Dios dando sabiduría e inteligencia a Sus hijos para hacer la obra que les ha sido encomendada

Muchas gracias, doctor Miguel Bermúdez Marín.

Aprecio y agradezco mucho este respaldo que le están dando a este importante proyecto en Puerto Rico (que se está llevando a cabo en Puerto Rico, este proyecto), respaldado por todos ustedes: no solamente de Puerto Rico, sino de todos los países que han estado respaldándolo, no solamente con vuestras oraciones sino también económicamente.

Les felicito por este “GRAN EMPUJÓN” que le están dando, en el cual ya diferentes países unidos han pasado las metas, y las van a duplicar y las van a triplicar, y las van a multiplicar al ciento por uno; y sin límites, no va a haber límites.

Como pasó en los días de Moisés, que no hubo límites, y entonces fue Moisés el que le tuvo que decir al pueblo: “Deténgase ya, porque ya han traído de más para la Obra del Señor”.

Así que no habrá límites en cuanto al respaldo de parte de Dios y de parte del pueblo para esta Obra de La Gran Carpa Catedral.

Hubo una ocasión en que Dios libertó al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto; los llevó al monte Sinaí, a donde Dios le dijo a Moisés que los iba a llevar, y allí les dio los diez mandamientos; y luego les dijo (al pueblo, a través de Moisés)… Dios le habla al profeta Moisés y Moisés le habla al pueblo. Le dice de la siguiente manera, en el capítulo 25, verso 1 en adelante, del Éxodo:

“Jehová habló a Moisés, diciendo:

Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda; de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda”.

O sea que no era una ofrenda obligatoria, sino que tomaran esa ofrenda de todo varón que la diera voluntariamente, de su voluntad, de corazón; de esas personas tomaría la ofrenda.

No de personas que dijeran o que pensaran: “Ahora me están pidiendo que haga tal cosa”. No.

—“Ahora quiero hacer tal cosa, porque en el Programa de Dios está que va a ser hecha esta labor, va a ser hecho un tabernáculo donde la presencia de Dios va a estar”.

Y es un privilegio grande trabajar en un proyecto divino donde la presencia de Dios está prometida para estar allí manifestada.

Sigue diciendo:

“Esta es la ofrenda que tomaréis de ellos: oro, plata, cobre,

azul, púrpura, carmesí, lino fino, pelo de cabras,

pieles de carneros teñidas de rojo, pieles de tejones, madera de acacia,

aceite para el alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático,

piedras de ónice, y piedras de engaste para el efod y para el pectoral.

Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos”.

Lo grande de todo ese proyecto es este verso:

“Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos”.

Lo importante es la presencia de Dios. Y si dijo que Su presencia va a estar en ese tabernáculo, por lo tanto ese es el lugar más importante y es el proyecto más importante de construcción que llevaría a cabo el pueblo.

Y ahora le dice a Moisés:

“Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis”.

O sea que no podía ser hecho conforme a la voluntad ni de Moisés ni del pueblo, sino como Dios le mostró a Moisés; porque ese tabernáculo sería el tipo y figura del Templo que está en el Cielo.

Y ahora, ya aquí está el diseño (le fue mostrado a Moisés), le está dada la orden; y ahora le es dado a conocer al pueblo la oportunidad que tienen de tomar parte en ese proyecto divino, de cada uno trabajar en ese proyecto divino.

No todos van a ser constructores; pero como se necesitan materiales, hay que comprar materiales, hay que hacer esto y lo otro; se necesita oro, plata, cobre; y las personas tenían; entonces, o compraban, o el que tenían lo ofrendaban, para así tener los materiales para la construcción de ese tabernáculo.

Y otros trabajarían en ese proyecto (muchos de ellos) voluntariamente, sin cobrar nada. Y algunos, quizás, habría que pagarles algo, como el constructor principal; si tenían que pagarle algo o darles el sustento de su familia, así por el estilo, darle comida para él y su familia; todas esas cosas estaban correctas.

Y ahora, encontramos que el pueblo hebreo fue un pueblo privilegiado al tener la bendición de tener un tabernáculo donde Dios moraba.

Todos los demás pueblos tenían sus templos, y ahora el pueblo hebreo tenía un templo, un tabernáculo, movible: dondequiera que iban, ahí se lo llevaban; y aunque era así movible, era el más importante, porque estaba la presencia de Dios.

Y ahora, encontramos que allí estaba, en el lugar santísimo…

Tenía atrio, lugar santo y lugar santísimo; porque eso muestra también el tipo y figura del ser humano, que es alma, espíritu y cuerpo.

El cuerpo corresponde al atrio; el espíritu corresponde al lugar santo; y el alma corresponde al lugar santísimo, que es el lugar para estar la presencia de Dios en el ser humano, para desde ahí hablarle al ser humano, para desde ahí darle entendimiento al ser humano, y desde ahí gobernar Dios la vida del ser humano, guiar al ser humano; porque Él es nuestro Pastor.

Y ahora, encontramos también que es tipo y figura —ese tabernáculo— del Templo celestial; por lo tanto, ahí encontramos una tipología perfecta aun de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Lugar Santísimo corresponde al Padre; Lugar Santo corresponde al Espíritu Santo; y lugar del Atrio corresponde a Jesús, el cuerpo físico donde Dios moró en toda Su plenitud. Tan sencillo como eso.

Por eso en el atrio era que se llevaban a cabo los sacrificios. Y el Sacrificio de Dios por el pecado del ser humano fue llevado en el Atrio: en el cuerpo físico; cuerpo que fue sacrificado en la Cruz del Calvario.

Y fue llevado también en el Atrio del Templo: de la Iglesia de Dios del Antiguo Testamento, que corresponde al Atrio en medio del pueblo hebreo. Porque desde Adán hasta Jesús, todo ese tiempo corresponde al Atrio; y luego, de los apóstoles en adelante, hasta la séptima etapa de la Iglesia bajo el séptimo mensajero, corresponde al Lugar Santo, que corresponde a las diferentes edades de la Iglesia del Nuevo Pacto o del Nuevo Testamento, que son todos los creyentes en Cristo, los que forman la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y luego viene la etapa, en la Iglesia del Señor Jesucristo, la etapa del Lugar Santísimo, que es la Edad de la Piedra Angular:

  • Esa es la Edad de la Adopción para los hijos e hijas de Dios en el Cuerpo Místico de Cristo.
  • Esa es la etapa o edad que representa al Lugar Santísimo del Templo celestial, y que está representada en el lugar santísimo del tabernáculo que construyó Moisés y del templo que construyó el rey Salomón.
  • Es la etapa o edad para la Venida del Señor.
  • Es la etapa, también, para la Venida de los ministerios de los Dos Olivos.
  • Es la etapa, también, para la resurrección de los muertos en Cristo y transformación de los que estén vivos en Cristo en ese tiempo.
  • Es la etapa más gloriosa de todas las etapas, en donde la presencia de Dios estará en Su Iglesia en toda Su plenitud, en Su Cuerpo Místico de creyentes; en donde obtendrán la adopción, que será la redención del cuerpo: la transformación de nuestros cuerpos, para los vivos, y la resurrección de los muertos en Cristo en cuerpos glorificados.

Esa es una etapa muy importante en el Programa Divino en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo.

  • Es la etapa en donde la presencia del Espíritu de Dios estará todo el tiempo. Así como estuvo en cada edad en el mensajero de cada edad, estará en esta Edad de la Piedra Angular prometida para la Iglesia del Señor Jesucristo.

Recordando que la Iglesia del Señor Jesucristo como Cuerpo Místico de creyentes es un Templo espiritual, del cual todos los creyentes en Cristo son piedras vivas; como dice Primera de Pedro, capítulo 2, versos 4 al 10, donde nos dice que somos piedras vivas para ser parte o formar el Templo espiritual de Dios, para ser hechos un Templo espiritual.

Y cada creyente en Cristo como individuo también es un templo espiritual.

Por eso Cristo, en el capítulo 2 de San Juan, verso 17 en adelante, refiriéndose a Su cuerpo de carne como un templo, templo humano de Dios, dice: “Destruyan este templo, y en tres días Yo lo levantaré”. Está refiriéndose a Su cuerpo, que va a ser crucificado más adelante, pero al tercer día Él lo va a resucitar; o sea, el Espíritu Santo que está en Él lo va a resucitar; pero ellos pensaron que Él hablaba del templo de piedras que estaba allí presente; porque el templo de piedras solamente es el tipo y figura del cuerpo físico del Señor.

Y ahora, cada creyente en Cristo como una piedra viva, así como Cristo es una Piedra viva…: es la Piedra del Ángulo, la Piedra que los edificadores desecharon. Siendo así, todos los creyentes en Cristo son lo que Cristo es. A todo lo que Cristo es heredero, también lo son los creyentes en Cristo[1]; y todo lo que Cristo es lo son también los creyentes en Cristo.

Cristo es la Estrella resplandeciente de la Mañana, los creyentes en Cristo son las estrellas de la mañana.

Y ahora, encontramos que de eso fue que le habló Dios a Abraham: que su simiente sería como las estrellas del cielo[2]; y entre ellas hay luceros, que representan a los mensajeros que Dios enviaría a Su pueblo.

Y ahora, podemos ver por qué también el Mesías es tipificado en una estrella: “ESTRELLA saldrá de Jacob”, dice la Escritura en el libro de Números. Les voy a dar el verso para que lo tengan también: Números 24, verso 17, que dice:

“Lo veré, mas no ahora;

Lo miraré, mas no de cerca;

Saldrá Estrella de Jacob,

Y se levantará cetro de Israel”.

Ahí podemos ver que esa Estrella es la Venida del Mesías.

Por eso los magos, cuando llegaron a Jerusalén, preguntan en Jerusalén: “¿Dónde está el Rey de los judíos, que ha nacido? Porque Su Estrella hemos visto en el oriente, y hemos venido a adorarlo”.

Eso está en el libro o Evangelio según San Mateo, en el… al principio del Evangelio según San Mateo, ahí lo pueden encontrar. (Les voy a dar el capítulo). Capítulo 2, verso 1 en adelante, ahí encontrarán…, y sobre todo el verso 2 del capítulo 2 de San Mateo, ahí encontrarán lo que los magos dan a conocer.

Es que por cuanto el cielo con todas esas constelaciones es la primera Biblia… Antes de tener la Biblia escrita, los patriarcas como Abraham, como Job también, miraban al cielo, y ahí estaban leyendo la primera Biblia; por eso hablan en términos de la astronomía y de la astrología también, pues para esos tiempos estaban unidas la astronomía y la astrología.

Y ahora, podemos ver cómo en el cielo físico, con las estrellas, está también todo lo que está aquí en la Escritura. Por eso el Mesías-Príncipe es la Estrella resplandeciente de la Mañana, representado en Venus, a la cual le llamamos la estrella de la mañana; porque el Mesías es el Cristo, el Ungido, en el cual está el Espíritu Santo, la Columna de Fuego, que es la Estrella de la Mañana, el Pilar de Fuego, esa Columna de Fuego.

En el tiempo de Moisés se construyó un tabernáculo donde estaba la presencia de Dios, y aun era vista de noche sobre el tabernáculo, en dirección al lugar santísimo; y de día estaba en forma de nube, sobre el tabernáculo y sobre el pueblo, pues los protegía del calor o de la calor; y de noche les alumbraba el camino cuando iban viajando; y cuando no iban viajando pues la veían sobre el tabernáculo, sobre el área donde estaba el lugar santísimo[3].

Luego cuando entran a la tierra prometida siguen con el tabernáculo, hasta que Dios le muestra a David…, el cual sintió el deseo en su corazón de construir un templo para Dios[4]; y fue un sentimiento que vino de parte de Dios, porque David era un hombre conforme al corazón (¿de quién?) de Dios[5]; por lo tanto, estaba en sintonía con el corazón de Dios, tenía línea directa con el corazón de Dios el corazón de David. Cuando Dios sentía algo, acá David sentía ese sentimiento del corazón de Dios, lo captaba (recuerden que era profeta también, el rey David); y entonces los pensamientos, el anhelo de Dios, era transmitido al corazón de David.

Le fue mostrado a David todo lo relacionado al templo que sería construido, y por eso David dice a su hijo Salomón que todo ese diseño le fue dado por el dedo de Dios[6]. Dios se lo transmitió a David. Y así fue hecho el plano del templo y todas las facilidades que tendría.

Él no lo pudo construir porque había derramado mucha sangre: había estado en muchas guerras, había matado muchas personas él también, y con su ejército; pero le fue dicho: “Pero tu hijo Salomón, el cual te nacerá de tus entrañas, él va a construir ese templo, el cual será un hijo de paz”[7]. Por eso fue dado el nombre de Salomón; el Ángel mismo, el Señor mismo, le dio el nombre para Salomón a través del profeta Natán[8].

Y David es tipo y figura de Cristo; y Salomón también es tipo y figura de Cristo, porque el Mesías-Príncipe es el Hijo de David, tiene el título de Hijo de David, como heredero al Trono de David, para sentarse en el Trono de David y reinar sobre el pueblo hebreo y sobre toda la humanidad; porque es el único Trono y Reino que por decreto divino gobernará el planeta Tierra completo.

Si todas las naciones comprendieran eso estarían respaldando a Israel para el establecimiento del Reino del Mesías, para el establecimiento de ese Reino, y que estuviera a la cabeza de todas las naciones Israel, y que la capital fuera Jerusalén.

Y eso es fácil de comprenderlo si creemos la Biblia. Y sería fácil de comprenderlo todo Europa, porque ellos han leído la Biblia por muchos siglos, y el Evangelio en sus – en cinco edades, cinco etapas de la Iglesia…, cinco edades de la Iglesia se cumplieron allá en Europa.

Por lo tanto, sería fácil comprenderlo y sería fácil para respaldarlo, si no pusieran primero las razones personales sino el beneficio para toda la humanidad; la colectividad sería la que se beneficiaría de ese Reino.

Por eso el Mesías-Príncipe es el Deseado de todas las naciones[9]; porque todas las naciones desean la paz para ser felices, para que ya no – para ya no tener más guerras, sino tener paz, prosperidad y felicidad.

Y ahora, vimos que para el pueblo hebreo, en el tiempo del rey Salomón se construyó un tabernáculo. Cualquier persona no lo podía construir, ni siquiera el rey David; pero el hijo de David sí lo construyó, porque fue ordenado por Dios, destinado por Dios para ese propósito; y él…; con el cual se unió el pueblo, fue construido ese templo en Jerusalén.

Ahora vean, tuvo participación el pueblo, pero unidos todos al rey Salomón; porque tiene que ser bajo el liderazgo del Espíritu Santo a través del mensajero, del hombre que Dios tenga para ese tiempo.

No pueden las personas decir: “No, nosotros lo podemos hacer sin necesidad de estar bajo el liderazgo de tal persona”. Siempre hay que estar bajo el liderazgo de la persona asignada para esa edad o para esa dispensación.

El tabernáculo en el desierto en medio del pueblo hebreo fue construido bajo el liderazgo del Espíritu Santo a través del profeta Moisés, un profeta dispensacional. Tan sencillo como eso. Y el templo en Jerusalén fue construido bajo el liderazgo del rey Salomón.

Siempre está el liderazgo del Espíritu Santo a través del mensajero, del hombre que Dios tiene para ese tiempo.

Luego, a través de las diferentes etapas del reino de Judá, encontramos que hubo problemas; cuando el rey se apartaba de Dios, cuando el rey se apartaba de las ordenanzas divinas, le venían problemas al pueblo, y le destruían el templo en algunas ocasiones; pero después, cuando buscaban a Dios, era restaurado el templo.

Cuando llega el tiempo para la restauración, el pueblo con el líder que tengan en ese tiempo tiene que moverse para el trabajo que corresponde a la restauración del templo.

Algunas personas dicen, los que no quieren trabajar: “Es verdad que va a ser restaurado, pero no es para ahora”. Y ellos hacen buenas casas para ellos, que era lo que pasaba en… aquí en un tiempo del cual habla la Escritura; y Dios les dice por medio del profeta: “Ustedes dicen que no es tiempo para restaurar el templo, pero para ustedes tener buenas casas sí es tiempo, dicen ustedes, y tienen buenas casas; y el templo, Mi templo, Mi casa: abandonada”; cuando lo primero, lo principal, es la Casa de Dios, el Templo de Dios, para la presencia de Dios habitar en medio del pueblo de Dios.

Y entonces les dice Dios por medio del profeta: “Vayan al monte, corten madera y restauren el templo”[10]. Y los que vieron la gloria de Dios en el templo, en el primer templo… la gloria postrera, en este templo que va a venir, la gloria postrera de la presencia de Dios será mayor que la primera[11].

Y ahora, en la Iglesia del Señor Jesucristo, que es el Templo espiritual, tipificado en el tabernáculo que construyó Moisés y el templo que construyó el rey Salomón, la gloria que vimos manifestada en el tiempo de los apóstoles fue algo maravilloso.

Y la manifestación de Dios en medio de Su Iglesia, que ha estado siendo construida como Templo espiritual, de edad en edad, con piedras vivas, seres humanos; para el Día Postrero la gloria que será vista será mayor que la que se vio en el tiempo de los apóstoles; porque se completará la Obra de la construcción del Templo espiritual: la Iglesia del Señor Jesucristo; y será dedicado ese Templo espiritual a Dios; y Dios morará en ese Templo espiritual, que es Su Iglesia, bajo el Nuevo Pacto; habitará en toda Su plenitud.

La presencia de Dios en Espíritu estará en medio de Su Iglesia, todos los creyentes en Cristo, en el Día Postrero; pero en algún sitio se tienen que reunir.

Y por consiguiente, así como la Iglesia del Señor Jesucristo ha tenido diferentes lugares para las reuniones: han tenido carpas de diferentes tamaños, para evangelización, diferentes evangelistas, pastores, maestros, profetas… San Pablo era constructor de carpas también[12]; así que, de seguro, predicó en carpas. Y otros hombres de Dios han tenido carpas para evangelización, para reunir el pueblo; si llueve, no se mojen; y si es de día, el sol no les afecte, y sobre todo a los niños. Han tenido también edificios de madera, de concreto, y así por el estilo.

Para el Día Postrero, así como en diferentes tiempos diferentes ministros han tenido diferentes lugares de reunión…; y también los pastores pues han tenido sus iglesias donde se reúnen semanalmente: una, dos, tres, cuatro, hasta cinco y hasta siete veces en la semana; para el Día Postrero hay una promesa de parte de Dios, en donde va a haber una Gran Carpa Catedral, y en donde se van a reunir miles de personas, y en donde va a estar lo más importante: la presencia de Dios.

Y esa presencia de Dios va a ser de bendición para el pueblo, para miles de seres humanos; porque antes de comenzar el lapso de tiempo llamado “la gran tribulación” o “apretura de Jacob”, en donde el juicio divino va a caer sobre la raza humana, antes de eso la humanidad va a estar también pasando por un momento de una apretura difícil, con tantos terremotos, maremotos, tsunamis, volcanes, calentamiento global…; la capa de ozono, que ya está afectada con un agujero muy grande; y también los vientos solares.

Todas estas cosas están afectando a la familia humana; y se están produciendo muchos problemas, como enfermedades y otros tipos de problemas en la misma naturaleza, que la familia humana, aun con todos los adelantos que tiene, no ha podido controlar; no los ha podido controlar a causa de muchas razones: ya están muy adelantados esos problemas, y otras veces: por causa de intereses humanos no detienen muchas cosas, que si las detuvieran, aguantarían los problemas un poco, pero perderían mucho dinero y muchas cosas que actualmente pues es de beneficio para ellos y también para las naciones.

La familia humana está en tiempo de emergencia mundial en todos los sentidos: en la parte del medio ambiente y en la parte económica también. Ha llegado a una situación de crisis mundial la familia humana, en el ámbito del medio ambiente y también de la economía.

En palabras más claras: está en bancarrota en todos los sentidos el planeta Tierra con sus habitantes; y con la amenaza de una Tercera Guerra Mundial atómica.

Así que es grave la situación a la cual ha llegado la familia humana.

Pero conforme a las profecías bíblicas hay una sola esperanza, le queda una sola esperanza a la humanidad, y es la Venida del Señor a Su Templo espiritual, a Su Iglesia, en el Día Postrero.

Bajo el ministerio del Espíritu Santo operando los ministerios de Moisés y Elías, habrá un lapso de tiempo en medio del cristianismo, de misericordia, para buscar a Dios antes de que comience la gran tribulación.

Por eso es que en Apocalipsis, capítulo 14, verso 6 al 7, aparece un Ángel con el Evangelio Eterno para predicarlo a los moradores de la Tierra, a toda nación, pueblo, lengua…:

“… para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo (o sea que viene con un Mensaje para toda la humanidad),

diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”.

O sea que este mensajero… Recuerden que un ángel es un mensajero de Dios, un hombre; y si viene con el Evangelio Eterno para predicarlo a los moradores de la Tierra, pues es un predicador. Y viene enseñando a las gentes y llamando a las gentes a buscar a Dios, a acercarse a Dios, a adorar a Dios, a servirle a Dios; porque es la única esperanza para la humanidad.

Este es el mismo que viene cumpliendo San Mateo, capítulo 24, verso 14, donde Cristo dice:

“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”.

Entonces, luego que se escucha a ese mensajero predicando el Evangelio del Reino, luego viene el fin: viene el tiempo de la gran tribulación, que es el tiempo del fin, de los tres años y medio correspondientes a la gran tribulación o segunda parte de la semana número setenta[13].

Por lo tanto, habrá un corto tiempo de misericordia antes de comenzar la gran tribulación; y no sabemos de cuántos días, meses o años será ese lapso de tiempo. Será un tiempo muy corto.

Para ese tiempo va a ocurrir la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de los vivos creyentes en Cristo nacidos de nuevo.

Ese será un tiempo en donde la plenitud de Dios estará en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, porque se habrá completado la construcción espiritual del Templo espiritual, llamado: la Iglesia del Señor Jesucristo; y estará la presencia del Señor en toda Su plenitud en el Lugar Santísimo de ese Templo, que es la Edad de la Piedra Angular. Tan sencillo como eso.

Pero por cuanto se van a estar dando actividades públicas, pues tendrán un lugar donde se van a estar reuniendo los que viven en ese territorio, en ese lugar. Y desde ahí, por cuanto hay medios de comunicación modernos: por satélite, televisión, también por internet, todos esos medios de comunicación serán usados.

Y en otros países se reunirán personas en sus iglesias, en sus auditorios, y también en sitios al aire libre, que pondrán pantallas a prueba de sol y agua, para estar viendo lo que estará sucediendo allí; porque va a estar en ese lugar la presencia de la Columna de Fuego que le apareció a Moisés[14], y le alumbró el camino al pueblo hebreo por el desierto; y habitaba en el lugar santísimo del tabernáculo que construyó Moisés, y desde ahí le hablaba a Moisés, desde el lugar santísimo, de en medio de los dos querubines de oro[15].

Y los dos querubines de oro representan a los Dos Olivos y también representan a los Arcángeles Miguel y Gabriel; porque todo eso que está en el tabernáculo que construyó Moisés existe en el Templo celestial. Lo que construyó Moisés es solamente el tipo y figura de algo celestial.

Estos Dos Olivos, dice la Escritura en Zacarías, capítulo 4, versos 1 al 14, y también Apocalipsis, capítulo 11, verso 2 en adelante, que son los Dos Ungidos que están delante de la presencia de Dios; o sea, están delante de la presencia de Dios en el Cielo, en el Templo celestial.

Y por cuanto Moisés tenía que construir el tabernáculo de acuerdo al modelo que le fue mostrado en el Cielo – o en el monte Sinaí[16], que es el modelo del Templo celestial, entonces tenía que colocarlos ahí, para que fuera un templo tipo y figura del Templo que está en el Cielo.

Y también en la Iglesia del Señor Jesucristo estarán los Dos Olivos, que son los ministerios de Moisés y Elías, en el Día Postrero, en el cumplimiento de esa Gran Carpa Catedral; van a estar ahí los ministerios de los Dos Olivos, los ministerios de Moisés y Elías, que son los ministerios con los cuales serán llamados y juntados 144.000 hebreos, 12.000 de cada tribu[17].

Esos ministerios de Moisés y Elías fueron también tipificados en San Pedro y San Pablo trayendo el Evangelio de los judíos a los gentiles. Tan sencillo como eso. Y esos son los ministerios que luego pasarán la bendición de Dios de entre los gentiles a los judíos.

Esos ministerios van a estar en el cumplimiento de La Gran Carpa Catedral para bendición de todo el pueblo de Dios.

Va a ser de grande ayuda el cumplimiento de La Gran Carpa Catedral que fue vista en Visión por el reverendo William Branham[18]. Él estuvo viendo el futuro de la Iglesia del Señor Jesucristo; y cuando vio en el futuro, vio que la Iglesia del Señor Jesucristo va a tener una Gran Carpa Catedral, y que el idioma allí no va a ser el inglés[19].

Y ahí se va a estar cumpliendo la Tercera Etapa, de la cual él hablaba, en donde lo que fue visto manifestado en él en parte…: como una muestra de lo que va a ser manifestado en el cumplimiento de La Gran Carpa Catedral, en donde estará la presencia del Señor en toda Su plenitud.

Para esos días va a haber una apretura también contra los creyentes en Cristo.

Y ahora, él dice: “Va a ser como ha sido dicho”, porque él lo dijo conforme a como él lo vio[20].

Las cosas que se ven hechas realidad son hechas de lo que no se veía; primero tienen que ser previstas, vistas en el corazón y la mente de alguien, para después llevarlas a cabo.

Así son las construcciones también. ¿De dónde salieron? Pues de la cabeza del arquitecto, y del ingeniero, y del dueño del edificio o del dueño que mandó a construir el edificio.

Por eso la misma Creación… “lo que se ve (dice la Escritura en Hebreos, capítulo 11) fue hecho de lo que no se veía”. De lo que no era tangible, o sea, de lo que Dios pensó, luego vino a existencia el universo, toda la Creación; porque el mundo visible es hecho del mundo invisible. En el mundo invisible primero existe, y después se materializa en el mundo visible.

Y ahora, la Iglesia del Señor Jesucristo en la etapa correspondiente a la Edad de la Piedra Angular va a tener una Gran Carpa Catedral, conforme a la Visión que tuvo el reverendo William Branham, dada por el Espíritu de Dios, en donde él pasó a través de la cortina del tiempo, pasó a otro tiempo, a otra etapa de la Iglesia del Señor Jesucristo; en donde también le dice a él el Ángel: “¿Recuerdas el Nombre que tú buscabas cuando tuviste la Visión?”[21]; o sea que va a haber un nombre ahí; y no hay otro nombre más grande que el Nombre Nuevo del Señor, prometido para ser escrito sobre el Vencedor[22].

Así que todo va a estar ligado al proyecto divino que Él tiene con Su Iglesia para el Día Postrero; por lo tanto, la Tercera Etapa corresponde a la Iglesia del Señor Jesucristo en la Edad de la Piedra Angular.

Y ya Asia Menor tuvo su etapa, la primera etapa de la Iglesia entre los gentiles (etapas entre los gentiles); y la segunda, tercera, cuarta, quinta y sexta corresponde a Europa; y la séptima corresponde a Norteamérica; y en esas etapas no se cumplió la Visión de la Carpa.

Y ahora queda solamente un territorio cerca de Norteamérica, y es la América Latina, con otro idioma que no es el inglés.

Por lo tanto, esa Tercera Etapa, para la manifestación de Dios en toda Su plenitud, corresponde a la América Latina, incluyendo todo el Caribe; y por consiguiente, la Iglesia del Señor Jesucristo va a tener el cumplimiento de la Visión de la Carpa.

Ya fue vista en visión, es un proyecto divino, y todos los que estarán trabajando en ese proyecto divino estarán trabajando brazo a brazo con Dios en Su Programa, y por consiguiente serán tenidos por Dios como colaboradores de Dios, como obreros trabajando en la Obra de Dios del Día Postrero; y cada uno será recompensado conforme a su obra que haya llevado a cabo; porque el obrero es digno de su salario, dice la Escritura[23].

Y Cristo dice: “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”. Apocalipsis, capítulo 22, verso 12.

Y San Mateo, capítulo 16, versos 16 al 17… o 16 en adelante, dice [verso 27]: “Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de Su Padre con Sus Ángeles, y entonces pagará a cada uno según su obra”.

Así que la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles trae premio, trae premios para los creyentes; y traerá el juicio divino para el mundo, que no lo ha recibido como Salvador. Tan sencillo como eso.

Porque la única forma de escapar del juicio divino es teniendo a Cristo como Salvador, el cual con Su Sangre nos limpia de todo pecado, y por consiguiente Dios no destruirá al justo con el injusto; y tiene que entonces transformarlo y llevarlo a la Cena de las Bodas del Cordero, para que no pase por el juicio de la gran tribulación.

La última etapa de la Iglesia del Señor Jesucristo en la Tierra corresponde a la Edad de la Piedra Angular, y en esa edad es que se cumplirá la Visión de la Carpa; pues no se cumplió en la séptima edad, que fue la anterior; aunque su mensajero trató de hacerlo una realidad, trató de conquistar por la fe esa promesa, pero no la logró conquistar; tuvo que decir: “Eso será más adelante. Todavía no se ha cumplido esa visión, será más adelante”.

Y el que él en la visión estuviera en el aire, más alto, muestra que estaba en la sexta dimensión, que está a 12 pies de altura; ahí comienza esa sexta dimensión, que es el Paraíso, donde están los santos del Nuevo Testamento esperando por la resurrección en cuerpos inmortales, cuerpos eternos; para lo cual están esperando por la Venida del Señor en la sexta dimensión; porque Él bajará de la séptima dimensión a la sexta dimensión, y después a esta dimensión donde estamos nosotros; bajará con todos los santos, tomarán cuerpos, los resucitará en cuerpos eternos, aparecerán a los que están vivos en la Tierra y entonces ocurrirá nuestra transformación. Ese es el orden para la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de los que vivimos.

Y para esos días se estará viviendo en una manifestación grande la presencia del Señor en Su Iglesia; y para ese tiempo la Visión de la Carpa va a estar cumpliéndose.

Por lo tanto, esperamos la visita de los santos en Cristo cuando regresen en cuerpos eternos y glorificados; y también esperamos tener algo para ofrecerles de comer, porque podrán comer, como Cristo cuando resucitó glorificado pudo comer con Sus discípulos[24].

Y ya los que están en el Paraíso le dijeron al séptimo mensajero de la séptima edad, el reverendo William Branham: “Aquí nosotros ni dormimos, ni trabajamos, ni comemos; pero cuando regresemos a la Tierra…”; ni dijeron: “Podemos dormir”, ni dijeron: “Vamos a trabajar”, porque no vienen a trabajar tampoco ni a dormir; pero dijeron: “Entonces, cuando regresemos a la Tierra, entonces comeremos”[25].

Por lo tanto, ya podemos hacerles la invitación (y ya de nuestra parte está hecha), para cuando llega el momento de nosotros comer, tenerlos también como invitados.

Recuerden que cuando Cristo resucitó y apareció a Sus discípulos, y les dice: “¿Tienen algo de comer?”, tenían, porque parece que era la hora de comida o habían ya comido, o iban a comer, a cenar; y entonces ya le ofrecen de algo que ya tenían preparado.

Así que esos días no se preocupen: habrá alimentos para el pueblo y para los que vengan a visitarnos en cuerpos glorificados. Esos ya serán problemas que… son problemas que ya están resueltos en el Programa Divino.

Ahora estamos en una etapa de trabajo, trabajando basados en lo que está prometido para la Iglesia del Señor Jesucristo. Ese es el proyecto más grande, juntamente con la predicación del Evangelio de Cristo, para completarse la Iglesia del Señor Jesucristo.

Por lo tanto, el mandato de Cristo a predicar el Evangelio a toda criatura ha continuado y continúa hasta que se complete la Iglesia del Señor Jesucristo, y Cristo termine Su Obra de Intercesión en el Cielo, salga del Lugar Santísimo, y se convierta en el León de la tribu de Judá, tome el Título de Propiedad en el Cielo, en Apocalipsis, capítulo 5, que es el Libro sellado con siete sellos, el cual es el Título de Propiedad de los Cielos y de la Tierra, es el Título de Propiedad de la vida eterna, en donde están los nombres de todos los que formarían la Iglesia del Señor Jesucristo, los nombres de los que están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, que es el Libro sellado con siete sellos.

Entonces lo traerá a la Tierra, abierto ya ese Libro, lo entregará a un hombre, que tiene que ser un profeta mensajero dispensacional en la Iglesia del Señor Jesucristo, para que se lo coma y profetice; y ahí vuelve a hablar o habla acerca de lo que va a ser profetizado por el Ángel que viene con el Evangelio Eterno. Ese será el Ángel que viene con el Evangelio Eterno, ese será el mensajero que viene con los ministerios de Moisés y Elías, ese será el mensajero final de la Iglesia del Señor, correspondiente a la Edad de la Piedra Angular.

Le es dado el Libro para que se lo coma y profetice sobre muchos pueblos, naciones y lenguas; dice en… verso… Capítulo 10, verso 8 en adelante, del Apocalipsis, dice:

“La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra”.

Este Ángel es el Ángel del Pacto, es Cristo, es el Espíritu Santo, que viene con el Título de Propiedad.

“Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel.

Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre.

Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”.

Y luego en Apocalipsis, capítulo 11, es que comienza el ministerio profético para muchos pueblos, naciones y lenguas, bajo los ministerios de los Dos Olivos, los ministerios de Moisés y Elías. Tan sencillo como eso.

Este que se come el Librito, también es el Ángel que viene con el Sello del Dios vivo de Apocalipsis, capítulo 7, para llamar y juntar 144.000 hebreos, 12.000 de cada tribu; los cuales en Apocalipsis, capítulo 14, ya los encontramos llamados, juntados y sellados en sus frentes con el Sello del Dios vivo, y con el Nombre del Padre y del Cordero escrito en sus frentes; o sea, con la revelación o conocimiento del Nombre de Dios y Nombre del Cordero escrito en sus frentes, o Nombre de Dios y Nombre del Mesías, ya conocido por ellos; con el conocimiento del Nombre de Dios y Nombre del Mesías.

Y ahora, podemos ver que la Iglesia del Señor Jesucristo se encuentra en el tiempo más glorioso de todos los tiempos, en el tiempo en que va a recibir el revestimiento o la doble porción, que es la adopción del cuerpo: la transformación de nuestros cuerpos para los vivos, y para los que murieron la resurrección en cuerpos eternos. Y todo eso será bajo una manifestación plena del poder de Dios.

Así como vino el poder de Dios en la Venida del Espíritu Santo el Día de Pentecostés para recibir las primicias la Iglesia, y con las primicias seguir hasta el Día Postrero, con esa transformación espiritual luego venir el revestimiento o transformación de nuestros cuerpos, para tener el cuerpo nuevo, eterno, inmortal, incorruptible y glorificado, y joven para toda la eternidad, igual al cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador, el cual está tan joven como cuando subió al Cielo dos mil años atrás.

Así que estamos en un lugar muy importante, en un tiempo muy importante, en donde grandes bendiciones están prometidas de parte de Dios para mí. ¿Y para quién más? Para cada uno de ustedes también.

Y ya algunos países han superado la meta que tenían; el por ciento que tenían ya lo han sobrepasado, han pasado del ciento por uno – el cien por ciento ya lo han pasado; y ya pueden hasta doblar la meta, y continuar en este “GRAN EMPUJÓN” hasta que tengamos la meta de la realización, la construcción de La Gran Carpa Catedral, tenerla en pie en Puerto Rico y que se esté usando para bien del pueblo.

Va a ser de bendición para el pueblo, que en esos días estará con grandes necesidades, no solamente espirituales sino físicas también.

Con tantos problemas que hay en el medio ambiente muchas enfermedades van a surgir, y eso será las Plagas de las siete Copas de Apocalipsis; y también guerras, problemas nacionales e internacionales; muchos otros problemas, que están ligadas a las Trompetas.

Por lo tanto, Dios siempre tiene un lugar de escape, una forma para el que quiera alcanzar misericordia y buscar a Dios: Dios siempre ha hecho provisión para eso.

Así que en todos los países van a estar preparados también, con equipos de buena calidad, para estar escuchando y viendo todo lo que se estará llevando a cabo en las actividades de esa Gran Carpa Catedral.

En muchos lugares tienen que mejorar el medio de comunicación que tienen, porque hoy estuve viendo pero no oyendo lo que hablaban desde algunos sitios, porque estaba un poquito difícil; no sé si era el internet o que tenían una… no era muy fuerte el internet que tenían para poder subir la señal al lugar donde lo enviaron antes de pasar a Puerto Rico.

Deben de tener una buena calidad de señal tanto para recibir como para enviar comunicación.

Así que adelante trabajando en este “GRAN EMPUJÓN” que se está dando al proyecto de La Gran Carpa Catedral. Y continuaremos hasta que veamos La Gran Carpa Catedral en pie y operando libremente; y todos recibiendo grandes bendiciones de Dios.

Que Dios les bendiga por lo que están haciendo y continuarán haciendo en este importante proyecto de La Gran Carpa Catedral. Mi aprecio y agradecimiento a todos los países que han participado; y que Dios les bendiga y les prospere grandemente a todos ustedes, y a los que están aquí presentes también.

Dejo nuevamente con ustedes al misionero internacional mundial, doctor Miguel Bermúdez Marín, para continuar y ya darnos el otro informe, el último informe de hoy; o al reverendo José Benjamín Pérez…

Ahí nos da unas palabritas el doctor Miguel Bermúdez Marín, y nos dice cómo está cada país; porque luego del informe de cada ciudad se junta todo y se da a conocer el informe del país y la meta; pero sin mencionar números, sino el porciento solamente (ya que es más favorable así para todos, y así ningún grupo se siente menor que otro, sino que el porciento…).

Es como lo de la viuda, que echó dos dracmas, y Cristo dijo: “Dio más que todos los demás”; y económicamente, físicamente, a lo mejor unos dieron cien veces más que ella, pero en porciento ella dio más que ellos, porque ella dio el ciento por ciento de lo que tenía[26].

Así que es bueno guardar esa norma, Miguel, y los que están en otros países, para que así se haga mención en términos de porcientos y no de cantidades en pesos, reales, bolívares, o dólares, o así por el estilo.

Bueno, dejo por aquí ¿a cuál de los dos? Dejo al misionero, doctor Miguel Bermúdez Marín, que ha estado al frente de este proyecto, con todos los ministros y congregaciones de todos los países; porque es la persona indicada, adecuada, y que tiene la unción de parte de Dios para ese trabajo. Por lo cual felicito a Miguel por tener esa bendición tan grande de parte de Dios, la cual él no se la suelta a nadie, ni a mí tampoco; ni siquiera a mí me suelta esa bendición.

Bueno, que Dios les bendiga a todos y les guarde.

Y con ustedes el misionero Miguel Bermúdez Marín, mi buen amigo, compañero en el ministerio y colaborador, ¿por cuántos años, Miguel? 30 o 40 años. Desde unos 30 años, no menos de 30 años, estamos trabajando unidos; digamos desde el año 71, para no ir muy atrás; y hemos trabajado muy bien en la Obra del Señor, y continuaremos trabajando hasta ser transformados, y después por el Milenio y por toda la eternidad.

Bueno, Dios les bendiga y les guarde a todos.

Y oren mucho por nuestro amigo, el misionero Miguel Bermúdez Marín.

“DIOS DANDO SABIDURÍA E INTELIGENCIA A SUS HIJOS PARA HACER LA OBRA QUE LES HA SIDO ENCOMENDADA”.

[Revisión julio 2023 – RM-JR-PP]

[1] Romanos 8:17

[2] Génesis 15:5, 22:17

[3] Éxodo 13:21-22

[4] 2 Samuel 7:1-29, 1 Crónicas 17:1-27

[5] Hechos 13:22

[6] 1 Crónicas 28:11-19

[7] 1 Crónicas 22:8-10

[8] 2 Samuel 12:24-25

[9] Hageo 2:7

[10] Hageo 1:2-11

[11] Hageo 2:9

[12] Hechos 18:1-3

[13] Daniel 9:24-26 / https://imprenta.carpa.com/es/las-setenta-semanas-de-daniel/

[14] Éxodo 3:1-10

[15] Éxodo 25:18, Hebreos 9:2-5

[16] Éxodo 24:12-18 y 25:1-40

[17] Apocalipsis 7:1-8, 14:1-5

[18] Compilación de extractos tomados del mensaje del Rev. William Marrion Branham “La introducción de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia”. Visión de la Carpa: Capítulo 7, págs. 301 a la 341 – https://imprenta.carpa.com/es/la-introduccion-de-la-segunda-venida-de-cristo-a-su-iglesia/

[19] “La introducción de la Segunda Venida…”. Pág. 334, párr. 162 / La Revelación de los Siete Sellos – “El Séptimo Sello”, pág. 471, párr. 162

[20] “La introducción de la Segunda Venida…”, pág. 199, párr. 10 / La Revelación de los Siete Sellos – “Preguntas y Respuestas”, pág. 384, párr. 10

[21] “La introducción de la Segunda Venida…”, pág. 316, párr. 24 / Citas, pág. 40, párr. 321 al final

[22] Apocalipsis 3:12

[23] San Lucas 10:7, 1 Timoteo 5:18

[24] San Lucas 24:36-43

[25] Los Sellos, pág. 322, párr. 219

[26] San Marcos 12:41-44, San Lucas 21:1-4

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