calentamiento global, el derretimiento de los polos, de los hielos polares, todo eso, y las demás cosas que tenga que mostrar, y decirle… vean, en Su mensaje, dice:

“…diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado.”

Como Noé: “Ha llegado el tiempo en que Dios va a destruir la raza humana con un diluvio,” les predicaba Noé, estaba hablándoles del juicio divino que iba a venir, y ahora este mensajero vendrá anunciando el juicio divino, la hora de Su juicio que ha de derramarse sobrela Tierra, el juicio divino donde Dios juzgará a la humanidad y derramará Su sentencia, dictará Su sentencia sobre la raza humana, o sea, que vendrá predicando el “día de venganza del Dios nuestro.”

Recuerden que cuando Cristo leyó la Escritura de Isaías 61, se detuvo a la mitad del verso 2, cuando dijo: “Y a predicar el año de la buena voluntad del Señor,” y ahí se detuvo, a continuación decía: “Y el día de venganza del Dios nuestro.” ¿Por qué no leyó eso? Porque Él no iba a cumplir eso en Su primera Venida, eso es para este tiempo final.

Por lo tanto, en el día de venganza del Dios nuestro es para ser predicado por ese mensajero en este tiempo final, por eso dice, anuncia: “La hora de Su juicio ha llegado.”

“…porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.”

Y es importante que toda persona busque a Dios y adore a Dios, y no espere que llegue ese momento de la ira de Dios caer sobre la tierra; porque ya no habrá oportunidad en ese tiempo. Les voy a leer un poquito aquí para que ustedes vean cómo va a ser ese tiempo; y si quieren saber un poquito más, ver algo visual, vean la película esta que está saliendo que habla del año 2010 ó 2012, y ahí ustedes tendrán una idea, ya están haciendo otra ¿2030 es? 2033, o sea, eso pues estremece a la gente.

Es que las gentes están dormidas y creen que “esas son cosas religiosas,” esas son cosas bíblicas que acontecerán al mundo político, a toda la sociedad, y líderes políticos como Daniel y otras personas, recibieron visiones políticas, y hablaba de Dios y habla del fin del reino de los gentiles, y era un político, no era cualquier persona.

Y ahora, veamos un poquito acerca de cómo va a ser ese tiempo, capítulo 6, versos 12 en adelante, dice:

“Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre;

y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.

Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar.”

Montes e islas, y las costas corren grave peligro, si usted tiene, hace un montecito sobre un panel de madera y no le pega cemento, sino que lo va montando como se hacen esos castillos de arena en las playas del mar, si usted los estremece, ¿qué pasa? Se derrumba todo, pues dice que los montes van a ser removidos, los montes…

“…y todo monte y toda isla se removió de su lugar.”

Un monte alto si se derrumba todo, se mueve de su posición, de su lugar y se riega todo y tapa ciudades, y también montes tipifica reinos; y por lo tanto de la montaña de Dios, del Reino de Dios una Piedra no cortada de manos, que es el Mesías en Su Venida, va a surgir, y luego va a venir a la tierra, y el reino de los gentiles, los pies de hierro y de barro cocido, va a ser impactado por la Venida del Señor y va a ser desmenuzado, derrumbado todo el reino de los gentiles, y la Piedra no cortada de manos se hará un gran Monte, un gran Reino que llenará toda la tierra.

Ahora, sigue diciendo aquí:

“Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes;

y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero;

porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”

Con la tierra temblando, ¿quién se sostiene en pie? La tierra temblando, como un borracho, moviéndose como borracho, y las gentes pues estarán, no se pueden sostener en pie en un terremoto, cae al piso la persona, los edificios también, todas esas…por eso estamos en un tiempo muy, pero que muy peligroso, por eso este Ángel mensajero dice, el cual predica el Evangelio del Reino, dice:

“Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado…”

Y aquí vimos un cuadro de cómo va a ser con la apertura del sexto Sello.

“…porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”

Bajo el sexto Sello la ira de Dios se desatará sobre el planeta Tierra, y por consiguiente sobre toda la humanidad; y eso es lo que será la gran tribulación, el tiempo en donde los juicios divinos caerán sobre la raza humana, como cayeron en el tiempo de Noé y como cayeron sobre Sodoma y Gomorra; por eso Cristo hablando de la Venida del Hijo del Hombre, dice que será como en los días de Noé y como en los días de Lot; pero Noé escapó, flotó sobre el juicio, las mismas aguas que fueron juicio para los antediluvianos, fueron las que levantaron el arca y flotó y se salvó Noé y su familia.

Para nuestro tiempo la promesa es que los muertos creyentes en Cristo van a resucitar en cuerpos glorificados, y los que estemos vivos vamos a ser transformados, esa será la solución al problema del juicio divino que vendrá sobre la tierra, esa será la forma de escapar del juicio divino: siendo transformados los que vivimos, e ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, para lo cual tenemos que estar en el Cuerpo Místico de Cristo, y eso es estar en Cristo, que es el arca de nuestra Salvación; Cristo es nuestra arca de Salvación.

Por lo cual, estemos en Cristo y estaremos como Noé dentro del arca, seguros; y todos los que están en Cristo son los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo, creyentes en Cristo bautizados en agua en Su Nombre y llenos del Espíritu de Cristo.

Y ahora, la cosecha del trigo es el recogimiento de los escogidos de la Iglesia y de los escogidos del pueblo hebreo, que con el pueblo hebreo son ciento cuarenta y cuatro mil escogidos, para lo cual enviará el Hijo del Hombre a Sus Ángeles, o sea, que Cristo tiene la forma en que va a llevar a cabo la cosecha; el Espíritu Santo estará operando los ministerios de Moisés y Elías para llevar a cabo esa cosecha; y ahí vemos que Cristo en Espíritu Santo llevará a cabo esa labor operando esos ministerios, y ese Ángel con la hoz aguda para cosechar, vean, está coronado, es Cristo ya coronado, y Él está coronado en el Cielo como Rey de reyes y Señor de señores.

Y ahora, Cristo se convertirá en Rey de reyes y Señor señores, o sea, cambia de Sumo Sacerdote a Rey en este tiempo final en el Cielo, para hacer Su Obra de Reclamo y llevar a cabo la cosecha. Nuestro tema ha sido: “LA HORA DE SEGAR HA LLEGADO.”

Que Dios nos ayude a todos, y que los que todavía no han sido cosechados, sean cosechados, y los que están aquí presentes que todavía no hayan recibido a Cristo, lo reciban, sean cosechados en el Reino de Cristo, colocados en el Reino del Señor Jesucristo, ya yo escuché la Palabra, el mensaje de Cristo y lo recibí como mi Salvador y fui colocado en Su Redil, en Su Reino.

Si hay alguno que todavía no lo ha recibido como Salvador, lo puede hacer en estos momentos y estaremos orando por usted para que Cristo le reciba en Su Reino, para lo cual puede pasar acá al frente y oraremos por usted; y los niños de diez años en adelante también pueden venir a los Pies de Cristo, y los que están en otras naciones también pueden venir a los Pies de Cristo en estos momentos, para que queden incluidos en la oración que estaremos haciendo por los que están recibiendo a Cristo como único y suficiente Salvador.

No podemos esperar que el juicio divino y la ira de Dios se derrame sobre el planeta Tierra sin haber recibido a Cristo como Salvador; porque después que comience ese lapso de tiempo llamado la gran tribulación, ya no habrá oportunidad para Salvación, como pasó con las vírgenes insensatas, que cuando vinieron a tocar, a buscar al Señor en Su Venida, ya las vírgenes prudentes habían entrado con Él a las Bodas y se había cerrado la puerta. (San Mateo, capítulo 25, versos 10 al 13). Y en San Lucas, también capítulo 13, versos 25 al 27, dice: “Cuando el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, entonces comenzareis a decir, a llamar a la puerta, y decir: Señor, Señor, ábrenos, Él os dirá: No sé de dónde sois, no os conozco.”

Por lo tanto , no podemos dejar que la puerta sea cerrada sin estar dentro del Reino de Cristo. Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo. Si falta alguno por venir, puede venir de los que están presentes, y de los que están en otras naciones también pueden venir a los Pies de Cristo en estos momentos.

Cristo está recogiendo a Sus escogidos en este tiempo final. El nombre suyo está escrito en el Cielo en el Libro de la Vida, por lo cual usted está escuchando el Evangelio de Cristo, por eso es que usted está escuchando, Dios lo guió para escuchar la predicación del Evangelio de Cristo; porque el nombre suyo está escrito en el Cielo en el Libro de la Vida, usted es una oveja del Señor y Él le está llamando para darle Vida eterna, Él dijo: “Mis ovejas oyen mi Voz y me siguen, y yo las conozco y yo les doy Vida eterna” (San Juan, capítulo 10, verso 27 al 30).

Ya vamos a orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo, recordando que no hay nada más importante para el ser humano que la Vida eterna. “¿De qué le vale al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” ¿Ven? No hay recompensa que usted pueda dar por la Salvación de su alma, ya Cristo pagó el precio por nuestra Salvación en la Cruz del Calvario.

De nada le sirve al ser humano vivir en esta tierra y convertirse en una persona muy rica y perder su alma, de nada le sirvió vivir en la tierra; pero salvar su alma por medio de Cristo, eso sí que tiene valor porque es para toda la eternidad; y todos queremos pasar nuestra eternidad en el Reino de Dios, queremos vivir eternamente con Cristo en Su Reino.

Si falta alguna persona por venir a los Pies de Cristo, puede venir para que quede incluido en la oración que estaremos haciendo. Con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, y nuestros ojos cerrados, los que han venido a los Pies de Cristo, repitan conmigo esta oración:

Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelio y nació Tu fe en mi corazón, creo en Tu primera Venida, y creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados, creo en Tu Nombre como el único Nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podemos ser salvos.

Reconozco que soy pecador y necesito un Salvador, doy testimonio público de mi fe en Ti y Te recibo como mi único y suficiente Salvador. Te ruego me perdones y con Tu Sangre me limpies de todo pecado, y me bautices con Espíritu Santo y Fuego luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre y produzcas en mi el nuevo nacimiento.

Quiero vivir en Tu Reino, quiero vivir eternamente contigo en Tu Reino. Me rindo a Ti en alma, espíritu y cuerpo, sálvame Señor. Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén.

Y con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, todos decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén.

Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado, porque ustedes le han recibido como vuestro único y suficiente salvador. Ustedes me dirán: “Quiero ser bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, porque Él dijo: ‘El que creyere y fuere bautizado, será salvo.’ ¿Cuándo me pueden bautizar?” es la pregunta desde lo profundo de vuestro corazón. Por cuanto ustedes han creído en Cristo de todo corazón, bien pueden ser bautizados, y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento.

Cuando San Pedro predicó el Día de Pentecostés, le preguntan a San Pedro las personas que escucharon: “Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el Nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para cuantos el Señor nuestro Dios llamare,” o sea, para los que están lejos y para los que están cerca, para los que estaban en aquel territorio y para los que están acá también en el territorio del Continente Americano, y en todas las demás naciones.

El mismo Jesucristo fue bautizado por Juan, Él dijo: “Nos conviene cumplir toda justicia,” y entonces Juan lo bautizó. Y si Cristo para cumplir toda justicia le convenía ser bautizado, cuánto más a nosotros.

Cuando la persona recibe a Cristo como Salvador, muere al mundo. Cuando es sumergido en las aguas bautismales, tipológicamente está siendo sepultado. Y cuando es levantado de las aguas bautismales, está resucitando a una nueva vida: a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno. Tan sencillo como eso es el simbolismo del bautismo en agua en el cual nos identificamos con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección.

Por lo tanto, bien pueden ser bautizados, y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento, y nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el glorioso Reino de Jesucristo nuestro Salvador.

Continúen todos pasando una tarde o un día feliz, lleno de las bendiciones de Cristo. Dejo al ministro aquí presente para que les indique cómo hacer para ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y los que están en otras naciones también pueden ser bautizados en agua en estos momentos en el lugar donde ustedes se encuentran.

Que Dios les bendiga y les guarde, y continúen pasando todos un día feliz lleno de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador, y nos veremos en la próxima actividad que será cerca de aquí, ¿a una hora más o menos? Chilpancingo, allí ya ustedes ¿saben dónde es? Bueno, pues a mí me llevan porque yo no sé llegar, pero los que saben me van a llevar y yo estaré allí con todas las personas que van a estar allí en la congregación, iglesia donde el reverendo Jacobo es el pastor, así que nos veremos allí también, Dios mediante.

Dios les bendiga y les guarde a todos. Con ustedes el ministro aquí presente, y en cada nación el ministro correspondiente.

“LA HORA DE SEGAR HA LLEGADO.”

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