Muy buenos días, amables amigos y hermanos presentes y los que están en diferentes naciones a través del satélite Amazonas viendo y escuchando, ministros y sus congregaciones y demás personas en diferentes naciones; que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.
Aprecio y agradezco mucho el respaldo que le están dando al proyecto de La Gran Carpa-Catedral en Puerto Rico, todos ustedes presentes y los que están en diferentes naciones, ministros con sus congregaciones.
Ya estamos cerca de las navidades para dar el ‘gran empujón’ el 25 de diciembre a nivel internacional, por lo tanto, estemos todos preparados, y que Dios los bendiga grandemente por todo lo que han estado haciendo y por lo que harán también en ese día.
También les agradezco mucho el respaldo que le están dando a la obra misionera y evangelística, porque se desea que se complete la Iglesia del Señor Jesucristo, ese Templo espiritual, ese lugar de morada de Dios como Cuerpo Místico de creyentes. Pronto se va a completar, y Cristo terminará Si Obra de Intercesión en el Cielo y entonces vendrá la Obra de Reclamo con la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación nuestra, y así entraremos a eternidad física, o sea, entraremos a la eternidad con cuerpos eternos y glorificados.
Ya tenemos Vida eterna espiritual, y viene el momento en que tendremos Vida eterna física, Vida eterna en el cuerpo físico que será glorificado, así como Cristo tiene Vida eterna física en Su cuerpo, porque es un cuerpo glorificado.
También aprecio y agradezco mucho el respaldo que le están dando a AMISRAEL. No sé cuántos vieron y escucharon las actividades o actividad de hace pocos días allá en Jerusalén, ¿cuántos la llegaron a ver? Está en internet; y es bueno que se tenga para pasarse a través del satélite Amazonas. Kélita y Salomón, ustedes me están escuchando allá, un saludo de mi parte para ustedes y también para el ministro, el misionero, doctor Miguel Bermúdez Marín que se encuentra en Bogotá en las actividades correspondientes.
Kélita, Salomón: pregunté cuántos habían visto y escuchado acerca de la actividad en Jerusalén en estos días pasados y no ha sido (parece) posible tener para el satélite esa información, así que, si es posible es bueno que la hagan llegar acá para transmitirla a través del satélite Amazonas en la hora del programa de AMISRAEL.
Gracias por vuestra comprensión y el interés que tienen todas las personas que a través del satélite Amazonas están al día, al tanto de todo lo que está sucediendo, queremos que también sepan lo que sucedió hace pocos días allá en Jerusalén.
Bueno, para esta ocasión buscamos en Apocalipsis, capítulo 4, versos 1 al 5, donde nos dice:
“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.
Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.
Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.
Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.
Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.
Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema en esta serie: “LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO,” será: “LA EDAD ETERNA.”
Nos dice en este pasaje de Apocalipsis que Juan escuchó una Voz del Cielo que le dijo: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.” Es la misma Voz de Cristo que ha estado en medio de Su Iglesia desde su nacimiento el Día de Pentecostés, es la misma Voz que estuvo en medio de la Iglesia, durante sus siete etapas o edades, en medio de la Iglesia entre los gentiles, las siete edades de la Iglesia entre los gentiles, es la misma Voz que estuvo hablando a través de San Pedro como el mensajero para los judíos en el tiempo allá de los apóstoles en el comienzo del Cristianismo desde el Día de Pentecostés en adelante.
La misma Voz que trajo aquel mensaje el Día de Pentecostés a través de San Pedro, es la Voz de Cristo el cual dijo en San Mateo, capítulo 28, verso 20: “He aquí…” vamos a leerlo para que tengamos el cuadro claro:
“He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Es la Voz de Cristo en medio de Su Iglesia hablando a través de sus diferentes mensajeros, Cristo ha estado en medio de Su Iglesia en Espíritu Santo, Su cuerpo físico glorificado está en el Trono de Dios sentado en el Trono de Dios; está a la diestra de Dios y está como Sumo Sacerdote en el Cielo haciendo intercesión con Su propia Sangre por todos los que lo recibirían como Su único y suficiente Salvador.
Él cuando termine Su Obra de Intercesión en el Cielo, pues saldrá del Trono de Intercesión y vendrá a ser el León de la Tribu de Judá, Rey de reyes y Señor de señores y Juez de toda la Tierra. Mientras Cristo está sentado a la diestra de Dios en el Cielo, sentado en el Trono de Dios, el Trono de Dios es un Trono de misericordia, un Trono de Intercesión porque allí está la Sangre de Cristo.
Por eso es que en el antiguo pacto o Antiguo Testamento el sumo sacerdote entraba al Lugar Santísimo una vez al año con la sangre de expiación del macho cabrío que era sacrificado, y esparcía con su dedo, esparcía con su dedo siete veces sobre el propiciatorio.
El propiciatorio tipifica el Trono de Dios en el Cielo, el lugar donde está Dios, así como el lugar donde estaba Dios en el templo era el Lugar Santísimo y estaba sobre el propiciatorio en medio de los dos querubines de oro, que es el Trono de Dios en el templo y tipifica el Trono celestial de Dios. Y ahora, así también es en cada individuo, el Lugar Santísimo de cada individuo es su alma, simbolizada en el corazón de la persona.
Y ahora, encontramos que esta Voz que llama a Juan a subir, es la misma Voz de Cristo que llamó también a Lázaro, el cual había muerto y estaba sepultado en una cueva, lo llamó a vida nuevamente; es la Voz de la resurrección hablando allí a Lázaro, el cual es tipo y figura de todos los creyentes en Cristo que han muerto físicamente. Para el Día Postrero la Voz de Cristo resucitará a todos los creyentes nacidos de nuevo que han muerto a través de las diferentes etapas de la Iglesia, incluyendo a los de nuestro tiempo también.
Ahora, esta Voz está señalada en Primera de Corintios, capítulo 15, versos 49 al 58, como la Gran Voz de Trompeta en donde nos muestra San Pablo en forma clara lo que estará sucediendo; capítulo 15, verso 51 en adelante de Primera de Corintios, dice:
“He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos…”
O sea, que no todos vamos a morir, o no todos van a morir, no todos los creyentes en Cristo van a morir físicamente, ¿por qué? Porque habrá un grupo de creyentes en Cristo que estarán vivos en el Día Postrero, y cuando los muertos en Cristo resuciten, los que estarán vivos serán transformados porque Cristo estableció la resurrección para ser llevada a cabo en el Día Postrero. San Juan, capítulo 6, versos 39 al 40 dice:
“Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.”
Y el verso 44 de este mismo capítulo 6 de San Juan, dice:
“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.”
Y continuamos viendo que en este capítulo 6 de San Juan, nos habla más de tres veces de la resurrección para el Día Postrero, vean el verso 54 dice:
“El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.”
Ya ahí tenemos cuatro pasajes bíblicos, cuatro citas bíblicas donde aparece prometida la resurrección para los creyentes en Cristo que han muerto, está prometida para ser llevada a cabo en el Día Postrero, por cuanto un día delante del Señor es como mil años, y mil años como un día, un día delante de Dios para los seres humanos es como mil años, y por consiguiente el Día Postrero es el milenio postrero representado en el sábado que es el día de reposo o el día del Señor; porque el milenio es el día milenial para el Reino del Mesías que será un milenio, un día milenial de reposo para la naturaleza, para todo el medio ambiente, será un día milenial de reposo para todos los que han de vivir en ese Reino del Mesías, será un día de reposo para el pueblo hebreo que tanto ha deseado la paz.
También encontramos que desde los días de los apóstoles se está hablando que aquellos días eran los días postreros, por ejemplo, Joel dice que “Dios derramará de Su Espíritu sobre toda carne en los días postreros,” y el Día de Pentecostés derramó de Su Espíritu sobre todos los que allí estaban esperando la venida del Espíritu Santo, ciento veinte creyentes en Cristo en el aposento alto, los cuales recibieron el Espíritu Santo el Día de Pentecostés, o sea, cincuenta días después de la resurrección de Cristo, contando el día que Él resucitó. Él resucitó un domingo en la mañana, bien temprano en la mañana, por lo tanto, el día cincuenta sería también domingo.
Y ahora, recuerden que el domingo es muy importante, es el primer día de la semana, pero si usted cuenta el domingo como un día de la semana que está finalizando, entonces sería el día octavo, pero nos habla de un nuevo día que no está ligado a los siete días anteriores.
Ahora, encontramos que la Iglesia entre los gentiles ha tenido siete días de edades, y si viene otro día, está representado entonces en el día domingo que vendría a ser un día octavo o un día primero de otro ciclo, de otra semana.
También en los días mileniales de Adán hacia acá, encontramos que cada milenio o cada día postrero es un milenio. Los días postreros son los milenios postreros que son: el quinto milenio que comenzó cuando Jesucristo tenía de tres a siete años de edad, por lo cual dice San Pablo en Hebreos, capítulo 1, verso 1 al 3:
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;
el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.”
Y ahora, San Pablo nos dice que Dios nos ha hablado por el Hijo, por Jesucristo, dice: “En estos postreros días,” o sea, que cuando Dios estaba en Cristo hablándole al pueblo hebreo y llevando a cabo todas aquellas maravillas, ya habían comenzado los días postreros, ya se estaba en el primero de los días postreros delante de Dios que para los seres humanos es el primero de los milenios postreros, o sea, el quinto milenio.
Quinto milenio es el primero de los días postreros, sexto milenio es el segundo de los días postreros, y el séptimo milenio es el tercero de los días postreros, y ya de acuerdo al calendario gregoriano estamos viviendo en el séptimo milenio de Adán hacia acá, o tercer milenio de Cristo hacia acá, por lo tanto ya hemos entrado conforme al calendario gregoriano al Día Postrero o tercer milenio de Cristo hacia acá, por consiguiente cuando decimos: “Estamos viviendo en los días postreros,” podemos identificar en cuál de los días postreros estamos viviendo: en el último de los días postreros, en el Día Postrero del cual Cristo dijo: “Y yo le resucitaré en el Día Postrero.”
Ese es el tiempo que nos ha tocado vivir y por esa causa es en este tercer milenio de Cristo hacia acá, que Cristo va a llevar a cabo la resurrección, para lo cual completará Su Iglesia cuando haya entrado al Cuerpo Místico de Cristo hasta la última persona que tiene su nombre escrito en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero, esas son las personas llamadas por Cristo “las ovejas del Padre que le han sido dadas para que las busque y les dé Vida eterna; porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” (San Lucas, capítulo 19, verso 10 y San Mateo, capítulo 18, versos 11 al 14).
Y ahora, podemos ver este misterio de los días postreros y ver que para los seres humanos son los milenios postreros. Por ejemplo, en el mensaje que predicó San Pedro el Día de Pentecostés, dice que Dios prometió derramar de Su Espíritu Santo sobre toda carne, ¿cuándo? En los días postreros (libro de los Hechos, capítulo 2, versos 14 al 29), y por esa causa ha estado derramando de Su Espíritu Santo sobre toda carne que ha recibido a Cristo como único y suficiente Salvador y ha estado produciendo el nuevo nacimiento en esas personas, han estado naciendo del Agua y del Espíritu, o sea, del Evangelio y del Espíritu Santo.
Cristo dijo a Nicodemo en el capitulo 3 de San Juan, versos 1 al 6: “De cierto, de cierto te digo, que el que no nazca del Agua y del Espíritu, no puede entrar al Reino de Dios.” Por consiguiente para entrar al Reino de Dios tenemos que nacer de nuevo, nacer del Agua y del Espíritu, así como para nacer en este reino terrenal tuvimos que nacer a través de nuestros padres terrenales y recibir el espíritu del mundo que reciben todas las personas que nacen en este planeta Tierra, porque el cuerpo sin espíritu está muerto.
Y ahora, la persona sin Espíritu Santo está muerta a la Vida eterna, no tiene Vida eterna, no está en el Reino de Dios, no ha entrado al Reino de Dios porque necesita nacer del Agua: del Evangelio, y del Espíritu; o sea, que ninguna persona puede nacer en el Reino de Dios sin recibir el Evangelio de Cristo, creer en Cristo, recibirlo como Salvador y recibir el Espíritu Santo luego de ser bautizado en agua en Su Nombre.
Y ahora, son esas personas nacidas de nuevo las que forman la Iglesia del Señor Jesucristo, son esas las personas que de etapa en etapa de la Iglesia del Señor han escuchado la Voz de Cristo, la Voz del Espíritu Santo, o sea, la Voz de Cristo por medio de Su Espíritu Santo a través del mensajero de cada etapa de la Iglesia del Señor, y ese mensaje se ha extendido a otras personas y a diferentes naciones, y ese ha sido el llamado de Dios por medio del Espíritu Santo para venir a formar parte del Cuerpo Místico de Cristo.
Encontramos las diferentes edades que vienen a ser diferentes generaciones del Cristianismo, diferentes generaciones de la Iglesia de Cristo y por consiguiente de Cristo, porque los miembros de la Iglesia de Cristo son los hijos de Cristo por medio del Espíritu de Cristo en esas personas.
Para nuestro tiempo ya han transcurrido las siete edades de la Iglesia entre los gentiles, con la última edad que se cumplió en Norteamérica y que su mensajero fue el reverendo William Branham. El primero de los mensajeros de la Iglesia del Señor entre los gentiles fue el apóstol San Pablo, y por esa causa el Evangelio para la Iglesia del Señor Jesucristo tiene que ser de acuerdo a las enseñanzas que el Espíritu Santo ha dado por medio de los apóstoles.
Para los gentiles el Espíritu Santo habló a través del apóstol San Pablo, por lo cual San Pablo decía: “Mi Evangelio o el Evangelio de Cristo, o el Evangelio de nuestra salvación o el Evangelio de la paz.” Y cuando hubo incomprensión en algunas cosas entre los que estaban con San Pedro y los que estaban con San Pablo, San Pablo dijo: “Así como Cristo o Dios hizo con Pedro para los judíos, Dios ha hecho conmigo para los gentiles,” así como Dios hizo a Pedro apóstol para los judíos, Dios lo hizo a San Pablo apóstol para los gentiles.
Por esa causa el apóstol San Pablo era tan claro cuando hablaba, y no permitía que judaizaran a los gentiles, enseñaba que la circuncisión no era necesaria para los cristianos, para los gentiles, y si alguna persona se circuncidaba, estaba llamada a guardar toda la Ley, de eso nos habla San Pablo en la carta a los Gálatas.
Por lo tanto, para los gentiles San Pablo fue el instrumento enviado por Dios y ha traído su mensaje en sus diferentes cartas enviadas a diferentes congregaciones y por consiguiente al ministro de cada una de esas iglesias, lo cual es aplicado a todas las iglesias, a todas las congregaciones.
Y ahora, la Iglesia del Señor Jesucristo todavía se encuentra entre los gentiles, aunque siempre hubo, tanto en el tiempo de los apóstoles San Pedro y demás apóstoles y también incluyendo a San Pablo, hubo hebreos o judíos en medio de la Iglesia, tanto en territorios gentiles como en el territorio de Israel también.
Para nuestro tiempo, cuando finaliza la séptima edad, la cual tiene como mensaje la Voz de Cristo a través del reverendo William Branham, cuando termina esa edad, cualquier persona puede decir: “Se acabó todo,” pues se acabo todo pero para las siete edades o siete etapas, y entonces viene el llamado de Dios; como en cada edad: cuando llegaba a su final una edad, entonces venía el llamado de Dios para una nueva edad a través del mensajero enviado para comenzar una nueva edad con el mensaje que Dios le daba.
Cada persona está llamada a escuchar el mensaje de Dios para el tiempo, para la edad que le ha tocado vivir, y cualquier cosa que sea contraria a ese mensaje, no prestarle atención, dejarlo a un lado… porque es que la Palabra de Dios para cada edad se tiene que hacer carne, se tiene que encarnar en cada persona, comenzando con el mensajero de ese tiempo, y él la pasa al pueblo y se hace carne también en el pueblo, la porción de la Palabra correspondiente a la edad en que vive cada persona, cada creyente en Cristo.
No puede mezclar esa Palabra con opiniones que venga otra persona dando acerca del Programa de Dios, debe ser pura esa Palabra, debe ser el mensaje puro que ha traído el mensajero para esa edad, y si es contrario lo que alguna persona habla, dice o enseña, si es contrario al mensaje que ha traído el mensajero para esa edad, tiene que dejarlo a un lado y quedarse con el mensaje puro de esa edad, para que se haga carne en él esa Palabra, porque de eso depende la bendición de Dios para esa persona.
Por lo tanto, la persona tiene que darle oído a la Voz de Cristo por medio de Su Espíritu Santo a través del mensajero de esa edad, de otra forma habrá fallado en oír la Voz de Dios para su tiempo.
Aquí tenemos algunas palabras del reverendo William Branham en la página 169 del libro de “Las Edades,” 168 y 169 en español, dice:
“Note aquí que Jesús (por el Espíritu) en cada edad se dirige a solamente UNA persona en relación a la Palabra para esa edad. Solo UN mensajero en cada edad recibe lo que el Espíritu tiene que decir a esa edad y aquel mensajero es el mensajero a la Iglesia Verdadera. El habla por Dios por medio de revelación a las ‘iglesias’ – Verdadera y falsa. Así que el Mensaje es transmitido a todos. Pero aunque es transmitido para todos los que están bajo el alcance del Mensaje, aquel Mensaje es recibido individualmente por solamente un cierto grupo calificado y de una cierta manera. Cada individuo en aquel grupo es uno quien tiene la habilidad para oír lo que el Espíritu está diciendo por medio del mensajero. Aquellos quienes están oyendo no están recibiendo su propia revelación, ni tampoco están (el grupo) recibiendo su revelación colectiva, pero cada persona está oyendo y recibiendo lo que el mensajero ya ha recibido de Dios.”
O sea, que ninguna persona se puede levantar y decir, sino es el mensajero para esa edad, no puede decir: “Dios también a mí me da revelación, y aunque el mensajero todavía no la ha recibido, ya yo la recibí,” o sea, se le está adelantando al mensajero y se le está adelantando a Dios, porque Dios no está dando ninguna revelación a menos que sea al mensajero de ese tiempo.
Por lo tanto, tenemos que comprender que Dios tiene un orden, y conforme a ese orden que Él estableció, será que Él estará obrando y que el pueblo, las ovejas del Padre dadas a Cristo estarán escuchando la Voz de Cristo.
Recuerden que Cristo dijo: “Mis ovejas oyen mi Voz y me siguen, y yo las conozco y yo les doy Vida eterna, y no perecerán jamás, mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.” (San Juan, capítulo 10, versos 27 al 30).Y también dijo en ese mismo capítulo 10, versos 14 al 18: “Mis ovejas oyen mi Voz…” vamos a ver cómo lo dice, capítulo 10, verso 14 en adelante dice:
“Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen (o sea, que Dios tiene ovejas que le han sido dadas a Cristo),
así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas (o sea, que Cristo murió por esas ovejas que el Padre le dio).
También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.
Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.”
O sea, que Él vino a la Tierra con una comisión divina, con un mandamiento divino: poner Su vida por esas ovejas que el Padre le dio para llevar a cabo así la redención, la salvación de esas personas llamadas las ovejas del Padre.
Y ahora, Cristo conocía todo el Programa Divino, y aunque tenía muchos adversarios que no estaban de acuerdo con Él, cuando Dios lleva a cabo un programa y envía un mensajero, un profeta, eso no quiere decir que todas las demás personas van a estar de acuerdo con él, porque las personas tienen su propia opinión, y si no reconocen que Dios en Espíritu está en esa persona que es enviada, y les está hablando y enseñando, si no lo reconocen, entonces van a tener otra opinión diferente a la que se tiene que tener acerca del mensajero y el mensaje que está el Espíritu Santo trayendo a través de ese enviado de Dios.
Pero el que es de Dios, la Voz de Dios oye, y la Voz de Dios viene por medio del Espíritu Santo a través del velo de carne, del mensajero que Dios tenga para cada tiempo. Por lo tanto, ver, reconocer y escuchar al mensajero de la edad en que la persona vive, es estar escuchando la Voz de Dios la Voz de Cristo, el buen Pastor, la Voz del Espíritu Santo, por eso en el libro del Apocalipsis usted encuentra en el capítulo 2 y el capítulo 3 que dice: “El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.” Es el Espíritu Santo hablando por medio de cada mensajero que Él envía a Su Iglesia.
Cuando vemos la historia de la Iglesia y los mensajeros que Él ha enviado y los ministro que han estado junto a ese mensajero trabajando, llevando ese mensaje que Dios ha dado por medio de ese mensajero, podemos ver que muchas personas tuvieron oídos para oír la Voz de Dios por medio del Espíritu Santo a través del mensajero de su tiempo, y tuvieron ojos para ver a Dios por medio del Espíritu Santo velado en ese mensajero y revelado a través de ese mensajero.
En palabras más claras, pudieron ver la revelación de Cristo, o sea, Cristo revelado a través de un mensajero en medio de Su Iglesia revelándose a Su pueblo, a Su Iglesia, esa es la forma en que se ha revelado Cristo a Su Iglesia y luego por medio de Su Iglesia a la humanidad.
Y ahora, luego de ver, conocer la historia de la Iglesia hasta nuestro tiempo, hasta el tiempo del reverendo William Branham, todo lo que se cumplió en ese tiempo en la séptima etapa o edad de la Iglesia, pues nos gustaría saber, conocer el tiempo que nos ha tocado vivir, qué hay después de la séptima edad de la Iglesia entre los gentiles, para conocer estas cosas, pues tenemos que escuchar la Voz de Cristo por medio de Su Espíritu Santo revelándonos estas cosas que deben suceder después de las siete etapas o edades de la Iglesia, para lo cual tiene que enviar un mensajero porque la Palabra de Dios solamente viene a los profetas mensajeros de Dios para cada edad.
Esa es la forma en que Dios siempre ha revelado Su Palabra, y no ha cambiado Su forma, la forma de hacer. Vean, aquí en el capítulo 7, verso 11 en adelante de Zacarías, dice:
“Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír;
y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos.”
Y ahora vean cómo venía la Palabra de Dios: por medio del Espíritu Santo a través de los profetas que Dios enviaba, esa ha sido siempre la forma divina. Por eso es que para el Día Postrero tenemos la promesa que Dios enviará a Elías antes que venga el día del Señor grande y terrible (Malaquías, capítulo 4, verso 1 al 6).
Por lo tanto, para este tiempo final tenemos la promesa de parte de Dios de los dos Olivos que son los ministerios de Moisés y Elías, conforme a Zacarías, capítulo 4, versos 1 al 14 y Apocalipsis, capítulo 11, versos 1 al 14; esos son los ministerios prometidos para el Día Postrero, esos son los ministerios que fueron mostrados en el Monte de la Transfiguración con la aparición de Moisés y Elías cuando Cristo Jesús se transfiguró delante de Pedro, Jacobo y Juan en un Monte alto a donde llevó a Sus discípulos Pedro, Jacobo y Juan.
Allí les mostró el orden de la Venida del Hijo del Hombre para el Día Postrero, porque el Hijo del Hombre viene con Sus Ángeles, el Hijo del Hombre viene con Moisés y Elías, el Hijo del Hombre viene en el Día Postrero y estarán los ministerios de Moisés y Elías siendo manifestados en la tierra. Por lo tanto, en el Día Postrero en medio del Cristianismo surgirán los ministerios de Moisés y Elías, y el ministerio de Jesucristo.
Luego de las siete edades de la Iglesia el llamado es a subir, pues de edad en edad se ha estado subiendo de una edad a otra edad en el Reino de Dios que está en la esfera espiritual; en el reino de los gentiles se ha estado descendiendo, de la cabeza de oro del reino del Nabucodonosor, el reino babilónico con Nabucodonosor como rey siendo la cabeza de oro, bajaron, se bajó, el reino de los gentiles bajó a los brazos y pecho de plata que fue el imperio medopersa, y de esa etapa de los pechos y los brazos de plata, se bajó al vientre y los muslos de bronce que fue el imperio de Grecia con Alejandro el grande.
Y luego se bajó a las piernas de hierro con el imperio romano de los césares, y luego se bajó a los pies de hierro y de barro cocido luego del imperio de los césares; el imperio gentil o de los gentiles ha estado bajando, ya llegó al tiempo de los pies de hierro y de barro cocido, pero el Reino de Cristo, el Reino de Dios ha estado subiendo del tiempo de los apóstoles, tiempo de los siete mensajeros de las siete edades ha estado subiendo de etapa en etapa, de edad en edad.
Y ahora luego de las siete edades el llamado es a subir, a subir a la Edad de la Piedra Angular, a subir más arriba, la edad de la adopción, la edad de oro de la Iglesia del Señor Jesucristo, la edad que recibirá la Venida del Señor, porque en las siete edades no se cumplió la Venida del Señor, por lo tanto, es para la Edad de la Piedra Angular, la edad de oro, la edad del Rey, la edad de la adopción, la edad para la resurrección de los muertos en Cristo y para la transformación de los que estén vivos cuando ocurra la resurrección de los muertos en Cristo.
La Edad de la Piedra Angular es la edad de la Gran Voz de Trompeta o trompeta final, ¿y qué es la trompeta final o Gran Voz de Trompeta? Es la Voz de Cristo, la Voz de Dios por medio de Su Espíritu Santo hablando en el Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular, así como habló en cada edad por medio de cada mensajero de las edades pasadas; Él, en el Día Postrero tendrá el mensajero para la Edad de la Piedra Angular a través del cual estará hablando las cosas que deben suceder, estará proclamando el mensaje del Evangelio del Reino juntamente con el mensaje del Evangelio de la Gracia, y por consiguiente estará sonando, tocando la Gran Voz de Trompeta o trompeta final, mensaje final. Es el mensaje final, el Evangelio del Reino del cual Cristo dijo en San Mateo, capítulo 24, verso 14:
“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.”
Por lo tanto, la señal del fin será la aparición de un mensajero que estará predicando el Evangelio del Reino para testimonio a todas las naciones, será por medio de un mensajero que Cristo en Espíritu Santo estará sonando esa Gran Voz de Trompeta, esa trompeta final en medio de Su Iglesia, y eso nos dará la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Esa es la misma trompeta que va a sonar para el pueblo hebreo, es la gran trompeta o trompeta final, está señalada en la fiesta de las trompetas, es la trompeta o fiesta de las trompetas señalada en Levítico, capítulo 23, verso 24 al 25, es la trompeta que habla del juicio divino que ha de venir sobre la raza humana, es el mensaje del cual Cristo dice en Apocalipsis, capítulo 22, verso 6 en adelante:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”
Y Apocalipsis, capítulo 22, verso 16 dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.”
El mensaje de este Ángel, de este mensajero, de este profeta llamado el Ángel del Señor Jesucristo, el mensajero del Señor Jesucristo para el Día Postrero, es el mensaje del Evangelio del Reino, es la Gran Voz de Trompeta o trompeta final, es el que suena la trompeta de Levítico, capítulo 23, versos 24 al 25.
Es el mensajero a través del cual el Espíritu Santo trae el mensaje que anunciará el día de venganza del Dios nuestro, el día ardiente como un horno, a través del cual mostrará todas estas cosas que deben suceder pronto, es el mensajero de Apocalipsis, capítulo 7 que viene con el Sello del Dios vivo, y es el mismo de Apocalipsis, capítulo 14, verso 6 al 7, que viene con el Evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la Tierra, a toda nación, pueblo y lengua, diciendo a gran voz: “Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado.”
Es el mensajero prometido para el Día Postrero, a través del cual el Espíritu Santo estará hablando y los creyentes en Cristo escuchando la Voz del Espíritu Santo en la Edad de la Piedra Angular, la edad para la adopción de todos los hijos de Dios, la adopción física que será la transformación de nuestros cuerpos, eso será la redención del cuerpo.
Eso será la glorificación, la transformación de los vivos en Cristo para así tener cuerpos glorificados, y la resurrección de los muertos en Cristo en cuerpos glorificados y jóvenes para toda la eternidad, cuerpos iguales al cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador.
Eso será para todos los que han recibido a Cristo como único y suficiente Salvador, los cuales han nacido del Agua y del Espíritu, han recibido a Cristo como Salvador, han sido bautizados en agua en Su Nombre y Cristo los ha bautizado con Espíritu Santo y Fuego y ha producido en esas personas el nuevo nacimiento.
En nuestro tiempo hemos llegado al ciclo divino de la Edad de la Piedra Angular, al ciclo divino de la edad de la adopción, la edad de oro de la Iglesia, la edad de oro del Cuerpo Místico de Cristo, la edad eterna.
Si una persona entendiera el mensaje del reverendo William Branham y lo creyera de todo corazón, eso lo lanzaría a eternidad, o sea, que en el mensaje del reverendo William Branham que precursa la segunda Venida de Cristo, están habladas todas estas cosas, están profetizadas que serán cumplidas en este tiempo final.
Para ser lanzados a eternidad, pues hay necesidad de ser colocado en una edad eterna: la edad de oro de la Iglesia del Señor Jesucristo, para lo cual el llamado es a subir más arriba, a subir a la edad de oro, la Edad de la Piedra Angular, la edad eterna del Iglesia del Señor Jesucristo, donde estarán en el Día Postrero todos los que van a ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, tan sencillo como eso.
Por lo tanto, los creyentes que escucharán la Voz para subir más arriba, subir a la Edad de la Piedra Angular, no le prestarán atención a las opiniones de personas que se levanten en contra de ese Programa Divino, sino que tendrán oídos para oír lo que el Espíritu Santo estará hablando por medio del mensajero correspondiente a la edad de oro, la edad eterna, la Edad de la Piedra Angular donde el Espíritu Santo así como habló en las edades pasadas, estará hablando a Su Iglesia, y le estará dando la fe, la revelación para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, y no le estará añadiendo ni quitando a lo que el Espíritu Santo estará diciéndole a Su Iglesia.
Eso será la Palabra revelada para la Iglesia del Señor Jesucristo, y eso será en la edad eterna de la Iglesia del Señor Jesucristo, la edad de la adopción, la Edad de la Piedra Angular, la edad que tiene las promesas para la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de los vivos, la edad que tiene la promesa para la Venida del Señor a Su Iglesia en esa edad, y para el rapto o arrebatamiento de la Iglesia para ir a la Cena de las Bodas del Cordero.
Es en esa edad en donde estarán los creyentes en Cristo que serán transformados en el Día Postrero, será ese ciclo divino el más glorioso para la Iglesia del Señor Jesucristo como Cuerpo Místico de creyentes, y para cada creyente en Cristo como individuo.
Es en ese ciclo divino en donde en el Cielo, Cristo hará intercesión por el último escogido, el último que entrará al Cuerpo Místico de Cristo. Recuerden que la Iglesia del Señor Jesucristo es un cuerpo místico, es un Templo espiritual, y el tabernáculo que Moisés construyó y el templo que construyó el rey Salomón, tenia Atrio, Lugar Santo y Lugar Santísimo.
Cuando en la parábola de la gran cena que el Padre de familia, que el padre preparó para su hijo, una cena de boda, Él mandó a buscar a pobres, cojos, ciegos, a todos los que encontraran para colocarlos en Su casa, y la Casa de Dios es la Iglesia del Señor Jesucristo, un Templo espiritual; cuando el siervo que es el Espíritu Santo regresa, dice: “Se ha hecho como mandaste,” o sea, trajo las personas y las colocó en la Casa de Dios que es la Iglesia, y dice: “Se ha hecho como mandaste y todavía hay lugar.”
En la casa de Dios luego de las siete edades, todavía hay lugar, ¿dónde? En el Lugar Santísimo de la Casa de Dios, del Templo espiritual de Dios que es la Edad de la Piedra Angular, es el lugar que hay para llamar a la Cena de las Bodas del Cordero, a las personas del tiempo final.
Y cuando se complete el número que tiene que entrar a ese lugar, se cerrará la puerta y ya se habrá completado la Iglesia del Señor, entonces Cristo hará Su Obra de Reclamo, resucitará los muertos creyentes en Él y a los vivos los transformará.
Este es el tiempo de estar esperando el cumplimiento de esas promesas, pero no sabemos en qué año y mucho menos en qué mes ni mucho menos en qué día, pero sabemos que es para la Edad de la Piedra Angular, esa edad eterna que ya comenzó.
Por lo tanto, estemos escuchando la Voz del Espíritu Santo, “el que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu Santo dice a las Iglesias,” y así estemos preparados para ser transformados en este tiempo final, porque la fe para ser transformados y raptados la da Cristo por medio de Su Espíritu Santo a través de Su Palabra revelada a Su Iglesia en el Día Postrero; y esa Palabra revelada siendo la Voz de Cristo por el Espíritu Santo, es la Voz del Ángel Fuerte que desciende del Cielo en Apocalipsis, capítulo 10, es la Voz de Cristo hablando como león y siete truenos emitiendo sus voces y dando la fe, la revelación para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Por lo tanto, en este tiempo final nos va a estar dando la revelación del séptimo Sello, la revelación de Su Venida para Su Iglesia en el Día Postrero, para transformarla y llevarla con Él a la Cena de las Bodas del Cordero.
“LA EDAD ETERNA.”
Hemos visto lo que es la edad eterna a la cual tenemos que subir, y luego literalmente también subiremos al Cielo en el rapto o arrebatamiento de la Iglesia, para estar con Cristo en la Cena de las Bodas del Cordero; para subir literalmente en el rapto tenemos que subir espiritualmente a la etapa de la Edad de la Piedra Angular, que es la etapa que tipifica, representa el Lugar Santísimo del Templo celestial, y por consiguiente representa el lugar donde está el Trono de Dios en el Cielo.
“LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO,” es el tema de nuestra serie que comenzó el domingo pasado, y el subtema o tema de esta ocasión en esa serie, es: “LA EDAD ETERNA.” Para el próximo domingo, y aun para el sábado, el sábado y el domingo próximo, en esa serie de “LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO,” tendremos para el sábado próximo, 6 de noviembre en la reunión de ministros que será transmitida por el satélite Amazonas, tendremos: “LA PROFECÍA DE LOS DOS OLIVOS,” de Apocalipsis, capítulo 11, versos 3 al 19, y Zacarías, capítulo 4, verso 1 al 14.
Así que, ministros, colaboradores y damas, están invitados para estar en esa actividad del sábado próximo, 6 de noviembre, los que están acá presentes, los que pueden estar presentes, y los que están a través del satélite Amazonas, pues allá cada persona en la congregación, en el auditorio a donde usted asiste, en la Iglesia donde usted asiste.
Y a los ministros, pues en el lugar correspondiente donde estarán reunidos principalmente con sus congregaciones, cada uno en su congregación, pero si están reunidos todos juntos en algún lugar los ministros, pues ahí también les llegará la transmisión.
Y para el domingo 7, o sea, próximo domingo en la serie: “LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO,” nuestro tema será: “EL ESTABLECIMIENTO DE LA TEOCRACIA.” Y estará fusionada con la monarquía del Reino de David bajo un descendiente de David.
Oren mucho por estas actividades para que así Dios nos dé Su Palabra y estemos escuchando lo que el Espíritu Santo estará diciéndole a Su Iglesia en este tiempo final.
La página 169 del libro de “Las Edades” en español, hay algo aquí que es bueno que lo escuchemos, dice:
“¡Cuán importante es oír la Voz de Dios por medio de Sus mensajeros, y luego decir lo que les ha sido dado a ellos para decir a las iglesias!”
Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes, y antes si ya terminaron lo de las firmas, o la firma por la liberación del soldado israelí Gilad Shalit, ¿ya terminaron? o todavía… Todavía se están llevando a cabo las firmas por la liberación del soldado israelí Gilad Shalit, por lo tanto, los que no han firmado todavía por su liberación, lo pueden hacer, y si en la página de internet está el formulario ya, también lo pueden hacer por internet las personas que no lo han hecho y saben hacerlo por internet.
Y los que busquen en internet, quizás en la página de AMISRAEL está la información y fotos de la actividad que se tuvo en Jerusalén en estos días pasados y donde yo estuve también, y el doctor Salomón Cunha y la doctora Kélita Machado y el Gran rabino, y el rabino Bilbaum, y otras personas de gobierno también.
Así que quizás los que no han visto la información, es que no han entrado a la página de AMISRAEL en internet y por eso pues algunos no saben todo lo que sucedió allá, y ahora, pues no les voy a decir más, sino que cuando se pase el sábado y domingo próximo el programa de AMISRAEL por el satélite Amazonas, ahí entonces vamos a pedirle que también en la reunión de ministros cuando estén todos los ministros reunidos, y también el sábado y el domingo antes de comenzar el devocional, puedan pasar para que los que no lo han visto, también puedan verlo en todos los países incluyendo a las personas que están aquí presentes y los que estarán el domingo próximo Dios mediante. Quizás ya esté en internet y no hayamos buscado o no hayamos tenido… las personas no han tenido computadoras para verlo y por eso no lo han visto.
Bueno, que Dios les bendiga y les guarde, y con ustedes nuevamente… falta darle la oportunidad a las personas que todavía no han recibido a Cristo, por lo tanto, pueden pasar al frente los que no han recibido a Cristo todavía para recibirlo, y estaremos orando por usted, los que están presentes y los que están en otras naciones también.
Todavía está abierta la puerta de la misericordia en el Cielo y en la Iglesia del Señor Jesucristo también, por lo tanto, no podemos negarle la oportunidad a las personas de recibir a Cristo como único y suficiente Salvador.
Lo más importante para el ser humano es una sola cosa: la Vida eterna, sin la Vida eterna las demás cosas no son importantes, todos necesitamos la Vida eterna y solamente hay una forma en que la podemos obtener, y es a través de Jesucristo nuestro Salvador, por lo cual todos necesitamos a Cristo, el hombre más importante que ha pisado este planeta Tierra y que está sentado en el Trono de Dios.
En las demás naciones pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo para que queden incluidos en la oración que estaremos haciendo, y los niños de diez años en adelante también pueden venir a los Pies de Cristo. Recuerden que Cristo dijo: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis, porque de los tales es el Reino de los Cielos.” Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo.
Si ya están listos en las demás naciones, allá en el Brasil, en Chile, en Ecuador, en Perú, en Venezuela, en Paraguay, en Bolivia, en Argentina, en Uruguay, en México, en Guatemala, en Honduras, en el Salvador, en Nicaragua, en Costa Rica, en Panamá, en todo el Caribe, República Dominicana y demás islas del Caribe, en el África, en Norteamérica también y en todas las naciones, si ya están listos pueden informarnos si todavía están pasando al frente en diferentes naciones, si pueden enviarnos una vista, si tienen las facilidades…
Dios tiene mucho pueblo, y los está llamando en este Día Postrero en este tiempo final y Él completará Su Iglesia muy pronto, con todas las personas que lo están recibiendo como único y suficiente Salvador.
Esperamos que pronto se complete la Iglesia del Señor y entonces Cristo cambie de Cordero a León, de Sumo Sacerdote a Juez, de Sacerdote a Rey y haga Su Obra de Reclamo. Ya están listos me informan, vamos a estar con nuestras manos levantadas al Cielo y nuestros ojos cerrados; repitan conmigo esta oración los que han venido a los Pies de Cristo en estos momentos:
Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelio y nació Tu fe en mi corazón, creo en Ti con toda mi alma, creo en Tu primera Venida y creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados, creo en Tu Nombre como el único Nombre bajo el Cielo en que podemos ser salvos.
Reconozco que soy pecador y necesito un Salvador, doy testimonio público de mi fe en Ti y te recibo como mi único y suficiente Salvador. Te ruego perdones mis pecados y con Tu Sangre me limpies de todo pecado y me bautices con Espíritu Santo y Fuego luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre y sea producido en mí el nuevo nacimiento.
Quiero nacer en Tu Reino, quiero vivir eternamente, sálvame Señor, te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén.
Y con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, todos decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado!
Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado, porque ustedes le han recibido como vuestro único y suficiente Salvador; ustedes me dirán: “Quiero ser bautizado en agua en Su Nombre, en el Nombre del Señor, porque Él dijo: ‘El que creyere y fuere bautizado, será salvo.’ ¿Cuándo me pueden bautizar?” Es la pregunta desde profundo de vuestro corazón. Por cuanto ustedes han creído en Cristo, bien pueden ser bautizados, y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento.
El bautismo en agua es un mandamiento de Jesucristo nuestro Salvador, Él mismo fue bautizado por Juan el Bautista en el Río Jordán, y entonces vino el Espíritu Santo en forma de paloma sobre Jesús.
El bautismo en agua es tipológico, por lo tanto, no quita los pecados porque el agua no tiene ningún poder para quitar los pecados, es la Sangre de Cristo la que nos limpia de todo pecado. El bautismo en agua es a la semejanza de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo, nos dice el apóstol San Pablo.
Cuando la persona recibe a Cristo como Salvador, muere al mundo. Y cuando el ministro lo sumerge en las aguas bautismales, tipológicamente la persona está siendo sepultada. Y cuando lo levanta de las aguas bautismales, está resucitando a una nueva vida, a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno.
Por lo tanto, conociendo el significado, el simbolismo, la tipología del bautismo en agua, bien pueden identificarse con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección, porque con el bautismo en agua que es a la semejanza de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo, nos identificamos con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección.
Por lo tanto, bien pueden ser bautizados, y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento, y nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el glorioso Reino literal de nuestro amado Señor Jesucristo.
Que Dios les bendiga y les guarde, y con ustedes nuevamente el reverendo José Benjamín Pérez para indicarles cómo hacer para ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Continúen pasando todos una tarde feliz, llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.
“LA EDAD ETERNA.”