La esposa despierta recibiendo al esposo

Muy buenos días, amables amigos y hermanos presentes y los que están a través del satélite Amazonas y de internet en diferentes naciones. Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes.

Para esta ocasión quiero agradecerles el respaldo que le están dando al proyecto de La gran Carpa-Catedral en Puerto Rico, y también el respaldo que le están dando a la obra misionera y evangelística en diferentes naciones junto al misionero Miguel Bermúdez Marín y todos los ministros y congregaciones.

También aprecio y agradezco mucho el respaldo que le están dando a AMISRAEL, ya estaré en las actividades de AMISRAEL de esta semana que viene o que ya comienza hoy, ya estaré el martes en las actividades de AMISRAEL a la cual también ustedes son invitados, conforme a como fue anunciado por el doctor Patricio Lara hace algunos minutos.

Para esta ocasión leemos en San Mateo, capítulo 25, versos 1 al 12, donde Cristo dice:

“Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.

Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.

Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;

mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.

Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.

Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!

Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas.

Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.

Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.

Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.

Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos!

Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.

Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Nuestro tema es: “LA ESPOSA DESPIERTA RECIBIENDO AL ESPOSO.”

Este pasaje, aquí Cristo nos dice que así es el Reino de los Cielos, dice que así será el Reino de los Cielos, dice:

“Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes.”

El Reino de los Cielos se ha estado cumpliendo, materializándose, manifestándose en la Iglesia del Señor Jesucristo. El Señor Jesucristo hablando del Reino de los Cielos lo compara aquí a diez vírgenes, en otras parábolas lo compara a un campo con cizaña y con trigo, y así por el estilo podemos ver que Cristo muestra el Reino de los Cielos en diferentes formas para que podamos comprender.

Por eso encontramos que en el Cristianismo se ha estado cumpliendo en el Reino de los Cielos. Por eso encontramos personas sensatas y personas insensatas, por eso encontramos trigo y también cizaña en medio del Cristianismo.

Y ahora, la Esposa está representada en las cinco vírgenes prudentes, la Esposa Novia, la que en el Día Postrero se une con Cristo para obtener la fe para ser transformada y llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, tendrá cada creyente el Espíritu Santo, habrá nacido de nuevo, esas son las vírgenes prudentes, aquellos que han escuchado la predicación del Evangelio de Cristo, ha nacido la fe de Cristo en su alma, han recibido a Cristo como Salvador, han sido bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo los ha bautizado con Espíritu Santo y Fuego y ha producido el nuevo nacimiento en esas personas.

Esa es la Iglesia Novia del Señor Jesucristo, esa es la Iglesia amada del Señor Jesucristo, esa es la segunda Eva a través de la cual el segundo Adán que es Cristo, ha estado reproduciéndose en hijos e hijas de Dios a través de estos dos mil años que han transcurrido, y todavía sigue reproduciéndose Cristo por medio de Su Espíritu a través de Su Iglesia, reproduciéndose en hijos e hijas de Dios, y así es como la familia de Dios, los hijos e hijas de Dios han estado apareciendo en la Iglesia del Señor Jesucristo, que es el redil de las ovejas del Señor.

Vean, en la parábola también de las ovejas Cristo representa Su Iglesia en ovejas, y Su Iglesia también, esos son los miembros de Su Iglesia, y Su Iglesia como Cuerpo Místico en el redil donde junta a esas personas, y Cristo el buen Pastor.

Y ahora, a través de Su Iglesia es que en la esfera espiritual que ha estado llevándose a cabo en la Iglesia, el Reino de Dios en la esfera espiritual, ha estado cumpliéndose. Falta la esfera física que será cuando seamos transformados, entonces entramos a esa esfera física, así como hemos entrado a la esfera espiritual, con una transformación espiritual que Cristo ha producido al bautizarnos con Espíritu Santo y reproducido el nuevo nacimiento.

Luego cuando llega la esfera física los muertos en Cristo resucitarán en cuerpos eternos, glorificados, los que vivimos y estemos vivos en ese momento, seremos transformados, los veremos a los muertos en Cristo resucitados en cuerpos glorificados y entonces seremos transformados, y ahí es que viene la esfera física con Vida eterna física, cuerpos eternos físicos, jóvenes para toda la eternidad.

Y esa esfera está muy cerca, ese ciclo divino está muy cerca, ¿cuándo vendrá? Cuando se complete el ciclo divino espiritual que será cuando entre al Cuerpo Místico de Cristo hasta el último elegido de Dios, hasta el último escogido escrito en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero.

Y ahora, ese ciclo divino es muy importante, pues Cristo está en el Cielo está en el Cielo como Sumo Sacerdote en el Templo celestial según el Orden del Melquisedec, que es el Orden del Templo celestial, tipificado en el orden sacerdotal terrenal de Aarón u orden sacerdotal levítico del cual Aarón fue el primer sumo sacerdote, y todo sumo sacerdote tenía que ser un descendiente de Aarón.

Y ahora, tenemos que hay una Iglesia Novia representada en las vírgenes prudentes que en el Día Postrero escucharán el mensaje de medianoche, “y a medianoche se oyó un clamor, he aquí el Esposo viene, salid a recibirle.”

Así como en el tiempo de la Primera Venida de Cristo hubo una Voz clamando en el desierto y preparándole el camino al Señor, que fue Juan el Bautista, para el tiempo final estará la Voz del precursor de la segunda Venida de Cristo clamando, llamando el pueblo, despertando el pueblo, dándole a conocer al pueblo que se ha llegado al tiempo de medianoche, y que salga, se levanten para recibir al Señor en Su segunda venida, en la venida del Señor a Su Iglesia Novia, porque también está la venida del Señor con Su Iglesia después de la gran tribulación, que será para comenzar el Reino, establecer el Reino Milenial, el Reino del Mesías en la Tierra.

Tenemos que saber hacer esa separación para que así tengamos en nuestra mente claro lo que es la venida del Señor antes de la gran tribulación que será a y para Su Iglesia Novia, viene por Su Iglesia Novia, pero Él también es el Mensajero de Israel, Él es el Ángel del Pacto que libertó al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto, el cual le había dicho a Abraham en Génesis, capítulo 15, le había dicho lo que iba a suceder con su descendencia, capítulo 15, verso 12 en adelante, dice:

“Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él.

Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años.

Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza.

Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez.

Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí.”

En este pasaje vean, Dios promete libertar a Su pueblo después que tengan cuatrocientos años de esclavitud en una nación que aquí Dios no le dice cuál es a Abraham, pero fue Egipto luego, y Dios los libertaría después de cuatrocientos años con mano poderosa, mano fuerte; o sea, esto es con juicios divinos.

Y en la cuarta generación regresarán a la tierra donde Abraham estaba viviendo en esos días, o sea, a la Tierra prometida, y saldrían con gran riqueza, o sea, que lo que trabajarían allí como esclavos, luego les sería recompensado, porque luego Dios le diría a Moisés, al instrumento que Él usaría, que pidieran prendas, joyas, plata, oro, vestidos, y saldrían ricos; o sea, que hay una forma para que se cumpla esa promesa.

Y ahora, el que está hablando a Abraham que es Dios, por medio del Ángel del Pacto que es el Espíritu Santo, va a libertar al pueblo después que tengan cuatrocientos años en esa tierra extraña a la cual ellos van a ser llevados, y ya ustedes conocen la historia de cómo hubo hambre en Egipto y también en la tierra de Israel; y Dios había colocado a José en Egipto y había llegado a la posición de ser el virrey, el primer ministro allá en Egipto, el que estaba a cargo de todos los negocios del rey; o sea, que el rey lo había puesto sobre todos sus bienes, lo que Cristo va hacer con el vencedor en la parábola del siervo fiel y prudente, sobre todos sus bienes le pondrá, dice Cristo, por lo tanto, hay una forma para que esa promesa se cumpla en el tiempo final.

Y ahora, el que le da la promesa a Abraham que su descendencia, sus descendientes van a vivir en una tierra extraña, ajena, van a ser esclavos allí por cuatrocientos años y luego Dios los va a libertar, luego cuando ya están en Egipto y llega el tiempo para la liberación del pueblo hebreo, Dios tenía a Moisés, primero lo tuvo en Egipto donde estaba el pueblo, y luego se fue a Madian, pero seguía siendo el Mensajero de Dios para el pueblo.

Luego Dios le aparece, Dios en el Ángel del Pacto le aparece a Moisés, le habla y lo envía a Egipto, y Dios le dijo: “Yo estaré contigo,” va a Egipto y comienza a ser el trabajo de preparación para la salida del pueblo, para la liberación del pueblo.

También las señales que Dios le dio a Moisés para que hiciera delante de los ancianos fueron hechas, y se preparó todo para el Éxodo del pueblo hebreo. Dios había dicho que los libertaría, pero por cuanto el socio de Dios es el hombre, tenía un hombre allí llamado Moisés, a través del cual Dios se veló en carne humana, en él estaba el Ángel del Pacto, por lo tanto, Moisés era la Palabra viviente para el pueblo hebreo en Egipto, la Palabra hecha carne en la persona de Moisés, porque en él estaba el Ángel del Pacto, el Espíritu Santo velado y revelado a través del Profeta Moisés, un Profeta dispensacional.

Cuando Dios promete algo para ser en favor del pueblo, siempre tendrá un instrumento a través del cual lo va a llevar a cabo. En esta Escritura de las diez vírgenes encontramos que estamos viviendo al final de esta parábola, ya el clamor de medianoche lo escucharon, y si se necesita otro, se hará otro clamor, pero el clamor de medianoche, así como en el tiempo de Juan el Bautista en el cual estaba el Espíritu Santo hablando al pueblo y preparándolo para la venida del Mesías, fue hecho allí ese llamado, se escuchó esa voz clamando en el desierto y un grupo fue preparado para recibir al Mesías.

En este tiempo final Dios estuvo velado por medio de Su Espíritu por medio del Ángel del Pacto velado en un cuerpo de carne, el cual fue el precursor de la Segunda Venida de Cristo, fue el precursor de la venida del Esposo para la Iglesia Novia del Señor, y como dijo Jesús en una ocasión hablando de Juan el Bautista, dijo: “Si ustedes lo quieren recibir, Juan es aquel Elías que había de venir,” y para los que quieran recibir al precursor de la Segunda Venida de Cristo, él es el aquel Elías que había de venir, y fue el reverendo William Branham (tan sencillo como eso), y ya se fue.

Con el mensaje que él trajo fueron despertados miles de individuos para buscar y esperar la venida del Señor, la venida del Hijo del Hombre, la venida del Hijo del Hombre a Su Iglesia, lo cual conforme a la Escritura será un secreto y ha sido un secreto muy grande, el secreto más grande de todos los secretos bíblicos, el secreto más grande, el cual está en la mente de Dios, y el cual corresponde al séptimo Sello del Libro sellado con siete Sellos de Apocalipsis, capítulo 5, misterio que ni los Ángeles conocían dice Cristo, y que Él mismo dice que mientras estuvo en la Tierra, Él dice que ni el Hijo del Hombre sabía, ni Él mismo sabía, pero cuando ya Él fue resucitado, ya supo, conoció ese misterio.

Y ahora, el cumplimiento de ese misterio es para unión de Cristo con Su Iglesia, para esa unión en la cual se hará carne de Su carne, hueso de Sus huesos y entonces será Su Iglesia la Palabra también como Cristo es la Palabra, será colocada en la edad correspondiente a la venida del Señor.

Recuerden que hay diferentes etapas o edades en donde la Iglesia sube y donde Cristo sube y llama, por supuesto a Su Iglesia y la coloca en esa etapa, en esas edad en donde Cristo está velado en el Mensajero correspondiente a cada edad.

Luego de las siete edades de la Iglesia, siete etapas, la Iglesia sube a la etapa o Edad de la Piedra Angular, la edad donde tienen que ser cumplidas todas las promesas correspondientes a la venida del Señor, a la resurrección de los muertos en Cristo, a la fe para ser transformados y raptados, o sea, a la fe de rapto, a la transformación de los vivos, al arrebatamiento de la Iglesia, todas esas promesas serán cumplidas en la etapa de la Edad de la Piedra Angular, como fueron cumplidas en la etapa de la Edad de la Piedra Angular de la primera venida del Señor en medio del pueblo hebreo, en donde hubo una resurrección de los santos en el Antiguo Testamento, y hubo también un rapto o arrebatamiento con Cristo de los santos del Antiguo Testamento.

Y ahora, será la resurrección de los santos del Nuevo Testamento en cuerpos glorificados, la transformación de los vivos del Nuevo Testamento, del nuevo Pacto para tener cuerpos eternos y luego de unos 30 ó 40 días ya transformados ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Estamos en el tiempo más glorioso de todos los tiempos del Cristianismo, estamos en la edad o etapa de la piedra angular, la edad o etapa para la venida del Señor, para el cumplimiento de la venida del Hijo del Hombre, para el cumplimiento de la venida del Ángel del Pacto, el cual se estará manifestando en medio de Su Iglesia.

Como lo hizo en otras edades, lo hará en este tiempo final, tendrá el Mensajero que corresponde a la Edad de la Piedra Angular con el mensaje de piedra angular, el mensaje que coronará todos los mensajes de etapas pasadas, y con el ministerio que coronará todos los ministerios de etapas o edades pasadas, y con el pueblo que recibirá la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, porque estará recibiendo la revelación del misterio del séptimo Sello que les estará dando Cristo, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo clamando como cuando ruge un león y siete Truenos emitiendo sus voces, pues los truenos son la Voz de Cristo como León de la Tribu de Judá.

Los truenos son la revelación al misterio del séptimo Sello, o sea, que los truenos contienen la revelación de ese séptimo Sello, la revelación de la venida del Señor a Su Iglesia. Con la revelación de ese misterio la Iglesia entonces comprenderá cómo, cuándo y demás detalles relacionados a la venida del Señor a Su Iglesia, pues Su Iglesia es la que lo está esperando, y lo está esperando para la transformación y arrebatamiento, pues así está señalado en la Escritura, vean aquí, Filipenses, capítulo 3, verso 20 al 21 dice para qué Cristo vendrá a Su Iglesia, dice:

“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo (¿ven? La Iglesia Novia es la que lo está esperando);

el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra…”

Viene para transformar nuestros cuerpos físicos, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, para que sea igual al cuerpo glorificado que tiene Jesucristo. ¿Con qué y cómo?:

“Por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.”

Con ese poder que Él recibió, que Él tiene, con el cual están sujetas a Él todas las cosas, con ese poder es que va a transformar a los creyentes en Él que en el Día Postrero estarán despiertos esperando y recibiendo al Novio, al Esposo: Jesucristo.

¿Cómo vendrá? Es la pregunta: ¿Y cómo vendrá? ¿Y cuándo vendrá? Ese es el misterio grande porque sabemos que la Escritura dice que vendrá, pero los detalles son muy importantes, Su cuerpo ya está glorificado. Ese misterio se va a hacer claro en la Iglesia del Señor y van a tener la bendición de tener al Esposo en Su medio, por eso la Iglesia Novia tiene que estar despierta para recibir al Esposo en el Día Postrero.

Luego el pueblo hebreo cuando lo vea a Él venir en medio de la Iglesia, dirá: “Éste es el que nosotros estamos esperando,” pero Él viene por Su Iglesia para transformarla y llevarla con Él a la Cena de las Bodas del Cordero.

El Verbo, la Palabra, el Ángel del Pacto, el Espíritu Santo viene por Su Iglesia, aunque es el Mensajero a Israel, viene por Su Iglesia la cual está dentro del nuevo Pacto. Después que haya llevado a cabo el programa correspondiente a la Iglesia del Señor, entonces Dios comenzará a tratar con el pueblo hebreo en la segunda parte de la semana número setenta, la cual comenzará luego que los muertos en Cristo estén transformados o resucitados en cuerpos glorificados y los vivos estemos transformados.

La Iglesia Novia del Señor Jesucristo va a tener una manifestación grande, Cristo en Su medio, y el precursor de la Segunda Venida de Cristo que preparó el pueblo para que reciban el programa que Dios va a llevar a cabo en el Día Postrero, mostró que en medio del Cristianismo, en medio del pueblo, de la Iglesia del Señor, de las vírgenes prudentes va a surgir una gran Carpa-Catedral, y ahí va haber una manifestación muy grande de Dios, la cual le fue dicha a él que será la tercera etapa, ahí estará la manifestación plena de Dios, de Cristo.

Por lo tanto, entre las vírgenes prudentes va a surgir el cumplimiento de esa visión, recuerden que todas las cosas Cristo las lleva a cabo en y por medio de Su Iglesia, por eso aun los Mensajeros de cada edad han sido miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo, han sido como los patriarcas.

Ellos fueron el padre, la cabeza de cada tribu, y los Mensajeros de cada etapa son la cabeza de cada edad a través del cual Cristo, la cabeza del Cuerpo Místico completo se ha manifestado, así ha sido en cada edad y así será en este tiempo final, son como patriarcas o los patriarcas del Cuerpo Místico de Cristo correspondientes a cada etapa o edad de la Iglesia.

Y ahora, la Iglesia conforme a la parábola de las diez vírgenes estará despierta para recibir al Esposo, a Cristo en Su venida, entrar con Cristo a las bodas y la puerta será cerrada cuando ella haya entrado con el esposo a las bodas, pues la parábola dice que las que estaban preparadas, entraron con el esposo a las bodas y se cerró la puerta.

Esa puerta que se cierra, también aparece en San Lucas, capítulo 13, versos 25 al 27, donde dice:

“Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois.

Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste.

Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad.

Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos.”

Y ahora, aquí nos muestra que la puerta va a ser cerrada, es la puerta de la misericordia, la puerta de la Dispensación de la Gracia, y ya de ahí en adelante no habrá más oportunidad para las personas decir: “Ahora quiero recibir a Cristo como mi Salvador para que Él produzca en mí el nuevo nacimiento.”

Ya todos los hijos e hijas de Dios en el Reino de Dios habrán nacido y se habrá completado la Iglesia del Señor, y Cristo habrá salido del Trono del Padre, ya no será el Sumo Sacerdote sino el Rey de reyes y Señor de señores y Juez de toda la Tierra, ya será el León de la Tribu de Judá.

Por lo tanto, ya habrá terminado el ciclo divino de la Dispensación de la Gracia, la puerta estará cerrada y van a resucitar los muertos creyentes en Cristo, y los vivos seremos transformados.

“LA ESPOSA DESPIERTA RECIBIENDO AL ESPOSO.”

Hay una pregunta en nuestras mentes, pero esa la vamos a dejar quietecita por ahora, pero recuerden, cuando estemos transformados vamos a ver a Jesucristo en Su cuerpo glorificado. Él ha estado en Espíritu en medio de Su Iglesia, pero Su cuerpo glorificado estaba en el Cielo como Sumo Sacerdote haciendo intercesión por cada persona escrita en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero desde antes de la fundación del mundo. O sea, que eso es un Programa Divino desde antes de la fundación del mundo el cual Cristo ha estado llevando a cabo, y por la gracia de Dios estábamos incluidos en ese Programa Divino. Por eso estamos aquí reunidos alabando a Dios y escuchando Su Palabra, y ustedes también que están en otras naciones escuchando en estos momentos.

Todavía en la parábola de la gran cena que preparó el padre de familia, el rey, una cena de boda para su hijo, todavía hay lugar, porque luego que el siervo, el Espíritu Santo fue y buscó personas, luego dice, cuando regresa dice: “Se hizo como tu dijiste, pero todavía hay lugar en la casa,” y eso es en la Edad de la Piedra Angular, el Lugar Santísimo donde hay lugar, no hay lugar en ninguna otra edad para formar parte de la Iglesia Novia del Señor, solamente hay lugar en la parte correspondiente a nuestro tiempo en el Cuerpo Místico de Cristo, y pronto se va a llenar ese lugar.

Cuando entre el último escogido del Cuerpo Místico de Cristo a ese lugar, se habrá llenado y entonces se habrá completado la Iglesia del Señor, luego entonces seremos transformados.

Por lo tanto, continuaremos trabajando en la obra del Señor en la evangelización, la obra misionera, porque así es como escuchan la Voz de Cristo por medio del Evangelio las personas que están escritas en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero y responden a ese llamado esas ovejas del Señor, de las cuales Cristo dijo: “Mis ovejas oyen mi Voz y me siguen, y yo les doy Vida eterna.”

Si hay alguna persona que todavía no ha recibido a Cristo como Salvador, lo puede hacer en estos momentos para que Cristo le reciba en Su Reino y le dé Vida eterna. Yo ya le recibí como mi Salvador, ¿y quién más? Y ya Cristo me dio Vida eterna, ¿y a quién más? A cada uno de ustedes también.

Recuerden que recibir a Cristo significa Vida eterna. No hay otra forma para recibir el ser humano Vida eterna, es por medio de Jesucristo, por lo tanto, pueden pasar acá al frente los que todavía no habían recibido a Cristo, para que Cristo les reciba en Su Reino y les dé Vida eterna. Y en las demás naciones también pueden venir a los Pies de Cristo para que queden incluidos en la oración que estaremos haciendo por todas las personas que están viniendo a los Pies de Cristo nuestro Salvador.

Los niños de diez años en adelante también pueden venir a los Pies del Señor Jesucristo. Recuerden que Él dijo: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis, porque de los tales es el Reino de los Cielos.”

Cristo tiene mucho pueblo aquí en la Ciudad de Santiago, Chile, y los está llamando para colocarlos en Su Cuerpo Místico de creyentes, y tiene muchos hijos en toda la República de Chile, y los está llamando en este tiempo final, y en toda la América Latina también tiene muchos y los está llamando para colocarlos en Su Cuerpo Místico de creyentes, y tiene muchos hijos en toda la República de Chile y los está llamando en este tiempo final y en toda la América Latina también tiene muchos hijos y los está llamando en este tiempo final.

Cristo está despertando a todas las personas que tienen sus nombres escritos en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero para que lo reciban como su único y suficiente Salvador. En todas las demás naciones pueden continuar viniendo también a los Pies de Cristo, para que Cristo les reciba en Su Reino.

Recuerden que es un asunto de Vida eterna recibir a Cristo como único y suficiente Salvador. Cristo puso Su vida por Sus ovejas, o sea, Él puso Su vida allí en la Cruz del Calvario como Sacrificio de Expiación por nuestros pecados, puso Su vida por mí, ¿y por quién más? Por cada uno de ustedes también, para que nosotros podamos ser limpios de todo pecado, ser reconciliados con Dios y obtener la Vida eterna.

El ser humano en esta Tierra hace muchas decisiones, y de todas las decisiones que hace ninguna le coloca en la Vida eterna, excepto una, que es recibir a Cristo como único y suficiente Salvador. Esta es la decisión más importante para todo ser humano. No hay otra más importante. Por eso se predica el Evangelio de Cristo, para que así esa decisión la haga todo ser humano: recibir a Cristo como único y suficiente Salvador. No hay otra cosa más grande, más importante que la Vida eterna, y usted no puede conseguirla en cualquier lugar. Solamente hay un lugar donde usted obtiene la Vida eterna, y eso es en Cristo.

“El que oye mi Palabra y cree al que me envió, tiene Vida eterna.” Él le resucitará en el Día Postrero a todo aquel que ve al Hijo y cree en Él, en Jesucristo. Cristo ha dicho: “Y yo le resucitaré en el Día Postrero.

Lo más importante es la Vida eterna, para lo cual recibimos a Cristo como único y suficiente Salvador, pues Él tiene la exclusividad de la Vida eterna.

Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que han venido a los pies de Cristo nuestro Salvador. En los demás países también pueden estar puestos en pie para la oración por las personas que han venido a los Pies de Cristo nuestro Salvador. Con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, y nuestros ojos cerrados, repitan conmigo esta oración que estaré haciendo por ustedes:

Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelio y nació Tu fe en mi corazón. Creo en Ti con toda mi alma, creo en Tu primera venida y creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados.

Reconozco que soy pecador y necesito un Salvador, doy testimonio público de mi fe en Ti y Te recibo como mi único y suficiente Salvador. Señor, Te ruego perdones mis pecados y con Tu Sangre me limpies de todo pecado y me bautices con Espíritu Santo y Fuego luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre y sea producido en mi el nuevo nacimiento.

Señor, quiero vivir eternamente, sálvame Señor, Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén.

Y con nuestras manos levantadas a Cristo, al Cielo, todos decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén.

Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado, porque ustedes le han recibido como vuestro único y suficiente Salvador, ustedes me dirán: “Quiero ser bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo lo más pronto posible,” porque Él dijo:

“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” (San Marcos, capítulo 16, versos 15 al 16).

Por cuanto ustedes han creído de todo corazón, bien pueden ser bautizados, y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento. El mismo Cristo fue bautizado por Juan, Juan no lo quería bautizar y le decía: “Yo tengo necesidad de ser bautizado por Ti, ¿y Tú vienes a mí para que yo Te bautice?” Jesús le dice: “Nos conviene cumplir toda justicia,” y entonces lo bautizó.

Y ahora, el mismo Cristo es el que dijo: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo.” El bautismo en agua en el Nombre del Señor es un mandamiento del mismo Señor Jesucristo, el cual ha estado siendo obedecido desde los tiempos de los apóstoles hasta nuestro tiempo.

Cuando la persona recibe a Cristo como Salvador, muere al mundo; y cuando el ministro lo sumerge en las aguas bautismales, tipológicamente está siendo sepultado; y cuando lo levanta de las aguas bautismales, está resucitando a una nueva vida: a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno.

Ese es el simbolismo del bautismo en agua, porque el bautismo en agua dice la Escritura que es a la semejanza de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Por lo tanto, el bautismo en agua es muy importante para todas las personas que escuchan el Evangelio de Cristo y reciben a Cristo como único y suficiente Salvador.

Nos identificamos con Cristo en el bautismo en agua en Su muerte, sepultura y resurrección. Conociendo el simbolismo del bautismo en agua en el Nombre del Señor, bien pueden ser bautizados, y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento.

Recordando a San Pedro cuando le preguntan el Día de Pentecostés en el capítulo 2 del libro de los Hechos, todos aquellos que escucharon la predicación de San Pedro, preguntan:

“Varones hermanos, ¿qué haremos?

Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos.”

Por lo tanto, bien pueden ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento, y nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el Reino glorioso de Cristo nuestro Salvador.

Los que están en otras naciones también pueden ser bautizados. Que Dios les bendiga y les guarde, y dejo con ustedes al reverendo Patricio Lara y en cada país al ministro correspondiente para que haga en la misma forma.

Que Dios les bendiga y les guarde, y nos continuaremos viendo en el Reino del Señor por toda la eternidad.

“LA ESPOSA DESPIERTA RECIBIENDO AL ESPOSO.”

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